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Director: Pedro Urzúa B. / Representante legal: Ian MacPherson S. / Editor Periodístico : Patricio Moreno F. / Contacto Comercial: Alejandro Ruiz-Tagle H. / Gerente de Ventas / Teléfono: (32) 226 41 50 / E-mail: [email protected] / Dirección: Esmeralda 1002, Valparaíso / Propietario e Impresor: El Mercurio de Valparaíso S.A.P.
l 23 de abril se conmemora
el Día Internacional del Libro
y del Derecho de Autor.
La fecha fue escogida por
la Unesco pues coincide
—aunque algunos dicen
que no del todo— con la muerte de William
Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso
de la Vega. Tres pesos pesados de la literatura
mundial que, simplemente, modificaron
nuestra manera de percibir el mundo.
“Shakespeare, la invención de lo humano”,
escribió Harold Bloom. No es poco.
La fecha nos pilla terremoteados e incendiados,
lamentando las consecuencias de las
tragedias del primer semestre, como un país
de emergencias permanentes que somos. Y es
que las emergencias se notan más cuando la
infraestructura con que las enfrentamos es la
de un país subdesarrollado.
En un contexto así, cabe preguntarse ¿para
qué leer?
Sabemos que muchos no lo hacen o que
lo hacen apenas una vez al año, para las
vacaciones. Ahí se impone el best-seller del
verano: la novela adictiva, el horóscopo del
año que viene o el último libro de humor. Y
luego de regreso a la pega.
¿Y los que leemos? ¿Para qué lo hacemos?
Leemos para entretenernos, por cierto, como
todo el mundo lo hace en verano. Gozamos,
cuando niños, con los engaños de Ulises al
cíclope y, más tarde, con la saga “Millennium”,
que nos dejó insomnes varias noches. La
entretención es un aspecto de nuestra relación
con los libros. Pero también podemos leer
para aburrirnos, como lo esperaba Bret Easton
Ellis en sus novelones de los años 90, que
estaban hechos para saltarse páginas, para
hacer zapping, como una manera de imitar la
experiencia audiovisual.
Leemos para recordar, para no perder la
memoria, desde el Informe Rettig hasta Bolaño.
Leemos para aprender a olvidar, de la mano
de Borges, porque no se puede recordar todo
durante todo el tiempo sin quedar paralizado.
Leemos para reír, ya sea con Rufino, Hervi,
Guillo, Montt, Malaimagen o Aiquel. Leemos
para llorar a moco tendido, ya sea con el final
de “La carretera”, de McCarthy, o con el amor
E
Para qué leemos
Día Internacional del Libro
imposible de Gatsby, pues todos hemos sido
Gatsby —o Florentino Ariza, el álter ego de
Gabo— al menos una vez en la vida.
Leemos para aprender de algún gurú como
Steve Jobs o de los chicos de Pixar. Leemos
para soñar, como los personajes de Bolaño
(otra vez Bolaño, porque Bolaño, en una
escala planetaria, la lleva…).
Leemos para desafiar a la muerte, para mirarla
a los ojos o para tratar de entenderla, ya sea
de la mano de la edición latinoamericana de
la Biblia o de los libros del doctor Moody o
de Rudolf Steiner. Leemos para desordenar
el tiempo, para relativizarlo, para congelarlo,
para saltar por encima de él, como el Doctor
Manhattan en “Watchmen”.
Leemos para escapar de nuestras vidas
ordinarias, para salir a cazar a Moby Dick y a
Mocha Dick. Leemos para zambullirnos en los
aspectos extraordinarios de nuestras propias
vidas, buceando en nuestro árbol genealógico
con la ayuda de Jodorowsky, para intentar
sanarnos desde la biografía.
Leemos para asustarnos. Dejamos que H.P.
Lovecraft nos taladrase la cabeza con horrores
inenarrables, anteriores al concepto mismo de
humanidad. Leemos para ser valientes como
Tarzán, El Fantasma, el Príncipe Valiente,
Flash Gordon, Batman, Sharpe o como los
personajes trasnochados de Le Carré, que
buscan desesperadamente algún tipo de
redención, aunque sea simbólica.
Leemos para tener los pies en la tierra, como
Maquiavelo. O para alejarnos y volar a su
alrededor, como Superman. Leemos a Jaimie
Oliver para aprender las recetas de cocina y a
Tony Bourdain para viajar sin movernos.
