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GUERRA CONTRA LA
CONFEDERACIÓN PERÚ-
BOLIVIANA
INTRODUCCIÓN
Después de que América terminara el proceso de emancipación, se produjeron una serie de eventos tanto políticos como sociales por el motivo de que debían formar una republica solida y organizada.
Este es el caso de nuestro país, un territorio de característica geográfica larga y angosta, en la que sufrió constantemente por no poder adquirir una Republica segura. Chile, luego de la abdicación del Director Supremo Don Bernardo O’Higgins, paso por un periodo de conflictos sociales conocido como Periodo de Anarquía, o Ensayos constitucionales.
Así como tantos conflictos bélicos que se llevaron a cabo durante el siglo XIX, en nuestro territorio se vivió la Revolución de 1829, un conflicto político armado entre el bando de los pelucones (conservadores) y los pipiolos (liberales), entre los años 1836 y 1839 se vivió una intensa guerra por primera vez entre países vecinos: Chile, en ese entonces gobernada por el Presidente José Joaquín Prieto, contra la Confederación Perú-Boliviana del Mariscal Andrés de Santa Cruz.
Breves biografíasGrandes Lideres
José Joaquín Prieto
Presidente de la Republica desde 1831 hasta 1841.
Durante su gobierno conservador, acompañado del Ministro del Interior y Relaciones Exteriores, Don Diego Portales, se mandó un proyecto de ley que estipulaba un régimen de orden en el país, y que tuvo una duración de 94 años a partir de su creación: la Constitución de 1833.
Además, se llevó a cabo la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana en 1836-1839.
Diego Portales Diego José Pedro Víctor Portales
Palazuelos, fue un político chileno, comerciante y ministro de Estado, una de las figuras fundamentales de la organización política de su país.
Personaje controvertido, es visto por muchos como el Organizador de la República y por otros, como un dictador tiránico.
Fue el principal precursor de la Republica Conservadora y de declarar la guerra al mariscal Andrés de Santa Cruz.
Fue asesinado en 1837 en el cerro Barón de Valparaíso por orden del coronel José Antonio Vidaurre.
Andrés de Santa Cruz
Fue un militar y político peruano-boliviano, Presidente de la Junta de Gobierno del Perú en 1827, Presidente de Bolivia entre 1829-1839 y Protector de la Confederación Perú-Boliviana en 1836-1839.
Fue nombrado por el gobierno peruano Gran Mariscal de Zepita.
Hijo del español maestre de campo José de Santa Cruz y Villavicencio, y de Juana Basilia Calahumana, mujer que decía ser descendiente de la cultura inca.
Manuel Bulnes
fue un militar y político chileno, presidente de la República entre 1841 y 1846, siendo reelegido para el periodo inmediatamente siguiente entre 1846 y 1851. Su gobierno es considerado uno de los más importantes del siglo XIX.
Durante su decenio, se sentaron las bases del régimen republicano, se crearon las instituciones educacionales más importantes de la nación y se realizó un importante avance en el reconocimiento del territorio.
Concepto
CONFEDERACIÓN PERÚ-BOLIVIANA
La Confederación Perú-Boliviana fue un Estado constituido por la coalición igualitaria de tres estados: El Estado Nor-Peruano, el Estado Sud-Peruano, ambos de efímera existencia, y el estado de Bolivia, esta última una república, bajo el mando supremo del mariscal boliviano Andrés de Santa Cruz, uno de los vencedores de la batalla de Ayacucho. Santa Cruz asumió el cargo de protector de la Confederación Perú-Boliviana en 1836, luego de haber sido presidente de la República del Perú (1827) y mientras era presidente de la República de Bolivia (1829-1839).
