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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN FACULTAD DE PSICOLOGÍA Unidad de Aprendizaje: Aplicación de las Tecnologías de la Información Tema: Evidencia 1 David Gregorio Farías Flores || 1677255 Aula: 213 Grupo: 006 Carrera: Licenciatura en Piscología Docente: María Agustina Rivera Mtz. Gregorio Farías 1677255

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XII

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Unidad de Aprendizaje: Aplicación de las Tecnologías de la Información

Tema:Evidencia 1

David Gregorio Farías Flores || 1677255

Aula: 213Grupo: 006

Carrera: Licenciatura en Piscología

Docente: María Agustina Rivera Mtz.

Fecha

25 – Feb – 18

Monterrey, Nuevo León

ContenidoLa HipnosisIIntroducciónIDesarrolloICaso de Anna O.IIIRiesgosIIIAuto hipnosisVI¿Falsos recuerdos?VIRecomendacionesIXConclusionesXIBibliografía.XIBibliografíaXI

Gregorio Farías 1677255

La HipnosisIntroducción

Las técnicas terapéuticas pueden utilizarse en diversos contextos y circunstancias para mejorar la vida de los pacientes, y la hipnosis, como tal, no es una excepción. En revisiones meta-analíticas la hipnosis se ha mostrado consistentemente como una técnica beneficiosa para pacientes con una amplia variedad de problemas físicos y psicológicos. (Kirsch, Montgomery, & Sapirstein, 1995;Montgomery, David, Winkel, Silverstein, & Bovbjerg,2002a; Montgomery, DuHamel, & Redd, 2000; Smith,Glass, & Miller, 1980).

Sin embargo, parece que también las concepciones erróneas sobre la hipnosis son comunes y, quizás como resultado de ello, la técnica se puede estar utilizando menos en detrimento de los pacientes.

Desarrollo

Empezando a introducir lo que viene siendo la hipnosis, hay que tener en mente ¿Qué es? ¿Cómo funciona? ¿Para qué sirve? Etc., etc. Ya que es importante tener en cuenta todos estos puntos antes de entrar de lleno en materia, no es difícil de entender, mas, no mucha gente está familiarizada con esto, además de la desinformación o cosas que la televisión enseña haciendo tabú o exagerando lo que la hipnosis puede causar o su funcionamiento. Se verán datos curiosos, ejemplos y diversos autores y/o casos que defienden esta técnica.

Para empezar ¿Qué es la hipnosis? Se podría decir que es una técnica creada para llegar a un estado mental o un grupo de actitudes generadas a través de. Es un estado donde nuestra concentración se afina de tal forma que cualquier estimulo brindado es captado de una forma rápida y segura por nuestra mente y organismo, posibilitando la adquisición de nuevos conocimientos, el cambio de hábitos, de emociones y hasta de pensamiento. Es decir, el mismo concepto es la definición del mismo, ya que se al paciente mediante esta técnica se le dirige a un estado somnoliento y este mismo se le podría decir hipnotizado o en trance.

¿Cómo es que funciona este concepto o cómo se aplica? Usualmente, se compone de una serie de instrucciones y sugestiones preliminares. Dichas sugestiones pueden ser generadas por un hipnotizador o pueden ser auto inducidas. No es cuestión de “magia” o algo similar, simplemente es sugestión usada de cierta manera en la que se pueda pasar la capa de la conciencia para llegar al preconsciente e interactuar ligeramente con el inconsciente, es preferente que el tratamiento lo haga alguien más para asegurar su eficacia, ya que al estar entrado no es tan fácil tener el control sobre sí mismo ya que no esta tan al pendiente de lo que está pasando con él y a su alrededor.

En la clínica, el contexto hipnótico se establece generalmente mediante un procedimiento de inducción. Durante las inducciones hipnóticas, el hipnotizador guía a los pacientes a través de imágenes relajantes y tranquilizadoras con el objetivo de ayudarles a sentirse más relajados, distraídos de los estímulos aversivos, y más abiertos a las sugestiones terapéuticas.

Ahora ¿Esto para qué funciona? Con la hipnosis se logra alcanzar el potencial individual de cada persona y estimularlo dentro de sus posibilidades para buscar la superación de los diversos problemas, que pueden ir desde el tabaquismo, hasta enfermedades, la artritis, o algunos síntomas del cáncer. Asimismo, se incluye como posible tratamiento para el estrés, problemas del sueño, dolores de cabeza, dolores generalizados, adicciones, fobias o pánico.

La hipnosis se utiliza frecuentemente para controlar síntomas similares en esta variedad de pacientes (por ejemplo, dolor, malestar). Por lo tanto, la revisión que pre-sentamos se centrará en estos síntomas y no en las distintas poblaciones de pacientes. En la mayoría de los casos, la aplicación clínica de la hipnosis para el control de los síntomas (por ejemplo, dolor) es similar en distintos grupos (por ejemplo, dolor de espalda, dolor de quemadura).

