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22 • La Pasión de Málaga • Lunes 29.03.2010 La Opinión de Málaga Ω Todo un año esperando, aten- tamente al delicado perfume de los naranjos, a que florezcan los cam- pos, a la magistral transformación del bacalao en tortilla por nuestras madres y abuelas… ¡Cuánto hay que esperar! Un año entero para que llegue ese momento subli- me donde todo un pueblo se une para celebrar, como cada año, la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Málaga y su provincia son referente en este aspecto. 101 formas de ver, sentir, amar la Semana Mayor, como nues- tros pueblos. El añejo sabor de las cosas que a veces nos parecen increíbles que perduren a lo lar- go de los años. Francisco Bermúdez Caraban- te sabe mucho de estas particula- ridades. Investigador histórico, maestro de escuela y pregonero de la Semana Santa de Alozaina este 2010. Las tradiciones que hacen la diferencia entre los distintos pue- blos son difíciles de conservar: “To- dos los pueblos tienen esos mo- mentos, el problema es que con aspectos como el turismo, la nue- va forma de entender la fe y el uso social y cultural hace que pier- da sentido”, comenta. A pesar de la globalización, de la necesidad de hacer una celebración abierta a to- dos y por tanto menos íntima, hay muchos lugares de la geografía ma- lacitana que evoca a otros tiempos. Bermúdez Carabante recuerda que las tradiciones de Semana San- ta van marcadas por influencias de origen cristiano o morisco. En Yun- quera o Alozaina aún se conserva el llamado monumento o ‘La vela’. En otros muchos el ‘Sermón de las Siete Palabras’, que daba comien- zo a las tres de la tarde y donde los feligreses se llevaban las sillas de casa, ya que por aquellos años no había para todos. Una figura en decadencia, por causa de los nue- vos tronos, son ‘los horquilleros’, que aún pueden verse en Guaro y Casabermeja, este último con la particularidad del uso de correo- nes, tradición perdida en muchos municipios como Málaga capital. Valle del Guadalhorce. En Ca- sarabonela, había una curiosa tradición que separaba a las mu- Tradiciones perdidas y conservadas en los pueblos ‘LOS ARMAOS’ DE ALMÁCHAR, EL DISPARO DE POLVOS DE COLOR A CASAS ENCALADAS EN ALAMEDA, COFRADÍAS PARA MOCITAS Y PARA CASADAS EN CASARABONELA Y LAS FORMAS DE QUEMAR A JUDAS FORMAN UN RICO LEGADO DEVOCIONAL MALAGUEÑA, A VECES PERDIDO Casabermeja. Este municipio mantiene viva la tradición de los horquilleros o correonistas. M. FERNÁNDEZ MARTÍN Cartajima. Imagen del Judas colgado antes de ser quemado. E. ROYO El Burgo. Quema del ‘Júas’. Memoria. REPASO A LAS COSTUMBRES SECULARES DE LOS PEQUEÑOS MUNICIPIOS en la capital. Algunas cofradías han recuperado la costumbre de dar el pésame a la Virgen, un sencillo acto que se celebra el Viernes Santo, con la titular ya vestida de luto. Alameda. Ya fuera del Valle del Guadalhorce destaca en Alame- da una muy curiosa tradición ex- tinta en el tiempo, que se produ- cía cada Sábado Santo y que con- sistía en disparar con unas armas llamadas Bocachas o Vizcaínas so- bre las fachadas de las casas, que antes habían encalado las muje- res. A la pólvora de estas armas se le añadían polvos de colores que provocaban caprichosos dibujos multicolores. ‘Los Armaos’ de Almáchar eran los personajes que se encargaban de hacer guardia en el Monumento que se monta en el Sagrario de la iglesia durante la noche del Jueves Santo y el Viernes Santo, para la celebración de los oficios y mien- tras permanece sin la Sagrada For- ma. Y por supuesto está una de las tradiciones más repetidas en dis- tintas localidades, como es el co- nocido ‘Júas’, trasunto del traidor Judas Iscariote y con nombre ma- lagueñizado. En El Burgo confec- cionan un muñeco, feo y con res- tos viejos de las casas, que que- marán el Domingo de Resurrección en medio de la pla- za principal del pueblo. La versión de Benahavís era tam- bién un muñeco que representa- ba la figura del traidor, pero en su caso esta pieza era ahorcada y fu- silada. Una tradición que fue su- primida por el gobernador civil que había en Málaga en los años 30 del pasado siglo. Otra curiosa tradición es la que se vive en Cartajima, donde el pue- blo sale a cortar un chopo en el cer- cano río Genal, que luego llevan a la calle Ancha para ahorcar al Ju- das, que se quema durante la pro- cesión del Domingo de Resurrec- ción, haciendo desaparecer un sím- bolo de la traición. Este acto se realiza durante el llamado ‘En- cuentro’, en el que la Virgen del Rosario procesiona por las calles del pueblo hasta encontrarse con la imagen del Niño Jesús, coloca- do en un nicho de ramas y flores, una tradición denominada Huer- to y que se mantiene en muchos pequeños municipios. Hay muchos pequeños pueblos que aún siguen conservando el le- gado tradicional que nuestros pa- dres y abuelos nos dejaron. Hay miles de formas para vivir la Se- mana Santa. Tradiciones atadas a la religiosidad del pueblo que vive con pasión lo que determinó el Concilio de Trento en el siglo XVI: Una misión evangelizadora y di- dáctica que cada uno la plasma con un sello propio. π JOSÉ MIGUEL SEPÚLVEDA jeres según su estado civil. Así, las mujeres mocitas pertenecían a la Hermandad de la Inmaculada. Sin embargo, una vez casadas, pasa- ban a pertenecer a cofradía de la Virgen de los Dolores... Procesiones de hombres o de mujeres eran típicas en el Valle del Guadalhorce. Alozaina aún con- serva la procesión de la Virgen de los Dolores, donde sólo parti- cipan las mujeres del pueblo, que acompañan a la Virgen portando cirios y cantándole. También este pueblo entre el Valle del Guadal- horce y la Sierra de las Nieves ha visto como desaparecía un ele- mento casi único en esta zona: La Matraca. Este instrumento, in- troducido en España por los ára- bes, lo hacía sonar un diacono por las calles para llamar a oficios en- tre el Jueves y Viernes Santo ya que estaba prohibido tocar las cam- panas, Una costumbre muy ex- tendida que ya se ha perdido. De él queda la expresión “dar la ma- traca”, que da una idea del perti- naz sonido que realizaba este ins- trumento. Han prendido y matado a Cris- to y, el Viernes Santo, muchos pue- blos se sumergían en un luto tal que no se podía alzar la voz o dis- cutir, tocar las campanas o el tam- bor, un estado acorde con el re- cuerdo de la Pasión. En la noche del Viernes Santo, como si en un velatorio se tratase, también era ha- bitual que se le diera el pésame a la Virgen de los Dolores. Esta tra- dición, sin embargo, se mantiene Muchas de las costumbres en pueblos malagueños tienen un origen morisco

