Asedio al castro de La Loma I Santibáñez de la Peña
8
El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Iván García Vázquez 1 Descargas Descargas Descargas Descargas El asedio de la loma: una apuesta de futuro Conferencia pronunciada el 13 de abril de 2013. Casa de Cultura de Santibáñez de la Peña Iván García Vázquez 1 Arqueólogo e Historiador Arbotante Patrimonio e Innovación SL [email protected]RESUMEN En torno al castro cántabro de la loma se edificó en el s. I a.C. un impresionante dispositivo de asedio por parte de Roma. Su potencialidad arqueológica, puesta al descubierto por las investigaciones del Dr. Eduardo Peralta, unido a su puesta en valor pueden favorecer un nuevo foco de turismo cultural de ámbito europeo. Palabras clave: castro, legión romana, cántabros, asedio, puesta en valor ABSTRACT Around The Hill cantabrian oppidum was built in the s. I B.C. an impressive device siege by Rome. The archaeological potential, laid bare by the research of Dr. Eduardo Peralta, joined its value may favor a new cultural tourism focus of Europe. Key words: castro, Roman legion, cantabrian, siege, value. 1 http://www.linkedin.com/pub/iv%C3%A1n- garc%C3%ADa-v%C3%A1zquez/49/818/221 I. LA PROYECCIÓN DEL PASADO 1 ¿Qué es la Loma? La Loma es un complejo arqueológico que se localiza en tierras de Santibáñez de la Peña, sobre un promontorio de 1124 msnm desde el que se domina estratégicamente el estrechamiento de la Hoz, entre los ríos Valdivia, Las Heras y el arroyo de San Román. Los límites del yacimiento quedan encuadrados por la marcada topografía del conjunto geológico, aprovechado por los tamáricos para encastrarse, y por los romanos posteriormente para erigir estratégicamente los tres campamentos que dominarían, desde tan privilegiadas cotas, el desenlace del asedio. Breve Historia de las investigaciones Los primeros historiadores que se refieren a este pueblo fueron el geógrafo griego Claudio Ptolomeo, que sitúa a Kamarica en una zona al oeste del nacimiento del Ebro, y Plinio el Viejo, quien alude a las Fuentes Tamáricas que describió ampliamente en su Naturalis Historia, XXXI, y que tras ser buscadas durante siglos, fueron identificadas por el P. Enrique Flórez en 1768 en la localidad palentina de Velilla del Río Carrión, siendo descubiertas tras las excavaciones que los arqueólogos Antonio García y Bellido y Augusto Fernández de Avilés llevaron a cabo en 1961. Aunque el castro de La Loma no puede ser identificado con la ciudad de Camárica del siglo II d.C., puesto que acaba su vida en el momento de las guerras cántabras, El yacimiento de “El Castro”, fue inventariado en 1986 por Pérez Rodríguez, que lo catalogó como un castro amurallado de la II Edad del Hierro a partir de la aparición de varias cerámicas anaranjadas y un molino circular, incorporándose al Inventario Arqueológico de Castilla y León. Un lustro después, fue revisado durante la campaña de prospección del Inventario Arqueológico de la provincia de Palencia de los años 2000-2001, dirigidas por D. Miguel
Asedio al castro de La Loma I Santibáñez de la Peña
1. El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Ivn Garca Vzquez
1 DescargasDescargasDescargasDescargas El asedio de la loma: una
apuesta de futuro Conferencia pronunciada el 13 de abril de 2013.
