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I EL HOMBRE INDUSTRIAL TOM BURNS, compilador "la industria --dice el Profe- sor Burns- es la instituci6n caracterfstica de las socieda- des adelantadas modernas. Ha sido considerada como el factor dinamicG principal en 10 que respecta al cambio so- cial, econ6mico y politico en las regiones de vanguardia del mundo en las ultimas de- cadas y, par ello, es en gran meoida la 'subestructura' del actual orden social y cultu- ral." EI Profesor Burns ha seleccio- nada textos que analizan la totalidad de las influencias de la industrializaci6n en los sis- temas Se refieren tales textos a la importancia crftica del indl.1strialismo co- mo agente de cambio social, 13.1 surgimiento de grupos rela- )C EDITORIAL TIEMPO NUEVO, S. fl. TOM BURNS

12. Marx, Karl. El Trabajo Alienado

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  • I EL HOMBRE INDUSTRIAL TOM BURNS, compilador

    "la industria --dice el Profe

    sor Burns- es la instituci6n caracterfstica de las socieda

    des adelantadas modernas. Ha sido considerada como el factor dinamicG principal en 10 que respecta al cambio so

    cial, econ6mico y politico en las regiones de vanguardia del mundo en las ultimas de

    cadas y, par ello, es en gran meoida la 'subestructura' del actual orden social y cultu

    ral." EI Profesor Burns ha seleccio

    nada textos que analizan la totalidad de las influencias de la industrializaci6n en los sis

    temas ~ociales. Se refieren tales textos a la importancia crftica del indl.1strialismo co

    mo agente de cambio social, 13.1 surgimiento de grupos rela

    )C EDITORIAL TIEMPO NUEVO, S. fl.

    TOM BURNS

  • 6 ItARL MARX

    EL TRABAJO ALIENAlJO

    "

    Karl Mal'x, BCOno1/i.ic and Philosophic Manuscripts of 184.4, Foreign Languages Puhlishing House, Moscu, 1961, page. 6783.

    Hemos partido de las premisas do In economiu politico.. Hemos aceptado su lenguaje y sus leyes. Partimos del supuesto de la propiedad privada, la separaci6n del trabajo, el cnpital y la tierra, y la de los snlarios, el beneficio del capital y In. renta de In. tierra; asimismo, supusimos In. divisi6n del trubajo, la competencia, el con

    I c~pto do valor de cambio, etcetera. Sobre la base de la economia politica misma, con sus propias palabras, hemos domostrado que 01 obrero desciende 0.1 nivel de una mcrcn.ncin y, on verdad, se convierto on la mas misera de las mercancins; que la miseria del trabajador csb!' en proporci6n illversa al podel' y la magnitud de su producci6n; quo el resultado necesn.rio de la competencia os 10. acumulaci6n del capital en pocas manos, Y pOl' ende la rcstauraci6n del mOllopolio en una forma mas terrible; finalmente, que 10. diferencia entre

    ~apitaJista y terraten..iente, como la diferencia entre el labrador y el obrero fabril, dcsaparece y quo toda In sociodad queda dividida en dos clnses: la de los propietarios y In de los obreros sin propiedades.

    La ecollomia politica parte del hecho de 10. propiedad privada, POl'O no nos 10 explica. Expresa en f6rmulas generales y abstractas el proceso material pOl' el que pasa realmente la propiedad privada, y toma esas formulas pOl' /,eyes. No il1terp'reta esas leyes, es decir, no demuestra como surgcn de In. naturaleza misma de la propiedud privada. L~ economia politica 110 rovela la fuente de 10. divisi6n entre el trabajo y el capital, y entre el capital y la tierra. POI' ejemplo, cuando define In relaci6n ontre los salarios y 01 beneficio, considera el interes del capitalista como la causa ultima; es decir, da pOl' sentado 10 que se supone que debe demostrar. Anlilogamente, la competenciu. penetru. en todas partes. Se In explica pOl' circunstandas enemas. En cuo.nto al grado en que csas circunstancias externas

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  • Y en aparlencla fortultas son soio 1a expreslon de un cm"so necesar'io del desarrollo, la economia politica no nos dice nada. Hemos visto que, para ella, el cambio mismo parece ser un hecho fortuito. Las {micas ruedas que la economia politica pone en movimiento son la

    a,va-n'(;~a, y la {j1ter'1'a- entre los avaros: let competencia. Justamente pOl'que la economia politica no comprende las cone

    xiones que existen dentro del movimiento, fne posible contraponer, por ejemplo, la doctrilla de la competencia' a la doctrina del monopolio, la doctrina de la libertad de oficios a la doctrina de la corporacion, y la doctrina de la division de la propiedad territorial a In doctrina del gran patrimonio; pues la competencia, la libertad de oficios y la division de la pl'opiedad territorial eran explicadas y entcndidas solamente como consecuencias fortuitas, premeditadas y violelltas del monopolio, la corporacion y la propiedad feudal, no como sus consecuencias necesaria..c;, inevitables y naturales.

    Por 10 tanto, tcnemos ahora que comprender la conexion esencial entre la propiedad privada, la avaricia y la separacion del trabajo, el capital y la propiedad de la tierra; entre el cambio y la competencia, el valor y la devaluacion de los hombres, el monopolio y la competencia, etcetera; In conexion entre toda esta enajenaci6n yel sisltmlia monetario.

    No nos remontaremos a una ficticia condicion originaria, como hAcc el economista cuando trata de ofrecer una explicacion. Tal (~ondicion origillaria no explica nada. Sola-mente hace retroceder la cuestion a un pasado gris y nebuloso. Presupone Como un hecho, como un sur,eso, 10 que debe deducir, a saber, la rclaci6n necesaria entre dos cosas, por ejemplo, entre la division del trabajo y el cambio. Del mi~mo modo, la teologla explica el origen del mal por lil. caida del hombre: esto C.';, supone como un hecho, en forma historica, 10 quedebe ser explicado. .

    Nosotros partimos de un hecho economico actual. EI obrero se riaro tanto mas pobre cuanto mas l'iql1eza produce,

    ruando mas aumenta de poder y alcance su produccion. El obrero se convierte en una mercancia tanto mas barata cuanto mas mel'cancias crea. El va-lo'l' creciente del muudo de las co.sas esta en proporcion directa a la devalnQci6n del mundo de los hombres. EI trabajo no solo produce mercancias: se produce a si mismo y al obrero como una rne'1'L~aq~cia, y ello en la misma proporcion en que produce mercandas en general

    Esta situacion expl'esa simplomente el hecho de que el objeto producido POl' el trabajo, el producto del trabajo, se enfrenta a el como a-lgo ext'1'aiio, como un poder independie:nte del productor. EI producto del trabajo es trabajo que se ha concretado en un objeto, que se ha convertido en algo material: es la Qbjetivaci6n del trabajo.

    La realizaci6n del trabajo OR su objetivaci6n. En las condiciones establecidas por til. economia politica, esta realizaci6n del trabajo aparece como una perdida, de re(tlideul para los obreros; la objetivncion como una pel'dida del, objeto y una a,ta-du.m al objeto; In apropiacion, como enajenaci6n, como aliellacion, 1.

    A tal punto la roalizacion del trabajo apareco como una perdida de realidad, que el obrerq. pierde realidad hasta el punto de morir de hambre. Tanto aparecc 18. '9bjetivacion como p6rdida del objeto, que el obrero es despojado de los objetos mas necesarios, no solo para la vida, sino tambien para su trabajo. En verdad, e1 trabajo mismo se convierte en un objeto que Rolo puede conservar con el mayor esfuerzo y con las mas irregulares interrupciones. A tal punto la apropiaci6n del objeto aparece como enajenacioll, que cuanto mns objetos produce el obrero, tanto menos puede poseer y tanto mas rae bajo cl dominio de su pl'oducto, el capital.

    Todas estas consecuencias sc hallan contenidas en In definicion segun la cual el obrero esta relacionado con el producto de St~ t'1'aba.jo como con un objeto ext1'Ctiio. En efecto, a partir de esta premisa, es evidente que cua,nto mas el obrero se desgasta, tanto mas poderoso so hace el mundo extraiio objetivo que crea contra si mismo, tanto mus pobrc es el mismo -8U mundo interno-, tanto menos se pertenece como su propiedad. Lo mismo sucede en In religion. Cuanto mas pone el hombre en DiDs, tanto menos conserva dp.ntro de Sl. El obrp.l'o pone su vida en 01 objeto; perc ahora su vida ya no Ie pertenece a el, sino al objeto. Par ello, cuanto mayor es su actividad, tanto mayor es la carencia de ob~eto del obrero. Sea 10 que fuere el producto de su trabujo, no es 61 mismo. POl' 10 tanto, cuanto mayor es su producto, tanto menos os el mismo. La aliena-cion del obrero en su producto no solo significa que su trabajo se convierto en un objeto, que adquiere una existencia exter1/;{/) sino que existe luel'a de el, independientemente, como algo extrano a el, y que se transforma en un poder autonomo que 10 enfl'enta; significa que la vida que ha conferido al objeto se enfrellta a el como a1go hostil y extrano.

