APORTES PARA EL DISERO DE LA POETICA DE RAUL GONZALEZ TUÑON, A LA LUZ DE LA

TEORIA DE "LAS DOS VANGUARDIAS"

Glorio Vide/o de Rivera

Me propongo en el presente trabajo contribuir a In descripción e interpretación de la poética de Raúl González Tuñón, confrontándola con las teorías literarias soviéticas sobre el vanguardismo. Me centraré para ello en el importante testimonio dado por el autor en su colec­ción de ensayos Lo literoturo resplondeciente 0976)1, ~~· .Jondt ~~~Jus u~MJt ui:,lu•tv~ ángulo~ el fenómeno literario. Hay en este libro una óptica de madurez, que, si bien no presenta grandes fisuras con los textos que configuran su :_:>oética en etapas más tempranas2, busca superar en una síntesis concepciones de la poesía parciales, cuando no reduccionistas.

Si bien podemos extraer definiciones de su credo estético en su obra poética v en reportajes, particularmen­te en el realizado por Boracio Salas 3, es -sir~ duda- Lo l!teroturc; resp/ondeóente el testimonio más completo de sus ideas y sentires sobre !a ¡:;oesíe.. La reflexión y la polémica literaria son el hilo conductor que da coheren­cia y organicidad a una coiección de ensayos aparentemen­te heterogéneos (crónicas e imágenes de diversos momentos literarios y de autores muy dispares, pertenecientes a Ja Iiterat;,¡ra &rgentina o a la universaJ, frecuentados

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personalmente o por amorosas lecturas). Si bien en la introducción al libro y en notas varias

se rreocupa por explicitar su conocimiento sobre los puntos de vista de las teorías estéticas marxistas4• tiene con respecto a ellos una a.ctitud selP.ctiva y argumenta ~ontra lo que llama ''la ceguera sectaria de izquierda", aludiendo así, según se desprende de toda la argurr.entación posterior, al arte basado P.n consignas y exclusiones.

A partir de dos datos biográficos: la pertenencia de G.Tuñón al movimiento martinfierrista en la década del 20 y su cornprometida adhesión al comunismo soviético, mi hipótesis de 1¡·abajo ~s que -para unacabal compresión de esta po~tica- es nE'cesario leer en1 re líneas Ja confron­taciór. entre dos t~ndencias existentes en las teorías literarias ~oviéticas con resp€c:1 o a la valoración del vanguardismo artistir.o. Mi objetivo eP P.S1 e aná~;sís no es el diseño total d€ una poética~ sin(l de aquellos aspectos de la misma que atenen al esquema dicotór.tico de "las dos var:guardias".

Lo teorío de "los dos vonguordios". Creo indispensa­ble aludir brevemente a la valoración que hacen del vanguardismo artístico las teorías estéticas soviéticas, qüe influyen en Hispanoamérica.

La palabra "vanguardia" se asocia en Rusia más co!l lo polÍtir.o que con lo literario. A partir de 1894 Lenin elahora su teoríe del ps.rtiáo boleheviquc, er:cs!'g-ado de la toma r€volucionaria del poder. El partido comunista será. la \'anguardia C€ ls. clage obrera, un grupo consciente1

expresión de esa clase, encargado de llevaria e ia victcria. V&rios ¡.>eriÓd'cos co:nunistas llevan pcr ello este nomore: Lü vonguordiG. Paralelamente, se va conformandc una . eor:a estétic& que asigne cbjetivos sociales a la 1¡1 e•·at,Jra: BeJir:ski5 ~¡ 811-J !'48}. Cl'lel'nichevski (j 828-1 S8g), To!stoi li882-194~) ~· Plejar.ov 0857-15~8/, constituyen &lguros de sus esll:·t:ones, corr.plejizacos p~ ios aportes df' varios grupos o asodlicioncs de escritores proletarios quE. se con~tituyer., ror Jos ai'\os de le Revolución, en derensa d€ los objetivos t>r-Jpagandísticos, socializat:te~ y rf'\'olu~!o-

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narios del arte 5. Este corpus doctrinal -no exento de polémicas

internas- desembocará en el "realismo socialista", método literario oficial desde 1934. Dentro de estas teorías, la valoración del vanguardismo literario no es unívoca. Por una parte, la adhesión ferviente a la Revolución de algunos vanguardistas, como Esenin, Maiakouski y los integrantes del grupo LEF, liderado por este Último, plantea dificultades y contradicciones en el interior de una reflexión estética que exalta el realismo como método idóneo para la propaganda literaria. No es improba­ble que los suicidios de Esenin y Maiakovski, en 1925 y 1930 respectivamente, estuvieran al menos parcialmente condicionados por las críticas a su adhesión al vanguardis­mo literario, realizadas por grupos, funcionarios y líderes culturales y políticos, con anterioridad a la decisión de Stalin de reivindicar póstumamente a Maiakovski, en 1935.

