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Otro libro sobre el Apocalipsis de un reconocido escritor

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  • 1. EL APOCALIPSIS

2. COMENTARIOS DIDAQlJENUEVO TESTAMENTOEsta obra peltenece a la famosa serie:TYNDALE NEW TESTAMENT COMMENTARJESDirigida por R. V. G. TaskerTrlu[uccin dirigida po-r C. f{en Padilla 3. EL APOCALIPSISlNTRODUCClON y COMENTARlOporLEON MORRISRecior del Ridley College, Melboume, AustraliaEDICIONES CERTEZA. BUENOS AIRES1977 4. Ttulo Oliginal: The Rfmelation of Sto Jo/jnCopyright 1969, Tbe Tyndale Press39, BedfordSquare, .Londres WC1B 3EYTraduccin por Ernesto Burez Vilela 1977 de la velsin castellana por EDlCIONES CERTEZASan Juan 4383, 1233 Buenos AiresHecho el depsito que previene la leyImpreso en la Argentina - Printed in .ArgentinaEDIcIoNES CERTEZA es' .la empresa editml alegorizaciones ylas l1plicaciones que, aunque se inspiren en el afn de mostrarla actualidad del mensaje bblico, nO puedan desprenderselegtimamente del texto. Todos 10satItores son gente de reconocida competencia enCl mundo de los estudiosbblicos; .Casi todos los ttulos incluids en esta coleccin formanparte de .llna setie de comentatios de failla mundial, puhlicadapor la T)indale Press en Inglaterra. Para la trac! IIcd(lIIs~ ha tomado como base la ms difundida de las versionesel" la Bihlia, la Reina-Vakra (Revisin deHJ60). Sin eJ11har-5 6. gJ, tambin se ha hecho uso de ~afias otras traduccionescastellanas, incluyendo la populal" Dios llega al hambre enel caso del Nuevo Testamento.Por todos lados hoy da hay seales evidentes de un anhelode renovacin espiritual. Lanzamos estos comentariosal pblico hispanoparlante con la esperanza de que, graciasa su magistral combinacin de erudicin bblica, sencilJez yfidelidad a ]a' Palabra escrita, sirvan al propsito de queesa renovacin mantenga una orientacin' autnticam0ntebblica, para la gloria de Dios y la edificacin de la Iglesiade Cristo.LOS EDITORES 7. CU.tE.:lDOt'HOLOCO DEI. l'TUIAHREVIATURAS P1UNClPALES:--iTRODUCCION"flltel'prf'taciiinLa Revelaein de Sun .luan y la literturaupocalptkaEl autorFechaFut'lltes:NALISIS(O~IENTARIO51I152427384850 8. PROLOGO DEL AUTORMe temo que el Apocalipsis sea un libro muy uesl:uiuauo.Su simbolismo corresponde al siglo 1, nO a nuestra propiaera. En consecuenpia, el hombre del siglo xx lo encup.ntradifcil y tiende a desecharlo como irrelevante. Esto es lamentableporque su teologa de poder es de suprema importanciaen una poca tan preocupada con los problemasdel poder como es la nuestra. En este comcntario he tratadode explicar la significacin del simbolismo y mostrarla relacin del mensaje del Apocalipsis con los problemasde la a.dualidad. Algunas de las dificultades que presentaeste libro son extraordinariamente complicadas y, ciertamente,no poseo la capacidad para resolverlas. Pero tengola esperanza de haber podido apuntar hada la soluci6nde varios de los obstculos ms evidentes de tal modo quelos lectores cntemporn('os l)U('dan discernir el nfasispIincipal del libro.Uno de los inconvcnientes es la existencia de varias es-cueJasde interpretaci6n. Muchos ('xgetas estn perslladidosde que slo su particular enfoque producid la correctainterpretacin. Por mi parte he sopesado cuidadosamentela argumentacin de aquellos que han escrito antesde m, al menos de todos aquellps que he tenido ti"p-mpode leer. La bibliografa aceren de este libro es amplsima,. r no pretendo haberla llegado a dominar en manera alguna,aunqut.', eso s, me he beneficiado muchsimo a travs detales leduras. No me ha sido posible alinearme a ningunade las habituales escuelas de interpretacin, pero deseo dejarconstancia de no haber (lisentido con ninguna posici6naC'eptada sin antes haber examinado cuidadosamente losproblemas 'involucrados. A lTavs de este proceso he adquiridouna' deuda de gratitud con muchos autores, t::tntosen verdad que vacilo en mencionar nombres individualmente,~.Ie _limitar, ~)lleS, a manifestar mi gratitud en for-9 9. lIa gelleral con f:'! aadido del especfico recollocimipJltoque dejo constancia en el texto propiamente dicho del Comentarioy en las IlOtas al pic de pgina.Este Coml'lltario ha c!'tado en preparacin durailte mul'hosnos y, por lo tanto, he tenido tiempo de reflexionarl'ollsidcrablenlt'nte resp('cto ,pues, ~sperar una prosa equilibrada, serena, pulida. 40e. Hay acuerdo general en cuanto a que el autor f'S dehabla aramea. Sin emba~o, es obvio que lea bien el griegoy que escribi en ese idioma. ., f. Tampoco puede pasarse por alto la influencia de unamanuense. Es posible que uno y el mismo autor haya tenidola colaboracin de un amanuense para escribir el Evangelioy que, en ~ambio, se huya visto obligado a scribir elApocalipsis sin tal colaboracin.g. Se ha sealado que el autor escribe no como un apstolsino como un profeta. Cuanto menos fuese conocido tantomayor la probabilidad de que en el futuro s atribuyesesu libro al ms grande Juan conocido' (ntese que el libroafirma~star inspirado y exige para s un elevado lugar,1:10; 22:18ss).h. Es posible que parte del lenguaje e.w;:n;n se deba alhecho de que el autor est exponiendo visiones y profecasde origen divino. Hay evidencias de que :en ciertos crculosno era comn un estilo no' gramatical,por lo menos paraque resultase acorde COn tales revelacioncsinspiradas. 415. Si bien hay diferencias de estilo' con el cuarto Evangelio,tambin hay semejanzas. Solamente estos dos escritosdel Nuevo Testamento hacen referenciaallogos (Jn. ] :1; Ap.] 9: 13); utilizan figuras tales como "el cordero", "el agua40 "El 'extasiado vidente' no hablar ni escribir como el evangelistarecluido y entregado a la reposada meditacin." (J. OH,. OJ. cit ..p.2.548). . ,41 A. S. Peake cita a Heimici informando que "los orculos griegsson tambin, en parte, 'brbaros por su estilo. Lo irregular, lo exticoy lo sorpl'esivo tiene mayor efecto" (The Revelaton of' Joho, s.f.,pp. 595.). Cita tambin a A. Harnack: "Solamente lo misterioso parecedivino" (oJ). cit., p. 60, n.i.),.34 34. I:'TRODUCCIONde vida", "aqul que ha vencido", "guardar Jos mandamientos";el adjetivo "verdadero" (alethinos, aparece nueve veces en Juan, cuatro en 1 Juan, y diez en Apocalipsis, mientrasql!e en el resto del Nuevo Testamento aparece slo cincoveces). Los dos libros presentan el llamativo cuadro dl'lZacaras 12:10 (In. 19:37; Ap. 1:7). Hay tambin una invitacinal sediento On. 7:37; Ap. 22:17); unmandamimtorecibido por Cristo del Padre (In. 10:18; Ap. 2:27); vestidurasblancas para los ngeles (Tn. 20: 12) y para los dignos(Ap.3:4). Crafer seala fIue ambos escritos trazan el mismoagudo contraste entre el mal absoluto y el bien ahsoluto;ambos libros destacan el dar testimonio y el guardar losmandamientos de Dios. 426. Se dice que algunas de las idel;ls deI Apocalipsis parE-cen incompatibles con las de otros escritos juaninC1s. Noes raro encontrar eruditos que .alegan que el Apocalipsis esslibcristiano, al menos en parte. POl ejemplo, mientras elEvangelio y las Epfstolas destacan el amor de Dios, el Apocalipsisparece poner en primer plano la ira divina. No obstante,hay que tener' en cuenta que Ji ira e ideas semejantesi10seran del todo ajenas a un hombre descrito comq "hijodel trueno". Como seala R. A .. Edwards: "Tambin tenemas que recordar que el concepto de ;ira de Dios' es partenormal del Nuevo Testamento, y debemos aceptar la ideade quena hay real oposicin entre 'est mundo' y el mundodel Reino." 