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ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA: CONTROL Y SEGUIMIENTO DEL MOVIMIENTO DE TIERRAS EN LA CALLE ANCHA Nº 8 DE ÚBEDA (JAÉN). Cristóbal Pérez Bareas Francisco Torres Torres Los depósitos arqueológicos registrados en la parcela presentan una secuencia ocupacional comprendida entre el siglo XIII y la actualidad. Los periodos históricos comprendidos en esta secuencia corresponden a las Edades Medieval, Moderna y Contemporánea. En estos periodos podemos discriminar varias fases estratigráficas y constructivas. Es destacable el uso funerario de este espacio extramuros en época islámica, constituyendo la Maqbara de Úbeda. Esta fase viene definida por las trece sepulturas documentadas que constituyen los niveles de ocupación más antiguos registrados en el solar. The archaeological deposits recorded in the plot are a occupational sequence between the XIII century and the present. The historical periods covered in this sequence correspond to ages medieval, modern and contemporary. In these sessions we can discriminate several stratigraphic phases and constructive. It is remarkable the use of this space funeral walls in Islamic period, constituting the Maqbara of Úbeda. This phase is defined by the thirteen graves documented that constitute the occupancy levels more old registered on the site. LOCALIZACIÓN, DESCRIPCIÓN DEL SOLAR Y DELIMITACIÓN DEL ÁREA DE INTERVENCIÓN. Solar situado en la calle Ancha nº 8 de Úbeda (Finca de Úbeda Nº 7933 y Referencia catastral: 7472610VH77S0001AF) en los límites de la zona del casco histórico de Úbeda. La propiedad de esta parcela corresponde a D. MARTÍN ARANDA GARCÍA que es el promotor del proyecto de reforma de la vivienda y el que ha sufragado los gastos de la actividad arqueológica. El solar ocupado por la edificación actual tiene forma regular rectangular y cuenta con el frente perfectamente definido a la vía pública y sus dimensiones y límites laterales están sujetos a las medianeras existentes con las edificaciones colindantes. La superficie total del solar ocupado por la edificación actual es de 257,56 m 2 . El frente por su fachada es de 9,83 m. y el fondo máximo es de 25,44 m., que se corresponde con su lateral izquierdo. Al tratarse de una obra de reforma de vivienda preexistente no se producirá un destierro generalizado, ya que la afección del subsuelo por las obras previstas se restringe a espacios concretos, correspondientes al área destinada a piscina, al foso para la instalación del ascensor y a las cimentaciones y solerías.

Calle Ancha nº 8 Úbeda, Jaén - Actividad Arqueológica

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Informe sobre la 'ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA: CONTROL Y SEGUIMIENTO DEL MOVIMIENTO DE TIERRAS EN LA CALLE ANCHA Nº 8 DE ÚBEDA (JAÉN)'. Autores: Cristóbal Pérez Bareas, Francisco Torres Torres.

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ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA: CONTROL Y SEGUIMIENTO DEL MOVIMIENTO DE TIERRAS EN LA CALLE ANCHA Nº 8 DE ÚBEDA (JAÉN). Cristóbal Pérez Bareas Francisco Torres Torres Los depósitos arqueológicos registrados en la parcela presentan una secuencia ocupacional comprendida entre el siglo XIII y la actualidad. Los periodos históricos comprendidos en esta secuencia corresponden a las Edades Medieval, Moderna y Contemporánea. En estos periodos podemos discriminar varias fases estratigráficas y constructivas. Es destacable el uso funerario de este espacio extramuros en época islámica, constituyendo la Maqbara de Úbeda. Esta fase viene definida por las trece sepulturas documentadas que constituyen los niveles de ocupación más antiguos registrados en el solar. The archaeological deposits recorded in the plot are a occupational sequence between the XIII century and the present. The historical periods covered in this sequence correspond to ages medieval, modern and contemporary. In these sessions we can discriminate several stratigraphic phases and constructive. It is remarkable the use of this space funeral walls in Islamic period, constituting the Maqbara of Úbeda. This phase is defined by the thirteen graves documented that constitute the occupancy levels more old registered on the site. LOCALIZACIÓN, DESCRIPCIÓN DEL SOLAR Y DELIMITACIÓN DEL ÁREA DE INTERVENCIÓN. Solar situado en la calle Ancha nº 8 de Úbeda (Finca de Úbeda Nº 7933 y Referencia catastral: 7472610VH77S0001AF) en los límites de la zona del casco histórico de Úbeda. La propiedad de esta parcela corresponde a D. MARTÍN ARANDA GARCÍA que es el promotor del proyecto de reforma de la vivienda y el que ha sufragado los gastos de la actividad arqueológica. El solar ocupado por la edificación actual tiene forma regular rectangular y cuenta con el frente perfectamente definido a la vía pública y sus dimensiones y límites laterales están sujetos a las medianeras existentes con las edificaciones colindantes. La superficie total del solar ocupado por la edificación actual es de 257,56 m2. El frente por su fachada es de 9,83 m. y el fondo máximo es de 25,44 m., que se corresponde con su lateral izquierdo. Al tratarse de una obra de reforma de vivienda preexistente no se producirá un destierro generalizado, ya que la afección del subsuelo por las obras previstas se restringe a espacios concretos, correspondientes al área destinada a piscina, al foso para la instalación del ascensor y a las cimentaciones y solerías.

