Número Temático 27
PSICOLOGÍA para
América Latina
Revista electrónica internacional de la
Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología (ULAPSI)
Grupos vulnerables, ciudadanía y democracia: Significados de estudiantes universitarios
Fernando González-Aguilar
Coordinador
ISSN: 1870 - 350X
Diciembre de 2014
DIRECTORIO ULAPSI Secretario General Mg. Edgar Barrero Cuéllar (Colombia)
Secretario Administrativo Dr. David Alonso Ramírez Acuña (Costa Rica)
Secretaria Tesorera Dra. Carla Biancha Angelucci (Brasil) Editor Dr. Raúl Rocha Romero (México) Editora Consultiva Dra. Maria Imaculada Cardoso Sampaio (Brasil) Correctora de estilo en portugués Lic. Marcia Machado (Brasil) Correctora de estilo en inglés Lic. María Teresa Rodríguez Rodríguez (México)
Fotografía de Portada: Maria Fernanda Gonllardo ISSN: 1870 - 350X Psicología para América Latina está incorporada como revista en La Biblioteca Virtual de la Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología (BVS-ULAPSI). La BVS cuenta con la participación de BIREME (Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud) y con la participación de la OPS (Organización Panamericana de la Salud), quien ofrece su metodología. El portal de Revistas Electrónicas en Psicología (PEPSIC), y la Scientific Electronic Library On line (SciELO), como modelo de publicación electrónica de revistas.
Revista Psicología para América Latina ULAPSI
www.revistapsicolatina.org www.ulapsi.org
CONTENIDO Editorial Ciudadanía, diversidad y democracia: Una mirada interdisciplinar ……………. 1 Raúl Rocha Romero Presentación Multidisciplina, trabajo colectivo y exploración de la ciudadanía ………………. 2 Fernando González-Aguilar. Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM Juan Manuel Piña Osorio Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, UNAM
ARTÍCULOS
Significado de democracia en estudiantes universitarios: Un estudio
desde la teoría de las representaciones sociales ................................................. 8 Fernando González-Aguilar Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM
La cultura política en estudiantes universitarios: Una comparación entre universidades interculturales y universidades de León, Guanajuato …………………………………………………………………… 35 Elí Orlando Lozano González Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
Estudiantes universitarios ante la diversidad. Significados del homosexual ………………………………………………………………………….. 66 Juan Manuel Piña Osorio Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, UNAM
Ciudadanía y diversidad sexual: Disposición de universitarios para convivir con la persona lesbiana ………………………………..…………….. 93 Graciela González Juárez Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, UNAM
Estudiantes universitarios ante personas con VIH-Sida ……………………….. 119 María Teresa Reyes Ruiz Secretaría de Educación Pública Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM
Significados acerca del indígena en universitarios del Centro de México …………………………………………………………………. 144 Hilda Berenice Aguayo Rousell Escuela Superior de Educación Física Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM
Adultos mayores: Aceptación, comprensión y estigma. El significado de estudiantes de la Región Centro de México ………………….………………. 169 Francisco Ernesto Rama Arauz Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
Editorial
Ciudadanía, diversidad y democracia: Una mirada interdisciplinar
En esta ocasión presentamos a nuestros lectores un Número Temático, el 27:
Grupos vulnerables, ciudadanía y democracia: Significados de estudiantes
universitarios, como resultado de la invitación que Psicología para América Latina le
hizo al coordinador del mismo. Nos congratulamos por ello en tanto que este número
expresa varias cuestiones fundamentales que en ULAPSI, y en la propia Revista,
nos interesa promover, atender y publicar. Primero, este número es resultado del
trabajo de un grupo de investigación interdisciplinario en el que concurren
investigadores con trayectorias diversas (si bien el equipo está integrado por
pedagogos y un psicólogo), que se expresa en las fuentes de información a las que
recurren, en las diversas perspectivas que utilizan y en los objetos que estudian en
el marco global de su línea de investigación.
En segundo lugar, porque es muestra de uno de nuestros mayores
propósitos: Incidir en la transformación social y política de nuestras sociedades a
través de su investigación, análisis y generación de conocimientos.
Además, porque contribuye al entendimiento de aquello que hoy en día es un
asunto crucial en términos de la construcción de la democracia en el marco de la
atención y respeto a la diversidad realmente existente: La emergencia de grupos
que, por su condición de género, raza, orientación sexual, religión, pertenencia
étnica, etc., se constituyen en vulnerables debido a la discriminación de la que son
objeto.
Con este número, Psicología para América Latina, continúa con su labor de
contribuir al debate, conocimiento y análisis de las realidades psicosociales de
nuestra región.
Dr. Raúl Rocha Romero Editor
Psicología para América Latina (2014), 27, 2-7
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Presentación
Multidisciplina, trabajo colectivo y exploración de la ciudadanía
Fernando González-Aguilar1
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM
Juan Manuel Piña Osorio2
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, UNAM
En el año 2006, los autores de este número especial para la Revista Psicología para
América Latina fuimos invitados a participar en uno de los macro-proyectos de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta invitación tenía el propósito
de buscar el intercambio entre académicos y académicas de diversas instancias de esta
Universidad, vinculados con las ciencias sociales y las humanidades de las escuelas,
facultades e institutos. La intención de las autoridades universitarias consistía en
romper tanto con las barreras disciplinarias como con las establecidas por las
entidades, para que los académicos conversaran y dialogaran con sus colegas
universitarios. La idea era sencilla: que la planta académica en ciencias sociales y
humanidades de la UNAM se adentrara en el trabajo colectivo, en la formación de redes
de investigación y, de ser posible, en lo que se denomina la nueva producción del
conocimiento.
Estimulados por esta invitación, decidimos discutir la obra de Gibbons, Limoges,
Nowotny, Schwartzman, Scott, y Trow (1997), La nueva producción del conocimiento.
La lectura de este libro escrito por un equipo de investigación fue apasionante. A partir
1 Mexicano. Candidato a doctor en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM). Profesor de tiempo completo en la Carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza (UNAM). México, D. F. Correo electrónico: [email protected]
2 Mexicano. Doctor en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM). Investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II. México, D. F. Correo electrónico: [email protected]
F. González-Aguilar & J. M. Piña Osorio
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de él, entendimos que a fines del Siglo XX se perciben dos modos de producción del
conocimiento en ciencias sociales denominados: modo de producción I y modo de
producción II. El I, caracterizado por el investigador aislado, quien es un verdadero
artesano de la investigación que trabaja en su cubículo y en su casa, además de que él
mismo ejecuta la mayor parte de las tareas de la investigación. Realiza su producto de
principio a fin, tal como lo hacen los artesanos que elaboran alguna mercancía. El
propósito fundamental del investigador es la publicación, dar a conocer sus hallazgos a
un público de especialistas, de profesores, de estudiantes y, en algunos casos, a una
comunidad más amplia.
El modo de producción II, por el contrario, es la nueva modalidad de la
investigación. Su peculiaridad consiste en que un grupo de académicos de diversas
disciplinas o áreas del conocimiento se reúnen para trabajar en la comprensión de un
problema social a partir de la mirada de cada uno de ellos. El propósito no es sumar las
disciplinas, sino analizar e interpretar un problema desde la perspectiva de diversos
especialistas. El resultado es un producto no fragmentado, sino analizado e interpretado
en sus diversas dimensiones, articuladas entre sí. Esta tarea sólo es posible con el
trabajo colectivo, esto es, la formación de un equipo de investigación y, en el mejor de
los casos, por la presencia de una red de investigadores.
Posteriormente concluimos que nuestro equipo de discusión, formado por
académicos y académicas provenientes de diversas disciplinas sociales y humanísticas,
se convirtiera en un grupo de investigación, para así participar en el macro-proyecto. En
su origen, este grupo estuvo integrado por psicólogos, pedagogos y sociólogos. Nuestro
objetivo consistió en adentrarnos en el estudio de la ciudadanía en los estudiantes de
educación superior. Con esto, se cumplía un primer requisito para la creación de estos
colectivos de investigación: reunirse por la demanda de una problemática de
investigación. Poco a poco fuimos precisando un objeto y universo de estudio, al tiempo
que nos propusimos manejar un lenguaje conceptual y metodológico común, para que
cada integrante, sin renunciar a su autonomía y desarrollo propios, conociera lo que se
hacía y por qué se hacía. Tanto el grado académico como la disciplina de origen de los
participantes se subsumieron en el proyecto colectivo. Los integrantes comprendieron
Psicología para América Latina (2014), 27, 2-7
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las diferentes dimensiones de la ciudadanía, la importancia de la dimensión cultural en
la sociedad actual y, a partir de ahí, la pertinencia para investigarla en poblaciones de
estudiantes de educación superior. Todos participamos en la construcción de nuestro
primer cuestionario, lo probamos y encontramos los puntos débiles. También nos
acercamos a las técnicas de asociación de palabras, y de ahí a las Redes Semánticas
Naturales. Todo esto indicaba que nos acercábamos al modo de producción II. Ya no
éramos investigadores solitarios, artesanos de la investigación, sino un equipo de
trabajo formado por varios integrantes deseosos por conocer la ciudadanía, las
dimensiones de ésta, y por analizar los resultados del trabajo de campo.
Sin embargo, a diferencia de Gibbons y su equipo que lograron elaborar un
documento firmado por todos los integrantes, nosotros sólo hemos elaborado reportes
individuales, a lo más, dos autores por documento. La integración del trabajo
conceptual, metodológico y empírico se ha limitado por los obstáculos de una redacción
colectiva. Entonces, ¿esto significaba un fracaso en la formación del trabajo de
investigación social, esto es, del modo de producción II? Consideramos que no hemos
fallado, sino que nuestro equipo ha avanzado paso a paso y ha logrado romper con las
barreras disciplinarias, las de las entidades y las de nivel educativo, porque hemos
aprendido a compartir experiencias académicas. Somos un equipo multidisciplinario que
se originó con una finalidad sencilla: discutir autores, propuestas teóricas, si acaso
metodológicas. Fuimos avanzando hasta llegar a la elaboración de propuestas de
investigación. Nuestro gran objeto de conocimiento inicial la ciudadanía, lo hemos
acotado, de manera que hemos encontrado numerosas vetas para explorar y explotar.
A partir de lo anteriormente señalado, nos queda cada vez más claro que la
multidisciplina y más aún la interdisciplina no pueden considerarse como un punto de
partida, sino que son un punto de llegada que contiene un fuerte componente de
incertidumbre, que tiene que construirse paso a paso por los equipos de trabajo
interesados en desarrollarlo. Esperamos que los artículos que se encuentran en este
número den cuenta de este proceso de investigación, en parte colectivo y en parte
individual.
F. González-Aguilar & J. M. Piña Osorio
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Teniendo como telón de fondo lo anteriormente señalado, ponemos a
consideración del lector siete artículos que se presentan bajo el nombre de Significado
de grupos vulnerables y democracia en estudiantes universitarios, con los cuales
pretendemos explorar algunos aspectos de la problemática ciudadana, tomando como
foco de atención los significados que han construido estudiantes de educación superior
de diferentes regiones de la república mexicana acerca de los denominados grupos
vulnerables y la democracia.
Consideramos que la reivindicación de la ciudadanía en la sociedad actual
(Touraine, 2005) debe identificar tanto los derechos políticos que corresponden a todos
los ciudadanos como también los derechos culturales que por definición protegen a
poblaciones particulares. Se debe reivindicar no sólo el derecho a ser como los otros,
sino también el derecho a ser diferente. Ser democráticos en una sociedad compleja y
diversa, implica aprender a vivir juntos (Touraine, 1996), para lo cual se debe asumir el
reconocimiento de los otros como sujetos, independientemente de su condición social
particular, sea ésta mayoritaria o minoritaria.
De manera particular, en el Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en
México, publicado por el Instituto Federal Electoral (IFE, 2014), en el apartado
“Discriminación y Estado de Derecho”, se apunta que la sociedad mexicana ha invertido
en la última década numerosos esfuerzos para combatir la discriminación. Han
aparecido leyes, instituciones e instancias encargadas de combatir la discriminación, sin
embargo, las percepciones y vivencias de los ciudadanos acerca de este fenómeno
social indican que la discriminación perdura. En la encuesta aplicada por esta
institución, se reportó que entre el 60% y 75% de personas perciben que otros son
discriminados por su apariencia física (75.3%), por clase social (76.4%), por el color de
piel (70.9%), por ser indígena (70.7%), por ser mujer (58.5%). El porcentaje disminuye
cuando se les pregunta si han vivido discriminación, de manera que por apariencia
física (18.4%), por clase social (20.4%), por color de piel (10.2%), por ser indígena
(5%), por ser mujer (26.4%). El cuestionamiento que surge de estos resultados es ¿por
qué, a pesar de los esfuerzos oficiales por contrarrestar la discriminación, ésta continúa
en nuestra sociedad? La explicación que proporcionan los integrantes de este informe
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es que los esfuerzos han sido fragmentados, aunado a la poca sistematicidad con la
que se conduce la política antidiscriminatoria.
Estos resultados no son distantes a lo que nos hemos encontrado con los
estudiantes de distintas instituciones de educación superior del país. En nuestras
indagaciones nos hemos centrado en los significados y formas de relación que asumen
dichos estudiantes, con respecto a los grupos que han vivido en un ambiente carente
de reconocimiento social y que han sido el blanco de diversas formas de discriminación.
Es el caso de los homosexuales, las lesbianas, personas con VIH, personas con
discapacidad, así como los adultos mayores y los indígenas.
Otra veta de análisis del estudio de la ciudadanía que está presente en este
número, corresponde a la temática de la cultura política, la cultura ciudadana y la
democracia. Resulta clave comprender las imágenes que han construido los
estudiantes acerca de la democracia vista ésta como ideal o como práctica social, así
como las formas y mecanismos a partir de los cuales se relacionan con diversos
aspectos del sistema político mexicano.
Los resultados que aquí presentamos deben ser considerados como un reporte
del avance de nuestras indagatorias que forma parte del proyecto titulado Cultura
Ciudadana y Cultura Política en Estudiantes de Universidades Interculturales y del Bajío
(IN 401014) financiado por El Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e
Innovación Tecnológica de la UNAM (PAPIIT: IN 401014).
Esperamos que la lectura de estos trabajos favorezca la reflexión sobre los
temas de la ciudadanía, sobre todo, de los déficits democráticos y culturales aún
presentes en nuestra sociedad.
F. González-Aguilar & J. M. Piña Osorio
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Referencias
Gibbons, M., Limoges, C., Nowotny, H., Schwartzman, S., Scott, P. & Trow, M. (1997).
La nueva producción del conocimiento: la dinámica de la ciencia y la Investigación
en las sociedades contemporáneas. Barcelona: Ediciones Pomares-Corredor.
Instituto Federal Electoral (2014). Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en
México. IFE: México. Recuperado el 10 de noviembre, 2014, de
http://www.ine.mx/archivos2/s/DECEYEC/EducacionCivica/Informe_pais_calidad_ci
udadania_IFE_FINAL.pdf
Touraine, A. (1996). ¿Podremos vivir juntos? La discusión pendiente: El destino del
hombre en la aldea global. México: Fondo de Cultura Económica.
Touraine, A. (2005). Un nuevo paradigma para comprender el mundo de hoy.
Barcelona: Paidós.
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Significado de democracia en estudiantes universitarios: Un estudio
desde la teoría de las representaciones sociales
Fernando González-Aguilar1
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM
[…] la representación social entra en este grupo
de teorías sociales que están orientadas hacia comprender el significado que la gente pone
a su existencia cotidiana para dar sentido a su misma vida.
Denise Jodelet (2002)
Resumen Se investigan y comparan las representaciones sociales de la democracia en estudiantes de licenciatura de tres universidades Interculturales y de la Ciudad de León, en el Estado de Guanajuato. Se enfatiza la importancia que tienen los pensamientos y las acciones de los ciudadanos en la consolidación de los procesos democráticos; al tiempo que se reconoce que en México vivimos en una sociedad compleja con altos niveles de desconfianza y sentimientos de incertidumbre sobre el futuro. Se utilizó una muestra intencional de 245 sujetos. Se aplicó la técnica de Redes Semánticas Naturales como instrumento de obtención de información, junto con elementos del Modelo de Esquema Cognitivo de Base. Los resultados permiten identificar los siguientes aspectos: el thema ser-deber ser como “macro-organizador”; un campo de representación estructurado a partir de cuatro dimensiones: valores y contravalores, contenido crítico, actores e instrumentos, y la presencia central de las palabras definidoras igualdad, corrupción, libertad y política, en todos los grupos investigados. Palabras clave: Representaciones sociales, democracia, estudiantes, educación superior.
1 Mexicano. Candidato a Doctor en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Nacional Autónoma de México. Profesor de tiempo completo en la Carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM. México, D. F. Correo electrónico: [email protected]
F. González-Aguilar
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Significado da democracia em estudantes universitários: Um estudo a
partir da teoria das representações sociais
Resumo
Nós tentamos compreender e comparar as representações sociais da democracia em três universidades interculturais de graduação e da Cidade de León, em Guanajuato. Assumimos a importância de pensamentos e ações dos cidadãos na consolidação dos processos democráticos, embora reconhecendo que, no México, nós vivemos em uma sociedade complexa, com elevados níveis de desconfiança e sentimentos de incerteza sobre o futuro. Usamos uma amostra intencional de 245 indivíduos. Como instrumento para a obtenção de informações aplicar a técnica de Naturais Semantic Networks, com elementos de Modelo Cognitive Esquema de Base. Os resultados permitem identificar o seguinte: o thema ser-deve ser como “macro-organizador”, um campo de representação estruturado a partir de quatro dimensões: valores e contra valores, conteúdos críticos, atores e instrumentos, bem como a presença central das palavras igualdade, corrupção, liberdade e política em todos os grupos investigados. Palavras-chave: Representações sociais, democracia, estudantes, ensino superior.
Meaning of democracy in university students: A study from the theory
of social representations
Abstract
This study aims to investigate and compare the social representations of democracy in undergraduate students from three Intercultural Universities of the City of León in Guanajuato State. It stresses the importance of the thoughts and actions of citizens in the consolidation of democratic processes; whilst it is noted that in Mexico, a complex society is lived with high levels of distrust and uncertainty regarding the future. A 245 subject purposive sample was used. As an instrument for obtaining information, the technique of Natural Semantic Networks, along with elements of the Baseline Cognitive Schema Model was applied. Results allow to identify the following aspects: the thema be-must be such as ”micro-organizer”; a structured representation field based on four dimensions: values and counter values, critical contents,
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actors and instruments, and the main presence of the defining words for equality, corruption, freedom and politics, in all groups investigated. Keywords: Social representations, democracy, students, higher education.
Introducción
En este artículo analizo la democracia como objeto de representación social. De
manera particular, se investigaron las representaciones sociales de la democracia en
estudiantes de licenciatura de tres universidades Interculturales2 y de la Ciudad de
León, en el Estado de Guanajuato de la república mexicana.
El interés surge del reconocimiento de la importancia de los pensamientos y de
las acciones de los ciudadanos en la solidez y estabilidad de los procesos democráticos
(Durand Ponte, 2004). La transformación de una sociedad autoritaria, como ha sido la
mexicana, en una más democrática no es sólo un asunto de mecanismos normativos
institucionales y legales, es también una problemática de significados y formas de
relación entre las personas.
En México vivimos en una sociedad compleja, con problemas económicos y
sociales básicos exacerbados (Legorreta, 2008), una transición política que ha sido
calificada como vulnerada, estancada o inconclusa (Aziz, 2009), y una profunda crisis
de seguridad vinculada al crimen organizado (Meyer, 2013), todo lo cual ha generado
altos niveles de desconfianza hacia las instituciones nacionales y sentimientos de
incertidumbre con respecto al futuro en una población cada vez más diferenciada y
demandante.
Por otra parte, en América Latina el tema de la democracia está en la mesa de
discusión de manera permanente y referida a diferentes ámbitos de la vida social. En
las décadas de los sesenta y setenta un número importante de los países
latinoamericanos fueron marcados por la presencia de dictaduras militares; actualmente
2 Los estudiantes encuestados corresponden a los estados de Quintana Roo, Estado de México y
Tabasco; con el fin de mantener la confidencialidad de cada institución, en el cuerpo del trabajo no se identifica la información correspondiente a cada Universidad.
F. González-Aguilar
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observamos sociedades en las cuales se pretende construir un futuro orientado por
valores democráticos y así enfrentar las profundas desigualdades sociales en las que
viven los sectores mayoritarios de sus poblaciones (Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo [PNUD], 2010).
El vínculo democracia-educación es una temática central, tanto desde la óptica
formativa como desde la de la investigación, que presenta un alto grado de complejidad
en la medida que incorpora problemáticas diversas que expresan dimensiones,
procesos y contextos múltiples.
La relación entre educación y democracia se ha analizado de manera sistemática
y continua a través de encuestas internacionales. Es el caso de los estudios realizados
por la Corporación Latinobarómetro y publicados en sus diversos informes
(Latinobarómetro, 2009, 2010, 2011, 2013). De éstos, llaman la atención
particularmente los cuestionamientos sobre el significado que tienen para los
latinoamericanos la noción de democracia, en la medida en que las poblaciones de los
países estudiados resultaban más o menos demócratas dependiendo de lo que se
preguntaba y la forma en que se hacía. Igualmente, es interesante observar una
relación positiva entre educación y democracia, lo que quiere decir que a mayor
educación en la población mayor apoyo a la democracia.
La información presentada abre un abanico de interrogantes; de manera
especial, en nuestro caso, las vinculadas al campo de las representaciones sociales:
¿qué significa la democracia en la vida cotidiana para el público latinoamericano?, ¿qué
relación tiene ello con el conocimiento asumido como experto personificado, en este
caso, por los investigadores, asesores y directivos de Latinobarómetro?, y ¿qué se
expresa tanto en los cuestionarios producidos como en el análisis que realizan de la
información obtenida? Dicho de otra manera, resulta de gran interés estudiar la relación
que existe entre la democracia del público y la democracia de los expertos. La tensión
entre estas dos perspectivas la constatamos cuando los analistas de Latinobarómetro
señalan que los latinoamericanos son incongruentes (Latinobarómetro, 2009) dado que
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-según su propia postura frente a la democracia- el público latinoamericano es
demócrata para unas cosas y no para otras3.
A partir de este complejo de problemas, interesa estudiar las representaciones
sociales de la democracia, es decir, estudiar la democracia como representación social.
El propósito es conocer la forma en que la democracia está presente en el pensamiento
de sentido común de individuos con un alto nivel educativo, particularmente en
estudiantes de educación superior, quienes no son especialistas ni políticos
profesionales. Nos ubicamos conceptualmente en la teoría de las representaciones
sociales formulada por Moscovici a partir de su obra inicial El psicoanálisis, su imagen y
su público, de 1961, en la cual analiza la manera en que ciertos sectores de la
población parisina se representan al psicoanálisis en tanto fenómeno sociocultural
(Ibáñez, 2001).
El trabajo que se presenta forma parte de un proyecto colectivo que un grupo de
académicos hemos realizado y que se titula La ciudadanía en actores de la educación.
A lo largo de su desarrollo se ha indagado un conjunto de expresiones de la ciudadanía
en diversos grupos de estudiantes universitarios: de universidades púbicas ubicadas en
el área metropolitana de la Ciudad de México, de escuelas normales, de universidades
interculturales, y de universidades públicas y particulares de la región del Bajío.
Con base en lo anterior, y como parte sustancial de la línea de investigación, el
propósito específico de este trabajo es conocer y comparar las representaciones
sociales de la democracia en estudiantes de licenciatura de tres Universidades
Interculturales y de la Ciudad de León en el Estado de Guanajuato. Es evidente que no
se pretenden resolver todas las preguntas planteadas, sino avanzar en la indagación de
aspectos clave de esta compleja problemática.
El presente artículo se estructura de la siguiente manera: en el primer apartado
se retoman aspectos centrales de la teoría de las representaciones sociales, con base
en las aportaciones de Moscovici (1961/1979), Moscovici y Vignaux (1994/2004),
3 Este trabajo está orientado a conocer cómo se visualiza a la democracia desde la perspectiva del
pensamiento de sentido común. Por su parte, desde la perspectiva de los politólogos existen diversas posturas, ya sea que se ubiquen más hacia lo prescriptivo o más hacia lo descriptivo. Un análisis particularmente sistemático en este campo lo tenemos en el trabajo de Emmerich, et al. Titulado Informe sobre la democracia en México 2009.
F. González-Aguilar
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Jodelet (1989) y Marková (2001). En esta oportunidad centramos nuestra atención en
los planteamientos de Moscovici y Vignaux alrededor del concepto themata.
A continuación se presenta un segundo punto titulado Campo de representación
de la democracia, formulado a manera de hipótesis de trabajo —a partir de las
orientaciones planteadas por Moscovici y de seguidores como Singéry— del análisis de
la información obtenida de diversos grupos de estudiantes en indagaciones previas y de
las tradiciones de las ciencias sociales en el campo de estudio de la democracia.
El tercer apartado corresponde al método, en el cual se precisan las
características de la muestra y de los instrumentos de obtención de la información, y del
procedimiento de aplicación. En seguida se señala cómo se analizaron los datos
obtenidos. Finalmente, se presentan los resultados de la investigación y su discusión.
Teoría de las representaciones sociales
Para Abric (2001), la representación funciona como un “sistema de interpretación
de la realidad que rige las relaciones de los individuos con su entorno físico y social, ya
que determinan sus comportamientos y prácticas”, es una “guía para la acción”, que
determina un conjunto de anticipaciones y expectativas. De esta manera, las
Representaciones Sociales (RS) pueden entenderse como un proceso práctico,
cognitivo, social y generador de identidades; como una “visión funcional del mundo” que
permite al individuo o al grupo “conferir sentido a sus conductas”, entender la realidad
mediante su “propio sistema de representaciones”, y adoptar y definir de este modo un
lugar para sí (pp. 13-30).
Una de las formulaciones que expresa más claramente el campo complejo de las
representaciones sociales, a partir de los planteamientos teóricos de Moscovici, es la
definición elaborada por Jodelet (1989), quien señala que éstas son “una forma de
conocimiento elaborada socialmente y compartida, con un objetivo práctico que
participa en la construcción de la realidad común a un conjunto social” (p. 36). Esta
noción integra diferentes elementos centrales de la teoría de las RS, destacándose el
énfasis puesto por el propio Moscovici, en su obra fundante, respecto de la función
específica de las RS, esto es: contribuir en el proceso de construcción social de la
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realidad, a través de la formación de las conductas y de la orientación de las
comunicaciones sociales.
Para el estudio de la democracia como representación social resulta de particular
importancia el concepto themata4. Este término fue originalmente utilizado por Holton
(1998) para caracterizar las preconcepciones en el campo de la ciencia que por lo
general implican diadas, como por ejemplo: atomicidad-continuo, simplicidad-
complejidad o análisis-síntesis. Posteriormente fue retomado por Moscovici y Vignaux
(1994/2004) en el marco de la teoría de las representaciones sociales, y ha sido
analizado e incorporado por Marková (2001) en diversas investigaciones, en particular
cuando compara en 1997 las representaciones de la democracia en Escocia y
Eslovaquia (libertad-opresión, justicia-injusticia), y en las cuales identifica la forma en
que este objeto representacional es tematizado en cada país. La noción de themata es
definida como una serie de concepciones antinómicas primitivas culturalmente
compartidas, son imágenes-conceptos de larga duración, pre-categorizaciones que
manifiestan no solo el arraigo socio-cultural del pensamiento social, sino también un
punto de partida básico para la generación de las representaciones sociales.
Moscovici y Vignaux: El concepto themata
Con el propósito de estudiar el complejo fenómeno de las representaciones
sociales Moscovici y Vignaux (1994/2004) proponen el concepto themata. Esta
formulación parte de una actualización de su perspectiva teórica, asumiendo esta
noción a manera de hipótesis de trabajo, como una forma de dar cuenta de las
características estructurales u organizativas de las representaciones, al tiempo de
poder articular de manera congruente expresiones culturales de larga duración en la
memoria colectiva con las formas particulares con que aparecen en el pensamiento los
objetos socialmente relevantes.
4 Themata (griego) corresponde a un sustantivo neutro plural; thema es un sustantivo neutro singular.
Tema (del griego thema.) es definido como una proposición o texto que se toma por asunto o materia de discusión. Tematizar quiere decir convertir algo en tema central de discurso, texto, discusión, obra de arte, etcétera (Real Academia Española, 2001).
F. González-Aguilar
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Un punto de partida para estos autores consiste en considerar que es posible
percibir las RS en la medida en que circulan a través del discurso, por tanto, no son
solamente un fenómeno de cognición sino también de comunicación. Son hechos
complejos enmarcados necesariamente en un pensamiento preexistente, condensan
así un “trabajo social” permanente. Representar significa “traer presentes las cosas
ausentes”. Son fenómenos sociocognitivos, a través de los cuales se presentan cosas
que permiten tanto satisfacer las condiciones de una coherencia argumentativa
(cognición), como favorecer la integridad normativa de un grupo (social).
Para acceder a las representaciones sociales, se requiere examinar atentamente
“los paquetes de discursos” e identificar en ellos lo que se repite, las regularidades, en
cuanto “reducción semántica”, así como lo que lo motiva o fundamenta. A partir de lo
anterior es que resulta necesario visualizar, según Moscovici y Vignaux (1994/2004),
“aquellas ideas que de algún modo poseen en determinado momento un status de
axiomas o principios organizativos” (p. 2).
Las RS siempre tienen un origen inacabado, los sujetos actúan a través de sus
representaciones de la realidad y constantemente las están reformulando. Por lo tanto,
estamos de acuerdo con estos autores en la necesidad de “analizar las RS de las RS”
(p. 3).
Otro tema central corresponde a las funciones de las representaciones sociales,
que se identifican como cognoscitivas y sociales. Las funciones cognoscitivas se
refieren a que tienen el papel de anclar significados en un mundo de conceptos
previamente establecidos, estabilizando o desestabilizando situaciones evocadas. Por
su parte, las funciones sociales están orientadas a crear y mantener identidades y
equilibrios colectivos. Ambas funciones se expresan a través de juicios y razonamientos
compartidos. A partir de una visión integral de sus funciones es posible entender que “la
cognición organiza lo social” y que lo simbólico modula constantemente “nuestras
aventuras humanas”.
Respecto de las posibilidades de orden teórico y metodológico del concepto
themata, Moscovici y Vignaux (1994/2004) consideran a las RS como formaciones
particulares que se organizan a modo de sistemas de prescripciones, prejuicios,
Psicología para América Latina (2014), 27, 8-34
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etcétera, que participan siempre de la “visión global que una sociedad establece para sí
misma”, y es en este sentido que la noción themata busca esclarecer la relación entre
“visiones generales y representaciones particulares”, busca funcionar como puente
entre un nivel macro sociológico y uno micro sociológico (p. 6).
El tema (thema) surge en este marco como núcleo, como centro del campo de
conciencia que se estructura como un horizonte básico para la mente. La estructuración
temática conlleva un trabajo de objetivación, esto es, la transformación del objeto en
objeto para sí. Aquellos aspectos que son el centro de nuestro campo de conciencia.
De modo que ocupa un estatus de “realidad socialmente relevante” (Moscovici &
Vignaux ,1994/2004: 8).
Para profundizar en el análisis de la relación entre themata y RS es necesario
señalar que vivimos en un mundo de significados que nos precede como sistemas
culturales a los cuales estamos anclados; por tanto, con base en Moscovici y Vignaux,
“todos nuestros discursos, creencias, y representaciones, provienen de muchos otros
discursos y muchas otras representaciones, elaboradas antes de nosotros y derivadas
de ellas” (p. 21). Moscovici y Vignaux caracterizan a los themata como
“preconcepciones”, “concepciones primarias”, “ideas fuente” o “nociones primitivas”
profundamente ancladas en la memoria colectiva.
Finalmente, los autores proponen un planteamiento metodológico clave. Dado
que nos encontramos en una constante interacción entre “ideas fuente” estables y una
constante reformulación de la categorización de lo social, para el análisis de las
representaciones sociales se requiere transitar en términos de “una trayectoria icónica y
lingüística” en una doble dirección: ascendiendo a la búsqueda de una “idea fuente” y,
al mismo tiempo, en una dirección descendente buscando la manera en que aparecen
las categorizaciones sociales bajo la forma de “campos semánticos y esquemas” (p.
26).
Campo de representación de la democracia
Desde la perspectiva de la teoría de las representaciones sociales la noción de
campo de representación es clave, ya que permite pensar el contenido de las
F. González-Aguilar
17
representaciones como un todo estructurado, como un conjunto organizado de
cogniciones que tienen una dinámica interna que trasciende las características de sus
componentes individuales. Moscovici propuso, en El psicoanálisis, su imagen y su
público (1961/1979), estudiar las RS de manera compleja a partir de dimensiones y
procesos. El campo de representación, la actitud y la información corresponden a las
dimensiones y a la objetivación, y el anclaje a los procesos. Señaló de manera
específica que el campo de representación “nos remite a la idea de imagen, modelo
social, contenido concreto y limitado de las proposiciones que se refieren a un aspecto
preciso del objeto de representación” (p. 46). Para este autor, la noción de campo de
representación implica que hay una imagen, allí donde hay una unidad jerarquizada de
elementos cognoscitivos.
A partir de lo señalado, debe quedar claro que las RS no deben visualizarse
como un conjunto amorfo de elementos aislados. Las RS no son una lista de
cogniciones u opiniones sueltas, por tanto se requiere identificar un principio
organizativo, una estructura que le dé significado. Éste se genera a partir de los
elementos del sistema, pero se concreta considerando sus relaciones, apareciendo bajo
la forma de “teorías de sentido común” que los individuos tienen respecto del objeto
representacional.
Los individuos organizan el campo de representación a partir de las ideas
preexistentes que circulan en la colectividad, así como de los sistemas sociocognitivos
de los grupos a los que pertenecen y a sus experiencias particulares. Para su
comprensión se requiere implementar un trabajo de decodificación y recodificación de
los “paquetes de discurso” de los sujetos investigados.
Cuando Moscovici (1961/1979) investiga en la población parisina la imagen que
ésta tiene del psicoanálisis observa que puede delimitar su campo de representación
reconociendo la imagen del analista, la del analizado, la acción del psicoanalista y las
prácticas con las cuales está relacionado (p. 47). Esta codificación del discurso pone en
juego el conocimiento social de la época acerca del psicoanálisis, así como las
regularidades y argumentaciones de los grupos estudiados.
Psicología para América Latina (2014), 27, 8-34
18
Otro ejemplo de codificación del campo de representación se encuentra en
Síngéry (2001), en su trabajo Representaciones sociales y proyecto de cambio
tecnológico en empresa, en el que, a partir de un esfuerzo de interpretación, identifica
diversas dimensiones o zonas de existencia del objeto representacional: la tarea, el
usuario, los procedimientos de trabajo, las condiciones de trabajo y el contexto
relacional. Estas dimensiones expresan la forma en las que los sujetos seleccionan y
categorizan el contenido del objeto estudiado, así como resumen el conjunto de
cogniciones y evaluaciones que los individuos asocian al referente de la dimensión (p.
162).
En el caso de la democracia como objeto representacional, una forma de
aproximarse a la noción de campo de representación consiste en preguntarse ¿de qué
hablan los estudiantes cuando hablan de democracia? Esta formulación tiene
implicaciones tanto de orden cognoscitivo como comunicacional. De orden cognoscitivo
en cuanto a que los sujetos investigados dan por hecho la existencia de referentes, que
pueden ser de tipo ideal valorativo (el deber ser de la democracia) o asumidos como
reales (cómo se percibe el tema de la democracia en la vida cotidiana). El orden
comunicacional está presente en el lenguaje como código común intersubjetivo que
permite a los sujetos vincularse a partir de éste y generar identidades grupales.
A partir de los primeros resultados de nuestra investigación sobre las
representaciones sociales de la democracia en estudiantes universitarios (González-
Aguilar, 2013), identificamos que la información presente en su discurso podía
organizarse a partir de cuatro dimensiones o zonas de existencia: valores y
contravalores, actores, instrumentos y contenido crítico de la democracia,
conformándose un modelo comprensivo del campo de representación de la democracia.
Estas categorías no estaban planteadas inicialmente en su conjunto como una hipótesis
integrada; aparecieron en el proceso de análisis de las respuestas de los estudiantes.
Cabe señalar que al procesar la información obtenida en las respuestas de los
estudiantes, empezamos a identificar conceptos clave presentes en la revisión de la
literatura especializada del campo de conocimiento sobre la democracia;
particularmente en autores tales como Bilbeny (1999), Sartori (2009) y Bobbio (2010).
F. González-Aguilar
19
Método
Como ya se indicó, el propósito de la investigación es conocer y comparar las
representaciones sociales de la democracia que construyen estudiantes de educación
superior de tres universidades interculturales y de la Ciudad de León Guanajuato.
Para realizar la investigación colectiva se obtuvo una muestra no probabilística
de tipo intencional de 431 sujetos, de los cuales 40.13% son del sexo masculino y
59.86% del femenino. En el caso de esta investigación sobre la democracia, se
seleccionó una submuestra intencional conformada por 245 sujetos que corresponde al
56.84% del total, conformada como se señala en la Tabla 1.
Tabla 1. Muestra de estudiantes de educación superior que respondieron al tema de democracia
Número de participantes Universidades
44 Universidad Intercultural I
60 Universidad Intercultural II
60 Universidad intercultural III
81 León Guanajuato
Total: 245
Con respecto a los instrumentos de obtención de datos, se utilizó una técnica de
asociación de palabras que integra elementos de las Redes Semánticas Naturales
(Figueroa, González & Solís, 1981; Reyes Lagunes, 1993) con algunos elementos del
Cuestionario de Asociación del Modelo de Esquema Cognitivo de Base (SCB)
(Rouquette & Rateau, 1998). De esta manera, se pidió a los participantes que ante el
estímulo democracia evocaran tres palabras a las que les remitía dicho término5. Éstas
5 Si bien en la técnica original (Figueroa, González & Solís, 1981), se plantea que se evoquen al menos
cinco palabras, en nuestra experiencia hemos encontrado que tres palabras son suficientes para obtener un número destacado de definidoras que den cuenta del contenido del objeto estudiado, evitando la presencia de muchas palabras poco significativas que solo tienen el propósito de cumplir con la tarea encomendada. Por otro lado, cabe recordar que en la medida en que se pide a los participantes que argumenten por escrito sus asociaciones, argumentar cinco palabras o más resulta tedioso para quien contesta, lo cual va en detrimento de la calidad de las respuestas.
Psicología para América Latina (2014), 27, 8-34
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deberían ser vocablos sueltos como sustantivos, adjetivos o verbos. Una vez terminada
esta tarea debían jerarquizar cada una de las palabras anotadas de acuerdo al orden
de importancia que tuvieran para ellos. Asignando el número uno a la más importante,
el dos a la siguiente, etcétera. El orden en que aparecían escritas y el orden de
importancia no tenían necesariamente que ser el mismo.
Una vez concluida esta etapa de asociación verbal y evaluación, se pidió a los
encuestados (de acuerdo con el modelo SCB) que argumentaran cada una de sus
respuestas. Esto es, que pasaran de un prediscurso a un discurso propiamente dicho.
Según Rouquette y Rateau (1998), la asociación de palabras es un prediscurso que
permite actualizar esquemas para la representación. Sin embargo, hasta ese momento
el sujeto no tiene una idea clara de los conectores que determinan su respuesta. La
posterior argumentación es una oportunidad para esclarecerlo.
Los instrumentos de obtención de información se aplicaron de manera individual
en las aulas de los alumnos, los cuales fueron ubicados en sus salones de clase.
Esta investigación es exploratoria, por ello no se pretende generalizar los
resultados obtenidos a la población objetivo, en la medida en que se realizó un
muestreo de tipo intencional; por otro lado, dada la complejidad que representa cada
uno de los temas abordados, los resultados deben ser considerados como preliminares
y orientados a generar hipótesis de trabajo, que permitan acercarnos de manera
heurística a los fenómenos que nos interesa conocer.
Se analizó la información con base en tres orientaciones metodológicas: los
planteamientos de Síngéry (2001) acerca del significado global o razonamiento mínimo;
la propuesta de redes semánticas naturales (Figueroa, González & Solís, 1981; Reyes
Lagunes, 1993; Valdez Medina, 1998), así como la técnica de análisis de contenido
desde la perspectiva de Bardin (1996).
