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Arquitectura y cultura Al. Daniel Enrique Díaz Palma Arq. Ruth Gabriela Chávez Ordaz Arquitectura Románica Universidad autónoma de nuevo león

Arquitectura y Cultura romanica

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documento ya sintetizado a cerca de la arquitectura romanica, basado en los libros, entender la arquitectura de leland m. roth e historia del arte de jose manuel lozano fuentes

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Page 1: Arquitectura y Cultura romanica

Arquitectura y cultura

Al. Daniel Enrique Díaz PalmaArq. Ruth Gabriela Chávez Ordaz

Arquitectura Románica

Universidad autónoma de nuevo león

Facultad de Arquitectura1er semestre

Matricula. 1792210Grupo. 004

Bibiografia

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Historia del arte, Jose Manuel lozano, grupo editorial patriaEntender la arquitectura, Leland M Roth, editorial Gustavo gili

Historia del arte

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“Escultura” La escultura del románico se destaca por su linealismo especialmente visible en los perfiles

y dibujos de carácter lineal efectuados sobre la piedra por el artista sin atender en demasía a la anatomía, esto queda enmarcado en la idea de que la escultura románica se basa y origina en las iluminaciones de los códices, y dibujos de objetos pertenecientes a las artes suntuarias, realizados en marfiles, esmaltes y metales.

La escultura se acomoda al marco arquitectónico dominando todo el espacio disponible, se produce lo que se ha dado en llamar, el horror al vacío o "horror vacui".

En

su ornamentación descubrimos que el sutil encanto figurativo de la escultura románica, no siempre es imitación de la forma natural, y hallamos que su consecuencia es la bella suma de su estética atrayente, de la naturaleza y de la geometría.

La escultura en el románico se convierte en la expresión más importante frente al naturalismo clásico ahora la figura humana se espiritualiza y se pierde interés en lo anatómico y el ropaje cubre completamente el cuerpo.

También encontramos la escultura románica aplicada en las arquivoltas y capiteles.

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En los capiteles es de importancia la decoración escultórica.

También se narran historias de índole religioso basado en el Antiguo y Nuevo Testamento y en la vida de los Santos.

El naturalismo de la última etapa del románico comienza a abrirle paso al gótico.La figura de la Virgen María es representada sentada con el Niño también sentado sobre sus piernas y bendiciendo, ambos derechos y de frente, en otras ocasiones puede sostener un libro o el mundo con la otra mano.

“Pintura” En la pintura románica, se mantiene la actitud

anti naturalista, predominante en el período prerrománico, y la perspectiva no existe. Tomada como decorativa el pintor crea su obra como un componente del edificio, en estas pinturas el dibujo y los colores planos se yuxtaponen, originando intensos contrastes cromáticos.

La atención se centra en la figura animada, el fondo es elementalmente liso.

Las figuras se realizan con líneas muy gruesas, negras o de color rojo oscuro, recalcando así su valor decorativo, que exalta de esa forma lo plano del colorido. En este convencionalismo, no falta un sistema de modelado conciso y también convencional de origen bizantino.

El sombreado se efectúa a través de líneas paralelas y el modelado de los rostros a base de manchas rojas redondas en mejillas, frente y barba.

La finalidad de la pintura románica no es solo ser decorativa sino que el sentido del dibujo y color asiste a ese deseo de expresión estática fuerte y penetrante.

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Las creaciones románicas se basan, en la Biblia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento y en los relatos evangélicos, canónicos como apócrifos.

La temática que destaca en el románico es primordialmente cristológica.

Cristo es mostrado primeramente en majestad.

Durante el románico y por medio de su arte se amplía la tradición de culto a las reliquias de los santos y la devoción a su memoria aquí es cuando destacan los apóstoles y mártires de la Iglesia primitiva que también se transformaran en patronos locales.