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Fig., 1. Localización de la parcela. EVALUACIÓN DEL POTENCIAL ARQUEOLÓGICO. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA. El solar objeto de la intervención arqueológica se sitúa al exterior del recinto amurallado medieval, pero muy cercano al mismo. Esta zona coincide con la expansión urbana que se inicia durante la etapa bajomedieval y que culminó con la conformación de nuevos barrios extramuros durante la Época Moderna entre los que se encuentra el barrio de San Isidoro, en el que se sitúa el solar objeto de intervención. La Carta Arqueológica de Úbeda define este espacio como Zona C en la que se incluyen edificaciones renacentistas, muchas de ellas encubiertas y reutilizadas hasta la actualidad. Las recientes y cercanas excavaciones realizadas en la Plaza de Santa Clara nº 2 y 3 (Torres Torres F. y otros, 2010), han aportado una secuencia intramuros en la que se registra una ocupación calcolítica y bajoimperial definida por fosas de tendencia circular excavadas en el subsuelo, entre las que cabe resaltar una estructura de enterramiento prehistórica. Desde la etapa almohade se registra una ocupación continuada prácticamente hasta nuestros días. A la zona residencial de viviendas almohades y cristianas se superponen los palacios renacentistas y del siglo XVIII de los Chirinos Narváez y del Conde de Gavia respectivamente, hasta que tras el abandono de estos grandes edificios palaciegos, se instala el cuartel del la Guardia Civil en la primera mitad del siglo XX.

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Esta secuencia histórica tiene lugar al interior del recinto amurallado, por lo que la actividad desarrollada en el solar objeto de la intervención, cercana pero extramuros, ha permitido contrastar la secuencia y la intensidad de la ocupación en dos espacios separados por el sistema de fortificación de la ciudad.

Fig., 2. Situación del solar respecto al sistema de fortificación medieval y moderno.

DESARROLLO METODOLÓGICO DE LA INTERVENCIÓN Y SISTEMA DE REGISTRO. El sistema de registro utilizado mantiene las pautas del elaborado por el Grupo de Investigación 5.001 de la Junta de Andalucía, denominado Grupo de Estudios de la Prehistoria Reciente de Andalucía (G.E.P.R.A.N.). Este sistema contiene un formulario compuesto por una serie de fichas que permiten el inventariado y documentación de los distintos elementos y materiales objeto de intervención y el registro de las unidades estratigráficas identificadas durante el desarrollo de los trabajos que permitirán establecer la seriación temporal de los niveles de ocupación existentes. La metodología de excavación de los depósitos se ha adaptado al planteamiento y a los objetivos de la intervención arqueológica, anteriormente referidos. En este sentido, ha estado en función de los factores y características que directa o indirectamente han generado la formación de los depósitos arqueológicos excavados. Como criterios de diferenciación entre las estructuras constructivas y sus rellenos arqueológicos se ha atendido a las diferencias morfológicas, tipológicas, estratigráficas y funcionales que pudieran existir entre ellas. La lectura de la secuencia ocupacional ha sido el resultado de la correlación de los depósitos del subsuelo con los restos emergentes formados

