Campaña manejo fitosanitario de la
caña de azucar
En México la superficie sembrada con el cultivo de caña de azúcar es de 736,130 hectáreas,
para abastecer a 58 ingenios, los que representan el séptimo lugar en consumo y producción
a nivel mundial. La producción de caña de azúcar en México genera 440,000 empleos
directos y 2.5 millones de empleos indirectos, registrándose un consumo per cápita de
azúcar de 44 kg por habitante al año.
Los principales estados productores a nivel nacional con ingenios azucareros son: Veracruz
(22), Jalisco (6), San Luis Potosí (4), Tamaulipas (2), Oaxaca (4), Nayarit (2), Sinaloa (3),
Tabasco (3), Chiapas (2), Quintana Roo (1), Michoacán (3), Morelos (2) Puebla (2), Campeche
(1), Colima (1).
La superficie sembrada en el estado de Morelos es de 16,745 hectáreas, que abastece a dos
ingenios que son Ingenio Emiliano Zapata de Zacatepec e Ingenio La Abeja de Casasano.
Las variedades del cultivo de caña de azúcar sembradas en el Estado de Morelos sobresalen:
CP 72-2086 (ciclo temprano), MEX 79-431 (ciclo tardío), MEX 69-290 (ciclo mediana) y MY
55-14(ciclo medio). Los rendimientos en campo oscilan entre las 100 y 120 ton/Ha., como
promedio en los diferentes ciclos del cultivo.
Gusano Barrenador de la Caña de Azucar
Se han identificado dos especies de barrenadores del tallo en el estado de Morelos: Diatraea
magnifactella Dyar y Eoreuma loftini (Dyar). Es importante hacer notar que esta última
especie no se detectó en muestreos previos realizados en junio de 1989 en la misma región
(Rodríguez-del-Bosque y Smith 1990). Aparentemente, este barrenador es una especie que
invadió esta zona en años recientes. En algunas regiones cañeras de México y Texas se
considera a E. loftini como más problemática que las especies de Diatraea (Browning et al.
1989, Reay-Jones et al. 2007). En ciertas localidades, como San Rafael municipio de
Tlaltizapan, E. loftini ha desplazado proporcionalmente en abundancia a D. magnifactella, lo
que sugiere que E. loftini pudiera convertirse en una plaga potencial en esta región, no sólo
en caña de azúcar, sino en otros cultivos como maíz, sorgo y arroz (Rodríguez-del Bosque et
al. 1988, Browning et al. 1989, Reay-Jones et al. 2007).
Larva D. magnifactella Larva de E. loftini
Huevecillo: Los huevos que ovipositan
las palomillas pueden ser puestos sobre
el haz o en el envés de las hojas, por lo
general en las más tiernas y las que
tienen mayor altura. Los huevos miden
alrededor de 1 mm de forma oval
aplanada y su color es amarillo lechoso
cuando son recién ovipositados pero
conforme van transcurriendo los días se
van tornando de un color café-rojizo. El
número de huevos por masa puede variar
pero en general una hembra pone de 50 a
60 huevos durante toda su vida, los
cuales requieren de 8 a 15 días para
eclosionar (Flores y Abarca, 1961; Flores,
1994).
Larva: Después de emerger, las larvas
pueden ser observadas muy activas y se
pueden desplazar con gran rapidez. En su
primer instar, las larvas miden de 1 a 2
mm, y en los primeros días se alimentan
de las partes verdes de las hojas para
posteriormente alojarse en el centro del
cogollo. A los 2 o 3 días las larvas
penetran la nervadura central y se
alimentan del tejido carnoso, donde
realizan la segunda muda de piel. Cuando
las larvas alcanzan de 6 a 8 mm, salen y
penetran por entre las hojas del cogollo
perforando los canutos apicales y
penetrando al tallo donde realizan
galerías de forma longitudinal al tallo.
Cuando las larvas alcanzan el quinto
instar de desarrollo llegan a medir hasta 4
cm. Duración: de 20 a 28 días.
Pupa: Flores (1994) menciona que
cuando la larva ha llegado a su máximo
desarrollo entra en un estado de letargo
para transformarse en pupa. Sin embargo
antes de su transformación, la larva
forma un orificio de salida en el tallo,
dejando una especie de “ventana” por la
que saldrá posteriormente la palomilla. La
pupa es de color café oscuro. Duración:
de 8 a 10 días.
