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Analisis paleontológicos de núcleos obtenidos de yacimientos petroleros
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Análisis paleontológicos
La Paleontología es la ciencia que estudia los fósiles, seres antiguos cuyos restos se hallan en las rocas sedimentarias de la corteza terrestre. Su método se apoya en otras disciplinas científicas, pero especialmente en la Biología y en la Geología. De la primera, toma los conocimientos de anatomía, zoología, botánica, taxonomía, ecología y fisiología; de la última, la estratigrafía, la sedimentología, la geomorfología y la mineralogía.
Mediante la Estratigrafía, el paleontólogo reconoce las capas sedimentarias de la Tierra de acuerdo con los fósiles característicos que éstas contienen, y contribuye a datar los estratos de la corteza terrestre dentro de la columna geológica. Así es posible diferenciar las distintas capas de una secuencia sedimentaria por su contenido fósil.
La aplicación práctica de la estratigrafía es realizada por los geólogos, quienes estudian las capas que presentan fósiles característicos y las relacionan con estratos inferiores o superiores que almacenan hidrocarburos, gas natural, carbón y otros minerales susceptibles de explotación por su importancia industrial, como fosfatos y boratos, depósitos de sal fósil y de diatomita, así como mantos acuíferos y de oro y plata.
La industria petrolera recurre a la Micropaleontología (estudio de restos de organismos microscópicos) para obtener datos confiables que permitan hallar y perforar pozos. En este caso, los fósiles se usan como "indicadores" de ambientes de depósito y como dotadores de la edad de las rocas.
Los microfósiles más útiles son los foraminíferos, es decir, protozoarios planctónicos que incluyen a especies muy características de cada edad, llamadas, por su utilidad, fósiles- índice o fósiles-guía. Estos tienen una amplia distribución geográfica y una duración restringida; asimismo, deben contar con formas fácilmente reconocibles. Las edades de la Tierra pueden fecharse gracias a fósiles-guía.
Además de los foraminíferos, sustancias y organismos como polen, esporas, moluscos (amonites), artrópodos (trilobites), reptiles (dinosaurios) y mamíferos (caballos), entre otros, pueden ser útiles como fósiles-guía.
A fin de realizar cualquier comprobación estratigráfica los fósiles deben preservarse adecuadamente para que sirvan a eventuales estudios a la luz de nuevos avances científicos
