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Tidees
Cibercafé Armando Compus
Primera edición
Tel. 55 50 17 27 62
Venustiano Carranza # 12
Cabecera Municipal
Chimalhuacán, Estado de México.
E-mail: [email protected]
Obra literaria registrada con núm. 03-2014-071612464500-01
Registro Público del Derecho de autor. INDAUTOR. SEP.
Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total
o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento —
incluidos los electrónicos— sin permiso escrito por parte del titular de
los derechos.
Cubierta de portada: Humberto Alfonso Romero Medina (1); Familia
Valdez Sánchez (2).
La presente edición consta de 100 ejemplares
Se terminó de imprimir Noviembre del 2015
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“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno
recuerda y como la recuerda para contarla”.
-Gabriel García Márquez-†
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Dedicatoria
Dedico este libro a mis padres: Don Félix Sánchez Gálvez (+) y
Doña Enedina Buendía García (+).
A mis hijos: Félix Antonio, Edmundo Voltaire y Roberto.
A mis hermanos: Estela, Rafael (+), Eliseo, Edmundo Félix,
Arturo, Concepción, Felipe e Hilda.
A mis nueras Gladis y Lourdes y a mis nietos Dylan Yael y
Armando Sebastián.
A mis amigos, a mis compadres y a quienes forman parte de la
comunidad Tidees. A las nuevas generaciones: hijos, nietos,
bisnietos...
A mis paisanos, descendientes de una raza que fundamenta su vida
en la existencia comunal y tradicional.
A Perla, Tania Arizaid, mi más grata fascinación.
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Agradecimientos: A Marco Alonso Jiménez. Aportó material fotográfico y literario, y
su capacidad de convocatoria.
A mi hijo Roberto Valdez Chávez y su esposa Lourdes Sánchez. El
apoyo técnico-computacional y la publicación del libro.
A mi hijo Félix Antonio. Sugirió el hilo conductor y la edición
final del documento.
A los que escribieron y a quienes no lo hicieron, mi comprensión y
aceptación.
A mi padrino Antonio Hernández Hernández el “cepillo” por
mostrarme su sabiduría.
A quienes dieron información y no fue incluida, espero su
comprensión y les ofrezco disculpas.
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PRESENTACIÓN
Este libro documenta la existencia de un grupo de amigos que se
hermanaron en la juventud. Se describen sus historias que inician
en 1964, donde la diversión, la iniciativa y lo original de sus
acciones era cotidiana; únicas las reuniones, excursiones,
realización de propósitos personales y expresión cultural.
El objetivo principal es dar a conocer las actividades de tipo social,
cultural y deportivo de este grupo, que trascendieron la vida
comunitaria en el municipio. Inicialmente conocidos como “los
hijos”, sus historias de vida son contadas por ellos mismos. La
mayoría eran estudiantes de educación media-superior y casi la
mitad habían sido seminaristas católicos. En 1969, al no contar con
una franquicia propia en el futbol, decidieron fundar un nuevo
equipo: TIDEES, acrónimo de Tierra de Escudos, que conocían
como significado de la palabra Chimalhuacán e iniciar en la tercera
división local. Cinco años antes, la mayoría formó parte del equipo
León B de segunda división donde obtuvieron un campeonato de
copa. Desde el principio tuvieron una participación extraordinaria,
nunca vista hasta ese momento: ganaron el campeonato de liga de
manera invicta. En paralelo las actividades culturales, sociales y de
esparcimiento fueron “in crescendo”.
Este grupo muestra que para trascender hay que vivir en
comunidad, lo que implicaba tomar en cuenta aquellas personas
que estaban en una constante relación con ellos en los eventos que
realizaban. Fue importante, para el cumplimiento de este proyecto,
que los fundadores del equipo y otros de otras generaciones,
escribieran su biografía o alguna aportación cincuenta años
después del nacimiento del grupo. Se dieron opciones: una guía
que orientara su escritura, una entrevista o que cada uno, con su
propio esfuerzo e imaginación, desarrollara su historia. La
respuesta fue realmente sorprendente, la diversidad se hizo
presente, aportaron: un cuento, una carta, varios relatos, una
entrevista, ¿Qué tan original es esta empresa en la cuestión de
géneros literarios? No lo sé, pero creo que es característica de ellos
que sus asuntos sean manejados de una manera singular y este
trabajo pretende responder a esa posición.
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La elaboración de este trabajo no busca aportar verdades científicas
sobre la vida de mi pueblo y sus grupos sociales, sino que hace
memoria, recrea vida, revive magia y se regocija de la existencia.
Aunque estos relatos son diferentes en tiempo y esencia de los
nacidos de la épica náhuatl, queremos, sin embargo, al igual que
ellos, distanciarnos, en parte, de los métodos profesionales de
investigación, como dice Garibay: “que sea distinta a la
concepción de historia occidental y, con mayor razón, de la fría,
descarnada y sistemática de tenor científico de nuestros tiempos”
[Garibay, 1964].
Dirigir la mirada del lector hacia el interior del ser humano y que
se convenza, si no lo está, que a través de las acciones positivas
grupales se da sentido a la vivencia. La experiencia de cómo se
desenvuelven los grupos de autoayuda da pauta para seguir una
línea conductora de lo que pretendemos, si bien un trabajo
metodológico nos da una visión amplia y muy cercana a la verdad,
la visión individual de los relatos o experiencias personales, tienen
mucho de poseía, de magia y quizá la única de las verdades, como
se dice en “flor y canto”. Es aquí donde queremos incidir, en la
riqueza que se obtiene de la amalgama de experiencias personales,
por eso este libro es de relatos, aunque soy neófito en la materia
apelo a la bondad del lector para recibir esta oferta movida,
fundamentalmente, por el amor a este grupo de jóvenes de mí
generación.
El espacio donde vivieron fue la cabecera municipal (la mayoría),
mejor conocida como la plaza, en el municipio de Chimalhuacán
Atenco, Estado de México. No nos extendemos en nuestro pueblo
pues su historia, es de tal magnitud, que merece un libro especial,
hacemos un breve análisis desde su fundación hasta nuestros días.
Hemos escogido sólo botones de muestra de las cosas que le dan
identidad: los talladores de piedra y las comparsas. Han quedado
fuera aspectos importantes como: el frontón a mano (pelota vasca);
la confección de trajes de charro y la manufactura de las caretas
para carnaval; la comida de los productos del laguna (el ahuahutli,
los acociles, los juiles, los patos de diferentes especies) y los
pescadores; las armadas en la laguna –caza de patos-; las empresas
en el municipio –Sombreros Tardán- y la ¡música de carnaval!
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Por último los fabricantes de pólvora y la significativa
participación de pobladores en las diferentes luchas armadas de
nuestro país. Dejo pues esto para futuras inquietudes.
La primera generación del grupo iniciaron su amistad en los años
sesenta, en 1964, por lo que pertenecen a los años maravillosos en
que el hombre llega por primera vez a la luna; se da el “boom”
latinoamericano de literatura; tiempo de rebelión juvenil en
muchas partes del mundo; surgimiento de los Beatles; la comunión
total entre los jóvenes y el Rock; aparición de la minifalda y del
condón; la llegada de los jeans y el uso, como novedad, de los
“estimulantes”.
La mayoría de los miembros del equipo vivían en la pobreza. La
carencia económica tuvo que ser trascendida por el esfuerzo de
padres y abuelos que, habiendo perdido el abasto de la laguna (la
habían secado), decidieron darles estudio a costa de “amarrarse el
cinturón” en serio. Esto no pasó desapercibido para ellos y no sólo
buscaron el crecimiento material, sino también el intelectual,
mismo que, y esto es lo grandioso, compartieron con las nuevas
generaciones. Este es el mundo de valores y sentido de esta
hermandad.
Hoy (Diciembre del 2013) la carencia fundamental en este pueblo
y en este país es la falta de unidad y de comunidad. En general
encontramos mezquindad, mediocridad y alineación a los medios
de comunicación. La egolatría ha hecho nido en nosotros y la
soberbia ha invadido las almas de muchos políticos, periodistas y
grandes empresarios, y es duro y difícil decirlo, pero algunos de
ellos se han convertido en la escoria de la sociedad.
Los “Hijos” quieren recordarnos que la entrega humana se muestra
en la unidad. Escriben para el presente y para el futuro, para
cuando la mirada de los que vendrán se pose en nuestro tiempo y
en nuestro espacio tengan documentos en las manos que les
permitan comprendernos y que sepan que: el vendaval de la
civilización y la modernidad puede ser humano cuando las
acciones que acompañen a un grupo o a un individuo sea de esa
calidad, humana.
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POEMA —¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuándo somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos la vida...
... soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra...
Octavio Paz (Piedra de sol).
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INTRODUCCIÓN
Hace muchos años, en el estado de
Durango, una mujer embarazada
intentaba por muchos medios
deshacerse de un ser que se
desarrollaba en su vientre, incluso
saltó de una barda intentando abortar,
el producto era mi abuela materna
doña Soledad García, quien después
comentaba, que se negaba a salir en
esas circunstancias. Mi bisabuela
estaba embarazada de un general
español, y su esposo, que había ido a la
guerra, estaba por regresar al hogar,
por lo que ella temía por su vida. Al
nacer mi abuela fue regalada con la
tía materna, quien con ella en sus brazos, se trasladó a Texcoco,
Estado de México.
Mi abuela se había aferrado a la vida, por eso tenía un carácter
admirablemente jovial, por ejemplo, a la edad de setenta años le
entraba a las apuestas en las peleas de box, siempre asesorada por
mi tío Jesús que trabajaba en Tepito y que había sido campeón
nacional de los guantes de oro, esa alegría por vivir la heredamos
sus hijos y sus nietos.
Por el ejemplo de mi abuela decidimos distanciarnos de la
“inanición intelectual” y falta de interés por la escritura,
característica de la comunidad mexicana en lo general y la del
pueblo de Chimalhuacán en lo particular, es decir, dejar testimonio
de nuestro paso por esta vida, me dio la idea de permanecer en el
futuro a través de esta obra.
Los Tidees fueron un grupo de jóvenes, en las décadas de los
sesentas y setentas del siglo pasado, en el municipio de
Chimalhuacán Estado de México, que sobresalían por su unidad e
inclinación hacia la cultura y el conocimiento. Me parece que su
historia es digna de contarse. Contacté a Marcos Alonso Jiménez,
cabeza visible del grupo, le comenté el proyecto de escribir sobre
Soledad García, mi abuela.
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sus vidas, las cosas que hicieron y el porqué del reconocimiento
obtenido. Ellos, en su plena juventud, despertaron sentimientos
encontrados en sus pares: admiración y odio. Las familias de la
Cabecera Municipal los aceptaban plenamente, tenían mucho
pegue con las muchachas y energía a la hora de enfrentar a los
equipos contrarios de futbol.
Concertamos una reunión donde les expresé mis intenciones. Se
entusiasmaron porque la propuesta era que ellos mismos
escribieran su biografía, lo que hace de este trabajo, hasta donde
nosotros conocemos, algo realmente original dentro de los géneros
literarios.
Si bien formaban un equipo de futbol con cierto éxito, lo
interesante es que incursionaron en lo cultural, se prepararon
académicamente y se divirtieron de lo lindo, destacando en su
trabajo la dinámica, la creatividad y la amistad.
Esta escritura contiene relatos, vivencias y experiencias de este
grupo de jóvenes formado en 1964 conocido como los hijos y que
después, en 1969, toma la denominación Tidees. Hubo quien no
respondió al llamado y otros que no fueron notificados
debidamente y que se integraron después. El trabajo está hecho y
todos tienen la absoluta convicción de que su tiempo está lleno de
significado.
Todo inicia cuando un grupo
de amigos se integran a un
equipo de futbol y juntos
realizan actividades de tipo
recreativo: bailes,
excursiones a la sierra,
salidas al Estado de Morelos;
fomentan la cultura, forman
la primera asociación de
estudiantes; son inspiración y
apoyo para el surgimiento de
la primera rondalla del
municipio: Marcos Alonso Jiménez y el Autor
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“Escudos o rodelas”; integran un grupo de danza y uno de teatro;
dan cursos de preparación a candidatos a ingresar a la universidad
o al politécnico, apoyados por el ingeniero Antonio Buendía
Buendía el “gorila” y algunos de ellos dan clases en la escuela
secundaria Netzahualcóyotl.
De 36 miembros (fundadores), que participaron en política,
destacan: presidentes municipales (2), juez municipal (1)
secretarios del ayuntamiento (2), regidores (5), líderes sindicales
(1), comisariado ejidal (1), varios funcionarios municipales,
estatales y federales. En lo académico son varios profesionistas con
licenciatura, tres con maestría, uno con doctorado, un ministro
religioso y dos sacerdotes católicos. Lo más importante es que
todos han hecho una vida responsable.
La primera generación tuvo vigencia-productiva por once años.
Quizás no había conciencia plena de lo que esto representaba, sólo
querían disfrutar la vida y hermanarse. Se convirtieron, en un
hontanar donde “abrevaron” los que vinieron después. Como decía
el cuento aquel en que el rey inquiere a un anciano que plantaba
una palmera -“¿Porque plantas eso si el fruto vendrá hasta los cien
años?”, decía el rey, y el anciano le contestaba -“Oh alteza, otros
sembraron para que nosotros comiéramos ¡Sembremos para que
otros coman!”.
Vamos a utilizar la palabra Tidees en mayúsculas para nombrar a
la agrupación. A los integrantes los pueden ubicar por sus apodos
con mayúscula y en negritas, pretendemos facilitar su ubicación en
todo el cuerpo del documento y se sabrá su identidad al presentar
su relato. Voy a utilizar indistintamente el gentilicio
Chimalhuacano, Chimalhuaquense o chimalhuacanence.
Estructuramos este trabajo en seis capítulos, en el primero
señalamos algunas cosas del grupo en sus diferentes facetas. En el
segundo varios relatos tomados al azar excepto el de Marco Alonso
Jiménez. El tercero se refiere al lugar donde se llevó a cabo su
expresión existencial, Chimalhuacán. Tuve que documentarme y
tomar posición sobre nuestra identidad. En el cuarto capítulo hay
más relatos y la inclusión de tres cuentos del profesor Elías Alonso
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Martínez. El quinto capítulo es sobre los años sesenta, el tiempo en
que ocurrió la formación del grupo. Sexto capítulo, los relatos
restantes y por último una despedida.
El esfuerzo de cada uno de los que escribieron es digno de ser
apreciado, lo mismo el trabajo preciso y con síntesis de alguien con
doctorado, como la carta, válida por su sencillez, del que no tuvo
preparación académica. Pretendo mostrar a los lectores que sucede
dentro de estas personas, a la manera de la comprensión y la
verdad de la Hermenéutica; queremos descubrir la magia de los
hechos en un tiempo dado y un lugar específicos; comprender la
esencia y la existencia de personas con un efectivo contenido
humano y con sus “propias palabras”.
Asumo la responsabilidad del contexto de estas historias y cada
uno responderá por sus aportaciones. Pienso que puedo causar
“conmoción” al exponer un punto de vista sobre nuestra identidad:
como somos y cómo podemos llegar a ser. Hacemos uso de las
palabras del psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl para definir la
trascendencia: los Chimalhuacanos debemos ir más allá de
nosotros mismos, sin dejar de ser nosotros mismos.
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CAPÍTULO PRIMERO
¿Quiénes son los TIDEES? El deporte no forja el carácter lo pone de manifiesto. -Heywood
Hale Broun-
Hugo, Chucho, Tripa, padre, Javi, Maco, Pointer, Tomasote. Marranito,
Solín, Changa, pepe, Quino.
os TIDEES eran un grupo de jóvenes, en los años sesenta, que
se distinguían por su entusiasmo, unidad y porque le daban a
su vida satisfactores que, en su tiempo, otros no tenían. La
gente los conocía como los hijos, porque así se saludaban entre
ellos, al estilo Tepito. No tenían un líder, aunque si varios
sobresalían a la hora de organizarse. Jugaron futbol, hacían bailes,
despedidas de soltero, serenatas, festivales artísticos y los últimos
miembros, de la primera generación, hicieron presentaciones de
danza, teatro y “callejoneadas” con rondallas con mucho éxito,
entre otras acciones.
Lo que buscaban era divertirse y que lo que hicieran tuviera
sentido. No era un grupo formalmente establecido, con nombre y
con normas que cumplir, pero todos entendían que el grupo era lo
importante. No era un grupo totalmente abierto, si alguien se
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acercaba era acogido, aunque intimidaban porque algunos gozaban
de estabilidad económica en un pueblo generalmente pobre.
Conociéndolos como eran, en el tiempo que vivieron y las
condiciones socioeconómicas que tuvieron, sin duda, es una
generación única, su estabilidad familiar actual, en la mayoría de
ellos, lo demuestra, tienen hijos y nietos que sobresalen.
Este capítulo contiene parte de las pláticas que hemos tenido,
además de mis propios recuerdos.
“Los hijos”: Barajas, Changa, Chucho, Benja, Pointer, Fernando Canto,
Cachona, Bernardo, Pepe, Arrepentida, Quino.
ANTECEDENTE: León B.
Era 1964 cuando decidieron ser parte del equipo de futbol León B
de segunda división, querían dar rienda suelta a sus aspiraciones
deportivas y lo querían hacer juntos. Surge la necesidad de
participar en grupo al sentirse cobijados por la fortaleza que
descubren en sus reuniones sociales. Con el equipo León B
lograron un campeonato de copa (foto), además el Padre, Maco,
Marranito y Margarito Cornejo el “pella”.
Otros jugadores, en temporadas anteriores, de este equipo fueron:
Jorge Cosío, José Luis Fernández, Gregorio Sánchez, Calixto “el
calix”, Juan Santillán, Daniel Santillán, Felipe Buendía “santana”,
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Eliseo Sánchez “chan chan”, Juan Paredes “yiminis”, Luis Rico
“chunchun”, José Valverde “el tigre”, Gerardo Castillo, Domingo
Castillo, el “sansón”, Valerio Beltrán, Jesús Pacheco “el chilpa”,
Artemio Beltrán.
Ser campeones y ante el dilema de qué hacer cuando los dueños
del equipo reclaman la propiedad, acuerdan dividirse, la mitad se
fue al León A de primera división: Maco, Cachona, Chucho,
Arrepentida, Fernando Canto y Benja. La otra mitad fue al
equipo Tampico: Marranito, Pepe, el Padre, Pointer y Changa.
Un jugador veterano que acompañaba a los hijos era “el Pella”.
Los sábados los reunía en un lugar llamado “El Rincón brujo” del
barrio de Xochitenco, allí disfrutaban tostadas de pata o flautas y
hacían planes para el partido del otro día; jugaban dominó y
algunos aprovechaban para ver a las novias o buscaban “ligar”.
Cuando fenecía 1969, se reúnen para tomar decisiones y forman el
equipo de futbol TIDEES, al siguiente año inician desde la tercera
división y su desempeño es tan brillante que logran el campeonato
de liga de forma invicta, algo nunca visto hasta ese momento.
Chucho, como centro delantero, anota 33 goles, promedia uno por
cada partido.
Primera generación Hijos-TIDEES (1964-1975): 1.- Benja, 2.-
Maco, 3.- Quino, 4.- Changa, 5.- Chucho, 6.- Lorico, 7.-
Arrepentida, 8.- Bernardo, 9.- Javi, 10.- Padre, 11.-Marranito, 12.-
Cachona 13.-Pointer (+) 14.- Tepis, 15.-Barajas 16.- Hugo 17.-
Tripa 18.- Julio 19.- Poncho 20.- Pepito 21.- Pepe 22.- Pangas 23.-
Tomasote 24.- Solín 25.- Chepo 26.- Enrique. 27.- Adolfo 28.- el
Anacú. *29.- Tonina *30.- *Ojón 31.- *Felipe G. 32.- *Ollitas
*33.- Cejas *34.- Niño *35.- Charales *36.- *Fabiancito *37.- Dr.
Adán Buendía. Finado (+). Los primeros catorce: idearon,
diseñaron y definieron al TIDEES.
* No jugaron en el equipo de futbol.
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Primer equipo TIDEES: Defensas, Arrepentida, Benja y el Padre. Javi
(portero), Pointer (medio), Maco (defensa) y Quino (delantero). Julio
(delantero), Bernardo (medio), Chucho (delantero), Changa (defensa) y
Marranito (delantero).
TIERRA DE ESCUDOS
Cuando presentaron un avance de este libro, dijeron que las
características fundamentales del grupo fueron: La amistad, la
tolerancia y la solidaridad [Alonso Jiménez Marcos, 2013].
Decían que la amistad se anteponía cuando tenían que decidir, por
ejemplo, entre una persona capaz para el futbol, pero que intentara
imponer condiciones y uno menos dotado pero que se integraba
con los demás, siempre le daban preferencia a su comunidad. Eran
tolerantes porque respetaban la tendencia política y religiosa que
cada uno tuviera, incluso si alguien salía del grupo y después
quería regresar, era siempre bienvenido.
También fueron solidarios, dieron varias muestras de ello, por
ejemplo, cuando comían en casa de Tomasote (fiesta del barrio de
San Pablo) fueron notificados de la muerte de la mamá del Lorico,
dejaron la comida y se fueron todos a acompañarlo. Igual cuando
Fracturaron a Chucho en el futbol, lo llevaron a la cruz verde y
después todos los días estaban con él en su casa. Otra más,
Cachona trabajaba en el Hotel Hilton, hizo guardia un domingo y
salía a las 12 de la noche, Benja (el galán del grupo) con algunos
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cuates fue por él a su trabajo en el coche de su familia. Cuando
Pointer no tenía dinero para ir a trabajar nunca faltó el apoyo. En
las fiestas y excursiones quienes más tenían más aportaban sin
hacer “panchos”. Hay muchas más que no se registran.
Maco, parece ser que era el más centrado, imprimió valores
morales a la hermandad. Arrepentida, el de la experiencia, dio la
confianza necesaria para que hubiera cohesión y apertura. Chucho,
indudablemente el guapo del grupo y el entrón, y Cachona, el
creativo y que se vestía como modelo de ropa, salieron pronto del
equipo, aportaban iniciativa, imaginación y dinámica, ambos eran
hombres de acción y de logros: el primero se fue y ya no regresó y
el segundo, aunque jugó en otros equipos, nunca se separó de la
actividad social y cultural. No hubo un líder reconocido por todos;
sin embargo, estos cuatro miembros le dieron impulso y energía.
Va de anécdota:
A Barajas, que siempre tenía una sonrisa, le daban poco
tiempo en los partidos (venía del D.F. los domingos a
jugar). Un día, que sólo lo dejaron jugar 10 minutos y que
lo cambiaron casi al final del partido, se dirige a todos muy
“enchilado”, -se estaban cambiando de ropa- y les dice:
“¿Quién hijos de la chingada se quiere partir la madre
conmigo? ¿Tu Tomás, que te sientes el más cabrón, te
quieres partir la madre conmigo?” Y como los mariachis:
los TIDEES callaron.
Al final de temporada se acuerda un partido contra el equipo
España de la primera división de Texcoco, estandarte de ese
municipio en esos años. El comentario, por parte de ellos, al ver al
grupo fue: “¿con estos niños vamos a jugar?”; al final el marcador
fue de 1 por 1 y expresaron interés por varios jugadores. La clave
en el buen desempeño, dice el dueño la media cancha de este
grupo, fue anular al número 12, era el que movía al equipo
contrario.
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Chucho G., Cachona, Maco, Barajas, Chucho, Tripa, José Luis, Julio,
Zenón, Marranito, Pepito, Lorico y Titixtle.
CAMPALES
Tuvieron broncas con otros equipos: contra el Nacional de
Xochitenco en el campo la “lagunilla” (locales), caliente como
estaba el partido y al estilo de esos años, se pidió que se
enfrentaran uno por equipo. Del lado contrario, el “tocadiscos”,
flaco, garrudo, de entre uno setenta y cinco y uno ochenta de
estatura y “deste” el Pointer (el amigo de todos). En guardia, se
fintan, se mueven, y de repente con una facilidad pasmosa Pointer
con el pie derecho le jala el izquierdo del contrario, se desequilibra
y ¡zas!, santo madazo que le pone en el rostro y se inician los
“chingadazos” a granel. Porfirio mostraba de qué estaba hecho.
Contra el Cuautla de Xochiaca, en su campo. El delegado de ese
equipo le dijo al Quino, en la reunión donde asignaban los
encuentros: “haber si a mi equipo lo goleas como a los demás” (los
primeros seis partidos en la segunda división habían goleado a sus
rivales). Con cuatro goles a favor en el primer tiempo, se hace la
“bolita” y se decide uno por equipo. Del lado aquel un hombre
maduro, defensa central, pedrero (artesano), muy fuerte y “deste”
Juan García el “Pangas”, dos tres golpes y cae el del Cuautla y se
arma la campal.
Contra el Santos de la Presa en Xochitenco. “Santana”, primo del
“guapo”, medía como uno ochenta de estatura, por las burlas que le
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hacían los contrarios empezó a repartir mandarriazos, se había
armado la grande sin que hubiera uno por equipo, “el creativo” sale
corriendo, toma su coche que estaba lejos del campo y se va.
Después de la gran bronca se cambian, se van para la Plaza y
cuando llegan Cachona viene a su encuentro y les dice: “fui a
buscar mi pistola al coche, como no estaba vine hasta mi casa a
traerla”, todos muertos de risa, hasta el día de hoy, nadie le cree.
DESENCUENTROS
No todo era “nube rosa” en el equipo, hubo varios conflictos: entre
Cachona y Arrepentida, ya en segunda división, querían imponer
condiciones (seguramente su personalidad). El primero quería que
utilizaran pizarrón e hicieran jugadas prefabricadas, el segundo que
lo hicieran por inspiración como lo habían hecho en tercera
división, ganó el de la experiencia. Las cosas no llegaron a más,
ambos nunca tomaron esto como cuestión personal.
El “hermano favorito” del Maco tuvo varias disputas con el ahora
doctor Fernando Canto. Dice éste que en dos ocasiones lo había
cambiado durante el encuentro, pero que en una tercera iba
llegando, no había visto el partido, y que lo cambia, se hicieron de
palabras y Fernando ya no volvió, parece que había algo personal,
dice el doctor que en tiempos pasados había tenido un intercambio
de golpes con el Benja, hermano de aquellos. También con Julio,
el alumno más adelantado de Cachona, por el mismo asunto (los
cambios), al final de temporada éste formó el equipo Atlético
Tidees. El tercero fue con el que hemos denominado como “el
entrón” o “el guapo”; según éste por la disputa del trofeo ganado
en el campeonato de tercera división. Parece que el acuerdo del
equipo fue que lo resguardara en su casa, pero al retirarse del
equipo, se comisionó al Quino para recogerlo.
El distanciamiento más grave que se dio entre dos miembros del
grupo, años más tarde, fue el de los primos. Adolfo y Javi (el
político). El motivo fue la orientación que debería llevar el Colegio
Nezahualcóyotl que implicaba al patronato, la participación de las
religiosas, los derechos del nativo –sobre todo exalumnos- y su
futuro como institución. El primero, dentro de su testimonio,
profundiza sobre los motivos que lo llevaron a tomar ciertas
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decisiones y que tendrían enfrentados a dos grupos encabezados
por los familiares de ambos, él lo explica más detalladamente.
Ahora, con el nacimiento de esta obra y las diferentes acciones
derivadas de ella, varias veces se han sentado a la mesa y la
madures de ambos han permitido que entablen cierta
comunicación.
LO SOCIAL
El inicio del grupo en sociedad se da en 1964 en casa de la familia
Gómez Aguilar; Estela, hermana del Arrepentida, le organiza una
fiesta sorpresa con motivo de su cumpleaños. A partir de allí se
inicia una forma de vida que derivó en lo siguiente: organizan
bailes con grupos de rock: Los Navajo, Los Apóstoles, La Banda
San Diego y un grupo de Samba auténticamente brasileño. La
relación con Los Navajo se dio porque el Changa era primo de los
integrantes que vivían en la colonia postal del D. F., vinieron
varias veces. El grupo de samba fue traído por Tomás Buendía “el
Tom” -hermano menor de él- en cuyo domicilio se llevó a cabo la
fiesta para celebrar “el día del amor y la amistad”. Como no había
cabeza visible y la agrupación había sido rebasada por el número
de participantes en la organización del evento, se decidió que la
invitación dijera: un grupo de amigos te invita.
Los años sesenta son parte aguas en la humanidad. La música
conlleva esta connotación y el rock fue estandarte de las nuevas
generaciones, surgió la participación del joven en las decisiones de
la vida diaria y comunal. Fueron los Beatles quienes le
impregnaron energía a la agrupación y los Hijos se hicieron
presentes en el estrenó de la película: “Let it be” en 1970 en el cine
Arcadia del Distrito Federal. Un grupo de estridentes y
entusiasmados jóvenes: “el centrado”, “el amigo de todos”, Pepe
(el charrito de oro), “el creativo” e “ideólogo” y “el más feliz”
lanzaban al aire sus suéteres cuando, en la azotea de un edificio del
centro de Londres, los Beatles entonaban: “Get back”.
La familia Gómez Aguilar era económicamente solvente. Cuando
algo se ofrecía a la comunidad, “el de la experiencia” daba
instrucciones a su trabajador para que descargara una de sus
camionetas -su negocio era repartir gas- y se utilizaba para hacer
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excursiones al monte, a la serranía al oriente límite con el estado de
Puebla, los llamados el “Chapingo” y el “Tlaloc”.
Se utilizaban también para trasladarse los días 9 de mayo para dar
entre 30 y 40 serenatas con motivo del día de las madres o para
trasladarlos a su casa de la colonia San José ubicada junto a la
carretera de México-Texcoco, en el municipio de Chicoloapan,
para celebrar las navidades y año nuevo.
Caza nocturna en los montes el Tlaloc y el Chapingo. “Tonina”, “Ojón”,
Arrepentida, Quino, José Buendía, Lorico, Rafael Sánchez Buendía el
“guacho”, Margarito Valdés “magos”, Changa. Luis Buendía Ollitas,
Cachona, Berlín Sánchez y Bernardo.
Al mismo tiempo que se daban los sucesos trágicos de la matanza
estudiantil en 1968, en el pueblo las autoridades locales preparaban
el paso de la antorcha olímpica por esta tierra, programada para el
11 de octubre. Tepis (el fierros) era trabajador del ayuntamiento lo
que le permitió invitar algunos de ellos: Cachona y él
transportaron la antorcha y Cirilo el “cejas”, Quino y el
Marranito fueron escoltas. “el guapo” grabó en super-8 este
evento.
A final de los años sesenta conocieron a Felipe González, por esos
años tenía estudios superiores en la “carrera” sacerdotal. A Felipe,
le caracterizaba el entusiasmo. Hicieron ensayos para cantar “las
27
misas de gallo” acompañados de guitarras, algo nunca visto por la
comunidad; la calidad de grupo y el carisma de Felipe en el pueblo,
dieron por iniciada una tradición que después se trasladó a las
celebraciones de bodas y de 15 años.
Tuvieron reuniones especiales: navidad, año nuevo, día del amor y
la amistad, pretextos no faltaban. Aproximadamente durante ocho
años, en casa del Arrepentida, pasaron la navidad y el año nuevo
juntos, empezaban como a las nueve de la noche y terminaban a la
misma hora del día siguiente, ¿Qué hacían? Jugar, bailar, contar
chistes, cenar, tomar “medias de seda” u otro “coctel” para estar a
“medios chiles”, nunca alguien se emborrachó, al menos en esas
reuniones. En una ocasión el Chucho llevó unas pelucas porque
iban a imitar a los Beatles. Había muchachas que los
acompañaban, sus mamás les daban permiso, porque los hijos
tenían buena fama en la comunidad y eran de familias respetables,
ese lugar se lo habían ganado.
Cierto año nadie acudió a la cita ¿Qué pasó? no saben, el misterio
aún no se ha resuelto. Algunos fueron, seis o siete, con las
hermanas González: Rosy y Ma. Eugenia al barrio de San Juan,
otros a cumplir algún compromiso, pero a partir de esa fecha no
hubo más reuniones en casa del de “la experiencia”; no guardó
resentimiento, esa era su grandeza. Poco a poco el grupo se fue
diluyendo, así como empezó, juntándose poco a poco, también se
fueron alejando del grupo los iniciadores, llegaron nuevos a darle
vida: en lo deportivo, lo social y lo cultural.
La riqueza en este rubro es evidente, por eso eran muy conocidos.
Las reuniones abiertas fueron muchas, también las íntimas. Mucha
gente los invitaba a comer (común en esos años), alguno de ellos al
final tomaba la palabra para dar las gracias y siempre terminaba de
la misma manera: “esperamos que no sea la última vez que nos
inviten”. Influyeron en las nuevas generaciones, en lo musical
surgieron varias rondallas que después se encargaron de tocar en
misas de bodas, quince años y llevaron serenatas; las damas
también fueron “tocadas”, se animaron a jugar futbol o
participaron en eventos de tipo social o cultural. Lo más
28
importante, y siguiendo el ejemplo de estos jóvenes, es que las
nuevas generaciones optaron por el estudio.
LOS VIAJES
Viajar por interior de la república era una “forma de ser” del grupo
y lo distintivo era que se tomaban las decisiones de manera pronta
y expedita, bien podrían recibir el nombre de “fugas geográficas”.
En los años sesenta la inflación no existía, así que las coperachas
resolvían el problema de gastos, aunque hay que decirlo,
Arrepentida y Maco, sobre todo el primero, eran quienes más
“apoquinaban”.
Era común ir a divertirse a los balnearios del Estado de Morelos.
Dos de los “guías” fueron al Istmo de Tehuantepec, varias veces a
Acapulco y a Michoacán con “el más feliz” “el charrito de oro” y
José Luis Fernández. “El de la experiencia”, por otro lado,
terminando la despedida de soltero de su hermano Cecilio, junto
con éste, “el político”, el Anacú y otros se fueron a Veracruz, por
cierto dicen que se les acabó el dinero, no había para gasolina ni
para comer, encontraron un restaurante de homosexuales y todo
quedó solucionado, parece que hicieron un pacto, porque no se
sabe qué tipo de sacrificios hubo (y quién); Pepito (el más joven),
“el centrado” y alguien más fueron a Loma Bonita Oaxaca con la
“Mere” (amiga de todos ellos) después de una fiesta. “el guapo y
entrón”, el Padre, Changa y Maco fueron a Mazatlán, otros a
Cuernavaca al aniversario del grupo de rock “Los Navajo” o a San
Juan del Rio Querétaro. Hay muchas salidas más que se pierden de
la memoria.
LO CULTURAL-EDUCTIVO
La inclinación por el conocimiento fue otro de sus rasgos. Seguir
una carrera profesional, trabajar en el D.F., dar clases, respaldar
aspiraciones individuales, experimentar con las publicaciones o
intentar tener una estación de radio, era parte de sus locuras.
Fueron estudiantes: Maco, Cachona, Chucho, Tepis, Julio,
Bernardo, Hugo, Adolfo; ex seminaristas: Benja, Tripa, Javi,
Bernardo, Poncho, Cachona, el Padre y Enrique. Era notoria su
afición a los “pumas”: Barajas, Maco, Julio, Tepis, Cachona,
Quino, David. Los etiquetaba el profundo interés que sus padres
29
ponían por su futuro, una obsesión porque fueran personas de
provecho y dignas de respeto. Su herencia la recibieron por
adelantado. El estar juntos, el hacer comunidad y las acciones
positivas, era su distintivo. Esa generación (la de los padres) fue la
que respaldó, algo poco común en ese tiempo, las ideas alocadas de
sus hijos, ellos fueron los responsables de la generación
maravillosa, la generación única y diferente de Chimalhuacán.
En los años setenta se
casaron: “el de experiencia”,
el Padre, “el fierros” y “el
guapo”. Varios encontraron
trabajo en el Distrito
Federal, entre ellos, Pepe, y
Lorico. Los más jóvenes
tomaron en sus manos al
grupo y formaron la primera
asociación de estudiantes: Maco, Pepe, Cachona, Barajas,
Fernando Canto, Tepis (ropa clara) y Poncho.
Hugo, Julio, Albino Valverde, Bernardo, Chepo, Adolfo y
Cachona. De sus proyectos se derivó la aparición de la primera
rondalla de Chimalhuacán: “Escudos o Rodelas”, el Changa fue el
primer solista; además su entusiasmo los llevó a formar un grupo
de danza de nombre “Ixtlixololt” y uno grupo de teatro.
Para cursar en los centros de estudios de educación media-superior
los egresados del bachillerato de Chimalhuacán buscaban un
contacto y estar bien preparados, por lo que nuestros amigos
tomaron el asunto en sus manos y al no ser ajenos a esa necesidad,
acudieron a su apoyo.
Algunos que conocían al Ing. Antonio Buendía Buendía “el
gorila” lo contactaron ya que contaba con relaciones en el IPN. El
los ayudó a preparar a quienes iban a ingresar a las instancias
medio-superior. Tres años se dieron cursos en la Escuela
Netzahualcóyotl. Cuenta, uno de ellos, que Juan el “Chapingo” se
jalaba los pelos porque no entendía lo referente al cálculo integral
y diferencial, lo sacó del salón y media hora lo tomó por su cuenta,
30
cuando éste último entendió que en las matemáticas nunca hay que
perder los “detalles del camino” se convirtió en un experto y siguió
estudios profesionales.
El “alumno más adelantado”, “el modelo”, el Ojón, Pabello y el
profesor Elías Alonso Martínez establecieron la empresa “La voz”
que amenizaba las tardes en el Jardín Municipal con música. Las
chavas de secundaria, cuando salían de clases, pasaban a cabina a
pedir sus canciones favoritas -baladas de los sesenta- y dedicarlas a
sus novios o amigos. Tenían anuncios publicitarios para los
comercios aledaños. Hicieron un baile con un grupo de rock
formado por alumnos del profesor Elías Alonso de la prepa uno de
la UNAM y, debido a la publicidad, metieron mucha gente en el
patio de palacio municipal, con los ingresos pagaron la deuda con
el profesor Alonso, quien había financiado la compra del sonido.
EL ROCK
El rock and roll estalló como una bomba en los ánimos del grupo.
Al final de los años cincuenta y principios de los sesenta llegó al
mundo para quedarse, Chimalhuacán no fue la excepción. Además
de los grupos ya mencionados “el mechudo” por sí sólo, trajo a
otro grupo, donde el Fabiancito y otros alocados quedaron en
paños menores, lo que en ese tiempo era “degenere”. Hugo y
Adolfo evolucionaron en esto: Los Apostoles, Banda San Diego,
Three Soul in my mind y Peace and love, fueron las joyas que
trajeron.
COLEGIO NETZAHUALCÓYOTL
Cuando la religiosa Ana Alonso Martínez, tía de los hermanos
Alonso y de los primos: Martínez y Siles (Javi y Adolfo) y del más
joven del grupo, fue nombrada directora del colegio
Netzahualcóyotl, varios familiares y amigos de sus familiares,
tuvieron oportunidad de poner en práctica sus capacidades
universitarias: Benja, Javi y Cachona impartieron clases en ese
centro educativo: Historia, Civismo e Inglés fueron las materias
que dieron, respectivamente. La madre Anita tenía apertura y un
carácter muy agradable, permitió también que Cachona, Julio y el
ojón, publicaron (lo hacían en esténcil) el periódico “Telpuchtli” -
joven, animado- en el centro escolar.
31
Va de anécdota:
Cuando Cachona llega a dar clase recibe un recado, la
madre Anita lo espera en la sala de profesores. Con un
gesto adusto lo recibe y le dice: -“Varios padres de familia
me vinieron a ver y me recriminaron lo que allí se escribe:
el movimiento del 68, la mariguana y el rock pesado (lo
último escrito por Martín Rocha), mira está señalado con
rojo y ¡¡¡este es un colegio católico!!!”, (en voz alta). -
Cachona le contesta: -“Madre el primer rebelde fue
Jesucristo”: -Y ella le revira: -“Que rebelde ni que la
chingada, a chingar a su madre con ese periódico”, era
Martínez la tía, decía después el Javi.
El Colegio Netzahualcóyotl, centro educativo de las Carmelitas
Descalzas, es el “Alma Mater” del grupo; el noventa por ciento de
sus miembros son egresados de él, ya sea de Primaria o
Secundaria. Por la forma en que está construido y por el tiempo en
que se hizo posiblemente fue diseñado por el entonces joven
Ricardo Legorreta (prestigiado arquitecto años después) ya que su
papá don Luis G. Legorreta lo construyó: paredes de recinto negro
al exterior; amplias escaleras a la entrada, rematadas con dos
paredes del mismo material; una amplísima terraza como recibidor;
a los lados dos alas de aulas construidas con tabique rojo aparente
y en medio un área de prados en simetría con las aulas.
Antes de ingresar a la terraza, del lado derecho y con un paredón
de piedra volcánica también, había un acceso a la parte privada:
cocina, comedor y escaleras que conducen a la planta alta, donde
estaban las habitaciones y oratorio de las religiosas y las internas.
Con el tiempo se fue ampliando conservando la línea del diseño
original. Hoy, en estos días, (agosto del 2015) inicia la carrera de
Administración, que se agrega a la de Derecho que comenzó el año
pasado, todo esto como consecuencia del arrojo y visión de Adolfo
que, siendo presidente del patronato, lo incorporó a la Universidad
Nacional Autónoma de México.
32
Otros intentos de comunicación se dieron cuando el hermano de
Felipe, Eugenio, publicó el periódico “La Llave”, donde el Tepis
tenía su columna deportiva llamada futbol chimeco. Escribió otra:
Escudos, rodelas y… goles, publicación del Ayuntamiento que se
llamaba “Chimalhuacán”.
SERENATAS Y BODAS
Muchas relaciones amorosas se dieron en nuestro pueblo debido al
requinto de Chucho, a la guitarra y primera voz de Javi y a la
segunda y tercera voces de Cachona y del Changa. Seguro es que
debido a las notas de un bolero en los oídos de una bella dama, se
dieron bodas, reconciliaciones, suspiros y dolorosas despedidas,
fueron decenas de serenatas a través de muchos años para los
miembros del grupo, sus amigos y los amigos de sus amigos ¿No
es esto trascendente? ¿Acaso no cambian los destinos de miles de
personas? ¿De verdad no es la música la que da rumbo a la
humanidad? ¿Cuántos sueños, ilusiones, esperanzas y pretensiones
se fincaron en el sonido de dos guitarras y varias voces?
Se propusieron llevar serenata a sus madres los días 9 de Mayo;
algunos conocidos solicitaron participar de esto y creció tanto, que
tenían que empezar a las ocho de la noche del día nueve de mayo,
para terminar amaneciendo el día diez. En un determinado tiempo
33
se integró Raymundo Meixueiro -primo del Tripa- que tenía la voz
de “oro” y que también tocaba la guitarra.
Cuando se inició el grupo todos eran solteros, poco a poco se
fueron casando; sintieron la necesidad de mostrarle a los amigos el
afecto que se les tenía y se hizo de la siguiente manera: al Padre se
le organizó una despedida de soltero que fue grabada por el
“entrón”. En esa reunión participó la mayoría: hubo novia, esposa
con hijos y embarazada que interrumpe la boda y es echada a
patadas, sacerdote, acólitos, juez y familiares del novio y la novia,
todos con el atuendo respectivo. Tepis tuvo también su despedida.
Desfilaron varios que ya no fueron grabados porque “el guapo” se
retiró del grupo. Antes, la boda del Arrepentida y la del Chucho
fueron grabadas en película “super 8” y todos, con mandil puesto,
se encargaron de atender a los comensales.
LA FAMILIA ALONSO JIMÉNEZ
Los hermanos Alonso formaron parte de la primera generación,
después se integraron sus hermanos Julio (+) y Miguel. Esta
familia se distinguió por ser epicentro de las actividades grupales.
El “galán” siempre iba a la vanguardia: en la forma de vestir y en
la forma de ser (se independizó de su familia). Organizaba
tardeadas en un salón de su tío Elías en 1965 y allí bailaban: Twist,
Rock And Roll, Jerk, Ska (el de antes, no el de hoy), Surf, Surfin y
otros ritmos que se pierden en el polvo del tiempo. Comúnmente
asistía Esperanza Flores, su tía, que era de su edad y era bellísima;
era el amor platónico de Cachona, de Fernando Canto y
seguramente de otros también; siendo maduros él se lo dijo y ella
le contestó: “pues sí, pero nadie se aventaba”.
También innumerables fueron los concursos de imitaciones, chistes
e interpretaciones musicales. Se recuerda la reunión torera en el
cortijo “Noé y Elena” que organizó la familia Alonso Martínez (los
tíos), donde fueron invitados especiales y protagonistas del evento.
34
Benja, Julio, Quino, Cachona y Maco
LA POLÍTICA
¿Por qué no se formó un grupo político? El tema es muy difícil
abordar, sin embargo hay que hacerlo porque muchos se harán esa
pregunta, así es como yo lo recuerdo: cuando se formó la sociedad
de estudiantes, idea y realización fundamentalmente por los más
jóvenes, había personas ajenas a la agrupación: Jorge Seyde y
Arturo Cornejo, por ejemplo, quienes tenían una orientación
totalmente política, Aquí se dio una escisión; Hugo se oponía
rotundamente a que se hiciera política y Cachona no, por lo que
éste se fue con aquellos.
Sobre los tíos de los hermanos Alonso se decía que eran seguidores
del nepotismo. En determinado momento, parece que por ese
conducto, se hizo la invitación a los amigos para formar un grupo
político, al intentar formar los cuadros y buscar la posición de Juez
Menor municipal se hizo la cargada familiar a favor de los suyos y
de Javi, en honor a la verdad, como dijera el Maco, se comprobó
la tesis arriba planteada. De allí nació la conciencia de no ser
manipulados absolutamente por nadie.
Sin embargo, era de esperarse que la inquietud por la política se
canalizara de manera individual. Chimalhuacán era un pueblo
pequeño y se visualizaban ya las oportunidades debido a que varios
35
tenían preparación académica. Las aspiraciones, entonces,
aparecieron en algunos de sus miembros. Quienes tuvieron la
oportunidad de ejercer un cargo fueron:
Javi. Juez menor municipal y presidente municipal (82-84),
actualmente funcionario estatal. Tiene un hijo abogado.
Pabello. Regidor (82-84) y presidente municipal (88-90)
Benja. Secretario del Ayuntamiento, regidor y actualmente
funcionario municipal.
Cachona. Secretario del ayuntamiento (82-84 y 1988) y
funcionario federal. Actualmente es Logoterapeuta y Analista
Existencial.
Julio. Fundador del Suteym Chimalhuacán y dos veces regidor,
recién terminó la licenciatura en economía y está estudiando la
maestría. Su hijo Giulio es secretario de acción juvenil del Suteym
del Estado de México y tiene una hija abogada.
El Niño. Regidor.
Adolfo. Regidor y funcionario estatal. Ing. Textil (IPN); Pedagogía
(Degest, Sep), 60% Maestría en Investigación Educativa (ICCP,
Cuba.), Quirofosico, Esc. Part, Palmer. Tiene dos hijos licenciados
en derecho UNAM, Uriel y Orlando; uno más estudiante en
ciencia política UNAM y una hija, Noemí, con maestría en
derecho, igualmente vestida de “azul y oro”.
Garrincha. Regidor y presidente del comisariado ejidal. Tiene una
hija abogada.
Antonio Siles de la segunda generación, y que ya falleció, fue
regidor municipal.
José Bastida, también de la segunda generación, fue regidor
municipal recientemente.
36
LA FAMILIA, EL TRABAJO Y LA ACADEMIA
Lo más valiosos de esta comunidad juvenil eran sus familias, los
hogares que les vio nacer. Algunos huérfanos, la mayoría pobres,
pero todos llenos de ejemplos y valores. Sus vidas llenas de
responsabilidad, la mayoría se casaron y tienen familias
respetables, algunos son profesionistas y otros trabajadores
esforzados y respetables.
Maco. Fue empleado de la Biblioteca de la UNAM –jubilado-.
Estudios profesionales de Actuario. Su familia actual es organizada
y unida como lo fue su familia nuclear.
Tripa. Tiene un hijo sacerdote.
Marcos. Feliz con su familia se dedica al atletismo.
Marranito. Ciudadano honrado y padre amoroso. Su hijo Arturo
es ingeniero en electrónica, quien se hizo con Pedro Torres y en el
canal 11, actualmente trabaja en una productora.
Pepe. Trabajador del volante y excelente padre de familia. Tiene
una hija médico-cirujana y otra médico-veterinaria.
José Luis. Ciudadano entregado a su familia y al futbol.
Arrepentida. Ciudadano ejemplar, respetable y respetado.
Excelente padre de familia.
Pepito. Se recupera de un infortunio.
Enrique. Es sacerdote católico.
Felipe González. Es sacerdote católico y Director del seminario
“Cristo Rey” y con una trayectoria de responsabilidades
impresionante.
Barajas. Economista, toda su vida trabajó en el Congreso de la
Unión y como funcionario federal. Tiene un hijo con maestría. Su
esposa Isabel es enfermera en el Hospital Español.
37
David. Ing. Mecánico Electricista UNAM y Mba Itesm. Su hijo
Ángel David Rico Jiménez estudia 2do año de Economía y
Dirección Financiera Itam -dos carreras-. Su hija, Monserrat Rico
Jiménez primer año de preparatoria. Su esposa Rosalba Jiménez,
licenciada en Economía IPN. Actualmente en Costa Rica con su
familia y sobresaliente éxito.
Chepo. Es el más destacado en la academia tiene dos maestrías y
un doctorado. Licenciado en Psicología FES-Zaragoza, UNAM;
Maestría en Pedagogía en la FFyL-UNAM. Maestría en Pedagogía
en UPN- Ajusco y Doctorado -en pedagogía-, en UPN-Ajusco.
Trabaja en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad
Campeche.
El ojón. Alfonso Romero medina, casó originalmente con Rosita
Sánchez y tienen cuatro hijas: Francia, Karelia, Gisel y Grecia. El
mechudo, como también se le conoce, es arquitecto, actualmente
esposo de María Luisa Piraquive líder de la Iglesia de Dios
ministerial de Jesucristo internacional, con presencia en 46 países,
pertenece al ministerio y viaja por todo el mundo, tal como lo
pregonaba en sus años mozos, procurando el desarrollo de la
iglesia. Diseñó tres aeropuertos, dos en Cuba y uno en Colombia.
Es el profesionista más exitoso del grupo, sin duda.
Cecilio. De los hermanos Gómez Aguilar, tiene una hija con dos
carreras y actualmente es miembro del consejo estudiantil del
politécnico.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
Había pequeños grupos dentro de la hermandad y cada uno tenía
sus cuates fuera de ella; aun así, cuando se trataba de un evento
importante, allí estaban todos, comprendían que el todo era más
importante que las partes, como se dice en la terapia Gestalt.
Otros fundadores que no escribieron y que aquí aparecen (foto)
son: Félix Sánchez Buendía el “Padre” (posiblemente el más
fuerte físicamente), se llevaba bien con “el guapo” y fue el primero
que se casó. El Poncho, cuñado del Javi, excelente en todos los
aspectos. Tomasote (aquí) junto con el doctor Adán Buendía en la
38
despedida de soltero del Padre. El Garrincha, buen futbolista, de
ahí su mote.
Victor Ochoa (ingeniero) el Tonina era un futbolista reconocido en
todo el municipio, zurdo, nunca participó en el equipo de futbol.
Bernardo, se le reconoce capacidad intelectual y preparación
académica, denegó su participación en el presente documento. El
Ojón era notoria su relación con “el más adelantado”, “el más
joven” y “el creativo”. Alejandro Alonso Jiménez el Quino tuvo
un papel destacado en el equipo, además de jugar fue varias veces
delegado a la liga, fue de los últimos en retirarse y siempre estuvo
al pendiente de la franquicia, actualmente tiene su escuela de
futbol. Enrique Castro Buendía, primo hermano del “guapo”,
estuvo poco tiempo en el equipo, su vocación lo jaló a los estudios,
es sacerdote. El “Solín”. Están también José Canto Gálvez el Pepe.
El Fabiancito y Hugo que no aceptó escribir por enfermedad. Hay
otros compañeros que se han alejado por motivos de trabajo: Cirilo
“el cejas” y el “charales”.
Es costumbre entre los mexicanos estrechar más la amistad
haciendo compadres, aquí no fue la excepción: Barajas tuvo como
compadre al Maco y al Pepe; Adolfo a Julio; Arrepentida al
Lorico; el Pepito a Maco; Julio además a Cachona y éste a Pepe,
39
Javi, Pabello y al Pointer y así nos podemos seguir. Al terminar
este capítulo parodiamos lo dicho en la película Troya: cuando los
años pasen quiero que recuerden que soy de los tiempos del Benja,
del Changa, del Padre, del Tripa, del Hugo, de Bernardo, del
Poncho y de tantos TIDEES entrañables.
En síntesis, y desde mi punto de vista, en lo referente al futbol me
parece que fueron un equipo competitivo sin lograr consolidarse
como un equipo grande. Si bien arrasaron en la tercera división
habría que considerar que la mayoría había sido campeones de
copa en segunda división y que ya habían jugado en la primera.
Pienso, sin ánimo de ser injusto, que no terminaron por fraguar lo
que sus cualidades prometían. La indolencia se presentaba de
manera intermitente, muestra de ello es que en la final de campeón
de campeones de la tercera división, dice julio, no se completaban.
Las causas fundamentales del mediano éxito son: primero,
funcionaban más como un grupo familiar que como equipo con
aspiraciones competitivas (parecido al Morelia de Xochiaca y la
familia Arrieta, donde jugó Cachona); al Quino le dio demasiadas
“alas” su hermano Maco. Segundo, dice él mismo que daba más
importancia a los amigos con pocas cualidades que a otros que las
tenían y esto en el deporte de competencia, tarde que temprano
fracasa, mejor reunirse con los cuates de vez en cuando para jugar
una cascarita. Chucho, Cachona y Tepis lo sabían, con
pretensiones personales, se fueron y lograron ser campeones en
equipos importantes.
En los años sesentas: Huracán, Atlas, Tiburones rojos y en los
setentas: Monterrey, tiburones rojos y San Lorenzo, fueron
verdaderamente grandes. El fracaso del TIDEES en lo deportivo es
idéntico a lo político, se participa, si y sólo, si se beneficia la
familia y a los amigos.
Si revisamos las participaciones individuales en lo político
tenemos que hubo dos presidentes municipales, dos secretarios del
ayuntamiento, cinco regidores, varios funcionarios municipales,
estatales y federales -sólo en la primera generación-, nos damos
cuenta del enorme desperdicio de posibilidades de influir en un
40
futuro mejor para la comunidad. No había necesidad de hacer un
grupo político, pero si incidir en decisiones en este rubro.
El Maco y Hugo siempre se negaron a que hubiera participación
política porque tuvieron traumas muy jóvenes por hechos que les
sucedieron a sus padres: el primero, dice que a su papá lo
abandonaron sus amigos por la política y la religión; al segundo no
le permitieron llegar a la presidencia, a su papá, por ser compadre
del gobernador Baz Prada. El caso es que, aunque se diga que la
política es sucia y que la religión no debe ser tema de discusión, las
cosas suceden por decisiones que toman las personas no por el
hecho de que existan quehaceres humanos por realizar.
En su presencia social, propuesta cultural y búsqueda educativa,
queda manifiesta su integración al tiempo en que vivieron. La
diversidad de actividades sociales, la relación estrecha con las
familias de la comunidad, así lo hacen valer. Iniciativas como las
publicaciones periodísticas, la formación de la agrupación de
estudiantes; el hecho de preparar a jóvenes para su ingreso a las
instituciones más importantes de formación educativa, describe
cuál era su línea de pensamiento. Queremos decir, entonces, que
aquí está el verdadero valor del grupo, su plena disposición hacia
el conocimiento y la inclinación a que los demás transitaran por ese
sendero, esa es su verdadera razón de ser.
El mayor logro de esta comunidad está en la familia; en la inmensa
mayoría, nos consta, hay mucha calidad afectiva y emocional.
Tiene que ver, también, aunque no necesariamente, en la
preparación académica que hubo en los miembros del grupo donde
hay varios que tienen licenciatura, tres maestría y uno doctorado;
sin dejar de considerar: dos sacerdotes católicos y un ministro
religioso, al final de cuentas lo más importante en el ser humano,
lo trascendente, son las cosas que haces con significado y ellos lo
saben.
Para finalizar, consideramos que si fueron treinta y seis personas
los fundadores y que hoy se siguen viendo para jugar fútbol o dar
conferencias, podemos concluir, en este capítulo, que realmente
son un grupo único y especial. Pasamos a los relatos de los
41
miembros de esta comunidad y les damos voz para que expresen
sus vivencias y recuerdos.
El Maco, el TIDEES mayor.
42
SEGUNDO CAPÍTULO
Relatos:
“La necesidad social empuja los hombres unos hacia otros, pero
sus insoportables defectos los dispersan de nuevo. La distancia
media que acaban por descubrir, en la cual la vida en común se
vuelve posible, es la cortesía” -Arthur Schopenhauer—
Pepito, Maco, David, Adolfo, Hugo y Julio
El MACO omenzar con el Maco es un reconocimiento al papel
desempeñado dentro del grupo, daba equilibrio y era su
epicentro. Dice el sacerdote Felipe González que para
saber si una fiesta había valido la pena había que
observar al Maco, según su ánimo se podía calificar de buena o
mala.
C
43
Viene de una familia,
reconocida en el municipio,
que se guiaban por reglas que
implicaban: moral, educación,
cultura y buenos modales. El
buscaba, que dentro del grupo
hubiera unidad; que se
propiciara la aventura y que
todo llevara un sello de
intensidad. Siempre se
distinguió por su inteligencia,
misma que lo llevó a ganar un
concurso de matemáticas inter-
prepas de la UNAM.
Al Maco se le puede llamar el TIDEES mayor, siempre buscó que
el grupo fuera una familia. Reflexivo, conciliador y muy
productivo, se ganó el respeto de todos, incluso el día de hoy,
gentes ajenas al grupo le tienen mucha deferencia. Nadie ama más
a Chimalhuacán que él mismo, ama a la gente del pueblo, ama sus
tradiciones y le emociona, hasta lo más profundo, que se recuerden
tiempos idos. Finalmente la filosofía que enarboló, como bandera
el grupo, es propuesta suya. Su legado es que debemos vivir en
comunidad, aceptar la libertad de los demás y vivir intensamente.
Relato de MARCO SERGIO FRANCISCO ALONSO JIMENEZ
INFANCIA
Nací el 4 de octubre de 1948 en la Cabecera municipal de
Chimalhuacán Atenco, fui el segundo de más de ocho hermanos.
El 7 de octubre de 1948, tuve el privilegio de que me bautizara ese
gran personaje que fue el presbítero Maximino Castro o “el padre
Machi” como lo llamaban todos en el pueblo. En ese tiempo era
presidente municipal Don Hilario Valencia, también conocido
como “el Caballote” o el “Cacique”.
Viví en la casa de mis abuelos paternos: Don Benjamín Alonso
Vargas y Doña Emiliana Martínez Saldivar, casa situada en
esquina de la Plaza Municipal o el Jardín Zaragoza, donde se
44
localiza el palacio municipal y del otro lado se encuentra la
parroquia de Santo Domingo de Guzmán.
Para acceder al jardín solo tenía que
cruzar la calle, ahí era donde junto
con otros niños nos la pasábamos
jugando canicas, trompo, los hoyos;
recuerdo que había una piedra del
juego de pelota, que actualmente se
encuentra en la zona arqueológica de
los Pochotes -que la llamábamos “la
lagartija”- en la cual nos montábamos, al igual que hacíamos con
un león de cemento que se localizaba a un costado del pórtico del
Palacio municipal, ah! Y también en el otro lado de este palacio
estaba un lagarto, también de cemento.
Subíamos al kiosco, la parte baja de éste no tenía un uso
particular pero en ocasiones se usó como cárcel, en la pared, que
era de piedra, había una placa de bronce que cuando llovía daba
toques y, entonces, sí eras muy valiente formabas parte de una
cadena por la cual pasaba la electricidad. También nos gustaba
jugar en el pórtico del palacio en sus escaleras y
los barandales de cemento de la escalera los usábamos como
“resbaladilla”. Junto al kiosco estaba una “pileta” que todos
conocíamos como la fuente, yo no recuerdo que se haya usado
como tal, cuando no contenía restos del agua de lluvia nos servía
de refugio para jugar a las escondidas.
En el extremo del jardín, que
colindaba con la calle
Netzahualcóyotl, estaba un
monumento donde se izaba la
bandera, recuerdo que era de
cantera y en uno de sus lados estaba esculpido el escudo de
Chimalhuacán, tenía una
inscripción de la cual no
Doña Angelina (tercera) mamá del
Maco
45
recuerdo que decía, seguramente tenía la fecha en que había sido
erigido. Había en el interior del jardín muchos pinos que daban
unos frutos “medio” redonditos, también había unos fresnos;
alrededor del jardín estaba una banqueta bastante amplia, estaban
colocadas en forma estratégica un conjunto de bancas de
mampostería para cinco o seis personas.
El atrio de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán es otro de los
lugares en los cuales pasé mi infancia. Tiene un pasillo central
franqueado por arbustos llamados “truenos”; había varios
árboles de pirú bastante frondosos, algunos de ellos todavía están
en pie, también se conservan algunos olivos, recuerdo que existía
un árbol ya muy viejo que daba moras; eran parte importante del
atrio las tumbas de varios curas que habían fallecido cuando
ejercían su ministerio en la parroquia del pueblo, entre otras la
del insigne personaje: EL PADRE MACHI.
En la parte que da al sur existía un claro el cual servía lo mismo
para jugar futbol o béisbol, ¡Qué ratos tan agradables
disfrutábamos!, bueno siempre dependiendo de quién fuera el
párroco en turno; aquí jugábamos a las canicas, al trompo, a los
quemados y probábamos la puntería tirando con resortera, que
llamábamos “flecha”, a los pájaros que se posaban en los árboles
que bien podían ser: maiceros, tórtolas, coquitas, gurriones,
calandrias o “copalaxcleros”, si era la época.
Estos pájaros son aves migratorias que se hacen presentes en esta
región de noviembre a marzo. Yo los veía en los pirúes del atrio,
con su color canela, su copete –cresta-alargado, su antifaz de
color negro, sus plumas rojas brillantes al final de las alas y en el
extremo de las plumas de su cola el color amarillo, al igual el
abdomen de un amarillo pálido. Son aves pequeñas, miden entre
15 y 18 cm de largo -de pico a cola-. Se alimentan de los frutos
del pirú que nosotros denominamos
46
COPALAXCLE.
COPALAXCLERO
El fruto cuando se madura es de un color rojo y su cáscara se hace
quebradiza. El fruto tiene un sabor dulce, con un pequeño resabio
amargo. Estos pájaros andan en parvadas, desde decenas hasta
cientos, emiten un chiflido agudo: sssriii, sssriii, sssriii. En
algunas ocasiones, junto con otros amigos llegamos a cazar, con
la resortera, algunos; que desplumábamos, quitábamos las
vísceras, atravesábamos en una rama para después ponerlo a
cocer en una pequeña lumbrada que habíamos encendido
previamente, y así, disfrutar de un refrigerio.
CASA DE MIS ABUELOS
Don Benjamín Alonso y Doña Emiliana Martínez.
Voy a tratar de hacer una descripción con la esperanza de
transmitir una imagen clara del lugar donde pasé los momentos
importantes que más tarde, me he dado cuenta, fueron
trascendentales en mi vida. Podría concluir que ese período de mi
vida fue de felicidad plena, sin preocuparme por cosa alguna. Lo
que más me importaba era jugar. Para ese fin contaba con mi
hermano Benja, un año mayor, que fue compañero, amigo,
protector, consejero y guía, para muestra basta un botón: con él
Reino : Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Bombycillidae
Nombre Científico:
BombycillaCedrorum
Nombre Común:
Ampelis Americano
Nombre en
Chimalhuacán:
Copalaxclero
Otros Nombres:
Chivitos o Chinitos
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aprendí que era muy importante comprar con lo que nos daban de
“Domingo” y que ahorrar -que era lo que yo pretendía-, podía
quedar en segundo término.
La casa se localiza en la esquina de la calle Zaragoza y Plaza
Zaragoza, colinda al norte con la casa del tío Crisanto Vargas, al
sur con la Plaza Zaragoza, al oriente con la calle Zaragoza y al
poniente con el cine Progreso. Las paredes de la casa eran de
adobe, que tenían un ancho de 75 cm.
Por la calle Zaragoza se localiza el zaguán que da acceso a un
pasillo de cuatro metros de ancho que se extendía hasta la puerta
del corral, éste era bastante “grande”, más o menos la mitad del
predio. La entrada de dicho pasillo estaba techada con
“tejamanil”, esto lo convertía en un pórtico. Pasando el pórtico, a
la izquierda estaba una cocina que usaba carbón como
combustible, tenía tres hornillas y debajo había dos depósitos con
sus arcos de medio punto, ahí se guardaba el carbón, estaba
recubierto con mosaico, el piso era de recintos, de piedra, algunas
de estas piedras las conservo en el patio de mi casa. En seguida
estaba una escalera de madera que daba acceso a la parte
superior, a colación de ésta recuerdo que mi tía TILA me
recomendaba que subiera o bajara la escalera poco a poco y
sostenido del barandal, y yo bajaba y subía corriendo y gritando
poco a poco, poco a poco… En la parte superior estaba un especie
de ático, el piso era de madera, de duela, la altura de estas
habitaciones era de 1.60 m. El techo estaba construido sobre unas
vigas que tenían unos 60 cm de separación que sostenían, no sé
cómo, un tipo de hormigón, tenía una vista de bóveda catalana, las
ventanas, tres, eran de piso a techo, dos daban al patio y por la
otra se podía observar el jardín y el pórtico del palacio municipal.
Las ventanas eran de esas que tenían unas puertas de madera que
hacían la función de cortinas.
A continuación había un espacio que se usaba como bodega para
la leña y para los instrumentos de labranza tales como: arados,
hoces, rastrillos, palas, bieldos, reatas, barcinas, costales,
cerones, fustes, yugos, machetes…etc. Y al fondo a la derecha se
localizaba la letrina. Una estampa de este lugar que me es muy
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reconfortante es recordar a mi abuelo sentado sobre un montón de
leña tocando su armónica.
Del lado derecho del pasillo central se localizaba la construcción
más reciente, las habitaciones formaban una “L” que tenían vista
al jardín interior. Al entrar se encontraba la cocina-comedor, la
cual usaba gas como combustible, al lado de la cocina se
encontraba un baño “completo” que tenía su boiler de leña, en la
esquina se encontraba la habitación de mis abuelos y junto a esta
se encontraban dos habitaciones más.
Del otro lado del jardín estaba una habitación que era la más
amplia y elegante de todas, que todos llamábamos “la sala”. Al
centro estaba la puerta flanqueada por dos ventanas; la puerta
tenía un arco formado por dos buganvilias. En el interior
alrededor de la sala había sillas, dos decenas aproximadamente, el
piso era de cemento, las orillas estaban pintadas de color rojo,
siempre estaba brillando de limpia y la encargada de esta
operación era la tía Tila.
En seguida se encontraba la cocina de humo, ésta no me dejó
huella en mi memoria.
En el otro lado del jardín interior se encontraba el pozo, pegado a
la puerta del corral, y junto estaba una gran pileta con sus
respectivos lavaderos.
En el corral teníamos: caballos (3), burros (2), un “macho” o
mula, borregos (aproximadamente 15) y esporádicamente vacas
que esperaban turno para ser sacrificadas; también teníamos unas
cuantas gallinas.
