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AABADOM JULIO-DICIEMBRE 2008 4 Resumen La historia del desarrollo bibliotecario nos demuestra cómo la cooperación, en alguna de sus manifestacio- nes, estuvo ligada al desarrollo de las bibliotecas desde siempre. Sin embargo, nunca como hoy pode- mos señalar de forma unánime que la cooperación es una de las herramientas básicas para la gestión adecuada de las bibliotecas públicas. Demostrar esta premisa será el objetivo de este trabajo y la metodología a seguir el análisis de la concepción de la cooperación utilizando para ello los documentos internacionales más relevantes y el estudio de las lí- neas de desarrollo de la planificación bibliotecaria. 1. Introducción Las grandes líneas de evolución de las bibliotecas pú- blicas durante el siglo XX nos revelan la propia evolu- ción del concepto de cooperación. Si tomamos como punto de partida los Manifiestos de la Biblioteca Pú- blica de la UNESCO desde 1949 hasta 1994 nos permi- ten observar la ampliación del concepto de cooperación desde una simple colaboración para compartir recur- sos materiales hasta la necesidad de la misma para crear sistemas y redes nacionales de bibliotecas públicas que estén inmersas en un plan estratégico de desarrollo. De esta forma puede decirse que la planificación de bi- bliotecas públicas también aparece ligada al concepto de cooperación, de hecho las diferentes fases que po- demos establecer en la misma en el último siglo hunde sus raíces en la necesidad de cooperar. Así la creación de planes nacionales de bibliotecas públicas primero para más tarde incluir todo tipo de bibliotecas y de cen- tros de información ha desembocado en la necesidad de articular sistemas y redes de bibliotecas públicas que ayuden a conformar un Sistema Nacional de Informa- ción eficaz que a su vez servirán para articular Siste- mas Internacionales de Información basados ni más ni menos que en la cooperación en el terreno internacio- nal para dar un servicio de información sin fronteras. Este análisis nos servirá para establecer una conclusión clara: la cooperación es una herramienta de planifica- ción bibliotecaria básica en la actualidad para conse- guir aprovechar los recursos existentes y hacer que nues- tras bibliotecas públicas superen los retos que la So- ciedad de la Información y el Conocimiento les plantea. 2. La cooperación y los Manifiestos de la UNESCO En el año 1949 se publica un documento clave en el desarrollo de las Bibliotecas Públicas, el Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública, que recoge la necesidad de cooperación entre las mismas. De esta forma define la biblioteca pública como una institu- ción democrática de enseñanza, con funciones educa- tivas que debe «coordinar sus esfuerzos con los de otros organismos de educación, de cultura y de acción so- cial: escuelas, universidades, museos, sindicatos obre- ros, clubes de estudios, grupos de educación de adul- tos, etc. Debe cooperar también con otras bibliotecas en lo que concierne al préstamo de publicaciones y con las asociaciones de bibliotecarios para asegurar el pro- greso de la Biblioteca Pública y de su personal. 1 En la misma línea se mantiene el Manifiesto de la UNESCO sobre la Biblioteca Pública de 1972, cuando define a esta como una institución democrática para la enseñanza, la cultura y la información y cuando establece que de- bería coordinar su labor con la de otras instituciones educativas, sociales y culturales, comprendidas escuelas, grupos de educación de adultos, grupos de activida- des recreativas e instituciones dedicadas a promocio- La cooperación bibliotecaria: una herramienta de planificación de bibliotecas públicas Susana Menéndez Seoane, profesora de la Diplomatura Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de A Coruña y Archivera de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao 1 Manifiesto de la UNESCO para la biblioteca pública 1949 [en línea] ‹http://www.fundaciongsr.es/documentos.frames.htm›, do- cumento pdf, pp. 1-2. [Consulta: 20/11/2007].

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Resumen

La historia del desarrollo bibliotecario nos demuestracómo la cooperación, en alguna de sus manifestacio-nes, estuvo ligada al desarrollo de las bibliotecasdesde siempre. Sin embargo, nunca como hoy pode-mos señalar de forma unánime que la cooperación esuna de las herramientas básicas para la gestión adecuadade las bibliotecas públicas.Demostrar esta premisa será el objetivo de este trabajoy la metodología a seguir el análisis de la concepciónde la cooperación utilizando para ello los documentosinternacionales más relevantes y el estudio de las lí-neas de desarrollo de la planificación bibliotecaria.

