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Genética

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Contenido desarrollado por D. Lorenzo Moreno y publicado en su web.

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Page 1: Genética

La revolución genética

Comenzando con humor…

¡Noticia de última hora! El misterio de por qué las células solo

usan una pequeña parte del ADN ha sido resuelto. Los

científicos que trabajan en el proyecto del genoma humano

han conseguido descifrar una secuencia que previamente se

consideraba carente de significado. Dicha secuencia es:

ATGCATGGACTGATCTAGTCATGCTGACTGGTACATACCGAATCAGTACC

ATGGACATACAGTACGTTACCGTGACCTCAGTCAATGGCCATCTCGTGA

CTTCGATCTACTAAATCCATGATCATAGCATGATCAGTCCTACGTAGCAT

GCAATGCATCATATAGCATATCACATTATACGACT

ACGTACATGACGTACCGTAGTACATCAGG

Y significa: «¿Sabe usted cuánto le costaría poner su anuncio

en este espacio?».

1. La bomba darwiniana

2. No hay un solo dato científico que indique que los alimentos transgénicos sean más o menosseguros que los convencionales

3. Bernat Soria, investigador científico: «La inversión en ciencia y tecnología es lo único que nos defiende de lo desconocido»

4. Percepción pública y comunicación eficaz del riesgo

5. Actas del III Congreso sobre Comunicación Social de la Ciencia

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1. La bomba darwiniana

El estado de los espermatozoides empeora. Tanto en cantidad como en calidad. Un estudio científi-co realizado en varios países europeos asegura que en las últimas cinco décadas su número se hareducido a la mitad (de 113 millones por mililitro de media se ha pasado a 66 millones) y su movili-dad es cada vez menor y más torpe. Por países, los hombres lituanos son los que mejor calidad desemen tienen, mientras que los daneses presentan el cuadro más deficiente (los españoles se sitú-an en la zona media). Los expertos atribuyen la reducción de la calidad del esperma a fenómenoscomo el tabaco, el estrés, la obesidad, el aumento de productos contaminantes y a un lento peroimparable proceso de degeneración genética.

La lista de cosas que reducen la calidad del esperma no será fácil de completar: son demasiadas. Lamera edad del propietario es una de las principales (Human reproduction, 22:180, enero de 2007), yno hace falta ser Matusalén: el declive empieza a partir de los 20 años. El sobrepeso es otra, y tam-poco es necesario estar obeso para notar los efectos (J. Androl, 27:450). Pero toda esa lista convergeen el mismo lugar: el cromosoma Y.

En el primer mamífero, el cromosoma Y era más o menos como el X, una ristra de 1 500 genes, perohace 300 millones de años perdió la capacidad de aparearse con él. Desde entonces no puedereparar bien los daños causados por el entorno, porque los cromosomas reparan esos dañoscopiando a su pareja, y el Y no tiene a quien copiar. El resultado es que el cromosoma Y ha perdidocinco genes por millón de años: el nuestro ya solo tiene 50, casi todos dedicados a la produccióndel esperma.

La científica que más a fondo ha estudiado la evolución del cromosoma Y, Jennifer Marshall Graves,de la Universidad Nacional Australiana en Canberra, ha mostrado que ese proceso natural de dege-neración genética continúa en el genoma de los hombres actuales, y estima que «el cromosoma Yse autodestruirá en cerca de 10 millones de años». Pero eso es solo un promedio, porque el 10 % delos hombres que presentan un grave problema de infertilidad de tipo cromosómico tienen signosde «una degeneración acelerada del cromosoma Y», según Graves y su colega de la Universidad deNewcastle, John Aitken. Puesto que esos hombres son estériles, no parecen haber acumulado esasmutaciones una generación tras otra: los datos sugieren «una tasa extremadamente alta de dañosespontáneos en el ADN».

Según los datos de Graves y Aitken (Nature, 415:963), una de cada siete parejas occidentales buscaen la actualidad algún tratamiento de reproducción asistida, y la principal razón de ello es la malacalidad media del esperma. Y estos autores advierten: «Incluso cuando un espermatozoide humanoconsigue fertilizar a un óvulo, los daños pueden surgir en la siguiente generación». Casi todas lasmutaciones humanas dominantes —basta una copia para ver sus efectos—, como el enanismo acon-droplásico o el síndrome de Aspert, surgen en las células sexuales masculinas, o en sus precursoras.

Graves y Aitken predicen que la calidad del esperma seguirá reduciéndose en los países occidenta-les, y de forma acelerada. La razón es que, con la progresiva extensión de las técnicas de reproduc-ción asistida, «se levanta la presión selectiva sobre la fertilidad y aquellos dotados con genes parala alta fecundidad habrán perdido su ventaja sobre los que no los tienen».

¿Se puede desactivar una bomba darwiniana? ¿O está el destino de los hombres escrito en el cro-mosoma Y?

Javier SAMPEDRO

El País11 de marzo de 2007

¿Qué otras razones, además de las que se citan en el artículo, reducen la calidad del esperma del hombre? ¿Cuáles pueden evitarse?