    'Examineruos ahora mas detenidamente la objetivacion, en la produccion del obrero; y COil ello, la ena.jenaci6n, la pe'1'tlidal del objeto, su producto.

    El obrero no puede crear nuda sin la nat!l,raleza, sin e1 mu.ndo sens01'ial externo. Es el material en el cual se manifiesta su trabajo, en el cual es activo, del cual y por medio del cual produce.

    Pero asi como la naturaleza brinda al trabajo los medios de vida) en e1 sentido de que el trabajo no puede vivir sin objetos sobre los

    1 Alienaci6n: E'l1ti:i1ISSe'1'Ung.

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  • cuales actual', pOl' otra parte, tambien Ie orinda los medios' de vid valores crca, tanto menos valioso es el mismo; cuando mejor acabado se halla su producto, tanto l1las de:formado lIega a estar el obrero; cuanto mas civilizado es su objeto, tanto mas barbaro lIega a ser el obrero; cuanto mas poderoso se hace el trabajo, tanto menos poderoso es el obrero; cualito mas refillado es el trabajo, tanto ma..
  • Hemos considerado el ado de Ill, alienacioll de Ill, ll,ctividad humana pnictica, el trabajo, en dos de sus aspectos. 1. La relacion del obrero con el producto del trabaJo como un objeto extrano que ejerce un poder sobre el. Esta relacion es al mismo tiempo la relacion con el mundo sensorial externo, con los objetos de Ill, naturaleza, como un mundo extrafio que se Ie opone de maneI'll, antagonicn. 2. La. relacion del trabajo con el acto (le prodtucci6n dentro del proceso de trab(tjo. Esta es Ill, relacion oel obrero con su propin actividad como una actividad extrafill" que no Ie pertenece; es Ill. actividll,d como sUfrimiento, Ill, fuerza como debilidad, Ill, procrell,cion como castrll,cion, Ill, propia actividad IlSica y mental del obrero, su vida personal -pues Ill, vida no es mas que ll,ctividad- como una ll,ctividad que se vuelve contra el, que no depende de el ni Ie pertenece. Tenemos aqu1 Ill, au.toenajenaci6n) como tenlamos antes Ill, enajenll,cionde Ill, coso,.

    . Pero hay un tercer aspecto del tnl.bajo en(tj~nado que se deduce de los dos anteriores. '

    EI hombre es un ser de especie, no s610 pOl'que en Ill, practica y len Ill, teor1a adopta Ill, especie como su objeto (Ia suya como Ill, de otras cosas), .sino tambien -y esto solo es otra manera de expre-' sarlo-- porque se trata a S1 mismo como Ill, especie actual, viviente; porqlle se tratll, n, S1 mismo como un ser universa.l y pOl' eude hbre.

    La vida de Ill, especie, en el hombre y en los animales, consiste fisicamente en el hecho de que elhombre (como eI animal) vive de Ill, naturaleza inorganica; y euanto mas universal es el hombre en comparacion con el animal, tanto mas universal es Ill, esfera de Ia naturaleza inorganiea de Ill, eual vive. AS1 como las plantas, los ll,nimales, las piedras, el aire, Ill, luz, etcetera, constituyeu un fragmento de Ill. conciencia humana en el ambito de Ill, teorla, en parte como objetos de Ill, eiencia de Ill, lIaturaIeza, en parte como objetos de arte -sri naturaleza inorganicll, espiritual, su alimento espiritual, que debe primero preparar para hacerlo aceptable y digelible-, de igual modo, en el ambito de Ill, practiCa, constituyen una parte de la vida y Ill, actividad hnmanas. Fisicamente, el hombre solo vive de esos productos de Ill, natnraleza, aparezcan en forma de alimento, color, vestidos, morada 0 de 10 que sea. La universalidad del hombre se manifiesta, en Ill, pra.etica precisamente en la universalidad' que convierte toda la naturaleza en su euer'po inol'r;aniop, en cuanto Ill, naturaleza es (a,) su medio directo de vida, y. (b) el material, el objeto y el instrumento de ::IU actividad vital. La naturaleza es el cuerpo inorgdnico del hombre; esto es, Ill, naturnleza en Ill, medida en que no es el cuerpo mismo del hombre. Decir que el hombre vive de Ill, naturaleza significa que esta es su cuerpo) con el cual debe permanecer en continuo intercambio para no morir. Que Ill, vida

    flsicay espiritual del hombre esta unida a In naturaleza significa simplemente que Ill, naturaleza esta unida a sl misma, pues el hombre es parte de In naturll,leza.

    AI el1ajenar del hombre (a-) In nnturaleza y (b) a el mismo, sus propias funciones activas, su actividad vital, el trabajo enajenado cnajena Ia especie del hombre. Convierte, para el, Ill, vide! de la especie en un medio de la vida individual. Primero, enajena la vidn de Ia especie y Ill, vida individnal, y luego hace de esta. en su forma. ab5traeta ci proposito de la vidn de Ill, especie, tambien en su forma abstracta y enajenada.

    En efecto, en primer lugar, cl trabajo; Ia acti'L'idad vital) Ia vida produ.ctiva misma, aparece 31 hombre 5610 como un medio de satisfacer una llecesidad, Ia llecesidad de mantener la existencia fisica: Sin embargo, Ill, vida productiva es Ill, vida de Ill, especie. Es vida que en.gendra vida. Todo el canicter de una especic -su caracter df) especie- ~sta con~enido en el caracter de su actividad vital; y la activielad lIbre y consciellte es cl caracter de In especie del hombre. La vida misma solo aparece como nn rnediio pam la vida.

    EI animal se idel1tifica con su actividad vital. No se distingue uc ella. EI ess'U actividad vital. EI hombre hace de su actividad vital el objeto de su voluntad y su conciencia. Tiene una adividad vital eol1sciente. No es algo dcterminado con 10 cual el se fusione directamente. La aetividad vital consciente diferencia directamente al hom

    . brc de la actividad vital animal. Es justamentc pOI' esto pOI' 10 que es un ser de especie. a es solo porque es un ser de especie pOI' 10 que es un Ser Conscientc, os decir, que su propia vida es un objeto para e1. S610 por csto es su nctividad una actividad libre. EI trabajo enajellado invierte esta relacion, de modo que es justamente porque el hombre es un ser consciente pOI' 10 que hace de su actividud vital, su ser ese-ncial) un mNO medio para su e::t'istencia.

    Al creal' con su actividad practica un mundo objet'ivo) aldol' forma. a Ill. llaturaleza inorganica, el hombre demuestra que es Ul1 ser COllSciente de especie, esto es, un se!' que trata a Ill, especie como su propio ser esenciaI, 0 que se trata a S1 mismo como un ser de especie. Sin duda, tambien los an;males producen. Se construyen nidos, viviendas, como las abejas, los castores, las hormigas, etcetera. Pcro el animal s6Io produce 10 que necesita imnediatamente para sl o para su cria. Produce unilateralmente, mientras que el hombre produce universalmente. Aquer solo produce bajo el imperativo de Ia llecesidad f'isica inrnediata, mi'entras que el hombre produce aunque este libre de llecesidad IlSica, y s6Io produce realmente cuando esta lihre ele ella. EI animal solo se produce a SI mismo, mientras que 01 hombre reproduce la totahdad de la naturaleZ3 .. EI producto del animal pertenece inmediatamente a su cuerpo fisico, mientras que el

    .102 103

  • hombre se enfrenta libremente con su produeto. El animal clabora eosas de acuerdo con las normas y la necesidad de la especie a la que perteneee, mientras que el hombre sabe producir de acuerdo eon las norrnas de toda especie, y sabe aplicar ell todas partes In normn inherente al objeto. POI' ello, el hombre tnmbilm !'Iaborll eosas ell consonancia con las leyes de la belleza.

    Es justamente, pues, en la transformacion del mundo objetivo cuando el hombre demuestra realmente pOl' primera vel. que es un set' de especie. Esta produccion es su vida activa como especie. Mediante esta producci6n y a causa de ella, la naturaleza aparece como SlJ. obra y BU realidad. EI objeto del trabajo cs, pOl' 10 tanto, la objetivaoi6n de la vida especffi-ea del hOnWre; pues no s610 se reproduce intelectualmente, como en la concicncia, sino tambien ac.tivamentc, en la realidnd, y pOl' ende se contempla en un mundo que el ha creado. Al arrancar del hombre el objeto de su produccion, POI' 10 tanto, el trabajo enajenado Ie arranca. su vid(~ de especic, SIl verdadera objetividad de (~peeie, y transfOlmn su ventnja sobre los animales en la desventnja de que se Ie qnita Sl1 cuerpo inorganico,la naturaleza.

    AnaJogamente, al degradur a la categona de un medio In actividad espontanea, la actividad libre, el trabajo enajenado haec de la vid de espeeie del hombre un medio para ,m existencia flsica.