1. Introducción

Las grandes líneas de evolución de las bibliotecas pú-blicas durante el siglo XX nos revelan la propia evolu-ción del concepto de cooperación. Si tomamos comopunto de partida los Manifiestos de la Biblioteca Pú-blica de la UNESCO desde 1949 hasta 1994 nos permi-ten observar la ampliación del concepto de cooperacióndesde una simple colaboración para compartir recur-sos materiales hasta la necesidad de la misma para crearsistemas y redes nacionales de bibliotecas públicas queestén inmersas en un plan estratégico de desarrollo.De esta forma puede decirse que la planificación de bi-bliotecas públicas también aparece ligada al conceptode cooperación, de hecho las diferentes fases que po-demos establecer en la misma en el último siglo hundesus raíces en la necesidad de cooperar. Así la creaciónde planes nacionales de bibliotecas públicas primeropara más tarde incluir todo tipo de bibliotecas y de cen-tros de información ha desembocado en la necesidadde articular sistemas y redes de bibliotecas públicas queayuden a conformar un Sistema Nacional de Informa-ción eficaz que a su vez servirán para articular Siste-

mas Internacionales de Información basados ni más nimenos que en la cooperación en el terreno internacio-nal para dar un servicio de información sin fronteras.Este análisis nos servirá para establecer una conclusiónclara: la cooperación es una herramienta de planifica-ción bibliotecaria básica en la actualidad para conse-guir aprovechar los recursos existentes y hacer que nues-tras bibliotecas públicas superen los retos que la So-ciedad de la Información y el Conocimiento les plantea.

2. La cooperación y los Manifiestos de la UNESCO

En el año 1949 se publica un documento clave en eldesarrollo de las Bibliotecas Públicas, el Manifiestode la UNESCO sobre la biblioteca pública, que recoge lanecesidad de cooperación entre las mismas. De estaforma define la biblioteca pública como una institu-ción democrática de enseñanza, con funciones educa-tivas que debe «coordinar sus esfuerzos con los de otrosorganismos de educación, de cultura y de acción so-cial: escuelas, universidades, museos, sindicatos obre-ros, clubes de estudios, grupos de educación de adul-tos, etc. Debe cooperar también con otras bibliotecasen lo que concierne al préstamo de publicaciones y conlas asociaciones de bibliotecarios para asegurar el pro-greso de la Biblioteca Pública y de su personal.1

En la misma línea se mantiene el Manifiesto de la UNESCO

sobre la Biblioteca Pública de 1972, cuando define aesta como una institución democrática para la enseñanza,la cultura y la información y cuando establece que de-bería coordinar su labor con la de otras institucioneseducativas, sociales y culturales, comprendidas escuelas,grupos de educación de adultos, grupos de activida-des recreativas e instituciones dedicadas a promocio-

La cooperación bibliotecaria: unaherramienta de planificación debibliotecas públicasSusana Menéndez Seoane, profesora de la Diplomatura Biblioteconomía y Documentación de la Universidadde A Coruña y Archivera de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao

1 Manifiesto de la UNESCO para la biblioteca pública 1949 [enlínea] ‹http://www.fundaciongsr.es/documentos.frames.htm›, do-cumento pdf, pp. 1-2. [Consulta: 20/11/2007].

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nar las artes, 2 sin embargo da un paso más allá al ha-blar de la cooperación ya que la señala como algo in-dispensable para lograr un servicio eficaz con los re-cursos existentes; «cooperar entre sí para que la tota-lidad de los recursos nacionales pueda ser utilizadaplenamente y puesta al servicio de cualquier lector».3

El Manifiesto de la UNESCO sobre la Biblioteca Públicade 1994 por su parte supone un salto más tanto en laconcepción de la biblioteca pública como de la coo-peración, ya que estipula que esta es un centro localde información que facilita a sus usuarios todas las cla-ses de conocimiento e información4 y para lograr unacoordinación y colaboración nacional, la legislacióny los planes estratégicos han de definir y promover unared nacional de bibliotecas, basada en normas acepta-das de servicios. La red de bibliotecas públicas ha deser concebida en relación con las bibliotecas naciona-les, regionales, especiales y de investigación, así comocon las bibliotecas escolares y universitarias, e inter-locutores relevantes, por ejemplo, grupos de usuariosy demás profesionales a nivel local, regional, nacio-nal e internacional.5

Apesar de las diferencias y avances existentes entre elManifiesto de 1949 y el de 1994 puede decirse que lacaracterística general que define la cooperación de bi-bliotecas públicas es el uso común de recursos que tienecomo fin un mejor aprovechamiento de los mismos.

