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147795145 Souza Minayo M C de Investigacion Social Teoria Metodo y Creatividad

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  • M A R A CECLIA DE SOUZA MINAYO (ORGANIZADORA)

    SUELY FERREIRA DESLANDES

    OTVIO C R U Z N E T O

    R O M E U G O M E S

    Investigacin Social

    Teora, mtodo y creatividad

    gandhiGAlilKNA Av. Corrientes 174

    Capital Federal Tel: 4374 7501

    {|andhi!gilernn.net

    ( ? ) Lugar Editorial

  • 17. G E S T I N E N S A L U D . En defensa de la vida. GASTO WAGNER DE SOUSA CAMPOS

    18. E P I D E M I O L O G A C R T I C A . Ciencia Emancipadora e Interculturalidad. JAIME BREILH

    19. R E F O R M A D E L A A T E N C I N M D I C A E N E S C E N A R I O S L O C A L E S . 1990-2000.

    SUSANA BELMARTINO-CARLOS BLOCH-ERNESTO BSCOLO

    SERIE DIDCTICA 1. I N V E S T I G A C I N S O C I A L . Teora, mtodo y creatividad.

    MARA CECLIA DE SOUZA MINAYO (ORGANIZADORA). SUELY FERREIRA DESLANDES, OTVIO CRUZ NETO, ROMEU GOMES.

  • Presentacin Con este nuevo ttulo, el vigsimo, y luego de diez

    aos de publicaciones, decidimos abordar el desarrollo de una lnea de trabajo, planteada en los inicios de esta coleccin, la de implementar una serie didctica. Para ello convocamos a una distinguida y comprometida lu-chadora de la salud colectiva, Cecilia Minayo, de quien ya hemos publicado "Desafos del Conocimiento: inves-tigacin cualitativa en salud".

    En esta oportunidad presentamos "Investigacin So-cial", libro que en Brasil tiene ms de diecinueve edicio-nes y donde Cecilia junto a otros compaeros y compa-eras desarrolla de manera sencilla las etapas de la investigacin social, a travs de la construccin del proyecto de investigacin, el trabajo de campo y el an-lisis de los datos en la investigacin cualitativa.

    Esta publicacin busca estimular y apoyar los prime-ros pasos en investigacin de los trabajadores del cam-po social, que da a da enfrentan problemas y situacio-nes que necesitan ser sistematizadas y analizadas. El cumplimiento de dicha necesidad debiera contribuir a mejorar la resolucin de los problemas que se enfren-tan, como asimismo fortalecer las capacidades tcnicas e intelectuales de los propios trabajadores/as en la bs-queda de construcciones de situaciones de libertad y elucidacin, (saber lo que se piensa y pensar lo que se hace), para los conjuntos sociales y los propios trabaja-dores/as del sector social.

    Esta serie didctica ir en el tiempo aportando nuevos textos, sencillos pero no por ello "menores", para apoyar la construccin de otras praxis enmarcadas en la liber-tad, la justicia y la dignidad de los pueblos y naciones de esta Amrica dolorida, pero soadora.

    Hugo Spinelli Coordinador de la Coleccin de Salud Colectiva

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    Indice

    INTRODUCCIN

    CAPTULO I Ciencia, tcnica y arte: el desafo de la investigacin social

    CAPITULO II

    La construccin del Proyecto de Investigacin

    CAPITULO III El trabajo de campo como descubrimiento y creacin CAPITULO IV El anlisis de datos en la investigacin cualitativa

  • Introduccin

    Este libro te introduce a ti, joven vido por descubrir las entraas del mundo y de la sociedad, en la aventura de la investigacin social. Teora, mtodo y creatividad son los tres ingredientes esenciales que, combinados, producen conocimientos y dan continuidad a la tarea di-nmica de sondear la realidad y develar sus secretos.

    Este trabajo tiene dos orientaciones combinadas. La primera parte es ms terica y abstracta. Te introduce a las cuestiones polmicas del mundo cientfico y a los conceptos bsicos de la investigacin, particularmente la investigacin social.

    La segunda parte es ms tcnica. Sin embargo, est ntimamente ligada al asunto tratado en el primer cap-tulo, articulando la teora y la prctica de la investiga-cin. Para ser ms precisos, las orientaciones comien-zan en un movimiento de gran apertura para irse estre-chando hacia la investigacin social cualitativa.

    Dada la especificidad de los instrumentos del abor-daje cualitativo, juzgamos conveniente detenernos con ms profundidad sobre ellos, remitiendo el estudio de la tcnicas cuantitativas para otra publicacin.

    Los autores de este trabajo somos estudiosos con lar-ga experiencia de investigacin. Hablamos a partir de nuestra propia vivencia de produccin intelectual y compartimos contigo indagaciones, caminos y descubri-mientos.

    Los autores

  • CAPITULO I Ciencia, tcnica y arte: el desafo de la investigacin social

    Maria Cecilia de Souza Minayo 1

    1. CIENCIA Y CIENTIFICIDAD

    Desde el punto de vista antropolgico, podemos decir que el "homo sapiens" siempre se preocup con el co-nocimiento de la realidad.

    Las tribus primitivas, a travs de los mitos, explicaron y ex-plican los fenmenos que rodean a la vida y a la muerte, el lu-gar de los individuos en la organizacin social, sus mecanis-mos de poder, control y reproduccin. Dentro de las dimensio-nes histricas inmemoriales hasta nuestros das, las religiones y filosofas han sido poderosos instrumentos explicativos de los significados de la existencia individual y colectiva. La poesa y el arte continan revelando lgicas profundas e insospechadas del inconsciente colectivo, de lo cotidiano y del destino huma-no. La ciencia es apenas una forma de expresin de esta bs-queda, no exclusiva, no concluyente, no definitiva.

    En la sociedad occidental, entre tanto, la ciencia es la for-ma hegemnica de construccin de la realidad, considerada por muchos crticos como un nuevo mito, por su pretensin de nico promotor y criterio de verdad. Mientras tanto, conti-nuamos hacindonos preguntas y buscando soluciones. Para problemas esenciales, como la pobreza, la miseria, el hambre, la violencia, la ciencia contina sin respuestas y sin propues-tas. No cabe profundizar aqu en las explicaciones histricas de la hegemona de la ciencia sobre otras formas de conoci-miento. Mencionaremos tan slo dos razones: la primera, de orden externo, est en su posibilidad de responder las cues-

    1. Sociloga, Magister en antropologa, Doctora en Salud Pblica, Profesora titular del Departamento de Ciencias Sociales de la Escuela Nacional de Salud Pblica / FIOCRUZ e investigadora de carrera del CNPq.

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    tiones tcnicas y tecnolgicas planteadas por el desarrollo in-dustrial. La segunda razn, de orden interno, consiste en el hecho de que los cientficos hayan conseguido establecer un lenguaje fundamentado en conceptos, mtodos y tcnicas pa-ra la comprensin del mundo, de las cosas, de los fenmenos, de los procesos y de las relaciones. Este lenguaje es utilizado de forma coherente, controlada e instituida por una comuni-dad que lo controla y administra su reproduccin.

    El campo cientfico, a pesar de su normatividad, est per-meado por conflictos y contradicciones. Y para nombrar ape-nas una de las controversias que aqu nos interesa, citamos el gran debate sobre la cientificidad de las ciencias sociales, en comparacin con las ciencias de la naturaleza. Estn los que buscan la uniformidad de los procedimientos para com-prender lo natural y lo social como condicin para atribuir el estatuto de "ciencia" al campo social. Y estn los que reivin-dican la total diferencia y especificidad del campo humano.

    Paul de Bruyne y colaboradores (1991) sostienen que la idea de cientificidad comporta, al mismo tiempo, un polo de unidad y un polo de diversidad. O sea, existe la posibilidad de encontrar semejanzas relativamente profundas en todos los emprendimientos que se inspiran en la idea general de un co-nocimiento por conceptos, ya sea de carcter sistemtico, o exploratorio y dinmico. Esta idea representa una tradicin general de autorregulacin del proceso de construccin del co-nocimiento. Pero, por otro lado, la cientificidad no puede ser reducida a una forma determinada de conocer; ella pre-con-tiene, por as decirlo, diversas maneras concretas y potencia-les de realizacin.

    Semejante reflexin se torna particularmente fundamental para nuestro objeto de estudio en esta publicacin, la investi-gacin social. El enorme interrogante en torno a la cientifici-dad de las ciencias sociales se desdobla en varias cuestiones. La primera se refiere a la posibilidad concreta de tratar una realidad de la cual nosotros mismos, en tanto seres humanos, somos agentes. Este orden de conocimiento no escapara radi-calmente a toda posibilidad de objetivacin?

    En segundo lugar, ser que, buscando la objetivacin pro-pia de las ciencias naturales, no estaramos descaracterizando lo que hay de esencial en los fenmenos y procesos sociales, o

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    sea, el profundo sentido dado por la subjetividad? Por ltimo y en tercer lugar, qu mtodo general podra-

    mos proponer para explorar una realidad tan marcada por la especificidad y por la diferenciacin? Cmo garantizar la po-sibilidad de un acuerdo fundado en un conjunto de principios y no de procedimientos?

    En resumen, las ciencias sociales hoy, como en el pasado, continan en la pauta de plausibilidad en cuanto al conoci-miento cientfico. Su dilema sera seguir los caminos de las ciencias establecidas y empobrecer su propio objeto? O sera encontrar su ncleo ms profundo, abandonando la idea de cientificidad?

    La situacin no es fcil y no es clara. Primero, porque, si las ciencias de la naturaleza son las pioneras y las estrellas de la idea de cientificidad, no est absolutamente probado que ellas ya hayan alcanzado su expresin adecuada. La fsi-ca cuntica con sus descubrimientos y la teora de la relativi-dad, entre otros temas cientficos, estn revolucionando en su propio campo las ideas de espacio, tiempo, de relaciones suje-to-objeto.

    La cientificidad, por lo tanto, tiene que ser pensada como una idea reguladora de alta abstraccin y no como sinnimo de modelos y normas a ser seguidos. La historia de la ciencia revela no un "a priori", sino ms bien lo que fue producido en determinado momento histrico con toda la relatividad del proceso del conocimiento.

    Podramos decir, en este sentido, que la labor cientfica ca-mina siempre en dos direcciones: en una, elabora sus teoras, sus mtodos, sus principios y establece sus resultados; en otra, inventa, ratifica su camino, abandona ciertas vas y se encamina para ciertas direcciones privilegiadas. Y al hacer tal recorrido, los investigadores aceptan los criterios de la historicidad, de la colaboracin y, sobre todo, se embeben de la humildad del que sabe que cualquier conocimiento es apro-ximado, es construido.