Casa de Cultura de Santibez de la Pea Ivn Garca Vzquez 1 Arquelogo
e Historiador Arbotante Patrimonio e Innovacin SL
[email protected] RESUMEN En torno al castro cntabro de la loma
se edific en el s. I a.C. un impresionante dispositivo de asedio
por parte de Roma. Su potencialidad arqueolgica, puesta al
descubierto por las investigaciones del Dr. Eduardo Peralta, unido
a su puesta en valor pueden favorecer un nuevo foco de turismo
cultural de mbito europeo. Palabras clave: castro, legin romana,
cntabros, asedio, puesta en valor ABSTRACT Around The Hill
cantabrian oppidum was built in the s. I B.C. an impressive device
siege by Rome. The archaeological potential, laid bare by the
research of Dr. Eduardo Peralta, joined its value may favor a new
cultural tourism focus of Europe. Key words: castro, Roman legion,
cantabrian, siege, value. 1 http://www.linkedin.com/pub/iv%C3%A1n-
garc%C3%ADa-v%C3%A1zquez/49/818/221 I. LA PROYECCIN DEL PASADO 1 Qu
es la Loma? La Loma es un complejo arqueolgico que se localiza en
tierras de Santibez de la Pea, sobre un promontorio de 1124 msnm
desde el que se domina estratgicamente el estrechamiento de la Hoz,
entre los ros Valdivia, Las Heras y el arroyo de San Romn. Los
lmites del yacimiento quedan encuadrados por la marcada topografa
del conjunto geolgico, aprovechado por los tamricos para
encastrarse, y por los romanos posteriormente para erigir
estratgicamente los tres campamentos que dominaran, desde tan
privilegiadas cotas, el desenlace del asedio. Breve Historia de las
investigaciones Los primeros historiadores que se refieren a este
pueblo fueron el gegrafo griego Claudio Ptolomeo, que sita a
Kamarica en una zona al oeste del nacimiento del Ebro, y Plinio el
Viejo, quien alude a las Fuentes Tamricas que describi ampliamente
en su Naturalis Historia, XXXI, y que tras ser buscadas durante
siglos, fueron identificadas por el P. Enrique Flrez en 1768 en la
localidad palentina de Velilla del Ro Carrin, siendo descubiertas
tras las excavaciones que los arquelogos Antonio Garca y Bellido y
Augusto Fernndez de Avils llevaron a cabo en 1961. Aunque el castro
de La Loma no puede ser identificado con la ciudad de Camrica del
siglo II d.C., puesto que acaba su vida en el momento de las
guerras cntabras, El yacimiento de El Castro, fue inventariado en
1986 por Prez Rodrguez, que lo catalog como un castro amurallado de
la II Edad del Hierro a partir de la aparicin de varias cermicas
anaranjadas y un molino circular, incorporndose al Inventario
Arqueolgico de Castilla y Len. Un lustro despus, fue revisado
durante la campaa de prospeccin del Inventario Arqueolgico de la
provincia de Palencia de los aos 2000-2001, dirigidas por D.
Miguel
2. El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Ivn Garca Vzquez
2 ngel Martn Carbajo (Strato). En el ao 2002 Miguel ngel Fraile
Lpez descubri los campamentos romanos, dentro de las prospecciones
llevadas a cabo en el marco del proyecto de las Guerras Cntabras.
Entre 2003 y 2007 se llevaron a cabo cinco campaas de excavacin
arqueolgica, complementadas por las prospecciones pedestre, area y
geofsica, realizadas por el Instituto de Estudios Prerromanos y de
la Antigedad de Cantabria, bajo la direccin cientfica de D. Eduardo
Peralta Labrador. En todas estas actuaciones se han obtenido
notables resultados arqueolgicos que han permitido constatar la
importancia, entidad y potencialidad de los restos soterrados.
Fruto de aquellas excavaciones arqueolgicas han sido la publicacin
de una serie de artculos cientficos que aportan luz sobre aquel
episodio histrico. En junio del ao 2007 fue reprospectado por la
empresa Strato con motivo del estudio de impacto ambiental previo a
la construccin de la variante de la carretera CL-626, y finalmente
en el ao 2009 fue revisado con el objeto de incluirse en el Catlogo
de Proteccin arqueolgica de las Normas Urbansticas Municipales de
Santibez de la Pea, realizado por la empresa Antequem S.L. bajo la
direccin del arquelogo D. Lus Alberto Villanueva Martn. Ya en 2011
ha sido objeto de estudio por parte de la empresa Arbotante
Patrimonio e Innovacin, a quien la Asociacin para la Recuperacin
del Territorio Tamrico haba solicitado sendos informes tcnicos que
arrojaran luz sobre la viabilidad de retomar a corto plazo las
labores arqueolgicas. 2 Quines son los protagonistas de este
episodio Histrico? Los Tamricos Los Tamricos o Camricos fueron una
de las tribus que formaban la Cantabria antigua. Su gentilicio
proviene de su capital, Tamarica (tambin conocida como Kamarica),
la cual parece localizarse en Velilla de Ro Carrin. Esta tribu
desarrolla su existencia desde el siglo III a.C. hasta el 19 a.C.
cuando los romanos arrasan su capital, posiblemente identificada
con el castro de la Loma, y esclavizan a su poblacin. Los hombres
son deportados a luchar en el limes, y las mujeres son vendidas
como esclavas. El territorio tamrico abarcaba desde la montaa
palentina hasta la Vega del Carrin (Saldaa), y de de los mrgenes
del ro Pisuerga (Aguilar de Campoo) hasta las comarcas de Cistierna
y Sahagn, en el actual Len. Esta tribu se organizaba mediante el
matriarcado. Las mujeres se encargaban de la agricultura y del
cuidado de los animales, y hombres de la siempre arriesgada caza.