3. La cooperación: un elemento de planificación debibliotecas públicas

3.1. Década 50/década 70A pesar de la restrictiva definición que establece de lacooperación el Manifiesto de la UNESCO de 1949 la realidad lo superó con creces. Puede decirse que el de-sarrollo de las bibliotecas públicas ha supuesto una claraapuesta por la coordinación de las mismas, de hecholos primeros intentos de establecer una planificaciónbibliotecaria han estado siempre ligados a la coopera-ción entre las diversas instituciones que conforman elplan o sistema a desarrollar.La planificación abogó en principio por la creación deplanes nacionales de bibliotecas públicas, para cuyodesarrollo se necesitarían una legislación específica,

la formación adecuada del personal, y un plan de de-sarrollo y aprovechamiento de los recursos que im-plicaría en sí mismo la cooperación entre las bibliote-cas públicas que conformasen el sistema.Prueba de este planteamiento fue el seminario que en-tre el 27 de julio y el 21 de agosto del año 1953 la UNESCO

celebró en el Colegio Universitario de Ibadán en Ni-geria6 sobre el desarrollo de las bibliotecas públicasen África. Uno de los grupos de trabajo que se orga-nizaron en este seminario se ocupó precisamente de laorganización de los servicios de bibliotecas públicasen un plano regional o nacional, considerando temastales como la definición de biblioteca pública, la ne-cesidad de bibliotecas públicas en África y los problemasoperativos y prácticos que plantea su implantación, elrol de estas bibliotecas en los programas educativos yla formulación de planes a largo plazo para el desa-rrollo de bibliotecas públicas.Por supuesto que la planificación debía dar, como evo-lución lógica un paso más, esto es, la propia definiciónde la necesidad de crear no sistemas de bibliotecas pú-blicas o planes nacionales de bibliotecas públicas, sino sistemas de bibliotecas en los que entrasen a for-mar parte cualquier tipo de bibliotecas. Así en 1967 secelebró un congreso organizado también por UNESCO

que se ocuparía del desarrollo de planes nacionales debibliotecas en Asia.El informe final de este congreso lo realizó Evelyn J.A.Evans, experta de la UNESCO, en él que señala que : «Losconceptos de planificación económica y social no hanpenetrado aún en el campo de las bibliotecas, y nin-gún país asiático ha tratado aún de organizar un sis-tema nacional de bibliotecas en el que quedarían inte-grados los recursos y los servicios de todos los tiposde bibliotecas. La planificación no es necesariamentecontrol centralizado, sino más bien cooperación y coordinación de recursos y actividades que permita po-ner la eficacia del sistema entero al servicio de cual-quiera de las entidades que lo componen y de su pú-blico respectivo».7

Está clara cuál es la clave para E.J.A. Evans, la clavedel desarrollo de planes nacionales de bibliotecas, nimás ni menos que la cooperación. Esto no es novedoso,pero sí lo es la idea de la cooperación entre todo tipode bibliotecas y a todos los niveles, algo que estará

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2 Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública 1972. [en lí-nea] ‹http://www.fundaciongs.es/frames›. Documento pdf, p. 4 [Con-sulta: 20/11/2007].3 Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública 1972. [en lí-nea] ‹http://www.fundaciongs.es/frames›. Documento pdf, p. 1.[Consulta: 20/11/2007].4 Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública 1994. [en lí-nea] ‹http://www.fundaciongs.es/frames›. Documento pdf, p. 1.[Consulta: 20/11/2007].

5 Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública 1994. [en línea]‹http://www.fundaciongs.es/frames›. Documento pdf, p. 3. [Con-sulta: 20/11/2007].6 «UNESCO Seminar on the development of public libraries in Africa»:Boletín de la UNESCO para las bibliotecas, abril 1953, vol. VII, n.º 4, pp. 48-50.7 EVANS, Evelyn J.A. Reunión de expertos sobre planeamiento na-cional de servicios de biblioteca en Asia, Colombo, Ceilán, 11-19de diciembre de 1967. Boletín de la UNESCO para las bibliotecas,mayo-junio 1968, vol. XXII, n.º 3, pp. 122-127.

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abriendo las puertas a conceptos que triunfarán añosmás tarde:«Además de la comunicación de datos y dela cooperación entre bibliotecas dentro de un sistemanacional, debe organizarse también la comunicaciónde datos y la cooperación entre bibliotecas sobre unabase regional y sobre una base internacional.»8

El testigo de este planteamiento lo recogerá uno de losprincipales defensores y teóricos en estos años de laplanificación bibliotecaria, el bibliotecario argentinoCarlos Víctor Penna. Este establece dos fases para eldesarrollo de un plan, una normativa y otra funcional.«En la primera fase se establece una base doctrinal apartir de la cual se dictan los fines y objetivos que sequieren alcanzar. Los fines son la doctrina o ideologíageneral que rige todo el plan a aplicar y que se puededefinir por los fines mismos de las bibliotecas y la bi-bliotecología: el apoyo a la educación, la consecuciónde fuentes de información adecuadas, la cooperaciónnacional e internacional en el terreno de la informa-ción y la implantación de estos fines desde un puntode vista democrático que alcance a todos los habitan-tes de un país y del mundo por igual». Los objetivosson metas más precisas que deben adaptarse a las con-diciones de cada país y la fase funcional no es otra cosaque el desarrollo de estrategias que permitan la con-secución de esos fines y objetivos.9