¿Cuántos cromosomas tiene la especie humana? ¿Tienen todos el mismo aspecto?

¿Qué enfermedades están ligadas al cromosoma Y?

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2. No hay un solo dato científico que indiqueque los alimentos transgénicos sean más o menos seguros que los convencionales

En un futuro próximo, quizá podamos saborear un vino elaborado con levaduras modificadasgenéticamente para potenciar sus propiedades antioxidantes y anticancerígenas. Pero esta mani-pulación genética de los alimentos ha levantado una fuerte inquietud en los consumidores. DanielRamón, doctor en biología e investigador del Instituto de Agroquímica de Alimentos (IATA), delConsejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), especializado en Biotecnología de los ali-mentos, nos explica el peligro real de los transgénicos.

P. El consumidor habrá oído que los alimentos transgénicos suponen un peligro, pero ¿se ha cons-tatado este peligro?

R. Todos los alimentos transgénicos que han obtenido el permiso de comercialización han tenidoque pasar una complicada evaluación sanitaria. Son los alimentos que han pasado mayor númerode controles. Los resultados de todo ello son claros: no hay un solo dato científico que indique queestos alimentos son más o menos seguros para el consumidor que los convencionales correspon-dientes.

P. Quienes defienden los alimentos transgénicos argumentan que en ellos pueden potenciarsecaracterísticas saludables. ¿Esto se está llevando a cabo?

R. Sí, es cierto. Se han desarrollado plantas transgénicas con un mejor contenido de aminoácidos oácidos grasos, se han conseguido alimentos transgénicos que vacunan contra enfermedades comoel cólera, e incluso, muy recientemente, se ha desarrollado un arroz transgénico que contiene vita-mina A y solventa los problemas de avitaminosis (crónicos en el sudeste asiático) asociados a unadieta basada fundamentalmente en este producto.

Me gustaría recordar que casi todos estos desarrollos están hechos en centros públicos de investi-gación, y no en las multinacionales del sector, lo que claramente indica la necesidad de apostar confondos públicos por la investigación en estas temáticas.

P. En el caso de España, ¿en qué aspectos se centra la investigación sobre alimentos transgénicos?

R. Fundamentalmente en alimentos de origen vegetal y alimentos fermentados. En los primeroshay muchos laboratorios en diversas universidades españolas, e institutos del CSIC y otros OPIIs(Organismos Públicos de Investigación e Innovación) que están llevando a cabo trabajos excelen-tes encaminados a modificar genéticamente las distintas variedades vegetales de consumo ennuestro país. En los segundos hay tanto grupos en ingeniería genética de bacterias ácido-lácticascomo en levaduras productoras de pan, cerveza o vino.

P. El recelo de los consumidores sobre los transgénicos, ¿está frenando la investigación al respecto?¿Qué puede suponer este freno?

R. La está frenando considerablemente en Europa. Hoy en día es difícil conseguir un proyecto en laUE que tenga la palabra «alimento transgénico». Es una situación preocupante porque a partir deun alarmismo social injustificado se está frenando no solo la creación de un tejido empresarialeuropeo en biotecnología, sino lo que bajo mi punto de vista es mucho más grave, el aumento delconocimiento en esta parcela de la ciencia.

P. Existe una polémica entre quienes ven en los «OMGs» (Organismos Modificados Genéticamente)un peligro para la biodiversidad y quienes creen que la biodiversidad es un concepto relativo. ¿Creeque esta puede transformarse por acción de los cultivos de alimentos transgénicos?

R. Claro que sí. Se puede transformar la biodiversidad con las plantas transgénicas porque no sondistintas de las convencionales y, con estas últimas venimos haciéndolo desde hace unos miles deaños. A finales del siglo XVIII en Lleida había veinte variedades distintas de manzana y hoy solo haydos que, por cierto, no son ninguna de aquellas (y todo ello sin ingeniería genética). ¿Quién es elresponsable? Usted, yo y los consumidores que con nuestras apetencias dirigimos el mercado.

Bajo mi punto de vista solo hay una estrategia lógica para solventar estos problemas: proteger labiodiversidad apoyando la creación de bancos de germoplasma y colecciones de cultivo.

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P. Se ha afirmado que los alimentos transgénicos pueden solucionar los problemas de hambruna,pero ¿realmente se ha orientado la investigación sobre alimentos transgénicos hacia esta proble-mática?

R. La biotecnología de alimentos no va a solventar el problema del hambre en el mundo porque noes un problema técnico, es un problema político que hoy en día ya tiene solución repartiendo losexcedentes alimentarios. Lo que sí puede hacer la biotecnología es mejorar las condiciones de pro-ducción en determinados cultivos y localizaciones geográficas del Tercer Mundo, o conseguir des-arrollos que eviten la aparición de problemas nutricionales (el arroz dorado que antes indiqué). Mesorprende oír decir a las multinacionales del sector que las plantas transgénicas solventarán estosproblemas, pues ellas no están invirtiendo en investigación en los cultivos del Tercer Mundo. Inves-tigan en aquello que comemos los ciudadanos de los países desarrollados. De la misma forma queme sorprenden las afirmaciones de algunas organizaciones ecologistas sobre qué es lo que debenhacer los países del Tercer Mundo con su agricultura. Desde aquí, con la panza llena, es muy fácilhacer hipótesis o satanizar. La cruel realidad fue indicada hace unos días por el ministro de Agricul-tura y Desarrollo Rural de Nigeria: ¿qué derecho tenemos a prohibirles usar algo que puede serlesde utilidad si no hay datos que indiquen que esas herramientas constituyen un peligro?