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por las viviendas contemporáneas demolidas. Esta indagación ha determinado la secuencia diacrónica de la ocupación de este espacio hasta la actualidad. Para la contextualización histórica de la zona nos hemos servido de algunos de los estudios generales referidos a la evolución histórica y urbanística de la ciudad así como de los resultados de las intervenciones arqueológicas desarrolladas en el ámbito circundante. En base a la caracterización contextual de los complejos o estructuras arqueológicas identificadas, la obtención de los registros de los rellenos sedimentarios se ha planteado bajo criterios metodológicos microespaciales, ya que desde estos se asegura un mayor grado de precisión en la obtención de los datos que contiene el registro arqueológico. Aunque la metodología pueda ser similar, al tener por objeto la obtención de secuencias estratigráficas, lógicamente la excavación diferirá atendiendo no sólo a las características específicas de cada estructura o de cada complejo estructural, sino en función de sus características contextuales (morfología, naturaleza de sus rellenos, aspectos funcionales, etc.). El planteamiento del sistema de excavación ha dependido en líneas generales de las siguientes pautas de registro y excavación:

- Identificación, tipología y estratigrafía de las estructuras de las documentadas en el subsuelo a partir de la excavación.

- La ubicación tridimensional de artefactos y ecofactos en

aquellas US que constituyan suelos de ocupación o contextos en los que se constate una deposición intencionada del registro arqueológico.

- Recogida sistemática previamente programada de muestras

sedimentológicas, palinológicas y antracológicas por unidades sedimentarias como y por unidades mínimas de excavación.

- Recogida de muestreos de enlucidos y revestimientos de los

alzados de los paramentos y de los suelos.

- Elaboración de la secuencia estratigráfica general a partir de la correlación entre las unidades sedimentarias y las estructuras

PLANTEAMIENTO DE LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA. La intervención arqueológica efectuada en el ámbito espacial del solar se ha definido a partir de la previsión de las remociones del subsuelo contempladas en el proyecto de obra. Este proyecto consiste en la reforma y adecuación de la vivienda preexistente, lo que implicaría remociones o alteraciones puntuales del subsuelo, y en consecuencia de los posibles niveles arqueológicos existentes en las siguientes áreas específicas del solar:

1. Área destinada a la construcción de piscina, localizada en el fondo del solar dentro del espacio de patio. Identificada como Sondeo 1, la

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superficie excavada destinada a piscina ocupa una extensión de 31,5 m2.

2. Área destinada a la ubicación del ascensor localizada en el portal de

entrada de la vivienda. Este espacio ha sido identificado como Sondeo 2 y ocupa una superficie de unos 3 m2.

3. Área destinada a la construcción de los cimientos del porche previsto

en el área de acceso al patio. Este espacio de forma irregular se ha adaptado a la estructura de cimentación prevista y ocupa una superficie de 6,35 m2.

En conjunto, la superficie total excavada ha sido de unos 40 m2. La excavación de los depósitos existentes en estas zonas estaba dirigida a la obtención de los registros necesarios para efectuar el análisis estratigráfico completo de las correlaciones entre los niveles sedimentarios y de las estructuras constructivas que pudiesen existir, permitiendo establecer la naturaleza de los depósitos y la secuencia de la ocupación. De acuerdo con el planteamiento establecido en el Proyecto de Intervención Arqueológica, la localización de depósitos arqueológicos bajo el pavimento de cemento existente en el área de patio ha determinado que a nivel metodológico se haya desechado la utilización de medios mecánicos desde el inicio de los trabajos, llevándose a cabo la excavación de todos los depósitos existentes de forma manual. La cota cero de altura relativa se encuentra 1,64 metros sobre el centro de la calle frente a puerta de acceso al inmueble. LOS DEPÓSITOS ARQUEOLÓGICOS. LAS ESTRUCTURAS Y SUS RELLENOS SEDIMENTARIOS. El área de intervención se encuentra situada extramuros, unos 60 metros hacia el oeste del recinto amurallado de la ciudad. La secuencia de la ocupación correspondiente a los diferentes periodos históricos registrados se ha identificado en la zona de patio situada en el fondo del solar y en el portal de entrada de la crujía delantera de la vivienda. Estos depósitos se adscriben a las épocas Medieval, Moderna y Contemporánea. El uso residencial del inmueble original se ha mantenido hasta hoy. Las edificaciones relacionadas con el inmueble en las etapas renacentista y contemporánea en relación con su utilización diacrónica como vivienda, han seccionado los depósitos medievales definidos por varias estructuras funerarias que determinan la existencia de un cementerio en este mismo espacio. Las actuales medianerías se realizaron sobre las construcciones y niveles de sedimentación precedentes. En la zona del patio a partir de los sondeos 1 y 3 se han registrado contextos funerarios que corresponden a 13 sepulturas que fueron excavadas en el subsuelo, alcanzando el sustrato geológico natural. Las marcas sobre la