Estas polémicas en torno a la funcionalidad o no funcionalidad revolucionaria y política del vanguardismo literario se proyectan también en Europa (Breton, por ejemplo, adhiere al marxismo pero tiene dificultades con la política cultural soviética.) En Hispanoamérica podemos reconocer la vigencia de ambas posturas. Por una parte, es frecuente la contraposición irreconciliable entre vanguardia literaria y vanguardia polÍtica, sustenta­da, por ejemplo, por los boedistas argentinos y su saga. Para ellos, las manifestaciones artísticas podrían esquema­tizarse según su valor o antivalor para el cambio social;

Arte "utilitario" Realismo literario

Contenidismo Objetivismo artístico Compromiso Arte proletario Arte al servicio de la re­volución socialista

Arte por el arte Experimentalismo van­guardista Formalismo Subjetivismo artístico Escapismo Arte burgúes Arte al servicio del li­beralismo y del capita­lismo

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Todas las notas de la segunda columna se asocian con el arte vanguardista, que merece críticas y condenas por su "frivolidad", "elitismo" y "gratuidad". Sin embargo, son varios y muy destacados los escritores marxistas que reconocen en la vanguardia artística un instrumento para la negación revolucionaria de la cultura burguesa, entre ellos el peruano José Carlos Mariátegui, el argentino Raúl Gonzáles Tuñón y, -por lo general- escritores marxis­tas que simpatizan el el futurismo ruso o con el surrealis­mo.

Raúl Gonzó/ez Tuñón y "lo dos vanguardias•. Raúl González Tuñón (1905-197 4), vinculado con el Partido Comunista, conocedor de las teorías artísticas marxistas, da testimonio desde diversos ángulos, el vital y el concep­tual, de la fusión posible entre ''las dos vanguardias", la poética y la política.

En "Crónica de Florida y Boedo (Informe de un actor y testigo)"6, evoca aquella experiencia autobiográfi­ca, la de sus días martinfierristas y destaca la Índole vital e inconformista de este movimiento, así como su amplitud: "Y éste fue [un movimiento] sin fórmulas, con horizontes, sin dogmas, con empuje, sin teorías, con intención, como si se hubiera adoptado la premisa vital de Goethe: "Gris es toda teoría, sólo el árbol de la vida es verde y alegre"7. Recuerda que la mayor parte de sus integrantes se pronunciaron polÍticamente apoyando la candidatura de lrigoyen "considerada progresista"s, con lo cual refuta tácitamente el slogan que define a los martinfierristas como "progresistas en arte, reacciona­rios en política"9.

Si bien se refiere "a las dos trincheras" y reconoce la existencia de dos grupos o movimientos ("Florida", identificado con la vanguardia artística y "Boedo" con la literatura de intención social) sostiene que no estaban tan alejados como se ha creído y recuerda con simpatía la propuesta humorística de Artoro Cancela de fundir a los presuntos bandos bajo el denominador común de FLOREDO 10• Todo el artículo de González Tuñón es

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un interesante testimonio de aquel período y de su cálido sentimiento de pertenencia a "Florida"ll, si bien afirma haber contado con muy buenos amigos en "Boedo"12. El poeta une así, por su experiencia y por su ideología, los "espacios" de Florida y Boedo, en forma vital. Su poesía en esta década, aunque tenga algún rasgo de preocu­pación social, no es aún revolucinaria, no es aún un "mauser de palabras" o una "rosa blindada" o ''luna con gatillo" o "canciones del frente" o "hinmos de pólvora". La expre­sión litería vanguardista sí se pondrá en ferviente servicio de la temática socio-política en 1 la creación posterior, valga como ejemplo la alianza entre combatividad izquier­dista y avanzada estética. presente en la revista Contro, por él dirigida en 193313, o los libros vinculados con la guerra civil española. Esta alianza no será, sin embargo, exclusiva y excluyente de otros temas y formas 14.

Pero aquí nos interesa su reflexión poética, su teoría de la poesía que, al conciliar su adhesión a las vanguardias literarias con su ideología polÍtica, lo inscribe en la línea de Maiakovski y del. LEF en Rusia y de los surrealistas en Francia y zonas de fnfluencia.