Fragmentos de la entrevista al investigador del CSIC Daniel Ramón Tomado de profesional.medicinatv.com/reportajes/danielramon/

¿Qué opinas sobre los productos transgénicos? ¿Crees que debe potenciarse su investigación? Haz una lista de preguntas que tú le harías a este científico.

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3. Bernat Soria, investigador científico: «La inversión en ciencia y tecnología es loúnico que nos defiende de lo desconocido»

Bernat Soria, valenciano de 51 años, es catedrático de Fisiología en excedencia y fue director delInstituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante). En julio de 2007fue nombrado ministro de Sanidad y Consumo por el presidente del Gobierno, don José Luis Rodrí-guez Zapatero, cargo que sigue desempeñando en julio de 2008. Esta entrevista y los datos que aella se refieren se realizó y publicó antes de que el señor Soria fuera nombrado ministro de Sanidady Consumo.

Antes de acceder a su cargo político, Soria era uno de los más relevantes investigadores científicosde nuestro país: Medalla de Oro y Premio de la Real Academia Nacional de Medicina y PremioNacional de Investigación Básica, es presidente de la Sociedad Española de Fisiología y, asimismo,presidente de Biofísica de España.

Su dilatada trayectoria como investigador se ha desarrollado en diversos países europeos, pero sunombre solo adquirió relevancia social en nuestro país con motivo de la polémica de las «célulasmadre». El equipo de trabajo que dirigía, formado por 18 especialistas, consiguió hace cuatro añoscurar ratones diabéticos recurriendo a células madre de origen embrionario que se diferenciaronen células productoras de insulina. Los resultados de este ensayo de laboratorio despertaron laesperanza en los casi tres millones de diabéticos españoles, cuya posibilidad de trasplante es muyremota. Pero el equipo de Bernat Soria se encontró con una legislación que impedía el uso deembriones para cualquier fin que no fuera la inseminación artificial. Esta dificultad legal, lejos deimpedirle continuar con su investigación, le reafirmó en sus postulados éticos. Para Bernat Soria, «loque no es ético es no utilizar esos embriones para investigar». Gracias a fondos europeos, el trabajose desarrolló en tres laboratorios del Reino Unido, uno de Bélgica, dos alemanes, uno de Suiza yotro de Elche (Alicante). Ello le suponía, según sus palabras, «vivir en los aeropuertos».

P. ¿Por qué defiende el uso de células madre embrionarias para la investigación?

R. Yo defiendo el uso de células madre, cualquiera que sea su origen. Es decir, no solo embrionariassino también de origen fetal o de adulto. En el ámbito científico no hay polémica sobre el uso delmétodo alternativo de células madre de adulto o de embrión. Eso se lo han inventado algunosseñores. Los científicos, la Academia de Ciencias de Estados Unidos y hasta setenta premios Nobel,entre otros, defienden el uso de células madre de cualquier origen para explorar sus posibilidades,ver cuáles son mejores y usarlas. Y por lo que sabemos, las células madre de origen embrionarioson mejores, por su mayor capacidad de expansión y de diferenciación, para crear un órgano y paradiferenciarse en cualquier órgano.

P. Si el objetivo de la investigación con células madre embrionarias es realizar trasplantes, ¿elsiguiente paso es la clonación terapéutica?

R. Si utilizamos células madre a partir de embriones, estamos usando células con dotación genéticadistinta a la del paciente, por lo que seguiremos necesitando inmunosupresores para evitar elrechazo del órgano. Estos fármacos conllevan un riesgo de infecciones y de malignización cancero-sa, por lo que sería mejor no usar inmunosupresores. Eso se puede conseguir si utilizamos célulasdel mismo paciente y se obtienen células madre compatibles con el receptor. Por ahora sabemosque en los ratones funciona. En una enfermedad en el ratón similar a la de los niños burbuja, se harealizado todo el proceso de clonación y se ha completado con éxito.

Fragmento de la entrevista recogida en la revista ConsumerEnero de 2003

El texto completo está en revista.consumer.es/web/es/20030101/entrevista/

Analiza la validez de los criterios defendidos por Bernat Soria en función de los cambios y descubrimientos ocurridos desde 2003.