Para el análisis de las redes semánticas naturales, se utilizaron de manera
particular los conceptos de núcleo de la red y Peso Semántico (PS). Para esta
investigación, el núcleo de la red corresponde a las 15 primeras palabras con los pesos
semánticos más altos, los que se obtienen a partir de la frecuencia con que aparece la
palabra definidora, el lugar en que ésta es ubicada por los sujetos en orden de
F. González-Aguilar
21
importancia y la ponderación que el investigador adjudica a los lugares en que aparece
calificada la palabra (Figueroa, González & Solís, 1981; Reyes Lagunes, 1993).
Resultados
Sistema representacional de los estudiantes
En este apartado se señalan las características de las representaciones del
conjunto total de los estudiantes encuestados, con el propósito de obtener una visión
global de los mismos, posteriormente se realiza un análisis más específico comparando
los grupos y las posibles correspondencias con la visión global. En este proceso se
incorpora la información obtenida a través de las redes semánticas naturales, así como
por la argumentación especificada en sus respuestas.
En conjunto, se encontró que en el núcleo de la red general la palabra con mayor
peso semántico corresponde a igualdad, le siguen en orden decreciente política,
corrupción, libertad, voto, derecho, pueblo, respeto/respetar, elegir/elección gobierno,
poder, justicia, participación, partidos y sociedad (Véase Tabla 2).
Tabla 2. Núcleo de la red general
Núm. Palabras definidoras Peso Semántico
1 Igualdad 134
2 Política 111
3 Corrupción 77
4 Libertad 68
5 Voto 53
6 Derecho 52
7 Pueblo 47
8 Respeto/respetar 46
9 Elegir/elección 32
10 Gobierno 32
11 Poder 30
12 Justicia 30
13 Participación 27
14 Partidos 22
15 Sociedad 22
Total: 783
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Utilizando como herramienta analítica el modelo comprensivo del campo de
representación de la democracia señalado anteriormente, se observa que la dimensión
correspondiente a valores y contravalores integra 51.97% del total del peso semántico
del núcleo de la red, lo que incluye el mayor número de palabras de éste e incorpora de
manera destacada la primera palabra definidora (igualdad). En segundo lugar aparece
contenido crítico con 18.00% del PS del núcleo; en tercer lugar, actores de la
democracia, con 15.20% y, finalmente, instrumentos de la democracia con 14.30%
(Véase Figura 1).
Figura 1. Campo de representación general de democracia
A partir de las palabras definidoras incorporadas en el núcleo de la red —y de su
organización inicial como campo de representación, expresado a partir de sus
diferentes dimensiones o zonas de existencia—, podemos concluir a manera de
hipótesis de trabajo, y con base en la orientación de Síngéry (2001), que el significado
global o razonamiento mínimo de la democracia presente en el conjunto de los
estudiantes encuestados es el siguiente: La democracia es identificada por los valores
F. González-Aguilar
23
de igualdad, libertad, respeto y justicia; los cuales son un derecho para todos; sin
embargo, no se realizan por la presencia de la política, la corrupción y el poder. Tiene
como actores al pueblo, al gobierno, a los partidos y a la sociedad; y los medios para
ejercerla son: el voto, las elecciones y la participación.
Con el significado global o razonamiento mínimo se pretende captar los
elementos claves y las ideas fuente de la representación, que cumple la función de
herramienta analítica a la manera del “tipo ideal weberiano”; de manera específica,
permite contrastar sus premisas generales con las formas específicas que una
representación puede tomar en un grupo particular.
Este significado global sugiere la presencia de un macro-organizar en la
representación social de la democracia: el thema de ser-deber ser, a partir del cual se
focalizan y estructuran todos los componentes del campo de representación. De
manera central, se identifica a la democracia a partir de sus valores, sin embargo, éstos
entran en tensión con voces que cuestionan la realidad cotidiana. El resto de las
dimensiones del campo, si bien aparecen en algunos momentos con connotaciones
descriptivas, toman rápidamente contacto con los valores activando el polo del deber
ser y una realidad que finalmente es deficitaria.
Análisis comparativos entre los diferentes grupos
En este momento cabe preguntarse por la manera como las palabras definidoras,
en particular, y el razonamiento mínimo como estructura significativa global, se
presentan en los diferentes grupos estudiados. ¿Qué se encuentra cuando se
comparan los resultados en este nivel específico?
Al respecto, se observa que las primeras cuatro palabras del núcleo de la red
general (igualdad, política, corrupción y libertad) son compartidas por todos los grupos
encuestados, estas palabras se presentan como indispensables para pensar y referirse
a la democracia. Las tres primeras (igualdad, corrupción y libertad) forman parte de la
zona de valores y contravalores, y la cuarta corresponde a la zona de contenido crítico
(política). En este primer grupo de palabras no están presentes ni los actores ni los
instrumentos de la democracia.
Psicología para América Latina (2014), 27, 8-34
24
A continuación se encontró un conjunto de palabras que son compartidas por
tres de los cuatro grupos estudiados. Aquí aparecen las palabras que integran las
dimensiones correspondientes a actores (pueblo, gobierno, partidos y sociedad) y a
instrumentos (voto, elecciones y participación), así como a la dimensión de valores y
contravalores con menores pesos semánticos (respeto y derecho). Incluye también una
palabra definidora que integra la zona de contenido crítico con menor peso semántico
(poder).
Finalmente se identifica una palabra que solamente aparece en dos grupos
(sociedad) y otra que lo hace en uno solo (justicia) (Véanse Tablas 3 y 4).
Tabla 3. Núcleos de las redes semánticas de estudiantes de educación superior
Universidad Intercultural I
Universidad Intercultural II
Universidad Intercultural III
León Guanajuato
Núm. Palabras definidoras
PS Palabras definidoras
PS Palabras definidoras
PS
Palabras definidoras
PS
1 Igualdad 18 Política 33 Igualdad 40 Igualdad 54
2 Política 16 Pueblo 24 Corrupción 34 Política 31
3 Libertad 12 Voto 23 Política 31 Justicia 30
4 Pueblo 12 Igualdad 22 Libertad 27 Gobierno 18
5 Partidos 10 Corrupción 21 Derecho 20 Libertad 18
6 Sociedad 10 Respetar 13 Voto 20 Respeto 15
7 Elección 9 Decisión 13 Respeto 18 Corrupción 14
8 Participación 9 Sociedad 12 Partidos 12 Derecho 14
9 Corrupción 8 Poder 12 Equidad 10 Elección 14
10 Valores 8 Derecho 12 Elegir 9 Poder 13
11 Gobierno 7 Libertad 11 Autonomía 6 Participación 12
12 Autoridad 6 Equidad 11 Decisión 6 Pueblo 11
13 Expresión 6 Valores 7 Participación 6 Voto 10
14 Libre 5 Gobierno 7 Diálogos 5 Mentira 8
15 Mentira 5 Partidos 5 Expresión 5 Unión 8
16 No existe 5 No existe 5
17 Poder 5
F. González-Aguilar
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Tabla 4. Palabras del núcleo de la red general que son compartidas por los grupos de las diferentes universidades
Palabas definidoras
Universidad Intercultural I
Universidad Intercultural II
Universidad Intercultural III
León Guanajuato
Igualdad X X X X
Política X X X X
Libertad X X X X
Corrupción X X X X
Voto X X X
Respeto/respetar X X X
Derecho X X X
Pueblo X X X
Gobierno X X X
Poder X X X
Elección/elegir X X X
Participación X X X
Partidos X X X
Sociedad X X
Justicia X
El análisis inter-grupos permite clarificar el papel central de los valores de
igualdad y libertad. Estos no solamente son los valores democráticos que obtuvieron el
peso semántico más alto de la red general, sino que son los únicos valores presentes
en el núcleo de la red de todos los grupos. Por su parte, aun cuando respeto y justicia
son importantes a nivel macro para pensar en la democracia, no son totalmente
necesarias para todos los grupos particulares.
Por otro lado, resulta significativa la presencia de los términos política y
corrupción en este primer grupo de palabras dominantes. En nuestro modelo de la
representación de la democracia se consideró el concepto corrupción como un
contravalor, en la medida en que de manera ampliamente consensuada sintetiza las
múltiples formas en que se expresa el incumplimiento del deber ser, y objetiva la
violación sistemática de los valores democráticos a través de diversas expresiones de
abuso del poder.
El concepto política presenta características distintas; a diferencia de la noción
de corrupción, que socialmente no tiene connotaciones ni neutras ni positivas, el
Psicología para América Latina (2014), 27, 8-34
26
concepto de política puede ser visto desde diferentes horizontes, ya sea con
connotaciones valorativas negativas o, sobre todo, de tipo descriptivo formal.
El discurso de la democracia: Libertad e igualdad vs corrupción y política
En las palabras utilizadas en el discurso de los individuos está presente el
complejo fenómeno de la polifasia cognitiva (Wagner, Hayes & Flores Palacios, 2011),
que expresa la gran diversidad y riqueza de significados que un concepto puede tener
en el discurso cotidiano; coexistiendo de manera complementaria o contradictoria, en
forma explícita o implícita.
Según lo señalado, a partir de la explicación que los estudiantes dieron a la
selección de palabras con las que asociaron al concepto democracia, se profundiza en
la comprensión de sus representaciones, en este caso, tomando en consideración las
cuatro definidoras que tuvieron el mayor peso semántico de la red general y que fueron
compartidas por los cuatro grupos.
En el espacio más característico de la representación se ubica un campo de
tensión entre sus componentes a partir del thema ser-deber ser, mismo que funciona
como macro-organizador. Los valores de la democracia predominantes (igualdad y
libertad) aparecen visualizados desde el polo del deber ser, confrontados con voces
que cuestionan su realidad y que se objetivan en los conceptos de política y corrupción.
A continuación, se identifican de manera particular el significado y las relaciones
de estos componentes centrales del sistema representacional.
La democracia como igualdad
En algunos casos la formulación que hacen los entrevistados de la democracia
como ideal es explícita y directa, se la identifica con la igualdad porque según sus
respuestas “deben ser iguales hombres y mujeres” (I.1.6)6; “debemos ser tomados en
cuenta, donde no haya discriminación para ninguna persona” (I.2.4); “la igualdad debe
6 En los siguientes apartados se incluyen textualmente las frases que los estudiantes aportan para
argumentar sus respuestas de asociación. Aparecen entre paréntesis la clave de identificación de cada una de ellas. En primer término la letra inicial a la palabra definidora, seguida del lugar que ocupa en la valoración y, finalmente, el orden progresivo de la respuesta.
F. González-Aguilar
27
existir para todas las personas sin importar su edad, sexo, raza, etcétera” (I.2.9). En
otros casos, este valor se asume como norma implícita aspiracional: “Ser democrático
es ser iguales a los demás y no discriminarlos” (I.1.8); “todos somos iguales sin importar
género, color, edad, etcétera” (I.1.10). Para algunos, la norma aspiracional se
fundamenta en el derecho o en la ley: “Todos somos iguales y tenemos los mismos
derechos y obligaciones” (I.1.12); “todos tienen el derecho de ser respetados de manera
democrática” (I.2.11); “toda persona debemos ser iguales ante la ley” (I.2.5); “la
constitución dice que hombres y mujeres somos iguales” (I.1.11).
Finalmente, en las respuestas de los estudiantes al hablar de democracia como
igualdad, se encuentra que está presente, explícitamente, la tensión ser-deber ser, lo
cual es expresado de la siguiente manera: “Es importante pero en México toda persona
humilla a quien mejor le parezca y es muy notorio. En este país no hay democracia”
(I.3.12).
Se puede observar que a partir del ideal de igualdad “todos somos iguales”,
aparecen dos temas: Por un lado, la igualdad como un valor preponderante por encima
de las diferencias sociales, ya sea entre hombres y mujeres, color de piel, idiomas,
edades, clases sociales y razas; y, por otro, este valor se llena de contenido para
responder a la pregunta ¿igualdad para qué?, misma que se responde en el sentido de
que se aspira a la igualdad para tener los mismos derechos, obligaciones y servicios,
así como para elegir y para que sean respetadas las diferentes formas de opinar y de
pensar.
La democracia como libertad
Como se ha comentado, el segundo valor más importante de la representación
de la democracia es la libertad. Como en el caso de la igualdad, aquí se encuentra en el
discurso de los estudiantes que la libertad está presente como un ideal explícito, a
manera de ejemplo tenemos los siguientes señalamientos: “Como ciudadanos debemos
tener libertad, que nadie nos venga a persuadir por sus mentiras” (L.2.5); “para llegar a
la democracia se debe ser libre” (L.1.1).
Psicología para América Latina (2014), 27, 8-34
28
La norma implícita aspiracional está también presente en la fundamentación de
sus respuestas: “Gracias a la democracia tenemos libertad y con ella podemos elegir
libremente y tomar decisiones” (L.3.1); “todas las personas tenemos la libertad de hacer
y planear lo que queremos” (L.3.2); finalmente, encontramos en las respuestas la
siguiente expresión: “Somos libres para elegir y decidir nuestras vidas” (L.1.7).
Como en el caso anterior, el término libertad se llena de contenido ante la
pregunta ¿libertad para qué?, esta pregunta se responde en términos de “libertad para”:
Elegir, tomar decisiones, planear, votar, expresarse, trabajar y comunicarse.
El caso de la política
La palabra política es la segunda más importante de la red general, por su peso
semántico está muy cercana a igualdad pues aparece en todos los grupos
encuestados. Fundamentalmente es una cognición con una fuerte y constante
valoración negativa. Si bien en algún momento está asociada al ámbito de la toma de
decisiones vinculadas a la esfera pública, es asimilada constantemente al
comportamiento cuestionable de quienes la practican, en este caso los políticos. Para
expresar el primer aspecto se encuentran frases tales como: “La democracia se asocia
a la política pues es el medio para elegir a los gobernantes” (P.2.7); “influye y es para
elegir un partido político” (P.3.19).
Cuando se identifica a la política como “lo que hacen los políticos”, se
manifiestan voces en tensión que cuestionan las prácticas: “Es una forma para lograr la
mayoría de votos, pero pienso que en realidad no existe la democracia, aquí no se
respeta” (P.2.22); “en la actualidad la democracia se rige por un par de personas
tratando de buscar un poder y no beneficio de la gente” (P.3.18); “es bien entendido que
la democracia no es una prioridad en México, en realidad los que mueven son los que
están en el poder y en la política, no conocen la democracia.” (P.2.19).
La corrupción como antivalor
La cuarta y última palabra definidora que comparten todos los grupos es
corrupción, en la red general ocupa el tercer lugar. A través de ella se genera una
F. González-Aguilar
29
“reducción semántica” que sintetiza las voces que explícitamente valoran de manera
negativa la democracia realmente existente, siempre en tensión con los valores
democráticos que son desnaturalizados por los agentes corruptores. La corrupción
predomina, se muestra día a día, invade todo. Al fundamentar la relación existente entre
democracia y corrupción algunos estudiantes señalan: “La clase política lucra con los
votos de las personas” (C.1.2); “los votos no cuentan” (C.1.4); “toman decisiones que no
favorecen” (C.1.2); los políticos “no hacen nada por la sociedad sólo buscan el bien
para ellos” (C.3.5); en la democracia “siempre ha existido la corrupción de los partidos
políticos”; todos son corruptos no cumplen, mienten, roban al pueblo “todos quieren ser
presidentes para robar, no para apoyar” (C.1.9).
Discusión
Como puede observarse, la democracia del sentido común tiene múltiples caras.
Para buscar responder a la pregunta ¿de qué hablan los estudiantes cuando hablan de
democracia?, se requiere identificar la interacción de diferentes niveles de análisis. El
abordaje global permitió tener una visión de conjunto de los elementos y de la
estructura general de la representación sobre la democracia de los estudiantes de la
muestra. Por su parte, el análisis comparativo entre los grupos de estudiantes de las
diferentes regiones facilitó identificar los elementos centrales de la propia
representación. Lo imprescindible y lo prescindible de la representación en los grupos
específicos.
Cuando los estudiantes hablan de democracia están presentes consistentemente
en su discurso cuatro dimensiones: valores y contravalores, actores, instrumentos y
contenido crítico de la democracia. Sin embargo, cada una de ellas no tiene el mismo
peso, ya que predomina en un campo de tensión el tema valoral. En este nivel aparece
el thema ser-deber ser como como un macro-organizador que incorpora y le da sentido
a las dimensiones del campo de representación y a sus componentes específicos. La
democracia se identifica fundamentalmente por valores que no orientan el
comportamiento de quienes ejercen algún tipo de poder y por normas aspiracionales
que no se respetan. De manera más específica, encontramos el concepto de igualdad
Psicología para América Latina (2014), 27, 8-34
30
como la palabra individual más importante por su peso semántico en un contexto social
profundamente desigual y a la palabra corrupción como contravalor que sintetiza los
significados del déficit democrático.
La dimensión “contenido crítico” es particularmente compleja. La hemos
identificado con las palabras política y poder. Vistas desde la ciencia política, implican
que la democracia tiene que ver con el reconocimiento de lo público, del bien común y
de la regulación, a través de las instituciones, de los diferentes intereses y del
comportamiento entre las personas; sin embargo, aun cuando existen indicios de este
significado en algunos estudiantes, el significado más característico de política tiene
una connotación negativa: refiere que “la política es lo que hacen los políticos” en su
beneficio. De la misma manera, cuando se habla de poder se identifica el ejercicio de
un rol con capacidad de decisión sólo en beneficio personal, es el poder por el poder
mismo, “sólo les interesa el poder” es la formulación más característica.
A partir del análisis comparativo entre los grupos se ratifica y profundiza la
función central que tienen valores y contravalores, así como el contenido crítico de la
democracia (igualdad y libertad contra política y corrupción). Al incorporar en nuestro
análisis las argumentaciones que aparecen en el discurso de los estudiantes y que dan
significado a cada una de las palabras asociadas, encontramos ramificaciones muy
interesantes de acuerdo a las características propias de cada concepto. Estas
ramificaciones no son lineales, siguen más bien un modelo de rizoma que nos permite
observar los múltiples caminos y las particularidades de los conceptos. Estamos en
presencia de una compleja interacción entre los aspectos macro y micro de las
representaciones sociales.
La presente investigación llega hasta este punto, sin embargo, nuestros
resultados abren nuevas interrogantes. Queda pendiente profundizar en los procesos
socio-cognoscitivos e históricos sociales que permitan explicar la formación del sistema
representacional identificado, así como preguntar por las implicaciones prácticas que
tiene esta imagen de la democracia para los estudiantes en su condición de
ciudadanos, esto es, indagar su comportamiento individual y colectivo en el marco del
espacio público.
F. González-Aguilar
31
Considerando que existen grandes diferencias sociales y culturales en nuestro
país, se requiere investigar poblaciones que respondan a estas diversas realidades y
que nos permitan saber si las características de la representación de la democracia
identificadas hasta este momento como ideas fuente, estructuras socio-cognoscitivas y
temas centrales son sólo propias de la población estudiada o tienen un sentido cultural
más general. Por el momento, es claro que para los estudiantes que hemos investigado
las voces de mando de la Revolución Francesa: Liberté, égalité, fraternité (libertad,
igualdad y fraternidad) aunque cuestionadas, siguen sonando fuerte.
Psicología para América Latina (2014), 27, 8-34
32
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35
La cultura política en estudiantes universitarios: Una comparación
entre universidades interculturales y universidades de León,
Guanajuato
Elí Orlando Lozano González1
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
Resumen Se comparan algunos rasgos que configuran la cultura política de dos muestras de estudiantes universitarios mexicanos: alumnos de tres universidades interculturales de tres regiones distintas del país y alumnos de universidades de la ciudad de León, Guanajuato, en la Región Centro. Se aplicó un cuestionario a los estudiantes. Para este artículo se retoman 7 preguntas, en donde se indaga cómo se informan los alumnos respecto a la política, su confianza en figuras de poder y sus acciones relativas al voto y los partidos políticos. Los resultados muestran variedad en la forma de significar y vivir la política en los distintos estudiantes, pero se observa desconfianza hacia las figuras gubernamentales, así como hacia los partidos políticos. Este rechazo se presenta con mayor énfasis en las universidades interculturales. Palabras clave: Cultura política, estudiantes universitarios, universidades interculturales.
A cultura política em estudantes universitários: Uma comparação das
universidades interculturais e universidades de León, Guanajuato
Resumo
O objetivo deste trabalho é comparar algumas características que moldam a cultura política de duas amostras de estudantes universitários mexicanos: estudantes de três universidades interculturais de três
1 Mexicano. Mtro. en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional
Autónoma de México. Docente de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. México, D. F. Correo electrónico: [email protected]
E. O. Lozano González
36
diferentes regiões do país e estudantes de universidades na cidade de León, Guanajuato, na região central. Um questionário foi aplicado aos alunos. Para este trabalho sete perguntas são retomadas, onde é investigado como os alunos são informados sobre a política, a sua confiança em figuras de poder e suas ações sobre o voto é os partidos político. Os resultados mostram a variedade em como os diferentes alunos vivem política e suas sigificados respeito. Mas a desconfiança é visto em números do governo, bem como nos partidos políticos, tal rejeição ocorre com mais ênfase em universidades interculturais. Palavras-chave: Cultura política, estudantes universitários, universidades interculturais.
Political culture in university students: A comparison between
intercultural universities and universities from León, Guanajuato
Abstract
This paper aims to compare some features shaping the political culture from two samples of Mexican university students: students from three Intercultural universities in three different regions in the country, and students from universities in León, Guanajuato, in the Mexican Central Region. A questionnaire was applied to the students. Seven questions were resumed for this article, the questions inquire how the students are informed about politics, their trust in authorities and their actions related to vote and political parties. Results show diversity in the way different students give meaning and live politics; but distrust related to government authorities and to political parties is observed. Such rejection makes itself present with greater emphasis in intercultural universities. Keywords: Political culture, university students, intercultural universities.
Introducción
El presente artículo parte de una investigación colectiva enfocada en el estudio de la
ciudadanía en estudiantes de educación superior, y tiene por objetivo hacer una
comparación entre la cultura política que tienen dos muestras de estudiantes: por una
parte, estudiantes de tres universidades interculturales de regiones distintas del país;
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
37
por otra, alumnos de diversas universidades, tanto públicas como privadas, de la ciudad
de León, Guanajuato.
En las siguientes páginas se mostrarán las diferencias existentes en la cultura
política de estos dos grupos. Se trata de personas que viven en contextos diferentes;
por un lado, estudiantes provenientes predominantemente de ambientes rurales
(interculturales), en contraste con alumnos que han desarrollado su vida
predominantemente en la urbe (León, Guanajuato).
La cultura política se puede entender, a grandes rasgos, como las
predisposiciones subjetivas que tienen los individuos respecto a la política, sus actores,
instituciones y procesos. Es, en cierto sentido, de carácter individual, porque cada
persona es distinta a las demás, pero no es meramente una cuestión psicológica, sino
social. Una cultura, para ser tal, no puede ser exclusiva de una sola persona.
La cultura, y la cultura política en particular, son de carácter público, se
construyen en sociedad, en los contextos en los que los individuos se desarrollan,
donde crecen y se forman como personas, como miembros de una sociedad. En dichos
contextos se construye y se conforma la cultura política que las personas que ahí
conviven también comparten. Para configurar una cultura entran en juego las
tradiciones, las formas de vida, el lenguaje, los modos de hablar, los procesos
comunicativos, las condiciones de vida, además de las experiencias e intereses
individuales.
Dado lo anterior, se hipotetiza que las personas que se desarrollan en entornos
distintos manifiestan una cultura política también diferente a la de quienes no
comparten sus mismas condiciones. Es el caso de las dos poblaciones comparadas en
este estudio.
Sin embargo, también hay semejanzas. Y esto se debe en gran medida a que
todos comparten ciertos elementos comunes: el país, el régimen político. Todos estos
elementos de orden político institucional son compartidos por los alumnos que
constituyen la muestra de este estudio, por lo que también se indagan aquellos
aspectos en común respecto a su cultura política.
E. O. Lozano González
38
El primer apartado está dedicado a hacer una exposición teórica respecto de la
cultura política. Se define el concepto y se analizan sus implicaciones. Posteriormente,
se presenta el método utilizado, y se analiza el cuestionario que se aplicó.
Los resultados se dividen en tres secciones: La información política, la confianza
en figuras de poder y, finalmente, las elecciones y los partidos políticos. En cada
sección se muestran y analizan los resultados obtenidos en ambos grupos de estudio.
El artículo cierra con algunas reflexiones y cuestionamientos que surgen al
considerar los resultados.
La cultura política: Definición del concepto
La mayoría de los estudios que tratan acerca de la cultura política se han
desarrollado desde disciplinas como la ciencia política y la sociología. Sin embargo, en
otros campos de la ciencia también se ha volteado a ver este fenómeno, por ejemplo, la
antropología, la filosofía, la lingüística, la psicología y la pedagogía (Krotz, 2002). En
cada caso, dependiendo de los intereses y características propias de cada disciplina, se
producen variantes metodológicas e incluso conceptuales.
La noción de cultura política aborda una pluralidad compleja de fenómenos. El
estudio de cada uno demanda igualmente diversas aproximaciones, diferentes
confluencias interdisciplinarias, así como distintos enfoques metodológicos que
concurren al estudio de la cultura política (Ramos, 2006: 26)
Ramos (2006) ubica dos enfoques principales en el estudio de la cultura política.
Uno es el enfoque estructural–funcionalista, cuyo origen y principales características
surgen de la obra de Almond y Verba (1963). El otro lo denomina ―el giro
hermenéutico‖, que surge gracias a los aportes de Geertz (1987) en torno al estudio de
la cultura.
Ahora bien, para comprender qué es la cultura política se debe tener en cuenta
que ésta tiene aspectos tanto individuales como sociales. Esto quiere decir que cada
individuo significa y vive los procesos, instituciones y actores políticos de manera
particular. Es una disposición subjetiva. Sin embargo, es producto del contacto con los
grupos sociales con los que convive: familia, amigos, escuela. Además de la historia,
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
39
las tradiciones, las costumbres, las formas de vida, las condiciones sociales y
económicas en las que vive, que varían de región a región; y tiene que ver también con
el régimen político del país al que se pertenece, etcétera. Es decir, la cultura política se
construye en sociedad, aunque en cada persona se manifiestan rasgos individuales.
Antes de definir específicamente la cultura política, es necesario trabajar el
concepto cultura. De acuerdo con Geertz (1987), la cultura ―consiste en estructuras de
significación socialmente establecidas en virtud de las cuáles la gente hace cosas y se
adhiere a éstas‖ (p. 26). Es decir, la cultura, aunque con rasgos individuales, no es un
fenómeno meramente psicológico, sino que es fundamentalmente de carácter social y,
en este sentido, contextual, debido a la gran diversidad de grupos sociales que existen,
cada uno con características propias que los distinguen.
Los individuos nacen y, por diversos procesos de formación y socialización, se
apropian y construyen gradualmente cierta cultura, relativa a los contextos en los que
se desarrollan. Le otorgan un significado a los diferentes elementos de su entorno, esto
como un proceso individual, pero que sucede gracias a la influencia que en el individuo
ejercen los diferentes elementos que constituyen dicho entorno. La cultura otorga
identidad y pertenencia a las personas con respecto a los grupos sociales de los que
forman parte, de esa manera guía también su actuar.
El mismo autor afirma que ―la cultura es pública porque la significación lo es‖
(Geertz, 1987: 26). El significado que tienen las cosas no es una decisión arbitraria que
cada persona realiza, sino que se construye en sociedad y permite al individuo formar
parte de la misma. Geertz retoma algunas ideas de Max Weber y afirma que ―el hombre
es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, considero que la
cultura es esa urdimbre‖ (p. 20).
Se podría definir la cultura como una red compleja de significaciones que los
individuos atribuyen a los objetos sociales. Esta red se construye en los grupos sociales
y permite al individuo ser parte de la misma, ya que interioriza dichos significados, los
que son de carácter público y, por lo tanto, posibilita la comunicación e interacción al
interior de los grupos sociales. Ahora bien, la cultura política puede considerarse como
esa red de significaciones en torno a la política, sus procesos, actores e instituciones.
E. O. Lozano González
40
El estudio de la cultura política tiene su origen en la afamada obra The civic
culture, de los politólogos Gabriel Almond y Sidney Verba (1963). Es en este libro en el
que se acuña el término cultura política. Ahí intentan explicar cómo es la cultura política
en cinco naciones: Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, México e Italia.
Estos autores definen la cultura política como "el sistema de creencias empíricas,
símbolos expresivos y valores que definen la situación en la que tiene lugar la acción
política" (Almond y Verba, 1963: 965). Sin embargo, esta obra ha sido ampliamente
cuestionada por diversos pensadores, pues se le atribuyen sesgos metodológicos y una
marcada tendencia estructuralista y positivista (Ramos, 2006).
Más allá de los cuestionamientos, Almond y Verba son los responsables directos
de colocar en la mesa el concepto cultura política, y han logrado valiosos aportes a su
estudio, por lo que vale la pena rescatarlos.
Quizá lo más valioso de la obra mencionada es que, cuando fue publicada, se
comenzó a hacer énfasis en los actores políticos, es decir, en toda persona involucrada
en las relaciones de poder en el espacio público. Contrario a la predominancia de
estudios políticos enfocados en las estructuras de poder y los procesos políticos, en los
que se deja de lado a los actores políticos, mismos que pueden ser individuos o
agrupaciones. De acuerdo con Krotz (2002), lo que se busca en los estudios enfocados
en la cultura política es:
―Conocer los motivos que subyacen a las decisiones y conductas de los actores,
las ideas y los valores que los orientan, los sentimientos que influyen sobre ellos y
que, por tanto, explican su actuación y, de esta manera, gran parte de la realidad
política del país. Podría decirse también que el interés por la cultura política es el
interés por el lado subjetivo de la vida política‖. (pp. 8-9)
Conocer estas cuestiones ayuda a comprender el comportamiento político de las
personas estudiadas, que pueden ser ciudadanos de algún país, o personas
pertenecientes a algún grupo social en específico, como son en este caso los
estudiantes de las universidades interculturales y de la ciudad de León.
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
41
Desde que se inició con el estudio de la cultura política ha habido diversos
avances. En México, por ejemplo, diversos organismos gubernamentales promueven
este tipo de estudios, como el escrito de divulgación del Instituto Federal Electoral
(Peschard, 2001), y estudios empíricos de gran escala a cargo de la Secretaría de
Gobernación con las Encuestas Nacionales sobre Cultura Política y Prácticas
Ciudadanas (ENCUP) (Secretaría de Gobernación [SEGOB], 2001, 2003, 2005, 2009,
2013), y la Cámara de Diputados (Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública
[CESOP], 2012), por mencionar sólo algunos. En estos trabajos se contemplan amplias
muestras de estudio, generalmente a nivel nacional, y son de carácter
predominantemente cuantitativo.
También existen otros estudios que se realizan en entornos académicos, los
cuales tienen objetivos diferentes, específicamente generar un conocimiento más
profundo en torno a ciertos grupos sociales. Los estudios académicos sobre la cultura
política suelen delimitar más la población de estudio que aquellos promovidos por
órganos de gobierno, además de que se siguen diversas estrategias metodológicas,
que pueden ser cualitativas, cuantitativas o mixtas, además de que en estos trabajos se
hace una labor de interpretación de los datos, al contrario de los estudios a cargo de
órganos del gobierno, limitados a la descripción. Ejemplos de estos estudios son los
realizados por Durand (1998, 2002, 2004), Piña (2008), Piña, García Reyes y Lozano
(2010) y Portillo (2004).
De vuelta al aspecto teórico-conceptual, hay diversos autores que definen el
concepto cultura política, por ejemplo Durand (1998), quien expresa lo siguiente:
Definimos a la cultura política como el conjunto de reglas que posibilitan a los
actores calcular sus acciones políticas…. en la aplicación de esas reglas, en su
uso, se incluyen o movilizan valores políticos, conceptualizaciones, informaciones,
resultados, de las experiencias participativas, evaluaciones del sistema o de
partes del mismo, sentimientos y emociones, que posibilitan el cálculo de la
acción…. de acuerdo con el contexto que envuelve la acción, las reglas se
especifican, en un régimen democrático son diferentes que las existentes en un
régimen autoritario o en un régimen que transita del segundo al primero. (p. 15)
E. O. Lozano González
42
De esta cita se puede rescatar el papel que el régimen político tiene en la
conformación de la cultura política. Se hace énfasis en el hecho de que bajo un régimen
democrático se encuentra una cultura política diferente a la que se podría manifestar en
cualquier otro tipo de régimen. Es decir, la cultura política es de carácter contextual. En
este caso, el régimen político es compartido por los estudiantes que conforman las dos
muestras de estudio. Todos viven en México, por lo tanto, viven bajo el mismo régimen.
Esta situación compartida implica que entre las personas se encuentren
elementos similares en su cultura política. Pero en la cita también se mencionan
aspectos como las experiencias, los sentimientos y las emociones, que son de carácter
individual. Existe un constante juego entre los aspectos macrosociales y los
microsociales.
La cultura política parte de aspectos macrosociales: el régimen y las instituciones
gubernamentales dictan reglas, establecen el régimen, muestran el camino a seguir.
Existe, por lo tanto, cierta cultura política común al total de la población, en este sentido:
La cultura política consiste en las creencias, valores y capacidades que son comunes al
total de la población, así como también en las tendencias especiales, modelos y
patrones que sólo pueden encontrarse en sectores particulares de esta última (Almond
y Powell, 1972: 72).
Esto quiere decir que no por el hecho de vivir bajo un mismo régimen político
todas las personas tengan la misma cultura política, hay sectores que pueden tener
inclinaciones o características específicas dependiendo del contexto. Por ejemplo, Piña,
García Reyes y Lozano (2010) y Durand (2004) argumentan que los estudiantes de
educación superior poseen una cultura política distinta a la que manifiestan otros
grupos sociales de menor grado de escolaridad. Esta pluralidad se presenta también
mediante la interacción de distintas variables, por ejemplo, la situación económica, la
profesión, la región donde se vive, el sexo, el origen étnico, y muchos otros aspectos
que hacen de la sociedad algo plural y multicultural.
La cultura política es producto de un proceso de construcción en el que los
individuos —dependiendo de su situación de vida particular y de las características de
los contextos en los que se desarrollan— se informan, evalúan y toman posición ante la
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
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política. Si bien existen leyes, normas, derechos y obligaciones que marca el régimen,
estos aspectos nunca son llevados a la práctica de manera plena, sino que las
personas deciden qué acatar y qué no en función de su contexto, sus necesidades y las
características del Estado; también los actores se plantean cómo participar o, si es el
caso, no participar; sentirse cercanos o alejados a algún partido político; posicionarse
ante las autoridades, etcétera. En este sentido:
No nos parece correcto afirmar que la cultura política de los ciudadanos es sólo un
reflejo de las estructuras o sistemas; como tampoco lo es pensar que los
individuos son autónomos y calculan su acción como un simple acto individual,
ignorando cualquier contexto institucional. Para nosotros es indispensable
mantener una relación de intercausalidad entre lo micro y lo macro, entre la acción
del actor y entre el sistema político o la estructura social. (Durand, 2004: 27)
En la construcción de la cultura política están en constante juego aspectos
individuales y sociales. La cultura política se interioriza en los individuos mediante una
constante interacción entre las instituciones —las reglas del juego— y los mismos
sujetos. Pero esto no es una simple decisión individual, para que suceda entran en
acción los diversos aspectos que conforman el contexto en el que el sujeto se
desarrolla.
Hasta aquí se tiene ya un panorama de lo que es la cultura en general, y la
cultura política en específico. Sin embargo, es necesario especificar qué se entiende
por política, ya que este es un concepto de uso cotidiano y de alguna manera ambiguo.
De acuerdo con autores como Bobbio, Matteucci y Pasquino (2005) y Arendt (1997), la
política se puede entender, a grandes rasgos, como el ejercicio del poder en el espacio
público. El poder es entendido como los medios que posee una persona o grupo de
personas para lograr lo que desean sobre otra persona o grupo de personas. Y el
espacio público definido en contraposición al espacio privado o personal, es aquello que
concierne no sólo a una persona, sino más bien a una comunidad, ciudad, país e
incluso a nivel internacional.
E. O. Lozano González
44
Bajo estas premisas, la cultura política no sólo se refiere a los asuntos del
gobierno, sino que involucra aspectos de la vida cotidiana en la que se manifiestan
relaciones de poder, por ejemplo, cuando un estudiante, o grupo de estudiantes,
expresa su inconformidad ante las autoridades escolares. No se trata precisamente de
un asunto de gobierno, pero es de carácter político.
El ser humano es un ser político por naturaleza, Aristóteles lo denominó zoon
politikon o animal político. La cultura política de las personas se puede observar y
analizar a partir de la comunicación y convivencia en los grupos en los que el individuo
se encuentra inserto en su vida cotidiana, a partir de la información que recibe por
diversos medios, y también a través del gobierno y el régimen político, los cuales son
elementos importantes y quizá los más visibles al hablar de política. De acuerdo con
Peschard (2001):
―La cultura política abarca desde las creencias, convicciones y concepciones
sobre la situación de la vida política hasta los valores relativos a los fines
deseables de la misma, y las inclinaciones y actitudes hacia el sistema político, o
alguno de sus actores, proceso o fenómenos políticos específicos. (p. 16)
La cultura política es un fenómeno complejo. Para su estudio, originalmente,
Almond y Verba (1963) reconocieron tres dimensiones de toda cultura política, las
cuales tomaron como base para la elaboración de sus encuestas: la cognitiva, que se
refiere a la información y el nivel de conocimiento respecto de los componentes del
sistema político; la afectiva, referida a los sentimientos y actitudes que se experimentan
hacia el sistema político, sus partes y procesos; y la evaluativa, en la que se define qué
posición política se asume o qué clase de participación política se decide.
Estas dimensiones son retomadas en la interpretación de los datos empíricos
mostrados más adelante, aunque aquí se trabajan de una manera distinta a como lo
hicieron los autores originales. Almond y Verba pensaron en estas dimensiones para
definir indicadores y establecer el tipo de cultura política que poseen los individuos. En
este caso no se trata de establecer cierto tipo de cultura política. Se recuperan las
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
45
dimensiones como aportes conceptuales que permiten entender cómo es la constitución
de la cultura política.
Método
El presente estudio fue realizado con estudiantes inscritos en tres universidades
interculturales en distintas regiones de la República Mexicana, y en otras tres
universidades de la ciudad de León, Guanajuato. Las interculturales se ubican en tres
regiones rurales distintas de la República (centro, sureste y oriente-golfo) y las de la
ciudad de León en el medio urbano.
Se aplicó un cuestionario de 57 preguntas a los estudiantes de las seis escuelas
mencionadas: 228 alumnos respondieron al mismo en las universidades interculturales
y 122 en las de la ciudad de León. Del total de preguntas del cuestionario, sólo se
retoman siete para este artículo, aquellas referidas a la cultura política. El resto de las
preguntas se refieren a distintos aspectos referentes a la ciudadanía y datos
socioeconómicos de los alumnos encuestados, y son trabajadas por otros miembros del
equipo de investigación. Para la presentación de los datos se utilizan los porcentajes
obtenidos y en un caso se hace uso de la media.
Para realizar la comparación de los resultados se decidió establecer el sexo y la
institución como variables analíticas debido al supuesto de que existen diferencias
porcentuales marcadas en los datos resultantes, lo que indica que hay formas distintas
de ver y vivir la política entre hombres y mujeres, pero también en relación a las
instituciones universitarias a las que pertenecen los entrevistados. De esta manera, se
comparan los resultados de las tres universidades interculturales como conjunto en
contraste con las tres universidades de la ciudad de León.
Cabe mencionar que esta comparación se hace, sobre todo, en función de las
características de las universidades. Las universidades interculturales tienen ciertos
rasgos que las distinguen, están pensadas para acoger a estudiantes provenientes del
medio rural, predominantemente indígenas, en su misión general se menciona que
buscan ―promover la formación de profesionales comprometidos con el desarrollo
E. O. Lozano González
46
económico, social y cultural, particularmente, de los pueblos indígenas del país y del
mundo circundante‖ (Secretaría de Educación Pública [SEP], 2013).