En Literoturo resplondenciente, González Tuñón da pruebas de conocer muy bien la problemafica que se plantea a la polÍtica cultural soviética con respecto a la vanguardia.

En su artículo "Crónica de Maiakovsky y otros poetas vinculados a la Revolución Rusa", en el que expresa su admiración por el futurista ruso, está ya haciendo una opción por aquel que "fue rechazado por el sombrío León Trotzki y exaltado por Stalin". Refiriéndose a la postura de Lenin a este respecto, dice: "El genial jefe de la Revolución formuló algunos juicios contrarios a los impaciente y apasionados escritores y artistas de la vanguardia de entonces, desconociendo la calidad de revulsivo -por lo menos- de esas tendencias modernas que se enfrentaban a los seguidores de recetas transitadas, de fórmulas conformistas. De sobrevivir, el maestro hubiera revisado algunas de esas criticas, no lo dudamos" 15.

En otro capítulo: "Crónica de César Vallejo", vuelve sobre el tema, recuerda una discusión con el poeta

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peruano: "Vallejo hizo una ardiente defensa de Trotzki. Discutí con bastante calor con él, recordándole, entre otras cosas, la defensa que Stalin hizo de Maiakoviski enfrentando a los sectarios"l6. AllÍ alude además al cerrado dogmatismo de Zdhanov en cuanto al sutil complejo de arte y literatura, a las intrigas de Beria y a la decisión final de Stalin, exaltando a Maiakovski.

Recordemos además que el poeta argentino rinde su homenaje al ruso en el prólogo a La rosa blindada (1935) en donde transcribiÓ estas palabras del historiador de la literatura soviética Benjamín Goriely: "En sus poemas [Maiakovski] demostró que hay épocas( ••• ) en que es necesa­rio tratar de llegar a todos los hombres y aclararles el profundo sentido de los acontecimientos históricos que ellos viven". González TufiÓn no duda de la función que cumple esta poesía al servicio de la revolución

Esta opción por una figura y un estilo debatido en el seno de la política cultural rusa, sirve de estímulo a la reflexión literaria del poeta. En todas sus afirmaciones y negaciones hay un tácito debate pero, curiosamente, no parecen ser sus oponentes las poéticas no marxistas sino algunos postulados del "realismo socialista", guía para la creación y la crítica literarias soviéticas. Tratare­mos de ordenar y agrupar en items algunas reflexiones de Tuñón relacionadas con nuestro tema.

La experimentación vanguardista y el realismo literario.Formalismo y contenidismo. En un párrafo ante­riormente citado, Gonzáles Tui'ión destaca la función revolucionaria que puede tener la experimentación van­guardista. Fundamenta esta afirmación en la experiencia histórica rusa: muchos epígonos de la poesía clásica y academicista emigraron después de la Revolución de Octubre; "los futuristas, los cubistas, los suprematistas se quedaron ( ••• ) odiaban la sociedad burguesa y veían en la revolución una salida"17. Opina, además, coincidiendo con Palrniro Togliatti, que es salBdable descubrir o ir al encuentro de nuevas visiones, de nuevos elementos. Hay razones que aconsejan no poner frenos a la indagación

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Y ala creación:"... determinada búsqueda formal aunque momentáneamente se manifieste estéril o negativa y como tal puede ser denunciada, podrá aparecer mañana como una etapa que fue necesario atravesar para llegar a nuevas y más profundas formas de expresión, ¡ por lo tanto, a un progreso de toda la creación artística" 1 .

En cambio descalifica a "los sectarios'' que exigían a Maiakovski lo que ellos entendían por revolucionario: una poesía epidérmica, de simple propaganda en su realismo directo, o aferrada a preceptivas tradicionales congeladas.

Algunos ejemplares de esta postura -dice- sobreviven como Kamenev; también -agrega- "tenemos epígonos criollos" 19.

