50
de las Culturas del Mundo Vol. XII, número 117, 1º de octubre de 2012 Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural CORREO

Vol. XII, número 117, 1º de octubre de 2012 Centro de ...primarias.cetechihuahua.gob.mx/upn/difusion/revistas/Culturas_INAH... · a su punto máximo alrededor de 1600 aC y finales

  • Upload
    lekien

  • View
    214

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

d e l a s C u l t u r a s d e l M u n d o Vol. XII, número 117, 1º de octubre de 2012 Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural

C

OR

RE

O

CO

RR

EO

2

Correo de las Culturas del Mundo

Director Leonel Durán Solís Editor Mariano Flores Castro

[email protected]

Correo de las Culturas del Mundo, 2012, No. 111, 1º de julio de 2012 es una publicación quincenal editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Córdoba 45, Colonia Roma, C.P. 06700, Delegación Cuauhtémoc, México, Distrito Federal. Responsables: Director, Leonel Durán Solís y Editor Mariano Flores Castro. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo: en trámite. ISSN: en trámite. Licitud de título: en trámite. Licitud de contenido: en trámite. Domicilio de la publicación: Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación Cuauhtémoc, México, D.F. Edición electrónica: Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural. Museo Nacional de las Culturas. Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación Cuauhtémoc, México, D.F. Distribuidor: Centro de Estudios sobre la Diversidad Cultural. Museo Nacional de las Culturas. Moneda 13, Centro Histórico, C. P. 06060, Delegación

Cuauhtémoc, México, D.F. Este número se terminó de editar electrónicamente el 1 de julio de 2012.

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

POR LOS RESPECTIVOS AUTORES

DE LOS ARTÍCULOS, NOTAS Y FOTOGRAFÍAS.

MÉXICO, D.F., 1º DE SEPTIEMBRE DE 2007.

3

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

En este número:

• SERIE Ciudades emblemáticas y sitios sagrados Dossier No. 4: Creta

•SirArthurEvans,arqueólogo

•LaescrituraLinealB

•Todosloscielos,elcielo

•Unanuevahumanidad

•EraclioZepeda,discursodeingresoalaAcademiaMexicanadelaLengua

4

Ciudades emblemáticasysitios sagrados

Knossos. Photograph. Retrieved from http://www.britannica.com/

5

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Dossier 4

Creta

6

La civilización minoica floreció alrededor de 3000 a.C. a 1,100 a.C. aproximadamente. Su nombre deriva de Minos, ya sea un título dinástico o el nombre de un gobernante particular de Creta.

Creta se convirtió en el sitio más importante de la cultura de la Edad

del Bronce en el Mar Egeo, y de hecho, fue el primer centro de alta

civilización en esa zona, a partir de finales del 3er milenio a.C. Al llegar

a su punto máximo alrededor de 1600 aC y finales del siglo 15, la civilización

minoica fue notable por sus grandes ciudades y palacios, su comercio

extendido por todo el Levante y más allá, y su uso de la escritura. Su arte

sofisticado incluye los sellos elaborados, cerámica (especialmente la cerámica

Kamáres famosa por su estilo de decoración claro sobre oscuro) y, sobre todo,

frescos delicados y vibrantes que se encuentran en las paredes del palacio.

Estos frescos muestran dos escenas seculares y religiosos, tales como jardines

mágicos, monos y cabras salvajes o dioses caprichosamente vestidos que dan

testimonio de la religión de los minoicos predominantemente matriarcal. Entre

los motivos más conocidos del arte minoico están la serpiente, símbolo de la

diosa, y el toro; el ritual del salto del toro, que se encuentra, por ejemplo, en

las vasijas de culto, parece haber tenido un fundamento religioso o mágico.

Alrededor de 1580 a.C. la civilización minoica empezó a extenderse por el

Egeo a las islas vecinas y la parte continental de Grecia. La influencia cultural

minoica se refleja en la cultura micénica de la parte continental,

que comenzó a extenderse por todo el Egeo alrededor de 1500 a.C.

A mediados del siglo 15 la cultura del palacio de Creta fue destruida por

los conquistadores del continente. Ellos establecieron un nuevo orden, con

Civilización Minoica

7

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

7

centros en Cnosos y Festos. Después de la

conquista, la isla experimentó una maravillo-

sa fusión de Creta y las habilidades del con-

tinente. El período minoico tardío (c. 1400-c.

1100 a.C.), sin embargo, fue una época de

declive marcado tanto en el poder económi-

co como en los logros estéticos.

Fuente: http://www.britannica.com/EBchecked/

8

topic/384401/Minoan-civilization

Trono de Minos. Cnosos. Foto: http://www.britannica.com/

9

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Sir Arthur Evans, arqueólogo

El arqueólogo británico Sir Arthur

John Evans nació el 8 de julio 1851,

y murió el 11 de julio de 1941, y

fue él quien excavó las ruinas de

la antigua ciudad de Cnosos en

Creta y la evidencia descubierta de una civilización

sofisticada de la Edad de Bronce, a la que llamó

minoica. Su trabajo fue uno de los logros más

importantes de la arqueología occidental e impulsó

considerablemente el estudio de la prehistoria de

Europa y en particular del Mediterráneo oriental.

Distinguido académico, Evans fue director del

Museo Ashmolean, de la Universidad de Oxford,

de 1884 a 1908 y se convirtió en profesor extraor-

dinario de arqueología prehistórica en Oxford en

1909. Su interés en las monedas antiguas y la

escritura aparecida en los sellos de piedra de Creta

lo atrajo a la isla por primera vez en 1894. Al año

siguiente publicó pictogramas cretenses script y

Prae-fenicia. Durante un discurso en 1896 sugirió

que la civilización micénica de la Grecia continental

Trono de Minos. Cnosos. Foto: http://www.britannica.com/

Arqueología

10

tuvo sus orígenes en Creta. Tres años más tarde compró un

pedazo de tierra que incluía el sitio de Cnosos, y tras excavar

un año había desenterrado las ruinas del palacio que cubren

2.2 hectáreas. El tamaño y el esplendor de los resultados indi-

caron que Cnosos había sido una capital cultural ancestral. La

compleja planta del palacio sugirió el laberinto asociado con

el legendario rey Minos, lo que incitó a Evans para nombrar

la civilización minoica.

En el transcurso de los siguientes 25 años Evans continuó

sus investigaciones. Excavando por debajo de las ruinas de la

Edad de Bronce, se encontró con los restos de una civilización

neolítica, lo que ayuda a poner en perspectiva histórica

Micenas. Su descubrimiento de artefactos egipcios que datan

de períodos históricos conocidos le ayudaron a establecer los

períodos de la civilización minoica. Estimaciones posteriores, sin

embargo, difieren de las suyas.

