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ÍNDICEEDITORIAL
LA CIUDADANÍA CATÓLICA
MÁS IMPUESTOS
MI MATRIA DESDE UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
APOCALÍPSIS AHORA
LECCIONES DE VIDA
NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
EN CINERAMA... HAZ CINE, MATA A UN HUMANO
U2, ROMPIENDO ESQUEMAS
LEPANTO
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DIRECTOR GENERAL
Lic. Gerardo Garibay Camarena
CONSEJO EDITORIAL
Santiago Lozano NúñezHumberto González Escobar
Gustavo Torres RosalesJulio César Alejandro Sosa Torres
Sergio Torres RosalesHéctor Uriel Rodríguez Sánchez
10 mil ejemplares publicados
La sombra de la regresión autoritaria se cierne amenazadoramente sobre nuestro país. Son los mismos viejos lobos de mar dis-frazados de jueces del progreso quienes impi-den a toda costa que sean llevadas a cabo las reformas estructurales, económicas y hacen-darias que nuestro país necesita urgentemen-te. Ellos chantejean a México apostando por el fracaso de la esperanza, para regresar triun-falmente al régimen que los hizo poderosos y casi invencibles, el régimen del autoritarismo, la amenaza, el contubernio y la brutalidad.
Son los antiguos sobrevivientes de la alternancia, amigos inseparables de la co-rrupción, la desesperanza, la indiferencia y la impunidad. Los eternos amigos de la pobre-za, los favoritos de las mafias. El viejo siste-ma es su hogar y sus amplias bases burocrá-ticas y sindicales sus brazos y piernas. Ellos son los verdaderos enemigos de México.
Urge despertar a México de la hipnosis de la desesperanza, el mundo está cambiando y nuestro país no puede quedarse atrás, ante la caída mundial del viejo sistema económico y político, es necesaria una propuesta actual, só-lida responsable y auténticamente social, que poniendo por delante valores y principios se atreva a terminar de hacer el trabajo pendiente en México; Llevar a la sociedad al poder para transformar las instituciones y hacerlas defen
soras de la democracia, la justicia, la dignidad de la persona humana, la solidaridad y la subsidiariedad para construir en México auténtico Bien Común.
Esa es la tarea de Política Joven, un esfuerzo valiente de quienes estamos con-vencidos no solo de que lograremos ver el bien en México, sino de que queremos servirlo hasta las últimas consecuencias.
Esperamos quienes participamos en este esfuerzo que lo disfruten y se conven-zan de la importancia de sus ideas, su cora-zón y sus manos en esta gran labor: hacer que México viva de nuevo y para siempre.
Estimados Lectores:
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“Lo único que se necesita para que el mal triunfe es que los buenos no hagan nada” Edmund Burke-Pensador y político irlandés
Sin lugar a dudas nuestro país se encuen-tra ante una de las mayores encrucijadas de su historia. Tras casi 200 años de vida independien-te México vive una profunda crisis, no solo en el aspecto económico, sino también en el político y social, la decepción generalizada respecto a la democracia y el descrédito de todos los partidos e instituciones amenaza ya no solo con detener el desarrollo de la nación, sino incluso con re-vertir los avances logrados en los últimos años.
El debate por el presupuesto 2010, que recien-temente concluyó en medio de acusaciones de falta de transparencia y malos manejos políticos, permitió confirmar la insalvable incompetencia del partido gobernante junto con la renovada avaricia de quienes apenas en el año 2000 per-dieron la Presidencia de la República, tras siete décadas de dictadura más o menos autoritaria y ahora se aprestan a recuperarla a cualquier costo.
El fantasma de la regresión recorre los pasi-llos del mundo político de la mano del desáni-mo que parece apoderarse de buena parte de la ciudadanía que, decepcionada de “el cam-bio” ya no sabe a quién recurrir. Peor aún, a este panorama se suma una crisis financiera internacional que no tiene para cuando con-cluir y una profunda degradación del tejido
social que alimenta un crecimiento acelerado de la delincuencia, la soledad y las adicciones.
Sin embargo, aún reconociendo que la situación actual es bastante complicada, la buena noticia es que no tenemos porque darnos por vencidos, pues en nuestras manos tenemos la herramien-ta infalible para salir del bache, construyendo una nueva política y un nuevo país, sobre bases más humanas, más modernas y más eficientes.
Esa herramienta es nuestra ciudadanía, el poder que tenemos como parte activa y pensante de la sociedad para ejercer una verdadera influencia en el ámbito político e impulsar la tan publicita-da “reforma del estado” que permita modificar las reglas del juego y adecuarlas al Siglo XXI.