Mi papá nos contaba que en ese tiempo tenían dos perros de talla
grande, pero que se tuvieron que deshacer ellos porque nosotros,
Benjamín y yo, les mordíamos las orejas y los perros se
molestaban y había riesgo de que nos pudieran morder.
Hasta aquí he descrito la parte interior, me resta describir la parte
externa. Eran locales comerciales, en la esquina de Plaza
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Zaragoza y Calle Zaragoza se ubicaba “la tienda” que realmente
era una miscelánea. Algunas cosas que ahora me parecen
curiosas: los productos que se vendían a granel; el aceite se
despachaba por medidas (50 ml, 100 ml, 250 ml) y el cliente debía
llevar su depósito, el azúcar se despachaba por cuartos o medios
kilogramos, el café se compraba por 20, 30, o 50 centavos, todos
los refrescos se vendían en botellas de vidrio, es decir el envase
era retornable, la manteca se expendía en hojas de maíz o en papel
de estraza, bolsas de papel con asas, sopas de pasta de la marca
“tres estrellas” etc…
Junto a la tienda, por la calle de Zaragoza, se encontraba la
carnicería “La Consentida” que la habían iniciado los abuelos y
después la atendía mi papá TOMAS. De la carnicería recuerdo las
tardes de algunos sábados cuando mi abuelo limpiaba las manitas
de marrano para que al día siguiente lucieran agradables. Otro
recuerdo son “los cebitos”, que la vox populi indicaba que eran
un excelente remedio contra la tos, estos cebitos se vendían por la
tarde-noche. Recuerdo que los cebitos del tío Crisanto eran muy
cotizados.
LA PRIMARIA 1956-1961
Para la educación primaria había varias opciones, entre ellas
estaban: la escuela oficial José María Morelos; la escuela, de las
“monjas”, Netzahualcóyotl y la escuela parroquial; mis padres me
inscribieron en la escuela parroquial: “San Juan Bosco”.
Esta escuela fue fundada por el párroco Luis Sánchez Flores con
la entusiasta colaboración de los vecinos. En dicho plantel sólo se
podía cursar hasta el cuarto año, pues no tenía registro ante la
SEP, y entonces me fui a la escuela Particular Netzahualcóyotl a
cursar el resto de la primaria. Destacan en mis recuerdos mis
compañeros: Félix “el capulín”, Miguel Hernández el “peseta” y
Alberto Castro, todos ellos de San Juan, pues eran ayudantes de la
tiendita, regenteaba por la madre Adelina y por ende de todas sus
confianzas. Esto representaba una gran ventaja para mí cuando
algunas tardes tenía que ir a hacer algo de los trabajos manuales
y ellos también, resulta que en el transcurso de la jornada me
compartían algunos chocolates “Vaquita” que yo aceptaba con
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mucho gusto, debo confesar que para mí no tenía sentido el refrán:
“Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”.
De los compañeros de sexto recuerdo a Guillermo Buendía, el hijo
de don Juan el “juil”, más tarde ampliamente conocido como el
“matosas” y a Marcos Siles, porque se fueron de pinta y después
de algunos días tuvieron que ir a la ciudad de Veracruz a
rescatarlos. Fueron también mis compañeros: Carlos Gutiérrez
Jiménez, “el canillas”; tres con nombre de Fernando, a saber:
Arrieta de Xochitenco; Alemán de Santa María y Jiménez
Palacios, “el gu-gu”, uno de nombre Narciso de San Vicente, que
llegaba a la escuela en bicicleta, los cuates de San Agustín y los
tres de San Juan mencionados anteriormente. De mis compañeras
recuerdo el nombre de algunas: Clara y Sofía de Santa María, una
compañera de apellido Prieto de Tecamachalco -poblado cercano
a los Reyes, la Paz-, Eufrasia, Hortensia, Socorro etc…
De este tiempo recuerdo los juegos escolares en los que
participaban las escuelas de la zona y la sede de los juegos fue en
el deportivo de la Magdalena.
LA SECUNDARIA
Para ese tiempo las familias estaban constituidas de ocho a diez
miembros, realmente eran bastante numerosas. Las actividades de
la población dejaron de ser primordialmente agrícolas, pero
gracias a Dios, la ciudad ofrecía diversos empleos para los
habitantes del pueblo. Así, algunos obtuvieron trabajo como
empleados en los bancos, en los almacenes, en los baños
(bañeros), otros trabajaban por su cuenta: los traperos, que
comerciaban con los retazos de la industria de la confección, los
chachareros, que comerciaban con el periódico, con muebles o
con ropa usada. También había un puñado de jóvenes que
estudiaban en las escuelas de enseñanza superior (Normal,
UNAM, IPN o el Seminario Conciliar de México).
Los hijos de don BENJAMIN Y EMILIANA -mis abuelos- no se
dedicaron al campo, sino que se fueron a la ciudad a proseguir sus
estudios. Solo Tomás -mi papá- se quedó en Chimal, él atendía los
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terrenos de la familia, aunque su actividad primordial era la
carnicería.
A principios de los años sesenta mis abuelos decidieron dividir la
casa entre todos sus hijos -seis-. La división se hizo sobre la base
que cada parte tuviera la misma superficie y cada división tuviera
acceso a la calle. ¡Qué sabia decisión!
Esto de subdividir las casas fue una “costumbre” que se
practicaba en forma general, en todo el pueblo. Por lo tanto, las
nuevas familias se iban adaptando a vivir en espacios muy
reducidos. Esto trajo como consecuencia que las casas perdieran
los patios y los corrales.
A las generaciones que se iban desarrollando se les hacía
imperativo permanecer en la casa donde habían nacido, aunque el
predio fuera reducido. Esto se hacía, no porque no tuvieran un
lugar donde construir su casa sino porque se tenía un gran apego
a la familia.
En cuanto a los avances tecnológicos, en la década de los
cincuentas, la radio era uno de los medios de comunicación
masiva a la que la mayoría de los habitantes del pueblo teníamos
acceso. Así por las noches escuchábamos las radio-novelas; una
de ellas fue “Chucho el roto”. Las estaciones del radio más
populares fueron: la XEW, la XEB, la XEX, la XEQ, la XEQK (la
hora exacta), etc.
El aparato de radio era un mueble voluminoso que funcionaba a
base de bulbos. Las bandas de transmisión eran de onda larga y de
onda corta. En las noches se podía escuchar la transmisión de
otros países, por onda corta.
A finales de los años cincuenta algunos pobladores obtuvieron su
televisión -blanco y negro-. Los que no teníamos “tele” teníamos
que pagar por ver algunos programas o espectáculos como las
peleas de box.
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Solo estaban los canales 2,4 y 5. Estos aparatos funcionaban a
base de bulbos y para cambiar de canal se le tenía que dar vuela a
la torreta -teníamos que pararnos a cambiarle de canal-.
En ese entorno en 1962 fui a la escuela secundaria
Netzahualcóyotl. Nos tocó ser integrantes de la primera
generación -1962 - 1964-.
El grupo inicial era de veinte alumnos aproximadamente de los
cuales terminamos trece:
Alonso Jiménez Marcos
Buendía Alejandro (El pestañas)
Buendía Guillermo (El matosas)
Castañeda Manuel (El toto)
Castro Alberto
Chavarría Esther
Fernández Espinosa Raúl (El popotes)
Hernández Miguel (El peseta)
Peralta Máximo
Saavedra Facundo (El loco)
Sánchez Buendía Alfonso E.
Valverde Pablo
Valverde Porfirio (EL Tepis o El fierros)
De los profesores de la secundaria recuerdo a: Eugenio Alonso
Martínez, nos enseñó inglés y matemáticas, al Dr. Álvaro Rico
Sánchez que nos dio biología.
En septiembre celebran la fiesta patronal de Santa María
Nativitas, y el lunes había corrida de toros. Nosotros íbamos en el
turno vespertino que coincidía con el horario de la corrida. Un día
de esos el Tepis nos propuso a varios alumnos, que fuéramos a los
toros.
Para transportarnos usamos las bicicletas de los que habían
llevado a la escuela. Tomamos las bicicletas con gran sigilo para
que no se dieran cuenta “las madres”. Total que fuimos a la
corrida y de regreso ya la madre Blanca nos estaba esperando en
la terraza. Conforme íbamos entrando ella nos indicó que
cargáramos la bicicleta, en la que habíamos ido a los toros. Ahí
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estuvimos durante algún tiempo. A los alumnos, la madre blanca,
les decía ¡esto les pasa a los que se van de pinta!
EL FUTBOL
De niños jugábamos por las tardes, usábamos los espacios
disponibles, entre otros: el corral de Don Pepe Buendía cuando
estaba desocupado, el atrio de parroquia, el “asoleadero” del
Rancho el Molino, la calle Zaragoza, etc.
Eran unas cascaritas muy entretenidas. A los catorce años soñaba
en formar parte del equipo “León”, pero no era el momento
todavía.
Se presentó una oportunidad
con el equipo “Quetzalcóatl”
de tercera fuerza. En el
grupo participaban los
primos Beltrán: Félix Ávila
Beltrán (el Gato), Odilón
Siles Martínez, Francisco
Beltrán Jiménez, Antonio
Beltrán (el Güiti); otros
integrantes que recuerdo
eran: Álvaro Valverde, el
“Cachis, Chucho el
“Chacal”, el “Talachas”.
Éramos equipo local en el campo: “el Tecal”. Para ir a jugar allí,
el trayecto lo recorría a pie cruzando los terrenos del Rancho El
Molino, al regreso -lo hacía solo-, si había lechugas en algún
terreno me gustaba cortar sus corazones, eran una delicia.
Todavía en el presente cuando llego a comer los corazones de
lechuga, viene a mí una agradable evocación; las zanahorias eran
otras de las verduras que comúnmente se cultivaban y de las
cuales también disfrutaba; las cañas calmaban la sed.
Primera credencial del Maco
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Después de esa experiencia futbolera,
los compañeros de la Secundaria
formamos un equipo cuyo nombre fue
Secundaria Netzahualcóyotl.
Jugamos una corta temporada.
En seguida me incorporé al León B,
que denominábamos el semillero del
León A. De los integrantes recuerdo
a: Benja, Arrepentida, al Changa,
Fernando Canto, Chucho, Cachona;
pero especialmente a Jorge Cosío
amigo de Benjamín por ser un
destacadísimo jugador.
Disputamos la final del campeonato de Copa contra “El
Guadalupano”. Ganamos y nos llevamos el trofeo de copa.
Otro acontecimiento que viene a mi memoria es cuando en un
partido de fut, “el Pella” no estuvo de acuerdo con la actuación
del árbitro, terminado el juego, le reclamó su pésima actuación, de
manera iracunda y al calor de la discusión le dijo: “te voy a partir
el hocico”, el árbitro, ni tardo ni perezoso le contesto: “eso está
por verse”. Se inició el pleito, el pella le lanzó un derechazo, que
su contrincante cabeceó hábilmente, quedando a merced de su
rival, este se preparó para acertar un golpe letal, yo intuyendo lo
que iba a suceder, le asenté un empellón, para así evitar el
desaguisado. Bueno, total que en la cédula arbitral quedó
asentado el reporte: “el pella” intento de agresión y a mí
agresión. El castigo fue seis domingos para el intento y para mí un
año, suspendido de participar en la Liga Regional de Futbol de
Chimalhuacán. Cumplido el castigo, me reintegré con el León B.
LA FRACTURA
El partido de futbol LEÓN Vs GUADALUPANO que se efectúo en
la “lagunilla” resulto ser trágico. El partido se desarrollaba
normalmente cuando en una jugada le fracturaron la tibia y el
peroné a nuestro centro delantero, al Chucho. Al ver que tenía
una lesión severa, pues el píe materialmente colgaba de su pierna,
Primer trofeo con el equipo
León
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inmediatamente debatimos que debíamos hacer para que nuestro
compañero fuera atendido de su lesión. Hubo opiniones de que lo
debíamos de llevar al hospital de Texcoco o a la Cruz Roja de
Balbuena, finalmente decidimos por la segunda opción.
Procedimos a subirlo al coche del Arrepentida, lo colocamos en
el asiento trasero y en la parte de adelante íbamos con él dueño, el
Changa y yo. El Arrepentida condujo velozmente, llegando en un
dos por tres al hospital de la Cruz Roja, donde en seguida de su
ingreso le tomaron una radiografía y posteriormente le enyesaron
el píe posteriormente el doctor dio las instrucciones pertinentes
para el caso y dijo que ya podía irse a su casa.
En ese momento la tensión y la adrenalina que nos invadía,
comenzaron a bajar y tuvimos conciencia que debíamos llevarlo a
su casa y no sabíamos cómo iban a reaccionar sus familiares. Ya
de regreso comentamos cuál sería la manera más conveniente de
“entregarlo”. Hubo la propuesta de que lo dejáramos en la puerta
de su casa, tocáramos y en seguida podíamos desaparecer, esta
técnica se aplicaba cuando íbamos a dejar a alguno de los amigos
que ya estaba “muy tomado”. Bueno, así entre bromas y risas
llegamos a Chimal, cuando llegamos a casa del Chucho, nos
estaba esperando Juan García “el pangas” y ya entre los cuatro
cargamos al paciente.
En su casa nos recibió su mamá, Susana, al vernos preguntó: -
¿Qué le pasó a mi hijo?- Uno de nosotros respondió: -se lastimó
en el juego, y lo llevamos a que lo curaran-. El doctor nos dio esto,
dijimos, dándole la receta y le comentamos las indicaciones del
doctor.
Doña Susana estaba sumamente molesta y preocupada. Repetía: -
ahora ¿Qué le voy a decir a Ángel (papá de chucho)-.Después de
acomodar al paciente en su recámara nos retiramos como dice el
dicho: “con la cola entre las patas”.
Más tarde los amigos nos preguntaban si el Chucho ya estaba en
su casa, nuestra respuesta era: -ya está en su casa y está bien. Si
quieren pueden ir a visitarlo-.Eso de visitarlo era con la intención
de pulsar cómo el ambiente en su casa. Algunos compas fueron a
56
visitarlo y nos comentaron que estaba de buen ánimo y el ambiente
en su casa era tranquilo, inmediatamente fuimos a verlo, cosa que
se volvió una costumbre, todas las tardes nos juntábamos en su
casa alrededor de una docena de amigos, durante su
convalecencia aprendió a tocar la guitarra, que andando el tiempo
disfrutamos a plenitud.
TIDEES- Génesis
Surgió como un acto
de solidaridad, signo
que se mantuvo
como una
“filosofía”, y dio píe
a congregar a un
conjunto de
individuos que
pudimos encausar
anhelos, sueños de
forma positiva, para
nosotros mismos y
para la comunidad.
El fut nos sirvió de pretexto para dar salida a las inquietudes de
saber, de experimentar, de proponer y de pertenencia a un grupo
en el que se privilegiaba: honradez, lealtad, tolerancia, cortesía
pero por sobre todo amistad.
En1970 varios de los que posteriormente integramos al TIDEES
jugábamos en el León A de la primera división en la liga regional
de Chimalhuacán.
Un domingo al término del partido nos dispusimos a quitarnos los
arreos de juego, al tiempo que comentábamos las incidencias, una
de ellas terminó en discusión entre el Chucho y el “Coneja”, a
cada momento más acalorada hasta el punto que el Coneja le
“tiró” un derechazo al Chucho. Al momento otros miembros del
equipo intervenimos para que la cosa no llegara a mayores.
Primer equipo TIDEES
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Más tarde nos reunimos: Cachona, Arrepentida, Chucho y un
servidor para comentar lo sucedido, llegamos a la conclusión que
esas conductas no deberían tener cabida entre los miembros del
equipo. Que nosotros deberíamos hacerlo patente. Pero, ¿Cómo?
Lo consultamos con la almohada y también con otros amigos que
se solidarizaron. Hubo varias propuestas pero prevaleció una:
había que formar un equipo de fut, donde la característica
principal sería la amistad y también nos propusimos formar un
equipo campeón. Para lograr la meta, invitamos a varios jóvenes
futbolistas que destacaban en ese momento.
Larga y ardua fue la tarea de encontrar un nombre que llenara las
expectativas de los participantes. Se propusieron nombres de:
equipos famosos -nacionales e internacionales-, autóctonos, etc.
Pero no había consenso, hasta que surgió el nombre de TIDEES. –
“y ¿Qué es eso?” Preguntamos. “-TIerraDEEscudos. Pues, nada
más, ni nada menos que CHIMALHUACAN”.
Todos manifestamos nuestra aprobación con un sonoro aplauso.
Así recuerdo que nació el nombre. Una vez que ya teníamos el
nombre, nos enfocamos a conformar al equipo. Primero los
integrantes. Hicimos un análisis por posición: portero, defensas,
medios y delanteros. Muchos fueron los convocados. Participamos
de manera entusiasta proponiendo el diseño del uniforme, siendo
este amarillo -oro viejo- con azul. El escudo, naturalmente, fue el
de Chimalhuacán con un balón al centro; el fondo del cerro de
color azul, el fondo del escudo o rodela de color oro y los puntos o
círculos de color azul. El color azul representa el cielo y el color
oro el sol. Cualquier semejanza con los colores de la UNAM es
afortunada coincidencia.
Por fin llegó el inicio del campeonato. El equipo estuvo formado
por los siguientes fundadores: portero, el Javi; defensas, Changa,
el Padre y el Benja; medios yo y el Pointer; delanteros, Quino,
Marranito, Chucho, Julio, Arrepentida y suplente, Bernardo.
Participamos en la tercera fuerza, por ser un equipo “nuevo”.
Fuimos campeones invictos, accedimos a la segunda fuerza. A
partir de ese momento hubo una gran movilidad en el equipo. Mi
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hermano Quino me comentó hace unos años que él contabilizó más
de un centenar de jugadores que participaron en el equipo.
USTEDES CUATRO
En la nevería “el barrilito” nos reuníamos de forma habitual, una
tarde nos encontrábamos, en amena charla, cuatro amigos:
Barajas, Garrincha, Cachona y yo. De pronto una voz clara y
autoritaria exclamó: -“¡chinguen a su madre!”
Nosotros nos hicimos los occisos. Enseguida el de la voz,
encolerizado, dijo: -“ustedes cuatro no se hagan pendejos”. De
inmediato sentenció: -“¡chinguen a su madre!” Viendo que se
dirigía hacia nosotros nos levantamos como impulsados por un
resorte y le preguntamos: -“¿Qué te traes? Nosotros no queremos
pleito”. Él respondió: -“¿Quién de ustedes se va a partir la madre
conmigo?” A lo cual, Cachona dijo: -“va conmigo”.
Ya convenido el pleito, éste se inició a media calle, el oponente del
Cachona era más alto y corpulento. Dicho oponente atacó con un
ímpetu descomunal y el cachona con gran habilidad se lanzó
rodando a los pies de su rival provocando que perdiera el
equilibrio y callera al suelo, para ese momento se habían sumado
uno o dos amigos nuestros y dándonos cuenta que nuestro amigo
estaba en franca desventaja. Nos lanzamos a darle lo que puede
decirse una buena “madriza”. Pero no fue fácil ya que caía al
suelo y se levantaba para seguir en la pelea, hasta que en un
momento dado, se quedó quieto, de rodillas, después de unos
momentos se sacudió el polvo y sin decir una palabra se alejó de
allí. Los espectadores comentaban: -“está borracho” y otros
añadían: -“no sólo borracho sino también está cruzado”.
EL CARNAVAL
Al inicio de los 60´s, la época del carnaval marcaba una
temporada bien definida que era de fiesta. Contrastaba con la
cuaresma, tiempo en que la vida se tornaba más recatada. Mis
recuerdos se avivan. La música de carnaval hacía que nos
asomáramos a la calle para ver a “los huehuenches” que se
acercaban a la carnicería “La consentida” que era atendida por
Don Tomás.
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Cuando llegaban las cuadrillas Los Calaveras o Los Gavilanes,
frente al negocio. El cajero entraba y decía: -“Tomás ¿qué vas a
querer? cuadrillas o virgínea”-. Mi papá responde: -“Que esta vez
sea virgínea”-. En seguida, echa la cooperación, los huehuenches
bailan la mentada virgínea.
La cuadrilla o comparsa -como ahora dicen- visita a otros
negocios como por ejemplo: “La Flor silvestre”, atendida por la
Güera “la Chepa”, la carnicería de Don Crisanto Vargas, la
tienda de Rico, etc. También invitan a cooperar a algunas
personas del público y en esos casos, la cuadrilla dedicaba el
baile diciendo: -“la siguiente virgínea titulada “La Mano de
Dios” va dedicada para José de Jesús Chepo”-.
Ya en el S XXI, al carnaval de Chimal, lo veo como un movimiento
social, en el cual los nativos hemos encontrado un escudo -o
rodela- para defendernos de la terrible invasión que estamos
sufriendo. Pues, prácticamente nos hicieron sándwich; primero
por la parte baja -terrenos del lago- y posteriormente por el
Chimalhuachi. Ya somos una -pequeña minoría-.
Para tener idea de la fuerza de este fenómeno, hay que tener en
cuenta que actualmente existen alrededor de ochenta comparsas.
El carnaval nos da identidad.
CUAUTLA
La ciudad de Cuautla, siempre tuvo un atractivo especial: el clima
caluroso, la flora exuberante y colorida, los balnearios -de grato
recuerdo-: Las Tazas, Agua Hedionda, pero nuestro favorito era
El Almeal y la atracción especial, los bares.
Estando reunidos en los “Pollitos” de la panadería de Don
Laureano -junto a la puerta del atrio- comentábamos que en
Cuautla había unos bares donde el ambiente se ponía de “pelos”.
En esas estábamos cuando Cachona dijo: -“ya me están dando
ganas de conocer ese lugar, para ver si el león es como lo pintan”-
. -“Pues vamos organizando una ida a los bares de Cuautla”-,
agregó otro de los presentes.
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Una vez decidida la salida a Cuautla, nos dimos a la tarea de
resolver la logística: el transporte, el capital mínimo que cada
quién debía llevar, el itinerario, el número de compas, etc., etc.
Para el transporte, “el huevo”, un Chevrolet amarillo, llenaba
nuestras expectativas. En esas estábamos cuando se hizo presente
Camilo Néquiz -de San Lorenzo- en un coche nuevecito, del año.
Le hicimos la invitación con gran convicción y mucho ánimo que
no tuvimos que insistir mucho para convencerlo de participar a la
visita de los bares.
Y como dice el dicho “no hay plazo que no se cumpla”, llegó el día
tan anhelado por nosotros, nos juntamos en el Jardín Zaragoza
trece intrépidos aventureros. Llegando a Cuautla nos dirigimos a
lugar donde se localizan los tan mencionados Bares. Estuvimos
rondando por el lugar y nos decidimos por “El Barón Rojo”.
Todo marchaba sobre ruedas; ambiente agradable y buenos
tragos, hasta que al bar donde nos encontrábamos, entró la
policía. Notamos que a algunos parroquianos jóvenes les pedían
su cartilla militar (para acreditar que tenían 18 años o más). A
poco rato le tocó la revisión a la mesa donde nos encontrábamos,
a uno por uno nos pidieron la mentada cartilla, fuimos mostrando
el documento, cuando le tocó el turno a Rafa (el Gigio) un poli le
dijo: -“Su cartilla. ¡Muéstrela!” Rafa se buscó en la bolsa de la
camisa luego en las bolsas del pantalón, después de un hondo
respiro dijo: “-Se me olvidó en mi casa”.
El poli le dio indicaciones para que lo acompañara a afuera del
bar, ya en la calle lo subieron a la “perrera”. Salimos tras los
polis. Hablamos con el comandante en jefe, para que no se llevara
detenido a nuestro amigo. Después de exponer “nuestros
argumento$$$”, el comandante sentenció: -“Está bien, me han
convencido. Pero les advierto que si lo sorprendemos en cualquier
bar, nos lo llevamos detenido”.
Regresamos a liquidar la cuenta, con el ánimo por los suelos
decidimos regresar al pueblo.
Habíamos avanzado unos metros cuando Hugo dijo: -“¡Miren, allí
está el Robertote!” - ¡Sí, sí es!- Expresamos algunos. Nos
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acercamos, hasta quedar frente a él. Nos reconoció de inmediato.
–“¡Quihubole paisanos! ¿Qué andan haciendo por acá?” Nos
dijo.
Le contamos que habíamos venido a Cuautla a echarnos unos
tragos en los bares de la ciudad, le contamos lo que nos había
sucedido. Nos preguntó por las características de los polis. Le
dimos la descripción. –“Son de la municipal”, dijo. En seguida
preguntó en qué bar estábamos. Le dimos el nombre. –“No se
preocupen paisanos, que ahorita están con el subcomandante de la
judicial de Morelos. Vamos al Barón Rojo”. Llegamos al bar,
mandó llamar al encargado y le dijo: -“Mira Joel, estos
muchachos son mis paisanos. Te los encargo, cuida de que no los
molesten los polis de la municipal”. –“Comandante Valencia, no
se preocupe, yo me encargo de que esté todo bien”, dijo Joel. Se
despidió de nosotros. Ya con el ánimo renovado disfrutamos de
una velada muy entretenida.
Decidimos que ya era hora de retornar. Habíamos salido apenas
de la ciudad cuando el motor del “huevo” dejó de funcionar. -“Se
calentó el motor”- dijo Cachona que era el conductor. –“¿Y ahora
qué?”, preguntamos. –“La bomba del agua no funciona y así no
vamos a llegar a Chimal”. -“Entonces ¿Qué hacemos?” -“Hay
que regresar a la Ciudad de Cuautla”-, dijo Cachona.
Los otros amigos que iban con Camilo se regresaron al pueblo.
Con la encomienda de avisar a nuestros familiares de que íbamos
a llegar un poco más tarde.
Empujamos el coche para enfilarnos a la ciudad, como está de
bajadita pudimos regresar sin mucho esfuerzo. Esperamos que
amaneciera y como a las siete de la mañana alguien sugirió que
fuéramos al Almeal. Pues ahí vamos a nadar, el agua se sentía fría
-sólo al principio-. Ya con el baño nos despejamos, buscamos un
taller mecánico para que le hicieran la reparación al coche. El
mecánico dijo que en dos horas ya estaría reparado y nos dio el
costo.
62
Hicimos un arqueo a nuestros bolsillos y logramos reunir lo de la
reparación, para esas horas -once de la mañana- el hambre ya
empezaba a apretar y nosotros con muy poquito dinero para
satisfacerla. Como dicen que la necesidad aguza el ingenio. Hugo
nos dijo:-“Mi tío Rafael (Maldonado), es conductor de los
camiones Cristóbal Colón. Vamos a la carretera nacional para ver
si de casualidad lo vemos pasar”-.Nos dirigimos a la carretera.
Cuando detectábamos una unidad de los-autobuses- Cristóbal
Colón ser oía: -“¡Ahí viene uno! ¡Ahí viene uno!” Le hacíamos
señas, para llamar su atención y en una de esas reconocía a Hugo.
Para no hacerles el cuento largo después de muchos intentos, que
aparece un Cristóbal Colón, nosotros le hicimos señas, para
sorpresa nuestra que se detiene.
Yo vi que bajó el conductor, saludó a Hugo, sacó la cartera y le
dio una lana, se despidieron y el Cristóbal Colón siguió su camino.
Nos fuimos al mercado, allí nos echamos unos tacos. Ya con la
barriga llena, nos dispusimos a regresar a nuestro terruño. Así
que fuimos a despedirnos de la tía Julia Martínez que siempre nos
trataba muy bien.
Llegamos a su casa: –“Ya nos vamos tía, agradecemos tu apoyo y
tus atenciones”, le dijimos. –“No tienen nada que agradecer,
hijitos queridos, ya saben que esta es su casa y pueden venir
cuando les plazca. Antes de irse corten unos zapotes, para que se
los lleven a su casa”, respondió la tía Julia. Nosotros, ni tardos ni
perezosos, cortamos muchos zapotes negros, los colocamos en la
cajuela del “huevo”.
Llegando a Chimal los amigos se fueron quedando cerca de sus
hogares, al final sólo quedamos Hugo y yo. Una vez frente a mí
casa Hugo me pregunta: -“¿Tú crees que tu mamá tenga una bolsa
para llevarme mis zapotes?” -“Si, yo creo que sí- le respondí”
Hugo se dirigió a la tienda. –“Doña Angelina, ¿No tiene por ahí
una bolsa para llevarme mis zapotes?” Mi mamá, que se notaba
muy molesta y preocupada le dijo: -“¡Que zapotes ni que nada!
¡Váyase inmediatamente a su casa! Su madre lo ha estado
buscando”.
63
Nota aclaratoria. En el presente relato -sobre Cuautla- me tomé
una licencia literaria. Debo aclarar que los hechos aquí asentados
ocurrieron en varias, varias, var…., correrías en un período de
tiempo bastante amplio. En cuanto a los personajes, confieso que
he omitido a varios (una disculpa).
Servicio militar clase 1947. El Padre el primero en canclillas, de pie el
número ocho Benja. Varios conocidos en la foto.
Servicio militar clase 1948 Desfile 16 de septiembre de 1966: Maco
(primero), Chucho (séptimo) y Cachona (octavo)
64
EL PEPITO l PEPITO era de los más jóvenes, tenía otros amigos fuera
de la comunidad, de su misma edad. Es primo de los
hermanos Alonso y si algo lo distingue hasta la fecha, es su
capacidad de movimiento, es muy activo. Puedo decir, sin
posibilidad de equivocarme, de que consigue lo que quiere.
En lo que se refiere a los eventos, no se perdía ninguno. Su legado
es la dinámica que le impone a sus acciones.
Relato de AGUSTÍN ÁNGEL
JIMÉNEZ PALACIO
Nací el 2 de agosto de 1953 en
Chimalhuacán, Estado de México,
donde actualmente vivo.
Hablar de mi infancia es
remontarme a los mejores años de
mi vida y a la base de lo que ahora
soy. Crecí en una familia donde el
pilar para lograr una vida feliz
eran los valores, teníamos sólo eso, lo necesario; no tenía un
Black Berry, Wii, PlayStation, Xbox, lo que hacía en mi infancia
era jugar a las escondidas, al stop, al avioncito, a los quemados;
la hora de retirarme a mi casa siempre era la misma, cuando
obscurecía; mi mamá no me llamaba por celular sino que gritaba:
-“pa-dentro”; cuando me portaba mal no me mandaban con un
psicólogo sino que me disciplinaban con “correazos”,
chancletazos o con cualquier otro objeto que estuviera a la mano;
jugaba con mis amigos en vez de chatear; no existía el gel anti-
bacteria y jugábamos con tierra, mi infancia fue una chulada y lo
mejor: los padres y hermanos que tuve.
Desde muy pequeño me interesé por lo religioso, en ese tiempo no
entendía lo que significaba ser monaguillo ni la responsabilidad
que conlleva y así asistí a los sacerdotes en misa, junto con mi
hermano Dimas; al principio era pesado porque nos levantaban a
las 5 de la mañana para ir a misa de 6, y por la tarde eran los
rezos de las 6 de la tarde. En una tarde nos topamos con una
E
65
botella abierta de vino para consagrar y la curiosidad pudo más
que la inocencia, ya que jugamos a que yo era el padre, que
oficiaba una misa y siete monaguillos más, eran los feligreses.
Fuimos observados por el obispo Francisco Ferreira y por el
padre Jesús Fernández, quienes consideraron seriamente que yo
era candidato para ir al seminario a estudiar.
La primaria la estudié en la escuela Netzahualcóyotl hasta quinto
año; el primer año fue de jugar, jugar y jugar; el segundo año la
pasé medio traumado porque aún no tenía conocimiento de las
letras porque era muy travieso, lo que provocaba que la maestra
me pegara, hasta mandaron a llamar a mi mamá, en lugar de ella
llegó mi abuelita que me pegó con una vara de membrillo, quizás
por ello me volví más inquieto. En tercer año me pusieron el apodo
de “pepito” por ser tan travieso. El sexto año lo cursé en la
escuela José María Morelos y Pavón, porque mis padres tenían la
idea de que el certificado de una escuela oficial tenía más valides.
Allí conocí a Julio y nos hicimos amigos; teníamos un maestro que
nos motivaba a ejercitarnos: el salto del tigre, pirámides humanas,
donde yo iba hasta arriba y para terminar la primaria tuvimos un
festival de fin de cursos.
En la secundaria regresé a la escuela Netzahualcóyotl; hubo
reencuentro con mis ex compañeros de quinto año, entré a la
banda de guerra porque el uniforme era muy elegante. En el
segundo año tuve mi amor platónico: María Eugenia Alonso
Chombo.
Un recuerdo memorable fue que al cumplir 15 años mi novia: Sara
Martínez Arrieta mi deseo de acompañarla era muy grande, no era
aceptado por su familia y tenía que idear algo que ayudara a
realizar este deseo, así se me ocurrió que podía ayudar en la misa
como monaguillo y, después de una partida de ajedrez con el
padre Jesús Fernández, se lo propuse, le explique la situación y
aceptó, con una condición, que me confesara con él. Este logro se
lo comenté a Aniceto Martínez el “cheto”, el me ayudó a
conseguir la sotana y el roquete, necesarios para mi cometido,
acudimos con el Tripa, recién salido del seminario quien me
prestó el atuendo; “el cheto” se encargó de divulgar a los cuates
66
que iba a salir de monaguillo, yo estaba pelón, por mi ingreso a la
prepa. Al inicio de la misa me doy cuenta que la iglesia está llena
de amigos y que todos me miran con sonrisas burlonas, muy
diferentes a la de la mamá de mi novia que era de total odio; debo
decir que por allí debe estar el testimonio ya que se sacó película.
Adolfo, Pepito, Rosita Sánchez y el doctor Fernando Canto
El bachillerato lo hice en el CCH Naucalpan. El primer trabajo
que tuve fue como auxiliar del Juez conciliador de Chimalhuacán,
después una compañera de bachillerato me invitó a trabajar como
profesor en el Conalep dando dibujo técnico. Más adelante mi
hermano Dimas me insistió que hiciera examen para chofer de
turismo, lo que hizo que conociera este ramo, me dedicara a él
conociendo varias ciudades de la república y hoteles de lujo. Lo
que más me fascinó fue la ruta que contemplaba: ruinas mayas,
Sayit, la Labná, Uxmal, Cobha, Chichenitzá y Tulum.
Tengo una anécdota que contar: llevaba turistas alemanes en un
tour que comprendía: plaza de las tres culturas, Xochimilco,
Garibaldi, Cuernavaca, Taxco y Acapulco. El caso es que el guía
me dijo que me había vendido con una mujer, ella, más tarde,
67
comentaba que le dio 100 dólares y que para mí eran otros 100,
que porque estaba muy necesitado [¿no sería al revés? en lugar de
pepito te deberían llamar ¡Ke-pito!]. Otra más: el cumpleaños que
me festejaron en Cancún, me llevaron a un bar y pidieron que me
cantaran las mañanitas, además estuvo a mi disposición una
edecán muy especial, pidieron bebidas y, como a la media hora, se
nos unió un joven, diciendo que quería estar con nosotros, luego
desapareció, presentándose más tarde con un pastel en las manos,
fue una fiesta inolvidable.
Un grato recuerdo es el gol que le hice al Milán de San Lorenzo,
ya que con ese gol pasamos a la final, fue un pase del Garrincha,
cuando hice el gol el defensa contrario se barrió, de tal forma, que
al caer tuve un raspón en gran parte de la pierna izquierda, no me
importó el dolor, había sido el responsable del paso de nuestro
equipo a la final. En una ocasión estábamos celebrando algo en
una propiedad del Maco, llegó la “Mere”, amiga de todos, se
dirigió al Maco y lo invitó a una fiesta a Loma Bonita, Oaxaca,
después hizo lo propio con todos nosotros y, como estábamos a
“medios chiles” aceptamos; partimos a las 7 de la noche en un
“bocho”, éramos 7; temprano llegamos a la casa de la fiesta,
después no bañamos en rio Papaloapan, tomamos otra botella y
ese mismo día nos regresamos a Chimal, así éramos los Tidees.
68
EL JAVI L Javi, persona con compromiso, hereda de sus ancestros
el amor por el progreso, la alegría de vivir y las buenas
maneras de relacionarse con los demás. Su desarrollo
profesional lo llevó a ser el juez más joven del pueblo.
Junto con Pabello, son los únicos de la
agrupación que lograron la distinción
de ser presidentes municipales. Como
futbolista su carrera fue corta, fue
portero del equipo, pero prefirió atajar,
en su tarea política, los problemas
causados por el crecimiento
desordenado que sufrió el municipio,
desde dos administraciones anteriores a
la suya.
En la administración 82-84 hubo dos tomas del edificio de la
presidencia municipal, primero por atacar el problema ancestral de
la tenencia de la tierra y las invasiones, y segundo, el crecimiento
desmesurado y desordenado en el municipio debido al flujo de la
inmigración al centro del país y al desbordamiento de la población
en el vecino municipio de Netzahualcóyotl. Las acciones de
firmeza de Alfredo del Mazo, Gobernador de la entidad, y la
administración municipal, lograron la planificación y desarrollo
que posibilitó la estructura que tanto presumen en la actualidad.
Lo más importante en su administración es la solución del
problema entre los pobladores del municipio y algunas
administraciones federales que tuvo lugar durante muchos años: la
seguridad jurídica en los terrenos de la desecación del lago de
Texcoco en beneficio de los primeros.
A mí no me corresponde dar las razones por las que el futuro
brillante destinado para el Javi en política no se dio, sólo lamento
que no haya habido gobernantes municipales con su capacidad. Su
legado a las generaciones futuras es que el progreso debe estar en
la mira de todo ser humano y que se debe de dar con alegría.
E
69
Relato de JAVIER ELADIO MARTINEZ GALICIA
PRESIDENCIA MUNICIPAL Y la desincorporación federal de los
terrenos producto de la desecación del lago de Texcoco.
La presente narrativa pretende compartir, con quien esto lea, el
sentimiento de mi orgullo de ser originario de esta “tierra
bendita” que me vio nacer, hacer y conseguir un lugar como
presidente municipal de Chimalhuacán que a cualquier paisano
distinguiría, por ello estas líneas no podrían entenderse sin que se
haga un recuento somero de algunas vivencias que marcaron mi
proyecto de vida.
Creo que, sin ofender a la historia de este pueblo, tomando como
referente: el decreto que desincorpora del dominio federal, los
terrenos producto de la desecación del Lago de Texcoco,
instrumento jurídico que pone fin al conflicto histórico, que
enfrentó por más de medio siglo a los naturales de Chimalhuacán
con la Federación; en virtud de que distintas Administraciones
federales echaban mano del principio constitucional que se
enmarca en el artículo 27 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y los Chimalhuaquenses oponían, a tal
principio, los diversos títulos y concesiones, que sobre estos
terrenos tenían y que los propios ejecutivos federales expidieran
en diversas épocas a favor de dichos pobladores.
Como se ha dicho, Chimalhuacán recupera con este decreto la
seguridad jurídica que esta “generosidad” planteaba, mientras
que el Gobierno del Estado de México tomaba el control de los
derechos de quienes habían sido objeto de atropellos, vejaciones y
maltratos por defender lo que era suyo, los chimalhuaquenses, y
que la autoridad arbitrariamente, al ir en contra del “Iusfruendi”,
no permitía su cabal ejercicio que es característica de todo
propietario.
LA ESCUELA NETZAHUALCÓYOTL
En alcance de este escenario, en este Chimalhuacán que se vuelve
recuerdo, que enriquece nuestra memoria, cómo no traer, aquellos
años mozos, cuando queremos “comernos el mundo a puños”;
cómo no recordar a la Institución que a la fecha sigue siendo
70
emblemática y que es almacigo de sueños y proyectos, me refiero a
la Escuela de Las Madres -colegio Netzahualcóyotl-, crisol de
apegos y ensueños, fortaleza de espíritu y trampolín de muchos
distinguidos Chimalhuaquenses quienes como yo, recorrieron sus
salones, sus prados, aquellos lugares donde se gozaba el recreo,
en compañía de inolvidables compañeros de clase, la terraza que
en esos tiempos se hacía inmensa, y porque no, su oratorio que
con visitarlo reforzaba nuestra creencias religiosas; hoy, con
renovado espíritu, sigue manteniendo los motivos y razones que
tuvieron un puñado de ilustres nativos para fundarla, por ello es
importante conocerla, ya que fundamentalmente también es
herencia de nuestros padres.
Esta institución nace con la idea de que existiera en
Chimalhuacán una Institución Educativa que permitiera a los
niños y jóvenes, por medio de su formación con inspiración
religiosa, una alternativa de educación de calidad, misma que
desde su génesis fue confiada a las Religiosas de la Congregación
de las Carmelitas Descalzas.
Es mediante el acta del 18 de febrero de 1951 cuando reunidos en
el local de la calle de la Avenida 20 de Noviembre, los miembros
de la Mesa Directiva de Padres de Familia y un grupo de varios
Jefes de Familia, resolvieron : 1.- Con motivo del fuerte trabajo
que origina la construcción de la escuela, se convino en aumentar
el número de miembros. . . 2.- Se felicitó a los miembros de la
nueva mesa por su espíritu entusiasta de colaboración, 3.- Se
creyó conveniente repartir en varias comisiones los diversos
trabajos de colaboración para la escuela y quedaron nombrados
las siguientes comisiones, (sic), 4.- Se acordó extender los
nombramientos respectivos a cada una de estas comisiones a
efecto de que puedan ponerse a trabajar. . . Se acordó igualmente
que el tesorero, Don Luis Martínez, al conseguir nuevas cuotas,
las comunique al secretario para anotarlas en el libro y que las
entregas que los interesados vayan haciendo a cuenta de sus
cuotas se hagan a la señorita María Bautista, Directora de la
Escuela (sic). Dicha acta, es incorporada a la Escritura 25712
tirada ante la Notaria Número 69 del Distrito Federal en fecha 11
de agosto de 1951, escritura que contiene el Fideicomiso que da
71
existencia legal a esta Institución y para su trámite oficial
correspondiente a la Escuela Particular Netzahualcóyotl, de
Chimalhuacán, y es por mediación, asesoramiento e intervención,
ante Banco Nacional de México, del señor Luis G. Legorreta,
donde él era consejero, que se obtiene todo este trámite.
Por virtud de que se convino en la Cláusula séptima de dicho
fideicomiso: que su duración sería por el termino de treinta años,
a partir del año 1951, es la Congregación de Religiosas,
pertenecientes a las Carmelitas Descalzas, quienes se hacen cargo
de cumplir con el cometido de promover educación de calidad y
formación científica con inspiración religiosa, es como opera
dicha Escuela dando, durante todo este tiempo, prestigio a la
Institución y distinguiéndose, en la región, precisamente porque la
impartición de las diferentes asignaturas a sus educandos siempre
fue trascendente.
Durante todo este tiempo la Escuela se inicia con la Primaria, y,
al tiempo convenido durante el fideicomiso, ya contaba con
Comercio y Secundaria; así mismo mediante las gestiones y el
trabajo comprometido de los Padres de Familia representados por
un patronato, fue como la madres, Columba Suárez, Filomena
Ávila Débora, Blanca Margarita Serafín Iniesta, Ana María
Alonso Martínez, entre otras de memorables recuerdos, se logran,
mediante sus buenos oficios, la construcción de más aulas, talleres
e incluso un auditorio al aire libre, instalaciones que albergaron
a innumerables alumnos y que fueron cuna de su acervo cultural
para ser mejores personas.
Se inspira este proyecto en el más puro sentimiento de proponer a
la niñez y juventud Chimalhuaquense una formación educativa
basada en: construir en el ser humano cimientos de valores hacia
la familia, hacia la comunidad y hacia su patria, inspirados por
principios religiosos que permitieran al alumno tomar conciencia
de su vida futura frente a una sociedad cambiante y muy
necesitada como era la sociedad Chimalhuaquense de aquel
entonces.
72
Con la permanente formación religiosa propuesta por las madres
carmelitas, se logra la consolidación de la Escuela
Netzahualcóyotl y con la instauración de la Sección Comercio se
da alternativa a jovencitas para que, preparándose por medio de
una carrera corta comercial, tengan oportunidad de valerse por sí
mismas y compitan con los varones a obtener espacios de trabajo
que permitan su superación, tanto académica como personal, y así
teniendo como padrino al señor Luis G. Legorreta, se sabe que
hoy, responsables padres y madres de familia, pudieron
vislumbrar una opción de mejoría al interior de sus propias
familias.
Con posterioridad se instituye la secundaria y, que al igual que la
Sección Comercio, bajo la siempre comedida dirección de las
religiosas, logra esta escuela una destacada presencia en
competencias regionales, estatales y nacionales, obteniéndose por
su calidad y creatividad en los concursos Artísticos y de “Trabajos
Manuales”, variados reconocimientos y premios y por otra parte
a través de sus egresados, en la competencia acceder a lugares en
las diferentes instituciones educativas de nivel medio y superior
instaladas en la Ciudad de México, sin omitir que también algunos
de sus alumnos ingresan a diferentes seminarios en seguimiento a
su vocación sacerdotal.
Con todo lo anterior se crea una conciencia generalizada tanto en
la población de Chimalhuacán como en sus alrededores de que es
la escuela Netzahualcóyotl, conocida como “De las Madres” la
mejor opción para la formación de sus hijos, en virtud de la
seriedad y la calidad de la educación ahí impartida.
Es a principios de los 80s., que desafortunadamente estas
religiosas Carmelitas deciden dejar la dirección y el control de
dicha escuela, ahora nos lamentamos el no haberlas entendido, y
dejarlas ir no obstante el bien que hicieron al pueblo de
Chimalhuacán, pero si estamos seguros que su proyecto se alcanzó
obteniendo logros que muchos ahora festejamos.
Hoy en coordinación con la Diócesis de Texcoco, esta escuela es
dirigida por un sacerdote que funge como Director General,
73
recreándose de nueva cuenta el espíritu que la imaginó, y como
el “ave fénix” levanta el vuelo que le ha caracterizado, hacia
nuevos horizontes, nuevos estadios de vida, haciendo mérito de la
filosofía de quien lleva su nombre, buscando: “amar el Canto del
Cenzontle, pero más amar a nuestro hermano el hombre:::”
porque es su semejante, así nos lo legó el Poeta Netzahualcóyotl.
En esta retrospectiva, como referente histórico, hoy el saldo de
este loable esfuerzo nos lleva a conocer, de esta noble institución,
que muchos de sus alumnos ejercen sus profesiones como
egresados de las más reconocidas universidades del país, de
Institutos tecnológicos de reconocido prestigio, inclusive de
titulaciones y estudios de posgrado en el extranjero, sin dejar de
mencionar las aportaciones -en las que me incluyo cuando
también fui “aprendiz de cura”- que en vocaciones sacerdotales
hizo esta institución a la clase eclesiástica de la región con
respetables curas presbíteros y no menos entregadas religiosas.
Con todo lo anterior, al haber conocido parte del saber que era
necesario para buscar nuevos horizontes, es como el “Alma
Mater” nos da cobijo y nos acepta como preparatorianos, en la
insigne Escuela Nacional Preparatoria, plantel número 1,
“Gabino Barreda”, hablamos inclusive de haber sido testigos del
“bazucaso” que en aquel 1968, marcara la historia de la lucha
estudiantil y que fuera parte aguas para hacer diferentes
generaciones de universitarios a la fecha..
EL DEPORTE
En este “inter”, y con el vigor que la juventud concede, ocurren
hechos que no fácil se olvidan y por ello como no traer a la
memoria el haber pertenecido a ese grupo de jóvenes que en un
mismo interés, en ese entonces, aprendíamos a discernir, apoyados
en la práctica del deporte y como integrantes del Equipo de Futbol
“TIDEES” -Tierra de Escudos-, soñar con llegar a ser
consumados deportistas, el que escribe, no lo logró, por ello son
inolvidables el Arrepentida, Benja, Quino, Maco, Chucho, Padre,
Cachona, Barajas, Tepis, Pepe, Lorico, Pointer y Alejandro (el
anaku); sin embargo se ha de precisar, que esta etapa de vida, nos
enseñó a convivir, a compartir experiencias e inicialmente a
74
proyectar una nueva generación que tuviera como fin común, el
desplegar nuestras alas y aprendiendo a volar, encontrar nuevos
horizontes que nos permitieran ser diferentes, siempre en
superación constante y en servicio por los demás.
DESARROLLO PROFESIONAL
Después, y con todo ese bagaje oportunamente acumulado, al
tener la oportunidad de ingresar a la Facultad de Derecho, seguir
entendiendo que la obtención de la justicia: es un camino lleno de
abrojos y de sinsabores, sobre todo cuando el que la pide, no tiene
los recursos para allanar este camino, por lo tanto la idea de ser
jurisdicente, impulsaba, dentro de la cultura del esfuerzo, a seguir
obteniendo el conocimiento que nos llevara en un futuro
ineludible, lo mismo que a Ulpiano, a encontrar el camino para:
“dar a cada quién lo que se merece”.
Encontrar en estas aulas de nuestra Alma Mater a nuestros pares,
es común, por ello cual “Quijotes” con: Francisco Gallo
González, Gregorio Cisneros Rancho, Francisco Morales Bautista,
Jorge Reyes Bravo entre otros, se inicia en el ejercicio del
patrocinio la defensa de los desprotegidos, siendo el Ejido de
Santa María Alpuyeca en el Estado de Morelos, donde nuestros
“pininos” como asesores y defensores de los ejidatarios nos llevan
a recuperar para ellos el Balneario Palo Bolero, mismo que
detentaban abusivamente un grupo de particulares para su
beneficio y no para la comunidad.
Este primer encuentro con los herederos de Zapata, nos deja de
manera gratuita, que el poderoso enderece sus baterías en nuestra
contra y en contubernio con las autoridades, obstaculizar nuestro
trabajo de Defensoría a favor de los ejidatarios y posteriormente
perseguidos sin razón legal alguna, bueno, finalmente los
ejidatarios no nos pagaron, pero como nos divertimos.
75
LA POLÍTICA Ya en el último año de la carrera, la vida me dio la
oportunidad de intervenir en la vida política y administrativa de
mi “tierra bendita” y con el apoyo de en aquel entonces de un
grupo de aguerridas mujeres conocidas como “Las Adelitas”,
comandadas por doña Ignacia Hernández de Canto, integro la
Planilla para el Ayuntamiento 1976-1978, en mi calidad de Juez
Menor Municipal, cargo que resultó estratégico para conocer
meridianamente la situación que guardaba la Propiedad Privada y
Ejidal en su conjunto así como la integración del Territorio
Municipal Chimalhuaquense.
Es aquí donde, de manera más directa, nos enteramos de cómo lo
nativos de nuestra tierra, enfrentan la defensa de sus terrenos que
en renglones arriba hemos citado y que son producto de la
desecación del Lago de Texcoco, inclusive el conflicto de Límites
con los municipios colindantes: así como la “definición de las
dotaciones de terrenos ejidales”, problemas estos que con el
tiempo se convirtieron en rezagos históricos, debido a la pugna de
intereses entre diversos actores de nuestro Municipio.
Debo mencionar que al igual que el suscrito, un ilustre
Chimalhuaquense nacido en el Barrio de San Agustín, en
76
comunión de metas y propósitos, también se ocupaba de
plantearnos la solución de los problemas que ya se generaban con
el crecimiento desmedido de la población en nuestro Municipio,
ello porque Ciudad Netzahualcóyotl ya no tenía para donde
crecer, y expulsaba hacia el municipio más cercano a toda esa
gente con la expectativa de generarse un patrimonio en donde
vivir, y sí, ese lugar fue Chimalhuacán.
Este crecimiento fue motivo de agudizarse el problema que se
refería a la Tenencia Legal de los citados predios que el Lago
dejó, cuando la Federación desde que pone en marcha un
programa de recuperación del Lago y con el proyecto propuesto
por el Dr. Nabor Carrillo, el Plan Lago Texcoco ya definía las
superficies a afectar, todo ello en razón del contenido del Artículo
27 Constitucional, que propicia enfrentamientos con quienes, en
razón de sus títulos y en el ejercicio del “Ius Abutendi”, decidían
fraccionar sus terrenos para ofertarlos a quienes ya no cabían en
los municipios aledaños, principalmente Netzahualcóyotl y el
propio Distrito Federal.
Se ha dicho que este ilustre nacido en el Barrio de San Agustín
Atlapulco, por corresponderle ser el primer edil en el periodo
1979-1981, le toca enfrentar esta problemática que amenazaba
inclusive dividir y partir en dos a nuestro municipio, fueron sus
esfuerzos y sus convenios con el Gobierno del Estado que hicieron
posible, terminara su gestión promoviendo la seguridad jurídica
que se necesitaba para resguardo de los derechos de propiedad de
los diversos grupos de pequeños propietarios de los multicitados
terrenos del Ex lago.
Viene a mi mente en este instante lo presenciado, por el suscrito,
en una reunión en la que el insigne Natalio Vázquez Pallares le
narraba a Leopoldo Sánchez Celis, los pormenores de su
actuación como Delegado del Partido Revolucionario Institucional
en Veracruz a propósito de tiempos electorales para renovar
Ayuntamientos y le ilustraba como se fue haciendo la selección de
aspirantes a alcaldes y es que después de entrevistar a un
sinnúmero de pretendientes al cargo y teniendo como respuesta, a
la pregunta ¿Usted quiere ser Presidente Municipal?: mire Usted
77
señor Delegado, si el partido me distingue y la ciudadanía lo
aprueba, el voto del ciudadano haría que yo fuera presidente… y
así en esta generalidad fue obteniendo este tipo de respuesta; ya
cansado de tanta entrevista y no haber encontrado al aspirante
adecuado, le quedaba uno por entrevistar, ya un tanto fastidiado
por lo meloso y lo estudiado de las respuestas obtenidas, le dice
al último de los aspirantes: “haber Usted, quiere ser presidente
municipal de su pueblo? Y el interpelado le contesta; “¡¡¡¡Un
chingo señor Delegado!!!” …bueno pues Usted es el candidato.
Ello, porque al suscrito, le llega a ocurrir circunstancia parecida y
es que cuando aspiro a ser Presidente Municipal de esta “tierra
bendita”, también lo fue con ese sentimiento que embargó al
último de los entrevistados de Natalio Vázquez Pallares, ¡sí!, la
vida me dio la oportunidad de ser Presidente Municipal de
Chimalhuacán, en el periodo 1982-1984, obvio con la anuencia y
el respaldo del Partido Revolucionario Institucional, distinción
ésta que, como se ha dejado asentado, cualquier Chimalhuaquense
quisiera tener, y es que esta oportunidad se me hizo importante y
se realiza con ello el proyecto que, desde la escuela
Netzahualcóyotl, hice mío.
Debo precisar que es en esta gestión cuando el decreto que
desincorpora los terrenos del Ex lago de Texcoco, del dominio que
constitucionalmente le otorgo a la federación, y al entregarlos al
Gobierno del Estado de México, oportunamente se aprueba en
coordinación con el Gobierno del estado encabezado por Don
Alfredo del Mazo González, el Primer Plan Parcial de Desarrollo
Urbano para Chimalhuacán, mismo que sirvió de base para
diseñar y controlar el crecimiento irregular y así iniciar con
orden, una nueva etapa en la vida de este Municipio, que llegó
registrar el más alto índice de crecimiento poblacional debido a la
llegada a este territorio de muchos mexicanos que creyeron que
Chimalhuacán seria su segunda patria.
Esta experiencia que marcó mi vida, siempre fue con el
acompañamiento de generosos Chimalhuaquenses que
comprometidos con su propia historia, en su momento fungen
como directores, jefes de departamento y comedidos integrantes de
ese Histórico Cabildo y dejan huella a su paso al frente de estas
78
responsabilidades, lograr que el Problema de la Administración
del agua dejara de ser coto y botín de unos cuantos y convertirse
en un organismo descentralizado, hizo que se construyera una
administración de este preciado elemento para bienestar de los
que ya estábamos y proporcionar una mejor expectativa a los que
después llegaron.
Encontrar como respuesta a la Seguridad Social y proponer desde
aquel entonces la seguridad de los trabajadores del Municipio,
hizo que se construyera la Delegación del SUTEyM, instancia que
a la fecha distingue a muchos trabajadores al servicio del
Municipio y que se reitera da seguridad y beneficio de quienes
deciden su disponibilidad por trabajar en esta Institución llamada
H. Ayuntamiento de Chimalhuacán.
Se ha dicho de la pugna histórica por delimitar frente a otros
municipios el territorio de Chimalhuacán, sin olvidar las
diferentes mutilaciones que sufrió nuestra tierra bendita y así
conformar los territorios de municipios aledaños, desde ese
entonces y por acuerdo de cabildo, se manifestó la inconformidad
con los límites territoriales municipales, ya que estas mutilaciones
en todos los casos se hicieron de manera unilateral por los
gobiernos estatales en turno, así quedo expresado y así quedo
registrado en los contenidos de los acuerdo de cabildo
correspondientes a esa época.
Muchas otras actuaciones nos distinguen a los integrantes de ese
cabildo, sin embargo, consideró que las descritas son rectores y
permitieron el despegue de Chimalhuacán, hacia una
supervivencia que se hiciera notar frente al concierto de los demás
Municipios del Estado de México, y por ello estamos orgullosos de
nuestra memoria y de nuestra historia, ya en otro momento,
habremos de ampliar la narrativa de otras experiencias, que como
se ha dicho nos hicieron “ser gente” y con ello frente a nuevas
generaciones quedar humildemente en el escrutinio y juicio que se
solicita se generoso por parte de esa gente nueva, que
seguramente también ama a Chimalhuacán.
Protesto lo necesario. Lic. Eladio Martínez Galicia.
80
EL JOSÉ LUIS osé Luis pertenece a la llamada tercera generación del
TIDEES. Sumamente fuerte, jugaba de defensa; tenía unas
pantorrillas enormes; me contó que en un clásico de futbol
americano Poli-Universidad, allá por los años setentas,
presentaron a los veteranos de ambos equipos, el cronista al
nombrarlos mencionó a su papá, pero como difunto, rodaron
algunas lágrimas en sus ojos -de su papá- al escucharlo, dice que
de don Rubén heredó las pantorrillas.
Relato de JOSE LUIS VARGAS
MURILLO
Agradezco a los fundadores del
club de futbol TIDEES por
tomarme en cuenta como integrante
de este equipo de tradición, mismo
que generó muchos sentimientos
encontrados en la liga de futbol de
Chimalhuacán; muchos quisieron
pertenecer a este grupo pero pocos
lo lograron, me parece que generó:
envidia, enojo y temor al
enfrentarlo deportivamente. Era un equipo bien formado, que no
era aguerrido sino que tenía algo que los sacaba a flote: la
amistad y camaradería que tenían dentro y fuera de la cancha.
Empiezo por decirles que llegué a este equipo, en lo que puede
considerarse como la tercera generación, invitado por el
Marranito, no tuve la fortuna de jugar con todos los fundadores
del TIDEES, pero si con la mayoría y allí encontré amistad y
aceptación. Con honestidad puedo decirles que no quería al
equipo y que cuando jugaba en contra de ellos le echaba muchas
ganas para derrotarlo, como cuando pertenecía al equipo
“Internacional”, equipo del “tachuela”, se buscaba el triunfo no
por los puntos, sino por orgullo; los partidos entre nosotros
sacaban chispas. Recuerdo que después de cada partido había
convivencia en la casa club que tenían en una casa en obra negra
en la avenida Netzahualcóyotl, a un costado de la iglesia, otras
J
81
veces en el restaurante de la “Casa Alonso”; también organizaban
posadas cada fin de año y había reuniones familiares. Algo de lo
que me siento orgulloso es que allí logré tener amistades reales
que a la fecha conservo; con el tiempo los fundadores del equipo
fueron retirándose por motivos personales, yo tuve la fortuna de
darle continuidad al equipo con el apoyo de dos personas que
siempre estuvieron al pendiente del nombre del equipo: el Quino y
el Pointer (qepd) que me respaldaron cuando todos los iniciadores
se fueron; siempre me he sentido orgulloso de esta tarea.
Maco, Isabel (su esposa), Marco jr., José Luis y Cachona
Cuando se puso de moda el futbol rápido formé dos equipos de
futbol, uno femenil y otro varonil con el nombre TIDEES y los
inscribí en la liga de San miguel, con el primero salimos
subcampeones de liga y con el segundo no hubo mucha suerte.
82
Más adelante formé un equipo de veteranos donde invité a varios
jugadores fundadores del club, quienes por sus ocupaciones
personales no aceptaron, si lo hicieron el Quino y el Pointer, más
adelante se integró el Julio que se hizo cargo del equipo más
adelante, se dice que le cambió el nombre a TIDEESSUTEYM.
Cuando desapareció el equipo de veteranos con consentimiento
del Quino les puse nuestro nombre, mismo que he defendido a
“capa y espada”, tal es el caso de una persona de Xochiaca que
usó el nombre y al reclamarle me dijo que había jugado varios
partidos con el equipo original, además le gustaba el nombre; lo
presioné de tal manera que terminó quitándole el nombre a su
equipo. Actualmente tengo un equipo de futbol rápido con el
nombre y me parece que es una forma de mantener vigente el
nombre, ya que, desde mi punto de vista, nadie de los fundadores
se ha interesado de saber que pasa o ha pasado con el nombre, lo
que yo hago es para que los jóvenes que escuchen: TIDEES sepan
la historia y trayectoria de este equipo en la liga regional y en la
liga de futbol rápido.
Reitero mi agradecimiento a quienes me hicieron la invitación
para exponer algo de lo que viví en este equipo, que fueron
siempre cosas agradables y paradójicamente de no querer al club,
pasé a sentirme orgulloso de ser parte de él, formar parte de su
historia y que le he dado continuidad a la existencia del club de
futbol TIDEES.
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EL MARRANITO al como el mismo se describe: fue un vago, bueno para el
futbol y siempre bailarín, con la característica de todo
miembro del equipo: amor por la vida, por la amistad y por
la familia. Su legado, vivir con intensidad.
Relato de ARTURO SÁNCHEZ BUENDÍA
Mi historia es algo corta donde
incluyo lo más relevante de mi vida.
Considero que mi infancia fue muy
bonita. Asistí a la Escuela José María
Morelos y Pavón y a los ocho años
hice mi primera comunión, en esa
edad pertenecí al coro de la parroquia
de Santo Domingo de Guzmán. Siendo
niño fui vago, me encantaba ir a las
fiestas de los barrios, a la “gorrita
café”, esto me trajo muchas llamadas
de atención por parte de mis padres.
Soy originario de Chimalhuacán, mis padres: Félix Sánchez
Gálvez y Enedina Buendía García; mis hermanos: Estela, Rafael,
Eliseo, el Padre, el Cachona, Concha, Felipe e Hilda. Cuando era
niño sucedió un hecho que tengo gravado, fue cuando las tropas
entraron al pueblo, porque había problemas políticos internos en
el municipio, entonces estudiaba en la secundaria y las cosas, de
verdad, se pusieron del “cocol”. En la parte positiva puedo decir
que lo que más me gustaba era salir en los bailables, como el día
de la primavera o con motivo de la navidad, pero por sobre todo
bailar el Jarabe Tapatío el 15 de Septiembre, ¿Los maestros? Eran
muy sensibles, nos pegaban por cualquier cosa.
MI ADOLESCENCIA
A mis 16 años fui con amigos, ya mayores, a Ciudad
Netzahualcóyotl, los cabrones con los que iba, nos dejaron a otro
amigo y a mí, eran como a las 11 de la noche, nos regresamos
solos con todos los riesgos que esto conlleva, no pasó nada, sólo la
“chinga” que me pusieron mis padres. En una de esas excusiones,
en un baile, en “Xochiaquita la bella” [barrio de Chimalhuacán]
T
85
conocí a una muchacha a la que hice mi novia: bonita, agradable
y con una sonrisa cautivadora, en pocas palabras, linda en todos
los aspectos; el problema es que era de Tlalnepantla y nunca más
la volví a ver, fue algo triste y decepcionante. En aquel entonces
no trabajaba, sólo ayudaba en el negocio de mis padres, ayudaba
en la atención de su carnicería, éste oficio, el de carnicero, lo
aprendí. En alguna ocasión en la secundaria, la directora, la
madre Blanca nos sorprendió robándonos la fruta de unos árboles
que cuidaban mucho, como castigo nos pasó salón por salón,
diciendo a todos que se cuidaran ya que éramos unos rateros, fue
algo realmente vergonzoso.
EL TIDEES DE MIS AMORES
El primer equipo con el que jugué fue con el San Abul, también
conocido como Tampico, de los amigos unos jugaban en este
equipo y otros en el Leon A; mi mejor amigo desde entonces era el
Quino, ya que nos entendíamos bien dentro y fuera de la cancha;
fue en ese tiempo que conocí a una mujer maravillosa, a mi novia,
conocida como “Lulu”, que actualmente es mi esposa. Las mejores
jugadas en el equipo fueron con el Chucho, yo le ponía los pases y
el anotaba los goles y el terminar invictos fue algo realmente
satisfactorio.Haber jugado en el equipo significó mucho para mí,
el hecho de convivir con mis amigos y al mismo tiempo con mi
familia.
Como dije ante,s me casé con Ana María de jesús Valentino y
tuvimos seis hijos: Luis arturo, Mónica araceli, Maribel, Israel,
Ulises y Dulce maría. Lo que más me gusta de mi pueblo es el
tradicional Carnaval, su baile lo practico desde los ocho años y mi
comparsa siempre fue: Las Calaveras.
A todos mis amigos gracias y les deseo lo mejor.
86
EL MARCOS l Marcos pertenece a la segunda generación; algunos
fundadores se retiraron de la actividad deportiva o habían
emigrado a otros equipos y él ocupó ese espacio. No tuvo
una participación significativa en los eventos de tipo social
o cultural pero sí en lo deportivo.
Relato de: MARCOS CEDILLO CASTILLO
Nací en el barrio de San
Pablo en el municipio de
Chimalhuacán el 25 de abril
de 1953, por razones
desconocidas mi registro
aparece con el año de
1954.Nací en una familia
humilde, muy humilde;
éramos cuatro hermanos y les
comento que a veces no
teníamos ni para comer,
nuestra dieta diaria: frijoles,
que calificábamos como
manjar y siempre: tortillas
con sal.
Nuestra vestimenta: La que nos regalaran los vecinos o, de otro
modo, encuerados, sólo con calzón; en cuanto al calzado: siempre
andábamos descalzos; en el vecindario el que tenía zapatos era
considerado de dinero, el de huaraches, de clase media y nosotros
de la clase baja. De cualquier modo era muy feliz y esto me lo
proporcionaba el juego con mis amigos, con los que normalmente
jugábamos al “Tarzán”, ya que donde yo vivía había un terreno
con muchos árboles a los que les colgaban muchas ramas y de
ellas nos colgábamos para pasar de uno a otro, esto era todos los
días, por eso repito muy seguido: qué tiempos aquellos señor don
Simón.
Cursé mi primaria en la escuela oficial José María Morelos y
Pavón y la terminé con buenas calificaciones; después me
E
87
inscribieron en la ESFIR [Escuela Secundaria Ignacio Ramírez, de
Texcoco], allí aprendí muchas cosas entre ellas: El futbol;
continuamente salíamos a competir con otras escuelas de la región
y hasta la capital en Toluca donde quedamos en segundo lugar.