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4. Percepción pública y comunicación eficazdel riesgo

¿Miedos irracionales o preocupaciones legítimas?David Byrne, comisario europeo de Salud y Protección del Consumidor, inauguró recientementeuna conferencia internacional sobre percepción del riesgo, organizada por la Comisión, recordandoa un político que vino a visitarle y le expresó su grave preocupación sobre los peligros de los ali-mentos modificados genéticamente (AMG). Al final de la reunión, el político encendió un cigarrillo.Este hombre percibía los alimentos AMG como una amenaza para la salud, aunque hay pocas oninguna prueba del riesgo que suponen, pero parecía perfectamente feliz fumando, a pesar de laingente cantidad de pruebas científicas sobre los peligros del tabaco (el 50 % de los fumadoresmorirá de una enfermedad relacionada con el tabaco). Byrne resaltaba también otras incoheren-cias: por ejemplo, muchas personas se muestran muy sensibles a los riesgos asociados con los resi-duos de plaguicidas en los alimentos, mientras aparentemente no se preocupan de los riesgos queentraña un almacenamiento incorrecto o de otros temas higiénicos básicos.

En opinión del comisario Byrne: «Hay algo que no cuadra. Nuestra respuesta al riesgo parece, amenudo, incoherente, si no completamente irracional. Podemos rehuir situaciones de bajo riesgo,mientras aceptamos otras de riesgo más elevado… De los diversos componentes de la evaluacióndel riesgo, gestión, análisis, comunicación y percepción, la percepción es quizá la más difícil decomprender y evaluar».

La comunicación del riesgo en la política de la UE sobre Salud y Protección del ConsumidorDesde mediados de los años noventa, el elemento central de la estrategia de comunicación delriesgo de la Comisión Europea ha sido un impulso para mejorar los procesos de evaluación y degestión del riesgo, en el ámbito de la UE. Esto ha sido, quizá, más evidente en el área de la seguri-dad alimentaria. Desde finales de los noventa, la potestad reguladora se transfirió desde la Direc-ción General (DG) de Agricultura a la DG de Protección del Consumidor y, desde 2003, la responsa-bilidad de la evaluación del riesgo recae en una Autoridad Europea independiente sobreSeguridad Alimentaria (AESA).

Se han nombrado comités científicos asesores de la AESA, mediante una convocatoria pública decandidatos y un riguroso proceso de selección: sus reuniones se transmiten por Internet y la AESAha recibido el mandato de informar al público sobre el tema del riesgo que se analice, indepen-dientemente de la Comisión.

Estas reformas, combinadas con iniciativas para fortalecer las leyes de la UE sobre seguridad de losalimentos han tenido, indudablemente, consecuencias. Por ejemplo, los temores del público sobrela encefalopatía espongiforme bovina (BSE) se han aliviado hasta el punto de que, durante el año2003, se ha hablado muy poco de la «enfermedad de las vacas locas» o de su variante, la enferme-dad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), en los medios de comunicación europeos. Se considera que laComisión y la UE han respondido bien a la aparición de fiebre aftosa en 2001. Un brote de gripeaviar apareció en Holanda y en algunas regiones vecinas de Bélgica y Alemania en 2003, sin quesuscitara mucha alarma en el público.

No obstante, la comunicación del riesgo sobre seguridad alimentaria sigue siendo bastante proble-mática. Pese a las reformas introducidas en la UE, a la adopción de nuevos reglamentos sobre eti-quetado y control de organismos modificados genéticamente (OMG) y a la evaluación efectuadapor la nueva AESA sobre su primer OMG, el debate sobre la seguridad de los alimentos MG siguetan acalorado como siempre. A pesar de todas estas reformas y de la opinión positiva de la AESAsobre una variedad de maíz MG, muchos europeos siguen oponiéndose a que se levante la morato-ria de la UE para autorizar el uso de los OMG en Europa, y ello se refleja a nivel político. El 8 dediciembre de 2003 se presentó la última petición de autorización ante un comité regulador de laUE, y solo 6 de los 15 Estados miembros votaron a favor. Asimismo, no es difícil que se desencade-nen «historias de terror» sobre alimentos en los medios de comunicación. Prueba de ello es el inte-rés en los informes científicos sobre la acrilamida en los alimentos fritos, en 2002, o sobre la semi-carbacida en alimentos infantiles, en 2003.

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Comprender las percepciones públicas del riesgoEn la conferencia de la Comisión sobre Percepción del Riesgo, celebrada los días 4 y 5 de diciembrede 2003, el comisario Byrne identificó cinco factores que influyen en la percepción del riesgo:

Gobierno: ¿Es buena la relación entre el gobierno y las instituciones públicas, y la sociedad engeneral? ¿Se percibe la gestión del riesgo como transparente? ¿Se percibe como eficaz?

Ciencia: ¿Se considera que la ciencia está aislada de la sociedad o comprometida con ella?

Sociedad: La sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales pueden desempeñar unpapel esencial para conformar las opiniones del público sobre el riesgo.

Cultura: Los supuestos y los valores culturales pueden influir en la percepción del riesgo.

Medios de comunicación: La forma en que se cuente una historia tiene una importancia capital.