Quienes tuvimos la –mala- suerte de vivir bajo la dictadura priísta, cometimos el error de creer que bastaba con el arribo de la de-mocracia para que los problemas del país co-menzaran a solucionarse. Sin embargo, a 9 años de distancia podemos comprobar que no era así: la mera alternancia no es suficien-te, no basta con renovar a los jugadores sino que es necesario cambiar el juego mismo.
Por: Lic. Gerardo Garibay Camarena
La Ciudadanía Católica
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Este proceso es la llamada transición que, tras más de 30 años (contados a partir de la Re-forma de Reyes Heroles –la LOPE-) se encuentra claramente estancado, ¿porqué? Bueno porque los encargados de sacarla adelante son los mismo políticos que se formaron y crecieron bajo el sis-tema que es necesario superar y porque las gran-des transformaciones nacionales nunca se con-siguen gracias a los políticos, sino a la sociedad.
Los ciudadanos debemos asumir la transición como una tarea propia, pues solo nosotros lo-graremos sacarla adelante y para ello nece-sitamos una nueva forma de vivir y ejercer la política, requerimos de una “POLÍTICA JO-VEN” que vea más allá de los muros del prag-matismo actual, que opere en un marco de va-lores y que genere estrategias de largo plazo.
Para hacer realidad esta nueva política hay un camino muy claro, un camino seguro para transformar a México: La Ciudadanía Católica.
Por inicio de cuentas debemos aclarar que la ciudadanía católica no implica el estableci-miento de una teocracia, sino que significa el participar de la vida ciudadana tomando como marco de referencia los principios establecidos por la Doctrina Social de la Iglesia, que son vá-lidos no solo para los católicos, sino para to-dos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Ejercer la ciudadanía católica significa actuar siempre con honestidad, procurando el bien co-mún y recordando permanentemente que el fin NO justifica los medios y que no podemos aspirar a un mejor futuro sin antes dejar de lado los vi-cios que han lacerado nuestro pasado y limitado nuestro presente como personas y como nación.
El Siglo XXI abre un panorama inmenso de opor-tunidades para México y nuestra generación tie-ne ante sí la oportunidad de renovar al país para liberarlo de sus cadenas y colocarlo entre los más desarrollados, fuertes y plenos del mundo.
Esta es una tarea de valientes, de ti y de mí, de hombres y mujeres comprometidos, no con lo que somos, sino con lo que podemos llegar a ser, que no nos conformemos con lo “posi-ble” sino que hagamos lo necesario para su-perar las dificultades y para hacer realidad el México próspero que vive en los sueños y espe-ranzas de 100 millones de personas que, como nosotros, son capaces de alcanzar cualquier meta, porque sin importar nuestra edad, somos audaces, somos jóvenes, somos mexicanos.
Esta es nuestra vocación y juntos vamos a cumplirla.
La Ciudadanía Católica
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www.millonxmexico.org
¡¡¡Más impuestos!!!
Nuestro país ha sufrido grandes embates en su historia, pero siempre lo-gramos ser más fuertes que el adversa-rio. Muestra de ello es que, cada vez que México está en una situación de crisis so-cial, económica, de valores, o de desas-tres naturales, siempre se unen los corazo-nes de los mexicanos para salir adelante. Por eso es inconcebible que, tras un em-bate tan fuerte como es el que sufre la economía de México hoy en día, el go-bierno quiera exprimir a los contribu-yentes cautivos, y esto es dicho por mu-chos expertos y hoy no será la acepción.Lo que no se entiende es que, si según se supone, tenemos gobernantes que “com-prenden mejor que lo que le conviene a nuestro país” por qué siempre la clase media es la que tiene que pagar los platos rotos de nuestro Gobierno, ¿porqué siempre deben de ser ellos los que tengan que poner más de sus bolsillos para que la situación mejore?Me pregunto ¿Qué no debemos ser todos los mexicanos? ¿Qué no se supone que debe-mos de estar unidos en toda situación? o se trata de que los pobres hagamos a los ricos más ricos, y también hagamos a nuestros gobernantes más inútiles, al grado de que no puedan ni llegar a tomar una decisión que en realidad ayude a lo que menos tienen.Yo así lo entiendo y creo que muchos esta-rán de acuerdo conmigo: la verdad es que ya estamos cansados de nuestros gobernantes estén viajando en camionetas de lujo, de que se vayan a “trabajar” a las mejores playas
del país y que se gasten más de $2,000.00 pesos en una sola comida, mientras hay fa-milias que comen con $50.00 pesos diarios. Esto ya no es una exhortación o una invi-tación a nuestros gobernantes, ahora ya exijamos que esto sea parejo. Solo así se podrá sacar el país a delante. Ya basta de que los contribuyentes cautivos tengamos que sacrificarnos. Porque, para aquellos gobernantes que no lo sepan, hay gente en nuestro país que tiene mucho dinero y que hace caso omiso al pago de impues-tos, y son ellos los que deben de aportar.Hay que voltear a los demás países, como Chile o Brasil, que tiene un IVA generaliza-do del 20% al consumo. Gracias a eso su economía no ha sido tan afectada, todo se paga conforme a lo que se consume y así todos apoyan y ponen su granito de arena.Despierten señores gobernantes ¿de qué les sirvieron tantos años de estudio en las mejores escuelas del país y del mundo? ¿Acaso les vieron la cara y no son las me-jores escuelas? o, como buenos mexica-nos, ¿se echaban la pinta?, Si era así me-jor dejen su puestecito para aquellos que verdaderamente aman a nuestro país, pero no anden con tonterías tratando de jugar al “Turista Mundial” con México. De verdad, señores gobernantes, a trabajar para me-jorar a nuestro País. Nosotros haremos lo que nos corresponde, solo faltan ustedes.