Cnosos también produjo unas 3,000 tablillas de arcilla que

contienen una de las formas de la escritura minoica, la Lineal

B. Evans esperaba descifrar esto, tanto como las otras formas,

la Lineal A y la pictórica. Fracasó en este intento, pero

una conferencia que pronunció en 1936 inspiró a Michael

Ventris a trabajar en ese sistema de escritura. (Ventris más

tarde presentó pruebas de que la Lineal B era una forma de

griego, y su propuesta fue ampliamente aceptada.) Evans se

ocupa de las tres formas en Scripta Minoa (vol. 1, 1909,... Vol

2, editado por JL Myres, 1952) . El palacio de Minos, 4 vol.

(1921-1936), fue su propio tratamiento definitivo de su obra.

Evans recibió muchos honores por sus descubrimientos y fue

nombrado caballero en 1911.

Fuente: Enciclopedia Británica/ Traducción Mariano Flores

11

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Arthur Evans y su equipo

12

13

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

14

15

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

La escritura lineal BCreación de los griegos mitológicos

por Héctor Ruiz

Lingüística

Uno de los desciframientos más espectaculares tras el

gran hito de Champollion con los jeroglíficos egipcios

fue probablemente el de la escritura lineal B. Esta historia

reúne todos los ingredientes para escribir un emocionante

relato de suspenso: unas ruinas de una civilización

mitológica, una investigadora que murió cuando estaba

a punto de obtener la clave del desciframiento, un

joven arquitecto que también murió trágicamente poco

después de lograr este hito, la carencia total de textos

bilingües u otras ayudas para iniciar el desciframiento, y

una gran dosis de intuición, perseverancia y rigor como

principal método hacia el éxito. Entender las escrituras

de la época de la gloriosa Troya y el ambicioso rey

Agamenón era una recompensa que bien valía la pena.

“Lineal B” quizás no sea un nombre muy romántico

para un tipo de escritura. Tampoco lo es el de su posible

predecesora, la lineal A. Pero obviamente estos no serían

los nombres que usarían para designarlas sus hablantes,

los habitantes de la Grecia continental y la isla de Creta

de las épocas minoica (3000-1600 a.C.) y micénica

(1600-1100 a.C.).

La lineal B, concretamente, apareció hacia el 1600 a.C.

como evolución de la lineal A, según coinciden muchos

16

investigadores. De los 87 símbolos que la componen,

64 provendrían de la lineal A y el resto, 23, serían de

creación propia. Se trata de una escritura silábica, donde

cada símbolo representa dos sonidos, normalmente

una consonante seguida de una vocal. También cuenta

con algunos ideogramas que representaban palabras

enteras muy utilizadas: hombre, mujer, oro, vaca, etc.

Un pasatiempo como cualquier otro

En 1936, un jovencito inglés de 14 años llamado

Michael Ventris asistía entusiasmado a una conferencia

del eminente arqueólogo Sir Arthur Evans, famoso

por haber descubierto en 1900 en la isla de Creta la

civilización que probablemente inspiró los mitos griegos

del rey Minos y el laberinto del minotauro. Entre sus

descubrimientos destacaba el palacio de Cnossos;

precisamente sus laberínticos aposentos hicieron que

lo identificara con el famoso palacio de Minos de las

leyendas mitológicas y que bautizara todos los restos de

aquella cultura como minoicos. Los hallazgos de Evans

incluían una gran cantidad de tabletas de arcilla con

unas extrañas inscripciones: por su antigüedad dedujo

la existencia de dos tipos de escritura que denominó

lineal A y lineal B (también encontró un tercer tipo

de cariz jeroglífico). El arqueólogo confesó que hasta

la fecha nadie había sido capaz de descifrarlas y esto

fascinó al joven Ventris, muy aficionado a las lenguas

clásicas. En aquel mismo momento, decidió que trataría

de resolver el misterio. Y así, desde aquel mismo

día, dedicó sus ratos libres a estudiar las herméticas

Ventris

17

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

escrituras que debían encerrar numerosas historias

apasionantes sobre las raíces culturales de occidente.

En un principio, Ventris se dejó llevar comprensiblemente

por las hipótesis de Arthur Evans, quien afirmaba

autoritaria y rotundamente que la lengua de la cultura

minoica no debía tener ninguna relación con el griego,

pese a algunas pruebas que así lo sugerían. De

esta manera, la primera intuición de Ventris fue que

aquellas escrituras podrían tener alguna relación con

el etrusco. A los 18 años publicaba su primer artículo

siguiendo esta hipótesis. Pero pronto se dio cuenta de

que cometía un error, y empezó a buscar otras lenguas

clásicas que pudieran resultar afines.

Finalmente, en contra de la opinión de Evans y de la

mayoría de los arqueólogos de la época, Ventris apostó

por el griego: ¿podría ser que aquella escritura no

hiciera otra cosa que esconder la lengua griega detrás

de un sistema anterior a la invención del alfabeto

griego clásico? Todos sus esfuerzos se dirigieron desde

entonces en esa dirección. De hecho, en 1936 se habían

encontrado más tabletas con inscripciones de lineal B

en el mismo continente griego, cosa que contradecía

las teorías de Evans, el cual creía que sólo sería utilizado

en la isla de Creta, y hacía pensar en la posibilidad de

que se tratara realmente de un protogriego.

El legado de una investigadora

En los Estados Unidos, una arqueóloga llamada Alice

Kober había estado estudiando la lineal B al margen

de las ideas autoritarias de Arthur Evans. Para tratar de

18

descubrir la lógica escondida tras los símbolos, había

construido tablas donde unía aquéllos que parecían

tener una fuerte relación gramatical. Durante la tarea,

había notado que un buen número de palabras tenían

raíces y sufijos comunes. Esto la llevó a pensar que se

trataba de una lengua con declinaciones, como el latín

o el griego, con nombres que cambian su final según la

función que hagan en la frase. Pero a veces encontraba

símbolos en medio de las palabras que no parecían

formar parte ni de la raíz ni del sufijo de las palabras.

Dado que este efecto se observaba en otras lenguas

conocidas, Kober pensó que probablemente se trataran

de sílabas “puente”: sílabas cuyo inicio formaría parte

de la raíz, y cuyo final, del sufijo. Así dedujo que la

lineal B debía de ser una escritura silábica, cosa que

parecía coherente con el hecho de que el número de

caracteres no era lo suficiente pequeño como para ser

fonética (un símbolo para cada sonido) ni lo suficiente

grande como para ser logográfica (un símbolo para cada

palabra). Cada carácter representaría, pues, una sílaba.

De este modo pudo determinar qué caracteres

compartían los mismos sonidos iniciales y finales,

y construyó una tabla ordenándolos. Por ejemplo,

en aquellas palabras que tenían una misma raíz y

diferentes caracteres puente, deducía que el primer

sonido de la sílaba puente era el mismo. Las palabras,

en cambio, que compartían el mismo sufijo, permitían

conocer equivalencias del sonido final de diferentes

caracteres puente. No obstante, no podía saber de qué

sonidos concretos se trataba. Desgraciadamente, con

19

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

20

la clave de todo el misterio casi en sus manos, Kober murió a causa de un

cáncer en 1950, a los 43 años de edad. Sus trabajos servirían para que años

después, un aficionado resolviera el rompecabezas que nadie había sido capaz

de solucionar durante más de medio siglo.