La confederación tuvo una existencia de tres años. Aunque su comienzo institucional surgió con la declaración de su constitución en 1837, su vigencia dató desde 1836 de facto —con el término de la Guerra entre Salaverry y Santa Cruz— hasta 1839 —con la disolución hecha por Agustín Gamarra debido a la guerra declarada por el gobierno de Chile, la Confederación Argentina y los peruanos contrarios al proyecto de Santa Cruz—. El Ejército Unido Restaurador, formado por tropas chilenas y peruanas bajo los mandos del general Manuel Bulnes y del mariscal Agustín Gamarra, derrotó a las tropas de la Confederación en la Batalla de Yungay el 20 de enero de 1839.
Antecedentes de la guerra
DEUDA DEL EMPRESTITO
Durante el gobierno del Director Supremo Don Ramón Freire se solicitó una suma de un millón de libras esterlinas a Inglaterra con la finalidad de formar un ejercito para incorporar a la isla de Chiloé a territorio chileno en 1824, puesto que este sitio pertenecía a grupos realistas.
También el dinero prestado se utilizó con la finalidad de mandar una Expedición Libertadora al Perú y sacar a los españoles de aquel país.
Esta deuda fue anunciada al Perú por el gobierno chileno para que realizara el pago correspondiente del empréstito, pero el país peruano se negó a aceptar aquella deuda existente.
Cabe incluir también el conflicto de tarifas aduaneras entre los puertos chilenos y peruanos ya que el tratado de Amistad, Comercio y Navegación, firmado en enero de 1835 fue revocado el 14 de febrero de 1836, después que Felipe Santiago Salaverry es fusilado y Orbegoso asume el poder.
Expansionismo y Hegemonía del Pacifico El establecimiento en Chile de la República
Conservadora se caracterizó por la llegada de Diego Portales al gobierno.
La oligarquía chilena, entonces en el poder, procedió a crear y establecer una marina mercante y a convertir a Valparaíso en el puerto más importante del Pacífico en Sudamérica.
La idea o creación de una Unión entre el Perú y Bolivia creó recelo en algunos sectores en Chile. El ministro Portales persuadió a Prieto para terminar con la influencia de la Confederación, indicando como razones la competencia comercial nacida tras la búsqueda de hegemonía de los puertos de ambas naciones y la influencia que pudiera ejercer la Confederación en sus territorios cercanos.
En la posterior circular de Declaración de Guerra del Estado de Chile a la Confederación Perú-Boliviana se expondrían los motivos de la participación de Chile contra la Confederación. Se expone que el crecimiento de la Confederación que amenazaba la independencia de otras repúblicas americanas, la acusación contra Santa Cruz por la muerte de Diego Portales, y que el Perú bajo la influencia de Santa Cruz había motivado una guerra civil en Chile prestando naves peruanas para desestabilizar el gobierno de Chile.
Desarrollo del conflicto
Declaración de guerra
Santa Cruz a fin de debilitar a Chile y Argentina, fomentaba las conspiraciones contra los gobiernos de Portales y del tirano Rosas, por medio de agentes secretos y de sus representantes diplomáticos.
Dentro del Perú, trato de utilizar a los desterrados chilenos, comenzando por O’Higgins. Cómo este no se dejase tentar con el ofrecimiento de ayudarle a recuperar el gobierno de Chile, Santa Cruz facilito a Freire los medios para organizar una escuadrilla armada en guerra, con la cual se dirigió a su patria, pero la empresa fracasó completamente y Freire, tomado prisionero, fue enjuiciado y desterrado a Sydney, colonia inglesa de Australia.
La tentativa de Freire decidió a Portales a precipitar los acontecimientos.
Convencido de que la empresa de Freire no habría podido realizarse sin la ayuda del Perú, terminó por culpar de todo a Santa Cruz. De aquí la necesidad de arrebatarle su escuadra, proyecto que se confío con el mayor sigilo a Victorino Garrido, un español que había prestado servicios al régimen instaurado después de Lircay.
Con uno solo de sus buques, Garrido fondeó en el Callao y en la misma noche abordó, sin dificultad, a tres navíos peruanos.