Por: Humberto González Escobar
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Pasan los años y los mexicanos seguimos sumergidos en el mundo de nuestros fes-tejos históricos nacionales. Las fechas que aprendimos desde pequeños, como la de 1810, se convierten en números repre-sentativos y parte esencial de nuestra identidad.
Bien recuerdo que la historia nacional como nos la enseña-ron siempre nos ha resultado heroica, larga y confusa. Sin embargo, al cabo de los años nuestra memoria vendría asi-milando mejor algunos cono-cimientos de la historia para tomar un juicio más profundo.
La historia de nuestro antiguo mundo nos da revuelo para imaginar utópicamente un país conformado por personas en su mayoría altas, morenas, de físicos esbeltos y costumbres quizá aterrorizantes para el resto del mundo.
Un país con una alta cultura del conocimiento y desarrollo, que pudo adaptarse a la in-evitable mundialización de las
culturas. Una nación con ciuda-des monumentales, con centros ceremoniales construidos y de-dicados a Tlaloc.
Un territorio con todos los ser-vicios, como los tenemos en la actualidad, pero mejor dis-tribuidos y bien administrados. Con una capital llamada tam-bién México, reconocida mun-dialmente por la exagerada extravagancia del conjunto de toda una cultura nacional.
¿Qué sería México ahora si no hubieran llegado los españoles, ni después los ingleses y fran-ceses? Esta pregunta segura-mente ronda muy seguido en los cerebros de historiadores, antropólogos y sociólogos.
Y sin embargo no fue así. Los españoles fueron dueños de territorio mexicano por 300 años, tiempo suficiente para heredarnos mucho de lo que ahora somos.
Yo estoy dispuesto a aceptar mi realidad, como buen mexi-cano: Criollo, mulatoo mestizo.
Somos afortunados por el sólo hecho de habernos zafado, aunque no en su totalidad, del control español.
El significado de nuestra in-dependencia, de nuestra libe-ración, me resulta significativo, pues, no me imagino a un país aún en conflicto con otras na-ciones por cuestiones de terri-torio, como ocurre actualmente en algunas partes del mundo.
Esta liberación trajo sus ven-tajas: la conformación de una nación independiente y sobe-rana, la estructuración de iden-tidades muy arraigadas, una forma de trabajo que viene determinando nuestros estilos de vida, una adaptación na-cional a la mundialización de las culturas y con ello un terri-torio de libertad condicional.
Por: Santiago Lozano
Núñez
Mi Matria desde una perspectiva histórica.
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Me refiero especialmen-te a una libertad condicional como mexicanos. Sí somos libres, pero estamos controla-dos por diversos factores gu-bernamentales y mediáticos. Factores a los que ciegamente entendemos como normales y como parte de nuestra identi-dad nacional.
Una historia manipulada
En primaria ya estudiá-bamos la geografía y cultura del país, además de la confor-mación de los estados, su flora, la fauna y muy poco de la historia nacional, quizá tan sólo algo del mundo prehistórico, la conquista de Cortés y los nom-bres de los libertadores.
Desde pequeños nos resaltan nombres de hombres y de una mujer importante de aquellos tiempos cruciales de nuestra historia. Ya nos suena mucho Hidalgo, María Josefa y More-los. Nos suena la guerra de los pasteles y la noche triste de Cortés. Datos no muy claros de nuestra historia terminaron por crearme un desinterés, y
es por esto que entré, no sé si fue así con todos los mexica-nos, en el conocimiento vago y redundante de la historia de mi país. ¿Qué debate magis-tral podemos protagonizar los mexicanos que sabemos menos de un cuarto de una historia nacional? Tal debate no exis-tiría.
La historia ha sido ma-nipulada por los ganadores. Sí, la historia la escribieron ellos.