Comencé a practicar el futbol en el barrio con el equipo Puebla de
tercera división, donde jugaba una persona que se la pasaba
dando gritos y al cual le tenía pavor, nunca jugué a gusto por ese
hecho. Entré al equipo Monterrey de primera división del mismo
barrio, mi posición era medio izquierdo y destaque con ellos en 5
o 7 temporadas; otro equipo donde jugué fue en el Tiburón B
durante 4 o 5 temporadas, me salí porque me reemplazaron por
otro jugador y me fui al Tiburón A y después al tiburón C. Se me
hizo la invitación para jugar en el TIDEES y acepté, llegué a un
equipo que estaba en la segunda división y era conocido por todos
como burgués, después jugué en el Tampico del mismo barrio, de
éste regresé al equipo Monterrey, donde terminé como jugador
reconocido y por último terminé jugando en equipos de veteranos.
Ésta es la historia de un burgués que no sabía que lo era. Qué
lindo fue todo esto y si se pudiera lo volvería hacer.
- Hijos de los TIDEES
88
EL CHEPO on el Chepo se termina lo que podríamos llamar la primera
generación. Su carácter jovial y puntilloso señalaba, de
manera muy marcada, las exageraciones de los demás,
como cuando platicaba sobre la pintora Rosa Valverde,
amiga del grupo, quien fue a radicar a Alemania y cuando
regresó, tres años después, el la imitaba: <<¿Cómo se llaman esos
granos de color café que se comen después del guisado?>>.Hoy
es Doctor investigador Universidad Pedagógica Nacional, Unidad
Campeche.
Su legado es el amor y la entrega al
conocimiento, no desmiente a quien dice que
la persona inteligente se conoce por la
precisión y la síntesis en la expresión o la que
afirma que la irreverencia es sinónimo de
inteligencia, es todo esto y mucho más.
Relato de JOSE LUIS CANTO RAMIREZ
CHIMALHUACÁN: OTRAS MIRADAS, OTRAS VOCES
AYER - HOY
Lo que aquí se encuentra escrito es producto
de lo que la memoria me proporciona, si
falta algo, el chimalhuacanense que lea esto,
o cualquier lector que lo conozca, tendrá la
posibilidad de agregar o de quitar. Más
bien, es el relato pensado y escrito de cómo
vi y cómo viví una etapa de mi vida en este
pueblo.
CHIMALHUACÁN, ¿CÓMO ESTÁS?
Con los efectos que la distancia genera, producto de la nostalgia
de haber vivido en ti y contigo durante aproximadamente 22 años;
la perspectiva y la impresión que hoy a 24 años aproximadamente
de haberme autoexiliado de Chimalhuacán,- para buscar un
desarrollo personal y profesional;- desde un lugar como
Campeche, situado a por lo menos 1300 kilómetros de distancia-;
C
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los ojos y los lentes con los que veo la realidad de este pueblo; la
puedo expresar de esta manera:
Chimalhuacán, eres un pueblo cercano a la capital, -28 kilómetros
te separan del principal zócalo del país- y actualmente formas
parte de lo que hoy se considera la zona metropolitana de la
Ciudad de México; o bien el Valle de México.
Hoy, formas parte de ese gran monstruo urbano que constante y
diariamente está lleno de polvo, contaminación y de problemas;
una vista aérea, digamos que una radiografía de ti, nos dice que
demográfica y lentamente caminas y quieres comerte y
desaparecer el cerro del "Chimalhuachi"; otrora, lugar de idas de
pinta y de aventuras cuando yo era niño.
Hoy, enero de 1998 (fue escrito en ese tiempo) me encuentro ante
ti, te observo y te veo, das la impresión de que el tiempo y la
modernidad fueron implacables contigo. Todo indica que la
cercanía con la capital del país en lugar de hacerte un bien, te
dañó, pues los conceptos de modernidad y de desarrollo; por lo
tanto de avance y de progreso se amalgamaron y se fundieron
para estar, en un lugar como éste, de una manera caótica.
Chimalhuacán, ya no eres ni la décima parte de lo que vimos
cuando te conocí, -en enero de 1959, cuando apenas tenía 5 ó 6
años de edad-, en ti experimenté en ese tiempo, vivencias,
sensaciones y emociones, que hoy puedo expresar, tales como: tu
olor a tierra, a tierra mojada cuando llovía; la oscuridad de tus
calles pues no tenías ni luz ni pavimento, tu ambiente con olor a
pueblo, con el olor a humo de cocina, de cocina "jodida" que por
dondequiera que uno pasaba se antojaban las tortillas que las
señoras en sus casas humildes, torteaban.
Hoy la modernidad no solamente te alcanzó, sino que llegó a ti, te
rebasó y te aplastó, quitándote la esencia de pueblo, de pueblo
campirano; donde seguramente la modernidad y el progreso
estaban ausentes, pero la tranquilidad estaba presente.
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Te veo transformado, despides, caos, desorden urbano y familiar,
hacinamiento y promiscuidad; por lo tanto, la agresividad urbana
producto del contagio citadino que te cubre y te rodea; así como la
violencia social en general, y el pandillerismo en particular, te
transformaron y te convirtieron en un Chimalhuacán bravo,
“broncudo” e irritable; basta con hojear los periódicos
nacionales, específicamente su nota roja y casi a diario hablan de
ti. No se te ve para nada higiénico y saludable; es decir,
difícilmente podría señalar que transmites a tu población salud
mental.
Paradójicamente, hoy estás lleno de gente extraña, con costumbres
también extrañas. Ajenas a ti, que ha llegado de diversos puntos
del país a encontrar una posibilidad y una oportunidad de
sobrevivir; quizá pensando que lo logrará automáticamente con la
sola cercanía de Chimalhuacán con la gran ciudad de México.
¿LA IDENTIDAD DE PUEBLO?
En este trance, se perdió y tal vez nunca se recupere la
sensibilidad de saber dónde inicia un barrio y dónde culmina.
Hoy, parece ser que todo en su conjunto, es un solo barrio y de un
solo color: gris cemento. Si desde siempre fuiste vecino de Ciudad
Netzahualcóyotl, hoy eres solamente la extensión de ésta, da la
impresión que te tragó.
Se perdió esa vida comunitaria para las actividades cotidianas del
pueblo; en donde a casi todos conocías y casi todos te conocían; y
las muestras las puedo encontrar en cualquiera de los momentos
de la cotidianidad de ese tiempo.
Así por ejemplo, estando en pleno centro del Distrito Federal,
concretamente de la terminal de Autobuses -en La Soledad o en
La Merced- subirse a un camión de pasajeros con rumbo a
Chimalhuacán que dijera Loma Directo, era encontrarse con
todos los conocidos y vecinos de cualquiera de los barrios en ese
trayecto que duraba casi una hora o más.
El tiempo transcurría conversando con los pasajeros conocidos, se
enteraba uno de la vida diaria, cotidiana y hasta íntima y personal
91
de las familias que integraban los barrios; quiénes tenían
problemas económicos, quiénes tenían problemas familiares; en
ese trayecto también los pasajeros fuimos testigos, de iniciación de
romances, de ligues nuevos, comentados, muy comentados,
reencontrados y reconstruidos y que posteriormente terminaron en
matrimonios y/o en divorcios, según les haya ido.
Así, con más detalles: los que se sentaban hasta atrás del autobús,
sobre todo de las 6 de la tarde en adelante, casi siempre eran las
parejas; en esos trayectos se hacían negocios; se establecían
acuerdos, se iniciaban amistades; se propiciaban compadrazgos se
planeaban escapadas al cine con la amiga, con el amigo; con el
vecino etc.; era una verdadera sociología en contubernio, de la
vida cotidiana.
Paulatinamente a medida que ha pasado el tiempo, esto también se
fue transformando; pues no solo se acrecentó el número de la
población; sino también los modos de transportarse; hoy, subirse
a un camión de esos, es porque verdaderamente se tienen ganas de
perder el tiempo; hoy lo moderno, lo actual es transportarse en
combis, peseros o taxis; para finalmente culminar con el tren
férreo y el metro, o bien a la inversa, y por supuesto, no se conoce
a nadie.
¿Qué pasó con esa vida pueblerina que tanto caracterizó a la
niñez y juventud de esa época? ¿Qué sucedió? ¿Dónde quedaron
tus barrios?
En donde a los niños, nos daba lo mismo ir ya sea en camión
"chimeco", o atrás colgado de las escaleras, oliendo el humo de su
gran tubo de escape junto a ellas; de "mosquita" desde Santa
María, hasta San Lorenzo, o de regreso sin importar el día ni la
hora, pues daba lo mismo ir en el día que en la noche, aun cuando
fuera en plena oscuridad. O también, regresarse caminando
solamente con la compañía de los perros y sus ladridos; por las
oscuras y en ocasiones empedradas y frías calles, accidentadas
por los hoyos que los propios camiones propiciaban, junto con la
lluvia y la tierra que bajaba del cerro el "Chimalhuachi".
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¿POR QUÉ SE LOS TRAGÓ LA MODERNIDAD?
Voy a tratar de explicarlo, visto ahora desde los ojos de un
autoexiliado, de andar otros rumbos y en otros lares; pero con el
pensamiento y la memoria fija en un lugar, en donde además de
estar una parte de mis familiares; también es el lugar que me
despertó la conciencia a los momentos adversos que la vida
depara a cualquier ser humano.
Por lo que habría que empezar por hacer un recuento de cuáles
fueron las cosas que aprendí de este pueblo campirano que a pesar
de tener adversidades, algunas naturales y otras provocadas
(como la sequía del Lago de Texcoco) y que a su vez provocaron
un comportamiento socio laboral y cultural en el habitante
Chimalhuacanense, también tiene (o tenía) sus bondades. Así, te
recordamos con todos los barrios con los que rodeabas el cerro
"El Chimalhuachi".
CHIMALHUACÁN AYER
Para llegar a ti, -existe una distancia aproximada de 28
kilómetros- llegando desde la capital del país, del centro, o de
México como decíamos en ese entonces; al llegar a Piedras
Negras iniciabas por la colonia Guadalupe; seguía Santa María
Nativitas; luego está Chimalhuacán (la cabecera); después el
barrio de San Pedro; enseguida, el de San Pablo; más adelante el
de San Juan; avanzando, el de Xochitenco; después el de
Xochiaca; luego San Lorenzo; después, San Agustín; luego San
Sebastián y por último, La Magdalena. Todos se comunicaban por
un sólo camino más o menos circular; lo cual implicaba que al
llegar a este punto, uno se encontraba nuevamente en la carretera
México -Texcoco.
LA INFANCIA (1959-1966)
La infancia se dio en dos escenarios principalmente: con los
amigos de la cuadra o del barrio y en la escuela. En el lugar
donde vivía, siempre fue un barrio bravo, pues vivir junto o
enfrente a Los Canillas, -eran palabras mayores, digamos que era
ser un habitante VIP (se pronuncia viaipi) de grandes ligas-.
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Así se le conoce a esa familia numerosa que ocupa por lo menos
una gran extensión de terreno de una cuadra, que vive en contra
esquina de la casa señalada con el número 45 de la calle
Venustiano Carranza.
En esa zona, ellos, eran prácticamente los que manejaban la vida y
controlaban casi el destino de quienes así lo habían decidido. Es
decir, de ellos, dependía lo que tenía o debía de hacerse con
relación a las cuestiones sociales y religiosas; fiestas,
peregrinaciones, procesiones, veladas, posadas, etc., digamos que
eran o son el prototipo de una familia extendida, nunca jamás una
familia nuclear, en donde se podía aplicar la frase aquélla de los
tres mosqueteros: uno para todos, y todos para uno, aglutinación
total.
Eran capaces de pelearse con el más plantado de la comarca,
hasta llegar incluso hasta la muerte. Vivíamos entonces, los Canto
Ramírez, en el barrio de ellos. Vivir, o mejor dicho, convivir con
los hijos de Don Juan, Don Alejo, Don Higinio; Don Roberto, fue
casi siempre una odisea, pues no eran bien vistos; a pesar de que
los aceptaban, por la gran parte de los demás vecinos que
circundaban la zona.
Por su parte, Doña Lolita mi madre, oriunda de San Francisco del
Rincón, Gto. - que por cierto en marzo del '96 conocí ese lugar,
muy bonito-. En la zona donde vivíamos era aceptada e
identificada como una mujer buena sumisa y abnegada, que sabía
cocinar muy sabroso y que con sus tres varones -Arturo, José Luis
y Víctor- y sus dos hijas - Alicia y Gloria- era una de las tantas
madres analfabetas, que proliferaban en esa época y cuyo esposo
Don Gabriel, mi padre, con una escolaridad de apenas cuarto año
de primaria, contrastaba con su carácter autoritario, rígido, agrio,
gruñón, prototipo del macho mexicano, -aunque creo que
correspondía a las características de los papás de esa época-. Por
cierto tenía un oficio muy interesante, trabajaba como ebanista en
la preparación de escenarios donde se filmaban las películas
mexicanas y algunas extranjeras. Se tomó muchas fotos con
artistas famosos, luego nos las mostraba y comentábamos detalles.
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LA ESCUELA NETZAHUALCÓYOTL
Era una escuela primaria-secundaria mixta, particular, católica;
es decir, asistíamos a ella, niños y niñas. Esta infancia, estuvo
perrona, (me gustaría volver a vivirla), es decir, llena de
emociones sobresaltos, novedades, accidentes leves,
característicos de los niños, travesuras, unas temerarias, otras no
tanto, aprendizajes, errores, aciertos, juegos, alegrías, tristezas,
partidos de futbol jugados con pelotas que costaban $ 1.50 de
aquéllos, que sí valían, realizados a la salida de la escuela cuando
estaba en la primaria.
O bien, a altas horas de la noche en el atrio de la Iglesia de Santo
Domingo de Guzmán cuando estaba en la secundaria; vivencias en
la escuela Netzahualcóyotl en donde me enseñaban puras madres;
aclaro, es decir religiosas de la orden de las Carmelitas
Descalzas, pues además de que nos enseñaban religión y
catecismo, tenían otras cualidades, algunas estaban grotescas,
digamos que feas, -sí, feas con f de foco fundido y subrayado con
rojo-, y otras, estaban guapas, de todas maneras causaban temor y
miedo, con su peculiar forma de vestirse y de entender la
educación y la enseñanza.
En donde los actos protocolarios como los festivales
característicos del ciclo escolar; así como los relacionados con los
símbolos y fiestas patrias; además de los que tienen que ver con la
vida en la escuela; hacían que aceptáramos, aunque no
entendiéramos, lo que se vivía en esa época en la escuela.
Aunque en particular, ya estando en la preparatoria y trabajando
al mismo tiempo, logré entender lo que a continuación explicamos.
Por ejemplo: desfilar, un 5 de mayo o el 16 de septiembre
característicos desfiles de cualquier pueblo; era una hazaña,
solamente superada por los Niños Héroes; porque se daba toda
una competencia; generada por las propias monjas con las demás
escuelas de cada uno de los barrios que componen el municipio de
Chimalhuacán; y que por lo mismo se propiciaba una rivalidad; se
manifestaba en los concursos de conocimientos, así como en los
eventos deportivos de cualquier tipo.
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Recuerdo que asistir entonces a la escuela de las madres; no era
asistir a cualquier escuela; era estar en ¡una buena escuela! según
la madre Blanca – aunque creo que se emocionaba, directora de
ese entonces- y esto, nos lo trasmitían, como se dice comúnmente:
entre pecho espalda y oreja todos los días antes de entrar a los
salones, al estar formados y más bien uniformados con los
característicos colores azul marino, rojo y blanco; de ahí el mote
de diablos rojos de las monjas, bien ganado por cierto, ese
uniforme que orgullosamente decían que portábamos, era el
disfraz pues; con el que los alumnos de las otras escuelas nos
identificaban.
¿Pero, cómo un diablo en una escuela? donde no se podía
mencionar esa palabra porque se enojaba Dios. Y si por el otro
lado, el lado opositor, estaban los de la escuela oficial, casi los
herejes; -uffff!!!!, qué conflicto!!!!-, en esa escuela iban los que no
tenían para pagar. ¡N'ombre cómo íbamos a ir a esa escuela ni lo
mande Dios!
Mientras, en la terraza de la escuela, antes y después de rezar; con
el correspondiente sermón diario a cargo de la ilustre madre
Blanca, nos machacaba y aburría con obviedades, ahora las veo
así, nos embarraba en la cara, los problemas porque: no dimos la
cooperación para el agua, el cine, no fuimos a las excursiones a
los balnearios del estado de Morelos; los uniformes, los libros, los
concursos de conocimientos, la disciplina interna de cada salón,
las asistencias, los retardos, las ausencias, las tareas, las
enfermedades, los logros, -uff, con razón todo mundo detesta la
primaria-, es decir, la escuela no es como la pintan, es peor.
Destacaba también, las idas de pinta de algunos de los alumnos
más atrevidos.
Por lo general, eran los más grandes; las fiestas religiosas que se
avecinaban, los preparativos para los bailables en los festivales de
fin de cursos, de cumpleaños del Ilustrísimo Señor Don Luis
Legorreta, (después me enteré que era uno de los dueños de
Banamex), benefactor, patrono y casi dueño de la escuela; así
como también del cura del pueblo: el padre Chucho. Tío de
Barajas, -éste, gran cuate por cierto-.
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En donde las preferencias discriminatorias de estas madres hacia
los alumnos; eran personales y familiares, a determinados
alumnos estaban presentes; así, recordamos a la madre Blanca, su
voz y la de su séquito (las madres: María, Elvira inolvidable por
su carácter, -era como Kalimán, implacable con los alumnos; la
madre Filomena inolvidable por su aspecto grotesco, Adelina,
Ludivina, Ana Evangelina, Gonzalina, etc.).
Cuando se dirigía a las niñas Rico; los niños Alonso; los niños
Reynoso de Xochitenco; los niños Escalona de San Lorenzo; los
niños Palacios de San Pedro; las Gutiérrez de la Cabecera; los
niños Gómez de la colonia Guadalupe; los niños Valverde de San
Pablo y que ahora viven en San Pedro; los niños Gavilanes de la
carretera; los niños Canto, o sea mis primos y nosotros, entre ellos
yo, de la Cabecera; las niñas Reyes de Xochitenco; ahora
emparentados éstos dos últimos; a través del matrimonio de
Julieta Reyes con Víctor Canto; los niños Corona; las niñas
Buendía de la Cabecera; y los niños Buendía y Rodríguez de Santa
María; se nos escapan muchos más; pero éstos eran la
representación típica, de alguna manera deseada, del perfil de
alumnos que las madres preferirían tener entre sus aulas; es decir,
puros alumnos sumisos, obedientes, robots memorizadores y
reproductores del conocimiento. ¡Vaya, vaya educación!
Había otros que por su rebeldía también destacaban; como los
Primavera, los Coria, los Barrera, los Gálvez; éstos sí que les
dieron guerra a las monjas, creo que las canas verdes, surgieron
en estos conflictos, tanto en primaria como en secundaria.
Donde la manera de entender los premios y las calificaciones, en
ese entonces no era tan fácil; hoy después de haberlo vivido se
entiende lo que ellas pretendían; o más bien lo que se pensaba, por
ejemplo; a la hora de las calificaciones era una verdadera
competencia sólo comparada con los juegos olímpicos, pues sólo
determinados alumnos, por cierto casi siempre los mismos en cada
ciclo escolar, eran los que obtenían no solo las mejores
calificaciones sino también obtenían los mejores premios y
estímulos.
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Así por ejemplo; el sistema era entregar medallas, de excelencia,
de honor de aplicación de buena conducta; y los mismos sistemas
eran también para las bandas y los diplomas; casi siempre
también eran para los mismos alumnos. Siempre me preguntaba,
¿por qué será que sólo ellos lo logran?; ¿será que no soy capaz de
hacerlo? ¿Será que sólo ellos son inteligentes? ¿Será que yo soy
muy güey y nunca lograré obtener esos premios?, pero estaba
chico, era ingenuo…, tampoco me deprimí…, ni me causó trauma
psicológico…., jaja.
LAS CUESTIONES RELIGIOSAS
Las idas a la Iglesia eran frecuentes, el padre Chucho, sus regaños
sermoneados tanto en el acto mismo de la celebración de la misa,
como después de ella; nos tenía acatarrados es decir, dogmatismo
puro. Y al rato, éste, ya estaba "gorreando" el desayuno, la comida
o la cena como si nada hubiera pasado, en la casa de algunos
profundamente católicos, arrepentidos y sobre todo minutos antes
regañados, lo admiraban tanto, que casi lo confundían con el ser
Supremo, o con Dios.
LAS VIVENCIAS DEL 1966-1968.
Recuerdo esta etapa como un cambio brusco, tanto de la manera
en que nos trataban las monjas, como en la que nos daban las
clases. Después de haber sido un alumno aplicado en la primaria,
(medalla de excelencia en kinder y primero; medalla de aplicación
en cuarto y sexto, medalla de honor en quinto; en sexto, chin!!!,
me robaron la medalla, es decir, se la dieron a otra alumna; o sea
despojo vil.
Fui un alumno travieso muy travieso y terriblemente inquieto en la
secundaria, fase muy tortuosa sobre todo cuando el profesor
nunca supo asumir su responsabilidad como tal; en donde había
maestros tan tediosos como aburridos para dar sus clases: así de
la materia de biología, sólo aprendí a decir monocotiledóneas,
terrible y horrible la monja pa’ dar sus clases; de lo demás ya no
nos pregunten. Por ejemplo el de inglés, en tres años que lo
llevamos, sólo aprendimos a decir tres frases u oraciones muy
desarticuladas: I am, Your are, etc.; o bien: tisisanelephant y de
98
ahí no pasamos, ¡en tres años! Después, tuve que estudiarlo
verdaderamente para poder más o menos aprenderlo.
Al grado de reprobar tres materias en tercero de secundaria:
física, química y matemáticas, con el mismo profesor Manolo y su
pequeña fiera voladora; poco faltó para quedarme a repetir el
año; aquí por supuesto que no obtuve ninguna medalla, ni siquiera
de bronce, vamos, ni de la Virgen de Guadalupe. Estuvo ufff, muy
complicado. Bueno reprobé hasta recreo me ca’i.
Así pasé este periodo, tan rápido como juguetón, tan acalorado
como sudoroso; tan travieso como ingenuo. En ese tiempo, en el
barrio, teníamos fama mis hermanos y yo por ser sumamente
callejeros, las preocupaciones de mi madre, desde luego, que no
eran para menos.
Paralelamente a ello, estaba el mundial de futbol Inglaterra '66,
conocimos a Bobby Charlton, Wembley, etc, por televisión, claro.
Y aunque no teníamos televisión, solo unas cuantas familias en el
pueblo, poseían ese poderosísimo aparato, -bueno hasta la fecha
sigue siendo poderosísimo…, para embrutecer a la población-.
Por el rumbo de la casa, doña Teresa esposa de Don Alejo; nos
cobraba 20 y 50 centavos por ver perder, -perdón, ver jugar a la
Selección Mexicana de futbol, (ya desde esas fechas se decía que
todas las derrotas dejan un aprendizaje significativo, y que lo
importante no era ganar sino competir; sobre todo para la
juventud y para el deporte nacional en vías de desarrollo, o sea
lavadas de cerebro.
Dependiendo del tiempo que permaneciéramos viéndola,
constantemente mis hermanos y yo nos escapábamos a verla
aunque los dueños del aparato no quisieran, o ya tuvieran ganas
de dormir, incluso en más de una ocasión, supuestamente
acostados en el piso intentando ver la televisión, también nosotros
nos quedábamos dormidos; sin saber doña Lola, dónde
exactamente andaban sus hijos.
99
También por esa época se le ocurrió a Don Gabriel, nuestro
padre, la bendita idea de poner una tienda-miscelánea, La
Pequeña, se llamaba.
¡¡¡¡Dónde se le ocurre eso!!!, con eso, nos coartaron nuestra
libertad, para andar en la calle, (peor que en Almoloya), pues
había que atenderla a fuerza; lo cual implicó con mucha
frecuencia, frustraciones ante el hecho de ver a los amigos que se
iban a las fiestas, a las reuniones, a jugar etc., y nosotros a
atender la tienda.
Aquí empezó la experiencia de andar solos y de compras por los
rumbos de la Merced, que ya por esas épocas, se consideraba
peligroso.
En ese tiempo también además, era una obligación aprender a
bailar, para poder asistir al lugar específico que se destinaba para
ir a ver, sí a ver, a los grandes grupos y orquestas de esa época
que con frecuencia llegaban a lo que se denominaba el Palacio
Municipal; con quince o dieciséis años de edad, así conocimos a la
Sonora Santanera, Pérez Prado, Alejando Cardona, Carlos
Campos, La Sonora Veracruz, La Sonora Maracaibo de Los Reyes
la Paz, Los Aragón, El Conjunto Africa, Mike Laure por supuesto,
Chelo y su Conjunto, se me escapan algunos, pero creo que estos
fueron los más representativos.
Paralelamente a ello, con el conflicto estudiantil del ‘68, año en
que terminamos la secundaria, había que pensar en seguir
estudiando, por lo que hicimos trámites correspondientes para
intentar ingresar a la Vocacional de la Ciudadela, que en esos
momentos había pasado ya la tragedia de Tlatelolco y se intentaba
restablecer el orden y la tranquilidad nacional; pues bien, nos
dieron fecha para presentar el correspondiente examen de
admisión y que acudimos a la cita, pero, cual va siendo nuestra
sorpresa que quienes nos debían de vigilar dizque para no copiar
eran nada menos que ¡los soldados del ejército!, casi nos da
diarrea del puro susto.
100
Recordamos que nos pusimos tan nerviosos que sencillamente nos
atarantamos (más aún), a grado tal que no sabíamos qué era lo
que estábamos resolviendo; eso nos causó tanto miedo, que
sencillamente no regresamos por el resultado.
EL PERIODO DE LOS SETENTAS
Después vino otra época parranderil, digamos que más
evolucionada con: El Acapulco Tropical, El Costa Azul, La Luz
Roja de San Marcos, Los Sonorritmicos y otros que se me escapan.
En este periodo, recuerdo, que nuestro sueño más anhelado era
ser jugador de futbol profesional, nos imaginábamos jugando en
los grandes escenarios como el Estadio Universitario, o el Estadio
Azteca, ya me veía corriendo por la banda derecha, la narración
era de Ángel Fernández y sus expresiones; me pongo de pie…, a
todos los que quieren y todos los que aman el futbol…,
Pero nuestras habilidades y arrojo eran mucho menos, a grado tal
que en nuestras primeras incursiones en los campos de futbol,
recordamos el primer día estrenando uniforme blanco todo,
porque ya trabajábamos en el banco. En el primer minuto de juego
y en el primer intento de contacto con el balón ¡zas¡ que se
produce un encontronazo y que me fracturan el brazo izquierdo.
Estuve enyesado casi un mes; pero para mí mala suerte más aún,
hubo la necesidad de posteriormente operarme, porque las partes
dañadas pegaron mal; o sea que estuve cerca de tres meses
enyesado. Total que aunque me gustaba practicar el futbol y
quería seguir jugando no lo lograba porque las circunstancias no
lo permitían.
A mis casi 17 ó 18 años, me dediqué a trabajar y a insistir y
probar suerte en diferentes escuelas, pues mi terquedad por
ingresar al bachillerato o a la vocacional era mucha; y así anduve
buscando y probando en dos o tres escuelas, pero ninguna me
agradaba; hasta que me decidí y me propuse iniciar y terminar en
la preparatoria, en la Isaac Ochoterena -que entre otras cosas
históricas, fue la que originó el conflicto estudiantil en el 68, pues
101
estaba cerca de la Ciudadela y que terminó en masacre el 2 de
octubre de ese año.
En ese tiempo estudiaba y trabajaba; salía de Chimalhuacán a las
5:30 de la mañana y llegaba nuevamente a la casa como a las 11 ó
12 de la noche; sabía que era una presión fuerte; y solo alcanzaba
a ver que cuando salía a trabajar, todo mundo estaba durmiendo y
cuando regresaba, los encontraba exactamente igual (durmiendo);
al grado de pensar que solamente hacían eso, dormir.
También por esos años, hubo cambio de amistades, pues era
frecuente salir con mis primos, Fernando y Pepe; ellos, eran más
grandes que yo y tenían obviamente otros amigos; con los cuales
integramos un equipo de fútbol, TIDEES, así aparecieron los
Gómez: Alfredo, Bernardo, Alfonso, los Alonso: Benjamín,
Marcos, Quino, el Changa; los Valverde: Hugo; Albino, el
infaltable José Barajas y otros más; o sea, los mismo con
diferentes edades, que coincidimos cuando estábamos chavitos, en
la multicitada, escuela de las monjas.
Ahora ya crecidos, con ellos, no solamente fue convivencia, en la
cancha, sino también “combebencia” fuera de ella, el lugar más
común de la reunión social; casi siempre era alguna de las
bancas del jardín enfrente de la Iglesia, ahí en bola,
comentábamos las peripecias de cada uno; de acuerdo a lo que
nos sucedía, en los distintos escenarios de donde nos
relacionábamos; ya fuera en el trabajo; o bien en la escuela o en
ambos.
En ese tiempo investido de IP, como me decía el Garrincha,
entraba a las 8 de la mañana y salía a las cuatro de la tarde del
banco; para entrar a las cinco a la Preparatoria y salir entre
nueve y diez de la noche e iniciar la danza del regreso, dado que
con frecuencia había problemas para ello.
Ya estando en la preparatoria empezaron las idas al cine, al
teatro, al fútbol tanto soccer como americano en los estadios en
vivo y a todo color, vivir y disfrutar de partidos de fútbol.
102
La combinación comunicativa y de interrelación de primos
(Salvador, Fernando, Pepe y el Mur) y amigos de esa época
(Maco, Cachona, Hugo, Albino, Julio, Barajas), casi todos más
grandes que yo, fue dando como resultado que convirtiéramos las
prácticas de futbol, en algo más que solo tirar patadas al balón.
Si bien el TIDEES, representó en esa época el sentir de un grupo
de jóvenes inquietos principalmente por lo deportivo, la
combinación de costumbres y tradiciones, fue la representación
cultural de lo que en ese tiempo vivíamos en el Chimalhuacán de
los 70’s.
Este periodo está muy bien descrito por el Cachona, explica con
detalles, anécdotas que vivimos intensamente. No se me olvida que
los brindis de fin de año casi siempre eran en la casa del
Arrepentida. Había que llegar a su casa como pudiéramos. Casi
siempre de aventón con los que tenían auto.
Si bien fue convivencia intensa, fue para mí, la última en este
plano de la convivencia del periodo TIDEES.
Recuerdo que había pleitos entre nosotros porque quien decidiría
las alineaciones para jugar, no satisfacía a todos. Siempre hubo
inconformidades, aunque luego se disipaban.
Después hubo intereses personales-individuales por proyectos
laborales y de vida específicos, que hicieron que siguiéramos
rumbos diferentes.
No se me olvida que una vez acompañé al Garrincha, a Bernardo
y a Albino (éste era el guitarrista) a darle serenata a sus novias,
era por San Lorenzo, un lugar oscuro sin pavimentar, y se
prepararon para sentirse Los Panchos o Los Tres Ases, o algo así,
y empezaron a cantar y ya encarrilados, empecé a aullar y en eso
salieron ladrando como diez perros, nos corretearon y ufff, lo
romántico inmediatamente desapareció. El Garincha me decía:
mira cabrón si te sigues sintiendo lobo…, te voy a madrear….,
Tuve que decidir por mi supervivencia, es decir, dejé de aullar…,
Después de eso, otros más cuando querían ir a dar serenata se
cuidaban de que yo no fuera, les echaba a perder sus sentimientos
103
y les rompía sus corazones. Francamente nunca me sentí con
ganas de ir a dar serenatas, me gustaba ir para ir a echar
desmadre, eso sí me encantaba…,
Años después de los años 76-80’s, aunque recuerdo muy bien la
muerte de Ángel Rico (bueno en realidad de los dos, padre e hijo).
Así apareció la convivencia con Rafa, David, sus hermanos. Mis
cuates habían cambiado, pues los primeros se habían casado,
arrejuntado o como fuera. Hubo una convivencia muy fuerte con
Hugo y Albino, -por razones de intereses ya no estaban los
primeros y/o se trasladaron a otros espacios para vivir. Luego la
convivencia con Néstor y Willy, sobrinos del Changa. Con él
mismo. Siempre me decía: José de Jesús…,
Finalmente en el 79’ entro a trabajar al Seguro Social, tomo la
decisión de independizarme y vivir sólo. En ese tiempo, ya fuera de
Chimalhuacán, Dejé de ver a mucha gente, -bueno hasta la fecha
no he visto a muchos-.
Así, comencé a tejer también experiencias, también muy
gratas…entonces mi vida dio un giro y de repente me encuentro
viviendo en Campeche.
En un congreso internacional
Ahora en febrero 2013, el Maco me localiza por internet y se
entera que existo, así, concertamos una ida al Café Tacuba en
junio 2013, nos vimos Cachona, Maco, Julio, Barajas y yo, nos
contamos muchas anécdotas y lo que hacemos cada uno…, pero
esta parte, como diría la nana…, esa…, es otra historia…
104
CAPÍTULO TERCERO
¿De dónde son los Tidees? “Un pueblo que no conoce su pasado no es nada, sólo somos lo que alguna
vez fuimos ¡Prometemos recordar siempre! ¡Que nada caiga en el olvido!” -Serie de televisión Toledo-.
Patos en el lago Nabor Carrillo –El Chimalhuachi al fondo-
n este capítulo hablamos del lugar de origen del grupo:
Chimalhuacán. Lo dividimos en dos partes: en la primera
tocamos la etapa prehispánica, basada fundamentalmente
en la “Relación de Chimalhuacán o Pueblo de Sanct
Andreσ Apóstol (1579)”. Incluimos los temas: semblanza
de fray Diego Durán e inserción en el reino de Texcoco y la
laguna de Texcoco-Chimalhuacán. Continuamos con la
Federación de pueblos de Chimalhuacan, antecedente de los
pueblos nahuatlacas, y complementamos con la muerte del viejo
Chimalhuacan.
En la segunda abordamos a Chimalhuacán Atenco, el espacio de
los hijos; continuamos con la Plaza, la cabecera municipal y centro
de las actividades de los jóvenes aludidos. Tocamos dos
actividades fundamentales de la comunidad: las comparsas
(expresión del carnaval) y el tallado de piedra a través de tres
E
105
entrevistas y cerramos el capítulo con la identidad del
chimalhuacano.
PRIMERA PARTE
CHIMALHUACÁN PREHISPÁNICO
En el año de 1579, por mandato del Virrey, procedió a hacerse la
historia de Chimalhuacán, este es el resultado:
El significado del nombre de la población ha sido por sus
traductores diversamente interpretado: mientras que unos
afirman que significa “lugar de los que tienen escudo”,
basándose en las raíces de la lengua mexicana: Chimalli
“escudo”, “hua” morfema posesivo: que tienen y Can
“región, lugar”, otros deducen que el nombre se refiere a
la forma particular del cerro a cuyas faldas se edificó el
poblado. Quizás lo que ocurra es que el escudo de los
moradores fue ideado simulando los contornos y
accidentes de dicho cerro, aun cuando de una manera muy
burda. Al principio se llamó el pueblo Chimalhuacantoyac,
haciendo referencia estas dos últimas sílabas, suprimidas
poco a poco por la costumbre, al “lago grande” que
bordea el pueblo en el lado opuesto al cerro, y no es otro
que el Lago de Texcoco.
A partir de la dominación de los tres caciques fundadores
que gobernaron desde 1259 hasta 1346 - Huaxomatl, Chalchiuhtlatonac y Tlazcantecuhtli- se sucedieron hasta
la llegada de los españoles, una serie de siete gobernantes
que con mayor o menor ventura, victoriosos siempre en
sus luchas contra los cacicazgos vecinos, explotaron y
agrandaron el lugar haciéndolo el preferido de los
emperadores texcocanos, cuyo poder y dominio era por
todos respetados [negritas mías].
Llegaron incluso a someter a los locales de Quauhnahuac -la hoy
Cuernavaca- [junto con los Aztecas] y al señor de Xiuhtepec,
llamado Coatzin tecuhtli, lo trasladaron a Chimalhuacán y lo
106
tuvieron en una jaula de madera hasta la llegada de los españoles.
[Alonso J. M., 2014]
Esos caciques fueron: Nenequitzin, hijo del menor de los
tres fundadores, que duró gobernando largos años, al cual
siguió Tovapatzin, contemporáneo de Itzcoatl (1427-1440)
y de Moctezuma Ilhuicamina (1440-1469) respectivamente
cuarto y quinto reyes aztecas. Bajo su dominio concedió
Netzahualcoyotl, Señor de Texcoco, el rango de Señorío a
su población. Lo siguió Matlacuauhacatzin, que gobernó
durante 18 años y fue contemporáneo de Axayacatl (1469-
1480), de Chalchiutlatonac (1480-1486) y de Ahuizotl
(1486-1502), sexto, séptimo y octavo emperadores de
México. El séptimo gobernante de Chimalhuacán, de muy
breve duración (170 días), fue Momanticatzin. El octavo,
llamado Tlatlatzintecuhtli, contemporáneo de Moctezuma
Xocoyotzin, gobernó diez años y lo sucedió
Cocotzintecauhtli, gorbernando durante 14 años; y por
último, el décimo cacique, nieto de Netzahualpilli y quien
los misioneros españoles bautizaron como Pedro Pacheco,
se llamó Aexoyatlatoatzin.
Los habitantes mientras fueron indios puros; alcanzaron la
cifra de 8,000; llegaban en el año de 1579 apenas a 4,500
y de ellos tan sólo unos 300 era indios. Los naturales eran
bien inclinados, de “buen entendimiento y razón” y prestos
a aprender fácilmente las cosas que le eran enseñadas;
tenían por lengua la mexicana; se alimentaban de verduras
y hortalizas, así como de la variada fauna que habitaba en
el lago; usaban las variadísimas plantas del cerro para
hacer emplastos contra las hinchazones y como purgantes.
[Relación del pueblo de Chimalhuacán, 1579 –el español
actual es de Marco Alonso Jiménez—]
FRAY DIEGO DURÁN
Breve resumen de Fray Diego Durán. Su tarea como cronista,
etnógrafo e historiador estuvo íntimamente ligada a la
evangelización, nadie como el para describir quien y como era el
indígena.
107
Glifos del llamado Códice Durán
¿Encuentras un parecido al cerro el Chimalhuachi?
“Nace en Sevilla, hacia 1537, y no en Texcoco como se ha
venido repitiendo; muere en la Ciudad de México en 1588.
Llegó a Nueva España entre 1542 y 1544. Su padre,
probablemente de origen judío francés, de la Provenza
(Durand, hispanizado el apellido en Durante, Durán), se
estableció con su familia en Texcoco.
Era de oficio calcetero y zapatero.
Allí vivió Diego, hasta 1554 en que tomó el hábito blanco y
negro de los dominicos en la ciudad de México. En 1556
hizo profesión de fraile y en 1559 ya era presbítero. Dos
108
años más tarde pasó a diversos sitios de la provincia de
Oaxaca. En 1565 radicó en Chimalhuacán Atenco
[negritas mías] y en 1581 fue vicario de Hueyapan –hoy
estado de Morelos—.
Entre 1570 y 1575 escribió tres obras: Ritos, fiestas y
ceremonias de los antiguos mexicanos (1570), en que
proporciona datos de la región texcocana y traza el cuadro
de dioses y ritos con tal minucia, que da el sentido de la
realidad vista; Calendario antiguo (1579), en el que
involucra al Tonalamatl –calendario mágico- con el que se
llama civil y describe las numerosas fiestas y ceremonias, y
habla de la holganza de los mexicanos, que ellas
propiciaban; e Historia de las Indias de la Nueva España e
Islas de tierra firme. José Fernando Ramírez publicó una
parte de esta obra en 1867 y Alfredo Chavero la restante,
con los Ritos, fiestas y ceremonias, el calendario y un Atlas
de pinturas jeroglíficas (1880)…Es una historia
radicalmente mexicana con fisonomía española, como la
definió José Fernando Ramírez, obra de auténtico,
pronunciado y rancio sabor primitivo. Ningún cronista
retrató más al natural el carácter del indio mexicano;
ninguno logró compenetrarse, como lo hizo el fraile
dominico, de su compleja psicología.
Adentró y se posesionó de minuciosos pormenores
relativos a las prácticas religiosas y civiles, usos y
costumbres públicas y domésticas, aspectos que otros
cronistas desdeñaron en parte o trataron sin la
profundidad con que los describe Durán. Sus relatos,
llenos de vida y de brío, son de lo mejor que se ha escrito
sobre el pasado antiguo de los mexicanos. Reivindica la
cultura mexica ante los ojos de los europeos, dando una
visión panorámica de la vieja vida del Anáhuac, y en esto
muestra una tendencia hacia la historia universal”.
[Durán, D.1978]
Chimalhuacán perteneció al reino de Texcoco. Netzahualcóyotl, su
más insigne representante, fue perseguido constantemente por
109
Maxtla (Tepanecas). Tras recibir apoyos de fuera, regresó
fortalecido y perdonó a quienes lo habían abandonado, como era el
caso de algunos principales de Huexotla, Coatlinchan,
Chimalhuacán, Coatepec, Itztapalocan y los de Acolman. Restituyó
sus señoríos, repartió las tierras y, entre otros, nombró a
Tetzcapoctzin señor de Chimalhuacán. Edificó palacios para su
morada que fueron los mayores que hubo en la época prehispánica.
La importancia que tenían los señoríos que componían el reino se
la daba la antigüedad; Chimahuacán ocupaba el sexto lugar y le
precedían: Teotihuacan, Otumba, Acolman, Huexutla y
Coatlinchan, del uno al quinto lugar. Durante la conquista
Otumpan, Huexutla, Coatlinchan, Chimalhuacán y Atenco (San
Salvador) fueron los últimos pueblos en dejar las armas contra
Cortez ya que estaban con Coanacochtzin y con los mexicas, pero
fueron convencidos por Ixtlixochitl, hermano del rey, para que
aceptaran la fe católica y al mismo Cortez [De Alba Ixtlixochitl
Fernando, 2014].
El lago de Texcoco formaba parte de un sistema de
lagos localizados al suroeste del valle de México. En años muy
remotos en su ribera transitaban seres humanos, como lo
demuestran los restos encontrados: la mujer del Peñón, el Hombre
de Tepexpan y más reciente el hombre de Chimalhuacán, todos con
más de 10,000 años de antigüedad.
LA LAGUNA DE TEXCOCO
Los indígenas construyeron islas artificiales con el propósito de
ganar tierras para el cultivo o para construir poblados. La cuenca
lacustre del valle de México estaba formada por los lagos
de Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco; mientras
que los dos últimos contenían aguas dulces, los restantes tenían
solobres.
110
- Entrada principal a la laguna en la cabecera municipal
Los antiguos pobladores de las riberas y los islotes de estos tres
últimos lagos se dedicaban a la explotación de sal, obtenida
mediante la evaporación del agua del lago.
“En la época Colonial seguía explotándose el salitre y, por
lo tanto, hacían pólvora; había trapiches y obrajes y se
contaba con el molino de trigo de san José. Al parecer la
industria más fuerte era el labrado de la piedra. La
posesión de la tierra y las riquezas, estaba dividida en un
111
puñado de personas que luchaban por mantener a toda
costa dichas posesiones”. [Hernández A. 2002].
A mediados del siglo XX la economía era viable, sus pobladores
vivían de la agricultura de subsistencia y la producción artesanal
tradicional. “Fundamentalmente alrededor del lago se podía
encontrar a los agricultores de chinampas, la fabricación de
cerámica hecha a molde, el continuo uso de baños de vapor de
traspatio (temascales), forma arcaica de la producción de sal en
Nexquipayac y recolectores de insectos acuáticos comestibles en
Chimalhuacán” [Parsons Jeffrey R, 2006]. Los TIDEES son
descendientes biológicos y culturales de las poblaciones
prehispánicas de esta región. Durante la década de los sesentas
fueron los "últimos suspiros" de formas de vida tradicional y
profundamente arraigada en el pasado precolombino.
¿Por qué secaron el lago de Texcoco? Antes de la presencia
española las inundaciones perjudicaban a la gran Tenochtitlan.
Nezahualcóyotl ideó la construcción de un dique, que se construyó
después entre 1440 y 1503. Despuntaba en la sierra de Guadalupe
y terminaba en el cerro de la Estrella. Los españoles, en su segunda
embestida a Tenochtitlan, derribaron el albarradón con
doce bergantines, y, al final de la conquista, no vieron necesaria
su reconstrucción. Las inundaciones hicieron que el virrey Luis de
Velasco planeara drenar el lago de Texcoco. El ingeniero Enrico
Martínez, propuso la construcción de un túnel de la laguna hacia
San Cristóbal y de allí al río Tula, a través de Huehuetoca, para
terminar en el río Panuco.
“Se abrió el Tajo de Nochistongo y en el siglo XIX se creó
el Gran Canal del Desagüe... hacia 1930 las comunidades
sureñas del lago aún se mantenían florecientes era por el
abundante agua que las rodeaba. Chimalhuacán, más que
ningún lugar, dependía de la pesca, la recolección y
siembra en las orillas o dentro de un lago... La solución de
los presidentes, desde Lázaro Cárdenas hasta Adolfo
López Mateos, fue drenar el Lago de Texcoco mediante
canales, un lento e irreversible proceso que hasta los años
sesenta no había acabado con los espejos de agua donde la
112
gente se aferraba a su cultura”.[Santiago Aníbal y Loza
Eduardo, 2014]
En 1965 se instauró el Plan Texcoco encabezado por los ingenieros
Nabor Carrillo y Gerardo Cruickshank, que consistía en la
rehidratación de las áreas aun baldías del viejo lago, sin embargo el
proyecto no ha sido completado debido a la falta de recursos
económicos y a la prioridad concedida a las obras del sistema de
drenaje profundo, uno de sus promotores –Arq. Teodoro González-
dice:
“A mí me sorprendió el proyecto y me volví un gran
defensor suyo. Sin embargo, los planes del gobierno
cambiaron, y el proyecto que triunfó fue el del drenaje
profundo, su antónimo: el primero consistía en volver al
equilibrio lacustre del siglo XV, pero moderno, y el
segundo, en terminar de secar el valle, con sus fatales
consecuencias…” [González de León T., 2014]
Los arquitectos Teodoro González de León y Alberto Kalach se
propusieron recuperar los lagos que convivieron armoniosamente
con los aztecas y que nos hemos empeñado en agotar.
Dice el primero: “Los conquistadores admiraron la ciudad azteca
pero no la entendieron: su delicada estructura de diques, calzadas,
puentes y plataformas formaban un urbanismo lacustre que
integraba producción agrícola y piscícola, transporte acuático,
habitación y áreas en las que se celebraban el poder y sus
creencias, en un valle cerrado con cinco cuerpos de agua…”
[González de León T., 2014]
113
Los volcanes, el Chimalhuachi, la Caldera, el peñón viejo y el cerro de la
estrella. (1898)
La desecación del lago de Texcoco tiene más hechos históricos.
Con lo analizado, vemos que el error fundamental fue no
reconstruir el albarradón y el sistema de diques. La desecación del
lago cambió la temperatura ambiental, el entorno físico y propició
que hubiera espacio para una explosión demográfica. Parece que a
partir de la conquista, los mexicanos, y sobre todo la gente en el
poder, hacemos las cosas al revés.
FEDERACIÓN DE PUEBLOS DE CHIMALHUACAN
Cachona estudiaba en el seminario menor de la congregación de
los Josefinos en Santa María del Río, S L P, en 1961; allí vio algo
que después sería muy revelador, en el pasillo de la entrada había
un mapa del centro del país donde aparecían los estados de Jalisco,
Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes y S. L. P. Sobresalían unas
letras grandes que cubrían la zona: Chimalhuacan.
Esta parte está dedicada a la patria vieja, a la primera, a la
federación de pueblos de Chimalhuacan o como dice López
Portillo y Weber, el viejo Chimalhuacan (sin acento-pronunciación
grave-).
114
“La región que en el momento de la Conquista española se
designaba con el nombre de Chimalhuacan correspondía a
casi todas las tierras que, después de la expedición
del conquistador Nuño de Guzmán y sus compañeros,
formaron la provincia de "Nueva Galicia"”.
Chimalhuacan no formaba un imperio único, sino una
especie de confederación que comprendía un número
bastante importante de pequeños estados autónomos que,
según su importancia, constituían reinos o una especie de
feudos llamados tactuanazgos [negritas mías], a veces
completamente independientes pero más a menudo
vasallos o tributarios de los estados más importantes”.
“Todo lo que constituía el carácter étnico de
Chimalhuacan actualmente ha desaparecido casi por
completo. Colonizada justo después de la conquista, la
región vio fusionarse los diversos elementos de su
población con la cultura española, abandonando
paulatinamente la religión, la lengua y las costumbres
ancestrales”. [León Diget, 2014]
Al fraile franciscano Fray Antonio Tello se debe el fundamento de
conocimiento de La Confederación chimalhuacana de pueblos.
Francisco Pentecatl, entonces, era hijo de un jefe indígena que
gobernaba la provincia de Acaponeta en el momento de la
conquista española. Ellos son base para que Léon Diget, quien
estuvo en México entre 1889 y 1892, escriba el documento de
apoyo parte de este capítulo.
Chimalhuacan estaba dividido en cierto número de
estados, que conformaban en tiempo normal gobiernos
autónomos, pero que podían, cuando las circunstancias lo
reclamaban (en tiempos de guerra, cuando había la
amenaza de una invasión, etc.), unirse y realizar alianzas
para defender el territorio. Se desconoce el origen de los
primeros habitantes de Chimalhuacán; la historia se
remonta sólo hasta la llegada de las tribus nahuas.
115
La primera de ellas, considerada como tolteca y después
de haberse establecido por un tiempo en Culiacán y
Acaponeta, cruzó el río Santiago, según la tradición
narrada por Pentecatl, y emprendió la conquista de la
región edificando aquí y allá ciudades y pueblos.
Acerca de estas sucesivas peregrinaciones de las tribus
nahuas a través de Chimalhuacan no se conocen datos
concretos. Se sabe solamente por las vagas informaciones
de la tradición que transmite el padre Tello, que una parte
de esas tribus salió de una localidad desconocida llamada
Chicomoztoc (lugar de las siete cuevas)…
Según las relaciones de la Conquista, las ciudades de
Chimalhuacan estaban muy pobladas y, las casas y los
edificios muy bien construidos. La arquitectura era casi la
misma que la del valle del Anáhuac…
Tres de los Estados de Chimalhuacan habían adquirido
gran importancia, al grado de conformar verdaderos
reinos que constituían monarquías hereditarias: eran
Tonalá, Jalisco y Aztatlán. Los tres estaban en la zona más
rica, más fértil y más favorecida de la comarca, es decir la
meseta central, al sur del río Santiago, y en la Tierra
Caliente de la costa del océano Pacífico.
El reino estaba dividido en cuatro provincias o
tactuanazgos: Tzapotzinco, gobernado por Pantecatl, hijo
del monarca Xonacatl. Centispac, gobernado por Ocelotl y
sus cuatro hijos: Tlamatsolen, Coatl, Tuili y Cocolixicotl.
Acaponetlan (Acaponeta), cuya capital estaba situada
junto al río del mismo nombre. Su gobernador o tactuan
era Xaotamatl, que sucedió al rey de Aztatlan.
Colhuacan (Cuyacan), el tactuanazgo más septentrional,
confinaba con el territornio de los indios de Sinaloa.
En el pueblo de San Martín Tlaxicolcingo, cerca de
Guadalajara, los indígenas solían ejecutar una danza de
116
tastoanes que fue eliminada recientemente por los
desórdenes que provocaba.
Ahora bien, a consecuencia de una alteración esencial
posterior, los reyes ricamente ataviados que simbolizaban
la Conquista acabaron llevando la máscara de unos
individuos de las localidades vecinas, famosos por su
ridiculez. ¡Una especie de revancha con la malicia
ingenua de los indígenas ante la brutalidad de los
vencedores! Sea como fuere, y a pesar de esas
alteraciones, los tastoanes presentaban el interés de ser el
último vestigio del arte escénico precolombino. Por lo cual
hay que lamentar su desaparición.
Después de la conquista, estalló una tremenda
insurrección, con el fin de liberar a Chimalhuacan del
yugo de los españoles que se habían establecido ahí sin
demasiadas dificultades, pero que habían acabado por
exasperar a los indígenas. Este levantamiento de todos los
tactuanazgos obligó al virrey Mendoza a movilizar, para
someter a la zona, a una tropa mucho mayor que las que
habían sido empleadas hasta entonces en las diversas
expediciones de conquista en la Nueva España. [Diget,
2014]
La conquista de Chimalhuacan no fue el fruto de una sola empresa.
Interrumpida en dos ocasiones debido a las circunstancias, tuvo
que ser objeto de tres expediciones para lograr el sometimiento
completo y definitivo de la región:
La primera expedición fue ordenada por Hernán Cortés, a
quien la existencia de Chimalhuacan había sido revelada
por la embajada que Tanguaxan, rey de Michoacán, le
envió después de la destrucción de México.
La segunda conquista de Chimalhuacan comenzó en
noviembre de 1529, emprendida por Nuño de
Guzmán; éste salió de México con un ejército de 500
españoles bien armados y 10 000 auxiliares tlaxcaltecas y
117
mexicanos, y pasó por Toluca y Xilotepec. Ahí, envió a
Alméndez Chirinos a Tzinzuntzan para pedirle a
Tanguaxan Bimbicha, rey de Michoacán, un contingente
de 10 000 guerreros tarascos.
Su partida marca el final de la tercera conquista de
Chimalhuacan. La región, pacificada casi por completo,
empezó entonces a entrar en la vía de la unificación bajo
el gobierno militar de Francisco Coronado y de Cristóbal
de Oñate, que duró hasta 1549, es decir, hasta el
establecimiento del gobierno civil de la audiencia de
Guadalajara. [Diguet L.-2014]
LA MUERTE DEL VIEJO CHIMALHUACÁN
¡Ashcanquema tehual nehual! -¡Hasta tu muerte o la mía!-
Decidimos investigar más debido al poco conocimiento sobre el
tema, es decir, los pueblos náhuatl antes de la conquista y de su
arribo al valle de México; su paso y estadía en los hoy estados de
Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Aguascalientes, Zactecas y parte
de San Luis Potosí.
Acudimos a fuentes que incidieran específicamente y encontramos
a José López Portillo y Weber, de amplio linaje en Guadalajara.
Todo lo que a continuación se desarrolla y lo que aparece sin cita
específica está inspirado en su obra. Las que se ven como faltas de
ortografía, son formas de la época que respetamos: Chimalhuacan
sin acento; fué acentuado y otras más.
El inicio del fin
Al afianzarse la conquista se dio la ambición desmedida de los
encomenderos, la esclavitud, el maltrato y la muerte, todo ello fue
exacerbando a los indígenas. La enfermedad, la estupidez, y la
vocación carnicera de los hidalgos hispanos, que incluso cazaban a
los indios por diversión, fueron causas de la muerte y desaparición
del viejo Chimalhuacán. El responsable fue el tirano conocido
como el muy magnifico señor: Nuño de Guzmán.
“Como mejor puede juzgársele, es como hombre de
indomable energía, de valor a toda prueba, de mediana
118
capacidad, de escasa ilustración, vehemente, egoísta,
feroz, ladrón, incendiario, asesino, violador, inhumano y
venal: fue un malvado. Cuando se fue, pareció como si de
la escena quedara eliminado Satán… Con la desaparición
de su figura siniestra y mefítica, empezó a purificarse el
ambiente en la Nueva Galicia; empero, tan contaminado e
infecto ese ambiente estaba, que para alcanzar su absoluta
nitidez fue preciso que estallara con furor la tormenta que
en 1537 gestada apenas; que la sangre corriera a
torrentes, y que decenas, quizá centenares de miles de
muertes, redujeron al mínimo la población del viejo
Chimalhuacan”.
La desesperación
Terminada la esperanza de digerir la derrota ante el europeo y ver
canceladas para siempre las posibilidades fuera del maltrato y el
esclavismo, vino la decisión de revelarse. Un suceso altera los
ánimos positivamente a los indios, la muerte de Pedro Alvarado, el
hidalgo más dotado, se decía entonces. Accidentalmente lo mató su
caballo que le cayó encima, pero los indígenas hicieron correr la
versión de que fue muerto en batalla.
“Valiéndome de un símil, diré que el mal trato del
encomendero llevó poco a poco a los infelices indios del
temor al disgusto, de éste al furor, y del furor a la
desesperación que fue como extender por todo el
Chimalhuacan una capa de terreno fértil para la simiente
de rebeldía… La tensión subía por momentos en el Viejo
Chimalhuacan; parecía como si fuera un organismo;
parecía como si la sangre corriera tumultuosa por sus
arterias, como si temblaran las pétreas vértebras de sus
montañas… Por senderos y veredas, cruzando montañas,
valles y llanuras, se reconcentraban los nahuales, los
brujos jóvenes y viejos, cubiertos los hombros con la piel
del coyote, la calabaza de las evocaciones pendiente de la
cintura. De meses y meses de caminar, acribillando el
Viejo Chimalhuacán, con el taladro de la conspiración
entregando por todas partes su mensaje de muerte…”
119
Todos somos chimalhuacanos
Chimalhuacan fue fuente y objetivo final de todos sus hijos:
Tepanecas, Acolhuas, Chalcas, mexicas, etc., también los
indígenas que no emigraron al Anáhuac. Lo que hacían los pueblos
náhuatl era en honor a ella, su madre patria. Al Chimalhuacano, si
quieren le pueden llamarlo apodo, gentilicio o un adjetivo de uso
coloquial. Lo que no se puede es ignorar la existencia de
Chimalhuacan –tierra con escudos- llamada así por su vocación
guerrera, zona donde se establecieron los pueblos nahuatlacas y de
donde partieron a su destino final: el valle del Anahuac.
“Permítaseme que exprese mi convicción de que antes de
la conquista los indios nahoas que poblaron nuestro
territorio creían en un olimpo común a todas ellas; que la
Mitología era una sola y única de tribu a tribu; que
diferían nada más las advocaciones, pero no los númenes;
que según la mayor o menor incultura de aquellas gentes,
la creencia era ritual y exterior tan solo, o más o menos
filosófica… Repetiré lo que asenté ya en el primer tomo de
esta obra: la única fuerza capaz de fundir en una masa
común tribus diversas, indiferentes y aún enemigas entre
sí, que se expresaban en idiomas distintos y que obedecían
a reyezuelos diferentes, tenía que ser una fuerza espiritual,
una fuerza mística. El odio por sí solo no basta para
imponer la disciplina. El odio es fuerza negativa, y para
los fines de acción, decisión, abnegación y sacrificio, se
requiere el impulso de una energía positiva… No todos los
indios fueron forzados o compelidos a la campaña. Los
hubo que pidieron de su plena y completa voluntad: Por
ejemplo: don Francisco Acázitl, el señor de Tlalmanalco,
amigo personal del Virrey… En el siglo XVI, todo el poder
español en la Nueva España, ayudado por todo el poder de
los Aztecas, Chalcas, tlashcaltecas y purépechas, tuvo que
entrar en acción, para aplastar a los desnudos habitantes
de tres pobres rancherías: Shuchipilla, Nochistlan y
Teocaltech.”
120
Estrategia
Una prueba fehaciente de que Chimalhuacan era el símbolo de los
pueblos náhuatl, es que durante el levantamiento todos siguieron el
camino con un mismo espíritu y un mismo libreto. López portillo y
Weber demuestra que se cumplieron las condiciones para señalar la
existencia de un organismo director de la rebelión:
“Si la ceremonia inicial puede relacionarse con los ritos
del peyote…Si la rebelión estalló simultáneamente en
varios lugares, distantes unos de otros…Si la fecha elegida
fué tal que se pudiera considerar como simbólica… Si las
operaciones de guerra, desde sus fases de movimiento
estratégico hasta su ejecución táctica, ponen de manifiesto
la existencia previa de concentraciones de guerreros y
acopio de alimento y pertrechos… El desarrollo de los
sucesos anteriores comprueba que en todo Chimalhuacan
se siguió la misma táctica: se fortificaban con dos o más
líneas de trincheras las pendientes abruptas de algún cerro
pedregoso, acarreándose hasta ellas todas la guijas o
peladillas, que a mano se encontraron, capaces de
convertirse en proyectiles… La única vez que se abandonó
esta táctica, se llegó a un espantoso fracaso. En cuanto a
estrategia, basta ver que en la misma fecha se hicieron las
operaciones en todo Chimalhuacan.”
“… Nunca sabremos quienes fueron los encomenderos
muertos, durante este período en Culuacan, en Compostela
y en la Purificación, pues la rebelión fué simultánea en el
viejo Chimalhuacan. Pero de una cosa podemos estar
seguros: no hubo uno sólo de ellos que no mereciera, por
años de crímenes y perversidades, la suerte que les tocó…
En Tlashicoringa empezaron a tronar sorda y roncamente
los teponashtles y huehuetl (tambores de guerra)… Y aquel
redoble que empezó a rodar allá lejos, fué creciendo,
creciendo, hasta convertirse en trueno ensordecedor que
repercutió por los ámbitos del viejo Chimalhuacan… Y de
las cúspides de las montañas se elevaron las columnas de
humo negro que llevaron en un momento, por todo el vasto
y viejo Chimalhuacan, la señal de rebelión…”
121
“Shiutecutli, Teenamashtli, y Tenquítatl…en este orden,
son los modestos héroes del salvaje Chimalhuacan. Fueron
tres régulos insignificantes, desnudos, provistos de armas
neolíticas, pero cuyo esfuerzo en la lucha fue de tal
pujanza, que estuvo a punto de arrojar del Nuevo Mundo
al poderoso león español.”
Los nahuales y el peyote
El uso del “mescalito” era para obtener conocimiento. Además del
peyote, utilizaban el toloache y el hongo para llegar a un estado de
realidad no ordinaria. El peyote era el maestro benévolo, protector
de los hombres y se consumía en los “mitotes” (reuniones) donde
se buscaba la forma correcta de vivir [Castaneda, 1985]. La
conspiración del viejo Chimalhuacan sólo se dio en los pueblos
náhuatl. Lo común en todas las tribus eran sus nahuales o brujos y
el trato que tenían con el peyote. Los Cashcanes, chichimecas o
chimalhuacanos (eran los mismos) lo consumían, de allí su
fortaleza y valentía.
López Portillo cita a Dávila Garibi en sus “Breves apuntes acerca
de los Chimalhuacanos”, “El peyote… es manjar de los
chichimecas, pues los mantiene y da ánimo para pelear y no
tener miedo, ni sed, ni hambre, y dice que los guarda de todo
peligro…” Yo sólo sigo la línea de algo que importante y
revelador de aquellos guerreros tan distinguidos. [Las negritas son
cursivas en el original]
“Firmemente creo que la hermandad de los nahuales y la
embriagues del peyote, representaron papel importante de
la gran rebelión… Gracias al peyote los nahuales eran los
más convencidos y los más interesados en conservar la
antigua fe. Y en mi concepto, fue su hermandad la que
preparó la Gran Rebelión… Los nahuales del Viejo
Chimalhuacan, son de esos viejos primitivos y bestiales en
que creyeron los primeros hombres que, agrupados por las
noches en el fondo de las cavernas, se comunicaban
supersticiosos temores a la luz caliginosa de sus
122
crepitantes hogueras, mientras a lo lejos reverberaba el
lúgubre aullido de los lobos.”
La enfermedad
No sólo la crueldad de los hispanos trajo el deterioro de los
pueblos chimalhuacanos, la enfermedad se hizo presente y fue el
elemento fundamental del aniquilamiento, la misma historia de lo
sucedido en el altiplano. El padre Tello afirma:
“…desde la retirada de los indios a la sierra faltaron
ciento treinta mil, los cuales murieron de sarampión y
cámaras de sangre…quedando muchos pueblos asolados, y
en partes no se podía andar del mal olor de los muertos…
y fue tan cruel la mortandad, pestilencia y hambre, que no
quedaron en aquellas provincias más de veinte mil
indios…Consecuencia del estado permanente de hambre,
exasperación, miseria y sufrimiento, fue la inacabable
serie de epidemias que azotó la Nueva Galicia… Entonces
los indios morían por millares. ¡Por millones! Donde el
mal los sorprendía, allí quedaban sus cadáveres… La
epidemia duró años enteros con furia en los campos… La
magnitud de la catástrofe se revela en la belleza clásica,
austera y sombría de los conceptos que el asistir a ella
inspiró a Fray Domingo de Betanzos… Y si esto ocurrió en
Nueva España, pacífica y bien nutrida, puede imaginarse
lo que debe de haber sido en la asolada Nueva Galicia.
Allí reinó el silencio del fin. Así murió el viejo
Chimahuacan”.
Combatientes indómitos
Se tendrá que reescribir la historia de México y darle al viejo
Chimalhuacán el lugar que le arrebató la constante actitud de
eliminación del hispano, el que creyó que se puede borrar la
memoria de un pueblo como el nuestro. El espíritu le renueva la
vida y nuestro pueblo era, es y seguirán siendo espíritu, como es el
escudo de lucha que lo representa. Allí, en la resistencia de
nuestros ancestros, estuvo a punto de dar un curso diferente a la
historia, no sólo a la nuestra, sino a la del viejo continente también,
como afirma López portillo y Weber.
123
“En la Gran Rebelión de 1541 en la Nueva Galicia, como
en todas las rebeliones hubo además de la lucha armada,
pugna de ideales humanitarios, de moralidad, de honradez,
contra los propósitos de inhumanidad, esclavitud y
codicia… La vigorosa resistencia presentada, el triunfo
muchas veces obtenido, el valor que siempre demostró,
clasifican al chimalhuacano entre los combatientes
indómitos [las negritas son mías], y es ley histórica que en
las luchas supremas las razas guerreras, o triunfan, o
mueren: el chimalhuacano murió.”
Los efectivos del agresor eran de sesenta mil hombres (seiscientos
eran españoles), con caballería y artillería, contra doce mil
aborígenes, con armas punzocortantes y piedras, dirigidos por
Tenamashtli. De los que lucharon contra de ellos no todos los
indios fueron forzados o compelidos a la campaña, hubo quienes
pidieron voluntariamente participar en el conflicto, como don
Francisco Acazitl, el señor de Tlalmanalco, convertido y muy
amigo del Virrey. Tras la derrota, el comportamiento de los
chimalhuacanos defraudó a los vencedores.
“La sublime indiferencia, el desprecio a la muerte con que
estos infelices marcharon a la horca, hirió la imaginación
de los españoles e hizo que el virrey buscara un suplicio
nuevo e impresionante para el futuro, “…dándoles género
de muerte. Fue necesario porque sonase el castigo,
teniendo el respeto a que cuando los ahorcaban lo tenían
en tan poco, que ellos mismos se subían a la escalera y se
echaban el lazo, y tentaban si estaba firme el palo de que
habían de colgar, y ellos mismos se arrojaban y
colgaban… Indudablemente después de ver como aquellos
desnudos salvajes tenían en jaque por un día entero, con
sus armas neolíticas, al formidable Ejército del Virrey, de
tan potente artillería, y después de verlos morir con esa
dignidad desdeñosa, con ese heroísmo, fue cuando los
caballeros de Europa vinieron con don Antonio [de
Mendoza] cambiaron de opinión sobre los indios, y
decían: “…que no habían visto franceses ni turcos tan
fieros…” [negrillas, cursivas en el original]”
124
Los chimalhuacanos son chichimecas, en el sentido de su
verdadera acepción, la que da Nuño de Guzmán: “…y todas gentes
y prouincias llaman los de la Nueva España, ”Chichimecas”
porque no los entienden ni contratan, como gente que les parece
bárbara; y llámanles “teules”, por valientes, y a toda aquella cosa
que tienen temor, llaman “teul”; y en la verdad segund la
diferencia que hay por la mayor parte en la razón de las cosas que
entre sí tratan, bien pueden llamar, a éstos, “chichimecas” porque
carecen della y son muy bestiales…” [López Portillo y Weber,
1975]. Y para que se recuerde bien, les repito que los
chimalhuacanos eran los pueblos Náhuatl, eran Chichimecas, eran
Teules, eran Cashcanes, eran tequihuas y por todo ello: indómitos.