Con los notables descubrimientos de Kober –y otros indicios que ya había

establecido el mismo Arthur Evans, como que la lineal B contenía algunos

ideogramas que representaban conceptos de forma explícita–, Ventris se puso

a trabajar sin descanso. Si daba por buenas las hipótesis de Kober, hacía falta

atribuir sonidos concretos a las sílabas que escondían aquellos caracteres.

Su intuición, esta vez muy acertada, fue la de pensar que algunas palabras

debían de hacer referencia a topónimos, es decir, a nombres de ciudades,

pueblos o accidentes geográficos.

Imaginó que las tabletas de arcilla encontradas en Creta debían de hacer

referencia a lugares de aquella isla, y así empezó a comparar, de forma

sistemática, minuciosa y paciente, una gran cantidad de palabras de la lineal

B con los nombres griegos de varias ciudades de la isla.

Finalmente, el esfuerzo y la dedicación dieron sus frutos. Ventris encontró

palabras que coincidían perfectamente con algunos topónimos y así acababa

de descifrar los primeros caracteres de la hermética lineal B. La reacción en

cadena entonces fue inevitable y Ventris demostró que, efectivamente, la

lengua cifrada en aquella antigua escritura no era ni más ni menos que el

griego.

El 1º de julio de 1952, en una entrevista para la radiodifusora BBC, Ventris

daba a conocer al mundo sus descubrimientos. Unos días más tarde, John

Chadwick, un gran especialista en lenguas clásicas, lo contrataba para

completar aquel maravilloso hito.

Por desgracia, Ventris no pudo disfrutar demasiado tiempo de su éxito: en

septiembre de 1956 sufría un accidente de coche y moría en el acto.

21

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

¿Pero qué decían las tabletas de arcilla?

Una vez traducidas, las tabletas revelaron un montón de

información cotidiana: inventarios agrícolas, información

burocrática, transacciones comerciales, movimientos

militares, etc. Así, proporcionando información sobre

el día a día de la vida de los antiguos griegos de la

época micénica, no permitió conocer mejor su cultura

y sociedad.

Pero la gran aportación de aquellas traducciones, que

demostraban que la lengua que codificaba la lineal

B era un griego arcaico, subyace en el hecho que

se demostraba que los micénicos no eran invasores

del norte, sino antecesores de los griegos; y que la

lengua griega tiene una antigüedad de 3,600 años,

constituyendo una de las lenguas vivas más antiguas de

la humanidad.

Fuente: http://www.portaleureka.com/

22

¿Cómo han imaginado el más allá y la vida después de la vida las

diferentes culturas a lo largo de la historia de la humanidad? ¿Cuántos

paraísos hubo y habrá en la historia del hombre? En Imaginarios del

Paraíso, el antropólogo y escritor Adolfo Colombres buscó las

respuestas en documentos, imágenes, paisajes y bibliotecas. Apoyado en

la literatura y lejos de un tono académico, ofrece una visita guiada por

todos los cielos que hay más allá del cielo cristiano, del Hades griego al

trasmundo bélico escandinavo, de los exuberantes edenes orientales al

sexual paraíso guaraní, y también las ciudades utópicas que el hombre

todavía sigue buscando en esta vida.

Morir es un privilegio de la humanidad. Al menos, así lo han

entendido diversos teólogos o filósofos a lo largo de su historia

(y no sólo pensamos aquí en el afamado ser-para-la-muerte de

Heidegger). Sobre esta idea de la muerte, de su conciencia a lo largo de la

vida, los antropólogos e historiadores también ubican la presencia de un fuerte

imaginario que va a permitir distinguir los antecedentes evolutivos previos al

hombre del hombre propiamente dicho: la idea humana, demasiado humana,

de que con una vida no alcanza, de que hay algo más, un trasmundo, una

sobrevida, una existencia, como mínimo, un poco menos cruel que la

experimentada de este lado de la tumba. Junto al homenaje a los muertos,

entonces, aparece la idea del Paraíso, lugar que tiene diferentes nombres para

Todos los cielos, el cielo Fernando Bogado entrevista a Adolfo Colombres

Libros

23

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

cada una de las culturas, que ofrece diversos placeres –o, incluso, males–, pero

que puede considerarse como otra característica privativa de la humanidad

(y, al menos, un poco más simpática que la anterior). Adolfo Colombres,

escritor y antropólogo argentino, autor tanto de novelas como de diversas

obras concentradas en investigaciones lingüísticas, literarias y, en rasgos

generales, simbólicas, acaba de publicar Imaginarios del Paraíso: ensayos de

interpretación, texto que se ocupa de revisar las diferentes construcciones

paradisíacas de varias comunidades –desde los cristianos a los bantúes, de

los incas a los guaraníes– en un libro accesible a lectores tanto especializados

como no (digamos: sin farragosas notas al pie ni multitud de nombres propios

como referencia).

En Imaginarios del Paraíso, la primera gran oposición que se señala es la

que se hace entre lo sagrado y lo humano. ¿Cómo relaciona este primer gran

corte con la construcción de los diversos imaginarios escatológicos?

–Para mí el sentido de lo sagrado pasa por la afirmación y significación plena

de la vida terrenal, no por su negación, y algunas religiones –sobre todo,

la cristiana– se han comportado como depredadoras de esta dimensión, al

separar lo humano de lo sagrado. Veo a lo sagrado como la mayor creación

de lo humano, una zona donde se concentran los significados más profundos

de las culturas y las personas. Una zona antropológica y filosófica, saturada

de ser, creada por los hombres y no por los dioses. Lo que las culturas sueñan

para después de la muerte refleja su grandeza y miseria, como una prueba

de fuego.

El libro tiene una forma que se aleja del análisis duro para aprovecharse de la

plasticidad del ensayo y ofrecer una prosa onírica y literaria. ¿Por qué recurrir

a este estilo nada academicista?

24

–Como en esencia me siento sólo un

escritor, o más en concreto un narrador,

quise hacer un libro no académico, que

se pudiera leer como un texto literario,

o como ensayos de interpretación de

las múltiples concepciones del paraíso

que abordo. Quiero decir con ello que

alguien puede dar otra interpretación,

desde un lado diferente. Diría que desde

la adolescencia empezaron a fascinarme

los temas del tiempo, la eternidad, y el

paraíso, y que sigo con ellos, pues estoy

escribiendo una novela que se llama

justamente La eternidad y empezando

a trabajar en un ensayo que titularé La

poética de lo sagrado, entendiendo que se trata de algo fundamental para

recuperar y potenciar los sentidos del mundo en esta era del vacío. En cuanto

a la investigación y escritura, debió consumirme más de tres años, aunque

siempre trabajo los ensayos en forma paralela a una novela. Esta representa

para mí el placer de la escritura, y el ensayo el deber de la escritura. Aunque

confieso que este libro, por tener bastante de literario, me entusiasmó. No

hubiera podido escribirlo sin haberme sumergido en la Biblioteca Nacional de

Francia y otras importantes bibliotecas de París, donde abundan materiales

sobre África y Asia, aquí escasos.