43 Hay que tener en cuenta que los judos escribiernduramente en contra de sus perseguidores. Los. considerabanenemigos de Dios y n ahorraban dicterios.En manera semej'l.nte, algunos estudiosos destacan que elApocalipsis .utiliza muchas figuras escatolgicas mientras que42. Gp. cit., p. 681. Ver adems Codet, C01llmentary on the Cospelof . Jolm, 1, s.e pp. 182-190-, AlfOl'd, pp. 224-228, C. Salmon, A.Historical Introduction to the Study of the Books of the NetO Testament,1892, pp. 211-221. l.B. La primera copa (Hi: 1-2 l.e. La segunda copa (16::3 J.D. La tercera copa (16:-1-7).E. La cuarta copa (16:8. H).F. La quipta copa (16:10, 11).C. La sexta copa (16:12-16).H. La septima copa (16:17-21 i.VIII. EL TRIUNFO DEL DIOS TODOPODEROSO (17:1-20:15).A. El juicio de la gran ramera (17:1-18).B. El juicio de Bahilonia (18:1-19:,,)).C. Las bodas del Cordero (lH:6-10),D. L; victoria final (19:11-20:1i1~.IX. UN NUEVO CIELO y UNA NUEVA TIERRA (21:1-22:5).A. "Dios ... con ellos" (21:1-4).R. La separacin entre .el bit'n y ,,1 mal (21: 5-8).c. La santa ciudad (21: 9-2} ) ,1). "No hahr all [mis Hocb!''' (21 :22-22:5),. EPILOGO (22:fj-21).49 49. "COMENTARIOl. PROLOGO (1:1 20)A. Introduccin (1: 1.3)1. La misma primera palabra de este libro (apokalypsis)traducida la revelacin., establece el escenario. Ese vocablosignifica develar, es decir, quitar el velo de algo que peromanec~ oculto, dar a conocer aquello que el hombre pors mismo no podra descubrir. ~sto deja en claro qne ellibro que presenta no es un libro de sabidura humana,ni tema para ocasin de problemas filosficos o teolgicos.Es una revelacin. Es una manifestacin de lo que Diosha hecho conocer. Esta es la revelacin de Jesucristo, lo cualpuede significar o bien que la revelacin fue hecha por Jesucristo,o que fue hecha acerca de l o que le pertenecea l. En una o en otra manera las tres interpretaciones sonautnticas. Pero en vista de las palabras que Dios le dioprobablemente deberamos entender posesin:. Es S1.l revelacin,no la de algn atro, la que vamos a leer. Ha llegadode Dios el Padre. No se trata de un producto humano, nisiquiera anglico.Esta revelacin se ocupa de predicciones. Expresamentese dice que es para mostrar a los siervos de Dios cosasque han de suceder pronto. El trmino pronto no est definido.Tenemos la misma expresin nuevamente en 22:6,y otras similares en 2:16; 3:11; 22:7, 12, 20. Esto podrasignificar que se aguarda el cumplimiento para un futuromuy cercano. Pero tambi.n debemos tener en cuenta queen la perspectiva proftica a veces se acerca el futuro.Dicho de otro modo la palabra puede referirse bsicamentea la certidumbre de los acontecimientos de que se trata.El Seor los ha determinado y l har que sucedan rpidamente.Pero "rpidamente" hace referencia al tiempo de50 50. A.POCALIPSlS 1:2-.. ]Dios y no al nuestro. Para l un da es como mil aos, ymil aos son como un da (2 P. 3:8). Es tambin posibleque el trmino deba ser entendido como "repentinamente";es decir, no tanto "pronto" como "sin demora cuando eltiempo llegue". Dios no dio esta revelacin directamentea Juan, sino que la envi y la declar por medio de su ngel(cf. 22:6, 16). Declar es palabra afn' con "significar"( as 'i~n VM) o "sealar" y, aunque el punto no puede serforzado, es natural asociarlo con la multitud de sealesque presenta este libro. Juan se describe a s mismo comosiervo de Dios; es decir, "esclavo", designacin que Pablousa muy a menudo (Ro. 1:1, etc.).2. Juan dio testimonio de la palabra de Dios. Esto puedeser una referencia a alguna pasada ocasin (el escritoindica una circunstancia especfica y no una prctica. general)pero es ms probable que sea algo similar a unaoristo epistolar y que se refiera a este libro. Juan estdiciendo, entonces, que este libro es SlJ. testimonio de lapalab.-a de Dios. Con esto l relaciona el testimonio deJesucristo, (testimonio, martyria, es afin con informe veraz,emartyresen). Esto podra significar "el testimonio acercade Jesucristo" o "el testimonio dado por Jesucristo". Esms probable que sea esto ltimo. La revelacin es elregistro de Jo que Dios ha dicho a Juan mediante su ngely de lo que Jesucristo le ha dicho a l. Deberamos omitirla conjuncin y despus de Jesucristo. Las cosas que ha;isto son la 'palabra y el testimonio previamente mencionados,y no un agregado. Ha visto es trmino peculiarmenteapropiado en un libro como ste donde hay tantas visiones.3. Esta es la primera de siete bienaventuranzas dispersasa travs del libro (1:3; 14:13; 16:15; 19:9; 20:6; 22:7,14). Lee significa aqu "lee en voz alta", y en vista del contextono hay duda de que se refiere a la lectura en laiglesia. Ello implica que Juan considera este libro comoSagrada Escritura, cosa todava ms probable dado quP. l51 51. AFOCALIPSIS 1:4lo llama profeca (aunque omitamos sta, como hacen al~gunos buenos MSS, no hay duda de que se est refiriendoa este mismo libro). Este tambin sera el significado dela advertencia respecto a no desvirtuar su contenido quecoloca al final (22: 18s). Por tal motivo puede esperarseuna bendicin sobre aquellos que lean y escuchen el libro.Si este libro' fuera un producto simplemente. humano estosera incongruente pero, como revelacin divina, es lo msnatural de imaginar.No deberamosentenuer profeca en su significado de"prediccin". La palabra implica tambin' predecir (y porcierto que hay un amplio elemento de prediccin a travsde todo el libro) pero, bsicamente, seala un origen divino.El profeta era un hombre que poda afirmar: "As hadicho el Seor". Este libro procede de Dios. Juan requiereno slo ser escuchado sino, adems, que se obedezcan lascosas escritas en l. No bus(!a meramente estimular el intersde los hombres sino influir en sus acciones. Las Escriturasson tanto una gua para la conducta como unafuente de doctrina. En cuanto al trmino cerca, ef .. 22:10y la nota sobre el versculo l.B. Salutacin (1 :4-8)El libro de Apocalipsis est redactado en forma de unacarta .. Algunos han opinado que esto es artificial pero nOhay razn valedera para dudarlo. Va dirigido a las sieteiglesias del Asia Menor y aunque, evidentemente, estabadestinado a un crculo ms amplio, es claro tambin quellevaba el propsito de establecer una comunicacin seriacon tales iglesias. En cuanto a la forma epistolar acostumbrada,vase la nota sobre 1 Tesalonicences 1: 1. 