Download pdf - control_esfinter

Transcript

8/6/2019 control_esfinter

http://slidepdf.com/reader/full/controlesfinter 1/2

8/6/2019 control_esfinter

http://slidepdf.com/reader/full/controlesfinter 2/2

  2

Si el niño ha conseguido mantener el control durante el día, precedido deéste irá, de forma paulatina y natural, el control nocturno; aunque siempreteniendo presente que puede haber algún “accidente”, y aunque seaembarazoso y molesto que sigan orinándose o ensuciándose, hemos deseguir manteniendo una actitud serena, y lo mejor que podemos hacer esmudarlos de ropa y comentarles lo incómodos que se sienten, y que no sehan de preocupar, que en otra ocasión no pasará.

En aquellos casos en los que sigue orinándose o ensuciándose, y no pareceque nada lo pueda arreglar, algunos padres pueden sentirse enfadados ymolestos, dado que sienten que el niño lo hace para fastidiarlos y humillarlos.Esta situación llega a ser tan tensa que es preferible pedir consejo a unprofesional, con el fin de poder ver si se trata de una enuresis (incontinenciaurinaria) y/o encopresis (incontinencia fecal), o simplemente hace falta hacer unas intervenciones con el fin de restablecer el equilibrio familiar.

Todas estas cosas forman parte del momento evolutivo del niño, además queen estas edades los niños pasan más tiempo fuera de casa, a causa deempezar la escuela, y tienen más relación con personas ajenas al ámbito

familiar: otros padres, profesores, otros niños. Los padres muchas veces seautocuestionan sobre la forma de educar a sus hijos, sintiéndose fácilmente

 juzgados o cuestionados, y viviendo la falta de control o el control como unfracaso o un éxito, respectivamente. En otras ocasiones, debido a suspropios rasgos, los padres se muestran competitivos, lo que les lleva aimponer una rigidez a sus hijos, sin pensar que, aunque son niños y se les hade orientar, son unas “personitas” con sus propias necesidades. Todo ello,los niños lo perciben, y ello puede llevarles a querer comportarseespecialmente “bien”, con el fin de contentar a esos padres tanperfeccionistas, y el no conseguirlo hará que generen una ansiedad y tensiónque pueden ser el principio de la aparición de otros signos de malestar y

sufrimiento, haciendo todo el proceso más complicado. Estos signos puedenser miedos, volverse muy pegadizos, rabietas, dificultades para comer, paradormir, entre otros. En los casos donde aparece más de un signo hemos depreocuparnos de qué es lo que está ocurriendo, y poder pedir, ¿por quéno?, consejo a un profesional.

Por todo lo expuesto observamos que la tranquilidad de los padres y laconfianza que tienen en sus hijos, son dos ingredientes básicos para que losniños las perciban y respondan ante ello. Esta actitud es importante antecualquier momento evolutivo que va a representar un cambio, y como biensabemos, cualquier cambio requiere un período de adaptación. En eso consiste

crecer, en poder tolerar las equivocaciones.