Los tamricos vivian en oppida (castro). En el caso de la Loma,
durante las campaas de excavacin, se documentaron sus estructuras
defensivas, de las que destacan la muralla de mampostera cubierta
por un manteado de barro y un foso de casi 4 m de profundidad. En
el interior del castro se documentaron, adems, restos de viviendas
fechadas entre los siglos II y I a.C por su alfarera, lo que indica
que estas gentes ya vivan aqu con anterioridad a la llegada de los
romanos. Tambin se abri un sondeo en el vertedero, que permiti
recuperar un interesante elenco de materiales cermicos y restos
seos de fauna, que aportan datos sobre la dieta carnvora de los
indgenas: gallina, caballo, cabra, cerdo-jabal y ciervo. Los
Romanos Durante los comienzos de su mandato el emperador Octavio
Augusto Roma declar la guerra a los cntabros y los astures y entre
los aos 29 y 16 a.C. dirigi una serie de duras campaas para
someterlos. Cntabros y astures se rehicieron en reiteradas
ocasiones para hacer frente a las legiones, despus de que los
romanos les hubieran considerado definitivamente derrotados. Los
romanos establecieron sus campamentos en los promontorios cercanos
al castro, sobre el que tenan una posicin de privilegio.
3. El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Ivn Garca Vzquez
3 En lo que respecta al castra principalis (campamento romano
principal), est situado al sur de Santibez de la Pea y al sureste
de Las Heras de la Pea, sobre un promontorio alargado bordeado por
el arroyo de San Romn por el norte y tierras de Pino de Viduerna
por el sur. Tiene 7,5 has y es visible gran parte de su permetro
defensivo, formado por un agger o aterrazamiento de tierra y piedra
sobre el que se dispona una empalizada o vallum, cuya continuidad
queda quebrada por la clavicula, caracterstico acceso de los castra
aestiva temporales de campaa, desde su introduccin en la reforma
cesariana del ejrcito. Del sector noroeste salen de ambas esquinas
del campamento dos atrincheramientos de la circunvalacin para
cercar al castro situado enfrente, buscando su aislamiento,
realizado mediante un sistema de terrapln sin foso (vallum
aggerque). Este campamento, pudo albergar si no a una legin, si a
un nmero considerado de centurias, pues han sido documentados
varios anclajes de tiendas de campaa que as lo atestiguan. Hacia el
lado de poniente, se disponen los dos castella de menor entidad. El
castellum A controla el noroeste del castro y el castellum B el
oeste. En estos fuertes secundarios se ha encontrado diverso
equipamiento militar romano, destacando proyectiles de catapulta
incendiarios (malleollus) y puntas de flecha igualmente
incendiarias (Peralta, 2003: 303-306). El castellum A, se asienta
hacia los 1.102 m de altitud, en una pea caliza situada en el
interfluvio donde se unen el ro de Las Heras y el arroyo de San
Romn para formar el ro Valdavia. El enclave domina el estrecho paso
de La Hoz y el flanco occidental del castro indgena asediado. Por
su parte, el castellum B tiene una extensin de 7,9 has, y se
emplaza sobre la misma punta acantilada que cae sobre el
estrechamiento de La Hoz y en la inmediata pendiente que desciende
hacia el norte. Los materiales hallados en este lugar permitieron
delatar su presencia, cerrando el cerco en el can de La Hoz,
ocupando una elevada posicin avanzada, privilegiada para agredir
con proyectiles desde este punto el extremo occidental del castro
(Peralta, 2003: 34). Desde la punta que domina el encajonamiento de
La Hoz y la ladera oeste del castro asediado, desciende haca el ro
por la ladera norte otro agger muy arrasado, resto de la
circunvalacin del asedio. En esta zona aparecieron algunas
tachuelas de caligae, que demuestran el paso de cohortes
legionarias y tropas auxiliares. Entre los objetos materiales
recuperados en todos estos mbitos, adems de los restos de fauna y
cermica que se documentan por cientos, as como una interesante