Con respecto al reproche de "formalismo" hecho con frecuencia por críticos marxistas a las vanguardias poéticas. afirma que "la crítica de los excesos formalistas ocasionales ••• no alcanza a los que siempre se preocuparon po una mayor y más lúcida consustanciación de fondo y forma"20. Este es, precisamente, el caso del · mismo Tuñón. En refutación a afirmaciones de Roger Pla, quien hablando de la literatura con tema social incluye a Gonzá­lez Tuñón en esa tendencia y lo define como "más preocupa­do porel contenido", el poeta refuta: "Siempre nos procupa­ron forma y fondo por igual", y señala la presencia de notas sociales en El violín del dioblo, su libro de la época martinfierrista, notas que se definen con mayor fuerza en la obra posterior, siempre con bÚsqueda expresiva y formal (p. 23). Afirma finalmente, confrontando tácita­mente sus expresiones con los modelos del realismo socia­lista: "Creemos que aún las más directas se oponen al simplismo revolucionario, a esa poesía realista muy ceñida a métricas tradicionales estrictas y al margen del versoli­brismo y el juego metafórico funcional". (p. 27).

En otra parte se pregunta si es cierta la reiterada afirmación de que a los de Florida les interesaba más la forma que el con1 enido, como a los d(~l grupo de Boedo les interesaba el contenido más que la forma. Esto H

discutible, responde, y en algun~ casos se armonizó "en el hallazgo de una fórmula consustancial, sin<• entonces, andando el tiempo"21 •

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Defensa de la metáfora: En réplica a un artículo que satiriza a los "novisensibles" y a su experimentación con la metáfora, G. Tuñón hace la defensa de esta forma expresiva: "Y no hay que subestimar la metáfora ( ••• ). Es preciso recordar que la imagen es una base principal del poema, y hoy la eluden ciertos prosipoetas que, éstos sí, escapan a la realidad: no dicen nada"22. De paso -y tácitamente- refuta la acusación de "elitismo" hecha a los vanguardistas que privilegian la metáfora: "Ya se sabe que la metáfora es una remota creación del pueblo; hombres del pueblo fueron los primeros que hablaron en sentido figurado •.• "23. Advierte, no obstante que "del talento del creador" depende la eficacia de su uso: " ••• no se trata de abrumar con metáforas, hasta el barroquismo; hay un problema funcional, de equilibrio, de síntesis expresiva". Del valor que él atribuye a las imágenes en la lÍrica, surge un nuevo argumento para defender el martinfierrismo: "Por tales razones su rescate fue uno de los aciertos de esa heterogénea promoción, mal llamada capilla literaria". Y concluye: las experiencias de los grupos literarios" no deben subestimarse, como hacen sectarios de derecha o izquierda", entre estos Últimos Carlos A. Brocato, autor del artículo que refuta24.

Lo cosmopolita y lo nocional. González Tuñón sigue refutando varios lugares comunes de la crítica influida por Jas premisas del realismo socialista en su adaptación criolla. N o es exacto -dice- que "sólo los mucha­chos de Boedo pujaban por una literatura que no estuviera rtjcna a los problemas nacionales'· 25. Ya en páginas anterio­res había hablado del criollismo del grupo2( Es cierto c;u la pasión por las realidades nacionales se daba en argentinos cosmopolitas y abiertos a lecturas de extran­jeros. Descubrir a Villon y a Walt Whitman, afirma, "era y es absolutamente necesario ( .. .). Una seria cultura supone conocer a muchos más, de todas partes, no única­mente a los valores nacionales" 27.

Objeta así G. Tuñón falsas generalizaciones de la crítica boedista y postboedista, con sustento en la polémica iniciada por Roberto Mariani en su "Martín Fierro y yo", particularmente en el apartado final "0

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extranjeros, o argentinos" 28. González Tuftón, como Mariátegui, no ve incompatibilidad entre el americanismo y el cosmopolitismo cultural.

Individualismo-compromiso social. Con respecto a esta dicotomía, presentada como irreconociliable por el "realismo socialista", afirma citando a Erenburg: "Lo social y lo individual deben entrelazarse íntimamente en el corazón del poeta"29. Y en otra parte dice: " .•. un poema refleja casi siempre estados de ánimo, hay un terreno inalienable en la conciencia del poeta y todas las formas son válidas para el auténtico creador"3o, defendiendo así, no sólo la motivación creadora individual, sino también la libertad poética con respecto a preceptivas.

Finalmente, y a mucha distancia temporal de la época martinfierrista, dice pensar ahora corno entonces: "Decididamente comprometido con la época en que vivo, mas no a la manera sectaria, cerrada; recibiendo ocasiona­les sugerencias del contorno social, del país y del mundo, respondo también al compromiso con mi propia imaginación, con mi oficio. Una voluntad, en fin, siempre al servicio de la conciencia libre"31.