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roca permiten apuntar que fueron construidas con picos. Las estructuras de enterramiento tienen forma alargada de tendencia rectangular, estrechándose hacia los pies. Sus extremos presentan signos diferenciadores, ya que sus cabeceras son redondeadas, mientras que hacia sus pies son más rectangulares. La orientación de estas tumbas hacia el Noreste oscila entre los 30º del CEF-9 y los 45º del CEF-5. Su nivel de arrasamiento no ha permitido documentar su sistema de cubrición, ni tampoco cualquier otro elemento indicativo de su localización, aunque la completa ausencia de losas y otros materiales constructivos permite inferir que fueron fosas simples cubiertas con tierra. El relleno sedimentario de estas tumbas presenta unas características comunes, ya que se trata de una tierra natural muy homogénea, de tonalidad rojiza, con pequeñas inclusiones de cal y sin restos orgánicos. Sus características apuntan a que habría sufrido pocas alteraciones antes de ser retirada para excavar la fosa y volver a rellenar la tumba. Sólo uno de estos complejos funerarios (CEF-9) ha sido definido en toda su longitud, que alcanza los 1,80 cm. En ninguno de los casos la anchura de estas sepulturas supera los 40 cm. No se registran estructuras de pequeñas dimensiones relacionadas con enterramientos infantiles.

Lám., 1. Sondeo 1. Vista general.

Estos contextos funerarios no presentan un buen estado de conservación ya que en todos los casos han sufrido fuertes alteraciones, generadas por la superposición constructiva de ocupaciones posteriores. En unos casos han sido las edificaciones más recientes las que han seccionado las sepulturas (CC.EE.FF., 1, 2, 3, 4, 5, 6, 11 y 13), mientras que en otros, las alteraciones postdeposicionales de las inhumaciones son consecuencia de remociones del

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terreno que responden a conductas vinculadas con los diferentes usos que ha tenido este espacio hasta nuestros días (CC.EE.FF., 6, 7, 8, 9 y 10). En algunas de estas sepulturas el nivel de destrucción o alteración es tan intenso que no conservan restos óseos (CC.EE.FF., 3, 5 y 13) o su presencia es testimonial (CC.EE.FF., 2 y 4). La conexión anatómica de los restos se ha constatado parcialmente en los Complejos Funerarios 1, 6, 7, 8, 9, 10 y 11. No se ha registrado ningún tipo de ajuar. La forma de enterramiento del difunto ha permitido su adscripción cultural, que responde al rito islámico, ya que en las tumbas mejor conservadas (CC.EE.FF., 9 y 11) se registra claramente su deposición decúbito lateral derecho. En otras sepulturas registradas parcialmente o peor conservadas y que sólo conservan una parte de sus extremidades inferiores en conexión anatómica, se constata la misma disposición lateral (CC.EE.FF., 1, 7 y 8). La reducida anchura de las fosas también señala la acomodación de costado de los inhumados.

Lám., 2. Sondeo 1. CEF-9.

En los dos casos en los que la conservación del cráneo permite determinar su orientación (CC.EE.FF., 9 y 11), la cara apunta hacia el sureste, dirigida hacia la qibla.

Lám., 3. Sondeo 3. CEF-11.