Adulto: Son palomillas de tamaño
pequeño a mediano, alcanzan a medir de
3 a 4 cm de expansión alar, son de color
pajizo claro, estas palomillas tienen
patrón de vuelo corto y son de hábitos
nocturnos (Flores, 1994). Duración de 7 a
10 días.
Rata de campo o cañera
La hembra es sexualmente madura a los 30 ó 40 días, mientras que el macho está
preparado, la hembra puede iniciar un nuevo periodo gestal después de tres días posteriores
al alumbramiento. Longevidad de 2 a 3 años, los jóvenes son destetados entre 14 y 28 días.
El período de gestación es de 27 días y la camada es normalmente de 12 ratoncitos. Por lo
tanto una sola pareja en potencia puede dar origen a unos 35,000 individuos por año
(Gispert 1991). Sin embargo, la rata cañera al igual que otros congéneres, tienen un alto
sentido de control poblacional, ya sea por canibalismo (Gispert 1991) o bien por dispersión.
Se han encontrado correlaciones positivas entre la dispersión y la densidad de la población.
En Morelos se tienen presentes dos especies en los cañaverales (Sigmodon hispidus y
Oryzomys couesi.
Sigmodon hispidus, es uno de los mayores limitantes para la producción de caña de azúcar a
nivel mundial. En México se han reportado pérdidas de 20 t/ha, y en Guatemala las pérdidas
pueden llegar hasta un 40% del total de producción (Dieseldort 1993).
Rata arrocera Oryzomys couesi su hábitat son pantanos, pastizales y matorrales cercanos a
la humedad. Se encuentran en las partes altas de tallos de caña de azúcar, frecuentemente
construyen nidos aéreos, se alimentan de: Semillas, raicillas, tallos e insectos.
Escama acanalada Orthezia acapulcoa
El insecto succiona la savia de las hojas. Sus deposiciones sirven de medio de cultivo al
hongo conocido como Fumagina (Capnodium sp) que ennegrece el cultivo, afectando la
captación de la energía solar y retrasa su desarrollo.
Escama en caña de azúcar Presencia de fumagina
Escama acanalada de caña de azúcar
La caña de azúcar.
Amanecer en el cañamelar.
La caña de azúcar (Saccharum officinarum L) es una gramínea tropical, un pasto gigante emparentado con el sorgo y el maíz en cuyo tallo se forma y acumula un jugo rico en sacarosa, compuesto que al ser extraído y cristalizado en el ingenio forma el azúcar. La sacarosa es sintetizada por la caña gracias a la energía tomada del sol durante la fotosíntesis.
Constituyentes de la caña.
El tronco de la caña de azúcar está compuesto por una parte sólida llamada fibra y una parte líquida, el jugo, que contiene agua y sacarosa. En ambas partes también se encuentran otras sustancias en cantidades muy pequeñas.
Las proporciones de los componentes varían de acuerdo con la variedad (familia) de la caña, edad, madurez, clima, suelo, método de cultivo, abonos, lluvias, riegos, etc. Sin embargo, unos valores de referencia general
pueden ser:
agua 73 - 76 %
sacarosa 8 - 15 %
fibra 11 - 16 %
La sacarosa del jugo es cristalizada en el proceso como azúcar y la fibra constituye el bagazo una vez molida la caña.
Caña de azúcar.
Tronco de la caña.
Otros constituyentes de la caña presentes en el jugo son:
glucosa 0,2 - 0,6 %
fructosa 0,2 - 0,6 %
sales 0,3 - 0,8 %
ácidos orgánicos 0,1 - 0,8 %
otros 0,3 - 0,8 %
Las hojas de la caña nacen en los entrenudos del tronco. A medida que crece la caña las hojas más bajas se secan, caen y son reemplazadas por las que aparecen en los entrenudos superiores. También nacen en los entrenudos las yemas que bajo ciertas condiciones pueden llegar a dar lugar al nacimiento de otra planta. En la fotografía a la izquierda se ve en el entrenudo superior unas hojas secas próximas a caer y en el inferior el nacimiento de una yema.
A la derecha se muestra el corte de una caña ampliado en donde se pueden apreciar los canales que corren a lo largo del tallo llevando los alimentos y el agua.Fuente: http://sugar.cs.jhu.edu/sugar_pictures.html.
Corte de una caña ampliado.