    ASI, la eoneiencia que tiene el hombre de su c!'ipecic se transforma., pOl' obra de la enajenncion, de tal manera que la vida dc' especie se convierte para el en un medio.

    EI trabnjo cllajenad{), pues, convierte: 3. EI ser como especie del 'hombre, tanto su naturaleza como

    su propieqad espiritual de especie, en tih ser ext'a.n,o a el, en un medio para su existencia. individual. Enajena de cl e1 propio c.uerpo del hombre, como enajena 'Ia naturaleza externa y su ~encia espi

    ritual de especie, en un ser extrano a el, en un medio para su e.ns

    tencia individtwl. Enajena de el el propio cuerpo del hombre, como enajena la naturaleza externa y su esencia espiritual, su ser hlbmano.

    4. Una consecuencia inmediata. del hecho de que 1.'1 hombre ile enajena del producto de su trabajo, de su actividad vital, de ~u ser de especi, es In enajena

  • hombre contempla a los otros seglil1 la norma y la posicion en' la que se encuentra como obrero.

    Tomamos como punto de partida un hecho de la economia politic,a: la enajenacion del obrero y de su produccion. Hemos fOl'mulado 01 concepto de este hecho: el trabajo ena.jenado, aliena-do. Hemos analizado este concepto, pOl' 10 eual hemos analizado simplemente un hecho de la economia politica.

    Veamos ahora, ademas, como debe expre.:;arse y presentarse en la vida real el concepto de trabajo cnajen~do, alienado.

    Si el producto del trabajo es ajeno ami, si me enfrenta como un poder extrano, ba quien, entonces, pertimece?

    Si mi propia actividad no me pertenece, si os una actividad extrana, obligada, ba quien, cntonces, pertenece ~ . A un ser distinto de ml.

    I, Quien es esc ser? kLos dioses? Sin duda, en los ticmpos pl'imitivo,,;, la pro,duccion

    principal (pOl' ejemplo, la construccion de templos, etcetera, en Egipto, la India y Mexico) pareee efectuarse al servicio de los dioses, y el producto pertenece a los dioses. Pero los La propiedad privada deriva, pues, pOl' el analisis, del concepto de tmbajo alienado, esto es, del homb1'e alie'llado, del trabnjo enajenado, de la vida enajenada y del hombre enajenado.

    Es verdad que hemos obtenido el conceptO de trabajo alien

  • Esta exposicion aclara inmediatamente' varios problemas no resueltos basta abora.

    1. Laeconomia politica' parte del trabajo como alma real de la producci6n; sin embargo, no concede nada al trabajo, y todo a la propiedad privada. A Partir de esta contradicci6n, Proudhon ha sacndo conelusiones a favor del tl'abajo y contra la propiedad privada. Pero nosotros comprendemos que esta aparente contradiccion es la contradiccion del trabajo enajenCldo mismo, y que la economia politica s610 ha formulado las leycs del trabnjo enajenado.

    Comprendemos tambien, pOl' 10 tanto, que salarios y pl'opiedad privada son identicos: alli donde el producto, el objeto, del trabajo es el pago pOl' el trabajo mismo, el salario no es mas que una consecuencia necesaria de Ia enajenacion del trabajo, pues, a fin de cuentas, en el salario del trabajo, este no aparece como 1\11 fin en 8i mismo, sino como el sirviente del salario. Desarrollal'emos este punto mas adelante; mientras tanto, s610 deduciremos algunas conclusiones.

    Un aumeH.to j'OI'ZOSO de los salal'ios (dejando de lado todas las otras dificultades, inclusive el hecho de que s610 porIa fuerl',a, tam bien, podrian mantenerse los salarios elevados, ya que son ura ano malia) no seria, pues, mas que un rnejor pago para el esc/avo, y no recnperaria para el obrero 0 para el trabajo su jerarquia y Bn dignidad humanas.

    En verdad, aun la igUOJldad de salarios propiciada POI' Proudhon solo transforma la relacion del obrero actual con su trabajo en 10 relaeion de todos los hombres eon el trabajo. La sociedttd es conce bida, .,pues, como un capitalista abstracto.

    Los salal'ios son una consecueneia directa del trabajo enajenado, y este es la causa direeta de la propiedad privada. La desaparicion de uno debe signifiear, pOl' 10 tanto, la desaparieion del otro.

    2. A partir de la rela.cion del trabajo enajenado con la propiedad privada, se desprende, adema.~, que la emancipaci6n de la soeiedad de la propiedad privada, etcetera, de la servidumbre, 5e expresa en la forma politiep. de la ema4~cipaci6n de los tmba,iadores; no porque s610 este en juego su emancipaci6n, sino porque la emancipaeion de los trabajadores contiene la cmancipacion humana universal; y la contiene porque en la rela66n del obrero con la produccion esta implieita toda la servidumbre humana, y toda relacion de servidumbre no es mas que una modifieaei6n y una consecueneia de esa relaeion.

    Asi como hemos hallado el concepto de propied

  • como ~na acti'Vidad. de alienaci6n, de enajelwet6n, aparece en et no obrero como un estado de alienaci6n, cle enajenaci6n.

    Segundo, que la actitud prdctica real del obrero en la producci6n y frente al producto (como estado de la mente) aparece en el no obrero enfrentandolo como una actituc1 te61ica.

    Tercero, el no obrero ha;;e contra el obrero todo 10 que este haec contra si mismo; pero no haec contra si mismo 10 que hace contra cl obrero.

    Examinemos mas detenidamente estas tres relaciones~.

    Referencias bibliograficas Feuel'bach, L. (1854), Tile Essence of Christian'i"ty, traducido al illglce

    de In 2' ed. alemana pOl' M. Evans, Londres.

    :l En este punto el primer mannscrito se interrumpe. [Rec.]

    '7 H. L. ,WILENSKY

    TRABA.JO,CARRERAS E INTEGRACION SOCIA.L

    '.

    H. L. Wilensky, "Work, careers and social integration", Interllotional Social Science Journali vol. 12 (1960), pags. 543-74.

    La significaci6n y el lugar llc1ecuado del trabll.jo y el ocio, la labor y la contemplaei6n, han atraido la ntenci6n de los sabios desde los tiempos de Grecia y Romll.. Pero solo desde In' Revolucion Industrial la relaci6n entre el trabajo y el ocio se ba convertido en un problema importante, tanto social como inteleetual. Desde Adam Smith y Engels hasta C. Wright Mills, desde De Tocqueville basta Riesman, ha proseguido la especula.ci6n acerca de la interacci6n del tnibajo con el resto de la vida, y la teo~:izaci6n aeerea de la articulaci6n de los sistemas de roles economicos con los no economicos 1.

    1 Las tendencia,ssociales ligadas al industrialismo explican esto: (a) El trabajo se convirti6 en un sistema separado de, roles, segregado espacialmente y en cierta medida social y psicol6gieamente de las instituciones del parentesco, religiosRs, politicas, edueacionales y otras. (b) LDs horarios de trabajo fluctuaron; las horas de labor tal vez aumentaron durante la temprana industrializaci6n en las condiciones del siglo XIX, pero luego disminuyeron constantemente a medida que S increment&. In. productividad. Los momentos libres, en 10 que respecta al n6.mero de horas, los recursos, el dinero y las ol'ganizaciones dedicados a ellos, han adquirido recientemente mas importancia. (c) LDs mismos roles laborales diferenciados hace poco sufrieron un cambio rapido y sostenido. (d) La continuidad 'que estableCen la integraci6n de roles diver80S y los derechos y deberes relativamente estables y fijos de los cargos en pequefios gl'UpOS funcionales fne alterada, con cambios concomitantes en las fuentes y los niveles de integraci6n social. (e) Las unidades de organizaci6n social crecieron en dimensiones y los podel'es de las autoridades centrales aumentaron; en el orden politico y en la economia, en las costumbres y el derecho, las pequefias unidades de la corporaci6n, el clan, la comunidad aldeana y el monasterlo -dominantes en In Europa medieval- retrocedieron ante el Esta.do, 108 partidos de masas y lascorporaciones. '

    1)1 1-10

  • parte importante de '1a productividacl potencial de cada individuo empleado. Los factores implieados en la perdida y los medios efectivos para rcducirla eran diferentes. La preocupacion pOl' el an3.lisis de la situac,ion laboral abordo alm el problema dual de las calificaciones especia'les que constituirian la base de Ill, autoridad de Ill, clireccion. En cierto sentido, cl estudio del trabajo y de los trabajadores hasta 1950 constituyo la busqueda de una tecnologla social y de una ideologia de los directivos.

    Es diflcil pensar que podia ser de otra manera. Puede decirse que In misma busqueda inspiro los tres articulos que aqui incluimos. POl' supuesto, hay una diferencia en la complejidad y cl refinamiento acumulados de los estudios empiricos y de las ideas que los impregnan. Pero tal vez la principal cliferencia entre estas y Ill, tradicion anterior reside en una comprension mas clara del modo en que las relaciones labora'les y las creencias, adhesiones, conflictos y actitudes asociados con ella~ surgen de restricciones implicitas en la naturaleza del trabajo mismo y de la estructura de poder que parece inherente a la organizaci6n de la actividad industrial. EI canicter muy diferente del trabajo y de 'los lugares de trabajo -un taller de maquinas, una min'! y un barco- y el hecho de que los tres articulos se refieran a tres paises diferentes -Estados Unidos, Gran Bretana y Noruega- ponen de relieve esta perspectiva mas amplia.

