LA PRIMERA POETISA DEL
ROMANTICISMO BOLIVIANO
María Josefa MuJía (Sucre, 1812-1888),
conocida también como la Ciega,
escribió versos de dolor y de tristeza en
la intimidad de su hogar. Sus biógrafos
dicen que perdió la vista de tanto llorar
la muerte de su padre a los catorce
años de edad. Tenía una formación
autodidacta y una inclinación natural a
la versificación; único medio que le
permitía transmitir con energía y
precisión los sentimientos que le
nacían desde lo más hondo de su ser.
• María Josefa MuJía, considerada la primera poetisa boliviana, alimentó su intelecto y su
fantasía de la mano de su hermano Agustín, quien, además de leerle las obras de los
clásicos del romanticismo español y francés, le dedicó su tiempo durante veinte años,
prácticamente hasta el día en que él falleció en 1854. Desde entonces, y por cerca de
treinta cuatro años, la poeta chuquisaqueña llevó una vida en soledad, privada del amor
fraternal y sincero que le unía a su hermano, a quien le dictaba sus versos bajo la
recomendación de no revelar jamás este “secreto”. Sin embargo, conmovido por la
temática de los poemas, Agustín faltó a la promesa y se los enseñó confidencialmente a
un amigo. Ello bastó para que se divulgase la condición poética de María Josefa Mujía,
ya que, poco tiempo después, su poema, “La ciega”, apareció publicado en el periódico
“Eco de la Opinión” de su ciudad natal.
LA CIEGA
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