LA PINTURA MONUMENTAL:

La pintura románica no haya prolongación con la de los siglos anteriores, además nace un nuevo genero la vidriera.Técnica empleada en el románico:Durante el románico serán tres los procedimientos que se destacaran, la pintura a fresco, el a secco, que utilizaba un aglutinante sobre un fondo oscuro y seco preparado primeramente, y otro método intermedio.Estilísticamente nos encontramos con un linealismo o predominio del dibujo que ciñe las formas sin inquietarse por sugerir sus volúmenes nos encontramos entonces ante, un planismo que no intenta figurar el espacio real sino una sumisión al marco, vivido como en la escultura con criterios de máxima densidad figurativa, y ciertos recursos como detalles expresivos; una atención del ritmo, a una manera más intuitiva que racionalizada; y un objetivismo que casi puede permitir a cada artífice la expresión de un sentimiento propio. Lo que para nosotros podrían ser inexactitudes, producto de la impericia, cobra sentido y alcanza finalidad, al entenderse que la "voluntad artística" de aquellos artistas no era la duplicación de las formas naturales, sino su libre empleo de forma simbolizante y expresiva a un fin determinado.

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Similares estándares comparten las pinturas murales con la realizada sobre tablas, también efectuada por los mismos artífices que pintan los muros. La pintura sobre tabla es una práctica sedentaria y principalmente monacal del mismo modo que la miniatura sobre el escritorio del monje. El frontal o antependio suele aplicarse a los muebles de uso litúrgico como la mesa de altar decorando su frente y costados. El frontal dará origen evolutivamente al retablo, que se ubica detrás y por encima del altar aunque todavía en el románico se distingue por sus pequeñas dimensiones y es muy poco frecuente. En su iconografía destaca el Pantocrátor dentro de mandorla y los apóstoles en filas que se superponen, también la Virgen y los Santos.

La pintura románica en tabla, se realiza con una primera capa de yeso e incluye a los frontales, baldaquinos y pequeños retablos. Los baldaquinos en la forma tradicional de cimborrio o templete y

tablero oblicuamente dispuesto sobre una viga, son poquísimos, y lo mismo ocurre con los retablos, que no se debieron de empezar a emplearse hasta una fecha más tardía.

La pintura románica en tabla se limita prácticamente a los frontales que decoran el frente de la mesa del altar. Como reflejo del estilo de la gran pintura mural, encontramos los frontales del Salvador y los Apóstoles, del Museo de Barcelona, provenientes de la región de Urgel (Frontal del Altar de la Seo de Urgel o de los Apóstoles procede de una Iglesia perteneciente al obispado de Urgel, Museu d'Art Nacional de Catalunya MNAC, Barcelona, España)

De rasgos mucho más definidos es el grupo de frontales que se caracteriza por la complicación de los plegados de sus ropajes, en los que se multiplican rizos y espirales, llegando incluso a dibujar flores muy esquematizadas. Obras, al parecer, de fecha bastante tardía, los ejemplos más representativos son el de la Virgen y el de Santa Margarita, del Museo de Vich (ver en galería de imágenes). Los dos consagran la parte central á la Virgen.De época también tardía, como lo atestiguan la dedicación a la Virgen y, sobre todo, el transformarse la mandorla en un cuadrilóbulo, e incluso el desaparecer, son los frontales de Llusá.

Al siglo XIII pertenece, por último, una serie en la que la pintura por el deseo de emular la riqueza de los frontales metálicos, se reduce a los personajes, que quedan perfilados por el fondo de yeso dorado en relieve y decorado con temas geométricos o vegetales muy esquematizados.

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La almendra mística suele sustituirse por un arco lobulado sobre columnillas, y también, como en los anteriores, es la Virgen, y sobre todo santos, quienes presiden el frontal. La mayor parte de estos frontales proceden de la región de Lérida y el más importante es el de San Martín, firmado por el pintor Juan.

Entender la arquitectura

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ARQUITECTURA ROMANICA“MONASTERIOS MEDIEVALES”

Aparte de las construcciones militares y las instalaciones residenciales vinculadas a ellas,la mayor parte de la actividad constructora durante la alta edad media estuvo relacionada con los edificios religiosos.

A los monasterios llegaban hombres y mujeres para ponerse al servicio de Dios. La actividad diaria de los monjes ,sujetos a los votos de obediencia, pobreza y castidad, se repartía entre la serie de rezos estipulada por la Regla, el estudio y copia de manuscritos, y los trabajos manuales.

