Grupos de COLCIENCIAS, un sistema agridulce
Publicación del 15 de marzo de 2015
Por: Lisbeth Fog
La convocatoria 693 de 2015 de Colciencias para el reconocimiento
de grupos de investigación e investigadores clasificó 3.775 grupos de
investigación, desarrollo tecnológico o innovación en categorías que van de
A1, A, B, C y D registrados y avalados por el proceso de reconocimiento.
123 de ellos están en desacuerdo con los procedimientos de
Colciencias pues no tienen interés en la categorización, ni claridad sobre
los beneficios de medición. Por lo tanto su producción científica no quedará
contabilizada en los indicadores del país.
La medición de grupos es uno de los criterios que utiliza el Ministerio
de Educación Nacional para acreditarlas. Según el subdirector de
Colciencias el ejercicio de medición estimula el trabajo colaborativo
alrededor de áreas del conocimiento, permite trabajar en red y desarrollar
las áreas en las que hay grupos.
Según Colciencias tiene evidencias de que los grupos de investigación
que tienen mejores categorías tienen mejores productos y más impacto.
260356
716
1403
1040
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
Grupos A1 Grupos A Grupos B Grupos C Grupos D
COLCIENCIASConvocatoria 693
Las universidades y centros de investigación que respondieron a la
convocatoria tuvieron cuatro meses para analizar más de 150 páginas del
documento de instrucciones y poder diligenciar el formulario en línea.
Algunos párrafos del instructivo se podían interpretar de manera
diferente, por lo tanto surgieron preguntas diferentes que tenían respuestas
diferentes cuando se llamaba al centro de contacto de Colciencias.
Situación que confundió a los convocados y algunas universidades optaron
por contratar personal especial para apoyar a sus investigadores en el
diligenciamiento y la consecución de todos los soportes.
Según algunos científicos consultados como el profesor Gustavo
Kattan y Mateo López-Victoria del Departamento de Ciencias Naturales y
Matemáticas de la Javeriana de Cali, argumentan que el esquema
“encasilla” a los investigadores en un único molde e ignora la dinámica de
la creatividad y de las distintas formas de trabajar de los científicos.
La investigadora Amada Carolina Pérez, del grupo de Prácticas
Culturales, Imaginarios y Representaciones,, al cual pertenecen
historiadores, sociólogos y antropólogos de las universidades Javeriana,
Andes y Nacional, se le requirió solicitar el aval de al menos 12
5%7%
17%
18%22%
31%
COLCIENCIASConvocatoria 693
Ciencias Agrícolas
Humanidades
Ciencias Médicas y d elaSalud
Ingeniería y Tecnología
Ciencias exactas y Naturales
departamentos y tres universidades, a lo cual concluye que en esta materia
es casi imposible ser interdisciplinario e interinstitucional.
Kattan y López-Victoria dicen que el esquema de grupos es
burocrático, porque en lugar de dedicar tiempo y esfuerzo a su quehacer,
los investigadores y las instituciones deben invertir enormes recursos
humanos y financieros en alimentar constantemente una base de datos
hambrienta, ineficiente y caprichosa, para no ser eliminados de la lista y
desaparecer del mundo de los investigadores nacionales reconocidos.
El grupo de Cali dice además que el esquema es rígido y endogámico,
porque no permite el dinamismo de la ciencia y de quienes producen nuevo
conocimiento y privilegia la colaboración entre miembros del grupo por
encima de alianzas temporales y naturales con investigadores de otros
entornos, que además no están bajo el esquema de Colciencias y por tanto
no forman parte de sus conteos.
La vicerrectora de investigación de la Universidad de los Andes
advirtió que la institución no está de acuerdo con la clasificación de los
grupos porque no refleja el quehacer de la investigación.
Hay quejas por los puntajes que se dan a las publicaciones y demás
productos. Investigadores de la Universidad de Antioquia reclaman, que si
bien Colciencias pide investigar en temas prioritarios del país y publicar
en revistas indexadas internacionales, mejor debería fortalecer las
publicaciones nacionales donde nos leen internacionalmente y nuestros
resultados pueden incidir en las políticas públicas.
En relación con el Departamento de Norte de Santander en el año
2000 no tenía grupos de investigación reconocidos por Colciencias y hoy
tiene 66.
Las universidades públicas de Norte de Santander incrementaron en
número los grupos de investigación. Los que han mostrado mayores
avances son los relacionados con telecomunicaciones, ciencias bilógicas,
agrarias y economía.
Para la Convocatoria 693 participaron siete universidades del
Departamento, la Universidad Francisco de Paula Santander incrementó
sus grupos de investigación en un 61,5%; la UFPS-Ocaña quedó igual; La
UDES tiene cinco, la Simón Bolívar tiene seis pero no presentó para esta
convocatoria, la Universidad Libre presentó 1 y la de Pamplona tuvo un
incremento del 50%.
El 20 de Abril Colciencias entregará los resultados finales de la
convocatoria.
FUENTE DE INFORMACIÓN
Cúcuta tiene ahora más investigadores . (31 de Marzo de 2015). La
Opinión, pág. 2A.
Grupos de Colciencias, un sistema agridulce. (15 de Marzo de 2015). El
Espectador, págs. 32-33.