¿Qué entiende por “imaginario”?

–Aquí, como en otros de mis libros, trato de no enredarme con las escuelas

antropológicas ni filosóficas europeas, sino de tomar de ellas sólo aspectos

que me interesan, y a menudo para invertirlos o resemantizarlos, como parte

25

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

de una tarea de descolonizar el

saber. La experiencia europea

tiene poco de universal, pero

universalizó sus gestas, valores

y puntos de vista mediante el

colonialismo, sin molestarse en

confrontar sus teorías con las de

otras culturas. Lo que me interesa

es la línea de la antropología

simbólica, desarrollada en Francia

primero por Marcel Griaule, Michel Leiris y Genéviève Calame-Griaule, la hija

de Marcel. También por Gaston Bachelard, en quien se apoya Gilbert Durand

para fundar la Escuela del Imaginario. Si bien ésta reivindica por un lado el

pensamiento simbólico, menospreciado por Parménides, Platón y casi toda

la filosofía griega, en su empeño de defenderlo ante el frío racionalismo de

la Sorbona apela a estructuras y mecanismos racionales que contradicen su

intención. Por lo tanto, no me inscribo tampoco en esa escuela. Para mí el

imaginario es todo lo que alberga la mente humana y que se pone diariamente

en escena. Algo que arranca de los mitos y alcanza en sus vasos capilares las

pequeñas costumbres que repetimos sin cesar. Este magma está formado por

imágenes y relatos con cierta coherencia, pues no se privilegia el elemento

aislado, sino el que se integra en un sistema complejo y está tocado por el

aura de lo maravilloso o de lo mágico. No olvidemos que el mito, al igual que

la religión y el arte, nos enseñan a maravillarnos del mundo, hasta el punto

de que podríamos definir a la cultura como el arte de complicar la vida, de

dificultar lo que la naturaleza presenta como fácil.

¿Cómo trabajó la oposición entre el cielo ascético del cristianismo y la idea

de un trasmundo repleto de criaturas y actividades de los pueblos indígenas

americanos?

26

–Grecia tuvo una concepción sensual de la vida en el más allá, como lo

demuestran las pinturas de las tumbas, al igual que los etruscos. Los romanos

heredaron de los griegos el gusto por los jardines y los placeres, pero su arte

se puso al servicio del poder, y luego del Concilio de Efeso, en el año 431,

el cristianismo lo irá despojando de toda huella de paganismo para aceitar la

maquinaria guerrera que precisaba su proceso de asimilación forzosa. En el

V Congreso Mundial de Cultura, que se hizo en La Habana, acusé a lo que

llamo el Imperio Romano-Cristiano de haber sido el mayor destructor de la

diversidad cultural que hubo en la historia humana, al establecer un modelo

que aún hoy sigue depredando los universos simbólicos diferentes, con un

salvacionismo patético que se siente el único poseedor de la Verdad, y que

sólo habla de renuncias, de ascetismo. El pensamiento europeo, e incluso el

marxismo, están teñidos por esta ascesis redentorista. Los mitos americanos,

por otro lado, dejan bien en claro que en el cielo no hay nada que valga la

pena. Son mitologías que se basan en la horizontalidad fraternal, no en la

valoración de la dimensión vertical del espacio. Los dioses viven por lo general

en el monte y en los cerros, y las coreografías de sus danzas no muestran

deseo alguno de elevación, sino la pose de quien pisa la tierra con firmeza.

En el libro aparecen varios nombres de escritores: Dante, Melville, Conrad,

Stevenson, Darcy Ribeiro... ¿Qué relación establece entre la literatura y el

Paraíso, entre el arte y lo escatológico?

–La literatura y el arte, en cuanto fundadores de sentido, navegan en la zona

sagrada, donde se concentran los significados, y no pueden dejar allí de

encontrarse con esta dimensión escatológica, donde reside el último sentido,

el deseo de eternizar algo de nosotros o ciertos valores. Es decir, alguna forma

de inmortalidad. Desde un punto de vista más universal, lo verdaderamente

trágico no es la muerte de un héroe, sino el final del mundo que lo hizo y

por el que luchó, y que dio sentido a su existencia y formato a su heroísmo.

27

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Quizás el solo hecho de escribir, de pintar, de componer música, no sea

más que una apelación a la inmortalidad, no tanto para que nos recuerden

cuando ya seamos ceniza, sino para dejar las huellas de lo que amamos y

defendemos hoy a quienes vendrán después. Lo que importa a la postre son

las imágenes con que nos vamos, las que dejamos. Pero un imaginario no se

hace con cualquier imagen, como las que abundan en la televisión, sino con

esas que pueden resumir toda una vida, dar cuenta de un mundo particular.

Y que bastan para evocarlo. Parado a orillas del Paraná, frente a una pequeña

isla, Rafael Alberti decía que la eternidad bien pudiera ser tan sólo un río (ese

río), un caballo solitario (el que pastaba en esa isla) y el zureo de una paloma

perdida (que escuchaba en ese momento). No hace falta mucho para entrever

las luces del Paraíso. La luz, por suerte, aún no ha sido depredada, aunque no

sea de todos o para todos.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/

libros/10-4656-2012-05-06.html

28

En 2001, se hizo en Chiapas el Foro Social Mundial, que apuntó a una “nueva

civilización humana”. Pero ahí el concepto estuvo mal apuntado. Lo que se quiso decir

es una “nueva humanidad”, que resultaría del diálogo entre distintas civilizaciones. La

pregunta que deberíamos hacer es cómo entramos en eso, si como una civilización o

como un furgón de cola de Occidente. En este proceso, desde fines del siglo pasado

comenzó a cobrar importancia el mundo indígena, que antes era concebido como el

pasado, como la referencia inmóvil de una tradición que no se la veía cambiante sino

congelada, frente a la que uno podía medir los avances de la modernidad de cuño

Occidental. En gran medida fuimos más modernizados que constructores de nuestra

modernidad, desde las propias bases. Poco después del levantamiento de Chiapas,

vinieron todos los movimientos anticapitalistas en Seattle, Praga y Washington. Y

esos foros se siguen dando, por ejemplo en Bolivia y Ecuador. Existe, entonces, lo que

podríamos llamar una madurez de la especie humana. En este momento, América latina

es lo más avanzado del mundo y una muestra de ello es el nuevo documento que sacó

Evo Morales, llamado Los diez mandamientos para salvar al planeta, la humanidad y la

vida. En él no se habla ni de los indígenas ni de América latina, sino del mundo entero.

Es un documento que se basa en la filosofía india, por un lado, y en las estadísticas

de las Naciones Unidas. No es un texto político porque su fin es apelar a la conciencia

humana desde una base civilizatoria, que es americana, para que se dejen de joder con

las guerras y pongan esos recursos para solucionar los problemas de hambre y salud.