Espiga de caña florecida. (izquierda) - Retoño de una soca de caña. (derecha)
Fotosíntesis.
El desarrollo de la caña de azúcar depende en gran medida de la luz solar, razón por la cual su cultivo se realiza en las zonas tropicales que poseen un brillo solar alto y prolongado.
La clorofila existente en las células de las hojas de la caña absorbe la energía de la luz solar [1], la cual sirve como combustible en la reacción entre el dióxido de carbono que las hojas toman del aire [2] y el agua que junto con varios minerales las raíces sacan de la tierra [3], para formar sacarosa [4] que se almacena en el tallo y constituye la reserva alimenticia de la planta, a partir de la cual fabrican otros azúcares, almidones y fibra [5].
dióxido de carbono + agua = sacarosa + oxígeno.12CO2 + 11H2O = C12H22O11 + 12O2
La caña de azúcar se encuentra dentro del grupo más eficiente de convertidores de la energía solar que existen. Fotosíntesis en la caña de azúcar.
En Colombia.
Algo sobre Colombia.
Colombia está situado en la esquina noroccidental de Suramérica, entre los 67o y 79o de longitud oeste, los 4o de latitud sur y los 13o de latitud norte. Tiene 1,1 millones de km2 de superficie con toda una gama de climas que van desde los calurosos desérticos hasta las nieves perpetuas.
Se cultiva caña para la producción de azúcar en el valle del río Cauca y para producción de panela en todas las zonas cálidas del país.Más información sobre...Colombia: Uniandes, Colombia in cyberspace, Lonely Planet.Departamento del Valle del Cauca:
Colombia en Suramérica.
Cali: La Ciudad.
Zona de cultivo de la caña de azúcar: el valle del río Cauca.
En el valle geográfico del río Cauca se encuentran localizados los trece ingenios azucareros que fabrican casi todo el azúcar producido en Colombia.
Es una región que posee las condiciones idóneas para el crecimiento de la caña de azúcar: brillo solar permanente e intenso a lo largo del año, caída adecuada de temperatura entre el día y la noche, disponibilidad de agua, lluvias adecuadas y fertilidad en los suelos. El cultivo de la caña de azúcar se hace en forma continua durante todo el año y no en forma estacional o por zafra como lo es en el resto del mundo. Lo anterior hace del valle del río Cauca una región especial que la sitúa dentro de las mejores regiones cañeras del mundo.
El valle del río Caucaen Colombia.
Cultivo de caña en el valle del río Cauca.En el fondo la cordillera Central.
Desde el punto de vista geográfico el valle del río Cauca es un valle interandino de 8.160 km2, con 200 km de longitud, 15 km de anchura en promedio y suelos formados por sedimentos aluviales del cuaternario. Es plano y nivelado, situado entre los 900 y 1.000 metros sobre el nivel del mar, con un piso térmico cálido y seco de temperaturas superiores a 24 °C. Tiene lluvias anuales entre los 500 y 1.500 mm con las precipitaciones mayores hacia el sur. Son suelos fértiles con vegetación de bosque subandino.
Cosecha mecánica de caña. Los tornillos sinfín aprisionan la caña para el corte (izquierda). La cosechadora envía la caña trozada al vagón de transporte y deja las hojas en el campo, que salen por encima del vagón (derecha).
Control de malezas
Plantillas: el control químico de malezas, en plantillas, debe efectuarse después del segundo riego (9 días después de la siembra). Al momento de esta aplicación, la caña no ha comenzado a emerger y así el herbicida no ocasiona daños al cultivo. Una segunda aplicación se efectuará cuando el cultivo lo amerite. El control químico debe complementarse con el mecánico para así lograr un control de mayor eficiencia y menor costo, y además disminuir los efectos de contaminación ambiental por el excesivo uso de agroquímicos.
Socas: el control químico de malezas, en socas, disminuye, dado que éste se complementa con las labores mecanizadas como subsolado, desapor que, aporque, pase de cultivadoras.
Plagas
El cultivo de la caña de azúcar se ve afectado en su rendimiento por una diversidad de plagas, pero las dos más importantes, en Venezuela, son los taladradores del género Diatraea y la candelilla de la caña de azúcar Aeneolamia spp., al ocasionar Técnico Asociado serios problemas fitosanitarios y grandes pérdidas económicas.