    Ahora bien, si existe una idea de devenir en el concepto de cientificidad, no se puede trabajar, en las ciencias socia-les, con una norma de cientificidad ya construida. La inves-tigacin social es siempre palpante, pero al progresar, ela-bora criterios de orientacin cada vez ms precisos. Segn

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    recuerdan Bruyne y colaboradores (1991), "en la realidad histrica de su devenir, el procedimiento cientfico es al mis-mo tiempo adquisicin de un saber, perfeccionamiento de una metodologa, elaboracin de una norma" (p.16). Obvia-mente esto se hace dentro de la especificidad que las ciencias sociales representan en el campo del conocimiento. Por eso, para hablar de Ciencias Sociales, dentro de su distincin, re-tomaremos criterios generales que la distinguen y que se en-cuentran en autores como Demo (1981) y Minayo (1997), sin desvincularla de los principios de la cientificidad.

    El objeto de las Ciencias Sociales es histrico. Esto signi-fica que las sociedades humanas existen en un determinado espacio cuya formacin social y configuracin son especficas. Viven el presente marcado por el pasado y proyectado hacia el futuro, en un enfrentamiento constante entre lo que est dado y lo que est siendo construido. Por lo tanto, la proviso-riedad, el dinamismo y la especificidad son caractersticas fundamentales de cualquier cuestin social. Por ello, tambin las crisis se reflejan tanto en el desarrollo como en la deca-dencia de teoras sociales.

    Como consecuencia de la primera caracterstica, es necesa-rio decir que el objeto de estudio de las ciencias sociales posee conciencia histrica. En otras palabras, no es solamente el in-vestigador el que da sentido a su trabajo intelectual, sino que los seres humanos, los grupos y las sociedades dan significado e intencionalidad a sus acciones y a sus construcciones, en la medida en que las estructuras sociales son nada ms que accio-nes objetivadas. El nivel de conciencia histrica de las Ciencias Sociales est referido al nivel de conciencia histrica social.

    En tercer lugar, es necesario resaltar que en las Ciencias Sociales existe una identidad entre sujeto y objeto. La investi-gacin en ese rea trata con seres humanos que, por razones culturales, de clase, de grupo de edad, o por cualquier otro mo-tivo, tienen un substrato comn de identidad con el investiga-dor, tornndolos solidariamente imbricados y comprometidos, como recuerda Lvi Strauss (1975): "En una ciencia donde el observador es de la misma naturaleza que el objeto, el observa-dor mismo, es una parte de su observacin" (p. 215).

    Otro aspecto distintivo de las Ciencias Sociales es el hecho de que ella es intrnseca y extrnsecamente ideolgica. Nadie

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    osa negar hoy en da que toda ciencia es comprometida. Vehi-culiza intereses y visiones de mundo histricamente construi-dos, aunque sus contribuciones y sus efectos tericos y tcnicos sobrepasen las intenciones de su desarrollo. No obstante, las ciencias fsicas y biolgicas participan de forma diferente del compromiso social, por la naturaleza misma del objeto que coloca al investigador. En la investigacin social, la relacin entre el investigador y su campo de estudio se establecen definitivamente. La visin de mundo de ambos est implica-da en todo proceso de conocimiento, desde la concepcin del objeto, hasta los resultados del trabajo y su aplicacin.

    Se trata aqu de una condicin de la investigacin que de-be ser incorporada como criterio de realidad y bsqueda de objetivacin.

    Finalmente, es necesario afirmar que el objeto de la Cien-cias Sociales es esencialmente cualitativo y comprensivo (Mi-nayo, 1997; 2002). La realidad social es el propio dinamismo de la vida individual y colectiva con toda la desbordante rique-za de significados. Esa misma realidad es ms rica que cual-quier teora, cualquier pensamiento y cualquier discurso que podamos elaborar sobre ella. Por lo tanto, los cdigos de las ciencias que por su naturaleza son siempre referidos y recor-tados son incapaces de contenerla. Las Ciencias Sociales, mientras, poseen instrumentos y teoras capaces de hacer una aproximacin de lo rica que es la vida de los seres humanos en sociedades, aunque de forma incompleta, imperfecta e insatis-factoria. Para eso, ella aborda el conjunto de expresiones hu-manas constantes en las estructuras, en los procesos, en los sujetos, en los significados y en las representaciones.

    Es sobre este carcter especficamente cualitativo de las ciencias sociales y de la metodologa apropiada para recons-truir tericamente su significado que trata el presente trabajo.

    2. EL CONCEPTO DE METODOLOGA DE INVESTIGACION

    Entendemos por metodologa el camino del pensamiento y de la prctica ejercida en el abordaje de la realidad. En este

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    sentido, la metodologa ocupa un lugar central en el interior de las teoras y est siempre referida a ellas. Deca Lenin (1965) que "el mtodo es el alma de la teora" (p. 148), distin-guiendo la forma exterior con que muchas veces es abordado tal tema (como tcnicas e instrumentos) del sentido generoso de pensar la metodologa como la articulacin entre conteni-dos, pensamientos y existencia.

    En la forma en que es tratada en este trabajo, la metodo-loga incluye las concepciones tericas del abordaje, el con-junto de tcnicas que posibilitan la construccin de la reali-dad y el soplo divino del potencial creativo del investigador.

    En lo que respecta al alcance de las concepciones tericas de abordaje de la realidad, la teora y la metodologa caminan juntas, intrincadamente inseparables. En lo que respecta al conjunto de tcnicas, la metodologa debe disponer de un ins-trumental claro, coherente, elaborado, capaz de encaminar los impasses tericos hacia el desafo de la prctica.

    El endiosamiento de las tcnicas produce o un formalis-mo rido, o respuestas estereotipadas. Su desprecio, por el contrario, lleva al empirismo siempre ilusorio en sus conclu-siones, o a especulaciones abstractas y estriles.

    Nada sustituye, sin embargo, la creatividad del investiga-dor. Feyerabend, en un trabajo denominado "Contra el mto-do" (1989), observa que el progreso de la ciencia est asocia-do ms a la violacin de las reglas que a su obediencia. "Da-da una regla cualquiera, por fundamental y necesaria que se presente para la ciencia, siempre habr circunstancias en que se torna conveniente no solamente ignorarla sino tam-bin adoptar la regla opuesta". En la "Estructura de las revo-luciones cientficas" (1978), Thomas Kuhn reconoce que en los diversos momentos histricos y en las diferentes ramas de la ciencia hay un conjunto de creencias, de visiones del mun-do y de formas de trabajar, reconocidas por la comunidad cientfica, configurando lo que l denomina paradigma.

    No obstante, para Kuhn, el progreso de la ciencia se pro-duce por la ruptura de los paradigmas, por la puesta en dis-cusin de las teoras y de los mtodos, teniendo lugar as una verdadera revolucin.

    El mtodo, deca el historiador Dilthey (1956), es necesa-rio a causa de nuestra mediocridad. Para ser ms generosos

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    diramos que, como no somos genios, necesitamos de parme-tros para caminar en el conocimiento. Sin embargo, aun cuando simples mortales, la marca de la creatividad es nues-tra "griffe"2 en cualquier trabajo de investigacin.

    Entendemos por investigacin la actividad bsica de la Ciencia en su indagacin y construccin de la realidad. Es la investigacin la que alimenta la actividad de enseanza y la actualiza frente a la realidad del mundo. Por lo tanto, aunque sea una prctica terica, la investigacin vincula pensamien-to y accin. O sea, nada puede ser intelectualmente un proble-ma si no hubiera sido, en primer lugar, un problema de la vi-da prctica. Las cuestiones de la investigacin estn, por lo tanto, relacionadas a intereses y circunstancias socialmente condicionadas. Son frutos de determinada insercin en lo real, encontrando en l sus razones y sus objetivos.

    Toda investigacin se inicia por un problema con una cues-tin, con una duda o con una pregunta, articuladas con cono-cimientos anteriores, pero que tambin pueden demandar la creacin de nuevos referenciales.

    Este conocimiento anterior, construido por otros estudiosos y que arroja luz sobre la cuestin de nuestra investigacin, se llama teora. La palabra teora tiene origen en el verbo griego "theorein", cuyo significado es "ver". La asociacin entre "ver" y "saber" es una de las bases de la ciencia occidental.

    La teora se construye para explicar o comprender un fe-nmeno, un proceso o un conjunto de fenmenos y procesos. Este conjunto citado constituye el dominio emprico de la teo-ra, pues sta tiene siempre un carcter abstracto.

    Ninguna teora, por mejor elaborada que sea, puede ex-plicar todos los fenmenos y procesos. El investigador separa, recorta determinados aspectos significativos de la realidad para trabajarlos, buscando interconexin sistemtica entre ellos.

    Teoras, por lo tanto, son explicaciones parciales de la rea-lidad. Cumplen funciones muy importantes:

    a) colaboran para aclarar mejor el objeto de investiga-cin;

    2. Nota del traductor: "griffe" es una expresin figurativa que proviene del francs y que significa firma, etiqueta, impronta.

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    b) ayudan a determinar las cuestiones, el problema, las preguntas y/o las hiptesis con ms propiedad;

    c) permiten mayor claridad en la organizacin de los datos; d) y tambin iluminan el anlisis de los datos organiza-

    dos, aunque no puedan orientar totalmente esa activi-dad, bajo pena de anulacin de la originalidad de la pregunta inicial.

    En resumen, la teora es un conocimiento del que nos servi-mos en el proceso de investigacin como un sistema organiza-do de proposiciones, que orientan la obtencin de datos y el anlisis de los mismos, y de conceptos, que vehiculizan su sentido. Proposiciones son declaraciones afirmativas sobre fenmenos y/o procesos. Para algunos autores, la proposicin es una hi-ptesis comprobada. Las proposiciones de una teora deben tener tres principales caractersticas:

    e) ser capaces de sugerir cuestiones reales; f) ser inteligibles; g) representar relaciones abstractas entre cosas, hechos,

    fenmenos y/o procesos. Al servirse de un conjunto de proposiciones lgicamente re-

    lacionadas, la teora busca un orden, una sistemtica, una or-ganizacin del pensamiento, su articulacin con lo real concre-to, y un intento de ser comprendida por los miembros de una comunidad que siguen el mismo camino de reflexin y accin.

    Si queremos, por lo tanto, seguir la carrera de investiga-dor, tenemos que profundizar en las obras de los diferentes autores que trabajan los temas que nos preocupan, inclusive de los que traen proposiciones con las que ideolgicamente no concordamos.

    La bsqueda de comprensin del campo cientfico que nos es pertinente, ya recorrido por antecesores y contempor-neos, nos eleva a miembros de su comunidad y nos hace es-tar hombro a hombro, lado a lado con ellos, las cuestiones fundamentales existentes, en la actualidad, sobre nuestra rea de investigacin. O sea, la teora no es slo el dominio del que viene antes para fundamentar nuestros caminos, si-no que es tambin un artefacto nuestro como investigadores, cuando concluimos, aunque provisoriamente, el desafo de una investigacin.

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    En el proceso de investigacin trabajamos con el lenguaje cientfico de las proposiciones, que son construcciones lgicas, y conceptos, que son construcciones de sentido.

    Las funciones de los conceptos pueden ser clasificadas en cognitivas, pragmticas y comunicativas. Los conceptos sir-ven para ordenar los objetos y los procesos y fijar mejor el re-corte de lo que debe o no ser examinado y construido.