Claridad y hermetismo, realismo y {ontasía. G. Tuñón se define también con respecto a estos tópicos marxistas, que solicitan a la literatura un ineludible realismo crítico, cuyos ·"principios estéticos-ideológicos se deben a la demanda social de reflejar objetivamente la realidad y poner al descubierto las injusticias y contra­dicciones en la sociedad explotadora"32 o un realismo socialista que "requiere analizar a fondo los procesos de la realidad social a través del prisma del ideal comunista ( ••• ) exhortando a cada miembro de la sociedad a participar activamente en la transformación revolucionaria de la realidad"33. Esta literatura debe ser, según sus teóricos, clara e inteligible para que pueda llegar a lectores de todos los niveles culturales. Gonzáles Tuñón opina que "no hay poesía oscura o clara, hay poesía, si rnplemente

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trte"34. No acepta tampoco el realismo obligatorio: 'a veces el poeta se fuga [de la realidad] para recrearla, inventarla, y esto está muy bien cuando logra el poema"35.

Supera la dicotomía arte puro, arte por el arte y arte de propaganda, optando sencillamente por el arte, "que cuando es auténtico no es ni ha sido jamás evasión, sino reflejo, y aún invención"36. Propugna un realismo que considere los matices infinitos de la realidad, que no desdeñe la fantasía creadora 37, lo que él llama "realis­mo romántico"38. En su teoría y en su obra coexisten el poeta social y el poeta lÍrico; él mismo dijo: "en mí coexisten las dos constantes que existen en mi obra y en mi vida: la poesía como diálogo del hombre con su tiempo y como aventura total del espíritu, cotinúan confi­gurando nuestra actitud, al margen de todo sectarismc"39.

En síntesis, con respecto al tema central que nos ocupa, González Tuñón, si bien habla en Lo literoturo resplandeciente de "las dos trincheras" (Florida y Boedo, la vanguardia artística y la vanguardia social), las funde, las interrelaciona en una síntesis que es -ante todo- vital. En efecto, su iniciación literaria juvenil se hace en Florida y srJ opción política es marcada por la Rusia soviética. Del doble discurso que es dable observar en las teorías y en la prHctica estética rusa, Tuñón opta por aquella que es más afín con su biografía personal y artística, la que ve en la poesía vanguardista del Maiakovski un par·etdigma revolucionario, la que adhire al surrealismo mín cuando Breton rompiera con Ja ortodoxia soviética. S~:dvo algún muy ocasional acto de distanciamiento40, Tuñón no abjururá Llt! su vanguardismo de la década del 20, el del movimiento literario y vital martinfierrista y el d0l su!'realizante libro Lo col/e del agujero en lo medio (1929). En sus libros de mayor contenido social, como los vinculados con la guerra civil española, expresará su propósito de ser "un poeta revolucionario" (prólogo n Lo roso blindado, 1936) pero por esa época también escribirá blues y dará origen a algunos de los caprichos de Juancito Caminador, según él mismo testimonia41.

González Tuñón sintetizará vanguardia política marxista y vanguardia política poética en !JHI'te de su

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creación y fundamentará con la reflexión teórica de su madurez sus opciones vitales y estilísticas. En Última instancia, hay en su poética madura una afirmación de la libertad creadora.

El interés mayor de su testimonio consiste en que es revelador de una debate con respecto al vanguardis­mo literario que se desarrolló en el seno mismo del mar­xismo y que ocasionó incoherencias y contradicciones, no sólo en el interior de la Unión Soviética, sino en todo el radio de su influencia cultural, incluida Hispanoamérica. El hecho de que estas reflexiones de G. Tuñón sean poste­riores a la época de mayor dogmatismo y conflicto, no le restan valor. La argumentación desde el bagaje intelec­tual de su madurez, le da una perspectiva que permite clarificación y balance.

CONICET Universidad Nacional de Cuyo

1 Buenos Aires, Boedo-Sibalda, 1976, 238 p. (En adelante .!!J!). La publicación es póstuma.

2 Numerosos poemas y ensayos, como "Por la calle, en constante exaltación lírica", "La luna con gatillo", "Camarada Tu~6n, el prólogo a La rosa blindada o la "Entrada a este libro", en La luna con gatillo ••.

3 Horacio SALAS. Conversaciones con Raúl González Tuñón. Buenos Aires, La Bastilla, 1975, 183 p.

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4 G.Tui'ión "La literatura resplandeciente", en LLR, pp. 9-10. Allf dice que asistió a los congresos internacionales de intelec­tuales en París (1935). Valencia y París (1937) y Taschkent (1958) y menciona a Freville y Benjamfn Goriely, entre otros.