Concluyendo. De Chimalhuacán sabemos poco. El espacio fue
originalmente ocupado por los Xochimilcas, primera tribu Náhuatl
en llegar al altiplano. Después los Chalcas la ocuparon, mismos
que tuvieron que dejarla por la fuerza de los Chimalhuacanos.
Los Mexicas en su transitar para encontrar el lugar señalado por
la tradición –un águila devorando una serpiente— estuvieron
por un tiempo en Pantitlán (1300, la primera vez) que era un
pueblo Acolhua, dentro del área de influencia perteneciente a
Chimalhuacán que tenía como límite occidental el peñón de los
baños. Los Aztecas fueron rechazados violentamente por los
Tepanecas de Atzcapozalco y regresaron a instalarse
nuevamente a Pantitlán. Muy agradecidos debieron estar con
este lugar, que cuando fueron poderosos, en el remolino del lago
que allí se encontraba, depositaban ofrendas a sus deidades.
Se dice que el espacio del Chimalhuachi era para preparar
guerreros, pues su inclinación era la guerra. No buscaban el
conocimiento –al menos no hay referencias encontradas—, si en
cambio se habla de las luchas contantes contra los Chalcas; la
empresa junto a los Aztecas en el sometimiento de los
Tlahuicas. Todo esto nos debe llevar a ubicar el papel real que
jugó Chimalhuacán en su relación su reino (Texcoco) y con los
Mexicas. Su vecindad territorial fue excelente por lo que hubo
125
mucha cercanía con ellos. Hay más por saber de este antiguo
pueblo.
Sobre la Federación de pueblos de Chimalhuacan hay historiadores
que dudan que se halla llamado así la Nueva Galicia; sin embargo
son muchos son los historiadores regionales de Jalisco que dan esta
información: José López portillo y Weber, Alberto Santoscoy, Luis
Pérez Verdía, José Ignacio Dávila Garibi y otros más. Están las
tradiciones orales; y como muestra más contundente la danza de
los tastoanes en varias poblaciones de Jalisco, San Martín
Tlaxicoltcingo por ejemplo, y varios poblados de Zacatecas, todos
con la misma temática: la lucha de las huestes españolas guiadas
espiritualmente por Santiago (apostol), contra los indígenas
Chimalhuacanos. Hasta aquí la primera parte.
126
SEGUNDA PARTE
CHIMALHUACÁN ATENCO
Lugar junto al cerro con forma de rodela (escudo) y junto al agua
[captando el espíritu de la letra]. Este pueblo, en sus primeros años,
asentado en la rivera de la laguna de Texcoco, disfrutaba de la
pesca, la caza, la agricultura, como lo hacían los demás.
¿Has visto un arco más bello?
¿Qué los diferenciaba? ¡¡¡Sus fuentes de agua dulce!!! El pozo de
oro, el chorro, la compuerta, la presa, los naranjos de San Juan, el
borbollón de Xochiaca, todos de temperatura variable: caliente por
la noche, tibia al amanecer y fría durante el día, excepto una fuente
de aguas termales proveniente de los pochotes [atrás de la
presidencia municipal] hacia el casco del rancho el Molino, mismo
que tenía sus propios manantiales; “Justo arriba donde hoy es la
mina estaban los baños de. Moctezuma (ilhuicamina)” [Gálvez J.
2014]. También había ahuehuetes, igual que Texcoco o
Chapultepec.
Aquí dos testimonios, sobre la vida antes de los años sesentas:
127
Yo soy Silvino Valverde, nací el 12 septiembre de 1920 y a
mis 93 años El Jefe aún no me llama a cuentas. ¿Qué me
acuerdo del Lago de Texcoco? Desde el rancho El Molino,
aquí en Chimalhuacán, el agua cristalina bajaba por un
canal junto a los sauces. Se iba repartiendo en los tlateles,
como se llamaba a los islotes. Estaban el tlatel San Juan y
el tlatel Xochitenco, pero el más prominente era El
Tepalcate, de aquí abajito: se criaba muchísimo pato,
pescado blanco, amarillo, juil, tilapia, ahuautle. Nos decía
mi abuela Tomasa: “vayan a traer dos carpas para un
caldo”. Parados en nuestro lindero de lago, La Cruz de la
Medianía [vestigio de lo que fue el albarredón], los
chiquillos veíamos a los peces y les clavábamos la fisga:
“¡tras tras tras!”. De regreso traía mi medio costal de
patos, mi chiquihuite de pescado blanco, amarillo, y las
carpas con las que mi abuela hacía su ollota de caldo. A
los patos los pelaba y cocía en chilito verde, pasilla y con
hierba lengua de vaca. Una cosa rica, picante… [Santiago
A. y Loza E., 2014]
Fermín Flores, hijo de don Isidro, administrador del rancho El
molino, decía:
“Dentro de lo que hoy es el casco había 5 manantiales los cuales
formaban una pequeña laguna. Su agua era clara y cristalina y
había muchos peces. Uno de ellos era el manantial mayor. A mi
papá le pedían permiso algunos vecinos para pescar ahí. Ya por la
tarde le mandaban unas carpas y tamales de huevera, como
agradecimiento; la laguna se encontraba justo en el ahuehuete
más viejo y más grande…” [Gálvez B. J., 2013].
El único de los TIDEES que disfrutó este lugar de ensueño fue el
Changa ya que en la adolescencia fue amigo de los hermanos de
Fermín y jugaba con ellos en el rancho. Otros que alcanzaron a
vivir la experiencia de la laguna y de los manantiales fueron el
Tepis, el Padre, javi, Chucho, Felipe, cachona, pointer y Pepe.
128
LA PLAZA
El microcosmos donde se desarrollaron los TIDEES fue la Plaza,
allí se asienta el palacio municipal y la parroquia. En los años
sesentas había una gasolinera, un cine, un frontón de pelota vasca
(sólo a mano); un panteón y un rancho, “el Molino” propiedad de
don Luis Legorreta, accionista y consejero del Banco Nacional de
México y cuya firma aparecía en los billetes de uso común;
también una zona arqueológica –Los Pochotes-, sin explorar al
cien por cien, atrás de la presidencia municipal.
Chimalhuacán se encuentra ubicado al oriente de la ciudad de
México a 30 km desde el zócalo. En 1970 el municipio contaba
con 19,624 habitantes [Buendía T.J., 2013], colinda con los
municipios de la Paz, Chicoloapan, Texcoco y Netzahualcóyotl,
tiene dos ejidos: San Agustín y Santa María, así como terrenos
comunales adyacentes al lago de Texcoco.
La distribución territorial, en ese mismo año, era: colonia
Guadalupe, Santa María Nativitas, San Pedro, San Pablo,
Xochitenco, Xochiaca, San Lorenzo y San Agustín.
En 1984, se encontró el segundo resto más antiguo de nuestro país:
el hombre de Chimalhuacán de 12,500 años de edad, sólo la mujer
del peñón es más antigua con 12,700 años.
Ahora les presento testimonios que permitan imaginar lo que
representa el ambiente, la convivencia y el deambular diario del
pueblo. Tanto el baile de las comparsas en el carnaval como el
trabajo de cantera son expresiones de identidad que merecen ser
descritas.
LAS COMPARSAS
Las comparsas del carnaval son la aportación cultural que mejor
expone la identidad de la comunidad. En ella se expresa júbilo; la
relación afectiva entre las gentes; la pasión por el movimiento y el
deseo por tener una pareja al lado que se desborde en encanto. No
es una danza ritual, de conmemoración o guerrera, en una danza de
carnaval.
129
Isabel Carbonel Martínez, oriunda de San Agustín Atlapulco de
este municipio, era parte del servicio doméstico en el Alcázar de
Chapultepec, residencia de Maximiliano de Habsburgo, al observar
la danza en las reuniones en ese lugar, la enseña a los pobladores
de su comunidad. [Avendaño D. E., 1983]. Es la versión más
conocida y aceptada.
Una mirada a esta manifestación cultural, me permite establecer
cuatro vínculos con cuatro entidades:
Comparsa los Caudillos: Marlene Pérez Valverde y el Tepis.
El primer vínculo es con el viejo mundo. Se refiere a la forma en
que se organiza y ejecuta el baile, tanto en los salones de las clases
130
bajas como en los castillos de la alta jerarquía de la vieja Europa
[Wright J., 2005].
Segundo vínculo, lo nacional. El traje de charro –estilizado- que ha
evolucionado desde su inicio, pasando por varias expresiones,
hasta llegar a la prenda del traje de charro de gala que se ubicaba
en las películas mexicanas, exhibidas en el cine local.
Tercer vínculo, lo local. La creatividad Chimalhuaquense. Las
máscaras que dan la imagen de un rostro “caucásico” o “ario”,
crean un puente con lo original -lo austriaco-. Se busca una
semejanza con Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-
Lorena como ente representativo de esa raza.
Cuarto vínculo, lo universal: la música. Es la más genuina
manifestación artística del ser humano. No podemos ejecutar la
danza sin música. Decía Gabriel Marcel que a través de la música:
“entramos a lo secreto de nosotros” [Martínez Y., 2012] y eso
expresa lo más íntimo de la propia identidad Chimalhuaquense.
Hay en el municipio, aproximadamente 70 comparsas; todas tienen
calidad y una historia digna de ser Contada.
El sincretismo de dos culturas, la europea y la náhuatl, fue
delineando la identidad de esta gente en sus comparsas: soltura,
regocijo, desprendimiento, espontaneidad, entrega y, sobre todo
desbordamiento. "Carnaval" proviene del latín "carna valetudinem"
la carne vale. Durante la celebración del 25 aniversario de la
Escuela Nacional de Danza se hizo un reconocimiento al pueblo de
Chimalhuacán, único invitado a esa celebración. Es la más acertada
deferencia que se ha hecho a la comunidad por parte de una
entidad gubernamental. Las comparsas son la más genuina
expresión de este municipio que busca preservarla su identidad en
el tiempo.
ANTONIO ÁVILA BELTRÁN
Conocido como el “güero”, es hermano del Garrincha. Está
enamorado de su pueblo, sabe que es producto de una tierra que
tiene tradición. Resalta su entrega a su oficio de “carnavalero” y
131
busca que se preserve lo verdaderamente genuino de esta expresión
cultural, es líder de la comparsa Los Calaveras.
Su pasión por la danza le brota en cuanto tocamos el tema. Ha
tenido experiencias fuera del ámbito municipal por invitaciones
recibidas: La Escuela Nacional de Danza, El Museo de
Antropología, El Festival de las almas de Valle de Bravo y otras
más.
Me aclara que la institución
Calaveras ha sido considerada como
lo más trascendente en carnaval de
toda la región, en sus diversas
secciones. La entrevista con el güero
fue amplia y de mucha riqueza, sin
embargo para el propósito de este
documento, incluyo sólo una parte de
ella.
Utilizo la denominación CALAVERAS (en mayúsculas) -nacidas
en 1948- para designar a la comparsa que da origen a las actuales:
Los calaveras, representados por Antonio Ávila Beltrán; Las
calaveras de José Valencia Buendía; Calaveras Mikistli de Rufino
Valencia Buendía y Calaveras a. c. de los hijos de Pedro Valencia.
Nos dice:
Fuimos a una presentación al Museo de Antropología
porque nos vinieron a visitar unas personas de la Escuela
Nacional de Danza Folklórica, pero no vinieron sólo aquí,
vinieron a los Reyes la Paz, San Vicente, al barrio de
Xochitenco y a Chimalhuacán -la Plaza-, en plan de
estudios en el año 2003. Con nosotros estuvieron el mero
día del carnaval y nos dicen: -“¿una melodía?” –“Pues sí
una melodía”, les contesto. Pero normal; entonces tocan
la pieza Calaveras y una Virgínia, parece que fue la de
“Dos negro”, un paso doble, entonces la ejecuta Luis
parral y un muchacho de San Pedro y para esto, les
parece algo diferente a lo que ejecutan en San Vicente, lo
que ejecutan en Los Reyes y lo que ejecutan en Xochitenco.
132
¿Por qué? Porque una de las condicionantes es de que la
pareja que va despuntando se vaya luciendo y haciendo
una serie de…bueno la pasarela, se destapan. Y lo único
que pasó fue que Luis parral… tiene conocimiento, aunque
no es de aquí, meramente tiene raíces, su madre es de aquí,
es hijo de Angelita Hernández de San Juan [barrio de este
municipio]. Para nosotros lo normal es que, el que va
despuntando se luzca y haga lucir a su pareja y el que
ejecuta la melodía, si es un paso doble, pues también tenga
que lucirse, pero es normal para nosotros, se dan cuenta
(las visitas) que esto es otro tiro. Y allí me explican: -“es
que lo que ustedes están expresando en su baile y en su
música son toda una forma de ser de un pueblo, de una
comunidad” [negritas mías].
Nos explica como las ejecuciones de Los Calaveras, fuera del
municipio, impactan en el ánimo de nuestras gentes hasta las
lágrimas, supo de doña Manuela esposa de don Manuel Pérez “el
topa” en el museo de Antropología y se lo dijeron de su tía
Angelina Jiménez, esposa de don Tomás Alonso, en Chapingo,
esto sucede cuando se lleva la esencia de su pueblo, fuera de las
fronteras. Continúa.
Calaveras son una institución ¿Por qué impactan? Creo
que ya nacieron con ese ángel, yo en alguna ocasión le
dije al maestro Martín Mendoza Pastrana, que es
estudioso de las tradiciones de Chimalhuacán, que
134
CALAVERAS habían trascendido en su forma sobre todas
las demás comparsas y también me lo aceptó, porque hubo
personas que en su momento, así lo influyeron, que
hicieron y que aportaron, te lo digo de viva voz de una
135
persona que vio en 1973 en el 25 aniversario de
CALAVERAS yo lo vi que había gente muy noble, muy
especial, tanto en la comparsa como en la orquesta.
Vinieron a comer aquí, a tu casa, los de Xochimilco, de
Tepito, San Vicente, Los Reyes, San Sebastián
Tecoloxtitlán, San Sebastián Chimalpa y para ellos hablar
de carnaval era hablar de CALAVERAS; tres días de
carnestolendas donde nos acompañan, vienen porque la
fecha lo determina, vienen todos porque están tocando los
Beltrán o están tocando los Castillo y están bailando
CALAVERAS. La calidad se la dieron sus personas:
Ignacio centurión, Pablo Valencia, Manuel Valverde “el
chicuaz”, Juan Buendía “el juil”, estaba… no vas a creer
pero ya estaba “el gordo”, hijo del Pedro Valencia. ¿Por
qué atraían tanta gente? Pues para empezar sus trajes, su
música, su forma de bailar; nosotros la forma de bailar,
permíteme que apunte a mis compañeros y a mí, esta es
nuestra tradición no tenemos porqué inventar, la seguimos
al pie del cañón.
No pretendo sojuzgar a mis compañeros, sino simplemente
debemos respetar la tradición. Rufino Valencia es una
persona excepcional en cuanto al cajeo. Rufino tenía una
cualidad muy importante, que pedía las melodías que
estaban en su momento; hay melodías lentas y otras más
vivas, y con esto se comía al público, sabía ubicar las
melodías que enriquecía (el ambiente), era un psicólogo
natural.
Comenté esto en la magdalena y así es, les decía que debe
ser así y por esto y por lo otro, y me decían tu si sabes, y
nos había pasado cuando estás en la clímax de la fiesta
carnavalesca, le metes una melodía muy lenta y apagas los
ánimos que hasta ese momento has logrado. Nosotros, no
es por nada, pero a los eventos a los que hemos ido, lo
hemos hecho dos veces, menos a Valle de Bravo que nada
más fuimos sola ocasión.
137
El tiro es que Calaveras ha hecho cosas muy acertadas, no
se aparta de la tradición. Esas vueltas en donde las
muchachas se regodean [aquí hace una inflexión muy
marcada], esto es Chimalhuacán. Actualmente hay muchas
bailadoras buenas, no, no, no, bailadoras las que se
entregan, las que expresan lo que es Chimalhuacán
mediante su coreografía, su música, su danza, una
retroalimentación bárbara que incluye a los mismos
espectadores. Va de la orquesta a los bailadores, de los
bailadores a los espectadores y que los emociona, que los
138
hace guipar de contento. Y que desde luego, contagian a
quienes nos están mirando.
En un 90% Los Calaveras ha ido a representar a nuestro
municipio, ha tenido ese don y ha hecho cosas muy
acertadas esto no quiere decir que no reconozcamos la
valides de otros grupos y que no les demos su valor y que
les damos su lugar
- Los hermanos Valencia: Pablo, Roberto, Pedro y José.
Y que también esas tres divisiones que se hicieron no debió
de haberse hecho…Hilario Valverde me dice:-“fui a ver a
pablo y me dijo que le echáramos la mano a Rufino, pero
si Rufino no nos convoca ¿Qué hacemos?”.
La plática nos llevó por los senderos de la música de carnaval. Me
explicó quiénes fueron los primeros en aportar a las comparsas el
aspecto musical: Pedro Escalona y su pieza “Don Pedrito”;
Antonio Castillo Martínez “coyote” con “Calaveras” y “Señoritas
Calaveras”; Jesús Castillo Ibarra “cachucha” aporta la de “Los
pobres”; “Fernando Escutia” compuesta por Antonio Castillo
Beltrán.
139
Me habló de cómo las orquestas de los hermanos Beltrán y de los
Hermanos Castillo estaban integradas por puros maestros y se
quejaba de que no se ha hecho justicia a Juan Castillo que era uno
de los que le daba el “toque” a la orquesta.
Para terminar, vuelve a decirme que es impresionante que una
identidad se forje en un grupo de danza; que Calaveras, durante
años, ha sido lo más excelso en carnaval en toda la región del valle
de México. Calaveras son, en verdad, un paradigma de las
comparsas y es deber, de todos los que practiquen esta danza,
conservar lo genuino, porque representa nuestra razón de ser. Los
TIDEES que se entregaron al quehacer de carnavalero fueron:
Tepis, el Ojón, Marranito y Garrincha.
MARCOS CARRASCO LÓPEZ
Vecino de la plaza y uno de los fundadores de CALAVERAS.
Conserva muchas facultades, entre ellas la creatividad. Me mostró
un video que realizó con su sobrino Valentín Carrasco “el flaco”
para dejar una memoria de sus vivencias y en entrevista me
comentó:
“La comparsa CALAVERAS nació en 1948, la iniciativa
fue de Pedro Valencia quien junto con Julián Valverde “el
Jordán” y Juan Buendía “el juil” convocaron en 1947 a
reuniones para la formación de la comparsa. Los
iniciadores fuimos los de la foto. Los primeros tres o
cuatro años algunos se vestían de mujer, porque a las
damas no se les permitía bailar en esas agrupaciones. En
1952 Pedro Valencia nos notificó, en una reunión, que a
partir del siguiente año todos tenían que comprar o
alquilar trajes con hilo de oro o plata, lo que no gustó del
todo a los participantes.
A esta moción Valentín Carrasco se le enfrentó diciendo
que no podían obligarlos y que era un abuso, porque
muchos no tenían posibilidades económicas. A Valentín lo
siguieron: Ezequiel Carrasco, Miguel Lemus y otros más y
de allí se formó la comparsa los “gavilanes”. Fue la
primer división que se dio en el grupo Calaveras,
actualmente hay cuatro que llevan el mismo nombre. Seguí
140
por cuatro años más en esta comparsa; en 1951 o 1952 las
mujeres iniciaron su participación en la comparsa
CALAVERAS; uno o dos años más abandoné a este grupo,
no me sentía a gusto y me fui con los “Gavilanes”.
Los fundadores de la comparsa Calaveras. (F) –Marcos Carrasco-.
LOS TALLADORES DE PIEDRA.
Estos hombres, a los que se les llama de diversas maneras:
escultores, canteros, artesanos, pedreros, talladores en piedra. Son
hombres que impregnan a la piedra toda su habilidad y la destreza
para dejar una pieza, un monumento o una plaza “vestida de luz y
de eternidad”. Para saber de estos hombres, de su vida y de sus
obras hay que hacer una verdadera investigación, un libro
completo, y plasmar entonces la riqueza y abundancia de las que
han prodigado el entorno nacional.
Los talladores de piedra son artesanos muy apreciados en todos
lados. Sobre su trabajo, escuché decir al gobernador Alfredo del
Mazo: -“¡Qué maravilla!”, cuando le mostraban el inicio de las
obras en la plaza de San Lorenzo.
141
Platiqué con Hugo González Arrieta tallador de piedra del Barrio
de San Lorenzo Chimalco en el segundo congreso nacional de
estudios de la región oriente del estado de México -Noviembre del
2013-. Es un hombre honesto, sensible y lleno de creatividad, a
pregunta expresa dijo:
Obra de Hugo expuesta en Los Ángeles California.
(F)-Valentín Carrasco-.
Hugo- <<Hay dos versiones de donde viene el oficio de la
escultura en piedra: unos afirman que viene desde nuestro pasado
aborigen y otros que lo trajeron los españoles, me parece que
ambos pudieron darse. Los primeros trabajadores del recinto
fueron de Azcapotzalco y la villa; gentes de Iztapalapa fueron
aprender el oficio y resultaron mejores que sus maestros; algo
similar sucedió con los primeros chimalhuaquenses que fueron con
estos últimos y resultaron más calificados para trabajar la piedra
y lo que algunos no admiten, y yo creo que es verdad, es que los
trabajadores de San Salvador ”el seco”, Puebla, que aprendieron
de nosotros, han resultado mejores: en calidad, en precio y en
cumplimiento>>. Existe un documento de 1750 donde se hablaba
del origen de esta actividad: “ha pasado…desde tiempo
inmemorial de padres a hijos…” [Hernández A., 2011].
142
Autor- Alguna vez vi en la televisión una entrevista con un tallador
de piedra, decía que la piedra de Chimalhuacán y la de Tlapacoya
eran las más porosas, las más duras y curiosamente la más
delicadas, ¿Qué hay de cierto?
H-<< Todo el basalto del piso de la plancha del Zócalo es de
Chimalhuacán ¿usted dirá si es dura? La mayoría de los edificios
alrededor del Zócalo tienen en los cimientos una base de piedra
negra de Chimalhuacán, después una piedra gris (guarda polvos)
de Chiluca y le sigue una de San Bartolo Naucalpan, ambas más
suaves>>.
A- ¿Dónde has trabajado?
H-<< He restaurado como 20 edificios del centro de la ciudad y la
catedral metropolitana>>.
A - ¿Cómo evoluciona el arte de la escultura en piedra en nuestro
municipio?
H-<< Hoy en día hay mucha falta de autenticidad en algunos que
se dicen maestros, hace cuarenta o cincuenta años un maestro
tenía que saber todo lo que se refiere al tallado en piedra para
decirse tal, como lo era Eduviges Néquiz>>.
Hugo explicó lo referente a la montea, arranques de chambrana y
Tocansito. Mencionó los cinco órdenes del capitel de arquitectura
en piedra: toscano (tosco, sencillo); dórico, se agrega una flor;
jónico con carretes; corinto genuino y el compuesto. Sacó papeles,
hizo dibujos, apareció la pasión, la enjundia en cada explicación,
como si con ella estuviera esculpiendo la plática. Seguimos:
A-Alguna vez escuché a un cantero decir que la piedra le advertía,
a través de un sonido x, cuando estaba a punto de romperse ¿Es
cierto eso?
143
Obra de Hugo González calificada como única en el mundo,
manufactura con 10 diferentes tipos de piedra.
H. -<< Por ejemplo esta virgencita, cuando trabajé con ella le
hablaba, le decía: señora mía que mi trabajo salga bien, permite
que pueda hacer lo mejor que tengo para que quedes bonita ¿por
cierto como ve mi virgencita?>>.
A: Me la mostró, no quise escucharlo, me parecía corriente que
hubiera pintado la piedra de diversos colores. Pregunté: ¿Por qué la
pintaste?
H-<< No, no está pintada, está formada por diferentes piedras, de
diferentes lugares: el manto de color verde es piedra de Oaxaca;
el vestido naranja, de Queretaro; la nube blanca es piedra
jamoncillo de Zacatecas; el resplandor es “hermosa” de
Guadalajara; luna, listón y pelo, América negra de Tlalpujahua
Michoacán; atrás el blanco luxor de San Luis Potosí y el amarillo
y el rojo de Guadalajara; listón gris de Tlalpujahua; las uñas,
rosa mexicano de Queretaro y la corona amarilla de
Guadalajara>>.
Me quedé estupefacto. “Belleza que atrapa lo eterno en un
momento dado” o “lavar el alma del polvo de la vida cotidiana”,
definiciones que he escuchado sobre el arte. Le dijeron en Bellas
artes, en una exposición en la que participó, que tenía que
registrarla porque era pieza única en el mundo.
144
IDENTIDAD Y VISIÓN PERSONAL
En este tema hacemos observaciones que pudiesen abonar en
definir ¿Quiénes somos los chimalhuacanos? y ¿Quiénes los
mexicanos?, en realidad somos lo mismo, más algunas
particularidades.
Recalco que no estamos haciendo tesis, sólo es una especie de
semblanza. Primero mencionamos algo de lo que han dicho
quienes se han ocupado seriamente de esta materia. Los grandes
hombres preocupados por saber ¿Quiénes somos?
Samuel Ramos, en el perfil del hombre en México, dice que somos
un pueblo que tiene complejo de inferioridad y que debemos
buscar su origen en la independencia. Afirma: “El pelado
mexicano tiene un comportamiento que se expresa ofendiendo
para compensar el sentido de inferioridad…” [Ramos, S. 1998].
Octavio Paz, en el laberinto de la soledad, tiene observaciones
similares con Ramos respecto al menosprecio a los demás.
Menciona a los hijos de la chingada. ¿Quién es la chingada? Ante
todo es la madre; la chingada es la madre que ha sufrido,
metafórica o realmente. A diferencia del “hijo de puta” se dice que
“hijo de la chingada” es el hijo de violentada, de la abusada, la
mancillada, o sea, hijo de la violada [Paz O., 1992].
Carlos Fuentes, dice cómo los españoles despojaron a los nativos
de los elementos que componían su orgullo y su dignidad. Les
despojaron de su religión, hicieron una prédica que corrió como
reguero de pólvora: “Ya no tienes que ofrecer sacrificios a tus
dioses, el dios que te ofrecemos se ha sacrificado por todos
nosotros” [Fuentes C., 1972].
Ikram Antaki, en Polibio de Arcadia, se refiere también al
complejo de inferioridad: “Un día un pueblo fue vencido, y para no
ver más su derrota, decidió retroceder en la edad para vivir la
infancia que precedió a la derrota”. Ubica el origen de nuestra
forma de ser en la no aceptación de la conquista española.
Dice que nuestro resentimiento es nuestro oficio de pobres. Que no
ha visto jamás un pueblo tan hijo de la enfermedad como México.
145
Y se pregunta: “¿Acaso puede una nación entera roer el alma
como lo hacen, sin perder el alma en consecuencia?”. Continua
diciendo que nos vemos inferiores a los ojos de los demás y en los
nuestros; que nos sentimos inferiores e iracundos; que actuamos
como tales; hablamos y trabajamos como inferiores; montamos a
nuestras hembras sin lograr situarnos por encima de ellas;
escribimos y la letra no logra enaltecernos; que son éstos los
complejos de un corazón empequeñecido. Vale la pena reflexionar
sobre de esto. [Polibio de Arcadia, 1996]
Entendemos entonces que tenemos complejo de inferioridad; que
nos agrada insultar; nos quedamos sin orgullo y dignidad; que no
hemos procesado la derrota ante el conquistador después de cinco
siglos. Ahora posamos nuestra mirada en el microcosmos, en el
espacio de los hijos: Chimalhuacán en diferentes tiempos.
Identidad prehispánica
El denominador común en nuestra comunidad es: ser belicoso. Lo
ubica Eugenio Alonso Martínez en el México prehispánico y dice:
“los nativos de este lugar eran belicosos y estaban en continua
lucha contra la provincia de los Chalcas –Chalco, Amecameca,
Tlalmanalco, Chimalhuacán (el grande)… ”.
La colonia
La historiadora Antonia Hernández nos dice en su libro: “Manuel
Vallarta alcalde mayor de la jurisdicción Coatepec-Chalco
informaba: los indios de la cabecera de Chimalhuacán Atenco,
son alborotadores, rebeldes y amotinados” [las negrillas son
cursivas en el original]. Antes había utilizado el epíteto de
belicosos [Hernández L. A., 2011].
Agrega que los pedreros de Xochiaca y San Lorenzo eran
verdaderos líderes y que no fue la pobreza y el maltrato lo que
provocó el levantamiento de los pobladores en contra de sus
autoridades, en 1810, sino que sabían leer y su condición de pasar
mucho tiempo fuera del municipio, les permitió tener conocimiento
de lo que la gente común no manejaba. Sin embargo, ella misma
establece que veinte años antes habían impedido la llegada de un
gobernador a ocupar su puesto en la cabecera municipal, es decir,
146
ya había antecedentes de su forma de ser. En realidad fue la
cerrazón y el ser belicosos lo que los movió y no la libertad, la
igualdad o derechos ciudadanos. De hecho esas comunidades –
Xochiaca y San Lorenzo— en los años sesenta aún tenían esas
características, los TIDEES dan cuenta de ello.
Las cofradías
José Antonio Cruz Rangel aborda el tema de las cofradías de
Chimalhuacán Atenco. Dice que la mayordomía daba fortaleza en
lo económico, lo social, lo político y lo religioso. En 1715 el
pueblo de Chimalhuacán Atenco tenía seis visitas –pueblos-: San
Vicente, La Magdalena Aticpac, San Sebastián Chimalpa, San
Agustín Atlapulco, San Lorenzo y el barrio naciente de Guadalupe
(Xochiaca), Además, el siempre olvidado, San Salvador
Tecamachalco.
Al mayordomo, los indígenas le llamaban “calpisque” y se
encargaba del control de los cultivos y de las finanzas; tenía que
dar auxilio a los cofrades enfermos; financiar los gastos de entierro
cuando algún cofrade moría; hacer prestaciones cuando sus
miembros las solicitaran y prestar auxilios espirituales cuando los
necesitaran.
A los terrenos de cultivo le llamaban "tierras de los santos”. Las
luchas internas de las cofradías dificultó el poder hispano en el
control de la comunidad reorganizada estratégicamente. El grado
de injerencia y parcialidad en las elecciones por parte del clero y
los caciques era definitivo y se detonaban, entonces, la lucha por el
poder político. Aquí un ejemplo:
“… algunos de los más altos cargos iban a ser ocupados por
mulatos y no indios puros… Los casos de tumultos, revueltas y
rebeliones se multiplicaron; las cofradías y el entorno de la
religiosidad popular, estuvieron con frecuencia en el centro del
problema… Algunas veces los representantes empleaban dinero de
las cuotas en comprar. . . pólvora, cohetes, chirimías y otras veces
se gastaban el dinero en comidas, danzas, toros y bebidas... En la
comunidad corporativa, las relaciones de parentesco y las
subdivisiones político-espaciales –mitades, parcialidades, barrios
147
e incluso parajes—, servían como guías de la actividad del
individuo en función del todo social”. [Cruz Rangel. 2014]
Vemos, entonces, que el elemento radical de identidad de los
chimalhuacanos, en esta época, tiene que ver con lo belicoso, el
alboroto y que nace en los pequeños guetos, tanto familiares como
comunales –nepotismo y mezquindad—. Es curioso ver como la
mayoría de los TIDEES no tuvieron nada que ver con ellas; en los
años sesenta eran, y siguen siendo ahora, grupos cerrados
(mayordomias); las mismas cosas, las mismas disputas, los mismos
proyectos.
Siglo XX
En el siglo pasado el comportamiento revoltoso continuó. Alonso
Martínez menciona que los conflictos y toma violenta del poder ha
sido una constante en Chimalhuacán. En 1934 hubo hechos
sangrientos cuando el Partido Nacional de la Revolución Mexicana
se decidió por Pedro Jiménez y no por Antonio Martínez Saldívar
para ocupar la presidencia municipal.
En 1961, como lo dice el Marranito, intervino el ejército
mexicano desplegando sus fuerzas en el cerro del Chimalhuachi, el
cual avanzó ¡a bayoneta calada!; cerró los accesos al municipio
para apaciguar un conflicto entre partidarios de Salvador Izquierdo
Castañeda, depuesto del cargo de presidente municipal y los
seguidores de Rafael Valverde Valentino, que lograron imponerlo
con el apoyo del gobernador Gustavo Baz Prada. [Alonso M. E.,
1981].
El 13 de Enero de 1984 fue tomado el palacio municipal por
aproximadamente mil personas “afectadas” por no poder fraccionar
sus predios, el Javi era presidente municipal. El secretario del
ayuntamiento, Cachona, y la cuarta regidora Josefina Barrera
fueron retenidos en las oficinas de la presidencia. Tres años
después, en la administración de Pabello, cerca de quinientos
jóvenes quemaron camiones, tomaron la presidencia y al secretario
del ayuntamiento, Cachona, como rehén; clamaban que estaban
“invadiendo” sus predios grupos de colonos.
148
Después de estos análisis vemos que varios siglos después
seguimos siendo los mismos. Ahora nos toca a nosotros, acudiendo
a otros autores y haciendo Fenomenologia, la de Husserl, mirar
otras características de cómo somos.
Abordamos el origen, que necesariamente influye en la forma de
ser: lo hispano y lo indígena. Mayoritariamente mestizos, los
mexicanos tenemos estos dos elementos hereditarios y
complementamos con algo radical: la iglesia.
Lo hispano
En la segunda mitad del siglo XV en España el poder lo tenían
cuatro entidades: el Rey (lo rodeaban deslealtades,
envenenamientos, casamientos por conveniencia, traición y
muerte), los nobles que tenían ejércitos propios, la iglesia y las
cofradías.
Isabel la Católica marca la diferencia por el combate que hizo a la
corrupción; convierte a la península Ibérica en totalmente cristiana
y fanática, por lo que estas dos características son herencia
hispana.
Quienes poblaron la Nueva España fueron tres grupos: los
hidalgos, grupo fuerte, enérgico, depredador y belicoso que se
hicieron duros en la lucha constante durante ochocientos años con
los moros; los aventureros, ávidos recién avenidos, grupo amorfo y
flotante, que sufrieron para instalarse, y los inmigrantes,
ambiciosos de fortuna buscada con trabajo honrado, desprovistos
de recursos y necesitados de fuerte apoyo. Los dos primeros tienen
como característica común: la soberbia, otro elemento de
identidad, estaban acostumbrados a cumplir sus voluntades sin
rienda. La Audiencia los clasificó, en “conquistadores insaciables”,
y en “pobladores famélicos”.
Lo indígena
La palabra. El convencimiento pleno en ella hizo impacto en los
indígenas al oír a los evangelizadores, cuando les decían: Dios te
ofrece la muerte de su hijo para que nadie de tu familia muera por
tus dioses. A todos nos seduce la palabra. Setenta años continuos
149
de gobierno por el PRI en nuestro país lo demuestran, es decir, nos
gusta que nos prometan, sólo eso. Hoy la palabra convertida en
demagogia es “comida” común entre los mexicanos.
Exacerbados. Somos un pueblo que se desborda y excede,
fundamentalmente cuando se trata de festejar. Me queda claro,
también, que la adoración “al dios Baco” es herencia Náhuatl,
sobre todo cuando se quitó el autoritarismo-indígena.
Individualistas y resentidos. Al llegar la conquista, la división entre
las etnias fue aprovechada por el invasor para triunfar. Se trae,
desde entonces, la herencia de no trabajar en equipo y no soportar
el dolor en las pérdidas.
Altivos. Los mexicanos somos el pueblo más altivo del mundo,
dice Gary Genins, está en nuestros genes, sin embargo, el hecho de
ser un pueblo independiente, con status tlatoani, a decir de Gibson,
antes y después de la presencia hispana, nos hace singulares a los
Chimalhuacanos.
La iglesia
La corrupción se manifestó en todos los ámbitos, incluso la iglesia.
Aquí un informe de La iglesia eclesiástica en Nueva España al rey
de España por el Cabildo eclesiástico de Guadalajara: “¡De lo más
escogido entre los eclesiásticos de Nueva Galicia… Y además de
esa confusión involuntaria, implicada, que no dicha, de que el
clérigo en España podía llevar vida deshonesta!” [López portillo y
Weber, 1075].
La iglesia católica jugó un papel preponderante en la formación de
nuestra personalidad, obró con manipulación y realizó el
sometimiento de nuestras gentes y de nuestros pueblos americanos,
nada más imaginemos la impronta de miedo en el alma humana de
un coterráneo, al escuchar desde un púlpito, durante sus luchas por
su independencia: ¡¡¡¡ UN ENEMIGO DEL REY, ES UN
ENEMIGO DE DIOS!!!! [Cabrera, 2010]
150
Conclusión
En esta segunda parte del tercer capítulo, además de las comparsas
y los talladores de piedra, ponemos énfasis en nuestra identidad
chimalhuacana y, por qué no, la mexicana. Somos españoles e
indígenas (la mayoría), somos mestizos—. De España heredamos
la soberbia, el fanatismo, la corrupción y la impunidad que tanto
nos caracteriza, sobre todo a los grupos pudientes. De los grupos
indígenas el individualismo, la afición al alcohol, el resentimiento
y el valemadrismo, más común en la parte popular, además del
autoritarismo en ambas.
La iglesia ha sido sustituida por la televisión, a la cual, le toca
someter a la población, reactivando su ignorancia y de paso
idiotizarla.
Las mayordomías fueron en su tiempo sustituidas por los grupos
afiliados al PRI –clientelismo y corporativismo, ejemplo: Antorcha
campesina—.
Generosos y espirituales
No me perdonarían, ni yo lo haría, sino mencionara lo positivo
que alberga el alma mexicana y por ende la chimalhuacana.
Somos gente que ama profundamente –“una de cal por las que
van de arena”-. Nuestro ser generoso no se lo escatima nadie, es
más, se le pondera. Pensamos que la generosidad y el amor son
uno. El hombre de la calle es un ser fuerte y valiente; tenemos
ejemplo de personas que brillan en el contexto universal.
También somos un “pueblo niño” el de las cosas simples, la
mirada clara y transparente: un pueblo que se niega separar el
alma del espíritu, aunque sea un lugar común, en esto, no existe
un pueblo igual.
Insistimos vivir sólo en el pasado y en el presente, sin mirar el
futuro, ¿Se vale, aunque vaya en contra corriente de los demás?
Después de estas dos visiones sobre el futuro de nuestra patria
que están enfrentadas: La inmanencia y la trascendencia de
nuestro pueblo. Vemos que la primera mira al pasado, a la
151
herencia, y se protege con los valores culturales; la segunda la
describimos así: “Somos hombres y nuestra suerte es atender y
ser arrojados a mundos nuevos, inconcebibles” a la manera de
Castaneda (una nueva realidad).
Lo que puede salvar esta disputa podemos llamarlo: El hombre
paradojal. Paradoja a la manera de Borges: la verdad disfrazada
de mentira [Castellá, 2001]. Para mí el hombre es esencia y
existencia, sin orden de aparición; suyas son la filosofía oriental
y la occidental, la primera que funde al hombre con la
naturaleza y la segunda que la domina y la hace suya; le
pertenece la lógica aristotélica y la lógica paradojal de
Heráclito; y conviven en él, el pensamiento griego y el
pensamiento judío, grandes modelos de occidente: “El griego se
sintetiza en el <<una de dos>>, que, por desgracia, ha
invadido todo Occidente… (y) el modelo judío… <<no sólo,
sino también>>” [Frankl y Lapide, 2005].
En esta paradoja está la posible respuesta a las dos visiones, el
pensamiento judío valida ambas. A la persona le corresponde
tomar las decisiones a en su vida; también al pueblo, sólo a él,
optar su propio camino. Toma relevancia, entonces, la filosofía
de este libro: hay que hacer comunidad con sentido, procurando
un significado. También la de los TIDEES: amistad, tolerancia y
solidaridad, aunque debe ir más allá de ello, sin que se acobarde
por tomar los retos que la vida le plantea. La existencia no es
amor y paz Maco, es amor y tensión, es decir, que no se puede
existir en la homeostasis, hay un margen delimitado por donde
el hombre se mueve, ese debe ser el lugar de los hijos: la
existencia y el significado.
Chimalhuacán Atenco lleva el nombre del viejo Chimalhuacan.
La memoria de mi pueblo y el de la primera patria no pueden
morir, porque todo lo que nace tiene una tarea que cumplir. En
esta vida no todo es progreso y éxito, también hay valores
humanos que son la razón de ser de hombres, mujeres y
comunidades. Las personas, para ser humanos, debemos
152
practicar los valores espirituales (no hablo de valores morales o
religiosos, sino existenciales). Ellos nos dan sentido en la vida.
Heredamos una inmensa riqueza que tiene que ver con esta
tesis: Cuando se inauguraron los juegos olímpicos de Munich
(1972), le pidieron a Viktor Frankl, creador de la Logoterapia,
que diera una conferencia sobre el deporte, más o menos dijo:
“para triunfar en el deporte hay que disfrutar el juego”; así,
pienso que la clave de la vida es el disfrute y la característica
fundamental de la existencia del mexicano es DISFRUTAR. Así
o más claro.
FLOR y CANTO
Finalizo con lo poético, lo filosófico, lo metafísico. Nuestros
hermanos mayores decían que el meollo de la visión del mundo de
los pueblos náhuatl era Flor y Canto: escuchar un canto y
contemplar una flor que no se marchita. Sus pensadores aborígenes
la expresaban de diferente manera: “Flor y canto es lo bello”; “es
la palabra halagüeña”; “es lo importante”; “es inspiración divina”;
“es como cuando consumimos hongos alucinantes”; “es lo que
hace posible la verdad y es lo que hace posible la amistad”:
"Brotan las flores, están frescas, se van perfeccionando,
abren las corolas: de su interior salen las flores del canto:
sobre los hombres las derramas, las esparces:
¡tú eres el cantor!" [León-Portilla Miguel, 2014].
154
CUARTO CAPÍTULO Relatos:
Flotamos sobre la vida que nos ata. – Richard Dehmel—
Pointer, Tripa, Isidoro Buendía el “lobo”, Barajas, Francisco Primavera,
Maco, Mur, Cachona, Jesús Buendía. Chucho, Quino, Changa, Felipe
Sánchez, Pepe, hijo de Lorico, Lorico y Voltaire, hijo de Cachona.
EL CHUCHO
ísicamente alto, bien parecido, junto con el Padre y el
Benja eran los galanes del grupo; era el primero en accionar
en cualquier proyecto. Facilitaba su casa para reuniones de
planeación de actividades y llevar a cabo eventos. La
generosidad de sus padres, siempre fue manifiesta. Además
de ser un excelente portero, fue un goleador nato; dentro del grupo
fue muy solicitado para las serenatas, se había fracturado la pierna
y, en el tiempo de convalecencia, aprendió a tocar el requinto. Su
legado a las nuevas generaciones es que los quehaceres de todo ser
humano deben hacerse con entrega y con amor, lo cual siempre
reditúa.
F
155
Relato de JESÚS MANUEL
BUENDÍA TAPIA
ESCRIBIR MI HISTORIA
Escribir mi vida desde que tengo uso
de razón: mi de adolescencia,
amigos, escuela, la primera novia, el
campo, la laguna, el futbol, mi
primera borrachera, gustos y
debilidades, mi boda, mis hijos, mi
último deporte y lo más importante, creo, de 1969 a 1973, cuando
me dio por tocar la guitarra, ¡oh! Esto es muy anecdótico. Voy a
tratar de narrar con la mayor sinceridad posible.
Un 30 de Diciembre de 1948, a las 6:30 horas, nació un lindo
bebe, ese bebé era yo, mi nombre Manuel Jesús. Mis padres fueron
Ángel Buendía Estrada y Susana Tapia Montero. De aquí me
traslado a la edad de 12 años, cuando mi abuelo Antonio me
llevaba al campo junto con mi primo Felipe el “santana”, 3 años
mayor que yo; aprendimos la preparación de la tierra para
sembrar maíz, frijol, zanahoria, chile poblano, flor de pincel.
Lo más hermoso era ir a laguna, íbamos a pescar carpa, pescado
fresco, ajolotes, ranas, juiles, charales, acociles, etc. En ese
tiempo el ahuahutle [ahuahutli] - huevera del mosco de la laguna-
era el alimento de lujo; obtenerlo consistía en llevar manojos de
árbol de pirú que se encajaban en la laguna en forma de parábola
y a los dos meses se regresaba, se sacaban los manojos, se
colocaban en la chalupa, se ponían a secar en mantas blancas, se
sacudían, se volvían a meter los manojos en la laguna y así
sucesivamente. Ya en casa, mi abuela Andrea se encargaba de
prepararlo; al “mismole” con las ranas y los charales con las
carpas y demás pescados.
No quiero descartar la cacería del pato de laguna con armada [era
una serie de cañones de bajo calibre, dispuestos en forma
semicircular que operaban cuando había grandes parvadas de pato,
la recolección era abundante] o escopeta; el chichicuilote y otras
aves comestibles de la laguna. Al describirles esto me emociono,
ya que disfruté mucho esta etapa de mi infancia. La cacería en las
156
escalerillas, cerro que se encuentra al otro lado de la carretera
México-Texcoco, eran: el conejo, el tejón, las tórtolas en su
temporada e incluso víboras de cascabel, ardillas y el
“copalasclero” en los meses de Enero, Febrero y Marzo, mi
abuela lo preparaba igual que al chichicuilote: frito o en salsa
verde con nopales y cilantro.
Cuando comencé a cocinar tenía doce años, fue por necesidad, mi
madre sufrió parálisis de medio cuerpo y mi abuela materna se
hizo cargo de la casa, era Josefa montero; me mandaba a la tienda
por el mandado y quise aprender a cocinar, mi primer platillo fue:
sopa de fideo, chile con huevo y frijoles, más adelante pude hacer
guisados; aprendí a lavar, planchar, cocer mis shorts, incluso
cuando jugaba de portero, cada ocho días estrenaba shorts ya que
mi papá trabajaba en “Telas Blanco” en el D.F. y yo ocupaba los
cortes de tela que traía. En 1995 inicié otra actividad que me llevó
a lo que hoy me dedico: realizar banquetes de todo tipo:
barbacoas de borrego, puerco, res, pollo, conejo, etc. lo cual
disfruto el hacerlo hasta nuestro días en el 2013.
MI FAMILIA
Tuve cuatro hermanas, todas ellas menores: Ma. Del Carmen,
Salvadora Elena, Salomé (+) y Ma. De los Ángeles. Mis abuelos
paternos fueron: Antonio Buendía Castillo y Andrea Estrada
castillo. Abuelos maternos: Tranquilino Tapia y Josefa Montero
originarios de san Juan Extayopa, que está por el rumbo de
Xochimilco. Sobre mis primos, el único con el que tengo relación
es Felipe Peralta Buendía, nos visitamos con cierta frecuencia,
con los demás no hemos tenido ningún aprecio, sólo buenos días,
buenas tardes y ya, ésta es mi familia.
LA ESCUELA
Cuando era niño entré a párvulos en el colegio Netzahualcóyotl,
después a primaria y al terminar seguí la secundaria. El personal
docente eran religiosas y ¡ah! Había chavas que eran “internas”.
La madre angelina era muy guapa y no se diga la madre Fabiola,
a ella la veía como a una “mujer”, era muy hermosa y tenía un
acento español que me parecía única, siempre fue mi novia aunque
ella no lo sabía, incluso para estar con ella le decía que no le
157
había entendido a la clase y me sentaba casi en sus piernas; desde
ese entonces comenzó una de mis debilidades: las mujeres.
LAS MUJERES
No fui un estudiante destacado, lo que para mí era importante es el
hecho de que la madre Blanca, directora de la escuela, nos llevaba
a jugar futbol a otras escuelas y ganábamos torneos, yo era
portero y ella me compró un suéter de color verde bandera. En
secundaria era obvio para mí enamorar a las chavas; en primero y
segundo de secundaria mi primer novia fue Isabel Néquiz. Después
Carmen Pacheco “la chita”.
De la que si me enamoré perdidamente fue de Ma. Elena, era muy
hermosa, vivía en una granja de la barranca, era de Jalisco,
duramos tres meses de noviazgo después se fue a su tierra y jamás
supe de ella.
ADOLESCENCIA
Lo especial era la temporada de las canicas y el trompo [negritas
por Jesús]; cerca de la casa de doña Aurorita junto con Marcos, mi
vecino, nos reuníamos para apostar la botella de canicas, ya sea
mano a mano o entre varios; el juego duraba mucho porque era
muy competido. Cuando terminaba esta temporada de canicas se
iniciaba la del trompo, apostábamos 20 centavos, eran de cobre,
algunas veces la apuesta subía a un peso de los llamados
“Morelos”; se jugaba a puntazos, es decir, poner el trompo en el
centro del círculo y que el contrario tenía que chocarlo con el
suyo, a veces se rompían los trompos y ese era parte del juego.
Con mis primos hermanos, hijos de Evaristo Buendía que era de
carácter fuerte, exigente y prepotente, ordeñábamos las vacas,
lavábamos chiqueros y dábamos de comer a sus animales; quería
mi tío que me quedara en su casa, que me levantara a las cinco de
la mañana y trabajara con él a cambio de darle leche y otras cosas
a mi mamá, incluso quería que me pelara de casquete corto, casi
pelón con un copetito al frente; no me hallé en su casa y regresé a
mi hogar.
158
DEPORTE
Este tema es de gran interés, para mí, ya que lo practiqué con
pasión y entrega en la escuela; siempre tuve deseos de destacar y
aquí les expreso mis triunfos y derrotas. Cuando tenía 17 años me
invitaron a participar al equipo León de primera división de
Chimalhuacán; en el segundo partido debuté, el portero titular le
llamaban “el crack” y el segundo era “el tonina” a los cuales
desbanqué, en ese torneo, 1966-1967 me parece, salimos
campeones de liga y repetimos el campeón de campeones
derrotando al guadalupano.
Como en toda organización existen problemas e inconformidades,
casi la mitad del equipo salimos de él. Pasamos al León de
segunda división, estaban en ese equipo: Arrepentida, Quino,
Maco y Benja -los tres son hermanos-, Pepe, Pointer (+),
Marranito, el Padre y Cachona -los tres últimos también
hermanos-.
Más o menos en 1968 tenía buena amistad con ellos y nos
reuníamos en mi casa para echar relajo y beber unos tragos, fue
entonces cuando, platicando con Cachona, dijimos a los demás:
vamos a formar un equipo nuevo que empiece desde la tercera
división; estuvieron de acuerdo y -“le llamaremos TIDEES”,
opinó Cachona, bueno -¿Qué significa Tidees? Preguntaron. –
“Tierra de escudos” contestó, “es el significado de la palabra
Chimalhuacán”. Se le dio parecer a todos los cuates y se procedió
a madurar al proyecto: el diseño del escudo, colores del uniforme
y jugadores para completar el equipo. Los colores fueron: playera
azul rey y amarillo y medias rojas. El banderín: amarillo el fondo,
fleco azul rey y letras rojas.
Al inicio del torneo el primer partido fue con el Internacional,
donde jugaban los “tachuelas”, quienes eran muy aguerridos, este
partido lo ganamos y, entonces seguimos esa línea toda la primera
vuelta, es decir, invictos. En la segunda el encuentro con el
Internacional, que nos pisaba los talones, fue realmente de
alarido, perdíamos uno por cero y faltaban pocos minutos para
terminar el partido, cuando el Arrepentida y yo armamos una
jugada hasta la puerta contraria, donde se hizo la melee y en una
159
soberana polvareda mi compañero y yo pateamos por último el
balón logrando el empate, nunca supimos quién de los dos anotó el
gol del empate, esto se convirtió en anécdota que siempre salía a
relucir. Fuimos campeones invictos.
Para la segunda división se integran: el Pangas, Cachona, Tepis,
Tripa, Barajas, Julio, Mur, Hugo y mi primo Felipe Peralta. En
este torneo no sucedió nada importante; se dieron diferencias
entre los jugadores, sobre todo sobre el trofeo del campeonato
anterior el cual era reclamado por el Quino, sin embargo la
mayoría votó para que yo me quedara con él, esa fue la razón por
la cual me salí del equipo Tidees.
De allí me fui al Jalisco y todo pasó sin pena ni gloria y después al
Tiburón B con el que gané el campeonato de copa de primera
división. Dejé de jugar un año y al regresar me registré en el
monterrey, también de primera división, donde al final de la
campaña salimos campeones y decidí retirarme cumpliendo mi
deseo de hacerlo siendo campeón de futbol de la primera división
en mí pueblo.
Otros hechos relevantes fue
anotar dos goles olímpicos:
el primero fue contra el
Atlas cuando jugaba con el
León A y el segundo contra
el Tiburón C jugando con el
Tiburón B. Por último
quiero resaltar en este
segmento que el hecho de
pertenecer al TIDEES fue lo
máximo, todos fuimos
amigos, para mí la relación
destacada fue con el Padre y el Changa, sin embargo desde que
me casé sólo hubo un “quiubo”, un “que tal” y eso es todo.
En 1975, trabajaba en el banco y entré al torneo interior donde
quedamos en 5º- lugar; además hubo un torneo inter-bancario,
nuestro entrenador fue Jorge Iniesta ex portero del América de
Chucho, Abajo penúltimo
160
primera división profesional-nacional, mi posición era de extremo
derecho pero él me ubicó como lateral derecho y me dijo: “tú vas
a ser mi arma secreta, cuando te grite adelante te vas con el balón
y gol”.
Anoté tres goles, uno en la final con el Bancomer, que perdimos en
penales. Dos años más tarde se realizó un torneo interno de futbol
rápido, salimos campeones y yo conservo el trofeo como CSI valle
de México.
LA MÚSICA
Este tema es el más bonito de mi vida, a continuación explico
cómo y porque empecé a tocar la guitarra: En 1969 en una fiesta
conocí a una chava que me llamó mucho la atención, la invité a
bailar, platicamos y quedamos de vernos al día siguiente, que era
domingo, en la plaza, en la nevería del “barrilito” tomamos una
nieve y, en fin, que “le canto”, le pedí que fuera mi novia, me dijo
que si, actualmente es mi esposa, pero que se me sale decirle que
un día le llevaría serenata y no sabía tocar la guitarra y aquí
empieza la historia.
Había un trío: “los luceros” donde tocaba mi tío Guillermo Páez,
tocaba el acompañamiento y era primera voz; don Enrique Páez
requinto y tercera voz y don “chivas” acompañamiento y segunda
voz. Le pedí a mi tío que me enseñara a tocar, me puso hacer
ejercicios con los dedos para darles movilidad, para lo cual le
puse mucho empeño, quería llevarle serenata a mi chava. Después
de tres meses tocaba algunos tonos y llevaba serenata donde nos
contrataban. Empecé a rasgar el huapango y compré algunos
métodos de guitarra fácil y continué con las serenatas.
Cuando regresábamos de Sinaloa, de las vacaciones arriba
mencionadas, pasamos por Quiroga donde compré mi guitarra,
una verdadera chulada, con un sonido especial; me costó $550 que
era mucho dinero en ese entonces. De regreso en el pueblo le puse
más dedicación al aprendizaje, sólo que sufrí un accidente, fui
fracturado de tibia y peroné en mi equipo León A jugando contra
el Guadalupano; ante el enojo de mis padres vino una dedicación
completa a la guitarra y como “no hay mal que por bien no
161
venga”, los cuates estaban todas las noches en la casa y Javier
Martínez, recién llegado del seminario diocesano y que sabía
tocar la guitarra, me visitó y compaginamos y, haciendo
transportación, tocamos boleritos que salían casi a la primera.
Después de unas semanas y casi acoplados, escuchábamos la
“sinfonola” en la nevería el “barrilito” y, aunque era lírico, se me
grababan los tonos del requinto, de manera de que al escuchar la
canción de moda “ven”, de la rondalla de Saltillo, después de
hacerlo varias veces, quedó lista.
Se integró Changa y Cachona, en fin, todos querían cantar con
nosotros, lo cual era muy emocionante, lo que hice fue sacar más
requintos y dar más serenatas. No recuerdo donde, ni con quien,
fue la primera serenata o a que chava, pero una vez fuimos con
Cachona a la Agrícola Oriental, había pomo, “vamos a tocar y
después a tomar” les dije, porque estamos en el D. F., y sí, poco
después llegó una patrulla y como no estábamos tomando no nos
molestaron, ya en Chimalhuacán empezamos a chupar.
A principio de 1970 el padre Felipe González nos propuso cantar
en la misa del 24 de diciembre, ensayamos requintos y letras y ese
día a media noche por primera vez se cantaba la misa con
guitarras lo que fue una sorpresa para propios y extraños; después
se repitió este hecho. Actualmente es normal que rondallas y
estudiantinas amenicen la misa, tocan tres requintos donde
nosotros fuimos pioneros, como son: caminar, aleluya y el santo,
santo. Nuestro repertorio se fue incrementando y espontáneamente
se incorporó “el flaco” (Francisco Sánchez) quien cantaba como
Jorge Negrete; nos pidió que le lleváramos serenata a la sobrina
del padre Jesús, quien actualmente es su esposa; llevamos
serenata también a Marilú “la venada” por encomienda de Javi,
tiempo después “le canté al oído” y me gané un “caldito”; con
Benja fuimos a la colonia Aurora y con todo ello, modestia aparte,
me gané la admiración de varias chavas…
Recuerdo una serenata que fue improvisada, al Arrepentida lo
había cortado su novia, le decíamos “la manzanita”, habíamos
vaciado el refrigerador que estaba lleno de cervezas y a “medios
162
chiles”, como a las 23:45, sin tener practicada la canción
Irresistible, la entonamos y salió tan bien, que también salió “la
manzanita” y, por tanto, hubo reconciliación, más adelante, hubo
boda, después vinieron los niños y, actualmente, siguen felizmente
casados.
GASTRONOMÍA
¿Un oficio? ¿Un arte? ¿Un don? O simplemente un gusto por
cocinar, posiblemente una necesidad, para mí fundamentalmente
es el placer de hacer degustar a propios y extraños mediante el
sazón, en mi caso, una herencia de mis abuelas paterna y materna,
así como de mi madre.
Cuando tenía 22 o 23 años, mi madre se había recuperado y me
enseñó hacer guisados; aprendí con ella a planchar, a zurcir y
cuando me casé, a los 24 años, le dije a mi esposa que: el sábado y
domingo, mis días de descanso, que yo cocinaría y lavaría mi
ropa; únicamente ella debería planchar mis camisas. Mi esposa
también cocinaba rico, tiene buen sazón; me enseñó a cocinar la
pierna y lomo de puerco al horno, los pavos y toda comida
especial para navidad.
Para el año de 1998 preparé un lomo para un cliente del barrio de
Xochiaca, le gustó mucho y de allí nació la idea de dedicarme a
los banquetes, preparaba: bufetes, comidas de gala, barbacoa de
borrego, puerco, res, pollos, conejo, etc. actualmente (2012) sigo
ejerciendo con buenas ganancias y ganando cada día más clientes
en varias latitudes: Texcoco, Coatlinchán, Chicoloapan; he
cocinado también en Toluca, Oaxaca, Sirahuén Michoacán, en
Nayarit y otros lugares más.
Hace aproximadamente cuatro años hubo un evento político en el
“salón Jordán II”, presidía el acto el Sr. Marco Antonio Lázaro
presidente municipal de Chimalhuacán; me encargué del menú, el
cual consistió en: ahuahutli, pato de laguna en pasilla con
“lenguas de vaca” y espinacas y algo más; al terminar el convivio
fui llamado por el presidente quien me dijo: “mire he comido
ahuahutli y pato varias veces en los barrios de Xochitenco y san
Pablo y nunca lo había comido así de rico”, le di las gracias y le
163
dije que lo hacía con gusto y pretendiendo que los comensales
quedaran satisfechos .
En abril, dese hace nueve años, la ida es a Juquila, Oaxaca; San
Juan nuevo Michoacán y a plateros Zacatecas, en fin, toda una
experiencia y como del resultado de cocinar como si fuera para
uno mismo. El hecho de haberme dedicado a los banquetes hizo
que comprara semanalmente revistas de cocina, obteniendo varias
colecciones, de igual forma, todos los días veía el programa “la
ruta del sabor” en el canal once de t.v. coleccione recetas de todas
partes de la república, incluso me inscribí en este programa para
elaborar la comida prehispánica: ahuahutli, pato y mixmole; no
logré mi objetivo porque antes habían pasado un programa con un
menú similar. El cocinar para mí ha sido toda una experiencia; he
puesto en esta actividad toda mi imaginación; he tenido que
esforzarme y tener paciencia; aquí, como hacer el amor, no está
prohibido nada, sólo el hecho de complacer a los demás y a mí
mismo.
MI VIDA PERSONAL
Me casé con Rosa Estela Valverde Cedillo, hija de don Julián
Valverde el “Jordán” el 28 de Agosto de 1972, ella tenía 21 años y
yo 24, tenemos cuatro hijos: Sonia Salomé, Manuel Alejandro,
Roberto Carlos y Carina Alejandra, todos están casados; tenemos
seis nietos, cinco mujeres y un varón. La mayor salió muy buena
para el baile de las comparsas.
RECUERDOS DE ÚLTIMA HORA
Tuve la oportunidad de tomar película del paso de la antorcha
olímpica por nuestro municipio el 11 de octubre de 1968, creo que
soy el único que tiene este tesoro, ya lo compartí con el Tepis y
con Cachona, nada más. Otro dato que no incluí en el tema de la
gastronomía es el siguiente: Cierta vez una monjita argentina
llamada Sarita, chef desde hace 50 años, la entrevistaron en radio
centro, no dio recetas pero si tips, dijo: No es necesario utilizar las
medidas en onzas, octavos o pizcas, debe uno tener el ya cálculo
con los dedos, es decir, si vas agregar sal que sea de grano y con
tres dedos; utilizar cucharas de madera y cazuelas de barro; otro
que mencionó es que uno debe tener siempre una cubeta con agua
164
limpia y dos o tres secadores, para lavarse las manos seguido para
garantizar buenos alimentos y finalmente, pedirle a Dios que todo
salga exquisito.
Cuando terminó la entrevista me di cuento que todo eso yo hacía y
que tengo además: sazón e imaginación. Por ello le voy a
mencionar tres antojos de mi creatividad, que vendo en mi puesto:
A unas “tortillinas” les puse suadero caliente, les gratiné queso
Oaxaca, le agregué cilantro, cebolla y salsa. Otra creación fueron
unos cuaresmeños a los que desvené, les pongo limón, sal, queso
manchego, cilantro y por último,
tostadas de suadero, longaniza,
pastor y combinadas: a unas
“tortillinas” les puse sal por los
dos lados hasta que quedaron
tostadas, les pongo suadero,
cilantro, cebolla, limón y salsa. En
Diciembre se va iniciar un curso
para Chef profesional con
especialidad en diversas cocinas:
Mexicana, Española, Francesa e
Italiana, además de repostería y
voy a darme la oportunidad de
tener ese título la escuela es:
Escuela nacional de gastronomía.
MI ÚLTIMO DEPORTE
Mi cuñado Gabriel Valverde (+) me invitó a ”pedaliar” a San
Juan de los Lagos Jalisco, le dije que sí y el 29 de julio de 1981
compré una bicicleta Zaeta rodada 28 de color azul eléctrico; con
ella comencé a entrenar yendo a Coatepec, Tepetlaoxtoc, y
Tepetlixpa. En Enero de 1982 fui por primera vez a San Juan de
los Lagos, nuestro grupo se componía de 18 miembros,
actualmente somos entre 90 y 100, el grupo se denomina: “grupo
Ciclista de Chimalhuacán”; hemos realizado varias
peregrinaciones: a Chalma en mayo, a Tepalcingo Morelos en
marzo, a Tepetlixpa el último domingo de enero, a Juquila
Oaxacca el tercer viernes de abril, a plateros Zacatecas del 12 al
15 de agosto, a san Juan nuevo Michoacán.
166
EL DAVID
avid Rico Rodríguez pertenece a la tercera generación del
grupo. Su familia paterna fue siempre muy reconocida en
nuestro pueblo. Siendo niño la vida le fue adversa a
David, cuando murió su padre, Ángel Rico, su madre,
Ofelia Rodríguez, batalló para la educarlo y
también a sus hermanos. Dentro de todo
esto, estará presente la muerte de Ángel, su
hermano mayor,
Al escribir estas líneas, se traslada a Costa
Rica, va por tres años, enviado por la
empresa donde trabaja. Su esposa es
profesionista, su hijo cursa actualmente dos
licenciaturas y su hija preparatoria, de ese
tamaño es la “herencia de hemoglobina”
que recibió de su familia. El legado que deja a las nuevas
generaciones TIDEES es que el hombre puede trascender más allá
de sus límites.
Relato de DAVID RICO RODRÍGUEZ
Practicar futbol nunca ha sido algo que me emocione sobre
manera, de niño y adolescente participé en las competencias que
se gestaban entre los chavos: “Los Valencia” hijos de Pedro y su
hermano Rufino, contra los “Rico” que incluía a mis hermanos
Ángel y Rafael, igual que a mis primos todos de la familia Rico.
Faltaría a la verdad decir que en los encuentros siempre
resultábamos victoriosos, pero honestamente recuerdo que así
ocurría con frecuencia, y ahora reflexiono que esto de manera
indirecta y nada intencional incrementaba la rivalidad, sin
sustento, que existía entre “las familias”, todo por demostrar
quienes eran los mejores del barrio. Pero más emocionante era
esperar el final de cada partido porque entonces era necesario
cuidarse de las posibles agresiones, berrinches y pataleos que mis
vecinos nos propinaban.
D
167
Con este antecedente “atlético” llegué a los albores de mi
juventud, naturalmente era “obligado” participar en un equipo de
futbol tal como lo dicta la tradición, pero por supuesto no debería
ser cualquier club, por lo que acostumbrado a seguir los pasos de
mis hermanos, como cuando éramos monaguillos con el padre
“Chucho” (Jesús Aguilar) en la parroquia de Santo Domingo, me
decidí participar en un equipo.
Mis hermanos, jugaron en el Jalisco con Armando mi primo, el
Mur y Erasmo Valverde y posteriormente se integraron al TIDEES
que, para la época, algunos equipos rivales lo veían como un
grupo de elite o burgués, sus integrantes se distinguían porque la
mayoría eran estudiantes universitarios o profesionistas, y para
llegar a los campos de juego siempre lo hacían valiéndose de sus
propios vehículos.
Los padres de David: Ofelia Rodríguez y Ángel Rico.
¿Cuántas temporadas “jugué”? No lo recuerdo, pero lo que si
tengo en la memoria es que nos enfrentábamos con el Tampico de
Rufino Valencia y familiares, otra vez la historia se repite, así
como con el Jalisco donde el rencor seguía vivo con Armando mi
primo y el Mur, porque no solo mis hermanos jugaban en el
TIDEES, sino también el hermano de Armando (Juan) era uno de
los jugadores destacados en este grupo. Mi posición en el campo
de juego fue centro delantero lo cual me valió superar mi marca
168
de anotaciones de ¡un solo gol! en todas mis temporadas, ese día
fue espectacular porque el marcador final fue 3-3, pero lo mejor
fue que los 3 goles del TIDEES fueron marcados por mis 2
hermanos y yo, al final del encuentro le ofrecí disculpas a Jaime
Castillo del equipo Monterrey, porque debido a que no tenía más
hermanos no le pudimos ganar con más anotaciones.