Por otra parte, las universidades de la ciudad de León son típicas del medio
urbano y atienden a la población que la habita. Esta es la ciudad más grande y poblada
de la región del Bajío, a ella acuden estudiantes originarios de diversas comunidades o
ciudades cercanas, así como de la misma localidad, a recibir educación superior. Estas
instituciones tienen un perfil distinto al de las universidades interculturales.
Respecto de las carreras que estudian los alumnos encuestados, en las
universidades interculturales se tienen las siguientes: Turismo Alternativo, Ingeniería en
Agroecología, Lengua y Cultura, Gestión Municipal, Comunicación Intercultural, Salud
Intercultural y Desarrollo Rural Sustentable. En el caso de las universidades de León se
encuestó a alumnos de Psicología, Derecho, Desarrollo e Innovación Empresarial y
Lenguas Modernas e Interculturalidad. Las licenciaturas mencionadas son un claro
indicador de los diferentes perfiles que hay en ambos grupos de instituciones
universitarias.
Para el análisis de los resultados se retoman las tres dimensiones propuestas
por Almond y Verba (1963) para el estudio de la cultura política: cognitiva, afectiva y
evaluativa.
En cuanto a la dimensión cognitiva, se preguntó cuáles son los medios a través
de los cuales los estudiantes se enteran de las noticias políticas y la frecuencia con la
se informan de los asuntos políticos. Con respecto a la dimensión afectiva, se cuestionó
en relación al nivel de confianza que se tiene hacia diversas figuras de autoridad.
Finalmente, de la dimensión evaluativa se indaga al respecto del partido político de
preferencia y los criterios para decidir el voto.
En el siguiente apartado se muestran los resultados obtenidos en relación a la
dimensión cognitiva de la cultura política. Específicamente en relación a los medios por
los cuáles los alumnos se enteran de las noticias políticas y la frecuencia con la que lo
hacen.
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
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La información política
El primer elemento con el que toda persona debe contar para tomar una posición
y decidir las formas de participación política que considere más adecuadas para sí
mismo, y en función de las condiciones sociales y contextuales en las que vive, es la
información. La cultura política es una construcción social que se manifiesta de manera
subjetiva e individual, pero que se construye a partir de las interacciones que los
individuos tienen con los grupos sociales a los que pertenecen y sus instituciones,
dichas interacciones dotan al individuo de información.
De esta manera, el individuo genera imágenes, opiniones y juicios de valor en
referencia a los objetos del mundo circundante, incluida también la política, por lo que
se puede considerar parte de la dimensión cognitiva de la cultura política propuesta por
Almond y Verba (1963).
De acuerdo con Durand (2004), el conocimiento que las personas poseen es lo
que determina qué hacer o qué no hacer y en qué medida involucrarse en las acciones
políticas.
Así, se preguntó a los estudiantes qué medios utilizan para informarse de las
noticias políticas, y se obtuvieron los siguientes resultados para el total de la muestra en
los dos grupos de análisis (Ver Gráfica 1).
Los resultados indican que los periódicos son el medio predilecto que los
estudiantes consultan para conocer las noticias políticas, con una amplia ventaja para
los alumnos de León. En segundo lugar aparece la televisión, seguido por Internet. Con
porcentajes muy bajos están las revistas, la radio y de manera casi nula los libros.
Se debe aclarar que cada medio tiene ciertas particularidades, por ejemplo, la
televisión es un medio en el que se dispone de pocas opciones para elegir, en México
se cuenta con pocos canales dentro del espectro televisivo en el sistema abierto, no así
en el de paga, pero este último está restringido a los sectores sociales que cuenten con
la capacidad económica para solventarlo. Por otra parte, algunos medios más plurales y
abiertos son Internet, los periódicos e, incluso, la radio. También se destaca en los
resultados la poca preferencia de los alumnos por medios especializados como revistas
E. O. Lozano González
48
y libros, esto podría indicar que los estudiantes encuestados no poseen información
especializada con respecto a la política.
Gráfica 1. ¿Por qué medio te enteras de política?
(%)
3.1
19.7
0.9
32
3.1 2.6
36
0.8
26.2
0.8
61.5
6.6
2.5 1.6
0
10
20
30
40
50
60
70
Radio Televisión Libros Periódicos Internet Revistas Todas lasanteriores
Interculturales
León
Un caso aparte es la opción de respuesta ―Todas las anteriores‖, que refleja una
mayor disposición a enterarse de las noticias políticas por parte de los alumnos. Los
resultados obtenidos para este caso resultan contrastantes, 36% de los alumnos de
universidades interculturales la eligieron, en contraparte de 1.6% de los provenientes de
León.
La ENCUP 2012 (Secretaría de Gobernación [SEGOB], 2013), aplicada en todo
el territorio nacional y a una muestra plural, es decir, no sólo jóvenes universitarios,
coloca a la televisión como el principal medio que los ciudadanos consultan para
informarse de las noticias políticas, alcanza un 76% de las preferencias. En la muestra
de estudiantes para esta investigación la televisión aparece por debajo de los
periódicos.
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
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Una segunda pregunta que se realizó podría brindar mayor claridad en torno a la
información política que poseen los estudiantes encuestados. Se les cuestionó con qué
frecuencia suelen informarse al respecto. Las respuestas se presentan en la Tabla 1.
Al observar la tabla es posible ver que se obtuvieron resultados muy similares
para ambos grupos de estudiantes. La respuesta que mayor porcentaje obtuvo fue ―De
vez en cuando‖, con 42.6% del total de la muestra de ambos grupos. Le siguen, en
ambos casos, ―Dos o tres días a la semana‖, ―Todos los días‖, ―Un día a la semana‖ y
―Nunca‖, en dicho orden.
Tabla 1. ¿Con qué frecuencia te informas de asuntos políticos?
Escuela
Sexo Todos
los días
Dos o tres días
a la semana
Un día a la
semana
De vez en
cuando
Nunca Total
Universidades interculturales
Hombres 23.2% 21.3% 13.5% 38.4% 3.6% 100%
Mujeres 13.7% 21.5% 8.7% 46.7% 9.4% 100%
Total 18.3% 21.2% 11.5% 42.6% 6.4% 100%
Universidades de León
Hombres 22.2% 33.3% 19.4% 19.4% 5.6% 100%
Mujeres 11.6% 24.6% 10.5% 52.3% 4.9% 100%
Total 14.8% 24.6% 13.1% 42.6% 4.7% 100%
Estos resultados indican que, aun cuando existen ciertos niveles de información
—ya que poco más de la mitad de la muestra respondió informarse de asuntos políticos
por lo menos una vez o más a la semana—, hay una cantidad cercana al 50% de
estudiates, en los dos tipos de universidades, que mencionó sólo hacerlo de vez en
cuando, o incluso nunca.
Un dato importante es el que se obtiene en la respuesta ―Todos los días‖, ya que
en las universidades interculturales se obtuvo una cifra mayor (18.3%) que en las de
León (14.8%), sin embargo, esto contrasta con el resultado obtenido en la respuesta
E. O. Lozano González
50
―Nunca‖, ya que son más los estudiantes de escuelas interculturales que eligieron esa
opción en relación con el otro grupo.
En esta pregunta, no hay una tendencia clara respecto a cuál de los dos grupos
de estudiantes tienden a informarse con mayor o menor frecuencia, pues las cifras
obtenidas son muy parecidas en ambos casos. Pero se puede afirmar que los hombres
se informan con mayor frecuencia que las mujeres en los dos grupos de análisis, la
evidencia la otorgan las cifras obtenidas en la opción ―Todos los días‖, mientras que los
hombres superan en ambos casos 20%, las mujeres apenas rebasan el 10%.
Los datos obtenidos mediante esta pregunta apuntan hacia estudiantes que no
tienen un alto nivel de información política, sino más bien bajo. Día con día se gestan
incontables acontecimientos de interés público, hechos políticos, por lo que la
frecuencia con la que dicen informarse los alumnos es insuficiente. No se trata de
generalizar, en cada institución deben existir alumnos con mucho interés en estos
temas, pero también existen aquellos a los que no les interesa la política.
De acuerdo con la ENCUP 2012 (Secretaría de Gobernación [SEGOB], 2013), el
65% de los encuestados tiene poco interés en la política, mientras que sólo el 16%
tiene mucho interés en la misma. En adición, 39% tiene nulo o bajo conocimiento de la
política, y sólo el 19% tiene un elevado conocimiento al respecto. Estos datos reafirman
lo obtenido en esta investigación enfocada en alumnos de educación superior.
El régimen político en México es democrático, así lo dicen las leyes: El Artículo
40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice:
―Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa,
democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo
concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida
según los principios de esta ley fundamental‖.
Se esperaría así que un ciudadano estuviera fuertemente informado acerca de la
realidad política cotidiana y recibiera dicha información de manera crítica con el fin de
vigilar la actuación de los gobernantes, ya que, según Sartori (1992), en un régimen
democrático el titular del poder político es el ciudadano, como conjunto, y no la clase
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
51
gobernante. Por lo tanto, es labor del ciudadano vigilar la actuación de los gobernantes
y para ello necesita información. Los datos aquí obtenidos hablan de una realidad
diferente.
Confianza en figuras de poder
La información que poseen las personas es el primer elemento para formarse
una opinión ante la política, sus actores, sus instituciones y sus procesos. Permite
también asumir una actitud, que se refiere a la posición que se toma ante algo, y puede
ir de lo favorable a lo desfavorable. Esta información puede ser especializada, amplia y
crítica; pero también puede ser escasa y carecer de reflexión. Sea cual sea el caso, la
información lleva a una toma de postura.
En este punto se explorará cuál es el nivel de confianza que tienen los
estudiantes ante diversas figuras de poder. Esto es parte de la dimensión afectiva de la
cultura política, la que se refiere al apego al sistema, la actitud ante el mismo y sus
procesos y actores. En este caso se centra la atención en los actores.
La manera en que se procedió para explorar esta dimensión fue preguntando a
los estudiantes el nivel de confianza que diversas figuras de autoridad representan para
ellos en una escala del 1 al 10. Se obtuvo una media del total de respuestas y los
resultados se observan en la Gráfica 2.
La gráfica muestra con claridad la disparidad que existe en la confianza que los
estudiantes de ambos grupos de análisis le otorgan a las diferentes figuras de
autoridad. Los estudiantes de las universidades de León, Guanajuato, tienen una
confianza mayor en todos los casos.
Respecto a las autoridades mencionadas, los primeros cuatro nombres remiten a
las autoridades gubernamentales (presidente de la república, gobernador del estado,
presidente municipal y delegado), las siguientes dos figuras se refieren a los cuerpos
armados encargados de la seguridad pública y de la nación (policía y ejército,
respectivamente), y finalmente se evalúa a las autoridades escolares (director y
representante estudiantil).
E. O. Lozano González
52
Gráfica 2. Nivel de confianza en figuras de autoridad
Escala 1 a 10
3.7 3.9 3.94.2 4.0
5.76.3 6.36 6.3
4.6
6.6
4.9
7.4
8.5
7.4
0.0
1.0
2.0
3.0
4.0
5.0
6.0
7.0
8.0
9.0
Interculturales
León
Los estudiantes encuestados de las universidades interculturales muestran una
baja confianza en las figuras de poder, sobre todo, respecto a las cuatro primeras
(autoridades gubernamentales). En los casos de presidente de la república,
gobernador y presidente municipal fueron calificados por debajo de 4, mientras que el
Delegado supera por 2 décimas esta cifra. El presidente de la república es la figura que
menor nivel de confianza inspira en estos alumnos, lo evaluaron con 3.7. Al considerar
que se trata de una escala del 1 al 10, estos resultados son considerablemente bajos.
En el mismo rubro, los alumnos de las universidades de León califican por arriba
de 6 a tres de las cuatro figuras de autoridad gubernamental, sólo el presidente
municipal alcanza una media de 4.6; de esta manera, es la autoridad con el menor
grado de confianza para los estudiantes de la zona urbana, al que le sigue el policía con
4.9.
En las universidades interculturales la policía inspira una confianza baja (4) y el
ejército una mayor (5.7), aunque ambas por debajo de la media de las universidades de
León, donde se tienen medias de 4.9 y 7.4, respectivamente.
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
53
Finalmente, las autoridades escolares son las que conjuntan las valoraciones
más altas en ambos casos, aunque con la misma tendencia de toda la gráfica, en la que
los alumnos de León son más positivos en cuanto a sus valoraciones del nivel de
confianza que les inspiran las autoridades.
En la ENCUP 2012 (Secretaría de Gobernación [SEGOB], 2013) se pregunta
también por el nivel de confianza en diversos actores e instituciones, algunos incluidos
también en este trabajo: el presidente es calificado con 5.3, gobernadores con 5,
presidentes municipales con 4.9 y la policía con 4.3. En comparación con la Gráfica 2
de este documento, los alumnos de universidades interculturales califican por debajo
del promedio nacional a dichas autoridades, y los de León por arriba del mismo.
Además, se observa una tendencia a desconfiar con mayor énfasis en las figuras
cuyo poder es más amplio, a estos actores se les podría considerar además como
distantes (por ejemplo, el presidente de la república o el gobernador del estado). Por el
contrario, a mayor cercanía corresponde mayor aprobación, como es el caso de las
autoridades escolares, aunque el espacio donde ejercen su poder es más reducido.
La persona común, en este caso estudiantes, se puede encontrar de manera
cotidiana y casual con el director de la escuela, representantes estudiantiles, policías,
soldados, el delegado o incluso el presidente municipal, pero esto no sucede con
figuras como el presidente de la república o el gobernador del estado, de quienes
escucha hablar por medio de los medios masivos de comunicación.
En la Gráfica 2 se observan diferencias claras en ambas poblaciones, al respecto
podrían existir múltiples causas que permitan comprenderlas; la confianza es un
fenómeno que no depende de un sólo factor, sino que es multicausal y complejo. Sin
embargo, hay un dato obtenido del cuestionario que brinda ciertos elementos para la
interpretación, los ingresos económicos personales mensuales (Tabla 2):
La tabla muestra con claridad que los ingresos personales mensuales de los
alumnos de las universidades interculturales son menores que los del otro grupo. La
mitad de los alumnos de escuelas interculturales dijo obtener menos de mil pesos, en
comparación con el 23.8% de los alumnos de la ciudad de León. Por otra parte, sólo
E. O. Lozano González
54
2.6% afirma tener a su disposición más de 2500 pesos, en contraste con el 20% en el
caso de los alumnos de León.
Tabla 2. Ingresos personales mensuales (en pesos mexicanos)
Escuela Sexo
Menos de
1000
De 1001 a 1500
De 1501
a 2000
De 2001
a 2500
Más de
2500
N/C Total
Universidades Interculturales
Hombres 55.9% 18.9% 1.8% 0.9% 0.9% 21.6% 100%
Mujeres 44.4% 23.9% 2.6% 1.3% 1.8% 24.8% 100%
Total 50% 21.5% 2.2% 1.7% 2.6% 23.2% 100%
Universidades de León
Hombres 22.2% 11.1% 22.2% 8.3% 19.4% 16.7% 100%
Mujeres 24.4% 20.9% 14% 4.9% 16.3% 20.9% 100%
Total 23.8% 18% 16.4% 4.9% 17.2% 19.7% 100%
No se pretende generalizar, pero es una realidad que las condiciones
económicas pueden cambiar en gran medida el panorama y la visión de la vida de las
personas. Quienes tienen mayor solvencia económica se enfrentan a menos
dificultades que aquellos que pasan por apremios dadas sus limitaciones económicas.
Los alumnos de las universidades interculturales, podemos suponer, viven en
condiciones económicas más precarias que los de la ciudad de León. Al tener esto en
cuenta, se puede pensar que exista mayor descontento con las figuras de autoridad. Se
le puede imputar al gobierno y a las figuras de autoridad no haber mejorado las
condiciones de vida de este grupo de personas, y de ahí la falta de confianza.
Las elecciones y los partidos políticos
Una de las primeras oportunidades de participación política en el ámbito formal
que tienen los jóvenes mexicanos es durante los periodos electorales, al ejercer su
voto. El momento en el que se introduce la papeleta a la urna electoral es la
consecuencia de un proceso en el que el individuo se ha informado, ha analizado las
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
55
propuestas políticas y ha tomado cierta postura. Esto le permite decidir qué hacer, si
votar o no, a quién dar su voto y porqué razones.
Al momento en el que la información y la actitud entran en acción se le puede
ubicar dentro de la dimensión evaluativa de la cultura política (Almond y Verba, 1963).
Existen múltiples formas de participación política, las que pueden ir de lo institucional a
lo no institucional, de lo convencional y formal a lo no convencional. Diferentes formas
de protesta, la autogestión comunitaria y la participación en distintos tipos de
organizaciones son también formas de participación política y forman parte de la cultura
política.
Para este artículo se centra la atención en la participación electoral y en la figura
de los partidos políticos. No porque ésta sea la más importante o la única forma de
participación, pero sí es quizá lo más visible y común. El voto es ampliamente
promovido en los medios de comunicación y son millones de personas las que lo
ejercen, y los candidatos, hasta ahora, van respaldados por algún partido político. Por
esa razón, en este artículo nos enfocaremos en ellos. La Tabla 3 muestra los resultados
con respecto a los criterios por los cuáles los alumnos deciden su voto.
La respuesta con el mayor porcentaje es la que dice que eligen al presidente
municipal por sus propuestas. En ambos grupos de estudiantes la calificación
sobrepasa el 85%. La segunda respuesta mayoritaria es ―Por el partido al que
pertenece‖, con un porcentaje considerablemente mayor para los estudiantes de León
que para los de las instituciones interculturales. Las otras dos respuestas obtuvieron
porcentajes mínimos, sobre todo en el caso de las universidades de León.
Que los estudiantes hayan respondido mayoritariamente que eligen su voto con
base en las propuestas implica que cuentan con información que les permite
fundamentar la elección en aquéllas que más convienen al estudiante y a su
comunidad. Se demuestra que la elección de un candidato no se basa en otros criterios,
como la simpatía que pueda generar, que se hayan ofrecido materiales o regalos, o
incluso la preferencia por el partido político de pertenencia.
E. O. Lozano González
56
Tabla 3. Eliges al presidente municipal porque…
Escuela Sexo
Te cae bien
Te ofrece materiales
para construir tu casa o te da una despensa
Por sus propuestas políticas,
económicas y sociales
Por el partido al
que pertenece
N/C Total
Universidades interculturales
Hombres 1.8% 4.5% 89.2% 2.7% 1.8% 100%
Mujeres 4.3% 1.7% 88% 6% 0% 100%
Total 3.1% 3.1% 88.6% 4.4% 0.8% 100%
Universidades de León
100%
Hombres 0% 2.8% 80.6 16.7% 0% 100%
Mujeres 0% 0% 87.2 12.8% 0% 100%
Total 0% 0.8% 85.2 13.9% 0%
De acuerdo con la ENCUP 2012 (Secretaría de Gobernación [SEGOB], 2013), el
57.67% de los encuestados elige a su candidato con base en sus propuestas, mientras
que sólo el 8.95% lo hace debido al partido político al que pertenece. Esta tendencia
corresponde a lo obtenido en nuestra investigación, sin embargo se debe considerar
que los estudiantes de educación superior tienen características particulares que los
distinguen de otros sectores de la sociedad, por ello los resultados deben tomarse con
cautela.
Lo que se muestra en la tabla anterior es que ejercer el voto requiere de una
reflexión, al parecer los estudiantes se informan y analizan antes de asistir a las urnas.
Pero se puede dar el caso de que ningún candidato satisfaga claramente sus
expectativas, ¿qué ocurre entonces? La Tabla 4 presenta datos relativos a dicha
situación.
Las dos respuestas con mayor porcentaje en ambos grupos son ―Votas por el
menos peor‖ y ―Asistes a las urnas para anular el voto‖. Estas dos respuestas muestran
que, a pesar de no encontrar al candidato ideal, los estudiantes tienen el compromiso
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
57
de asistir a las urnas y emitir su voto. Hacen observable su postura y llevan a cabo una
acción de participación política.
Tabla 4. Tienes que votar para elegir al presidente del país y ningún candidato
satisface tus expectativas, ¿por lo tanto tú?
Escuela Sexo
Te abstienes de votar
porque ningún candidato
satisface tus expectativas
Votas por el menos
peor
Asistes a las urnas
para anular el
voto
Te da lo mismo
votar o no votar
Total
Universidades interculturales
Hombres 18% 36% 27% 19% 100%
Mujeres 10.3% 38.4% 34.2% 17.1% 100%
Total 14% 37.3 30.7 18% 100%
Universidades de León
Hombres 27.8% 27.8% 38.9 2.3% 100%
Mujeres 17.4% 47.7 32.6 5.6% 100%
Total 20.5% 41.8% 34.4 3.3% 100%
Votar por el menos peor podría implicar que previamente se han informado de
las propuestas de cada candidato y que, aunque ninguno los satisface, reconocen la
importancia del voto y eligen a uno. Anular el voto también es una opción, incluso como
medio para manifestar la inconformidad con los candidatos y, quizá también con sus
partidos políticos.
Las dos opciones de respuesta restantes implican no votar; una es la abstención
por inconformidad, distinta a la abstención por indiferencia o desinterés en el asunto. En
este caso se puede hablar de un estudiante que posee cierta información que lo lleva a
decidirse por una participación no visible, es decir, no asistir a las urnas. De acuerdo
con Durand (2004), no participar es también una forma de participación política, y es
resultado de un proceso de reflexión y consecuencia de la inconformidad con las
opciones con que el individuo cuenta para manifestarse. Esta opción de respuesta
E. O. Lozano González
58
ocupa el tercer lugar en el caso de los estudiantes de universidades de León y el último
en el de las escuelas interculturales.
Finalmente, la opción ―Te da lo mismo votar o no votar‖, muestra una actitud de
desinterés, apatía e indiferencia. Podría relacionarse con el entorno social, las
condiciones de vida y, también, con la confianza en las figuras de poder —que en el
caso de las autoridades gubernamentales es baja, sobre todo en las universidades
interculturales (Ver Gráfica 2).
En los resultados de la opción ―Te da lo mismo votar o no votar‖, en el grupo de
las escuelas interculturales se obtuvieron cifras cercanas a 20%, en la muestra de León
los números son mínimos. No es de extrañar que los alumnos de las primeras
muestren falta de interés en los procesos electorales, si se compara con el nivel de
confianza que le otorgan a las autoridades gubernamentales. Se puede concluir que los
estudiantes que eligieron dicha respuesta no le otorgan un valor relevante a la elección
de un presidente en relación con su vida personal. Es decir, el presidente de la
república es un personaje alejado de sus vidas y por en el cual no confían.
Los candidatos van respaldados por algún partido político, instituciones
fundamentales en toda democracia. Sin embargo, autores como Touraine (2006) y
Durand (2004) afirman que su protagonismo se ha ido perdiendo en la sociedad actual
y pasan hoy por una crisis de credibilidad e identidad.
Durand (1998) afirma, en un estudio empírico acerca de la cultura política en
estudiantes de la UNAM, que más del 60% de los estudiantes de esta institución tienen
una confianza nula o casi nula con respecto a los partidos políticos. Datos más
recientes lo confirman: En un estudio realizado en la Universidad de Vanderbilt en
cooperación con Barómetro de las Américas en el año 2010 (Seligson, 2011), los
partidos políticos son la institución peor valorada del país al obtener una media de
confianza de 3.5. Lo mismo se reporta en la ENCUP 2012 (Secretaría de Gobernación
[SEGOB] 2013): El nivel de confianza de los partidos políticos alcanza una media de
4.4, sólo por encima de la policía que tiene 4.3. Estos datos confirman el desprestigio
de esta institución en México.
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
59
Sin embargo, los partidos políticos son instituciones fundamentales de la política
formal y del sistema político mexicano, son una de las formas a través de la cuales los
ciudadanos focalizan su participación política, sobre todo en periodo de elecciones. Por
esta razón se preguntó a los estudiantes si tienen algún partido político de preferencia
(Ver Tabla 5).
Tabla 5. Partido político de preferencia
Escuela Sexo
PAN
PRI
PRD
Otros
Ninguno
N/C
Total
Universidades interculturales
Hombres 2.7% 21.6% 15.3% 7.2% 47.8% 5.4% 100%
Mujeres 4.3% 13.7% 8.5% 3.5% 65.7% 4.3% 100%
Total 3.5% 17.5% 11.8% 5.3% 57.1% 4.8% 100%
Universidades de León
Hombres 36.1% 16.7% 2.8% 0% 44.4% 0% 100%
Mujeres 33.7% 10.5% 0.8% 0.8% 54.7% 0% 100%
Total 34.4% 12.3% 0% 1.2% 51.6% 0% 100%
En el caso de los alumnos de las universidades interculturales se observa una
preferencia por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), seguido por el Partido de la
Revolución Democrática (PRD), otros partidos y, finalmente, el Partido Acción Nacional
(PAN). En León el partido preferido es el PAN, luego el PRI, el PRD y otros. Las cifras
más altas en León las obtiene el PAN, superiores a 30 por ciento.
Sin embargo, la opción que impera en ambos casos, aunque es más claro en las
escuelas interculturales, es ―Ninguno‖. Gran parte de los alumnos encuestados no se
siente cercano a alguno de los partidos políticos. Basta recordar que el presidente de la
república, el gobernador del estado y el presidente municipal son las autoridades que
provocan mayor desconfianza, según la muestra de las universidades interculturales, y
tampoco obtienen cifras muy alentadoras en León (Ver Gráfica 2), y que son las figuras
de autoridad que surgen desde los partidos políticos. Encontrarse con que más de la
E. O. Lozano González
60
mitad de los alumnos no tiene algún partido político de preferencia habla también de
desconfianza.
Otros estudios realizados con estudiantes de educación superior confirman esta
tendencia. Piña, García Reyes y Lozano (2010) trabajan con estudiantes de escuelas
normales del distrito federal, y encuentran que el 42% de los alumnos encuestados para
dicho trabajo no tienen algún partido político de preferencia, mientras que el 92% no
está afiliado a alguno de ellos. Datos más drásticos los obtiene Lozano (2011), quien
indaga respecto de estudiantes de carreras de ciencias sociales en la UNAM, en la que
cerca del 70% de los estudiantes encuestados piensa que los partidos políticos no son
la mejor opción para involucrarse en la política, además, el 90% afirma no tener algún
partido político de preferencia.
Los datos arrojados por diversas investigaciones confirman que los partidos
políticos no aparecen como una opción viable para los estudiantes universitarios, y en
general para la población juvenil, esto de acuerdo con la Encuesta Nacional de
Juventud 2010, realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE, 2011), en
la que el 60% de los jóvenes consideran a los partidos políticos un obstáculo para la
democracia. En el mismo rubro, Beretta, Trincheri, Laredo y Verdi (2013) afirman que:
Los jóvenes tienden a no reconocer a los partidos políticos con posibilidades y
capacidades de transformación a corto plazo, sino más bien como espacios
burocráticos, de baja representatividad y con un fuerte cuestionamiento respecto a
su legitimidad; existe poco interés por perder la identidad individual en el seno de
grandes organizaciones, en calidad de afiliados o militantes. (p. 30)
Discusión
Los resultados del cuestionario aplicado a los dos grupos de estudiantes que se
refieren en estas páginas brindan sólo un panorama de su cultura política. En el
apartado teórico se mencionó la complejidad que conlleva este tipo de estudio. A pesar
de ello, los datos que se expusieron previamente permiten vislumbrar ciertas
características.
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
61
En la muestra predomina la pluralidad. México es un país multicultural en el que
prevalece la diversidad, y en cuanto a intereses, preferencias y tendencias políticas
también existe, los datos aquí presentados así lo muestran.
Más allá de la pluralidad, los datos permiten establecer ciertas tendencias, al
menos para la muestra elegida. En este documento se muestra ante todo
desaprobación y desconfianza hacia las figuras de autoridad, sobre todo las
gubernamentales y la policiaca, no tanto así con respecto al ejército y las autoridades
escolares.
Esta desconfianza en el gobierno se ve reflejada posteriormente en la actitud
hacia los partidos políticos, entre 50% y 60% de los encuestados no tiene algún partido
político de preferencia. Para los que sí lo tienen, el PRI es mayoría entre los alumnos
de las escuelas interculturales y el PAN en la ciudad de León.
Otro aspecto que vale la pena destacar es que en las universidades
interculturales hay desconfianza en las figuras de autoridad y en los partidos políticos
en comparación con las universidades de León. Una explicación posible la encontramos
en el perfil del estudiante que asiste a las primeras, que están enfocadas en los pueblos
indígenas y ubicadas en medios rurales. Los datos de la encuesta arrojan, además, que
sus ingresos económicos son menores que en el caso de los estudiantes de León. Las
condiciones de vida adversas podrían llevar a un distanciamiento de las instituciones y
los actores de la política formal.
De esta manera surge uno de los pendientes de la investigación, si los partidos
políticos y las elecciones no son la opción idónea de participación política para los
jóvenes estudiantes (porque además así lo confirman diversas investigaciones), ¿qué sí
lo es?, o, en todo caso, ¿cómo participan?, ¿qué piensan de la política?, ¿qué
alternativas surgen en estos entornos?, ¿cómo es el acercamiento de estos estudiantes
a la política?
Los resultados proporcionados por diversas investigaciones, por ejemplo las
diversas ENCUP o la Encuesta Nacional de Juventud, y también las realizadas con
fines académicos, muestran, específicamente en sectores juveniles, amplios niveles de
desinterés y desinformación respecto de la política y altos índices de ausencia de
E. O. Lozano González
62
cualquier tipo de participación política. Si a esto le sumamos la desconfianza y
alejamiento de las instituciones políticas formales, en especial de los partidos políticos,
estamos ante un gris panorama.
Autores como Borobia, Kropff y Nuñez (2013) y Krauskof (2000) confirman el
alejamiento de los sectores juveniles de las formas tradicionales de participación
política, como los partidos políticos, afirman que sus líneas de acción se pueden
reconocer como alternativas o nuevas, y reconocen que el joven no es visto como un
actor político tradicional, sino más bien como un actor o productor cultural. En este
sentido, la participación del joven se puede dar en diversas esferas de la sociedad, no
necesariamente en el campo político, y conlleva por lo mismo diversos objetivos y
modos de operar, que pueden ir de lo individual a lo colectivo.
Dicha participación varía de acuerdo a los intereses y el contexto en que cada
joven se desenvuelve. De esta forma, las preguntas planteadas unos párrafos atrás
adquieren una nueva dimensión. La investigación queda abierta, y permite
innumerables derroteros.
Psicología para América Latina (2014), 27, 35-65
63
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Estudiantes universitarios ante la diversidad. Significados del
homosexual
Juan Manuel Piña Osorio1
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, UNAM
Resumen Se exponen los significados expresados por estudiantes universitarios acerca de la diversidad sexual. Para obtener información se elaboró un instrumento de asociación de palabras con el término inductor homosexual. Se solicitó a los entrevistados que escribieran tres términos asociados, que los jerarquizaran y argumentaran porqué habían elegido éstos. El instrumento se aplicó a estudiantes de la Región Centro de México. Se encontró que un porcentaje ligeramente mayor a 50% de la muestra escribió palabras de aceptación, respeto, inclusión y reconocimiento. Por el contrario, 25% anotó términos negativos, con sentido homofóbico, asociándolo con lo femenino o hiper-sexual. El resto de términos fueron de tolerancia, pero enfatizaron un escenario adverso y lastimero hacia el homosexual. Palabras clave: Estudiantes, diversidad sexual, homofobia, exclusión.
Estudantes universitários frente à diversidade. Significado do termo
homossexual
Resumo
Meu objetivo neste artigo é apresentar os significados expressos por estudantes universitários sobre a diversidade sexual. Para obter informações foi desenvolvida uma ferramenta de associação de palavras com o termo indutor homossexual. Eles foram convidados a escrever três termos associados, que os hierarquizassem discutir o
1 Mexicano. Dr. en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma
de México. Investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, UNAM. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II. México, D. F. Correo electrónico: [email protected]
J. M. Piña Osorio
67
porquê de suas associações. O instrumento foi aplicado a estudantes na região central do México. Descobrimos que pouco mais de 50% da amostra escreveu palavras de aceitação, respeito, inclusão e reconhecimento, no entanto, 25%, marcou termos negativos com sentido homo fóbico, associando-os com o feminino ou o hiper- sexual. Todos os outros termos foram de tolerância, mas enfatizaram um lamentoso e adverso cenário em relação ao homossexual. Palavras-chave: Estudantes, diversidade sexual, homofobia, exclusão.
College students to diversity. Homosexual Meanings
Abstract This paper aims to present the statements made by university students about sexual diversity. The information was obtained through means of an instrument of word association to the inductive term homosexual. The students were asked to write down three associated terms, to rank depending on importance, and to explain their decision. This instrument was applied to students in the Mexican Central Region. Results showed that slightly more than 50% of the sample wrote down words of acceptance, respect, inclusion and acknowledgement. By contrast, 25% wrote down negative homophobic terms, associating them to feminine or hyper-sexual meanings. All other terms regarded tolerance, but emphasized an adverse and plaintive scenario towards homosexuals.
Keywords: Students, sexual diversity, homophobia, exclusion.
Introducción
Este reporte es parte de una investigación más amplia cuyo propósito es conocer la
ciudadanía en estudiantes de diversas instituciones de educación superior del país.
Para captar esta problemática se diseñaron dos instrumentos: Un cuestionario con
preguntas cerradas y una asociación de palabras con distintos términos inductores. En
este artículo se expondrán los resultados obtenidos en la aplicación de uno de los
instrumentos utilizados en la indagación empírica, la asociación de palabras, ante el
término inductor homosexual. El universo de estudio se formó con 81 alumnos de tres
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universidades de la ciudad de León, Guanajuato, ubicada en la Región Centro-
Occidente de México.
Las palabras escritas por los jóvenes fueron numerosas, algunas con frecuencia
alta y muchas más con una o dos repeticiones. Esto llevó a organizarlas con base en el
significado de aceptación, de rechazo o estigmatización y de tolerancia hacia la persona
homosexual. Las primeras se caracterizan porque se vinculan con el respeto a la
persona, sin importar su orientación sexual. Las segundas con el rechazo a ésta y las
terceras, que aunque no lo aceptan ni lo estigmatizan, enfatizan encontrarlos en una
situación difícil.
La exposición se inicia con el problema de investigación, sigue con el método
diseñado y, posteriormente, se realizan tres lecturas del significado de los términos. En
la primera se exponen los datos generales organizados de acuerdo con la frecuencia y
el porcentaje de cada palabra. En un segundo acercamiento se les integra a cada una
el valor ponderado y su frecuencia para obtener el Peso Semántico (PS). En el tercero
se seleccionaron las 21 asociaciones con mayor PS. Las tablas y esquemas también se
organizaron con base en las categorías de aceptación, tolerancia y estigma hacia el
homosexual. Posteriormente, se integran los argumentos proporcionados por los
estudiantes acerca de cada uno de los términos que escribieron. En la discusión se
expone que fueron más importantes numéricamente las palabras de aceptación, sin
embargo, también se encontraron asociaciones con significado negativo hacia el
término inductor.
El problema
La ciudadanía remite a distintas ideas. Una de ellas es la que se asocia con la
población votante de un país. Para otros, la ciudadanía es la relación que establecen el
ciudadano y el Estado mediante tres dimensiones: La civil, formada por leyes que
establecen derechos y deberes de todas las personas, contratos que amparan
propiedades, contratos laborales y todo tipo de orden basado en la legalidad. La
política, que reglamenta la participación de los miembros de una comunidad o sociedad
para elegir autoridades y representantes, así como su participación en órganos e
J. M. Piña Osorio
69
instituciones. La social, encarnada en el papel del Estado para cumplir los
requerimientos de sus ciudadanos y ciudadanas y sus familias, mediante la seguridad,
vivienda, salud, educación, empleo, entre otros (Durand, 2004; Marshall, 2007;
Ramírez, 2005).
En las últimas décadas se agrega una dimensión más, derivada de numerosos
cambios sociales provocados por grandes migraciones nacionales e internacionales y la
formación de sociedades multiculturales, así como por el papel de los medios de
comunicación masiva en la distribución de imágenes étnicas, religiosas, sexuales,
socioeconómicas, entre otras, y la influencia de las nuevas Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) en la vida diaria, producto todo de una sociedad
global, abierta y heterogénea. Esta dimensión, denominada cultural, reconoce la
diversidad religiosa, étnica, cultural, política, generacional y sexual. En esta dimensión
de la ciudadanía se centra nuestra indagación.
En el mundo contemporáneo, el respeto y la inclusión hacia las diversas
manifestaciones humanas es indispensable para interactuar en los numerosos espacios
y actividades de la vida cotidiana (Heller, 1982). Si en los pequeños mundo de la vida
cotidiana no se presenta el respeto y la inclusión, la intolerancia —a través del estigma,
como una clasificación negativa de la persona (Goffman, 1993)- y la discriminación —
como negación de derechos— irremediablemente aparecen (Rodríguez, 2006). El
homosexual despierta reacciones entre la población, tanto para aceptarlo como un
integrante más de la sociedad, como también para rechazarlo y negarle sus derechos,
marginarlo, e incluso agredirlo (Borrillo, 2001; Castañeda, 2007).
Los estudiantes de las tres universidades referidas, a su egreso encontrarán
algún puesto laboral en instancias públicas o privadas importantes, tanto en la ciudad
donde estudian como en sus lugares de origen, en el cual pondrán en juego los
conocimientos de su profesión así como su acervo de habilidades ciudadanas, mismo
en el que se integra la inclusión y exclusión de las manifestaciones humanas. Es
indispensable destacar lo anterior, porque una sociedad diversa, heterogénea y abierta
requiere que sus ciudadanos, independientemente de la ocupación que desempeñen,
tengan sensibilidad para respetar y tratar por igual a cualquier persona, sin importar
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credo, raza, religión u orientación sexual. En este trabajo nos interesa conocer los
diversos significados expresados por estudiantes de tres universidades de una ciudad
de la Zona Centro de nuestro país con respecto al homosexual, sector humano que
desata polémica en los diversos espacios donde se ubique. Partimos del supuesto de
que los estudiantes de las tres universidades seleccionadas para esta investigación
cuentan con alta escolaridad y un acervo de habilidades ciudadanas que permite que
una gran mayoría de ellos sea lo suficientemente incluyente con respecto a la
diversidad sexual, específicamente del homosexual.
Antecedentes
Cada vez se acepta más la diferencia entre sexo y género. El sexo con el que se
nace no es la marca de masculinidad o feminidad, sino que ésta depende de la cultura y
de las circunstancias específicas de cada persona. La sexualidad, de igual forma, no se
reduce a la reproducción de la especie (Butler, 2012; González, 2001; Rubio, 2002).
Entonces, el órgano sexual es lo biológico y lo masculino y lo femenino corresponden al
género y esto como producto de una compleja construcción social, cultural y personal
(Berger & Luckmann, 1993; Butler, 2012; Nuñez, 2008; Schütz, 1995; Seffner, 2006). Si
la vida humana es una construcción social y cultural, entonces las expresiones sexuales
son numerosas: heterosexualidad, homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad,
travestismo, transexualidad, transgénero, intersexualidad. La heterosexualidad, y su
variante machista, es sólo una de las diversas manifestaciones eróticas de una
sociedad (Rubio, 2002; Rubio y Aldana, 2002; Castañeda, 2007).
Seffner (2006) reporta numerosos tipos de bisexualidad: casual (adolescentes
con encuentros sexuales ocasionales), sitiada (hombres o mujeres en retiros, espacio
en el que se asume que eso es permisible), personalizada (buscar a personas del
mismo sexo en lugares públicos), como estilo de vida (aceptación de la bisexualidad).
De igual forma, la inclinación sexual puede ser obvia u oculta, feminizada o
masculinizada (González, 2001; Castañeda, 2005). La homosexualidad es una de las
numerosas preferencias sexuales (Bobadilla, 2013), y en el caso del homosexual tanto
las imágenes difundidas en los medios de comunicación como las bromas homofóbicas,
usualmente la asocian con lo femenino, delicado, sentimental, débil, e incluso cobarde.
J. M. Piña Osorio
71
Hasta se llega a confundir e integrar en esta clasificación al bisexual, travesti,
transgénero y al transexual. En efecto, son todas expresiones que rompen con la
heterosexualidad, pero cada una tiene su especificidad.