coleccin numismtica de la que adems de los ases de bronce, destacan
los denarios de plata, especialmente los acuados en Turiaso
(Tarazona), pero ninguna de las acuaciones va ms all del ao 25
a.C., por lo que por el momento es tomada como fecha de abandono
del enclave. De la panoplia de los legionarios, se han recogido
numerosas clavis caligae, los clavos metlicos de las sandalias
romanas, se han recuperado puntas de saeta, correas y arreos de
caballo de los equites, navajas indgenas, mangos de hueso, etc. 3
El dispositivo de asedio En el asedio de la Loma se constata una
fotografa de hace dos mil aos. El yacimiento se encuentra
exactamente igual que como lo abandonaron los legionarios romanos
tras su arrasamiento hacia el 25 a.C., y no ha sido objeto en ningn
momento de la historia posterior, de alteraciones o repoblaciones,
como fue el caso de Numancia, en la que su conquista precedi a su
romanizacin. En el caso de la Loma no ocurri esto, por lo que se
convierte en una joya histrica difcilmente repetible en la regin.
Es en este escenario arqueolgico donde se puede interpretar el
proceso de la conquista de Hispania, tanto de manera terica como de
manera real: a la llegada de los romanos los cntabros se hacen
fuertes en el castro, levantando y acondicionando sus lneas
defensivas. Los romanos erigen el campamento principal frente al
poblado fortificado, y toman posiciones en dos cotas que se alzan
sobre la loma de Santibez, aunque separadas por el ro.
4. El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Ivn Garca Vzquez
4 Los romanos, suponemos que ante la negativa de los indgenas a
rendirse y entregar su libertad al conquistador, son cercados
mediante una circunvalatio y una contravalatio, sistema empleado en
otros asedios. Inmediatamente montan las mquinas de asedio:
scorpios, arcuballistae y catapultae, y se inicia el ataque contra
el castro. Uno de ellos debi producirse en la zona de la muralla,
que se vio sometida a un intenso fuego de sagitarii (arqueros), en
tanto que se intent incendiar el castro mediante el empleo de
proyectiles incendiarios con maquinas pesadas. Pasado el tiempo,
los romanos habran vencido no sin dificultades la resistencia
heroica de los defensores. Los supervivientes del combate habran
sido esclavizados, y el castro fue, tal y como se ha constatado
arqueolgicamente, arrasado hasta los cimientos, cegado el foso y
destruida su muralla para evitar nuevas revueltas. Los romanos
desmontaran el asedio, y seguiran a travs de las montaas buscando
el paso hacia la costa. Evidencias de la lucha quedan patentes en
la recuperacin, por el equipo de Eduardo Peralta, de restos de
maquinaria blica, as como la documentacin de reiteradas
reparaciones en la muralla indgena y de la concentracin de
proyectiles en zonas muy concretas, que demostraran la planificacin
romana de los ataques hacia puntos dbiles, buscando penetrar en las
lneas defensivas de los cntabros. En el otro bando, los tamricos,
se habran defendido mediante el lanzamiento de piedras y
proyectiles con hondas, desde los parapetos de la muralla. 4 La
importancia de la Loma en las Guerras Cntabras El asedio de la Loma
permite comprender la importancia de Hispania en el mundo romano, y
su significado para Octavio Augusto, ya que el fin de este
conflicto supone el final del mundo romano republicano tal como se
conoca, y el advenimiento del Imperio Romano como entidad poltica.
La Repblica de Roma haba iniciado la conquista de Hispania con el
desembarco de Cneo Cornelio Escipin el Calvo en Emporiae el 218
a.C. La franja norte peninsular ser la asignatura pendiente de Roma
durante dos siglos y medio, ya que no haba conseguido an someter a
estas tribus indgenas norteas hacia el cambio de era. Si Julio Csar
haba logrado conquistar las Galias no sin dificultades, su sucesor
Octaviano, el futuro Octavio Augusto, deba estar a la altura de su
mentor, tomando personalmente las riendas de la campaa militar.