Desgraciadamente, en lo que respecta a este último factor, a los medios de comunicación parecenagradarles las historias de terror. Como ejemplo, el comisario Byrne citó la aparición en 2003 delSíndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS, neumonía asiática). Al principio, cuando no se podíaexcluir la posibilidad de una gran epidemia, el SARS ocupó los titulares en todo el mundo. Cuandose contuvo el brote, los medios perdieron interés en el SARS.

Durante el brote de SARS, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UE se constituyeron en lasprincipales fuentes de información fiable y autorizada sobre la enfermedad, e informaron de formaserena y transparente: por ejemplo, la Comisión publicó informes diarios de los casos de SARS enEuropa, en su página web sobre salud pública. Cuando los informes sobre nuevos casos primerodisminuyeron, y después cesaron, los medios de comunicación y el público pudieron aceptar que elbrote se había superado. El comisario Byrne comparó este caso con la crisis de las «vacas locas»(BSE) de finales de los noventa y 2000-2001, cuando los gobiernos emitieron informaciones y reco-mendaciones (no hay riesgo para la salud humana, no hay casos de BSE en Francia, no hay casos enAlemania) que después tuvieron que rectificar. Perdieron la confianza del público y la incertidum-bre resultante aumentó la percepción pública del riesgo.

Las figuras destacadas de los sectores del gobierno, la ciencia, la alimentación, la sociedad civil y lasinstituciones académicas, que asistieron a la citada conferencia sobre percepción del riesgo, apor-taron muchas otras valiosas opiniones, que tratamos de sintetizar en los párrafos que siguen.

Los expertos y los tecnócratas tienden a considerar la evaluación y la gestión del riesgo como pro-cesos objetivos y racionales. Se evalúa la probabilidad de que un riesgo se materialice, se considerael peligro probable y se toman decisiones basándose en la evidencia disponible. En el mundo real,sin embargo, las cosas son algo diferentes. La reacción de los ciudadanos y de los políticos ante elriesgo es más compleja y menos objetiva de lo que se podría pensar. El comisario Byrne dio unaserie de ejemplos, que se indican al principio de este artículo. Otro ejemplo podría ser la tendenciaa preocuparse más por los riesgos de viajar en avión que por los de viajar en automóvil, aunque,objetivamente, el viaje aéreo es bastante más seguro. O la tendencia a preocuparse más por la pro-ximidad de una antena de telefonía móvil que por el riesgo que implica utilizar un teléfono móvil,aunque ello suponga exponerse a una dosis de radiación electromagnética mucho más elevada.

Los estudios sobre el proceso de percepción del riesgo nos dan las claves de por qué tenemos talesactitudes, aparentemente irracionales, frente al riesgo. Que el riesgo sea voluntario o involuntario, oque «tengamos algo que ganar» al asumir el riesgo, son dos elementos clave para determinar sugrado de aceptación. La gente fuma voluntariamente y, así, está preparada para aceptar, o ignorar,la probabilidad del 50 % de un daño a largo plazo. Mi propio teléfono móvil puede exponerme aondas electromagnéticas, pero me es muy útil. Por otra parte, el que haya una antena de telefoníamóvil próxima a mi casa no me supone un beneficio personal (el teléfono funcionará igual de biensi la antena está en otra calle). Los europeos de hoy, habitantes de las ciudades, están cada vez másalejados de la naturaleza y de la producción de sus alimentos y, por tanto, los riesgos relacionadoscon los alimentos les parecen, cada vez más, involuntarios: derivan de un proceso en el que notoman parte. La naturaleza involuntaria del riesgo y el hecho de que la mayoría de los consumido-res no vean beneficios directos para ellos en la agricultura MG, se citan, con frecuencia, como expli-cación de la hostilidad de los europeos frente a los alimentos MG.

Estas consideraciones son importantes, pero no nos ofrecen un cuadro completo de la percepcióndel riesgo. Por ejemplo, entre los riesgos involuntarios asociados con los alimentos, algunos causanmucha más alarma que otros. ¿Por qué los riesgos hipotéticos asociados a los alimentos MG o a laacrilamida causan más alarma, y más preocupación política, que el riesgo, muy real y comprobado,de la salmonela, que mata a unos 200 europeos cada año? Y también hay diferencias entre los paí-ses. ¿Por qué la introducción de los alimentos MG, sujeta a una moratoria de facto en Europa, a cau-sa del riesgo percibido, parece originar mucha menos preocupación al otro lado del Atlántico?

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En la conferencia sobre percepción del riesgo de diciembre de 2003, se vio de qué modos tan dife-rentes puede percibirse el riesgo, no solo entre países, sino también dentro de las poblacionesnacionales. Las principales diferencias se notaron en el nivel de interés de los medios en Europa,sobre distintos problemas de seguridad de los alimentos. Por ejemplo, en 2003, hubo grandes dife-rencias entre los medios nacionales al informar sobre los riesgos de la semicarbacida en los alimen-tos infantiles: en unos países fue un tema destacado, mientras que en otros prácticamente se igno-ró. Tales variaciones en la percepción no están limitadas a los medios y al público: se han dadocasos de evaluaciones oficiales del riesgo en diferentes países, que llegan a conclusiones distintasbasándose en pruebas similares. Al considerar la percepción pública del riesgo de los alimentosMG, hay diferencias importantes entre los países y dentro de ellos. Aunque el 54 % de los europeosson escépticos sobre los alimentos MG (ven riesgos y no beneficios), un 28 % parece bastante tran-quilo respecto a su introducción. Considerando las opiniones de los ciudadanos sobre los alimen-tos MG, se observa un nexo de unión entre sus creencias, sus valores y su percepción del riesgo.