5 Algunos de estos grupos fueron el Proletkult {Proletarskaya Kultura); el Smithy (Kuznitza), el Octubre {Oktyabr), la Asocia­ción de Escritores Proletarios de toda Rusia (VAPP), el Frente Izquierdo de las Artes (LEF). entre otros. Sobre este tema, cf. Hennan ERMOLAEV. Soviet 1 i terary theories: 1917-1934. The­.9,enesis of socialist real1sm, Berkeley and los ~ngeles. Oniversity of Callfornia Press, 196~; D.W. FOKKEMA y Elrud IBSCH . "Teorías marxistas de la literatura", en Teorías de la literatura del si_glo XX, Madrid, Cátedra, 19B4; Eftore lO GATIO. La hteratura ruso-soviética, Buenos Aires, Losada, 1968, entre otra vasta líibl iograf1a.

6 En LLR, pp. 15-37.

7 _llli .• p. 20.

8 l.!?.L<!. • p • 21.

9 En otra parte dice: "Y aseguro que la mayor parte de los que entonces alborotábamos el mundillo literario y artístico, no éramos reaccionarios políticamente". (~ •• p. 17).

10 !bid •• p. 27.

11 "Se llamó Florida a nuestro movimiento ••. " (.!!.:!.& •• p. 23; el subrayado es nuestro).

12 CF. !bid., p. 24. G. Tui'ión define este período martinfierrista como prevTO a su "militancia activa", pero ya tenfa ideas de iz qu i e rda, absorbidas en su hogar.

13 Su contenido ha sido analizado por Beatriz SARLO en "La re vo luc ión como fundamento". Una modernidad oeriféri ca: Buenos Aires 1920-1930. Buenos Aires, Edi~1ones Nueva V1s1on, 1988, p¡l.121-153.

14 C:n "Cam1rada Tuñón" afirma: ucanté en todos los tonos. usé todos los ritmos" (en la antología Diálolo de un hombre con su tiempo, Buenos Aires, Hoy en la Cultura.~65).

15 ill·. p. 96.

16 ill·. p. 64

17 "Crónica de Maiakovski. •• ", LLR,p 9ft.

lB Palmiro TOGLIATTI, cit. por R. GONZALEZ TUÑON . "Crónica de Florida •• . "• ill• p. 11":""

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19 •crónica de Maiakovski ••• • , LLR,

20 "Crónica de Florida •••

21 ..!!ili!·· p. 18.

22~. p. 21.

23 .l!>Jj!_ •• p. 36.

24 ..!.!lli!·. p. 36.

25 l!ili!.· • p. 35.

26 Cf. ~·· p. 26

27 l.!ú.!!.·. p. 35.

11 • .lli.· p.

p. 99.

36 •

28 Roberto MARIANI. "Martín Fierro y yo", en Martín Fierro, Buenos Aires, 4 jul. 1924.

29 "Crónica de Florida •.• ", ill• p. 37.

30 "Crónica de Maiakovski ••• ", ill• p. 92.

31 "Crónica de Florida .•• ", ill• p. 37.

32 A. ZIZ. Fundamentos de la estética marxista, Moscú, Ráduga, 1987. p. 228.

33 .l!>Jj!_.

34 "Crónica de Maiakovski •.• ", ..!J:B.., p. 93.

35 "Crónica de Florida • • . ", ill·, p. 36.

36 "La literatura resplandeciente", ill·, p. 10.

37 "Los DeQuei'los burgueses temen a la oolítica y los zurdos huyen de 1 a adorable fantasía", di ce en "Oél cuaderno de apuntes de Juancito Caminador",!!&·· p. 142.

38 Cf. "Del cuaderno de apuntes de Juan cito Caminador", ill·, pp. 150-151.

39 En: H. SALAS. Op. cit., p. 96.

40 Este tuvo lugar en el momento de ma1or presión dogmática del realismo socialista y antes de la pol1tica definición "pro­Ha i akovski" de Sta 1 in, que atribuyó a 1 poeta ruso "1 a paternidad" del realismo socialista. En "Crónica de Boedo ..• ", LLR. 1 p. 18, G. Tui'lón se retracta de lo afinnado porél en er-¡)rologo

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a El otro lado de la estrella (Buenos Aires-Montevideo, Sociedad Amigos del libro Rioplatense, 1934) con respecto a la presunta ausencia de inquietud social de los martinfierristas: •vo mismo 1 o afirmé más tarde con cierta 11 gereza sectarf a".

41 Horacio SALAS. Op.cit., p. 96.

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