Empleando como casus belli el hostigamiento ejercido por los
montaeses cntabros contra el territorio de autrigones, turmogos y
vacceos (crebis incursionibus) en las actuales provincias de
Valladolid, Len y Palencia, el cnsul abre el templo de Jano y Roma
entra en guerra con cntabros y astures. Inicia las hostilidades
Estatilio Tauro, hasta que en el ao 27 a.C. el desarrollo de la
guerra exige un mayor nmero de tropas. Es entonces cuando el propio
cnsul Octaviano se dirige a Hispania, convertido en princeps. Los
siguientes tres aos Augusto y sus legados consiguen someter
parcialmente a cntabros y astures. Es en ese momento donde parece
encuadrarse el asedio de la Loma. En el 25 a.C Octavio da por
concluida prematuramente la campaa y cierra solemnemente el templo
de Jano, pero los indgenas se rebelan contra los legados Carisio y
C. Furrio. Finalmente el general Marco Vipsanio Agrippa acude el 19
a.C., desde las Galias, a culminar la guerra de Hispania. La
importancia de este conflicto es tal, que Augusto la menciona en su
testamento, sealando que en estas operaciones militares recuper los
estandartes que por culpa de otros jefes militares haban cado en
manos del enemigo. El asedio de la Loma debe situarse en el espacio
como uno de los ltimos reductos que quedaban de resistencia hispana
frente a Roma. Pacificada la Galia con la cada de la capital de los
galos, Alesia, y rendido su caudillo Vercingtorix, Hispania deba
ser pacificada a toda costa para poder despejar el camino hacia
Britannia, donde aos ms tarde Adriano erigira el clebre muro para
frenar a los pictos y otros pueblos indgenas.
5. El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Ivn Garca Vzquez
5 Por otro lado, en Germania se librara pocos aos despus de la cada
del castro de la Loma, una derrota aplastante por parte de los
romanos en el bosque de Teutoburgo (Alemania), siendo tanto aqul,
como ste uno de los pocos restos de batallas localizados
arqueolgicamente en Europa. II. LA PROYECCIN DE FUTURO 5 Por qu es
tan importante? Todo yacimiento arqueolgico es importante, por el
simple hecho de ser nico en el espacio y en el tiempo, e
irrepetible. No hay dos iguales, aunque existen muchos parecidos.
De entre las singularidades que acontecen en este yacimiento,
parece interesante recordar que de su excavacin se ha recuperado la
ms representativa coleccin de puntas de flecha del mundo romano (ms
de 600), frente a colecciones ahora menores como las de Alesia
(Francia), Hartz y Teutoburgo (Alemania), o Dura Europos (Siria).
Del castro indgena se ha documentado su muralla y el espectacular
foso de 4 m y fondo en artesa que aprovecha una falla natural, lo
que da cuenta de unas dimensiones acordes a su importancia. Por
otro lado, de los acuartelamientos romanos se han podido recuperar
evidencias de maquinaria de guerra (tormentaria), as como la
realizacin de una circunvalatio y una contravalatio que recuerdan a
sitios como el de Numantia (Soria). Otra particularidad es la
existencia de al menos una cueva con restos del Hierro II, hecho no
inslito pero si poco comn en estos momentos de la historia, y sobre
el cual debe investigarse ms, ante la posibilidad de que el lugar
se vincule a un mbito sagrado o religioso. Todos estos
considerandos muestran que el conjunto arqueolgico documentado en
Santibez de la Pea va ms all de ser un mero encastillamiento
cntabro en altura, para erigirse en puente entre dos mundos. De un
lado, el pueblo cntabro protohistrico, indgena. De otro, la
demoledora civilizacin romana, pueblo plenamente histrico, que se
sabe dotar de una temible arma de guerra: la legin romana, y un
nexo de confrontacin en el contexto de las guerras cntabras. El
Castro de la Loma simboliza el choque cultural de estas dos
civilizaciones, con una cosmogona, una idiosincrasia y una visin
del mundo diferentes. Frente al ejercicio popular de las armas por
parte de los castreos, Roma impone su profesionalizacin castrense,
frente a la desesperada lucha por la vida, los romanos imponen una
planificacin militar. Lo que verdaderamente se ha descubierto son
los restos soterrados de una autntica batalla de gran escala, pues