UN TIEMPO ANTES
Pasar a la adolescencia significó un reto personal, terminaba mi
nivel elemental de estudios, la primaria en la escuela oficial José
María Morelos y Pavón, donde si bien no me distinguía como el
más brillante, si tenía los arrestos para posicionarme entre los
alumnos destacados en esa generación. Pero mi llegada a
secundaría representó un reto adicional, tuve la oportunidad de
cursar este nivel de estudios en la escuela de mejor prestigio en el
municipio, todavía en la década de los finales de los 70´s. Lo
refiero como un reto porque en aquel tiempo la economía familiar
no era de tanta solvencia como para que mis hermanos y yo
pudiéramos estudiar en esa institución, sin embargo, con las
consideraciones de las Madres Carmelitas que aceptaron
otorgarme 50% de beca y el apoyo, en un inicio, de mi tía Lupita,
inicié mis cursos de secundaria. Y bien, sin abundar en más
detalles es posible decir que, a temprana edad todo individuo es
capaz de asumir compromisos y vislumbrar un plan de vida.
Ciertamente, ese fue mi caso.
Chimalhuacán seguía en la ola de la Sociedad de Estudiantes para
esos años, que como todo joven lleva en sus ideales el propósito de
cambiar el ambiente heredado por sus padres, era así como
organizando bailes y las tradicionales Kermes estos muchachos
con sus familiares y amigos hacían la colecta para la construcción
del dispensario que llegó a funcionar en un espacio de la
parroquia de santo Domingo, donde los médicos recién egresados
(Fernando Canto y Adán Buendía) se comprometían a dar
consulta como un servicio para la comunidad, pero a la vez
reafirmaban sus conocimientos practicando con los paisanos.
169
Con las esposas de algunos TIDEES
No todo era trabajo, porque a esa generación le interesaba que el
pueblo tuviera otras distracciones y que la juventud encausara sus
energías no sólo en el futbol, fue así como vimos a la primer
rondalla, el grupo de danza y teatro que siempre estaban
dispuestos en participar en los festivales y “callejoneadas” que
daban un colorido especial a la monotonía que en vivíamos.
La anterior referencia, que para algunos pudiera ser algo trivial,
en lo personal significó el motor para que no perdiera de vista el
objetivo de llegar a ser profesionista, cursando mi bachillerato en
el Instituto Politécnico Nacional, la carrera de ingeniería en la
Universidad Nacional Autónoma de México y por último una
maestría en Administración en el Instituto Tecnológico de Estudios
Superiores de Monterrey.
Me interesé por participar en actividades políticas en el ámbito
local, me acerqué y afilié al PRI, competí por ser representante del
MJR - Movimiento de Juventudes Revolucionarias que no lo
conquisté porque ya la decisión y apoyo era para el contrincante.
En la administración de Pabello coincidió que el Presidente de la
República fue Carlos Salinas de Gortari y en su primera visita a
nuestro municipio tuve la oportunidad de ser ponente en el acto
organizado para hacer de su conocimiento las condiciones de
nuestra localidad. Mi ponencia giró en torno a la: Educación,
Deporte y Comunicaciones.
170
Era el más joven de entre los 4 ponentes, detalle que llamó la
atención del Presidente de la República y sin faltar a la verdad mi
discurso resultó el mejor de entre los demás, tan fue así que en la
tercer visita que CSG realizó al municipio pidió que estuviera
presente en el acto donde haría entrega del Hospital de 90 camas
que se construyó en el Barrio de Plateros. Y además, en el último
año de su gobierno al ser entrevistado previamente a la transición
del poder con Ernesto Zedillo, le preguntaron a CSG que
mencionara 3 cosas que le habían marcado su paso por la
presidencia de la República y en palabras más, palabras menos, él
comentó sobre la que muy particularmente me refiero:
“recuerdo en las actividades del Programa Nacional de
Solidaridad en la visita a unas de las comunidades más pobres del
país; Chimalhuacán, un joven con mucho valor y energía me pidió
que no fuera de los presidentes o funcionarios que iban a sus
lugares de origen y ofrecían obras y que ponían siempre la
primera piedra y que nunca regresaban a poner la última”
Entonces el presidente aprovechó para comentar que a ese joven y
su comunidad se le había cumplido y se había construido el
hospital de 90 camas. Pues con mucho orgullo debo decir que ese
joven fue David Rico…
A la postre, revisando mi comportamiento de la época es fácil
identificar que esa rebeldía y forma tan clara de decir las cosas la
sustentaba mi juventud pero más aún mi autonomía de los órganos
de gobierno porque nunca he ostentado cargo público, lo que a
todo individuo le permite hacer las críticas y comentarios que le
parecen pertinentes porque como se dice: nunca he vivido del
presupuesto.
LA HERENCIA
Habrá quien esté de acuerdo y quienes no lo estén, pero lo que
logra uno en la vida tiene sustento en 3 factores: el medio
ambiente, el personal y lo hereditario. En este último elemento
aprovecho para mencionar datos de mis raíces, principalmente de
mi abuelo paterno quien en vida llevó el nombre de Francisco
Rico, los datos a continuación mencionados son una pequeña
171
recopilación de quién llegó a conocerlo, sin duda entre los
habitantes de esa época encontraríamos quienes estén de acuerdo
pero también los que no. Mi intención en este momento es para
sustentar que lo que en lo personal he logrado y cómo esto puede
ser parte de mi herencia.
EL ABUELO FRANCISCO RICO
Alvaro, Juan, Francisco, Guadalupe, Ángel, Carmen y Tere
Hijo único de Rafael G. Rico y Tomasa Alonso, su padre muere
cuando apenas llegaba al año de edad. A los 28 años contrae
nupcias con Carmen Sánchez Gálvez de 18 años. La condición
económica de Francisco lo convertía en un buen partido, por lo
que el día de su boda despertó el resentimiento de alguna
aspirante, de quien se presume ser la autora de pasquines que
aparecieron el día anterior a la boda con la clara intención de
afectar la naciente unión matrimonial.
Carmen contaba con estudios de primaria y por sugerencia de su
esposo se inició en el estudio de corte y confección, pero los
deseos de Francisco por hacer de su pareja una mujer distinguida
no quedaron en eso, por lo que adquirió un piano para que
Carmen aprendiera cómo arrancar de este magno instrumento las
mejores notas para el deleite de toda audiencia.
Desafortunadamente, como siempre ha sucedido en la historia de
todo matrimonio, la suegra de Carmen tuvo que influir para que
172
eso no sucediera, porque la tradición dictaba que la mujer debe
atender al esposo y no distraerse en cosas diferentes.
En fin, dicho piano no cumplió el objetivo para el cual Francisco
lo compró, pero a la postre sirvió para que las juventudes de
Chimalhuacán tuviéramos acceso a un instrumento de ese tipo
dado que pasó a formar parte de los activos de la escuela
Netzahualcóyotl. Lamentablemente del piano no tengo la menor
idea si aún se conserve en la escuela, pero con toda seguridad
podemos dar cuenta del mismo porque la factura del mismo la
conserva Lupita Rico, mi tía.
La personalidad de Francisco Rico fue la de una persona
caritativa, humana y siempre dispuesto ayudar al prójimo. De
trato sencillo al igual que el vestir no formal, camisa de manga
larga, tenis y sombrero de la marca Tardan. Su actividad
económica fue el comercio, dueño de la tienda mejor surtida de la
época, a la que la gente llegaba por sus provisiones, se cuenta que
no en pocas ocasiones fiaba los productos a los pobladores y
anotaba en su libreta de deudores. También se sabe que los
clientes llegaban a solicitar préstamos dejando en garantía los
títulos de sus propiedades. Tanto la libreta de deudores y los
títulos de propiedad si los hubo, están en la misma condición del
piano, no se sabe dónde quedaron.
De mitos y leyendas hay
mucho que contar, lo
cierto que con su
esfuerzo, trabajo y
administración Francisco
Rico llegó a distinguirse
en cuanto a los bienes
que logró, siendo la
primera persona que tuvo
automóvil en Chimalhuacán, en su tienda se vendían los timbres
fiscales con los que se daba legalidad a los documentos que así se
requería, lo que sí es un mito es que su riqueza se debía a que
poseía acciones de minas en Pachuca, tal vez esto se alimentaba
por los viajes frecuentes que realizaba a esa localidad para visitar
173
a su tía Rosario hermana de Tomasa su mamá, que por cierto tuvo
un hijo llamado León Jiménez que murió después de haber sido
atropellado por un autobús de pasajeros, frente a la casa de
Francisco.
No le gustaba la política, sin embargo, contra su voluntad fue
nombraron Síndico Municipal “por ahí” de los 30´s. Lo que sí era
de sus placeres el juego de cartas o el dominó, así como lo
bohemio, de esto hay una anécdota que se cuenta que en el juego
uno de los contrincantes al no tener nada más que perder ofreció
como prenda a su mujer, la cual perdió. Pero cuando el oponente
quiso cumplir con su deuda, Francisco no lo aceptó y le pidió se
retirara.
Foto de despedida de Francisco Rico Sánchez (de traje) –su tio- , iba a
continuar sus estudios sacerdotales a Roma, Italia
Francisco tuvo una formación religiosa, coincidiendo en el
seminario con su gran amigo Maximino Castro, quien a la postre
llegaría a ser párroco de Chimalhuacán y el que diseñara las
criptas para la familia Rico que se encuentran en el panteón
Municipal de Santo Entierro, la construcción en cantera rosa es
inspirada en el Partenón Romano y dada su ubicación dentro del
174
campo santo, es un punto de referencia para los que visitan este
lugar.
Francisco Rico muere en el 17 de Enero de 1941 a la edad de 41
años pero la construcción de la capilla es concluida hasta el 20
Junio de 1942. Su muerte, a tan mediana edad, se debió al
contagio de tuberculosis -también llamada peste blanca- la cual
se llegó abrigar la esperanza de que para 1916 estaba totalmente
controlada y quizá erradicada… hoy como sabemos, no sucedió.
Dada su vocación altruista se sabe que la enfermedad la adquirió
al estar expuesto al contacto directo con una persona a la que
daba alojamiento y que cayó en cama. Francisco no sabía la razón
de la enfermedad y sin ninguna preocupación le prestaba los
auxilios, auxiliándolo en el aseo personal y acercándole los
alimentos. Esta persona provenía de algún lugar del interior de la
república, pintor de oficio y autor de la China Poblana, que por
mucho tiempo se pudo contemplar su imagen en una de las
paredes de la tienda “La Primavera” propiedad de Francisco
Rico.
Alrededor de un año Francisco estuvo enfermo luchando contra el
virus de la época, internado en el Hospital Francés de la ciudad de
México institución privada de prestigio y por recomendación de la
familia Oriard. Las madres Soledad y Teresa fundadoras de la
congregación de religiosas [carmelitas descalzas] llegaron a
Chimalhuacán en su vocación misionera por asistir a comunidades
más pobres.
MISIONERAS CARMELITAS DE SANTA TERESA
En sus inicios eran alojadas en diferentes casas de la población,
hasta que Francisco Rico, por decisión propia, les permitió ocupar
una de sus propiedades que ahora se puede identificar como la
casa #18 de V. Carranza en la cabecera Municipal.
Aproximadamente 20 años fueron los que las religiosas hicieron
uso de esta morada, sin que significara alguna erogación para
ellas, hasta que se inaugurara lo que es hoy el colegio
Netzahualcóyotl
176
BLANCA RICO
avid Rico me envió un escrito de su prima Blanca Rico y
con mucho agradecimiento aceptamos esta aportación.
Blanca es hija de Juan Rico Sánchez, mejor conocido
como “el bujía”. Algunos tíos de Blanca, por el lado
paterno, fueron muy conocidos en la Plaza: el doctor
Alvaro, ex presidente municipal; Luis, fue miembro del
grupo musical “Maracanao”; Francisco, mencionado antes; Lupita,
muy querida en la comunidad; Tere, religiosa y Ángel,
comerciante. Es hermana de Juan rico, miembro de la tercera
Generación TIDEES
Juan Rico, Blanca Rico y el autor
Relato de BLANCA RICO
Los Tidees…. ¡Su influencia en las mujeres!
¿Quién no escuchó hablar de los Tidees? Antes de ir al partido
del equipo, allá por las torres donde se encuentran los campos de
futbol, pero campos no con pasto sino con tecas de salitre; demos
un paseo por la cabecera donde con tanta tranquilidad caminas en
sus calles, sin pavimento una que otra empedrada, no se diga
cuando llueve: sí que baja la barrancada con ganas del cerro del
Chimalhuachí, tienes que ir como sapo, buscando piedritas para
poder pasar sin meterte al lodo.
D
177
Llego a mi casa y me dice mi mamá -doña “Cuquis” como le dice
la tía Carmen- ve a traer petróleo con los Valencia en la calle de
Hidalgo -ahora Paseo Hidalgo-. Don Pedro Valencia y Doña
Elena, con sus hijos los gordos y “Simonita” son los que
despachan y a veces si está cerrado ¡qué triunfo para que te
abran!, puedes estar una hora tocando, pero en fin tengo que
llevar el petróleo, porque no había de otra.
Lo que más me gusta es ir a la tienda en el mercado con mi tía
Lupita Rico, sólo son dos tiendas; la de Lupita y la del tío
Fernando Sánchez, entre ellos está el “cajón” de José [fina] así
como la tortillería de Marcos Jiménez, además hay dos carnicerías
y uno que otro puesto de frutas. Eso es…todo el mercado.
Aprovecho para comprar mi raspado de tamarindo con Doña (¿?)
y en variadas ocasiones no se me escapan los pambazos de Doña
“Coti”, por cierto buenísimos…Pero con todo y esto, a veces se
me antojan las nieves del “barrilito” la nevería exclusiva de la
cabecera, centro de reunión de jóvenes, parejas, familias y donde
escuchas canciones en la rock-cola o solo esperas en la entrada
para observar a los que pasan.
Se llega el sábado y es día de ir al D.F., en el camión que pasa al
costado del jardín y la iglesia de Santo Domingo, “Patrón del
Pueblo” que se festeja el 4 de Agosto, no sabes que fiestón. Los
camiones llegan a la calle de Circunvalación y San Simón, donde
tienen su terminal cerca de la Merced y Candelaria, una zona muy
transitada y peligrosa.
Regresamos por la tarde en el mismo transporte, porque no hay
otro que llegue a Chimal, lo ideal es que logremos regresar
sentados porque el camino es largo, o de plano esperamos al
camión 20 ó 34 que son los de mis tíos los “zorras” y además no
nos cobran. Pasadas dos horas de camino llegamos a la iglesia de
Santo Domingo en la parada de los Alonso, ahí donde el camino
hace curva con el jardín municipal y si hay fiesta nos quedamos,
de otra manera debemos esperar a que un nuevo ciclo semanal
empiece.
178
A propósito de fiestas; las bodas o quince años se organizan de lo
mejor porque echan la casa por la ventana y no se diga la de los
amigos en fiestas patrias, día de muertos, día de las madres o las
posadas que organiza la Sociedad de Estudiantes, ha y cuando
Hugo invita a sus cuates de la Trova de Ingeniería del Politécnico,
pues las chicas nos damos un buen taco de ojo. Una
“callejoneada” buena es cuando llega la Rondalla de Saltillo, por
lo general en Noviembre inician en el panteón y terminan en casa
de alguno de los cuates.
Otros bailes a los que nos gustaba ir son los de carnaval o las
fiestas de la iglesia o del pueblo por Santo Domingo, eran
amenizadas por orquestas de renombre en la época como: Carlos
Campos, Sonora Santanera, Acapulco Tropical, Mike Laure, Rigo
Tovar y muchos otros más. Solíamos ir acompañadas por mi papá
o con los amigos, no importaba estar parada cuatro o cinco horas,
valía la pena la desvelada. Ataviadas con las mejores galas
esperabas encontrarte con el Chepo, Hugo, Albino Valverde, el
Changa, Ángel Rico y muchos otros cuates, pero mi hermana
Graciela aprovechaba el momento para ir en busca de sus
galanes.
Para terminar, sin perder la razón de esta humilde aportación,
inspiradas en los TIDEES y del cual éramos un buen grupo de
chavas en la porra, nos decidimos en formar nuestro equipo de
futbol femenil llamado “Las Venus”, pero esa es otra
historia………
179
Las TIDEES. Hilda (ar-2) e intermedia Concha,
hermanas del Marranito; cuñada (ar-4) y
sobrina (ab-4).
180
EL TEPIS
L TEPIS, como muchos de nosotros, nació derrotado, en la
pobreza, miremos detenidamente las coincidencias con
todos los TIDEES: pobreza, ejemplos familiares,
imaginación, acción y triunfo; para mí, el legado del TEPIS
fue transformar la derrota en triunfo y su familia es
testimonio de ello.
Relato de PORFIRIO VALVERDE BUENDÍA
INFANCIA
Mi origen fue muy humilde, mi familia era
de las más pobre del pueblo. Mi papá era
pescador, campesino y albañil, lo recuerdo
con mucho cariño. Su nombre era Porfirio
Valverde Barrera. Mi mamá, Teresa
Buendía Beltrán, ama de casa, era una
persona buena, muy querida por las
personas que la conocían, murió cuando yo
tenía seis años y, tal vez por eso, a mi papá
le dio por tomar y no se volvió a casar. Tuve
dos hermanos: Felipe, que murió cuando tenía dos años y Rosa
que hoy en día tiene una familia numerosa.
Estudié la primaria en la escuela “Justo Sierra” del barrio de San
pablo hasta el cuarto año, porque sólo hasta ese grado se tenían
grupos, por lo que: quinto y sexto los cursé en una escuela de la
“presa” -barrio ubicado entre San Juan y Xochitenco-. En cuarto
grado participé en el concurso regional de aptitudes y
conocimientos aprendidos, que se llevó a cabo en el barrio de la
Magdalena Atlipac del municipio vecino de la Paz. Obtuve el
primer lugar en aritmética y geometría y el tercer lugar en lengua
nacional; con base a este resultado la escuela Justo Sierra, al año
siguiente, se amplió a quinto y sexto grado; con mucho cariño
recuerdo a la maestra Carolina y a la maestra Carmen, quien
lloró de contento por los resultados obtenidos en el concurso. Un
recuerdo especial es mi abuelita Francisca Barrera quien se hizo
cargo de mi hermana y de mí; ella conseguía, no sé cómo, los
E
181
útiles escolares y los libros necesarios para nuestros estudios, sin
mi abuelita los estudios no hubieran sido posibles.
Recuerdo con mucho agrado una anécdota que pasó en mi
infancia con mi abuelita: yo la acompañaba a “Titishar” -no sé
así se escriba-: hecho que describe colectar mazorcas y granos de
maíz sobrantes, después de ser levantadas las cosechas por los
peones. Resulta que en una de esas acciones mi abuela encontró
tirado un billete de 50 pesos, llamados ojo de gringa -por ser de
color azul- y que en esos tiempos era mucho dinero. La alegría nos
cubrió totalmente y de inmediato nos fuimos de compras. Mi
abuela adquirió para sí un rebozo y varios delantales y a mí me
compró unos zapatos “mineros”, que eran para trabajo rudo. Me
duraron mucho, con decirles que a veces me los quitaba, me los
echaba al hombro y caminaba descalzo; sin embargo tuve que
usarlos continuamente porque crecía y temía no poder usarlos
más. Otro recuerdo que queda en mí como impronta, fue cuando
mi primo Felipe González y yo andábamos de pesca y nos quitaron
la red porque lo hacíamos en un “charco” [así se le llamaban a las
zonas con agua junto a los tlateles (especie de islas)], que no
correspondía a nuestro barrio, después alguien nos rescató del
asunto, pero el susto ahí quedó. Actualmente Felipe es sacerdote y
rector del seminario de Texcoco, su papá fue Eugenio González
Sierra; pintor y artesano, único que pintó lo relativo a la pesca en
el municipio, donde sobresalían las “armadas” que eran unas
baterías de pequeños cañones colocados en el lago para la caza
del pato silvestre que venía a invernar a nuestras aguas desde el
Canadá.
ADOLESCENCIA
Cursé la secundaria en la escuela Netzahualcóyotl, más conocida
como de las “madres”. Allí, a pesar de mi origen humilde, fui uno
de los mejores alumnos en casi todas las materias; cada año recibí
medallas de primer lugar, la materia que no me gustó fue historia.
Por las mañanas trabajaba de peón en el campo y por las tardes
iba a la escuela; recuerdo que a veces iba tan cansado que me
quedaba dormido en clase, una vez el Maco me despertó con un
grito y la madre Adelina lo regañó; sin embargo siempre lo he
considerado uno de mis mejores amigos. Hablando de amigos
182
tengo muchos, pero a los que más estimé fueron: Raúl Fernández
Espinoza, al Chucho, a Guillermo Buendía Valencia, Rosa
Sánchez Pérez -mi comadre-; fuera de ese ámbito quiero mucho a
Jesús González Andrade, quien es mi compadre desde que éramos
solteros. Recuerdo también con mucho cariño a José García
Melgoza, quien venía a quedarse a mi casa -era del estado de
Morelos-, jugaba en mi equipo de futbol el “San Pablo”. Una de
las anécdotas de más grato recuerdo fue que en la secundaria
había internas y nosotros, los de la secundaria, las cortejábamos;
la madre superiora dijo a la madre Blanca Margarita, directora de
la escuela secundaria: “Sus alumnos andan molestando a las
internas”, a lo que la madre Blanca le contestó: “Pues amarre a
sus gallinas que mis gallos andan sueltos”; otra más sucedió
cuando jugábamos contra el quipo “Comercio” de la misma
escuela, nos habíamos reforzado con Félix Constantino Siles,
mejor conocido como el “nalga” y en una jugada con una barrida
salvó la meta y el partido, así la madre Blanca gritaba: “Mucho
nalguita, mucho nalguita”.
Cuando cursaba el primer grado de secundaria, dada mi
condición económica, no pude pagar la colegiatura, pero en tercer
grado, como entré a trabajar a la presidencia municipal, pagué el
adeudo y pude sentir el cariño que me dispensaban los maestros y
todas las monjas. El doctor Alvaro Rico Sánchez era el presidente
municipal y el dio el trabajo, nos daba la clase biología y fue
precisamente él quien me puso el apodo del “Tepis”, según él, yo
hablaba como los de Tepito.
En 1967 ingresé a la preparatoria núm. 7 -la Viga-, a mi
generación nos tocó estrenar el edificio, las canchas de básquet,
de volibol, de futbol y la alberca.
1968 fue un año muy significativo: ingresé a la Facultad de
Economía de la UNAM; murió mi abuela Francisca en enero;
murió mi papá en Agosto, dos muertes que me dejaron abatido en
octubre, del mismo año, tuve la oportunidad de transportar la
antorcha olímpica a su paso por nuestro municipio, muy hermoso
e inolvidable, ya que a mí me correspondió llevarla hasta el
palacio municipal para encender un pebetero, junto con una ninfa
183
o sacerdotisa [Rosita], donde quedó prendida hasta el consumo
del combustible. Este evento fue todo un suceso para todos quienes
participamos en él y me pregunto: ¿Cuándo se va a repetir otra
olimpiada en México?
El Tepis transportando la antorcha olímpica.
El TIDEES
A pesar de no jugar el primer año en que se fundó el equipo, por
cumplir un compromiso con el club politécnico, tuve la
oportunidad de ser quien diseñó las playeras del equipo y después
encargar su hechura en el Distrito federal, precisamente en
deportes Liévana; yo mismo hice los números y los pegué en las
playeras. Mi alineación en el equipo siempre fue de zaguero
central, aunque a veces me incorporaba a rematar. Para mí los
líderes eran: Chucho, Maco, Cachona y Arrepentida y con
quienes me llevé mejor en el equipo fue con los tres primeros.
Haber jugado en ese club fue una experiencia y un honor, ya que
no cualquiera podía jugar en ese club: querido y emblemático.
MADUREZ
Me casé con catalina Valverde Jiménez, quien era mi novia desde
1966. De 1964 a 1973 trabajé en las oficinas del ayuntamiento; en
1974 ingresé a trabajar al Hospital General de ciudad
Netzahualcóyotl como técnico en el departamento de estadística y
por las tardes impartí clases de educación física en la escuela de
184
mis amores: La escuela Netzahualcóyotl; también trabajé en el
instituto Christian Andersen, como profesor de educación física e
inglés; más tarde, en 1990, de manera formal, ingresé al
magisterio con matricula de orientador técnico, actualmente estoy
jubilado tanto del ISEM, como del magisterio estatal. Mis hijos
son: Porfis, Ruy y Caty, a la par de mi esposa, son personas
buenas, ejemplares, responsables y respetuosas, así como alegres
y cariñosos. Mis tres hijos son profesionistas: “porfis” es
ingeniero en comunicación y en electrónica, egresado del IPN;
“Ruy” es también ingeniero del IPN y “Caty” ingeniera en
sistemas de cómputo, egresada de la Universidad del Valle de
México de Texcoco. Si los tres son como son es “culpa” de mi
esposa pues ella los educó y los crió de una manera muy especial.
Estoy agradecido con la vida y con Dios porque es lo mejor que he
tenido: Mi familia, así me lo han manifestado personas respetables
y dignas de toda mi confianza, pues me lo dicen sinceramente y sin
afán de adulación ni de quedar bien con conmigo.
Lo que más me gusta de mi terruño son sus tradiciones, su fe en
Dios y sus creencias, pues aún observo el respeto por los padres;
ejemplo de ello es que personas mayores tiene la costumbre de
besar la mano o la mejilla de sus padres. El carnaval es una de las
tradiciones que más me gustan, ya que es una fiesta donde
participan todos los presentes: los danzantes, los filarmónicos y el
público que los observa, pues se contagia de la alegría y el calor
de la fiesta, ya que es única, por lo que se ha diseminado a sus
alrededores. En artesanías es conocida la calidad de trabajo de
los artesanos de Xochitenco, Xochiaca y San Lorenzo. Hay un
calendario azteca expuesto en los Estados Unidos hecho por
nuestros paisanos. Tengo un amigo de nombre Gustavo Néquiz
Néquiz cuya obra escultórica es ampliamente reconocida.
185
El Tepis y el Maco.
Mis aficiones son: Futbol y tenis. Me gusta: Escuchar música
clásica, instrumental y popular (Mozart, Beethoven, Tchaikovsky,
Vivaldi, Straus, Bizet, etc.). Así como: Rayconniff, Beatles, Queen,
Be Gees, Pourcel, Borelly, Paul Muriat, Clayderman, Santana, etc.
mis películas favoritas: Cuando el futuro nos alcance, Calígula,
Cleopatra, Love Story, Romeo y Julieta, Gladiador y Casa Blanca.
A manera de resumen quiero expresar que me siento orgulloso de
haber convivido con todos los integrantes del TIDEES, de haber
cooperado con mi grano de arena para su desarrollo. Igualmente,
que he sido muy feliz dentro de mis limitaciones y he tenido
tranquilidad para resolver la mayoría de los problemas que se me
han presentado; me he preocupado también por embellecer mi
espíritu; hay algunos que son pobres y lo único que tienen es
dinero y termino diciendo esto: vida nada te debo, vida nada me
debes; vida estamos en paz [Amado Nervo]
186
EL BENJA
l BENJA es una persona con una experiencia de vida
extraordinaria. De joven dejó su casa, experimentó lo rudo
de la carencia y la soledad. La tragedia y los tragos amargos
se mezclaron con la aventura para tejer vivencias que
ninguno de los TIDEES pudo
tener. Le dio por traer amigos
al pueblo, ejemplos: Jorge
Cosío de Chiapas que había
jugado en la Selección Juvenil
Nacional y que vino a jugar
con los “hijos” al león B o
Jesús Altamirano, pintor, que
dejó huella en este lugar. Fue
el primero del grupo en
ingresar a la política, muy joven fue regidor municipal y a partir de
allí no abandonó jamás el servicio público. Hoy le gusta escribir
cuentos y le fascina la mitología de nuestro pueblo. Su legado:
vivir con intensidad a tope.
Cuento de BENJAMÍN ALONSO JIMÉNEZ
A una invitación de algunos jóvenes de la clase: “40”, “50” y
“60”, hago la siguiente reflexión, no sin antes librar una lucha
entera conmigo mismo, por lo que pregunto… ¿Y tú ya te
encontraste?... Eso que importa en este momento, lo primordial es
dar respuesta a esta petición.
La decisión siempre es personalísima, solitaria, porque viene de la
misma vivencia y sus inescrutables motivaciones; en el foro
interno de mis propias voces, frente a las cuales no tengo fuero,
son ineludibles estos fantasmas que danzan a mi alrededor a
“petición presentada”, tienen que ser desenmascarados y
presentados hacia el exterior; al mundo que los reclama,
mostrando ese rostro que por mucho tiempo estuvo oculto.
Los recuerdos fluyen, amenazan con desbordarse, debo tomar las
providencias y sólo dejarlos salir a “cuenta gotas”… Van
mostrando su rostro, van tomando forma…
E
187
Muy cerca del palacio municipal (a un costado), con “cara” hacia
el oriente se ubica una casa de adobe y en ella habitan una familia
numerosa: Padre y madre y ocho hermanos, todos, absolutamente
todos, tienen una historia muy interesante que contar, pero en esta
ocasión, fijaremos la atención en uno de ellos: de los de “en
medio”.
Éste joven a través del tiempo ha ido escalando un desarrollo con
un perfil interesante y profesional: Su niñez, adolescencia y parte
de su madurez la desempeña dentro y fuera de esta tierra, más
siempre retorna a la misma, será porque…Como dijo el poeta
Chimalhuacano: “Dicen que mi pueblo es triste y lleno de artos
defectos, no importa yo así lo quiero por sus vivos y sus muertos”
¿Será que por eso siempre regreso?... pero no estoy para hacer un
análisis de este personaje, sino para recordar un solo momento del
antes mencionado, durante su niñez.
En los días festivos, me refiero a los cívicos, era indispensable,
dentro del elenco que participaría, incluirlo en el programa
artístico-cultural, que realizaban las autoridades locales.
El día de la festividad, ya con todos los preparativos, el pórtico de
la presidencia, adornado con mucho papel de china picado y de
muchos colores; alusivo todo a la festividad en cuestión, con su
respectiva pirotecnia, la banda de música y todos los concurrentes,
muy limpios y bañaditos; las damas con sus faldas amplias con
crinolina, zapatos de “medio tacón”, blusas bordadas, su sedosa
cabellera peinada con hermosas trenzas; los caballeros con su con
su pantalón “kaki”, estilo español, sus zapatos nuevos, aunque
primos [tienen diferencia de ½ o 1 número], comprados con el
“naranjero”, su sombrero de paja de media ala y dos pedradas;
con la presencia de la reina de esta fiesta cívica y de los
“principales del pueblo”.
Cuando tocaba el turno de la participación de nuestro susodicho,
tenían que improvisar un pedestal, para subirlo y así apreciar su
actuación, el personal de logística muy atento al desarrollo del
programa; arrimaban una silla de madera, tejida con tule,
propiedad de una de las familias que vivían alrededor del jardín
188
“Zaragoza” o plaza principal. Una vez “trepado” en ella, muy
propio, nuestro personaje, ataviado con un traje de charro o de
“mariachi”, afinando la garganta empezaba a declamar… ¡oh!
Por Dios no recuerdo el nombre de estas poesías… Pero creo que
algunas veces decía: “Soy Paquito no volveré a portarme mal”…
O “Brindo por la mujer, más no por aquella en la que encontráis
consuelo…desventurados” o “vida nada me debes, vida estamos
en paz” o “qué favor le debo al sol por haberme calentado, si de
niño fui a la escuela y de grande fui soldado” o la que dice: “La
otra, la que nunca tuvo flores de azar, la que no vistió de
blanco”…etc…etc., al concluir su declamación el pueblo se
volcaba en aplausos, la banda de música toca una diana y los
cohetes estallan retumbando por toda la comunidad, los
concurrentes llenos de felicidad, las mujeres (las jóvenes)
cuchicheaban con mucha picardía, decían: Cuando tenga un hijo
será como: ¡El cachona!
Sólo me resta decir que me siento orgulloso de haber pertenecido
a ese grupo de amigos, parientes y hermanos, que dieron pauta en
nuestro devenir histórico, a la formación personal, símbolo de
unidad, amistad y lealtad dentro de nuestra faceta (guerrera) en la
participación deportiva, cultural, social y política.
Este viejo “guerrero” a todos ustedes reconoce las muestras de
amistad hacia mí persona y se siente orgulloso de ser parte de este
gran proyecto llamado: TIDEES.
Y les comento… que me siento muy orgulloso de haber nacido,
crecido, madurado y envejecido en esta tierra: In Atl, in tepetl:
“Agua y cerro”.
¡Hasta la vista hijines!
Topiltzinn Ben-xa
189
F1-Maco, Benja, Cachona, madre Blanca y Tepis.
F2- León A: Bala, Burro, Cachona, Arrepentida, Chava, Benja, Juan y
Pis. Chicho, Tom, F. Canto, Leona, Artemio y Güacho.
.
190
EL ADOLFO dolfo se integró a esta hermandad poco tiempo después de
formado el equipo de futbol, según él nunca se puso el
uniforme , según Julio jugó tres partidos con el atlético
TIDEES, filial del primero. Su dinámica, su amor por la
vida y la trascendencia lo llevó a ser uno
de los más activos dentro de la agrupación,
se juntaba mucho con Hugo. Ambos, junto
con el Chepo, Julio y Bernardo, se fueron
por el perfil de la cultura y el
esparcimiento. Su legado a las nuevas
generaciones es que la preparación debe
estar siempre en sus prioridades. Sus hijos
están muy preparados e inclinados al
ambiente cultural y su hija Noemí tiene
Maestría en Derecho.
LOS MOMENTOS DE MI VIDA
A Dios, a mis padres, a mi esposa, a mis hijos, a mis hermanos, y
por supuesto, al TIDEES
Recuerdo aquella mañana de marzo de este año [2013], timbró el
teléfono, levanté la bocina, y al decir: - “¡Bueno!”-, para sorpresa
mía era el Maco, quien primero me preguntó: -“¿Cómo has
estado?”-. Yo contesté: -“Me encuentro bien”-. Maco continúo
diciendo: -“el propósito de esta llamada es para saludarte y a la
vez para informarte que he tenido reuniones con el Cachona, y en
estas reuniones hemos comentado la importancia de escribirlas
experiencias de los TIDEES”-. Para mí esta noticia fue recibida
con agrado y sobre todo, viniendo del Maco quien tuvo un papel
protagónico en la formación de este grupo de amigos
contemporáneos.
¿Cómo llegué a este grupo de amigos? fue la primera pregunta
que me formulé. Las respuestas fueron muchas pero nebulosas.
Una de las tantas respuestas, la que me pareció más acertada, me
vino tras el recuerdo de aquellas frases del profesor de
matemáticas de la secundaria, el ingeniero Miguel Peralta, quien
con su singular personalidad nos decía: -“salgan de donde están,
A
191
¿quieren seguir oliendo a estiércol de vaca?”-; este fue el
antecedente para mi proceso de transformación; ahora recuerdo
con más claridad la postura crítica del maestro, aunque tal vez en
aquellos días ni siquiera lo advertía, de cierta forma sembró la
semilla de la búsqueda de nuevos horizontes.
En esta etapa de mi vida conocí a Hugo, Julio, Bernardo, Pepito,
Zenaido Álvarez (+), Fabián Cedillo Valverde (+), Ubaldo Lara
Gutiérrez (+). El Rock & Roll comenzó a formar parte de nuestras
vidas. Pasamos a tercer grado y con ello vino la culminación de
esta etapa, nos propusimos celebrarlo con una fiesta. A Fabián se
le ocurrió la idea de traer un grupo de rock, decía que a través de
Benjamín Maldonado Sánchez [primo de Hugo], quien vivía en la
colonia Moctezuma del Distrito Federal, podríamos hacer
contacto con un grupo de rock llamado Los Apóstoles; se logró, y
así fue como se llevó a cabo a la primera tocada de rock en
Chimalhuacán.
No había un lugar específico para la realización del evento, para
la mayoría de nuestras familias era inconcebible este tipo de actos
pues lo relacionaban con vagos, marihuanos, chavos sin oficio ni
beneficio; además nuestras casas no estaban en condiciones para
esta fiesta. Se formó una comisión para entrevistarse con el señor
José Corona González (+), a quien le planteamos nuestra
inquietud y él amablemente accedió a prestarnos su casa. Como
anécdota, estaba de moda la mítica melodía: In a gadda da vida
del grupo Iron Butterfly; una canción que dura aproximadamente
17 minutos, donde la batería se vuelve protagonista por varios
minutos. Los Apóstoles la interpretaron, al término de ésta, se
acercó la Señora Elisa González, mamá de Don José, y le dijo al
baterista: -“¡Ay! Muchacho qué no le duele a usted su patita”-.
Este preámbulo me llevó a encontrar la respuesta de cómo llegue
al TIDEES. Vale la pena mencionar que la orientación principal
del grupo estaba dirigida hacia el futbol, y ante ello me surgió otra
pregunta: si no practicaba este deporte, ¿Qué me hizo formar
parte de este grupo? Sin duda había algo más que el futbol, la
pertenencia a nuestras raíces empezando por el nombre del
equipo, abreviatura de “Tierra de escudos”; lo cual, encerraba un
192
simbolismo de arraigo hacia nuestro pueblo, conjugado con el
conocimiento y con un contenido humano y fraterno, conformó un
sincretismo para dejar atrás los apegos familiares, sociales y
religiosos.
Mi integración al grupo impuso retos a nivel personal, en la
conformación de mi pensamiento, en mis emociones, mis
creencias, costumbres y miedos. Este grupo de amigos fraternos
fue definitorio para mi proceso mutante. Recuerdo esas reuniones
al terminar de jugar futbol, para ir a una fiesta o la preparación
de serenatas en las cuales no faltaba cerveza y alcohol, me
agradaban porque ahí es donde liberaba mis miedos, mi
inseguridad. A pesar del alcohol y la cerveza, comenzaba la
orientación para la solución de problemas y satisfacción de
necesidades de mi proceso de vida, a través del conocimiento; he
de aclarar que no era estudiante excelente, para ello evoco las
palabras que se encuentran en la novela del “Periquillo
Sarmiento”, escrita por José Fernández de Lizardi: “medio me
enseñaron a leer, medio me enseñaron a escribir y medio me
enseñaron a contar”.
Fue en una de esas noches de Agosto de 1969, en una de tantas
reuniones del TIDEES, que de pronto salieron a la plática las
experiencias de los que ya habían ingresado en el nivel medio
superior, es difícil recordar cómo se dieron las cosas pero aquella
vez se dieron las condiciones para comentar mi posible ingreso al
Instituto Politécnico Nacional, gracias a Víctor García Ochoa que
en ese entonces ya cursaba el segundo año en la ESIA. Así logro
ingresar a la Vocacional núm. 4.
No fue fácil mi ingreso a la Vocacional pues simplemente bastaba
un trayecto cotidiano de mi casa a la escuela para observar
profundas diferencias entre la ciudad y mi pueblo, poco a poco
esto fue aminorando, aunque nunca desapareció por completo esa
ingenuidad que nos caracterizaba. En aquellos días seguían vivas
las protestas sociales derivadas del movimiento estudiantil de
1968 y al ver esas expresiones de liberación, retando a la
autoridad, liberando miedos, liberando odios, rencores,
193
desataban una euforia colectiva de la cual era difícil no
contagiarse.
Un miércoles de mayo de 1971, Hugo y yo, salimos de
Chimalhuacán a presentar un examen de matemáticas, al bajar del
camión, en el caballito para tomar “el huarache”, que era el que
nos llevaba hasta la vocacional, vimos que el número de pasajeros
no correspondía al habitual, arrancó el camión, y comenzaron las
consignas de siempre contra el gobierno, bastaba con que uno
gritara para liberar ese odio contra la autoridad, calles más
adelante nos dimos cuenta que el chofer iba borracho, a mitad de
camino pasó un camión con cerveza, se bajaron del camión varias
personas para robar unos cuantos cartones de cerveza, mismos
que se repartieron entre todos los pasajeros, la euforia se
incrementó, más adelante nos detiene un policía en moto, le
aventaron un envase de cerveza, el cual explotó en su casco;
empezaron los gritos de aprobación con palabras altisonantes,
injurias al presidente de la república, se retiró el policía, y
nosotros seguimos gritando para festejar el hecho.
Al llegar a la avenida Insurgentes se bajan nuevamente las
mismas personas quienes ahora regresaron con pollos rostizados y
papas fritas, más euforia y más vituperios contra la autoridad. Al
llegar a Constituyentes, a la altura del panteón de Dolores, una
patrulla le hizo el alto al chofer, éste no atendió la instrucción y al
tratar de huir la golpeó, en ese momento llegó otra patrulla y
ocurrió lo mismo; hasta que varios policías en motocicleta
emparejaron el camión, fue cuando se escucharon detonaciones de
bala, todos nos tiramos al piso, el blanco de esas balas fueron las
llantas del camión. Para ese momento ya había muchos policías,
algunos empezaron a golpear las puertas del camión para
abrirlas, inmediatamente subieron personas armadas sin uniforme,
gritando: -¡ahora si hijos de… ya se los llevó la…¡-, y golpearon
uno a uno a los que íbamos en el camión.
De ahí fuimos trasladados en otro camión escoltados con patrullas
y motocicletas hasta las instalaciones de la policía ubicada en
calle Pino Suarez. Nos ingresaron a los “separos”, alguien
comentaba que si bajábamos al siguiente nivel nos iban a matar,
194
otro que nos llevarían a las Islas Marías; comenzaba a oscurecer
cuando salimos con las manos en la cabeza y escoltados, por un
momento pensé que nos iban a matar pero no fue así, comenzamos
a subir, fueron varios niveles hasta llegar a una oficina muy
amplia, nos formaron, y un sujeto con voz fuerte nos dijo: -
“ustedes jóvenes no se formen, no son soldados”-, y nos liberó con
su discurso oficial argumentando, entre otras cosas, que éramos el
futuro del país.
Con este nuevo panorama de la realidad política, económica y
social del país, surgieron inquietudes para modificar algunas
condiciones en nuestro municipio, nos empezamos a organizar
para solicitar la baja del pasaje a estudiantes que día a día se
trasladaban en la línea México–Chimalhuacán, demanda que fue
atendida y concedida. También empieza el trabajo solidario hacia
nuestra comunidad; pero con el paso del tiempo, como suele
pasar, cada quien tomó su rumbo.
Al inicio de mi segundo año en la escuela superior de ingeniería
textil, el Changa me invita a realizar mis prácticas profesionales
en la empresa en la que él laboraba: Textiles ACOSAC.
- “¿Quién ese güey?”
- “¿Quién?”
- “El que vino por las cuñas”
- “¡Es mi paisano, está estudiando para Ingeniero Textil!”
- “¡Pa´mí que es ojete, ya dije!”
Llevaba casi dos años en Textiles ACOSAC cuando ingresé a
CISA de México, empresa textil, al departamento de tejidos de
punto. Sería en agosto de 1975 cuando se me presentó otra
oportunidad más prometedora, esta vez en la política, le comenté
de mi salida al ingeniero Leonardo, el “Malú”, quien sabiamente
me dijo: <<no te salgas, la política es de un rato, y aquí como sea
estás aprendiendo y con el tiempo te vas a especializar>>.
Finalmente decidí salirme y, días después, Javi, Benja y yo,
acudimos a una cita en la casa de gobierno del Estado de México
gracias a la intervención de la señora Ignacia Hernández de
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Canto: La “Adelita”, entusiasta luchadora social, muy amiga del
entonces gobernador del Estado de México, el Doctor Jorge
Jiménez Cantú. Sorprendido, ingresé y vi una casa, de hermosa
arquitectura, rodeada de jardines espectaculares.
Tuvimos el encuentro con el Gobernador, en todo momento
asistido por La Adelita, quien nos presentó como sus sobrinos
profesionistas, dijo: -“Sr. Gobernador échenos la mano para que
mis sobrinos trabajen en gobierno…”- y el Doctor nos preguntó: -
“¿dónde quieren trabajar”-. Yo respondí: -“en el Fondo Nacional
de Fomento Ejidal (FONAFE)”-. Con una carta elaborada por el
doctor, dirigida al Delegado del FONAFE en el estado de México,
no se pudo concretar mi ingreso, pues el delegado me trajo vuelta
y vuelta durante 3 meses.
Cierto día le fui a dar las gracias a La Adelita, me dio una última
instrucción, que el siguiente lunes me presentara con ella para
asistir a darle las gracias al Señor gobernador. Llegó el lunes y
ya frente al gobernador la “Adelita” le dijo: -“muchas gracias
Señor gobernador, mi sobrino no pudo entrar a trabajar”-, el
gobernador respondió: -“¡cómo!”-, ante lo cual, yo tuve que
decir: -“el licenciado Filemón Salazar, me dijo, que por el
momento no había plazas”-, el gobernador contestó: -“váyase
Ingeniero a las oficinas del FONAFE, y usted mi Adelita
acompáñeme a palacio de gobierno”-. Esta vez, cuando llegué al
FONAFE, me recibieron de manera muy atenta y formal; de
inmediato me incorporé al trabajo.
Después de año y medio, me reubicaron a la Secretaría de la
Reforma Agraria en la ciudad de Toluca, pero al término de dos
meses me vuelven a reubicar a la Secretaría de Comercio como
Jefe de Gas en el Estado de México. En este proceso, conocí y me
casé con Noemí Elvia Vega Sandoval, mujer excepcional, quien me
ha acompañado más de 37 años de mi existencia, compartiendo
grandes momentos y enfrentando adversidades que con el paso del
tiempo se nos fueron presentando.
En la Secretaría de Comercio me hice de un buen amigo, su
nombre Arturo Ramírez Carranza; viene a colación porque influyó
196
para la toma de una decisión más en mi vida, la de renunciar a la
Secretaría de Comercio. En una de las tantas veces que
aprovechamos para charlar, durante el regreso a casa, detuvo el
auto, justo antes de llegar a la desviación de Constituyentes a
Observatorio, y dijo: -“voy a renunciar al cargo, y de amigos te
sugiero hagas lo mismo, tenemos una profesión, podemos trabajar
en otro lado”-; de algún modo esto lo decía porque los
procedimientos eran poco claros, procedimientos con los cuales
tampoco comulgaba.
En mi salida, en 1980, intenté retomar mi profesión montando un
negocio que iba desde la fabricación hasta la venta de vestido
infantil en Chiconcuac, mi hija Noemí ya tenía un año de edad; en
1981 nació mi segundo hijo: Uriel Adolfo, debido a la falta de
pericia decidí abandonar esta empresa para ingresar a la
Secretaría de Salubridad y Asistencia, a finales de ese año.
Me seguí involucrando en asuntos políticos, y en 1985 logré ser el
Segundo Regidor del H. Ayuntamiento de Chimalhuacán. Cierto
día de ese año, se presentaron a mi casa un grupo de padres de
familia de la Escuela Netzahualcóyotl, pues había ya muchos
problemas con la administración; problemas que dejaron las
madres de la congregación Carmelitas Descalzas, quienes
durante 37 años tuvieron a su cargo el manejo administrativo del
Colegio.
En este contexto se convocó a todos los padres de familia para la
celebración de una asamblea, en la cual me eligen como
presidente de la “Agrupación de Padres de Familia de la Escuela
Netzahualcóyotl de Chimalhuacán, Estado de México”. A raíz de
esto se originan un sinfín de circunstancias, y sin saber los
antecedentes históricos del Colegio [negritas por Adolfo],
llegaron a mis manos las copias de un documento de fidecomiso
suscrito el once de agosto de mil novecientos cincuenta y uno;
cuyo objeto fue la construcción de un Centro Escolar sobre la
superficie en la que hoy se encuentra la escuela. En la cláusula
octava del fideicomiso se leía lo siguiente: “A la extinción del
fideicomiso por el vencimiento del término de treinta años a que
queda sujeto, el Banco transmitirá a la Asociación la propiedad de
197
la superficie fideicomitida como de la construcción que se haya
edificado”. Ya en este tiempo, mis dos hijos eran alumnos del
Colegio; al siguiente año, en 1986, nace mi tercer hijo, Orlando.
Después de conocer todo esto, recargado en uno de los pilares de
la terraza de la escuela, con mi pensamiento envuelto en un
torbellino de emociones y sentimientos, percibí que estaba en un
momento histórico en mi vida y la del pueblo. Inmediatamente me
vi en mi infancia, asistiendo a clases, y como en otros estadios de
mi existencia, también me vino la imagen de mi mamá, haciendo
tortillas, de un tamaño más pequeño de las que se comían en casa,
tortillas con las cuales realizaba el pago de la colegiatura. Las
hacía con mucho esmero, pues decía que eran para las madrecitas.
Recuerdo que muchas veces yo mismo las entregué, no puedo
olvidar aquellos olores exquisitos que salían por la puerta del
comedor, al tiempo que la abrían y yo les entregaba las tortillas;
me era extraño escuchar aquel golpeteo de las cucharas en los
platos. También recordé como en ciertos momentos asistí a clases
sin calzado, ¡eso sí, siempre limpio! el uniforme me lo
confeccionaba mi mamá. En mi memoria también apareció la
imagen de la madre Guadalupe Hernández Ruiz (+), mi profesora
en primer año de primaria, una persona paciente y tolerante en las
actividades de mi proceso de enseñanza- aprendizaje, ciclo escolar
en el que obtuve diploma de aplicación, vale decir, el primero y
último en educación básica.
En mi pensamiento se formularon dos cuestionamientos: por un
lado, sobre el por qué no se tenía conocimiento de la existencia del
fidecomiso; y por el otro, por qué no cedió la Asociación de
Padres de Familia la propiedad del colegio a las madres que lo
administraron desde el año de 1951; pues siempre se tuvo la
creencia de que la escuela era de su congregación. De alguna
forma, al interpretar todo el esfuerzo que se logró conjugar para
la edificación de la escuela, desde la formación de comisiones por
barrios para proveer del material, hasta la mano de obra que se
requería para este laudable proyecto; no era otra cosa, más que el
testimonio vivo de que se puede trabajar en colectivo, mostrando
que la unidad es la ley de las cosas grandes.
198
De esta inferencia pude formular la siguiente hipótesis: que al
término del fidecomiso, que era de 30 años, los alumnos egresados
deberían tener la capacidad profesional para guiar y dar
continuidad al trabajo de este importante polo de desarrollo
educativo, con un colegio que fuera del pueblo y para el pueblo.
Con certeza jurídica, y con el fin de fortalecer la hipótesis
formulada, surgió la idea de abrir un nivel educativo más, el
medio superior, en este caso, incorporado a la máxima casa de
estudios de nuestro país.
El proceso no fue sencillo, pero las circunstancias estuvieron de
nuestro lado; ya en el año de 1987 tocó la visita de la esposa del
entonces Presidente de la República, la señora Paloma Cordero de
la Madrid, para inaugurar la Casa de Cultura de Chimalhuacán.
Fue entonces que aproveché este evento para acudir acompañado
de mi hija Noemí, a quien mi esposa la había preparado con
elegante vestido blanco y una canasta, del mismo color, en la cual
se encontraba un documento, donde se le solicitaba su apreciable
intervención ante el rector de la UNAM para la autorización de la
incorporación de la preparatoria.
En espera de la salida de la esposa del Presidente, una persona
del equipo de seguridad de la Señora me preguntó el motivo de la
presencia de mi hija, de manera rápida le comente el propósito,
interesado me sugiere: “a la niña no la lleve porque la van a hacer
a un lado, mejor esté atento cuando salga la señora de la
biblioteca y dando el primer paso colóquese frente a ella, no lo
van quitar porque las cámaras de televisión están grabando”. De
esta manera pude expresar mi petición, gente de su equipo tomó
nota, días después la repuesta fue satisfactoria, se me informó por
telegrama urgente que en sesión extraordinaria del Consejo
Universitario se autorizó la incorporación de la Preparatoria
Mixta Netzahualcóyotl a la Universidad Nacional Autónoma de
México.
En aquel momento, como un requisito, se tuvo que generar un
eslogan para la nueva preparatoria, mediante el cual se reflejará
el objetivo primordial de la incorporación: “Por la superación de
mi raza”. Esta frase que por muchos años estuvo en la entrada
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principal del Colegio, de alguna forma buscaba dar cuenta de la
importancia que este centro educativo podría tener para las
siguientes generaciones. Cabe agregar, como mero antecedente,
que el proyecto no paraba ahí, pues con una visión integral se
contemplaba agregar el siguiente nivel académico, el
universitario; para lo cual se iniciaron algunas acciones
pertinentes para éste fin, pues se construyó un edificio para
albergar la biblioteca del Colegio, y se compró un terreno
colindante a la escuela para la integración de más aulas.
Ya en el año de 1990, gracias al apoyo incondicional del Lic.
Arturo Ramírez Carranza, se inicia y se concluye el proceso de
trasmisión de poderes del Banco Nacional de México a la
“Agrupación de Padres de Familia de la Escuela Netzahualcóyotl
de Chimalhuacán, Estado de México”, A.C.
A pesar de que las condiciones mejoraron en todos los niveles
educativos que conformaban el Colegio, desde el incremento de la
matrícula, como nunca se había visto, hasta las mejoras en la
calidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje; nuestra gestión
fue difícil. Los problemas no faltaron, con el tiempo crecieron y
llegaron a otras esferas, se generaron infinidad de rumores por
muchos intereses, los que a la fecha siguen sin ser claros.
Cierto mes del año de 1991 se convocó a una asamblea general
extraordinaria, esta vez iba dispuesto a renunciar porque la
situación ya no era soportable, tanto para mí como para mi
familia; un día antes de dicha asamblea me llaman a una reunión
en la ciudad de Toluca para entrevistarme con autoridades
educativas, quienes querían enterarse de las problemáticas que el
colegio tenía. Sin tanto preámbulo, les hice saber de mi decisión,
inmediatamente me cuestionaron si ya lo había pensado, les dije
que ya, pero me sugirieron que lo pensara una vez más, para que
concluyera el proyecto, pues ya tenía eco en otras instancias y les
parecía muy interesante; finalmente, volví a responder que mi
decisión ya estaba tomada. Una de las personas me dijo lo
siguiente:
200
-“En primer lugar, vaya a su casa y platique con su familia de su
determinación, porque se vienen tiempos difíciles para usted y
para ellos; con esto, ya se perdió del sindicato, ya se perdió de la
política, los amigos se van a retirar, en todos los errores que
hayan de aquí en adelante lo van a responsabilizar a usted.
Mañana es la asamblea, preséntese, lleve su micrófono porque no
lo van a dejar hablar, le van a empezar a decir de cosas; conecte
el micrófono, parase al frente y les dice: Señores padres de
familia, como ya no nos entendemos, en este momento presento mi
renuncia con carácter de irrevocable. Después de esto ya no se
presente a ninguna junta, no responda a insultos, si todo está
correcto, el tiempo es el que va a darle la razón”-.
Durante este tiempo tuve la dicha de conocer a Jesús Altamirano
Toledo (+), un pintor muralista que dejo huella en Chimalhuacán,
una de sus tantas obras la que se encuentra en el exterior del
edificio de la Escuela Netzahualcóyotl, otra, el mural se localiza
en el interior de la Casa de Cultura, así como las pinturas de los
cuatro evangelistas en el templo se Santo Domingo de Guzmán en
la cabecera Municipal; de este fraterno amigo aprendí que la
búsqueda interior va más allá de todo lo que nos han enseñado y
que, desde luego, tiene que ver con nuestra forma de ser ante el
mundo. De manera recurrente me citaba lo siguiente: -“Es
cobardía darse por vencido, mientras puedas levantarte y luchar.
He aquí la divisa que toda persona debe tener por delante, si no,
es un desertor de la espléndida aventura de vivir”-.
Emprender nuevos caminos siempre implica abandonar acciones y
procesos, que dejan consecuencias de todo tipo. Por un tiempo me
dediqué a trabajar en un negocio que emprendimos mi esposa y
yo, hasta que se me presentó la opción de ser profesor; he de
confesar que la idea no me agradó del todo, quienes me invitaron
me dijeron: -“Inténtalo seis meses, y si no te gusta, simplemente lo
dejas”-. Así fue como en el año de 1993 comencé a conocer la
gran tarea de ser profesor; y al año siguiente nace mi cuarto hijo:
Yael.
Fue una magnífica oportunidad convivir con jóvenes adolescentes,
donde el aprendizaje fue recíproco. Las experiencias, las risas, los
201
regaños, las alegrías y tristezas que se acontecieron en mis veinte
años de profesor, son recuerdos hermosos. Fue una etapa de
mucho aprendizaje, etapa en la que también pude iniciar otros
procesos, los cuales me han permitido ir reestructurando mi
carácter: Aunque el temporal no fue el adecuado la cosecha es
óptima.
Vuelvo al principio, a aquellos años en que se formó el TIDES, a
esa etapa histórica de fenómenos políticos, económicos y sociales,
a nivel nacional e internacional, donde la juventud comenzó a
manifestarse en contra de lo establecido hasta entonces. En la
capital mexicana ya se había intensificado el movimiento
estudiantil de 1968, con resultados ya conocidos y secuelas como
la que al principio narré; pero en Chimalhuacán tuvimos un factor
más que sopesar: la desecación del lago.
Esta extinción no sólo se trató de los cambios a la geografía de
nuestro pueblo, pues afectó todo, en particular al campo y a la
dinámica social de entonces. Antes de esta época la gente decía
que teníamos todo, y era cierto, agua y comida no faltaba en la
mesa, la tierra de Chimalhuacán todo lo daba. Surgieron nuevas
necesidades y problemáticas, pero las soluciones no siempre
fueron las más idóneas.
Estos recuerdos de juventud me llevan a pensar que fuimos parte
de una generación de transición, se desvaneció poco a poco el
paisaje rural para dar paso a la urbanización mal planificada;
después de observar cómo cambió nuestro entorno al tiempo que
mi generación crecía, puedo constatar, que la educación y el
trabajo podían direccionar esa transformación a términos
positivos, pero faltó ese sentido solidario, que al menos en el
TIDEES prevaleció mientras estuvimos juntos.
202
Cachona con su prima María Valencia, después de trasportar la
antorcha olímpica vino el bailongo.
204
El JULIO i compadre Julio es producto de la cultura del esfuerzo,
ejemplo de ello es el día que se encontraba barriendo la
iglesia y unas señoras, que lo conocían, le preguntaron: -
“¿Por qué barres?”- y él les contestó: -“porque me caso
en una hora”-. Ofelia Rodríguez le dijo -“váyase a vestir
y déjenos esto a nosotras”.
Hereda lo mejor del conjunto de amigos:
inteligente, audaz, preparado, dispuesto a
enseñar lo mejor de él. Vivió en mi casa
alrededor de tres años, de allí salió para
casarse, Julio es mi más grande amigo, por
el siento un cariño muy especial. Ha
viajado mucho por comisión de su
sindicato: Europa y Sudamérica varias
veces y, al cerrar esta escritura, a los
sesenta años, ha terminado su carrera de
licenciado en economía e inicia los
estudios de maestría ¡Ese es un TIDEES! Su legado es que, aún en
las peores circunstancias, se puede ser competitivo y ser el mejor.
Relato de JULIO IBARRA MOHEDANO
“Y si protesta el corazón, en la farmacia puedes preguntar: ¿tienes
pastillas para no soñar?” -Joaquín Sabina-
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
El sábado pasado me reuní con algunos amigos de la
adolescencia, para relatar nuestras vivencias personales: sueños,
anhelos, frustraciones, deseos y, sobre todo, a toro pasado, lo que
añoramos de ese tiempo y que giró alrededor de un grupo de
jóvenes que convivieron en los ámbitos: social, escuela, cultura,
deportes, política. Encuentros y desencuentros marcados por un
gusto en común: el futbol. El equipo se llamó TIDEES.
Escuche los lineamientos de parte mi compadre Cachona, que
como siempre -no ha cambiado mucho-, encabezó dicha reunión
apoyándose en su entrañable amigo Maco; en su favor he de decir
que de él había sido la idea de escribir un libro, como el mismo
M
205
dijo, no del equipo de futbol, sino de los integrantes de la
comunidad y sus visones particulares de lo que giró en torno a
ella, sin importar si habían jugado futbol o no; como el caso de
Adolfo, al que recordé que jugó en el atlético Tidees, pues decía lo
contrario.
Adolfo leyó lo que escribió, descubrí que muchos si habíamos
cambiado, percibí a un ser humano maduro con valores diferentes,
es decir, alejados de los bienes materiales, al que la vida le había
obsequiado el premio a su esfuerzo, no tanto del lado material que
esperaba escuchar, sino de una superación personal e intelectual,
lo cual me dio mucho gusto oír.
Aunque siempre con ese afán mío, como dice Cachona, de querer
encontrar una explicación lógica a todo, pensé que si el hecho de
hacernos viejos y que el resto de la existencia ya no es mucha,
posiblemente nos hace cambiar por miedo o acomodo a ese nuevo
Status de juventud acumulada.
Platicando de Cachona, que con aires de intelectualidad, ponía
las reglas de participación diciéndonos que se iban a leer las
participaciones de los que habían escrito, y que los introduciría -
siempre gandaya mi compadrito-; la verdad él y yo siempre nos
estamos molestando; dijo que haría algunos comentarios acerca
de lo que leyeran, no recuerdo si empezó a leer Cachona; no creo
que sea Alzheimer, sino dos tres cervezas artesanales que me trajo
el Maco; me pareció muy bien su escrito, refleja su interés por la
filosofía y la psicología de las que tiene un manejo excelente -es
para que se crezca mi compadre-; estaba bien estructurado;
describe el contexto social y cultural, e incluso geográfico, de
nuestro querido Chimalhuacán.
Maco fue muy emotivo en lo que leyó, quizás por eso no me
percaté de que también estaba escrito; es quizás, al igual que yo,
el más TIDEES de los TIDEES, como acertadamente comentara
Cachona, es un tipazo; me gusta y admiro la congruencia, es un
tipo con gran sencillez; con la risa rápida y sobre todo con un
conocimiento que se le nota a pesar de esa humildad que refleja.
Escuche a Chucho hablando de lo que le encanta: la cocina; se
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siente orgulloso de lo que hace y es feliz al hablarlo; sus
recuerdos; su siempre particular e individual forma de ser. A
Lorico, muchas veces lo he encontrado y no nos saludamos,
desconozco el porqué; soy muy despistado y a veces no me fijo a
quien me encuentro, quizás tuve una descortesía con él, no se…
pero se ve el amor que le tuvo a este equipo presumiendo, igual
que yo, que tiene un equipo de futbol 7 con el nombre de TIDEES,
me dio mucho gusto saberlo.
Me sentí muy identificado con lo escrito por Barajas, porque es
muy complicado emigrar de un lugar rural y desolado a otro con
diferentes costumbres; citando a Hermann Hesse, le decía que, a
través de su personaje, la mamá de Demián, no hablaba de romper
el cascaron, sino de que: “El que quiere nacer tiene que romper
un mundo”. Romper con el mundo que tienes cuando cambias,
porque estás obligado por las circunstancias. Barajas ha sido un
tipo estupendo, sus anécdotas, sus chistes y sobre todo por
algunos pasajes que vivimos juntos.
Y yo como siempre, diría Cachona haciendo correcciones, ¡Y no
había cumplido la tarea!, porque me la pase pensando y
proyectando lo que escribiría; pensé… tendrá que ser algo muy
bien hecho, quizás con un estilo provinciano como Manuel
Altamirano en la navidad en las montañas; o algo muy filosófico o
psicológico como los libros de Hesse; mágico, quizá, como los
libros de Gabriel García Márquez o más moderno como José
Agustín.
Claro, para los que nunca hemos escrito algo parecido a una
novela, soñar no cuesta nada, pero finalmente lo trascendental es
soñar… pensar, que lo que escriba, pueda ser importante para la
gente que amo o posiblemente se rían y digan: que ridículo era mi
papa o mi abuelo o, sigo soñando, mi bisabuelo.
¡Entonces esta aventurada, iniciada por Cachona, habrá cumplido
con su objetivo que es transcender!, como muchas veces cuando él
y a mí nos daba por filosofar, lo comentábamos ampliamente y
concluíamos con poses de solemnidad: ¡lo valioso en el espacio de
vida que nos toca vivir es transcender!
207
"Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza." -Géraldy, Paul-.
Han pasado muchos años desde 1970. Los recuerdos empiezan a
diluirse, sobre todo de aquellas pequeñas cosas a las que no les
poníamos mucha atención, quizás por ser cotidianas, pero estas
pequeñas cosas, como diría Serrat, nos hacen recordar un tiempo
de rosas, que no las mata ni el tiempo ni la ausencia; se
convirtieron, entonces, en aspectos importantes y fundamentales
en la vida de cada uno de nosotros y en conjunto nos permiten
revivir y relacionar los recuerdos, que para algunos serian
secundarios y quizás primarios para otros.
Los años 70s fueron trascendentales, logré entrar a una de las
mejores preparatorias de la UNAM: la Prepa 1; en ese tiempo se
encontraba en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, lo de la mejor
preparatoria lo dice el pueblo, lo dicen ¡todos! -los que pasamos
por esa Prepa-. Ahí fue donde comencé a escuchar a una bella
niña de la prepa, cantar canciones de Serrat; a participar en
discusiones de marxismo con jóvenes de la ultraderecha
agrupados en una organización católica llamada el MURO;
adquirí el gusto por la literatura universal y mexicana; entendí la
Historia de nuestro país con “reflectores” completamente
diferentes a los tradicionales de esa época; a dibujar figuras que
no entendía; a jugar ajedrez, a medio tocar la guitarra, escuchar
música clásica con mis amigas del barrio San Juan [en
Chimalhuacán] y traté de entender el porqué de este mundo que me
tocó vivir, de la lucha de clases y en dónde me ubicaría en el
momento de elegir un camino.
Me parece increíble que no valoraba del todo sus murales, ya que
en los muros del Antiguo Colegio de San Ildefonso se encuentra
plasmada la obra de importantes artistas que marcaron el curso
del siglo XX en México: Diego Rivera, Jean Charlot, Fernando
Leal, David Alfaro Siqueiros, Ramón Alva, Fermín Revueltas y
José Clemente Orozco. Fue en el anfiteatro Simón Bolívar, donde
por primera vez aprecié en vivo la música clásica, que
originalmente no me gustaba.
208
Llegué al primer día de clases con miedo, fuera del confort del
pueblo y con la angustia de que llegarían, y así fue, las famosas
novatadas que acostumbraban dar como recibimiento a los
alumnos de primer ingreso, las cuales consistían en raparnos y
llamarnos “perros”. Después disfrutamos una fiesta de bienvenida
muy agradable donde escuche por primera vez en vivo al Tree Soul
in my Mind -hoy el TRI-, en el hermosísimo primer patio de la
prepa, con un calor insoportable y, como más adelante diría una
canción de Emmanuel, “con olor a hierba”.
“sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible
para los ojos”
Antoine de Saint-Exupéry
Como dicen que “veinte años no es nada”, regrese a este recinto a
un evento, y pude ver con otros “ojos” la belleza del Edificio, iba
acompañado por un persona muy culta, mi buena amiga Angie,
quien me explicaba cada uno de los murales y la arquitectura del
edificio. La conocí en el Conalep, daba clases de inglés, también
había estudiado en la prepa de San Ildefonso, parece que en la
última generación en ese bello edificio.