Más allá de la historia manipulada, más allá de un conocimiento profundo y re-flexivo de nuestro pasado, el mexicano disfruta de la festivi-dad, sin saber cómo, cuándo y por qué exactamente pasaron las cosas que hacen la noche del 15 de septiembre inolvida-ble… Continuará.
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www.testimonioyesperanza.com
¡¡¡Ya viene el fin del mundo!!! ¡¡Esta-mos acabando con la tierra!! ¡¡El ca-lentamiento global nos destruirá!!.
Seguramente todos hemos escuchado esta “letanía” como la llama Bjorn Lom-borg; la repiten con sadomasoquista placer las estrellas de Hollywood, los políticos, los ecologistas, los promotores de la new age y los científicos, de hecho, la teoría de que el calentamiento global es provoca-do por los seres humanos se nos presen-ta como un hecho comprobado… la buena noticia es que no necesariamente lo es.
Aunque resulta incontrovertible el hecho de que el planeta se está calentando, este fenómeno no se debe necesariamente a nuestra acción sobre el medio ambiente,
pues existen muchas otras explicaciones posibles y plausibles, incluyendo ciclos naturales y el incremento en la actividad so-lar. Entonces ¿por qué tanto pánico con el clima? La respuesta es simple: el Negocio.
Durante las últimas décadas ha surgido toda una raza de corifeos del Armagedón ambiental, que con un celo semejante al de Jeremías proclaman que los humanos esta-mos “matando” a la madre naturaleza y por tanto debemos tomar medidas drásticas –y multimillonarias- para evitar la catástrofe.
Sumados a la paranoia global y desespe-rados por aparentar que están haciendo algo para resolver el problema los gobier-nos de todo el mundo suscribieron el “pacto de Kyoto” que busca revertir los supuestos efectos del calentamiento global al son de inversiones anuales por más de 350 MIL MI-LLONES DE DÓLARES y aún así, después de haber invertido más de 35 TRILLONES DE DÓLARES, lo más que lograremos será retrasar esos efectos durante 6 años. Es decir, la misma familia de tiernos conejitos que, sin el protocolo de Kyoto se ahogaría en el año 2100, lo hará ahora en el 2106.
Por: Juan Hernández Bis
“La constante repetición de la letanía (pseudo ecologista) …provoca que gastemos recursos en resolver pro-blemas inexistentes en lugar de atender los verdaderos”Bojrn Lomborg-ecologista
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Al Gore, Leonardo DiCaprio, Green-peace y todos esos apóstoles de la in-dustria verde están haciéndose multimi-llonarios vendiéndole las “pesadillas del coco” al mundo occidental y por ello es-tán dispuestos a todo con tal de mante-ner a su mito del “calentamiento global provocado por el hombre” como la úni-ca teoría, y para muestra basta un botón.El pasado 20 de noviembre se dio a cono-cer el contenido de miles de correos elec-trónicos escritos por miembros del Centro de Investigación Climática de la Univer-sidad de East Anglia, en el Reino Unido. En estos correos se detallan los planes de un boicot organizado por los defensores del mito del cambio climático en contra de las publicaciones científicas que presen-ten investigaciones de los investigadores disidentes, para después criticar a estos mismos por no tener artículos publicados.
Además los pseudo científicos de esta uni-versidad intercambiaron “tips” sobre como inventarse datos para inflar sus propias in-vestigaciones y dar sustento así al mito de que el cambio climático es provocado por los seres humanos, para lo cual también deci-dieron bloquear del reporte de Naciones Uni-das cualquier evidencia que afecte su teoría.A pesar de la gravedad de estos escan-dalosos descubrimientos, que ponen en duda todo el andamiaje académico que sustenta la paranoia ecologista, los gran-des medios de comunicación han guarda-
do silencio, pues el negocio del Armage-dón es muy bueno como para dejarlo ir.
Esto no significa que debamos explotar irresponsablemente el planeta o que ig-noremos la amenaza que representa la destrucción del entorno ecológico, pero sí que no debemos aceptar a pie juntillas to-dos los argumentos del lobby “verde”, aun-que los expongan estrellas de Hollywood.
Como bien señala Bjorn Lomborg, el ocu-parnos de problemas ficticios nos distrae de los reales y todavía hay mucha gente que vive en la marginación y la pobreza, de modo que el gran reto es seguir aprove-chando el medio ambiente en forma sus-tentable para generar riqueza y oportuni-dades de desarrollo en el mundo entero.
Mientras tanto, los pregoneros del ecodesastre seguirán anunciando el fin del mundo, porque es lo único que saben hacer y porque, como ya lo han comprobado, el Apocalipsis vende bien.
Peor aún, esta no es la primera vez que nos venden el mismo cuento chino. Ya en los años 70 los científicos, con idéntico aire de autosuficientica, habían dado la voz de aler-ta sobre un dramático cambio en el clima de la tierra que generaría consecuencias ca-tastróficas para hombres y bestias. La única diferencia es que en aquel momento el pe-tate del muerto fue el “enfriamiento global”.