    En su aspecto cognitivo, el concepto es delimitador. Por ejemplo, si decidimos analizar la influencia del SIDA en el comportamiento de adolescentes de sexo femenino de una es-cuela X, grupo Y, eliminamos todas las otras posibilidades.

    En tanto valorativos, los conceptos determinan con qu connotaciones el investigador va a trabajar. O sea, qu co-rriente terica adoptar en la interpretacin del comporta-miento adolescente y del SIDA, por ejemplo.

    En su funcin pragmtica, el concepto tiene que ser opera-tivo, o sea, ser capaz de permitir al investigador trabajar con l en el campo.

    Finalmente, en su carcter comunicativo, el concepto debe ser de tal forma claro, especfico y abarcativo que permita su comprensin por los interlocutores participantes del mismo rea de inters.

    Kaplan (1972) habla de la formulacin de conceptos en dife-rentes niveles de abstraccin. Es importante comentarlo com-plementando las observaciones anteriores:

    a) Conceptos de observacin directa son los que se colocan en un grado bastante operacional. Sirven sobre todo para la etapa descriptiva de una investigacin;

    b) Conceptos de observacin indirecta son los que articu-lan los detalles de la observacin emprica, relacionndolos. En estos dos primeros casos, tenemos conceptos construidos a partir del campo emprico.

    c) Conceptos tericos son los que articulan proposiciones y se colocan en el plano de la abstraccin.

    Recordmonos el hecho de que los conceptos tericos no son un simple juego de palabras. Como cualquier lenguaje, deben ser construidos recuperando las dimensiones histri-cas y hasta ideolgicas de su elaboracin. Cada corriente te-rica tiene su propio acervo de conceptos. Para entenderlos, te-

  • 1 8 INVESTIGACIN SOCJAI.

    nemos que apropiarnos del contexto en el que fueran produ-cidos y de las posiciones de los otros autores con quienes el in-vestigador dialoga o a quienes se opone.

    3. LA INVESTIGACIN CUALITATIVA

    La investigacin cualitativa responde a cuestiones muy particulares. Se preocupa, en las ciencias sociales, con un nivel de realidad que no puede ser cuantificado. O sea, trabaja con el universo de significados, motivos, aspiraciones, creencias, valores y actitudes, lo que corresponde a un espacio ms pro-fundo de las relaciones, de los procesos y de los fenmenos que no pueden ser reducidos a una operacionalizacin de variables.

    No existe un "continuum" entre "cualitativo-cuantitativo", en el que el primer trmino sera el lugar de la "intuicin", de la "exploracin" y del "subjetivismo"; y el segundo represen-tara el espacio de lo cientfico, porque es traducido "objetiva-mente" y en "datos matemticos".

    La diferencia entre lo cualitativo-cuantitativo es de natu-raleza. Mientras que los cientficos sociales que trabajan con estadsticas aprenden de los fenmenos apenas la regin "vi-sible, ecolgica, morfolgica y concreta", el abordaje cualitati-vo profundiza en el mundo de los significados de las acciones y relaciones humanas, un lado no perceptible y no captable en ecuaciones, medias y estadsticas.

    El conjunto de datos cuantitativos y cualitativos, sin em-bargo, no se oponen. Al contrario, se complementan, pues la realidad alcanzada por ellos interacta dinmicamente, ex-cluyendo cualquier dicotoma.

    Estas afirmaciones aqu colocadas, sin embargo, no son pa-cficas. Corresponden a una postura terica y se oponen a otras corrientes de pensamiento como, por ejemplo, la positivista.

    La principal influencia del Positivismo en las ciencias so-ciales fue la utilizacin de los trminos de tipo matemtico para la comprensin de la realidad. Su consecuencia es la apropiacin del lenguaje de variables para especificar atribu-tos y cualidades del objeto de investigacin. Los fundamentos de la investigacin cuantitativa en las ciencias sociales son los propios principios clsicos utilizados en las ciencias de la naturaleza:

  • M A R A CKCI IA D K S O U / A M I N A V O 19

    a) el mundo social opera de acuerdo a leyes causales; b) la ciencia se basa en la observacin sensorial; c) la realidad consiste en estructuras e instituciones i-

    dentificables con datos brutos por un lado y creencias y valores por otro. Estos dos rdenes se correlacionan para proporcionar generalizaciones y regularidades;

    d) lo que es real son los datos brutos; valores y creencias son datos subjetivos que solamente pueden ser com-prendidos a travs de los primeros.

    En el ncleo de la defensa del mtodo cuantitativo como suficiente para explicarnos la realidad social est la cuestin de la objetividad. Para los positivistas, el anlisis social sera objetivo si fuese realizado a travs de instrumentos estanda-rizados, supuestamente neutros. El lenguaje de las variables ofrecera la posibilidad de expresar generalizaciones con pre-cisin y objetividad. Los positivistas atribuyen a la inmadurez de las ciencias sociales su incapacidad de prever y determi-nar la accin humana.

    En oposicin al positivismo la Sociologa Comprensiva res-ponde de forma diferente a la cuestin sobre lo cualitativo. Esta corriente terica, como el propio nombre indica, tiene como tarea central de las ciencias sociales la comprensin de la realidad humana vivida socialmente. En sus diferentes manifestaciones, como en la Fenomenologa, en la Etnometo-dologa, en el Interaccionismo Simblico, el significado es el concepto central de la investigacin.

    En un enfrentamiento frontal con el Positivismo, la Socio-loga Comprensiva propone la subjetividad como el fundamen-to del sentido de la vida social y la defiende como constitutiva de lo social e inherente a la construccin de la objetividad en las ciencias sociales.

    Los autores que siguen tal corriente no se preocupan en cuantificar, sino en comprender y explicar la dinmica de las relaciones sociales que, a su vez, son depositaras de creen-cias, valores, actitudes y hbitos. Trabajan con la vivencia, con la experiencia, con la cotidianeidad y tambin con la com-prensin de las estructuras e instituciones como resultados de la accin humana objetivada. O sea, desde este punto de vista, el lenguaje, las prcticas y las cosas son inseparables.

  • 2 0 INVESTIGACIN SOCJAI.

    Varias crticas han sido hechas a las teoras mencionadas anteriormente. Al Positivismo se le critica sobre todo la pos-tura y la prctica de restringir el conocimiento de la realidad social a lo que puede ser observado y cuantificado y de trans-ferir la cuestin de la objetividad a la utilizacin del mtodo. Las crticas dirigidas a los adeptos de la Sociologa Compren-siva enfatizan el empirismo y el subjetivismo de los investi-gadores que confunden lo que perciben y el habla que oyen con la verdad cientfica y el compromiso emocional del inves-tigador con su trabajo de campo.

    El abordaje de la Dialctica hara un desempate en las co-rrientes mencionadas anteriormente. Ella se propone abar-car no slo el sistema de relaciones que construye, el modo de conocimiento exterior al sujeto, sino tambin las representa-ciones sociales que traducen el mundo de los significados. La Dialctica piensa la relacin de la cantidad como una de las cualidades de los hechos y fenmenos. Busca encontrar, en la parte, la comprensin y la relacin con el todo; y la interiori-dad y la exterioridad como constitutivas de los fenmenos.

    De esta forma, considera que el fenmeno o proceso social tiene que ser entendido en sus determinaciones y transfor-maciones dadas por los sujetos. Comprende una relacin in-trnseca de oposicin y complementariedad entre el mundo natural y social, entre el pensamiento y la base material. De-fiende tambin la necesidad de trabajar con la complejidad, con la especificidad y con las diferenciaciones que los proble-mas y/o los "objetos sociales" presentan.

    Es esta posicin la que adoptamos en este trabajo, aunque sabemos que es ms un ideal que perseguimos que una reali-dad que conquistamos.

    Aunque no planteemos oposicin entre investigacin cuantitativa y cualitativa, de ella trataremos en este trabajo solamente para conseguir dar a los lectores instrumentos ms precisos de investigacin. Sobre la investigacin cuanti-tativa, habr necesidad de profundizar posteriormente.

    4. EL CICLO DE LA INVESTIGACIN

    A diferencia del arte y de la poesa que se conciben en la inspiracin, la investigacin es una labor artesanal, que no

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    prescinde de la creatividad, que se realiza fundamentalmente por un lenguaje fundado en conceptos, proposiciones, mtodos y tcnicas, lenguaje ste que se construye con un ritmo propio y particular. A este ritmo lo denominamos ciclo de la investi-gacin, o sea, un proceso de trabajo en espiral que comienza con un problema o una pregunta y termina con un producto provisorio capaz de dar origen a nuevos interrogantes.

    El proceso comienza con lo que denominamos fase explora-toria de la investigacin, tiempo dedicado a interrogarnos pre-liminarmente sobre el objeto, a sus presupuestos, a las teoras pertinentes, a la metodologa apropiada y a las cuestiones ope-racionales para llevar a cabo el trabajo de campo. Su foco fun-damental es la construccin del proyecto de investigacin.

    Enseguida, se establece el trabajo de campo que consiste en el recorte emprico de la construccin terica elaborada hasta el momento. Esa etapa combina entrevistas, observa-ciones, recoleccin de material documental, bibliogrfico, ins-trurdonal, etc. Representa un momento relacional y prctico de fundamental importancia exploratoria, de confirmacin o refutacin de hiptesis y construccin de teoras.

    Finalmente, tenemos que elaborar el tratamiento del ma-terial recogido en el campo, subdividindose en su interior en:

    1) ordenacin; m) clasificacin; n) anlisis propiamente dicho. El tratamiento del material nos conduce a la teorizacin

    sobre los datos, produciendo un enfrentamiento entre el abor-daje terico anterior y lo que la investigacin de campo aporta de singular como contribucin.

    Ciertamente el ciclo nunca se cierra pues toda investiga-cin produce conocimientos afirmativos y provoca ms cues-tiones para profundizar luego.

    La idea de ciclo se solidifica no en etapas estancas, sino en planos que se complementan. No obstante, ella suscita tam-bin la delimitacin del trabajo en el tiempo, a travs de un cronograma. Al mismo tiempo, por lo tanto, trabajamos con un movimiento de valorizacin de las partes y de la integra-cin en el todo; y con la visin de un producto provisorio inte-grando la historicidad del proceso social y de la construccin terica.

  • 2 2 INVESTIGACIN SOCJAI.

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS COMENTADAS

    BRUYNE, P. Et al. Dinmica da pesquisa em ciencias sociais. 5o ed. Ro de Janeiro, Francisco Alves, 1991. Este libro centra su reflexin en el anlisis de la cientifi-cidad de las ciencias sociales, en las condiciones de pro-duccin del conocimiento y presenta una visin global del proceso de investigacin. Los autores muestran que toda construccin cientfica gira en torno a cuatro polos: epis-temolgico, terico, morfolgico y tcnico, polos que no son estancos sino articulados.