Caso de Anna O.

Un ejemplo de esto es que hace muchos años Freud tuvo una paciente que no podía beber agua de ningún modo ya que le causaba asco el solo pensarlo, la misma se le indujo la hipnosis y mediante las cosas que se pudieron recabar, una de ellas era que tuvo un momento en que ella vio a un perro tomar agua de un vaso, tal vez el suyo, y el presenciar eso le causo tanto asco que su mismo inconsciente reprimió eso, ya que la misma paciente no sabía por qué no podía hacerlo, terminando la sesión de hipnosis, la paciente bebió de un vaso con agua sin más, como si nunca le hubiese pasado y nunca hubiese tenido algún tipo de asco hacia el beber agua.

Riesgos

Esto suena muy interesante ¿No? No todo es lindo ya que esta terapia no es para todos, hay con quienes sí que es posible, pero también existe quien se niega a ser tratado con esta terapia Si bien es compatible con la gran parte de los individuos, es cierto que existen personas a las que resulta imposible hipnotizar. Los niños y los individuos con mentes abiertas y más liberales son los más susceptibles a ser tratados con la hipnoterapia.

Si se apetece tratar a alguien con este método, pero la persona no se deja o es muy rígida, es muy probable que esto no sirva de nada, ya que su mente es tan cerrada que no permitirá entrar para hacer lo que se tenga que hacer.

Ahora bien. Puede darse el caso en que el hipnotizador no esté capacitado del todo y por eso mismo pueden suceder situaciones poco deseables, existen investigaciones que demuestran que usando la hipnosis se pueden implantar falsos recuerdos de acontecimientos que nunca han sucedido, por lo que esta técnica no es un procedimiento adecuado ni seguro para recuperar recuerdos olvidados, ya que, al recordar algo que se había olvidado, este recuerdo puede ser verdadero o falso. Además, lo grave es que la hipnosis incrementa la seguridad de que lo que se recuerda es cierto, aunque no lo sea.

Hay que tener cuidado en este aspecto, el terapeuta debe estar preparado y bien capacitado para hacer su trabajo correctamente, tomando el tiempo necesario para que el proceso se cumpla y no existan alteraciones que perturben la experiencia del paciente.

Existe un mito que dice que al estar el paciente inducido en la hipnosis, este mismo hará todo lo que le diga el hipnotizador sin ningún tipo de defensa, por el supuesto hecho de estas inconsciente, pero es totalmente falso, el paciente no hará cosas que no le guste, además si algo de lo que dice el hipnotizador, no le gusta al paciente, este chocara y puede que el proceso se vea pausado o interrumpido por esto mismo, como ya había mencionado, esto no es magia, tiene su chiste, su ciencia y su complejidad.

En todo momento la persona está consciente y activa en la sesión, no está dormida aunque lo asemeje, se está entrando al inconsciente, más no está en ese estado, solo se está muy relajado, para que todo pueda entrar con mayor facilidad.

Un mito frecuente desde la perspectiva del terapeuta es que éste debe tener una formación especial para ser hipnotizador. Esto no es así. Tal como indica Kirsch (1990), cualquier psicólogo que esté acostumbrado a llevar acabo protocolos de relajación o ejercicios de respiración puede utilizar hipnosis con los clientes. Dicho de otra manera, la hipnosis se puede considerar simplemente como una técnica más en el haber terapéutico del clínico.

Muchos psicólogos rechazan el uso de la hipnosis como herramienta por la misma desinformación, además de ser ligada al psicoanálisis o cosas como charlatanería, pero la realidad no es lejana, ya que se ha demostrado que el uso de la hipnosis como herramienta en el tratamiento, ayuda a que los resultados sean lo más óptimos posibles.

Los pacientes que sí que pueden ser hipnotizados deben de esforzarse en ello, no solo es cuestión de relajarse, lo habitual y frecuente es que las personas que se sirven de ella para aumentar la eficiencia de una terapia psicológica, deben esforzarse e involucrarse activamente en el tratamiento. Es decir, los clientes deben ser tan o más activos a la hora de lograr su cambio de comportamiento cuando reciben hipnosis, que cuando se aplican los procedimientos sin ella. Dependiendo de la forma y técnica de psicoterapia que se use, el terapeuta decidirá cuál de los múltiples procesos "hipnosugestivos" quiere activar y el significado que le otorgará a tales procesos.