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En el sustrato geológico se excavaron otras estructuras en momentos posteriores al uso del espacio como necrópolis, algunas de ellas seccionan a las estructuras de enterramiento. La tipología de estas fosas permite establecer una diferenciación entre ellas que sería el reflejo de su distinta funcionalidad. En el sondeo 1 se constatan un grupo de pequeñas fosas rectangulares con una distribución bastante regular y a una distancia entre 1 y 1,5 m. (E.E., 14, 15, 16 y 17). Tienen la misma orientación SW-NE y sus dimensiones se definen por una longitud que oscila entre los 30 y 50 cm. y una anchura de unos 15 cm. En el sondeo 2, bajo las losas del portal de entrada de la vivienda (E-3) se han registrado estructuras de mismo tipo (E.E. 4, 5 y 6) que podrían haber tenido la misma función. Sus características permitirían avalar su interpretación como huellas de la plantación de algún tipo de cultivo como podría ser el caso de la vid, cuyas cepas pueden partir de la plantación de los sarmientos. La forma rectangular de estas estructuras se acomodaría a los sarmientos. En el sondeo 1 se localizan otra serie de fosas de mayores dimensiones excavadas en el sustrato geológico que responderían a otro tipo de funciones. En la zona oriental se registra de forma parcial una estructura de tendencia rectangular excavada en la base de arenisca, con un alzado de algo más de 1 m., (E-11A) en cuyo fondo se dispone otra pequeña fosa circular (E-11B) de unos 25 cm. de alzado, que pudo haber servido de asiento a una posible tinaja. Estas evidencias nos permiten plantear su relación con el espacio semisubterráneo de almacenamiento de una “cantina”, que en el momento de su construcción seccionó dos de las estructuras de enterramiento islámicas (CEF-5 y 6). El abandono de esta construcción se establece a partir de la presencia de un nivel de relleno de escombro bastante heterogéneo, que integra piedras de mediano tamaño y restos constructivos de tejas y ladrillos en una matriz de tierra suelta de tonos variados. También contiene restos de arena relacionada con el soporte geológico de arenisca y arcillas (UEN-5). En la zona suroeste se localiza otra fosa de características similares en cuanto a su alzado y a la naturaleza de su relleno (E-13), si bien en este caso su forma es de tendencia oval y no existen claras evidencias para precisar un uso concreto. Su construcción supuso la destrucción casi completa de otra de las sepulturas (CEF-13). La presencia en su fondo de restos de cenizas y de fauna podría apuntar a su uso como vertedero de desechos domésticos. Se encuentra colmatada por un grueso nivel de escombros compuesto por piedras de mediano tamaño y restos de materiales de construcción (tejas, ladrillos y yesos) y tierra de tonalidad marrón clara con restos de cal y arena (UEN-6). Este nivel deposicional se conformaría tras el abandono de la estructura. Como en la E-11, los materiales cerámicos asociados son de Época Moderna y entre las formas más comunes están presentes fragmentos vidriados