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Don Juan es un hombre mayor: hace dos meses que cumplió 75 años de edad. 15 días atrás falleció su mujer, y, al estar solo en su casa, decidió pedirle hospedaje a Joaquín, quien era su único hijo, estaba casado y tenía 3 hijos: Eduardo, Rodrigo y Jesús, el primogénito.
Un día, Don Juan fue a la casa de su hijo para decirle lo que había pensado. Llegó por la tarde y, al paso de las horas, anoche-ció, hasta que Joaquín le pre-gunto ¿papá, a que hora te vas o te vas a quedar a dormir con nosotros? Don Juan aprovecho ese momento para decirle a su hijo lo que sentía, y le dijo: mira hijo, a partir de la muerte de tu madre, me he sentido muy solo, no encuentro un lugar donde estar, y quería saber si me po-drías hospedar aquí en tu casa.
Joaquín, con un gesto de inco-modidad en su rostro respondió: Papá, no tengo ningún cuarto solo, y si saco a alguno de mis
hijos del suyo me matarían, ¿tu me entiendes verdad papá? –Sí, hijo, contesto Don Juan y se encamino a la puerta, pero Joaquín detuvo a su padre y le dijo: ¿Papá? A menos que no te importe dormir en el patio.
Don Joaquín, con el corazón destrozado pensó ¿en el pa-tio?, y por fuera contestó: Está bien hijo -pues no quería es-tar solo-. Así que Joaquín or-deno a su hijo mayor, Rodrigo, que trajera una cobija. Rodrigo lo hizo y preguntó para quien era la cobija. Su papá le con-testó que era para el abue-lo pues dormirá en el patio.
Rodrigo sorprendido le pregun-tó a su padre ¿Mi abuelo va a dormir en el patio? Y Joa-quín respondió: Sí, hijo, ya vez como es tu abuelo que no quiere molestar. Entonces, Ro-drigo llevo la cobija al patio y la comenzó a partir en dos. Su papá le pregunto ¿Qué haces? y Rodrigo le contestó –Papá estoy cortando la cobi-ja en dos para que, cuando tú seas grande y vengas a pedir-me hospedaje, pueda dártela para que te quedes en el patio.
Quizá nunca hemos manda-do a nuestros padres a dor-mir el patio, pero cada vez que nos piden un favor y nos molesta hacerlo y no lo hace-mos, estamos haciendo lo mis-mo: rechazándolos, dejándolos fuera de nuestra vida, siendo que nuestros padres ya dieron la vida por nosotros: se des-gastaron, sufrieron, trabajaron, lloraron, se desvelaron espe-rándonos, nos entregaron los mejores años de su existencia.
Piénsalo, pues si hoy los tienes debes valorarlos, protegerlos, cuidarlos, respetarlos, querer-los, disfrutarlos. De verdad la vida se va demasiado rápido y no sabemos hasta cuan-do vamos a tenerlos a nues-tro lado. Por favor reflexiona y cuando puedas diles cuan-to los quieres, pídeles perdón por las veces que los has ofendido. De verdad Piénsalo.
Por: Julio César Alejandro Sosa Torres
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NUESTRASEÑORA DEL PILARPor: Vicente FernándezHinojosa.
Se celebra el 12 de Octubre, día de la Hispanidad. La Virgen María, allá por el año cuarenta, cuando todavía vivía, le prometió al Apóstol Santiago, quien se marchaba a predicar la fe de Jesucris-to, que ella se manifestaría en aquel lugar donde más personas se convirtieran a su Hijo. Cuando, al llegar a Za-ragoza “se convirtieron sie-te hombres a Cristo”, la Vír-gen cumplió su promesa y se le apareció con una piedra. La Santísima Vírgen María le dijo que en aquel lugar edifi-cara una capilla donde todos adoraran a su hijo y que to-dos lo que lo imploren y ala-ben recibirían milagros admi-rables. Además profetizó que
el pilar que había dado estaría en ese lugar hasta el fin de lostiempos y que ahí nunca le faltarían seguidores a Cristo.