El desarrollo de la planificación y con ello de la coo-peración dio un salto cualitativo cuando la UNESCO, pa-trocinadora de la mayoría de los congresos y jornadasen las que se trataba el tema de la planificación de sis-temas bibliotecarios, desarrolla la idea, en la reunióndel Comité Consultivo Internacional sobre documen-tación, bibliotecas y archivos en 1969 de crear un sis-tema internacional de información científica (UNISIST)que se cimentaría en la cooperación de los sistemas na-cionales de información, que, por lo tanto, deberían de-sarrollarse.Esto produjo que cada país deba plantearse el despe-gue de su sistema nacional de información entre otrosmotivos para preparar el terreno al objeto de conseguiruna cooperación internacional de la que se favorece-rán todos los países participantes. Así en 1974 se ce-lebró la Conferencia Intergubernamental sobre el pla-neamiento de las infraestructuras nacionales de docu-mentación, bibliotecas y archivos de la UNESCO, en laque se abordó cómo poner en marcha un Sistema Na-cional de Información (NATIS) de forma que la planifi-cación de los sistemas informativos va a constituir unacuestión de política nacional por sí misma.Como a toda cuestión de política nacional en los últi-mos años le afecta la interdependencia a nivel inter-nacional, ya que para solucionar la gran mayoría de

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8 EVANS, Evelyn J.A. Reunión de expertos sobre planeamiento na-cional de servicios de biblioteca en Asia… p. 126.

9PENNA, Carlos Víctor. «Planeamiento de servicios bibliotecarios». Bo-letín de la UNESCO para las bibliotecas, 1967, vol. XXI, n.º 2, pp. 84-85.

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los problemas que existen a nivel informativo se ne-cesita la cooperación con otros países. El fomento dela cooperación internacional en materia de informa-ción ha supuesto la creación de un nuevo concepto: Sis-tema Internacional de Información, que ha nacido dela creciente necesidad de un país de intercambiar in-formación con el resto del mundo; necesidad que seagrava cuando se trata de países pequeños o del tercermundo, pero que también está presente en los paísesmás desarrollados. De hecho la existencia de un sis-tema nacional de información fuerte prepara al país paracooperar en un sistema internacional. En este sentidoseñala P. Atherton:«Los sistemas nacionales eficientes suministran unabase sólida para la cooperación internacional. La in-terdependencia entre los sistemas nacionales e inter-nacionales requiere una completa coordinación encuanto a los aspectos técnicos y metodológicos del pla-neamiento de sistemas de información.»10

Se ha alcanzado, pues, el desarrollo del sistema de cooperación nacional e internacional del que hablabaEvelyn J.A. Evans en 1967.Podría servir como demostración de la importancia dela cooperación lo que en 1968 argumentaba J.C. Ha-rrison.«Hasta hace poco casi todas las bibliotecas eran orga-nizaciones pequeñas comparativamente simples en to-das las partes del mundo, lo que es cierto todavía en lamayoría de ellas. Sin embargo, no es cierto en el im-parablemente creciente número de bibliotecas nacio-nales, gubernamentales, universitarias y públicas, y, enninguna parte es más evidente la tendencia hacia unaorganización mayor y más compleja que en los Esta-dos Unidos. La razón de este desarrollo no se encuen-tra solamente en los efectos combinados del rápido in-cremento de los recursos y de la variedad de respon-sabilidades de instituciones individuales (la Bibliotecadel Congreso puede ser vista como un ejemplo obviode esto), sino también, y posiblemente más significa-tivo, en el desarrollo de los sistemas de bibliotecas, tantopúblicas como académicas.»11

La complicación de las estructuras de los centros deinformación y la importancia de esta como una herra-mienta de desarrollo fue el acicate para que en 1976la UNESCO desarrollase el Plan General de Informacióncomo coordinador de todas las actividades de este or-ganismo en esta materia. Así mismo el ya citado Ma-nual para sistemas y servicios de información de Pau-line Atherton publicado en 1978 establece que la ideadel mismo surgió, entre otras, de la necesidad básica

de promover la colaboración e interconexión nacional,regional e internacional de los sistemas y servicios in-formativos.

