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LOS VALORES MORALES EN LA PERSONA HUMANA I PARTE: CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA Al hablar de valores humanos nos referimos a aquellas propiedades, rasgos, cualidades y condiciones que se encuentran intrínsecos para luego exteriorizarse desde nuestra dignidad de persona alcanzando la humanización desde lo más sublime de nuestro ser. De 1910 a 1950 Agusto Comte y E. Durkleim, inician su estudio, caracterizándose en la afirmación sobre: “Los valores son individuales y subjetivos, que se forman a través de una conciencia social, y que a su vez la sociedad se impone; como consecuencia, no existente un valor universal, ni valores con validez para todos los hombres.” (Horta & Víctor, 2008) Durante la década de 1950 se fortaleció los estudios sobre valores morales humanos desde la perspectiva sociológica y antropológica; sin contar con un marco teórico claro ni una base empírica sólida. Duffy denuncia la ausencia de un tratamiento serio por parte de los sociólogos y su intervención tiene eco. En 1976, Hawley insta a un estudio sobre el estado de la cuestión”(Ferrer, 1988). Talcott Parsons (1977) planteó que: “la actividad humana está sujeta a continuos dilemas, ante los que las personas han de escoger”. Clasificando en cinco tipos: Afectividad-control: dar rienda suelta a los sentimientos y apetitos o controlarlos. Universalismo-particularismo: utilizar criterios generales o normas específicas. Serobrar: juzgar a los demás por lo que son o por lo que hacen. Globalismo-especificidad: concibe a las personas íntegramente o reducidas a un aspecto. Egocentrismo- colectividad: conocer al sujeto y través de sus acciones. Kluckhohn y Strodbeck (1976) clasifican a los problemas fundamentales de la existencia humana y sus soluciones posibles: La relación del hombre con la naturaleza (sumisión, armonía o control). Las orientaciones de valores se concretan a partir de tres componentes: afectivo, cognitivo y directivo. “No hay más que un modo de ser felices: vivir para los demás”. León Tolstoi ¡Estamos en Web! Visítanos en la dirección: dirección del sitio Web BOLETÍN FAMILIAR PÁGINA 2

Los valores morales en la persona humana desde la concepc ia n antropologica. (utpl-ilfam)

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LOS VALORES MORALES EN LA PERSONA HUMANA I PARTE:

CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA

Al hablar de valores humanos nos referimos

a aquellas propiedades, rasgos, cualidades y

condiciones que se encuentran intrínsecos

para luego exteriorizarse desde nuestra

dignidad de persona alcanzando la

humanización desde lo más sublime de

nuestro ser.

De 1910 a 1950 Agusto Comte y E. Durkleim,

inician su estudio, caracterizándose en la

afirmación sobre: “Los valores son

individuales y subjetivos, que se forman a

través de una conciencia social, y que a su

vez la sociedad se impone; como

consecuencia, no existente un valor

universal, ni valores con validez para todos

los hombres.” (Horta & Víctor, 2008)

Durante la década de 1950 se fortaleció los

estudios sobre valores morales humanos

desde la perspectiva sociológica y

antropológica; sin contar con un marco

teórico claro ni una base empírica sólida.

“Duffy denuncia la ausencia de un

tratamiento serio por parte de los

sociólogos y su intervención tiene eco. En

1976, Hawley insta a un estudio sobre el

estado de la cuestión”(Ferrer, 1988).

Talcott Parsons (1977) planteó que: “la

actividad humana está sujeta a continuos

dilemas, ante los que las personas han de

escoger”. Clasificando en cinco tipos:

Afectividad-control: dar rienda suelta a

los sentimientos y apetitos o

controlarlos.

Universalismo-particularismo: utilizar

criterios generales o normas específicas.

Serobrar: juzgar a los demás por lo que

son o por lo que hacen.

Globalismo-especificidad: concibe a las

personas íntegramente o reducidas a un

aspecto.

Egocentrismo- colectividad: conocer al

sujeto y través de sus acciones.

Kluckhohn y Strodbeck (1976) clasifican a los

problemas fundamentales de la existencia

humana y sus soluciones posibles:

La relación del hombre con la

naturaleza (sumisión, armonía o

control).

Las orientaciones de valores se

concretan a partir de tres

componentes: afectivo, cognitivo y

directivo.

“No hay más que un modo de ser felices: vivir para los demás”.

León Tolstoi .

¡Estamos en Web!