Los vínculos entre sexo y orientación sexual no son lineales, pues lo mismo se
encuentran hombres muy “masculinos” y mujeres muy “femeninas” que son
homosexuales y lesbianas (Castañeda, 2005). De igual forma, entre la heterosexualidad
y la homosexualidad aparecen numerosas preferencias y prácticas sexuales: hombres
que sólo se relacionan con mujeres; hombres que tienen encuentros ocasionales con
hombres; hombres que establecen relaciones frecuentes con personas de su mismo
sexo; hombres que tienen encuentros exclusivos con hombres. Lo mismo se presenta
en el caso de las mujeres.
La diversidad de preferencias y prácticas sexuales no es fácilmente aceptada por
el grueso de la población. Por el contrario, es común condenar lo que sale de la práctica
y preferencia legitimada. Para Borrillo (2001), la homofobia es el rechazo y repudio
callado o abierto hacia los homosexuales. Podemos decir que también es el rechazo
hacia otro tipo de preferencias. Este acontecimiento humano ha sido más marcado en
las sociedades totalitarias, en las cuales la legislación castiga estas expresiones. Sin
embargo, en la época actual y en nuestra sociedad este tratamiento continúa.
Rodríguez (2008) considera que en México prevalece la indiferencia jurídica hacia los
derechos de los homosexuales, como también la discrecionalidad en la aplicación de la
ley y la arbitrariedad de las autoridades en contra de este sector, entre otras
manifestaciones de este rechazo. Mercado (2009) apunta las numerosas expresiones
que adquiere la homofobia: personal (creencia de que los homosexuales son inferiores
a los heterosexuales), interpersonal (chistes, agresiones verbales o físicas) e
institucional (instancias públicas y privadas que niegan los derechos humanos a los
homosexuales). Para el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación
[CONAPRED], 2011) (2011) la discriminación por preferencia sexual:
Abarca ámbitos como el educativo, el familiar, el laboral, el de salud, el legal, el
político y el religioso, entre otros. En ocasiones, deben exiliarse de sus
comunidades de origen y migrar a lugares donde el acoso y la persecución sean
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menores. La homofobia llega a agresiones físicas, burlas, violaciones e incluso
deriva en crímenes de odio. (p. 45)
Las burlas contra la diversidad sexual son comunes en diversos espacios
cotidianos, porque el reconocimiento de lo que Fonseca y Quintero (2009) denominan
sexualidades periféricas, es remoto. Lo anterior indica que la homofobia sigue presente
en nuestro país, sin que esto signifique que la totalidad de la población la suscriba.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México –ENADIS 2010 (Consejo
Nacional para Prevenir la Discriminación en México [CONAPRED], 2011), proporciona
datos importantes acerca de la discriminación y aceptación de personas con preferencia
no heterosexual. Los más importantes para nuestra indagación refieren que:
El 40% de la población mexicana considera que las preferencias sexuales
provocan divisiones entre la gente que habita un mismo lugar. Sólo en la
población mayor de 60 años de edad, el porcentaje se incrementa a 44.3%.
En el 53.4% de la población de las Zonas Metropolitanas (ZM) de Puebla y
Tlaxcala y en el 44.8% de León, Guanajuato, la preferencia sexual provoca
mucha división entre las personas, a diferencia del 23.3% en Ciudad Juárez,
Chihuahua.
Más del 70% de la población de las ZM de Guadalajara, Querétaro, Puebla-
Tlaxcala, y León están en desacuerdo y muy en desacuerdo en que las parejas
de hombres homosexuales adopten niños.
El 43.7% de personas del país no están dispuestos a permitir que en su casa
viva un homosexual; del mismo modo, el 34% de la población entre 18 y 29 años
de edad y el 60.2% de la población de 60 y más años.
El 68.7% de la población de nivel económico alto estaría dispuesto a vivir con
homosexuales, a diferencia del 48.8% de la población de nivel muy bajo.
El 68.2% de las personas con licenciatura y 72% de las que poseen un posgrado
estarían dispuestos a permitir que en su casa viva un homosexual, a diferencia
del 31.3% de quienes no cuentan con escolaridad básica y 41.7% de quienes
sólo cuentan con primaria.
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El 52% de la población opina que el principal problema para homosexuales,
lesbianas y bisexuales en México es la discriminación y 26.2% lo consideran la
falta de aceptación.
En resumen, cuatro de cada diez mexicanos opinan que las preferencias sexuales
provocan conflicto, cuatro de diez no aceptaría en su casa a una persona con una
preferencia no heterosexual. Sin embargo, la alta escolaridad y el nivel económico alto
influyen en que un número mayor de personas de estos sectores acepten la diversidad
sexual. Ahora es necesario adentrarse en los datos que arrojó nuestra asociación de
palabras con jóvenes de tres universidades de la Zona Centro del país, considerando
que poseen alta escolaridad.
Método
Instrumento
Se diseñó una asociación de palabras para captar los significados que los
jóvenes tienen acerca del homosexual. Para Abric (2001), el propósito de los métodos
asociativos es aprehender los significados de los actores ante algo o alguien. A
diferencia de los método interrogativos como el cuestionario o la entrevista, los
asociativos permiten que el actor exponga los significados de manera “más espontánea,
menos controlada y, por hipótesis, más auténtica” (Abric, 2001: 54). En el instrumento
diseñado se escribieron cuidadosamente las instrucciones. El término inductor se
escribió claramente y se colocaron tres espacios para que los estudiantes escribieran
las palabras con las que asocian el término homosexual, así como la jerarquía que le
adjudicarían a cada una. En un espacio inferior se les pidió que argumentaran por qué
escribieron cada vocablo, lo que fue indispensable para entender el significado que los
jóvenes le adjudicaron al término.
La información se sistematizó en una base de datos en Excel, con el propósito de
obtener frecuencia y porcentaje de cada asociación. Posteriormente, siguiendo a
Valdés (1998) y a Reyes Lagunes (1993), se diseñó una red semántica para entender
dónde se distribuye el grueso de las palabras y el significado que éstas tienen para los
estudiantes. Para ello fue indispensable integrar el valor ponderado a cada asociación
con base en la jerarquía anotada por el estudiante y así tener el PS. Con respecto a las
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palabras clasificadas con el número 1, su valor ponderado fue de 3 y este se multiplicó
por su frecuencia. De las que tuvieron 2 su ponderación fue de 2, y de las que tuvieron
3, fue de 1. En este último caso la frecuencia y PS fueron del mismo valor. Por último,
se seleccionaron las 21 palabras que registraron PS de 5 y mayor, con el propósito de
conocer los significados de mayor relevancia para los y las jóvenes. Los resultados se
organizaron según tres categorías: palabras de aceptación, de tolerancia y de estigma
hacia el homosexual.
Población
La muestra se formó con estudiantes de tres universidades de una ciudad
importante por su número de habitantes y por su actividad productiva, ubicada en la
Zona Centro del país. Dos son particulares y una pública. La edad del 75% de los
participantes va de los 17 a los 22 años, 68% son mujeres y todos tienen 13 o más
años de escolaridad. El 48% de los y las estudiantes trabajan, 40% de los padres y 26%
de las madres tienen estudios de licenciatura o posgrado. Lo anterior permite sostener
que son jóvenes que habitan una ciudad numérica y económicamente importante en la
región, poseen alta escolaridad, cerca de la mitad trabaja y estudia, y de casi la mitad
sus padres cuentan con alta escolaridad.
La importancia regional de la ciudad de León radica en que tiene 1 238 962
habitantes registrados en el año 2010. Las ciudades de Guanajuato que le siguen en
importancia registraron el mismo año: 380 941 y 340 387 personas, respectivamente
(Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2014). Se trata de una ciudad
urbana, con un dinamismo económico importante no sólo en el estado sino en la región,
porque es un polo de atracción importante. Este movimiento permite suponer que sus
habitantes, y especialmente sus estudiantes universitarios, se muestren abiertos a los
cambios económicos, sociales y culturales. Veamos los resultados.
Primera lectura: Número y porcentaje del total de palabras
En la sistematización de la información se encontró una lista muy amplia de
palabras, muchas de ellas con poca frecuencia. Esto llevó a que se organizaran con
base en tres categorías. En primer lugar, aquellas que fueron favorables hacia el
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homosexual, que se denominarán de aceptación. En segundo lugar, las negativas o de
estigma, porque tienen sentido homofóbico. La tercera, las de tolerancia, porque
buscan comprender la situación de los hombres que tienen atracción hacia otros
hombres.
En los resultados se encontró que las palabras de aceptación sumaron 128
frecuencias, equivalente al 54.01%. Las de tolerancia, por su parte, llegaron a 47, esto
es 19.8%. Las de estigma sumaron 62, es decir, 26.2%. Las de palabras de aceptación
fueron más de la mitad, pero no fue la amplia mayoría. Contrariamente, hay una cuarta
parte que son de rechazo, incluso homofóbicas (Ver Tabla 1).
En el listado de las palabras de aceptación se encontraron tres tipos de
subcategorías: a) las que enfatizan una cualidad favorable en la persona; b) las que
indican acciones; c) las que se refieren a valores. Como parte de a) se encontraron
abierto, amigo, autónomo, diferente, gay, hombre, hombre-mujer, pareja, persona y ser.
En b) se detectaron las acciones que coadyuvan en su proyecto de vida: aceptación,
compromiso, decisión, experimentar, preferencia, relación, respeto y seguro. Las
palabras demuestran que el homosexual es una persona que acepta su preferencia,
que tiene un compromiso con él, que guarda respeto hacia él y los otros, y es seguro de
sus actos.
En c) destacaron algunos valores indispensables de ciudadanía en la sociedad
contemporánea: igualdad, libertad y diversidad. Las tres palabras indican que la
igualdad es indispensable para que exista la libertad y así reconocer la diversidad de
las sociedades actuales. Si se intenta integrar las palabras anteriores en oraciones se
tiene que: el homosexual es abierto, también amigo, pero su decisión requirió de
autonomía en su pensamiento porque es gay. Quienes los rodean deben ser abiertos,
aceptarlos, respetarlos porque la sociedad demanda la igualdad, la libertad necesaria
en una sociedad diversa.
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Tabla 1. Frecuencia y porcentaje de palabras que denotan estigma, tolerancia y
aceptación
Negativas F %
Neutras F. %
Positivas F %
Afeminado 4 1.7
Discriminación 6 2.5
Hombre 22 9.3
Sexo 4 1.7
Tolerancia 5 2.1
Gay 17 7.2
Marica 3 1.3
Apoyo 3 1.3
Libertad 13 5.5
Raro 3 1.3
Comprensión 3 1.3
Diferente 11 4.6
Reprimido 3 1.3
Amor 2 0.8
Preferencia 10 4.2
Atracción 2 0.8
Familia 2 0.8
Persona 9 3.8
Desagradable 2 0.8
Género 2 0.8
Igualdad 8 3.4
Gusto 2 0.8
Sociedad 2 0.8
Respeto 8 3.4
Indiferente 2 0.8
Tendencia 2 0.8
Amigo 4 1.7
Joto 2 0.8
Adaptación 1 0.4
Seguro 4 1.7
Mujeres 2 0.8
Agredidos 1 0.4
Decisión 3 1.3
Promiscuo 2 0.8
Característica 1 0.4
Diversidad 3 1.3
Rechazo 2 0.8
Cotidiano 1 0.4
Relación 3 1.3
SIDA 2 0.8
Carencia 1 0.4
Abierto 2 0.8
Anormal 1 0.4
Cambios 1 0.4
Pareja 2 0.8
Antimoral 1 0.4
Confusión 1 0.4
Derechos 2 0.8
Antros 1 0.4
Cultura 1 0.4
Aceptación 1 0.4
Autoestima baja 1 0.4
Dios 1 0.4
Autónomo 1 0.4
Colores 1 0.4
Dificultad 1 0.4
Ciudadano 1 0.4
Complicados 1 0.4
Entendimiento 1 0.4
compromiso 1 0.4
Controversial 1 0.4
Incomprendido 1 0.4
Experimentar 1 0.4
Delicado 1 0.4
Injusto 1 0.4
Hombres/Mujeres 1 0.4
Descarados 1 0.4
Idealizado 1 0.4
Ser 1 0.4
Desprecio 1 0.4
Indecisión 1 0.4
Total 128 54.01
Desviado 1 0.4
Nuevo 1 0.4 Error 1 0.4
Otras ideologías 1 0.4
Exhibicionismo 1 0.4
Sector 1 0.4 Extrovertido 1 0.4
Sufrimiento 1 0.4
Fiesteros 1 0.4
Tema de actualidad 1 0.4 Inconformidad 1 0.4
Total 47 19.83
Libertinaje 1 0.4 Mal visto 1 0.4 Manifestación 1 0.4 Miedo 1 0.4 Niña 1 0.4 Orgía 1 0.4 Pelado 1 0.4 Puñal 1 0.4 Rosa 1 0.4 Trastorno 1 0.4 Vanidoso 1 0.4 Total 62 26.2
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En las palabras de estigma se ubicaron cuatro clasificaciones: a) juicios acerca
del comportamiento de la persona; b) valoraciones de rechazo; c) asociaciones con lo
femenino; d) vinculación con lo hipersexual. Con respecto a los juicios del
comportamiento se encontraron autoestima baja, carencia, complicados, confusión,
desviado, error, exhibicionismo, extrovertido, idealizado, inconformidad, indecisión,
indiferente, raro, reprimido, trastorno y vanidoso. En estas referencias hay una condena
a la persona porque se asume que tiene un problema psíquico, que lo hace diferente a
los heterosexuales. Las valoraciones de rechazo fueron anormal, desagradable,
desprecio, dificultad, joto, marica, pelado, puñal, error. En asociaciones con lo femenino
se encontró: Afeminado, colores, delicado, mujeres, niña y rosa. Por último, las
vinculadas con lo hipersexual: Antros, fiesteros, gusto, libertinaje, orgía, sexo y SIDA. Si
se juega con todas estas palabras se puede encontrar una asociación entre ellas: El
homosexual es una persona con carencias, complicado, con autoestima baja, está
reprimido, aunque sea vanidoso, es afeminado como las mujeres y las niñas, le
encantan las fiestas y los antros, el libertinaje, la orgía y el sexo, por eso puede contraer
SIDA.
Ahora es necesario acercarse al PS de las palabras.
Segunda lectura: Peso semántico del total de asociaciones
Las tres palabras escritas por los y las estudiantes ante el término inductor
homosexual, fueron clasificadas con base en su importancia. Nuestra tarea consistió en
proporcionarles un valor ponderado y multiplicarlas por la frecuencia de cada una de
ellas, para obtener el PS. Esto permite comprender la relevancia de la palabra como
significado compartido por los integrantes de una comunidad, en nuestro caso, de los y
las jóvenes de tres universidades.
Registramos una palabra con contenido fuerte —ya sea por lo agresivo o por lo
favorable hacia el homosexual— y que fue mencionada en una sola ocasión y
clasificada con poca importancia, su PS fue de 1; por otro lado, están aquellas palabras
que también se escribieron en una sola ocasión, pero con jerarquía alta, su PS fue de
tres.
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De acuerdo con la Tabla 2, el PS de todas las palabras fue de 474. Ocho
destacan por su mayor PS: Hombre, gay, libertad, persona, preferencia, diferente,
igualdad y respeto. Se trata de palabras favorables hacia el homosexual. Tres de ellas
se refieren al ser humano (hombre, gay, persona), otras tres a los valores de la
sociedad democrática (libertad, igualdad y respeto), y dos más a las acciones de la
persona (preferencia y diferente). El PS de estas ocho palabras fue de 48.4%, cerca de
la mitad del total.
En el extremo estuvieron las palabras con una sola mención que, al igual que en
la Tabla 1, fueron numerosas en la parte de estigma: Afeminado, anormal, antros,
cambios, colores, complicado, controversial, error, exhibicionismo, extrovertido,
fiesteros, inconformidad, miedo, orgía, represión, rosa, entre otras. Las de tolerancia
fueron sólo seis las que tuvieron PS de 1: Cambios, Dios, injusto, sufrimiento y tema de
actualidad.
Con respecto al conjunto de los términos, 20 fueron de aceptación o favorables,
equivalentes a 58%. Las palabras de estigma fueron 47, con 23.2% de PS. Más del
doble de términos y menos de la mitad del porcentaje de PS. Las que refieren
tolerancia, por su parte, fueron 28 con un 18.8%, cerca de 5 puntos por debajo de los
estigmas. Estos resultados presentaron cambios con respecto a los mostrados en la
tabla 1, sin embargo, no fueron tan distantes. Los porcentajes de dicha tabla,
recordemos, fueron los siguientes: Aceptación 54.01%; estigma 26.2% y tolerancia
19.8%.
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Tabla 2. Peso semántico del total de palabras de estigma y aceptación
ESTIGMA PS %
ACEPTACIÓN PS %
Afeminado 7 1.5
Hombre 54 11.4
Raro 7 1.5
Gay 39 8.2
Sexo 5 1.1
Libertad 33 7.0
SIDA 5 1.1
Persona 25 5.3
Abierto 4 0.8
Preferencia 23 4.9
Desagradable 4 0.8
Diferente 20 4.2
Mujeres 4 0.8
Igualdad 20 4.2
Reprimido 4 0.8
Respeto 15 3.2
Antimoral 3 0.6
Amigo 8 1.7
Autoestima baja 3 0.6
Seguridad 8 1.7
Característica 3 0.6
Decisión 6 1.3
Desviado 3 0.6
Derechos 4 0.8
Joto 3 0.6
Diversidad 4 0.8
Gusto 3 0.6
Pareja 4 0.8
Mal visto 3 0.6
Ser 3 0.6
Promiscuidad 3 0.6
Experimentar 3 0.6
Trastorno 3 0.6
Aceptación 2 0.4
Atracción 2 0.4
Autónomo 2 0.4
Confusión 2 0.4
Ciudadano 1 0.2
Delicado 2 0.4
compromiso 1 0.2
Descarado 2 0.4
Total 275 58.0
Desprecio 2 0.4 Idealizado 2 0.4 Libertinaje 2 0.4 Maricón 2 0.4 Niña 2 0.4 Pelado 2 0.4 Personalidad 2 0.4 Puñal 2 0.4 Vanidoso 2 0.4 Afeminado 1 0.2 Anormal 1 0.2 Antros 1 0.2 Colores 1 0.2 Complicado 1 0.2 Controversial 1 0.2 Dificultad 1 0.2 Error 1 0.2 Exhibicionismo 1 0.2 Extrovertido 1 0.2 Fiesteros 1 0.2 Inconformidad 1 0.2 Manifestación 1 0.2 Miedo 1 0.2 Orgía 1 0.2 Represión 1 0.2 Rosa 1 0.2 Total 110 23.2
Psicología para América Latina (2014), 27, 66-92
80
Continuación Tabla 2. Peso semántico del total de palabras de tolerancia
TOLERANCIA PS %
Comprensión 9 1.9
Discriminación 9 1.9
Tolerancia 8 1.7
Género 5 1.1
Relación 5 1.1
Sociedad 5 1.1
Amor 4 0.8
Apoyo 4 0.8
Indiferente 4 0.8
Incomprendido 3 0.6
Tendencia 3 0.6
Adaptación 2 0.4
Agredidos 2 0.4
Carencia 2 0.4
Cotidiano 2 0.4
Cultura 2 0.4
Entendimiento 2 0.4
Familia 2 0.4
Indecisión 2 0.4
Otras ideologías 2 0.4
Personalidad 2 0.4
Rechazo 2 0.4
Sector 2 0.4
Cambios 1 0.2
Dios 1 0.2
Injusto 1 0.2
Nuevo 1 0.2
Sufrimiento 1 0.2
Tema de actualidad 1 0.2
Total 89 18.8
Tercera lectura. Asociaciones con mayor peso semántico
Siguiendo con el PS de las palabras, se seleccionaron las más relevantes, las
que concentran el núcleo de la red. Para ello se escogieron las primeras 21 palabras.
Con esta organización de los datos se presenta una modificación importante, porque
ahora el mayor número de palabras lo concentran las que tienen un sentido de
aceptación, con 11, y cuyo PS fue de 79.4%. Lo anterior significa que ocho de cada
diez estudiantes de las tres universidades escribieron palabras de aceptación hacia el
homosexual. En la línea opuesta se encontró la categoría de estigma con sólo cuatro
palabras, con 7.6%. Las de tolerancia fueron seis, con 13%.
J. M. Piña Osorio
81
Como se observa en la Tabla 3, las palabras con mayor PS se vinculan
directamente con el reconocimiento de la persona: Hombre, gay, persona y amigo, con
el 40%. En segundo lugar se encuentran las vinculadas con valores como libertad,
igualdad y respeto, con 21.6%, y en tercer lugar las que se asocian con acciones:
Preferencia, diferente, seguridad y decisión, con 17.8%; en total: 79.4%.
Tabla 3. Palabras de aceptación, de tolerancia y de estigma con mayor PS
Aceptación PS % Tolerancia PS
% Estigma PS %
Hombre 54 17.1 Comprensión 9 2.9 Afeminado 7 2.2
Gay 39 12.4 Discriminación 9 2.9 Raro 7 2.2
Libertad 33 10.5 Tolerancia 8 2.5 Sexo 5 1.6
Persona 25 7.9 Género 5 1.6 SIDA 5 1.6
Preferencia 23 7.3 Relación 5 1.6 Total 24 7.6
Diferente 20 6.3 Sociedad 5 1.6
Igualdad 20 6.3 Total 41 13.0
Respeto 15 4.8
Amigo 8 2.5
Seguridad 7 2.2
Decisión 6 1.9
Total 250 79.4
En esta relación de palabras está en primer lugar el papel que le atribuyen al
actor, en segundo lugar los valores de esta sociedad y que encarnan en las personas
para decidir el rumbo de su vida y, en tercer lugar, las acciones que realiza quien ha
decidido orientar su trayecto.
En las palabras de tolerancia, dos de las seis se ubican en comprensión y, valga
la repetición, en tolerancia con 5.4%; una de ellas se centra en el reconocimiento de las
circunstancias adversas que vive el homosexual debido a la discriminación, con 2.9%; y
las restantes, que sumaron 4.8%, se vinculan con diversas expresiones: Género,
relación y sociedad.
En esta tabla, las palabras de estigma disminuyeron sustancialmente. Afeminado
y raro integraron un peso semántico de siete cada una, esto es, una de estas palabras
asocia el término con lo femenino y en la otra hay rechazo pues lo considera raro. Las
Psicología para América Latina (2014), 27, 66-92
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otras dos palabras, con peso semántico de 5, se vincularon con sexo y con SIDA. El
peso semántico de las palabras integradas en esta categoría sumó 6.1%.
Los anteriores datos señalan que en la red que integra los pesos semánticos de
las principales palabras escritas por los estudiantes de tres universidades, cerca del
80% del PS de todas las palabras refiere aceptación hacia el homosexual. El 13%, por
su parte, correspondieron a las palabras de tolerancia y sólo el 6.1% al PS de las
palabras de estigmas.
Argumentos de los estudiantes
Con el propósito de fortalecer el significado de las palabras empleadas por los y
las jóvenes, se les solicitó que argumentaran por qué escribieron cada término. Este
material es sumamente importante porque concentra las explicaciones proporcionadas
de lo que quisieron expresar en cada palabra. A continuación se exponen algunos
argumentos escritos por los estudiantes. Veamos primero los vocablos de aceptación,
posteriormente los de tolerancia y, por último, los de estigma.
Palabras de aceptación
El sentido de las palabras positivas es de aceptación e inclusión. En ellas se
indica que toda persona merece respeto, independientemente de su orientación sexual.
Se les considera humanos porque son como cualquier persona de este planeta, seres
respetables. Como hombre tiene capacidad de amar a otro ser humano, y la libertad
para elegir su propia preferencia sexual, porque es una persona diferente a los
heterosexuales. Leamos algunas oraciones:
Humano, todos, por el hecho de habitar este planeta y por el hecho de vivir y
llegar a sentirse pleno, merecen respeto y apoyo.
Ser humano, a pesar de cualquier opinión es un ser humano como cualquiera.
Hombre, ser humano que tiene capacidad de amar.
Hombre, se basa en el género masculino.
Hombre, son personas con sentimientos iguales a todos nosotros, pero se aman
hombre-hombre.
J. M. Piña Osorio
83
Hombre, la mayoría de los homosexuales son hombres.
Hombre, se basa en el género masculino.
Igualdad, los homosexuales son iguales al resto de la sociedad, sus gustos no
los hacen peores ni mejores.
Libertad, son personas que ejercen su libertad y dicen lo que piensan y creen.
Libertad, porque son personas o que tenemos la libertad de tener nuestras
preferencias sexuales.
Libertad, porque tomas tus propias decisiones a veces sin pensar lo que digan de
ti. Libre para actuar en sus ideas.
Respeto, considero fundamental que exista respeto hacia las personas
homosexuales para así establecer un ambiente digno para todos.
Respeto, los homosexuales merecen el mismo respeto que todos los demás.
Respeto, porque se lo merecen, siguen siendo personas, iguales a todos.
Igualdad, los homosexuales son iguales al resto de la sociedad, sus gustos no
los hacen peores ni mejores.
Diferente, sus gustos son distintos a los de un heterosexual.
Diferente, muchas personas los ven diferentes a ellos ya que rompen con los
paradigmas establecidos.
Preferencias, los homosexuales son personas con preferencias distintas a las
establecidas como normales.
Seguridad, tienen confianza en sí mismos para aceptarse tal cual son y
manifestarlo a los demás.
Palabras de tolerancia
En las palabras de tolerancia se encuentra un reconocimiento del homosexual,
pero a diferencia de las palabras positivas o de aceptación que lo consideran un ser
humano libre para decidir su vida, en este caso se le victimiza dada la difícil
circunstancia que vive. Se asume una posición lastimera del homosexual, porque se
piensa que es una persona agredida por los otros, alguien a quien no reconocen, que
vive en el maltrato y la discriminación constante. No se le acepta como es, sino que la
Psicología para América Latina (2014), 27, 66-92
84
compasión es la que permite reconocerlo y se considera que tiene una supuesta
situación adversa. Por eso es necesario tolerarlos, comprenderlos, porque son
personas que sufren el rechazo de los otros:
“Tolerancia, son muy maltratados o son alejados de la sociedad por la
discriminación.
Comprensión, estas personas con este tipo de orientación sexual, merecen ser
comprendidos y respetados por todos.
Comprensión, no soy ni homofóbica ni nada, los respeto y comprendo que para
muchos es difícil.
Comprensión, porque el hecho de que no tengan los gustos comunes a todos
siguen siendo personas y no merecen el rechazo de nadie, es por eso que los
comprendo pues no todo mundo es suficientemente maduro para verlo y aceptar
lo que es.
Sufrimiento, es lo que ocasiona el rechazo de las personas al no querer aceptar a
estas personas tal como son, esto ocasiona el sufrimiento por no poder
expresarse”.
Palabras de estigma
En los vocablos negativos la desinformación expresada por algunos estudiantes
impide el reconocimiento de la diversidad sexual, por tanto, aparecen calificativos y
argumentos negativos hacia el homosexual. Su delito es no aceptar el molde de la
heterosexualidad. Se le considera anormalidad, conflicto social, carencia sexual por no
ser lo que se quiere ser, que tiene autoestima baja, un trastorno, un conflicto personal,
con carencias, hasta reprimido y miedoso. Se tiene una representación de que esta
anormalidad es porque no respetan su sexo, porque son rebeldes con lo que la
naturaleza les ofreció. Parece que al no aceptarse como biológicamente son, entonces
se descaran y aparece la promiscuidad, los antros, las orgías y la enfermedad fatal que
erróneamente se cree que es exclusiva de este sector, el SIDA:
J. M. Piña Osorio
85
“Trastorno, creo que es algo anormal y por influencia de los medios de
comunicación está creciendo.
Problemas personales, siempre he pensado que este es un trastorno que surge
como consecuencia de problemas, que afectan a su persona como tal.
Relación, es una relación que tiene conflictos en la sociedad.
Raro, para mí ver a dos hombres besándose.
Mal visto, porque la sociedad no está acostumbrada a ver a dos personas del
mismo sexo juntos.
Carencia, de querer ser hombre o mujer.
Hombres, (porque a los) homosexuales les gusta estar con hombres porque no les
es placentera una mujer para ellos.
Anormal, porque lo normal es hombre o mujer, sólo una de las dos.
Autoestima baja, por la crítica de las personas hacia él.
Manifestación, en los últimos años ha habido muchas manifestaciones, como si
con las manifestaciones quisieran obligar al Estado a verlos bien.
Raro, no es común en la naturaleza.
Injusto, (porque) se nos dio un sexo determinado y tenemos que respetar nuestro
sexo.
Maricón, piensas que es una nena.
Reprimido, persona tímida al tener miedo de rechazo.
Miedo, por temor a enfrentar su realidad.
Desagradable, no me gusta la idea de las personas homosexuales, de que
piensan que es la onda ser gay.
Pelado, tengo un compañero homosexual y es muy vulgar, guácala.
Maricón, es como un sinónimo, homosexual= maricón, joto, gay, lesbiana.
Promiscuidad, la gente homosexual tiende a ser promiscua, lo que también los
hace vulnerables a (las) Enfermedades de Transmisión Sexual.
Promiscuo, por ser liberales no les importa con quien estar, siempre y cuando
sacien su homosexualidad.
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Antros, actualmente los lugares „gay‟ [se] incrementan pues es un buen negocio,
abarca un gran mercado.
SIDA, adquirir este virus incrementa el porcentaje al vivir en una relación
homosexual.
SIDA, porque es la enfermedad que se da entre ellos por la promiscuidad.
Orgía, porque es lo que tienden [a] hacer ellos, les gusta meterse todos con todos
sin importarles”.
Lo anterior permite fortalecer el significado que los estudiantes le proporcionaron
a las palabras y que coincide con nuestras tres categorías: Aceptación, estigma y
tolerancia. Las de aceptación reconocen y aceptan a la persona como es; las de
tolerancia lo entienden, porque consideran que sufre; las de estigma, lo rechazan por su
preferencia sexual.
Una consideración más. Las de estigma, como se observó en la sistematización
de los datos, llegaron a la cuarta parte del porcentaje de frecuencia y también del PS
del total de las palabras, pero disminuyeron considerablemente cuando se
seleccionaron las 21 palabras más relevantes. Esto último indica que el núcleo de la red
demostró que hay una gran aceptación hacia el homosexual, no obstante, cuando se
leen los argumentos empleados para justificar estas palabras, los estudiantes
demostraron desprecio hacia el homosexual. PS alto como aceptación y bajo PS, pero
palabras fuertes por su contenido.
Discusión
La literatura especializada en el tema de diversidad sexual y su aceptación indica
que un porcentaje importante de personas heterosexuales muestran distanciamiento,
incluso rechazo abierto y violento hacia el homosexual, lo que se conoce como
homofobia. Es un problema que se presenta en numerosos países, pero en ciertas
regiones y países es más marcado.
En el D. F., y recientemente en Aguascalientes, se han realizado cambios
importantes en la legislación, lo que ha permitido el respeto de los derechos de los
J. M. Piña Osorio
87
homosexuales y de todos aquellos grupos que se apartan del modelo heterosexual. Sin
embargo, ya en las prácticas de la vida diaria, aún se presentan resistencias para que
lo legal se convierta en una norma dentro de la vida cotidiana, indispensable en una
sociedad abierta, incluyente y tolerante.
En los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, en su
sección de diversidad sexual, los datos indican que la aceptación de la homosexualidad
no es plena, sino que se encuentra dividida porque ciertos sectores son tolerantes
mientras que otros son intolerantes (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación
[CONAPRED], 2011). Esto depende de la ubicación de la población en zonas rurales o
urbanas, edad, escolaridad y nivel económico. Por ejemplo, las personas con mayor
nivel escolar mostraron mayor aceptación; e inversamente, a menor nivel de estudios
mayor intolerancia. De igual forma, entre más edad mayor rechazo, y entre mayor nivel
económico mayor aceptación a otras preferencias sexuales. En consecuencia, el nivel
económico, los estudios y la edad posibilitan que las personas sean más abiertas y
respetuosas de la diversidad sexual.
La asociación de palabras es una técnica que permite adentrarse en los
significados de los actores de un determinado micro-universo; en nuestro caso, el de los
y las jóvenes acerca del homosexual, provenientes de tres universidades ubicadas en
una ciudad de la Zona Centro de México. Los estudiantes de nuestra muestra son
urbanos, estudian en una universidad de una ciudad importante dentro de la zona
mencionada, caracterizada por su alto desarrollo económico en la región. Son jóvenes,
75% de la muestra reportó una edad entre 17 y 22 años, muchos de ellos hijos de
familia, lo que les permite dedicarse de tiempo completo a sus estudios superiores. Su
escolaridad es de 13 años o más, lo que está por encima de la media del país, que en
2012 reportó 8.6 años (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2012). Su
perfil escolar les permite contar con suficiente información para reconocer la diversidad
humana y, dentro de ésta, la sexual. Este perfil indica que un alto porcentaje de ellos
tuvo una respuesta de aceptación hacia el homosexual. Sin embargo, un número menor
mostró lo contrario, así como otro tanto se expresó neutral.
Psicología para América Latina (2014), 27, 66-92
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La organización de los datos que hemos presentado indica facetas distintas
sobre un mismo objeto. La suma de todas las palabras con frecuencia y porcentaje
revelan que alrededor de la cuarta parte de las palabras mencionadas por los y las
jóvenes tuvieron una carga negativa hacia el homosexual, que un porcentaje menor
(19.23%) mostró neutralidad y un sector mayor a la mitad de las respuestas se expresó
positivamente: 54.01%. Cuando se integró el PS a cada palabra la situación tuvo ligeros
cambios. El 26% de las palabras de estigma bajó a 23%, 19.8 % de las tolerantes llegó
a 18.8% y el porcentaje de las de aceptación ascendió de 54.01% a 58%. En la última
organización de los datos, esto es, en nuestra tercera lectura, se eliminaron aquellas
palabras con peso de 4, 3, 2 y 1, lo que provocó que varias de las palabras de rechazo
y sólo algunas de tolerancia y de aceptación quedaran fuera de la tabla. Los resultados
se modificaron sustancialmente dado que de la cuarta parte de términos negativos se
llegó a 7.6%, de las palabras de tolerancia de 18.8% bajó a 13% y de 58% de las de
aceptación se llegó a 79.4%.
Los datos anteriores indican que un porcentaje considerable de los jóvenes de
nuestra muestra expresó vocablos que favorecen al hombre que siente atracción por
otros hombres. Las palabras de esta categoría muestran que el homosexual es un ser
humano como cualquier otro, con una preferencia sexual hacia los hombres, por eso es
gay. Recalcaron con sus valoraciones que pueden actuar libre y valientemente, con
seguridad para hacerlo con autonomía. En estas palabras se le acepta como es; se le
respeta por su preferencia y honestidad, de manera que ello no provoca conflicto ante
los heterosexuales. Fueron pocas palabras, pero relevantes por su frecuencia y por su
PS.
Las palabras de tolerancia, en esta tercera lectura, tuvieron un sentido distinto.
No lo estigmatizan pero no lo avalan, sino que lo compadecen. No lo aceptan como es,
sino que se apiadan del homosexual. Asumen que camina por el mundo en sentido
opuesto, no en la dirección que lleva la mayoría de las personas, la de los
heterosexuales, sino que se enfrentan a un mundo adverso, difícil. No se le reconoce
como una persona capaz y autónoma para decidir su destino, sino que se apiada de
ella porque es discriminado, rechazado, sin Dios.
J. M. Piña Osorio
89
Las palabras negativas o de estigma fueron numerosas pero con poca frecuencia
y poco PS, sin embargo, por su carga homofóbica decidimos integrarlas. En
democracia, 50% más uno hacen mayoría, pero en los espacios y actividades de la vida
cotidiana un reducido número de personas intolerantes hacia lo diverso pueden
provocar severos problemas. Por tanto, asumimos que es indispensable considerar este
tipo de palabras negativas. Por su número sumaron la cuarta parte del total, por su PS
llegaron a la quinta parte. En varios términos anotados se reprodujeron violentos
estereotipos generados en una sociedad patriarcal y heterosexual. Se emitieron juicios
con respecto a su supuesto comportamiento o a problemas emocionales (autoestima
baja, carencia, complicados, confusión, desviado, error, exhibicionismo, extrovertido,
idealizado, inconformidad, indecisión, indiferente, raro, reprimido, trastorno y vanidoso).
También aparecieron los calificativos de rechazo como desagradable, anormal, joto,
marica, pelado; calificativos relacionados con lo femenino como afeminado, colores,
delicado, mujeres, niña, y aquellos relacionados con lo hipersexual como orgía,
fiesteros, libertinaje, sexo.
La asociación de palabras permitió una primera aproximación a esta
problemática de la ciudadanía y de su expresión en la vida cotidiana. Es necesario
ahora indagar en las preguntas formuladas en el cuestionario para tener un panorama
más amplio de esta situación, así como para triangular la información obtenida en dos
instrumentos que tienen como propósito conocer los significados de los jóvenes
universitarios ante personas en situación vulnerable por ser minoría, muchas veces
estigmatizados y también discriminados.
Psicología para América Latina (2014), 27, 66-92
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Ciudadanía y diversidad sexual: Disposición de universitarios para
convivir con la persona lesbiana
Graciela González Juárez1
Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, UNAM
Resumen Se analiza la disposición a la convivencia con la persona lesbiana por su condición de población vulnerable, en alumnos de educación superior de escuelas interculturales y del Bajío. La ciudadanía de los estudiantes requiere de disposición a la convivencia, la cual orienta las formas de aceptación o no de la diversidad sexual. Con una aproximación social teórica y metodológica, se diseñó una metodología mixta en la que participaron un total de 350 estudiantes de educación superior. Los resultados muestran conceptos que corresponden a una visión reduccionista y biologicista de la sexualidad en las mujeres y de las lesbianas; se identificaron tres niveles de disposición de acuerdo con el nivel de convivencia planteado, misma que tiende a disminuir cuando se requiere de una convivencia más estrecha. Es preciso analizar los fenómenos de discriminación y estigma a la luz de la disposición como un indicador para la inclusión de la diversidad sexual y de género en los universitarios, dada la relevancia de su liderazgo como posibles educadores en sus comunidades. Palabras clave: Ciudadanía, discriminación, lesbiana, diversidad sexual, diversidad de género, inclusión.
1 Mexicana. Dra. en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional
Autónoma de México. Docente de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, UNAM. México, D. F. Correo electrónico: [email protected]
G. González Juárez
94
Cidadania e a vontade de viver com a pessoa lésbica em estudantes
universitarios
Resumo
O objetivo foi analisar a disposição para a convivência com a pessoa lésbica pelo seu estatuto de população vulnerável em estudantes de educação intercultural e o Bajío. A cidadania dos alunos requer disponibilidade para coexistência como um componente attitudinal que orienta as formas de aceitação ou não da diversidade sexual. Uma metodologia mista, que foi assistida por um total de 350 alunos no ensino superior foi projetada com uma abordagem teórica e metodológica social. Os resultados mostram conceitos que correspondem a um reducionista de visão e biólogo da sexualidade das mulheres e lésbicas, identificou três níveis de provisão, de acordo com o nível elevado de coexistência e isso tende a diminuir quando requer um convívio mais próximo. É necessário analisar os fenómenos de discriminação e estigma tendo em conta a prestação como um indicador para a inclusão da diversidade sexual e gênero alunos, dados a importância da liderança como possíveis educadores em suas comunidades. Palavras-chave: Cidadania, discriminação, lésbica, diversidade sexual, diversidade de gênero, inclusão.
Citizenship and sexual diversity: Willingness of university students to
coexist with lesbians
Abstract The objective of this study is to analyze the willingness of higher education students from Intercultural schools and the Bajío region to coexist with lesbians, due their vulnerable status. The citizenship of students requires willingness for coexistence, which guides the acceptance or unacceptance of sexual diversity. A mixed methodology was designed using a theoretical social and methodological approach; a total of 350 higher education students participated in such methodology. Results show concepts that correspond to a reductionist and biologicist vision of sexuality in women and lesbians; three willingness levels were identified according to the stated coexistence level, which tends to decrease whenever a closer coexistence is required. It is necessary to analyze the discrimination and stigmatization phenomena in light of willingness as an indicator for sexual diversity and gender inclusion in
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university students, given the importance of their leadership as potential educators in their communities. Keywords: Citizenship, discrimination, lesbian, sexual diversity, gender diversity, inclusion.