posiblemente el sitio dur varios meses, mostrndose a los ojos de la
arqueologa un verdadero teatro de operaciones militares, que precis
de la inversin de miles de horas de trabajo para levantar el
sistema romano de asedio y aproche, la instalacin de varias
centurias legionarias y el empleo de maquinaria de guerra
(catapultas, etc.), unidades auxiliares como alae de caballera y
sagitarii (arqueros), y el uso de formaciones militares de
aproximacin bien ensayada como la efectiva tortuga (testudo
legionaria). Pero este yacimiento es, adems, un unicum en el mundo
blico romano, pues si bien son conocidos los castra stativa, es
decir, acuartelamientos estables para guarnecer las tropas en
invierno, de la Legio VII Gemina en Len, de la Legio IIII Macednica
en Herrera de Pisuerga (Palencia) o de la Legio VI Victrix en
Rosinos de Vidriales (Zamora), el complejo militar documentado en
Santibaez es un castra aestiva, es decir, campamentos veraniegos
construidos en plena misin militar, con el aadido de desarrollarse
la campaa castrense en la montaa, debiendo por ello adaptar la
planta de los campamentos a la topografa del lugar. Adems, en el
asedio de la Loma se constata una fotografa de hace dos mil aos. El
yacimiento se encuentra exactamente igual que como lo abandonaron
los legionarios romanos tras su arrasamiento hacia el 25 a.C., y no
ha sido objeto en ningn momento de la historia posterior, de
alteraciones o repoblaciones, como fue el caso de Numancia, en la
que su conquista precedi a su romanizacin. En el caso de la Loma no
ocurri esto, por lo que se convierte en una joya histrica
difcilmente repetible en la regin.
6. El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Ivn Garca Vzquez
6 Es en este escenario arqueolgico donde se puede interpretar el
proceso de la conquista de Hispania, tanto de manera terica como de
manera real: a la llegada de los romanos los cntabros se hacen
fuertes en el castro, levantando y acondicionando sus lneas
defensivas. Los romanos erigen el campamento principal frente al
poblado fortificado, y toman posiciones en dos cotas que se alzan
sobre la loma de Santibez, aunque separadas por el ro. Los romanos,
suponemos que ante la negativa de los indgenas a rendirse y
entregar su libertad al conquistador, son cercados mediante una
circunvalatio y una contravalatio, sistema empleado en otros
asedios. Inmediatamente montan las mquinas de asedio: scorpios,
arcuballistae y catapultae, y se inicia el ataque contra el castro.
Uno de ellos debi producirse en la zona de la muralla, que se vio
sometida a un intenso fuego de sagitarii (arqueros), en tanto que
se intent incendiar el castro mediante el empleo de proyectiles
incendiarios con maquinas pesadas. Pasado el tiempo, los romanos
habran vencido no sin dificultades la resistencia heroica de los
defensores. Los supervivientes del combate habran sido
esclavizados, y el castro fue, tal y como se ha constatado
arqueolgicamente, arrasado hasta los cimientos, cegado el foso y
destruida su muralla para evitar nuevas revueltas. Los romanos
desmontaran el asedio, y seguiran a travs de las montaas buscando
el paso hacia la costa. Evidencias de la lucha quedan patentes en
la recuperacin, por el equipo de Eduardo Peralta, de restos de
maquinaria blica, as como la documentacin de reiteradas
reparaciones en la muralla indgena y de la concentracin de
proyectiles en zonas muy concretas, que demostraran la planificacin
romana de los ataques hacia puntos dbiles, buscando penetrar en las
lneas defensivas de los cntabros. En el otro bando, los tamricos,
se habran defendido mediante el lanzamiento de piedras y
proyectiles con hondas, desde los parapetos de la muralla. El
asedio de la Loma permite comprender la importancia de Hispania en
el mundo romano, y su significado para Octavio Augusto, ya que el
fin de este conflicto supone el final del mundo romano republicano
tal como se conoca, y el advenimiento del Imperio Romano como
entidad poltica. 6 Es interesante un proyecto centrado en la Loma?
Dentro de esta cuestin deben hacerse una serie de apreciaciones.