Con respecto a las medidas de control, el manejo integrado de ambas es la fórmula más recomendable para efectuar un control eficiente y reducir sus poblaciones a niveles que no causen daños económicos al cultivo.
La utilización del control biológico, en el caso de los taladradores, ha resultado el método más efectivo. Liberaciones de insectos benéficos en el campo, como la mosca amazónica (Metagonistylum minense), en el caso del parásito de larvas de Diatraea, a razón de 40 moscas/ha, cuando se ha detectado un 5% en el nivel de infestación, determinado a través de las evaluaciones a los cinco meses de edad del cultivo.
También se ha logrado un efectivo control con la reciente introducción, en el país, de la avispita Cotesia (=Apanteles) flavipes, de la cual se están empleando 1 000 adultos/ha (aprox. 1 g/ha), para el mismo nivel de infestación antes indicado.
En el caso de la candelilla de la caña de azúcar (Aeneo/amia varia), para combatir esta plaga, es de vital importancia efectuar evaluaciones de campo, ya que ellas determinarán el momento de aplicar las medidas de control. Estas se realizan al
inicio de las lluvias con la colocación de trampas adhesivas amarillas (recomendadas por PICANTA),las cuales se ubican hacia las esquinas del tablón (4 lados) y una quinta hacia el centro del mismo. Semanalmente, se realiza el contaje de los platos (a los cuales debe cambiarse el pegamento cada 15 días) y la evaluación de las ninfas en dos metros lineales de surcos por punto o plato. Estos datos son recogidos en una planilla de campo para su posterior análisis.
Medidas de control
Se recomienda, cuando los contajes indiquen niveles críticos de poblaciones: 10 adultos/trampa. para los primeros seis meses del cultivo y los tres primeros meses de lluvias; 15 adultos/trampa, a partir del séptimo mes del cultivo y 30 o más adultos/trampa. después del noveno mes.
Control químico
Debe comenzarse por el control químico de ninfas a través de granulados, procediendo luego a utilizar insecticidas emulsionables para el control de adultos.
Control biológico
Hasta la fecha se ha estado aplicando a nivel comercial (zona del Central Portuguesa y Central Río Guanare, principalmente) con éxito, el hongo entomopatógeno Metaryhizium anisopliae, al inicio de las lluvias y dependiendo de buenas condiciones ambientales, de humedad y temperatura. Este insecticida biológico se está empleando en dosis mínimas de 2 kg/ha, diluido en agua y aplicado con diferentes equipos de aspersión.
Medidas preventivas
Es de hacer notar que las prácticas de medidas culturales como las que a continuación se mencionan, contribuyen a reducir las poblaciones y la incidencia de la plaga en el campo:
-Alineación y quemado del tamo. -Rajado de la soca. -Eliminación de malezas dentro y alrededor del tablón, como de los demás tablones con alta incidencia de esta plaga. -Iniciar las observaciones tan pronto como se inicien las lluvias o se requieran riegos fuertes y prolongados, colocando las trampas y realizando los contajes semanalmente. -Mantener un contacto permanente con el técnico (oficial o privado), para atender cualquier eventualidad.
Además de estas medidas, es importante señalar que si no se aplican las prácticas culturales como alineación y quemado del tamo, rajado de soca, eliminación de malezas de los callejones y zonas aledañas a los tablones, no se puede conseguir la eficiencia deseada con las recomendaciones dadas. Por último, es de vital importancia que el cañicultor mantenga contacto continuo con los Centrales y los entes oficiales (FONAIAP, MAC y otros) con el fin de integrar equipos multidisciplinarios para solucionar cualquier problema que se les presente.
Enfermedades
Son muchas las enfermedades de importancia que afectan al cultivo. Afortunadamente, después de la crisis de los años 1978 y 1982 -fecha en que aparecen el carbón y la roya, y aumenta la incidencia de otras enfermedades
causadas por hongos, virus y bacterias-, se seleccionaron un grupo de variedades resistentes a las principales enfermedades que causan daño económico al cultivo (carbón, roya, mosaico, escaldadura de la hoja y raquitismo de las socas).
Cosecha
Debe realizarse en el momento más oportuno, según las recomendaciones de época de cosecha para cada variedad, de esta manera se garantiza u n mejor rendimiento por cultivar. La cosecha debe efectuarse causando el menor daño posible a los tablones, con el fin de asegurar un buen rebrote y producción de las sucesivas socas.