14. Est dirigido a las siete iglesias de Asia, es decir,dC' la provincia romana de ese nombre, la parte occidentalde lo que hoy llamamos Asia Menor. Ignoramos sobre qu1 Leon Mon'is, Las Gartas {/ lo.r Tesa/onicemes (Comentarios Di-daqu), 1976. .52 52. APOCALIPSIS 1:4principios. se seleccionaron estas siete iglesias. Ciertamentehaba m~ de siete iglesias cristianas en esa regin en la- poca en que se escribi, el libro (Hch. 20:5ss; Col: 1:2;4:13). Juan puede haber tenido alguna relacin especialcon estas siete congregaciones. Adems, si se visitaron enese orden 'las siete mencionadas en el versculo 11, uno descubrira.que el ttinerario traza la forma de un gran crculo.Hay aqu una figura de algo completo, y siete (nmero alcual es niuy afecto el autor) es el nmero de la perfeccin.Para alguien tan adicto al simbolismo tales detalles difcilmentepueden carecer de significacin.En la salutacin, se, dice que la gracia y la pa~ (ver notasobre 1 Ts. 1: 1) proceden- del que es y que era y queha de venir (ef. 1:8; 4:8; 11:17; 16:5). Tan extraordinariaexpresin obviamente se refiere a Dios el Padre. El griegono es gramatical (apo est seguido por un nominativo yen va precedido por un artculo), pero es una forma llamativade subrayar el carcter inmutable y eterno de Dios.'Toda la expresin parece estar destinada a servir como ftulo.Es un' nombre que. expresa algo del carcter de Dios.Barclav comenta: "En los terribles das en que estaba escribiendo,Juan reconfortaba su corazn en la inmutabilidadde Dios, llegando hasta a desafiar a la gramtica en .su-intento de subrayar su fe."Es verosmil que los 8~te espf'itus se. refiera aun grupode seres anglicos. Pero estando, como aqu, entre referencJasal Padre. y al Hijo, es ms probable que sta sea unamanera infrecuente de designar al Espritu Santo. Juannunca usa la expresin "el Espritu Santo'" sino la palabraEspritu en una 'variedad de formas. "El Espritu" se encuentraen 2:7, 17, etc., de manera que es claro que lconoce acerca del Espritu Santo. Siete espritus reapareceen 3:1; 4:5 y 5:6. En general parece ms probable quedebamos pensar que el nmero siete significa perfeccin oa.lgo 'semejante, y que la expresin ntegra seala al EsprituSanto. El nmero puede derivarse de Isaas 11:2s y estardestinado a dirigir nuestro pensamiento hacia las siete mo-. - dalidades de actuar qut> tiene el Espritu.53 53. APOCALIPSIS 1:565. La tercera fuente de gracia y paz es Jesucristo, aquien se caracteriza aqu como el testigo fiel (ef. 3:14;Sal. 89:37). Juan pone nfasis sobre el testimonio en elversculo 2 y aqu insiste sobre ese. punto. No quiere quetengamos duda alguna en cuanto a que lo que informaest adecuadamente atestiguado. Y contina refirindose aJess como el primognito de 109 muertos _ y el soberano detos reyes de la tierra (en cuanto a la conjuncin, cf. Sal.89:29). Jess es una figura majestuosa. Pero, adems, l esreverenciado tambin por lo que hizo en favor de los hombresy Juan prorrumpe en una doxologa. Comienza conel amor de Cristo (en realidad el tiempo es 1)resente: "alque nos ama", BJ) Y prosigue. despus refirindose a suactividad redentora. Nos lav debera ser "nos desat" (lysanties lo que se lee en los mejores MSS, y esto puede haberdesvirtuado fcilmente en lousanti en vista de la referenciaa la sangre). Cristo nos ha redimido de nuestrospe~ados al precio de su propia sangre.6. El nos ha hecho "un reino" (BJ), ms bien que reyes,Jess enfatiz el reino de Dios en sus enseanzas. Estefue su tema principal. Aqu nos encontramos con que aque"Hos que son de Cristo constituyen el reino. No es, como losreinos terrenales, un dominio con fronteras conocidas, poblacin,etc., sino que est compuesto por aquellas personasque mediante Cristo han sido liberadas de sus pecadosy viven ahora para hacer. la voluntad de l. El orden esimportante. Primero viene la referencia. a su obra redentoray slo despus la mencin del reino. Como resultado de loque Cristo ha hecho por ellos, los creyentes llegan a serdistintos de lo que fueron. Son constituidos en el reino mismode Dios. En oposicin con "reino" (reyes en -nuestra versin)tenemos la expresin adicional de sacerdotes paraDios, su Padre. El reino est integrado por sacerdotes. Nteseque aqu se llama sacerdotes a los cristianos comunes,y no a alguna jerarqua privilegiada. Lo esencial de lafuncin de un sacerdote es hacer mediacin. Ha.bla aDios en nombre de los hombres y a los hombres en nom-54 54. APOCALIPSl~ 1:7bre de Dios. A los creyentes Dios les asigna esta delicadatarea. Tienen que rogar a Dios en favor del mundo, y tierit~n que testificar ante el mundo de lo que Dios ha hecho;En el nombre de Dios tienen que manifestar al mundo elmensaje de reconciliacin (2 Co. 5:20). Tambin puedeestar implicada aqu la idea de que los sacerdotes ofrecensacrificio, porque los que son de Cristo se ofrecen a smismos en sacrificio (Ro. 12:1). Ntese que a Dios se locaracteriza en lo que se refiere a su relacin con Cristo(su Padre) ms bien qu~ a la relacin con nosotros ("nuestroPadre"). A Cristo, quien tanto ha hecho por nosotros,se le atribuye gloria e imperio por los siglos de los siglos.Hay muchas expresiones breves como stas en el Apocalipsis.Juan .se deleita en su Seor y le agrada destacar estomediante doxologas y cnticos.7: Despus de la doxologa viene una expresin de vehementeanhelo por el regreso del Seor (cf. 22:20). Juanpiensa en aqul que viene con las nubes, descripcin staque nos hace recordar lo que se dice de "uno como hijode hombre" (Dn. 7:13). Las nubes son frecuentementemencionadas en el Antiguo Testamento en .relacin conla actividad divina (por ejemplo, Nm. 11:25; Sal. 104:3;Is. 19: 1) Y debemos pensar aqu en una escena de divinamajestuosidad al regresar el Seor triunfalmente a la tierra.Este triunfo ser claramente visible para todos, y lo queJuan est captando es este trastocar de las cosas a la llegadadel Seor. Con un lenguaje reminiscente de Zacaras12:10 describe la manifestacin del Seor frente a SllS enemigos,los cuales quedarn desconcertados ante el inesperadoy total cambio de papeles.Juan exclama: S, amn (combinando as las formas griegay hebrea de asentimiento) en una vigorosa expresinaprobatoria. Esto causa dificultades a algunos, especialmenteviniendo despus de todos los linajes de la tierra harnlamentacin por l. Se aduce que esta entusiasta aprobacinno tiene mucho de cristiano (expresiones similares 55. MOCALIPSIS 1:8,9aparecen a travs de todo el libro). Juan, sin embargo, noest mostrando espritu vengativo. Cuando los cr.istianossufren persecucin, el nombre de su Dios es injuriado ysu causa despreciada. Pero esto no es' lo definitivo. Juanregistra con un smbolo muy vVido la derrota de los malvadosy la vindicacin de Dios y del bien. Pero no haceesto a la manera de un espectador neutral. De todo coraznentregado al servicio de Pos, tambin est~ a!dientementedeseoso de ver que su causa prospere. Por eso nose limita a dejar constancia de que los inicuos sern vencidos.Su derrocamiento significa el triunfo del bien y lavindicacin de los cristianos que tanto haban sufrido. Porconsiguiente, Juan da rienda suelta a su jbilo.8. El. Seor es el trmino que ms menudo se aplicaen el Nuevo Testamento para referirse a Jess, y as tambinJo encotramosen el Apocalipsis (11:8; 22:20, etc.).Sin embargo, con mayor frecuencia se refiere al Padre,tal como en este caso. El Apocalipsis se ocupa de los problemasde poder y este versculo expresa tempranamenteen el libro la conviccin de que Dios es sober~no. El Alfay la Omega son la primera y la ltima letras del afabetogriego y significan casi lo mismo que las otras palabrasque siguen aqu: principio y fin. Dios fue antes de todas]a~ cosas y nada le sobrevivir . .su ewrnidades destacadatambin en que ea y que era y que ha de ver", (vase notasobre versculo 4). La expresin final, el Todopoderoso,implica la idea de que nadie puede resistir al poder deDios. Sin embargo, debemos tener en cuenta que ]a palabradenota nO tanto el ejercicio del poder en s mismocomo la absoluta soberana que Dios ((rce.C. La primera visi6n (1:9-20)Juan no escribi por su propia iniciativa sino que fue instruidopara que as lo hiciera. Nos habla de esto antes de. entrar de l1eno en el