Adolfo Colombres

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/

Ideas

Una nueva humanidad

29

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

30

Rufino Tamayo, pintor y escultor mexicano (1899–1991).

31

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Señor director de la Academia Mexicana de la Lengua,

don Jaime Labastida Ochoa, señoras y señores miembros de

la Academia Mexicana de la Lengua

El castellano, antecedente de nuestra lengua española actual,

llegó a las playas de Veracruz y Yucatán junto con las otras

armas de los conquistadores en 1521. A nuestros pueblos

derrotados, habitantes del actual territorio mexicano, les fue impuesta

el habla del triunfador. Durante los siglos XVII y XVIII nuevos pueblos

indios fueron sometidos por la espada y la pólvora y también debieron

aprender la lengua del Rey.

En los amplios territorios conquistados se hablaban idiomas diversos,

agrupados en familias lingüísticas. Los frailes predicadores de la nueva

fe, humanistas destacados, sabían la importancia de estas lenguas

para diseminar sus principios religiosos. En Tlatelolco y Michoacán

instituyeron centros de estudios de los idiomas en que los pueblos

indios se expresaban. Los jóvenes estudiantes mexicanos y los viejos

sabios, acercaban a los frailes la grandeza de su lengua en el Calmecac,

y a su vez, aprendían de los frailes el castellano y el latín.

Eraclio Zepeda Discurso de ingreso a la

Academia Mexicana de la Lengua

Letras del mundo

32

Fray Jerónimo de Mendieta, se refiere a la lengua náhuatl de esta

manera: «Y puedo con verdad afirmar que la mexicana no es menos

galana y curiosa que la latina, y aun pienso que más artizada en

composición y derivación de vocablos y en metáforas». Por estas

galanuras del habla mexicana, la traducción de la más alta poesía

náhuatl ha llegado al español con gran precisión y belleza en las

versiones iniciales de Fray Bernardino de Sahagún y las recientes de

Ángel María Garibay K. y las debidas a nuestro ilustre doctor don

Miguel León Portilla.

El año 1536, quince después de la caída del imperio azteca, los

frailes franciscanos habían fundado el Colegio de Santa Cruz de

Tlatelolco con la protección del emperador Carlos V. Ese mismo año,

el castellano, lengua de una nación, se convirtió en el español, lengua

de dimensiones europeas, según nos enseña Manuel Alvar, autor Del

Castellano al Español. Alvar enfatiza la importancia de este momento

histórico en el que el Emperador Carlos V eligió la lengua española

para hablar en Roma, ante la Corte Pontificia, en presencia de los

embajadores de varios países europeos. Allí afirmó:

«Mi lengua española es tan noble que merece ser sabida y entendida

de toda la gente cristiana». Esa es la lengua española que se difundió

en América, adoptando en el tiempo y en la geografia formas y

giros que integran regiones de habla homogéneas. Lo mismo que se

alcanzaba en Tlatelolco con el náhuatl, se lograba en Michoacán con

el purépecha. Mientras más territorios eran sometidos, nuevas lenguas

eran estudiadas por los frailes para llevar la palabra de su fe a los

pueblos derrotados.

Para nosotros, pueblos de Mesoamérica, revisten una gran

importancia los estudios realizados en el siglo XVI por el dominico

Fray Domingo de Ara —muerto en 1572— autor del Ars tzeldaica

y vocabulario en lengua tzeldal, según el orden de Copanaguastla.

33Foto © Leonel Durán Solís, 2012

34

Hoy tenemos la edición de Mario Humberto Ruz con el título de

Vocabulario en lengua Tzeldal según el orden de Copanabastla,

publicado por la UNAM en 1986. Esto se repetía a lo ancho del nuevo

mundo. Si en México sobrevivían el náhuatl, el purépecha, el zapoteca,

el otomí, el maya y sus dialectos, en América del Sur resistían y eran

estudiados el quechua; el guaraní. Elio Antonio de Nebrija partió del

latín para cimentar la gramática del romance. Sin conocer que en esos

mismos días Cristóbal Colón estaba llegando a un nuevo mundo y que

la lengua castellana habría de expandirse notablemente. El aporte

de Nebrija es fundamental para la cohesión de la lengua castellana

en tan vastos territorios. Pero sabemos que el castellano no era la

única lengua en España. Y no aludo al vasco. Me refiero a las lenguas

romances, hijas del latín.

Al cimentarse la conquista de América, los puertos sevillanos se

convirtieron en puntos de concentración para aquellos que deseaban

explorar y explotar los nuevos territorios. Venían de toda España con sus

diferencias lingüísticas y dialectales. En los puertos había que esperar largos

meses, tal vez más de un año, un sitio en un barco. Larga y complicada

era la travesía de ida y vuelta. y la demanda era grande comparada con la

escasa oferta. Entretanto la lengua castellana se enriquecía con dialectos

múltiples, especialmente los giros andaluces. El idioma en que se expresan

los migrantes, al bajar de los barcos en los territorios del Nuevo Mundo,

ya no es exactamente el castellano. Es necesario hablar de algo nuevo: el

español. Así como Elio Antonio de Nebrija partió del latín para cimentar la

gramática del romance, los misioneros partieron de Nebrija para cimentar

el estudio de las lenguas americanas.

Los lingüistas indican que en nuestros días, en todo el planeta, se hablan

un poco más de tres mil idiomas. México figura entre los ocho países

con más lenguas vivas. Aquí se integran once familias de idiomas, con

68 agrupaciones y 364 variantes lingüísticas. Si cada vez que una lengua

35

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

desaparece del mundo, somos más pobres como seres humanos, cuando

una lengua mexicana está en peligro de desaparecer, nos enfrentamos a

un desastre de nuestra cultura nacional. En México tenemos la fortuna de

contar con lenguas poderosas, con cientos de miles de hablantes, como

ocurre con las lenguas mayas de Yucatán, Campeche y Chiapas; por su

parte el náhuatl está viviendo un momento de reconquista territorial,

como el zapoteco de Oaxaca. Pero es altamente preocupante lo que ocurre

con idiomas muy disminuidos en hablantes, como en Baja California,

donde amenaza el riesgo de silencio en poco tiempo, como con el pai pai

y otras lenguas hermanas. En mayor o menor medida, todas las lenguas

autóctonas influyen regionalmente en el español de México, es notable

el aporte de la lengua náhuatl al español de México. Y muchos idiomas

han hecho suyas palabras náhuatl sobre todo las referidas a los alimentos

que son nuestra aportación al mundo como tomate, cacao, chocolate,

aguacate. No deja de asombrarme el préstamo lingüístico que se originó

con la deliciosa fruta de origen americano que muchos mexicanos

llamamos mamey, en náhuatl zapote. La palabra mamey proviene de un

idioma caribeño. ¿Cómo ocurrió, entonces, que en Cuba, la mayor de las

islas Antillas, esta fruta se nombre zapote, en náhuatl y en gran parte de

nuestro territorio la conozcamos con la palabra caribe mamey?

