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LECTURAS: Jon. 3, 5.10; Sal. 24; 1Co. 7, 29-31; Mc. 1, 14-20 Evangelio Mc. 1, 14-20 Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia. Pasando junto al lago de Galilea, vió a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vió a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él. “Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron” http://parroquiadeares.blogspot.com DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO- CICLO B REFLEXIÓN SOBRE LA PALABRA “Creed la buena noticia”: ¿Me preocupo de conocer el mensaje de Cristo, de profundizar en él y llevarlo a la práctica? Jesús pasa por nuestra vida llamándonos para que lo sigamos ¿me resulta indiferente, quiero seguirlo, pero me canso pronto, o de verdad edifico mi vida sobre su persona y mensaje? Hay personas que “pescan” con afán interesado, para “buscar votos”, o ganar adeptos para algún fin productivo propio; la pesca de Jesucristo es para que la persona “pescada” se sienta más libre y realizada ¿es así mi afán apostólico, buscando el bien y la salvación del otro? ORACIÓN PRONTO ESTOY, SEÑOR Señor, Tú me estás llamando. Y yo tengo miedo de decirte que sí. Tú me buscas y yo trato de esquivarte. Tú quieres apoderarte de mí, y yo me resisto, y así no acabo de entender qué es lo que deseas de mí. Tú esperas una entrega completa. Es cierto, y yo a veces estoy dispuesto a realizarla en la medida de mis fuerzas. Tu gracia me empuja por dentro y en esos momentos todo me parece fácil. Pero bien pronto me planto, vacilo, apenas me doy cuenta de lo que tengo que sacrificar delante de una dolorosa ruptura definitiva. Señor, sufro en ansia, combato en la noche. Dame fuerzas para no rehusar. Ilumíname en la elección de lo que Tú deseas. Estoy dispuesto, Señor. Amén. (J. Lebret)

Domingo III del Tiempo Ordinario- Ciclo B

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LECTURAS: Jon. 3, 5.10; Sal. 24; 1Co. 7, 29-31; Mc. 1, 14-20 Evangelio Mc. 1, 14-20 Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia. Pasando junto al lago de Galilea, vió a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vió a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

“Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron”

http://parroquiadeares.blogspot.com

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO- CICLO B

REFLEXIÓN SOBRE LA PALABRA “Creed la buena noticia”: ¿Me preocupo de conocer el mensaje de Cristo, de profundizar en él y llevarlo a la práctica?

Jesús pasa por nuestra vida llamándonos para que lo sigamos ¿me resulta indiferente, quiero seguirlo, pero me canso pronto, o de verdad edifico mi vida sobre su persona y mensaje?

Hay personas que “pescan” con afán interesado, para “buscar votos”, o ganar adeptos para algún fin productivo propio; la pesca de Jesucristo es para que la persona “pescada” se sienta más libre y realizada ¿es así mi afán apostólico, buscando el bien y la salvación del otro?

ORACIÓN

PRONTO ESTOY, SEÑOR

Señor, Tú me estás llamando. Y yo tengo miedo de decirte que sí. Tú me buscas y yo trato de esquivarte. Tú quieres apoderarte de mí, y yo me resisto, y así no acabo de entender qué es lo que deseas de mí. Tú esperas una entrega completa. Es cierto, y yo a veces estoy dispuesto a realizarla en la medida de mis fuerzas. Tu gracia me empuja por dentro y en esos momentos todo me parece fácil. Pero bien pronto me planto, vacilo, apenas me doy cuenta de lo que tengo que sacrificar delante de una dolorosa ruptura definitiva. Señor, sufro en ansia, combato en la noche. Dame fuerzas para no rehusar. Ilumíname en la elección de lo que Tú deseas. Estoy dispuesto, Señor. Amén. (J. Lebret)