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Periodo de creación literaria que abarca aproximadamente desde las obras iniciales de Góngora y Lope de Vega en la década de 1.580 hasta entrado el siglo XVIII.
Las características fundamentales de la Literatura Barroca Española son las progresiva complejidad en los recursos formales y una temática centrada en la preocupación por el paso del tiempo y la perdida de confianza en los ideales Neoplatónicos del Renacimiento.
Felipe III, Felipe IV y Carlos II dejan en manos de hombres de confianza los asuntos de política interna y externa. Crisis demográfica y económica por la expulsión de España de 300 mil moriscos. Jerarquizacion y Tradicionalismo social impiden movilidad de los individuos.
Fundamentacion del Racionalismo cientificista con los aportes de Galileo, Rene Descartes y Francis Barcon. En España prevalece una actitud escéptica, causada por el estado de crisis y la ruina social. Newton descubre la Ley de la Gravedad y Tariselly inventa el Barómetro. Descartes plantea la duda metódica como requisito para el conocimiento científico.
Originalmente la palabra Barroco tenia un sentido despectivo y aludía a cosas de muy mal gusto, pero gracias a esa cualidad de exageración y de poderoso contraste, esta palabra termino por designar el estilo artístico y literario del siglo XVII.
Las representaciones teatrales de esta época se efectuaban en sitios abiertos, plazas o corrales fijos: los corrales de comedias. Comenzaban alrededor de las dos de la tarde y duraban hasta el anochecer. No había, por lo común, asientos y los espectadores permanecían de pie toda la representación
Juan de la Cueva, en la segunda mitad del siglo XVI, introduce dos elementos de gran importancia para el auge de esta producción artística: la ética popular, que dio origen a las comedias de carácter histórico nacional, y la libertad de componer obras dramáticas teniendo en cuenta el gusto del público.
El Renacimiento no consiguió su propósito de imponer la armonía y la perfección en el mundo, tal y como pretendían los humanistas, ni había hecho más feliz al hombre; las guerras y las desigualdades sociales seguían estando presentes; el dolor y las calamidades eran comunes en toda Europa. Se instala un pesimismo intelectual, cada vez más acentuado, unido al carácter desenfadado de que dan testimonio las comedias de aquella época y las truhanerías en que se basan las novelas picarescas.
Como los ideales renacentistas fracasaron y, en el caso de España, el poder político estaba desvaneciéndose, el desengaño continúa y surge en la literatura, que en muchos casos recuerda a la de dos siglos antes, con la Danza de la Muerte o las Coplas a la muerte de su padre de Manrique. En conclusión, nada tiene importancia, sólo hay que conseguir la salvación eterna.
Intensifica los elementos sensoriales preocupado por el preciosismo y la artificiosidad formal a través de la metáfora, la adjetivación, el hipérbaton forzado o los efectos rítmicos y musicales del lenguaje; a esta tendencia pertenecen Luís de Góngora y Pedro Soto de Rojas.
Debe su nombre a los Conceptos espirituales (1600-1612) de Alonso de Ledesma. Su juego formal se basa en la condensación expresiva y para ello se sirve de la polisemia, las elipsis, las oposiciones de contrarios o antitesis, las paradojas, todo lo que exija una agudeza conceptual y cuenta entre sus principales representantes a Francisco de Quevedo, Luís Vélez de Guevara. El diablo cojuelo, la prosa de tipo moralista y satírico de Baltasar y autores de empresas o emblemas como Diego de Saavedra Fajardo (1584-1648).