Leemos para descubrir, como Mampato,
que todas las dictaduras tienen fecha de
vencimiento, que los mutantes a veces se
rebelan y que un buen amigo vale por un
ejército.
Leemos para perdernos en los laberintos del
sexo, como Catherine Millet. Leemos para
encontrarnos, como Chopra.
Leemos para disfrutar del lenguaje, como
Maturana, y para deconstruirlo y reinventarlo,
como Parra.
Leemos para comparar el libro con la película,
como “2001: Una odisea espacial”.
Leemos para entender por qué se producen los
terremotos y cómo prevenir los incendios.
Leemos a los que piensan distinto, para
conocerlos. Leemos a los amigos, para
quererlos más.
Leemos para vivir. Leemos porque estamos
vivos. Leemos porque aspiramos, como los
libros, a la inmortalidad.
Por: Gilberto Villarroel, editor de InteriorDIA y Midia.
Gilberto Villarroel.
3
Ernesto Pfeiffer, editor:
La mejor manera de celebrar el Día del Libro, es leyendo
ara Ernesto Pfeiffer, editor
general del sello Universidad de
Valparaíso Editorial, está claro
por qué es necesario celebrar
al libro: “Porque la lectura es
una actividad vital del hombre.
Porque la lectura lleva al pensamiento, y el
pensamiento nos permite estar vivos”, afirma.
Para Pfeiffer, el libro tiene varias dimensiones,
“y una que me encanta es el libro físico, el
libro impreso, que tiene un romanticismo que
seduce al lector. El contenido del libro es lo
vital, pero también lo es cómo se transmite”.
Para ilustrar, cuenta una anécdota: “No tenía
a mano ‘Cien años de soledad’, porque no
estaba en mi casa, y me conseguí una edición
digital: no pude pasar una página, porque
mi edición la tengo con anotaciones, puedo
recorrer las páginas, y acá no podía hacer
eso, me perdía, después no tenía batería… Yo
estoy por la reivindicación del libro objeto, sin
desmedro de que coexista la edición digital.
Si tuviera un sueño en el Mes del Libro es ese:
que se dignifique el libro objeto”.
García Márquez
Muy cerca de la conmemoración del Día
Internacional del Libro y del Derecho de Autor,
falleció el escritor colombiano Gabriel García
Márquez. Esta suerte de coincidencia lleva a
Pfeiffer a algunas reflexiones.
“Creo que hay un mensaje en el sentido de
un llamado a volver a leer. Creo que eso es
fundamental. Otra anécdota: estuve en un
megasupermercado, y lo único que había
para leer ahí era el Diccionario Sopena. Los
espacios más masivos que estamos habitando,
han quitado al libro de la línea de consumo, no
lo consideran objeto de deseo. Entonces, el
gran llamado de la muerte de García Márquez
P
es a leer: él desaparece, se desintegra, pero
su obra toma todo un nuevo vigor. Ahora
todos están leyendo a García Márquez y eso
es maravilloso. Es un llamado a volver a leer,
a releer, a reencantarnos. Hay que desconectar
todo, quedarnos sin internet, quedarnos sin
nada, para quedarnos parapetados con unos
libros”, afirma el editor.
Del mismo modo, señala, “hay que valorar la
libertad de leer. Uno puede llegar a su casa
y tener cinco libros en el velador, y escoger
cualquiera: eso es un placer. Y ese placer tiene
que ser transmitido. Cómo se transmite eso a
los niños: con pasión. Como decía Gabriela
Mistral: pasión de leer”.
Como en Farenheit
El análisis de Pfeiffer sobre esta fecha
lo lleva a una conclusión: “Más allá de
todas las actividades que se puedan hacer,
algunas un poquito parafernálicas, creo que
el ejercicio más vital para celebrar sería una
gran campaña para que todos tomen un libro
—el que quieran, libremente— y lo lean.
Como en ‘Farenheit 451’, cuando todos se
convierten en libros. Qué maravilloso sería
que el Día del Libro todos nos convirtiéramos
en un libro y nos encontráramos y fuéramos,
qué sé yo, ‘Cien años de soledad’ y ‘Crónicas
marcianas’”.