tema. de su libro. St'ra provechoso56 56. lPOCALlPSlS 1:9, lOque considersemos la - visin en dos etapas: la primera,que habla del mandato de escribir y,lasegunda, que cuentacmo vio Juan al glorioso Seor.1. El mandato de escribir 0:9-11). Juan comienza por rehusartodo lugar de eminencia para s. Escribe no porque lsea una persona superior sino porque estando en el Espriturecibi la orden de escribir.9. Juan subraya primeramente su condicin humilde refirindosea s mismo como 'vuestro hermano y recordandoseguidamente a sus lectores que l comparti con ellos latribulacin. Esta palabra significa dolorosas dificultades yen el griego est bajo un mismo artculo unido a el reinoy la paciencia (esto ltimo implica un activo y viril soportarms bien que una pasiva. resignacin; vase nota sobre2:2). Los tres, en un sentido, se complementan. Las pruebasy el reino van juntos. La afirmacin .siguiente segnla cual estaba en la isla Hamada Patmo8 por caustt de laPalabra de Dios.,. probablemente implica destierro. Enel caso de alguien tan insignificante como un predicadorcristiano eso incluira duros trabajos en canteras o algopor el estilo. Patmos es una de las islas del Dodecaneso({rente a la costa del Asia Menor. Tiene forma de mediainna y una extensin de 12 x 6 kilmetros, aproximadamente.1 O. Yo estaba (egenamen) significa "llegu a estar" (eomotambin en el versculo anterior). En el Espritu es unaexpresin no infrecuente en el Nuevo Testamento, aunqueen otros lugares se usa con referencia a cosas tales comola ,oracin, el amor y hasta el bautismo. El uso aqu~ escaracterstico del Apocalipsis y se encuentra nuevamenteen 4:2; 17:3; 21:10. Puede denotar algo as como un' trance(:'qued bajo el poder del Espritu", vp; "ca en xtasis", BJ).En verdad es un estado en el cual el Vidente se encuentra57 57. , I/'OCALJ PSI S /: ll,l:]abierto en especial al Esp:ritu Santo y listo para IT('ihirvisiones,Esta visin especial tuvo lugar en el da del Sior, Esla nica ocasin en el Nuevo Testamento en qu!' ('st!' dase menciona, siendo as, la primera referencia a U11 domingocristiano (aunque la observancia del primer da rJ. lasemana para reunir la asamble'a cristiana y para adorar sehalla previamente: Jn: 20:19; Hch. 20:7; 1 Co, 16:2), Hayquienes opinan yno debemos entender que Juan SI' hallabaadorando, pero l no da indicacilI de estar 11 que se trata ne un simbolismotomado del Antiguo Testamento. Ciro hace que susenemigos sean como "hojarasca que su arco arrebata" (Is.41:2), y la ruina tanto de Elam como de Babilonia se oescribeen trminos similares (Jer. 49:35; 51:3, 56). A vecesDios destruye arcos, es decir, quiebra el poder militar (Sal.46:9; Ez. 39:3; Os. 1:5). La misma figura, puede utilizarsepura referirse al cese de la guerra (Zac. 9:10). Un arcopuede estar relacionado con Dios mismo cuando a ste selo describe' como un guerrel'o triunfante (Lro. 2:4; 3:12;Hab. 3:9).La apertura del primer sello presenta, entonces, a unconquistadoren marcha. El arco no era un arma tpica delos romanos, de manera que aqu se refiere a algo fueradel Imperio. La mente de Juan est puesta ms que en un 'rey parto o en un emperador tomano. Lo que expresa es122 122. APOCALIPSIS 6:3,4que cualqler nacin que se embarque en una carrera deconquistas desata derramamiento de sangre, hambre y destruccin.Y dice que esto continuar siendo as. hasta el finde los tiempos y ciertamente en manera especial en losltimos das. "La ambicin de 'conquista que da origen alos grandes ~perios. " fue el. primero y el ms trascendentalde los precursores de ]a revelacin final" (Swete).D. EJ segundo sello' (6:3, 4)3. Juan no dice explcitamente quin es el que abre el segundosello, pero es evidente que se trata del Cordero quienya ha abierto el primero. Este ltimo haba sido Hamadosimplemente "uno de los sellos", pero al que le sigue se lodenoI:Dina de manera ms especfica corrio el segunqo. yeste es el procedimiento que sigile desde ahora a travs detoda la serie. El segundo ser viviente convoc al segundojinete con ]a misma invitacin que el primero haba hechoantes ..4. Sali entonces (de dnde?) un caballo bermejo ("rojo"en VM y BJ). A su jinete le fue dado poder. Nuevamentevemos .aqu la soberana divina. Dios usa a la historia humanacomo instrumento para juzgar la historia. As cumpleDios su propsito. El poder concedido era el de quitar dela tierra la paz. A diferencia de las guerras de conquistarepresentadas por el primer jinete, esto indica ]a guerra civil.Barday informa que entre los afios 67 y 37 a. C. unos 100.000hombres perecieron en las rebeliones ocurridas en Palestina,mientras que en Gran Bretafia en el afio 61 d. C .. , en larevuelta relacionada con la reina Boadicea, hubo unas150.000 muertes. Tales acontecimientos son los que formanun sombrio trasfondo al ApQcalipsis. Ntese que aunque aeste jinete se le dio una gran espada no se le dice que matea nadie. Son los hombres los que se matan entre enos. Elquita la paz y los hombres se encargan de hacer todo eldafio. La palabra traducida matasen ("degollasen", l1J) noes la corriente: tiene el sentido de '~mortandad" o "carnicera",123 123. APOCALIPSIS 6:5,6E. El tercer sello (6:5, 6)5. El tercer ser viviente usa la misma frmula' que antespara convocar al tercer jinete. Esta vez Juan ve un caballonegro (cf. Zac. 6:2, 6) que simboliza el hambre. El jinetelleva una balanza, extrao instrumento para un jinete. Esprobable que se refiera a la accin de pesar el pan entiempo de hambre (el grano se mide segn el volumen).Ezequiel habla de comer alimento que ha sido pesado (Ez.4:9ss), y tambin el Seor dice: "Cuando yo quebrante elsustento del pan ... os devolvern vuestro pan por ppso"(Lv. 26:26).6. Juan no oy una voz sino "como una voz" (as en BJ).En esta expresin aparece nuevamente su caracterstica reserva. N o dice quin habl, vero como' la voz lleg de enmedio de los cuatro seres vivientes, tiene que haber sidola de una Persona divina.Un coinix era aproximadamente 'un litro; nuestra versintraduce dos libras ("dos litros", BJ). El denario era el jornalde un trabajador comn (Mt. 20:2). Charles cita a Herodotoy a otras. autoridades para mostrar que un coinix" de trigoEra la racin diari de un hombre. Sin embargo, como unjornalero comprara cebada ms bien que trigo y habraseis libras de cebada por un denario, nuestro texto sealaque las cantidades disponibles para la familia del jornaleroson pequeas. Es el precio del hambre, pero no el.precio dela inanicin. Daar es un verbo muy extrao aplicado conreferencia al aceite y al vino. Pero el significado parece serque, junto con la escasez de pan, habr abundancia de aceitey de vino. Las necesidades vitales de los pobres serninsuficientemente atendidas, mientras que el lujo de losricos no cesar. Charles habla de un momento cuando Domiciano,en un esfuerzo por estimular la produccin de cereales,orden que no se plantase ninguna nueva via enItalia y que la mitad de las vias existentes en las provindasfuesen destruidas. Esto provoc tales protestas lue eledicto tuvo que ser derogado. Algo semejante es lo que124 124. APOCAPSIS (;:7.8Juan tiene en: mente. Algunos ven aqu una alusin a lacaracterstica' del Antiguo Testmento de agrupar el grano,el aceite y el vino como las necesidades bsicas del homhre.Cuando uno de ellos se daa y los otros no, entonces porla menos hay una provisin