Tratamiento de socas
Una vez realizado el primer corte o cosecha a un tablón de caña de azúcar, éste deja de ser "plantilla" para empezar a denominarse "soca 1 ", "soca 2" y así sucesivamente hasta que deje de ser económicamente rentable su explotación.
El mayor beneficio económico que va a obtener el cañicultor, se logra principalmente en las cañas socas. Por lo tanto, este beneficio dependerá del buen tratamiento que a éstas se les dé. Para ello puede guiarse por las recomendaciones aportadas en el presente trabajo para el manejo de socas.
Variedades recomendadas
Venezolanas: 'V64-10','V58-4 "'V68-74", 'V68-78' y 'V67-56'.
Introducidas:'86749','PR61632','CP5659','PR980','841227','851129' y '864278'.
Variedades promisoras
Actualmente se encuentra en diversas zonas cañeras del país, en etapa de propagación un lote de cinco variedades promisoras: '876226', '875403', 'V74-7', 'V75-6' y '87549', las cuales presentan muy buenas características fitosanitarias, agronómicas y de buena adaptación. Variedades en etapa de semillas Se encuentran en semillero de propagación un grupo de 11 variedades: 'V77-12', 'MEX641487', 'CP722086', 'CP742005', 'V71-39', 'C32368', 'C37167', 'V77-9' y 'V77-11 " las cuales pasaron todas las etapas de selección, a que son llevadas por el FONAIAP en el Programa de Producción e Introducción de Variedades. Estas variedades serán entregadas posteriormente a los cañicultores.
Ataque de candelilla Cosecha manual con machete australiano
Prueba varietal de resistencia al carbón Tratamiento de socas
Cosechadora de caña de azúcar Ensayo de variedades
Diatraea saccharalis, conocida como el "barrenador del tallo", es una de las plagas más importantes del cultivo de maíz en la Argentina, afectando también al sorgo, entre otros (Igarzábal et al., 1994). Este insecto ocasiona, en promedio, pérdidas totales medias de un 21% de la producción de maíz (Leiva y Iannone, 1993), lo que representa un valor estimado entre 150 y 170 millones de pesos por año (Ventimiglia et al.; 1999; Carta et al., 2000).
El barrenador del tallo tiene entre tres y cuatro generaciones anuales, según la región (Aragón, 1996). Las poblaciones de esta plaga aumentan desde la siembra hasta la cosecha de maíz (Parisi y Dagoberto, 1979; Dagoberto y Lecuona, 1982). La primera generación proveniente de larvas invernantes emerge en octubre y noviembre infestando gramíneas silvestres y cultivadas. La segunda generación de adultos, por lo general reducida, afecta al maíz en floración (siembra temprana). Durante la tercera y cuarta generaciones ocurren ataques generalizados afectando principalmente a lotes de siembra tardía que están en la etapa de llenado de grano (Aragón, 1996).
Las disminuciones en el rendimiento son ocasionadas por los daños que provocan las larvas. Éstas se alimentan primero de tejido foliar y a los dos o tres días (Alvarado et al., 1980) o después del segundo estadio (Greco, 1995) las larvas penetran en el tallo. Cuando el ataque se produce sobre una planta joven, las larvas pueden dañar el brote terminal provocando su muerte (Alvarado et al., 1980). En plantas más desarrolladas, el efecto directo por la construcción de galerías produce disminución del rendimiento de la planta al cortar los haces vasculares y disminuir la conducción de fotoasimilados a la espiga (Alonso y Miguez, 1984). La presencia de un orificio o entrenudo barrenado por tallo genera una disminución de 2 a 2,5 quintales por hectárea (Iannone, 2001; Serra, 2003). Los efectos indirectos son el quebrado de plantas desde la fructificación a la cosecha, ingreso de diversos patógenos, siendo la podredumbre del tallo (Fusarium spp. y Sclerotium bataticola) la enfermedad más común, y pérdidas durante la cosecha por caída de espigas como consecuencia del barrenado del pedúnculo y base de las mismas (Leiva y Iannone, 1993).
Tecnologías de control
El manejo integrado de plagas esta basado en la conjunción de todas las técnicas disponibles en un programa para manejar poblaciones de organismos perjudiciales, de modo tal de evitar las pérdidas económicas y minimizar los efectos secundarios sobre el ambiente y sus consecuencias sobre la salud humana (Metcalf y Luckman, 1994).