Otra cuestión que despierta mi interés en relación con los juegos

lingüísticos, es cómo nuestras sociedades campesinas de Chiapas son

absolutamente indiferentes a los “albures”. Don Patrick Johansson K.,

miembro de esta academia, lingüista estudioso del náhuatl, explica

que el carácter polisintético y derivacional de la lengua mexicana, así

como la efervescencia semántica que genera, la hacen idónea para

la poesía y para las escaramuzas verbales que son los albures. Tal

parece que los migrantes internos entendemos el albur al vivir en la

ciudad de México. Cuando llegan las pobrísimas carpas ambulantes de

espectáculos a la ferias de las ciudades de Chiapas, y un par de cómicos

36

emprenden duelos a mandobles de albures, no se escuchan risas entre

el público.

Al principio de la segunda mitad del siglo xx, en 1954, el doctor

Gonzalo Aguirre Beltrán, destacado antropólogo, fundó en San

Cristóbal de Las Casas, el Centro Coordinador Tzeltal-Tzotzil del Instituto

Nacional Indigenista que habría de convertirse en la vanguardia

nacional para el estudio de las culturas mexicanas. Invitó a trabajar

con él a destacadas personalidades intelectuales: la escritora Rosario

Castellanos, el lingüista CarIo Antonio Castro, el director de teatro

Marco Antonio Montero y el pintor Carlos Jurado. Con la participación

de todos ellos se creó el Teatro Petul, espectáculo de guignol hablado

en tzeltal y en tzotzil. Rosario Castellanos escribía los textos, CarIo

Antonio Castro los traducía a las dos lenguas indias, Marco Antonio

Montero, dirigía el espectáculo con los actores indios que manipulaban

los muñecos y Carlos Jurado diseñaba las publicaciones bilingües

como Xcoplal te Mexicolum, La palabra de México. Los temas que

desarrollaba el teatro Petul eran didácticos: la protección de la salud,

la higiene, la lucha contra los acaparadores de mercancías y consejos

sobre la organización social. Estas enseñanzas llegaban a la comunidad

en boca de Petul, el personaje protagónico. Petul en tzeltal es Pedro.

El lingüista Carlo Antonio Castro Guevara, nacido en la República de

El Salvador, elaboraba por aquellos días la primera gramática moderna

del tzeltal. Años después, cuando el doctor Gonzalo Aguirre Beltrán

fue elegido rector de la Universidad Veracruzana invitó a trabajar

con él a sus antiguos colaboradores de San Cristóbal de las Casas.

Únicamente Rosario Castellanos no acudió. Tenía compromisos previos

con la UNAM. Aunque se hizo presente al dar su libro Al pie de la letra

a la legendaria colección Ficción de la Universidad Veracruzana, creada

y dirigida por el narrador Sergio Galindo hace cincuenta y tres años.

CarIo Antonio Castro, como maestro de la Escuela de Antropología,

37

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

continuó sus estudios sobre lenguas mexicanas. Recuerdo que para

los años sesenta dominaba, entre vivas y muertas, veintidós lenguas.

Regularmente publicaba ensayos en diversas colecciones de esa

universidad y en la revista La palabra y el hombre. Sus estudios sobre

la enseñanza de las lenguas tzeltal y tzotzil son obras clásicas de la

lingüística mexicana:

Hablemos en tzeltal, Guía de castellanización oral para indígenas

tzeltales, Cuentos populares tzeltales, Los hombres verdaderos o

Narraciones tzeltales de Chiapas. Algunos sirvieron de modelo para

la enseñanza de otras lenguas indias, como el Quiché y el Maya. A

su muerte, en el año 2010, era un monumento indispensable en la

antropología mexicana.

Con el paso de los siglos, junto a los idiomas autóctonos, se fue

gestando una lengua española con aportes, giros locales o arcaísmos

que se integraron al habla y son fácilmente detectables. El uso

del pronombre “vos” en lugar del usted o el tú, conocido como el

voseo, es una herencia del español de los siglos XVI y XVII. Ocupa un

enorme territorio enmarcado entre Chiapas al norte y Argentina al

sur. Con excepción de Panamá, toda Centroamérica, Chiapas incluido,

Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina

comparten el voseo. A diferencia de estos países donde el uso del

mismo es mayoritario, en México solamente la población de Chiapas lo

acostumbra como feliz legado de su larga pertenencia a la Capitanía

General de Guatemala. Esta soledad en el voseo la convierte en un

elemento cultural extraño a la pretendida unidad nacional y ha

desencadenado diversas campañas en su contra, buscando consciente

o inconscientemente su eliminación. Cuando mi generación estudiaba

la escuela primaria, nuestros maestros nos prohibían hablar de vos

38

y erradicaban también la conjugación de los verbos acorde a este uso:

vení, andá, decime, fijate, etcétera. La rigidez de nuestros maestros

para combatir el habla popular terminaba al traspasar las puertas de la

escuela. A partir de ahí conversábamos en nuestro lenguaje chiapaneco.

En la época de la Revolución, las tropas norteñas de Venustiano

Carranza o como popularmente se les llamaba en mi tierra, los de la

nación carrancista, se sorprendieron tanto de nuestro español que

implementaron una campaña de corrección del idioma a través de la

Dirección General de Instrucción Pública. El 7 de agosto de 1915, un señor

Cal y Mayor, envía únicamente con su rúbrica, una circular a los directores

de las Escuelas Primarias del Estado, donde instruye lo siguiente:

Existe actualmente en el Estado una degeneración muy marcada en el

idioma nacional, no solo por la pobreza extraordinaria del lenguaje, si no

también por el deplorable número de voces y construcciones incorrectas,

de las cuales cabe mencionar las que constan en la lista que sigue:

VOCES Y CONTRUCCIONES INCORRECTAS VOCES Y CONTRUCCIONES CORRECTAS

Comé Come

Callá Calla

Callate Cállate

Miralo Míralo

Andá Anda

Miralo Míralo

Andate Anda

Vení Ven

Venite Vente

Vos Tú o usted

Vení vos Ven o venga usted

39

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Traelo Tráelo

Caúsa Causa

Isaúra Isaura

Aligerate Aligérate

Virgüela Viruela

Virgüeliento Virulento

Suedra Suegra

Sencío Sencillo

Pedacío Pedacillo

Aparente Apropiado o adecuado

Ojala Ojalá

Quién sos vos Quién eres o quién es

usted

Yo no me gusta A mí no me agrada

Oílo vos Óyelo o dígalo

Me duele mi estómago Me duele el estómago

Yo tengo un mi rancho Yo tengo un rancho

Adió ¡Cómo! o ¿Es posible?

En tal virtud, esta Dirección General, celosa de hacer cada vez más

efectiva la educación popular y considerando que la Escuela es el medio

más eficaz para corregir los vicios del leguaje antes mencionados, se

permite recomendar a usted ya los ayudantes de la Escuela de su cargo,

acaten estrictamente los programas vigentes de lengua nacional y

observen que en toda enseñanza, tanto en las clases como fuera de

ellas, se procure corregir las voces y construcciones viciosas anotadas.

