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M enos mal que en torno al día de Navidad la humedad y la temperatura suave facilitaron la nascencia del cereal , sobre todo de centenos y trigos sembrados en el mes de octubre. Y ahora, ¿qué? Como en años anteriores, vemos que dispone de un cierto margen de tranquilidad aquel profesional que decidió hacer un abonado de fondo cuando tocaba, y a pesar de la incerti- dumbre que existía. Hay que ser cons- ciente de que hay un retraso en el crecimiento del cultivo de entre quince días y un mes. Por lo tanto de- bemos actuar para, dentro de lo posi- ble, corregir esa falta de desarrollo. Y son los agricultores que no han hecho abonado de fondo quienes más dudan ahora mismo en relación con cuál puede ser la decisión más acertada. Po- demos dar una serie de pasos que nos ayudarán a tomar una decisión: Debemos tener el cuenta qué se ha hecho hasta ahora en esa parcela; qué se ha cultivado en los tres últimos años y con qué rotaciones, y por su- puesto cómo se ha abonado. Haciendo memoria sobre todo ello el agricultor sabrá cómo pueden encontrarse sus re- servas de nutrientes. Otros aspectos a los que debemos prestar atención son el potencial pro- ductivo del cultivo, aunque sea muy difícil de calcular en el caso del secano, y el comportamiento de la meteorolo- gía. También es del máximo interés dis- poner de un análisis de suelo, que nos dará una información de gran uti- lidad para complementar todo lo averi- guado en el punto anterior. Uno de los posibles escenarios es el de las zonas con máxima pluviome- tría, donde es posible repetir una prác- tica que en realidad es habitual en aquellas latitudes: la de aportar un abono NPK, como un fondo, sobre un cultivo ya nacido. Es una opción ade- cuada, siempre que se haga con los di- ferentes elementos solubles en agua. El agricultor complementará ese NPK con una primera cobertera unas dos se- manas después. La segunda opción es válida para aquellas zonas donde ha llovido menos, con un potencial productivo más cercano a la media regional. Se trata de la fórmula de un abono NPK de una sola aplicación, con un alto contenido en nitrógeno y un fósforo lo más soluble que sea posible, además de con azufre. Los agricultores que tengan la abso- luta seguridad de contar con reser- vas suficientes pueden apostar en exclusiva por abonos con nitrógeno. Pero tengamos mucho cuidado por- que, si no dispone de una cantidad su- ficiente del resto de nutrientes, puede producirse una descompensación. De todos es sabido que la ausencia de un elemento en el suelo puede bloquear la absorción del resto. Conviene recordar la necesidad de aportar un nitrato con azufre (nitro- sulfato), ya que con ello favorecerá la absorción del resto de nutrientes. También es importante no sobrepasar la dosis necesaria, es decir, que de forma casi obligatoria deberá dosificar la aplicación; digamos que el abonado de fondo más la primera cobertera debe cubrir el 70-80% de las necesida- des totales. Y no está de más una recomenda- ción genérica, pero que cobra especial sentido en un año como este: tener en cuenta que los abonos lleven nitró- geno en forma nítrica, porque es el que tiene más posibilidades de ser absorbi- dos por la planta. Y es que con las bajas temperaturas su capacidad de absor- ción es muy pequeña, por lo que debe- mos ponérselo lo más fácil posible. José Ángel Cortijo Fertiberia el apunte CAMPO Domingo 21.01.18 “Y ahora, ¿qué?” 9

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Page 1: Y ahora, ¿qué? José Ángel Cortijo - Fertiberia · Y ahora, ¿qué? Como en años anteriores, vemos que dispone de un cierto margen de tranquilidad aquel profesional que decidió

Menos mal que en torno al díade Navidad la humedad y latemperatura suave facilitaron

la nascencia del cereal , sobre todo decentenos y trigos sembrados en el mesde octubre. Y ahora, ¿qué?

Como en años anteriores, vemosque dispone de un cierto margen detranquilidad aquel profesional quedecidió hacer un abonado de fondocuando tocaba, y a pesar de la incerti-dumbre que existía. Hay que ser cons-ciente de que hay un retraso en elcrecimiento del cultivo de entrequince días y un mes. Por lo tanto de-bemos actuar para, dentro de lo posi-ble, corregir esa falta de desarrollo. Yson los agricultores que no han hechoabonado de fondo quienes más dudanahora mismo en relación con cuálpuede ser la decisión más acertada. Po-demos dar una serie de pasos que nosayudarán a tomar una decisión:

Debemos tener el cuenta qué se ha

hecho hasta ahora en esa parcela;qué se ha cultivado en los tres últimosaños y con qué rotaciones, y por su-puesto cómo se ha abonado. Haciendomemoria sobre todo ello el agricultorsabrá cómo pueden encontrarse sus re-servas de nutrientes.

Otros aspectos a los que debemosprestar atención son el potencial pro-ductivo del cultivo, aunque sea muydifícil de calcular en el caso del secano,y el comportamiento de la meteorolo-gía.

También es del máximo interés dis-poner de un análisis de suelo, quenos dará una información de gran uti-lidad para complementar todo lo averi-guado en el punto anterior.

Uno de los posibles escenarios es elde las zonas con máxima pluviome-tría, donde es posible repetir una prác-tica que en realidad es habitual enaquellas latitudes: la de aportar un

abono NPK, como un fondo, sobre uncultivo ya nacido. Es una opción ade-cuada, siempre que se haga con los di-ferentes elementos solubles en agua.El agricultor complementará ese NPKcon una primera cobertera unas dos se-manas después.

La segunda opción es válida paraaquellas zonas donde ha llovidomenos, con un potencial productivomás cercano a la media regional. Setrata de la fórmula de un abono NPKde una sola aplicación, con un altocontenido en nitrógeno y un fósforo lomás soluble que sea posible, ademásde con azufre.

Los agricultores que tengan la abso-luta seguridad de contar con reser-vas suficientes pueden apostar enexclusiva por abonos con nitrógeno.Pero tengamos mucho cuidado por-que, si no dispone de una cantidad su-ficiente del resto de nutrientes, puedeproducirse una descompensación. De

todos es sabido que la ausencia de unelemento en el suelo puede bloquearla absorción del resto.

Conviene recordar la necesidad deaportar un nitrato con azufre (nitro-sulfato), ya que con ello favorecerá laabsorción del resto de nutrientes.También es importante no sobrepasarla dosis necesaria, es decir, que deforma casi obligatoria deberá dosificarla aplicación; digamos que el abonadode fondo más la primera coberteradebe cubrir el 70-80% de las necesida-des totales.

Y no está de más una recomenda-ción genérica, pero que cobra especialsentido en un año como este: tener encuenta que los abonos lleven nitró-geno en forma nítrica, porque es el quetiene más posibilidades de ser absorbi-dos por la planta. Y es que con las bajastemperaturas su capacidad de absor-ción es muy pequeña, por lo que debe-mos ponérselo lo más fácil posible.

José Ángel CortijoFertiberia

el apunte CAMPODomingo 21.01.18

“Y ahora, ¿qué?”

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