Los expertos creen que la percepción del riesgo está condicionada por los modelos culturales quelos seres humanos utilizan para interpretar lo que les rodea. La familiaridad con ciertos riesgos pue-de hacer que se acepten o se ignoren, al igual que las hipótesis culturales sobre sus beneficios o suaceptación social. Recíprocamente, los riesgos que no nos son familiares y que van en contra denuestros valores parecen más amenazadores. Así, en el caso de los alimentos MG, sus oponentestienden a valorar la agricultura «natural» y sospechan de las empresas agroindustriales que pro-mueven la tecnología MG. La «evidencia científica» no despejará sus preocupaciones, ya que des-confían instintivamente de quienes producen la ciencia.

Implicaciones para los políticosLas interacciones entre valores, cultura y percepción del riesgo son complejas y aún no bien com-prendidas. La conferencia de diciembre de 2003 no pudo proporcionar recetas detalladas a lospolíticos para hacerles frente. Aparecieron, sin embargo, algunas pistas. Muchos oradores subraya-ron la importancia del debate y de la participación del público. La implicación de las organizacio-nes no gubernamentales y de las agrupaciones de consumidores en el proceso de evaluación ygestión del riesgo contribuye, desde luego, a crear confianza. Igualmente importante es que estaparticipación pone de relieve algunos aspectos de los valores que han de considerarse junto con laciencia. Como dijo el profesor George Gaskell: «La ciencia hace posibles muchos futuros; pero quesean o no aceptables no es una cuestión científica, sino social y ética».

La evidencia derivada de los estudios sobre la opinión pública acerca de la biotecnología sugiereque el debate y el diálogo no harán cambiar sustancialmente las opiniones de la gente sobre deter-minados riesgos. Si cambiar las percepciones del público sobre los riesgos mismos es tan difícil,¿sería más fácil cambiar las percepciones sobre los sistemas de gestión del riesgo? En otras pala-bras, ¿podría la gente aprender a tolerar ciertos riesgos si tuviera confianza en la eficacia del sistemaregulador diseñado para protegerla de esos riesgos? Estos son temas que deberían explorar loslegisladores y los sociólogos.

ConclusiónLa comunicación del riesgo en la Europa del siglo XXI será una tarea difícil, no importa lo que haga-mos. Reforzar la confianza de los ciudadanos en los procesos de evaluación y de gestión del riesgofacilitará claramente la tarea. Para ello será importante un buen gobierno (hacer que el proceso seaabierto y que parezca que se escuchan las preocupaciones de los ciudadanos) y, desde luego, con-seguir buenos resultados en la contención y la gestión de los riesgos. Pero, por buenos que sean elproceso y sus resultados, las evaluaciones oficiales del riesgo estarán siempre abiertas a discusión.Se discutirá, a menudo, sobre la ciencia subyacente y los debates sobre ciencia y riesgo podránfácilmente ligarse a los debates sobre la ciencia y los valores.

El público es más consciente que nunca de los diferentes puntos de vista que se dan en la ciencia, yde los límites del conocimiento científico. Los ciudadanos y las agrupaciones de la sociedad civil seinclinan, cada vez más, a efectuar sus propias interpretaciones de la evidencia, en lugar de confiarsolamente en los expertos del gobierno. También habrá siempre áreas de incertidumbre científica yuna buena evaluación del riesgo debe reconocerlas. La importancia que se otorgue a estas áreas deincertidumbre variará según el prisma cultural y de valores a través del cual se miren. Los gestoresdel riesgo, nacionales y europeos, han de ser conscientes de que, digan lo que digan los científicos,la gente percibe los riesgos de formas muy diferentes. Y de que, en último término, el ser humanoactúa basándose en percepciones, más que en hechos.

Texto completo en The IPTS Report www.jrc.es/home/report/spanish/articles/vol82/SCI4S826.htm

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Destacamos tres expresiones de una misma idea:

1. La posición de las personas frente al riesgo parece, a menudo, incoherente, rehuyendo situacio-nes de escaso riesgo, mientras aceptan otras de riesgo más elevado.