Control biológico.
Numerosos enemigos naturales atacan los diferentes estados de desarrollo del barrenador del tallo. El estado de huevo es parasitado por Trichogramma sp. (Alvarado et al., 1980), alcanzando en algunas campañas entre 70 % y 95 % de parasitismo (Aragón, 1996). Los estadios larvales son parasitados por Apanteles sp., Ipobracon amabilis, Agathis stigmaterus, Paratheresia claripalpis. Los depredadores de huevos y larvas son Cycloneda sanguínea, Eriopis connexa, Coleomegilla quadrisfasciata, Chrysoperla sp., Coccinella sp., Hippodamia sp. y Doru sp.(Alvarado et al., 1980, Aragón, 1996). La mortalidad promedio de huevos causada por parasitoides y depredadores fue de 18, 38 y 77 % en fechas de siembra de septiembre, octubre y diciembre, respectivamente (Andrian et al, 2003). En Manfredi, la mortalidad de huevos por depredación, parasitismo e inviabilidad varió entre 32 y 96 % entre enero y marzo de 2001 (Fava y Trumper, datos no publicados). Por otra parte, el hongo Beauveria sp. generó 16 y 23 % de mortalidad en larvas invernantes de D.saccharalis recolectadas de rastrojos de maíz provenientes de siembras de 1º y 2º época, respectivamente (Bueno, 2004). Esta información coincide con lo hallado por Lecuona (1990), quien registró para el sur de la provincia de Córdoba una mortalidad del 21.5%. La importancia de conocer la incidencia de los diferentes enemigos naturales en distintas etapas del ciclo del cultivo radica en la posibilidad de incluirlos en el cálculo del umbral económico (Trumper e Imwinkelried, 2003).
Técnicas culturales.
En nuestro país, las prácticas más recomendadas son siembras tempranas, cosechas anticipadas si se encuen- tran más de dos entrenudos barrenados o más del 5% de espigas (pedúnculo) dañadas a la madurez fisiológica (INTA, 1998), rotación de cultivos (Ven- timiglia et al., 1999), híbridos que tienen un buen comportamiento frente al ataque de las larvas (Alvarez et al, 1997) y la destrucción del rastrojo que contiene larvas invernantes, mediante labo- reo del suelo (Dagoberto, 1982; INTA, 1998). Esta última técnica ya casi no es utilizada debido a la gran aceptación por parte de los agricultores de la siembra directa. Esto ha favorecido el crecimiento poblacional de D. saccharalis, ya que la perma- nencia del rastrojo favorece la supervivencia invernal de larvas (Aragón, 2000). La densidad de larvas invernantes observadas en un rastrojo de maíz de siembra temprana fluctuó por debajo de 0.2 larvas por tocón, observándose una leve dis- minución a lo largo del tiempo. En rastrojo prove- niente de una siembra tardía, la densidad de lar- vas invernantes fue mayor, oscilando entre 0.4 y 0.6 larvas por tocón desde junio hasta mediados de septiembre (Bueno, 2004). Por esto y teniendo en cuenta que la capacidad de vuelo máxima de los adultos de D. saccharalis sería de 1500 m (Ro- ca, 2002), cabe pensar que la siembra de maíz en lotes situados a esta distancia o menos a rastrojos de maíz convencional, favorecería los ataques tempranos de la plaga.
Cultivares Transgénicos.
Una alter- nativa de control, surgida recientemente por medio de la biotecnología, la constituyen los híbri- dos de maíz Bt, TD, etc., a los que se les incorporó un gen de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt), permitiéndole producir una toxina con propieda- des insecticidas para las larvas de D. saccharalis. Se estima que en la campaña agrícola 2000/2001 el nivel de adopción de esta tecnología alcanzó el 30 % del área maicera Argentina (Roca, 2002). Entre los beneficios del uso de maíces Bt puede destacarse que son altamente compatibles con los enemigos naturales y otros organismos no blanco de control; son inocuos para vertebrados y reducen considerablemente los costos ambienta- les y de salud asociados con el uso de insecticidas convencionales (Bauer, 1995). Como ventaja adi- cional se resalta que los insectos son tratados en el estadio de máxima sensibilidad, y la protección es independiente de las condiciones ambientales El maíz Bt tiene aspectos importantes a considerar antes de decidir su uso. Uno de esos aspectos es que esta tecnología tiene un costo adi- cional que varia entre U$S 20 y U$S 30 por ha (Pa- tiño, 2000). Este costo adicional se asume bajo cierto nivel de incertidumbre, ya que se descono- ce si la intensidad de los ataques de la plaga supe- rará el nivel de daño económico. Iannone et al, 2003 señalan que en la region pampeana sólo uno (Basi,1998). No obstante, en EE.UU. se han regis- trado casos en los que el maíz transgénico ejerció influencia negativa sobre insectos no-plaga (Cal- vin, comunicación personal).