    DEMO, P. Metodologa cientfica em ciencias sociais. 3o ed. San Pablo, Atlas, 1981. Introduqo metodologa cientfica. San Pablo, Atlas, 1985. El autor en estos dos libros discute las cuestiones funda-mentales de la ciencia, especifica la problemtica de las Ciencias Sociales, reflexiona sobre las corrientes de pen-samiento dominantes de la sociologa y las implicaciones de su abordaje. Ms all de las cuestiones generales, tra-baja temas de profundo inters, como la cientificidad, el campo cientfico, y las condiciones de verificacin, validez y confiabilidad del conocimiento.

    HUGHES, G. A. Filosofa da pesquisa social. Ro de Janeiro, Zahar, 1983. Este libro trae una contribucin fundamental para en-tender a las corrientes de pensamiento filosfico que se proyectan en las teoras sociolgicas y se materializan en las investigaciones sociales. Con un lenguaje accesible, el autor privilegia en sus anlisis las fuentes positivistas y humanistas del conocimiento.

    KAUFMAN, F. Metodologa das ciencias sociais. Ro de Janeiro, Francisco Alves, 1977. (KAUFMANN, F. Metodologa de las ciencias sociales. Mxico, Fondo de Cultura Econmi-ca, 1986).

  • M A M A C E C I N A I IKSOUZA MINAYO 23

    El libro se propone trabajar con el concepto de Metodolo-ga General, buscando explicar los principios del control cientfico. Para esto, el autor trabaja con pares de cues-tiones, tales como: conocimiento y realidad; lenguaje y significado; pensamiento pre-cientfico; objetivos de la ciencia y reglas de preferencia; verdad y probabilidad; vi-da y pensamiento. Analiza tambin la aparente oposicin entre ciencias naturales y ciencias sociales; objetividad y problemas de valor.

    MILLIS, W. A imaginagao sociolgica. 3O ed. Ro de Janeiro, Zahar, 1972. (MILLS, W. La imaginacin sociolgica. M-xico, Fondo de Cultura Econmica, 1969). Este libro es una reflexin fundamental sobre las ciencias sociales, su lugar y su papel en la sociedad moderna. El autor se horroriza con la pobreza de las investigaciones so-ciales de su poca, hace una crtica cultural, epistemolgi-ca y poltica de la sociologa. Al estilo de un gran maestro, Wright Mills nos invita a hacer uso de los mtodos, de las tcnicas, pero sobre todo de la imaginacin capaz de ayu-darnos a construir una verdadera "ciencia social".

    MLNAYO, M C S . El desafo del conocimiento. Buenos Aires, Lu-gar Editorial, 1997. En este libro se encuentra un abordaje claro de los concep-tos fundamentales de la investigacin cualitativa, de las l-neas de pensamiento que dan lugar a las mismas, el mo-mento de construccin del objeto, el trabajo de campo y las modalidades de anlisis del material recogido en campo.

    MINAYO, MCS & DESLANDES, SF. Caminhos do pensamento. Ro de Janeiro, Editora Fiocruz, 2002. Este libro incluye un conjunto de reflexiones y abordajes tericos y prcticos, orientados principalmente hacia las temticas de la salud. Contiene varias formas de aborda-je, sin excluir a ninguna, lo que quiere decir que el lector encontrar all desde el tema de la medicina basada en la evidencia, la metodologa de la gestin hospitalaria has-ta el tema de la teora de la complejidad y las posibilida-des de aplicarla a estudios en el rea de la salud.

  • CAPITULO II La construccin del proyecto de investigacin

    Suely Ferreira Deslandes 3

    1. PROYECTO CIENTFICO: DONDE SE INSERTA EN EL PROCESO DE INVESTIGACIN?

    Cuando tratamos de la investigacin cualitativa, fre-cuentemente las actividades que componen la fase ex-ploratoria, adems de preceder a la construccin del proyecto, tambin la suceden. Muchas veces, por ejemplo, es necesaria una aproximacin mayor con el campo de observacin para delinear mejor otras cuestiones, tales como los instrumentos de investigacin y el grupo de investigacin. Teniendo una vi-sin ms amplia, podemos decir que la construccin del pro-yecto es, inclusive, una etapa de la fase exploratoria.

    La fase exploratoria de una investigacin es, sin duda, uno de sus momentos ms importantes. Puede, incluso, ser consi-derada una investigacin exploratoria (Minayo, 1992). Com-prende varias fases de construccin de una trayectoria de investigacin:

    a) la eleccin del tema de investigacin; b) la delimitacin del problema; c) la definicin del objeto y de los objetivos; d) la construccin del marco terico conceptual; e) la eleccin de los instrumentos de recoleccin de datos; f) la exploracin de campo.

    Es importante estar alertas al hecho de que una fase ex-ploratoria conducida de manera precaria traer grandes difi-cultades a la investigacin como un todo.

    Entonces, cundo termina la fase exploratoria de una in-vestigacin? Formalmente, la fase exploratoria termina cuando el investigador defini su objeto de investigacin, construy el marco terico conceptual a ser empleado, defini los instrumentos de recoleccin de datos, escogi el espacio y

    3. Sociloga, Magister en Salud Pblica, Investigadora del Centro Latinoamericano de Estudios de Violencia y Salud - ENSP/FIOCRUZ.

  • 2 6 INVESTIGACIN SOCJAI.

    el grupo de investigacin, defini la muestra y estableci es-trategias para la entrada al campo. De ah se concluye que no es posible determinar con tanto rigor su finalizacin. As mis-mo, es imprescindible que el investigador programe el final de esta etapa, incluyndola en un cronograma.

    La fase exploratoria se basa en muchos esfuerzos: 1) de investigacin bibliogrfica disciplinada, crtica y amplia:

    a) disciplinada porque debemos tener una prctica siste-mtica -las fichas son un buen procedimiento;

    b) crtica porque debemos establecer un dilogo reflexivo entre la teora y el objeto de investigacin escogido por nosotros;

    c) amplia porque debe dar cuenta del "estado" de conoci-miento actual sobre el problema;

    2) de articulacin creativa, ya sea en la delimitacin del objeto de investigacin como en la aplicacin de conceptos; 3) de humildad, o sea, reconociendo que todo conocimiento cientfico tiene siempre un carcter:

    a) aproximado, esto es, que se hace siempre a partir de otros conocimientos sobre los cuales se cuestiona, se profundiza o se critica;

    b) provisorio; c) inaccesible en relacin a la totalidad del objeto, esto

    es, las ideas o explicaciones que hacemos de la reali-dad estudiada son siempre ms imprecisas que la pro-pia realidad;

    d) vinculada a la vida real - el rigor, un problema inte-lectual surge a partir de su existencia en la vida real y no "espontneamente";

    e) condicionado histricamente (Minayo, 1992). Seguiremos el texto optando por detallar mejor las etapas

    de la fase exploratoria en el tem construccin del proyecto. Entendemos que esta forma de proceder agiliza la dimensin prctica para la construccin de las etapas necesarias para la investigacin que debern ser esbozadas en el proyecto.

    2. LA CONSTRUCCIN DEL PROYECTO

    2.1 Introduccin

  • SUEI.Y FEKHEIIA DESI .ANDES 27

    Cuando escribimos un proyecto, estamos mapeando de for-ma sistemtica un conjunto de recortes. Estamos definiendo una cartografa de elecciones para abordar la realidad (qu in-vestigar, cmo, por qu). Esta etapa de reconstruccin de la realidad, entendida as en cuanto a la definicin de un objeto de conocimiento cientfico y las maneras para investigarlo, trae consigo muchas dimensiones. Al elaborar un proyecto cientfico estaremos tratando, al mismo tiempo, con por lo me-nos tres dimensiones importantes que estn interrelacionadas.

    La dimensin tcnica trata de las reglas reconocidas como cientficas para la construccin de un proyecto, esto es, cmo definir un objeto, cmo abordarlo y cmo escoger los instru-mentos ms adecuados para la investigacin. Siendo que tc-nica siempre habla respecto del montaje de instrumentos (Demo, 1991), el proyecto de investigacin es visto en este sentido como un instrumento de la investigacin.

    La dimensin ideolgica se relaciona con las selecciones del investigador. Cuando definimos qu investigar, a partir de qu base terica y cmo hacerlo, estamos haciendo eleccio-nes que son, incluso en ltima instancia, ideolgicas. La neu-tralidad de la investigacin cientfica es un mito.

    No estamos, es cierto, refirindonos a una visin mani-questa, donde el investigador reconstruye la realidad con "segundas intenciones polticas". Estamos, s, hablando de una caracterstica intrnseca al conocimiento cientfico: l es siempre histrico y socialmente condicionado. El investigador realiza elecciones (incluso sin tener una percepcin clara de esto), teniendo como horizontes su posicin social y la menta-lidad de un momento histrico concreto.

    La dimensin cientfica de un proyecto de investigacin articula estas dos dimensiones anteriores.

    La investigacin cientfica sobrepasa el sentido comn (que de por s es una reconstruccin de la realidad) a travs del m-todo cientfico. El mtodo cientfico permite que la realidad so-cial sea reconstruida como un objeto de conocimiento, a travs de un proceso de categorizacin (que posee caractersticas especficas) que une dialcticamente lo terico y lo emprico.

    En este captulo pondremos nfasis en la dimensin tcni-ca de la construccin de un proyecto. Estamos proponiendo una introduccin a este tema, entendiendo que dominar la

  • 2 8 INVESTIGACIN SOCJAI.

    tcnica es tambin viabilizar el acceso al conocimiento.

    2.2 Qu es un proyecto de investigacin?

    Hacemos un proyecto de investigacin para mapear un ca-mino a ser seguido durante la investigacin. Buscamos as evi-tar muchos imprevistos en el recorrido de la investigacin que podran incluso inviabilizar su realizacin. Otro papel impor-tante es esclarecer para el propio investigador los rumbos de estudio (qu investigar, cmo, por cunto tiempo, etc.). Adems de eso, un investigador necesita comunicar sus propsitos de in-vestigacin para que sean aceptados en la comunidad cientfica y para obtener financiamientos. El "medio de comunicacin" reconocido en el mundo cientfico es el proyecto de investiga-cin. A travs de ste, otros especialistas podrn hacer comen-tarios y crticas, contribuyendo a una mejor orientacin de la investigacin. Es importante recordar que la investigacin cientfica engloba siempre una instancia colectiva de reflexin.

    Al alcanzar la forma de proyecto, el investigador ya em-prendi algunos esfuerzos anteriores (Holanda, 1975): a) Es-tudios preliminares, cuyo objetivo mayor es la definicin del problema, posibilitando al investigador percibir los alcances y lmites de la investigacin propuesta; b) Realizacin de un anteproyecto, esto es, un estudio ms planificado de los as-pectos que compondr la investigacin, definidos de forma ms amplia, sin gran rigor todava.

    El proyecto de investigacin debe, fundamentalmente, responder a las siguientes preguntas (Barros y Lehfeld, 1986; Rudio, 1986):

    qu investigar? (Definicin del problema, hiptesis, base terica y conceptual);

    por qu investigar? (Justificativa de la eleccin del pro-blema);

    para qu investigar? (Propsitos del estudio, sus objetivos); cmo investigar? (Metodologa); cundo investigar? (Cronograma de ejecucin); con qu recursos? (Presupuesto); investigado por quin? (Equipo de trabajo, investigado-

    res, coordinadores, orientadores).