2. Los estudios sobre el proceso de percepción del riesgo nos dan las claves de por qué tenemostales actitudes, aparentemente irracionales, frente al riesgo. Que el riesgo sea voluntario o invo-luntario, o que «tengamos algo que ganar» al asumir el riesgo, son dos elementos clave paradeterminar su grado de aceptación. La gente fuma voluntariamente y, así, está preparada paraaceptar, o ignorar, la probabilidad del 50 % de un daño a largo plazo. Mi propio teléfono móvilpuede exponerme a ondas electromagnéticas, pero me es muy útil. Por otra parte, el que hayauna antena de telefonía móvil próxima a mi casa no me supone un beneficio personal (el teléfo-no funcionará igual de bien si la antena está en otra calle). Los europeos de hoy, habitantes delas ciudades, están cada vez más alejados de la naturaleza y de la producción de sus alimentos y,por tanto, los riesgos relacionados con los alimentos les parecen, cada vez más, involuntarios:derivan de un proceso en el que no toman parte. La naturaleza involuntaria del riesgo y elhecho de que la mayoría de los consumidores no vean beneficios directos para ellos en la agri-cultura MG, se citan, con frecuencia, como explicación de la hostilidad de los europeos frente alos alimentos MG.

3. Los expertos creen que la percepción del riesgo está condicionada por los modelos culturalesque los seres humanos utilizan para interpretar lo que les rodea. La familiaridad con ciertos ries-gos puede hacer que se acepten o se ignoren, al igual que las hipótesis culturales sobre susbeneficios o su aceptación social. Si la gente cree que puede tomar medidas para limitar o evi-tar un riesgo, es más probable que lo acepte. Recíprocamente, los riesgos que no nos son fami-liares y que van en contra de nuestros valores parecen más amenazadores.

Haz una lista de los productos y aparatos que almacenamos en los hogares cuyo mal uso puede causarun gran daño a las personas, o de tareas que se realizan sin cuidado aunque no se perciben comopeligrosos (piensa en cuestiones relacionadas con la cocina, la limpieza del hogar, la higiene, el bricolaje,la cosmética, la salud, etcétera).

¿Qué factores generales influyen en la percepción social del riesgo asociado a cuestiones científicas?

¿Cuáles son los sentimientos individuales que condicionan nuestra percepción sobre el riesgo asociadoa los alimentos transgénicos, las terapias génicas y los análisis genéticos?

Identifica alguno de los recelos o miedos que tengas sobre alguna cuestión científica (transgénicos,conservantes, etcétera) y trata de imaginar cómo podrían tranquilizarte y hacerte cambiar de opinión.

Según el texto: «La ciencia hace posible muchos futuros: pero que sean o no aceptables no es una cuestión científica, sino social y ética». Piensa en algunos ejemplos que nos aporta la historia de la ciencia y discute sobre los motivos sociales y éticos implicados en ellos (transfusiones de sangre,trasplante de órganos, evolución del ser humano, etcétera).

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5. Actas del III Congreso sobre ComunicaciónSocial de la Ciencia

«La educación científica es necesaria por racionalidad, dignidad, utilidad y para preservar la cul-tura humana, pero debe ser capaz de emocionar».

Transcripción del debate suscitado en la tertulia con motivo de una intervención del público: «Ladignidad está impidiendo realizar investigaciones científicas, como con las células madre. A ver sidignidad no tiene el mismo sentido para todos».

Manuel Toharia: La ciencia no debe tener límites, y aunque se los pusiéramos nunca los tendrá por-que alguien hará lo que se pueda hacer. A lo que hay que poner límites es a las aplicaciones de laciencia, a lo que podemos controlar como sociedad democrática. Podemos ponerle límites a la tec-nociencia, pero no a la capacidad del espíritu humano de pensar, porque no puedes limitar a uncreador.

José Manuel Sánchez Ron: La dignidad es un concepto personal y por eso muy rico, tan maravillo-so como peligroso. Creo que para la ciencia no existen límites, y que todo lo que se pueda hacer sehará. Pero, aunque nos ha librado de muchas tiranías, la ciencia no debe convertirse en un mito. Enel caso de las células madre los límites son aquellos que una sociedad democrática desea estable-cer. El problema es que imponer límites a la ciencia no es una cuestión ética sino política. Quienesdirigen el mundo no son los sistemas democráticos, son cuestiones como las multinacionales deinvestigación farmacéutica. Por ejemplo, pensamos todavía en términos que no tienen nada quever con la realidad. Uno de los lugares sagrados de la investigación científica es la universidad, ellugar de intercambio libre de opiniones. Me gustaría que fuera así, pero eso es medieval. En lasmejores universidades estadounidenses cada vez es mayor el número de investigadores que tam-bién sirven a quienes pagan sus investigaciones. Si digo que los únicos límites son los que impongauna sociedad democrática quedo bien, pero…

Fernando Savater: Tener un concepto de dignidad humana es tener un concepto de límite, de quehay cosas cuyos límites no debemos transgredir. Hace tiempo hubo un escándalo en Inglaterra por-que en un programa de televisión salió un artista cuya performance consistía en comerse el cadá-ver crudo de un bebé. Dijo que era una expresión de que el hombre es un lobo para el hombre. Siuno no tiene ningún concepto de humanidad, el límite lo pone la utilidad; hay quien cree que si lasinvestigaciones genéticas van a ser útiles, no hay que ponerles límite; y que si me va a ser útil bom-bardear tampoco tengo por qué evitarlo. Cuando se reflexiona sobre las investigaciones científicasse dice que no se puede poner límites, porque todo lo que pueda hacerse se hará. Esto es absurdo,pues toda reflexión ética es sobre lo que puede hacerse. Nadie habla moralmente sobre lo que nopuede hacerse. Sabemos que separando la cabeza del resto del cuerpo la persona se muere. Enton-ces, reflexionamos sobre si debe hacerse o no. Porque sabemos que la ciencia puede ser pura perolos científicos no, hace falta legislar.