    15 E. L. TRIST Y K. W. BAMFORTH

    EL TEGNIGISMO: ALGUNOS EFEGTOS DE LA TEGNOLOGIA MATERIAL SOBRE LOS METODOS DIREGTIVOS Y SOBRE LA SITUAGION Y LAS RELACIONES LABORALES

    Extractos de E. L. Trist y K. W. Bamforth, "Some social and psychological consequences of the longwall method of eoaIgetting", Human Relations, 1701. 4 (1951), pags. 3-38.

    I. Iiltroducci6n: Perspectiva~ que Ofrecen las Recientes Innovaciones

    Desde la nacionalizacion de la industria del carbon se han realizado una seric de esporadicas y cautelosas innovacic,mes en la organizaci6n del trabajo en el frente de carb6n. Durante""1os dos ultimos alios los autores han seguido el curso de estos desarrollos. Aunque diferentes unos de otros, estos han tenic10 el efecto comun: de aumentar Ill, productividad, al menos en cierta medida, y en ocasiones el aumento anunciado \lego a un nivel definidamente superior al limite maximo logrado en general pOl' buenos obreros que usan equipos similares en condiciones normales. Tales procesos han ido \ acompanados de cambios impresionantes en la calidad social de la vida laboral de los equipos de frente de tune!. Ha aparecido en los grupos una mayor cohesion, y las personas han manifestado mayor satisfaceion. Tambien han disminnido las enfemledades v el ausen

    tismo~ Estos procesos han sido iniciados en minas donde Ill, ca'lidad de

    In direcci6n tecniea y el nivel de las relaciones de grupo, tanto internas como con el ejecutivo, han sido suficientemente elevados como para brindar la seguridad necesaria para efectuar nuevos desarrol1os. Muehos de los obreros que intervinieron en las primeras etapas han contribuido en forma sustancial a Ill, comprensi6n de los problemas. Si bien no es raro que los cambios de este caracter hagan su aparidon de manera tan selectiv

  • prematuros los e.studios de diseminaci6n propuestos, mientras que los autores de este articulo hallaron que su primera tarea consistia C!1 efectuar un examendetallado del actual sistema tipico de tra

    b~j~, ~onocid? ?omo 01 metodo del "m...El~.. If~g,g". Se, sug.oI'iandos~\ hlpotesls prehmmares: que las meJoI'as regl~raaas debIan nnputars? a notables atributos poscidos pOl' las 'irinovaciones; y, alternativamente, que una parte considerable de su efecto so explicaha pOl' los inconvenientes sociales que prrsentaba d metodo del ml1l'O largo, de modo qur los cambios, aunque modestos en si mismos, podian facilmrnte producir los resultados obtenidos.

    EI contenido de las innovaeiones pareela indicar In mayor Pl'Obabilidad (113 la segunda hip6tesis; en efecto, su caracteristic:a comun basta ahQra lIa 'sido adoptar alguna medida que ha aumentado la cohesion gru j)tl I del obrero del frente de tunel en un aspecto Msico, aunque pOl' un medio simple. Algunas han usado las posibiJidades de mejorar 'Ias relaciones de gI1lPO asociadas a las tecnic:as de "c,l mara-y-pjlar", mny en boga recientementc para el trabajo elI filones gruesos. Otras han modificado la forma del grupo de trabajo en el mismo muro largo. 'En la cuadrilla de "rellonamiento", pOl' rjemplo, se ha intentado la "compartimentalizae:i6n grupa!" en lugar de las "cuotas" ,iudividuales. En 01 metodo del muro largo, la tarea total cle extraer carb6n se distribuye en trrs euadrillafl, y la lwtividad culminallte de trasladar el carbon hasta cl transportador redbe (!l nombrc de "relleno". Efl en esta c:uadriJla clonde parece aeulllularse la mayor cantidad de p~)rturbaciones, y es en dla cloncle se emplell e,1 mayor nlimero de homhres. Las rcformas que disminuynn estas elifieultac1es seran espeeialmcnte bien reeibidas. Pcro la.s medidns adoptadas no pueden considerarse en si mismas "notables". Tanto la necesidad de adoptarlas como su grado de exito seiialan mas bien una laguna en la cualidad social de la organizaci6n del muro largo en su forma aetual, y la importancia de las relacioncs grupales en eI subsuelo.

    La mayoria cle las autol'idadcs competentes parece coincidir en que los metodos "manuales" que precedicron al del muro lorgo brindaban al obrero del frente de tunel un equilibrio sociaij que se ha, perdido. Pero las, razones de esto han permanecido en la oscuridad. Antes de la nacionalizaci6n, su investigacion pas6 ,a segundo plano pOl' el hecho de que el advenimiento de la mecanizaei6n coinr.idi6 con los (~omienzos en los c:amposcarboniferos de la crisis economica y 'Ia enconada exacerbaei6n de la lucha entre mineros y propietal'ios. S610 los autores de obras medicas, eomo Dieksoll (193f:\, pag. 696) y Halliday (1949), interesados porIa apariei6n epiclemica de des6rclenes 'psicosomaticos entre los mineros que trabajaban en condiciones mecanizadas, clestaearon la importancia de .los factores

    psicol6gicos y soc:iol6gicos que examinaremos en este infonne. :Morris (1947, pag. 341) ha heeho un examen medico mas reciente. Pero ninguno de estos autore~, ha rastreado en cletalle la relaci6n entre la salud y la prod1J.ctividad del minero y la estructura social del sistema de trabajo que controla sus relaciones.

    Desde la nacionalizaci6n, ,el desplazamiento hacia la lueha econ6miea de las perturbaciones que surgen cle esta fuente ha sido reemplazado POI' su desplar-amiento a los problemas de las relaciones. entre directivos y obreros; pero no es probable que disminuyan las dificultades en la deliberacion conjunta agregando una sobrecarga que deberia ponerse en Ill. cuenta del metodo clel muro lal'go. Enfl'cntados eon una baja productividad a pesar de las mejorns introdu('idas en los equipos, y con In deserc:i6n de los pozos a pesar de los aumentos de salarios y de las c:ompensaciones, las 'llutoriClades han mostrado mayor intercs pOl' las innovac:iones organizativas que se han efectuado. Parece haberse alcanzado un p~nto en el que' la industria esta dispuesta a poneI' en tela de juicio un metoclo que hasta ahora se daba pOl' sentado. Para contrihuir a la evaluaei6n de los nuevos desalTollos, In primer;), informac:i6n que ell."ige difusi6n coneierne al examen de las c.()nsecuencias 80ciales y psi('016gicas

  • nalles para directivos de minas. Otros infol1l1antes fueroll trelS psi. lidad tiene poder como entidad indepenc1iente, pero una parte exige \ quiatras con amplia experiencia en los problemas de los mineros, control externo. experiencia acumulada en la practica de la medicina en regiones Dentro de estas unidades basadas en parejas se hallaban contemineras 0 en investigaciones de salud publica. . ~ nidas todas las habilidades del frente de tune!; cada minero conoela

    Describiremos primero la situaci6n anterior, sobre euya base se todas las tareas, y habitualmente era capaz de sustituir a su compadesarrollo originalmente el inetodo del muro largo. Luego examinn nero. Aunque su equipo era simple, sus tareas eran multiples. La remos el procedimiento mismo del muro largo. En secciones poste "habilidad subterranea" de Ill. que dependia la ejecucion eficiente y riores nos ocuparemos de problemas especiales que surgen en los ~

    .segura de esas tareas era casi totalmente personal. El minero tenia diversos subgrupos ocupacionales. el orguUo de su oficio y Ill. independencia del artesano. Estas cua

    lidades evitaban las dificultades relacionadas con el sta,tus y contribuian a afirmar la autonomia responsable.

    n. EI Canlcter del Equilibrio Premecanizado La elecci6n de compafieros de trahajo planteaba un problema y In Naturaleza de su Perturbacion fundamental. Tales elecciones las hacian l.os hombres mismos, socio

    metricamente, bajo toda 1a presion de Ill. realidad y con un largo1. Los sistemas manua,les y la autonomia 'responsable del, grtlpO de

    . conocimiento unos de otros.. De aqui resultahan relaciones estables, trab(~jo basad.o en parejas. que con frecuencia 'duraban m'uchos anos. Cuando un hombre se

    accidentaba' 0 moria, no era raro que su compafiero se hiciera cargo La caracteristiea descoHante del esquema social al que se ha de su familia. Estas relaciones de trabajo a menudo eran reforzadas

    Haba asoeiado el equilibrio premecanizado era la importancia que pOl' lazos de parentesco, pues el sistema contractual y Ill. autonomia otorgaba a la organizacion en pequefios grupos en el frente de del grupo pequeno permitian el mantenimiento de una conexi6n intunel. Los grupos mismo.'5 eran pares de personas que b'abajaban tima pel'o espontanea entre Ill. familia y III ocupacion,. que evitaba de manera interdependiente y a quienes podian sumarse UllO 0 dos atar una a la otra. En las comunidades mineras segregadas,. el vinculo individuos lPas. Era eomun que dos mineros -un picapedrero y :iU entre el parentesco y la oCllpacion puede ser tanto una oprer;ion companero-- hicieran su contrato con la direcci6n de la mina y. como nn apoyo; contra este peligro, Ill. eleccion "exogama" era una trabajasen en su pequeno frente con a.yuda de un muchacho carre~ pr~ci6n. "Pero las oarreras del eran tambien una tillero. Esta unidad de trabajo podia funcionar con igllall cficiencia en muchos sistemas tecnol6gicos, tanto del tipo de avanee como de retroceso, graduale., 0 diredos. A veces su numero aumentaba a siete U ocho, cuando trabajaban juntos he.,> 0 cuatro mineros y sus carretilleros' auxiliares 1.

