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de Andrés HENESTROSA

PRETEXTOS

Todos los que hasta ahora se han ocupado de la obra literaria deAngel de Campo, Micrós, coinciden en afirmar que una de sus meio­res creaciones fué la novela "La sombra de Medrano", desgraciada­mente perdida, al parecer para siempre.

Cuenta Victoriano Salado Alvarez que el Liceo Altamirano fuéfundado por los entusiasmos, de Joaquín D. Casasús y de Micrós, yque en él encontraron cobijo los jóvenes aficionados a las letrasde aquellos días. Los socios se reunían a comer mensualmente enalgún restaurante de la capital, y las sesiones las celebraban en casade don Joaquín, hombre rico y generoso que ponía los vinos y lascuotas de los más pobres en una síntesis de hombre de letras y deMecenas. Micrós era el alma del Liceo Altamirano. A ·su actividadse debió que a las reuniones concurrieran los literatos más distingui­dos de entonces, para animar con sus charlas que Stt,bonemos jugosas,y con sus discusiones sin duda doctas, a los que apenas estabancreando las primeras plumas literarias.

Fué allí justamente, en la casa de Casasús de la calle de NiliosHéroes, donde Angel de Campo leyó durante varias sesiones suno·vela desaparecida "La sombra de Medrano". La novela no es nadapor su argumento, escribe Salado Alvarez.

Se trata de un chico vástago de la portera de casa rica y nobleque se cree hijo de uno de los señores Medranos, de la famosa cs­tirpe de ese nombre. Se descubre al fin la identidad del sujeto, :vllega a averiguarse que el muchacho es producto de los amoresde una madre liviana con un cochero de buen ver. El interesadose aflige, y su aflicción da motivo a una serie de chistosas aventu­ras, que Micrós cuenta con muy buena sombra, y a la discusiónde una multitud de tipos regocijadísimos.

Don Victoriano la tuvo en sus manos muchos meses, pendientede examinar el estilo y prologarla. "Y lo tuve 'en mi poder muchotiempo, dizque para limar el estilo, y cada día me admiraba más",escribe Salado Alvarez en sus Memorias.

¿Cómo, dónde y cuándo se extravió esa nowla que FedericoGamboa leyó, junto con otra también perdida, y a la que calificacomo una preciosidad? Algunos aseguran que la viuda los vendió aReyes Spíndola; otros que paró en manos de algún pariente al dis­gustarse los deudos; y no falta quien afirme que se extraviaroncuando fué saqueado El Imparcial. Y esto es lo más probable, por­que sin duda los originales de "La sombra de Medrano" estuvieronen poder de Reyes Spíndola, quien hasta llegó a publicar el arran­que de la novela en una "Semana Alegre", en día que por desgraciano puedo precisar porque el recorte que Valle-Arizpe puso en mismanos está incompleto.

De suerte que parte de ella, por lo menos este fragmento, fuépublicada, y no fuera remoto que alguien hubiera acarreado conel resto y alguna vez apareciera. La inserción a que me refiero llevaeste título y este subtítulo: "Capítulo de la minuta de novela iné­dita "La sombra de Medrano". "Juanito Lavalle se examina, cínica­mente, de primer curso de Matemáticas".

Quien tenga más tiempo y corazón, busque en las colecciones deEl Imparcial el final del capítulo y averigue si aparecieron otras in­serciones.

Lo ha dicho con otras palabras Alfonso Reyes. Lo malo de nopublicar los libros, es que se pasa la vida desjlUés tratando de per­feccionarlos, tal como lo ocurrió a Angel de Campo con "La som­bra de Medrano". En esa tarea de pulimento lo prendió la muerte.

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do tan diferente bajo .todos losaspectos al mundo en que vivimos.

E. G. R.

MAx AUB.~La Prosa Españoladel Siglo XIX, t. n. Seleccióny Notas de ... Antigua Libre­ría Robredo. México, 1953,401 pp.