Y añade: “Lo otro importante es leer
poesía. La poesía es el legado cultural más
importante de Chile. Se puede decir como un
slogan, pero realmente lo es. O sea, García
Márquez en su discurso del Nobel nombró a
Neruda, dijo que era su gran influencia; hay
imágenes de ‘Cien años de soledad’ donde
está Neruda claramente, el tipo de metáfora
es de ‘Residencia en la tierra’: hay una suerte
de reescritura de la poesía de Neruda en la
prosa de García Márquez, se alimentan. Sería
bonito, además de la lectura libre, tomar algún
poema chileno. Porque más allá de los poetas
está la obra: uno puede descubrir un universo
en un poema”.
Día Internacional del Libro
Ernesto Pfeiffer: “La lectura es una actividad vital del hombre”.
4 Día Internacional del Libro
a decisión de escoger el 23
de abril para esta celebración,
es porque coincide con el
fallecimiento de Miguel de
Cervantes, William Shakespeare
y el Inca Garcilaso de la Vega,
todos en 1616. Aunque en rigor, la fecha no es
L
Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor:
La invitación de la Unesco a fomentar y celebrar la lecturaEl Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. A nivel internacional es promulgado por la Unesco en 1995. Así, se celebra cada 23 de abril desde 1996 en cientos de países en todo el mundo.
afalda, el emblemático personaje creado por el argentino Quino hace 50 años, es el estandarte
de los actos de celebración del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor de la Unesco,
celebrado el día 23 de abril.
La agencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(Unesco) organizó para ese día una exposición sobre “la célebre niña pacifista y contestataria”
en su sede de París, señaló en un comunicado.
También ese día comenzó el mandato de la ciudad nigeriana de Port Harcourt como capital Mundial del Libro
por un año, título que le fue otorgado por la Unesco, la Unión Internacional de Editores y por la Federación
Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas.
Entre los actos de celebración del Día del Libro figura también la presentación de la publicación “Reading in the
Mobile Era”, un estudio sobre cómo los dispositivos móviles comienzan a ser aliados de la lectura en muchas
zonas del mundo, sobre todo en aquéllas donde el acceso al libro no está al alcance de todos. El concurso
infantil “Dibuja la cubierta de tu libro”, destinado a escolares de entre 6 y 13 años, es otra de las actividades
propuestas.
“Nuestra finalidad está clara: alentar a los autores y artistas y velar porque la alfabetización y los formatos
accesibles lleguen a más mujeres y hombres, porque los libros son nuestras herramientas más poderosas para
erradicar la pobreza y construir la paz”, declaró la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
Proclamado en 1995 por la Conferencia General de la Unesco, el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor
se conmemora cada año el 23 de abril, fecha del fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes y William
Shakespeare.
M
Mafalda: la estrella de Unesco para el Día Mundial del Libro 2014La rebelde niñita creada por el argentino Quino medio siglo atrás es el estandarte de los actos conmemorativos.
exactaí: Cervantes falleció el 22 y fue enterrado
el 23, mientras que Shakespeare murió el 23 de
abril del calendario juliano, que corresponde al
3 de mayo del calendario gregoriano.
De todas formas, la Unión Internacional de
Editores propuso esta fecha a la Unesco, cuya
Conferencia General aprobó la iniciativa en
París el 15 de noviembre de 1995.
En 2001, nuevamente a iniciativa de la Unesco,
se nombró a Madrid Capital Mundial del Libro.
Desde entonces cada 23 de abril, diferentes
ciudades del mundo han ido acogiendo este
honor, realizando desde ese momento y durante
todo el año diferentes actividades culturales
relacionadas con los libros. En 2002 ocupó
el puesto Alejandría, Nueva Delhi en 2003,
Amberes en 2004, Montreal en 2005, Turín en
2006, Bogotá en 2007, Ámsterdam en 2008,
Beirut en 2009, Liubliana en 2010, Buenos
Aires en 2011, Ereván en 2012, Bangkok en
2013 y Port Harcourt lo asumió este 2014.
5Día Internacional del LibroÚnico en su tipo en la Quinta Región
EDEVAL: Sello editorial especializado en áreas jurídica y ciencias socialesMás de medio siglo de tradición avalan a esta editorial que cuenta con imprenta propia en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso.
bras de distintos
académicos y tres
publicaciones periódicas,
entre otras, produce
anualmente el sello editorial
EDEVAL perteneciente a
la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
de la Universidad de Valparaíso, que es la
continuación del que fue creado en 1961 con el
nombre “Prensas de la Escuela de Derecho”.