Entre los grandes prodigios he-chos por su medio sólo recor-daremos estos dos: El ocurri-do en 1637 con Miguel Pellicer, vecino de Calanda (España) a quien le devolvió la pierna sana, después de que la tuvie-ra enferma durante tres años y cinco meses. Otro prodigio es más reciente: El 3 de agosto de 1936 los enemigos de la fe en España arrojaron tres bom-bas sobre el templo. Una cayó en frente de la Basílica que no causó desperfecto alguno y las otras dos sobre la mis-ma Santa Capilla, sin explotar. Cada año, gente de todas par-tes del mundo van a venerar-la y a pedir que interceda por cada uno de nosotros ante
Dios. Pues ella nos cuida no sólo el 12 de octubre -que es su fiesta-, sino todos los días.Quien realiza los milagros, el único que concede eso regalos y las bendiciones que le pedi-mos es Dios, y es en él en quien debemos depositar nuestra fe, pero debemos recordar que la Virgen intercede por nosotros.Por eso debemos de acercár-nosle y pedirle por todas la necesidades del mundo, pues ella, con su gran amor de ma-dre, jamás desamparará a uno de sus hijos. Ella siempre pedi-rá a Dios por cada uno. Noso-tros, como sus hijos, debemos buscarla y no olvidemos que el regalo que mas le gusta es que recemos el santo Rosario.
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Durante los más de cien años de vida del cine como uno de los más efecti-vos y populares medios de comunicación y entretenimiento la raza humana ha luchado por su vida contra multitud de seres malé-volos: orcos, aliens, zombies y agentes de seguros. Desde las épocas del más primitivo blanco y negro hasta los modernos efectos especiales, generación tras generación he-mos visto como nuestros héroes defienden a la raza humana de la aniquilación total.
¿Cómo olvidar cintas como “Alien” o “el Día de la Independencia”? En todas ellas, los protago-nistas, superados en fuerza pero armados con su ingenio, logran derrotar a enemigos no hu-manos que son aparentemente más poderosos.
Esa había sido la tónica general duran-te más de un siglo… pero ahora está cam-biando. Cada vez más superproducciones hollywoodenses están tomando un nuevo enfoque, en el que los humanos somos los “malos” y/o los invasores, mientras que los aliens con cara de insectos son los “buenos”.
Este es el caso de “Battle for Terra” una película animada donde un grupo de hu-manos malévolos y materialistas atacan a una civilización de armoniosas lagartijas aladas, trama que, por lo que sabemos, también presentará “Avatar” el esperado regreso de James Cameron (director de Ti-tanic) a estrenarse en diciembre próximo.
El “síndrome de la culpa cinemática” no es nuevo, desde hace décadas se hacen pelí-culas, pagadas por occidentales, donde las cuasi utópicas culturas nativas (ya sean in-doamericanas, africanas o asiáticas) son ata-cadas por hombres blancos desprovistos de cualquier sentido de la humanidad (algunos ejemplos son: Danza con Lobos, Australia y 1492: La Conquista del Paraíso, entre otros).
Sin embargo, con todo y que este “síndrome de culpa ya era de por sí lo suficientemente patético, esta nueva metástasis, que consiste ya no solo en culpar de todo a la cultura occi-dental, sino a la humanidad entera, es mucho más preocupante, y forma parte de una cul-tura bastante extendida, que mezcla elemen-tos pseudo ecológicos, new age y materialis-mo para formar una auténtica receta mortal.
Por:Joaquín MorenoSoler.
En Cinerama.. .
Haz cine,
mata a un humano.
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Este movimiento, que pudiéramos considerar como ecología fundamentalista, se expresa, por ejemplo, en las campañas de PETA “Gente por el Trato Ético a los Ani-males” (un grupo ecoterrorista que basa su publicidad en el apoyo de “estrellas” como Eva Mendes o Pamela Anderson) o, inclu-so, en grupos promueven la extinción vo-luntaria de la humanidad, pues alegan que nuestra presencia afecta al resto de la na-turaleza y por tanto debemos desaparecer.
En este contexto, y dada la importancia del cine como medio de divulgación ideológica, es sumamente peligrosa la proliferación de películas donde se presenta a la raza huma-na como “mala” o donde los animales tie-nen una dignidad mayor a los seres huma-nos. Pareciera que Hollywood se ha decidido a vendernos un boleto a cambio de demos-trarnos lo malos que somos y, yo no sé qué opiné usted, pero yo no pienso pagar para que me depriman… ni siquiera en Cinerama.