3.2. Década 80/actualidadEn las últimas tres décadas la necesidad de compartirrecursos, es decir de cooperar, y de poner en marchamejores y más rentables bibliotecas públicas se ha he-cho patente.Prueba de esta necesidad y de la importancia que ad-quieren las bibliotecas públicas como elemento queacerca la información a todos los ciudadanos por igualhan sido los diversos documentos elaborados por or-ganismos internacionales o en reuniones también decarácter supranacional y que han marcado la evoluciónde nuestras bibliotecas públicas.Sería imposible citar todos los documentos o reunio-nes en los que se ha tratado la cooperación de las bi-bliotecas públicas pero sí señalaremos aquellas de ca-rácter internacional que puedan considerarse de in-fluencia más general o aquellas que se hayandesarrollado en Latinoamérica puesto que guardan unarelación directa con nuestro país.

3.2.1. Declaración de Caracas 1985En 1985 la UNESCO convocó una reunión sobre el Es-tado Actual y Estrategias para el Desarrollo de las Bi-bliotecas Públicas en América Latina y el Caribe enla que participaron expertos de más de 30 países de lazona y expertos de organismos nacionales e interna-cionales.Esta reunión parte del supuesto de apoyo a los prin-cipios generales del Manifiesto de la UNESCO sobre laBiblioteca Pública y consideran necesario que se pre-cise sobre la base de ellos, el papel de la BibliotecaPública en los países de América Latina y el Caribe.En esta reunión se articula la que se conoce como De-claración de Caracas, en la que se señalan las premi-sas que se consideran básicas para el desarrollo de losservicios bibliotecarios en América Latina y el Caribe,y entre ellas varias en las que señala la importancia dela cooperación tanto a nivel técnico y económicocomo de herramienta de planificación de un sistemabibliotecario nacional.Así esta declaración establece que se considera básico«instrumentar los mecanismos de coordinación o lasunidades centralizadas que garanticen la normalización,el planeamiento global, el apoyo técnico y la interre-lación cooperativa de las diferentes unidades del sis-tema».

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10 ATHERTON, Pauline. Manual para sistemas y servicios de infor-mación. París: UNESCO, 1978, p. 42.

11 HARRISON, J.C. «Administration». En: KENT, A; LAUSONS, H.(ed.).Encyclopedia of library and information science. Nueva York: Mar-cel Dekker, 1968, p. 84.

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Los participantes de la Reunión Regional, después deanalizar el diagnóstico realizado sobre la situación delos servicios bibliotecarios públicos en América La-tina y el Caribe y acordado áreas de acción priorita-rias, encaminadas a jerarquizar el papel de la biblio-teca pública en el desarrollo, exhortan a los Estadosmiembros de la UNESCO a intensificar su colaboraciónpara: establecer y extender sistemas de bibliotecas pú-blicas, integrados a los Sistemas Nacionales de Infor-mación.Se le otorga, por tanto, a la cooperación el valor deuna herramienta necesaria para el desarrollo bi-bliotecario y la planificación de bibliotecas públi-cas.12

3.2.2. Pautas para bibliotecas públicas. IFLA 1986Las Pautas para bibliotecas públicas tratan de ser una«herramienta práctica para quienes se ocupan de ofre-cer servicios bibliotecarios», siempre bajo el intentode cumplir con los objetivos que establece el Mani-fiesto de la UNESCO para las bibliotecas públicas y quepodrían resumirse en la intención de que la bibliotecapública sea el medio principal de acceso a cualquiertipo de información e idea de la humanidad, debida-mente actualizada para cubrir cualquier tipo de nece-sidad de los ciudadanos.Claramente la herramienta para cumplir este objetivoes la cooperación: «El conjunto de información regis-trada y de otro material editado crece sin parar. La de-

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12 Declaración de Caracas sobre la biblioteca pública[en lí-nea]‹http://www.comfenalcoantioquia.com/Portals/2/pdf/legisla-cionlectura/Caracas.pdf› [consulta:04/12/2007].

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manda de acceso eficaz aumenta en todo el mundo ysu necesidad se hace más urgente: el rápido acceso ala información actualizada, está reconocido como laclave principal para el aumento de la prosperidad y dela calidad de vida. Ni una sola biblioteca puede espe-rar satisfacer todas las necesidades conocidas y po-tenciales de sus usuarios. Los sistemas de bibliotecas públicas, aunque estén or-ganizados como redes eficaces, no pueden satisfacer consus propios recursos todas las demandas de materialessuperespecializados que puedan surgir en una comuni-dad. Se satisfacen mejor mancomunando los recursosde muchas bibliotecas o por medio de colecciones na-cionales y especializadas. Los avances tecnológicos hanfacilitado la obtención de documentos e informacionesdesde lugares lejanos mediante fotocopiadoras, micro-formas, telecomunicaciones y ordenadores».13