parcial. Todo esto se !lgregaa mi hambre que an no llega a ser ~esastrosa. Tiene elcanlcter de advertencia. Las (osas son difciles, pero todavano ha llegado elfin.F. El cuarto sello (6:7, 8)7. El cuarto jinete es convocado ('n igua} modo que los. tresprimeros. Hay ).lna leve variante, dado que esta vez Juanoye la voz del ser viviente; pero ,el significado es d mi!mO.8. Aparece un caballo amarillo ("plido", VM; "verdoso",RJ). El griego cloms (deol cual proviene nuestra palabra"cloro") denota un "verde amarillento" (AG): un curioso"Color . para un caballo. Simcox sugiere que esto puede referirsea la piel desnuda de ~n caballo "sarnoso". Mientrasque cada uno de los precedentes jinetes tena Un emblema(un arco, una espada, una balanza), la M uerte no necesitatnles smbolos. En. cuanto a Hades, ver la nota sobre 1: 18.L~ Muerte y el Hades estn generalmenfe vinculados eneste libro. No hay' caballo para "el Hades, pero no debemoshuscar una excesiva coherencia en los detalles (ver notasobre 1: 17). Como dice Swete, "si sobre el mismo o sobreotro caballo, o a pie, el escritor no se detiene a decirlo nisiquiera pensarlo". Es suficiente mencionar la ic>resenci!l delHlldes, sin p~rticularizar su medio de locomocin.Una vez leemos que le fue dada potestad. Dios es sul1l'emoy a la pequea iglesia se le recuerda que aun la:Muerte y el Hades ejercen solamente el poder que pI lesconcede. Pero este poder en la presente ocasin es aterrador.Una cuarta parte de la poblacin es ejecutada en lasformas mencionadas. En cuanto a espada, ver nota sobre1:16. Muerte en este contexto significa "peste" (as en BJ),('01110 tambin ocurre frecuentiJ:i~ excepcin, cayeron. Noexiste contradiccin; De todos moos, tenemos que insistiren que nunca deben preocuparnos ,las. dificultades en armonizarlos detalles en este libro. Juan est pintando cuadrossimblicos yno escribiendo prosa dcutfit.a (vase al respectonota s~)bre 1 :17) .E. ,El guila (8:13) '.l3. Este versculo ,seala tUl interludio en la secuencia delas h'oIUpetas. Juan vio y oy (cf. 5:11; '6:1) ,un guila. Noparece haber duda que el texto expresa "un guila" (as, en VM y Bj) Y nO.un ngel. El propsito de ~m" ptwde serdestacar la idea de "un guila solitaria" (Barday y Schonfield).El guila, ave de rapia, es fn'cuntemente unasel de desastre (et. Mt. 24:28; y "en cuanto al uso enliteratura apocaltica,cf. 2 Bar. 77: 19s8). El guila estabaC)1 pleno vuelo en medo d.el cielo, expresin sta que indica:el punto 'ms elevado del cielo, el lugar que &1 solalcanza eQ el meridian0. Desde" esta ubicacin privilegiadael guila lanza un triple. ay,! respeto a los que moran en "la tierra (la expresin es idntica a' aquella que apareceen 6: 10; vase all la nota correspondiente). El triple ay!t~t relacionado con las trompetas que todava han ,de sollar.El primer ay! es proclamado como ya pasado en, 9:12 y el segundo en 11: 14. Pero el tercero no menciona especficamente.Quizs sea el descenso de Satans en 12:12.Las solemnes palabras del guila muestran que las plagasque han de ,'enr son peores que . las . ya pasadas. La intensidadS~ va incrementando ..F. La quinta trompeta (9:1-12)Tal como en el caso de los ltimos tres sellos, con las ltimastres trompetas nos vamos introduciendo en el Ullll-147 147. APOCALIPSIS 9:i-12 'po del espritu. Pero mientras 'los sellos tenan ,que vereOIl el cielo y con . las realidades celestiales, las trompetas,en cambio,nos lIablan, de aOOmOs y de demomos. Estasvisiones estn descritas mucho ms detalladamente quela" primems cuatro. El simbolismo de las langostas es hoi'ribley xtrao. No es de admirarse que haya. sido interpl'etadoen 'varias maneras. Es bueno na ser demasiadodogmtico, pero l significado ms probable t:'suna veladaleferenciaa la predicaci6n del evangelio. Cuando los hombresdejan de responder a la gratuita invitaci)n de Dios yreiteran su oposici6n a los propsitos divinos,se conviel'tenen presa .de horrorosas fuerzas demonacas. Sufren as lasconsecuencias de su propia eleccin. NO'ei;tnderrotahdoa Dios. Por el contrario, para Juan la soberana divina esirrefutable. Dios n'O puede ser burlado. Aun en medio delos horrores demonacos l obra 'para lograr sus propsitos.Pero los hombres han de ')ufrir las consecuencias de laeJecci(m que ellos mismos han' 'hecho. Esto es as ahoray ser as en los das finales. .Torrance' ve est&pasaje del siguiente modo: . ~'La visinde San Juan asemejal Palabl'R de Diosa una estrella quecae del cielo y abteel insondable abismo de' la 'naturalezahnmana ... Predicad el evangelio y seguid predicndolo y,o los hombres se avergenzan y se convierten, o el insondableabismo es abierto. Sin duda que esto es lo que haocurrido en el mundo occidental, tanto en la civilizadaEtlropa como, por ejemplo,en la tierra de los Mau !-Iau.La cruz de Jesucrist ha provocado tal reacC'n en su contraque todas las latentes fuerzas del mal han salido alasuperficie en increhle desborde de maldad y derramamientode sangre. El mismo insondable precipicio se ha abiertooolmedio nuestro de tal manera que cielo y tierra ''Se hanoscurecidocn ~us humsy sus vapores, y toda la atmsferaterrestre ha sido envenenada,.~' Creo que esto es derto.Sicmpre hay en ]os hombres posibilidades latentes para .elmal como lo hemos comprobadomy a menudo en tI mm-domoderno. ' 'Pero Juan est' diCiendo ms que eso.' Hay otras fuerzas148 148. APOCALIPSIS 9:1malignas aparte de aq).lcl1s latentes en el ser hllmano.Yfs ~tierzas,' fuerzas" demonacas,. tienen . mayor alcancecuando los 'hombre~ se al}rtande niQ~. ,"Tal cuadrod,ej!lmarcado para siempre eriel"alma humana unfl de las verdadsms tremendas de 'Ia vidi. Y es esto: siempre quelbs hombres traspasan SQ. propi humanidad cOIpetiendocrmenes, siempr que se, degradan a s mismos al extremodCset posedos por una maldad .~yor que aquella. quela' propia naturaleza humana puede conjurar, entonces elpecado humano se vuelv~ inhumano, lOs hombres SOn comolinaje de bestias, . y el juicio castiga al alma con in~eciblesterrores". (Lave).Adems, tenemos aqu este otro pensamiento: Dios utilizalas malas consecuencias del pecado de los ,hombres parallamar a stos al arrepentimiento. A trl.'!-vs del versculo20 vemos que se tiene en cuenta el arrepentimiento. Juan(Qpsidera, desde un punto de vista, el~esencadenamf>ntode las fuerzas demonacas como . el resultado del pecadohumano: Pero, desde oqo punto de vista, se trata del castigode Dios, y este castigo no carece de. propsito, Recibidaen debida fC?J;~, est correccin tendra que COilducira la enmienda de los hombres. Juan ve a Dios -R.alos qemonios- ep. el controlde la situacin.1. Cuando. el quinto ngeZ toc la trompeta Juan vio unae~trella cada en la' tierra (y no cay, puesto que ~I tiempoes perfecto; "habacado~', VM !l BJ). A diferencia de laestrella de 8:10, sta era, en algn sentido, una persona.Algunas veces se llama ~strena a los ngeles (ef. 1: 20) yparece probable qQ.e esta estrella fuese un ngel. Algunost.tas y a causa dp. ellost1 les has dadp a beber san{!.re. El significado puede serque ouienes tan Drestamente derramaron la sanJ!re de losseguidores de Cristo se encuentran ahora atrapados en ]alucha entre ellos mismos v. en consecuencia, derramandosu propia sangre. Ms adelante veremos en este mismocapftulo, as oomo tambin en' 17:16, 'que las fuerzas delmal no aparecen presentando un frente