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U2 U2 es una de las bandas con más influen-cia a nivel mundial, no solo sobre temas ecológicos, de gobierno o de pacifismo, si no de valores cristia-nos. Esta agrupación nace en un colegio de Dublín llamado Mount Temple. Afortunadamente para Bono algunos profesores eran cristianos y gracias a ellos Bono aprendió lo que Dios puede hacer en la vida de una persona. La espiritualidad de Bono es algo difícil de entender para alguien que examina su fe desde una pers-pectiva tradicional religiosa. Hijo de un católico y una protestante, el cantante de U2 se crió yendo con su madre y su hermano a una pequeña capilla de la Iglesia de Irlanda, mientras su padre iba a misa a la parroquia del barrio de Finglas, al norte de Dublín.Si se creía que Bono era el único creyente en la banda no es así, el guitarrista del grupo es un inglés conocido por el apodo de “The Edge” el cual se interesó por el cristianismo a raíz de un curioso epi-sodio ocurrido en un McDonalds, en el que un Hare Krishna empezó a ridiculizar a un hombre que esta-ba leyendo una Biblia. Es así cómo empezó a asistir junto al batería, Larry Mullen, a las reuniones de la comunidad cristiana evangélica carismática Shalom, donde Bono iba ya a estudios bíblicos y encuentros de oración. Una observación interesante en todo esto es la combinación de Rock el cual es conocido como un
arte muy ligado a lo oscuro y a las malas costum-bres, con excesos como sexo, drogas, poder y dinero.Pocos son los músicos que saben controlar las ten-taciones de la fama, pero U2, de la mano de Bono ha sabido sobrellevar este poder, dinero y fama para trascender, para crear conciencia en temas de interés social los cuales nos están afectando, para inducir a la juventud a orar y a velar por los demás. Los acercamientos de U2 con la Iglesia han sido positivos, ellos no critican la manera en cómo opera, sino que, al contrario, la respetan. En palabras de Bono “Hay que intentar no ser demasiado duros con la Iglesia de Roma. La Iglesia tiene sus problemas, pero cuanto mayor me hago, más me conforta”.Al trabajar con personalidades como Sor Anna en Malawi, o del padre Jack Fenukan y su gente en África, pudo darse cuenta de cómo existen sacer-dotes y religiosas que se desviven por los enfermos y los pobres, renunciando a una vida mucho más cómoda.
Innumerables han sido las labores solidarias de esta personalidad y de los demás integrantes de U2, sin dejar de lado la promoción de valores realizada con base en principios cristianos. Aún así, esto no es suficiente para aprobar su cosmovisión o definir cuáles son las creencias de esta agrupación, pues hoy en día no basta con ser “bueno”… hay que de-finirse y tomar un camino claro.
Por: Gustavo Torres
Rompiendo Esquemas
SOUNDBEAT
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Capitulo IUna vida más
Solo una vida másUn pétalo en el aire
Una hoja, roca, suspiroY nada más.
Dicen que las memorias son los retazos de vida con los que moramos cuando todo lo demás se acaba, que son la forma en que los ancianos nos alimentamos de la juventud que ya sea escapado, inevitable, impredecible y para siempre.
Dicen que aquellos años que más se marcan en la memoria son aquellos llenos de tristezas y problemas, mientras que los tiempos felices se escapan como agua entre los dedos, si es así no puedo saberlo, puesto que mis tiempos han sido todos de conflicto y desazón.
Y, sin embargo, no puedo quejarme, mi vida ha sido plena, he vivido más de 65 años en este turbulento siglo XVI y he visto casi todo lo que hay que ver, he amado y perdido, he luchado y vencido.. y también he sido derrotado. No me arrepiento de nada o, mejor dicho, de casi nada, pues solo el hombre necio puede estar satisfecho con el total de sus acciones, pues somos seres humanos, y, como tales, propensos al yerro y la estupidez.
Pero, comenta frustrado mi interlocutor- tiene que haber una época tranquila, donde no haya habido preocupaciones o temores, donde la vida fuera simple, al menos la infancia, por amor de Dios.
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Por: Juan Gilberto Salazar B.
Sorbo un poco de ese horrible fermento de malta al que los británicos llaman “cerveza”, tomo aliento y recorro las entrañas de mi mente para encontrarme de nuevo con aquellas lejanas reliquias, con aquellos tesoros celosamente guardados en el cofre infinito de la memoriaLIMASSOL, CHIPRE, 1538
Recuerdo tan solo un poco, el aroma de las flores en las primeras lluvias de primavera, el camino que llevaba al puerto, a donde corríamos para conocer a los nuevos viajeros, el olor de las espe-cias que comerciaba mi padre y, a veces, cuando me esfuerzo mucho, recuerdo los ojos, de un verde tan intenso que parecía quemar y la alegre cara de esa niña que corría con alborozo tras de su madre en los días de mercado o los domingos, al ir al templo.
Su familia, al igual que la mía era de comerciantes venecianos que habían emigrado después de que Chipre pasara al control de aquella ciudad italiana, en los turbulentos años del siglo XV. No entendía bien porque pero aún a los 6 años percibía el recelo y, en ocasiones, la franca hostilidad con la que nos trataban los niños chipriotas, aún después de décadas de control veneciano, no se resignaban a depender de nosotros y es que, como aprendería en carne propia años más tarde, no se puede humillar a alguien sin esperar una venganza.