Introducción
El objetivo de la investigación consistió en analizar la conducta ciudadana mediante la
disposición a la convivencia con la persona lesbiana, en alumnos de educación superior
provenientes de Universidades Interculturales (UI) y de Universidades de la región del
Bajío (UB), una región del centro de México. La relevancia de este trabajo estriba en
contribuir al análisis de la ciudadanía en estudiantes de educación superior mediante
las concepciones que tienen sobre las personas en condiciones de vulnerabilidad, ya
que pueden orientar su disposición a ser incluyentes de la diversidad sexual. El
concepto mismo de interculturalidad nos llama a la diversidad cultural, étnica y social
como componentes de atención en la formación de estudiantes.
El marco referencial recupera la noción de sujeto de Touraine (2006) para
analizarlo a la luz de la ciudadanía, la democracia y la inclusión de la diversidad en su
más amplio sentido, incluyendo la de tipo sexual que involucra la identidad sexual y de
género como parte constitutiva de los seres humanos. Existe una íntima relación entre
democracia y ciudadanía: La primera reposa en la idea de que el ciudadano elige y
coadyuva a la toma de decisiones colectivas en el ejercicio del poder del Estado, por
tanto, el sujeto de la democracia no solamente es el votante sino el ciudadano. De ahí
la necesidad de transitar de la democracia electoral a la democracia de los individuos,
la del ejercicio de derechos y obligaciones, por lo que la cultura cívica o ciudadana es
un aspecto central en el desarrollo de la democracia, tal como García (2001) la define:
La cultura cívica, desde la antigua polis griega, pasando por la civitas romana, los
estados monárquicos y las repúblicas aristocráticas, hasta las democracias
modernas, ha sido entendida como el conocimiento, la valoración positiva, la
capacidad y la voluntad de los ciudadanos para disfrutar de los derechos y cumplir
con las obligaciones que supone la condición ciudadana. En este sentido, la
G. González Juárez
96
definición de ciudadanía que establezca la Constitución de cada Estado determina
el contenido y los contornos de la cultura cívica. (p. 446)
De manera que, en general, la ciudadanía comprende tres dimensiones: La
jurídico-política, que se compone de los derechos y obligaciones concernientes a la
participación de los individuos en la vida pública; la moral, vinculada a la aceptación
voluntaria, el aprecio y el cultivo de los valores relacionados con la convivencia
colectiva; y la histórico-social, que se refiere al sentido de pertenencia a una sociedad o
nación constituida en Estado, a partir de un origen y rasgos comunes que identifican a
sus integrantes (García, 2001: 446).
La ciudadanía implica tener conciencia de que se forma parte del orden social e
institucional de la sociedad política en que uno nace y que se rige por normas de
convivencia que nos incluyen a todos, como individuos y como parte de los grupos
sociales con los que podemos tener o no identificación. La ciudadanía implica la
comprensión de las costumbres, valores, tradiciones, de las formas de interacción y del
intercambio simbólico del lugar que habitamos y mediante el cual puede fundamentarse
la civilidad. En la educación de los ciudadanos coexisten instituciones que contribuyen a
la formación ciudadana, mediante las formas democráticas legitimadas de convivencia,
como el caso de las instituciones educativas.
La participación ciudadana es imprescindible para la construcción de la
democracia en las sociedades plurales, para la toma de decisiones que involucran al
mundo científico, las empresas, los gobiernos y las organizaciones sociales, en
materias que comprometen el presente y el futuro de la humanidad. Información y
participación responsable son dos rasgos esenciales de la ciudadanía y de la cohesión
social.
Se requieren aprendizajes específicos que los dispongan a convivir con la
diversidad de la vida humana, incluyendo la de género y, en este contexto, las
instituciones educativas juegan un papel nodal en la formación de ciudadanos y
ciudadanas. Especialmente porque la sociedad mexicana perpetúa patrones de
dominación de los hombres sobre las mujeres que limitan el desarrollo humano de las
Psicología para América Latina (2014), 27, 93-118
97
personas para ser, pensar y sentir libremente su sexualidad, más allá del sexo con el
que se haya nacido. Lo femenino y lo masculino están, incluso, asociados a colores
determinados, el azul es para los niños y el rosa para las niñas, aspectos simbólicos
que contribuyen a estructurar la identidad de género desde temprana edad; además
están los tipos de juguetes, las formas de expresar los afectos.
Es decir, a partir del sexo biológico se establecen expectativas de género desde
muy temprana edad asociadas a determinadas conducta y emociones que identifican
tanto a hombres como a mujeres. Aspectos sociales y culturales que pueden ser
reproducidos en la escuela desde muy temprana edad. La ruptura con los cánones
propicia exclusión, estigmatización y discriminación por no cumplir con las expectativas
culturalmente establecidas para las mujeres. El disfrute de la sexualidad es un tema
vetado en las mujeres, más aún si se trata de lesbianas, las que se hacen acreedoras a
insultos, hostilidad, discriminación, estigmatización y agresiones que se engloban en el
concepto de lesbofobia.
La diversidad sexual implica reconocer que existen variadas y legítimas formas
de pensar, sentir y desear de las personas con las que se identifican y que no están
circunscritas a la reproducción ni a la heterosexualidad como forma universal de
relacionarse entre hombres y mujeres. La identidad de género alude a patrones
socioculturales que son resultado de condicionamientos sociales en los que estamos
inmersos desde el nacimiento, ya que a partir del sexo que tenemos, la familia y la
sociedad asignan atributos de comportamiento, pensamiento y sentimiento construidos
culturalmente en torno a éste.
Esto implica reconocer que la pluralidad de la cultura no se restringe a un
ejercicio cognitivo o puramente semántico, sino que requiere el desarrollo de un ethos
cada vez más complejo ante el desafío de equidad y diferencia, equidad en la diferencia
y diferencia con equidad, especialmente cuando se trata de la diversidad de género.
Los derechos sexuales reconocidos están limitados a la salud reproductiva, el placer
como parte constitutiva de la sexualidad en las personas es un tema pendiente para
avanzar hacia el reconocimiento pleno de los derechos de la sexualidad.
G. González Juárez
98
En este contexto, la educación universitaria puede contribuir a generar espacios
de diálogo para promover una ciudadanía reflexiva e incluyente. De acuerdo con
Upcraft y Stephens (2000) los estudiantes que acuden a las universidades presentan
actitudes, valores y dinámicas familiares cambiantes, cambios en la salud física y
mental, y en la preparación académica al contar con apoyos para cursar sus estudios,
como son las becas. Además habría que agregar la diversidad sexual y de género
como elementos nodales en la formación de competencias ciudadanas de los
universitarios (González-Juárez & Reyes, 2012).
Para abonar a la equidad de género las universidades juegan un importante
papel y contribuyen en tres aspectos: 1) A que los individuos tomen conciencia de su
condición de actor político, 2) vinculan cada vez más las lógicas productivas de su
quehacer con la producción social de la realidad cotidiana, y 3) crean conocimiento
riguroso y pertinente para comprender mejor estas problemáticas para aportar
decididamente en su resolución (Villa, en Abarzúa et al., 2011). Es decir, en las
universidades la formación es profesional, no obstante, es preciso atender la formación
ciudadana con una perspectiva incluyente de la diversidad en su sentido más amplio.
Esta es la contribución a la formación del ciudadano consciente e informado
acerca de los avances científicos y tecnológicos, así como de sus eventuales
consecuencias y riesgos, deseoso de manifestar su opinión, más allá de la inclusión y la
exclusión sólo bajo la óptica de la distribución equitativa del ingreso (Organización de
Estados Iberoamericanos [OEI], 2012).
Es una propuesta que invita a dejar de convivir como individuos extraños y
despojados de identidad, o condicionados a lo que define la sociedad que niega, atenúa
o elimina las diferencias de cualquier índole. Aprender el difícil arte de vivir con las
diferencias, o de producir, poco a poco, las condiciones que harían necesario ese
aprendizaje para evitar el desarraigo de las creencias, los valores y la pérdida de la
identidad, que se torna frágil y se despoja de toda defensa, salvo la habilidad y
determinación que puedan tener los agentes para protegerlas de la erosión (Bauman,
2003).
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El sujeto y la diversidad sexual
El sujeto se construye en la medida en que transita del individuo al actor. La
formación del sujeto escindido es un acto tanto interno como externo del individuo, si
funge como se inserta en los grupos para transformarlos pero no por ello logra plena
identificación. En la concepción de sujeto Touraine (2006: 191) da un peso muy
importante a la relación entre los sujetos o actores:
Es en la relación entre hombres y mujeres, porque la acción liberadora de éstas
puso fin a la identificación de una categoría particular de seres humanos con lo
universal. En lo sucesivo ya no es posible dar una figura central, única al Sujeto
humano: No hay nada por encima de la dualidad del hombre y la mujer.
En las sociedades modernas el sujeto se ha desdibujado, para emerger tiene que
reconocer la presencia de sí en la naturaleza, no se trata sólo de ser parte de la
naturaleza como de transformar y construir la unidad de persona.
El ciudadano de la sociedad moderna se ha hecho progresivamente titular de
derechos jurídicos y civiles con los que ha adquirido este estatus (Marshall, 1950), no
obstante no ha sucedido lo mismo en cuanto a los derechos sociales ni los derechos
sexuales, específicamente en el caso de las mujeres. El sujeto sólo puede constituirse
para autorreconocerse en la medida que es un ser sexuado, en un mundo donde
históricamente los derechos sexuales se han diferenciado para hombres y mujeres, aun
en los espacios universitarios.
Los derechos sexuales de las mujeres han sido producto de su propia conquista,
de la dificultad que han enfrentado para ejercerlos al pensar en forma diversa su
sexualidad, pese a tener cuerpo de mujeres; tal es el caso de las lesbianas, quienes
han visto vulnerados sus derechos sexuales a contraer matrimonio y a la adopción de
los hijos, lo que tiene implicaciones jurídicas, sociales y morales.
Los espacios universitarios representan la riqueza intercultural y pueden
constituirse como espacios reflexivos para caminar hacia una sociedad más incluyente
y democrática. No obstante, prevalece una enorme brecha para superarla de acuerdo
con Rance (2001: 2):
G. González Juárez
100
Dentro de la bolsa común de los derechos sexuales y reproductivos, la salud
reproductiva oficial se dirige principalmente hacia intervenciones en mujeres
adultas: El parto institucional; ciertos métodos anticonceptivos "post-" (más que
pre-embarazo); y el tratamiento de hemorragias de la primera mitad del embarazo
(por no decir postaborto, ante la no provisión por el Estado del aborto legal y
seguro). La salud sexual oficial se reduce en gran parte a la promoción o
imposición de normas higiénicas a grupos sociales etiquetados como riesgosos -o
como especialmente propensos a conductas de riesgo -con el fin de proteger del
contagio de ETS y VIH a una supuesta mayoría sana y normal.
Es preciso, por tanto, una separación conceptual entre derechos sexuales y
derechos reproductivos como parte del reconocimiento de la diversidad sexual y del
erotismo como elemento constitutivo del sujeto y su sexualidad.
Siguiendo a Touraine (2006), la construcción del sujeto como transición del
individuo no puede ser comprendida al margen de su identidad de género, ya que la
sexualidad no se restringe a aspectos biológicos, culturales y psicológicos, mediante
“La voluntad de individuación, actúa a partir de la rearticulación de la
instrumentalidad y la identidad, cuando el individuo se define de nuevo por lo que
hace, por lo que valora y por las relaciones sociales en que se encuentra
comprometido de tal modo”. (Touraine, 2006: 68)
Por lo tanto, es preciso reconocer las diferencias entre hombre y mujer, como
sigue:
Al mismo tiempo se muestra que el Sujeto es a la vez pertenencia a la
racionalidad y experiencia cultural particular, porque hombres y mujeres son a la
vez semejantes como seres que piensan, trabajan y obran racionalmente, y
diferentes biológica y culturalmente, en la formación de su personalidad, su
imagen de sí mismos y sus relaciones con el Otro. Sin esta acción liberadora, sin
la destrucción del monopolio del sentido y del poder que disponían los hombres,
no habría podido constituirse y formularse la idea de Sujeto. (Touraine, 2006: 191)
Psicología para América Latina (2014), 27, 93-118
101
Sin embargo, habría que precisar que el sujeto es sexuado desde que nace, por
lo tanto, el sujeto humano construye su identidad en tanto el género al que pertenece.
Todo análisis en relación al sujeto requiere necesariamente vincularlo con el género
porque éste es histórica y culturalmente construido. En este punto de la discusión es
preciso distinguir los conceptos de estereotipo de género, rol de género e identidad de
género.
Los estereotipos de género son creencias, prescripciones, reglas o expectativas
específicas de cada sociedad que definen lo que significa “lo masculino” y “lo
femenino”. Los estereotipos, en tanto modelos ideales, operan en la dimensión
simbólica de la cultura y expresan la representación social que cada cultura ha
construido en torno a la diferencia sexual. El rol de género se refiere a la manera como
los individuos actúan en concordancia con los estereotipos. Comprenden la
personalidad, los comportamientos y la ejecución de actividades que se consideran
corresponden a su sexo; es decir, los roles de género operan en el nivel de las
prácticas sociales. La identidad de género es la experiencia subjetiva, asignada
socialmente, mediante la cual un individuo se concibe a sí mismo como perteneciente a
uno de los géneros (“soy femenina”, “soy masculino”) (Corona & Cass, 1999; Cass,
1984).
Los espacios de interacción subjetivos requieren el reconocimiento social de las
personas, en tanto lo son, para relacionarse con el Otro, la Otra, los Otros y las Otras, y
para comprender la complejidad y diversidad entre las formas de convivencia humanas.
La identidad sexual ha marcado la pauta para que las personas se identifiquen como
heterosexuales, homosexuales, transexuales, lesbianas, entre otras, en las que se
conforma la voluntad de individuación.
Para Touraine (2006), el sujeto humano es una concepción mayor al género
mismo, de tal suerte que pese a ser importante reconocer al movimiento gay y de
lesbianas, ello no está por encima de la reflexión que hay que enfrentar en torno al
sujeto humano y su devenir en la sociedad democrática moderna.
En este supuesto parece escindiser al sujeto de su género y, por tanto, de su
sexualidad, para ponerlo en una jerarquía mayor cuando éste constituye la propia
G. González Juárez
102
identidad del individuo para constituirse sujeto y actor social. Distribuir a las personas y
grupos según dos principios de pertenencia jerárquica que compiten entre sí -
intercambios desiguales entre iguales, el reconocimiento desigual de la diferencia, tal
como el racismo o el sexismo- según concepciones rivales de igualdad y diferencia (De
Sousa et al., 2001).
En la perspectiva de Boaventura de Sousa, son actores emergentes ante los
nuevos retos y escenarios sociales, que surgen de las minorías y del anonimato para
salir al público, y tienen una carga emergente de exigibilidad de nuevos derechos
(Rance & Tellería, 2004); incluyendo los sexuales y sus correspondientes obligaciones.
En el caso de las mujeres, su condición de minorías no está dada por los datos
poblacionales, como por el limitado margen de reconocimiento de sus derechos
sociales, laborales y sexuales. Las actoras emergentes han tenido que enfrentar,
primero, el trato de segunda clase como estigma propio de su sexo.
La diversidad sexual y de género como derecho de las personas en la sociedad
moderna, especialmente de las mujeres, ha sido el resultado de recuperar una
concepción de persona sexuada y erotizada cuya finalidad supera la visión mecanicista
de reproducción de la especie. Es una transición del individuo a la actora que cuestiona
su devenir en términos de no asumir los roles femeninos tradicionales impuestos y que
reconoce que el amor y el erotismo son componentes en las relaciones sexuales, y ello
como parte de una ideología modernista, como afirma Touraine (1994):
La acción de las mujeres que ha llegado a reconocer oficialmente la separación de
la reproducción y el placer sexual, tuvo un papel decisivo en este descubrimiento
del sujeto, aunque hay que agregar que éste sólo se constituye si reúne el deseo y
la relación intersubjetiva. La historia de los movimientos feministas es, en gran
medida, la historia del descubrimiento de la relación con el niño, luego de la
ruptura inicial de los papeles femeninos tradicionales, y después, de manera más
vacilante, del descubrimiento de la relación con el hombre. La ideología
modernista cuanto más juzgó las relaciones interpersonales inferiores a la
participación en obras colectivas, por lo tanto en el trabajo, tanto más el retorno
Psicología para América Latina (2014), 27, 93-118
103
del sujeto estuvo marcado por la importancia otorgada a las relaciones amorosas y
al erotismo. (p. 222)
El reto es que la diversidad solo puede ser una riqueza de las sociedades
modernas, en la medida que la diferencia no sea sinónimo de desigualdad, de asimetría
social y de clase; en el caso de las mujeres el reto es aún mayor, dados los cánones
con que ha estado vinculado su rol en la sociedad y de su condición de vulnerabilidad
por ser mujer.
De acuerdo con Shepard (2004), es necesario construir el concepto de
ciudadanía sexual que contiene dos elementos básicos: La participación ciudadana y el
ser sujeto de derechos. En el primero, todos los ciudadanos y ciudadanas tienen una
voz en las políticas y programas que afectan su vida, principio básico de una sociedad
democrática:
La ciudadanía sexual será el tener voz y voto en las políticas y programas que
afectan el ejercicio autónomo de la sexualidad y la salud sexual. El segundo
elemento importante tiene relación con el concepto de ser „sujeto de derechos‟, es
decir, de vivir en un Estado que respeta y protege los derechos humanos de las y
los ciudadanos y que asume la responsabilidad de hacer cumplir estos derechos.
(p. 142)
Es en los espacios universitarios en donde se pueden diseñar políticas
educativas orientadas a promover una sexualidad más incluyente entre las personas,
desde la propia perspectiva del currículo, con el propósito de superar el hecho de que la
mayoría de los jóvenes tienen muy poca ciudadanía en general, y mucho menos
ciudadanía sexual, “el ejercicio de la sexualidad —sobre todo para las mujeres— suele
estar prohibido y es ejercido en la clandestinidad” (Shepard, 2004: 192).
De acuerdo con Szasz (2004), para el discurso crítico de las ciencias sociales, no
existen los comportamientos individuales des-contextualizados, todo comportamiento
constituye una práctica social y es relacional e históricamente producido. La ciudadanía
se conceptualiza en la investigación como la disposición a la convivencia entre las
G. González Juárez
104
personas, considerando la diversidad sexual y equidad de género como conceptos que
disponen la convivencia y regulan las formas de convivencia social entre personas.
Formas de discriminación hacia las lesbianas
La democracia no es solo un modelo teórico para la organización política de una
sociedad, es una propuesta práctica que requiere que los ciudadanos que habiten o
conformen un espacio democrático la incorporen como parte de sus esquemas de
comportamiento en congruencia con él. Se fortalece a través del cumplimiento de las
obligaciones y el reconocimiento de los derechos en los ámbitos jurídico y social. La
inclusión, la pluralidad, el respeto y la tolerancia respecto de las ideas, creencias,
preferencias y apariencias de los Otros, son fundamentales para el fortalecimiento de la
cultura ciudadana en las sociedades democráticas (Touraine, 2006: 36-37).
El estigma, desde la perspectiva de Goffman (1963/1968), es “un atributo
profundamente desacreditador” constituido por marca(s) o señal(es) impuesta(s) sobre
determinadas personas o grupos con una doble finalidad: Distinguirlas como diferentes
y posicionarlas social, cultural, política y jurídicamente. No obstante, la categoría de
estigma fue revisada por Marichal y Quilez (2000), quienes reportaron que existe un
conjunto de estigmas que se organizan, se distribuyen y se ordenan en al menos tres
tipos de categorías: física, psicológica y sociocultural. Asimismo, en sus resultados los
estigmas socioculturales -por ejemplo, gitanos, delincuentes, prostitutas, drogadictos-
son percibidos como de naturaleza menos física. De la misma manera los estigmas
más físicos son menos socioculturales -por ejemplo, enanos, leprosos, personas con
discapacidad, entre otros.
El estigma es una marca que identifica a un individuo o grupo y al hacerlo,
delimita un lugar al cual éste supuestamente pertenece y que muchas veces genera
innumerables modos de discriminación (Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación [CONAPRED], 2006).
Los estigmas pueden ser reproducidos por los actores de las instituciones
académicas debido a que la sexualidad sigue siendo un tabú. En nuestra cultura lo
lésbico se construye como un estigma, a partir de considerar que la sexualidad lésbica
Psicología para América Latina (2014), 27, 93-118
105
es antinatural y que transgrede las normas de la sexualidad impuestas por la sociedad
para las mujeres y que están vinculadas a la heterosexualidad y a la maternidad. Lo
anterior ha sido ampliamente investigado por Lamas (1999), quien afirma que existen
atribuciones, ideas, representaciones y prescripciones sociales que se construyen
tomando como referencia la diferencia entre ellos con una postura biologicista y
reduccionista, que resulta insuficiente para comprender las diferencias entre los sexos
que son históricas, desiguales y que por sí mismas no provocan comportamientos o
características de la personalidad exclusivas de un sexo.
Por lo tanto, la sexualidad se jerarquiza y distingue de manera excluyente siendo
la heterosexualidad la forma reconocida, valorada como positiva, mientras que el resto
de los comportamientos sexuales son catalogados como desviaciones a la norma o
perversiones, y los grupos que no caen en la norma son considerados minorías y en
condición de vulnerabilidad. El sistema social de géneros es dual, jerárquico y
excluyente, en él los hombres son considerados superiores a las mujeres, como parte
de una cultura sexista.
De acuerdo con Alfarache (2009), la categoría sexismo fue desarrollada a finales
de la década de los sesenta para analizar las políticas, las legislaciones, los arreglos
económicos, y las prácticas sociales y culturales que expresan una creencia sistemática
en la superioridad de los hombres y la inferioridad de las mujeres. El sexismo está
basado en el androcentrismo, “para valorar y apoyar socialmente que los hombres y lo
masculino son superiores, mejores, más adecuados, más capaces y más útiles que las
mujeres y las formas más relevantes del sexismo son el machismo, la misoginia y la
homofobia” (Lagarde, 1996: 106-107).
La lesbofobia es el mecanismo político de opresión, dominación y subordinación
de las lesbianas que las coloca fuera del espacio de los derechos ciudadanos
fundamentales. Es una forma de rechazo que se manifiesta en una sociedad sexista,
que posiciona lo masculino y la masculinidad sobre lo femenino y la femineidad, se
considera que la virilidad, la agresión y la dominación sexual son parte de la cultura
legitimada e incorporada, la que valida la supremacía de lo masculino sobre lo
femenino.
G. González Juárez
106
La jerarquización de la sexualidad ha posicionado a la heterosexualidad como la
forma natural y normal, por tanto, a toda manifestación homosexual fuera de ella se le
considera anormal, inferior y estéril porque la naturalidad está vinculada a la
procreación, que privilegia una visión isomórfica de la sexualidad que no considera el
sentir, el pensar y el desear de los diversos géneros de las personas.
Piña Osorio (2012), reportó una investigación sobre la relación entre
homosexualidad y ciudadanía en estudiantes normalistas, y las respuestas de los
participantes mostraron prejuicio y estigma; los positivos fueron amigo y los negativos,
afeminado, agresivo y antinatural, conceptos que se discuten a la luz de la cultura
ciudadana democrática. Aunque no se refiere a las lesbianas, su relevancia radica en
señalar que el movimiento lésbico surgió del movimiento homosexual, pero que hoy
tiene identidad propia.
Estos aspectos pueden acentuarse en escenarios donde la migración de las
personas requiere estrategias de inclusión y de cohesión social en las instituciones
educativas, como en el caso de las interculturales cuya población escolar es diversa en
aspectos étnicos, culturales, sociales y sexuales. Especialmente porque en la sociedad
mexicana está concebida la dualidad de géneros reconocidos como válidos con una
perspectiva limitada para lo que es masculino (hombres) y lo femenino (mujeres). Esta
dualidad se percibe incompleta porque se establece que las dos partes se
complementan mediante la reproducción social.
Los derechos de algunos sujetos de la sociedad se han visto de este modo
sesgados, porque se les incluyó como cosas en los razonamientos sociales,
económicos y políticos; como resultado de una suerte de isomorfismo social que reduce
al sujeto en objeto y que ha propiciado la formación de sectores vulnerables en las
mujeres, los niños, los indígenas, entre otros.
En materia legislativa se han logrado avances, al menos en el Distrito Federal.
En 2009 se aprobó una modificación de ley para que ésta no calificase el sexo de los
contrayentes en el matrimonio, que ha contribuido a legitimar los derechos para que los
homosexuales puedan contraer matrimonio; no obstante en los derechos sociales
todavía hay mucho que hacer para incluirlos y re-conocerlos. No solo tolerarlos como
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sinónimo de soportar aquello que es contrario a nuestra moral. La disposición implica
reconocimiento de las personas en un mosaico de posibilidades en todas las
dimensiones de la vida y que conforman una sociedad democrática.
Alfarache (2010), apunta que los derechos humanos están guiados por un
conjunto de valores: La dignidad, la justicia, la igualdad y la libertad, e implican
obligaciones del Estado, que no los otorga ni los concede, pero los reconoce y se
encarga de respetarlos, promoverlos, garantizarlos y protegerlos para todas las
personas y en todos los ámbitos, tanto el público como el privado.
Los derechos no se pueden jerarquizar porque ninguno está por encima del otro,
son integrales porque se necesitan todos para el desarrollo pleno; son universales, es
decir, válidos para todas las personas sin importar su condición o el país donde vivan;
son históricos, en la medida en que surgen de las contradicciones sociales e
impulsados por movimientos o sujetos que reivindican sus necesidades; son
inalienables, intransferibles, imprescriptibles e inderogables (Alfarache, 2009).
Método
Participantes
El total de los participantes en el estudio fue de 350 estudiantes, tanto de las UI
como de las UB. La mayoría tienen entre 20 y 22 años de edad. En cuanto al sexo, el
51% de los entrevistados son mujeres en las UI y el 49% hombres; mientras que en las
UB el 70% son mujeres y el 30% hombres. Casi todos los participantes son solteros
(Ver Tabla 1).
Tabla 1. Características de los participantes
Participantes
SEXO ESTADO CIVIL EDAD
H M Soltero Casado Otro 17 -19
20-22
23-25
<25
UB (n=122)
70% 30% 96% 3% 2% 39% 46% 14% 1%
UI (n=228)
51% 49% 92% 7% 1 % 23% 59% 15% 3%
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Instrumentos
Se diseñaron dos instrumentos: Un cuestionario de ciudadanía para educación
superior que contiene 33 reactivos en tres de sus componentes: Cultura ciudadana,
cultura cívica y cultura política, validado a través del jueceo de cinco expertos en el
tema de ciudadanía. El primero es una escala Likert con cuatro opciones de respuesta:
Sí, Sí tal vez, No, y No lo sé, y mide el nivel de disposición para convivir con seis
personas vulnerables en tres condiciones hipotéticas diferentes; contiene además un
apartado para ordenar figuras de autoridad de acuerdo con el nivel de confianza que
representan a los participantes.
En este primer instrumento, el componente de cultura cívica incluyó diez
reactivos que están planteados en términos de dilemas en situaciones comunes para
los universitarios, por ejemplo cuidado de libros, comportamiento en exámenes; para
que los participantes seleccionen una opción de las cuatro que se les dan. El
instrumento mide también la cultura política con preguntas de afiliación a partidos
políticos de preferencia, medios por los cuales se entera de política y frecuencia con
que se entera de la vida política; como parte un esquema de preguntas cerradas que
incluyen también información general de los participantes.
El segundo instrumento consiste en la técnica de asociación de palabras para
identificar la representación de conceptos vinculados a las personas vulnerables del
estudio, se realizó el análisis de frecuencias y porcentajes de las más mencionadas por
los estudiantes para el término lesbiana tanto para las UI como para las UB.
A partir del cuestionario de ciudadanía para educación superior, se analizaron los
resultados para lesbiana en términos, de la disposición a la convivencia, como elemento
estructural para analizar la cultura ciudadana. Los porcentajes obtenidos permitieron
una distribución entre los más altos y los más bajos para obtener cuatro rangos de
disposición a partir de las respuestas afirmativas, es decir, para las opciones Sí y Sí tal
vez de la escala Alta, media y las opciones negativas acumuladas de la escala: No, No
lo sé, más las respuestas a la opción No contestó, mismas que dieron la disposición
baja en cada una de las siguientes situaciones hipotéticas:
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1. Estarías dispuesto a compartir un viaje de 10 días con todo pagado con la
persona lesbiana.
2. Estarías dispuesto a contratar a una persona lesbiana para un empleo, si cumple
con los requisitos solicitados en una convocatoria.
3. Tienes que rentar un cuarto compartido, qué tan dispuesto estarías a compartirlo
con la persona lesbiana.
Resultados
Los resultados globales obtenidos para la persona lesbiana, en el cuestionario de
opinión para educación superior para la condición 1 “Estarías dispuesto a compartir un
viaje de 10 días con todo pagado con la persona lesbiana”, en las UI y las UB, se
muestran en la Tabla 2.
Tabla 2. Estarías dispuesto a compartir un viaje de 10 días con todo pagado con
la persona lesbiana
Lesbiana Sí Sí, tal vez No No lo sé
No contestó
UI (n=228) 57% 21.1% 13.6% 5.3% 3.1%
UB (n=122) 56.6% 27.0% 12.3% 3.3% 0.8%
La disposición media se presentó en las UI con 57% para la opción “Sí”, y fue
21.1% para “Sí, tal vez”. Las opciones de respuesta negativas mostraron una
disposición baja con 13.6% para la opción “No”, 5.3% “No lo sé” y 3.1% para “No
contestó”.
Las UB obtuvieron una disposición media para la opción “Sí” con 56.6% y 27.0%
para la opción “Sí, tal vez”. Las opciones de respuesta negativas muestran en la opción
“No” 12.3%, 3.3% en “No lo sé” y 0.8% no contestaron.
En la condición dos, se les preguntó a los estudiantes si “Estarías dispuesto a
contratar a una persona lesbiana para un empleo, si cumple con los requisitos
solicitados en una convocatoria”. Los resultados se muestran en la Tabla 3.
G. González Juárez
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Tabla 3. Estarías dispuesto a contratar a una persona lesbiana para un empleo, si
cumple con los requisitos solicitados en una convocatoria
Lesbiana Sí Sí, tal vez
No No lo sé No contestó
UI (n=228)
74.6% 13.2% 6.1% 2.2% 3.9%
UB (n=122)
86.9% 8.2% 3.3% 0.8% 0.8%
En ésta la cercanía es menor para la convivencia de los participantes con la
persona lesbiana, a diferencia de la condición uno, donde estarían conviviendo con ella
por varios días; la disposición fue alta en las respuestas de los estudiantes de las UI y
las UB.
Las UI mostraron un promedio porcentual en la opción “Sí” de 74.6% y de 13.2%
para “Sí, tal vez”; 6.1% de los estudiantes respondió “No”, 2.2% “No lo sé” y 3.9% “No
contestó”. En el caso de las UB, en la categoría “Sí” muestra 86.9% y 8.2% en la opción
“Sí, tal vez”; mientras que “No” obtuvo 3.3%, “No lo sé” y “No contestó” obtuvieron
0.8%, respectivamente.
En la tercera condición, “Tienes que rentar un cuarto compartido, qué tan
dispuesto estarías a compartirlo con la persona lesbiana”, la cercanía a la convivencia
con la persona lesbiana es mayor que en las anteriores. En este caso, implica compartir
espacios, hábitos, valores, etcétera. La disposición positiva para las UI fue de 45.2%
para la opción “Sí” y 25% para “Sí, tal vez”, 16.7% respondieron que “No”, 9.2% “No lo
sé” y 3.9% no contestaron; mientras que para las UB obtuvieron 50.8% en la opción “Sí”
y 22.1% para la opción “Sí, tal vez”, 18% para la opción “No”, 8.2% “No lo sé” y 0.8% no
contestaron (Ver Tabla 4).
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111
Tabla 4. Tienes que rentar un cuarto compartido, qué tan dispuesto estarías a
compartirlo con la persona lesbiana
Lesbiana Sí Sí, tal vez No No lo sé No contestó
UI (n=228)
45.2% 25.0% 16.7% 9.2% 3.9%
UB (n=122)
50.8% 22.1% 18.0% 8.2% 0.8%
Adicionalmente, se obtuvieron los promedios porcentuales de las respuestas de
los alumnos para definir los niveles de disposición a partir de las sumas de las
afirmaciones positivas y de las negativas para obtener tres rangos, como sigue: Alta
(100-67%), media (66-33%) y baja (32-1%).
En la condición 1, en la disposición para viajar con la persona lesbiana, las UB
obtuvieron una disposición media con 63.6% y 36.4%. Las UI por su parte, obtuvieron
78.1% como disposición alta y 21.9% como baja (Ver Tabla 5).
Tabla 5. Porcentajes para las condiciones planteadas para las UI y las UB
Como puede apreciarse en los porcentajes, viajar es una condición hipotética
definida por el tiempo y por la posibilidad de no erogar gasto alguno, pero está dada por
una convivencia relativamente estrecha y muestra una disposición media en los
estudiantes de las UB, aun en las valoraciones más bajas de los alumnos para incluir a
la lesbiana, y en el caso de las UI, aunque la disposición alta es mayor que en las UB,
aparece una disposición baja para convivir con ellas que no aparece en las UB.
En la condición 2, relativa a contratar a la persona, la disposición es alta en las
UB con 95.1% y en las UI con 87.8%; mientras que la disposición baja fue de 12.2%
Condición 1 Viajar
Condición 2 Contratar
Condición 3 Rentar Cuarto
ALTA MEDIA BAJA ALTA BAJA ALTA BAJA
UI 78.1% 21.9% 87.8% 12.2% 70.2% 29.8%
UB 63.6% 95.1% 4.9% 72.9% 27.1%
36.4%
G. González Juárez
112
para las UI y de 4.9% para las UB. Los resultados permiten afirmar que en la condición
de contratación los estudiantes mostraron una mayor disposición a convivir con la
persona lesbiana, pero no cuenta con temporalidad ni se define el tipo de convivencia;
la disposición de los estudiantes es mayor en esta condición con respecto a las otras
dos.
En la condición 3, relacionada con la renta de un cuarto compartido con
lesbianas, la disposición alta total cae en los valores más bajos del rango con 70.2%
para las UI y 72.9% para las UB; mientras que la disposición baja fue más fuerte con
29.8% para las UI y 27.1% para las UB. Los resultados permiten inferir que en esta
opción la disposición es la más baja para la convivencia con respecto a las otras dos
(Ver Tabla 6).
Por los valores porcentuales, del total de respuestas emitidas por los
universitarios, el concepto que más define a la lesbiana es mujer, seguida de machorra,
y discriminada. En general, los datos muestran que en la mayoría de los conceptos la
representación de los estudiantes para la persona lesbiana está orientada en la
concepción tradicional de la sexualidad, biologicista y restringida. Asimismo, hubo
palabras positivas, como aceptación, amor, respeto, persona, pero éstas obtuvieron las
menores frecuencias.
Los resultados de las frecuencias acumuladas de los participantes de las UI y de
las UB muestran principalmente palabras negativas, pero también positivas (Ver Gráfica
1).
Discusión
El objetivo consistió en analizar en estudiantes universitarios la disposición para
convivir con la persona lesbiana, como parte de una conducta ciudadana para valorar
en qué medida son incluyentes de la diversidad sexual. La disposición se mostró en tres
niveles: Alta, media y baja, de acuerdo con la circunstancia hipotética planteada y
manifestó variaciones de acuerdo con el nivel de proximidad que representó la
posibilidad de convivencia con la lesbiana; es decir a mayor proximidad percibida para
la convivencia, la disposición de los entrevistados disminuyó.
Psicología para América Latina (2014), 27, 93-118
113
Tabla 6. Frecuencia y porcentaje conceptos para lesbiana por universidad
UB UI
Palabras Frecuencia % Palabras Frecuencia %
Mujer 30 41 Mujer 100 43
Machorra 9 8 Machorra 33 12
Rara 11 7 Discriminada 19 8
Preferencia sexual
9 6 Libertad 8 3
Diferente 9 6 Persona 7 3
Respeto 5 5 Diferente 19 8
Persona 6 4 Homosexual 6 3
Asco 4 4 Femenino 5 2
Liberal 6 4 Enfermedad 5 2
Género 6 3 Preferencia sexual
5 2
Homosexual 3 3 Gusto 8 3
Aceptación 3 3 Igualdad 8 3
Miedo 2 3 Asco 6 3
Amor 3 3 Aceptación 4 2
Gráfica 1. Frecuencias totales de las palabras para lesbiana (UB y UI)
G. González Juárez
114
Por tanto, la disposición de la convivencia es relativa a las condiciones de
convivencia que se plantean. Así, la cercanía entre Otros y Otras está condicionada por
la circunstancia misma. Lo que no fortalece a las sociedades democráticas, porque
existen las miradas suspicaces y de prejuicio en las representaciones de los
universitarios para convivir con la diferencia de géneros y la diversidad sexual.
Los términos asociados a lesbiana son parte de una representación tradicional
de la sexualidad de la mujer que coincide con lo reportado por Rance (2001). Estos
hallazgos también coinciden con los reportados por Piña Osorio (2012) con respecto a
las representaciones lingüísticas de estigma y discriminación para la persona
homosexual, pero en el presente trabajo se identifican los que se refieren a la persona
lesbiana como categoría conceptual independiente, que es preciso analizar para
efectos de la ciudadanía de los estudiantes universitarios como posibles líderes y
educadores de sus comunidades.
En este tenor, las representaciones lingüísticas vinculadas a las palabras
frecuentes fueron principalmente del tipo de insultos, hostilidad, discriminación,
estigmatización y agresiones diversas que han dado lugar al concepto de lesbofobia.
Una ciudadanía incluyente implica el reconocimiento del Otro, la Otra o bien los
Otros y Otras en materia de diversidad sexual y de género, tomar conciencia de esta
diversidad y reconocerla es parte de las competencias ciudadanas de los universitarios
en formación (González-Juárez y Reyes, 2012).
Las palabras asociadas a la persona lesbiana coinciden con lo propuesto por
Lagarde (1996), en cuanto a que existen conceptos derivados del sexismo para valorar
y apoyar socialmente que los hombres y lo masculino son superiores, mejores, más
adecuados, más capaces y más útiles, lo que hace que las mujeres sean percibidas con
los ojos del machismo, la misoginia y la homofobia.
Coincidiendo con Shepard (2004), es necesario abonar al concepto de
ciudadanía general y de ciudadanía sexual en los estudiantes universitarios. Algunas
directrices de intervención son la formación de competencias ciudadanas desde la
universidad promovidas por los profesores, de manera reflexiva, profesionalizar
docentes, investigar las representaciones de los actores para la democracia y la
Psicología para América Latina (2014), 27, 93-118
115
inclusión de la diversidad en los contextos de interculturalidad y en las comunidades de
los estudiantes; analizar actitudes docentes ante la migración en este tipo de
universidades y los estilos del profesor para atender la diversidad sexual.
Finalmente, es importante recuperar que la ciudadanía incluyente, respetuosa y
reflexiva es necesaria para fortalecer la convivencia entre las personas. Las diferencias
sexuales y de género tienen que ser fortalecidas con políticas claras de inclusión desde
las diversas instituciones socializadoras y establecer diálogos y códigos innovadores
que permitan que podamos convivir armónicamente en una sociedad global y plural.
G. González Juárez
116
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Psicología para América Latina (2014), 27, 119-143
119
Estudiantes universitarios ante personas con VIH-Sida
María Teresa Reyes Ruiz 1
Secretaría de Educación Pública
Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM
Resumen El mundo que habitamos se caracteriza por una diversidad de expresiones, como la preferencia sexual, política, ideológica o religiosa; la condición social, física o de salud, entre otras. Realidad que demanda una cultura ciudadana para que los individuos puedan convivir de manera armónica. De ahí el objetivo de indagar cómo son percibidas las personas que viven con VIH por estudiantes de tres universidades de León, Guanajuato, de los cuales se espera una cultura ciudadana de aceptación. La investigación se realizó a partir de la técnica Redes Semánticas Naturales. Los resultados muestran que la cultura ciudadana de los estudiantes se caracteriza por la aceptación, al emitir expresiones como persona, cuidado y responsabilidad. Por otra parte, se perciben manifestaciones de estigma al expresar vocablos como enfermedad, muerte, contagio y sexo; así como al reconocer el hecho discriminatorio cuando se usan términos como discriminación, SIDA y rechazo.