    Una organizacion primaJ:ia del trabajo como esta tiene la ventaja de ubicar la responsabilidad porIa tarea total de la e},,"tracci6n de carbon sobre los hombros de un grupo unico, pequeno, que trabaja

    parentesco protecci6n contra una relacion demasiac10 emocional, que era mas pro hable que surgiera entre asociados no ligados pOl' el parentesco.

    EI caraeter total de la tarea, la multiplicidad de ias habilidades del individuo y la seleccion interna del grupo eran atributos congruentes de la pauta de autonomia responsable que caracterizaba a los equipos de tunel pOl' parejas en Ill. mineria de tipo manual.

    ,

    earn a cara y que experimenta todo el cicio de operaciones dentr< 2. La aooptabihdad del pequ.eno .lJ1'1tpO a la situaci6n en el subsuelo del ambito de sus integrantes. Para cada participante, la tarea tiene si~ifieaci6n total y cierre C:inamico. Aunque el contrato hubiera Siendo capaces de trabajar en forma continua sus propios frensido hecho a nombre del picapedrero, se 10 consideraba como una tes cortos, estos grupos podian detenerse en eualquier punto al que empresa conjunta. EI liderazgo y la "supervisi6n" eran internos de Imbieran llegado al final de un turno. La flexibilidad en el ritmoIlgrupo, que tenia la cualidad de la autonomia'responsable. La capa- " del trabajo tenia ventajas especiales en Ill. situaci6n del subsuelo,cidad de auton-egulacion de estos grupos era una :l'unci6n de la '. pues cuando se hallaban malas condiciones, el proceso de extraccion tarea, y este aspecto se hallaba en su sti!:!1!S contractual. Una tota podia continual' en forma d.spareja en una serie de galerias, en

    correspondencia con la distribueion desigual de estas malll

  • fijarse sus propios objetivos, de modo que los nivcleci de aspiraciones con respecto ala produccion podian ser ajustados a In, edad y el vigor de los individuos.

    En el subsuelo, los peligros externos deben scr enfrentados ell la oscuridad. La oscnridad tambien despierta peligros internos. Podemos considerar como evidente la necesidad de compal'tir con otros liiS ansiedades que provoca esta doble amenaza. En vista del ambito restringido de In comullicaci6n efectiva, estos otro~ ekben estar inmediatamellte presentes. POl' 10 tanto, su numero debe ser limitado.

    ~tas....2ndie-ioneli.. sefialan la fuerte necesidad en el corresponden a la simplicidad tecno1ogica de los metodos manuale,,>, eon sus frentes cortos, traba;jaelos en forma autonoma y escasamente c06rdinados pOl' elistrito. Las colectividades mnsivas ref1lejaban c1 tamano en gran ('scala del pozo como unidad industrial total.. Estaban ausentes las estructuras correspondientes al Ilivel d,el departamento defabrita, cuyos sistemas de roles fn\ccionados, ligados a procesos y dependientes de la supervision externa, so. oponen pOl' igual al esquema de la autonomia de pequefios grupos y a ~a vision artesanal del minero.

    En el esquema premeca11lzado los grupos prin).arios pOl' parejas y las gTanuos colecti'\.idaeles re1ativamente indiferenciadas -c~:rpponian up... sistema dinamicamente interre1acionado qne permitia lograr un equilibrio so~al dllra~l;o. Las intensas interaccion de los primeros, eOllSu sig"llificacion personal y familiar, y Ia.,; difusas identificaeiones de lIas segundas, con sus vinculos comunitarios y de c1ase, se apoyaban mutuamente. Los equipos de frente podian soportar la responsabilidad de su autonomia gTacias a la seguridad de SU dependencia de la coleeiividad unida de la milla.

    Las dificultades provell~an principalmente de rivalidades y con347

    346

  • flictos entre las parejas diversas y los pequenos equipos. Una forma comull de "concusion" era sobonlar al delegado para asegurarse un buen "benk", es decir una "extensi6n" con un "techo agrietado", bajo el cu111 el carb6n era notoriamente blando y facil de trabajar. Se estimulaba a los carretilleros a usaI' metodos drasticos para obtener ade
  • ('1"1S1S ecollomiea tendiorOll a aisminuir las asociada~ a1 metodo parn la extracciOll del carbon. Aunque la comprension de las ultimas ha comenzado a aclararse desde la nacionalizacion, los inconvenientes tales COUlO los del sistema de acarreo, que son mas faeiles de aprceiar en te-rmino.'i de ingenieria, continuan atrayendoen mayor medida 111 atencion. Solo desdc que comenzal'on a cxperimental'sc en los grupos de trabajo los cambios de estado de animo que acompauaron a las inllovaciones recientes en el trabajo frontal, 5(, ha hee-ho evidente la naturalcz.a de las perturbacioncs que crea el metodo del muro largo. Pero todavia no se reconoce 10 suficicntc qne ta]e.~ dificultades exigen su comprcnsion en terminos .:;ocillles y psicologicos. Las explicaciolles aparecidas hasta Ilhora han presentado los eambios recientes casi exclusivamcllte en terminos de ingenieria.

    Todo el que haya oido hablllr a viejos mincros que ban experimcntado durante su vida cl cambio al metodo del rnuro largo no puede menosque sentirse impresionado ante ia confusa anoranz::l por el pasado que attn expresan, y su desalicnto pOl' cl pl'esente, coloreado porIa desesperacion y la indignacion. Pant el clinico, el canictcr de estas charlas tiene a veces un sonido familial'. Los que tieuen experiencia en rehabilitacioll los hallaran similares a los sentimientos expresados pOl' los rehabilitados cuando discuten publicamente las cOllsecnencias ell ellos de un detcl'ioro aceptado como ilTcversible.

    Existia la difundida esperanza de que sncediera nlgo magico como resultado de la nacionalizacion. Pero, como deeia un rcllennclor: "Mi carbon no presenta ningun aspecto nnevo desde el Dia de Ill. Investidurfl.. Su aspeeto es tan llegTo como antes." CUllndo 111gUllos de esos mismos hombres piensan que va a mejorar sn vida, tall vcz exageradamente, despnes de experimentar uno de los nuevos metodos grupale,.;;, y se niegan a retol'llar a un tipo de trabajo convellcional, despues de dcscubrir un nuevo espiritu en si mismos y en sus companeros de traba;jo, tenemos ya buenos indicios concernientes al canlcter de las deficiencias en el sistema del muro largo. Pero 10 que 5e comprendc intuitivamentc debe adquirir forma mticulada. 1'an intima e.s la relacion entre los diYf'rsos aspectos, que 10 social y 10 psiwl6gico solo puede ser entelldido en terminos de los hechos detallados concernicntes a la ingenieria y 111 modo eu que el sistema tecnologico como un todo funeiona en el ambiente dl subsuelo. En las dos secciones sigui('lltes trataremos e.~tos puntol'>.

    350

    III. Caracteres y Dificultades de la Unidad de Produccion como Totalidad en cl Metodo del Muro Largo 2

    1. L(~ escala y la est1"ltCtu..I'Ct espadotempoml del ciclo de tres t1tl"nOS

    En el metodo del muro largo, e realiza nn avance directo sobre c1 carbon en un freute continuo; son tipieas las caras de 180 a 200 yardas, aunque no SOil raras Ias caras aun mas largas. El trabajo se divide en una serie estanchw de operaciones que se signen una a otra en una rigida sucesioll durante tres turnos de siete horas y media cada uno, de modo que pucde eompletarsc un ciclo total de extraccion de carbon cada veillticuatro horas de la semana de trabajo. La distribucion de los cuarenta hombres necesarios para trabajar en un frente media es la siguiente: diez en el primer turno ("colte") y diez en el segundo ("desgarramiento"); y .einte en cl tercero ("rolleno"). La cantidad' de earbon extraido varia en s el mismo.