Este segundo tomo de prosistasespañoles ha sido dedicado a losescritores románticos del pasadosiglo; el volumen se forma conobras de veintiocho espléndidos yfamosos prosistas. qne presentanunidos un extenw panorama delectura, donde abundan los relatos,ensayos y artículos de más diversotono, desde la graciosa "Historiade dos bofetadas" de Juan EugenioHartzenbuch hasta el erudito "Dis­curso Académico sobre la Biblia"de Donoso Cortés, O las "Cartas aun escéptico en materia de reli­gión" de Balmes.

El cuento de Hartzenbuch porcierto, refiere con impecable estiloe ingenio gozoso esa historia de losdos bofetones propinados a un parde muchachas de épocas distintas.La primera joven soportó con bea­titud la bofetada de su madre, perola segunda armó un escándalo ma­yús~ulo que terminó al fin, despuésde dos horas y lnedia de brega ybarahunda" porque "todo tiene finen este mundo menos las miseriasde España" como dice el autor ent~mo ahora victoriosamente profé­tIco.

y comparando no los tiemnos si­no lo viejo imaginario y lo realposterior, en el discurso de DonosoCortés sobre la Biblia, nos halla­mos con una singular comparaciónentre Edivo, que matara a su vadrey el pueblo judío, que crucificar~a su Dios. Trágica visión de unpueblo deicida y de un hombre pa­rricida condenados fatalmente a lainfelícidad por los oráculos bíblicosy por los délficos.

~n sus cartas a un escéptico,Jallne Balmes entabla libre dis­cusi.ón. con un amigo escéptico y10 lIlv¡(a con brillante discurso arecobrar la fe en el Creador di­~iéndole: "haga lln esfuerzo paralIlvocarle, él se le aparecerá yose lo aseguro: imite usted al hom­bre que .habiendo caído en una pro­funda Sima, no sabiendo si es ca­paz de oírle persona humana es­fuerza no obstante la voz c1am~doauxilio".

. Encontramos también una ing-e­masa carta de "Fígaro a su corr'es­ponsal en París" que Mariano Taséde Larra titula "Dios nos asista".En este artículo el autor contem­pla con encendida sátira la falsalibertad de que el gobierno presu­mía allá por los años de 1863 enEspaña. Larra se burla de un in­tento para imponer de nuevo laconstitución de 1812: "aquí no sesabe multiplicar, pero restar a lasmil maravillas", y dice luego re­firiéndose a los que antes tratarontambién de imooner viejas cons­tituciones: "Decían ellos que el vol­ver atrás no era más que tomarcarrera. i Dios los bendiga, y quélarga la toman!" "La ConstituriÓildel año 12 era gran cosa en Vel',

dad, pero para el año 12." To'1.:,esto recuerda algunos viejos )- fa­llidos intentos de algunos mexica­nos que hace tiempo quieren cam­biar el contenido de ciertos artículosen nuestra Constitución.

Lleno de interés se halla tamhirnel "Prólogo de Ji! Moro Expósito"de Antonio Alcalá Galiana, ensayodonde se encaran el criterio ro­mántico y el clásico. En las afir­maciones de Alcalá Galiana sobre"lo poético y lo bueno" revelan el

desenfrenado criterio literario y eldogmatismo de la época romántica.

Es difícil subrayar entre estos28 autores los que han tenido lafortuna de ser incluídos con másfelices prosas porque la acertadaselección impediría hacer un justobalance. Merece un comentario elbreve artículo de José de SelgasCarrasco: "La perfección de laGuerra" donde el autor se asombradel nuevo fusil norteamericano quedisparaba treinta proyectiles porminuto: "ha conseguido inventarque su carabina pueda matar trein­ta hombres por minuto, o sea milochocientos por hora" "porque, ode esas carabinas se aprovechancinco tiros de treinta o el ingeniosoyankee no ha hecho más que inven­tar la carabina de Ambrosio". Peroestaba muy lejos este español muer­to en el 82, de pensar que esteyankee pudiera todavía inventar

algo más perfecto que ese asom­broso fusil cuando decía "Hemosllegado a la perfección de la gue­rra". No. La guerra se ha perfec­cionado mucho más en manos deese hombre que Selgas comparaa Atila. Se ha inventado va unfusil que aplasta pueblos ente'ros enun segnndo, algo así como un ca­ballo de A tila con pezuñas del ta­maño de ciudades. Un corcel ató­mico que como su lejano parientebárbaro vuelve estéril la tierra don­de estampa su huella. Sólo que estecaballo calza herradura más grandeque el de Atila.