Recuerdo las noches al calor de la fogata encendida con la leña que mi madre traía del campo y que, bajo el calor de las tímidas llamas que crepitaban iluminando a medias las blancas paredes de la casa, mis padres hablaban con nostalgia de volver al hogar en el continente, aquel que yo nunca había conocido pero que, influenciado por ellos, ya añoraba con intensidad.Me preguntaba porque, si era que Venecia era un lugar mucho mejor para vivir, mis padre sabían decidido irse y alguna vez escuche que mi madre, al platicar con amigos de mucha confianza, re-lataba la historia de la traición ocurrida en su familia y que había provocado que, un par de años antes de mi nacimiento, mis padres tuvieran que abandonar la seguridad de sus negocios en el continente para probar suerte en esta isla que, mientras para mí era el mundo, para ellos era tan solo una prisión.
Recuerdo ir a la Iglesia y recuerdo al padre hablando en latín y caminando por el pueblo con un paso tan tranquilo que casi pareciera que se encontraba quieto y las peleas con los niños chiprio-tas, porque ellos no eran católicos y no iban a ir al cielo.Recuerdo el delicioso hastío de las tardes tranquilas, cuando dormíamos arrullados por el feroz calor veraniego y por el místico canto de los animales: del caballo, las 2 vacas y algunos cabritos, que formaban parte de nuestra vida… y de nuestras comidas en ocasiones especiales.
Bueno –le respondo, pues en las tabernas de Inglaterra uno aprende a adoptar una suerte de hosca cortesía- La verdad es que, aunque me duela re-conocerlo, recuerdo muy poco de mi infancia, tan solo pequeños retazos que atesoro como reliquias del pasado, de la vida que pudo ser, de lo que se ha perdido en el aire, de lo que ya no está.
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De repente, al paso de los días, tanto mis padres como el resto de los adultos comenzaron a parecer más tensos y preocupados por algo que yo no alcanzaba a entender, pero que parecía estar en relación con aquellos “otomanos” que habían puesto al pueblo en un estado de alerta.Sin embargo, ninguna alerta y ni siquiera el castillo pudo cambiar la historia de aquella mañana en que, al ir jugar a la playa, vi a lo lejos dos mares: el que estaba tan acostumbrado a mirar, donde había nadado innumerables veces, y otro, formado no de agua, sino de verde ondeando al viento, de barcos, velas y cañones que retumbaron en la distancia.
Los hombres de la villa se aprestaron a la defensa, pero fue inútil, el estruendo de las balas otoma-nas trajo consigo la muerte y la destrucción. Oí a la distancia que el gobernador había decidido destruir el castillo –nuestra única defensa- para que los invasores no pudieran usarlo y después, cuando volví a mirar a la playa vi a la avanzada del ejército infiel, hombres recios, macabros arma-dos con las extrañas espadas de las que había oído y son una maldad terrible que encendía sus ojos y alegraba sus rostros mientras mataban.Corrí, corrí como nunca lo había hecho en mi vida y me escondía tras unos arbustos, a tan solo unos metros de la playa, aquellos mismos arbustos en los que ayer jugaba a las escondidillas ahora me servían como refugio ante la muerte a la que, a pesar de mi corta edad, me enfrentaba conscientemente. Pensé en mis padres y rogué que estuvieran a salvo.Todavía alcancé a ver la bandera otomana, roja y verde, ondeando sobre la ciudad antes de que uno de sus soldados me encontrara. Después todo pasó muy rápido: luche inútilmente por libe-rarme y lloraba con lágrimas casi silenciosas mientras a mí y algunos otros habitantes nos subían a sus barcosSe llevaron a unas decenas de nosotros como prisioneros y a otros más, nunca supe cuantos, los mataron ahí mismo, mientras cantaban sus himnos, con una voz que me pareció incluso inhu-mana.Así, mientras subía a la galera que se había convertido en mi prisión observé sorprendido sus formas delineadas, su enorme tamaño y la ornamentada bandera verde que portaba con orgullo, pero lo que más me impacto fue ver las largas filas de remos y los rostros duros, tristes, de quienes los manejaban. Luego miré hacía tierra y vi por última vez mi isla, el hogar donde había nacido, mi mundo, que ahora yacía en cenizas, acabado para siempre, sin que yo pudiera hacer nada.
Recuerdo haberme sentido terriblemente solo, atemorizado y recuerdo también observar, mien-tras subía en el mismo barco que yo, a aquella misma niña que acostumbraba correr detrás de su madre y que ahora era arrastrada por la violencia de los guerreros de una tierra extranjera, que habían venido a arrebatarme mi vida y cambiarla para siempre.Continuará….La Tierra de la Luna Creciente.
Y recuerdo aquellos primeros rumores, aquellas palabras mencionadas por las mujeres del pueblo sobre una raza de fieros guerreros, de infieles que adoraban a un Dios extraño y portaban espadas mortales en forma de media luna.
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