  • SUTXY KEIMEIUA DESLINDES 29

    El proyecto de investigacin debe aclarar los varios ele-mentos que formarn parte de la investigacin.

    2.3. Los elementos constitutivos de un proyecto de investigacin

    A. Definicin del tema y eleccin del problema o Definicin del objeto

    El tema de una investigacin indica un rea de inters a ser investigada. Se trata de una delimitacin todava bastan-te amplia. Por ejemplo, cuando alguien dice que desea estu-diar la cuestin de la "violencia conyugal" o de la "prostitu-cin masculina", se est refiriendo al asunto de su inters. Con todo, para la realizacin de una investigacin es necesa-rio un recorte ms "concreto", ms preciso de este asunto. Al hacernos preguntas sobre el tema y sobre el asunto propues-to, estaremos construyendo su problematizacin.

    La definicin del problema u objeto de investigacin a veces es tarea difcil. Aunque pueda parecer una "recada" positivista, vale la pena recordar que una manera de facili-tar este primer momento de impasse es la descripcin del problema especulando sobre su campo de observacin en relacin a algunas variables (Rudio, 1986).

    Esta medida debe ser entendida como provisoria para acla-rar mejor el objeto propuesto y no como "molde" restrictivo. Pasemos a un ejemplo.

    Cuando decimos que vamos a estudiar la "violencia con-yugal", delimitamos as, muy ampliamente, el campo de ob-servacin: parejas (legalmente casadas o no). Si aadimos que el inters es por "maridos que golpean a sus esposas o compaeras", le damos al asunto una variable a ser obser-vada. Si adems afirmamos que deseamos saber cmo tales golpes son vistos o lo que representan para las mujeres vic-timizadas, agregamos otra variable. Expresamos entonces el intento de relacionar dos variables: la violencia de los ma-ridos hacia sus esposas y lo que este acontecimiento repre-senta para ellas.

    De esta forma podramos enunciar el tema ya problema-tizado de esta investigacin, o sea, nuestro objeto: "La re-

  • 3 0 INVESTIGACIN SOCJAI.

    presentacin sobre los golpes elaborada a partir de las mu-jeres maltratadas por sus esposos o compaeros".

    Un problema surge, por lo tanto de una profundizacin del tema. Es siempre individualizado y especfico.

    Diversos autores sugieren que el problema debe tener al-gunas caractersticas. Las ms plausibles seran (Gil, 1988):

    a) Debe ser formulado como pregunta. Esta manera pare-ce ser la ms fcil para formular un problema, adems de que facilita su identificacin por quien consulta el proyecto de in-vestigacin. Segundo, en nuestro ejemplo anterior, tendra-mos: qu representacin sobre la violencia es articulada por las mujeres maltratadas por esposos o compaeros?. O si op-tamos por un estudio ms exploratorio del tema, podramos decir: "Cules son los factores que llevan a los maridos a gol-pear a sus esposas?"

    b) El problema debe ser claro y preciso. Ejemplo de impre-cisin: "Cmo funciona la mente de los maridos que golpean a sus esposas?". Parece poco probable que una pregunta tan amplia pueda ser respondida.

    c) Debe ser delimitado a una dimensin variable. El pro-blema es, a veces, formulado de manera muy amplia, imposi-ble de ser investigado. Por ejemplo, alguien desea estudiar lo que piensan las mujeres sobre el hecho de que los maridos golpeen a sus esposas. Con todo, nunca conseguir saber lo que piensan todas las mujeres sobre el asunto. Entonces de-ber restringirse, por ejemplo, a la opinin de aquellas muje-res que sufren tal problema, en una localidad determinada.

    Aveces, los problemas propuestos no encajan en estas re-glas. Un caso tpico es el de los temas poco estudiados o muy recientes que carecen de investigaciones exploratorias poste-riores a la elaboracin del proyecto.

    La eleccin de un problema merece que el investigador ha-ga serias indagaciones (Rudio, 1986):

    a) Se trata de un problema original? b) El problema es relevante? c) Aunque sea "interesante", es adecuado para m? d) Tengo hoy posibilidades reales para ejecutar tal estudio? e) Existen recursos financieros para la investigacin de

    este tema? f) Tendr tiempo suficiente para investigar tal cuestin?

  • SUKI.Y FKRREIIIA DKSI.ANDKS 31

    B. Definicin de la base terica y conceptual

    La definicin terica y conceptual es un momento crucial de la investigacin cientfica. Es su base de sustentacin.

    Remitiendo este tem a una dimensin tcnica, debemos decir que es imprescindible la definicin clara de los presu-puestos tericos, de las categoras y conceptos a ser utilizados.

    Debemos tener cuidado para no re-escribir la obra de los autores en los que se basa la teora escogida, reconstruyendo un verdadero tratado y ciertamente de menor calidad. Debe-mos, entonces, ser sintticos y objetivos, estableciendo pri-mordialmente, un dilogo entre la teora y el problema a ser investigado.

    C. Formulacin de hiptesis

    La inclusin de las hiptesis en el campo de la investiga-cin social es muchas veces criticada como un comporta-miento positivista, donde las conclusiones de una investiga-cin deberan siempre resultar de "respuestas objetivas" construidas a lo largo de la investigacin.

    Buscaremos aqu, relativizando estos parmetros objeti-vistas, encarar la formulacin de hiptesis como un intento de crear indagaciones a ser verificadas en la investigacin. Por lo tanto, consideramos que este tem puede ser sustitui-do o entendido como una formulacin de presupuestos o de cuestiones. En fin, como un dilogo que se establece entre la mirada del investigador y la realidad a ser investigada. Son, en suma, afirmaciones provisorias respecto de determinado problema en estudio (Minayo, 1992).

    Un estudio puede articular una o ms hiptesis. Las hip-tesis son elaboradas a partir de fuentes diversas, tales como la observacin, resultados de otras investigaciones, teoras o la misma intuicin (Gil, 1987).

    Posee tambin algunas caractersticas para ser considera-da una "hiptesis aplicable":

    a) Debe tener conceptos claros. Por ejemplo, la hiptesis de que "las mujeres dependientes de sus maridos tien-den a justificar los actos violentos de stos" deja mu-chas ambigedades. El concepto "dependientes", a qu

  • 3 2 INVESTIGACIN SOCJAI.

    realidad se est refiriendo?psicolgica, econmica o cultural?

    b) Debe ser especfica. Muchas hiptesis, a pesar de ser claras, son expresadas en trminos muy amplios. Reto-mando nuestro ejemplo, al formular la hiptesis que "los maridos que le pegan a sus esposas, en su mayora, tienen un status econmico bajo", abarca una defini-cin muy amplia. Se debe especificar en trminos ms concretos el concepto "status econmico" refirindose tal vez a la remuneracin, ocupacin, nivel educativo, renta "per cpita" de la familia.

    c) No debe basarse en valores morales. Algunas hiptesis lanzan adjetivos dudosos, como "bueno", "malo", "perju-dicial", etc.

    d) El ltimo tem y el ms importante dice al respecto que toda hiptesis debe tener como base una teora que la sustente.

    D. Justificacin

    Trata de la relevancia, del por qu tal investigacin debe ser realizada. Cules motivos la justifican?Cmo contribui-r la realizacin de tal investigacin para la comprensin, in-tervencin o solucin del problema?

    La forma de justificar una investigacin que produce ma-yor impacto es aquella que articula la relevancia intelectual y prctica del problema investigado con la experiencia del in-vestigador.

    E. Objetivos

    Buscamos aqu responder a lo que se pretende con la in-vestigacin, qu metas queremos alcanzar al trmino de la investigacin. Es fundamental que estos objetivos sean alcan-zables. Generalmente se formula un objetivo general, de di-mensiones ms amplias, articulndolo con otros objetivos ms especficos.

    Sugerimos la utilizacin de los verbos en infinitivo para la descripcin de los objetivos.

    Por ejemplo, podemos tener como objetivo: "Analizar los

  • SUKI.Y F E I M K I K A DKSI.AMDKS

    factores que desencadenan o predisponen a la agresin de los maridos contra sus compaeras" o "Conocer las opiniones de las mujeres maltratadas por maridos sobre la violencia que ellas sufren".

    F. Metodologa

    Generalmente es una parte compleja y debe requerir ma-yor cuidado por parte del investigador. Ms que una descrip-cin formal de los mtodos y tcnicas a ser utilizados, indica las opciones y la lectura operacional que el investigador rea-liza del marco terico.

    La metodologa no slo contempla la fase de exploracin de campo (eleccin del espacio de la investigacin, eleccin del grupo de investigacin, establecimiento de los criterios de la muestra y construccin de estrategias para entrada al campo) sino tambin la definicin de instrumentos y procedi-mientos para el anlisis de los datos.

    Definiremos, sintticamente, los principales elementos de la metodologa.

    a) Definicin de la muestra. La investigacin cualitativa no se basa en el criterio numrico para garantizar su representatividad. Una pregunta importante en este tem es "qu individuos sociales tienen una vincula-cin ms significativa con el problema a ser investiga-do?". La buena muestra es aquella que permite abarcar la totalidad del problema investigado en sus mltiples dimensiones (Minayo, 1992).

    b) Recoleccin de datos. Debemos definir las tcnicas a ser utilizadas tanto para la investigacin de campo (entre-vistas, observaciones, formularios, historia de vida) co-mo para la investigacin complementaria de datos, en el caso de ser utilizada la investigacin documental, consulta a anuarios, censos, etc. Generalmente se re-quiere que sea anexado al proyecto el recorrido de los instrumentos utilizados en campo.

    c) Organizacin y anlisis de datos. Debemos describir con claridad cmo los datos sern organizados y anali-zados. Por ejemplo, los anlisis de contenido, de discur-so, o anlisis dialctico son procedimientos posibles pa-

  • 3 4 INVESTIGACIN SOCJAI.

    ra el anlisis e interpretacin de los datos y cada una de estas modalidades lleva consigo un tratamiento di-ferenciado para la organizacin y sistematizacin de los datos.

    G. Costos o presupuesto

    Esta tem estar presente solamente en los proyectos que necesiten fnanciamiento para su realizacin.

    Generalmente los gastos son agrupados en dos categoras: gastos con el personal y gastos con el material permanente, como mquinas, muebles y de consumo.

    Algunos recordatorios importantes: a) El presupuesto sugerido debe indicar algn mecanis-

    mo que lo proteja de la inflacin; b) A priori, debemos buscar saber lo que la entidad, a la

    que ser enviado el proyecto, financia y lo que no fi-nancia. Por ejemplo, algunas entidades financiadoras no subsidian determinados gastos, como transportes o materiales.

    Es bueno recordar que cada institucin financiadora tiene un formato especfico de proyecto.

    H. Cronograma

    El proyecto debe establecer el tiempo necesario para la realizacin de cada una de las etapas propuestas. Muchas ta-reas pueden, inclusive, ser realizadas simultneamente.