La hipnosis se aplica junto a otros procedimientos, como factor motivacional añadido, o para activar ciertos procesos que resultan útiles dentro de una concepción determinada de psicoterapia o intervención psicológica. Sus resultados son beneficiosos como adjunto al tratamiento, pero no son milagrosos, ni implica que la persona adopte un rol pasivo en su cambio de comportamiento. La susceptibilidad a la hipnosis es un requisito necesario pero no suficiente para garantizar el éxito, y no exige niveles altos para poder obtener resultados apropiados.

Auto hipnosis

¿Cómo es posible que una persona haga esto? A decir verdad no es algo del otro mundo, al contrario, es de lo más normal, lo que difiere es la potencia y el método, podríamos compararlo a la meditación un poco, solo que los objetivos varían entre una y otra.

Existen diversos tipos de métodos para entrar en la hipnosis, y no es más que entrar en internet para llegar a ellos y aplicarlos, no son nada del otro mundo, generalmente son técnicas de respiración y relajación muscular hechas de cierta manera en la que es posible entrar en ese estado de relajación tan notoria.

Desde concentrarte en tu respiración, hasta tensar y quitar tensión en partes del cuerpo con el fin de que sientas como tu cuerpo relaja poco a poco, pero si lo que quieres es conseguir algo a cambio del proceso de hipnosis, es mejor recurrir a un terapeuta preparado en este campo.

¿Falsos recuerdos?

Dos aspectos interesantes de los falsos recuerdos son, que no se pueden distinguir de los re-cuerdos verdaderos, y que la gente que los recuerda está segura de que realmente les ocurrió lo que creen haber recordado. Es importante resaltar que tal incremento en la confianza es sólo un subproducto de la hipnosis (Scoboria, Mazzoni, Kirsch & Milling, 2001). Esos pseudorrecuerdos normalmente se crean sugiriendo a la persona hipnotizada que ocurrió algo que realmente nunca sucedió (Laurence & Perry, 1983; Orne, 1979).

Aunque los recuerdos “recuperados” durante la regresión de edad sean claros, vívidos y aparentemente convincentes, un académico de la hipnosis (Nash, 1987) concluyó, tras revisar más de cien estudios sobre los efectos de la regresión de edad sobre el recuerdo auto-biográfico, que no hay evidencia sobre que la experiencia de los adultos hipnotizados corresponda a la experiencia real infantil.

Por eso se insiste mucho en tener las precauciones suficientes al tratar estos casos, un mal movimiento puede alterar la actividad del paciente, la cual debe estar en armonía para no causar malas situaciones o crear falsas memorias que pueden alterar al paciente y al resultado que se está buscando constantemente.

Hay algo a tener en cuenta aquí, la diferencia de los falsos recuerdos y los pseudorrecuerdos, la diferencia más radical es que los primeros son creados por “accidente” y los segundos son creados intencionalmente por el terapeuta, puede ser para sustituir un mal recuerdo o eliminar algún malestar generado por alguno de estos recuerdos guardados por tanto tiempo.

Por ejemplo, Mazzoni y Memon (2003), pidieron a los participantes que recordaran un evento relativamente frecuente (que un dentista les extraía un diente de leche antes de los seis años), y un evento que realmente nunca les había sucedido a los participantes. Este segundo evento, que nunca había ocurrido, hacía referencia a que una enfermera escolar les extirpaba un trozo de piel del dedo pequeño de los participantes antes de los seis años.

Una investigación confirmó que tal procedimiento nunca se había utilizado en la zona donde los participantes se habían criado. A los participantes se les pidió que imaginaran tanto la extracción dental, como la extirpación de piel.

En lo que se esperaba, antes del procedimiento imaginario nadie recordaba que una enfermera escolar les hubiera extirpado piel de su dedo pequeño. Sin embargo, tras la imaginación, un porcentaje significativo y considerable de participantes indicaron recordar la extirpación de piel.

La hipnosis es mucho más evidente en el caso del dolor físico, existe una persona que fue a un estudio de tatuajes a hacerse uno, esta persona trajo consigo un terapeuta que sabía sobre la hipnosis, las conclusiones fueron que la persona en cuanto al dolor sentido, era prácticamente nulo, decía concentrarse en relajarse y no en el dolor, ya que al pensar en eso, la sensación llegaba cada vez más fuerte, y además se vio reflejado físicamente, la tinta entraba con relativa facilidad a la piel además de que la hinchazón fue mínima si se compara con los casos de todos los días sin la hipnosis.

Como se puede notar, esto tiene evidencia y funciona, no es magia, solo se necesita una buena base para lograr estos resultados y que a su vez sean óptimos.

Otra cosa que se puede malinterpretar es quienes hacen show con este tipo de temas, tal es el caso de John Milton, que no quiere decir que sea falso, pero si es muy exagerado las cosas que suceden dentro de ese escenario, estando en un consultorio no se va a bailar o contar chistes obscenos, el procedimiento que hace sí que es útil, pero en algunos nada más, que te pongas a bailar es una mera exageración, además de que son actores.