Panorama de la investigación científica en Colombia
Publicación del 10 de Noviembre de 2007
Por: Carolina lancheros
La entrada en vigencia de la Ley 29 de 1990, que reglamentaba el
sistema nacional de ciencia y tecnología, generó un crecimiento en la
actividad científica del país. Sin embargo, todavía está muy lejos de los
niveles internacionales.
Actualmente hay cerca de 4.500 grupos de investigación registrados
en Colciencias, de los cuales dos mil han sido reconocidos por la institución,
es decir, han superado los estándares de calidad exigidos.
De sus trabajos resultan en promedio unas 800 publicaciones en
revistas internacionales al año, cifra que comparada con las de otros países
de la región, se queda corta. Venezuela, por ejemplo, publica cerca de mil
investigaciones cada año, y Brasil está cercano a las 15 mil, estima Eduardo
Posada, director de la Academia Colombiana para el Avance de la Ciencia
(Acac).
Faltan líderes científicos según los cálculos de la Comisión de Sabios
que se reunió en 1994, para 1998 el país deberían tener 8 mil profesionales
con doctorado, pero hoy, más de 10 años después, apenas llegamos a los 4
mil.
Y el avance en esa materia es lento. Cada año en el país se gradúan
solamente 100 doctores, mientras que en Brasil reciben el título casi mil
personas.
En países industrializados, el porcentaje de población que participa
en ciencia es cercano al 5 por mil. En Colombia debería ser entonces el 1
por mil, lo que significa que 40 mil personas tendrían que estar dedicadas
al desarrollo científico. Y sin embargo, con suerte tenemos 15 mil, dice
Posada.
En qué investiga Colombia, en cuanto a las áreas donde se concentra
el mayor número de investigaciones es en salud, agricultura y ciencias
básicas, encabezan la lista.
El desarrollo logrado en materia de trasplantes ha situado al país
como líder en Latinoamérica.
Y en ciencias sociales, Posada destaca el creciente interés en la
realización de estudios con énfasis en drogadicción y violencia, claves para
la superación de dichos problemas.
Carolina Lancheros redactora de EL TIEMPO comenta que “El
descubrimiento de un gen responsable del Alzheimer hereditario habría
quedado escrito en la historia de la ciencia como un hallazgo colombiano si
el país hubiese invertido más recursos en ese estudio, que concluyeron
científicos nacionales dos meses después de que lo hicieran investigadores
canadienses.
Para evitar experiencias similares, la senadora Marta Lucía Ramírez
y el representante Jaime Restrepo Cuartas radicaron en el Congreso un
proyecto de ley que busca estimular el conocimiento científico para lograr
el desarrollo del país.
Según el más reciente informe del Foro Económico Mundial,
Colombia ocupa el puesto 69 en competitividad en una lista de 131 países
del mundo. La razón del rezago explica la senadora está en la poca
inversión en ciencia, tecnología e innovación.
El país sigue concentrado en exportaciones tradicionales, no
productos sofisticados ni con valor agregado, explica, por su parte, el
representante Restrepo. Tenemos oro y lo exportamos en barras, en vez de
crear una industria en joyería, dice.
La dificultad para hacerlo está en que Colombia invierte solamente
el 0,37 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en investigación,
según el Departamento de Planeación Nacional, porcentaje equivalente a
un billón 200 mil millones de pesos correspondientes a la inversión de las
universidades, la empresa privada y el Estado.
La cifra es dramáticamente baja comparada con los presupuestos de
otros países latinoamericanos como Brasil y Chile, que destinan el 1,2 y el
1 por ciento para la investigación o con Estados Unidos y Japón que
invierten al año unos 1.500 y 900 dólares por persona respectivamente,
suma que en Colombia apenas llega a los 20 dólares.
La ley de Ciencia, es el proyecto de ley busca mejorar esa condición.
La meta es que lleguemos a invertir el 1 por ciento del PIB en el 2010 y el
2 por ciento en el 2019, dice Restrepo.
Para lograrlo, los congresistas proponen que las regalías,
privatizaciones, concesiones y licencias que otorga el Estado dejen un
porcentaje de recursos fijos para investigaciones científicas.
El Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia
(Colciencias) se convertiría, según el proyecto, en un Departamento
Administrativo dependiente de la Presidencia, y contaría con un Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología encargado del manejo de recursos y la
integración de todos los ministerios en pro de la ciencia.
No al nuevo ministerio La creación de una cartera de Ciencia,
propuesta inicial del proyecto, fue descartada tajantemente por el
Presidente Uribe. Pero no por eso se desestimó la idea. El punto era poner
el tema en la agenda y aumentar la relevancia de la ciencia en el país, indicó
el director de Colciencias, Juan Francisco Miranda.
La ley busca mejorar el nivel de esa institución, de forma que las
políticas de investigación sean políticas de Estado. Al respecto el rector de
la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, destacó la importancia de
que la ciencia tenga una presencia transversal en los asuntos de la Nación.
Por ahora, la discusión está sobre el tapete. Los ponentes del proyecto
esperan darle primer debate este año para asegurar su vigencia para la
próxima legislatura y entrar así a discutir con Planeación Nacional y
Minhacienda los términos económicos de la propuesta y la modificación de
la estructura del Estado.
Lo único claro es que si no empezamos a crecer, la brecha con otros
países será mayor y la inclusión en el mercado global aún más difícil,
concluye la senadora.
FUENTE DE INFORMACIÓN
El Tiempo. (05 de Abril de 2015). Obtenido de
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2724533