Así estas pautas ordenan la cooperación alrededor dedos conceptos: el Sistema de Biblioteca Pública y laRed de bibliotecas públicas. El primero de ellos se de-fine como: conjunto de servicios y puntos de serviciode biblioteca pública administrados colectivamente, conpersonal y administración compartidos y con una do-tación de libros y de otros materiales mantenida en co-mún. Un servicio de biblioteca pública constituirá nor-malmente una sola unidad administrativa, pero dos omás unidades administrativas pueden estimar conve-niente cooperar juntas para proporcionar un solo sis-tema de biblioteca pública14.El Sistema de Biblioteca Pública como red se apoyaen la idea de que ningún punto de servicio debería es-tar solo: cada uno debe ser capaz de actuar como so-porte del sistema en su conjunto, así como dar accesoa todos los medios del sistema. Cada uno de ellos de-berá formar parte de una estructura jerárquica y depen-der de otros administrativamente superiores y por en-cima de todos ellos debería haber un sistema admi-nistrativo de la red.15

Pero proporcionar eficaz acceso universal a las publi-caciones y a la información puede resultar caro. El gradode éxito se verá afectado forzosamente por razones eco-nómicas. Sin embargo, importa alcanzar los máximosbeneficios en cada nivel de dotación: por medio de re-des eficaces dentro de cada sistema bibliotecario, pormedio de la cooperación interbibliotecaria y por me-dio de la dotación de servicios nacionales de apoyo.16

Para conseguirlo el camino sería la creación de redes de

bibliotecas. Los sistemas de bibliotecas públicas puedenbeneficiarse de la cooperación con otros sistemas debibliotecas públicas, pero pueden obtenerse grandesventajas de la creación de redes que comprendan bi-bliotecas universitarias, de escuelas universitarias y es-pecializadas en técnica e investigación, cuyos recur-sos es más probable que complementen y no que so-lapen los de las bibliotecas públicas.El objetivo principal de las redes cooperativas es pro-bablemente dar acceso a una gama más amplia de li-bros y otros materiales. Pero hay otros posibles bene-ficios, entre los que se cuentan la mancomunidad delpersonal experto y la participación en proyectos con-juntos, tales como publicaciones, catalogación infor-matizada y alojamiento de materiales.En las redes de bibliotecas se establece un tipo de cooperación, en la que cada institución mantiene com-pleta autonomía, puede ampliarse, a veces, a coordi-nación, en la que se toman decisiones de grupo en te-mas tales como la responsabilidad de compras concretaso el desarrollo de colecciones por materias. A veces,las bibliotecas participantes pueden tener necesidad dellegar a acuerdos económicos obligatorios para que lacoordinación por estos derroteros sea posible.Un sistema de biblioteca pública cubre generalmenteun área que contiene varias bibliotecas de otras clasesy otras agencias que ofrecen servicios de orientacióne información. Por esta razón, el bibliotecario de la bi-blioteca pública puede ser la persona más indicada parainiciar cualquier acción cooperativa.Aunque las redes cooperativas son más probables quese establezcan entre grupos de sistemas bibliotecariosvecinos, hay otras formas valiosas de crear redes quepueden establecerse con provecho entre sistemas másdistanciados que compartan problemas, objetivos oequipo similares. Las modernas técnicas del ordena-dor y de las telecomunicaciones superan cualquier ne-cesidad de proximidad geográfica.17

Claramente las pautas de la IFLA abogan por la coope-ración para lograr el acceso de los ciudadanos a todala información que necesitan.

3.2.3. Resolución del Parlamento Europeo sobre elpapel de las bibliotecas en la Sociedad Moderna.1998En esta resolución el Parlamento considera que se debede tener en cuenta de manera adecuada a las bibliote-cas en la estrategia de la Unión Europea para la socie-

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13 IFLA. Pautas para bibliotecas públicas. Madrid: Ministerio deCultura, 1988, p. 61.14 IFLA. Pautas para bibliotecas públicas. Madrid: Ministerio deCultura, 1988, p. 11.15 IFLA. Pautas para bibliotecas públicas. Madrid: Ministerio de Cul-tura, 1988, p. 57.

16 IFLA. Pautas para bibliotecas públicas. Madrid: Ministerio de Cul-tura, 1988, p. 61.17 IFLA. Pautas para bibliotecas públicas. Madrid: Ministerio de Cul-tura, 1988, p. 62.

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dad de la información, en sus planes y programas en ma-teria de política cultural, de contenidos, de educación yde información y para lograrlo pide a la Comisión, en-tre otras cosas, que se siga apoyando dentro de su V Programa Marco de investigación y desarrollo tec-nológico la creación de una red de las bibliotecas euro-peas, de modo que puedan seguir intensificando el in-tercambio de sus conocimientos profesionales en pro-yectos comunes y el establecimiento de conexionestécnicas.18

Se aboga por tanto por el impulso coordinado de lasbibliotecas públicas para desarrollar la Sociedad de laInformación.