Palabras clave: Aceptación, estigma, discriminación, estudiantes universitarios, cultura ciudadanía.
Os estudantes universitários em relação às pessoas com HIV/Aids
Resumo O mundo em que vivemos é caracterizada por uma variedade de expressões, como a preferência sexual, condição política, ideológica ou religiosa, social, físico ou de saúde, entre outros. Realidade exige uma cultura de cidadania, para que as pessoas possam viver juntos em harmonia. Daí o objetivo de investigar como eles são percebidos de
1 Mexicana. Dra. en pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de
México. Profesora investigadora de la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio de la
Secretaría de Educación Pública y Docente del posgrado de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM.
México, D. F. Correo electrónico: [email protected].
M. T. Reyes
120
pessoas que vivem com o HIV por estudantes de três universidades em León, Guanajuato, dos quais uma cultura cívica de aceitação é esperado. A pesquisa a ser realizada a partir da arte Naturais Semantic Networks. Os resultados mostram que a cultura cívica dos alunos, é caracterizada pela aceitação mediante a emissão de expressões como pessoa, cuidado e responsabilidade. Além disso manifestações de estigma percebidas para expressar palavras como doença, morte, sexo e infecção. E reconhecer o fato de termos de formulação discriminatórias como a discriminação, a AIDS e rejeição. Palavras-chave: Aceitação, o estigma, a discriminação, os estudantes universitários, a cultura da cidadania.
College students to people with HIV/Aids
Abstract The world we inhabit is characterized by a variety of expressions such as sexual, political, ideological or religious preference, social, physical or health status, among others. Reality demands a culture of citizenship so that individuals are able to coexist harmoniously. Hence the aim of investigating how people living with HIV are perceived by students from three universities in León, Guanajuato, from whom a civic culture of acceptance is expected. Research was conducted based on the Natural Semantic Networks technique. Results show that the civic culture of the students is characterized by acceptance when emitting expressions such as individual, care and responsibility. Moreover manifestations of stigma are perceived when expressing words like illness, death, contagion and sex; as well as when recognizing the discriminatory fact when formulating terms as discrimination, AIDS and rejection. Keywords: Acceptance, stigma, discrimination, university students, citizenship culture.
Introducción
La cultura ciudadana no implica solamente la adquisición de derechos y el cumplimiento
de obligaciones ante el Estado, sino la capacidad de asumirse como un individuo con
disposición para compartir y convivir con los diversos grupos de la sociedad en igualdad
de circunstancias, sin que la pertenencia étnica, el color de la piel, el sexo, la edad, la
Psicología para América Latina (2014), 27, 119-143
121
condición de salud, la preferencia sexual, política, religiosa o ideológica, entre otras,
sean un impedimento. De ahí la importancia de conocer la ciudadanía que estudiantes
de tres universidades de Guanajuato expresarían ante personas con VIH.
Este texto se desarrolla en cinco apartados. En El VIH-SIDA, una circunstancia
de estigma y discriminación, se argumenta que el Virus de la Inmunodeficiencia
Humana y el Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida son vistos socialmente como
una enfermedad que provoca estigma o discriminación. En Cultura ciudadana y
educación superior, se establece lo que para este estudio significa el término y su
relación con el nivel educativo superior. En el Método se describe la técnica de Redes
Semánticas Naturales utilizada para la obtención de datos y la manera en que fue
sistematizada. En Resultados de las redes semánticas naturales, se presentan los
resultados derivados de la investigación, en los cuales se destaca que la cultura
ciudadana de los estudiantes participantes en el estudio ante personas con VIH es de
aceptación, así como el reconocimiento del estigma y la discriminación de que son
objeto en la sociedad. En el último apartado se exponen algunas conclusiones.
El VIH-SIDA, una circunstancia de estigma y discriminación
La enfermedad conocida como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA),
apareció en 1981 y más tarde se descubrió el virus que la causaba, denominado por la
ciencia médica como Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Este hallazgo dio paso
a la investigación y desarrollo de medicamentos para combatir la enfermedad, y con ello
mejorar la calidad de vida de los enfermos. A pesar de los avances de la ciencia médica
y de los esfuerzos para prevenir las infecciones por el VIH, el número de enfermos
aumentaba, lo que derivó en una epidemia que desde los años ochenta del siglo
pasado ha sido un problema de salud pública para las naciones del mundo.
Ante tal situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 1º de
diciembre de 1988 Día Mundial contra el SIDA, con la finalidad de que todas las
naciones del mundo sumen esfuerzos para que sus poblaciones tomen conciencia de lo
que implica contraer el virus y, con ello, posiblemente la enfermedad. Con el propósito
M. T. Reyes
122
de articular una política internacional en la que los gobiernos se comprometan a trabajar
en materia de prevención, tratamiento y atención a los afectados, dado que “El VIH es
el agente infeccioso más mortífero del mundo. Hasta la fecha se ha cobrado la vida de
unos 36 millones de personas, y se calcula que en 2012 unas 1.6 millones de personas
murieron de éste” (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2013).
La información generada por la ciencia médica ha dejado claro que la
transmisión del VIH se da por el contacto con líquidos corporales de personas
infectadas, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. Por
lo que el virus no se adquiere por el simple contacto en las relaciones comunes con
individuos infectados, a través de besos, abrazos, apretones de manos o por compartir
objetos personales, alimentos o bebidas.
Sin embargo, esta información no parece ser compartida o formar parte del acervo
de conocimientos o informaciones que posee el individuo común, ni mucho menos de
los prestadores de servicios de salud, conforme lo expresan un par de notas
periodísticas publicadas en internet, la primera en el periódico El Universal, el 21 de
enero de 2012, titulada Persiste discriminación en enfermos de SIDA: CNDH:
La Comisión Nacional de Derechos Humanos destacó que los principales hechos
violatorios denunciados ante el programa de VIH/SIDA y Derechos Humanos son
la discriminación, la negativa o inadecuada prestación del servicio público de
salud, la negligencia médica y la omisión en el suministro de medicamentos
(Gómez, 2012).
La segunda nota fue publicada en Aristegui Noticias, el 1º de diciembre de 2013,
México y VIH: “El estigma y la discriminación, lo que más mata”:
El presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred),
Ricardo Bucio, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, indicó que
el estigma en torno a la enfermedad está relacionado de alguna manera con
culpabilizar a las personas por portar el virus o ser víctimas de esta enfermedad,
por ligarlo a un asunto de desviaciones o de perversión o por homologar a la
persona con actitudes socialmente no valoradas o no aceptadas. Bucio dijo que el
Psicología para América Latina (2014), 27, 119-143
123
estigma y la discriminación siguen siendo aún el principal problema al respecto. „El
estigma y la discriminación son lo que mata hoy en día a las personas que
padecen con VIH-Sida‟ (Redacción AN, 2013).
Como ambas notas periodísticas puntualizan, a pesar de los esfuerzos
emprendidos por el gobierno mexicano, con la creación constitucional de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y del Consejo Nacional para Prevenir La
Discriminación (CONAPRED), las actitudes y conductas discriminatorias y
estigmatizantes permanecen, por lo que se refiere a un espacio social como los
servicios de salud pública, que son de suma importancia para enfermos e infectados.
Cabe preguntar ¿qué sucede en otros espacios en los que se desarrollan relaciones de
trabajo, educación, familia o amistosas, ante personas que viven infectados por el VIH o
enfermos de SIDA? Es por eso que interesa indagar por la cultura ciudadana de
estudiantes de tres universidades de León, Guanajuato, ante personas en dicha
circunstancia.
Cultura ciudadana y educación superior
Hoy en día, la democracia es el régimen político y social que, como forma de
gobierno, se hace cada vez más presente en la vida de las sociedades, y cuya
expresión más cercana y evidente es el voto; sin que por ello sea su única
manifestación, tal como refiere Touraine (2004: 42), éste es sólo “…. el mecanismo
institucional sin el cual aquélla no existe”. La democracia, en tanto forma de vida
requiere que se pongan en acción no sólo las libertades políticas, como el voto, sino el
ejercicio de los derechos civiles y sociales.
De ahí que democracia y ciudadanía mantengan una estrecha relación, en el
entendido de que el ejercicio de las libertades políticas y de los derechos, tanto civiles
como sociales, contribuye al gobierno de la sociedad. Así se hace necesario que el
individuo cuente con una cultura ciudadana, que García (2001: 446) define como “…. la
capacidad y la voluntad de los ciudadanos para disfrutar de los derechos y cumplir con
las obligaciones que supone la condición ciudadana”. Circunstancia que, desde la
M. T. Reyes
124
perspectiva de este autor, queda definida por lo que establezca la Constitución de cada
Estado y que determina el contenido de la cultura ciudadana de cada sociedad.
En ese sentido, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Diario
Oficial de la Federación [DOF], 2013) establece los contornos de la cultura ciudadana
en nuestro país, pongamos por caso lo referente a la no discriminación, plasmado en el
artículo primero, en su quinto párrafo:
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el
género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud,
la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra
que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos y libertades de las personas (DOF, 2013).
Dicho párrafo menciona las características del individuo y el ejercicio de la cultura
ciudadana con respecto a la no discriminación. Aspectos que, a diferencia de la
igualdad y la libertad -que se traducen en derechos-, hacen referencia a la civilidad,
misma que alude a los atributos morales mediante los cuales ha de regirse el
comportamiento de los individuos en sus relaciones de convivencia al compartir la vida
en sociedad; de ahí que Guerrero (s/f) apunte que “la civilidad designa no sólo
cualidades morales de tipo negativo como la disciplina, el autocontrol y la tolerancia,
sino también positivas como la iniciativa, la cooperación, la crítica y la solidaridad” (p.
136).
Entonces, formar parte de una sociedad implica no solamente la adquisición de
ciertos derechos y el cumplimiento de deberes frente al Estado, sino de asumirse como
individuo con una cultura ciudadana, caracterizada por la disposición para compartir y
convivir en los diversos espacios sociales en el marco de una obligación mutua, que ha
de desarrollarse en el respeto a las diversas expresiones sociales existentes. De ahí
que la cultura ciudadana no es un acto de mera reproducción cultural, sino que se
refiere a las conductas y comportamientos acordes con la sociedad en que se vive y las
necesidades de quienes la componen.
Psicología para América Latina (2014), 27, 119-143
125
Por otro lado, la formación de profesionales para las diversas áreas productivas
en nuestro país está a cargo de la educación superior; al respecto el documento de la
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES,
2006) establece que:
México cuenta actualmente con un sistema de educación superior amplio y
diverso, que incluye Instituciones de Educación Superior públicas y particulares,
tales como universidades, institutos tecnológicos, universidades tecnológicas,
universidades politécnicas, universidades pedagógicas, universidades
interculturales, centros de investigación, escuelas normales y centros de formación
especializada. (p. 19)
De ahí que la educación superior se constituye en un medio a través del cual se
forma a los profesionistas para su desempeño futuro en los diversos espacios de la
sociedad, al mismo tiempo que, como lo manifiesta Tuirán (2012), “Una población más
y mejor educada significa una ciudadanía más informada, participativa y crítica”. Es
decir, la educación superior, ya sea ésta de orden público o privado, no solo posibilita la
formación para el trabajo sino que fortalece las disposiciones de los individuos que en
ella se forman para su actuar en la vida diaria, en las relaciones que se establecen con
los diversos grupos que conforman la sociedad.
Por lo que vivir en una sociedad que aspira a la vida democrática, requiere que
los individuos que la integran asuman una cultura ciudadana caracterizada por
conductas que contribuyan a la conformación de espacios sociales compartidos, en los
que las diferencias —ya sean de pertenencia étnica, color de piel, sexo, edad, condición
de salud, preferencia sexual, política, religiosa o ideológica, entre otras— no sean un
impedimento en el cumplimiento de deberes y en el ejercicio de derechos y libertades.
En este sentido, es relevante investigar la cultura ciudadana de estudiantes de tres
universidades de León, Guanajuato, ante personas con VIH/SIDA.
M. T. Reyes
126
Método
Para fines de la indagación se utilizó la técnica de Redes Semánticas Naturales
(RSN), entendida como el “…. conjunto de conceptos elegidos por la memoria a través
de un proceso reconstructivo, y que esta estructura y organización deben permitir un
plan de acción” (Reyes Lagunes, 1993). Así, las RSN son las palabras que los
universitarios utilizan para definir la frase “persona con VIH”, y que dan cuenta de las
ideas que guían sus conductas, atribuidas éstas de manera personal o, bien, en cuanto
al colectivo al respecto de un aspecto o tema en específico.
Para la elaboración de las RSN se pidió a los estudiantes que escribieran
palabras asociadas a la frase persona con VIH2. Posteriormente, se les indicó que las
jerarquizaran en orden de importancia, de mayor a menor (1º, 2º, 3º, etc.). Enseguida,
se solicitó que definieran cada una de las palabras asociadas a la frase, por lo que
éstas asumen la denominación de las palabras definidoras, mismas que permiten
acceder a las ideas, creencias, saberes, conocimientos, tanto como valores que
sustentan las conductas de los individuos (Reyes Lagunes, 1993).
Con la finalidad de ahondar en el significado de las palabras que refieren a la
persona con VIH, se procedió a sistematizar la información a partir del Peso Semántico
(PS), el cual consiste, según Valdez Medina (1999: 61), en la identificación del valor
más alto asignado, “…. o importancia que los sujetos le atribuyen a cada una de las
palabra que dieron como definidoras”. El PS permite acceder a los conceptos centrales
emitidos por los estudiantes para la frase persona con VIH.
Las tres universidades referidas en la investigación se encuentran en la ciudad
de León, Guanajuato, ubicada en la Zona Centro, conforme a la clasificación del
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
[Conacyt], s/f); mismas que para efectos de esta investigación han sido nombradas
como: Universidad 1 (U1) y Universidad 3 (U3), ambas privadas; y Universidad 2 (U2),
que es pública.
2 Cabe aclarar que la técnica sugerida por Reyes Lagunes (1993), recomienda “utilizar un mínimo de tres
estímulos y un máximo de cinco”. En esta investigación se opta no por la utilización de estímulos sino por una frase, persona con VIH, que más que evocar una imagen, ubica al individuo en una situación, y para evitar que se obtuviesen palabras y significados poco reveladoras para el objeto de esta investigación.
Psicología para América Latina (2014), 27, 119-143
127
Participaron en el estudio 81 estudiantes universitarios. La edad del 80. 2% de
ellos fluctúa entre 20 y 25 años, son solteros el 88.8%, y casi la mitad trabaja (48.1%).
En el momento en el que se aplicó la técnica de RSN se encontraban cursando alguna
de las siguientes licenciaturas: Desarrollo del capital humano, Educación, Ingeniería en
Desarrollo e Innovación empresarial, Diseño gráfico, Administración de Empresas o
Psicología.
Resultados de las redes semánticas naturales
Para la sistematización de la información se procedió a agrupar las palabras
definidoras en función de su similitud y frecuencia de enunciación. De ello derivó un
listado de 98 términos para persona con VIH, que aparece en la Tabla 1 y en la que se
consignan también los valores totales asignados por los estudiantes universitarios.
Destacan términos relacionados con la aceptación de la persona con VIH, identificada
como un individuo diferente, y al mismo tiempo integrante de la sociedad, en igualdad
de condiciones. Situaciones que se manifiestan a través de palabras tales como:
Respeto, individuo, vida, persona, gente, responsabilidad, igualdad, aceptación,
compromiso, derecho, ayuda, sociedad, entre otras.
Otros términos corresponden a los conocimientos que los estudiantes
universitarios poseen con respecto al VIH, la infección y sus implicaciones, así como a
la adquisición de la enfermedad denominada SIDA. Al tiempo que dichos vocablos dan
cuenta de la información que los estudiantes refieren en cuanto a las circunstancias de
estar infectado o enfermo y lo que se puede hacer para evitarlo, con expresiones tales
como: Sida, virus, sexual, salud, sexo, protección, entre otras.
Algunos términos más se refieren a reconocer que existen actos discriminatorios
hacia personas que viven con VIH o SIDA, los que se expresan a través del rechazo de
las personas con esta condición de salud. También se reconoce que se les estigmatiza,
ambas situaciones se expresan mediante vocablos como: Enfermedad, muerte,
contagio, marginado, discriminación, rechazo, promiscuo, flaco, sucio, gay, asco,
calentura, repulsión, pecador, puto, entre otras.
M. T. Reyes
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Tabla 1. Palabras definidoras para persona con VIH
Palabra Definidora
Peso Semántico
Palabra
Definidora
Peso
Semántico
Palabra
Definidora
Peso
Semántico
Persona 40 Marginado 3 Aprendizaje 2
Discriminación 32 Vulnerables 3 Virus 2
Enfermedad 32 Educación 3 Deterioro 2
Muerte 29 Atentos 3 Puto 2
Cuidado 21 Flaco 3 Sentimientos 1
Sida 20 Fuertes 3 Arrepentimiento 1
Sexo 15 Integración 3 Superación 1
Contagio 14 Familiar 3 Fuerte 1
Rechazo 11 Transmisión 3 Débil 1
Responsabilidad 10 Prevención 3 Tolerancia 1
Igualdad 9 Prejuicios 3 Solidaridad 1
Respeto 9 Peligroso 3 Antihigiénico 1
Aceptación 9 Carácter 3 Corto Tiempo de Vida
1
Derecho 8 Fuerte 3 Muerto en Vida 1
Miedo 7 Vivencial 3 Mortal 1
Medicina 6 Tristeza 2 Accidente 1
Descuido 6 Conocimiento 2 Común 1
Promiscuo 6 Tratamiento 2 Ciencia 1
Ayuda 6 Importante 2 Cuidadoso 1
Sufrimiento 6 Prudente 2 Inseguridad 1
Irresponsable 5 Sucio 2 Soledad 1
Ignorancia 5 Gay 2 Fortaleza 1
Normal 5 Asco 2 Calentura 1
Vida 5 Distante 2 Repulsión 1
Preservativo 5 Dolor 2 Pecador 1
Lástima 4 Inconsciente 2 Homosexual 1
Oportunidad 4 Depresión 2 Prostitutas 1
Protección 4 Soledad 2 Sexual 1
Salud 4 Indiferencia 2 Cultura 1
Precaución 3 Activo 2 Aislamiento 1
Compromiso 3 Prostituto 2 Depresión 1
Patología 3 Sociedad 2
Impotencia 3 Sociables 2
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Por otro lado, ciertas expresiones hacen alusión al porqué de la infección o la
enfermedad, así como a sugerencias de cómo pudo haberse adquirido. Destacan, por
ejemplo: Irresponsable, descuido, ignorancia. Otras más refieren el estado de ánimo de
quienes padecen la enfermedad, como: Tristeza, arrepentimiento, miedo, soledad,
depresión.
Con base en la tabla anterior se pudo establecer que las primeras 10 palabras
conforman el Núcleo de la Red, ya que obtuvieron las valoraciones más altas, palabras
definidoras que corresponden al universo semántico (Reyes Lagunes, 1993) que origina
las ideas, opiniones o conductas que caracterizan la cultura ciudadana de los
estudiantes universitarios ante personas con VIH, y que se muestran en la Tabla 2.
Tabla 2. Núcleo de la red para persona con VIH
Palabra Definidora Peso Semántico
Persona 40
Discriminación 32
Enfermedad 32
Muerte 29
Cuidado 21
Sida 20
Sexo 15
Contagio 14
Rechazo 11
Responsabilidad 10
El núcleo de la red para persona con VIH es el conjunto de valoraciones
atribuidas a las palabras definidoras que permiten reagruparlas en función de tres
categorías para su análisis. Las estimaciones: Persona, cuidado y responsabilidad dan
cuenta de expresiones de una cultura ciudadana de aceptación a la que entendemos
como: El reconocimiento de derechos y la aceptación de la diferencia que manifiesta el
individuo, valorando así las cualidades de la persona que permiten su integración al
grupo.
M. T. Reyes
130
En cuanto a las menciones: Enfermedad, muerte, contagio y sexo, como
expresiones de estigma se refieren a la marca que hace patente la diferencia del
individuo en el entorno social: Un rasgo físico, un defecto o conducta considerada mala
o desagradable. Así como a la condición de víctima que el entorno social ha generado
sobre el individuo mediante apodos, descalificaciones, estereotipos o prejuicios.
También se encuentran los vocablos discriminación, sida y rechazo, que reflejan
discriminación, la que entendemos como la negación de los derechos de grupos o
individuos por quien tiene poder para otorgarlos; y como rechazo a la persona diferente
por considerarla no digna de pertenecer a los diversos espacios sociales.
De este modo, se puede afirmar que los estudiantes universitarios manifiestan
una cultura ciudadana caracterizada por la aceptación, al otorgar la valoración más alta
a la palabra persona que, como lo expresa Zavala (2010: 301), es “un ser humano que
en su entorno sociocultural es identificado en su individualidad de acuerdo a valores
morales, valores de las costumbres aceptadas en el grupo”. Entonces, persona es el
ser humano cualitativamente diferente al resto de los demás seres humanos, es un ser
racional e inteligente, consciente de sí mismo y de sus actos, y es, ante todo,
susceptible de adquirir derechos y obligaciones para con los otros en el contexto en el
que está inmerso.
En ese sentido, en los significados de persona destacan tres ideas (Ver Tabla 3).
La primera es que las personas con VIH son iguales, es decir, la condición de salud no
les hace diferentes a las demás en la sociedad. De ahí que otra idea relevante es la de
considerarlas como seres humanos, igual que a todos, sin importar su condición de
salud. Finalmente, se hace alusión a que son susceptibles de derechos, obligaciones y
oportunidades al considerar que son valiosas y que se les debe brindar bienestar.
En cuanto a los significados referidos a la palabra cuidado es, como lo
mencionan Muñoz, Ibarra, Moreno, Pinilla y Suárez (2009: 247):
Un acto de vida, significa movilizar las capacidades del ser humano en su
cotidianidad, en el proceso de vida-muerte, en estado de salud o enfermedad,
teniendo en cuenta sus costumbres, con el objeto de lograr el desarrollo de su
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capacidad de vivir o de compensar y suplir la alteración de sus funciones
biosociales.
Tabla 3. Significados atribuidos a los términos persona, cuidado y
responsabilidad, correspondientes a aceptación
Aceptación
Palabra definidora Significado
Persona
Todos somos iguales; es igual que todos. No porque estén enfermos de VIH van a dejar de ser personas; son y siguen siendo aún con esta enfermedad. Son humanos como cualquier otro; responde a la esencia de dicha palabra. Es lo más importante; como cualquier otra persona es un ser humano; antes de ser enfermo y después de ser enfermo es un ser humano que siente. Es una persona física con derechos y obligaciones; tenemos los mismos derechos, obligaciones y oportunidades.
Cuidado
Tal vez no sea curable, pero con cariño y amor de la familia y amigos la enfermedad no es tan fea. Debemos protegerlas y cuidarlas. Nos debemos cuidar. Hay que ser responsables y cuidarte a ti y a tu pareja. Advertencia por esas personas por sí te contagian. Deben protegerse para no infectar a alguien más. Son personas muy débiles por lo que afecta la enfermedad, los cuidados son importantes para una vida más larga con la enfermedad. Una persona así debe de tener cuidados intensivos sobre su salud. La falta de cuidado, cuando se adquiere en las relaciones. Cuando lo portas debes de tener ciertos cuidados para que tu salud se encuentre un poco más estable.
Responsabilidad
Toda la sociedad debemos de responsabilizarnos por aceptar a estas personas. Ser responsable de la vida sexual. Al tener esta enfermedad contagiosa es necesario cuidarse. Si todas las personas fueran responsables ante el cuidado de las relaciones sexuales se evitaría esto y en nuestro país no hubiera tanto.
M. T. Reyes
132
Por tanto, cuidar se refiere a las actividades y al uso de recursos para lograr que la
vida de las personas sea preservada en buenas condiciones. De ahí que los
significados atribuidos por lo estudiantes a cuidado den cuenta del reconocimiento de
una obligación moral ante un enfermo o contagiado, al referirse al deber que la familia y
el entorno tienen con ellos. Por otra parte, destacan las ideas que aluden a los cuidados
que no sólo los enfermos deben tener consigo mismos, sino a la responsabilidad que
tiene la sociedad de proveerles de servicios para garantizarles “una vida más larga”.
Por lo que se refiere a responsabilidad, la entendemos tal como lo plantea una
de las acepciones del diccionario de la Real Academia Española (RAE, 2014a):
“Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las
consecuencias de un hecho realizado libremente”. Idea contenida, en dos aspectos, en
los significados emitidos por los estudiantes. El primero se refiere a la responsabilidad
de la sociedad para aceptar a las personas con VIH, y el segundo alude a la
responsabilidad de los enfermos en cuanto al cuidado de su persona para evitar que a
partir de ellos se propague el contagio.
Como puede observarse, se trata de una responsabilidad en dos sentidos, uno
se refiere a la responsabilidad de la sociedad con estos individuos y, el otro, a la
responsabilidad de éstos para con la sociedad. En suma, las palabras persona, cuidado
y responsabilidad denotan una cultura ciudadana de aceptación respecto de la persona
con VIH. Al considerarla como persona a la que se le debe proveer cuidado en un
marco de responsabilidad social, no importando su situación de salud, sino priorizando
la igualdad de circunstancias.
Los estudiantes universitarios manifiestan además la existencia del estigma,
particularidad que descalifica a la persona, la desaprueba, y la hace ver ante los demás
como inhabilitada para la plena aceptación social (Goffman, 2006), por su condición de
salud, clase social, color de piel, opción política, religiosa o sexual. Al respecto, en la
Tabla 4 se aprecian los significados atribuidos a las palabras enfermedad, muerte,
contagio y sexo que dan cuenta de la estigmatización de la persona con VIH.
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Tabla 4. Significados a tribuidos a enfermedad, muerte, contagio y sexo
correspondientes a la categoría estigma
Estigma
Palabra definidora
Significado
Enfermedad Sólo se debe de clasificar como una enfermedad. Porque es una enfermedad peligrosa. Es algo malo como enfermedad pero se puede detectar a tiempo. Porque es lo que implica el VIH. Es un problema que se presenta por algún descuido del acto sexual. Es la consecuencia de no ser precavido. Cuidados y rehabilitación. Pues es lo que es, una enfermedad. Se desarrolla por una transferencia sexual o sanguínea y afecta a la persona. Es una enfermedad que se transmite a través de las relaciones sexuales, transfusiones de sangre, etcétera. Es un estado de salud el cual el cuerpo siente.
Muerte Alguien que tiene SIDA morirá más pronto. Ya es muy difícil esa enfermedad y casi no se supera. El VIH provoca la muerte. La gente se muere. Esas personas con esa enfermedad no tienen cura. Al tener VIH, es algo que le puede llegar rápido. Porque se van a morir, tal vez más pronto que los demás. Inevitablemente morirá. Es la consecuencia de esa enfermedad. Persona que no tiene una cura, solo espera la muerte. Sólo es una enfermedad que no se puede curar y son tratados, lleva a las personas a su término. No hay cura. Llegan a morir porque el virus VIH es muy fuerte. Es una enfermedad terminal. No tiene cura, se mueren prontamente.
Contagio Enfermedad que adquieres por meterte con una persona contagiada. Si no te cuidas puedes contagiar a otros con una enfermedad mortal. La sociedad piensa que es contagioso por cualquier medio. Responsables al tener relaciones sexuales y cuidados de higiene. Me da miedo contagiarme de VIH. Si tiene una enfermedad pero no por eso es un adefesio y no porque le digas hola te vas a morir tú. El convivir con él y pasar un accidente extraño puede contagiar a todos.
Sexo La manera más común de adquirir el VHI es por el sexo. Porque el VIH es una enfermedad que se adquiere por el sexo de manera irresponsable. Uno de los medios por donde se transmite. Es bien sabido que esto se contagia por la trasmisión sexual, así hay que hacer más conciencia del uso del condón. No hay cuidado. Sería uno de los medios por los cuales se transmite. Así se contagia.
M. T. Reyes
134
El estigma se evidencia a partir de la palabra enfermedad, a la que entendemos
como la “alteración más o menos grave de la salud” (Real Academia Española [RAE],
2014b). Entonces, enfermedad es una modificación de la salud que provoca un
malestar en las funciones vitales normales.
Los significados del término dan cuenta de la información que los estudiantes
universitarios poseen con respecto al VIH, al considerarlo una enfermedad. Que “se
contagia a través de relaciones sexuales”, “por medio de la sangre”, que “es mala pero
que se puede detectar a tiempo”. Por otra parte, los estudiantes manifiestan que es una
enfermedad “por algún descuido del acto sexual”. Lo que le hace presa del estigma,
pues la enfermedad “deriva” de prácticas sexuales sin precaución, y “malo como
enfermedad”.
Ortúzar (1996: 5) define muerte “como la pérdida permanente de la conciencia y
de las funciones vitales integradas como un todo”. Entonces, muerte es el término de la
vida, el final del ciclo biológico de una persona. Para los participantes, el VIH es una
condición de muerte, por lo que estar infectado o enfermo significa que llegará la
muerte “inevitablemente”. Se percibe a la persona con VIH “sin cura”, algo que puede
“llegar rápido”, “mueren prontamente”, o “más pronto”.
De esta forma, muerte se refiere a un significado fatal, VIH es igual a muerte, sin
embargo, hoy en día la ciencia médica reporta que los enfermos o infectados pueden
tener calidad de vida siempre y cuando tengan acceso a un tratamiento antirretroviral
adecuado. Al respecto, Aguiar (2012) dice que “según Censida, las muertes asociadas
al sida han disminuido significativamente en los últimos años en gran medida debido al
incremento en el acceso al tratamiento antirretroviral (TARV) de calidad”.
Respecto de la palabra contagio definida como “transmisión de una enfermedad
infecciosa por contacto directo con una persona que la padece, o por contacto indirecto
a través de la manipulación de objetos utilizados por la persona enferma” (Salud, 2004-
2011). Entonces, contagio es la transmisión infecciosa. Los estudiantes asignan
significados que revelan la información que tienen del VIH, como enfermedad
contagiosa “que adquieres por meterte con una persona enferma” o que “si no te cuidas
Psicología para América Latina (2014), 27, 119-143
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puedes contagiar a otros”, “que la sociedad piensa que es contagioso por cualquier
medio”, “me da miedo contagiarme”, “porque la convivencia” implica un riesgo.
Por otra parte, se manifiesta la idea de que el hecho de estar enfermo no lo hace
un “adefesio” y que el saludo no contagia. Así, lo que se deja ver son los prejuicios y el
miedo ante la presencia de una persona con VIH.
En cuanto a la palabra sexo, según una de las acepciones del diccionario de la
Real Academia Española (RAE, 2014c), es el “placer venéreo”. Sexo es entonces
entendido como placer venéreo, goce sexual que se deriva de las relaciones sexuales,
al que de manera coloquial se le ha denominado sexo. Los significados atribuidos, en
general, hacen referencia a que una de las vías de transmisión del VIH es mediante
relaciones sexuales.
Los estudiantes universitarios consideran que el sexo es la causa principal del
VIH, ya que en la mayoría de los casos “esto se contagia por la transmisión sexual”. Se
considera que no hay cuidado, por lo “que se adquiere por el sexo de manera
irresponsable”. Entonces se debe “hacer más conciencia del uso del condón”.
En suma, el estigma se basa en la idea de que la enfermedad proviene en la
gran mayoría de los casos de las relaciones sexuales, por lo que se hace énfasis en el
contagio al no ser precavidos. Así, se tiene miedo a ser contagiado. Esta enfermedad
resulta, según lo dicho, de una sexualidad descuidada que deriva en el contagio del
VIH, lo que lleva irremediablemente a la muerte. Entonces la infección, resultado de
relaciones sexuales y que lleva a la muerte, es lo que hace de la enfermedad un
estigma, ya que nadie quiere morir.
Los estudiantes universitarios reconocen las expresiones de discriminación, que
según Rodríguez (2006: 26), son:
“una conducta, culturalmente fundada, y sistemática y socialmente extendida, de
desprecio contra una persona o grupo de personas sobre la base de un prejuicio
negativo o un estigma relacionado con una desventaja inmerecida, y que tiene por
efecto (intencional o no) dañar sus derechos y libertades fundamentales”.
M. T. Reyes
136
Así, discriminar es la acción mediante la cual una persona que ostenta poder de
otorgar un derecho lo niega.
Los significados asociados a discriminación, en general, hacen referencia por una
parte a que los estudiantes reconocen el acto discriminatorio que ejerce la sociedad en
contra de las personas con VIH y, por otra, a que dicho acto no debería ocurrir. De este
modo, se reconoce que se discrimina cuando se excluye a la persona, cuando “no se
les toma en cuenta”, cuando se les “niega el derecho al empleo”, se les “crítica y se les
ve mal” o “son tratados con indiferencia”, por su condición de salud. La discriminación
según los significados atribuidos por los universitarios tiene que ver con la idea de que
el solo contacto con el enfermo o infectado puede derivar en el contagio; así, las
personas con VIH son víctimas de discriminación por estar contagiados con el virus o
tener la enfermedad que causa la muerte.
Tal como apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS: 2013),
“El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es un término que se aplica a
los estadios más avanzados de la infección por VIH y se define por la presencia de
alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con
el VIH”.
Entonces, el SIDA es una enfermedad derivada de un proceso infecto contagioso,
que se compone de una serie de síntomas, infecciones y cánceres asociados con la
deficiencia del sistema inmunológico.
En general, los universitarios participantes de este estudio hacen referencia a que
el SIDA es una enfermedad provocada por el VIH que afecta las defensas del
organismo; que “se transmite por contacto sexual” o por “la sangre”, y que “provoca
discriminación”. Dichos significados dan cuenta de que ser una persona infectada por el
VIH o estar enfermo de SIDA es una causa de discriminación, pues ambos
padecimientos están relacionados, según lo dicho, con una enfermedad que en la
mayoría de las ocasiones “se transmite” por vía sexual, lo que inevitablemente llevaría a
la muerte.
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El rechazo, según una acepción de la Real Academia Española (RAE, 2014d,) es
“Mostrar oposición o desprecio a una persona, grupo, comunidad”. Entonces, rechazar
sería no aceptar a otro u otros. Al respecto, las definiciones de rechazo manifiestan el
reconocimiento de que las personas con VIH sufren rechazo, derivado de la creencia de
que con el simple hecho de que te toquen pueden contagiarte.
Así, los significados utilizados por los estudiantes universitarios en relación al
término persona con VIH, presentan las valoraciones más altas para palabras como:
Persona, cuidado, responsabilidad, enfermedad, muerte, contagio, discriminación, sida,
y sexo. Las que se mueven entre la aceptación, el estigma y la discriminación.
Significados que pueden apreciarse en la figura 1, como definiciones relacionadas unas
con otras y que permiten advertir los conceptos que los estudiantes universitarios tienen
de una persona con VIH. Los mismos conceptos que en algún momento de su
desempeño como profesionales en la sociedad guiarán su conducta ciudadana, ya sea
para aceptar -al mostrarse incluyentes ante la diferencia determinada por la condición
de salud- o bien para estigmatizar o discriminar a una persona con VIH, ya sea por su
condición de infectada o enferma.
Figura 1. Persona con VIH
rechazo
M. T. Reyes
138
En la figura anterior se aprecia que para los estudiantes de las universidades de
este estudio, una persona con VIH, según sus valoraciones, es aceptada por el solo
hecho de ser persona, sin que su condición de salud la ponga en desventaja, ya que
establecen que los enfermos antes que nada son seres humanos en igualdad de
circunstancias. No obstante, dan cuenta de que las personas con VIH son susceptibles
de padecer estigma o discriminación, ya que ésta es una enfermedad que se contagia
generalmente por mantener relaciones sexuales con personas infectadas, sin tener
precauciones -tales como el uso del condón-, por lo que adquirir el virus o la
enfermedad es sinónimo de muerte.
Ambas situaciones, enfermedad derivada de relaciones sexuales y enfermedad
que lleva a la muerte, hacen que la persona con VIH sea susceptible de estigma o de
padecer discriminación. De ahí que entre el estigma y la discriminación haya una línea
muy delgada, que puede romperse en los intercambios sociales, cuando se olvida que
los individuos son iguales ante la ley más allá de las diferencias de raza, lengua,
preferencia sexual, situación de salud, edad, sexo u otras.
A manera de cierre
El mundo que hoy habitamos se caracteriza por el progreso de la democracia, no
sólo entendida como expresión de la forma de gobierno de las naciones, sino de la vida
en comunidad. Indiscutiblemente, el voto y los procesos electorales son la expresión
evidente de la acción democrática, pero no su única expresión; como lo plantea el Art.
3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la democracia es
entendida “[…] no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino
como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y
cultural del pueblo.… fundado en el aprecio por la dignidad de la person” (Diario Oficial
de la Federación [DOF], 2013: 1). Forma de vida que comprende todas las esferas de la
sociedad, en las que se hace necesaria una cultura ciudadana para la convivencia entre
individuos diferentes pero iguales ante la ley, y que implica reconocerse como persona
con derechos y obligaciones, en relación con los demás.
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Investigar la cultura ciudadana de estudiantes de tres universidades de León,
Guanajuato, en relación a la persona que vive con VIH, ha resultado de suma
importancia. Ya que un país como México, que se precia de ser una nación que trabaja
en la consolidación de instituciones que coadyuven en el fortalecimiento de la vida
democrática para sus ciudadanos, no sólo ha de pugnar por el resguardo de los
derechos humanos instaurados por el orden constitucional, sino también por el fomento
de una cultura ciudadana que los haga valer en las relaciones del día a día, en tanto
que, como lo manifiestan tanto la CNDH la CONAPRED, en nuestro país el estigma y la
discriminación son conductas que aún prevalecen en el trato hacia las personas que
viven con VIH o SIDA.
Sin embargo, como se muestra en este estudio, uno de los hallazgos es que los
estudiantes comparten una cultura ciudadana que se mueve mayormente en
expresiones de aceptación hacia la persona con VIH, por considerarla una persona
antes que un enfermo o infectado; una persona valiosa con la que la sociedad tiene un
compromiso, el de preservar su condición de ser humano no importando su condición
de salud, ni cualquier otra circunstancia que vaya en detrimento de sus derechos.
Otro hallazgo se refiere al reconocimiento de una cultura ciudadana con
expresiones que oscilan entre el estigma y la discriminación. En las cuales el estigma
es la circunstancia del individuo inhabilitado para la plena aceptación social (Goffman,
2006), y la discriminación es el acto que tiene por consecuencia intencional o no dañar
los derechos y las libertades fundamentales (Rodríguez, 2006).
Estos resultados se derivan de la aplicación de redes semánticas naturales,
técnica con la que se buscaron las palabras utilizadas y organizadas en orden de
importancia para definir a la persona con VIH. Estas valoraciones correspondieron a las
palabras persona, cuidado y responsabilidad, enfermedad, muerte, contagio, sexo,
discriminación, sida y rechazo. Las cuales dieron origen a las categorías de análisis de
aceptación, estigma y discriminación.
Los resultados de esta investigación permiten prever que la cultura ciudadana de
los estudiantes ante personas con VIH transita entre la aceptación, el estigma y la
discriminación. La aceptación es derivada del reconocimiento de los individuos en
M. T. Reyes
140
igualdad de circunstancias, con derecho a vivir una vida plena sin importar su condición
de salud. El estigma y la discriminación, por su parte, son comportamientos derivados
del miedo a ser infectados por un virus que causa la muerte. Habría que puntualizar que
los significados atribuidos a las palabras definidoras para la persona con VIH revelan
que los estudiantes reconocen que es la sociedad en general la que discrimina, ya que
éstos no están en posibilidad de hacerlo pues no tienen poder para otorgar o negar un
derecho. En todo caso, en ese momento podrían estigmatizar, más no discriminar. Pero
tal situación podría acontecer, en un futuro no muy lejano, en una relación de poder en
el ámbito del ejercicio profesional.