    La forma ms usual es la de grfico, donde son cruzados el tiempo (mes 1, mes 2, etc.) y las tareas de la investigacin (re-visin bibliogrfica, preparacin de instrumentos de recolec-cin, pruebas piloto de los instrumentos, aplicacin de los ins-trumentos y fase de anlisis).

    I. Referencias bibliogrficas 0

    Generalmente en un proyecto cientfico muchos autores y datos son citados. En el cuerpo del proyecto la cita debe ser breve para que posibilite mayor agilizacin de la lectura. En seguida, al final del proyecto todas las citas hechas sern lis-

  • Si I I.Y FKRKKIKA ESL.ANDKS 35

    tadas de forma integral en un tem aparte. En realidad, existe una gran variedad de normas para las

    citas bibliogrficas. Optaremos por la forma que considera-mos ms prctica, ilustrndola con ejemplos simples.

    Podemos citar literalmente, utilizando las comillas y re-produciendo fielmente el texto, o hacer una "apropiacin de ideas" de determinado autor. La primer forma es la ms rigu-rosa, pues dificulta apropiaciones indebidas de las ideas de aquel autor. En la segunda forma, enunciamos determinada idea o hecho y ponemos entre parntesis autor y ao de pu-blicacin. En la cita de un libro deber constar (Eco, 1985):

    1. Nombre y apellido del autor (u organizador, o autores); 2. Ttulo del libro y subttulo, en itlicas, sin comillas; 3. Coleccin, si fuera el caso; 4. Nmero de la edicin si hubiera ms de una; 5. Ciudad y edicin - si no consta, escribir "S.L." (sin lugar); 6. Editor (editora); 7. Fecha de la edicin - si no consta, escribir "S.F." (sin fecha); 8. Nmero de volmenes, si fuera el caso; 9. Si fuera una traduccin, deber constar entonces el

    ttulo original, el nombre del traductor, lugar de edicin ori-ginal y la editora, fecha y nmero de pginas. De todas for-mas, este procedimiento no es muy usual.

    Un ejemplo: ECO, Humberto. Cmo se hace una tesis. 2o ed. San Pablo,

    Perspectiva, 1985. Supongamos que alguien est citando un artculo de una

    revista, entonces deber hacer constar: 10. Nombre y apellido del autor; 11. Ttulo entre comillas; 12. Ttulo de la revista en itlicas, sin comillas; 13. Volumen y nmero del fascculo; 14. Mes y ao; 15. Pginas donde consta el artculo referido.

    As tendramos: KIRCHNER, Walter. "The Black death". Clinical pedia-

    trics. V. 5, n. 7, July, 1969, p. 432-436.

  • 3 6 INVESTIGACIN SOCJAI.

    En la cita del captulo de un libro de un nico autor debe-ran figurar los siguientes elementos:

    16. Nombre y apellido del autor; 17. Ttulo del captulo entre comillas; 18. In; 19. Ttulo del libro en itlicas; 20. Nmero de volumen, si fuera el caso; 21. Lugar, editora, fecha y nmero de las pginas del ca-

    ptulo. As: GIL, Antonio C. "Cmo redactar un proyecto de investiga-

    cin? In: Cmo elaborar proyectos de investigacin. San Pa-blo, Atlas, 1988, p.144-149.

    J. Anexos

    Anexamos, sin numeracin de pginas, los modelos de los instrumentos a ser utilizados en la investigacin. Incluimos ah tambin las guas para el llenado de los instrumentos, mapas del rea a ser investigada, etc. Son anexadas, en fin, aquellas informaciones que el investigador juzga necesarias para mejor comprensin del proyecto.

    2.4. La formacin de un proyecto de investigacin i

    Posterior a la descripcin de los elementos que constitu-yen un proyecto, la prxima pregunta es ciertamente: "Cul es el orden y el agrupamiento de estos elementos en la pre-sentacin del proyecto?"

    La forma de presentacin puede variar mucho segn el in-vestigador. Adems de eso, varios institutos de investigacin adoptan una presentacin estandarizada siguiendo modelos propios.

    Mostraremos, entonces, un modelo operacional para ser presentado en el siguiente orden:

    1. En la primera pgina debern constar los siguientes datos: a) En el margen superior, el nombre del proyecto; b) En el centro, el nombre del autor del proyecto; c) En el margen inferior, las frases "Proyecto de Investiga-

    cin presentado a (nombre de la institucin) como requi-

  • SUKI.Y FKHIIKIHA DKSLANDKS a?

    sito parcial para la obtencin (de ttulo tal, de financia-miento)";

    d) En el extremo del margen inferior, el lugar, el mes y el ao.

    Una observacin muy importante: el ttulo del Proyecto debe contener los conceptos fundamentales que abarca la in-vestigacin. Debe ser una sntesis de la investigacin pro-puesta.

    1. En la segunda pgina deber constar un ndice con los captulos o tems y las respectivas pginas.

    2. De la tercera pgina en adelante debern constar los te-mas:

    a) Delimitacin del problema; b) Objetivos; c) Justificacin; d) Marco terico y presupuestos conceptuales e hiptesis

    (o cuestiones y presupuestos); e) Metodologa; f) Cronograma; g) Estimacin de costos; h) Bibliografa; i) Anexos.

    Para finalizar este captulo, recordamos que el estilo de redaccin obedece a algunas cualidades esenciales (Bastos y cois., 1982):

    a) Debe ser clara, esto es, no dejar margen para ambige-dades. Es bueno evitar los rebuscamientos y el exceso de los trminos.

    b) Debe ser objetiva. As, las cuestiones sern tratadas de manera directa y simple. Evitemos las frases largas.

    Como recomendacin general, apuntamos al hecho de que no debemos mezclar los tiempos verbales ni los pronombres personales. Si quisiramos un estilo ms coloquial, usaremos la primera persona: yo o nosotros. Empleamos frecuentemente una forma ms impersonal, que es la voz pasiva. Por ejemplo: "Se encuentra en este trabajo "

    Estamos hablando de un proyecto de investigacin, enton-ces, el tiempo verbal recomendado es el futuro, ya que indica una intencin de investigacin todava a ser realizada.

  • 3 8 INVESTIGACIN SOCJAI.

    Esperamos, sinceramente, haber contribuido para la dis-minucin de algunas dudas. Sabemos tambin que muchas otras surgirn. Por eso, indicamos algunos textos que pueden ser de gran ayuda:

    a) Sobre citas bibliogrficas: ECO, Humberto. Como se faz urna tese. 2o ed. San Pablo,

    Perspectiva, 1985. (ECO, Humberto: Cmo se hace una te-sis: tcnicas y procedimiento de estudio, investigacin y escritura, Gedisa, Barcelona 2001)

    b) Sobre el estilo de la redaccin cientfica y citas bibliogr-ficas:

    BASTOS, Lilia R.; PAIXO, Lyra; FERNANDES, Lucia M. Manual para a elaborago de projetos e relatorios de pes-quisa, teses e dissertages. 3o ed. Ro de Janeiro, Guanaba-ra, 1982.

    c) Sobre cmo elaborar proyectos de investigacin: RICHARDSON, R.J. Pesquisa social: mtodos e tcnicas. San

    Pablo, Atlas, 1985. RUDIO, Franz V. Introdugo ao projeto de pesquisa cientfica.

    11 ed. Petrpolis, Vozes, 1986.

    d) Sobre metodologa u anlisis cualitativo: MINAYO, M C S. O desafio do conhecimento: pesquisa cuali-

    tativa em sade. Ro de Janeiro - San Pablo, ABRASCO -HUCITEC, 1992. (MINAYO, M C S. El Desafo del conoci-miento. Investigacin cualitativa en salud. Buenos Aires, Lugar Editorial, 1997).

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

    BARROS, A . P.; LEHFELD, N . A . S . Fundamentos de metodologa. Sao Paulo, ME Graw-Hill, 1986.

    BASTOS, L. R.; PAIXAO, L . ; FERNNDEZ, L . M . Manual para a elaborando de projetos, relatorios de investigacin, teses e dissertages. 3o ed. Ro de Janeiro, Guanabara, 1982.

  • SIKLI FKIKKIHA DKSI.ANDKS 39

    DEMO, P. Avaliagao cualitativa. 3O ed. Sao Paulo, Perspectiva, 1985.

    Eco, Humberto. Como se faz urna tese. 2 ed. So Paulo, Pers-pectiva, 1985. (Eco, Humberto: Cmo se hace una tesis: tcnicas y procedimiento de estudio, investigacin y es-critura, Gedisa, Barcelona 2001).

    GIL, A. C. Como elaborar projetos de pesquisa. So Paulo, Atlas, 1987.

    HOLANDA, N. Planeamientos e projetos: urna introdugo as tcnicas do planejamento e elaborago de projetos. 2o ed. Ro de Janeiro, APEC, 1975.

    MINAYO, M C S. El Desafo del conocimiento. Investigacin cualitativa en salud. Buenos Aires, Lugar Editorial, 1997.

    RUDIO, F. V . Introdugo ao projeto de pesquisa cientfica. 11" ed. Petrpolis, Vozes, 1986.

  • CAPTULO III El trabajo de campo como descubrimiento y creacin

    Otvio Cruz Neto 1

    1. INTRODUCCIN

    Despus de haber definido, a travs de un proyecto de investigacin, nuestro objeto de estudio, surge la nece-sidad de seleccionar las formas de investigar este objeto. En las Ciencias Sociales, teniendo como referencia la investiga-cin cualitativa, el trabajo de campo se presenta como una posibilidad de conseguir no slo una aproximacin con aque-llo que deseamos conocer y estudiar, sino tambin de crear un conocimiento, partiendo de la realidad presente en el campo.

    Demo (1991) observa que el cientfico, en su tarea de des-cubrir y crear, necesita, en un primer momento, cuestionar. Este cuestionamiento es lo que nos permite trascender el sim-ple descubrimiento para, a travs de la creatividad, producir conocimientos. Definiendo bien nuestro campo de inters, nos es posible partir hacia un rico dilogo con la realidad. As, el trabajo de campo debe estar unido a una voluntad y a una identificacin con el tema a ser estudiado, permitiendo una mejor realizacin de la investigacin propuesta.

    Discutiendo la importancia del trabajo de campo, es nece-sario resaltar que muchos investigadores ven esta tarea como algo restringido a determinadas ciencias, tales como la Antro-pologa, la Sociologa, la Psicologa, y algunas otras del cam-po de las ciencias sociales y humanas. Sin embargo, algunas reas de las ciencias tienen como espacio de realizacin de una investigacin el laboratorio del investigador. Segn nuestra posicin la idea de laboratorio se diferencia bastante de lo que vamos a tratar sobre el trabajo de campo. Segn nuestra percepcin, la relacin del investigador con los sujetos a ser estudiados es de extrema importancia. Esto no significa que las diferentes formas de investigacin no sean fundamen-tales y necesarias.

    4. Socilogo, Magister en Educacin, Investigador Asistente del Departamento de Ciencias Sociales de la Escuela Nacional de Salud Pblica / FIOCRUZ.

  • 4 2 INVESTIGACIN SOCJAI.