    351

  • (A) Seccl6n Horizontal

    353

    laterales, para convertirlas E:n estrud.uras permanentes con vlg'!lS curvas y apuntlllaroientos laterales. Es roenester coloeRr ordenadamente entibos cada tres pies, y la linea de entibos que se rouestr8 en la Figura 1 (B) es la ubicada inmediataroente contra un frente de carbon que debe ser vaciado. El area indieada -POl' "escombro" (para utilizar un termino comun en la jerga minera vernacula) indica el espaeio del cual ya se ha extraido el carbon. Se deja que el te0ho de esta superficie se derrurobe. Solo se roantienen abiertos los tuneJes constituidos pOl' las puertas principal ~Y laterales, que se utilizan para ventilacion y para el acaneo y el transito. Estos tuneles a veces ulcanzan distancias de dos milIas, y alm mas, antes de lIegar al frente mismo de carbon desde d camino troncal que parte del fondo del pozo.

    En cada cicio de extraccion de carbon, el avance realizado en este es iguul a la profundidad de la socavaci6n. Un corte de 6 pies constituye algo tipieo en un fil6n delgado con un buen teeho. Todo el equipo debe ser trasladudo mas adelante a medida que cada cicIo permite avanzar. EI detadle de la superficie frontalesta representado en la Figura 2, donde se muestra el carbon cortado y a la espera del dinamitero, cuya tarea es la Ultima antes de la lIegadu de los rellenadores. El ancho sumado de los senderos rotulados "Nuevo Camino de Gateamiento" y "Nuevo Camino del Transportador" es igual a 6 pies, del cual han quitado el carbOn los rellenadores del ultimo turno del cicio anterior. Como parte de la labor de preparacion del nuevo cicIo (antes que los rellenadores puedan actual' nuevamente), es necesario trasladar el transportador desde su posicion anterior en el "Viejo Camino dd Transportador" a su posicion actual, como se muestra en la Figura 2, en el "Nuevo Camino del Transportador", contra el frente. Al mismo tiempo las dos ,Iineas de entibos a cada lado del "Viejo Camillo de Gateamiento" son retiradas (dejando que el techo se desplome) y arrojadas junto al transpOltador para que los rellenadores los usen en el apuntalamiento del techo a medida que penetran en los seis pies sig'uieutes de carbon. El termino "Camino de Gateamiento" ulude al unico sendero apuntalado, de 3 pies, adyacente al que ocupa el tfllnsportador pero en In parte mas alejada del carbOn. Permite d paso libre hasta el frente, y es lIamado ~amino de gateamiento pOl'que en los filones delgados el techo bajo hace necesario que toda locomocion adopte la forma del "gateamlento", es decir, de andar a gata-s.

    El caracter de produccion en masa de la operacion segUn el metodo del muro largo exig.3 un esquema en gran escala y movil del tipo descrito, Pero la estructura espacio-temporal impuesta. pOl' el frente largo y la sucesion de turnos constituye un habitat diflcil cuando se 10 considera como un escenario en el cual deben mllute-

    II ..

    . ~t:_:',,;~!:.~~-~ ~.:~~ .ti~"'':~: ~ ~ via troncal . acarreo principal al fondo del pozo

    I 4. .. piso3 . on .. __ .J __ laterales pIes

    Figura 1 Esquema de una zona. segun el metodo del muro largo

    diciones diferentes, pero pOl' 10 comun oscila en las 200 toneladas pOl' cicio. Una mina de tamafio medio, CO~l tres filones, tendra de doce a quince frentes de muro. largo en operaeion simultiineamente.

    Estos frentes estan dispuestos pOl' zonas, como se ve en la Figura 1. Puesto que el metodo del muro largo es especialmente aplicable a filone.s delgados, hemos esbozado la Figura 1 en terminos de un laboreo de tres pies, El frente, que se extiende pOl' 90 yardas a cadll lado de la Imerta principal esta dentro de los Hmites medios para un filon de este espeso.l-. La altura de III superficie del frente -la del mi.smo filon de tres pies- puedc ser contrastada con los 9 y 7 pies en los que han sido cavadas las puertllS principal y

    352

  • :2. La dife?e?/cia.ci()n y 1.a. intc'fClepen.~ ~ E~ ~ '" '"~~ u 0' ~

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  • CUADRO 1

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    TIlMtos Kola ocvpacimt4lu

    N'de hombre,

    Melodo, de pago

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    de Ill. "extension" de cada rellenador) a 10 largo de todo el espacio del frente; la conduccion de la cortadora de carbon para que ~a hoja 0 "pico" efectue un corte parejo en el carbOn, unas seis pule gadas desde el pisohllsta la profundidad establecida, a 10 largo de toda la extension del frente; el retiro de las 6 pu'lgadas de carbOn (llamadas las "engomaduras") dejadas en la socavacion, para que Ill. masa principal de carbOn pueda caeI' y romperse libremente cuando se dinamita; Ill. coloeacion de "encajaduras" POl' debajo, para que

    e~te peso no provoque delTumbes mientras sigue el "Corte" en el tUl'IlO siguiente. Estas tareas 5e realizan en el orden indicado. Tres de los sjete roles laborales se hallan asociados en su ejecucion: dos hombres se ocupan de las perfornciones, otros dos de manejar la cortadora de carbon y euatro de despejar Ill. socavacion.

    EI exito de las explosiones provocadas al il}al del segundo turno ron d fin de preparar el carbon para la operaeion del rellenador depende de ,la. efieiencia con que se llaya llcvado a cabo cach una de estas tareas de preparacion interdependientes. La mala ejecucion de cualquiera de elIas c1i.~minuye y hasta pnede anular el eferto de las explosiones, con los c.onsiguientes estragos en las partcs de los 1'0Uenadores parhculares en los que se hayan producido tales desbarajustes. Los agujeros perforad6s demasilldo abajo hacen dificil la extraccion de una' cantidad grande de carbon, que permanece adherido al techo despues de las explosiolles. Si el techo es adhesivo, esto da origen a "alturas adbesivas"; Los agujeros no perforados a traves de toda Ill. profundidad de Ill. socav~l'cion crean las "partes traseras duras", sobre las cuales las explosioncs no tiencn cfcc.to. La eortadora. con frecueneia ticnc1e :1 sepa.rarsc del suelo y "subir lJor el carbon", 10 eual produce Uil corte de!'iparejo. Esto siguifica uua lllenor altura c1e laboreo 'para eJ rellenac1or, y tambien menores salarios, pues su tonelaje se rcdme. Cuando quec1an "engomaduras", se pierde In explosion; el carbOn llO tiene d6nde caeI' y Ill. polvora estalla fuera del agujero (habitualmcntc POI' enc;ima de Ill. "grieta del corte" en el techo), de modo que la maSl1 que debe extraerse perm1J.l1ece solida. No insertal' las encajaduras, 10 que provoca el derrumbe del corte, tambien haee inutiles los servicios del dinamitero.

    El grupo c1e operaciones relacionadas con cl transportador 8Upone el c1esmonte de la 'baja meca,nica en el viejo camino c1e1 transportador y >iU instalacion en el nuevo, ya que el avan(:c se halla bloqueado POl' los entibos quo deben quec1ar en pie. Cada una de cstas tareas exige dos hombres:1 los desmontadores de la cil1ta de trasmision y los armadores. EI desmantelamiento 5e realiza en el primer turno, ante~ de Ill. operacion del (:ortc. Las l'azones de clio son la necesic1ad de trasladar la maquinaTia de la faja mecanica y

    35,9 358

  • los terminales de tension fuera de las areas de Ia;; pueltas (donde se hallan ubicada.s cuando trabaja el transportador) para prmitir la operaci6n de desgan-amiento. EI montaje del transportador es la uniea turea que se realiza durante el segundo tUrI1O. Si no se arma adeeuadamente el transportador, cerca del nuevo frente y exactamente en linea recta, surgen una multitud de dificultades, y el rellenamiento puede verse intenumpido con frecuencia. Los tipos mas modernos de fajas de transmisi6n -POl' ejemplo, las unidas al suelo- evitan el trabajo de desarmar y armar planches. La maquinaria de fajas mecanicas y terminales de tension constituye un equipo engorroso, pero debe ser trasladada todos los dias. Ana10g'amente, las ultimas dos linens de l'ntibos deben ser quitadas y colocadas mas adelante.

    EI tercer grupo de tarellS compl'ende el desgarramicnto del techo de las puertas principales y laterale.-; hasta la profundidad de la socavacion y su reconstruccion con un techo estable y paredes firmemente apuntaladas, de modo que las vias de acarreo y de airc puedan avanzar junto con el frente. A menos que esta labor se reaIice con pericia, es grande el peligro de caida del teeho, con la probabilidad de que hombres y equipos ql}edcn bloqneados en el hente. Esta labor la realizll un equipo de side u ocho ()breros.