unido. Hay odios,rHvisiones y contiendas entre sus miembros. El spero pueslo merecen none nfasis en el tratamiento final que ellosl'C,ciben. Kiddle nos hace recordar que '1a experiencia proveabundantes ejemplos que demuestran a todo aquel' QueQuiera prestar atencin que las comunidades sufren verdaneramenteen proporcin a sus crme~es, y que con hartafrecuencia hay una severa y evidente adecuacin entre elmal efecto y la mala causa". Prestan y Hanson actualizanesto expresando: "El cOIpentario no es distinto del quehace hoy mucha gente sobre la bomba atmica: 'les hasdado a beber sangre'. DiOs nos ha permitido descubrir uno 230. APotA.LIPSIS 16:7: 8.9de los mayores secretos y, por nuestra parte, parecera queclebrramos el acontecimiento derramando sangre:"7. En cuanto a el altar, ver nota sobre 6:9. Este es elnico lugar en el Apocalipsis donde se dice que el altarhable, aunque previamente se nos ha dicho que se oy una Ivoz que sala de los cuernos del altar (9:13). Puede sermuy significativo que el altar est especialmente relacionadocon las oraciones de los santos (8:3, que introducen eljuicio de Dios (8:5). El ngel que orden que las uvasfuesen vendimiadas sali del altar (-14:18), otro vnculoentre el altar y el juicio. El altar manifiesta su acuerdocon el ngel. Hace esto primeramente con la palabra ciertamenteseguida por la invocacin a Dios como Seor DiosTodopoderoso, ttulo muy apropiado en vista del poderdivino manifestado en los juicios bajo cqnsideracin. Ensegundo trmino, el altar habla de los juicios de Dios comover.dader08 y justos. Los mismos adjetivos, aunque en ordeninverso, ,se han utilizado para referirse a los caminosde Dios (15:3).E. La cuarta copa (16:8, 9)8. El cuarto ngel derrama ahora su copa sobre el sol. Lafamiliar expresin fue dado nos recuerda una vez ms queDios est sobre todo el proceso. No hay poder independienteen el sol. Si el sol quema a los hombres es porqueDios le ha dado el poder para hacerlo. En .anteriores pasajesdel libro ha habido seales en el sol. Pero todas ellashan estado relacionadas con su restriccin total o parcial(6:12; 8:12; 9:2). Esta vez, por contraste, el sol qema alos hombres con un calor tan ardiente que puede decirseque es como cOn fuego.9. Se enfatiza vigorosamente al efecto del sol con el usodel adjetivo gran reforzando la expresin ya enrgica (sequemaron con el gran calor). Pero aun as los pecadores231 231. " ;APOCALIPSIS 16:10,11no quisieron aprender" la leccin~ Simplemente blasfemaron.el numbre ele Dios. No se arrepintieron. No dierongloria a Dios (darle vincula estos dos pensamientos; si sehubieran arrepentido, inevitablemente' la: consecuencia hubierasido darle gloria). Juan destaca de nuevo la. soberanade Dios al decir que tiene poder sobre estas plagas. .Es ,muy importante para Juan (y para nosotros) que seaDios. quien conduce todo el proceso hasta el mismo final.F. La quinta copa (16:10, 11)10. J?,Z quinto ngel atac directamente a la ciudadela dela bestia. Derram su copa sob"e el trono de la bestia concuriosos resultadOs. Su reino (de la bestia) se cubri detinieblas (cf. 9:2; Ex. 10:21-23). Adems, 'mordan de dolorsus lenguas (obvia referencia a los seguidbr~s de labestia). As como no hay mencin de qu f~lEi' 10 que('aus la 'oscuridad, tampoco la hay en cua~to~l dolor(aunque posibleinente fuera el resultado de las. anterioresplagas; la primera, produjo lceras, y la cuarta quemantecalor). Juan no est dando un informe detallado sino simplementedestacando los puntos, importantes. En este casoson la oscuridad y el dolor. No carece de inters que. laquinta plaga, en ocasin de las trompetas, tuviera' a:lg(> similar.El humo sali6 del abismo y oscureci el sol y .el aire. y esto. fue acompaado por la aparicin' de Jangosts 'quetorturaron a los hombres (9:1s.; 5s.) .. Es 'posible que .debamostomar la oscuridad de esta plag como indicio deldesvanecimiento del poder de la bestia, lo cual ser sllbra-"yado en las restantes plagas. . .'. 11. Tal como en el caso de la copa anterior, los, p~cadoresreaccionan en manera indebida. Blasf.eman t' Dios.,Juan hace destacar algo de la majestad divina al decir Diosde! cielo. Pero estos habitantes de la tierra no pudieronreconocer la majestad del cielo cuando la vieron. Estaban 232. APOCALIPSIS 16: 12preocupados con sus propios dolores (plural aqu, aunquesingular en el v~rsfculo anterior). Uno de los dolores es especificado:las lceras (la misma palabra que en el v. 2,aunque aqu est en plural). Juan hace constar una vezms que, pese a sus aflicciones, los hombres :no se 'arrepintieron.Ni siquiera los penosos dolores ,pudieron despertar-losa la realidad de su situacin. 'G. La sexta copa (16: 12.16)Es ms lo que se dice respecto al resultado del derrall'l:amientode la sexta copa que en el caso de las cinco anteliores.Sus efectos fueron la preparacin de los hombrespara el fin. No introduce el fin pero prepara para l.12. El sexto ngel derram su cO'P(' sobre ei gran roEufrates. Tambin la sexta trompeta haba estado relacionadacon este ro, si~lido la seal para desatar a los cuatrongeles que ~ban a matar a un tercio de la humanidad(9:13-15). Ef efecto del derram~ento de la sexta copafue secar al Eufrates preparando as- un camino para los,.eyes del oriente, No se dan ms detalles acerca de esto,'. pero en el Antiguo Testamento a menudo se establece rlacinentre una podeI'osa accin de Dios y la desecacinde superficies. tales como la del Mar Rojo (Ex. 14:21),: elJcrdn' (Jos. 3:168.) y varios casos ,presentados en las-pro"fecias(Is. 1l:15; Jer. 51:36; Zac. lO:ll). "Es posible queen su mente est el recuerdo del relato de Herodoto (i.Hn) sobre la captura de Babilonia por eiro; ste avanzhasta entrar en la ciudad siguiendo el lecho seco del Eufl"l~tes. Ahora una nueva BabilQma iba a ser sorprend;,da,y.el secamiento MTo seala la remocin del ltimo obstcul,o para su cada" (Swete).Las regiOnes situadas ms all del Imperio Romano, . aloriente del Eufrates, eran para los lectores de Juan un granterritorio desconocido. Quin podra decir qu clase depoder.osos reyes dominaban all? Se saba que los partosestaban ubica~os en- esa regin y durante el siglo I hubo233 233. APOCALIPSIS 16:13un renovado temor de invasin procdente de esa zona.Tal temor se vea reforzado por el mito del Nern redivivo,de lo cualnacfa la creencia de que el propio Nern sepondra a la cabeza de las hrdas partas para marcharsobr el Imperio.Juan est sugiriendo que en el fin todos estos temores y. otros muchos sern' confirmados. Debemos tener pre la tierra como algo que en ltima instancb procede deun Satans muy activo. Pero tambin es verdad que nnncapiensa Juan acerca de Satans como si ste tuviera libertadde accin. Repetidamente emplea las palabras "le fue dada"cuando habla de tutoridad para ejetutar cual(lUer acto malvado.Aqu especficamente nos dice que Satans fue restringidopara que no engaiise mls a las /ladones. Del versculoB podemos deducir que esto significa- que Satans nopuede congregar a las naciones para d cataelismo final.El fin est bajo el control de Dios, no de Satans! TambinJ11an puede estar diciendo que, al.lnqlH Satans se encuentraactivo, se halla sin embargo impedido de hacer lo peor: nopuede -destruir a la Iglesia. Es impotente aun para destruira los mrtires, ya que ellos reinan con Cristo. El perodl). derestriccin llegar a