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ENSAYO: EDUCAR PARA LA VIDA Jairo Hernando Macías Rodríguez Dentro de un mundo con un mar de información y de desinformación, no es fácil determinar cuál puede ser el camino óptimo de como poder educar para la vida. Dentro de ires y venires en lo que se ha llamado educación, entendiéndose esta como la generación de relaciones armónicas entre lo físico, lo biológico y lo humano, se podría decir que el camino ideal se encuentra cuando se parte de la potencia del educador, la cual representa capacidad para conseguir algo, y si para esto utiliza la creatividad con un sentido de solidaridad podría trascender a través de la felicidad y lograr educar para la vida. CAMINO SEGUIDO Al reconstruir el camino como formador, en sus inicios este fue de herradura, puesto que día a día la tarea era simplemente seguir la huella de los pasos de aquellos maestros a quienes en ese entonces, por respeto o por miedo, no nos atrevíamos a preguntar y menos a cuestionar el porqué de las cosas, el para que aprender y si de pronto existían otros caminos para llegar al mismo destino. La falta de conocimientos pedagógicos tal vez fue la razón para pensar que enseñar era repetir al pie de la letra lo aprendido ya que seguramente la teoría de moda, en ese entonces, era el Conductismo. Cada dia y cada ocasión que se tenía para utilizar ese marcado empirismo en el enseñar, hacía pensar que cada vez se estaba más cerca a ser imagen y semejanza de nuestros maestros Es de anotar que la mejor experiencia, se podría decir docente, no fue en un aula de clase sino en un patio de una obra en construcción en donde se le mejoraron las competencias laborales a un grupo de ayudantes de obra de una determinada empresa a quienes a través de un proceso de diagnóstico de entrada se les caracterizaron sus necesidades de conocimiento y con base a ello se diseñó un programa de capacitación con un objetivo claro orientado hacia desarrollar el conocimiento necesario para poder crecer como trabajador y como persona mejorando su calidad de vida tanto en lo económico como en lo social, quedando la incógnita: hasta donde pudieron crecer como personas aquellos trabajadores, pero si se podría decir que se formaron para la vida. En la etapa de docente de cátedra en Universidades se hizo más notoria la falta de competencias pedagógicas ya que se creía que el buen maestro era aquel que

Jairo hernando macías

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ENSAYO: EDUCAR PARA LA VIDA

Jairo Hernando Macías Rodríguez

Dentro de un mundo con un mar de información y de desinformación, no es fácil determinar cuál puede ser el camino óptimo de como poder educar para la vida. Dentro de ires y venires en lo que se ha llamado educación, entendiéndose esta como la generación de relaciones armónicas entre lo físico, lo biológico y lo humano, se podría decir que el camino ideal se encuentra cuando se parte de la potencia del educador, la cual representa capacidad para conseguir algo, y si para esto utiliza la creatividad con un sentido de solidaridad podría trascender a través de la felicidad y lograr educar para la vida. CAMINO SEGUIDO

Al reconstruir el camino como formador, en sus inicios este fue de herradura,

puesto que día a día la tarea era simplemente seguir la huella de los pasos de

aquellos maestros a quienes en ese entonces, por respeto o por miedo, no nos

atrevíamos a preguntar y menos a cuestionar el porqué de las cosas, el para que

aprender y si de pronto existían otros caminos para llegar al mismo destino.

La falta de conocimientos pedagógicos tal vez fue la razón para pensar que

enseñar era repetir al pie de la letra lo aprendido ya que seguramente la teoría de

moda, en ese entonces, era el Conductismo. Cada dia y cada ocasión que se

tenía para utilizar ese marcado empirismo en el enseñar, hacía pensar que cada

vez se estaba más cerca a ser imagen y semejanza de nuestros maestros

Es de anotar que la mejor experiencia, se podría decir docente, no fue en un aula

de clase sino en un patio de una obra en construcción en donde se le mejoraron

las competencias laborales a un grupo de ayudantes de obra de una determinada

empresa a quienes a través de un proceso de diagnóstico de entrada se les

caracterizaron sus necesidades de conocimiento y con base a ello se diseñó un

programa de capacitación con un objetivo claro orientado hacia desarrollar el

conocimiento necesario para poder crecer como trabajador y como persona

mejorando su calidad de vida tanto en lo económico como en lo social, quedando

la incógnita: hasta donde pudieron crecer como personas aquellos trabajadores,

pero si se podría decir que se formaron para la vida.

En la etapa de docente de cátedra en Universidades se hizo más notoria la falta

de competencias pedagógicas ya que se creía que el buen maestro era aquel que

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diseñaba cuestionarios para examen, tan complejos que difícilmente un

estudiante por curso lo podía aprobar (esto aprendido de docentes de

universidades Nacional y Distrital, en época de estudiante) y que entre más

cuchilla se fuese, se creía mejor docente

Durante el tiempo de trabajo como instructor del SENA se logró experimentar el

formar para el trabajo, con un énfasis profundo en el observar y el repetir lo

observado, a través de instrucciones dadas por el instructor y siguiendo un paso a

paso por parte del aprendiz, conclusión se formaba para el trabajo y no para la

vida.

CRITICAR CAMINO SEGUIDO

Cuando el proceso de aprendizaje ha estado basado en el modelo prueba y

error, es muy posible que los afectados hayan sido estudiantes con esperanzas

de aprender de una buena manera y a través de un excelente método. Es posible

que en algún momento se haya estado muy cerca de educar para la vida, más

esto fue una simple coincidencia y no una preparación previa y conciente

QUE SE VA A HACER

Actuar con responsabilidad entendiendo que todo los individuos son diferentes,

que cada uno cuenta con sus propias necesidades e intereses frente al

conocimiento.

Se debe educar con respeto hacia el medio ambiente, diseñando programas de

formación a la medida de las necesidades de cada región para que así los hijos de

estas crezcan como personas dentro de un entorno cada vez más saludable y

productivo sin afectar su propio entorno y preservando la propia vida.

No se puede desatender el que la naturaleza tiene memoria y siempre recuperará

sus propios espacios por lo que se debe actuar con sabiduría y respeto por la

misma. Se debe educar para la recuperación de los ecosistemas respetando la

complejidad y la sincronía de los diferentes elementos de la naturaleza. El hombre

debe abandonar la soberbia de pensar que es dueño del poder modificar el medio

ambiente de su estado natural a otro artificial.

Debemos alejarnos de la especialidad y volver a la complejidad del conocimiento.

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