    Solo cuando se han completado todas estas operaciones puedell provocarse las explosiones y eomenzar la labor de los rellenadores. Para la operacion dd relleno, se divide todo cl frente en longitud('s iguales, exeepto en los l'ineoncs, donde son un poco InaS cortas pOt' las difieultades que Cl'ea la proximidad de las muquinas de faja mecanica y los terminales de tension. En un filon de tres pies, las longitudes debcn ser de 8 a 10 yardas, y se necesitan unos veink rellenadores, diez para cada mitad del frente de 90 a 100 yaraas. Cada rellenador debe extraer todo el carbon de su seccion, hasta la profundidad de la socavacion de 6 pies. Cuando ha arrojado la ultima carga al transportador, ha "vaciado", 0 sea teTIninado, su "extensi6n" 0 "cuota". A medida que avanza en su seccion, tiene la tarea adicional de apuntalar su techo cada 3 pies. Ademas de su pico manual y su pala, su caja de herramientas incluye un pico neumat-icp, para enfrental' algunas de las dificultades que crea la mala preparaeion 0 el caso de que el carbOn estii duro.

    . Mas adelante examinaremos la diferente distribueion de las malas condiciones a 10 largo de las seeciones de un frente. Aqnl podemos senalar que no se "vada" un frente hasta que no han sido despejadas todas y cada una de las secciones,y mientras no se logra esto no puede comenzar el nuevo cicIo. La desorganizacion del turno de rellenamiento desorganiza los turnos posteriores, y 'su propia desorganizaci6n a menudo es el resultado de la mala pre

    .)flO

    paraclon efectuada por cstos equipos. Toda vez que se interrumpe cl cicio se pierden unas 200 toneladas de carbon.

    Tan estrecha es la interdependencia de las tareas que c1 sistema se haee vulncrable porIa neeesidad de una ejecucion exitosa en un c.ien pOl' ciento en ca.da paso. La interaceion mas se)lsible es la que se crea eutre las aetividades de preparaci6n del frente y el rellenamiento. Pero es justamente aqui donde la orgauizacion social alcanza su mayor d~Qjlidad. Volveremos a este punto en las secciones posteriores. .

    3. El ca1'lictel' fragmentado de la ol-gml.izadol1 "or:ial

    Con respecto a la forma en que los Toles laborales han sido institucionalizados en 10 cOllcetniente a las personas y grupos implicados, una segregaeion basica de las diversas categorias de trabajadores deriva del heeho de que es costumbre tradiciollal preparar a un obrero del frente en uno solo de los siete roles, y pasar en csta unica. ocnpaci6n toda 0 111. mayor parte de su vida subterranea. Intensifican esta segTcgacion casica de roles los cinco met-odos diferentes de pago deseritos en el Cuadro 1 y la exageracion de las diferencias de sta.tus, a pesa.r de las bases ('omunc.s de las "habilidades para el subsuelo" y la equivalencia. de las ganancias (con excepcion de los engomadore..'i, que ganan un poco menos).

    La segregacion de tUl'llOS refuerw. todavla mas la segregacion de roles. Como se ver.a en los horarios de t.urnos, los tres turnos nunc.a se encuentran. Adcmas, los dos gl'UpOS de preparaci6n alternan en los llamados "turnos traseros", mienti'as que los rellenadores se ulternan en "mananas" y "tardes", de modo que 5e produce entre los rellenadores y los otros mineros una escision de comunidad y de trabajo de vasto alcance. Los hombres de los "tunl0s traseros" van 0 vuelven del trabajo al anocheeer, de modo que cstan separados de las actividades nOl'lllales de la comunidad durante la semana. Y aun los fincs de semana e..stun en la mina el saba.do pOl' la tarde 0 el domingo porIa noche.

    Con l'especto a los gTUpoS laborales primarios de los que participall quienes desempefian los diversos roles, hay cuatro sectorrs raaicalmente diferentes: la serie de los pares intel'dependientes -1m; perforadores, los 3lmadores de cinta' de transmision, los dcsmontadores de cinta de transmision-; la organizaci6n ampl-iada pOl' parejas de los cortadores y engomadores; el grupo autosuficiente de los oeho arrancadores; y el ngregado dcveinte rellenadores esparcidos pOl' el frente de 200 yardas. En las seccionc.s V-v'1I examinaremos el earacter social c1esigual de estos clifel'l'ntes tipos de

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  • grupos primarios, tanto con respeeto a las relaciones intragrupales como intergrupales. Esta desigualdad. junto con la segregacion de roles y de tnrnos, conspira contra la integmdon. social del g.rupo cidico en su conjunto. Sin embargo, en vista de la estrccha interdependencia de las tareas, la integracion sotial de todo el grupo de trabajo ,es un requisito esencial del sistema.

    Se admite que la inexisteneia del grupo ciclico como totalidad social frente a la interdependeneia de las tareas componentes es una de las principales contl'adicciones que presenta e1 metodo de-I muro largo. La organizacion .social es un simple reflejo de la "fragmentacion del trabajo". Pero del hecho de que este sea reintegrado en una totalidad tecllOlogica porIa suc.esion de las tareas no se desprende que los grupos de roles diferenciados queden tambien rcintegl'ados en una totalidad social. La diferenciacion provoca la necesidad de integracion social tanto como tecnologica. No parece haberse hecho ningun intento en el metodo del muro Ini'go para lograr alguna interaccion social viva de los grupos primarios ylos turnos en los que se ha diferenciarlo el ciclo total. POl' supuesto, se trata de una omisioll corm'm (m los sistem:"s de produccion masiva.

    1V La Tem;ion de In Prodllceion Ma,siva en el 811 bsuelo

    1. La interaccion ent9"e IUB merlas condiciones !J el mal, traba.io

    Los sistemas de trabajo difercnciados y de secuene-ias rigidas, organizados en las lineas de produccion n,lasiva para trabajar con grandes cantidades de material en un cicio de muchos tUrt10S constituyen una caraeteristica basica del esquema fabril. AUIl en las fabricas, su mantenimiento en un nivel que permita 1a realizacion cabal y continua. de sus potencialidades tecnologicas plantea un dificil problema deadministracion industrial. En e1 subsuelo, estas dificulta-des sori d~ un orden superior, pues es practicamente imposible cstablecer el tipo de fundamento constante para la tarea que se da POl' sentado en la fabrica. En el frente de carbon se halla una variedacl muy grande de concliciones ambientales desfavorables y cambiantes, muchas de las eualee; son imposibtes de predecir. Y otra.s, aunqne predecibles, son imposibles de modificar.

    La situacion de la fabrica y la del subsuelo son diferentes con respecto a In relacion entre el "esquema de operaciones y el teneno" del proceso de produccion con respecto a su base ambiental. En la fubrica puede ejercerse un grado de control relativamente alto sobre . eJ complejo .y cambiante esqu.ema de una secuencia de produccion,

    puesto que es posible mantener el "terreno" en un estado mas 0 menos pasivo y constante. Pero en el frente de carbon, siempre se halla presente la amenaza de alguita actividad adversa en el "terreno". La organizacion interna elel "esquema"de tareas es, pOl' 10 tanto, mucho mas propensa a 1a desorganizHcion. La inestabilidad del "terreno" lilllita la aplicabiliclad en el subsuelo de metodos derivados de la fablica.

    A diferencia del "mal trabajo", que es el resultado de imonvenientes Immanos, lian';'amos "malas condiciones" a las condiciones naturales desfavorables. Algnnas de las mas temidas, como la humedad, el calor 0 el polvo, son caracteristicas permanentes del ambiente de trabajo en ciertos frentes. Pero otras menos conocidas fuera de la industria pucden tambien volvel' difieiles y pehgrosas las tareas productivas de los obreros en el ,frente de carbon, aunque el filon en el cual se encuentre,"1 trabajando sea bien ventilado, frio y seco sin ser polvoriento. Pueden aparecer arroUamientos 0 faUas en 1a veta. Puede perderse el eontrol sobre ei techo durante periodos considerables. Sobre todo en In mitad de un u'ellte largo, ciertos tipo;; de techos son pI'opensos al c1errumbe. Pueden producirSe cambios en el suelo, y no es rara la aparici6n de 10 que se llama "piso ascendente". Puesto que algunas de estas condiciones, que se c1escriben en el CuadI'o 2 y In J

  • ~on de mayor edad y si las exigencias de horas extraordinarias se repiten en rapida sucesion.

    Las "malas condiciones" tienden a provocar un "mal trabajo". Cuando aparecen, es mas probable que la ejecucion defectuosa perturbe la regular sucesion de tareas en el cido de produccion. Tambien puede hacerse un mal trabajo cuando las condiciones son buenas, POl' inconvenientes personales y tensiones sociales, que son en Sl mismas independientes de las malas condiciones; pero las difieultades provenientes de fallas humanas se expresan con mayor facilidad -y conveniencia- euando tambien se hallan presentes las dificultadf)S -y excusas- adicionales de las malas condiciones. El resultado os la tendencia a la aparicion de procesos causales circulares de caracter pertnrbador. A menos que se les haga frente con medidas especiales, a menudo con cal'll-eter de omergencia, esos pro('esos, una vez iniciados, amenazan culminaI' con la imposibilidad del vaciamiento pOl' los reUenadores, con 10 eual el cicIo se detiene. POl' dlo, el sistema siempre trabaja en cierta medida contra la amenaza de su propia interrnpcion, de 10 cual se derivan tensiones y ansiedades.