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Significados acerca del indígena en universitarios del Centro de
México
Hilda Berenice Aguayo Rousell1
Escuela Superior de Educación Física
Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM
Resumen Se investigaron los significados que estudiantes de 3 universidades de la Región Centro de México otorgan a los grupos indígenas como muestra de su ciudadanía cultural. Se trabajó con 81 participantes, hombres y mujeres, utilizando Redes Semánticas Naturales que se agruparon en 3 dimensiones semánticas: Aceptación, comprensión y estigmatización. Los resultados obtenidos para cada dimensión son: Aceptación 61.8%, con términos como cultura, persona, respeto; comprensión con 24.2%, con expresiones como discriminación, marginado, racismo; y estigmatización 14.0%, con palabras como analfabeta, indio, naco. En el cierre se señala la tendencia a revalorar la herencia cultural de los indígenas y a denotar situaciones de desigualdad e inequidad social; sin embargo, también hay términos de intolerancia y rechazo, los que indican la falta de cultura ciudadana en jóvenes de algunos sectores de la sociedad mexicana. Palabras clave: Ciudadanía, significados, estudiantes, indígenas, aceptación, comprensión, estigma.
Significados acerca do indígena em universidades do Centro de
México
Resumo
O objetivo deste estudo foi determinar os significados que dão a grupos indígenas alunos de três universidades da Região Central do México como um sinal de cidadania cultural. Trabalhamos com 81 indivíduos, mulheres y homes, utilizando Redes Semânticas Naturais. Na análise, os dados foram
1 Mexicana. Doctora en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Docente de la
Escuela Superior de Educación Física de la Secretaría de Educación Pública, y Docente del Programa de Posgrado en Pedagogía de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. México, D. F. Correo electrónico:[email protected]
H. B. Aguayo
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agrupados em três dimensões semânticas: Aceitação, compreensão e estigmatização. Nós obtivemos resultados: palavras com significado de aceitação, 61.8% com termos como cultura, pessoa, respeito; significado de compreensão com 24.2%, com expressões tais como discriminação, marginalizadas, racismo; e significado de estigmatização com 14.0% e palavras como analfabeto, indio, naco. As conclusões tendem a reavaliar a herança cultural dos povos indígenas e denotam situações de desigualdade e injustiça social, no entanto, também existem termos de intolerância e rejeição, que indicam uma falta de cultura cidadão nos jovens de alguns setores da sociedade mexicana. Palavras-chave: Cidadania, significados, estudantes, indígenas, aceitação, compreensão, estigma.
Meanings given to the indigenous by university students in the
Region of Central Mexico
Abstract
The objective of this study was to determine the meanings that students from threes universities in the Region of Central Mexico give to indigenous groups as a sign of their cultural citizenship. This work was conducted with 81 participants, male and female, using Natural Semantic Networks. For the analysis, the resulting words were placed into three semantic dimensions: Acceptance, Understanding and Stigmatization. Results obtained are: Acceptance 61.8%, with terms as culture, person, respect; Understanding 24.2%, with expressions as discrimination, marginalized, racism; and finally Stigmatization 14.0%, with words as illiterate, Indian, naco. Conclusions reassess the cultural heritage of indigenous and denote inequality and inequity social situations, however, there are also terms of intolerance and rejection, indicating a lack of civic culture in young people from some sectors of the Mexican society. Keywords: Citizenship, meanings, students, indigenous, acceptance, understanding, stigma.
Introducción
México, al ser un país diverso en sus tradiciones y manifestaciones culturales, requiere
profundizar en la cultura ciudadana de los estudiantes universitarios con respecto a los
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grupos en situación de vulnerabilidad. En este estudio tratamos, en particular, la que se
refiere a los indígenas. Es importante conocer las expresiones y significados de los
jóvenes con respecto a su ciudadanía cultural, en razón que ellos representan el futuro
del país y tendrán la responsabilidad de continuar el proceso de consolidación
democrática en México.
Hoy en día, el reconocimiento de la diversidad cultural es la característica más
importante de las sociedades progresistas. Desde diferentes espacios se promueve el
respeto a los derechos humanos y la exigencia de trato igualitario para todas las
personas, independientemente de su situación social, cultural, étnica, religiosa, sexual,
física. Estudiar la ciudadanía cultural en los jóvenes universitarios se convierte en una
prioridad, por ello es necesario que desde las diversas instituciones educativas se
promueva dicha dimensión de ser ciudadano. Ésta se traduce en prácticas de
convivencia social y de aceptación para todos por igual, sin importar sus
particularidades y, en tanto ciudadanos del mismo país, con todos los derechos y
obligaciones que marca la ley.
En esta perspectiva, conocer directamente las expresiones que jóvenes
universitarios utilizan para nombrar a ciertos grupos diferentes permite ahondar en los
significados que construyen en torno a éstos, y a comprender las actitudes y
comportamientos que emanan de dichos significados. Aceptar en la convivencia diaria a
un indígena; tratar por igual a un homosexual o a un portador de VIH; ser tolerante y
solidario con una persona con discapacidad, son todas muestras de ciudadanía cultural.
Por el contrario, negar los servicios de salud a otro por ser homosexual; excluir a
alguien de las actividades escolares por ser indígena y no hablar español; no contratar
a una persona por sus preferencias religiosas o políticas, son ejemplos de intolerancia y
discriminación, actitudes que lesionan los derechos humanos y se oponen a la
consolidación de la vida democrática en nuestro país.
Diferentes encuestas (Secretaría de Gobernación [SEGOB], 2009; 2013) han
señalado la presencia de actitudes racistas y prácticas discriminatorias en la sociedad
mexicana. Así, el 78% no aceptaría vivir con una persona adicta a las drogas; 46% con
alguien enfermo de SIDA; 40% no aceptaría convivir con homosexuales y 12% prefiere
H. B. Aguayo
147
no interactuar con indígenas (Secretaría de Gobernación [SEGOB], 2013). De ahí la
importancia de conocer a fondo las expresiones juveniles y ahondar en su dimensión
ciudadana, considerando que eludir el fenómeno de la discriminación en México no es
el camino para aminorarlo. Y sólo reconociendo su magnitud es posible diseñar
estrategias para su eliminación progresiva.
En el caso particular de los grupos indígenas, son ampliamente conocidas las
múltiples formas y situaciones en que son violentados sus derechos humanos y han
sido víctimas, por siglos, de exclusión y discriminación. Aun cuando existen tratados
internacionales (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2007) y leyes internas,
como la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Diario Oficial de la
Federación, 2013) y la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Consejo
Nacional para Prevenir la Discriminación [CONAPRED], 2014) que reconocen y
protegen sus derechos -como participar en la vida social y política; practicar y transmitir
sus tradiciones y costumbres culturales; acceso a la educación, salud, vivienda,
empleo; sobre sus territorios y recursos naturales que por siglos han poseído y
ocupado- es innegable que la situación de marginación y miseria continúa para estas
comunidades.
El texto está estructurado de la siguiente forma: Al inicio de la investigación
señalamos qué es la cultura ciudadana y su importancia para la consolidación de la vida
democrática en México. Le sigue un acercamiento teórico a los términos aceptación,
comprensión y estigmatización, que se utilizan para analizar los significados
expresados por los jóvenes como parte de la cultura ciudadana. El tercer apartado hace
referencia al método de investigación, precisando cuestiones relativas al contexto, los
participantes, el instrumento y el procedimiento empleados en la indagación. Después
se exponen los resultados, en los cuales se encontró que del total de los términos,
61.8% son palabras de aceptación, 24.2% son de comprensión y 14.0% se relacionan
con el estigma. En la discusión se señala que las instituciones gubernamentales y
educativas tienen un largo camino en el proceso de formar ciudadanos que defiendan
los valores democráticos y los derechos y libertades fundamentales de todas las
personas que habitan este país.
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Cultura ciudadana
La ciudadanía es entendida como el conjunto de actitudes y comportamientos
que regulan la vida social. Durand (2002) al hablar de ciudadanía, alude a un conjunto
de derechos y obligaciones entre el ciudadano y el Estado, que permiten organizar la
vida social y política. Marshall (1997), en su clásico texto que inicia los estudios sobre
ciudadanía, es el primero que la dimensiona en tres grandes ámbitos: civil, político y
social. Touraine (1997), uno de los teóricos contemporáneos que más ha aportado en
los análisis sobre ciudadanía, señala que como consecuencia de las nuevas
conformaciones sociales y producto de las grandes migraciones, existe una nueva
dimensión que es necesario considerar, la ciudadanía cultural.
La ciudadanía cultural se refiere a las expresiones y comportamientos vinculados
con la diversidad cultural de los grupos humanos, es decir, cómo se acepta, tolera,
estigmatiza, se discrimina a otros que son diferentes en razón de su cultura, origen
étnico, religión, preferencia sexual, edad, discapacidad, condición física o social.
Diversos organismos nacionales (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación
[CONAPRED], 2014) e internacionales (UNESCO, 2001) han reconocido la importancia
de normar la protección de los derechos humanos, con el fin de promover la no
discriminación y garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para todas las
personas, sin importar sus características individuales ni su situación particular.
Para el caso de los indígenas, la dimensión ciudadana señala las situaciones de
rechazo y exclusión de que han sido víctimas durante siglos y defiende su derecho a
una vida digna y con justicia para todos. Numerosas investigaciones (Castellanos,
2001; Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas [CDI], 2006; Gall,
2004; Stavenhagen, 2001) documentan tales situaciones, en las cuales han sido
discriminados en función de su identidad étnica (otomíes, totonacas, chamulas,
zapotecas); sus características físicas (piel morena, baja estatura, rasgos faciales);
tradiciones culturales (costumbres, vestimenta, lengua); situación social (pobreza,
insalubridad, analfabetismo); ocupación (trabajadoras domésticas, albañiles,
vendedores ambulantes), escenarios que los colocan en condiciones de alta
vulnerabilidad social.
H. B. Aguayo
149
La cultura ciudadana defiende los valores de la democracia: Tolerancia,
solidaridad, respeto a las libertades y a los derechos humanos fundamentales, para
posibilitar nuevas formas de organización y de convivencia social. La defensa de estos
valores permite avanzar en la erradicación de las prácticas discriminatorias hacia estos
grupos, y para los cuales la igualdad, la justicia y el acceso a una vida digna sean una
realidad, a través de la consolidación de instituciones que garanticen la aplicación de la
ley para todos por igual y el respeto a los derechos humanos fundamentales. En una
investigación anterior, Piña Osorio (2011) utilizó las categorías teóricas aceptación,
comprensión, estigmatización y discriminación para estudiar las expresiones y
comportamientos de algunos sectores de la sociedad hacia estos grupos vulnerables.
Para este trabajo se retoman las tres primeras categorías, buscando situar los
significados de las palabras que los jóvenes expresan hacia los indígenas en el
contexto de la ciudadanía cultural.
Aceptación
La palabra aceptación se refiere a la aprobación de alguna cosa o persona; alude
a recibir voluntariamente algo que se ofrece. En el caso de los indígenas, la aceptación
significa la disposición libre y voluntaria para convivir con ellos e integrarlos en la vida
social, independientemente de su situación y características particulares. También
implica el respeto a sus costumbres y tradiciones, así como a sus creencias y
opiniones. Si se considera la larga lucha por la que han transitado las comunidades
indígenas en la defensa de sus derechos fundamentales, sus tierras, costumbres y
saberes ancestrales, se comprenderá la importancia de actitudes y manifestaciones de
aceptación por parte de los jóvenes de este país. Asimismo, se vincula con el
reconocimiento del valor de su legado cultural en la conformación de la sociedad
mexicana, y en la confirmación de lo que representa la herencia de los grupos étnicos
originarios en la cultura latinoamericana.
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Comprensión
El término comprensión refiere la capacidad para entender y penetrar las cosas;
también se entiende como abrazar, ceñir, rodear algo. Referido al caso de los grupos
indígenas, es la posibilidad de entender las culturas de los pueblos autóctonos dado el
enorme peso de sus tradiciones en la conformación de la sociedad mexicana actual.
Tocante a la ciudadanía cultural, la comprensión se expresa a través de términos que
enuncian respeto y reconocimiento de sus saberes y tradiciones, aunque no la total
aceptación para la convivencia y las interacciones cotidianas. Al respecto, los
estudiantes participantes de este estudio utilizan términos que señalan las situaciones
de inequidad e injusticia social que han sufrido estos grupos y las reconocen, empero,
no manifiestan totalmente la aceptación de sus saberes y tradiciones para la
convivencia cotidiana.
Estigmatización
Goffman (2008) es uno de los teóricos que inician los estudios sobre la identidad
social. Entendida ésta como un conjunto de atributos personales que hacen a los
individuos menos apetecibles para los demás, quienes dejan de ser personas normales
para convertirse en seres menospreciados y desacreditados frente a los otros. Goffman
llama a este fenómeno estigma y señala que funciona como mecanismo para
diferenciar y categorizar a los individuos dentro de los grupos sociales. El autor los
denomina “grupos inhabilitados para una plena aceptación social” (Goffman, 2008),
porque al ser estigmatizados son objeto de rechazo y exclusión por parte de los demás,
negándoles su derecho a ser tratados en condiciones de igualdad y equidad para
alcanzar su pleno desarrollo social y cultural. El estigma marca a las personas, las hace
diferentes, las deteriora socialmente y las coloca en situaciones de desventaja e
inferioridad. Igualmente, identifica dos tipos de identidades sociales: La identidad social
virtual, que es un conjunto de atributos –estigmas– que se presienten pero no son
visibles, como es el caso de un alcohólico, un drogadicto, un ladrón; y la identidad
social real, entendida como un conjunto de rasgos y características visibles como la
discapacidad, el color de la piel, el vestuario, la lengua, rasgos de la cara, costumbres.
H. B. Aguayo
151
Los estigmas generalmente se expresan a través de un gesto adusto, una palabra
peyorativa, una manifestación de rechazo explícita, y son tan cotidianos que llegan a
parecer naturales. Expresiones como “la chacha” o “la gata”, para referirse a la persona
que hace las tareas domésticas; “naco”, para los indígenas; “joto”, “marica”, “tortillera”,
para nombrar a los homosexuales, son vocablos comunes en las interacciones
cotidianas en la sociedad mexicana. Las expresiones de no aceptación y
estigmatización hacia los grupos diferentes son producto de prejuicios y falta de
información; circulan y se reproducen a través de creencias, sentimientos y
percepciones que son aprehendidos en las etapas de la socialización primaria.
Para el caso de los grupos originarios de nuestro país, el Censo de Población y
Vivienda 2010 (Instituto Nacional de Estadística [INEGI], 2010) señaló las siguientes
cifras: 15.7 millones de personas de la población actual son indígenas, y 450 000 son
de origen afroantillano; 6.9 millones son hablantes de alguna lengua indígena, 9.1
millones se asumen como indígenas aunque no hablen alguna lengua indígena, y
15.9% del total de hablantes indígenas son monolingües (no hablan español). Sin
embargo, pese a ser numerosos, estos grupos cotidianamente son objeto de estigma,
marginación y rechazo por motivos de su color de piel, apariencia física y origen étnico.
Método
Contexto: El análisis de los datos de campo se centró en los significados que en
referencia al término indígena construyen estudiantes de tres universidades de la Zona
Centro de México. Estas instituciones educativas se localizan en el estado de
Guanajuato y se seleccionaron por conveniencia (Cozby, 2005): Una es institución
pública dependiente del gobierno del estado y ofrece carreras tecnológicas (Universidad
No. 1); otra es particular, de cobertura pequeña, con pocas licenciaturas y grupos
reducidos (Universidad No. 2), y la tercera también particular pero con cobertura amplia,
atiende una población de 14 700 alumnos, en los niveles de preparatoria, licenciatura y
posgrado, en cinco campus diferentes (Universidad No. 3).
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Participantes
Se trabajó con una muestra de 81 estudiantes universitarios, de los cuales 67.9%
son mujeres y 32.1% son hombres. El 79% tiene entre 20 y 25 años de edad; 96.3%
manifestó vivir en el Estado de Guanajuato. Sobre su estado civil, 88.9% señaló ser
soltero. Acerca de su situación laboral, 50.6% manifiesta no trabajar; 92.6% expresó no
estar afiliado a algún partido; sobre su partido político de preferencia, 35.8% expresó su
inclinación por el Partido Acción Nacional (PAN); 11.1% por el Partido Revolucionario
Institucional (PRI); 3.7% por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y 44.4%
expresó no preferir algún partido. El 39.4% de los jóvenes estudia el 8º semestre de
licenciatura y las principales licenciaturas son Desarrollo del Capital Humano (30.9%);
diversas Ingenierías (16.1%) y Ciencias Sociales y Humanidades (35.7%).
Instrumento
Se utilizó la asociación de palabras, orientando el análisis en las propuestas de
Reyes Lagunes (1993) y Valdés Medina (1998) sobre las Redes Semánticas Naturales.
Estos autores han estudiado los vínculos del significado con el comportamiento humano
para comprender la mediación entre el objeto y las conductas. Valdés Medina (1998)
argumenta la importancia de entender los significados como entes presentes en los
contextos culturales. Señala que son determinados por situaciones sociohistóricas y
generalmente están impregnados de elementos afectivos y de conocimiento, los cuales
generan reacciones y comportamientos no aislados del entorno y son captados a través
de la información que proporcionan los sujetos. También señala la importancia de la
información para acercarse a los significados:
La información que se puede obtener no se refiere únicamente a los objetos
concretos, sino que contiene también eventos, relaciones lógicas, de tiempo,
afectivas, etc.… permiten tener una idea clara acerca de la representación que se
tiene de la información en memoria, que justamente hace referencia al significado
que tiene un concepto en particular (Valdés Medina, 1998, p. 62).
H. B. Aguayo
153
Las redes semánticas naturales proporcionaron información acerca de los
significados que estudiantes universitarios otorgan al término indígena. El instrumento
fue aplicado a 81 alumnos: 18 en la Universidad 1; 28 en la No. 2 y 35 en la tercera.
Procedimiento
Se solicitó a los estudiantes en las aulas que anotaran tres palabras asociadas
con el término indígena y posteriormente asignaran el número 1 a la de mayor
importancia, 2 a la siguiente y 3 a la de menor importancia, siguiendo el principio de que
no todos los conceptos definidores son igualmente importantes con respecto al vocablo
central (Valdés Medina, 1998). A continuación se pidió que escribieran las razones por
las cuales habían hecho tal elección, lo que permitió ahondar en el sentido otorgado a
las palabras elegidas. El total de palabras fue de 243 para todas las opciones. Se hizo
una primera depuración excluyendo los vocablos repetidos y agrupando los semejantes.
Después se ordenaron alfabéticamente los términos seleccionados y se les otorgó un
valor ponderado: 3 puntos a las palabras elegidas en la primera opción; 2 para las de la
segunda y 1 para las de la tercera; los puntajes de cada palabra se multiplicaron por la
frecuencia y se obtuvo así el Peso Semántico (PS). Posteriormente, se seleccionaron
los 15 vocablos que obtuvieron el mayor PS como componentes del Núcleo de la Red.
Se realizó un primer nivel de análisis con estos 15 términos, sin embargo, se
observó que abarcaban únicamente hasta el peso semántico 7, lo que dejaba fuera
muchos términos importantes por su significado. En este conjunto se ubicaron nueve
palabras de aceptación, 4 de comprensión y 2 de estigmatización, lo que, según estos
datos, indicaría que el rechazo a los grupos autóctonos es mínimo. Por esta razón se
decidió ampliar el análisis hasta las palabras con PS 3, en la consideración de que así
se abarcaría una red más amplia de términos y, por tanto, de significados. También se
analizaron las respuestas expresadas en el instrumento sobre las razones para la
elección de las palabras, lo que permitió profundizar en el significado otorgado a las
mismas. A continuación se presentan los resultados del proceso.
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Resultados de la Asociación de Palabras
Se hizo una selección del total de palabras anotadas por los estudiantes de las
tres instituciones, de la cual quedaron 90 términos con 462 de PS. A continuación se
presenta la Tabla 1 con el total de palabras ya clasificadas en las diferentes categorías
semánticas de aceptación, comprensión y estigmatización.
Tabla 1. Total de palabras con peso semántico: Aceptación
Aceptación PS %
1. Cultura 75 16.2
2. Persona 34 7.4
3. Respeto 15 3.2
4. Raíces 12 2.6
5. Diferentes 9 1.9
6. Artesanía 8 1.7
7. Dialecto 7 1.5
8. Mexicano 7 1.5
9. Sencillez 7 1.5
10. Igualdad 6 1.3
11. Lengua 6 1.3
12. Pueblo 6 1.3
13. Ser humano 6 1.3
14. Conocimiento 5 1.1
15. Trabajador 5 1.1
16. Tradiciones 5 1.1
17. Antepasados 4 0.9
18. Costumbre 4 0.9
19. Educación 4 0.9
20. Historia 4 0.9
21. Humano 4 0.9
22. Valentía 4 0.9
23. Esperanza 3 0.6
24. Estudio 3 0.6
25. Indígena 3 0.6
26. Interesante 3 0.6
27. Potencial 3 0.6
28. Agricultor 2 0.4
29. Base social 2 0.4
30. Campesino 2 0.4
H. B. Aguayo
155
Continuación Tabla 1. Total de palabras con peso semántico: Aceptación
Aceptación PS %
31. Derechos 2 0.4
32. Esfuerzo 2 0.4
33. Etnia 2 0.4
34. Identidad 2 0.4
35. Importante 2 0.4
36. Legado 2 0.4
37. Luchador 2 0.4
38. Orgullo 2 0.4
39. Parte 2 0.4
40. Preparación 2 0.4
41. Sabiduría 2 0.4
42. Admiración 1 0.2
43. Aprendizaje 1 0.2
44. Capacidad 1 0.2
45. Comunidad 1 0.2
46. Estabilidad 1 0.2
47. Gobierno 1 0.2
48. Grupos 1 0.2
49. Idioma 1 0.2
50. Inteligencia 1 0.2
51. Mujeres 1 0.2
52. Pureza 1 0.2
53. Sabio 1 0.2
54. Talento 1 0.2
55. Vestimenta 1 0.2
Total Parcial 294 63.6
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Continuación Tabla 1. Total de palabras con peso semántico: Comprensión y estigmatización
Comprensión PS %
1. Pobre 54 11.7
2. Humilde 16 3.5
3. Discriminación 11 2.4
4. Marginado 7 1.5
5. Falta de oportunidades 5 1.1
6. Rural 5 1.1
7. Racismo 3 0.6
8. Raza 3 0.6
9. Sociedad 3 0.6
10. Agresión 2 0.4
11. Ayuda 2 0.4
12. Minoría 2 0.4
13. Muchos 2 0.4
14. Renuencia 2 0.4
15. Dinero 1 0.2
16. Incomprendido 1 0.2
17. Inocente 1 0.2
18. Rechazo 1 0.2
Total Parcial 121 26.2
Estigmatización PS %
1. Indio 7 1.5
2. Ignorante 6 1.3
3. Sierra 6 1.3
4. Trenza 5 1.1
5. Ranchero 4 0.9
6. Despectivo 3 0.6
7. Naco 3 0.6
8. Atrasado 2 0.4
9. Huaraches 2 0.4
10. Nini 2 0.4
11. Corriente 1 0.2
12. Desorganización 1 0.2
13. Limosna 1 0.2
14. Mugroso 1 0.2
15. Primitivo 1 0.2
16. Sumiso 1 0.2
17. Tonto 1 0.2
Total Parcial 47 10
H. B. Aguayo
157
Como se observa en la Tabla 1, 47 palabras no tienen un PS significativo (2 y 1),
por lo tanto, no fueron consideradas para el análisis, aunque se anotan palabras fuertes
semánticamente como tonto, mugroso, corriente, atrasado, naco. Las primeras 15
palabras alcanzan 287 de PS y son 58.9%, lo que indica que concentraron el mayor
número de frecuencias de los términos expresados; estos vocablos forman el núcleo
central de la red semántica, es decir “el centro mismo del significado que tiene un
concepto” (Valdés Medina, 1998: 70), en este caso, el significado de indígena. Es
pertinente aclarar que aunque se obtuvo el valor FMG (Valdés Medina, 1998) para
calcular las distancias semánticas entre los diferentes términos, no se trabajó con este
valor dado los objetivos del artículo. En cambio, se calculó el porcentaje de cada
palabra por considerar que este dato era útil para fines de interpretación. En la Tabla 2
se ilustra la red de palabras con el porcentaje de cada término.
Tabla 2. Red de palabras con mayor peso semántico
Palabras de la red PS %
1. Cultura 75 15.4
2. Pobre 54 11.1
3. Persona 34 7.0
4. Analfabeta 18 3.7
5. Humilde 16 3.3
6. Respeto 15 3.1
7. Raíces 12 2.5
8. Discriminación 11 2.3
9. Diferentes 9 1.9
10. Artesanía 8 1.6
11. Dialecto 7 1.4
12. Indio 7 1.4
13. Marginado 7 1.4
14. Mexicano 7 1.4
15. Sencillez 7 1.4
Total 287 58.9
Al analizar este conjunto se observa que de los 15 términos con mayor PS,
nueve son palabras que demuestran aceptación para el indígena, destacando algunas
con alta carga semántica, por ejemplo cultura con PS de 75, persona con 34, respeto
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158
con 15, raíces con 12, diferentes con 9, artesanías con 8, dialecto con 7, mexicano con
7, sencillez con 7. De esta red, 4 palabras son de comprensión, es decir, se limitan a
señalar situaciones de desigualdad e inequidad social, aunque también tiene fuerte
carga semántica, por ejemplo pobre con 54 de PS, humilde con 16, discriminación con
11, marginado con 7; finalmente, dos términos que muestran estigmatización hacia esta
población y son los vocablos analfabeta con 18 de PS e indio con 7. Aun cuando la
técnica establece que este conjunto es el más representativo del significado de una
palabra porque conforma el Núcleo Central de la Red, en este estudio se decidió incluir
en el análisis un mayor número de términos en función de los objetivos del mismo, con
la aclaración de que dichos términos por su peso semántico ya no forman parte del
núcleo de la red. Como ya se señaló, se pretende ahondar en las expresiones y
significados que los estudiantes universitarios relacionan con los indígenas, por tanto, el
conjunto se extendió hasta las palabras con peso semántico de 3. Esto permitió trabajar
con una red más extensa de significados para incluir mayor número de vocablos y
asociarlos con expresiones de aceptación, comprensión y estigmatización. En la Tabla
3 se presentan los términos con significados de aceptación.
De este modo, se observa un total de 27 términos, con PS desde 75 hasta 3, un
total de 252 de PS, el vocablo con el número más alto alcanza 18.4%. Esta categoría
llega a 61.8% del total de los términos, lo que indica que el mayor número de vocablos
expresados por los estudiantes fueron de aceptación hacia los grupos autóctonos.
Según Valdés Medina (1998), los significados son una forma particular de acercamiento
al mundo subjetivo de las personas, porque recuperan elementos psicológicos y
sociales que dejan ver conductas y disposiciones como respuestas a ciertos objetos o
situaciones. En las 27 palabras concentradas en Tabla 3 es posible distinguir
significados afines o categorías semánticas (Valdés Medina, 1998), las cuales a su vez
son reagrupadas en las siguientes subcategorías: Herencia y tradiciones culturales,
origen de los grupos étnicos, atributos y características personales, y situaciones de
vida democrática, tal como se señala en el Esquema 1.
H. B. Aguayo
159
Tabla 3. Categoría aceptación
Aceptación PS %
Aceptación PS %
1. Cultura 75 18.4
15. Trabajador 5 1.2
2. Persona 34 8.3
16. Tradiciones 5 1.2
3. Respeto 15 3.7
17. Antepasados 4 1
4. Raíces 12 2.9
18. Costumbres 4 1
5. Diferentes 9 2.2
19. Educación 4 1
6. Artesanía 8 2
20. Historia 4 1
7. Dialecto 7 1.7
21. Humano 4 1
8. Mexicano 7 1.7
22. Valentía 4 1
9. Sencillez 7 1.7
23. Estudio 3 0.7
10. Igualdad 6 1.5
24. Interesante 3 0.7
11. Lengua 6 1.5
25. Esperanza 3 0.7
12. Pueblo 6 1.5
26. Raza 3 0.7
13. Ser humano 6 1.5
27. Potencial 3 0.7
14. Conocimiento 5 1.2
Total 252 61.8
Esquema 1. Categoría semántica aceptación
Según se observa en el Esquema 1, las palabras de aceptación recuperan el
valor de la herencia cultural de los pueblos originarios; refieren lo que para ellos es
significativo en su vida, como costumbres y tradiciones. Asimismo, se reconoce la
Psicología para América Latina (2014), 27, 144-168
160
riqueza cultural forjada a través de sus conocimientos milenarios y de su antiquísima
historia, y que se remonta a los primeros pobladores del continente. La aceptación
también se significa en atributos personales, que desde esta mirada, caracterizan a los
indígenas como personas valiosas y dignas de respeto. Las palabras expresadas
reafirman la identidad de estos grupos y su derecho a existir con respeto, igualdad y
justicia, en un régimen democrático que defienda la diversidad cultural como principio
de vida.
En un segundo momento, se ubican las palabras relacionadas con la categoría
comprensión, en un conjunto de términos formulados por los jóvenes que, más que ser
sólo expresiones en algún sentido, permiten significar la situación de desigualdad e
inequidad social que ha condicionado la vida de estas comunidades durante siglos. En
la Tabla 4 se observan estos términos.
Tabla 4. Categoría comprensión
Comprensión PS %
1. Pobre 54 13.2
2. Humilde 16 3.9
3. Discriminación 11 2.7
4. Marginado 7 1.7
5. Falta de
oportunidades 5 1.2
6. Racismo 3 0.7
7. Sociedad 3 0.7
Total 99 24.2
En la tabla anterior se observan los términos seleccionados como palabras de
comprensión, un total de siete palabras con PS de 99, lo que se explica por la alta
denominación del término pobre, con 54. Todas ellas alcanzan en conjunto 24.2%, con
13.2% la más alta. Se observan vocablos que denuncian situaciones de marginación
social estructural. Como hemos señalado, la discriminación sólo es posible cuando hay
situaciones de poder; en el caso de los estudiantes, éstos no tienen ese poder por eso
no hay discriminación, pero sí tienen expresiones que denuncian inequidad y
H. B. Aguayo
161
marginación. Estos vocablos se han agrupado en subcategorías vinculadas con
situaciones estructurales, rezago social y con palabras que no denotan algún sentido,
como se observa en el Esquema 2.
Esquema 2. Categoría semántica comprensión
En el Esquema 2 se encuentran acepciones que denuncian cuestiones
estructurales que mantienen a los grupos indígenas en alta vulnerabilidad, que
amenazan su sobrevivencia individual y colectiva, así como sus valores culturales,
creencias y saberes tradicionales. También se denota menosprecio étnico en
expresiones racistas, sustentadas en prejuicios históricos sobre la superioridad de la
raza blanca, lo que ha propiciado un alto rezago social y, como consecuencia, una gran
pobreza en casi todas las poblaciones indígenas. La intolerancia cultural es una de las
expresiones de la falta de ciudadanía, y en el caso de los indígenas, la discriminación
estructural y sistemática de que han sido objeto se ha sostenido en el menosprecio de
la diversidad cultural y lingüística por generaciones.
Con respecto a la tercera categoría, estigmatización, las palabras manifiestan no
aceptación, rechazo, exclusión. A continuación se muestran los términos con este
sentido (Ver Tabla 5).
Psicología para América Latina (2014), 27, 144-168
162
Tabla 5. Categoría estigmatización
Estigmatización PS %
1. Analfabeta 18 4.4
2. Indio 7 1.7
3. Ignorante 6 1.5
4. Sierra 6 1.5
5 Rural 5 1.2
6. Trenza 5 1.2
7. Ranchero 4 1.0
8. Despectivo 3 0.7
9. Naco 3 0.7
Total 57 14.0
La Tabla 5 presenta un total de 9 términos con sentido estigmatizante, con PS de
57, que se distribuye en un rango de 18 a 3. Se observa que el término de mayor PS
tiene un porcentaje de 4.4, alcanzando el total de las palabras un porcentaje de 14,
muestra de lo que los estudiantes expresan hacia los indígenas. Hay vocablos que son
dudosos, sin embargo, se colocaron en este campo semántico por las razones que
dieron los sujetos al seleccionarlos como primera opción. Con respecto a los términos
referidos a estigma se observan nueve palabras, aunque solamente una contiene el
mayor PS (analfabeta). Estos términos, a su vez, se pueden reagrupar en diferentes
subcategorías: Conocimiento, origen étnico y situación cultural. Los vocablos
expresados son muestra de que algunos sectores de la población mexicana continúan
utilizando palabras estigmatizantes y ofensivas para referirse a los indígenas (Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas [CDI], 2006), como se presenta en
el Esquema 3.
H. B. Aguayo
163
Esquema 3. Categoría semántica estigma
En el Esquema 3 se observan expresiones de desprecio hacia la población
indígena; los jóvenes utilizan el rezago histórico de estos grupos para significarlos de
manera peyorativa, sin comprender que circunstancias estructurales a través de siglos
los mantienen en tal condición. Identificarlos de manera despectiva con situaciones
vinculadas con el origen étnico y el campo, denota la falta de información sobre el
histórico papel que han tenido estos grupos en la conformación de lo que hoy
conocemos como México. Que jóvenes estudiantes universitarios continúen utilizando
vocablos como analfabeta, naco, ranchero, indio, para referirse a estas poblaciones es
preocupante, porque demuestra ignorancia y desconocimiento sobre su legado cultural.
También significa que no se identifican con el origen étnico de la sociedad mexicana, en
donde acontecimientos como la colonización y el mestizaje marcaron el rumbo de las
civilizaciones mesoamericanas. Es conocido que muchos mexicanos reniegan de su
color moreno y prefieren asumirse como descendientes de los europeos, pero eso
también muestra falta de identidad con la herencia cultural de los grupos originarios.
El total de palabras de la red utilizada para el análisis obtuvo 408 de PS; la
categoría aceptación con 27 términos, alcanzó un PS de 252 y un porcentaje de 61.8; la
categoría comprensión, con siete términos alcanzó 99 de PS y un porcentaje de 24.2; y
la categoría estigmatización, con nueve vocablos obtuvo 57 de PS y un porcentaje de
Psicología para América Latina (2014), 27, 144-168
164
14.0. Enseguida se presenta la Gráfica 1, que ilustra los porcentajes obtenidos por los
diferentes campos semánticos construidos para el análisis de los significados.
Gráfica 1. Porcentajes de los significados de las palabras
Los datos de la Gráfica 1 son reveladores de las actitudes de jóvenes
universitarios con respecto a los indígenas. La categoría aceptación rebasa la media
(61.8%), lo que indica que los prejuicios y la falta de información siguen presentes en
algunas regiones del país y en ciertos sectores de la población. La categoría
comprensión obtiene 24.2% y, dadas las características de la población, puede
afirmarse que estos alumnos reconocen, a través de sus expresiones, las situaciones
de desigualdad e inequidad en que viven estos grupos. Ésta sería una actitud favorable,
evidenciar el olvido de que han sido víctimas por parte de las instituciones
responsables, de su incorporación a los procesos de desarrollo social. La cifra de
estigmatización (14%), es baja, empero, tratándose de jóvenes con nivel de licenciatura
son datos preocupantes, porque denotan que falta mucho por hacer en las instituciones
gubernamentales y educativas en el impulso de la ciudadanía, y que la construcción de
una vida democrática tiene en la ignorancia y los prejuicios sus principales obstáculos.
Si consideramos las cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México –
H. B. Aguayo
165
ENADIS 2010 (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en México
[CONAPRED], 2011), entenderemos las respuestas de jóvenes mexicanos que han
crecido en un contexto donde discriminar puede ser un acto natural y legitimado. Así, en
México -un país en donde la mayoría de la población es mestiza- sólo 64.6% de ella se
reconoce a sí misma como morena; en contraposición, 54.8% de las personas afirman
que se les insulta por su color de piel y 15% expresan que sus derechos han sido
violados por este motivo. La cultura ciudadana exige de la sociedad formas más
civilizadas de convivencia social, en la que la aceptación y comprensión hacia los
grupos vulnerables sea la norma que rija las interacciones cotidianas y no la excepción.
Los jóvenes de este país necesitan comprender los fenómenos de desigualdad e
inequidad de que han sido objeto los indígenas, para entender el papel de la ciudadanía
y la sociedad civil en la erradicación de todas las formas de exclusión y discriminación
hacia las minorías.
Discusión
La cultura ciudadana hace referencia al conjunto de manifestaciones expresadas
en el entorno de la diversidad cultural. La aceptación, la comprensión y la
estigmatización hacia los grupos en situación vulnerable, en este caso los indígenas,
son muestra de la dimensión ciudadana de las personas.
En esta investigación, el uso de las redes semánticas naturales permitió ahondar
en los significados que expresan algunos jóvenes universitarios, quienes en entornos
de socialización como la familia, los amigos, la escuela, los grupos de convivencia,
aprehenden formas de interactuar y socializar con los demás. El uso de la técnica
remite a información interna que el sujeto posee, la cual guardada en la memoria a
largo plazo surge en forma de relaciones, las que hacen posible la significación de un
concepto (Valdés Medina, 1998). Si en estos entornos las actitudes de aprecio,
tolerancia y solidaridad con los diferentes son valoradas y practicadas, los jóvenes las
reproducen en sus respectivos ambientes. Por el contrario, si el rechazo, la
animadversión, el menosprecio, la exclusión son los comportamientos predominantes,
también serán aprehendidos y reproducidos en otros sitios de convivencia.
Psicología para América Latina (2014), 27, 144-168
166
Las cifras obtenidas de las expresiones ciudadanas de los jóvenes universitarios
(61.8% de aceptación, 24.2% de comprensión y 14% de estigmatización) permiten ver
que la desinformación, los prejuicios y la intolerancia continúan permeando las
manifestaciones hacia la diversidad social. La profundización en los significados
muestra el nivel de conocimiento o de información que poseen los estudiantes con
respecto a los indígenas, lo cual es importante porque permite vislumbrar el posible
comportamiento de estos jóvenes para con las comunidades indígenas. En la
investigación, por las propias características de la técnica de redes semánticas, no
figuran términos que aunque fueron expresados, no alcanzaron el peso semántico
suficiente para ser tomados en cuenta. Vocablos como atrasado, huaraches, mugroso,
primitivo, tonto, también fueron enunciados y, aunque su peso fue mínimo, se pueden
considerar como parte del rechazo y menosprecio externado hacia las poblaciones
mencionadas.
Las instituciones educativas tienen aquí un papel central, al tener la oportunidad
de fomentar en las nuevas generaciones el respeto a los derechos y libertades
fundamentales y promover valores como la tolerancia, la justicia, la igualdad y la
solidaridad. Las instituciones gubernamentales tienen la responsabilidad de impulsar la
educación ciudadana para revertir las prácticas estigmatizantes y discriminadoras, y
promover una cultura de la legalidad, en donde el respeto a la ley, la libertad y los
derechos humanos rija las interacciones cotidianas en la vida social. Es ineludible
emprender la promoción de la cultura de la tolerancia y del respeto de la diversidad
social, a través de relaciones humanas basadas en la solidaridad y la justicia, con
instituciones sólidas que garanticen certezas jurídicas y promuevan la igualdad para
todos, sin importar condición física, social o cultural.
H. B. Aguayo
167
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Psicología para América Latina (2014), 27, 169-196
169
Adultos mayores: Aceptación, comprensión y estigma. El significado
de estudiantes de la Región Centro de México
Francisco Ernesto Rama Arauz1
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
Ingmar Bergman
Resumen Se exponen los resultados de una investigación realizada con estudiantes de educación superior. Los mismos son el producto de la aplicación de un instrumento asociativo, que responde a las Redes Semánticas Naturales, en el que se le pide a cada participante que escriba, a partir de un término inductor, palabras que le remitan o asocie a la palabra estímulo y luego jerarquice de acuerdo con el orden de importancia para él. Se presentan los resultados de tres universidades de la zona centro de México, sobre el significado que tienen los estudiantes acerca del concepto anciano, obteniendo el peso semántico de las palabras asociadas. Las respuestas de los estudiantes indican un total de 83 palabras diferentes, asociadas con el término inductor dado. Las principales se centran en aspectos que indican niveles de aceptación al grupo de los adultos mayores. Palabras clave: Estudiante, adulto mayor, aceptación, estigma.