Fue una experiencia inolvidable poder volver a ver el
“Generalito”. Este solemne recinto fue el salón general de actos
del colegio jesuita. Se le llamó así para distinguirlo del Salón
General de la Real y Pontificia Universidad de México, que era de
mayor jerarquía. Aquí se encuentran gran parte de los sitiales que
pertenecieron al coro del templo de San Agustín de la Ciudad de
México. Esta sillería es obra del taller del maestro ensamblador
Salvador de Ocampo (1665-1732) y constituye uno de los
principales ejemplos de escultura novohispana del barroco. Sus
respaldos muestran bellísimas tallas que narran pasajes bíblicos,
recreando imágenes tomadas muy probablemente de los grabados
de una biblia francesa del siglo XVII; solamente me entenderán los
que tuvimos el privilegio de pasar por ahí, por lo que les aconsejo
que alguna vez en su vida lo visiten.
Los recuerdos son muy volátiles por lo que, para revitalizarlos,
tengo que relacionarlos con algo bello que me haya ocurrido.
Para ir a la prepa tenía que levantarme por lo menos a las 5 a.m.,
209
la primera clase empezaba a las 7 de la mañana y la última
terminaba a las 12 p.m. y para alcanzar a una hermosísima chica
de Chimalhuacán, que estudiaba muy cerca de Bellas Artes, salía
prácticamente corriendo unas 8 cuadras para poder alcanzarla y
regresarme con ella, de cualquier manera salía aprisa, porque
también el estómago me obligaba a llegar al pueblo lo más pronto
posible a degustar nuestros sagradísimos alimentos. Tenía
exactamente lo del pasaje: $1.50, que cobraban los camiones rojos
de la línea México Chimalhuacán que salían de la avenida
circunvalación y la calle San Simón.
Frente a la prepa vendían tortas que costaban $1.25, había que
comerse una sola acompañada de un refresco pascual “boing”,
pero si se me ocurría comerme otra ya no tendría dinero para
regresar y había que esperar en San Simón a que llegara un amigo
que nos pagara el camión o, en mi caso, al buen amigo Juancho
que era de una familia a quien les decían “los canillas”. Juancho
traía uno de estos camiones de pasajeros llamados rojos y que
tenían dos rutas hacia Chimalhuacán: una por “Los Pueblos” y la
otra por “Loma”, a mí, sin el pasaje en la bolsa, no me importaba
si se hacía la ruta por pueblos, yo vivía en un callejón que se
encuentra en la calle de corregidora de la cabecera municipal, y
tenía que tomar el camión que dijera “Loma”. Cuando venía
junta a mi noviecita no me importaba que el camión se tardara
mucho tiempo en su recorrido.
Esta prepa estaba llena de maestros españoles que venían del
exilio, traían ideas de universalidad, conceptos de libertad y
justicia; teníamos maestros de literatura que nos enseñaron a
apreciar el valor de las letras y las ideas. Recuerdo a Arturo
Sotomayor, maestro de Historia de México, con un verdadero
espíritu nacionalista, que enseñaba a analizar la historia con una
óptica de objetividad, y con un enfoque diferente al de esa época:
la acumulación de fechas y mitos oficiales. Recuerdo a Marcelo
Santaló, maestro de matemáticas y autor de varios libros y con
mucho orgullo para Chimalhuacán, a Elías Alonso Martínez
profesor de Etimologías grecolatinas. Creo que todos ellos y
muchos que no recuerdo marcaron el pensamiento y el camino de
varias generaciones. ¿Pero qué diablos tiene que ver estos
210
recuerdos con un equipo de futbol llamado TIDEES? Bueno es que
no sé cómo empezar…
“Nadie puede hacer por los niños lo que hacen los abuelos:
Salpican una especie de polvo de estrellas sobre sus vidas”
Mi abuela Sabina Laguna
fue, para mi hermana Elena
y para mí nuestra madre, no
me estoy poniendo
sentimental, simplemente
había que dejarlo
perfectamente anotado: mi
última hija se llama Sabine.
Me llevaba al Barrio San
Pedro donde tenía una hija,
mi tía Adelina casada con el
jerarca de” los cachuchas”:
Jacob. Hasta donde sé, fue el
iniciador de famoso músicos;
sus hijos, nietos y bisnietos
lo son. Junto a su casa estaba un campo al cual le decían “la
Hera”, con mis primos y otros muchachos del barrio jugábamos
futbol; la mayoría de estos muchachos jugaron con un equipo de
San Pedro “el tiburón” y les decían “los maestros”; allí aprendí a
jugar triangulaciones en corto; jugábamos con unos balones de
cuero que pesaban un “madral”. Pegarle a este tipo de balón era
un sufrimiento, sobre todo cuando se mojaba, era tanto nuestro
gusto por el futbol que nosotros seguíamos jugando aunque nos
dolieran los balonazos, ni la lluvia, ni los truenos eran motivo
para dejar de hacerlo. Nunca jugué en la liga junto con mis
primos…
“Porque fuiste mi primer amor, cuando yo no sabía lo que era el
amor”
Ahí empieza la historia futbolística. Todavía no les menciono que
estudiaba en la Escuela Oficial, así le decían despectivamente la
burguesía local de Chimalhuacán a los que estudiábamos en la
Julio y Adolfo
211
Escuela primaria José María Morelos y pavón, ubicada atrás de
donde está la oficina de aguas de San Pedro.
Después se cambió a lo que hoy es la Casa de Cultura, pegada
hacia el rancho el molino estaba la construcción y hacia la
farmacia del Dr. Moisés; en el extremo poniente terminaba en
cuchilla -actualmente hay una estatua de una pareja de
“carnavaleros”-; había un hermoso ahuehuete donde podías
encontrar cencuates; ahí conocí a quienes serían mis amigos y
años después jugaríamos juntos en el Tidees.
Conocí a Pepito en sexto año, siempre me pregunte como llegó,
supongo que cayó de la gracia de la burguesía de la escuela
Netzahualcóyotl. Bueno, nos encontramos y pasamos ese último
año con grandes amigos y ahí abandonamos, por lo menos yo, al
primer amor de mi vida platónica… obviamente aparte de la
maestra de cuarto año.
La escuela oficial es un referente histórico no solamente para mí,
también para mucha gente nativa de Chimalhuacán; recordamos
al maestro Fernando de sexto año, al maestro Salvador de Quinto
año, al director Rodolfo y su esposa la maestra pachita, al maestro
José, al maestro francisco y sobre todo, para mí, la maestra Elba;
ellos nos enseñaron los primeros conocimientos a veces aplicando
la máxima: “el conocimiento entra por la sangre”.
Probé los primeros desayunos calientes que se dieron con frijoles,
atole y dulce de cacahuate; participé en la primera danza
prehispánica: ¡toda la escuela! bailando en San Juan
Teotihuacán; los desfiles; los primeros amores de la infancia; los
libros de texto gratuitos; las grandes peleas con otros niños, todo
esto es inolvidable.
Al terminar la primaria yo quería estudiar la Secundaria, pero
solo había una alternativa en Chimalhuacán: la gloriosa
Secundaria Netzahualcóyotl -supongo que ya me estaba
convirtiendo en aprendiz de Burgués-; otra opción era ir a
Texcoco, en mi caso pretendí entrar a la ESFIR [Escuela
Secundaria Federal Ignacio Ramírez], no fue posible, ya que ni
212
siquiera conocía los tramites que había que hacer; mi abuela y mi
tío “el carruñas” decían que para que estudiaba, que ya mejor
trabajara.
Un grupo de muchachos participamos en la llamada vanguardia
del ACJM, acudíamos a la iglesia a estudiar religión -realmente
íbamos a jugar futbol en el atrio-; por el futbol conocí al padre
Chucho –párroco en el pueblo- que nos daba algunas platicas y
por consejo de una vecina, doña güera mamá del “Pulga” y de
Tomas, me le acerqué y le pedí ayuda para entrar a la secundaria
Netzahualcóyotl, ese mismo día me dijo que fuéramos a la escuela
ya que el daba clases de moral y era el comienzo del ciclo escolar.
Habló con la directora, creo que era una monja llamada María de
los Ángeles. ¡Oh milagro! Había quedado inscrito; les dijo que
era mi padrino, lo cual fue un apoyo y también una
responsabilidad durante mi estancia en la secundaria.
- Valente C., Rey, Valerio B., Padre vicario Guadalupe, Miguel
V., Guadalupe I., Padre Jesús Fernández, Francisco T.,
Guadalupe B. Antonio Jiménez, Jesús P., Felipe M., Baltazar H.,
(¿?), Carmelo y Juan López.
Era muy difícil entrar ahí si no habías estudiado la primaria,
incluso había varios aspirantes a ser inscritos que tomaron el ciclo
como oyentes que habían llegado antes que yo, entonces para mí
fue como un milagro porque estoy convencido que ahí cambió mi
historia; recuerdo con mucho afecto al padre Chucho, quien en
transcurso de los tres años me encontraba y me regañaba por
213
quejas que recibía de las monjas sobre su “recomendadito”, como
textualmente me decían ellas.
Volví a encontrarme con Pepito, conocí a Darío, a Lupita, a
Chela, Juanito, Bernardo, Zenaido, Adolfo, a Teodoro, a Beatriz y
Catalina a mis grandes amigas las hermanas de Maco, y a sus
guapas primas, María Eugenia y Ana; me encontré al Chepo en
grados mayores, al Javi, a Quino, en mi grupo me acuerdo de
Alfredo, uno de los mejores jugadores de futbol de Chimalhuacán
junto con el Regas, que en paz descansen ambos, a Fabiancito, al
Mur, a mi buen amigo el Tripa, que después fue portero del
equipo.
De la secundaria guardo muchos recuerdos, el acercarme a otro
tipo de conocimientos como las matemáticas que nos enseñaba un
ingeniero de Chapingo, excelente maestro que tenía un estilo poco
ortodoxo, inicié el aprendizaje de algo que siempre se ha
considerado difícil, aunque con él parecía muy sencillo y nada
complicado,
Al terminar la secundaria, no recuerdo organizada por quien,
hicimos una fiesta en la casa de Don José Corona, allí conocí a
otros amigos como Chucho Corona, nos propusimos seguirnos
frecuentando; encuentro al buen amigo Hugo, venía de la ESFIR y
era amigo de Adolfo. Cada que nos juntábamos intentamos entrar
a una escuela de nivel bachillerato, al Poli a la UNAM, esto nos
permitió seguirnos frecuentando y tratar de hacer un grupo
cultural, con la visión de transformar a nuestro municipio y
ayudar a los jóvenes que venían detrás de nosotros a ingresar a
los diferentes espacios de bachillerato que solo se daban en la
ciudad de México.
En la panadería, a un lado de la puerta lateral de la iglesia de
Santo Domingo, nos reuníamos y platicábamos de mil cosas,
recuerdo mucho al Changa. Conocí a Cachona, acompañé a mi
amiga Mazarelo, que formaba parte de un grupo cultural de
mujeres a la organización de un evento del día de las madres,
fuimos a buscarlo al billar; mi primera impresión fue ver un tipo
pedante y cretino, por su negativa a declamar en ese evento. Pero
214
un poco después me di cuenta que a veces juzgamos a las gentes
sin conocerlas, sin tratarlas, sin saber qué es lo que realmente
piensan. Hoy en día me sigue pareciendo cretino y pedante… no es
cierto mi querido amigo. En realidad nos hicimos excelentes
amigos, y yo creo que hasta la fecha, él lo considera igual.
“En lugar de darles regalos costosos a tus hijos dales algo que
puedan valorar para toda la vida, dales amor cada día”
A mí siempre me gustó el futbol, soñé siempre tener unos zapatos
de juego; un día de reyes, había pedido unos zapatos, y no me
trajeron nada; seguro hice comentarios negativos, algo así como
“pinches reyes”, se me notaba la tristeza de haber soñado que en
ese 6 de Enero de 1962 iba a tener mis primeros zapatos de futbol,
pero nunca se me olvidara que al día siguiente vi llegar por la
noche a mi papá, a la casa de mi abuela, con un paquete de
periódico y ahí estaba envueltos mis primeros zapatos de futbol.
No sé si era caro comprar en ese tiempo unos zapatos para jugar,
supongo que sí. Siempre recuerdo a mi padre por muchas cosas,
pero lo primero que se me viene a la mente, después de 50 años, es
esa imagen de ternura de alguien que no era muy dado a
demostrar su cariño que siempre nos tuvo, hasta el día que tuvo
que partir.
Tuve una actitud muy egoísta de mi parte, ya que es importante
decir que muchos de mis amiguitos iban descalzos a la escuela y
jugaban futbol y algunos le pegaban decíamos como “patada de
mula” a ese pesado balón de cuero.
Hay muchos recuerdos de un lugar que le llamábamos el campito,
en donde desemboca la calle de Abasolo -el puente- y Venustiano
Carranza; con todos los muchachos de la cuadra echamos la
cascarita: “el naros”, “el flaco”, “el Chepo” y tantos otros… a
veces nos peleábamos contra los que jugábamos y al otro día
éramos compañeros, esa era nuestra niñez, sin preocupaciones ni
temores.
215
¿Y el TIDEES qué? Bueno creo que me puse a vagar por ese
cumulo de recuerdos y el objetivo del proyecto es la agrupación;
me decían algunos de mis alumnos en el Conalep que divagaba,
quizás con la pretensión de mostrar más el entorno que nos
rodeaba.
Inolvidables eran las fiestas de semana santa; en tiempo de las
posadas acudíamos hasta en dos iglesias por las bolsas de fruta:
naranjas, jícamas, tejocotes, cañas y cacahuates, las piñatas de
barro llenas, a veces llenas de fruta y otras de zapotes o harina;
las palomas que tronábamos poniéndolas en botes de fierro; los
castillos de las fiestas de Agosto y Octubre de la cabecera
municipal; en donde muchas veces, por meternos debajo de las
luces de los castillos sufríamos de quemaduras en nuestra ropita
dominguera, sobre todo cuando usábamos los pantalones de
terlenka u otras telas parecidas que eran muy inflamables.
Recuerdo el olor de ricas carpas envueltas en hojas de maíz que
hacia mi vecina , doña Cristina, mamá del “naros”, esta familia
tenían burros y subirse en ellos era toda una aventura; bañarse en
las zanjas del camino de la cruz de la misión en la cual
actualmente está una gasolinera en Venustiano Carranza y
Acuitlapilco, donde al salir parecíamos almas en pena de los jiotes
que se formaban en nuestras caras; cortar la flor de calabaza, que
sirve para hacer quesadillas, por lo cual nos pagaban un peso con
veinticinco centavos, cuando era calabaza redonda o japonesa era
muy doloroso por las espinas, a pesar de los calcetines que nos
poníamos como guantes para cortarla; sembrar maíz y frijol en la
“la Palma” perteneciente al Ejido de Santa María; era un terreno
de bajada y mi tío “el carruñas”, que nunca fue gente de campo,
hizo los surcos en el sentido de la bajada del terreno, empezamos
la siembra a eso de las 6:00 a.m. y terminamos alrededor de las
17: p.m., de repente empezó a caer un aguacero que parecía que el
cielo se iba a caer, en menos de media hora toda la semilla que se
había sembrado se había ido con el agua. Los surcos se hacían
con una yunta tirada por animales.
A nuestro Pueblo lo recuerdo con sus calles amplias de terracería;
árboles de pirú llenos, a principios de cada año, de unos pajaritos
216
llamados copalascleros; los aguaceros en la calle de
Corregidora y Venustiano Carranza, en los que la lluvia
arrastraba: árboles, víboras y piedras producto de lo que nosotros
llamábamos la barrancada; grandes terrenos de siembra
generalmente de maíz y frijol, en los cuales, en los meses de
Agosto y Septiembre, estaban llenos de camellones formados de
zacate en forma de triángulo, con mazorcas y que en la parte de
en medio dejaban un hueco en el cual nos metíamos a jugar como
si esto fuera una aventura que nos inspiraba la imaginación; los
camiones de carga llenos de zacate con sus mazorcas, a veces
corríamos detrás de ellos para arrancarles las mazorcas que nos
la cambiaban en algunas casas por un dulce de tejocote con
piloncillo al cual se le llamaba “caca de loco”.
Las primeras televisiones de blanco y negro en Chimalhuacán
eran generalmente de las familias con más recursos, los días
domingos sus dueños nos cobraban una moneda de cobre de veinte
centavos por ver uno o dos programas que pasaban por la tarde,
colocaban unas vigas en tabiques para que nos sirvieran de
asiento y nos vendían palomitas, si es que llevábamos otras
monedas, inolvidable en la vida de un niño de esa época, el teatro
fantástico de Cachirulo, Combate, los siete de caballería y otros
más que no recuerdo.
Construir resorteras consistía en una horqueta hecha de tepozán,
la amarrábamos para darle la apertura correcta y la medio
quemábamos para que obtuviera la dureza necesaria y después ya
construida le amarramos un partes de hules cerrados por una
lengüeta de zapato de cuero, para poder colocar una piedra y al
estirar el hule la piedra salía con fuerza; nuestros juegos de
canicas, trompo y tacón que se daban por temporadas en el año, la
verdad no sé quién marcaba los tiempos de temporada de cada
uno de los juegos, salvo el yoyo, que lo promovía la Coca Cola; en
la temporada de canicas todos traíamos los pantalones agujerados
de las rodillas, y en nuestros sueños infantiles, los que no
perdíamos nuestras canicas y ganábamos las acumulábamos en
botellas de refresco y las enterrábamos hasta la siguiente
temporada, -una clara tendencia, desde temprana edad, a la
acumulación de capital-, por cierto nosotros empezamos a jugar
217
por primera vez el roncito, un circulo donde metíamos dinero en
lugar de canicas, el cual lo aprendí en el D.F. y un buen día al
querer jugar algunos no traían canicas ni forma de comprarlas y
empezamos a jugar canicas de otra manera diferente a lo que
tradicionalmente jugábamos y le llamábamos cocol.
El juego del tacón en el cual dibujábamos un circulo en la tierra, y
con un tacón de zapatos tratamos de sacar el dinero que se
colocaba al centro del mismo; los juegos con zancos hechos con
latas grandes de chiles y lazos; meternos en medio de las llantas
viejas de camión en posición de feto y alguien les da vueltas a
grandes velocidades; el juego de los quemados donde con una
pelota de lona cada quien hacia un oyó donde cupiera la pelota y a
una distancia de metro y medio se tiraba la pelota si te tocaba
tenías que correr y con la pelota golpear a alguno de los
participantes gritando quemado al que le habías atinado, por
cierto dolía bastante el pelotazo.
En las cercanías de las fiestas patrias y decembrinas algunas
familias elaboraban las palomas que eran un objeto formado de
papel en forma de triángulo en el centro llevaba una substancia
explosiva de clorato o pólvora con una mecha en forma de hilo
duro por medio de la cual se encendía, nos pagaban un peso por
cada millar por colocar esa pequeña mecha perforando la
envoltura del papel con un especie de pica hielo, ese trabajo lo
hacíamos toda la familia sentados en un petate lo que se convertía
en una forma de convivencia familiar, los más grandes haciendo la
paloma y los más pequeños en mi caso mechándola, lo cual nos
permitía el tener algunos ahorros para este tipo de fiestas.
La procesión del jueves de corpus era algo fascinante, las que
recuerdo eran alrededor del Chimalhuachi, donde están los
barrios del pueblo; había una parte completamente despoblada
que hasta la fecha se le conoce como el camino viejo es paralela a
la carretera México Texcoco entre los km 28 y 25. Era en la noche
y llegábamos a la iglesia principal alrededor de las 2 de la
mañana, después acortaron el recorrido haciéndola de San
Agustín hasta Santa María; esta procesión hoy en día la siguen
haciendo más corta desde el Barrio de Xochiaca hasta la cabecera
218
municipal; había competencia entre los barrios para ver quien
había arreglado más bonitas sus calles, con flores de diversas
plantas, algunos retablos en vivo, tapetes de aserrín y sobre todo,
para nosotros, el hecho de poder ver a las muchachas tantas
horas.
Otra gran oportunidad de combinar mi paganismo era la semana
santa, en la cual recuerdo que no se podía prender para nada el
radio, ni decir alguna grosería, lo mejor era que los adultos no
podían pegarte por alguna travesura que hubieras cometido; ir a
la iglesia y comer gorditas envueltas en papel china de colores
muy vistosos; los elotes y las nieves de la única nevería que había
en Chimalhuacán la del “barrilito” y que mejor acompañado de la
novia o la amiga; la nevería a la que me refiero fue el centro de
muchas conversaciones, de mucha filosofía, de muchos sueños, de
quienes algún día jugamos en el TIDEES.
“La ley reconoce al autor de una obra intelectual o artística para
autorizar su reproducción y participar en los beneficios que esta
genere”
Como no hay beneficios no me importa…Pero iba a hablar del
TIDEES… yo desconozco, por lo tanto no puedo avalar a quien o
quienes se les ocurrió ponerle el nombre al equipo; cuando nos
reuníamos en la plaza al lado de la panadería, los más grandes
discutían ponerse de acuerdo con Nabor Valencia (José) para
poder jugar en su equipo (Tampico), dueño de la franquicia; creo
que se habían separado de otro equipo en donde jugaban antes;
los acompañe a ver a Nabor a una tienda que se encontraba a
unos cuantos pasos, por cierto hasta la actualidad la tienda no ha
cambiado mucho su aspecto. Platicaron con él, exactamente no sé
qué les dijo, supongo que lo iba a pensar etc., la cuestión es que
vieron una especie de negativa, regresamos a nuestro punto de
reunión y ahí decidieron hacer un nuevo equipo de futbol, nos
preguntaron a los que estamos ahí que si le entrabamos, yo dije
inmediatamente que sí, porque ya había intentado jugar en la liga
de futbol con un equipo llamado Santo Domingo con un vecino “el
Turris”, me dijo que no porque estaba muy chico; que si me
pegaban era mucho compromiso, por eso mi pronta respuesta.
219
Sólo había en la liga tres fuerzas, y como equipo nuevo teníamos
que empezar en la tercera división; yo era suplente y me alineaban
en una posición de extremo que nunca fue la mía, la cual dejó
bellos recuerdos permanente a mis rodillas, ya que las caídas en el
terreno salitroso ocasionaban unas raspadas espectaculares y
unas gruesas costras que siempre tenía la costumbre de
arrancármelas; recuerdo al Javi como portero, con una especie de
sudadera con cuello ruso de color naranja; el bando de los rudos
encabezando la defensa el Maco y Benja; con presencia y más
técnica el Arrepentida, chaparrito pero ágil y Chucho metiendo
goles en cada partido.
Terminamos esa campaña invictos en las dos vueltas y por lo tanto
campeones de liga de la tercera división, en el torneo de copa
perdimos lo invictos y el Milán de San Lorenzo salió campeón de
copa por lo que tuvimos que jugar el campeón de campeones, en la
lagunilla, para mi sorpresa ese día no se presentaron todos los
jugadores, y yo que rara vez había jugado un partido completo
tuve la oportunidad de jugar esa final, muy vagamente creo que
terminó el partido empatado y en penaltis nos ganaron, nuestro
goleador fallo uno de los penaltis.
En la siguiente temporada ya en la segunda el primer partido que
nos toca jugar es en contra del Milán que también subió y ahí nos
desquitamos, ahí ya había muchos nuevos jugadores, como el
Tepis, mi compadre Cachona y otros.
220
Quino, Ollitas, Lorico, Maco, Niño, Benja,Tomasote, Changa,
Marranito, Chucho, Cachona y Julio.
Muchos jugadores pasaron por el TIDEES, Marcos, Panchito
Primavera, Zenón, Enrique, quien ahora es cura, Tomasote, su
hermano Solín, y otros cuya imagen se me borra. En la segunda
(división), por problemas sin importancia, salí del Equipo para
formar el Atlético Tidees con algunos jugadores de los de menos
edad como: Julito Alonso, Angelito Rico, el Mur, mi gran amigo
Chucho Corona, Cecilio Gómez, los Hermanos de Jorge Urbina;
algunos integrantes de un grupo al que le decían “los silenciosos”
el “güerito” Castillo, Víctor Canto, Ángel el Caparratas, nuestro
portero de los canillas el Fede, el doctor Fernando Canto, Camilo
de San Pablo, Adolfo, y algunos que escapan a mi memoria,
Pepito y el Changa
.
Jugué en otros equipos y cuando en el año dos mil se forma la liga
de veteranos volvemos a encontrarnos en el TIDEES, el Quino, su
hermano Miguel, el Pointer, José Luis, “el Chismes” y otros más.
Siempre me ha gustado el futbol, pero el conjunto de muchachos
que coincidimos en el equipo, más allá del futbol representó una
generación de jóvenes que pretendieron hacer cosas diferentes en
esa época; quizás por la posibilidad de asistir a escuelas que se
encontraban en el D.F. y que nos permitían visualizar otras
221
realidades; posiblemente porque había compañeros que
empezaban a tener otro tipo de aspiraciones, algunos de
transformar nuestra realidad a través del conocimiento; de las
manifestaciones culturales como la música el teatro y la política,
lo cierto que esa generación implementó el gusto por la música,
como el rock; por primera vez se cantaran las misas de gallo con
guitarras; contribuimos al nacimiento de la primera rondalla:
“Escudos y rodelas” cuyo primer solista fue el Changa; se formó
el primer grupo de baile folclórico que salió a otros lugares, grupo
de teatro, etc.
“Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está
dentro de nosotros”
Hermann Hesse
El TIDEES fue en ese tiempo un equipo muy odiado en los
distintos barrios, no tanto por el futbol, sino porque sentían que
estaban en él los burgueses como muchas veces nos decían;
porque el comportamiento social de este grupo se diferenciaba de
lo que habitualmente se acostumbraba; el hecho de tener una
visión diferente a través de las vivencias, sobre todo relacionadas
con la cultura del D.F. nos permitía, a pesar de que una gran
parte de este grupo éramos de escasos recursos, organizarnos más
allá del equipo de futbol, en actividades culturales como la
música, el teatro y el baile, lo que traía como consecuencia que en
torno a este grupo también participaran muchas jovencitas con
permiso de sus padres, pues nos consideraba “buenos muchachos”
e incluso ellas se organizan en grupos de carácter cultural. La
preferencia femenina hacia nosotros es otra de las explicaciones
de esa fobia.
No todos estudiaban pero, los que no lo hacían, se adaptaban a las
formas del grupo, muy independientemente que otros pequeños
grupos buscaran afinidades. En mi caso después de jugar futbol
con el Tripa y el Changa subíamos al panteón a jugar ajedrez, y
ahí mismo a “echar taco placero” y algunas veces unas cervezas,
poco después esto se convirtió en costumbre y cada domingo
después del partido de Futbol allí estábamos.
222
El tripa era mi “pichón” jugando ajedrez supongo que él debe de
decir lo mismo, pero lo cierto es que en la prepa jugué sin mucha
técnica con los mejores jugadores de ajedrez con resultados más o
menos decentes. Los más grandes del grupo organizaban
tardeadas que eran inolvidables y por primera vez traían grupos
de Rock y en alguna ocasión, en la casa del hermano del Changa,
un grupo de samba.
Lo más importante es que era un grupo muy solidario, los más
jóvenes siempre acompañábamos a los mayores a quienes les
gustaba jugar dominó: el que perdía tenía que pagar los tacos,
nosotros disfrutábamos, sin importarnos quien era el que ganabas.
Muchas navidades y años nuevos amanecimos en la casa del
Arrepentida, después de cantar y tocar las misas de Gallo nos
trasladábamos a su casa en donde cenábamos, cantábamos y
bailábamos, gracias a la gran hospitalidad de su familia.
Algunos años después dejamos de ir porque conocimos al Padre
Felipe, quien en ese tiempo todavía no se recibía; él nos enseñó,
en su casa, a varios a tocar con guitarras para después hacerlo en
la Misa de Navidad y año Nuevo; al final terminábamos en su casa
ejecutando juegos que nos enseñó.
He de decir que en el grupo los que tocaban y cantaban las
serenatas eran el Javi y Chucho, por ejemplo el día de las madres
o cuando de repente a alguien se le ocurría llevarle serenata a su
novia, nos trasladamos todos amontados en los pocos carros que
había y con un buen resguardo de bebidas espirituosas íbamos a
diferentes barrios, aunque todos querían que les tocaran más
piezas a sus respectivas novias mis buenos amigos se cotizaban,
quizás por ser tantos los lugares a los que pretendíamos ir y que
finalmente la última serenata era prácticamente en la madrugada;
ese fue el motivo por el cual paralelamente empezamos a formar
otro grupo de aspirantes a trovadores, dicen las historias de ese
tiempo que hasta los perros se espantaban de lo desafinados que
éramos algunos de nosotros, pero este antecedente propicia que
algunas otros compañeros se organizaran para crear la primera
rondalla de Chimalhuacán: Escudos o Rodelas.
223
Formamos la Sociedad de Estudiantes de Chimalhuacán, si no fue
la primera, fue la que tuvo mayor trascendencia; por primera vez
se hacen funciones de teatro dirigidas por nuestro buen amigo
Panchito Constantino; se dieron las primeras participaciones de la
rondalla y otras de Escuelas superiores como la Trova del
Politécnico, la trajo Hugo; se dio también la creación del primer
ballet folklórico de Chimalhuacán.
Tuvimos participaciones culturales fuera del municipio; nos
presentamos en el Teatro del Seguro Social de San Juan del Rio
Querétaro, en especial recuerdo que junto con el “Tepocho”,
Azucena, presentamos un obra de ese gran maestro Ruso del
cuento: Antón Pávlovich Chejov “Las aceitunas”, mientras que en
la plaza principal tocaba “La rondalla escudos o Rodelas”.
La solidaridad que practicábamos se fue trasmitiendo en las
nuevas generaciones, los orientábamos para ingresar a escuelas
de nivel superior. No éramos los únicos, ni nos sentíamos el
ombligo del mundo, hubo muchos esfuerzos de otros jóvenes de ese
tiempo como por ejemplo el Tonina y El elotito, su apoyo solidario
para ayudarnos a entrar al Politécnico, donde ellos estudiaban, y
otros muchos de todos los barrios, que son una muestra del
orgullo de ser Chimalhuaquences.
Pero esta es la Historia o los recuerdos de un grupo de jóvenes
que giramos alrededor de un equipo de Futbol llamado TIDEES,
que creíamos que nuestro entorno lo podíamos transformar, que
vivimos un cambio radical de nuestro municipio, de un entorno
rural a uno urbano, con todas sus consecuencias económicas
políticas y sociales. Hoy con el paso de la juventud creemos que
hicimos y vivimos de acuerdo a nuestros principios y valores de
amistad, solidaridad y fraternidad. Hoy el tiempo nos ha
transformado a través de nuestros propios compromisos
familiares, pero en el fondo todos tenemos una gran añoranza por
tiempo que vivimos y esa amistad que se forjó. Termino
recordando una frase del poeta latino Marco Valerio Marcial:
“Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces”
224
Arriba: Julio, Marranito, Marcos, Changa, Garrincha,
Hugo, Ángel Valencia. Abajo: Barajas, Pepito, Zenón,
Cachona, Enrique, Pepe, Lorenzo Jiménez, Lorico
226
ELÍAS ALONSO MARTÍNEZ
Elías Alonso en el cortijo Noe y Elena, en la tienta de
becerros.
emos incluido al profesor Elías Alonso Martínez como
uno de los TIDEES por la relación estrecha que tuvo con
el grupo. Fue catedrático en la UNAM. Los muchachos
siempre estuvieron relacionados con él; le serví un
tiempo como chofer, no sólo para llevarlo a la prepa 1,
también en vacaciones, lo que me permitió tener un
acercamiento significativo, fuimos amigos a pesar de la diferencia
de edades. Una vez me dijo: -“Alfonso deberías ir a Europa a
darte una vuelta, estás joven, tu o cualquiera de ustedes, si se
puede”. Y si se podía, en ese tiempo las facilidades eran muchas,
nos faltó más visión. Hubo otras conversaciones que giraron en el
ámbito de la relación de parejas, alguna vez le comente mi
preocupación por una chica de la escuela, me dio un tratado sobre
el tema y concluyó: -“si yo supiera en ese entonces, Alfonso, lo
que se ahora, olvídate lo que hubiera pasado con la señora que te
comentaba…”.
Recibí tres cuentos del profesor Elías; tiene un libro no publicado
del género, le comenté la posibilidad de incluirlos y me autorizó,
para los tres o para más. Me dieron carta abierta y aquí presento
tres cuentos de mi maestro: profesor Elías Alonso Martínez.
CUENTO UNO
H
227
SUEÑO
Dos hermosos senos surgieron de la escotada blusa, relucientes
ante los destellos de la opaca luz que mal iluminaba la calle eran
firmes como las puntas amenazantes de un toro de lidia, con paso
volátil parecían que embestían la noche levantándome prendido
por la espalda. Así unidos fuimos aumentando la nada.
Madrugada del 12 de febrero del 2001
-Alonso Martínez Elías-
CUENTO DOS
EL CHIHUANDARO
EL CHIHUANDARO, uno de los últimos “piteros” de la farisea,
buen nevero, una de las pocas gentes felices que he conocido en mi
vida.“Hooinoskaiaiformiggesterpusintimus ton antropon”. Fui
testigo presencial de este dicho griego en él, de repente salió de la
pulquería usó la mano y el dorso para limpiar sus labios de los
residuos de la bebida que habían quedado en las comisuras,
ensanchó el dorso preparándolo para gritar potentemente.
“Haaaaaaaaaaynieeeeeeeveeee” tomó la carretilla donde llevaba
los botes de la nieve y continuó la venta. Presencié esta escena y
me pareció como un cohete que subía y estallaba iluminando
instantáneamente la noche.
Barrio de san Juan, manzana san Pablo. Chimalhuacán Atenco
-Alonso Martínez Elías-
CUENTO TRES
JUAN DE CARNE
Ayer 22 de abril del 2001 enterramos a Juan Beltrán Martínez,
conocido como “Juan de carne”. Este mote, que le siguió toda la
vida, se lo puso él mismo. Sucedió que el primer día que fue a la
escuela el profesor preguntó el nombre a sus alumnos, al
preguntarle a Juan éste le contesto
- Juan
- ¿De qué?
- De carne
Desde entonces Juan Beltrán Martínez pasó a llamarse Juan de
Carne. Ayer entregamos su cuerpo a la generosa madre tierra.
228
Juan de Carne, hijo de Crescencio Beltrán y Susana Martínez, muy
pequeño, muy pequeño casi recién nacido vivió con sus abuelos.
Esto pasó así: Susana, mamá de Juan después de tenerlo pronto
dio a luz a otro niño y como no podía cuidar a los dos, Emiliana,
hermana de Susana se lo llevó a la casa paterna o sea a la casa de
don Hesiquio Martínez y Ángela Zaldívar, abuelos de Juan,
quienes lo cuidaron de niño, de joven y lo hubieran cuidado de
adulto si les alcanzara la vida. Esto es que Juan no salió de la
casa de los Martínez hasta el día que lo llevamos a la sepultura o
sea de la cuna a la urna. En el sepelio se notó la ausencia de los
Martínez. Pancho no asistió pues sus cien años se lo impidieron,
aunque si fueron chucho “el borracho”, el cerillo y Ricardo. En
cambio ni Librada ni Luis fueron. Delfina, Tomasa y Julia ya son
difuntas. Entre los Beltrán hijos de Crescencio y los Martínez hijos
de Aniceto y Tonche siempre han existido rencillas que vienen
desde los tiempos infantiles. Resulta que Susana fue consentida de
Ángela, su madre y abuela de los Beltrán en cambio Aniceto, hijo
mayor de Ángela, mal se vio ante los ojos de su madre porque
Tonche, la mujer de Aniceto, era mayor que él. Al casarse contaba
diecisiete años y doña Jerónima, por esta y otras razones, estando
siempre de parte de su hija Tonche, había llegado a cachetear no
sólo a doña Ángela sino también a su hija Emiliana. Este fue el
inicio de las rencillas entre los Beltrán y los Martínez que quien
sabe cuándo terminarán. A principios de esta desavenencia
familiar la peor parte la sacaron los Martínez, mientras vivió
Ángela Zaldivar. Julia hija de Aniceto y Tonche, recordaba con un
nudo en la garganta cómo cuando por razones económicas fueron
a refugiarse a la casa de los abuelos paternos y al poco rato salían
corridos por la abuela, avergonzados ante el pueblo que sabían de
las dificultades familiares y si no las sabían un guajolote
alharaquiento se encargaba de difundir. “Salíamos con un desfile
de chamacos mocudos y chillones cuyo único objeto de valor del
que no podíamos prescindir era la olla de los frijoles con el culo
tiznado, que yo como hermana mayor cargaba mientras con una
vara arreaba al guajolote hablador”.
Seguramente todo esto lo sabían los Beltrán pues vivían frente a
los Martínez estos amores y desamores nacidos en el seno de la
casa de los abuelos provocaba hasta los golpes entre los hijos
229
varones. Luis con Gudélio su primo hermano, tiempos y
circunstancias cambiaron al parejo hasta nuestros días en que dos
familias con abundantes descendientes han progresado en el
terreno económico y social, lo mismo que en el terreno intelectual.
En ambas familias hay profesionistas lo mismo que trabajadores
en diferentes actividades de la vida; todos buenos cristianos con
vicios y virtudes que no pienso dar cuenta aquí salvo señalar que
Alfonso, Antonio y Gudelio Beltrán fueron magníficos músicos y
que ahora muchos de sus hijos y nietos son herederos de su arte
musical.
Sólo quiero añadir que Hesiquio Martínez y Ángela Zaldívar
tuvieron otros hijos: Emiliana ya nombrada, Antonio y Herlinda,
que no se casó. ¡Aa! Y decir que ni Luis ni Librada fueron al
entierro de Juan de Carne.
-Alonso Martínez Elías-
230
QUINTO CAPÍTULO ¿Cuándo existieron los TIDEES?
Todo lo que necesitas es amor –Lennon & McCartney—.
n diversas expresiones se ha descrito a los años sesenta
como los años maravillosos. En este capítulo vamos a
esbozar como era la vida en la comunidad de los Hijos;
ponemos ejemplos de la fascinación, estruendo y cambio
geométrico de la humanidad, donde los jóvenes deciden tomar en
sus manos el destino que les pertenece. El Apolo 11, la guerra de
Vietnam y el movimiento estudiantil del 68 en el mundo son
íconos en esta década. Hablamos del elemento constitutivo de la
esencia del hombre: la música, e incluimos varios deportes que
dieron pretexto para que universalidad de la publicidad y la
difusión iniciara. Resaltamos los nombres de quienes han puesto en
el mapa a nuestro municipio y el paso de la antorcha olímpica en
octubre del 68. Expresamos el cambio en el pensamiento histórico
de la teoría del conocimiento, del modelo de la razón al de la
E
231
conciencia, donde la filosofía existencial y la fenomenología
desplazan al positivismo. Por último, dos personajes que importan
a nuestras gentes y el anhelo que depositamos en los hombros de
las nuevas generaciones.
LA VIDA
En los años sesenta se vivía con mucha placidez, no había los
sobresaltos que causa la inflación económica o la desestabilización
social, aunque en 1959 surgió un movimiento ferrocarrilero con
Valentín campa y Demetrio Vallejo al frente y en 1964 el
movimiento médico, no repercutieron en la sociedad local, la radio
y la televisión en ciernes –en noticiarios-, no tenían el impacto que
hoy tienen.
En los primeros años de esta década la población del municipio era
de aproximadamente 5000 habitantes. La gente era correcta y era
común saludarse en la calle, de hecho los padres inculcaban el
respeto a los mayores y apego a las buenas costumbres.
Para divertirse estaba el cine progreso, domingos y lunes había
función. Las películas de “Clavillazo” eran de las preferidas; otras
que causaron furor fueron las de Gastón Santos o las de la Sombra
negra; qué decir de Mauricio rosales –Antonio Aguilar- que
siempre iniciaba sus películas con la misma canción: “cruzando
veredas, llanuras, veredas y caminos reales; cantando canciones,
canciones de amores sobre mi caballo; me dicen el rayo, mi
nombre de pila es Mauricio Rosales…” y terminaba la película con
la parte última de la misma: “…respeten las leyes y vivan
tranquilos adiós no les digo y no me despido porque voy y vengo,
ya se aleja el rayo Mauricio Rosales amigo del pueblo”. Por
supuesto que las películas preferidas eran las de Pedro Infante y
Jorge Negrete, pero las que acababan con el cuadro eran las del
Santo, nunca fue suficiente el aforo para estos filmes.
Era común que casi al final de la película la aprehensión de los
malos se diera, la gente, entonces, aplaudía a raudales, de ese tamaño era el imaginario popular sobre la justicia. El Marranito y
Cachona eran asiduos al cine, vivían frente al cine progreso y sus
primas, hijas de Hilario Valencia, el dueño, les permitían la entrada
gratuita.
232
También los domingos por la tarde podías asistir a la jugada de
frontón, sobre todo cuando venían jugadores de fuera, de
Xochimilco, Ixtayopan, Tepito y muchos pueblos más. Quienes
hemos decidido escribir estamos en deuda con la pelota Vasca que
se juega en Chimalhuacán. Recientemente un avecindado, “el
Calusha”, ganó en Italia, en el campeonato del mundo el primer
lugar, en la modalidad de frontón a mano.
Las peregrinaciones eran parte de la vida comunitaria en camión,
en bicicleta o a pie. Algunas lejanas como San Juan de los
Lagos, Jalisco; Juquila, Oaxaca, en el Santuario de la Virgen de
Juquila; Santuario de Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, donde se
venera al Santo Niño de Atocha. Otras no muy lejanas: Santuario
de Jesús de Nazareth en Tepalcingo, Morelos; Chalma. Las
cercanas: Molino de las Flores en Texcoco y la Villa de Guadalupe
que organizaba la línea de camiones México, Los Reyes,
Chimalhuacán y anexas, que daba la comida en el parque de San
Juan de Aragón. El “centrado” y “el creativo” asistían a ella porque
pretendían a las primas Buendía: Rosa, Rosa Sila –la más hermosa
de todas-, Margarita, Guadalupe (hoy conocida como “la loba”),
Inés, “la hermana” Tere, Columba y muchas más primas, todas
nietas del tío “lolo”.
Lo común para ligar eran las fiestas particulares, las ferias de los
barrios o los bailes públicos que tenían el momento perfecto para
que te dieran el sí, los culpables: La Sonora Santanera, Mike
Laure, Rigo Tovar, Acapulco Tropical, Carlos Campos y
muchísimos grupos que hacían gratas las noches, por el ritmo, los
compases y la proximidad en las parejas con temperatura y olores
prometedores. Quienes somos de pueblo sabemos de esos años de
sueños y de bohemia.
233
La plaza (1967)
El peso ($) era muy fuerte, se podía comer, incluso viajar, con
poco dinero, en realidad alcanzaba para todo, vivamos sin
sobresaltos económicos. También no había mucho que comprar, en
la ropa apenas se experimentaba con nuevos diseños, se usaba con
colores base, sin combinaciones y sin pretensiones; algo que no les
gustaba era que heredaban la ropa de los mayores, simplemente las
mamás pasaban las tijeras, la máquina de coser y ajustaban a sus
medidas.
Stikers se llamaba, en los años setenta, a quienes corrían desnudos
por los campos deportivos, sobre todo en Europa y E U A. Era
común en esos años y la moda no fue ajena en Chimalhuacán; en
alguna ocasión “el más joven” y el ojón, sólo cubiertos con unos
tenis y un gabán, desnudos se dirigieron al centro del pueblo como
a las once de la noche. Varios TIDEES, como testigos y porra, los
alentaban a levantar los gabanes y enseñar sus partes íntimas a las
personas que vendían y consumían garnachas; ambos en lugar de
“pirrín” tienen mangueras de gasolina que le llegan a las rodillas.
Los acompañantes se morían de risa y si… también de envidia.
Ir a vacilar, como se le llamaba a echar novio, era la cuna de la
cereza para los adolescentes de esos años. Aquí los hijos se dividían: Arrepentida y Lorico, con Rafael Sánchez Buendía el
“guacho”, preferían San pablo; Javi, Benja y Arrepentida se
trasladaban a Netzahualcóyotl; Maco y Cachona hacían grupo con
234
Cándido Valverde, Gregorio Sánchez “el Goyo”, Porfirio Buendía
Buendía el “pichirilo” y con el “cerillo” (hermano de Ricardo
Martínez y del “chela”) y se desplazaban por Xochiaca; Hugo,
Adolfo y Garrincha a San Lorenzo y otros preferían la comodidad
de la plaza o San Pedro como Chucho, el Padre, Tepis, Barajas o
Pepe. Para llamar a la novia o entre sí el chiflido era fuitiu fu. Se
saludaban diciendo: qiubo hijo o que tal hijín; después que ganaron
el campeonato de copa el saludo cambió: hola campeón o ¿Cómo
estás campeón?
La vida del adolescente, en cualquiera lugar o en cualquier tiempo,
es de mucha envergadura y deja recuerdos muy sentidos, los hijos
la disfrutaron ampliamente. Los años sesenta, sencillamente,
fueron…
LOS AÑOS MARAVILLOSOS
En 1969 el hombre pisó la superficie de la luna por primera vez. Se
dio el movimiento del 68 en varias ciudades de México, Japón,
Gran Bretaña, Italia, España, Alemania, Estados unidos, Argentina.
Acontece la guerra de Vietnam. Emerge la presencia de los
Beatles. Existió un cambio en el llamado pensamiento histórico,
fundamental en la cultura contemporánea y en las manifestaciones
científicas y filosóficas. El Rock se apodera de los jóvenes y éstos
de la música para no separarse jamás. La moda, la ropa, el pelo, el
uso masivo de estimulantes, la apertura sexual, la píldora
anticonceptiva, la minifalda, los bluyín, son privilegio de esta
década.
¡Ah! Las plumas del “boom” latinoamericano de literatura, que nos
dieron fuerza, orgullo, plenitud, gozo y certeza. La primera
generación de escritores que pueden vivir de los ingresos
generados por sus obras: Octavio Paz, Gabriel García Márquez,
Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar,
Alejo Carpentier, Luis Spota, Vargas Llosa y muchos más. En este
contexto irrumpe la vida de los “hijos”: la deportiva, la social, la
política y la musical-cultural.
235
EL PRIMER HOMBRE EN LA LUNA
En el transitar del hombre a través de los tiempos, marca un antes y
un después el alunizaje del Apolo 11 el 20 de junio de 1969, pisa
por primera vez el suelo de la luna. Armstrong, Aldrin y Collins
condujeron la nave; el primero, su capitán, pronuncia la frase: "Un
pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad".
Los TIDEES vieron por televisión este suceso en casa de Chucho.
EL MOVIMIENTO DEL 68
Los años sesenta son un ícono en la historia universal, sucesos de
rebeldía, violencia y sangre se dieron en muchas partes del mundo,
las más notorias fueron: Paris, Tokio, México D. F., Barcelona,
Buenos Aires y varias ciudades de los Estados Unidos ¿el motivo?
jóvenes estudiantes deseaban un mundo mejor, cambiar muchas
cosas en lo social, cultural, político y económico, es decir, el
“stablishment”.
En México, quien informa magistralmente del acontecimiento es
Elena Poniatowska con su “La noche de Tlatelolco”:
“Son muchos. Vienen a pie, vienen riendo. Bajaron por
Melchor Ocampo, Reforma, Juárez, Cinco de Mayo,
muchachos y muchachas estudiantes que van del brazo en
la manifestación con la misma alegría con que hace
apenas unos días iban a la feria; jóvenes despreocupados
que no saben que mañana, dentro de dos días, dentro de
cuatro estarán allí hinchándose bajo la lluvia, después de
una feria en donde el centro del tiro al blanco lo serán
ellos, niños-blanco, niños que todo lo maravillan, niños
para quienes todos los días son día-de-fiesta, hasta que el
dueño
de la barraca del tiro al blanco les dijo que se formaran
así el uno junto al otro como la tira de pollitos plateados
que avanza en los juegos, click, click, click, click y pasa a
la altura de los ojos, ¡Apunten, fuego!, y se doblan para
atrás rozando la cortina de satín rojo”. [Poniatowska,
2014]
236
El “modelo de ropa” estudiaba en la Vocacional 2 del Instituto
Politécnico Nacional, allí se inició el conflicto por un pleito entre
sus alumnos y los de la prepa “Isaac Ochoterena”. Estuvo en las
marchas previas a la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco. El
“centrado” trabajaba en la biblioteca de la UNAM. Ellos fueron los
únicos del grupo que participaron en las marchas del movimiento
del 68.
Hubo otro movimiento estudiantil que trajo “consecuencias”, éstas
fueron resultado de venganzas de tipo político. El fabiáncito y “el
bogar” estudiaron en el CCH Naucalpan y estuvieron en la golpiza
de 1971, en San Cosme. Otros participaron en el movimiento
conocido como “el Halconazo”, como lo describe Adolfo en su
relato.
“En la plaza de las tres culturas se habían reunido unas 10, 000 personas
entre estudiantes, amas de casa, con niños en brazos, obreros, ancianos y
ambulantes”. (Foto y texto –libro de poniatowska)
El movimiento del 68 es un parte aguas, tanto en nuestro país como
en el mundo entero, la juventud se hace presente y partícipe en la
toma de decisiones de su comunidad. Es importante ampliarnos y
entregar a ustedes un extracto del documento de la periodista
Aurora Cano donde nos hace llegar el punto de vista de la prensa
de los hechos del movimiento:
237
1968; antología periodística
¿Cómo conciliar las funciones de conservar la memoria
histórica del país y, a la vez, seguir proporcionando un
servicio a los lectores que en una procesión interminable
acuden a la institución? La respuesta es una: la
reproducción de los materiales. Esta publicación tiene,
precisamente, ese objetivo (…) se decidió centrar el
trabajo únicamente en los siguientes diarios: El Día,
Excélsior, El Heraldo de México, Novedades, El Sol
deMéxico y El Universal.
Recapitulación de los hechos.
Mucho se ha hablado de las similitudes y diferencias entre
el movimiento estudiantil mexicano y aquellos que se
generaron simultáneamente en el resto del mundo (…) Así,
en un intento globalizador, se habla de Berkeley, Tokio,
Londres, Berlín, Trento, Milán, Roma, Pisa, Turín, París,
Nanterre… y México.
En general se les ha caracterizado como movimientos
anticapitalistas, antiimperialistas y fundamentalmente anti
autoritarios (…) el cual irrumpió en el espacio de las
demandas políticas y sociales con una bandera tan amplia
como ambiciosa e incuestionable: la democracia.
¿Por qué estalló el conflicto? ¿Por qué un pleito entre
estudiantes de dos planteles adquirió tal magnitud? ¿Por
qué tantos actores de tan diversas ideologías se
incorporaron al movimiento? ¿Por qué todo el aparato de
represión del Estado se activó desde el inicio frente a un
incidente que no parecía ser tan grave?
A lo largo de estos años se han elaborado innumerables
conjeturas. Una de ellas es la que sostiene que el
movimiento mexicano sólo se entiende en el marco de
inestabilidad estudiantil que privaba en el mundo. También
se menciona la disputa a nivel del gabinete por la próxima
candidatura presidencial, básicamente entre Luis
Echeverría Álvarez, a la sazón secretario de Gobernación,
y el general Alfonso Corona del Rosal, jefe del
238
Departamento del Distrito Federal. Hay otros que opinan
que, frente al robustecimiento de la izquierda en México –
con toda su extensa gama de denominaciones: marxista-
leninista, troskista, maoista y cheguevarista- no quedaba
otra alternativa que la represión surgida con cualquier
pretexto. Se alude también a una supuesta conjura
internacional contra México que, o bien podía haber sido
abra de agencias del capitalismo, dado el apoyo de nuestro
país al régimen cubano, por citar un ejemplo, o producto
de la ideología contraria, una maquinación soviética para
desencadenar el caos en el país y posteriormente implantar
un régimen comunista.
El 22 de julio se suscitó un enfrentamiento entre alumnos
de la preparatoria particular “Isaac Ochoterena” y las
vocacionales 2 y5 del Instituto Politécnico Nacional, esta
última ubicada en la Plaza de la Ciudadela. El motivo
inmediato, un juego; el permanente, los roces y la
rivalidad que genera la vecindad. Se dice que pandillas del
barrio, los “ciudadelos” y los “arañas”, alentaron el
pleito.
El viernes 26 de julio marcharon por las calles de la
ciudad dos manifestaciones autorizadas. La primera,
organizada por la Federación Nacional de Estudiantes
Técnicos (FENET), dependiente del Politécnico, que
protestaba por la invasión a la Vocacional 5; la segunda,
encabezada por la Confederación Nacional de Estudiantes
Democráticos (CNED), agrupación surgida en la
Universidad Nacional Autónoma de México, que
conmemoraba el XV aniversario del asalto al Cuartel
Moncada, hecho con el que inició el proceso de Revolución
Cubana.
A partir del domingo 28 de julio se sucedieron las
reuniones entre representantes de las distintas facultades y
escuelas de la Universidad Autónoma de México, el
Instituto Politécnico Nacional, la Escuela de Agricultura
de Chapingo y la Escuela Normal de Maestros.
239
Los sucesos del lunes 29 agudizaron el conflicto, dado que
los enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas
gubernamentales culminaron en la siguiente madrugada
con el derribe de uno de los portones del edificio de San
Ildefonso, el deplorable “bazucazo”, y la ocupación por
parte del ejército de varios planteles de las preparatorias y
las vocacionales.
A la mañana siguiente, el rector Barros Sierra convocó a
una reunión en la explanada de Cuidada Universitaria,
ordenó izar la bandera a media asta y pronunció un
discurso alrededor del concepto de autonomía
universitaria y los actos violatorios a la misma.
En los días siguientes, la toma de planteles continuó y el 1°
de agosto se llevó a cabo una manifestación de protesta,
encabezada por el rector Barros Sierra y que, en perfecto
orden, avanzó desde la Torre de Rectoría, por Avenida
Insurgentes, hasta el cruce de Félix Cuevas, y de ahí
retornó a la Universidad. Tal vez se pensó que con esa
actitud de las autoridades universitarias se abriría la
posibilidad de un diálogo con el gobierno y, con ello, la
cancelación del conflicto. No fue así; este siguió creciendo,
en tanto el presidente invitaba públicamente a los distintos
sectores de la sociedad a trabajar estrechamente por
México, a la vez que se minimizaba la magnitud que estaba
cobrando el movimiento.
Para el domingo 4 de agosto, las diferentes asambleas
estudiantiles habían logrado generar, con un alto grado de
consenso, su documento más importante: el Pliego
Petitorio. Los seis puntos en él contenidos permanecieron
invariables durante los siguientes meses:
“Libertad a los presos políticos”.
“Destitución de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl
Mendiolea Cerecero, así como también del teniente
coronel Armando Frías Ramírez”.
240
“Extinción del cuerpo de granaderos, instrumento directo
de la represión, y no creación de cuerpos semejantes”.
“Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código
Penal (delito de disolución social),
“Indemnización a las familias de los muertos y a los
heridos, víctimas de la agresión del viernes 26 de julio en
adelante”.
“Deslindamiento de responsabilidades de los actos de
represión y vandalismo por parte de las autoridades a
través de la policía, granaderos y ejército”.
(…)En la mañana de ese día [2 de Octubre], los
representantes del Consejo Nacional de Huelga –Luis
González de Alba, Gilberto Guevara Niebla y Anselmo
Muñoz- sostuvieron una plática con los representantes
gubernamentales, Andrés Caso Lombardo y Jorge de la
Vega Domínguez.
Por la tarde, el mitin se inició en Tlatelolco desde las
15:30 horas. Los asistentes formaban un grupo
heterodoxo: estudiantes, obreros, comerciantes,
ciudadanos comunes, amas de casa, niños y, por supuesto,
periodistas, desde representantes de la prensa nacional
hasta corresponsales extranjeros que empezaban a llegar
para cubrir la información sobre la Olimpiada.
Alrededor de las seis de la tarde, un helicóptero sobrevoló
la Plaza y arrojó una luz de bengala. A partir de ese
momento, el ejército, comandado por el general José
Hernández Toledo y que se encontraba acordonando la
zona, avanzó sobre la multitud y disparó contra ella. Sin
embargo, según múltiples testimonios, los disparos no
provinieron de un solo lado sino que fueron producto de un
fuego cruzado. ¿Elementos paramilitares? ¿Estudiantes
armados?... hasta la fecha este punto permanece sin
aclarar.
El fuego se prolongó hasta la una de la madrugada. El
saldo de aprehendidos, heridos y muertos permanece
241
incuantificado oficialmente. Los cateos y los destrozos, a la
vista. Los testimonios de esa noche han sido tema de
extensa literatura.
Lo que sí resulta claramente apreciable es que, a partir de
ese acto de represión, el movimiento quedó gravemente
desarticulado; sus principales cabezas y amplios grupos
pertenecientes a las bases permanecieron en el Campo
Militar número 1, y después en Lecumberri. De algunos no
volvió a saber nada. (…) Los círculos oficiales elaboraron
profusas y complejas justificaciones de la violencia. El
Senado de la República aprobó las medidas.
Por su parte, los medios de información vaciaron en sus
páginas desplegados que, en su carácter de inserciones
pagadas, mostraron puntos de vista independientes de la
versión gubernamental. También en las páginas editoriales
se elevaron protestas airadas pero, sobre todo, opiniones
que aceptaban las medidas como el menor de los males.
Los artículos contenidos en la antología son prueba
fehaciente de esta posición. (…) Esta fue la versión oficial,
y con ella se normó su criterio la mayoría de los
ciudadanos del país: los desórdenes en la capital fueron
producto de influencias extrañas y externas, y a los actos
de barbarie hubo de contestar de la misma forma, por el
bienestar general.
En cuanto al mundo, a México se le había visualizado
tradicionalmente como un país bronco; no tenía el
monopolio de la violencia, claro está, prueba de ello era el
“mayo francés”, por citar solo un ejemplo, pero ahí había
estado siempre, a pesar de la imagen de los últimos lustros
que indicaba modernidad, desarrollo y estabilidad. ¿Qué
de malo tenía que dirimieran sus diferencias
violentamente?
Pero aún faltaba estructurar el epílogo para un
movimiento que llegó a tener tan grandes expectativas en
términos de participación política. Había que destrabar las
242
negociaciones nunca avanzadas y restablecer las
actividades docentes en las instituciones de enseñanza
superior.
Un compás de espera se abrió a partir del 2 de octubre. El
Consejo Nacional de Huelga acordó suspensión de todo
acto de masas. Respecto a los estudiantes presos, en los
días posteriores a la masacre de Tlatelolco sus
declaraciones se mediatizan y confunden. El caso de
Sócrates Amado Campos Lemus, que desde el Campo
Militar aseguró que había contingentes de estudiantes
armados, a la vez que mencionó nombres de políticos e
intelectuales destacados como cabezas del movimiento, nos
da la pauta de la confusión que se generó. Por su parte, la
aprehensión de José Revueltas personalizó la imagen del
líder único en el movimiento, porque, frente a una protesta
que alcanzó proporciones masivas, visualizar a un
culpable simplificaba las cosas.
Así, la postura estudiantil, virtualmente desmembrada por
el golpe, se vio envuelta en declaraciones contradictorias
que dificultaban aún más la toma de decisiones.
LA GUERRA DE VIETNAM
Esta guerra ocupó los titulares de todos los periódicos del mundo
entre 1955 y 1975. Se dio un enfrentamiento entre U.S.A. y
Vietnam del norte, saliendo victorioso el segundo, que antes había
expulsado a los franceses de su territorio. Los jóvenes del grupo
siempre estuvieron enterados de estos eventos y los comentaban
“en corto” por las tardes en los “pollitos” –bancas de cemento- de
la panadería o en las bancas del Jardín Municipal.
243
La guerra de Vietnam en imágenes.
LA MÚSICA
En el segundo lustro de los años 50 apareció el Rock and roll. Bill
Haley y sus cometas tienen el crédito de lanzar al mundo el primer
rock: “al compás del reloj”. A Elvis Presley se le conoce como “el
Rey”, dejó establecido de una vez y para siempre que el rock era la
música de la juventud. El “rock de la cárcel” fue su carta de
presentación.
En 1960, en Liverpool Inglaterra, aparecen los Beatles con
Sutcliffe y Best como integrantes; a la renuncia del primero y la
despedida del segundo aparece Ringo Starr y junto con George
Harrison, Paul McCartney y John Lenon forman la banda más
conocida y más amada de todos los tiempos. Pelo largo, saco sin
solapas y botines; videos para publicitar sus películas; nuevos
instrumentos; compositores de su música y de sus letras y, sobre
todo, el “sonido Beatle”, único en ellos, le dieron el lugar de
privilegio que tienen.
244
The Beatles.
En 1964, “el galán” del grupo que tenía un tocadiscos portátil de
pilas para discos de acetato. Junto con varios miembros del
TIDEES fueron a la peluquería de Marcos Carrasco a escuchar “I
saw her standing there”. Se instaló el aparato, espera, silencio
sepulcral. La conmoción de quienes estaban presentes fue notoria:
la música encendió para siempre sus corazones ¡¡¡Esto era otra
cosa!!!! Surge una nueva inclinación en el gusto musical en los
hijos. Lo mismo cuando fueron al cine Arcadia a ver la película
“Let it be”: Barajas, Pointer, Cachona, Maco, Pepe, eufóricos,
lanzaron al aire sus ropas, ¡estaban en plena juventud!
Estoy seguro que algo importante pasa en ellos al escuchar: “All I
have to do is dream” de los Everly Brothers. Recuerdan al
“político” entonando “I started a joke” del disco de los Bee Gees
que tenían las señoritas Valverde –hermanas del padre Felipe-. Al
escuchar los primeros acordes de “Reflections on my life”,
Cachona lloraba, sabedor que Carmen iba a casarse, el dolor no se
calmaba. Julio aprendió a tocar guitarra para dar rienda suelta a
sus ensoñaciones. Todos estaban inmiscuidos en la música, la
“epidemia” más grande de todos los tiempos, producida en la mitad
del siglo XX, y que más agradecen las nuevas generaciones.
En los primeros años de los sesentas se conmovían por canciones
dulzonas como: -pon tu cabeza en mi hombro- o –La historia de
245
Tommy- y se prendían con los Locos del Ritmo y su -Chica
alborotada- o –La bomba-. Después llegó lo mejor: Engelbert
Humperdinck –Release Me-, Dylan –Bowing in the wind-…
cientos de grupos y solistas que en los años sesentas y setentas
produjeron sensaciones que se guardaron en los corazones de los
jóvenes y que hoy las puedes encontrar como “oldies” en la
computadora: Simon & Garfunkel –The Sounds of silence-,
Tommy James –Crimson and Clover-, Roy Orbinson –Only the
Lonely-, The Platters –My Player-, The Doors –Light my Fire-,
The Rolling Stones –Let´s spend night together- y así hasta el
infinito.
Cada miembro del grupo tenía sus favoritas. La música es la
mayor bendición en el ser humano, de otro modo, el mundo ya
no existiera, simplemente habría la nada. No podemos olvidar a
Chava Flores con su crónica citadina, tan excelsa que dan ganas de
volver a vivir esos tiempos y a Gavilondo Soler Cri Cri: El gato de
barrio, El ratón vaquero, El chorrito y decenas más de exquisita
“degustación musical” ¿Puede haber generación más afortunada
que la de los años sesenta?
EL BOX
Al final de los años cincuenta llegó la televisión a Chimalhuacán:
Cachirulo, Viruta y Capulina y el box eran programas favoritos.
Con doña Saturnina, en Paseo Hidalgo, cobraban 10 centavos por
ver los programas. Vimos a José Becerra derrotar a Alphonse
Halimi convirtiéndose en campeón mundial de peso gallo y de
paso “vengar” al ratón Macías. Don Hilario Valencia tenía un
saloncito, también en Paseo Hidalgo, y los sábados se podía ver el
box. Una noche memorable, en un campeonato nacional de peso
gallo, todos estaban con el “Toluco” López, porque era popular y a
veces iba a entrenar con unos pulques entre pecho y espalda; Don
Tomás Alonso apostaba a favor de su contrario: José Medel “el
huitlacoche”. Noqueó el último y Don Tomás decía: “tenía que
ser…tenía que ser”. En casa de doña Enedina Buendía, mamá del
Padre, también había mucha clientela, allí se vieron las peleas de
box más estrujantes que se haya habido en México: Efren “el
alacrán” Torres contra Chartchai Chionoi; Rafael Herrera contra
Rodolfo Martínez; Carlos Zarate contra Alfonso Zamora. Son los
246
años del “puas” Olivares, Ángel “Mantequilla” Nápoles (el mejor
de todos y en cualquier tiempo), Miguel Canto, Chucho Castillo…
EL FÚTBOL
En los años sesenta el futbol mexicano tuvo acceso a la
competencia con equipos extranjeros en los llamados:
cuadrangulares, pentagonales y hexagonales. Conocimos equipos
cuyos nombres evocan grandeza: El Santos de Pelé: el Botafogo de
Garrincha; El San Lorenzo de Alamagro de Sanfilippo; El Sparta
de Praga de Josef Masopust; Vasco da Gama, de Brito y muchos
más que dejaron verdaderas enseñanzas a los locales como el
America, Atlas, Guadalajara, Atlante, Necaxa, éste derrotó por dos
a uno al Santos, con Pelé en el campo.
Todo fue vivido intensamente por los muchachos ¿Cuál sería la
diferencia en que el box se desarrollara ostensiblemente y el fútbol
no? En el box hubo escuela y en el futbol no, o muy escasa,
indudablemente. En esos años vino a C U la Selección Nacional de
Gales y perdió con la Selección Nacional, con gol del Chatito
Guillermo Ortiz, allí estuvo uno de los hijos con su papá y sus
primos los Rico: Ángel, Juan, Luis y Francisco.
FUTBOL AMERICANO
El futbol americano fue en estos años muy excitante. Algunos
miembros de la agrupación eran “pumas” y otros “burros blancos”.
Uno de ellos miraba por t. v. el Pumas contra Poli Guinda en 1964.
La tribuna de los Pumas celebraba, con antorchas encendidas, el
inminente triunfo de su equipo. Faltaban 40 segundos de juego:
Con un regreso de kickoff, de su yarda 25, Omar Fierro dio la
voltereta al marcador y las antorchas se encendieron del lado
oriente. Muchos nombres se grabaron en su memoria: Erick y
Ricardo Estrevel, Víctor Martínez, Carlos Cupido, Carlos y
Antonio Bustillos, comandados por el doctor Licea. Leonardo
Lino, Fernado Mercado y, seguramente el más grande de todos, el
Non Plus Ultra: Joaquín Castillo, de las huestes “pumas” de
Manuel Neri, (siento mucho no nombrar a más en ambos bandos).
A principio de los setentas, en el estadio Azteca, los TIDEES
vieron al politécnico derrotar en el “clásico”, con gol de campo del
pateador José Guzmán Vera, a los “pumas” de Universidad.
247
Si piensan que los TIDEES eran Nerds o fresas, es incorrecto.
Trajeron de sus aventuras universitarias y politécnicas a
Chimalhuacán cantos como:
“soy estudiante de un gran colegio, más que estudiante
soy un cabrón; tenía mi novia me hacía pendejo, chingue
su madre quien la parió. Su madre es puta, su hermano un
gacho, su padre chacho todo un cabrón y a su hermanita
la más chiquita ya le quitaron la comezón…” o
“a mí me gusta el pinpirinpin de la botella el
panparanpanpan, con el pito de Rintintin, con el pene de
Superman, el que no beba vino será un animal, será un
animal. Cuando yo me muera ya tengo dispuesto en mi
testamento que me han de enterrar, cerca de la prepa, con
un pelota y una banderola de Universidad, de
Universidad (bis); -lo que sigue es hablado- ¡¡¡¡¡la línea,
del Poli, nos hacen full (bis), por la gloria de mi equipo el
espíritu hablará, México, Pumas, Universidad!!!!”