    Para muchos investigadores, el trabajo de campo queda circunscrito a la recoleccin y discusin de la produccin bi-bliogrfica existente sobre el tema de su inters.

    Este esfuerzo de crear conocimiento no desarrolla lo que originalmente consideramos como un trabajo de campo pro-piamente dicho. Mientras tanto, somos de la opinin que esa dinmica es fundamental para cualquier tipo de investiga-cin. Esa forma de investigar, adems de ser indispensable para la investigacin bsica, nos permite articular conceptos y sistematizar la produccin de una determinada rea de co-nocimiento. Ella permite crear nuevas cuestiones en un pro-ceso de incorporacin y superacin de aquello que ya se en-cuentra producido.

    Ms all de estas consideraciones, podemos decir que la investigacin bibliogrfica pone frente a frente los deseos del investigador y los autores involucrados en su horizonte de in-ters. Este esfuerzo en discutir ideas y presupuestos tiene co-mo lugar privilegiado de recoleccin las bibliotecas, los cen-tros especializados y los archivos. En este caso, se trata de un enfrentamiento de naturaleza terica que no ocurre directa-mente entre el investigador y actores sociales que estn vi-viendo una realidad particular dentro de un contexto histri-co-social.

    Luego de estas observaciones, necesitamos aproximarnos ms a la idea de campo que pretendemos explicitar. En un pri-mer momento, realizar un trabajo de campo puede darnos una fantasa un tanto extica. Nos puede recordar a los estudiosos que partan para regiones distantes en busca de culturas dife-rentes, para un arduo trabajo de comprensin de los distintos modos de vida de esos pueblos. Esta percepcin representa una de las posibles dimensiones de la ida al campo, una vez que las posibilidades y los lmites de las diversas realidades existentes en el cotidiano social permiten al investigador un infinito abanico de procedimientos y descubrimientos.

    Basados en Minayo (1992), concebimos al campo de inves-tigacin como el recorte que el investigador realiza en trmi-nos de espacio, representando una realidad emprica a ser es-tudiada a partir de las concepciones tericas que fundamen-tan el objeto de la investigacin. A ttulo de ejemplo, podemos citar, entre otros, el siguiente recorte: el estudio de la percep-

  • O R vio C H U Z N E T O 43

    cin de las condiciones de vida de los habitantes de un deter-minado barrio o de una villa. Para este estudio, la villa o ba-rrio escogido corresponde a un campo empricamente deter-minado.

    Ms all del recorte espacial, y tratndose de investigacin social, el lugar primordial es el ocupado por las personas y grupos que conviven en una dinmica de interaccin social. Estas personas y esos grupos son sujetos de una determinada historia a ser investigada, siendo necesaria una construccin terica para transformarlos en objetos de estudio. Partiendo de la construccin terica del objeto de estudio, el campo se convierte en un palco de manifestaciones de intersubjetivida-des e interacciones entre el investigador y los grupos estudia-dos, dando lugar a la creacin de nuevos conocimientos.

    Una vez definido el objeto con una debida fundamentacin terica, y una vez construidos los instrumentos de investigacin y delimitado el espacio a ser investigado, se hace necesario con-cebir la fase exploratoria del campo para que podamos entrar en el trabajo propiamente dicho. Siguiendo estos pasos, de-bemos observar algunos cuidados relativos a la entrada al trabajo de campo.

    2. LA ENTRADA EN EL CAMPO

    Varios son los obstculos que pueden dificultar o incluso, inviabilizar esta etapa de la investigacin. Sobre esto, hare-mos algunas consideraciones. En primer lugar, debemos bus-car una aproximacin con las personas del rea seleccionada para el estudio. Esa aproximacin puede estar facilitada a travs del conocimiento de los habitantes locales o de aque-llos que mantienen slidos lazos de intercambio con los suje-tos a ser estudiados. Preferentemente, se debe tratar de una aproximacin gradual, donde cada da de trabajo sea reflexio-nado y evaluado, en base a los objetivos preestablecidos. Es fundamental consolidar una relacin de respeto efectivo por las personas y por sus manifestaciones en el interior de la comunidad investigada.

    En segundo lugar, destacamos como importante la presen-tacin de la propuesta de estudio a los grupos involucrados. Se trata de establecer una situacin de intercambio. Debe

  • 4 4 INVESTIGACIN SOCJAI.

    aclarrsele a los grupos aquello que pretendemos investigar y las posibles repercusiones favorables que devengan del pro-ceso investigativo. Es necesario tener en mente que la bs-queda de las informaciones que pretendemos obtener est in-serta en un juego cooperativo, donde cada momento represen-ta una conquista basada en el dilogo y que se substrae a la obligatoriedad. Con esto, queremos afirmar que los grupos in-volucrados no estn obligados a una colaboracin bajo pre-sin. Si el procedimiento se da dentro de esta forma, se trata de un proceso de coercin que no permite la realizacin de una efectiva interaccin.

    La relacin con los actores en el campo, como observa Za-luar (1985), implica el acto de cultivar un involucramiento comprensivo, con una participacin determinada en sus dra-mas diarios. La autora citada diferencia esta posicin de una accin paternalista y no respetuosa para con las personas in-volucradas en el estudio.

    Otro aspecto destacado por nosotros se refiere a la postu-ra del investigador en relacin a la problemtica a ser estu-diada. A veces el investigador entra al campo considerando que todo lo que va a encontrar sirve para confirmar lo que l considera que ya sabe, en vez de comprender el campo como posibilidad de nuevas revelaciones. Este comportamiento puede dificultar el dilogo con los elementos involucrados en el estudio en la medida en que permite posicionamientos de superioridad y de inferioridad frente al saber que se busca entender. Adems de eso, este procedimiento tambin genera constreimientos entre el investigador y los grupos involu-crados, pudiendo implicar el surgimiento de falsos testimo-nios y propiciar una posicin de defensa de las ideas y valo-res de esos grupos.

    Por ltimo, somos de la opinin que la opcin por el tra-bajo de campo presupone un cuidado terico-metodolgico con la temtica a ser explorada, considerando que el mismo no se explica por s solo. Afirmamos esto porque creemos que la actividad de investigacin no se restringe al uso de tcnicas refinadas para obtencin de datos. De este modo, subrayamos la idea de que la teora informa el significado dinmico de aquello que ocurre y que buscamos captar en el espacio en estudio.

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    Para conseguir un buen trabajo de campo, es necesario te-ner una programacin bien definida de sus fases explorato-rias y del trabajo de campo propiamente dicho. Es en el pro-ceso de este trabajo que se crean y fortalecen los lazos de amistad, as como los compromisos asumidos entre el investi-gador y la poblacin investigada, propiciando el retorno de los resultados alcanzados para esa poblacin y la viabilidad de futuras investigaciones.

    3. LA ENTREVISTA COMO TCNICA

    Entre las diversas formas de abordaje tcnico del trabajo de campo, destacamos la entrevista y la observacin partici-pante. Por tratarse de importantes componentes de la reali-zacin de la investigacin cualitativa, intentaremos seguir sistematizando aspectos relevantes sobre esas tcnicas. Esos aspectos que forman parte de la recoleccin de datos cualita-tivos tambin pueden ser encontrados en Chizzotti (1991).

    La entrevista es el procedimiento ms usual en el trabajo de campo. A travs de ella, el investigador busca obtener in-formes contenidos en el habla de los actores sociales. No su-pone una conversacin sin pretensiones y neutra, desde el momento en que se inserta como medio de recoleccin de los hechos relatados por los actores, en cuanto sujetos-objeto de la investigacin que viven una determinada realidad que es-t siendo focalizada. Sus formas de realizacin pueden ser de naturaleza individual y/o colectiva.

    En este sentido, la entrevista, un trmino bastante gen-rico, est siendo entendida por nosotros como una conversa-cin entre dos con propsitos bien definidos. En un primer ni-vel, esta tcnica se caracteriza por una comunicacin verbal que refuerza la importancia del lenguaje y del significado del habla. Pero en otro nivel, sirve como un medio de recoleccin de informaciones sobre un determinado tema cientfico.

    A travs de este procedimiento, podemos obtener datos objetivos y subjetivos. Los primeros pueden ser tambin ob-tenidos a travs de fuentes secundarias, tales como censos, estadsticas y otras formas de registros. En contrapartida, el segundo tipo de datos se relaciona con los valores, las actitu-des y las opiniones de los sujetos entrevistados.

  • 4 6 INVESTIGACIN SOCJAI.

    En general, las entrevistas pueden ser estructuradas y no estructuradas, correspondiendo al hecho de ser ms o menos dirigidas. As, se torna posible trabajar con la entrevista abierta o no estructurada, donde el informante aborda libre-mente el tema propuesto; bien como las estructuradas que presuponen preguntas previamente formuladas. Hay formas, sin embargo, que articulan estas dos modalidades, caracteri-zndose como entrevistas semi estructuradas.

    Profundizando estas modalidades, tenemos todava, entre otras, la discusin de grupo y la historia de vida. En el pri-mer caso, su aplicacin se da en una o ms sesiones, en pe-queos grupos de 6 a 12 componentes, con un animador que realiza intervenciones en el transcurso de las discusiones. El papel de este animador no se limita solamente al aspecto tc-nico. La relevancia de su actuacin est en la capacidad de in-teraccin con el grupo y de coordinacin de la discusin. La seleccin de los participantes se da a partir de grupos con opi-niones e ideas volcadas hacia el inters de la investigacin. La discusin de grupo busca complementar las entrevistas individuales y la observacin participante.

    En relacin a la historia de vida, como estrategia de com-prensin de la realidad, su principal funcin es retratar las experiencias vividas, as como las definiciones proporciona-das por personas, grupos u organizaciones. Puede ser escrita o verbalizada y abarca en la versin de Denzi, citado por Mi-nayo (1992), los siguientes tipos: la historia de vida completa, que retrata todo el conjunto de la experiencia vivida; y la his-toria de vida temtica, que focaliza una etapa o un determi-nado sector de la experiencia en cuestin.

    En este procedimiento metodolgico, destacamos la nocin de entrevista en profundidad, que posibilita un dilogo inten-samente correspondido entre el entrevistador y el informan-te. Para muchas investigaciones, la historia de vida tiene to-do para ser un punto inicial privilegiado porque permite al informante retomar su vivencia de forma retrospectiva, con una exhaustiva interpretacin. En ella generalmente tiene lugar la liberacin de un pensamiento crtico reprimido y que muchas veces nos llega en tono de confidencia. Es una mira-da cuidadosa sobre la propia vivencia o sobre un determina-do hecho. Este relato proporciona un material extremada-

  • O T V ID C R U Z N K T O 47

    mente rico para un anlisis de lo vivido. En l podemos en-contrar el reflejo de la dimensin colectiva a partir de la vi-sin individual.