E. LIZALDE.

Ruy BARBOSA.-Cartas de In­glaterra. 299 pp. Fondo deCultura Económica. México,1953.

UNIVERSIDAD DE MEXICO

"Pensamientos de los cuales meseparaba como el árbol se despidede sus hojas, que ya nunca retor­nan", eso eran para Ruy Barbosalas cartas contenidas en este vo­lumen; son ensayos redactados pa­ra el Jornal de Comercio duranteel destierro del escritor en la GranBretaña. El libro muestra seis bri­llantes cartas de este destacadoperiodista y político brasileño cu­ya fecunda obra sobre asuntos ju­rídicos y administrativos debe for­mar cerca de 200 volúmenes en sumayor parte inéditos.

Dada la fecha del prólogo delautor, estos artículos fueron es­critos a finales del siglo pasado.La primera parte: "El proceso delcapitán Dreyfus" descr·ibe dral1l.;1­ticamente los detalles del mecan;f.­mo que sirvió para realizar. en laoersona del capitán Dreyfns, elhumillante acto de la degradaciónpara más tarde conducir al 'f,oldadoa La Nueva Caledonia donde se lecondenó a nasar el resto de suvida. Lo más terrible de este oro­ceso, que originó la encendida yvaliente protesta de Emilio Zolá,fueron las oscuras condiciones en:¡ne se efectuó la condena. Las prue­bas no pasaron por las manos denadie que no formara parte delConsejo de Gnerra; nadie tuvonunca noticia de pruebas efectivasni presenció el desarrollo del pro­ceso. Por otra parte el canitánDreyfus era miembro de una fami­lia hebrea, y la fuerte propagan­da antisemita que corría por Fran­cia contribuyó a la violencia de laindignación po~ular. Con espantoobserva RB. "la manera Dositivacómo, en París, el públiCo y laprensa d'ln como incontrovertiblela culnabilidad del acusado" cuandola sentencia del Consejo se apoyóen una prueba confidencial sólownocida ror los jueces. El recuer­do de este proceso inquisitorial tansospechoso e inicuo nos trae nrontoa la men'oria el análogo desfile delas situaciones que provocaron re­cientemente en un país demócratael atormentador proceso de un hom­bre y nna mujer que, como el ca­pitán Drevfus, juraron su inocen­cia hasta la muerte. "Merecen quese les apli(]ue -como dijo a losfranceses RB- la frase de Sieves:j No saben ser justos, y quiereñ serlibres !"

El segundo ensayo -"Los Fun­damentos de la Fe"- lleva el títulode una ohra de Artur TamesBal­four (1895) que entusiasmó muchoa Barbosa. En este artículo que noes muy feliz por cierto en lo quese refiere a la exposición de los ar­gumentos filosóficos esgrimidoscontra filósofos como David HumeStuart Mill y Herbert Spencer, RElIlcurre en la discusión de asuntosque se hallaban ya totalmente'liqui- .dados por los mismos filósofos aque se hace referencia. Siguiendoel nensamiento del Sr. BaIfour, elartículo termina con Una ingenuadefelFa del nunto de vista cristia­no. Esté ensayo tiende a· mostrarque los funcionarios ingleses son,frecuentemente, personas como Mr.James Balfour, no sólo capaces deocupar altos puestos en el gobiernosino hombres también de reconoci­da capacidad intelectual.

La "Lección de Extremo Ori·en­te" sirve al escritor para advertirla vulnerabilidad militar de un paíscomo el Brasil que no dispone deun ejército marítimo, y esto re­sulta de observar el desarrollo eco­númico del Japón y sobre todo laorganización y )a potencia crecien­te de su marina.

La carta No. 4 comienza con unameno estudio alrededor de TomásCarlyle, cuya figura es el punto departida para hacer un ensayo sobre

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