Lo cierto es que en sus reuniones y cuando se habla de la Voca o
de la Prepa, era puro agasajo. El Hugo tuvo la fortuna de estar muy
pegado con la porra de Águilas Blancas y eso es grandioso.
AUTOMOVILISMO
Lo más excitante en velocidad y sonido es la fórmula uno. En 1962
inicia en el autódromo de la Magdalena Mixhuca (hoy Hermanos
Rodríguez), el Gran Premio de México de F-1. Durante él murió
Ricardo Rodríguez de la Vega, había terminado el periodo de
pruebas y decidió dar una vuelta más. Fue el corredor más joven en
ingresar a las filas de la Ferrari y es, quizás, el corredor de autos en
México con más atributos. Pedro Rodríguez, su hermano, era muy
cerebral, era conocido en los Grandes Premios europeos, como “el
ojos de gato”, por su habilidad para correr con lluvia y en la
noche; ganaría después las 24 horas de Le Mans y otros premios
importantes en competencias de resistencia y en la fórmula uno.
Moisés Solana forma parte de la tercia de los más grandes, era de
marcada competencia estratégica, cualquiera que escojas de los tres
como el mejor, estarás en lo correcto.
248
Algunos nombres importantes, de esos años, son: Jim Clark,
Graham Hill; después vinieron Nigel Mansel, Alain Prost y Ayrton
Senna que en 1989 ganó el podium. Ese año el Pepito trabajaba en
Autotur y como operador transportó a directivos de la FIA al
evento y por tanto, pudo mirar de cerca, en los pits, lo que significa
un evento de esta naturaleza.
Existen otros deportes importantes como la lucha libre que en los
años cincuenta y sesenta eran parte de la vida cotidiana de un
mexicano, claro al que gustaba por ello: Black Shadow, el Santo, el
Cavernario Galindo, Blue Demond y muchos más. También como
espectáculo los Toros, con el más grande torero nacido en México
(es sólo mi punto de vista) Carlos Aruza, Capetillo, Silveti, Joselito
Huerta, Manolo Martínez, Eloy Cavazos… hasta aquí la dejamos
PERSONAJES LOCALES DEL DEPORTE
El pueblo de Chimalhuacán, a través de su historia, ha tenido
deportistas que han pisado escenarios de nivel nacional e
internacional.
El Chivo
249
Noé Hernández Valentín: “el chivo”, ganó la medalla de plata en
los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, luego de la descalificación
que sufriera Bernardo Segura en los 20 kilómetros de caminata.
Hace poco murió trágicamente. En su trayectoria hay un sinnúmero
triunfos en competencias internacionales. Fue el más grande
deportista que haya dado el pueblo de Chimalhuacán. Aunque
menor jerarquía hubo otros deportistas representantes del
municipio
En 1962 en Santa María del Río, San Luis Potosí, cuando estudiaba
en el seminario menor Josefino, escuché: “un paisano tuyo ganó
una etapa de montaña en la carrera ciclista, dijeron en el radio
que era de Chimalhuacán”. A finales de la década de los años 50s
y principios de los 60s, un joven llamado Mario Valverde, nacido
en la plaza, hijo de Federico Valverde, primo de doña Elvira
Valverde –mamá de la novia del Cachona en los años sesenta-.
Desde muy niño, sus padres dejaron el pueblo para vivir en la
ciudad de México. Perteneció a la llamada “ola verde”, cuarteta de
ciclistas que representaban al D. F. junto con: Magdaleno Cano,
Pancho Lozano y Román Teja. Su especialidad era ser “escalador”,
recordemos que también hay “domésticos”, “ruteros” y “sprinter”.
Desde los años 40s se celebraba la carrera: La vuelta a México,
patrocinada por el diario deportivo el Esto y de esta competencia
salieron legendarios ciclistas: Porfiro Remigio, El “zapopan”
Romero, Mauricio Mata; Sabas Cervantes, Radamés Treviño y
toda una pléyade de deportistas, tanto nacionales como extranjeros,
que “iluminaron” el mundo del ciclismo, Mario Valverde
perteneció a ese mundo.
Victor Peralta del barrio de Xochitenco, tuvo la oportunidad de ser
representante de nuestro país en la prueba de maratón en Tokio en
los XVIII Juegos Olímpicos celebrados en 1964, terminó en el
lugar 46 con más de 100 participantes.
El 18 de Junio de 1966, uno de los TIDEES miró sorprendido en la
portada del diario Esto al paisano Flavio Buendía, saltaba la valla
del foso de agua de la prueba de los 3000 metros steeplechase;
traía un calcetín colgando y corría en los X juegos
250
centroamericanos y del Caribe celebrados en San Juan de Puerto
Rico ganando la medalla de oro.
XIX OLIMPIADA
México consiguió, por parte del comité olímpico internacional, la
sede para la ciudad de México para la realización de la XIX
olimpiada. Las ciudades que la pretendieron fueron: Lyon Francia,
Buenos Aires Argentina y Detroit USA. Se decía, entonces, que los
atletas iban a caer muertos por la altura de la ciudad de México. Se
otorgó este privilegio en la ciudad de Baden-Baden, Alemania
Occidental y Jesús Clark Flores tuvo un papel definitivo en este
logro. El Tepis y Cachona. Trasportaron a la antorcha olímpica a
su paso por nuestro pueblo; el Quino y el Marranito y el Cejas
participaron como escoltas.
EL KUNG FU
En la segunda guerra mundial y posteriormente en la guerra de
Corea, el occidente conoció nuevas formas de pelear: el karate -
mano desnuda- y el Jiu-jitsu -el arte de suavidad-, ambas de origen
japonés. En 1965 en los Estados Unidos Bruce Lee da a conocer un
arte milenario de pelea llamado: kung fu -trabajo continuo-. Esta
Zacarias, el Pancho, Marranito, el Cejas
(águila negra) y el Quino.
251
forma de pelear, de origen chino, era sólo conocido y aprendido
por chinos, estaba vedado para los extraños a quienes Bruce
empezó a enseñar.
Para mantener la continuidad de su enseñanza tuvo que dirimir una
controversia en un combate, ya suponemos el resultado. Bruce Lee
tuvo alumnos dentro del medio artístico y creó técnicas que son un
verdadero asombro, como aquel en que golpea a una distancia de
20 centímetros y el contrario es desplazado a una gran velocidad.
Decía que el Kung fu o Gun fu era como el agua: suave, pero que
al mismo tiempo es un elemento que perfora una roca, no se le
puede atrapar y es definitiva para la vida.
Bruce Lee. El más grande
La diferencia con el karate, decía que éste era como pegar con una
barreta y el Kung fu como con una cadena que tiene una bola de
hierro en la punta, por lo que latiguea y lastima por dentro. Los
TIDEES que vieron sus películas: operación dragón, el gran jefe,
puños de furia o la serie de tv el Avispón verde, salían del cine
eufóricos, como todos, golpeando las paredes, esperanzados en
aprender algún día la disciplina. Bruce Lee fue un iconoclasta;
“acabó con el cuadro”, fue único e irrepetible en la pelea personal.
252
EL PENSAMIENTO HISTÓRICO
Después de la segunda guerra mundial se consolidaron cambios en
la teoría del conocimiento y de aspectos filosóficos en las
principales universidades en el mundo. En ese nivel, era un hecho
que el principio de la razón había dejado su lugar al principio de la
conciencia, sólo que el profesionista común no se empapa de los
avances del conocimiento humano, no le interesan. El principio de
la conciencia no emergió abruptamente, sino que se fue abriendo
paso en el siglo XIX, por obra del llamado pensamiento histórico,
luego alcanzó un fuerte impulso, en siglo XX, con la
fenomenología de Husserl y con la filosofía existencial de
Heidegger. Puede decirse que en la década de los años sesenta
muestra su rostro ya bien definido.
“La cultura contemporánea –en la totalidad de sus
manifestaciones, tanto teóricas como prácticas: filosofía,
ciencia, arte, moral, derecho, política, pedagogía, religión,
etc.— se rige por un nuevo “principio” o “modelo” que
llamamos el “principio de la conciencia”…Se dice que es un
“nuevo” modelo porque el principio de la conciencia vino a
reemplazar el principio dominante de la cultura “moderna”
(de los siglos XVI al XIX), que fue el “principio de la
razón”…[Espinoza A. N.,1994].
Quienes pertenecen a esta generación, la de los años sesentas, son
depositarios de ese acervo y están comprometidos para que se
termine por derramar en las esferas populares. Fueron agraciados
de este relevo conceptual lo que les permite mirar a los demás de
una manera más genuina. El grupo pertenece a esa generación.
253
Recomendación que dio a muchas personas
PERSONAJES: LUIS G. LEGORRETA
Ha sido mencionado como benefactor del colegio particular
Netzahuacóyotl; como propietario del rancho el Molino y ahora
como apoyo para varios jóvenes del pueblo, que trabajaron en el
Banco Nacional de México donde era consejero y accionista. Su
firma aparecía en los billetes de uso común y semejaba a una carita
(girando 90º). Tuve la oportunidad de conocerlo y recibir una
recomendación de su parte. Siempre me pareció un gran hombre,
bondadoso, humano, de esos empresarios que son dignos de todo
respeto.
LUIS CASTELAZO AYALA
Incluyo en este capítulo a un personaje de los años 40, el doctor
Luis Castelazo Ayala, porque expresa el deseo de que vengan
nuevas generaciones con otras costumbres, sin perder su esencia
254
cultural. La comunidad TIDEES es la respuesta a ese
planteamiento. No nacido en Chimalhuacán, debió ser nuestro
primer cronista municipal ¿por qué? Al hacer su servicio social
como médico en 1945 tenía que presentar un informe de su trabajo
y necesitaba antecedentes históricos del lugar, dándose cuenta que
no había absolutamente nada de lo que requería, se fue a las
bibliotecas a buscar en trabajos históricos y en diferentes códices:
antecedentes de ubicación territorial, del clima, de la orografía,
cultura y demás formas de vida de los pobladores de esta tierra. El
Maco encontró el documento de Castelazo Ayala, parte de él dice:
“Nos es verdaderamente penosa la tarea de mostrar todos
los defectos de las gentes a quienes hemos intentado
aliviar de sus males y la infinidad de deficiencias
sanitarias del medio en que viven, causadas la mayor parte
por su incultura, por el grado de civilización tan atrasado
que poseen y por la multitud de taras educativas de las que
son tan pacientes víctimas, que ni siquiera ambicionan
mejorar sus condiciones de vida a pesar de tener en
muchos casos medios económicos que ampliamente se los
permitirían. Y decimos que es enojosa esta tarea no porque
no hayamos pasado molestias y penalidades sin cuento –
que más podíamos esperar de un pueblo para cuya
educación no hemos contribuido en nada— sino porque
todas ellas se vieron compensadas en muchas creces por
los acogedores ratos de expansión espiritual con los que la
bondad y la gratitud generosa de nuestros pacientes nos
regalan. Vivir en el ambiente del pueblecito objeto del
presente trabajo y más aún, vivir como médico, es un
placer muy grande que permite disfrutar al antojo de todos
los tesoros más primitivos, y por eso más puros, del
corazón humano, gozando de la bondad, la sencillez y la
generosidad, nunca ensombrecidas por ese bagaje
maligno, de lo que llamamos civilización, de quienes nos
rodean.
255
El pueblo y el tiempo donde el Dr. Luis Castelazo Ayala
hizo su servicio social. Calle I. Zaragoza, de sur a norte.
Palacio y jardín municipal. Listos para las competencias a
caballo. La primera línea de autobuses, lista para hacer la
corrida.
Por eso molesta a nuestros sentimientos más íntimos el
tener que dar a conocer a otros medios humanos poco
sentimentales y comprensivos, el sinnúmero de atrasos y
deficiencias en los que viven esas gentes, quien sabe si
gozando de todo el confort y los adelantos modernos, los
habitantes de Chimalhuacán fueran menos felices, que con
la vida primitiva y sencilla que llevan.
Pero hemos de hacerlo. Ello nos alienta que algún día,
aunque sea muy remoto, puedan estas líneas llevar un poco
de más tranquilidad a sus hogares, alejar de ellos las
enfermedades con sus dolorosas secuelas espirituales e ir
formando así una raza mejor provista que llegue a darse
cuenta de los dones inmensos que atesora. [las negritas
son mías]…A ellos –si a alguien ha de ser—, a los
256
habitantes de Chimalhuacán, dedicamos este pequeño
trabajo, hecho sin contrariedad ni pesadumbre con la sola
intención de hacerles un bien, pues nuestra gratitud por su
acogida no tiene límites…”
El crecimiento con armonía y el progreso con entusiasmo, llegó a
través de la agrupación que analizamos. Veinte años después del
paso del médico por este pueblo, un grupo de jóvenes perfilan un
nuevo futuro para Chimalhuacán. El hontanar donde abrevan las
nuevas generaciones viene de allí. De gran tamaño fue la estatura
del Doctor Castelazo Ayala pues, años después, fue reconocido su
ejercicio profesional y le dieron su nombre a un hospital y una
avenida en la ciudad de México.
5:00 a.m. Hoy es sábado, son las diez de la mañana y decido ir a la
laguna. Tomo a mis nietos de las manos: Dylan Yael y
Armando Sebastián (ambos de cuatro años). Salgo de mi
casa en Venustiano Carranza, en Chimalhuacán. Volteo a
mi derecha y veo el sol, muy rojo, como dicen los
alemanes que lo tenemos. Camino a la izquierda por mitad
del camino de terracería que está lleno de hoyos pues tiran
el nejayote del molino de nixtamal de don Urbano, no hay
coches, no hay bicicletas, es más fácil ver un burro.
Llego a la esquina de la calle de Zaragoza, que está a media
cuadra. A la izquierda está la casa de don Ángel Barrera,
enfrente de ella la de Don Hilario Valencia, a mi derecha la
del tío Francisco Rico y frente a ella, la casa de Guadalupe,
hija de la tía Clara Gálvez. Volteo el rostro a la izquierda y
señalo a los nietos el jardín municipal que está a media
cuadra y más allá, a lo lejos, el cerro el Chimalhuachi.
Caminamos hacia la derecha; a media cuadra está la casa
de mi padrino don José Buendía Gálvez y enfrente el
frontón el “colorado”. Están jugando, se escucha el sonido
seco, al contacto con la pared, de la pelota dura de noventa
gramos.
257
Llegamos a la esquina, a la calle de Guerrero. A la
izquierda la casa de don Quintín Flores (transportista) que
tiene en su hija Esperanza, la joven más bella del pueblo,
que yo conozca. A la derecha está la propiedad de don
Francisco Martínez, mejor conocido como “pancholín”;
caminamos y se inicia del lado izquierdo la propiedad del
rancho “el molino”; al final de la cuadra se divisa el portón
de la finca y junto a ella un precioso toro semental
amarrado. Damos vuelta a la derecha, donde se encuentra
un lugar cercado con alambres de púas conocido como “el
asoleadero”, donde hay decenas de vacas.
Después de cruzar las esquinas de 16 de septiembre,
Libertad y Corregidora damos vuelta a la izquierda y no
enfilamos hacia el embarcadero, conocido como las
“canoas”, a una distancia de cuatrocientos metros.
Aproximadamente a la mitad de ellos, justo a la altura del
borbollón de agua llamado “el chorro”, donde mi madre
lava la ropa, nos alcanza el padre Ramón, acompañado de
otra persona, montan dos caballos: un moro y un alazán,
me dice: “pásame a los niños, deben estar cansados”. Qué
curioso esa historia ya la había… Suena mi reloj biológico,
tengo que levantarme y seguir escribiendo el libro
Hay hijos, hijas, nietos y nietas de oriundos de la Plaza, San Pedro,
Santa María Nativitas, que han tenido enorme superación social y
académica. Una joven estudia post-doctorado en la Universidad de
Troit, Nueva York: Sandra Paola Sánchez Rodríguez, química en
alimentos, hija de Martha y Salvador Sánchez conocido como el
“güero”.
258
LAS NUEVAS GENERACIÓNES.
Janet Bastida y Guillermo Páez
Jorge está becado en Londres Inglaterra, es hijo de Moisés Buendía
y nieto del difunto Leonardo Buendía Buendía y de doña Aleja.
Por último, José Olaf Valencia Islas está en Holanda, listo para
hacer un doctorado, es hijo de Rufino Valencia Buendía, si el mero
mero de las comparsas Calaveras Mikistli. Hijos y nietos de la
hermandad que nos ocupa también han avanzado
considerablemente en el ámbito de lo educativo-académico.
LOS ESPOSOS PÁEZ-BAUTISTA
Esta pareja relata su desempeño profesional; dan muestra de la
calidad de profesionistas que representan a nuestra tierra: Janet
Bastida Bernal, sobrina del “Mendiburu” y Guillermo Páez
Valverde.
Janet es Licenciada en Antropología Física, egresada de la Escuela
Nacional de Antropología e Historia en la licenciatura de
Antropología Física con mención honorífica.
Es autora y coautora de publicaciones como El Hombre de
Chicoloapan; fósil destacado para el poblamiento de América”;
“Análisis de la región hiper variable en la población prehispánica
del Caracol, Guerrero”; “El hombre de Chimalhuacán” y “El
hombre de Tlapacoya”; “la Nutrigenómica en Antropología
Física”. Cuenta con amplia curricula que no está integrada en el
presente documento.
259
Guillermo Páez Valverde de 41 años es licenciado en Antropología
Física por la “Escuela Nacional de Antropología e Historia”,
también es Ingeniero Químico por la “Universidad
Iberoamericana”. Ha participado en diversos proyectos como:
exhumación y reubicación del panteón civil de San Juan Bautista,
Zimapán, Hidalgo, Instituto de Investigaciones Antropológicas de
la UNAM 2004.
EL HOMBRE DE CHIMALHUACÁN; INICIO DE UNA
IDENTIDAD
Cuando nos invitaron a participar en este proyecto de los TIDES
quienes son una generación de transición y trascendencia, nos
inquietaba describir en estas líneas parte de nuestra formación
como antropólogos físicos y de lo que significa de alguna menara
pertenecer a Chimalhuacán. Sería muy difícil describir los orígenes
y la evolución que ha tenido nuestro pueblo en solo unas líneas, sin
embargo podremos resumir algo de su historia desde el punto de
vista bio-cultural.
Durante la exposición itinerante de “El hombre temprano
en México”, fuimos colaboradores con el Dr. Adrián
Martínez Meza investigador titular de la Dirección de
Antropología Física del INAH y con quien hemos tenido el
gusto de trabajar durante más de 6 años de manera
conjunta en la investigaciones moleculares de los restos
óseos humanos antiguos de los primeros pobladores de
México, de éstos ejemplares denominados
“Precerámicos”, cuyas antigüedades oscilan entre los
5,000 a 12,700 años antes del presente, destaca el
Hombre de Chimalhuacán.
A manera anecdótica fue muy curioso que el Hombre de
Chimalhuacán vino a reafirmar nuestra identidad de una
manera positiva, ya que cuando lo presentábamos a
comunidades científicas o a estudiantes de nivel medio
básico y básico superior era de quien más abundábamos
en las conferencias y aunque existen otros ejemplares de
mayor antigüedad, el resaltar al hombre de Chimalhuacán
260
resultaba ser un tanto cuanto fastuoso para con nuestros
colegas como a la audiencia.
¿Pero quién era el hombre más antiguo de Chimalhuacán?
El interés por conocer nuestros orígenes y quiénes fueron
nuestros ancestros que llegaron a poblar el Continente
Americano, ha traído consigo que Científicos de diversas
disciplinas centren su interés a través de los vestigios
materiales y osteológicos que nos puedan dar respuesta a
este gran paradigma, que si bien desde el siglo pasado el
intento dar respuesta sobre éste se sustentaba a través de
hipótesis y teorías que en su momento algunas quedaban
en el escritorio o borradores.
Hoy en día las ciencias Antropológicas y en específico la
Antropología Física cada vez más sustentan por medio de
la ciencia y la tecnología el bosquejo histórico de cómo el
hombre pobló América desde la reconstrucción de la vida
de nuestros antepasados, sobre cómo eran físicamente, que
edad tenían al morir, si eran hombre o mujer, cuál era su
estatura, qué alimentación tenían, cuál era su estado de
salud, que actividades realizaban, y su parentesco
biológico con otros individuos de diferentes poblaciones.
Los estudios que la Antropología Física le ha realizado
nos dice que: era un individuo de sexo masculino cuya
edad a la muerte fue entre 30 a 35 años de edad, por las
rasgos morfoscópicos vemos que la forma del cráneo es
dolicocéfala, Euriprosopo, meseno y camerino es decir un
cráneo largo, de cara ancha y corta así como una nariz
ancha -foto 1-, estas características nos señalan rasgos del
gran tronco mongoloide, y más específicamente del
noroeste de Asia, este fenotipo nos remite a que sus
ancestros atravesaron Beringia desde Asía a América
durante la última Glaciación, emigrando hasta la Cuenca
del Valle de México, en la que por las condiciones
geográficas y por la altura a nivel del mar en ese
momento, permitió que la Cuenca de México tuviera
condiciones favorables para el desarrollo de la vida.
261
Como mencionamos anteriormente los estudios
morfoscópicos que realizaron los investigadores del INAH,
se han ido sofisticando de manera paulatina desde los
estudios de C14 realizados por la arqueóloga González,
hasta los últimos a nivel molecular, por el Mtro. en
Ciencias y Antropólogo Físico Martínez Meza y
colaboradores, éste último en el 2006 publica los
resultados de los estudios que realizó a través del análisis
molecular del ADN mitocondrial (ADNmt), esta
investigación fue relevante para la comunidad científica
mundial, debido a que se logró obtener el material
genético de este ejemplar que se encontraba fosilizado,
hecho que para años anteriores se creía imposible de
realizar en México, por lo que se descubrió que el hombre
de Chimalhuacán ostenta el haplotipo “A” el cual es parte
de la secuencia genética de la población Asiática, esto
corrobora de una manera total la teoría de que el hombre
Americano tiene sus ancestros genéticos en el continente
asiático.
Para dar respuesta a ¿quién era el hombre de
Chimalhuacán? nos remitiremos a sus restos óseos y al
material que tenía asociado. En primer lugar la osamenta
presenta una pigmentación negra debido a que la matriz
biológica del calcio se intercambió por una matriz
mineral, la cual provocó que se fosilizara, por otra parte
su esqueleto nos enuncia un individuo robusto de estatura
de 1.68mts es decir de una altura arriba del promedio de
la población precerámica, en segundo lugar el material
asociado al esqueleto como es una punta foliácea, lascas
de obsidiana y huesos de animal trabajados, nos hablan de
su cotidianidad, objetos usados posiblemente con fines de
supervivencia, para llevar a cabo sus tareas especializadas
para ésta, debido a que fue un hallazgo fortuito hecho por
el señor Aguillerre en una fosa séptica que realizaba en su
casa de la Colonia Embarcadero en el Municipio de
Chimalhuacán, no podemos deducir si el hombre de
Chimalhuacán pereció por un accidente o sus restos óseos
262
pertenecieron a un entierro formal por los antiguos
habitantes de Chimalhuacán en la época precerámica.
Foto 1: Norma anterior del hombre de Chimalhuacán, colección
osteológica “Precerámicos”-Foto Bastida-Bernal archivo personal-.
En cuarto lugar, la presencia de huesos de megafauna
reportados en otros sitios de Chimalhuacán y en general
en la Cuenca del Valle de México, nos permite dilucidar
que este individuo era un cazador recolector la relación
del desgaste dentario con la ingesta de una dieta dura –
carnes- sustenta las condiciones de vida a las que éste se
enfrentó, las evidencias patológicas en los huesos de este
ejemplar señalan que las condiciones de salud no eran las
más favorables.
Al igual que otros ejemplares considerados como los más
antiguos para México, el hombre de Chimalhuacán forma
parte de la colección denominada como “Precerámicos”,
es decir hombres antes de la cerámica, cuyas antigüedades
van desde 5000 a 12,500 años, que se encuentran en
resguardo de la Dirección de Antropología Física del
INAH.
263
Finalmente hemos de resaltar la importancia de la Cuenca
de México como un lugar propicio para los primeros
asentamientos humanos en América y por lo tanto
Chimalhuacán como parte integral de este circuito donde
los individuos que lo habitaban contaban con los medios
de obtención y sustento por medio de los recursos
naturales; megafauna, manantiales, un lago donde se
podía llevar a cabo la práctica de la pesca y la cacería de
aves, situación que propició el florecimiento de culturas
más complejas que se documentaron desde la época
prehispánica con las culturas texcocanas, tepanecas y
mexica en un momento para la gran urbe de la Cuenca de
México.
Esta cultura de índole lacustre se perpetúo desde la época
precerámica y fue complejizándose por medio de los
habitantes prehispánicos de Chimalhuacán sobreviviendo
hasta mediados del siglo XX donde los habitantes de
Chimalhuacán persistían con una economía agrícola y
acuícola, la cultura de la pesca, la caza de las aves
migratorias, la cosecha del huevera de mosco –ahuahutli-,
nos sugiere la gran importancia de nuestro pueblo.
Esperamos seguir profundizando el conocimiento del
Hombre de Chimalhuacán, aún falta mucho por descubrir
de éste, por otra parte a manera de epílogo Chimalhuacán
tiene un pasado precerámico, prehispánico, colonial y
contemporáneo muy fuerte del cual debemos de estar
orgullosos.
El hombre vive su tiempo y su espacio, pero solo existe cuando es
capaz de hacer obras que benefician a los demás de manera sobre
saliente. Los muchachos del TIDEES vivieron este tiempo que
hemos delineado, así pues están ahora en contexto: su espacio y su
tiempo, finalicemos con los últimos testimonios y una despedida.
264
SEXTO CAPÍTULO Relatos:
“Mira, con el dolor del tiempo juega la felicidad eterna” –Richard
Dehmel-
Fernando Canto, Cachona, Pointer. Navidad de 1967…
EL POINTER: PORFIRIO VALDÉS GÁLVEZ. ointer fue, es y será el más entrañable, más accesible y
quizás el más querido de los TIDEES. “Era un espíritu
libre”, dice el Maco; el único fundador con el que ya no
podemos platicar, ni hacer planes, ni vivenciar.
En una ocasión el Maco, Barajas,
Cachona, Pepe y Pointer, fueron a
ver la película “Al maestro con cariño”
en el cine Versalles. Sidney Pointer,
actor de color, era el actor principal, de
allí salió su apodo.
Era muy bueno para el “trompo” –
golpes-, entrón en el futbol y eficiente
panadero. Depositamos nuestra mirada
P
265
en su parte humana, la solidaridad con el otro, la relación amistosa
con todos y la sencillez que hacía verlo como un hombre de
elevada estatura, entrañablemente querido.
Fue de los fundadores y quien más tiempo estuvo en ejercicio en el
equipo de futbol. No se trata de lisonjas porque haya muerto, todos
están de acuerdo en que era diferente, él vivía para existir. Le
gustaba la chanza, arremetía los momentos de convivencia con una
sonrisa y una mirada de “no te creo”; siempre se expresaba con
dichos, como cuando se dirigía a x le decía: “te están poniendo el
gabán” por no decirle: “te están diciendo indio”. No abandonaba
del todo a sus cuates de la “pulcata”; lo distinguió, sin duda, la
facilidad para hacer amigos y la capacidad para conservarlos, el
amigo que todos deberían tener. Su legado es que para ser un ser
humano completo hay que ser amistoso, solidario y tolerante, igual
que él mismo.
Julio, Maco, Pepito, Barajas, Adolfo y Cachona se reunieron
para platicar, entre otras cosas del Pointer. Sin llevar un orden de
lo que se dijo, aquí un resumen de lo que allí se comentó.
Maco-<<En mi caso, tengo las ideas todas enmarañadas>>.
Así comienza pidiéndole a Julio, Pepito, Barajas, Cachona y
Adolfo una reunión especial para poder dejar escrito el paso del
pointer por la comunidad.
<<Es difícil describirlo. El decir que el Porfirio no era el más
capaz intelectualmente me parece que falta a la verdad>> –se
refería a las palabras de Cachona que afirmaba que aunque no era
el mejor futbolista y no era el más capaz intelectualmente –que
carecía de preparación académica-, que había que buscarle por la
parte humana, porque allí era, quizás, el mejor de todos.
<< Pero en la convivencia no… por ejemplo era el mejor en los
albures. En una parte de que te la pases bien con alguien, era el
mejor, porque sabía guardar los silencios cuando alguien no
quería hablar, Sabía guardar silencio, sabía escuchar y esto es
signo de inteligencia, eso se me hace un juicio a la ligera>>.
266
<<Una de sus palabras favoritas era: “yo siempre estoy bien
pájaro”, quería decir que siempre estaba a las vivas. También
tenía una gran capacidad de adaptación y la seguridad de que, si
de repente le faltaba dinero, tenía la certeza de que la podía
conseguir en cualquier momento porque tenía todas las áreas del
panadero y era bien aceptado en las mejores panaderías. Yo creo
que el grupo hizo una cosa en él, por ejemplo, el que alguno de
nosotros tuviera carro, se fijó como meta el comprarse un coche,
era una ilusión porque buscaba un estatus, te platicaba:-“yo
también puedo”>>.
Adolfo.<<La pertenencia es una parte importante que no advertía
aquel tiempo cuando era joven.…me queda claro que son las
emociones, son los sentimientos y aunque yo no conviví mucho con
el Pointer, si me di cuenta que era muy respetuoso y que se sentía
parte de nosotros>>.
<<Se llenaba por que encontró aquí cosas que muchos no nos
dimos cuenta: la solidaridad, la convivencia, el “tú no eres más
que yo”. Siempre se llenaba así y es eso lo que su vida emocional y
sentimental buscó y encontró aquí: la convivencia, el apoyarse,
por eso estuvo con nosotros. Yo no fui futbolista y porque
“rechingaos” estoy aquí, a mí me trajo las tristezas, las soledades,
fue la emoción y el sentimiento>>.
<<La pertenencia juega un papel muy importante para él y para
nosotros. Para el Pointer el TIDEES era un grupo elitista y aquí
disfrutaba la pertenencia. Mi compadre –Julio- describe muy
chingón cuando habla de su mirada, de lo que trasmitía su
mirada>>.
<<Cuando mi mamá me decía que hay personas con título pero
con un comportamiento diferente a su grado, me lo decía cuando
me ponía “salustio” –borracho-. Hay quien no tiene título pero
que su comportamiento es mejor que el que lo tiene y así era el
Pointer…logró entrar a lo que veía en nosotros. En esta definición
entra el Pointer, el diría: yo le voy a entrar>>.
267
Barajas. <<Para mí era una persona muy sencilla, es lo que
recuerdo de él. El nunca seguía la línea como otros, de ir por
ejemplo al rincón brujo, pero en el futbol nunca dejaba de estar.
Una cosa que siempre lo mantenía, el desarrollar un oficio. Tenía
muy claro lo que quería>>.
Julio me dio algo por escrito, decía: “Otra etapa, que
afortunadamente a mí me tocó vivir y convivir fue con alguien que
empezó a jugar desde 1970, el Pointer; con su risa siempre franca
y con un resplandor en el rostro que pocas gentes tienen, lo
recuerdo como una persona sencilla, respetuosa y sin aparentes
complicaciones, su plática siempre franca, siempre
acompañándonos cada sábado, a pesar que ya no jugaba, cuando
perdíamos siempre decía: “ni modo, ya será para la próxima”,
esto me hace retroceder a la década de los setenta, cuando cerca
del día de muertos nos invitaba a la colonia Guadalupe a elaborar
pan de muerto y nos la pasábamos casi toda la noche contando
chistes, despreocupados muchas veces de todo lo que giraba
alrededor, platicar con él te hacía sentir que la vida no era
complicada, que había que tomarlo todo con filosofía, no era el
conformarse, sino ver que existía un mañana en que las cosas
pudieran mejorarse”.
Julio decía: <<Todos vimos a Cachona con su coche y me parece
que la envidia tiene una parte positiva porque te invita a
superarte>>. La conclusión que podemos decir de esta reunión es
lo que dijo Julio al final: El grupo era un centro de motivación
para todos.
268
EL BARAJAS
osé era “el de los sentimientos puros”, venía de un rancho
cercano a un pueblo llamado Santa Inés, en el estado de
Michoacán y era sobrino del párroco, Pbro. Jesús Fernández.
No conocía el futbol, la primera vez que lo invitamos a
participar en una “cáscara” en el atrio de la iglesia, dijo: “no
porque me quebró un dedo” -usaba
guaraches-. Tenía la estampa de un
hombre bueno, derecho, sin ningún tipo
de medianías, indio, exageradamente
fuerte, su figura era fiel al fondo, era un
“hombre hecho y derecho”; tenía otra
distinción que dejaba una impronta a
quien lo conocía: el ingenio y “la palabra
pronta”; lleno de chispa, uno sonreía al
escucharlo o soltaba la carcajada “sin
pudor alguno”; su imitación del “piporro” y sus chistes fueron
siempre la delicia de todos los compañeros. Su legado es
mostrarnos lo valioso en el ser humano.
RELATO DE JOSÉ FERNANDEZ BARAJAS
I.- QUIEN SOY:
Con la finalidad de enmarcar parte de mi existencia, en el
concepto “TIDEES”, que deviene del nombre de Chimalhuacán,
cuyo significado del Náhuatl es Tierra de Escudos o Lugar donde
se hacen escudos, intentaré dar una semblanza lo más ecuánime
posible de mi persona, lo cual no es nada fácil, tomando en cuenta
que los seres humanos cuando intentamos algo como esto,
tendemos a exponer la imagen favorable fundamentalmente y poco
de lo desfavorable, en lo personal pueden estar seguros que haré
todo lo posible por equilibrar la balanza, partiendo de algo
fundamental en mí, que es que me cuesta mucho fingir y mentir,
con esta idea básica pasare a lo siguiente:
Mi nombre propio es José Fernández Barajas, mejor conocido
como “EL BARAJAS”, nací a esta vida el 22 de Septiembre de
1946 que es la fecha oficial, ya que en la realidad fue el 15 de
Septiembre del año citado, de modo que cuando esto escribo tengo
J
269
66 años, cuando al nacer no me daban ni un día de vida. El lugar
de origen es un pequeño poblado del hermosísimo Estado de
Michoacán llamado Santa Inés, situado en la parte poniente del
Estado, ahí nací, pero crecí hasta los 14 años en un rancho rural
propiedad de mi abuelo paterno, a unos 50 Km. En la serranía, el
nombre del rancho era ¨LOS TPRILES¨. Ya había roto el primer
cascarón, esto último en referencia al escritor alemán Herman
Hesse, ¨todo el que quiere nacer a una nueva vida, tiene que
romper un cascarón¨.
Pero un buen día del año de 1961, por ahí en el mes de Mayo, mi
papá Agustín Fernández Barragán, nos comunicó a mi hermana
Teresa y a vuestro servidor, que nos trasladaríamos a un lugar
donde radicaba su hermano José de Jesús Fernández Barragán,
como sacerdote católico de ahí, y así oscurecimos una tarde en
nuestro lugar de origen y amanecimos en Chimalhuacán; rompí
un segundo cascarón.
Personalmente interpreto, que muchos de los factores de mi
existencia me fueron dados para sobrevivir, por lo menos hasta la
edad del momento que ya cité. Dos de estos factores son: Una
naturaleza física fuerte y un carácter de mi ser en el mismo sentido
y posiblemente de ahí se deriven otros factores que me han servido
para ser quien soy en esta vida; citare algunos: Tenaz y
persistente, veraz, sincero y derecho, alegre, honesto y enamorado
de la vida, esto del lado positivo; del lado negativo estaría como
parte del carácter fuerte, reacciones a veces hasta algo violentas,
reacciones algo desesperadas en mi actuar, que me han privado de
algunos resultados buenos tal vez .
II.- QUE HACIA:
En mi natal Michoacán fui gente rural, de campo, con mi familia,
en ese entorno, carecíamos de muchas cosas físicas, pero no de
una idea de progresar, vivíamos bastante limitados en lo material,
pero no en el ser. Mi vida ahí fue dura, pero no infeliz, el lugar por
naturaleza es muy bonito. Yo ayudaba en las labores propias del
campo, como fue la siembra de varios productos y el cuidado de
algún ganado, en fin campesino de gratos recuerdos.
270
José Luis Fernández y Cachona con las primas de Barajas en Santa Inez
Luego viene la etapa en Chimalhuacán. Llegue con mi tío Jesús y
me integró a diversas actividades propias de su profesión
sacerdotal, como fueron: Monaguillo o acólito, labores de la
familia propiamente y algo fundamental en mi vida, como fue el
aspecto escolar, que como por ensalmo me inició en el saber,
valga la expresión, casi sin saber cómo, a los 14 años y algo más,
en el Colegio Netzahualcóyotl, de gloriosa memoria. Con las
monjas Carmelitas.
En ese entorno me integre a esa gran etapa de cosas nuevas;
gente, costumbres, actividades, proyectos, una nueva vida pues. Es
por esta circunstancia, que se desencadena en mi vida ese mundo
nuevo, producto de ese chispazo de estar ahí en Chimalhuacán.
Inicio el aprendizaje académico estudiando la educación Primaria
y Secundaria a la vez que aprendo muchas cosas nuevas, que ni
sabía en absoluto que existían: inventos, moda, música,
costumbres, deportes, trato social. Es así como ingresan en mi ser
cosas como: el teléfono, la televisión, los automóviles; nuevas
prendas de vestir, uniformes, el inolvidable Rock and Roll, música
Clásica, el pulque, el guajolote con mole, el huautli, el Fútbol
Soccer, el Box; conocer y tratar nuevas familias y a los
compañeros y amigos de la adolescencia, luego juventud, luego
271
madures. Todo ello sin olvidar mi origen y mucho menos negarlo,
lo cual persiste hasta la actualidad.
III.- COMO LO HACIA:
Todo lo que me llegó sin esperarlo, lo empecé a asimilar
frenéticamente y con verdadero placer. El estudio estaba
establecido y estructurado y había que aprovecharlo y lo intenté y
lo hice de la mejor manera posible, con absoluta dedicación, con
interés, con pasión, como que mi ser estaba ahí dormido pero
esperando el chispazo para encender y encendió, primero inducido
y finalmente con absoluta convicción, hasta llegar a nivel superior.
Cachona, Maco, Barajas y José Luis Fernández en la “Zararacua” Mich.
Los inventos había que usarlos y lo aprendí; la moda había que
usarla y vivirla; la música con el Rock como fenómeno de los años
60, fue precioso y delicioso escucharlo, cantarlo y bailarlo; el
pulque, totalmente nuevo para mí, había que probarlo y lo probé,
al igual que el delicioso mole, el raro, delicioso y lugareño
huautli, también lo probé.
En lo social, tratar y conocer nuevas familias de Chimalhuacán,
fue muy importante, algunas de ellas en especial, que marcaron
algo en mí, no podré citar todas, pues sería demasiado, por lo que
de manera representativa citaré algunas y el orden es aleatorio: la
familia Alonso Jiménez; Canto Gálvez; Martínez Galicia, de las
cuales surgieron buenos y perdurables amigos, tales como: el
272
Maco, el Quino; el Pepe, Fernando Canto; el Javi, todos ellos de
entrañables recuerdos.
Mención especial, merecen en
mí persona, el grupo de los
acólitos, del Templo de
Chimalhuacán, de los que formé
parte: el Chucho, José Luis ¨ El
Güicho ¨, el Pepe, Antonio Perea
Coronel y Enrique Castro
Buendía, de los pioneros,
inolvidables todos ellos. El deporte en Chimalhuacán, en
mí caso, merece un tratado
aparte, en especial el Futbol.
Cuando llegué a Chimalhuacán,
no tenía ni la más remota idea
de lo
Quino, Pepe, Toño, Antonio Perea,
Barajas y José Luis, Cuando eran acólitos
…que era ese juego deportivo, no conocía ni el balón con que se
juega, ni había tenido siquiera una pelota en mis manos y todo
llegó de golpe, en el ámbito de los amigos me enrolé en su
práctica.
En 1964, con la formación del equipo León B, me inicié y jugué
varios años, convivimos y formamos relaciones perdurables, con:
El Cachona, el Chucho, el Pepe, el Changa, el Arrepentida, el
Quino, el Maco, el Pointer, y muchos más cuya lista será muy
amplia. El entusiasmo juvenil de este grupo fue extraordinario,
pues, empezando en la 2ª. División de la Liga de Chimalhuacán,
en poco tiempo llegamos a 1ª. No tengo ni la menor duda de que
en ese ambiente, muchos formamos gran parte de nuestro carácter,
al enseñarnos a perder y ganar, a competir, a tratar de ser
mejores, lo mismo en lo físico que en lo mental, motivándonos a
fortalecernos.
El equipo León continuo más tiempo, pero yo en lo personal, a
principios de 1968 me fui temporalmente de Chimalhuacán a
273
Monterrey, N. L., a estudiar la preparatoria, aun cuando venía en
los tiempos libres, al no estar constante, ya no participe en el
equipo, la estancia en Monterrey, fue para mí el rompimiento de
un tercer cascarón, pues estuve tres años en ese lugar, lejos de mi
familia, lo cual estimo me terminó de formar, no solo
académicamente, sino en mi carácter independiente y de
autodeterminación.
Regrese a Chimalhuacán en
1970 y me encuentro ya
formado el equipo de futbol
TIDEES, formado a iniciativa
de gentes como: el Cachona, el
Maco, el Chucho y otras
personas más, como ya
anteriormente lo narra el
propio Cachona. Y yo el
Barajas… Barajas con su primogénito en Santa Inés
…me encuentro con la mesa puesta, me incluyen, me invitan, como
un privilegio, y ahí estaba yo, nuevamente jugando con la gente
que estimaba y conocía y otros nuevos, pero las personas básicas
ya mejoradas en lo mental, maduros pues, y viene en este aspecto,
la mejor etapa nuestra, pues se genera una mística de grupo,
solidarios, entusiastas, casi definidos en el aspecto personal,
respetados, conocidos y mucho más. Lo interesante de este
fenómeno es entre otras cosas, que respetando los proyectos
individuales, nos unió actitud solidaria, que ya no se terminaría,
en las buenas y en las malas, que por cierto han sido mucho más
las buenas y que en cierta medida lo extraño es que no se dieran
protagonismos, liderazgos de oportunidad y aprovechamientos
personales, en cambio se dieron acciones de unión, en lo deportivo
y socio-cultural, con amistad pura, y muy probablemente basado
en el último concepto, es que ha funcionado en forma tan
perdurable.
274
IV.- HACIA DONDE FUERON: Como ya decía anteriormente, lo interesantísimo de este fenómeno
fue que sin desligarnos y formando un grupo, se respetó totalmente
los proyectos personales. En lo particular en esa etapa TIDEES,
jugué y participé, más o menos de 1970 a 1980 y mientras eso
sucedía, en 1971 me fui a radicar al Distrito Federal con mi
familia, papá, mamá y hermanos, pues había ingresado a mi
queridísima Universidad Nacional Autónoma de México,
concretamente a la Facultad de Economía a la Licenciatura,
misma que curse de 1971 a 1975, titulándome en 1977 y de esa
forma venía a jugar los domingos a Chimalhuacán, hasta 1980.
En 1978 entré a trabajar a la
entonces Secretaría de Recursos
Hidráulicos, permaneciendo sin
interrupción en esa institución 31
años. En 1989 ingresé a trabajar
en la H. Cámara de Diputados,
estando 20 años en esta y en la
SAGARPA (SARH), continuando
en la Cámara hasta la fecha,
habiéndome retirado de la
SAGARPA. Isabel, la esposa y el primer hijo del campeón. …En 1979 contraje matrimonio con Ma. Isabel Escobedo
Olivares, formando una buena pareja y familia, con tres hijos,
radicado actualmente en el Distrito Federal.
V.- NUESTRO SIGNIFICADO:
Asumo la total responsabilidad, de autodefinirnos, como una
generación muy significativa de individuos, tanto en lo personal
como en lo colectivo: Entusiastas, generosos, solidarios, gente de
progreso, haciendo y dejando hacer, animosos y alegres,
transitando nuestra existencia lo mejor posible, capaces de
continuar en nuestro camino, a pesar de que nos han tocado por lo
menos tres cambios significativos: la juventud nuestra,
propiamente; hechos socio-políticos y económicos importantes y la
vertiginosa época actual. Por supuesto que en todo esto ha tenido
que ver para poder estar y andar aquí, aspectos como: nuestro
275
entorno familiar de tantos valores, un entorno social más
manejable, las acciones culturales más concretas y por ende
mucho más fáciles de asimilar, por mencionar algunos factores, lo
cual nos permitía poder competir mucho más fácilmente con los
demás, además de un entorno mucho más sano física e
intelectualmente, por ello es de comprender porque en la acción
deportiva, el fenómeno del concepto TIDEES, muy nuestro, generó
para nosotros tanto en lo positivo.
VI.- EL ENTORNO:
Como ya lo he citado al principio de este relato, llegué a
Chimalhuacán a principios del año de 1961 y el entorno que
recuerdo y que tengo muy presente al rememorarlo, realmente
para mí es enormemente evocador y claramente nostálgico, pues el
Chimalhuacán de ese año y bastantes más posteriores, fue el de un
lugar a la vez que urbano, un tanto rural, pues al tiempo que ya la
propia urbanización estaba en el pueblo, como es: luz eléctrica,
construcciones de material moderno, teléfono, línea de autobuses,
escuelas, cine, gasolinera, tiendas, baños públicos de vapor (para
mí como de fábula), las fiestas populares, tanto lo referente al
carnaval con las cuadrillas, como las civiles con sus estupendos
desfiles y las religiosas con la festividad de Santo Domingo
patrono del pueblo, la fiesta de la virgen del Rosario tan
celebrada, con los juegos mecánicos y los fantásticos fuegos
artificiales, y de entre todo esto las incomparables navidades y año
nuevo, para mí de nostalgia pura y de una adolescencia, casi
maravillosa.
También estaba, el Chimalhuacán rural y agrícola, con los
cultivos de hortalizas (calabacitas, zanahoria, lechugas, coles,
etc.), maíz, frijol, alfalfa; frutales (higos, tunas, capulines,
duraznos, peras y otros), cría de ganado vacuno y ovino, en sus
tecorrales junto a los hogares, los guajolotes y gallinas; aquellos
espacios abiertos, amplios, el cerro del Chimalhuachi casi virgen
entonces, que tantas veces recorrí, la vida social tan manejable y
tranquila, los bailes populares y los juveniles que nos atraparon,
el respeto entre prácticamente todos. En fin, para mí un hermoso
lugar y momento, que jamás olvidaré y con el que me quedo sin
más, esa juventud nuestra, entusiasta, pero sana en alto grado
276
tanto en cuerpo como en el alma, con enormes ganas de
trascender y que en gran medida lo hemos logrado, el deporte, que
nos formó fuertes, competitivos, con carácter, pues los campos
fueron nuestros llanos, grandes y abiertos, todos nuestros: de
tierra pura y tequesquite. En fin, el Chimalhuacán urbano y rural,
manejable y que se fue para no volver.
VII.- VISION DE ALGUNAS PERSONAS TIDEES:
El Maco, mi compadre y gran amigo, derecho, ordenado,
entusiasta, entrón entre los entrones en el juego de fut-bol, leal,
capaz y progresista, gente buena hasta hoy día, mi apreciable
compadre y amigo de tantos años.
El Cachona, el animador, el líder, la picardía a flor de piel,
decidido y alegre, movidísimo en lo futbolero, fino en ello, el buen
vestir y mejor vivir, de la gente de la que se aprende en muchos
sentidos, solidario y entusiasta, de progreso, tomando las
oportunidades, la música, la fiesta, galán, el que va y va adelante.
El Pepe, mi también compadre, amigo sin condición, de mis
primeros cuates, el compañero grato de estudios, juegos y
aventuras, derecho sin más, fino en lo futbolero, el de grata
compañía, sin ventajas, otro entusiasta y de progreso, siempre
buscando algo y sin rendirse, el trabajo como forma de ser, amigo
de a “de veras” pues.
Si me propusiera nombrar a otros, lista sería enorme, no me olvido
de muchísimos, pero citarlos es una tarea muy grande, más bien
los aquí nombrados, son como un ejemplo, de toda esa juventud de
mi época, que serían el reflejo de todos los demás, de esa juventud,
de ese momento, de ese entorno. Por lo que corresponde a los
calificativos, que hago de mis gratos amigos aquí citados, de mi
parte son nacidos del sentir derecho, sin afán de más cosa, que
expresar mi amistad, ningún otro interés, si acaso, que me tengan
un recuerdo grato, de quien los estima a la buena.
Va de anécdota.
A Maco y a Cachona se les ocurrió un día ir a Michoacán,
el problema real era conseguir un auto. Fueron a ver al
277
Pepe que tenía un bocho y se lo plantearon, el cual
preguntó: -“¿Cuándo?” y le responden –“ahora”. Los tres
se fueron a la iglesia a ver a Barajas y el mismo
planteamiento. Pregunta el “campeón”: -“¿A dónde?”. -“A
tu pueblo, a Santa Inés”, le responden en coro. Los cuatro
fueron a ver a José Luis Fernández (era de Purépero), que
trabajaba en Comunicaciones, donde hoy está la “cabeza de
Juárez” (calzada Zaragoza) y pregunta a la propuesta: -
“¿Adónde, cuándo y quiénes?”. -“A Michoacán, ahora y los
cinco” y responde: -“déjenme avisar a la dirección que me
voy a retirar y luego vamos a ver a mi mujer para que me
dé permiso, allí va estar lo cabrón”.
En Camécuaro, en un lago de aguas cristalinas, navegaban
en una lancha donde remaban los michoacanos: barajas y
José Luis. De pronto el campeón dice: “me voy a echar al
agua a nadar y cuando me canse se paran para que me
suba”. Después de pocos minutos el campeón habla, grita y
amenaza: “ya”… “ya cabrones”… “les voy a partir su
madre hijos de la chingada”. Ante el inminente arribo del
“campeón” los demás se echan al agua y salen a la orilla
del lago. Silencio denso; el campeón se acerca y dice: “que
chingona está el agua”. Todos ríen a carcajadas, se animan
y se van a comer.
José Luis Fernández, Barajas, Maco, Cachona y Pepe (toma la foto)
278
EL ARREPENTIDA
uando se formó el grupo, en una de las bancas del jardín
municipal, todos lo veían como un hombre formal. No
imponía puntos de vista, buscaba consensos; quería
armonía, unidad y que las cosas funcionaran sin reglas,
buscaba que la hermandad fuera su
símbolo distintivo. Si alguien se le
podía decir maestro, era a él; siempre
ponía ejemplo; fue guía, ponía el
efectivo cuando hacía falta y externaba
sus opiniones sin querer imponerse, era
el hermano mayor. En su infancia y
adolescencia vivió en la colonia del
Valle en el D.F.
Su legado a las nuevas generaciones es que la vida exige
responsabilidades y que lo más importante es ser congruente entre
lo que se dice y lo que se hace.
Maco (M) << ¿Cuál es tu nombre?>>.
Arrepentida (A) <<Alfredo Gómez Aguilar>>.
M << ¿De dónde eres y como era tu familia?>>.
A <<De Tizayuca Hidalgo. En realidad allá mi familia era de las
riquillas del pueblo, nuestras amistades eran: los Quezada; los
Gómez; los Navarrete, uno de ellos fue gobernador de Tlaxcala;
Armando Soto fue gerente en Pronósticos Deportivos, su hermano
Octavio Soto era secretario del gobernador de Hidalgo, Fernando
Escalante fue presidente de Tizayuca, o sea gente de un nivel
social elevado y también allá era cabeza de grupo cuando hice mi
servicio social>>.
Cachona (C) << ¿En Qué año te vienes de Tizayuca y cuántos
hermanos eran?>>.
C
279
A <<No recuerdo, tenía más o menos 18 años y éramos 9
hermanos. La única que ya murió fue mi hermana blanca, hace
como dos años. Llegamos a vivir a la casa del señor Cruz Buendía,
que tenía una huerta, cerca de la casa del Tom “el barbas”>>.
Pepito (P) << ¿Eran familiares de doña “fillos”, donde después
vivieron?>>.
A <<No, lo que pasa que se estrechó tanto la relación, que
después hubo una relación de compadrazgo con ellos>>.
P << ¿Por qué te viniste de tu tierra? Algunos decían porque
habían cometido un ilícito de parte de tu familia.
A <<Nada más yo tuve problemas. Alguna vez les dije a ustedes:
¿quién me acompaña a mi tierra? va haber un baile de gala de
“blanco y negro” que todos los años se hace en mi pueblo. Pero si
les digo que es posible que pueda haber problemas, hay gente que
la trae conmigo, estaban dolidos porque había tenido relaciones
con la hermana de uno de ellos. El primero que dijo que iba fue el
Chucho, después se le unieron el Javi y Marranito. Si hay un
problema, les dije, lo que tienen que hacer es salirse y no meterse.
Pude saludar a mis familiares, tenía reservada una mesa. Cuando
estaba en el baño dos me estaban esperando, uno de ellos me dice
que onda mi güey y me jala de la solapa del saco, la cual se
rompió. Hubo jaloneo, entonces me dicen: ahorita nos vemos. Yo
sabía que iban por más para darme en la madre, así que les dije a
los compas: váyanse al coche ahorita los alcanzo>>.
Julio (J) << ¿Cuál fue tu primer contacto en Chimalhuacán?>>.
A <<El primero que se acercó conmigo fue el Tom y me dijo
vamos a la cancha, hoy hay futbol. Fuimos y me di cuenta que eran
personas grandes para mí: “el pella”, el güero “el muermo”, “el
poncheras”, “el corales”, “el bala”, “el bocón”, Pablo Valencia,
Antonio Buendía “el gorila”, Mario “el burro”, del equipo
Tampico. Todos eran más grandes que yo. Recuerdo que una vez
en Xochiaca metí un gol y que me “cosen” a patadas, ellos me
protegían mucho, en esa ocasión me sacaron del juego y yo
280
pensaba, que chiste tiene que meta un gol si me van a sacar del
juego>>.
J << ¿Cuál fue tu impresión cuando llegaste aquí?>>.
A <<Para mí era como mi pueblo, un poco más atrasado, al fin
eran iguales, porque yo viví en el Distrito Federal, en la colonia
del valle, en los condominios miguel alemán; vivía con mi abuelo
papa de mi mamá, tenía su pareja. Desde los seis años me fui a
vivir con él para estudiar.
C << ¿Con quién te ibas de cabrón? Porque ser chilango te
convierte en eso>>.
A <<Cerca de allí se establecieron unos paisanos que en el pueblo
vivían como a media cuadra de nuestra casa. Cuando me vieron
me empezaron a invitar a salir,
yo tenía como 12 Años y, entre
otros recorridos, me llevaban
a los cabarets. Ellos tenían
como 26 0 27 años, pero como
me conocían bien, me jalaban.
Estudié la secundaria en el
CUPA (Centro Urbano
Presidente Alemán) cerca
estaba el estadio de futbol y el
coso de la Plaza México>>.
P << ¿Por qué te dicen, el Arrepentida?>>.
A <<fue en las fiestas, en la feria se dedicaban canciones; a varios
ya les habían puesto apodos y cuando llegué estaban tocando
“arrepentida” con Julio Jaramillo y así me pusieron>>.
C << ¿Llegaste con el coche a Chimal?>>.
A <<El coche lo compre de un senador. Era un Ford Victoria
1956 de ocho cilindros, no tenía poste por lo que cuando se
bajaban los vidrios teníamos completa visibilidad. Con ese iba y
Así era el coche del
Arrepentida
281
venía. Con ese me lanzaba a todos lados, tenía una chava por
paseo de la reforma, en Palmas y una vez el Quino me dice voy
contigo y que ve a la chava y me dice ¡hay güey!, se quedó helado
al verla. Yo como chamaco sacaba mi coche y me daba una vuelta.
Lo compré estando aquí. Cuando quise comprar coche, lo busqué
en el periódico y me gustó cuando vi anunciada su venta>>.
M << ¿A qué te dedicaste, cuando llegaste a Chimalhuacán?>>.
A <<Me fui a trabajar a la empacadora de San Vicente con mi
papá en el camión grande, no sé si se acuerden, uno de color
coral. Tendría como 15 años y le ayudaba a manejar. Una ocasión
tuvimos un percance, se volteó el camión en un choque y
decidimos comprar mejor tres camionetas y dedicarme al reparto
de gas. Mi papá tomaba mucho; mi mama me envió a semblantear
como estaban las cosas y, en base a lo que yo le comenté, decidió
que nos viniéramos para acá, no quería perder a su marido, nos
vinimos todos>>.
J << ¿Cómo llegaste a trabajar al ayuntamiento?>>.
A <<Fue por el Pabello, cuando era presidente, yo tenía una papelería con mi esposa en Xochitenco y un día pasa y me dice:
“quiero que vayas a verme a la presidencia” y yo le dije que sí que
iba en la semana. Como no fui paso otra vez y me dijo: “que pasó
te estuve esperando” y yo le digo que tuve problemas pero que en
la semana iba. La tercera ocasión que pasó, cerró la cortina y me
dice: “dile a tu esposa que luego vienes, que vamos a la
presidencia”. Allá me dijo: “quiero que te hagas cargo de
transportes”, y desde entonces, sigo en el Ayuntamiento. Para mi
trabajar en el ayuntamiento ha sido nada más como un hobby>>.
Julio: << ¿Cómo conoces a los TIDEES?>>.
A: <<Me acuerdo que el mochilero del Tampico era “el molina”,
el Sergio, y de esa manera se iban acercando quienes querían
jugar. Nos echábamos cascaritas. En un principio no me pudieron
registrar porque decían que la liga era regional y yo era
extranjero; más tarde el Tom se las ingenió y me registraron con
282
el nombre Francisco Gálvez “el montada” y así resolvieron el
problema.
Como todos eran mayores que yo y además teníamos reuniones,
con ustedes, por las noches en una de las bancas del jardín, un día
decidimos reforzar al León B, un año después tuvimos una reunión
en la casa del señor Bárcenas y nos aconsejó que la mitad
fuéramos al León A y la mitad al Tampico, al salir el Pointer me
dijo deberíamos hacer un nuevo equipo y yo le dije que sí, que más
adelante>>
C << ¿Cuál es legado de los TIDEES?>>.
A <<Teníamos seguidores y como grupo de amigos eran muy
buenos amigos y como jugadores mi respeto para todos ustedes.
Donde quiera que voy San Sebastián, a San Agustín, en todos
lados me dicen: “siempre les traíamos ganas, era como una
obsesión cada que teníamos que enfrentarlos. Cuando le
preguntábamos al delegado con quien íbamos a jugar y nos decía
con “los hijos”, nos llegaban las necesidad de ganarles.
Dondequiera que voy me dicen lo mismo>>.
M << ¿En qué equipos jugaste?
A <<En cuatro: Tampico, León A, León B y el TIDEES; ¡ah! Y en
el España, que era campeón de primera división de Texcoco. Por
eso jugamos contra ellos. Cuando nos enfrentamos, me decían:
“apoco vamos a jugar contra estos chamacos” y yo les decía:
esperen a que estemos en la cancha, ellos son de tercera división
y nosotros de primera. Cuando terminó el partido no lo podían
creer. Después estaban seleccionando jugadores que se querían
llevar. “Ninguno se hubiera ido” (dijimos todos)>>.
M << ¿Por qué decidiste jalar con nosotros?>>.
A <<En el Tampico y en el León no eran precisamente los de mi
edad, eran mayores y la mayoría estaban casados, además aquí
había una visión de mirar más adelante. Para mí era satisfactorio
283
porque había planes, se veía al futuro, decían vamos hacer esto y
se hacía. Había más apertura a nuevas acciones>>.
C << ¿Todos los TIDEES te veíamos a ti de manera diferente, lo
notabas?>>.
A <<Sí>>.
C << ¿Te veíamos como el líder de todos nosotros, lo sentías, pero
no lo ejercías totalmente, por qué?>>.
A<< Si, si lo sentía y no ejercía totalmente porque no quería
sobresalir, yo quería que todos estuviéramos de acuerdo en las
decisiones: vamos hacer esto, vamos hacer lo otro, que hubiera un
acuerdo entre todos, que hubiera comunicación, que hubiera un
grupo de amigos, que no hubiera inconformidades>>.
C << Digo lo mismo que afirma el Maco que no había una cabeza
visible, sino que había cuatro personas que casi siempre proponían
cosas: el Chucho, el Maco, tú y yo, ¿estás de acuerdo?>>.
A <<Si, yo veía lo mismo que alguien tomaba la batuta
momentáneamente, pero que nadie se apropiaba de la dirección
del grupo>>.
C << ¿Tú tienes algo que yo no sabía hasta que platicamos contigo
la última vez, no sólo eras más grande, sino que tenías mundo,
estabas consciente que en experiencia nos llevabas a todos, de
alguna manera como aventaste a los demás esa experiencia?>>.
A <<Mi experiencia la canalicé de esta manera: yo les decía voy a
equis lado ¿quieren ir? y así fueron siguiéndome, porque veían la
posibilidad de agarrar callo en relación a las mujeres. Por
ejemplo al Lorico o al Benja, les decía vamos a la Aurora, allá
tengo mi chava, ella tiene hermanas, tiene amigas; y para la
próxima vez, ya estaban puestos>>.
284
C << ¿Recuerdo que el Benja tenía una novia en la Aurora [Cd.
Netzahualcóyotl], era porque se pegaba contigo; ahora bien en el
grupo ejerciste un liderazgo pero no te aprovechaste de él?>>.
A <<Muchas veces no estuvimos de acuerdo en algunas cosas pero
no pasaba nada, simplemente acatábamos lo que decía la mayoría.
Yo nunca me aproveche de la experiencia que tenía yo sobre los
demás>>.
C << Aparte del grupo tenías otros cuates igual que los demás
¿Quiénes se juntaban contigo?>>.
A <<El “güacho” tu hermano, que seguido andaba conmigo y el
Zacarías, este último me decía: “yo veo que todos los hijos te
siguen yo quiero ser como tú eres, me gustaría ser líder como tú”.
También con el Fernando el de “la voy”>>.
C << Tú ya te diste cuenta de lo que le diste al grupo ¿A ti que te
dimos?>>.
A <<A mí me daba mucha satisfacción todo el grupo, todos los
compañeros en el momento que decían vamos hacer esto, vamos
hacer lo otro y le echaban ganas. Cuando iban a la casa a pasar la
navidad o año nuevo, hasta el amanecer, me llenaba de orgullo; o
cuando decían vamos al campo, a Pueblo Nuevo, por ejemplo,
entonces yo daba indicaciones: vacíen una camioneta, bajen los
tanques de gas y vámonos. Lo que si me cayó de peso fue el año en
que no fue ¡ninguno! Como si se hubieran puesto de acuerdo,
todos. El único que llegó como a las dos de la mañana fue el
Pointer y me dijo: “aquí estoy, yo no me olvido de ti” y hasta se
me salieron las lágrimas. Cómo creen que fuera posible que todos
faltaran al mismo tiempo. Ya tenía preparado, refrescos, una copa
y algo para comer>>.
C << ¿Todo eso?>>.
A <<Sí>>.
C << ¡Pero seguro nos mentaste la madre!>>.
285
Todos: Ja Ja Ja Ja ja…
C << ¿Guardaste resentimiento?>>.
A <<No. Nada más se me llenaron los ojos de lágrimas y pensé
algo tuvieron que hacer>>.
C<<Nunca nadie mencionó no voy a ir por esto por lo otro,
simplemente, nadie fue>>.
A << Yo no entendía porque, sólo me jalaba los pelos y me decía
sus motivos tuvieron y no pasó nada>>.
P <<Te voy a decir porqué faltamos, todos ya teníamos nuestros
intereses, por decir algo: “el cheto” y yo teníamos nuestras novias
y así los demás, cada uno jaló por su lado; por otro lado fue cuando
también nos invitó Rosa González, había uno que otro cabrón que
quería con María Eugenia, su hermana, cada uno tenía sus
intereses>>.
C << Si, pero María Eugenia quería conmigo>>.
Todos: Ja ja ja ja ja…
C << ¿Cuántos años festejamos la navidad y el año nuevo contigo
cuando vivías aquí en la cabecera?>>.
A <<Dos, me parece>>.
C << ¿En San José serían tres o cuatro?>>.
A<<Más, serían como 6 o 7>>.
C <<Vamos a ponerle 5, entonces nuestra relación como
hermandad empezó en 1964 o 1965>>.
A <<Si más o menos>>.
C << ¿Cómo se da el hecho de que iniciáramos las reuniones de
navidad y año nuevo en tu casa?>>.
286
A <<Fue una vez que estábamos echando chelas en la banca del
jardín, alguien dijo:” ya se viene la navidad habría que pasarla
juntos” ¿pero dónde? Alguien preguntó y el mismo respondió:
que sea en tu casa” ¿se puede? Preguntaron los demás, y allí
empezó todo>>.
P <<Sabes porque surgió todo esto, porque la mayoría éramos
hijos de familia y no había confianza, aunque quisiéramos, no
estábamos en posibilidades de organizar una fiesta>>.
C <<Recuerdo que una vez hubo un baile en tu casa, creo que
salimos de secundaria y festejamos allí, me acuerdo porque esa vez
le pedí a tu hermana que fuera mi novia>>.
A <<Una vez estaba jugando dominó en el villar, llegó Fernando
el de “la voy”, me dice: “te hablan en la casa”, en ese tiempo
Fernando vivía en mi casa, dejé el juego y me fui con él, cuando
llegué me dirigí a la sala que estaba cerrada, cuando abro que
empiezan a cantar las mañanitas todos ustedes, porque era mi
cumpleaños. La fiesta la organizó mi hermana Estela, quería que
fuera una fiesta sorpresa y le dijo a Fernando que los invitara y
los pusiera de acuerdo. Aquí se inicia todo>>.
C << ¿Qué pensaba tu mamá, qué pensaba tu papá de unos chavos
que se amanecían allí en tu casa jugando y bailando?>>
A <<No ellos nunca decían nada.
Como ellos sabían que había vivido en
el Distrito, sabían que tenía
experiencia, nada más me decía que
tuviera mucho cuidado porque van a
venir muchachas, aunque son sus
amistades no vaya haber problemas,
por eso cuando alguien quería salirse
con una muchacha allá afuera le
decíamos: “métanse por favor”>>.
C << ¿Quienes iban?>>
287
A <<Las González y otras amigas. Me acuerdo que una vez
alguien llevó unas pelucas, creo que fue el Chucho, porque iban a
imitar a los Beatles. También había mucha confianza de parte de
mis padres para con ustedes, porque sabían de qué familias eran.
Una vez tu papá llegó a preguntar por ti y tus hermanos en la
madrugada, le dije que si los llamaba y me dijo que no sólo quería
saber que estuvieran bien>>.
C: << ¿Qué tanto tiempo sufriste para conquistar a tu esposa?>>.
A: <<Puta madre, eso sí fue mucho tiempo, fue más de un pinche
año para que me aceptara; eso sí cuando se enteraba que
habíamos tenido reunión en la casa se encelaba y así me daba
cuenta que todo iba bien>>.