1 Panameño. Doctor en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor de
sociología de la educación, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. México, D. F. Correo electrónico: [email protected]
F. E. Rama
170
Adultos mais velhos: Aceitação e estigma. O significado de
estudantes a Região Central do México
Resumo
O objetivo deste artigo é apresentar os resultados de pesquisa realizada com estudantes do ensino superior. Eles são o produto da aplicação de um instrumento associativo que responde as redes semânticas naturais, onde se pede a cada participante que escrever a partir de um termo indutor, palavras que se referem ou se associam a palavra hierarquiza e, em seguida, na ordem da importância para ele. Os resultados de três universidades no centro da cidade, no sentido de que os alunos têm sobre o conceito de idoso, obtendo do peso semântico das palavras associadas são apresentados. As respostas dos alunos indicam um total de 83 palavras diferentes associadas com o indutor de determinado prazo. O principal, o foco em aspectos que indicam níveis de aceitação para o grupo de adultos mais velhos. Palavras-chave: Estudantes, adulto maior, aceitação, estigma.
The Elderly: Acceptance, understanding and stigma. The meaning for
students from the Central Region of Mexico
Abstract
This article shows the results of an investigation conducted with higher education students. These results are the product of the application of an associative instrument that corresponds to the Natural Semantic Networks technique, in which each participant is asked to write down, based on an inductor term, words related or associated to a given term and to grant it a hierarchy according to its relevance. Results about the meaning that students give to the concept “Elderly” are presented, obtained from three central geographical region universities. The answers from students show 83 different words associated to the given inductor term. The main words are focused on aspects that indicate degrees of acceptance towards the group of the elderly.
Key words: elderly, acceptance, stigma.
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171
Introducción
Vivimos en una sociedad en la que el concepto belleza está íntimamente ligado al de
juventud. Sin embargo, cada vez es más recurrente ver cómo se amplía el mercado
publicitario al sector de los adultos jóvenes y mayores, lo que sugiere la relevancia que
está tomando el incremento en la población de más de 60 años.
Es un hecho que el aumento en la expectativa de vida2 abre posibilidades para el
sector de los Adultos Mayores (AM), por lo que es necesario atender a ese segmento
poblacional que antes era invisible. No obstante, en la población general el sector de
más de 60 años experimenta una serie de situaciones a las cuales se debe adaptar.
Políticas asistenciales indican que los adultos mayores requieren atención y que
cada vez demandan condiciones acordes con la realidad que viven. Pero con relación a
la interacción en lo cotidiano, preguntas como cuáles son las experiencias de este
grupo, o cómo son percibidos por el resto de la población, representan una
preocupación hacia este sector. En este artículo se abordará el significado particular
que tienen los estudiantes de educación superior acerca de los adultos mayores.
Para establecer un acercamiento de los significados que tiene la población de
esta investigación sobre los AM, se le aplicó un instrumento asociativo, cuyo objetivo
fue conocer las palabras que los estudiantes asociaban con el término inductor dado.
La vejez, más allá de ser una limitante de índole físico o biológico, representa un
problema social y cultural, ya que su significado es una construcción social. En este
sentido, de acuerdo con el instrumento asociativo, en el que los estudiantes expresaban
palabras que se encuentran en su lenguaje cotidiano acerca del anciano, Berger y
Luckmann (2008, p. 37) expresan lo siguiente:
El lenguaje usado en la vida cotidiana me proporciona continuamente las
objetivaciones indispensables y dispone el orden dentro del cual éstas adquieren
sentido y dentro del cual la vida cotidiana tiene significado para mí…. De esta
2 En los últimos diez años, la esperanza de vida en México ha aumentado más lentamente que en otros
países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Según estudios de esta organización, la expectativa en México es de 74.2 años (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos [OECD], 2013).
F. E. Rama
172
manera, el lenguaje marca las coordenadas de mi vida en la sociedad y llena esa
vida de objetos significativos.
La cita sustenta la aseveración arriba presentada al referirse al concepto vejez
como una construcción social, ya que los miembros de la sociedad van objetivando el
concepto e imprimiéndole una carga emocional.
Es una realidad que en el proceso de envejecimiento se concreta gran parte de los
planes de las etapas vitales de un ser humano. No obstante, esto no significa que llegar
a él sea sinónimo de vulnerabilidad o invisibilidad, ya que son precisamente las
actitudes encaminadas a la segunda (invisibilidad), las que desencadenan la primera en
los adultos mayores (vulnerabilidad).
Este artículo es el resultado de una investigación realizada en el marco de un
proyecto cuyo objetivo se centra en estudiar la cultura política y ciudadana de
estudiantes de educación superior.
En los contenidos se presenta el problema, los antecedentes y un apartado
denominado Vejez, aceptación, comprensión y estigma, que sirve de introducción a las
categorías surgidas del trabajo de campo. Posteriormente, se señala el método, y el
tratamiento que se le dio al trabajo de campo, en este caso se presentan tres etapas de
abordaje de los resultados: La inicial, la de desarrollo y la final. Se concluye la
exposición con la discusión en torno al análisis del material empírico.
El problema
La vejez es un tema que puede ser abordado desde diferentes puntos de vista,
por un lado, desde las instituciones que dictan las normas acerca del derecho a una
jubilación (edad social), por el otro lado desde la persona que vive el deterioro de su
cuerpo (edad biológica y cronológica), o desde la visión del tema del que observa a
quien está viviendo esa etapa.
Elías (1987), en su obra La soledad de los moribundos, presenta muy bien el
ejemplo de la reacción juvenil ante la visión de un anciano. En el apéndice de su obra
Psicología para América Latina (2014), 27, 169-196
173
ejemplifica la visión particular de la vejez cuando él era joven y reflexiona sobre los
cambios que él mismo ha sufrido al llegar a ser un adulto mayor.
Es en este sentido que subyace el problema de este texto, que se refiere a cuál
es el significado que tiene el sector de los adultos mayores para los estudiantes
universitarios, enmarcado en tres universidades de la región central de México.
Para el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de
México (COPRED, 2014), las personas adultas mayores son aquellas que sobrepasan
los 60 años de edad.
En la obra Estigma, la identidad deteriorada, Goffman (2008) aborda el estigma
para referirse a un grupo inhabilitado para una plena aceptación social. De acuerdo con
lo que explica el autor, “la sociedad establece los medios para categorizar a las
personas y el complemento de atributos que se perciben” (p. 13), y lo utiliza para hacer
referencia a un “atributo profundamente desacreditador” (p. 15). En este sentido, el
grupo de los adultos mayores se puede ubicar como un sector que reúne las
características que menciona Goffman.
Este es el grupo al que nos referiremos a lo largo de este texto, debido a que
puede ser considerado como un ejemplo que vive el estigma tanto en el entorno familiar
como en el resto de la sociedad. Este grupo constituye un sector vulnerado en sus
derechos debido a que se enfrenta a problemas diversos, como lo son los servicios de
salud, trabajo, educación, vivienda y, en general, porque carecen de medios para un
desarrollo integral. También experimentan otras carencias que inciden en su
autonomía, como por ejemplo la toma de decisiones a nivel personal y familiar. Estas
manifestaciones se presentan en diversas formas de abandono y hasta maltrato físico y
emocional.
Antecedentes
El tema de los AM está cada vez más presente en los diferentes escenarios
sociales. Es una realidad que el envejecimiento de la población es uno de los
fenómenos demográficos más importantes de este siglo, ya que ha generado
modificaciones en las estructuras sociales, económicas y culturales.
F. E. Rama
174
Según Montes de Oca (2011), el sector de la población que cuenta con la mayor
tasa de crecimiento en el país es el de los adultos mayores, y representa
aproximadamente 8.9%, en su mayoría, mujeres. De acuerdo con el Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM, Montes de Oca (2011) explica que el número de
personas con 60 años ó más crece como resultado de un alargamiento en la esperanza
de vida. En el 2011, las cifras eran de cerca de diez millones de adultos mayores en
México.
Este fenómeno ha provocado que diversas investigaciones se centren en
conocer con mayor profundidad al sector de los adultos mayores, así como sus
particularidades, cambios y formas de ver la vida.
En el 2006, el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM realizó la
Encuesta sobre Maltrato a Personas Adultas Mayores en el Distrito Federal 2006
(EMPAM-DF) (Giraldo Rodriguez, 2006). Los resultados más significativos se presentan
enseguida:
El 16% había tenido por lo menos un incidente de maltrato en los últimos doce
meses. Las delegaciones donde se mencionaron más incidentes de maltrato fueron
Iztapalapa, Tlalpan y Magdalena Contreras. El 35% de la muestra contestó no poder
salir de su casa cuando lo desean. Por otro lado, el 25.7% contestó que no pueden
realizar libremente las actividades que les gustan y que quieren hacer. El 33% ha
sentido deseos de irse a otro lugar porque se sienten mal en donde viven y con quienes
viven. Acerca de su economía, el 33.2% expresó no poder disponer de su dinero y
hacer gastos con libertad. Igualmente, el 30.4% de la muestra expresó haber recibido
algún tipo de maltrato en instituciones de salud (IMSS, ISSSTE, etcétera).El 11.4%
señaló haber sido insultado, en tanto que el 11.7% dice haber sido ignorado o tratado
con indiferencia. Finalmente, en esa misma línea, el 6.3% dijo que no se habían
respetado sus decisiones.
Los resultados indican que la población de AM vive situaciones que merecen ser
estudiadas para que se propongan soluciones dignas para este sector, de la misma
forma permiten tener una visión general sobre el tema del maltrato, el cual no
solamente es ejercido por familiares y particulares, sino también por funcionarios de
Psicología para América Latina (2014), 27, 169-196
175
instituciones gubernamentales que brindan diferentes servicios de salud. Es importante
señalar que como producto de la condición propia de los AM, la autonomía y la libertad,
representan aspectos recurrentes en esta población, pues se les limita en diferentes
momentos de su vida.
Estas situaciones de violencia son en gran medida producto de la pérdida de
autonomía en todos los sentidos. La investigación desarrollada por el IIS deja en
evidencia que la población en cuestión experimenta situaciones que a simple vista no
se observan y que son, sin embargo, problemáticas en tanto que las viven en lo
cotidiano.
Vejez: aceptación, comprensión y estigma
La vejez trae transformaciones personales de las condiciones físicas, de la
independencia económica y funcional, de la modificación de roles dentro de la familia,
de la participación en el mercado laboral, del uso del tiempo libre, de la autopercepción
y la percepción que los demás tienen de nosotros, entre otras.
Se debe tener claro que la vejez y la edad avanzada no significan
necesariamente lo mismo. La edad cronológica no admite confusiones: Una persona,
quiera o no, cumple años cada año. Aranibar (2001, p. 8) expresa que “en las edades
avanzadas, los tiempos, causas de muerte, presencia de enfermedades, sus formas y
efectos, variarán según la clase social y el género”.
La edad se puede definir como el tiempo transcurrido a partir del nacimiento en
cada ser humano, y está determinada desde el punto de vista físico, psíquico y
emocional. En el ser humano, la edad se puede dividir en tres dimensiones:
Edad cronológica: Agrupada por años, lustros, décadas, etcétera. Considera que
todos los sujetos nacidos en el mismo año poseen la misma edad. Aparece como
una condición adscrita no modificable por el ser humano, como lo son también la
raza o el sexo. Por ende, como variable adscrita, produce automáticamente una
posición y una valoración social con determinados derechos y deberes.
Edad biológica: Determinada por el estado físico, la salud, la vulnerabilidad física
y por la disminución de la potencialidad de algunos órganos. Algunas de las
F. E. Rama
176
variables a medir para determinar la edad biológica son la presión sanguínea, la
memoria, la capacidad auditiva o visual, el tiempo de reacción ante diferentes
estímulos, entre otros. Esto sugiere un trabajo muy complejo, debido a lo que ya
se mencionó en relación con lo particular de cada organismo. La edad biológica
no siempre coincide con la edad cronológica, en este sentido es muy difícil
identificarla debido a que la primera estará determinada por la calidad de vida, la
alimentación, las condiciones de trabajo o el estrés al que la persona esté
sometida.
Edad social y edad legal: Definida socialmente como adecuada para desempeñar
determinadas actividades. Una parte de la edad social comprende la edad legal
en la cual el sujeto puede desempeñar determinados roles, por ejemplo, a los
dieciocho años se le considera ciudadano, tiene licencia para conducir autos,
etcétera. La variedad de la edad social no se agota en la edad legal. En el
ejemplo de la licencia para conducir, se superpone una edad cronológica, una
edad social y una edad legal. Obviamente, el concepto social adecuado no se
ajusta cronológicamente y en forma exacta como la edad legal, antes bien, la
definición de ella dependerá exclusivamente de normas sociales sancionadas
ritual o culturalmente.
Es importante distinguir estos términos. Edad cronológica es la edad del
individuo en función del tiempo transcurrido desde el nacimiento. Es por tanto la edad
en años. Es un criterio administrativo de gran importancia que marca hechos
trascendentales en la vida, como lo es la jubilación. Tiene, por lo tanto, un valor social o
legal más que biológico. El tiempo en sí no tiene ningún efecto biológico sino más bien
los cambios ocurren en el tiempo. La edad biológica es la que se corresponde con el
estado funcional de los órganos comparados con patrones estándar para una edad. Se
trata, entonces, de un concepto fisiológico y relativo.
El envejecimiento es un proceso natural que consiste en un deterioro progresivo
del individuo, que comienza en el nacimiento y que continúa durante toda la vida. Se
han definido los 60 años como edad cronológica para marcar el inicio de la vejez; sin
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embargo, una persona de 65 ó 70 años puede no sentirse adulta mayor o vieja. Todo
dependerá de la cultura en la que vive, de su autoestima, de los proyectos que tenga a
mediano o largo plazo o de la valoración que la sociedad le otorgue y le transmita.
Por lo anterior, envejecer está determinado por factores sociales, psicológicos y
ecológicos, y sólo una pequeña parte por factores biológicos. Por lo tanto, no todas las
personas envejecen de la misma manera.
En este marco, es necesario identificar los significados que los estudiantes de
educación superior le otorgan al concepto anciano. Es por ello que, una vez obtenidas
las palabras que mencionaron los estudiantes de las tres universidades de la zona
centro que participaron en la investigación, se realizó un trabajo de clasificación de ellas
en tres categorías. Éstas responden al significado que los participantes le otorgaron a
sus respuestas. La clasificación se realizó en torno a la aceptación, la comprensión y el
estigma.
Aceptación
Aceptar a los adultos mayores es entenderlos como diferentes, en sus
individualidades, valores, inquietudes, motivaciones y formas de ser. El concepto se
relaciona con la idea de respeto a cada persona, con sus limitaciones y capacidades;
con su cultura y su forma de ser y de ver el mundo. Aceptar sugiere abandonar los
prejuicios hacia lo diferente, los estereotipos y las generalizaciones.
La aceptación hacia los otros significa verlos como parte del grupo, aún en sus
diferencias. Discriminación, por el otro lado, significa lesionar sus derechos como
personas. En el caso del adulto mayor, la aceptación se evidencia en permitirles vivir
plenamente ofreciéndoles alternativas que les incorporen de manera no solo productiva
sino con un sentido de calidad. Para ellos es importante desarrollar las capacidades
necesarias para convivir en armonía con el medio donde se ubican.
Repensar la manera de ver la sociedad actual es el primer paso para modificar
las formas de actuar, sin señalar ni discriminar a los seres humanos. Ver al otro,
considerándolo, reconociéndonos en el otro, es lo que se necesita como sociedad.
F. E. Rama
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Comprensión
¿Qué es comprender? El término comprender es muy amplio, pero se puede
definir, como lo explica la Real Academia de la Lengua (RAE, 2014): Encontrar
justificación o naturales los actos o sentimientos de otro. Este concepto hace referencia
a la capacidad para entender a las personas o las cosas. Sin embargo, ese proceso
que deriva en comprender a otros, implica poseer o desarrollar una actitud de
tolerancia, además de un conjunto de cualidades que integren una idea, situación o
persona. Se puede comprender a otros sin compartir necesariamente su visión
particular de la vida. Pueden existir puntos de convergencia entre los seres humanos,
reconociendo que en otros aspectos tal vez no se esté de acuerdo.
Estigma
El concepto tiene sus antecedentes en la antigua Grecia: El término hacía
referencia a signos o marcas corporales con los que se trataba de exhibir algo malo y
poco habitual en quien lo portaba (Goffman, 2008). El autor explica ampliamente este
concepto, aclarando que en la actualidad la palabra estigma tiene un sentido muy
parecido al original, pero designando el mal en sí y no las manifestaciones o marcas
corporales.
Al respecto, Goffman (2008) habla de atributos desacreditadores, que son
utilizados para estigmatizar: “El término estigma será utilizado para hacer referencia a
un atributo profundamente desacreditador; pero lo que en realidad se necesita es un
lenguaje de relaciones no de atributos” (p. 15). Lo que se debe promover en una
sociedad es la comprensión a través de las relaciones con los otros, no por lo evidente
(el atributo), ya que éste es el que adjudica fácilmente las marcas o las separaciones
entre los individuos de un grupo o sociedad. “Un atributo que estigmatiza a un tipo
poseedor puede confirmar la normalidad del otro y, por consiguiente, no es ni honroso
ni ignominioso en sí mismo” (p. 15).
Lo que subyace en la cita es el señalamiento de lo diferente o anormal; los otros
tratan de reafirmar su normalidad con relación al señalado. Desde esta óptica lo
anormal es todo aquello que se aparta o se aleja de la norma (Benzecry, 2009). Esto
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significa que el hombre común reafirma su normalidad señalando las diferencias de los
otros.
Al respecto, Moragas (1991, p. 51) explica:
El rechazo que buena parte de la población experimenta frente a un anciano que
muestra en su cuerpo la huella de los años, constituye una respuesta aprendida
por la presión social que insiste en los valores juveniles y fuerza a aceptar como
patrón de belleza lo que caracteriza solamente a una pequeña parte de los
ciudadanos.
El estigma se asocia con alguna característica de las personas que resulta
contraria a la norma de una unidad social, considerando como norma una creencia
compartida dirigida a comportarse de una forma determinada en un momento preciso.
En el caso particular de los adultos mayores, son muchos los estigmas o marcas
simbólicas que les son otorgadas. Una marca muy común que se identifica en las
personas mayores es el hecho de poseer una cabellera blanca, las denominadas
canas. Parece absurdo, pero aunque no es una característica exclusiva de este grupo,
fácilmente se asocia con el hecho de pertenecer a él. En este sentido, los individuos
estigmatizados poseen algún atributo o característica como en el ejemplo, que conlleva
una identidad social que es devaluada en un contexto social determinado.
Método
Población y muestra
La población está conformada por estudiantes de educación superior de tres
universidades de la zona centro del país, siendo dos de ellas particulares y una oficial.
Se debe mencionar que esta población fue seleccionada debido a que son estudiantes
universitarios que poseen mayor información y que tienen una visión más amplia del
mundo. La muestra estuvo conformada por 81 estudiantes distribuidos entre las
universidades que participaron de la investigación.
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Instrumento
Los resultados se obtuvieron de un instrumento asociativo denominado Redes
Semántica Naturales, el cual permite un acercamiento al significado de los estudiantes
sobre el concepto adulto mayor.
Al respecto, Reyes Lagunes (1993, p. 86) explica que en las redes semánticas
naturales:
Se trabaja con las estructuras que generan los sujetos, es decir que requieren que
los individuos partan de un concepto central y a partir de allí produzcan una serie
de palabras definidoras, a cada una de las cuales se les asigna un peso (valor
semántico) por su importancia como definidoras del concepto.
Para obtener el Peso Semántico (PS), primero se asignó un valor ponderado de
las diversas palabras y posteriormente se hizo la sumatoria de los valores ponderados.
El peso semántico es el producto de la multiplicación de la frecuencia por el valor
ponderado que el investigador asigna. Para efectos de conocer el peso semántico, el
valor ponderado fue de 3 para la primera posición, 2 para la segunda posición y 1 para
la tercera posición.
Se le indicó al estudiante una palabra estímulo, a la cual habría de asociar co
palabras definidoras. Seguidamente, se le pidió al estudiante que tenía tres opciones
para asociar la palabra, que las jerarquizara, y se le asignó un valor a cada posición.
Para conocer el peso semántico, se multiplicó la frecuencia con que aparecía la palabra
por el valor asignado a cada posición y posteriormente realizar la suma de las tres
asociaciones.
Resultados
Para presentar los resultados, se agruparon las palabras de acuerdo con tres
categorías: aceptación y comprensión, las cuales se perfilan hacia aspectos positivos,
y, en el otro extremo, el estigma. Una vez identificadas las palabras con mayor
frecuencia se procedió a obtener el peso semántico de cada una de ellas.
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Se elaboró una tabla que presenta el listado de las palabras que los estudiantes
de las tres universidades expresaron al momento de responder el instrumento
asociativo. En total, el término anciano arrojó 83 palabras diferentes. Matemáticamente
se puede expresar que son pocas las palabras que resultaron del ejercicio, si se
contempla que fueron 81 asociaciones y tres opciones para asociar. Esto indica que
muchas palabras se repitieron en las diferentes asociaciones.
Antes de exponer los resultados, se debe mencionar que éstos se presentan en
tres etapas: La primera presenta solamente las palabras asociadas; en la segunda se
expone el trabajo de depuración de las palabras para obtener el peso semántico; y la
tercera clasifica las palabras de acuerdo con las tres categorías planteadas.
Etapa inicial
Identificación. En esta etapa se procede a seleccionar las diferentes palabras
que fueron asociadas. Se elaboró una lista con todas las respuestas y, a partir de ella,
se hizo una representación gráfica de todas ellas, a las que el término inductor anciano
remitió a los estudiantes de las tres universidades de la región central de México.
El total de palabras, como ya se mencionó, fue de 83, mismas que se ordenaron
alfabéticamente para evitar que se repitieran. Muchas de las que aparecen en la lista no
figuran en la segunda etapa de peso semántico, debido a que solamente fueron
mencionadas una o dos veces, por lo que la posición no permitió un peso semántico
elevado. Es por ello que muchas de las palabras del listado no aparecerán en otras
etapas del análisis (Ver Tabla 1).
Para elaborar la representación gráfica del conjunto de palabras indicadas por
los estudiantes, se utilizó un software especializado denominado Netdraw, el cual
generalmente se utilizar para el análisis de redes. Como a continuación se verá, en el
centro aparece el término inductor, y luego todas las palabras mencionadas.
El software (Netdraw) dentro de las muchas aplicaciones que ofrece, sirvió para
la representación gráfica de la información suministrada en el trabajo de campo.
Consiste en la elaboración de matrices de doble entrada para que, a partir de esa
información, se le indique cuáles son los atributos que se desean destacar, teniendo
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como resultado un mapa del total de las palabras asociadas al concepto dado
inicialmente.
Tabla 1. Total de palabras asociadas al concepto anciano
ANCIANO
Abuelo/ito Comprensión Envejecimiento Longevidad Senil
Adulto Conservador Estorbo Madurez Señor
Amigable Conocedor Experiencia Maestro Soledad
Amigo Conocimiento/s Familia Mayor Soñar
Amor Consejero Fin Mayor de Edad
Tercera Edad
Antiguo Consejos Frágil Necio Tiempo
Arrugas/Arrugado
Cuidados Gentil Nietos Tierno
Asilo Cultura Grande Paciencia Tolerancia
Atención Declive Gris Persona Tranquilidad
Ayuda Dependencia Historia Persona Mayor
Tristeza
Bastón Desactualizado Hombre Persona Sabia
Vejez
Bebé Dulzura Importante Plenitud Vida
Bondad Edad Inestable Por Finalizar
Viejo
Bueno Enfermedad Inteligente Reír Voz
Canas Enfermo Interesante Respeto Vulnerable
Cansancio Enojón Inútil Sabiduría Total: 83
Cariñoso Enseñanza Lentes Sabio
La representación gráfica permite tener el panorama general del total de palabras
mencionadas por los diferentes estudiantes, también ilustra el listado inicial con las
respuestas de los estudiantes. Como ya se mencionó, solamente se asociaron 83
palabras, por lo que muchas de ellas fueron respuestas repetidas que para efectos de
la diversidad no son muy útiles. Sin embargo, esta repetición permite que las
frecuencias sean altas y, por ende, también el peso semántico de muchas de las
palabras expresadas (Ver Gráfica 1).
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Gráfica 1. Total de palabras asociadas al término anciano
Etapa de desarrollo
Peso semántico. Luego de identificar las diferentes palabras, se procedió a
depurarlas para unificar los contenidos. Este proceso consistió en homogenizar las
respuestas entre masculino y femenino, singular y plural, acentos, etcétera.
Seguidamente, se procedió a agruparlas por frecuencias, para conocer el peso
semántico y el núcleo de la red en cada una de las tres universidades. Este núcleo
estuvo conformado por las 15 primeras palabras con el peso semántico más alto en
cada una de ellas.
De la misma forma, se utilizó el software Netdraw para representar gráficamente
cada uno de los núcleos en cada universidad y finalmente una gráfica integradora que
ilustra claramente las palabras que aparecen con peso semántico elevado en la
investigación.
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Este ejercicio permitió tener una idea clara de los resultados obtenidos en cada
una de las universidades, pero también ilustra sobre las palabras que aparecen en cada
una de ellas con el peso semántico más alto.
En esta misma etapa se obtuvieron los porcentajes de acuerdo con el núcleo
total de la red. Posteriormente se trabajó con este núcleo, es decir, con el total del peso
semántico más alto, sumando las palabras que aparecen en cada una de las
universidades para obtener el núcleo de la red. En la Tabla 2 se presentan los núcleos
de las tres universidades.
Tabla 2. Núcleo de la red de las tres universidades
Universidad 1 Universidad 2 Universidad 3
Palabras Asociadas
PS Palabras Asociadas
PS Palabras Asociadas
PS
Abuelo 22 Abuelo 17 Experiencia 24
Sabiduría 19 Persona 10 Sabio 21
Sabio 15 Viejo 10 Viejo 18
Persona 13 Experiencia 8 Abuelo/ito 16
Viejo 13 Canas 6 Persona 12
Vejez 10 Edad 5 Sabiduría 12
Respeto 9 Ayuda 3 Amor 7
Tercera Edad 8 Conocimiento/s 3 Arrugas/Arrugado 6
Amor 6 Inteligente 3 Importante 6
Experiencia 5 Madurez 3 Vejez 6
Mayor 5 Mayor de Edad 3 Grande 5
Enfermedad 4 Nietos 3 Respeto 5
Adulto 3 Sabio 3 Asilo 4
Arrugas 3 Voz 3 Frágil 4
Declive 3 Arrugas 2 Adulto 3
En la Tabla 2 se pueden observar las 15 palabras con los pesos semánticos más
significativos en las tres instituciones. En las dos primeras columnas se pueden
destacar las palabras abuelo, sabiduría, sabio, persona y viejo como las cinco palabras
con mayor peso semántico. De las palabras mencionadas, cuatro son palabras que
demuestran un rasgo positivo. En el caso de la palabra viejo, ésta representa una
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condición de estigma, ya que responde a una marca notoria en gran parte de la
población de adultos mayores.
En general, los estudiantes, en su vida cotidiana y en su interacción con las
demás personas, preestablecen imágenes (de los otros) considerando solo su visión de
las cosas con los parámetros con los que éstos se han desarrollado. De esta forma, se
crean imágenes propias de otras personas o culturas, sesgadas solo por conocimientos
propios sin tener en cuenta el desarrollo de la contraparte.
En el caso de la segunda universidad, se presenta el núcleo de la red
conformada por las cinco palabras con mayor peso semántico: Abuelo, persona, viejo,
experiencia y canas. Para esta institución a diferencia de la anterior, tres palabras
contemplan aceptación al adulto mayor. Por ejemplo, abuelo como la condición de
parentesco, la de persona como reconocimiento como ser humano y experiencia como
condición adquirida a través de una vida larga.
Sin embargo, aparecen dos palabras que contienen tintes de estigma. La primera
es viejo, palabra que denota en un sentido peyorativo la condición de la persona de
edad avanzada. La otra palabra es canas, que representa una marca visible y un
estigma, ya que no todas las personas que tienen el cabello blanco o canoso son
necesariamente adultas mayores. Esta palabra es un claro ejemplo, ya que es un signo
fácil de señalar y que retoma el significado inicial de los griegos del estigma “para
referirse a signos corporales con los cuales se intentaba exhibir algo malo y poco
habitual en el estatus moral de quien lo presentaba” (Goffman, 2008, p. 9).
En la siguiente sección de la tabla se presentan el núcleo de la red de la
universidad número 3. Es importante señalar que las palabras con mayor peso
semántico en esta universidad fueron: Experiencia, sabio, viejo, abuelo, persona. En el
caso de esta institución, al igual que en la tabla número 1, cuatro palabras son aspectos
positivos que se rescatan del sector de adultos mayores. Persiste la palabra viejo como
una de las más representativas en el sentido común de los estudiantes al identificarla
como propia de esta población. El concepto viejo hace referencia a las personas que
han vivido mucho tiempo y que ya han perdido la juventud, por lo que ya no pueden o
deben realizar ciertas actividades que antes les eran cotidianas.
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Es notorio que en las tres universidades se encuentran palabras que coinciden
con los pesos semánticos más altos dentro del núcleo. Tal es el caso de abuelo,
experiencia y viejo, palabras que aparecen constantemente en los tres núcleos de cada
una de las universidades que participaron en el estudio.
En la Gráfica 2 se presentan los tres núcleos. En éstas se pueden localizar las
palabras que aparecen en cada una de las tres universidades.
Gráfica 2. Núcleo de la red de las tres universidades
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La Gráfica 2 expone los núcleos de las tres redes. En la misma se pueden
identificar palabras recurrentes que aparecen en las universidades. A partir de la
ubicación de las palabras se pudo realizar una representación gráfica, en la que se
vinculan aquellas que los estudiantes mencionan en las tres universidades. En este
sentido, se presenta la Gráfica 3 que ilustra los puntos de convergencia. En la misma se
pueden identificar fácilmente cuáles son las palabras que se presentan en las
instituciones que participaron del estudio. Estos resultados pueden ser un indicador
para determinar las palabras que persisten en el vocabulario, y en el sentido común de
los estudiantes de estas instituciones. Seis son las palabras que recurrentemente
aparecen en las tres universidades y están presentes en los tres núcleos de las redes.
Estas son: Arrugas, sabio, viejo, persona, experiencia y abuelo. Como ya se mencionó,
estas palabras pueden ser un referente para los estudiantes de la zona central de
México, al momento de identificar a la población de los adultos mayores.
Gráfica 3. Núcleo de la red de las universidades
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Un tema interesante de la red presentada es que cuatro palabras adicionales
aparecen tanto en la universidad 1 como en la 3. Estas son: Adulto, sabiduría, vejez,
amor. En el caso particular de la vejez, se trata de una etapa a la que la persona llega
como consecuencia de vivir mucho tiempo y del deterioro de sus facultades físicas y
mentales.
Es importante mencionar que de las 83 palabras generadas a partir del término
inductor, aparecen las que tuvieron los pesos semánticos más altos. Muchas de las
palabras ilustradas en la tabla solo aparecieron una vez en las distintas posiciones, por
lo que la baja frecuencia provoca que el valor ponderado sea bajo y por lo tanto el peso
semántico también.
Ya se presentaron los núcleos de las tres universidades que participaron en este
estudio. Sin embargo, es importante ilustrar el núcleo de la red total con el peso
semántico más alto, por lo que a continuación se presenta una tabla general con el
peso más alto de las instituciones. En este caso también se trabajó con los porcentajes
de cada palabra (Ver Tabla 3).
Tabla 3. Pesos semánticos más altos de las tres instituciones
Palabra Asociada
PS Porcentaje
Abuelo 55 15
Viejo 43 12
Sabio 42 11
Experiencia 37 10
Persona 35 10
Sabiduría 34 10
Edad 29 8
Vejez 18 5
Amor 13 4
Respeto 12 3
Arrugas 11 3
Enfermedad 11 3
Adulto 8 2
Tercera Edad
8 2
Canas 8 2
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Posteriormente al análisis del núcleo de la red, se pueden identificar fácilmente
las cinco palabras más significativas para los estudiantes de las tres universidades en la
región del centro de México, siendo estas: Abuelo, viejo, sabio, experiencia y persona.
Seguidamente se agrupó el peso semántico más elevado de las tres instituciones
y se procedió a obtener los porcentajes, teniendo a la palabra abuelo con un 15%,
seguido por la palabra viejo con 12%. Estas dos palabras representan, la primera, una
aceptación por parte del universitario al evidenciar en sus comentarios el significado
que para ellos tiene esta palabra. De forma muy sutil evidencian una aproximación del
concepto a la figura que muy probablemente encuentran cerca en casa o con la que
crecieron durante su infancia, en tanto que la segunda, es un estigma, ya que el
estudiante asocia directamente el concepto anciano con una persona vieja, con
limitaciones, en palabras de los estudiantes: “Porque ya es una persona que no es
activa para la sociedad”, “ya que siempre la sociedad discrimina de esta manera”.
En este sentido, la discriminación no es tal al decirle a una persona vieja. Se
trata de un estigma. No se lesiona ningún derecho fundamental o humano de la
persona al decirle viejo, lo que se hace es un señalamiento, que lo diferencia del resto
de la población. Como explica Goffman, (2008) lo que se nota es una atributo
desacreditable del otro.
Etapa final
Categorización. Posteriormente, se procedió a la agrupación de acuerdo con tres
criterios: Las palabras que denotan aspectos positivos, que se ubicaron en la categoría
de aceptación y comprensión; y aquellas que denotan el señalamiento de una
característica, identificándolas en la categoría estigma.
Los conceptos positivos asociados al AM reivindican la figura del mismo, visto
como una persona que posee conocimientos y sabiduría producto de las experiencias
de vida. Se les asocia también con el sentimiento del amor y con la condición de
abuelo, cada uno de los cuales se relaciona con la experiencia directa o acercamiento
con su vida personal.
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En la Tabla 4 se identifican el total de palabras ubicadas en las diferentes
categorías. Se puede notar claramente que las dos primeras categorías poseen la
mayor cantidad de palabras positivas asociadas a la palabra anciano. Es importante
mencionar que el término inductor fue anciano debido a que se utiliza una palabra de
uso común para la población a la que se dirige.
Tabla 4. Distribución de las palabras por categorías
En la Tabla 4 se ilustran las 83 palabras que fueron expresadas por los
participantes de la investigación, y en la que se pueden identificar las tres categorías
utilizadas para el estudio. Estas sirven para clasificar cada una de las palabras
ubicándolas en la aceptación, comprensión o estigmas, de acuerdo con el significado y
naturaleza de cada una de ellas. Con relación a las palabras ubicadas en la categoría
comprensión, se utilizaron los argumentos que señalaron los estudiantes al definir cada
una de las opciones.
Los resultados evidencian que los jóvenes en gran medida tienes actitudes de
respeto hacia las personas mayores. Los resultados en la categoría comprensión, como
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en la de aceptación, demuestran que las nuevas generaciones tienen una actitud
cariñosa, respetuosa y protectora hacia los adultos mayores.
Discusión
Los resultados obtenidos en la aplicación del instrumento asociativo en 81
estudiantes de la zona centro de México, a los que se les pidió que asociaran tres
palabras que les remitieran al concepto anciano, demuestran que en gran medida en lo
cotidiano de los estudiantes tienen un alto grado de aceptación y de comprensión hacia
los adultos mayores.
Esto se puede resaltar ya que el peso semántico más alto responde a la palabra
abuelo. En las descripciones de este concepto, los estudiantes expresaron: Familia.
Otro estudiante expresa que es la figura que se tiene cuando ves a alguien de la tercera
edad. También expresaron que es una persona en quien puedes confiar, que te cuida y
te apoya, entre otros significados atribuidos a esta palabra, que denotan adjetivos y
cualidades positivas.
Con relación a la palabra viejo, en las tres universidades estuvo presente entre las
cinco con mayor peso semántico, y dentro del núcleo de la red total estuvo en el
segundo lugar con un 12%, lo cual indica que es un referente importante al denotar al
sector de los adultos mayores. De acuerdo con los comentarios de los estudiantes, la
imagen que se construye en torno al proceso de envejecimiento es una imagen dotada
de connotaciones negativas, asociadas a pasividad, enfermedad, deterioro.
En el pasado, el término viejo gozaba de mayor aceptación ya que simbolizaba la
experiencia y la sabiduría, pero actualmente simboliza un ser del olvido, que no tiene la
autonomía para enfrentar la vida plenamente, sino que representa una carga para sus
familiares y la comunidad en general.
A manera de cierre, se puede expresar que se presenta un equilibrio entre las
palabras que caracterizan, según los estudiantes de la zona centro del país, al adulto
mayor en tanto las palabras expresadas, ya que las cantidades son proporcionales.
De acuerdo con el peso semántico se evidencian las cinco principales palabras
que aparecieron con los porcentajes más elevados, siendo cuatro de ellas positivas que
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se ubicaron en la categoría de aceptación. Ellas son: Abuelo, con un porcentaje de 15%
del peso semántico; sabio, que aparece con 11%; y tanto experiencia como persona
tienen un 10% del total del peso semántico. La palabra estigmatizadora con mayor
porcentaje recae en el término viejo con 12%.
Si se considera el núcleo de la red que se elaboró a partir de los resultados
obtenidos de los porcentajes del peso semántico, se puede decir que para los
estudiantes de las tres universidades de la región centro del país, en términos
generales, el concepto anciano tiene una connotación positiva. Esto puede ser producto
de que se reconoce el valor de los adultos mayores en este escenario.
Las palabras que persistieron en los núcleos de las tres instituciones fueron,
abuelo, experiencia, persona, viejo, sabio, arrugas. Estas palabras son las que
aparecen frecuentemente en las redes de las universidades que formaron parte del
estudio. De las seis, dos pertenecen a la categoría de estigma (viejo, arrugas), en tanto
que las otras cuatro pertenecen a la categoría de aceptación.
De acuerdo con los resultados, se puede decir que los estudiantes universitarios
de la zona centro de México que participaron de este estudio, expresan pocos rasgos
de estigma a los adultos mayores. Por el contario, tienen un concepto positivo para este
sector.
Igualmente, gran parte de los estudiantes indican un alto nivel de aceptación
hacia el grupo de AM, sin embargo, es importante tener claro el concepto de esta
categoría. Aceptar indica que no existen condicionantes para convivir, no existe además
prejuicios ni limitantes en la interacción con los miembros del grupo, ello entonces
justifica por qué la palabra abuelo obtuvo el porcentaje más alto.
Dicha justificación se puede inferir debido a la carga emocional y a la cercanía de
la figura del abuelo en los diferentes entornos de los universitarios. En este sentido
claramente las palabras asociadas representan elementos que cotidianamente se
encuentran próximos a los estudiantes.
De la misma forma se puede explicar que viejo sea la segunda palabra con
mayor porcentaje, ya que a diferencia de la anterior (abuelo), su significado es de
frecuente uso para denostar no solamente aquellas cosas materiales que han estado
F. E. Rama
194
mucho tiempo, sino también alude a la señalización o marca de las personas que han
vivido muchos años. Representa un estigma debido a que es asociado con condiciones
de desgaste físico, pérdida de fuerza vital, autonomía entre otras, no obstante no todas
las personas de mayor edad evidencian estas condiciones.
Es importante reflexionar sobre la realidad que vive la población de los adultos
mayores. Este acercamiento muestra que, aunque son un sector en situación de posible
vulneración, sí hay una conciencia de respeto y reconocimiento hacia ellos. No
obstante, es importante considerar la región geográfica donde se desarrolló el estudio:
No es igual el significado que le otorga cierta población de determinada zona
geográfica, así como no es igual el significado para un grupo étnico que para otro. En
este sentido, la reflexión se debe centrar en observar qué es lo que está sucediendo
con el sector de los adultos mayores como grupo vulnerable, que aunque en los últimos
años ha recibido mayor atención, no es menos cierto que aún está lejos de ser un grupo
plenamente aceptado.
Para finalizar, se debe mencionar que aunque gran parte de la población de AM
es aceptada, en un país tan diverso como México, hay elementos que son importantes
considerar, una persona puede ser objeto de múltiples estigmas, por ejemplo puede ser
una persona con discapacidad, un indígena y adulto mayor, sólo por mencionar algunos
elementos que pueden converger en un solo individuo, por tal razón lo importante será
ver no solo al hombre a la mujer, que se etiqueta en una de estos sectores, lo
importante para mejorar la sociedad es ver al ser humano en toda su dimensión,
reconocerlo y reconociéndonos en él.
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