EDEVAL publica regularmente obras de
interés en el campo de las Ciencias Jurídicas
y Sociales, valiéndose para ello de distintas
colecciones, y cuyos autores, de preferencia,
son académicos adscritos a las Escuelas
de Derecho y de Trabajo Social, ambas
pertenecientes a la Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales UV.
EDEVAL produce también tres publicaciones
periódicas: la Revista de Ciencias Sociales,
la Revista de Trabajo Social y el Anuario de
Derecho Comercial y Marítimo.
EDEVAL es dirigido por el Decano de la
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales,
Alberto Balbontín Retamales y asistido por
un Comité Asesor formado por profesores de
vasta experiencia en la investigación científica
y la producción de libros y obras periódicas.
NUESTRAS COLECCIONES
Las colecciones del sello EDEVAL, son las
siguientes:
a) Colección Estudios y Monografías
Busca ofrecer a los estudiosos y a los
profesionales del Derecho y de disciplinas
afines, una serie de estudios y monografías, a
cargo de distinguidos especialistas, que traten
con rigor y profundidad científica temas de
interés y dificultad en tales materias.
Ob) Colección Jornadas Académicas
Difunde las versiones escritas de conferencias
y los textos de ponencias y relaciones
presentadas en jornadas y seminarios.
c) Colección Juristas Perennes
Reproduce o, en su caso, ofrece en versión
inédita obras por lo común breves pero, a la
vez, decisivas en la evolución del pensamiento
jurídico y que, por lo mismo, conservan
un valor perdurable para la comprensión
adecuada y profunda del Derecho, escritas
por autores del pasado o por contemporáneos
consagrados en la opinión pública de nuestro
tiempo.
d) Colección Cursos y Manuales
De menor extensión que un Tratado y mayores
que unos Elementos, comprende obras que
exponen como una unidad una disciplina
científica o áreas delimitadas de ésta, o bien
compendian lo medular de ella, para facilitar su
estudio por parte de estudiantes de pregrado y
postgrado.
e) Colección Temas
Trabajos científicos que se generan, de
preferencia, entre los académicos de la
Facultad, y que, constituyendo más que
simples artículos y menos que un estudio o
monografía, desarrollan, con la extensión, el
rigor y grado de sistematización acordes con
las características de la colección, materias
o aspectos delimitados de algunas de las
disciplinas que se imparten en la Facultad.
f) Colección Elementos
Obras de moderada extensión que presentan
unas nociones sencillas, pero a la vez
fundamentales, acerca de una materia acotada
de la Ciencia jurídica y de disciplinas afines.
g) Colección Aniversarios
Comprende trabajos realizados en el
contexto de efemérides universitarias de
importancia.
h) Colección Legislación comentada
Disposiciones legales de gran importancia
e interés, dispuesto de cómodo manejo, con
un comentario preciso, a cargo, en cada
caso, de un especialista en la respectiva
materia.
i) Colección Homenajes
Estudios individuales y colectivos en homenaje
a destacados profesores con motivo de su
jubilación o deceso, o de celebración de alguna
institución universitaria, centro académico o
de investigación.
j) Colección Folletos
Obras breves originadas en conferencias,
prolusiones, discursos, traducciones y
actividades de investigación universitaria,
cuyo interés e importancia recomiendan una
estampa independiente.
Foto
s: U
V.
6 Día Internacional del Libro
o concibo la vida sin libros.
Las pocas veces que presto
libros a amigos les digo la
siguiente frase: “cuídalo mucho,
ya que lo quiero demasiado,
incluso más que a mi hijos”.
Esa frase, que obviamente es una exageración,
revela un poco el amor incondicional que
siento por los libros, y no sólo por su contenido
intelectual, sino que por su condición de
objeto que transmite olores, colores, texturas
y sensaciones únicas y peculiares.