3.2.4. PICBIP: Programa Iberoamericano de Coope-ración en materia de Bibliotecas Públicas 1998En el ámbito latinoamericano cabe destacar la reunióndel Foro de responsables de bibliotecas públicas de Ibe-roamérica en 1998 en el que, continuando la tradiciónde los congresos que desde los años 50 del siglo pasadoabogaban por la planificación de sistemas de bibliote-cas públicas que ayudasen al desarrollo de la región, in-cluye de forma prioritaria a las bibliotecas públicas enlos planes de desarrollo. Para lograr este avance se esta-blece como fin de esta conferencia el logro de mecanis-mos de cooperación en materia de bibliotecas públicasy se instaura como herramienta para ello el programa ibe-roamericano de Cooperación en materia de BibliotecasPúblicas bajo la coordinación del Centro Regional parael Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CER-LALC) y con el apoyo de un comité internacional del que,entre otros, forma parte nuestro país.19

La cooperación, en este caso, no es el único elementoimportante ligado a la introducción de la planificaciónde bibliotecas públicas como elemento de desarrollo,sino que este foro trató de lograr, y consiguió, convertiresta cuestión en una cuestión de política internacionalal conseguir el respaldo de la IX Cumbre de Jefes deEstado y de Gobierno celebrada en La Habana un añomás tarde.En este caso no estamos hablando de un documento sino de un programa de cooperación que pretende de-sarrollar las bibliotecas públicas en un área geográficadeterminada y para ello pone en marcha diferentes pro-yectos cooperativos.

3.2.5. Declaración de Copenhague 1999En octubre de 1999 tuvo lugar el congreso Algo paratodos: las bibliotecas públicas y la sociedad de la in-formación en Copenhague con el objeto de que los res-ponsables políticos y administrativos de toda Europaque allí se encontraron debatieran sobre los papeles clavede las bibliotecas públicas en el desarrollo socioeco-nómico, cultural y educativo de las sociedades en lasque se asientan.Fruto de sus reflexiones fue la Declaración de Co-penhague en la que se afirma la necesidad de crear unapolítica de información a escala europea, lo que suponesin duda, el desarrollo de la cooperación a una escalainternacional. Además entre las acciones que consideraque deben llevar a cabo los diferentes países señalanla necesidad de «crear una infraestructura de redes ade-cuada para apoyar el desarrollo de una política de in-formación nacional en la era de la información. La in-fraestructura de la red debería reunir a todas las enti-dades productoras de información, en especial las“instituciones de la memoria” tradicionales (bibliote-cas, museos y archivos), para fomentar el intercambiode información y la creación de recursos conjuntos. Lainfraestructura debería también fomentar la coopera-ción práctica entre bibliotecas públicas» y entre las ac-ciones que deberían llevar a cabo las bibliotecas pú-blicas se encuentra la necesidad de «trabajar para con-seguir una cooperación a largo plazo con otrasinstituciones de la memoria y con las relacionadas conla educación de la comunidad».20

El objetivo, crear una política de información en Eu-ropa, la novedad, la ampliación del término de coo-peración ya que se establece como una colaboracióncon todo tipo de instituciones de la memoria.

3.2.6. Pautas del Consejo de Europa y EBLIDA21 so-bre legislación y política bibliotecaria en Europa. 2000La idea de armonizar las diferentes legislaciones y po-líticas bibliotecarias de Europa supuso la redacción deestas pautas en las que se señala que las autoridades einstituciones deben «procurar el desarrollo de la in-fraestructura necesaria para promover la cooperaciónentre los diversos tipos de bibliotecas, teniendo en cuentasus tareas y misiones específicas en un marco generalde oferta de información a escala nacional».22

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18 PARLAMENTO EUROPEO. Resolución del Parlamento Europeo so-bre el papel de las bibliotecas en la sociedad moderna [en línea]‹http://www.fundaciongsr.es /documentos/manifiestos/resoce.htm›[consulta: 05/02/2008].19 Conclusiones del Encuentro Iberoamericano de responsables na-cionales de bibliotecas públicas. Cartagena de Indias, Colombia, 18-20 de noviembre de 1998. Métodos de Información, 1999, vol. 6,32-33, [en línea] ‹http://eprints.rclis.org/archive/00001645/01/1999-32-73.pdf› [consulta: 05/12/2007].

20 Declaración Copenhague [en línea] ‹http://travesia.mcu.es/do-cumentos/Copenhague.pdf› [consulta: 17/12/2007].21 European Bureau of Library Information and DocumentationAssociations.22 Pautas del Consejo de Europa y Eblida sobre legislación y po-lítica bibliotecaria en Europa [en línea]‹http://www.fundaciongsr.es/documentos /frames.htm›[consulta: 20/11/2007].