Sirvase acusar recibo de enterado.

En contraste con esta actitud, don Daniel A. Zepeda nacido en 1856

y muerto en 1941, ilustre abogado y escritor notable, autor de un

40

célebre cuento titulado “El caballo de la molendera” contenido en su

libro Cuentos Regionales del Estado de Chiapas, recomienda el uso de

nuestra habla popular para elevarla a rango literario.

Un cuarto de siglo después, una serie de escritores chiapanecos o

ligados a Chiapas por necesidades propias a su temática, usan el español

coloquial de la región en una serie de libros que generaría el interés

del investigador estadounidense de literatura hispanoamericana, el

doctor Joseph Sommers. En Cuadernos Americanos, el mencionado

estudioso publicó “El ciclo de Chiapas: Nueva corriente literaria”. En

él se refiere a cinco escritores: Ricardo Pozas, Ramón Rubín, Carlo

Antonio Castro, María Lombardo de Caso, Rosario Castellanos y Eraclio

Zepeda. Autores todos que tomamos como personajes de nuestros

relatos a los indios de Chiapas. Joseph Sommers resalta la diferencia

entre los autores que eligieron a sus personajes indios como tema

antropológico y los que nos movemos en el terreno exclusivamente

literario, Rosario Castellanos y quien esto escribe:

Nacidos los dos en Chiapas, han desarrollado estas nuevas posibilidades

en una expresión literaria acabada. Estos autores guiados por una

filosofía artística madura, han superado el nivel de propaganda

en su proceso creativo ... Las obras discutidas corren parejas con el

movimiento para incorporar en la novelística nacional, el érifasis

universal de posguerra sobre la angustia humana, los fracasos de la

sociedad, el ocaso de la antes indiscutida regla del progreso inevitable

... las obras citadas están exentas en general, de propaganda, pero

copiosamente dotadas de ideas”.

Puedo agregar que ambos nos apoyamos en el español singular en el

que se expresan ciertos chiapanecos sin tratar de retratarlo. Emmanuel

Carballo dice respecto a Benzulul: un lenguaje que, en apariencia, es

el que habla determinado grupo indígena y que, en realidad, sólo

es real en sus cuentos. Me permito recordar que escribí este libro a

41

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

los veinte años de edad, cuando vivía en San Cristóbal de Las Casas,

lugar en el que coincidimos varios de los autores que Sommers estudia

y puedo afirmar que fuimos testigos del florecimiento de la nueva

antropología social mexicana.

La vigencia literaria de la visión de Sommers permanece aunque la

visión histórica de los indios ha cambiado. Se ha hecho presente de

otra manera. El acierto del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

fue mostrar, ante México y el mundo, la miseria en que todavía viven

los indios de Chiapas. A partir del movimiento de 1994 se han logrado

muchos avances. El nivel de escolaridad sigue siendo el más bajo del país

pero, al mismo tiempo, en muchas áreas de los estudios universitarios y

tecnológico está presente un indio. Y hay un surgimiento de escritores

en sus propias lenguas que se agrupan y trazan sus territorios. Los

hablantes más numerosos son de origen maya, se ubican en el norte

de Chiapas, desde Palenque hasta Pichucalco y bajan hacia el sur

buscando la frontera con Guatemala por donde llegaron muchos de

ellos rumbo a la región de los Altos: los choles, tojolabales y los grandes

núcleos tzeltales y tzotziles que rodean San Cristóbal de las Casas. En

el centro y el oeste del estado habitan los zoques que junto con los

mixes fueron los dos pueblos originarios, lingüísticamente unificados

al principio, para después desarrollarse como lenguas independientes.

Estrechamente relacionados con los zoques y mixes, los olmecas

partieron del Soconusco a los territorios veracruzanos y tabasqueños

donde habrían de fundar la cultura madre de Mesoamérica. Al centro

del estado llegaron, mucho después, los chiapas que desplazaron a

los zoques de esa zona y se apropiaron de sus ciudades. Venían del

sur, en una migración atípica hacia el norte. Era un regreso del actual

territorio de Nicaragua a donde llegaron y se asentaron varios siglos

antes, en una peregrinación iniciada en Oaxaca. La última hablante de

la lengua chiapaneca fue una anciana que murió a finales del siglo XIX.

42

43

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

44

El español de Chiapas muestra en el centro del estado diferencias

dialectales afincadas en el voseo —un núcleo con evidentes herencias

del idioma de los chiapas— en la actual Chiapa de Corzo, en los

territorios de La Frailesca y Suchiapa, sus principales zonas de

influencia. El español que desarrolló la comunidad zoque permanece

en Tuxtla Gutiérrez, Copoya, Ocozocuautla, Jiquipilas y Cintalapa.

Arriaga, Tonalá y otros poblados de la costa, reciben influencia del

habla zapoteca del Istmo de Tehuantepec. La región central de San

Cristóbal de las Casas, la antigua capital de Chiapas, fue el núcleo del

habla española. Allí se asentó la mayoría de los peninsulares y sus

descendientes, fue centro cultural del territorio lingüístico con presencia

tzotzil en cierto vocabulario informal. En Comitán, al extremo oriente

del estado, limítrofe con Guatemala, el tojolabal tiene presencia en el

español de la zona. En estas cinco regiones se mantiene el voseo y la

relación cultural con Guatemala sigue siendo muy rica. En el Soconusco,

la costa sureste del estado, el voseo ha sido casi eliminado. Sin embargo,

hasta hoy subsiste, aunque en forma mermada, en la región central, en

las áreas mencionadas de Chiapa de Corzo y el Valle de la Frailesca;

Tuxtla Gutiérrez y sus alrededores, junto a los municipios vecinos de

Berriozábal y Ocozocuautla, Cintalapa y Jiquipilas; en la costa en los

municipios de Arriaga y Tonalá. En la zona de los altos, San Cristóbal

de las Casas y en la frontera con Guatemala, Comitán.