El maíz Bt tiene aspectos importantes a considerar antes de decidir su uso. Uno de esos aspectos es que esta tecnología tiene un costo adicional que varia entre U$S 20 y U$S 30 por ha (Patiño, 2000). Este
costo adicional se asume bajo cierto nivel de incertidumbre, ya que se desconoce si la intensidad de los ataques de la plaga superará el nivel de daño económico. Iannone et al, 2003 señalan que en la region pampeana sólo uno de cada cinco lotes resulta afectado por esta plaga.Por otra parte, los agricultores que se inclinen por la siembra de híbridos transgénicos están comprometidos a destinar el 10 % de la superficie a la siembra de híbridos no transgénicos, implementando así la "estrategia del refugio" para manejo de la resistencia. De acuerdo a tal estrategia, no se recomienda el control químico de la plaga en la superficie refugio (Roca, 2002).Debido a lo planteado anteriormente, la utilización de maíces Bt se recomiendan principalmente en siembras tardías o en siembras tempranas con planteos de alta productividad bajo riego, en los cuales el alto número de granos a llenar requiere de un elevado flujo de fotoasimilados hacia la espiga (Otegui y Cirilo, 2001).
Control químico.
El criterio de decisión para el manejo de D. saccharalis mediante control químico se basa en la identificación de picos de más de 100 adultos capturados con trampa de luz y la postura de huevos en plantas (Aragón, 2000). El monitoreo de adultos, sólo debe ser tomado como un indicador de la presencia de la plaga en el ambiente, pero no puede utilizarse per se para la toma de decisión de un control químico, ya que la captura esta influida por factores climáticos y la distancia de la trampa a lotes de maíz. Esto genera que en algunas ocasiones no se capturen adultos pero se encuentren oviposturas en el campo (Fava y Trumper, datos no publicados).El umbral económico sugerido es de una ovipostura color naranja cada diez plantas de maíz (Iannone, 2001) o de dos o más oviposturas cada 10 plantas (Aragón, 2002), debiéndose controlar una generación en fechas de siembra tempranas y dos en tardías (INTA, 1998). El muestreo de las oviposturas debe realizarse revisando toda la planta, aunque existe una preferencia de las hembras por depositar los huevos en las hojas situadas en elestrato medio del hospedante (Moré, 2001). Si bien el control químico puede ser efectivo, tiene dificultades de orden práctico (Carta et al., 2000), ya que una vez que las larvas han penetrado en el tallo, quedan fuera del alcance de los insecticidas (Alonso y Miguez, 1984). Esto resalta la importancia de seleccionar el momento oportuno de aplicación química.
EC: emulsionable; GR:granulado; CS: Microencapsulado
Numerosos ensayos realizados con diferentes insecticidas han demostrado la efectividad del control químico. (Gonzáles Llanos et al., 1998; Canova y Ridley, 2000; Iannone 2001, Iannone et al., 2003). En INTA Pergamino señalan que para lograr un eficiente control de la plaga, las aplicaciones químicas con equipos terrestres deben realizarse con caudales de alrededor de 150 l/ha y una presión de trabajo de 70
lb/pg². En aplicaciones aéreas se debe utilizar un caudal de agua de 20 lts/ha o 10 lts/ha con el agregado de 2 lts/ha de aceite emulsionable. El objetivo de estos caudales es lograr alrededor de trece impactos de gotas por cm² a la altura de la espiga (Iannone, comunicación personal). La forma de comprobar la calidad de la aplicación se realiza mediante la colocación de tarjetas sensibles a la altura de la espigas y separadas entre sí por más de 30 m a fin de controlar diferentes pasadas del avión (Iannone, 2001). Las aplicaciones químicas deben realizarse preferentemente entre el atardecer y la noche.
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