Santa Cruz, que no deseaba la guerra en ese entonces mientras no lograse consolidar su situación en el Perú, firmó un acuerdo en la que estipulaba que los buques quedaban a suma disposición del gobierno chileno.
Ante esta circunstancia, Portales desaprobó el acuerdo.
En 1836 el congreso autorizó por unanimidad al presidente para declarar la guerra en caso de no obtener las reparaciones adecuadas a los agravios inferidos por Santa Cruz y bajo condiciones que afianzasen la independencia de la republica.
Como plenipotenciario se envió a Mariano Egaña, con una escuadra de guerra al mando de Blanco Encalada. Egaña debería exigir la disolución de la Confederación, el reconocimiento de la deuda del empréstito y de los daños causados por la expedición de Freire, la limitación de las fuerzas navales del Perú, la reciprocidad en cuanto a comercio y navegación.
Como es de suponerlo, Santa Cruz se negó a aceptar la disolución del nuevo estado y Egaña hubo de declarar la guerra el 9 de Septiembre de 1836.
La situación internacional de Santa Cruz no podía ser mejor, pues su hábil diplomacia había sabido conquistarse la amistad de Francia, Inglaterra , Estados Unidos y la Santa Sede.
Chile no logró conseguir la alianza del Ecuador ni de la Argentina, aunque Rosas terminó por intervenir aisladamente y sin ningún éxito.
Expediciones Asesinato de Portales
Primera expedición 1837
Blanco Encalada y el Tratado de Paucaparta
El plan de Blanco Encalada se basaba en la suposición que en Arica se le uniría el General boliviano López de Quiroga, con quien marcharía a ocupar Arequipa y desde allí unirse con tropas argentinas en guerra contra Santa Cruz y recibir a aquellos bolivianos que se pronunciaran contra él.
Luego de siete días de navegación, se recaló a Arica, donde se esperó inútilmente que llegaran los refuerzos del General boliviano López de Quiroga, quien simpatizaba con la causa en contra de Santa Cruz, y con cuyas fuerzas se contaba para la próxima campaña.
Se eligió Islay como punto de desembarco del ejército, pero por no cumplir con las condiciones necesarias, se siguió a las caletas de Aranta y Quilca.
En Quilca se varó la barca "Carmen" debido a una descuidada maniobra de su capitán, un extranjero sobre quien recayeron las sospechas de la intencionalidad del naufragio.
El 4 de octubre de 1837 el desembarco quedó completado y el ejército de dirigió a Arequipa, donde fue recibido con frialdad y un resentimiento anti chileno. Los peruanos con los cuales se contaba para engrosar al ejército nunca llegaron.
En Arequipa, Blanco fue objeto de negociaciones con el General Herrera , entonces jefe provisional del Estado Sur peruano, quien en base a dilaciones y engaños, permitió que el Mariscal Santa Cruz reagrupara su ejército y rodeara al ejército de Blanco Encalada.
Cuando éste se dio cuenta de que no tenía alternativa de triunfo, tuvo que pactar su retiro en condiciones inconvenientes para Chile, pero tuvo que hacerlo para salvar su ejército, firmando el Tratado de Paucarpata, el 17 de noviembre de 1837.
El 25 de noviembre, el ejército de Blanco Encalada se reembarcaba y a mediados de diciembre llegaba a Valparaíso.
Conocidos los resultados de la expedición y los términos del Tratado de Paucarpata, Blanco Encalada fue sometido a proceso en una Corte Marcial, donde fue absuelto, más considerando los servicios a la Patria, que el cumplimiento de la misión encargada por el gobierno.
El 18 de diciembre el gobierno declaraba nulo el Tratado y anunciaba la reanudación de las hostilidades.
Motín en Quillota y asesinato de Portales
Para hacer frente a la situación, se declaró al país en estado de sitio y bajo el imperio de facultades extraordinarios.
La guerra era impopular, pues el pueblo no podía comprender que se expedicionase a tierras lejanas.
