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Actitudes saludables

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Actitudes saludables es un documento que te lleva a ver la salud desde otro punto de vista y a buscar que te mantiene saludablemente.

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Page 1: Actitudes saludables

ACTITUDES SALUDABLES ANTE LA ENFERMEDAD

Por: Lic. Ma. Teresa Valero*

Enfrentar la adversidad, en especial un problema de salud, es una lucha

constante por mantener el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual.

Darle a la enfermedad la atención y cuidados necesarios, sin perder la

perspectiva de ser una persona integral con muchas otras dimensiones,

es todo un reto.

Hay que mantener tu problema de salud en la perspectiva correcta.

Necesitas ser creativo y mantener el equilibrio que es esencial para

enfrentar esta situación, de la manera más sana posible para ti y los que te

rodean.

Algunos pasos que te pueden ayudar en este camino para crecer como

persona ante la enfermedad a pesar de los sentimientos de impotencia,

vulnerabilidad, aislamiento y desesperanza, son los siguientes:

No te aísles. Cuando nos sentimos tristes y enfermos, tendemos a

aislarnos, es una especie de mecanismo de defensa, de protección. No

queremos que nos vean, no queremos hablar. Sin embargo la presencia

de los seres queridos es un gran apoyo que nos fortalece y nos ayuda a

sanar. Podemos compartir nuestros sentimientos al encontrar personas

que nos escuchen sin hacer juicios, que nos acepten como somos en

estos momentos.

“El amor, es la fuerza curativa mas poderosa que existe.”

Pregunta, infórmate. Haz tu propia investigación, lee libros, folletos,

indaga sobre tratamientos, busca artículos en internet, averigua todo lo

que te pueda dar un panorama más amplio sobre como lidiar con este tipo

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de enfermedad. Enfrentarnos a lo desconocido da temor, saber más sobre

algo, nos permite tomar mejores decisiones y puede disminuir la ansiedad.

“El conocimiento da poder.”

Se proactivo. Participa en tu tratamiento de manera activa. No seas solo el

“paciente” que espera que le den, que le solucionen, que le dirijan. Toma

decisiones respecto a tu salud, participa en la medida de lo posible

aunque sea haciendo pequeñas elecciones, - que verduras te gustan, que

música prefieres, si tienes frío o calor - Pide que te hablen por tu nombre,

no que actúen como si no estuvieras presente.

“Algunas veces vivimos nuestras vidas encadenados, sin saber que

nosotros poseemos la llave para liberarnos.”

Permite que te ayuden. Nos cuesta mucho trabajo reconocer que

necesitamos ayuda, que hay cosas que no podemos hacer. Después de

someterme a una cirugía, varias amigas me preparaban la comida , me

daba pena que se molestaran y la trajeran incluso caliente para mi esposo

y para mi. Pero descubrí que ellas se sentían útiles y así me demostraban

su cariño. Fueron grandes maestras de amor y servicio. Involucra a tus

familiares y amigos, “déjate querer”

“La persona que ama, posibilita al amado a que manifieste sus potencias”

Dale a la enfermedad su espacio. La enfermedad ocupa un lugar en tu

vida, no puedes evitarlo. Aprende a “escucharla” Si te sientes cansado,

descansa, si no tienes hambre, come algo ligero, si sientes dolor

“apapáchate”. Recuerdo a un amigo que tuvo un cierto tipo de cáncer, al

cual le daba “cita” a cierta hora del día y le dedicaba su tiempo, para

dialogar e incluso preguntarle ¿Qué quieres de mi el día de hoy? y esto le

ayudaba a no darle el control total de su vida, ya que como sabemos, la

enfermedad suele volverse muy demandante. Es aceptar mi realidad y el

impacto que tiene en mi vida, pero manteniéndola en perspectiva.

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“Eres más que tu enfermedad”

Utiliza tus recursos espirituales. Es un tiempo adecuado para hacerte

amigo de Dios, al saberte débil, vulnerable, incomprendido, necesitado de

“algo más” piensa que Dios esta ahí muy cerca de ti, que El tiene

respuesta a tus inquietudes, dudas y cuestionamientos, a todos tus ¿Por

qué? Tómate un tiempo para hablar con El, para comunicarle todos tus

sentimientos. Háblale desde lo profundo de tu corazón, de tus miedos,

enojos, frustraciones, sin fingimientos. Puedes orar en voz alta, meditar

en silencio, con lecturas, con cantos, frecuentar los sacramentos, para

encontrar paz, amor y curación para tu alma y cuerpo.

“Cuando soy débil, es que soy más fuerte”

Cuando la enfermedad entra en tu vida, esta cambia de manera radical.

Puedes verla como una oportunidad o como una maldición. No podemos

escoger nuestra realidad pero si la forma en que respondemos ante ella.

Darle un sentido a todo esto que te sucede puede convertir este desierto

en verdor y que produzca frutos. Puedes hacerlo, eres capaz, eres

importante. Decídete ya, hazlo ahora e inicia el cambio.

“La última de las libertades humanas – que jamás puede ser arrebatada –

es la capacidad de elegir la actitud personal ante las circunstancias.”

*Ma. Teresa Valero. Lic. en Ciencias Humanas, Diplomada en Tanatología y

Desarrollo Humano, Voluntaria Hospitalaria, Directora de Cecura en

Querétaro, Responsable del Ministerio de Duelo en la Pastoral de Salud de

la Diócesis de Querétaro.

correo electrónico: [email protected]