Según viejas opiniones, el peor español se habla en Chiapa de Corzo,

en el valle de La Frailesca con sus dos ciudades principales Villa Flores y

Villa Corzo y la región de Suchiapa. Construido sobre la estructura del

idioma de los chiapa que, como antes mencioné, trajeron su lengua

desde Nicaragua, con el mal uso del plural que según lingüistas, el

idioma chiapaneco no lo tenía. Aquí se forma poniendo el artículo

en plural y el sustantivo en singular: los perro, los gato, los niño, las

niña. No se comen la s. Simplemente no existe. y desde luego tienen

45

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

un rico vocabulario regional. Y en los últimos quince años ha ocurrido

un interesante fenómeno cultural:

Los primeros profesionistas de la Frailesca estudiaron en la Ciudad

de México, en la UNAM o en el Politécnico. Muchos de ellos se queda-

ban a vivir en la capital u otras grandes ciudades donde encontraron

fuentes de trabajo. Pero las generaciones posteriores de profesionistas

graduados que ahora rondan los cincuenta y sesenta años, regresaron

a su región natal. Desde jóvenes, al verse lejos de su comunidad, se

reunían para coleccionar dichos, anécdotas, narraciones orales, juegos

de palabras y su significado. El vocabulario inicial de estas compila-

ciones, eran al principio muy breve. Años más tarde fundaron la Rial

Academia de la Lengua Frailescana, sí, escucharon bien, dije Ríal, que

es como pronuncian la palabra real. Iniciaron la compilación de un

diccionario que da a conocer sus nuevas ediciones el primer sábado de

enero de cada año. Se reúnen en Villa Flores, la ciudad más importan-

te de La Frailesca, para informar al público no académico los avances

de sus compilaciones. A quince años de su fundación, la academia ha

impreso varias ediciones de su diccionario que ahora viene acompaña-

do de narraciones espléndidas o más bien transcripciones de relatos

orales. La reunión anual se ha convertido en un acto social y cultural

de gran importancia para la región. Asisten más de mil quinientas

personas a escuchar los relatos, los cuentos, mientras disfrutan de

una comida que se sirve en más de doscientas mesas perfectamente

vestidas y adornadas. Comparten el gozo de escuchar en el lenguaje

regional las anécdotas de sus personajes populares. Los académicos

son abogados, ingenieros, médicos, rancheros, técnicos, comerciantes

y de otros muchos oficios. El universo de esta agrupación es el relato

oral. La mayoría de ellos no tiene el interés o la disciplina para asumirse

como escritores. Gil Zepeda, licenciado en economía, autonombrado

“el poeta de lo breve” editó un pequeño libro que tituló: Metete pué

46

o seguite metiendo, en busca del humor socarrón, como su poema

sobre el tiempo.

El tiempo sin ti, sería empo.

Dos de los más creativos contadores de anécdotas de esta agrupa-

ción publicaron sus narraciones, el médico veterinario Enrique Orozco

Gonzáles en un libro titulado Chumul de cuentos y Roberto Juan,

odontólogo de origen chino, en el volumen Cuentos de teneme aquí.

Sin embargo, la gracia de estos autores es mayor en sus breves relatos

orales. El Diccionario de la Rial ha recogido conceptos que son patri-

monio popular. En Chiapas y en el Istmo de Tehuantepec compartimos

la palabra mampo que significa homosexual. En el Diccionario de la

Ríal existen muchas entradas con este concepto. Elijo dos:

Gay. Mampo de la familia.

Puto. Mampo de otra familia.

A los encuentros anuales de La Ríal han sido invitadas diversas per-

sonalidades de la cultura nacional como Federico Reyes Heroles y su

esposa la doctora en Historia, Beatriz Scharrer; el doctor Eduardo Casar

y la escritora Alma Velasco; el doctor Hugo Hiriart, el maestro Víctor

de la Cruz, el licenciado Edgardo Bermejo, director de Relaciones

Internacionales de CONACULTA; la periodista Pilar Jiménez Trejo, el

lingüista Rafael Molina Pulgar y la poeta Claudia Hernández de Valle

Arizpe entre otros.

En noviembre de 2011 el presidente de la Rial Academia de la

Lengua Frailescana, licenciado don Antonio Macias Yasegey, se entre-

vistó con don Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de

la Lengua para invitarlo, junto con otros miembros de esta academia,

a la reunión 2012. Ellos sentaron las bases para futuras actividades

en común. Por motivos de salud don Jaime Labastida no pudo asistir

al encuentro en Villa Flores, pero acudieron don Felipe Garrido, don

Fausto Zerón-Medina, don Víctor de la Cruz y quien esto escribe.

47

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Se propusieron en este encuentro dos grandes reuniones de trabajo

en Chiapas que convocará la Academia Mexicana de la Lengua. Los

temas de estas reuniones serán el estudio de los idiomas indios que se

hablan en el estado, en colaboración con el Instituto Nacional de las

Lenguas Indígenas, INALI y un encuentro analítico de los seis grupos

de hablantes del español regional en Chiapas con la colaboración de la

Rial Academia de la Lengua Frailescana y las instituciones culturales y

académicas del estado. Me permito recordar las regiones estatales par-

ticipantes: Chiapa de Corzo, la Frailesca y Suchiapa; Tuxtla, Berriozábal

y Ocozocuautla; Cintalapa y Jiquipilas; Tonalá y Arriaga; San Cristóbal

de las Casas y Comitán. Participarán también representantes y analis-

tas del español del Istmo de Tehuantepec con su basamento zapoteca

y una delegación de La Academia de la Lengua de Guatemala, con el

análisis de su español edificado sobre la herencia maya. Se propone

que el encuentro de las lenguas indias lleve el nombre del antropólo-

go Carlo Antonio Castro; y el del español regional el del poeta Enoch

Cansino Casahonda, este último mi antecesor en este organismo,

ambos autores fallecidos.

Esta noche he trazado, a grandes rasgos, la ruta que tomó el español

en su camino secular sobre nuestras tierras, el llamado nuevo mundo.

En unos años más cumplirá cinco siglos de haber descendido de los

barcos junto con los conquistadores como arma de dominación. En el

amplio territorio de América se expandió como lengua del imperio

y mantuvo su cohesión gracias a Elio Antonio de Nebrija. Lejos de

ser menguado por las diferencias regionales, éstas lo enriquecieron,

de ahí su grandeza y renovación. Mientras que el humanismo de los

misioneros y la resistencia de los indios, transformaron el español de

arma de sumisión en instrumento para la concordia, la ciencia y el arte.

Muchas gracias.

48

Visite nuestra página web: http://correodelasculturas.com

Cartas al Director:[email protected]

49

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

DIRECTOR GENERALALFONSO DE MARIA Y CAMPOS CASTELLÓ

SECRETARIO TÉCNICOMIGUEL ÁNGEL ECHEGARAY

SECRETARIO ADMINISTRATIVOEUGENIO REZA SOSA

COORDINADOR NACIONAL DE MUSEOS Y EXPOSICIONESARTURO CORTÉS

COORDINACIÓN NACIONAL DE DIFUSIÓNBENITO ADOLFO TAIBO MAHOJO

DIRECTORA DEL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURASGABRIELA E. LÓPEZ TORRES

DIRECTOR DEL CORREO DE LAS CULTURAS DEL MUNDOLEONEL DURÁN SOLÍS

EDITORMARIANO FLORES CASTRO

[email protected]

ÉSTA ES UNA PUBLICACIÓN DELCENTRO DE ESTUDIOS SOBRE LA DIVERSIDAD CULTURAL (CEDICULT)

DEL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS POR LOS RESPECTIVOS AUTORES DE LOS ARTÍCULOS, NOTAS, GRÁFICOS Y FOTOGRAFÍAS.

MÉXICO, D.F., 1º DE OCTUBRE DE 2012.

Directorio