Los agentes de Santa Cruz, en connivencia con los pipiolos exaltados y los militares dados de baja, conspiraban contra el régimen establecido y hacían propaganda contra la guerra, a la que presentaban como un pretexto a Portales para redoblar su férrea autoridad.
Todo esto determinó la promulgación de la terrible ley de los consejos de guerra permanentes en 1837, tribunales que sentenciaban de acuerdo con la ordenanza militar y de cuyos fallos no había apelación ni podía interponerse otro recurso.
Segunda expedición 1838-1839
Bulnes y la batalla de Yungay
La batalla de Yungay se desarrolló en Yungay, en territorio del Estado Nor-Peruano, a partir de las nueve de la mañana del 20 de enero de 1839.
Luego de una serie de enfrentamientos entre el Ejército Restaurador, dirigido por el general Manuel Bulnes y el Ejército Confederado, conducido por el mariscal Andrés de Santa Cruz, la batalla decisiva se dio en el valle de San Miguel, en el estado Nor Peruano de Ancash, específicamente en la localidad conocida como Yungay.
Elegido el campo de batalla, ambos ejércitos acamparon separados por unas dos leguas de distancia, sin que ninguno pudiese retroceder sin ser obligado a combatir.
En la espera, Santa Cruz ordenó fortificar su campo en Yungay, para proteger a la infantería. El ejército chileno se encontraba en desventaja, pues el valle tenía una extensión de dos leguas de largo entre el río de Ancash y el pueblo de Caraz, encerrado en toda su extensión entre el río Santa y la cordillera, por lo que para salir, necesariamente debía abrirse paso a viva fuerza.
Los cerros Punyán y el Pan de Azúcar fueron el centro de acción de las tropas establecidas en la cima de los cerros por Santa Cruz, quien, así, formó un estratégico cordón militar que protegía su cuartel, instalado al pie de la montaña de Ancash. El Ejército Restaurador, luego de 12 días de espera, debió batirse con un enemigo mayor en número, acostumbrado al clima y, por tanto, poco menguado por las enfermedades, a diferencia del contingente chileno, que se vio muy afectado en este sentido.
Con el triunfo obtenido en Yungay, el 20 de enero de 1839, se disolvió la Confederación Perú-Boliviana y Chile se perfiló como una importante potencia marítima y militar. La victoria en este conflicto bélico contra la Confederación, marcó un hito en nuestra historia, pues siendo primera vez que el país se involucraba en un conflicto internacional, había resultado vencedor sin grandes pérdidas. A eso se suma el afianzamiento de un sentimiento de nación que, hasta el momento, no cristalizaba en el país. Tanta fue la importancia de Yungay, en este sentido, que su himno militar se convirtió en un verdadero emblema nacional durante décadas, pues habla de la victoria obtenida por el pueblo chileno, cuyas figuras más representativas fueron el Sargento Juan Colipí y la Sargento Candelaria Pérez, quienes encarnaron la valentía y heroísmo del combatiente chileno: “Cantemos las glorias del triunfo marcial, que el pueblo chileno obtuvo en Yungay…”
ConclusiónTriunfo chileno
La declaración de guerra por parte del gobierno chileno, fue más bien una decisión tomada por Diego Portales puesto que consideraba a la Confederación como una amenaza económica y territorial.
Chile, en la primera expedición salió derrotado del territorio peruano puesto que el comandante Manuel Blanco Encalada firmó un tratado de paz con Santa Cruz, y que cuya capitulación fue desaprobada por el ministro.
Desconforme el ejercito chileno con las exigencias del régimen implantado por Portales termino conllevando una sublevación por parte de algunos del ejercito y que lo fusilaran en Quillota.
Esto causó que Chile realizará una segunda expedición, batalla que se daría lugar en el pueblo de Yungay, Perú, y que resultó triunfo para Chile y la disolución de la Confederación.