Mi amor por los libros es heredado. Durante
muchos años mi padre fue director de las
Bibliotecas de la Universidad Católica de
Valparaíso. En varias oportunidades lo
acompañaba a su trabajo, y bajábamos a
subterráneos llenos de textos antiguos y
miles y miles de libros rodeándonos. Era feliz,
mucho más que en una plaza, en una cancha
de fútbol o en los flippers (los videojuegos
de nuestra época). Mi padre se dio cuenta de
eso, de mi brillar en los ojos, de la forma en
que acariciaba las solapas, y comenzamos
una relación bastante intensa, en la que él me
conseguía el material literario que necesitaba
N
La vida sin libros
y yo le comentaba, y le pedía (como un
drogadicto) más y más lecturas.
Recuerdo con mucha intensidad cuando para
un cumpleaños me dejó una bella edición
de la novela “American Psycho”, de Bret
Easton Ellis. El libro es bellísimo, tiene una
abrumadora pintura (es una de las joyas
de mi actual biblioteca), y me di cuenta,
definitivamente, de que lo que más me gustaba
en la vida, el regalo que siempre iba a querer,
eran los libros.
Tengo una biblioteca personal de mil
ejemplares aproximadamente. Me gustaría
tener más, pero en cada mudanza (en 44 años
he vivido en 17 casas y seguiré cambiándome
por una maldición gitana a que fui sometido
cuando niño) me doy cuenta de que cargo una
cruz tremenda. Son días y días embalando
cientos de libros, de todos los tamaños,
colores, formas, olores y hasta ¿sabores? Es
un trabajo titánico, pero es lo primero que
hago, demostrándome a mí mismo que hay
muy pocas cosas que me interesan en la vida,
salvo mis queridos libros.
Cuando estoy al interior de mi biblioteca,
todo el mundo se detiene, los problemas
se desvanecen y me evado totalmente. No
quiero que me molesten, no quiero que los
ruidos que emite el mundo me distraigan. Me
imagino que debe ser como inyectarse la mejor
heroína, ésa que mató al actor Philip Seymour
Hoffman, y que me dio tanta tristeza.
Así como muchos padres tienen hijos
predilectos, yo también tengo mis libros
preferidos, los que regaloneo, cuido y protejo,
incluso con mi vida. Son dos. Uno es la edición
de “La Nueva Novela”, de Juan Luis Martínez,
con una dedicatoria a mi padre. Conocí ese
texto cuando niño, y los anzuelos, el papel
chino, los dibujos, y el poder de los textos,
dieron vuelta mi cerebro y me convirtieron
en poeta y escritor. También tengo la primera
edición del libro de Gonzalo Rojas “La miseria
del hombre”. Lo compré a 700 pesos en una
feria del libro usado en la estación ferroviaria
de Talca. Está editado en Valparaíso y viene
firmado por el ya desaparecido poeta.
Celebrar el Día del Libro es como festejar
el Día del Hijo. Los quiero mucho, a veces
demasiado, y han causado que deje de lado
importantes cosas terrenales, pragmáticas,
de la vida laboral y familiar, provocando que
me envuelva en líos y conflictos de los cuales
sólo puedo salir leyendo y adquiriendo más
libros.
Los libros han sido mi tabla de salvación, mi
ayuda última en los momentos más complejos
y duros de la vida. Me han provocado risas,
emociones intensas y sobre todo, la capacidad
de salirme de la realidad y vagar por mundos
fantásticos, antiguos, amar, odiar y vivir.
Francisco Núñez Lozano, escritor y periodista.
7
ibros de connotados autores,
como los Premios Nacionales
Margot Loyola (Artes Musicales),
Eduardo Cavieres (Historia) y
Alfonso Calderón (Literatura), y
en las más diversas áreas -desde
teología a ciencias marinas y agronomía- y
géneros -ensayo, monografía, crónica, novela,
cuento, poesía, etcétera-; participaciones en las
más importantes ferias editoriales de Europa y
de América Latina, incluyendo las de Frankfurt,
Turín, Guadalajara y Buenos Aires; y el mayor
número de publicaciones adjudicadas, entre
todas las editoriales del país, en el Fondo del
Libro y la Lectura en las convocatorias de los
últimos tres años.
Son algunos de los hitos y logros de Ediciones
Universitarias de Valparaíso (EUV) en el
último tiempo. La editorial de la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso, fundada
L
Ediciones Universitarias de Valparaíso, de la PUCV, presente en Chile y en el extranjero con un variado y prestigioso catálogo
Con una notable variedad de géneros, autores y temas, incluyendo obras de Premios Nacionales; participaciones en ferias de América Latina y de Europa; y el mayor número de publicaciones adjudicadas en el Fondo del Libro y la Lectura en los últimos tres años, esta editorial de la Católica de Valparaíso destaca por su cada vez más significativo aporte a la cultura.
en 1970, es hoy una de las más fructíferas
del país en el número de publicaciones y en
actividad internacional.