P: << ¿Cómo la conociste?>>
A: <<Cuando ella cursaba sexto año de primaria en la Escuela
Morelos donde está ahora la casa de la cultura. Seguido la
encontraba yo y como siempre estuvo bien chapeada le decía yo:
“esas manzanitas me las tengo que comer” y se ponía más roja;
algunas veces me veía que venía con la camioneta de gas y se
metía corriendo por los callejones y después me decía: “eras re
bien malora”, pos si me costó mucho trabajo o más bien mucho
tiempo. Ninguno de sus hermanos estaba de acuerdo con la
pretensión, estuvieron a punto de llevársela para Guadalajara. A
excepción del Carlos que casó con mi hermana, los demás
ninguno: el Enrique, el Valente, el Abel, que ya murió y la chabela
no se diga. Una vez iba llegando por la casa de los Buendía [en el
barrio de San Pablo], cerca de donde vivían ellos y que llega el
Abel y que me dice:
- “¿Qué jijos de la chingada haces aquí?”,
- Me dijo y le contesto,“¿Qué chingaos estoy en tu casa o qué?”
– “¿pero qué chingaos andas buscando aquí?”
– “A ti te vale madre”, le digo.
-“Pus te voy a dar en la madre”, me dice.
288
–“pues nos vamos a dar en la madre, crees que me voy a dejar”,
le digo, y allí nos pusimos al tú por tú. Nada más que llegó Luis,
sobrino de ellos, y que se lo lleva, con él si la llevaba yo bien>>.
C << ¿Qué pasó en la segunda temporada del TIDEES, les hice
más daño que beneficio?>>.
A <<No, pienso que tuvimos un momento de presión de seguir
siendo lo mismo y allí fue donde tuvimos una diferencia tú y yo,
querías que jugáramos con un sistema basado en un pizarrón y yo
te dije Cachona estás mal, déjanos jugar como sabemos, por
inspiración como lo venimos haciendo. Pero la amistad siguió
porque una cosa era el futbol y otra cosa los amigos.
C << ¿Qué es lo más importante que ha habido en tu vida?>>.
A <<Haber conocido mí esposa y haber tenido los hijos que tengo.
Mis hijos fueron educados en buenas maneras, todos con gusto
llegan a la casa, hay mucha comunicación, lo buenos principios
son los que lograron esto. En cuanto al TIDEES lo importante es
que nos seguimos saludando, que la amistad continúa y que nunca
se va a acabar.
289
Maco, Hugo, Mur, Julio, Marranito, Marcos, Adolfo,
Bernardo, Barajas. Pepito, Javi, Chucho, Pepe,
Arrepentida, Lorico y Cachona.
290
EL LORICO
l LORICO inició sus estudios en la escuela “San Juan
Bosco” de la parroquia municipal. Tenía cualidades que le
distinguían: velocidad y picardía; también deficiencias:
Talla y peso disminuidos. En su desempeño futbolístico
esas características se hicieron presentes, así podíamos
verlo con grandes actuaciones y a veces
amedrentarse por los “gandallas” que
había dentro de las canchas de futbol, sin
embargo es saldo siempre fue positivo,
para él y para el equipo, contribuyó para la
obtención de trofeos. En la actualidad
dirige un equipo de futbol rápido,
conservando con ello la tradición y el
nombre del equipo. Su legado es hacerse
presente a pesar de la adversidad.
Relato de LORENZO DELGADO BUENDÍA
Los amigos son personas que siempre están ahí, son grandes
compañías, que a veces incordian [que te molestan], que te
quieren, pero sobre todo, hacen que la risa, la convivencia y el
respeto sean más agradables.
Hoy 19 de mayo del 2013 nos encontramos reunidos para convivir
y recordar bellos momentos de nuestra adolescencia y las
experiencias que tenemos con nuestro equipo TIDEES.
Empecé jugando en el club deportivo Tampico, tenía 16 años, uno
de los partidos que recuerdo fue contra el Guadalupano.
Mi segunda participación fue con este equipo, el equipo de mis
amores, sus integrantes ya se habrán nombrado. La característica
principal es que teníamos muchas convivencias en casa del
Chucho, especialmente cuando se tenían partidos amistosos en
fechas no laborables como el 20 de noviembre, de igual modo,
nuestra posada tradicional y aquella noche mexicana en casa del
señor Tomás Buendía, ambientada por el grupo de rock: los
Navajo.
E
291
Otra familia que nos recibía en su casa era la: Gómez Aguilar de
la colonia San José en Chicoloapan, familia del Arrepentida, que
es mi compadre y padrino de mis hijos.
Fuimos un gran equipo, logramos ganar el título de campeón de
copa, en el campo de la “Lagunilla”, contra el Milán.
Otro equipo donde jugué fue el Santo Domingo, que dirigía Rafael
Jiménez el “pica”, lo hacíamos con balón de cuero, teníamos un
compañero que jugaba sin zapatos: Lorenzo Jiménez García, el
“Laercio”.
Mi cuarta participación fue con el León A junto con algunos
jugadores que después formaríamos nuestro equipo.
Mi quinta participación fue con el equipo Valencia, su
representante era: Sergio Valencia, esto en 1974.
Mis últimas participaciones como
jugador de futbol fue en la liga de
veteranos, regresé al equipo de mis
amores y después el León.
Finalmente mi último partido fue en
el campo de la “Lagunilla”, entre el
León y el TIDEES, jugué medio
tiempo con cada uno; Con sus compadres: los Gómez- Castillo
Allí estuvieron todos los grandes amigos y nuestras familias y
nuestros hijos, por supuesto, que siempre han sido importantes en
nuestra vida.
292
EL TRIPA
l “hermano tripa”, como es conocido por todos, es de una
actitud de franca disposición a la broma y a la ausencia del
formalismo. Muchos en el grupo fueron seminaristas, él lo
fue, de allí su mote de “hermano”; lo de “tripa” es por la
notoria delgadez de su físico.
Carta de JORGE URBINA CASTILLO
Yo, Jorge Urbina (Tripa), manifiesto y
reconozco que la década de los 70´s fue la
mejor etapa de mi vida, no sólo por haber
formado parte del equipo de Futbol TIDEES,
que en su mayoría había jugadores de la
cabecera municipal (la Plaza), sino por haber
conocido a quien más adelante sería mi
esposa (Coco)Siendo parte activa del equipo, mis experiencias
juveniles llegaron como cascada: los convivios, momentos
inolvidables, los triunfos con el equipo, las decepciones que como
portero del equipo me llevé; ¡No!, no por lo que puedan pensar,
sino porque cuando todos checaban la talla de la gran playera del
equipo Yo tenía que conformarme con el suéter, que nunca pude
elegir a mi gusto, puesto que éste lo donaban al comprar todos los
uniformes. Y como no pude comprármelo, lo aceptaba; pero
seguro estoy que también me rifaba el físico como los demás en la
cancha, sudando la camiseta.
A fin de cuentas fue, es y será el mejor equipo al que pertenecí. No
porque fuera campeón, sino por las personas que lo integraban.
Así pues, dentro y fuera del equipo, para mí la década de los 70´s
fue la mejor. Aunque no lo niego, llegarían otras nuevas etapas
“buenas” pero diferentes y en otras circunstancias.
TIDEES no te olvido, te llevo conmigo. JORGE
Va de anécdota:
Barajas iba diario por las tortillas (2 kilos) a San Pablo con
Gonzalo –frente de donde vive el tripa-. Cierto día se le
hizo fácil colgarse en una de las escaleras del camión, las
tenían en los años sesentas. Siempre paraban en la esquina
E
293
noreste del jardín municipal, frente a la iglesia donde vivía,
porque tenían que checar tarjeta, pero en esta ocasión no lo
hizo, continuó, en la esquina dobló a la izquierda rumbo a
la carretera México-Texcoco. Primera cuadra, golpeando la
lámina grita: “¡párateeee!”, segunda esquina “¡párate hijo
de la chingada!”, tercera esquina en el puente (ahora calle
Abazolo): “¡¡PÁRATE O ME DEJO CAI!!”… y que se
deja cai.
Maco, Barajas, Pepe, José Luis y las primas del “campeón”
294
Presbítero FELIPE GONZÁLEZ VALVERDE
l padre Felipe apareció en la vida de los TIDEES cuando se
presenta la agrupación con esa denominación en 1970. Se
convierte, por decisión del grupo, por las “Diosidencias” de
la vida diaria y por la magia que se daba en el grupo: en
guía y camino. Basta leer su prosa para saber la calidad de
hombre, de ser humano y de persona del bien amado Felipe. El
Dueño del amor como se refiere a ÉL, fue quien nos concedió la
gracia de tenerlo como amigo.
¡Un vuelo, llamado
TIDEES!
¡Hola amigos TIDESS de
hoy, quienes lo fueron, y
de quienes lo serán, si así
lo deciden! Y digo amigos,
pues ni el tiempo, la
distancia, nuestros roles y
diferencias nos han
cortado las alas del tesoro
inmenso de lo que se llama
ser amigos. Me considero afortunado de que en el tiempo nos
hayamos encontrado y el mismo tiempo, remarque el reencuentro.
Soy TIDESS por adopción afectiva y efectiva. Por lo mismo les
comparto lo que he vivido, sentido, visto y oído. Edmund Husserl,
el gran pensador de la Fenomenología decía: “Ver” y “ver”, “ver
radicalmente”. Deseo ver ese pasado que ya no está, pero
mientras está en mí, quiero compartirlo a mis hermanos TIDEES y
a sus pequeños TIDEES.
Algunas de las muchísimas experiencias, que he recibido en mi
corta vida se las comparto en seguida, y las restantes aparecerán
en futuros folletos, que más adelante editaré. Por ahora, inicio de
la siguiente manera:
“Creo que has nacido para cosas grandes”, me dijo Enrique
Granados, catequista de la parroquia de Santo Domingo de
Guzmán y de la Virgen del Rosario, ubicada en “La Plaza de
E
295
Chimalhuacán”. Aquella frase alimentó enormemente mi
autoestima, siendo pequeño de aproximadamente siete años.
Recuerdo particularmente una sensación y fue la de sentir como si
se agrandara mi estatura, que mis ojos se agrandaran y que la
sensación de mi carrera en el atrio de San Juan Bautista fuese
como flotando en aquel aire limpio con aroma a rosas de castilla,
que abundaban en la orilla de la zanjas, cerca del “Borbollón de
los Naranjos”, situado a unos veinte metros de dicho templo. Me
sentí único, hasta el momento en que escuché que esto lo decía a
los demás niños del catecismo. Sentí una ligera decepción, que
mucho más tarde entendí, y es que esa era la forma de estimular a
los alumnos, que se preparaban para la Primera Comunión.
Enrique era de oficio albañil y era uno de decenas, que
impulsaban de forma callada la conservación del tejido socio-
cultural de esta comunidad. Ellos fueron héroes anónimos. Un
gran tejedor de este acontecer socio-religioso fue el Señor Rafael
Palacios y su esposa Carmelita, matrimonio del Distrito Federal
quienes, con su dinero, pagaban a los autobuses México-Los
Reyes-Chimalhuacán y Anexas para que transportaran a jóvenes
de ambos sexos a nuestra comunidad e impartieran las clases de
catecismo. Éstos autobuses, repartían a los catequistas por todas
las capillas del entonces pueblo de Chimalhuacán, iniciando por
Santa María Nativitas, la “Cabecera” o Parroquia de Santo
Domingo y de la Virgen del Rosario, las capillas de San Pedro,
San Pablo, San Juanito, Cristo Rey, Santa María de Guadalupe,
Xochiaca; San Lorenzo, y de San Agustín. Con esta acción
evangelizadora se fue dando una gran solidificación de nuestra
cultura religiosa, dejando un legado único en nuestra comunidad y
en muchos de los futuros TIDEES.
Es preciso aclarar que hasta los años setentas, cada barrio lo
separaban grandes huertas con diversos árboles frutales como lo
eran: Las higueras, manzanos, capulines, durazno, chabacano,
perales, ciruelos, membrillo, chirimoya, etc. Otro espacio digno de
tomar en cuenta, eran los terrenos sembrados de maíz, flor de
pincel, flor de alhelí, clavel, nube, gladiola, etc. Estos espacios
eran una verdadera presencia paradisiaca y ¡Obvio!, no contando
con los diversos ojos de agua, y cientos de zanjas en donde
jugueteaban diversos tipos de peces y carpas, que acariciaban las
296
tímidas y leves olas que se deslizaban por toda la orilla del
antiguo y enorme lago de Chimalhuacán-Texcoco.
En este contexto y ¡Más!, Los TIDEES, fuimos tomando identidad
y orgullo de ser dorados por su sol y acariciados por sus lunas
cuyos rayos traspasaban las hojas de los muy abundantes árboles
de Pirú, de ahuehuetes, casuarinas, enormes fresnos, etc. En este
contexto nocturno de la luna, no quiero dejar de mencionar que su
reflejo tenía especial presencia en las aguas del desecado e
inmenso lago, del cual habla y escribe Alfonso Edmundo Sánchez
Buendía en este libro. Bien recuerdo que al ir desapareciendo el
sol tras la Sierra de Guadalupe, rumbo a la Villa del mismo
nombre, aparecía hierática la luna, ese satélite de nuestro planeta,
en dirección del Cerro de Tláloc, detrás de esa hermosa sierra, al
oriente de nuestro lago y del Valle de México. Al principio
aparecía como un gigante disco amarillo y poco a poco se
emblanquecía en el firmamento acompañado de millares de puntos
luminosos bajo croar de cientos y cientos de ranas posadas sobre
las hojas de los lirios acuáticos, abundantísimos en todas las
zanjas, que eran diadema de nuestro cerro del Chimalhuachi.
Aquél inmenso lago le regresaba a la luna su propia luz y ésta se
la remandaría al mismo sol como signo de arrebato por tanta
belleza. Las mentes de nuestros abuelos y abuelas brillantes, se
fortalecieron con estos espectáculos cotidianos, por lo mismo,
forjaron espíritus fuertes y sensibles para esta “Patria Chica”,
Chimalhuacán.
En el último canto de los gallos, con el que “algo” se
comunicaban, en su lenguaje de alerta y cuando aparecía
lentamente la oscuridad y nuestra glándula pineal cerebral
programaba su pequeña dosis de melatonina para ir cerrando los
ojos y poder descansar, se apagaban los últimos también fogones y
se iban extinguiendo para dar paso a las velas y sus consecuentes
sombras gigantescas reflejadas en las paredes de las casas, los
futuros TIDESS, se acurrucaban para dormir sueños de una
comunidad más justa, más armónica y fraterna. Lo maravilloso es
que no han dejado de soñar y los ojos cerrados, aún al final de
esta dimensión de vida, seguirán en posición de sueño eterno,
297
soñando en que algún día, habrá un nuevo canto y croar de seres
que se multipliquen para cambiar lo aparentemente incambiable.
Como mis hermanos TIDESS, no quiero dejar a un lado algunos
datos de mi identidad familiar. No se trata de un culto al pequeño
gueto, sino un plasmar datos, que nos serán útiles para quienes
nos tengan paciencia de leer estas descripciones, que nacen de
nuestro grande amor por nuestro “pueblo”.
Iniciaré citando el pequeño barrio de San Juan Bautista. Aunque
la capilla es de reciente construcción, no obstante tiene un pasado
interesante, pues cuando apareció la primera evangelización en
nuestro México, los misioneros nombraban a San Juan Bautista,
como santo patrón, cuando un poblado tenía suficiente agua. Esto
está relacionado con el hecho bíblico de que San Juan bautizaba
con abundancia de agua en el Rio Jordán (Evangelio de San
Lucas, capítulo 3, versículo 3). Como quedó dicho anteriormente,
a escasos veinte metros se encontraba el Ojo de Agua, llamado de
“Los Naranjos”, ya que en la fiesta del santo patrón, celebrada en
24 de Junio, los representantes de la festividad arrojaban
naranjas, mangos y los niños nos lanzábamos a recogerlos dentro
de aquella agua tibia, pues este rito se llevaba a cabo por la
mañana, después de misa.
Cabe decir que mi padre, Eugenio González Sierra (1898-1982)
propició la construcción de dicha capilla y ya concluida, allá por
los años 50as, pintó los dos murales que se encuentran a la
entrada de la citada capilla. Realizó varios trabajos pictóricos de
la tradición Chimalhuacanense y de manera particular del ex-
lago Texcoco-Chimalhuacán.
Menciono a mis hermanas María Eugenia y Rosa Bernardette,
quién ya se encuentra en la “Casa Celeste”. De ellas recuerdo que
por x o por z, se encontraron, por el camino de la existencia, con
el grupo TIDES y ellas les invitaban a la casa paterna en navidad
y algunas veces en verano, que por cierto, coincidía con mis
vacaciones que el seminario de Durango me daba. Ellas
preparaban algunos antojitos sencillos, algunas bebidas no
alcohólicas que se degustaban y cantábamos las últimas canciones
298
de moda, acompañados de nuestras guitarras, cosa que era poco
común en el entonces pequeño pueblo de Chimalhuacán y que
poco a poco fue extendiéndose por todo el pueblo, hasta lograr
brillantes rondallas y estudiantinas, que cantan al amor y al
Dueño del amor en las diversas ceremonias religiosas de nuestro
entorno.
Con eterna gratitud para todos ustedes TIDEES, sabedores de que
han sembrado intensidad y pasión por dar sentido a tantas
situaciones concretas de nuestro amado pueblo como consta en
este libro que lanzan al espacio de la historia como viento del cual
no se puede dejar de respirar y hacerlo nuestro en lo más
profundo del amor humano. ¡A volar, lo más alto posible, mis
TIDEES!
- Arriba. Chucho, Pabello, Mur, Miguel, Miguel (Alonso),
Villegas, Barajas, Cachona, el padre Felipe, Pepe, Julio,
Arrepentida, Giulio, Niño, Rabelt, Tomás González.
- Abajo. Maco, Marranito, Titixtle, Quino, Lorico, Poncho,
Padre, Tepis y Tomasote. Primera reunión familiar TIDEES.
300
EL OJÓN
HUMBERTO ALFONSO ROMERO MEDINA
Poncho el ojón nació en Tlalmanalco, estado de México, vivió en
el D.F., después en Cuautla, Morelos, para finalmente llegar a
Chimalhuacán y hacer de él su pueblo. Sufrió rechazos de niño y
de joven (perdió a su madre muy pequeño), sin embargo nunca se
sintió vencido. Casó originalmente con Rosita Sánchez, tienen
cuatro hijas: Francia, Karelia, Gisel y Grecia. La primera se
encuentra trabajando en Boston, la segunda se dedica al cine, acaba
de recibir este año una diosa de plata por un cortometraje y se
presenta este mes (mayo del 2015) en Cannes Francia, la tercera
trabaja como fotógrafa en Milán, Italia en prestigiada revista y la
última es psicóloga, egresada de la Universidad de las Américas de
Puebla.
Es arquitecto, actualmente esposo de María Luisa Piraquive líder
de la Iglesia de Dios ministerial de Jesucristo Internacional, con
presencia en 46 países. Pertenece al ministerio y viaja por todo el
mundo (como lo pregonaba en sus años mozos) procurando el
desarrollo de la iglesia. Diseñó tres aeropuertos, dos en Cuba y uno
en Colombia. Tiene maestría en diseño, se separó de su
constructora y de la arquitectura. Es, indudablemente, es más
exitoso profesionista de los TIDEES.
Después de su separación con Rosita y de su éxito en Cuba y
Colombia, viajó, con mochila al hombro, por Italia, China, la India
y ha visto de cerca las auroras boreales en Islandia. Viajó a Egipto
y se hizo amante de la Escuela de Misterios y está en la búsqueda
de un nuevo estado de conciencia. Pretende hacer algo valioso para
Chimalhuacán. Ha dado muestras de ser tan chimalhuaquense
como el Maco o como Julio.
Recién nos reencontramos con el mechudo, el ojón o Alfonso
como lo conocíamos. Es nuestro hermano, lo queremos y nos
inspira un enorme respeto y afecto por la capacidad de realizar lo
que ha querido, ser: triunfador.
301
Siguiendo las manecillas del reloj: Julio, poncho, Dr.
Fernando Canto, Hugo, Cecilio, Maco, Niño, Cachona,
Pepe, Barajas, Changa, Javi, Pepito y Adolfo.
302
EL CACHONA
"En la vida terminamos siendo los libros que leemos y los amigos
de los que nos rodeamos". IkramAntaki oy uno de los fundadores de la agrupación, tuve la fortuna de
dar el nombre al equipo de futbol, por ende a nuestra
comunidad; aporté ideas que pusieron en movimiento al
grupo. Mi relación con el Maco fue muy estrecha y ambos
delineamos algunas cosas que después tomaron forma entre
los “cuates”. No fue circunstancial, entonces, que en el momento
que comencé a escribir el libro acudiera precisamente a él.
En una visita al pueblo -vivo en
Cuautla Morelos desde el año 2000-
busqué a Chucho quien me comentó
que había convertido a DVD las
películas súper 8 que tenía de años
atrás. Cuando proyecté las
grabaciones miré en ellas rostros
llenos de satisfacción, actitudes
proclives al gozo, todos mis amigos
tenían una sonrisa.
Me vino la idea de escribir y me hice de argumentos para hacer un
buen trabajo. Sinceramente no creo que antes se haya escrito algo
parecido, al menos no lo conozco: en que un grupo de amigos
escriban su historia sin ayuda ajena (idea, estructura, manufactura,
portada, publicación, aportación escrita de cada uno…), aquí, si
hay resultados positivos, se debe a la participación de mis
compañeros. Mí legado a las nuevas generaciones es: todo ser
humano tiene una tarea específica que hacer y eso nos da la
trascendencia. Esta es mi historia.
ALFONSO EDMUNDO SÁNCHEZ BUENDÍA.
El nombre de Alfonso es de origen germánico: adelfuns –adel-
noble, funs-listo— es la expresión de un guerrero belicoso y
significa: el que está totalmente preparado para la guerra.
Edmundo también es de origen germánico y significa: el que
S
303
protege la victoria o resguarda la riqueza. Mi signo zodiacal es
Escorpión y, a través de mi vida, lo he validado. El agua es mi
elemento, y si pudiera vivir dentro ella, lo haría.
INFANCIA
De niño tuve vivencias que me hacían diferente a los demás: me
expresaba como si fuera una persona mayor; antes de cumplir un
año participé en una pastorela como niño Dios. Cuando el
gobernador Salvador Sánchez Colín visitó el municipio, decía mi
madre que me desprendí de la mano de mi padre, me acerqué a él y
dije: -¡Bienvenido señor gobernador!, me cargó y sentenció: -“este
niño va a ser un gran hombre”-. A los 5 años de edad me vestían de
charrito, me subían a una silla para alcanzar el micrófono y
declamaba en las fiestas parias. Me enviaron al seminario a
estudiar para ser sacerdote, pero antes disfruté mucho mi infancia,
descubrí que el mundo es ¡toda una revelación!
MI FAMILIA
Mis padres fueron: Félix Sánchez Gálvez
y Enedina Buendía García. Mis abuelos
paternos: Rafael Sánchez –originario de la
Purificación, Texcoco—y Alvina Gálvez;
mis abuelos maternos: Cirilo Buendía y
Soledad García. Fuimos nueve hermanos:
Estela, Rafael (+), Eliseo, Félix el
“Padre”, yo Alfonso el “Cachona”,
Arturo el “Marranito”, Concha, Felipe e
Hilda.
Mis primos fueron: los “topas”, los
“chagaray”, los “Rico”, los “Valencia”, los “truman”, los “jüiles”,
los “toninas” y muchos más.
Mis parientes: los “vacas” (el Moy, Aureliano, Felipe…), los
“Buendía Buendía” (el marinbas, el gorila, el pichirilo…); los
Constantino (el“cheque”, Domingo, Panchito…); los hijos del tío
Luis Gálvez (Miguel, Luis, el Pio…); los Jiménez Corona de Santa
María; los Canto, y también el Pepe, Pointer, David…
Mi madre
304
NÓMADA EXISTENCIAL.
Mi familia cambiaba de domicilio continuamente, eso marcó mi
vida. La primera casa que recuerdo es la de Venustiano Carranza
casi esquina con 16 de Septiembre, propiedad de mi padrino de
confirmación Erasmo Valverde, el cual era famoso por ser el
creador de las máscaras para las comparsas de carnaval. Después
nos trasladamos a una casa de Bertha, hija de mi tío Jesús Buendía
y nieta de Clara Gálvez (media hermana de mi abuela paterna) de
Xochitenco, ubicada en la esquina de Paseo Hidalgo y Zaragoza,
frente a la casa de Don Hilario Valencia, por un lado, y a la de
Francisco Rico, por el otro. El siguiente estaba en un costado de la
presidencia municipal (de la tía Teresa, hermana del abuelo Cirilo),
frente al cine Progreso, en lo que hoy es el mercado municipal. Allí
fue donde nació mi apodo de juventud: Cachona.
Cuando tenía 6 años mi familia emigró nuevamente a
Venustiano Carranza a la casa de mi abuela paterna doña Albina
Gálvez. Se acordó que mis padres se quedaran con ella y mi
abuela con la de paseo Hidalgo esquina Morelos, frente a la
gasolinera.
Ésta última era grande. Al entrar –al norte- mirabas el fondo
(sesenta o setenta metros) que te llevaba a la huerta y al
machero. A la derecha la casa de Don Manuel el “Chante”. A la
izquierda un pasillo donde se encontraban los accesos a: un
local, que daba a la calle, utilizado para tienda de abarrotes;
después la recamara de la abuela y la tía Rosa; le seguía una sala
donde estaba un piano; bajando las escaleras el cuarto de mi
hermano Rafael y por último, la cocina y un cuarto con trebejos
donde había papeles, revistas de antorcha de José Vasconcelos y
libros en latín y español. Los había de Ovidio, Virgilio, Cicerón
y otros; no tenía entonces la conciencia de su valor y nunca los
leí.
Girabas al oriente y encontrabas la huerta, aproximadamente de
cuarenta de ancho por sesenta de largo delimitada por una
pequeña barda de mampostería de un metro de altura. Había
árboles frutales: higos, granadas, moras, peras, ciruelas, tunas,
305
chabacanos, manzanas y duraznos. Al lado derecho –al de ella
sur- se ubicaba el establo con tres o cuatro vacas, un burro, un
macho y dos caballos: el “Rorro” y el “muñeco”, mi padre fue
un gran montador de caballos, eso me dijeron.
La propiedad fue comprada con los ahorros de mi padre,
administrados por la abuela y un préstamo de mi abuelo materno
que fue pagado por mis padres. Mi abuela paterna siempre fue
injusta con nosotros, se aprovechó de la nobleza de mi padre y
se quedó con la casa.
La mayoría de los habitantes de este pueblo fuimos del
conglomerado de los jodidos. En mi caso y el de mis hermanos, el
Padre y el Marranito, sólo por “un pelo de rana calva” no
pertenecimos a la burguesía de nuestra comunidad, dos de mis tías,
por el lado materno, se casaron con los hombres más ricos del
municipio: Esperanza con el llamado “cacique” Hilario Valencia y
la tía María Luisa la “pipos” con un hijo de don Luis Martínez,
transportista y ex presidente municipal, y por el lado paterno:
Carmen con Francisco Rico, el más rico de todos, y Quintina con
Alberto Buendía, mejor conocido como el “Truman”. Por poco y
“le pegamos al gordo”.
EL SEMINARIO
Muy grata fue la experiencia de estudiar en el seminario de los
Josefinos en Santa María del rio S. L. P., mi padre quería que fuera
sacerdote porque prometió a mi abuelo, en su lecho de muerte,
tener un hijo sacerdote y yo fui el elegido. Los encuentros
deportivos y el evento de fin de año, eran los acontecimientos que
más me gustaron en mi estancia. En el segundo participaba
centralmente: concursaba en declamación; declamaba
individualmente; era el estelar en las obras de teatro (llegué a
actuar en el teatro la Paz de S. L. P.); aparecía en la zarzuela y
cantaba con el coro donde era primera voz, etc.
En la obra de teatro “La mala guía” sucedió algo relevante. Mi
papá era borracho, cuando salía de la casa para seguir bebiendo yo
se lo impedía, en los ensayos me tomaba de los hombros, me daba
vuelta y con la mano izquierda me empujaba gritando que no lo
306
siguiera, pero el día de la presentación, me cargó y literalmente me
aventó al entablado lo que causó una lesión en mi tobillo,
realmente me dolió mucho. Tardé mucho tiempo en el suelo,
llorando de verdad, fue impactante la escena y mi mejor actuación,
aunque, a decir verdad, involuntaria.
La formación espiritual y educativa no entraba en mis preferencias,
aunque una vez, con dos compañeros, gané un concurso de latín
que tuvo como premio conocer la ciudad de México, el estadio
Olímpico de futbol y ver la película Ben-Hur, en el, hoy
desaparecido, cine Lido. Antes ya había ganado un concurso de
declamación en el seminario mayor ubicado en Rodín 100 en el D.
F. Una experiencia inolvidable fue haber cantado como solista una
parte de la misa en la iglesia del Cerro del Cubilete, en Guanajuato.
Las vacaciones eran en lugares encantadores: un mes en Peribán,
Michoacán visitando los chorros del varal; un mes en Silao,
Guanajuato conociendo muchos pueblos; en Canalejas, Jilotepec,
Estado de México; disfrutamos la laguna de la “media luna”, en
Rio verde S. L. P.; pernoctamos en rancherías y pueblos, cuyos
nombres y ubicación no recuerdo. Fuera de las vacaciones era
estudiar, misas y rosarios. Las historias de gozo infantil las guardo
como mi tesoro más preciado.
Va de anécdota:
El “mustio” con palo de escoba en las manos me asesta
tremendo golpe en las corvas y caigo de rodillas, era el
terror del grupo. Semanas después en el salón de clases
juega con su único amigo: Mario, de repente se escucha un
golpe, éste se pasa la mano por la comisura de los labios,
sangra, mira su mano -a la manera de Bruce Lee- y le pone
una santa madriza al mustio, ¡Nadie lo podía creer!,
después platica que entrenaba box en la ciudad de México;
se convierte en el ídolo. Corre el tiempo y me empieza a
molestar, seguido me pica la panza y ríe a carcajadas, ¡¡¡ya
no soporto más!!! Un buen día recuerdo que en mi pueblo
era émulo de Black Sadow y jugaba con mi primo Silverio
Pérez, “Tarzán López”, con José (el japonés) “Cavernario
Galindo” y otros amantes del pancracio. Voy al dormitorio,
307
lo encuentro rodeado de sus fans y le grito: “¿te quieres
partir la madre?”, sonríe y contesta: “va”, hay jolgorio. En
el patio estando en guardia, y me lanzo a sus piernas, cae y
su cabeza suena en el piso como si fuera calabaza, me
subo, se defiende, lo golpeo y empiezan las protestas para
que peleemos de pie; acepto, pero lo pienso mejor y le
aplico la misma dosis, ya no metió las manos. Me retiro
triunfante sin volverme a sentir ciscado, ni molestado por
nadie. A ese movimiento se refería el Maco cuando
madreamos entre varios al “Ibarra” en la nevería.
LA SECUNDARIA Y EL GRAN AMOR
En alguna ocasión mis compañeros de tercer grado de secundaria
se fueron de pinta y no los acompañé, al darse cuenta la madre
Blanca, directora de la escuela, me llamó y me dijo: -“a ti te voy a
dar la medalla de honor” y lo cumplió, no era el mejor alumno.
Una mañana, como a las nueve, estaba fuera de mi casa y vi una
niña, camino a la suya que me llamó la atención, tenía 12 años
aproximadamente (yo 15), portaba uniforme de la escuela
Netzahualcóyotl y seguramente tenía problemas ya que su rostro
adusto lo denunciaba; peinada con “cola de caballo” se veía muy
hermosa, era Acacia Ma. Del Carmen. Tres años después, sería mi
308
primera novia, la amé profundamente y fue el mejor recuerdo de
esa época.
Carmen atrapó mi corazón, me hizo sentir mariposas en el
estómago, mirar el futuro con esperanza, me ilusioné, estaba
profundamente enamorado, fueron las vivencias. Nunca me sentí
tan bien como cuando estuve junto a ella. Yo, el de las grandes
decisiones, quise posponer la formalidad de la relación y terminé
dando al traste con el gran amor de mi vida. Todo mi respeto para
su familia. Sobre ella puedo decir toda una historia pero lo único
que voy a asegurar es que siempre fui correspondido y amado.
LA ADOLESCENCIA
Fui un “lobo estepario”, lo he sido siempre, me gusta la soledad.
Esta parte de mi vida está llena de incidentes: choques
automovilísticos, muchas mujeres, peligros, aventuras, amistades
por todos lados. Con Julio y Pepito tengo una anécdota. Fuimos al
teatro a ver la obra la “pulquería” con Rafael Inclán. De regreso
platicábamos lo que habíamos disfrutado, Julio decía: -“Te
acuerdas del cuate al que le decían el italiano y al principio su
amigo lo chanceaba, todo bien y después ya “pedos” le
sentenciaba, ya pinche romano ¡te voy a partir tu madre!” y todos
ja ja ja. Al enfilar hacia la casa del Pepito nos encontramos a Jesús
Corona con alguien que nos presentó como su cuñado y que era de
San Vicente -municipio vecino al oriente del nuestro-. Traían un
pomo y tomamos. Ya estábamos “muy persas” y el Pepito le
quería pegar al chavo, Julio y el Corona lo defendían y yo al
Pepito; en un momento el chavo se le puso difícil a Julio y éste le
dice: - “Cálmese güey que yo si le pongo en su madre, yo no soy
como estos pendejos”, entonces el que se enjundia soy yo y le
digo: -“A quien le dices pendejo, pendejo” y así se siguió la
rebatinga que al final, entre defensorías y llamados a la calma,
terminó todo igual que en la obra de teatro. Al otro día a Julio, que
vivía en mi casa, le reclamé: -“me querías pegar pinche Julio” y él
contesta: -“No, si yo nomás los estaba defendiendo”.
El Tepis me invito a a transportar la antorcha olímpica en su paso
por Chimalhuacán, un día antes de la inauguración de los juegos
olímpicos. Me correspondió trasladarla de la “lagunilla” al
309
“puente” y allí se la entregué al Tepis quien la transportó hasta la
presidencia municipal para que se encendiera un pebetero en el
centro de nuestra comunidad.
MIS MAESTROS
Quienes le han dado dirección y rumbo a vida son: Profesor
Eugenio Alonso Martínez, quien me enseñó en la secundaria lo
fácil que pueden ser las matemáticas. Tuve el privilegio que uno de
los más grandes periodistas que ha dado este país: Miguel Ángel
Granados Chapa, fuera mi maestro de periodismo latinoamericano
en la escuela Carlos Septién García, donde estudié dos años.
LOS XIX JUEGOS OLÍMPICOS
Entrego el fuego olímpico al Tepis en el puente (abazolo y
Netzahualcóyotl).
Cuca Valero la “bien amada” me enseño la materia que más me ha
formado: la Logoterapia. Antonio Hernández Hernández “el
cepillo” me mostró el lugar exacto que ocupa el ser humano en
todo el espectro universal y la tarea que le corresponde realizar, el
sólo estudió hasta el tercer año de primaria, sin embargo fue el
mentor más grande que tuve.
310
Cuando cursaba en cuarto año jugué en la selección de futbol de la
escuela José María Morelos y Pavón –los demás eran de sexto—
.En la Escuela Apostólica Josefina había en edad: chicos,
medianos y grandes, sólo Manuel Camarena y yo, ambos de 11
años, estábamos en la selección mayor de futbol.
EL FUTBOL En el seminario se
desarrolló mi pasión por este
deporte, recibí escuela y
competencia, mi primer uniforme:
calzón blanco y camisa verde,
número ocho; mi puesto era
interior izquierdo, se jugaba
entonces la formación 3-2-5.
Estando de vacaciones en Jasso,
Hidalgo, hoy ciudad Cruz Azul,
José Luis Sánchez, portero de
cruz Azul de segunda división profesional nos dio una clínica.
A los nueve años formé un equipo de
futbol para jugar un cuadrangular que
organizó “el bocón”, ganamos; yo era el
capitán y no recibí el trofeo porque no
llegó, días después me enteré que Dionicio
Castillo “la leona” lo había recibido en su
casa. No hay sensación más extraordinaria,
en este deporte y en la vida, que la
victoria.
Cuando fui campeón de liga de la primera
división y campeón de campeones en mi
pueblo con el equipo Morelia, fui paseado en hombros.
El sentimiento de grandeza te invade y pierdes por minutos la
sensación del tiempo y el espacio, sólo existe el gozo.
En 1972 Alfredo Castillo Peralta “el Alfredo”, de lo mejor que dio
el fut en Chimal me dijo: -hablé con el entrenador del Texcoco de
segunda división profesional (él y su compadre el “Regas” jugaban
Mi primer trofeo –
1955--
Mi primer uniforme de futbol
311
allí) y te van hacer una prueba-. Fui, jugué un partido, estaban en
pretemporada, ya no regresé, me volvió a buscar y me comentó: -
ya estás dentro ¿Por qué no regresaste?-, y le dije: -es que estoy
entrenando futbol americano en el CCH Naucalpan, me olvidé del
soccer.
EL TIDEES
Una banca en el jardín municipal era nuestro sitio. Allí “los hijos”
expresábamos sueños, anécdotas y chismes que le daban a nuestras
reuniones colorido y encanto. Un día del año 1964, nacieron los
deseos de juntarnos para jugar futbol, la mayoría quería que fuera
en el León y otros en el Tampico, pero decidimos ir al león B, para
estar todos juntos. Me parece que aquí nace la necesidad de
convivencia y el poder ampliar esas largas pláticas que era tan
gratas para todos que sólo se podían llevar a cabo en casa del
Arrepentida, reunía las condiciones que ninguno más podía
ofrecer.
Aunque yo sugerí el nombre de TIDEES al equipo, no jugué con
ellos la primera temporada; me fui al Poli de primera división a
invitación del Tepis, ésta ha sido la mejor de toda mi vida.
Recuerdo haber traído loca a la media de los tiburones rojos –les
decían los maestros—, al marino, a Rogelio y otro que no recuerdo
su nombre, hagan de cuenta cuando Carlos Reynoso, en el primer
partido contra el Guadalajara, en su propia casa, trajo locos como a
cinco o seis chivas detrás de él, sin poder quitarle el balón.
Regresé con los cuates a la siguiente temporada y no recuerdo que
haya pasado gran cosa, sólo que en el primer partido contra el
Milán, en una jugada en un punto fuera del área grande, iba a
chocar de frente con el defensa central contrario “el perico”,
cuando escucho una voz conocida que dijo: ¡aguas! Con un paso a
la izquierda evité el choque. El defensa, entonces, choca de frente
con su compañero el “chabelo”, que pretendía pegarme con todo
por detrás, ambos eran altos, estaban “pelones” y se quedaron
tendidos en el campo conmocionados, sólo Dios sabe cuál hubiera
sido mi condición de no haberme movido. No recuerdo como
quedamos esa temporada, pero reconozco que mi presencia tuvo un
carácter negativo. Mi forma de mirar el juego no era aceptado por
312
el Arrepentida. Yo quería jugar con pizarrón y con jugadas
prefabricadas y él de manera tradicional, esto dividió al equipo y lo
mejor fue salirme.
La siguiente temporada jugué con el equipo Morelia de primera
división, reconocido por su gran futbol, casi un equipo familiar
(los Arrieta), sin embargo nunca habían obtenido un título. Con
ellos, cumplí el sueño de ser campeón de liga y campeón de
campeones de primera división, fue contra los tiburones rojos; ese
día fui llevado en hombros por casi toda la cancha, fue mi gran día,
después de eso el futbol pasó para mí a segundo término; otros
amigos en el trabajo, el alcohol, las mujeres y el cotorreo pasaron a
ocupar mis tiempos libres.
HOTEL CONTINENTAL HILTON
En 1969 trabajé en el hotel de intendente.
Me asignaron los baños de los trabajadores
y allí gané mis primeras propinas dando
lustre a los zapatos de los compañeros de
trabajo; vendía navajas de rasurar, les
proporcionaba toallas y me ganaba una
lana. Exactamente al año hice un examen
de inglés con el señor Casado, capitán de
“botones”, por recomendación del ama de
llaves, y pasé a formar parte del grupo de
“bell boys” y a ganar buenas propinas.
En un coctel, durante el campeonato mundial de futbol en 1970
ofrecido a las selecciones de Inglaterra, Rusia y México, ya
eliminadas, pude saludar a: Los Charlton, Boby Moor, Padilla,
Borja, Eugenio Rivas, etc. En especial, estreché la mano de un
ícono de la portería en todos los tiempos: Lev Yashin (único
portero en ganar “mejor jugador de Europa”), le pedía que me
diera una foto y no autógrafo como lo hacía con quienes no eran
jugadores, insistí tanto que me cargó –medía como dos metros— y
me dio de comer “charritos” en la boca, finalmente cedió y me
regaló una foto de él autografiada, no sabía que era yo hijo de don
Félix Sánchez al que apodaban el “necio”.
Lev Yashin
313
A los 44 años, después de una larga ausencia de los campos de
futbol, volví a registrarme en el Nápoles de la primera especial,
casi siempre me daban minutos en la cancha, muy seguido medio
tiempo; con nosotros jugaba Mario Gutiérrez, único jugador de
primera división profesional que ha tenido Chimalhuacán [Tecos-
Torneo 86], de ese tiempo y que yo conozca. En el primer año
jugamos la final de copa contra el equipo del Carlos el “canillas”:
Sociedad Santo Domingo, perdimos uno por cero, su equipo estaba
plagado de jugadores que habían jugado profesionalmente, después
la liga obligó desaparición del equipo Nápoles.
Estuve en equipos de veteranos en Chimalhuacán y en Cuautla,
donde resido, el amor por el futbol me llevó a extralimitarme.
Estando parado en medio campo esperando que llegara el balón
por esa zona, sentí como una pedrada en la pantorrilla, se había
roto el tendón en tres partes. Casi un mes antes, había metido mi
último gol en el campo de la Hacienda el Hospital (cerca de
Cuautla), contra el equipo local, fue un tiro de castigo por el centro
del terreno, el balón estaba más cerca de media cancha que del área
grande, mi compañero Sebastián Luna, nieto de Zapata –sé lo que
digo- me dijo: -desde que te perfilaste, yo sabía que lo ibas a
meter-, para mí, hermosa manera de dejar este bello deporte.
Abajo: soy 3º, 4º Sebastián Luna (nieto de Zapata), 6º Antonio Becerra y
último “el charly”. El equipo es Estudiantes-Barcelona.
314
APORTACIONES AL FUTBOL
Mi transitar por la vida ha sido espiritual-existencial, es decir, ser-
siendo. Dos acciones de futbol son mis creaciones, primera:
Imagíname de espaldas, el rival a mi derecha, listos a disputar el
balón; mi cuerpo gira en sentido contrario a las manecillas del
reloj, mi hombro izquierdo va a encontrarse con la espalda de mi
contrario, el lanza su hombro izquierdo contra mí, ¿Qué sientes
cuando le das con todo al balón y alguien lo mueve?, eso mismo le
pasa a mí rival, además en ese momento siente el golpe, totalmente
inesperado, en su espalda y, no importa lo grande que esté va a
caer todo descompuesto ¿Cómo surgió esto? Cuando estudiaba en
la vocacional 2 en Tolsá y Tres guerras, en la ciudadela en el D. F.
en el taller de mecánica vi como giraba sobre su eje un pedazo de
tubo, le aventé una pequeña piedra y vi la velocidad a la que era
lanzada, hice lo mismo, estando sin girar el tubo y vi la diferencia,
lo probé en el futbol varias veces y resultó.
Segunda: tenía 45 años y jugaba en la primera especial de mi
pueblo con el equipo Botafogo de Santa María Nativitas, un
compañero conducía el balón a la misma distancia del área grande
y de la media cancha, por la banda izquierda; pasa el balón a otro
jugador nuestro y le grito: -“¡Que pase!”. Levanta el pie y deja
pasar el balón, lo empalmo y sale un balón que sube y que baja
ostensiblemente, el portero le lanzó el puño pero no acertó a
tocarlo, sentí un fuerte dolor en la entre pierna y, poco a poco, me
recobré, fui felicitado hasta por los contrarios ¿Qué pasó? Me
preguntaba que sucedería con el balón si le daba como golpe de
karate, con mucha velocidad y recogiendo el brazo en el momento
del contacto. Lo hice, recogí mi pierna muy rápido cuando sentí el
contacto con el balón, y el resultado fue un gol espléndido.
SECRETARÍA DE SALUBRIDAD Y ASISTENCIA
A principio de los años setentas se abrió en ciudad Netzahualcóyotl
un hospital general, allí trabajamos: Julio, Tepis y el Ojón. El
director era el doctor Gustavo Baz Díaz Lombardo y Doña
Micaela, mamá del Hugo, era su comadre. Ella me ayudó a
ingresar, cumpliendo con los requisitos que incluían exámenes.
Nunca agradecí lo suficiente el gesto y la atención de esta gran
mujer, que también era comadre de mí mamá. Ascendí rápido,
315
tomé cursos especiales. Hice estudios a nivel maestría en salud
preventiva que ayudaron a que me dieran responsabilidades
administrativas a nivel regional. Aquí fue donde, lleno de vigor y
juventud, le entré al vino con esmero y a las mujeres con pasión.
LA POLÍTICA
Durante cinco años viví en el Distrito Federal. Cuando regreso al
pueblo me integro al equipo político del Javi, candidato a la
presidencia municipal para el periodo 82-84. Gana y me designa
como Secretario del Ayuntamiento. Trece días después de la toma
de posesión, cerca de mil gentes toman la presidencia y me toca
enfrentar el problema. Más adelante hubo otra toma y nuevamente
me tocó a mí, me pusieron una escopeta en el pecho y me sacaron
de la presidencia para después soltarme, habían quemado
camiones y golpeado a policías.
Fui Secretario General del PRI y busqué la presidencia municipal
sin éxito. En el trienio 85-87, soy durante año y medio Director de
Gobernación, Reglamentos y Vía pública en Texcoco y vuelvo a
intentar por la presidencia; esta vez estuve a “un pelo de rana
calva” de ser presidente, pero como siempre, se resolvió con
dinero.
1983 con José Corona, presidente del Pri municipal -de
chamarra de piel-.
Pabello fue candidato y me nombró jefe de campaña y, siendo
presidente, secretario del ayuntamiento. Después de ocho meses
fui secretario particular del diputado federal Rafael Garay cornejo.
316
Estuve en reuniones con personajes como: Fernando Gutiérrez
Barrios, Marcelo Ebrard e incluso en el “besamanos” con Salinas
de Gortari en Palacio Nacional, que pena. En ese ámbito pude
mirar de cerca cómo se dan las relaciones políticas, como se
establecen los compromisos entre los grupos de interés, todos
desean un beneficio para la patria al redactar las leyes, siempre y
cuando su gremio no sea afectado: petroleros, maestros,
transportistas, la “telebancada” y así los que me digas. Los que
ganan son ellos, los que perdemos somos nosotros.
ANTORCHA
Para quienes en la actualidad presumen de “un nuevo
Chimalhuacán”, déjenme decirles que no se debe llegar al poder
por la puerta de atrás” y sentirse satisfechos, no es por la presión y
por la fuerza como se construye un pueblo en tierra ajena, así nos
lo enseña nuestra historia. No van a lograr la grandeza, les faltará
siempre la estatura de la que habla el doctor Castelazo Ayala: el
bagaje espiritual e intimidad con el Ser de la tradición nahuatlaca y
bondades humanas que nuestro pueblo posee. Es por eso que
ustedes los “antorchos” han estado “tan necesitados” de tender
puentes con personas representativas del municipio antiguo hacia
al nuevo status chimalhuaquense y poder sentirse, entonces,
genuinos. Podrán tener su nueva comunidad cuando se extingan las
personas que dieron base antes de su atropellada presencia, y
tendrán, dentro de su ilimitada soberbia intelectual, aprender que
están fincando sobre cimientos sólidos en significado, en sentido
de pertenencia y trascendencia; esos valores que un puñado de
jóvenes supieron preservar y acrecentar: los TIDEES.
MI ESENCIA
Han dicho que soy un pensador y un rescatador. Sobre la segunda
recuerdo haber salvado la vida de tres personas: a Jesús “el loco”
que se ahogaba en una alberca del seminario que estaba por el
camino viejo a San Vicente, teníamos 10 años de edad; a mi
hermana Hilda en una alberca de un hotel en Acapulco y a
Domingo Valverde en el mar de Veracruz. Éste parecía que jugaba
con Juan Paredes “el yiminis”, antes de romper las olas, al llegar
con ellos vi su rostro transparente y le escuché decir: -“ya no
puedo, ya no puedo”. Lo abrasé, después de unos minutos yo
317
estaba agotado, pensé dirigirme a la playa como a unos 30 metros,
no quería ahogarme junto con él. Alguien en mi interior me dijo,
así lo entendí entonces y ahora también: AGUANTA UN POCO
MÁS. Al mirar atrás vi una enorme ola que nos lanzó a la arena, la
tocamos, pero la misma fuerza del agua nos regresó. Una segunda
con la misma fuerza o más, nos expulsó definitivamente.
MADUREZ
Tuve un lustro sabático y fundamentalmente hacía tres cosas:
arreglar mí casa, comer y jugar futbol (toda la semana); me
abandoné de mi persona: tomaba 12 tazas de café que más parecía
lodo y fumaba tres cajetillas de cigarros al día, no tomaba pero mi
vida era totalmente vacía. Cada fin de semana me visitaban mis
hijos (estaba separado de mi pareja). Un día fui a la villa de
Guadalupe y pedí con mucha fe ser otro, entonces comencé una
nueva vida que me llevó a estudiar y así pude sacar lo mejor de mí
y poder compartir mi esencia con los demás a través de mi
existencia. A los 52 años, cuando ingresé a la Casa Viktor Frankl,
tuve un salto geométrico en mi persona que me permitió ayudarme
y así poder ayudar a los demás.
El descubrimiento de la Logoterapia y el Análisis Existencial me
ha permitido conocer la filosofía, comprender al mundo, mirar al
ser humano como único e irrepetible y, sobre todo, encontrar el
camino que me corresponde transitar. La culpa, el miedo, el
sentirme víctima, la soledad, la incertidumbre, acompañantes
constantes de toda existencia, ya no me atosigan, desde entonces
soy un hombre libre y ejerzo esa libertad, por eso me siento tan
pleno y tan lleno, he descubierto mi razón de ser: Ser para los
demás, lo que digan de mí, en cualquier sentido, lo acepto, callo y
sigo caminando.
PLATICANDO CON ALFRIED LÄNGLE
-presidente de la GLE internacional-
En el segundo seminario que tuvo Längle con los alumnos de la
GLE (Sociedad internacional de Logoterapia y Análisis
Existrencial) México, en el apartado de revisión de casos, una
compañera presentó el suyo: dependencia a la comida. Ella era
robusta, bastante alta, enfermera de profesión y quien, junto con
318
sus hermanos, sufrió maltrato y severas golpizas, por ambos padres
en la infancia. Dolía más los golpes a sus hermanos que los que
ella recibía. La entrevista fue extraordinaria, alrededor de 50
terapeutas estábamos impresionados por la calidad del encuentro.
Al finalizar Längle nos pidió saber si tuvimos un problema similar,
hacer observaciones y aportar a la terapia.
Por la tarde al despedirme de Alfried me preguntó: -¿tú querías
decir algo en la sesión? Le dije: -sí. Continuó: -¿Y por qué no me
lo planteas ahora?
Con Indira Florez S. y, Alfried Längle, presidente de la GLE-
Int.
Y le expuse: -ok, me parece que se le debió ponderar el hecho de
condolerse por sus hermanos, ya que tiene un valor profundamente
humano. Su profesión es enfermera, una profesión con muchos
valores, sobre todo la solidaridad con el dolor del otro. Guardó
silencio por breves instantes y me dijo. Lo que dices es muy
profundo ¿sabes? Y pensé –no, es Logoterapia—. Le pregunté
entonces, ¿Es correcta la aportación? Me dijo: -Es correcta. Y nos
despedimos.
LOS GÁLVEZ DE CHIMALHUACÁN
Cuando era niño me decía por qué mi abuela paterna Albina
Gálvez era tan cabrona y como había hecho para casar a dos de
sus hijas con los más ricos del pueblo. Al enterarme de su posible
parentesco con los virreyes de México: Matías y Bernardo de
319
Gálvez -de éste se decía que era un cabrón- entendí porque. Los
hijos del tío Luis Gálvez: Miguel, Pablo, Luis, el Pio eran
cabrones, igual Beto Gálvez de Santa María y los hijos del tío
Felipe González, los “vacas”, todos ellos parientes.
Fernando Sánchez Gálvez, Eliseo Sánchez Buendía, Eugenio Sánchez
Jiménez, Ofelia Rodríguez, Cuca, Elvira Buendía Sánchez, Rosa
Sánchez Gálvez, Quintina Sánchez Gálvez, Luisa Sánchez Gálvez,
Enedina Buendía García, Lupita Rico Sánchez.
Rafael Sánchez Buendía, Alberto Buendía Sánchez. Socorro Sánchez
Jiménez, Félix Sánchez Gálvez, Albina Gálvez [95 aniversario] [nieta de
Antonio de Gálvez], Rosa Sánchez Jiménez, José Sánchez Jiménez, Félix
Sánchez Buendía “el Padre”, Alvaro Rico Sánchez. [1967 o - 1968]
A Juliéta Gálvez Banda, autora del libro: “Memorias de mis
abuelos de Chimalhuacán”, al preguntarle el origen de los Gálvez,
me dijo: “busca Bernardo de Gálvez”, y encontré lo siguiente:
Bernardo de Gálvez nació en 1746 en Málaga España, fue el
Virrey 49 de la Nueva España de 1785 a 1786, fue sucesor de su
padre, fecha, más o menos, en que aparece el primer Gálvez en
Chimalhuacán de nombre Antonio de Gálvez.
El trato de Bernardo era sencillo, amable y franco. Pérez reverte
dice: “…Además de político y soldado -luchó también contra los
320
indios apaches y contra los piratas argelinos-, era un hombre
ilustrado y valiente. Sin duda el mejor virrey que nuestra Nueva
España, hoy Méjico, tuvo en el siglo XVIII”. [Pérez R. A., 2014]
España apoyó desde el principio la Guerra de Independencia de
los Estados Unidos mediante Bernardo de Gálvez, quien negoció
directamente con Thomas Jefferson, Patrick Henry, Oliver Pollock
y Charles Henry Lee. Su intervención se consideró tan decisiva
para el triunfo de las tropas americanas que durante la parada
militar del 4 de julio, desfiló a la derecha del mismísimo George
Washington en reconocimiento a su labor y apoyo a la causa
americana.
En la toma de Pensacola cobró mayor fama, al forzar con su
bergantín “Galveztown” la entrada de la bahía, el jefe de la
escuadra española se había negado a dirigir sus barcos a la
ciudad por lo peligroso de la misión. El mensaje que envió al
capitán Calvo de Irazábal fue: “Una bala de a treinta y dos
recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las
que reparte el Fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor
que me siga. Yo voy por delante con el “Galveztown” para
quitarle el miedo.”. La ciudad capituló y fueron hechos
prisioneros el general Campbell y el almirante Chester. [hermano
temblón, 2014]
Se sabe que Antonio de Gálvez, casado con española, y de 66 años
llegó, en la segunda parte del siglo XVIII a Chimalhuacán [intuyo
que era hijo “fuera de la familia” de José de Gálvez, hermano del
primero y tío del segundo]; traía nombramiento del Virrey; vivía
en San Ángel, en la hoy, ciudad de México, por lo que parece que
su residencia en el pueblo no era permanente. Eduviges Gálvez su
hijo, vivió en Chimalhuacán entre 1820 y 1850; casado con
Ignacia Jiménez, compraba productos del lago con doblones de
plata y oro y los llevaba a la ciudad de Galveztown, fundada por
Bernardo de Gálvez, pariente cercano, y a Canadá a donde
viajaba con frecuencia; además cultivaba en 2 estanques
diferentes tipos de peces que traía de allá, por encargo del propio
Virrey, quien había ordenado que se realizara un catálogo de
321
diversas especies de aves, plantas y peces en la Nueva España.
[Gálvez, 2014].
Julieta dice que sus hijos fueron: Cirilo, Anastasio, Paula, Agustín,
Eduviges y Juan (su bisabuelo). En mi investigación los hijos de
Eduviges Gálvez fueron: José –papá del doctor Pedro Gálvez-,
Clara (vivía en una casa de dos pisos junto al IMPI de Xochitenco),
Jovita (casada con Rafael Espinoza que fue presidente de Texcoco)
vivía frente al jardín central de Texcoco, Antonia abuela de los
Buendía Buendía que viven frente al frontón y Juan (tuvo diversas
tareas en el gobierno). Alvina era media hermana de ellos, fue
abuela del Padre, del Marranito y mía, y bisabuela de David, son
más directos en parentesco el Pointer y Pepe. A finales del siglo
XIX el poder y riqueza de los Gálvez era enorme, había que ver
sus residencias y terrenos. Julieta y yo pensamos que Eduviges
Gálvez, tenía dos familias.
Los hijos de Juan Gálvez, según Julieta eran: Eufrasia, Macaria,
Manuela, Antonia, Sofía, Agripina, lino, Celso y Valentín –su
abuelo-. Para mí Juan, al que conocí personalmente de niño, era
blanco, de ojos azules, ancho de espalda, poco pelo y bajo de
estatura; tenía su domicilio y su negocio de abarrotes en la colonia
Morelos, sus hijos fueron: Juan, Teodoro (médico) y la Quica (o
Bertha). Tuvo una hija con Rosa González de San Juan de nombre
María Gálvez González, mamá de los “Cheques” [Constantino
Guadalupe, 2014]. La conclusión de parte Julieta y mía es que tuvo
dos familias. Los Gálvez que conozco, mayoritariamente tienen
ciertos rasgos: son cabrones, les gusta la buena vida (sea lo que
esto implique), muy trabajadores (dije la mayoría ¡eh!), bastante
mujeriegos y de muy buena percha.
Es muy importante saber nuestro pasado, sin embargo a veces es
un lastre, debido a que este vínculo se hace tan dañino que no
permite al individuo trascender sino sólo mirar atrás. Si se ata al
pasado, “…aquel que no construye un mundo con tus propias
manos, con lealtad y empeño, jamás logrará comprenderlo…”
[Polibio de Arcadia, 1996]. La aseveración de Viktor Frankl, el
neuropsiquiatra del sentido de la vida: “no le preguntes a la vida
322
que puede hacer por ti, pregúntate que puedes hacer por ella”, la
tomo como mi verdad en esto. La investigación está en curso.
ESTUDIOS
Al igual que mis hogares en la infancia, también en los estudios fue
un peregrinar continuo. Los tres primeros años de primaria fueron
en la escuela parroquial “San Juan Bosco”; un año en “José María
Morelos y Pavón”; Quinto y sexto año en la “Escuela Apostólica
Josefina” en San Juan Teotihuacán; primero de secundaria en el
Seminario Josefino en Santa María del rio S.L.P.; segundo y
tercero de secundaria en la Escuela Netzahualcóyotl en
Chimalhuacán; primero de vocacional en la Voca 3 de IPN;
primero y segundo de vocacional en la Voca 2 del IPN; CCH
Naucalpan de la UNAM; dos años en la Facultad de Psicología de
la UNAM; Salud Pública (nivel maestría) en la SSA; dos años en
la Escuela de periodismo Carlos Septien García; Estudios
Avanzados en Logoterapia en la Casa Viktor Frankl; Análisis
Existencial en la GLE-México, filial de la GLE-Internacional de
Viena Austria, estudios que tienen nivel maestría (por terminar).
POR HOY, ES TODO
Mirando fenomenológicamente (Husserl) mi vida, puedo decir, sin
ningún rubor existencial, que he sido muy afortunado. De lo que
me dio la vida, recibí abundancia en ejemplos y en dones
personales. Unos padres que se distinguieron por el trabajo y la
fortaleza moral, mi madre; la bondad y el orgullo, mi padre. De lo
que hice, yo lo decidí en última instancia.
Tres grandes amistades tengo y son el Maco, Pepe y Julio. Hoy
vivo pleno de “quehaceres existenciales”, donde mi decisión sigue
siendo quien define el rumbo y la meta. Sigo a “pies juntillas”, lo
que Nietzsche escribió en un epigrama: “Consuma tu vida” y
“muere en el momento justo” [Yalom 2008].
He sido tal como me han definido Guadalupe Beltrán el “paquín” y
la doctora Paty Vázquez: un pensador y un rescatador y acepto
agradecido lo que dice de mí “el campeón” Barajas.
323
En cualquier momento me puedo ir, porque ya me quedé, aunque
no me he cansado de vivir; soy este y soy esto y he recibido más
de lo que merezco; mi esencia, ha sido ratificada y reajustada
constantemente por mi existencia-espiritual, es decir: “He sido
siendo, para ser el que soy y siempre debí haber sido” –más
ampliado que el imperativo de Píndaro: “el hombre debe llegar a
ser lo que siempre ha sido”. Soy TIDEES, con ellos me hice y
espero que se comprenda que la comunidad, ese estar juntos, es el
amor y en esa bandera, los TIDEES todos, nos hemos envuelto.
Con los míos… Félix Antonio, Sebastián, Dylan;
Roberto, Lourdes, Voltaire, Gladys y el sobrino
Carlos.
324
SÉPTIMO CAPÍTULO Hasta pronto
-a manera de conclusión-
“Yo solo” –Bernardo de Gálvez-
Angel Buendía R., Javier Martínez G., Julio Ibarra M., Cecilio Gómez
A., Ángel Jiménez P., Hugo Valverde M., Alfonso Romero M., Marco
Alonso J Victor Ochoa, Adolfo Siles M., yo, Jaime Valverde C.,
Fernando Canto G., José Canto G. y José Fernández B.
La manufactura de este documento es una historia de vida. Libro
que debió escribirse en varios años y no en los tres en que se hizo.
Para la primera reunión el Maco me dice: “tenemos que preparar
una orden del día”. La segunda reunión en San Miguel Tlaixpan, le
digo: “vamos hacer el orden del día” y me explica, -“mi esposa y
yo acostumbramos apoyar a la gente, un empujón, nada más”.
Semanas después nos reunimos con Bernardo; Maco, Adolfo,
Pepito para ver el proceso del libro y nos dice: “la forma y el
fondo están mal y la imagen donde están brindando con cerveza
contradice lo que está escrito en el libro sobre los valores que se
ejercieron”, días después me informa que no va a participar en mi
“libro” y Adolfo me sugiere tomar un curso de redacción.
325
Nada cambió mi entusiasmo y seguridad. En verdad agradezco la
franqueza con la que me hablaron, sabía que era por mí bien, lo iba
hacer aunque fuera yo solo. Desde el principio supe que era mi
obra, mi creación, mi hijo. Nada iba a detener la señal recibida.
La idea de escribir, portada, diseño, estructura, publicación y
“trabajo de nalga” es mío. El Maco se hizo presente: aportó
documentos y fotografías. Escribí para contar la historia del grupo;
me queda claro; sin embargo, que la aportación de sus historias
definió la orientación y que cada uno, incluso los que no
escribieron, deben saber que resultado también es suyo, Gracias a
todos los Hijos por el trabajo realizado.
¿Por qué no utilicé corrector de estilo? Mi tesis apoyada en
Heidegger, es que la palabra, hablada o escrita, tiene tres
dimensiones: cuerpo, alma y espíritu. En su segunda manifestación
-lo escrito- el cuerpo es la letra (tamaño, tipo, etc.); el alma es
precisamente la corrección de estilo: nos proporciona claridad,
quita los sobrantes y nos facilita la lectura, pero muchas veces,
también, quita sentido y esto, el significado, es lo espiritual de la
palabra, lo más valioso de la comunicación humana y la razón de
ser de la expresión de la persona.
La identidad chimalhuacana y mexicana, desde mi punto de vista,
tiene dos aspectos fundamentales: negativo y positivo. El primero
tiene que ver con la inclinación a no acercarse al conocimiento,
saber de oídas; esto le da cerrazón e ignorancia y se pierde. El
segundo es la seguridad de grandeza y el resguardo de sus tesoros
espirituales: la tradición, donde el amor a la vida y la diversión
hacen su nido.
Hemos afirmado que el nacimiento, desarrollo y trascendencia del
TIDEES se debe a su trabajo en comunidad. Me distancié
psicológicamente del grupo para que pudiera mirar la objetividad
en mis amigos, como dijo mi hijo Félix Antonio: “tienes que dejar
de ser Tidees, por un tiempo, para convertirte en autor”.
Pretendemos que vean un grupo que clarifica los significados que
hay en el mundo, las miles de razones de valor que hay cuando
326
nos decidimos a abandonar el anonimato, la masa, cuando nos
arriesgamos a ser. Si bien tuvieron su espacio y su tiempo: el
pueblo y la mitad del siglo veinte, lo cierto es que hay otro tiempo
y espacio que tiene que ver con la temporalidad de la que habla
Heidegger [Boutot Alain, 1995], es decir, el hecho de hacer
historia y que haya un devenir que conserve su mismidad.
Miré como el fenómeno amalgamado se da muy de vez en vez: los
individuos son de tan grata presencia que no obstaculiza, sino que
fortalece la denominación de grupo. Cuando nos encontramos los
amigos seguimos siendo los mismos: llenos de vitalidad y
disposición. No hay grandes pretensiones, sólo damos sentido a las
acciones que acompañan nuestro transitar por la vida.
El tono escogido, para este trabajo, fue el existencial porque
descubre la realidad concreta de un individuo y se cristaliza su
condición trascendente. “Es lo más específico del hombre porque
ilumina el espacio y se despliega en el tiempo” -Medard Boss-, lo
entiendo así: Los Hijos hicieron de su espacio y de su tiempo, la
eternidad.
La eternidad se da en cada momento, se logra cuando le damos
sentido a nuestras acciones y somos capaces de forjar la existencia
individual, cuando miramos que fuimos hechos con un propósito y
descubrimos que “estamos aquí para aprender amar
desinteresadamente” [Kübler R. E., 2004]
En la película “Los miserables” cuando se desata la revolución, en
una batalla entre los rebeldes y la policía, Jean Valjean busca a
Marius, novio de su hija Cosette para pedirle que vaya en busca de
ella:
- “Ve junto a ella”, le dice.
– “No”, le contesta.
– “Ve junto a ella”, le repite.
– “No, ahora no”, insiste.
- “Ella es tu futuro”.
- “Si no vencemos ninguno tendremos futuro”.
- “Tienes amor, es el único futuro que Dios nos da…”
327
El amor, es la conquista de los Tidees –nos lo dio EL, su dueño,
para avalarlo sólo hay que observar los rostros en las fotos
escogidas ¿Qué se observa? Siempre somos así cuando estamos
juntos, parecemos niños con “zapatos nuevos”, tenemos conciencia
de lo que fuimos, de lo que somos ahora y de lo que nos espera
más allá del último día. Y como dijera Chucho: << ¿Quiénes se
han dado el lujo de ser, cómo nosotros somos?>>.
Hasta el término del escrito, frente a la computadora, hubo
sonrisas, carcajadas, canciones; me paré a bailar rock and roll y
también hubo lágrimas, muchas lágrimas (de alegría).
El transitar por su escritura me permitió exorcizar mis demonios;
buscar en mi interior lo mejor de mí y darlo. Parecía que se alzaba
el telón y miraba el pasado nítido, sin mácula, es por eso que al ver
el todo, como resultado y como proceso, estoy seguro de que lo
que escribimos y de lo que he mirado de nosotros –los Hijos, los
Tidees- me hizo sentir lo que dice el poema más corto que se ha
escrito en el mundo: “Me ilumino de inmensidad” –Giuseppe
Ungaretti—.
Mur, Pepito, yo, Pabello, Julio, Giulio, Rabelt, Villegas, Tomás V.,
Niño. Maco, Barajas, Adolfo y Quino.
328
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