    2. La magnif7-C(wi6n de laoS perturbaciones locales

    En estas condiciones, la estrechez de la interdependeneia funtional de las tareas tiende a repercutir sobre SI misma. Los errores y difieultades cometidos 0 encontrados en una et8

  • onia procluc.ci6n serin mas () menos dei dos pOl' ciento. ESt:ll cifnl relativamente baja expresa el g-rado de los esfuerzos hechos para impedir perturbacione.'i que provoquen la interrupeion rlel cirlo.

    4. Let tension del control del. cic/.u

    La principal responsabilidad pOl' mantener reducido el numero de interrupciones del cielo cae en Ci delegado, que es la tInica persona en el area del frente cuya responsabilidad abarca todo el cicIo, a diferencia de ulla tarea especifica. La conversacion can grnpos de delegados pronto pone de ruanifiesto la tension de su labor. Una queja ,COlnllll y basada en la rcalidad es que Ill. a.utoridlld del delegado es inconmensurable con su responsabilidad. El fundamento de csta queja es el hecho, seiialado en cl cxumen de los sistemas manuales, de que, dada la oscuridad y el eanlcter disperso del trabajo, no ha,y posibilidad nlguna de llevar a cabo una superVision e.';treeha. La responsabilidad de velar para que no i';e real ice un mal trabajo, pOl' malas que sean las condiciones, sigue estanno en manos de los mismos obreros del frente. Pcro la autonomia responsable de algunos de lo.~ subgrupoi'; oeupacionales, sobre todo, ha quedado 'disminuida en cl metodo del muro largo. Vo"lveremos a este problema ell las secciones siguiEmtes.

    Como resultado de ello, Ill. direeeion se queja de la falta de apoyo del per.sonal, al que acusan de ocuparse solamente de sus tareas Iragmentarias y no querer asumir una responsabilidad mas amplia pOl' el cicIo. Paralelamente, los obreros se quejan do SCI' CODlpelidos y engafiados pOl' los direetivos, a quienes consideran eomo oxt.ranos, como visitantes intermitentes y personas '''eutremetidas'', que interfieren en las tare-as si.n eompartir el duro trabajo fisico y In vida dol grupo del frente. En algunas ocasiones, pOl' ejemplo, ol dclegado se ve obligado a entrar en tratativas eon los obreros para que admitan efeetuar a:lgiin trabajo subordinado eseneial. La queja de los obreros es que raramente .,;e eumplen las promesas de los delegados, y que son demasiadas las veces que no se les ha pagado pam que se dejen persuadir li:uevament-e con faeilidad. La respuesta del delegado es que el subgerente 0 gerente se hft negado a apoyarlo. Si presento el caso, como 10 presento 0 que razones pueden haber dictado la opinion de la gerelleia constituyen problemas sobre los cuales 111, eomunicaeion efectiva con el obrero se interrumpe. El delegado tiene una probahilidad igualmente escasa de aumentar la comprension de los obrerospara su propia tendenciaa realizlll' eonvenios bien definidos.

    La tension nel cicIo de control tiende a crear una "cultural'

    grupai de neg06aeiones eoiJrieas y suspicaces en las cuaies ChOC8li Ill, direccion y los obreros. Se produce un desplazamiento, tanto hacia arriba como hacia abajo, de las tensiones generadas. El "alboroto" que se desencadena ell la oficina del subgerente cuando llega ]a notieia de que los rellelladore& no puedon vaciar uno 0 mas frentes resuena a traves de"! yaclmiento.

    f). La nor'ma de /a baja. procWtcti.vida,cl

    En todo trabajo realizado en 01 frente de carbon hay dos tipos de tareas distintas que se presentan en forma simulhlnea; las que pertenecen al cicIo de produccion siempre so realizan en cierta medida sobre la base de una sc::gunda actividad derivada de Ill. obliga6ion no haeer frente a las interrereneias, reales 0 potenciales, que emauan de In situac10n del subsuelo. Siempre e.S mcnester abordar Ill. actividad de "base", y In eapacic1ad de haccr frente a esta segunda tarea, 0 t.area fundamental, supone el fondo conllln de III habilidad para el irabajo suhterraneo, habjlidad compartida pOl' igual pOl' todos los ol;l'eros exper:mcntados del frento de carbon. Esta habilidad comun t'S de un orden superior a la que se requiere para lIevar a cabo simplemente cualquiera de las operaciones del cicio de produccion. La preparacion inieial ,para e.')tas operaciolles es breve, y puede medirsc en meses; es mas larga para aquellas en Ins que es mayor el eomponente tecnieo, como la del corte. Pero esta habilidad ospecificamente minera de hacer Ireute a las condiciones subterraneas y de mantener un elevado nivel de desempeiio cuando ."urgen difieultades s610 se desarrolla como rcsultado de .varios alios de oxperiencia en el frente de carbon. Un sistema de trabajo basiemnente apropiado .para la situaeion del subsuelo exig'e incorporar a. !iU organizaeion los resultados de csa experiencia. A menos quo se haga esto, no solo no utilizara al obrero del(frente hasta el Hmite de sus eapaeidades, sino que 10 limitani a un nivel no l'endimiento inferior a sus poteneialidades.

    Los cIementos de juicio sugieren que el metodo del muro largo actua en este selltido. Las crisis de interrupciones del cicIo y 111. tension del 1'01 de delogado solo son Slntomas de una situacion mas general caracterizada pOl' el establecimiento de una norma de baja productividad. como U111CO metodo de manejar, en las contingencias de "Ill. situaeion del subsuelo, un sistema de trabajo eomplicado, rigido y en gran escala, tomado eon 'muy eseasas modificaciones de una eultura meca.nien apropiada a la situa-cion, en todo diferente, de la fabriea. En Ill. epoea en que se elaboro el metodo del muro largo, no heMa preeedent.es de la aplicaci6n al subsuelo ne UM, teenologia

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  • lUeca,nica. En ausencia de experiencia: en la misma tradicion mi.nera, era casi il~evitable que se realizara un pesado prestamo cultural de este tipo. Tampoco habia pOl' entonces un conocimiento psicologico o socioJogico que pudiera contribuir/a aligerar las dificultades,

    .Ref el'encia,~ bib liogrrJ,firlas

    Bion, ,V. R, (1949), "Experiences in groups, III n, H111nan .Relations, vol. .2, N0 1.

    Dickson, D, E. (1936), "The morbid miner", Edinb'urllh Medical.lournal. Halliday, J. L. (1949), Psychosocial Medicine; A Stltdy of thc Sicle 'So

    ciety, Heinemann, Morris, ,1. N. (1947), "Cllal miners", Lancet, vol. 2,

    3bo

    16 D. ROY

    "COMPONERSELAS": UN CONTRASISTEMA DE CONTROL POR LOS OBREROS DE LA SITUACION Y LAS RELAClONES LABORALES

    '.

    D. Roy, "Efficiency and the fix: informal intergroup relations in a. piecewol'k machine shop", A'1lteriean Jou.rnal of Sociology, vol. 60 (1955), pftgS. 255-66.

    Como palte de un examcn y una evaluacion mas amplios de Ia aplicacion del. incentivo en el trabajo pOl' pieza a la linea de produccion de una fabrica american~l, este articulo aborda la tarea simple, aunque descuidada en gran medida, de ex,plorar la red de relaciones intergrupales en la que se l1esanolla la aetividad laboral de los operarios de maquinas. La exploracion se rcstringira a un sector limitado de la trama total de inwracciones en un taller; centrarelllOS la descripcion en aquellas relaciones que brindan apoyo al grupo de operarios en su resistencia y subversi6n contra los controles administrativos instituidos formalmente sobre la producci6n. Se espera que las observaciones hechas aqui no s610 contribuyan a resolver el ,problema pra.ctico de la cficiencia industrial, sino tambien ill estudio mas general de Ia dinamica institucional. Puede considerurse este articulo como cl tercero de una serie de

    intentos dirig'idos a efectuar discriminaciones mas cuidadosas en un area de investigacion que se ha caraeterizarlo pOl' las grandes generalizaciones, las vastas conceptualizaciones y la gimnasia algebraica que tiende a paralizar la investigacion al mismo tiempo que extiende una bruma sobre una realidad que de otro modo es faeil de discernir. Los datos para los tres articulos fueron obtenidos en una investigacion de una unica situacion laboral mediante una sola tecnica de investigacion social, la observacion participante. EI autor estuvo empleadodurante casi un ano como operador de talaqro radial en uno de los talleres de maquinas de una planta de pro,cesamiento del acero, y llevo un registro diario de sus obscrvaciones y experiencias relacionadas con la actividad laboral y la interaecion social en el taller. Su interes principal se centra en el fenomeno de In restriccion de la produccion, y "holgazaneria sistematica", enyn practica en Ius pro

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