Consagrados y noveles autores
Para María Teresa Vega, su gerente general,
el éxito de la editorial se debe a su madurez
y a la dirección y la estrategia que ha
implementado en años recientes: “tenemos
una trayectoria relevante y, al mismo tiempo,
junto con publicar obras especializadas
de académicos de la Universidad y de
escritores consagrados, nos hemos abierto
a la comunidad, sobre todo regional, para
publicar tanto a nuevos autores como a otros
que ya suman varias publicaciones”.
Así, por ejemplo, el año pasado, EUV publicó
“Conversaciones en Lima”, libro que trata la
enseñanza de la historia de Chile y de Perú
en ambos países, y que fue editado por el
profesor PUCV Eduardo Cavieres, Premio
Nacional de Historia 2008; así como lanzó
“Anoche murió un bombero. Investigación
y difusión de los funerales de Bomberos de
Valparaíso”, escrito por los investigadores
Davide Piacenti y Ezio Passadore (Fondo
Nacional de Desarrollo Cultural y de las Artes
2013).
“Tanto esos libros como todos los demás
que editamos, son fruto del trabajo y la
creatividad de sus autores, y también de una
labor seria, planificada y dedicada de parte de
la editorial, pues ponemos todo de nuestra
parte para llevar a cabo publicaciones que
no solo aporten al acervo cultural y espiritual
de los lectores a partir de su contenido, sino
también atractivas, pulcramente editadas”,
detalla María Teresa Vega.
Diversidad temática y fondo del libro
Una labor que ha contribuido al
posicionamiento de la editorial como
una de las más activas del país, es la
publicación de obras patrocinadas
por el Fondo del Libro y la Lectura.
Son propuestas que van desde cuentos
infantiles y poesía a libros académicos y
especializados.
“Estamos muy orgullosos de esta línea
de trabajo, pues los autores, muchos
de ellos de Valparaíso, Viña del
Mar y la región, confían en nuestra
editorial, la que a su vez ha abierto
un espacio para que no solamente
investigadores y profesores de la
PUCV publiquen, sino también para
que cronistas, narradores, poetas y
otros autores de la zona y del país tengan
un canal de difusión y distribución acorde a
su obra”.
El problema de Dios según Heidegger, el
amor y el mensaje de Jesús, la obra de
Ariel Dorfman, el influjo de la Ilustración
en Santiago, el origen de las ciudades
chilenas, juegos mapuches, la guitarra
tropical chilena, historias del Cuerpo de
Bomberos de Valparaíso, los coleópteros del
Parque Nacional La Campana y la nutrición
deportiva, son algunas de las temáticas
abordadas en textos publicados por EUV
gracias a convocatorias recientes del Fondo
del Libro y la Lectura.
Presencia internacional
La intensa labor de EUV ha sido reconocida
por la industria editorial, que la ha invitado
a participar en eventos tanto en Chile como
en el extranjero. “EUV ha estado presente en
la Feria Internacional del Libro de Santiago y
también en la Feria del Libro de Viña del Mar,
no solo con stands, sino además con muchas
presentaciones y lanzamientos de obras. Esto
se ha proyectado hacia el exterior, pues desde
hace unos años estamos presentes en ferias
como las de Guadalajara, la más importante de
América Latina, y en otras como las de Turín y
Frankfurt”, cuenta María Teresa Vega.
En esos eventos, EUV ha podido difundir su
extenso y variado catálogo, exhibir algunas
de sus obras y concretar negocios de venta
de libros. “En Turín, en 2013, fuimos la única
editorial universitaria del país invitada”,
destaca María Teresa Vega.
Sin duda, el aporte de Ediciones Universitarias
de Valparaíso al acervo cultural del país y a la
promoción del trabajo de muchos creadores e
investigadores, es cada vez más significativo.
María Teresa Vega, gerente general de EUV, destaca la proyección internacional de la editorial de la PUCV.
La editorial de la PUCV publica desde libros académicos y especializados a poesía y cuentos.
Día Internacional del Libro