Llegaron a ser lugares de refugio contra la inseguridad del mundo exterior y también receptarios de las donaciones, en tierras y edificios, procedentes de los señores locales, en busca de la absolución de sus pecados o de garantizarse la consecución del Cielo en la otra vida. De esta forma, los monasterios se fueron convirtiendo paulatinamente en los centros políticos, culturales y agrícolas de las regiones que quedaban bajo su influencia.

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San Martín del Canigó

Monasterio de Saint-Gall

Monasterio de Cluny

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Iglesias románicas En la misma medida que las condiciones políticas se estabilizaban ligeramente a lo largo

de los primeros años del segundo milenio, comenzó a florecer la actividad edilicia, especialmente en la construcción de iglesias.

Saint-Michael de Hildesheim

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Santa María de Ripoll

Iglesias de peregrinación Si bien la construcción de muchos edificios religiosos medievales se pagaba parcialmente

por medio de los diezmos recaudados a los campesinos y hombres libres, los dos primeros siglos del nuevo milenio se caracterizaron también por la piedad, el fervor religioso y el repunte de las contribuciones para los edificios religiosos, en especial tras la puesta en práctica de la reforma cluniyacense.

Las gentes de la edad media, fuesen mujeres de campesinos, clérigos, caballeros, princesas u obispos, estaban mucho más pendientes del más allá que las de los siglos siguientes. Para ellos, la idea de una vida de condenación eterna en el infierno, o de perpetua dicha en el cielo, era demasiado real como para ser tomada a broma.

Sainte-Foi, Conques

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En Francia, a lo largo de los siglos XI y XII, las iglesias y monasterios fundaron una verdadera red de paradas para los peregrinos que se dirigían a los Pirineos, ubicadas siempre en los puntos de confluencia donde las

rutas de peregrinación convergían en una principal que conducía hasta la iglesia de Santiago el Mayor, en Compostela.

La peregrinación, por sí misma, era casi tan importante como la propia visita a las iglesias.

El interés creciente por las reliquias, unido a la relativa seguridad de los caminos propiciada por la reconquista del norte de la península, animó a muchos fieles de todo Occidente a emprender su gran sueño: la peregrinación a Compostela. Pues allí es donde se había descubierto, en el siglo IX, la más venerada de las reliquias, los restos del apóstol Santiago; no se trataba ya meramente de un mártir local, sino de uno de los doce apóstoles que habían conocido personalmente a Cristo.

Saint-Sernin, Toulouse

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Santiago de Compostela

Saint-Philibert, Tournus

Iglesias románicas en Italia

El estilo románico también se empleó en Italia. Sin embargo, aquí no son tan frecuentes las soluciones abovedadas, ni siquiera en conjuntos tan grandes como el magnífico complejo catedralicio de Pisa, cuya catedral se construyó en 1063-1272, a raíz de la decisiva batalla de Palermo, en la que las naves pisanas y genovesas derrotaron a las sarracenas de Sicilia.

La pervivencia de la tradición clásica en Italia Central queda perfectamente ilustrada en la pequeña iglesia abacial de San Miniato al Monte, construida en la falda de una colina a las afueras de Florencia,

Una arquitectura del refugio

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Para los europeos del mundo occidental del siglo V, la era subsiguiente a la caída del Imperio Romano debió parecerles algo así como el fin del mundo.

La civilización romana se había evaporado y era como volver a empezar; en consecuencia, la arquitectura resultante de aquellos tiempos de incertidumbre había de ser capaz de resistir las periódicas luchas por el poder y también las violentas embestidas procedentes del norte y del este.

La arquitectura románica, basada en el puro poder de la masa para resistir y contrarrestar los tremendos

empujes laterales de las gruesas bóvedas de cañón de su nave central, fue incapaz de abrir sus interiores a la luz, ni aún con las innovaciones introducidas en Durham. En la nueva fase que ahora iniciaba la arquitectura

medieval, la presencia de la luz, el símbolo de la Gracia Divina, se convertiría en el símbolo preeminente.

La iglesia debía llegar a ser transparente; en el mismo momento en que lo consiguiera, dejaría de ser románica para devenir gótica.