Almudena Grandes: Lo más útil de todo es la ley; es decir, el límite es la ley. Lo que la ley acepta eslegal, y lo que no acepta, ilegal. Efectivamente, no se puede poner límites a la ciencia porque no sepuede poner límites al pensamiento, ni a la imaginación, pero en la teoría. En la práctica hay una leyque se cumple, y lo que no se ajusta a ella es ilegal.

A Coruña, 2006

¿Piensan igual todos los ponentes en esta tertulia? ¿Aprecias matices en las diferentes opiniones?

¿Cuáles son las principales ideas que se exponen en esta serie de breves intervenciones?

¿Cuál es tu opinión sobre la cuestión de si debemos poner límites a la investigación científica?

¿De qué forma la ciencia provoca el desarrollo jurídico y cómo influyen las leyes en la investigacióncientífica?

¿Qué características comparten la investigación científica y la expresión artística? ¿Podrías mencionaralgunas de sus diferencias?

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Page 11: Genética

1. La bomba darwiniana

Existen diversos factores, como la mala alimentación, elconsumo de drogas o de fármacos, el alcoholismo, el ta-baquismo, el haber padecido infecciones de transmi-sión sexual, haberse expuesto a radiaciones, vivir agrandes altitudes o a elevadas temperaturas…

Respecto a las que pueden evitarse, en muchos casosdepende de la voluntad de los individuos, aunque sepuede facilitar la adopción de hábitos saludablesmediante campañas publicitarias.

Para este punto conviene revisar los distintos cariotiposhumanos, como los de la página 109 del Libro del alum-no. En cualquier caso, recordar que la especie humanatiene 23 pares de cromosomas, muy semejantes dos ados excepto en el caso del X y el Y en las personas desexo masculino.

Véase, para más información:

regional.bvsalud.org/php/decsws.php?tree_id=C16.320.338&lang=es

2. No hay un solo dato científico que indique que los alimentos transgénicos sean más o menos seguros que los convencionales

RESPUESTA LIBRE.

3. Bernat Soria, investigador científico: «La inversión en ciencia y tecnología es lo únicoque nos defiende de lo desconocido»

Convendría repasar las últimas noticias referentes acuestiones como la investigación con células madre, laclonación, los trasplantes, el cáncer… Véase, para másinformación, por ejemplo:

www.noticias.info/asp/PrintingVersionNot.asp?NOT=71072

4. Percepción pública y comunicación eficaz del riesgo

RESPUESTA LIBRE.

La percepción del riesgo está condicionada por los mo-delos culturales con los que los seres humanos inter-pretan lo que les rodea, por lo que la educación científi-ca de las personas resulta fundamental.

Para iniciar el debate se proponen las siguientes cues-tiones de diagnóstico: ¿Cuánto saben los estudiantessobre esos temas? ¿Cuál de esos riesgos estarían másdispuestos a aceptar? ¿Saben que ya se utilizan bacte-rias transgénicas en los procesos de fabricación de nu-merosos alimentos?

RESPUESTA LIBRE.

RESPUESTA LIBRE.

5. Actas del III Congreso sobre Comunicación Socialde la Ciencia

Conviene destacar, en cada opinión, diferentes maticesy tipos de argumentos: filosóficos, pragmáticos, históri-cos, jurídicos, retóricos…

En las diversas intervenciones se plantea la presenciade objetivos posibles y de conceptos como la libertad,la solidaridad, la ética, los principios, las leyes, la utilidad, ladignidad, los límites, la racionalidad, la política, la demo-cracia…Está claro que la ciencia despierta polémicas entodos los aspectos relacionados con la convivencia.

RESPUESTA LIBRE.

En la mayoría de los casos, la legislación es posterior alprimer delito de cada tipo. Conviene evaluar en estepunto si esta afirmación es también válida en el casodel progreso científico.

Entre las semejanzas más comunes cabe destacar lasvinculadas a la creatividad, como la importancia que seotorga a la innovación, la valoración de la libertad y delcuestionamiento de cánones, la ausencia de límites parala imaginación… Entre las diferencias, lo que atañe almodo de aceptación (en el arte, esta responde a un cri-terio subjetivo, pero en la ciencia el criterio de acepta-ción debe ser siempre objetivo), en el modo de expresión(personal en el arte y universal en la ciencia), o en elmodo de progresar: la ciencia progresa, mientras quepodemos cuestionarnos si existe o no progreso en el arte.

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SOLUCIONES DE LAS ACTIVIDADES DEL MATERIAL FOTOCOPIABLE

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