Aunque muchos pacientes y terapeutas tienen concepciones erróneas sobre la hipnosis, los datos empíricos apoyan de manera consistente la eficacia de la hipnosis como un procedimiento adjunto para controlar una amplia variedad de síntomas. Esto no implica que la hipnosis deba sustituir las terapias existentes, sino que debería incorporarse con más frecuencia a la atención clínica para mejorar los resultados obtenidos por los pacientes.

A diferencia de muchas terapias farmacológicas, las intervenciones conductuales como la hipnosis cuentan con un “efecto secundario beneficioso”. Esto es, una vez que los pacientes han aprendido las técnicas de hipnosis, las pueden utilizar para otros problemas (Carey & Burish, 1988; Redd et al., 2001). Por ejemplo, un paciente que haya aprendido a utilizar la hipnosis para controlar el dolor post-quirúrgico puede utilizarla más tarde para controlar un dolor de cabeza.

Los pacientes que hagan este uso de la intervención pueden llevar a mejoras de larga duración en diversos síntomas, lo cual lleva a su vez a una mejora en la calidad de vida. Es necesaria la realización de futuros trabajos sobre esta área para comprenderla mejor y así intensificar estos efectos.

Inclusive hay un estudio que demuestra que la hipnosis es de ayuda en el parto, para no sufrir tanto, la paciente puede someterse a la hipnosis para reducir el sufrimiento a la hora del parto, en vez de usar fármacos que pueden afectar a la salud o la del recién nacido se opta por la técnica como algo más natural y mucho menos arriesgado.

Existe una investigación que es en relación a lo mismo, dolor e hipnosis y las conclusiones fueron positivas. Las personas altas en hipnotizabilidad son las que más se pueden beneficiar de este tratamiento, mientras que las bajas en, sólo se beneficiarían de la relajación que les llevaría a reducirla incomodidad que acompaña al dolor (Crawford, Knebel, Vendemia, Horton y Lamas, 1999).

Recomendaciones

Muchos terapeutas a los que el cliente les solicita hipnosis regresiva, se niegan a realizarla argumentando que no están capacitados para ello. Si es éste el caso, es probable que el cliente busque a alguien, generalmente a un hipnoterapeuta para satisfacer su demanda. Por ello, se debería asesorar al cliente sobre las precauciones que debería adoptar si decide realmente ponerse en manos de este tipo de “profesional”.

Muchas veces si este profesional no tiene las bases científicas de lo que dice hacer, es un charlatán, se dice que si no sabe tratar con ello fuera de la hipnosis, quiere decir que tampoco sabe hacerla estando en.

Siempre asegurarse de estar con gente que tenga los estudios suficientes para usar estas herramientas adecuadamente para así reducir la probabilidad de recibir algún tipo de daño.

Por eso siempre ir con un terapeuta real, la hipnosis no es una terapia, es una herramienta, una técnica empleada por profesionales y no es el 100% del tratamiento o terapia que se esté manejando.

Estas consideraciones no evitan que el cliente pueda tener una experiencia dañina con la hipnosis, pero sí pueden ayudar a desarrollar criterios para descartar los servicios de terapeutas que potencialmente pueden ser dañinos, criterios a los que como cliente tiene derecho.

En general, la hipnosis es una intervención eficaz para el control de síntomas, puede tener ventajas de larga duración y no presentar ningún efecto secundario específico. Desde tanto desde la perspectiva de ambos, paciente e institución, la hipnosis puede estar siendo infrautilizada en el ámbito clínico. La investigación futura sobre la eficacia clínica, los mecanismos psicológicos, fisiológicos y el costo-eficacia de la hipnosis perfeccionará la práctica y la comprensión científica de esta técnica simple pero potente.

Conclusiones

No queda más que invitar al lector a probar esta técnica como paciente y dejarse guiar por un profesional preparado para que la experiencia sea francamente positiva y una vez se tenga la experiencia suficiente en este tipo de técnica se podría aplicar a sí mismo para obtener beneficios, ya que se ha demostrado que haciendo la auto hipnosis no hay síntomas secundarios o dañinos.

Por otro lado si se desea solo ser paciente del experto, buscar psicólogos titulados, no cualquiera que diga ser experto en esto, por más barato que cobre, tenga en cuenta que es su salud y como tal hay que tratarla.

Bibliografía.

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Capafons, A. (1998). Hipnosis clínica: una visión cognitivo-comportamental. Papeles del psicólogo, 69, 71-88.

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NiñosMente abiertaRigidosNeutrales1328JovenesMente abiertaRigidosNeutrales20613AdltosMente abiertaRigidosNeutrales17310