Visítanos en la dirección:

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Rokeach (1973) afirma que un valor: “es una

creencia duradera de que un específico modo

de conducta o un estado final de existencia

es preferible a otro modo de conducta o

estado final de existencia opuesto o

contradictorio.” Concluimos que el valor es

una creencia por la que el hombre procede

por preferencia.

Los griegos utilizaban dos términos distintos

para referirse en un caso a lo que nosotros

llamamos “ética” y en otro lo que nosotros

llamamos “costumbres”; por un lado con el

término “ethos” (con “èpsilon o “è” breve)

designaban a lo que en castellano nos

referimos a las costumbres o los hábitos

automáticos, mientras que con el vocablo

eèthos ( con “ eta o è prolongada) se

referían al concepto de modo de ser

carácter o predisposición permanente para

hacer lo bueno.

La ética o moral de una persona se respalda

en el concepto de persona que cada uno

conciba, se fundamentan en:

a. La libertad personal, por la que el

hombre elige y es responsable de sus

actos.

b. La conciencia por la que el ser

humano hace un juicio sobre lo

bueno y lo malo de sus actos.

c. Las normas morales que indican al

hombre el camino a seguir.

d. Las fuentes de moralidad; es decir,

los elementos que influyen a la hora

de hacer una valoración moral de los

actos (intención, acto y

circunstancias).

Benedicto XVI nos proporciona una frase en la

que permite reflexionar sobre la palabra moral:

"La fuerza moral no ha crecido junto al

desarrollo de la ciencia; más bien ha

disminuido, porque la mentalidad técnica

encierra a la moral en el ámbito subjetivo, y

por el contrario necesitamos justamente una

moral pública, una moral que sepa responder a

las amenazas de se ciernen sobre la existencia

de todos nosotros”.

Adela Cortina (2002) claramente manifiesta

algunas características sobre los valores morales

en la persona:

Los valores son cualidades que nos

permiten acondicionar el mundo y

hacerlo habitable.

Los valores son cualidades reales a las

que le damos cuerpo. Un valor no es una

cosa, tampoco es una persona sino que

está en una sociedad (una sociedad

respetuosa), en un sistema (un sistema

económico justo), en las acciones (una

acción buena).

Los valores son siempre positivos o

negativos. Al percibir un valor, podemos

captar si éste es positivo o negativo, si

nos atrae o nos repele.

Los valores poseen dinamismo.

Dinamizan y humanizan nuestra acción,

nos sentimos motivados a alcanzar los

valores positivos y a erradicar los valores

negativos.

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Xiomara Paola Carrera Herrera

UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA

Equipo de Investigación ILFAM

Telfs. (593 7) 257 - 0275 ext. 2114

[email protected]

Loja-Ecuador

Como personas poseemos rasgos propios

que lo demostramos mediante conductas,

decisiones, convicciones, actitudes,

creencias las cuales permitirán nuestra

vinculación a la sociedad; logrando así un

lugar de la "convivencia" donde se valora el

dominio de sus instintos más primarios en

bien de la comunión de ideas y de

proyectos, y la voluntad de no hacer nada

que carezca de dignidad humana.

La Organización de Naciones Unidas en la

Declaración Universal sobre los Derechos

Humanos en su preámbulo indica:

Considerando que el desconocimiento y el

menosprecio de los derechos humanos han

originado actos de barbarie ultrajantes para

la conciencia de la humanidad, y que se ha

proclamado, como la aspiración más elevada

del hombre, el advenimiento de un mundo

en que los seres humanos, liberados del

temor y de la miseria, disfruten de la

libertad de palabra y de la libertad de

creencias;(…) (ONU, 1948)

Esta declaración recoge el común sentir

de todos los países miembros de la ONU,

donde estos pactan y se hacen

responsables en fomentar los principales

valores que dignifican y conducen la

existencia del ser humano; el

reconocimiento mundial del ser humano

como portador de valores eternos, es

decir, de valores que siempre, han de ser

respetados.

“El mundo, frecuentemente sin

sentirlo o expresarlo, tiene sed de

ideal y de valores que vamos a llamar

morales para no ofender a nadie”.

(Delors, 1997) Los valores morales se

manifiestan dentro del contexto social,

porque todo ser que vive en comunidad

con otros seres humanos está obligado a

comportarse en determinada forma

cumpliendo normas y leyes impuestas por

la misma sociedad en la donde como fin

pueda mantener el equilibrio y la paz

social.