su filJ porque Satans debe (dei) serdesatado, aunque slo por un poco de tiempo. Como el v.er-_skulo 8, esta es la forma en que Dios trae el fin. Este esel plan divino, por lo tanto Satans debe ser desatado. -4. La primera resurrecci6n (20:4.6). La atencin se conc~ntra ahora sobre aquellos Que han sufrido por la ('ausade Cristo. Estos reinan con l durante los mil aos. Estas(>ccin es, por lo tanto, contempornea cmI la anterior. .4. Juan vio tronos (cf. Dn. 7:9mg.). No se dice dndeestaban estos tronos, pero quienes interpretan aqu un mile--no generalmente los sitan sobre la tierra (et. v. 1). Peronf) es esto lo que dice Juan. Utiliza la palabra "trono" cuan'ntay siete veces en total v, excepto en cuanto al trono deSatans (2:13) y al de la bestia (13:2; 16:10) todos ellosparecen hallarse en el cielo. Habria concordancia con estosi l se refiriese a un reino en el cielo. No dice CUHntostronos haba ni cuntos 'se ljentaron sobre elos. Pero al finaldel versculo dice que lquellos,mut deberamos desestimar la magiacomo algo por completo ~jeno a nosotros. Lamentablemente,todava hay cristiaiftos :gue, por ejemplo, persisten en.utilizar amuletos para at:laerla buena suerte, y. otras prcticaspor el estilo. E~'l et~ la actitud de los antiguos hechiceros.Los idlatras del inundo antiguo. deban ser castigados.Bien haremos nosotros, por lo tanto,. en guardarnos detdo aquello que implique suplantar al verdadero Dios pOniendoen su lugar cualquier otra cosa. La ltima mencines 'para todos los mentirosos, !o cual impJica q~le la verdades una virtud digna de ser buscada diligentemente. El lugarpara todos esos pe::ldores es el lago que arde con fuego yazufre. J1,lan ha descrito como '1a muerte segunda" (20:14), y lo repite aqu.C. La santa ciudad{21 :9-21)Lp seccin ms extensa de este captulo est dedicada adescribir .la ciudad santa. Eni una serie de vvidas metforasJuan expone varias verdades importantes respecto a la .:idn vE'niclera.293, 293. POC,LlI'SIS 2U)9. Un de los' ngeles que tena las copas llenas de lassiete ltimas plagas reaparece en la escena, pero no se nosdice cul de ellos 'ps. Sus pala.bras: Ven ac (Deuro) cons"tituyen una orden ms que una invitacin. Juan es convocado.El ngel dice 'JO te mostrar la' desposada, la esposadel Cordero. Esta ltima expresin implica cierto nfasis enel estado final. La bl)da yana es ~lgo futuro sino algo que,ya ha llegado. El COl'del'O tiene gran prominencia en la nuevaJerusaln: en estos dos ltimos captulos se lo mencio-riasiete veces. 'Hay aqu un detalle que no deberamos pasar por alto.Al ngel que le mu,:stra a Juan la d~posada se lo presentaI::xactamente en'los mismos trminos que a aquel otro quele mostr el juicio de la ramera (17 j). Difcilmente puedaser esto accidental. JUHh incluso puede estar diciendo aquque se trata del mismo ngr{ Es posible que el escritorquiera hacernos ver, c,'mo sugiere Barclay, que los siervosde Dios no eligen su~ tareas. Dios puede ,enviarlos sea parajuicio, sea para bendicin, sea para ambas cosas en turno.Tienen que ir adonde !.ean enviados, y tienen que hablaraquello que Dios les ordene hablar, Tambin puede Juantt.ner en mente que no hay sino un propsito divino. Esteresulta en la apar.:in de la esposa del GarBera pero, necesariamente,implica tambin el juicio de la rameni. Esin:posible vivir al mismo tiempo en. Babilonia y en la nuevaJerusaln. ,El cam'lo que conduc~ha:cia esta ltima pasapor la renuncia, a la primera.~l juicio del pecado es el necesariopreludio. para el estahleci!niento de la ciudad de.Dios.Christina Ross~tti observa: "A cada/nora, a cada mOemEnto llegan hasta m idsericordias y castigos. Aun los castigosson misericordias veladas, cotno si fueran ngeles cubiertospor un velo .. Las misericordias. que yo denominoc&stigos no son por eso menos misericordiosas que aquellasotras a: las cuales inmediatamente rec,onozco como bendiciones".La misericordia y el jucioestn' inextricablemeutcentretejidos.294 294. Ap'OCALIPSIS 21: LO,U10. Juan fue llevado en el Espfritu (ver nota sobre. 1:10),lo cual le permiti descubrir a Jerusaln descendiendo del aspectos especficos: abominacin ~. mentiras. O mejor:.nadie que hace cosas odioSas.o engaosas (vp), traducenque refleja el participio masculino del originaL Ver nota.sobre versculo 8. bom.inacin probablemente alude. en' especiala la idolatrl; La, mentira es reprobada en divprsaspartes de este mismo libro. Es importante que los homhreshablen la verdad y obren rectamente. Toda mentira estexclida de la ciudad celestial. Acertadamente observa Smithque uno puede ser culpable de obrr.o actuar mentirosamenteaun sin pronunciar una sola palabra. En conttaste,aquellos que entran en la ciudad son los que tienen susnombres escritos en el lbro de la vii/a del Cordero. Nuevamenteaparece aqu el concepto de que la salvacion dependede lo que Cristo ha hecho.302 302. APOCALIPSIS' 22: 1.2, 22:1. N9 se define el sujeto, pero probablemente se tratedel ngel que midi la ciudad. Ahora le muestra a Ju~n Wlro limpio de agua de vida (cf. 7: 17; 21: 6; 22: 17, y en cuan- ,to a ro, lo Que al parecer ~ndica un suministro abundante,ef. Sal. 46:4). Zacaras vio '''aguas vivas" saliendo de Jerusaln(Zac. 14:8) y Ezequiel observ un ro que, fluyendodesde el Templo, descenda al Mar M~erto y se iba haciei;ldoms profundo. a medida que avanzaba dando vida por doQuier(Ez. 47). Juan.ve el cumplimiento de todo lo que schaba vislumbrado en tales visiones.Resplandeciente como' t;ristal implica la idea de resplandormuy brillante. La vida se origina en Dios porque el rofluye del trono 'de Dios. Por tercera vez en esta seccin Juanaade y del Cordero a su referencja a Dios. No se permiteque pasemos por alto la suprema importancia del Corderoen el final estado de cosas. Pero una referencia a qe elCordero est en el trono es poco habitual' y Swete la consideracomo- "una afirmacin sorprendente". Por lo general elCordero se halla "en medio del trono" (5:6: 7:17), perotambin en 3:21 se sienta en el trono con el Padre.2. El ro parece fluir a travs de una ancha calle. rnientra,sone en la visin de Ezequiel fluve (lel templo. Est ro no~Rle de la dudad. puesto oue todos loS redimidos est4n aU,nero ('orre a travs de ella' s~pli~~do todas sus necesidades.A ambos lados del ro crece el rbOl de la vida, Preston vHanson ven aqu una alusin al. rbol de la vida del ('nalJo~ seres humanos fueron excluidos en el jardn de Edn (Gn.3:22ss.) . "Ahora, ca'si al final del gran 'drama de la Biblia,Jos hombres pQeden regresar y disfrutar legtimamente dela bendicin que haban perdido por ilegtimo deseo.". Tantodel To como del rbol se dice que, son de la vida, peronada se explica en cuanto a ,la relaci6n en~re ellos.' Quizno deberamos inquirir tan detalladamente. Juan quiere reiterarque la vida procede de Dios. El ro y el rbol sonsm bolos Miles, pero nada ms'.303 303. //'OCAL1PSIS 22:3,4El rbol de la vida da fruto cada mes y especficamentese afirma que 'produce doce frutos (es decir, doce frutosconsecutivos, no doce clases distintas de frutos). Como nohay ni sol ni luna, por supuesto tampoco puedehaper "mes",Sin embargo, la expresin de Juan es perfectamente inteligible.Est usandp un simbolismo para destacar qne hav ahun,~ante abastecimiento. Prosigue despus diciendo qu~ las ho;a.'1 del arbof traern sanidad a las naciimes (ef. Ez. '47: 12) .Esto hace surgir una- pregunta: ~',Sanidad de qu? Naturalmentepensaramos en_ sanidad del pecado si no fuera que.tal cosa est ya eXGluida (21: 27). Walvoord interpreta estape'labra como "dadoras de salud" y comenta': "Las hoj::ts delrbol son para promover el 'disfrute de la vida en la' nueva'Jerusaln, no 'para corregir males que no' existen." En cuan-toa naciones, ver nota sobre 21:24.3. No hay maldicin (katathema, solamenteaqul pn laBiblia griega; significa "cosa maldita", y no el acto de mal-, decir). Esto es el cumplimiento de una profeca: "No habr 'nunca ms. maldicin" (ZaP. 14:11: "ya no correr peligro deser' nuevamente condenada a la destruccin", BLA; "no habr~ms anatema", ~J;'la LXX usa el trmino an!Jtema). En vezde eso el trono de Dis y del Cordero estarn all (cf. versculo1), porque donde stos reinan no hay cosa maldita.Al contrario, los siervos de Dios prestan all !