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Desarrolla una idea de cooperación con elementos clá-sicos pero aporta una novedad importante aunque di-fícil de poner en práctica: la necesidad de armonizarla normativa y las directrices europeas para lograr eldesarrollo de una infraestructura bibliotecaria general.

3.2.7. Manifiesto de Oeiras 2003En el año 2003 miembros de la red PULMAN (EuropeanNetwork of Excellence for Public Libraries Museumsand Archives) aprueban el Plan de acción de Oeiras enel que se insta a los políticos y profesionales a esta-blecer, en un plazo específico de tiempo, «estrategiasque utilicen y desarrollen los recursos y las infraes-tructuras de la red única de bibliotecas públicas, archivosy museos de Europa, para desarrollar todo su poten-cial social, cultural y económico» a «estudiar el esta-blecimiento de agencias interdisciplinares y coopera-ción interministerial para llevar a cabo una política coordinada dentro del sector del patrimonio cultural(bibliotecas públicas, museos y archivos)» y a «desa-rrollar una colaboración eficaz entre el sector del pa-trimonio cultural local y otros sectores económicos ysociales clave (por ejemplo educación, empleo, turismo,organizaciones comunitarias, etc.) para facilitar la re-organización de los servicios locales, así como su pro-visión y gestión rentable».Por lo tanto en este Manifiesto, entre otras medidas sedesarrolla una clara apuesta por la cooperación no sóloentre bibliotecas o entre instituciones culturales sinocon cualquier elemento de la sociedad que conviertaa las bibliotecas y a la información que distribuyen enun bien económico.23

De nuevo se retoma la idea de cooperación global queya se había desarrollado en la Declaración de Copenhague pero se matiza con un nuevo elementocomo es convertir a las bibliotecas y a sus productosen un bien económico.

4. Conclusiones

Si analizamos los diferentes documentos y programasque hemos reseñado en este estudio está claro que unade las herramientas básicas para la planificación efi-caz de las bibliotecas públicas y para que alcancen eltren de la sociedad de la información es la coopera-

ción, lo que ha supuesto que esta sea una premisa quese repite constantemente en cualquier declaración na-cional o internacional. La razón es obvia, ni más ni me-nos que la necesidad de rentabilizar los medios exis-tentes ya que las exigencias de la sociedad de la in-formación y el conocimiento son cada vez mayores.Así en 1999 en una conferencia sobre bibliotecas pú-blicas celebrada en Lisboa comienza a forjarse una redcooperativa europea que culmina en el año 2002 conel nacimiento del foro Naple que reúne a las autorida-des nacionales de bibliotecas públicas europeas con losobjetivos de servir de punto de información sobre lasbibliotecas públicas, de desarrollar programas de de-sarrollo, de identificar y poner en marcha áreas de cooperación y temas de investigación comunes a to-dos los países que conforman el foro y de promoverun desarrollo bibliotecario coherente en Europa.24

No ajeno a este proceso en España, en el año 2000 salea la luz el Plan de Impulso de las Bibliotecas PúblicasEspañolas, cuyo lema muy revelador es «las bibliote-cas públicas, puertas de entrada a una Sociedad de laInformación para todos» y cuyo fin último es lograr eldesarrollo de una política bibliotecaria de Estado dealcance nacional que desarrolle las bibliotecas públi-cas en un marco de cooperación que integre todos lossistemas bibliotecarios autonómicos.25

En la cumbre mundial de la sociedad de la información(CMSI) celebrada en Ginebra en el año 2003 se señalanlos cuatro principios, que según la UNESCO deben regirla sociedad de la información: libertad de expresión, edu-cación de calidad para todos, respeto a la diversidad cul-tural y lingüística y el acceso universal a la informacióny los conocimientos lo que vincula claramente el desa-rrollo de la sociedad de la información y las bibliotecaspúblicas. Estos mismos principios se respaldan en la cum-bre celebrada al año siguiente en Túnez.Para lograrlo, como ya hemos visto a lo largo de la ex-posición precedente, es necesaria la cooperación en todala extensión de la palabra, en un ámbito que carece defronteras, como la información y teniendo en cuentael valor económico alcanzado por la misma en nues-tra sociedad, pero a fin de cuentas su característica pri-mordial es la que ya se recogía en el Manifiesto de laUNESCO de 1949 «compartir recursos para conseguir sumejor aprovechamiento».

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23 Manifiesto de Oeiras. [en línea] ‹http://travesia.mcu.es/docu-mentos/Oeiras.pdf› [consulta: 20/12/2008].24 Foro naple. About. [en línea] ‹http://www.naple.info› [consulta:17/01/2008].

25 Plan de impulso de las bibliotecas públicas españolas [en lí-nea] ‹http://www.diba.es /biblioteques/documentspdf/Ministeri-Pla2000.pdf.› pp. 1-2.

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5. Bibliografía

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