Transcript
  • i * , mj iiv t^nqpppi —

    a MUNDO, SAN JUAN, F. R. - MARTES 25 DE OCTUBRE DE 1931,

    PAGINA DEL HOGAR

    . Mil. Franklta

    TtÜViaLa J&úvda QUINCY, Illinois.—Fué más bien agradable dormir en

    un hotel anoche, después de haber pasado cinco noches con- secutivas durmiendo en los trenes. Aunque parezca raro, diré que me hizo cierta falta la moción peculiar de este ve- hículo, lo que demuestra cuin pronto podemos adaptarnos a las circunstancias.

    Cuando llegamos bajo una lluvia fina hasta el Centro Cívico de Hammond, India- na, donde yo dictaría mi conferencia, el lu- gar me pareció grande. Pero mis anfitrio- nes fueron tan amables que casi en seguida perdí todo el miedo y entré resueltamente para enfrentarme a una concurrencia deli- ciosa. Se me dijo que el Centro se mante- nía desde hacia quince años, y que a veces habian tenido grandes dificultades, pero que este año las discusiones en foros se habian hecho populares y la demanda de boletos es abrumadora. Es curioso como cambian las costumbres.

    Salimos de Chicago a las diez y media de esta mañana. Nos agradó mucho saber que las señoras Cotsworth y Flynn serian nuestras anfitrionas, y que la señora Cotsworth nos acompañaia hasta Keokuk, Iowa. El tren estuvo esperando algún tiempo en Burlington, Iowa, de manera que la señora Cari Pryor arregló las cosas para llevarnos en automóvil has- ta Keokuk, donde alcanzaríamos el tren. Nos detuvimos un minuto para saludar a la tía de mi hija política Ruth, y has- ta me permití echar un vistazo al Misisipi.

    Mientras Íbamos por la región rural de Iowa pasamos frente al pueblo de Nauvoo, Illinois, que fué primero una colonia mormona, después francesa y por último alemana. Lo que me impresionó mis fué la cantidad de trabajo rea- lizada por los mormones durante los cortos siete años de su ocupación en el lugar. La fotografía de Joseph Smith revela un hombre joven y muy guapo, pero debe haber sido también muy hábil, pues la mansión en que residió durante su último año de vida todavía está en pie y es una casa de grandes pretensiones. También siguen en pie muchas otras casas, las suficiente para hacer posible una restauración ge- neral del pubelo, aunque se piensa convertir el lugar en un parque del estado.

    Desde aquí fuimos hasta Keokuk, como había dicho an- tes. El paseo es hermosísimo, y al cruzar el rio tuve una oportunidad de ver la represa, que no había podido ver an- tes. También vimos nuestro tren cruzando al otro lado del rio, y de no estar conmigo la señora Cotsworth creo que me habría puesto muy nerviosa por temor a perderlo, pero ella me aseguró que tal cosa no sucedería. Creo que solamente tuvo que esperarnos unos dos minutos para proseguir su mar- cha.

    Tuve una sorpresa muy agradable, pues yo siempre ha- bía creído que el rio Misisipi era una corriente fangosa. Pe- ro hoy aparece clara y azulenca. Pude ver un viejo barco del rio, que me pareció a la manera de una antigua dama de 1890.

    CONTRÁCT Cí-.JW» BRIDGE Coma Gana»

    Buen castigo vara un dobls malo LA sasas» *» aototpw. sja-essa**

    áarar MSB. •*** ° •cn ...A^^,;¿ .i. rtn,.- ^■^•-j -


Recommended