>ervcio. El verbolatreoousin tiene matices que denotan la idea de rendirclllto, y en efecto la VI) traduce "sus siervos le adorarn" ("ledarn culto", BJ; "le rendirn culto", BLA). Comenta Classon: "Esto podra relacionarse con el nombre en sus frentes(v. 4): el SIl10 sacerdote en Ex. 28: 36-38 llevaba en sufrente las palabras "Santidad a Jehov". Ahora toda la conulnidadofrece culto sacerdotal. El cielo no es lugar para la indolenciaycomodiaad, sino up sitio donde se pr,esta Sf'rviciocentrado' en Dios.4. A Moiss le fue negado ver el rostro de Dios (Ex.3.3: 20, 23), pero en la santa ciudad se es el privilegio de304 304. APOCALIPSIS 22,:5; 6-21; 6todos Jos siervos de Dios. La consumacin de su bienaventuranzareside en la visin de Dios. Nada se interpone entreellos y Dios. Ms an, s~ nombre est en la frente de ellos,como en 14:1. De todo corazn estn unidos a Dios y IJevl;lnsu nombre.5. Una vez ms se nos asegura. que aU no' habr msnoehe (21:23, 25; cf. Zac. 14:6s.) y que Dios suministra laluz. La seccin .culmina con esta seguridad: reinarn por10.'1 siglos de los siglos. N"6se dice que vayan ,a r~inar sobrealguien y, ciertamen!e, sera difcil imaginar quines podr,an ser sus sbditQs., El trmino indica un estado de excel~sa bienave-rituranza.' Compartirn la dignidad' real.X. EPILOGO (22:6-21)Juan redondea el conten~do del libro con una seri~ de observacionesun tanto diversas. La falta de cohesin es aqutan evidente' que algunos comentaristas opinan que Juanno revis esta ltima seccin ni la puli para darle una for- 'madEifinitiva. Sea corno fuere, este eplogo subraya la importanciadel libro que ahora concluye, y asegura a sus lec-toresque Jess' regresar pronto., ' '6. Una vez ms tenernos la coinbinacin de fieles y verdaderas(3:14; 19:11). No est claro si esto se aplica' alaspalabras precedentes o a las que siguen, o -como opinaSwete- a todo el libro. Como ya estamos acercndonos alfinal habra ta~to que decir sobre esto ltimo como sobrecualquier otro aspecto. T6do el libro, pues; es digno decnfinza. Juan pasa a~ora hablar de Dios el Seor, elDios de los espritus de los profetas, expresin nada comn(el. 19: 10, y "los espritus de los profetas" en 1 Co. 14:32).Demanera indudable Vincula a Dios con los profetas. Puedeestar sugirindose aqu'i que el Dios que inspir a los profe-. 305. :POCAUPSlS 22:7,8tas del Antiguo Testamen~o es tambin el que ha concedido a .Tu,an estas visiones,. '. .Lo ms probable ,es que los aqu aludidos sean losprofetasdel Nuevo Testamento. Se los estaba oplimiendo y talesp'llabras sirven, pues, para l'ecordarles que Dios no se aver!!i..ienza. de llamarse el Dios de ellos. En medio de su tribulacinDios les envi a su ngel para l1ostI:arles las cosasque .habran de venir (el.1: 1). Lo ljue estaba oeurriendofin quedaba fuera del control divino. Ms bien tales cosas. deben ( d(!i) sUcedel' pronto. Esto 110 significa que todo lo-(me hay en la visin vaya ~ ocurrir inmediatamente. Ellengllaje resultara ms claro si no hubiese demora en el comienzbde la secuencia. Tonance comenta as sobre el lengnaiede inminencia: "El Nti.evo Testamento no concibr la(listincin entre la. presencia de Cristo aqu y ahora y susegunda venida en trminos de un perodo de tiempo t:mto('omo (fe diferencia entre lo velado )' lodevelado. Por estotodo el Nuevo Testamento, debido a una ntima necesidadde la fe, considera aquel da como inmnente."7. Se reiter~ la inminencia de la venida. Le sigue una henrlirin~()hre auuel oue ob~Cl've las palabros de la p'/'ofecan.p e.~e libro. En cuanto a biellaventu,rado, etc;, ver nota 80-hrp ) :3. Juan deja bien en claro que este libro es profeca.Debemos cuidarnos de no clasificarlo de otra .manera. .8. Hav nfasis cn Yo Juan. Los versculos previos hahian~"Pl!"rlld() la atestiguadn (Hvina. Este nos asegura qu(' elinstrumento humano garantiza lo uuc l ha escrito. El misITI(l, nersonalmente, vio y escuch ciertas cosas. No est'>e~rribienno de segunda mano. Nos dice luego que se postrdelante del nl!el ouele haba mosti'ado estas cosas. Escvrioso este !'eiterado intento de adorar al ngel.' en. vistade aue ul1 imnulso .similar ya haba sido rechazado tan re('if:ntem~nte (J 9: 10). Es probable oue entre :-lqueIlos a loscuales iba dirigido el Apocalipsis hubiera algunos proclives .n. esa clase de adoracin. Quiz Juan quiere dejar en claro 306. APOCALIPSIS 22:9-11que l siente lo atractivo de tal actitud Pero que la misma no .est. permitida y, ~or eso, repite la prohibiCin.,9. El impulso hada la adhradnes impedido enrgica:mente.El ngel da como razn que l es eonsiervo (sundoulCls,Jco-esclavo!) de Juan. y tambin lo es de los profetas yde aquellos que guardan las. palabras de este libro. Es un pensamiento enigmtico ese de que los ngeles proClamenla Palabra de Dios tal como le) hacen los profetas y queguarden tales palabras como est' aqu consignado. No' de- .hemos perder de vista la importancia de este concepto, pli.esno!- ayuda a entender la dignidad propia de los prfJfetas.Estos, aparecen clasificados junto con . los ngeles en la ca.tegorade siervos de Dios. Pero aun los ms 'distinguidos siervosde Dios' no deben ser adorados. La adoracin es exclusivamente~ra Dios. Adems, de aqu' surge tilla reflexinmuy saludable, y es la siguiente: aun alguien como Juan, que ha experimentado todas las visiones de este libro, puedee>..traviarse. Quedamos por lo tanto advertidos para e;;taralertas y no caer en tentacin.10. El 1lgel aade otra. orden. No selles (ver nota.sobre10:4). significa "no pongas un sello sobre", "no lo ocultes".Las palabras de este libro estn: destiriadas a su publicacin.No se trata de sabidura oculta (contrstese con Is. 8:l6;Du. 8:26; 12:4, 9). Una vez ms Juan llama prof(3Ga a sulibro, y una vez ms enfatiza la inminencia (ef. 1: 7 y notasobre el v. 6).11. El ngel insta a los hdmbres para que prosigan sucaracterstico 'curso de vida. Distingue, por un' l~do, losinjustos y los inmundos (et. Dn. 12:10, y en cuanto a inmundos,Stg. 2:2) y por otro lado los fustos y los santos.Probablemente quiere indicar que la venida del Seor sertan repentin.a que no habr tiempo para ca~biar. Tal comoSon en el momento, as los sOi'prender el Seor. Tales palabrasestn clammente destinadas a dar aliento a los fieles .. :307 . 307. :I.'OCALIPSJS 22: Ji-,USi el malo se, empea en seguir pc.)r su mal cjl1ino, qu~ losiga. El regreso del Seor es cierto y sin tardanza. Los inicuosno tendrn la ltima palabra. Tambin puede ser