Por un lado, existe un inters cientfico en el avance de los
trabajos, pues an hay que dar respuesta a los interrogantes
arqueolgicos que an se plantean. El avance en la investigacin ha
despejado numerosas dudas cronolgicas (el castro se puede encuadrar
en el contexto de la primera fase de las Guerras Cntabras, entre
los aos 29 y 25 a.C.), la extensin parcial del asedio, etc. pero ha
abierto algunas nuevas incgnitas histricas a las que la Arqueologa
debe dar respuesta. Se ha podido reconstruir hipotticamente el
grueso de las actuaciones en la zona, pero en este breve discurso
nada sabemos, por ejemplo, acerca del volumen de poblacin indgena
guarnecida en el castro. Tampoco han sido localizados los lugares
necropolitanos, tanto indgenas como romanos. Un asedio prolongado
en el tiempo con encarnizadas luchas para asaltar a los indgenas
tiene que dar un nmero significativo de guerreros y legionarios
fallecidos, que deben ser enterrados, al margen de creencias, por
mera profilaxis, para evitar extender enfermedades. En esta poca,
los romanos mantienen un rito de incineracin, aunque hacia el siglo
II d.C. comienza a generalizarse la inhumacin. Del dispositivo
romano hay por el momento constancia arqueolgica del castra
principalis y de los castella, pero an no se sabe si existen restos
no localizados (o desaparecidos) de castramentacin militar romana
que formara parte del asedio en las zonas llanas roturadas por la
agricultura. Otro interrogante al que se debe arrojar luz es el
site catchment analysis, (Anlisis de Captacin de Recursos), esto
es, qu tipo de materias primas eran
7. El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Ivn Garca Vzquez
7 explotadas por sitiados y sitiadores y de qu lugares inmediatos
los extraan, as como realizar una reconstruccin paleoambiental del
entorno en el cual se desenvolvi el sitio. Todas estas cuestiones,
y aun otras que surjan, se irn despejando al hilo de las
investigaciones, una vez que puedan retomarse las campaas de
prospeccin y excavacin arqueolgicas. 7 Es viable? Esta fase sera
perfectamente viable con la implicacin de los agentes polticos,
econmicos, culturales y sociales. 8 Sera un motor econmico? Yo no s
si por si mismo, de manera inmediata fuese un motor econmico. Lo
que es cierto, es que la recuperacin del castro de la Loma supondra
un foco de atraccin para la zona, pero uno ms, que con el tiempo
podra ser un foco de captacin de estudiantes y estudiosos. La idea
es internacionalizar el proyecto, y a travs de cursos de verano
fomentar el turismo en la zona. 9 Qu se necesitara? En el punto en
el que estamos, hay una clara iniciativa por parte de instituciones
de la zona: al apoyo del Pleno de Mantitos, Eras de la Pea, y
Guardo se une el apoyo poltico de la Diputacin de Palencia y de la
Delegacin de Cultura de la Junta de Castilla y Len. El siguiente
paso sera firmar un convenio marco, de manera que se respalde sobre
el papel la iniciativa, de cara a iniciar los trabajos, as como una
pequea dotacin econmica que permitiera iniciar los trabajos. 10
Bibliografa Informes Tcnicos: - Antequem SL (2007): Catlogo
arqueolgico incluido en la redaccin de las Normas Urbansticas
Municipales del Ayuntamiento de Santibez de la Pea. Informe indito
depositado en el Servicio Territorial de Cultura de la Junta de
Castilla y Len en Palencia. - Garca Vzquez, I. Hernndez Gonzlez, D.