    4. LA OBSERVACIN PARTICIPANTE

    La tcnica de la observacin participante se realiza a tra-vs del contacto directo del investigador con el fenmeno ob-servado para obtener informaciones sobre la realidad de los actores sociales en sus propios contextos. El observador, en tanto parte del contexto de observacin, establece una rela-cin cara a cara con los observados. En este proceso, l, al mismo tiempo, puede modificar y ser modificado por el con-texto. La importancia de esta tcnica reside en el hecho de que podemos captar una variedad de situaciones o fenmenos que no son obtenidos por medio de preguntas, desde el mo-mento que, observados directamente en la propia realidad, transmiten lo que hay de ms imponderable y evasivo en la vida real.

    La insercin del investigador en el campo est relaciona-da con las diferentes situaciones de la observacin partici-pante deseada por l. En un polo, tenemos su participacin plena, caracterizada por un involucramiento completo en to-das las dimensiones de la vida del grupo a ser estudiado. En el otro, observamos un distanciamiento total de participacin de la vida del grupo, teniendo como prioridad solamente la observacin. Ambos extremos mencionados conllevan riesgos que deben ser evaluados antes de ser adoptados.

    Entre esos polos extremos encontramos variaciones de la tcnica. Una de estas variaciones se refiere al papel del inves-tigador en tanto participante observador. En esta situacin, el investigador deja claro para s y para el grupo su relacin como restringida al momento de la investigacin de campo. En este sentido, l puede desarrollar una participacin en el cotidiano del grupo estudiado, a travs de la observacin de los eventos del da a da. Otra variacin se refiere al investi-gador en cuanto observador participante. Esto corresponde con una estrategia complementaria a las entrevistas, siendo que esta observacin se da de forma rpida y superficial.

    Estas variaciones descriptas slo pueden ser concebidas a

  • 4 8 INVESTIGACIN SOCJAI.

    los fines del anlisis. En la realidad, ninguna de ellas ocurre de manera pura, salvo en condiciones especiales.

    Las cuestiones centrales de la observacin participante es-tn relacionadas con los principales momentos de la realiza-cin de la investigacin, siendo uno de ellos la entrada en el campo. Las capacidades de empatia y de observacin por par-te del investigador y la aceptacin de ste por parte del gru-po son factores decisivos en este procedimiento metodolgico, y no se pueden alcanzar a travs de simples recetas. Una ma-yor profundizacin sobre el asunto puede ser buscada en Ci-courel (1980), que aborda aspectos de la teora y del mtodo en la investigacin de campo.

    5. CONSOLIDANDO EL TRABAJO DE CAMPO

    La plena realizacin de un trabajo de campo requiere, co-mo vimos anteriormente, varias articulaciones que deben ser establecidas por el investigador. Una de ellas se refiere a la relacin entre la fundamentacin terica del objeto a ser in-vestigado y al campo que se pretende explorar. La compren-sin de este espacio de la investigacin no se resuelve sola-mente por medio de un dominio tcnico. Es necesario que ten-gamos una base terica para poder ver los datos dentro de un marco de referencias que nos permita ir ms all de lo que simplemente nos est siendo mostrado.

    Concordamos con Cardoso (1986) acerca de la relevancia que debe ser dada al trabajo de campo y sobre el respeto por el dato emprico. En la visin de la autora citada, por mejor que sea la captacin de la realidad vivida, es necesario un compromiso terico-metodolgico. El nfasis que debemos darle a la dimensin terico-metodolgica nos permite huir de lo que podemos denominar mito de la tcnica.

    En este sentido, una investigacin no se restringe a la uti-lizacin de instrumentos refinados de recoleccin de informa-cin para dar cuenta de sus objetivos. Ms all de los datos acumulados, el proceso de campo nos lleva a la reformulacin de los caminos de la investigacin, a travs del descubrimien-to de nuevas pistas. En esta dinmica investigativa, podemos llegar a ser agentes de mediacin entre el anlisis y la produc-

  • O T A V I O C H U Z NICTO 4 9

    cin de informaciones, entendidas como ejes fundamentales. Esta mediacin puede reducir un posible desencuentro en-tre las bases tericas y la presentacin del material de in-vestigacin.

    Otra articulacin necesaria se refiere a la interaccin entre el investigador y los actores sociales involucrados en el traba-jo. En este proceso, incluso partiendo de planos desiguales, ambas partes buscan una comprensin mutua. El objetivo prioritario del investigador no es ser considerado un igual, si-no ser aceptado en la convivencia. Esta interaccin entre el investigador y los investigados, que no se limita a las entre-vistas y conversaciones informales, apunta hacia la compren-sin del habla de los sujetos en su accin.

    Por medio de esta comprensin somos capaces de entender mejor los aspectos rutinarios, las relevancias, los conflictos, los rituales, como as tambin la delimitacin de los espacios pblico y privado. Estas consideraciones se basan en el pre-supuesto de que los entrevistados no son ingenuos espectado-res, ni subjetividades por ventura o actores no crticos.

    Paralelamente a las articulaciones a ser observadas, sur-ge como necesario, para nuestra accin de investigacin, el delineamiento de algunas estrategias. Con respecto al regis-tro del habla de los actores sociales que participan de la in-vestigacin, observamos que es posible trabajar con un siste-ma de anotacin simultnea de la comunicacin o hacer uso de grabaciones.

    Fotografas y filmaciones se presentan tambin como re-cursos de registro a los cuales podemos recurrir. Este registro visual ampla el conocimiento del estudio porque nos permite documentar momentos o situaciones que ilustran el cotidiano vivido.

    El uso de la filmacin nos permite retener varios aspectos del universo investigado, tales como: las personas, las viviendas, las fiestas y las reuniones. Esta tcnica de documentacin, que trata con los planos de la imagen y de la comunicacin, est siendo cada vez ms difundida. Con esto, no estamos dicien-do que un buen trabajo de investigacin deba estar limitado al registro visual, pero s afirmamos que este registro asume un papel complementario al proyecto como un todo. Sin em-

  • 5 0 INVESTIGACIN SOCJAI.

    bargo, nada sustituye la mirada atenta de un investigador de campo a la evasividad propia de la realidad de las relaciones sociales.

    Dentro de la idea del registro de los datos, destacamos el uso del diario de campo. Como el propio nombre lo indica, es-te diario es un instrumento al cual recurrimos en cualquier momento de la rutina de trabajo que estamos realizando. Es-te, en realidad, es un "amigo silencioso" que no puede ser su-bestimado en cuanto a su importancia. En l diariamente po-demos asentar nuestras percepciones, angustias, cuestiona-mientos e informaciones que no son obtenidas a travs de la utilizacin de otras tcnicas.

    El diario de campo es personal e intransferible. Sobre l el investigador se vuelca con el objeto de construir detalles que en su sumatoria van a agrupar los diferentes momentos de la investigacin. Requiere un uso sistemtico que se extiende desde el primer momento de la ida al campo hasta la fase fi-nal de la investigacin. Cuanto ms rico sea en anotaciones este diario, mayor ser la ayuda que ofrecer a la descripcin y al anlisis del objeto estudiado.

    El trabajo de campo, en sntesis, es fruto de un momento relacional y prctico: las inquietudes que nos llevan al desa-rrollo de una investigacin nacen en el universo de lo cotidia-no. Lo que atrae en la produccin del conocimiento es la exis-tencia de lo desconocido, es el sentido de la novedad y el en-cuentro con lo extrao. Esa produccin, a su vez, requiere su-cesivas aproximaciones en direccin a lo que se quiere cono-cer. Y el investigador, al empearse en generar conocimien-tos, no puede reducir la investigacin a la denuncia, ni susti-tuir los grupos estudiados en sus tareas poltico-sociales.

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS COMENTADAS

    CARDOSO R.C.L. "Aventuras de antroplogos em campo ou co-mo escapar das armadilhas do mtodo". In: Cardoso, R.C.L. A aventura antropolgica: teora e pesquisa. Ro de Janeiro, Paz e Terra, 1986, p. 95-105. El artculo presenta un anlisis crtico sobre la reciente

  • O rvio Cuuz Nk'I') 51

    produccin de las ciencias sociales, el cual, inspirado en la Antropologa, busca la valorizacin de las tcnicas del trabajo de campo. La preocupacin de la autora es el he-cho de que "si esta inspiracin antropolgica trae sangre nueva para la investigacin social, tambin trae nuevos temas para el debate y nuevos impasses metodolgicos".

    CHIZZOTTI, A. Pesquisa em ciencias humanas e sociais. Sao Paulo, Cortez, 1991. La obra abarca informaciones sistematizadas sobre di-versos aspectos de la investigacin. De forma sinttica y breve, el autor trata los principales interrogantes que fundamentan la prctica de la investigacin social. Re-saltamos la parte dos de su obra que aborda la estructu-racin de la investigacin cualitativa, as como la recolec-cin de datos correspondiente.

    CicOUREL, A. "Teora e mtodo em pesquisa de campo". In: Za-luar, A. (org.). Desvendando mscaras sociais. Ro de Ja-neiro, Francisco Alves, 1980, p. 87-121. Ms all del debate con "metodlogos" de la investigacin cuantitativa, el texto en cuestin aborda el universo de la recoleccin de datos cualitativos, presuponiendo "la exis-tencia de una comunidad entre el investigador y los suje-tos de su investigacin". Es sobre esa situacin social especfica - la investigacin de campo o la observacin participante - que trata el artculo.

    DEMO, P. Pesquisa: principio cientfico e educativo. Sao Paulo, Cortez/Autores Associados, 1991. El autor busca fundamentar una propuesta "de teora y prctica de la investigacin que sobrepase los muros de la academia y de la sofisticacin instrumental". Trata de la desmitificacin del concepto de investigacin, sealan-do sus mltiples horizontes y reforzando la investigacin como descubrimiento, creacin y dilogo. Segn el autor, "es necesario tener en mente la necesidad de construir caminos y no recetas que tienden a destruir el desafo de construccin".

  • 5 2 INVESTIGACIN SOCJAI.

    MINAYO, M.C. de S. "Fase de trabalho de campo". In: MINAYO, M.C.S. O desafio do conhecimento: pesquisa cualitativa em sade. Ro de Janeiro - Sao Paulo, ABRASCO -HUCITEC, 1992, p. 105-196. El captulo nos trae el estudio de la concepcin de campo, sealando la importancia de su conocimiento. Destaca las diferentes formas de entrevista y la observacin par-ticipante como componentes esenciales del trabajo de campo. La autora discute la palabra, como smbolo de co-municacin por excelencia, y la interaccin entre el in-vestigador y los actores sociales estudiados, como parte fundamental de la investigacin cualitativa.

    ZALUAR, A . " O antroplogo e os pobres: introdugo metodol-gica e afetiva". In: A mquina e a revolta. Sao Paulo, Bra-siliense, 1985. En esta introduccin, la autora describe su trayectoria metodolgica y afectiva en la realizacin de un aprendi-zaje sobre el modo de vida de las clases populares urba-nas en el conjunto habitacional "Ciudad de Dios", en Ro de Janeiro. Es un relato detallado sobre la experiencia de trabajo de campo que fundament su estudio.

  • CAPITULO IV El anlisis de datos en la investigacin cualitativa

    Romeu Gomes 5

    1. INTRODUCCION

    Cuando llegamos a la fase del anlisis de datos, pode-mos pensar que estamos al final de