Tradiciones perdidas y conservadas en los pueblos por Jose Miguel Sepulveda en la Opinion de Malaga

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22 • La Pasión de Málaga • Lunes 29.03.2010 La Opinión de Málaga

Ω Todo un año esperando, aten-tamentealdelicadoperfumedelosnaranjos, aqueflorezcan loscam-pos,a lamagistral transformacióndelbacalaoentortillapornuestrasmadres y abuelas… ¡Cuánto hayque esperar! Un año entero paraque llegue ese momento subli-me donde todo un pueblo se unepara celebrar, como cada año, laPasión,MuerteyResurreccióndeJesús. Málaga y su provincia sonreferente en este aspecto.

101 formas de ver, sentir, amarla Semana Mayor, como nues-tros pueblos. El añejo sabor delas cosas que a veces nos parecenincreíbles que perduren a lo lar-go de los años.

Francisco Bermúdez Caraban-te sabe mucho de estas particula-ridades. Investigador histórico,maestrodeescuelaypregonerodela Semana Santa de Alozaina este2010.

Las tradiciones que hacen ladiferencia entre los distintos pue-blossondifícilesdeconservar:“To-dos los pueblos tienen esos mo-mentos, el problema es que conaspectos como el turismo, la nue-va forma de entender la fe y elusosocial yculturalhacequepier-da sentido”, comenta. A pesar delaglobalización,de lanecesidaddehacerunacelebraciónabiertaa to-dosypor tantomenos íntima,haymuchoslugaresdelageografíama-lacitanaqueevocaaotros tiempos.

Bermúdez Carabante recuerdaquelastradicionesdeSemanaSan-tavanmarcadaspor influenciasdeorigencristianoomorisco.EnYun-quera o Alozaina aún se conservael llamadomonumentoo ‘Lavela’.Enotrosmuchosel ‘SermóndelasSiete Palabras’, que daba comien-zo a las tres de la tarde y dondelos feligreses se llevaban las sillasde casa, ya que por aquellos añosnohabíaparatodos.Unafiguraendecadencia, por causa de los nue-vos tronos, son ‘los horquilleros’,que aún pueden verse en Guaroy Casabermeja, este último con laparticularidad del uso de correo-nes, tradición perdida en muchosmunicipios como Málaga capital.