(2011): El castro de la loma, un recurso arqueolgico de amplitud
europea, informe pericial depositado en el Servicio Territorial de
Cultura de la Junta de Castilla y Len en Palencia. - Garca Vzquez,
I. Hernndez Gonzlez, D. Brezmes Escribano, M.A. (2011): Propuesta
para reanudar el estudio arqueolgico del Castro de La Loma,
Santibez de La Pea (Palencia), Informe Tcnico depositado en el
Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y Len en
Palencia. - Peralta Labrador, E. J. (2007): Proyecto Guerras
cntabras. Asedio de la Loma (Santibez de la Pea, Palencia). Campaa
arqueolgica del 2007. Instituto de Estudios Prerromanos y de la
Antigedad de Cantabria. Informe indito depositado en el Servicio
Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y Len en Palencia. -
Peralta Labrador, E. J. (2006): Proyecto Guerras cntabras. Asedio
de la Loma (Santibez de la Pea, Palencia). Campaa arqueolgica del
2006. Instituto de Estudios Prerromanos y de la Antigedad de
Cantabria. Informe indito depositado en el Servicio Territorial de
Cultura de la Junta de Castilla y Len en Palencia. - Peralta
Labrador, E. J. (2005): Proyecto Guerras cntabras. Asedio de la
Loma (Santibez de la Pea, Palencia). Memoria de la campaa
arqueolgica del 2005. Instituto de Estudios Prerromanos y de la
Antigedad de Cantabria. Informe indito depositado en el Servicio
Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y Len en Palencia. -
Peralta Labrador, E. J. (2004): Proyecto Guerras cntabras. Asedio
de la Loma (Santibez de la Pea, Palencia). Memoria de la campaa
arqueolgica del 2004. Instituto de Estudios Prerromanos y de la
Antigedad de Cantabria. Informe indito depositado en el Servicio
Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y Len en Palencia. -
Peralta Labrador, E. J. (2003): Proyecto Guerras cntabras. Actuacin
arqueolgica en el asedio de la Loma (Santibez de la Pea, Palencia)
y prospecciones en el norte de Burgos y Palencia. Instituto de
Estudios Prerromanos y de la Antigedad de Cantabria. Informe indito
depositado en el Servicio Territorial de Cultura de la Junta de
Castilla y Len en Palencia. - Prez Rodrguez (1986). El Castro
(Santibez de la Pea, Palencia). Cdigo IACyL 34-171-0005-02. Ficha
del Inventario Arqueolgico de la provincia de Palencia, depositada
en el Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y Len
en Palencia.
8. El asedio de la Loma: una apuesta de futuro Ivn Garca Vzquez
8 - Strato SL (2007): Trabajos de prospeccin arqueolgica intensiva
incluidos en el Estudio Informativo Variante de Las Heras de la
Pea. CL-626, de la L.C.A. Asturias a Aguilar de Campoo por La Robla
y Guardo. Tramo: Variante de Las Heras de la Pea (Palencia).
Informe indito depositado en el Servicio Territorial de Cultura de
la Junta de Castilla y Len en Palencia Bibliografa - Fernndez
Acebo, V. (2003): Las Fontes Tamarici de Plinio y la ciudad
ptolemaica de Camrica: Hacia la reescritura de un pertinaz equvoco
sobre la Cantabria Antigua. Sautuola IX. Santander: 253-281. -
Peralta Labrador, E. J. (2001): Die augusteische Belagerung von La
Espina del Gallego (Kantabrien, Spanien). Rmisch- Germanische
Comisin. Germania, 79, 1. Halbland. Mainz am Rhein: 21-42. -
Peralta Labrador, E. J. (2001): Los castra aestiva del Bellum
Cantabricum: novedades arqueolgicas. I Congreso de Arqueologa
Peninsular de Historia Antigua. La Pennsula Ibrica hace 2.000 aos.
Universidad de Valladolid: 173-182. - Peralta Labrador, E. J.
(2002): Castros y campamentos romanos de las guerras cntabras, Los
poblados fortificados del Noroeste de la Pennsula Ibrica: Formacin
y desarrollo de la cultura castrea. Coloquios de Arqueologa en la
cuenca del Navia. Ayuntamiento de Navia-Parque Histrico del Navia:
225-240. - Peralta Labrador, E. J. (2003): Los cntabros antes de
Roma. Real Academia de la Historia, Madrid. - Peralta Labrador, E.
J. (2004): La conquista romana de Campoo: arqueologa de las guerras
cntabras, Cuadernos de Campoo, 36, Reinosa. - Peralta Labrador, E.
J. (2004): Cuestiones histrico-arqueolgicas sobre el Bellum
Cantabricum y el desembarco romano en la costa cntabra. Sautuola X.
Santander: 85-130. - Peralta Labrador, E. J. (2006): La revisin de
las Guerras Cntabras: Novedades arqueolgicas en el norte de
Castilla. II Congreso Internacional de Arqueologa Militar Romana en
Hispania: produccin y abastecimiento en el mbito militar, Len: 523-
547. - Peralta Labrador, E. J. (2006): Guerras cntabras en la
montaa palentina: el asedio de La Loma, Revista de arqueologa, Ao n
27, N 303: 24-33. - Peralta Labrador, E. J. (2007): Equipamiento
militar romano de la conquista de la antigua Cantabria, Sautuola
XII, Santander.