Valle del Guadalhorce. En Ca-sarabonela, había una curiosatradición que separaba a las mu-

Tradiciones perdidas yconservadas en los pueblos‘LOSARMAOS’DEALMÁCHAR,ELDISPARODEPOLVOSDECOLORACASASENCALADASEN

ALAMEDA,COFRADÍASPARAMOCITASYPARACASADASENCASARABONELAYLASFORMASDE

QUEMARAJUDASFORMANUNRICOLEGADODEVOCIONALMALAGUEÑA,AVECESPERDIDO

Casabermeja. Este municipio mantiene viva la tradición de los horquilleros o correonistas. M. FERNÁNDEZ MARTÍN

Cartajima. Imagen del Judas colgado antes de ser quemado. E. ROYOEl Burgo. Quema del ‘Júas’.

Memoria. REPASO A LAS COSTUMBRES SECULARES DE LOS PEQUEÑOS MUNICIPIOS

enlacapital.Algunascofradíashanrecuperado lacostumbrededarelpésamealaVirgen,unsencilloactoque se celebra el Viernes Santo,con la titular ya vestida de luto.

Alameda. Ya fuera del Valle delGuadalhorce destaca en Alame-da una muy curiosa tradición ex-tinta en el tiempo, que se produ-cía cada Sábado Santo y que con-sistía en disparar con unas armasllamadasBocachasoVizcaínasso-bre las fachadas de las casas, queantes habían encalado las muje-res. A la pólvora de estas armasse leañadíanpolvosdecoloresqueprovocaban caprichosos dibujosmulticolores.

‘LosArmaos’deAlmáchareranlos personajes que se encargabandehacerguardiaenelMonumentoque se monta en el Sagrario de laiglesiadurante lanochedel JuevesSanto y el Viernes Santo, para lacelebración de los oficios y mien-traspermanecesinlaSagradaFor-ma.

Y por supuesto está una de lastradiciones más repetidas en dis-tintas localidades, como es el co-nocido ‘Júas’, trasunto del traidorJudas Iscariote y con nombre ma-lagueñizado. En El Burgo confec-cionan un muñeco, feo y con res-tos viejos de las casas, que que-marán el Domingo deResurrección en medio de la pla-za principal del pueblo.

LaversióndeBenahavíseratam-bién un muñeco que representa-ba la figura del traidor, pero en sucaso esta pieza era ahorcada y fu-silada. Una tradición que fue su-

primidaporelgobernadorcivilquehabíaenMálagaenlosaños30delpasado siglo.

Otra curiosa tradición es la queseviveenCartajima,dondeelpue-blosaleacortarunchopoenelcer-cano río Genal, que luego llevan ala calle Ancha para ahorcar al Ju-das, que se quema durante la pro-cesión del Domingo de Resurrec-ción,haciendodesaparecerunsím-bolo de la traición. Este acto serealiza durante el llamado ‘En-cuentro’, en el que la Virgen delRosario procesiona por las callesdel pueblo hasta encontrarse conla imagen del Niño Jesús, coloca-do en un nicho de ramas y flores,una tradición denominada Huer-to y que se mantiene en muchospequeños municipios.

Haymuchospequeñospueblosqueaúnsiguenconservandoel le-gado tradicional que nuestros pa-dres y abuelos nos dejaron. Haymiles de formas para vivir la Se-mana Santa. Tradiciones atadas ala religiosidad del pueblo que vivecon pasión lo que determinó elConciliodeTrentoenelsigloXVI:Una misión evangelizadora y di-dácticaquecadaunolaplasmaconun sello propio. π

JOSÉ MIGUELSEPÚLVEDA

jeressegúnsuestadocivil.Así, lasmujeres mocitas pertenecían a laHermandaddelaInmaculada.Sinembargo, una vez casadas, pasa-ban a pertenecer a cofradía de laVirgen de los Dolores...

Procesiones de hombres o demujereserantípicasenelValledelGuadalhorce. Alozaina aún con-serva la procesión de la Virgende los Dolores, donde sólo parti-cipan las mujeres del pueblo, queacompañan a la Virgen portandocirios y cantándole. También este

pueblo entre el Valle del Guadal-horce y la Sierra de las Nieves havisto como desaparecía un ele-mento casi único en esta zona:La Matraca. Este instrumento, in-troducido en España por los ára-bes, lohacíasonarundiaconoporlas calles para llamar a oficios en-treel JuevesyViernesSantoyaqueestaba prohibido tocar las cam-panas, Una costumbre muy ex-tendida que ya se ha perdido. Deél queda la expresión “dar la ma-traca”, que da una idea del perti-

naz sonido que realizaba este ins-trumento.

Han prendido y matado a Cris-toy,elViernesSanto,muchospue-blos se sumergían en un luto talque no se podía alzar la voz o dis-cutir, tocar las campanas o el tam-bor, un estado acorde con el re-cuerdo de la Pasión. En la nochedel Viernes Santo, como si en unvelatoriosetratase, tambiéneraha-bitual que se le diera el pésame ala Virgen de los Dolores. Esta tra-dición, sin embargo, se mantiene

Muchas de lascostumbres enpueblosmalagueños tienenun origen morisco