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de ollas, platos, cuencos y cazuelas y restos de jarras y cántaros pintados con óxido de hierro y manganeso. Las Estructuras 14 y 15 corresponden a otras dos fosas de tendencia oval excavadas en el sustrato geológico. Sus reducidas dimensiones y su alzado de unos 20 cm., permiten descartar su uso como vertederos. No presentan contextos materiales asociados que permitan precisar su función ni su cronología, aunque sobre todo en el caso de la E-14, podría estar relacionada con la plantación de algún tipo de árbol en época Moderna, en un espacio utilizado en esos momentos como patio o corral de la vivienda renacentista. En el extremo norte del sondeo se han identificado los restos de una canalización de tejas invertidas y paredes de piedras dispuestas verticalmente (E-7), que fue seccionada por otra fosa contemporánea de tendencia circular excavada en la base natural de arenisca. Con respecto a las demás fosas, esta estructura se diferencia por su mayor profundidad, que supera los 2 m. En este caso la funcionalidad de la estructura se manifiesta claramente por las características de sus rellenos, que denotan vertidos intencionados reiterados que permiten su identificación como un pozo ciego. Estos rellenos están formados por una tierra poco compactada, en la que destaca su carácter orgánico y su tonalidad oscura relacionada con la presencia de cenizas y que integra desechos de consumo alimentario (huesos de animales) y elementos cerámicos y vítreos contemporáneos fragmentados (UEN 10.2). La estratigrafía muestra un abandono de este vertedero constatado por la construcción de una canalización o atarjea (E-8) que se superpone a esta fosa. Los rellenos superiores (UEN 10.1) muestran que en momentos más recientes y tras el abandono de la atarjea volvió a reutilizarse como vertedero. La atarjea referida se localiza en el fondo del solar, paralela al muro de medianería con la parcela colindante. Esta construida con paredes de mampostería revestida de mortero, suelo de baldosas de barro y cubierta de losas (UEC-8.3). Esta canalización se prolonga por su lado noroeste hacia el solar colindante. Su fosa de cimentación (UEC-8.1) se practicó sobre los depósitos precedentes y sobre la base geológica. En la zona Este, donde el trazado de la conducción coincide los rellenos sedimentarios de una fosa anterior (E-13), la escasa consistencia del suelo parece determinar la disposición de una base empedrada o encachado (UEC-8.2) para dar estabilidad a la canalización. La orientación de la estructura y el desnivel de su suelo de baldosas manifiestan la pendiente del desagüe hacia el Sureste. Esta canalización se prolonga hacia el Noroeste, hacia el solar contiguo y fue seccionada por el muro de medianería del patio de la vivienda. Esta circunstancia avala segregaciones previas del solar, que con anterioridad integraría a las parcelas colindantes en un edificio residencial de mayores dimensiones.

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Lám., 4. Sondeo 1. E-8. Canalización contemporánea.

La construcción de esta estructura de canalización debió de tener lugar en el siglo pasado, en momentos previos a la segregación parcelaria referida, ya que los materiales asociados al pozo ciego al que se superpone la atarjea, podrían remontarse a la segunda mitad del siglo XIX. Con esta canalización conecta un sumidero construido con ladrillos y baldosas localizado junto a la pared, en el extremo noreste del sondeo (E-7). Al igual que la canalización esta estructura está cubierta por el suelo de cemento del patio de la vivienda.

Láms., 5 y 6. E-6. Fosa con restos carbonizados de poste de madera seccionando atarjea.

El abandono de la canalización en momentos contemporáneos recientes se manifiesta por la reutilización del pozo ciego referido y por la construcción de una pequeña fosa circular que supuso la destrucción parcial del lateral de la conducción (E-6). Esta fosa integra los restos carbonizados de un poste circular de madera que debió de soportar una zona de cobertizo anterior a los últimos momentos de utilización del patio. Este último momento de uso del patio previo a la ejecución del proyecto de reforma que motiva la excavación, va asociado al suelo de cemento (E-3A) y a un arriate delimitado por ladrillos E-3B) que se adosa a las paredes de mampostería noreste y noroeste del solar (EE., 1 y 2). El piso de cemento (UEC-3.2) descansa sobre un encachado de piedra (UEC-3.1) que le aporta

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consistencia y que se dispuso directamente sobre los rellenos de escombros modernos y contemporáneos precedentes que se extienden por toda la superficie del sondeo (UEN-3). El nivel de relleno generalizado registrado bajo el suelo de cemento consiste en un nivel heterogéneo de escombros que integra material constructivo de tejas, ladrillos y restos de morteros (yesos, cal y arena) que denotan un aporte intencional posiblemente desde la etapa renacentista (UEN-3). A este nivel se asocian mayoritariamente productos cerámicos del siglo XVII, aunque las inclusiones de materiales de los siglos XVIII y XIX son indicativas de un uso continuado del espacio quizás como corral hasta momentos muy recientes. A la última utilización del patio también concierne una estructura empedrada delimitada con baldosas dispuestas de canto (E-5). Esta estructura se encuentra rehundida con respecto a su posición original, debido a su situación sobre los rellenos poco compactados del pozo ciego contemporáneo localizado en la esquina noroeste de la parcela (E-10). A igual que el arriate, esta estructura pudo estar vinculada con los espacios ajardinados del patio. En el sondeo 3, situado junto a la zona de acceso al patio, coincidiendo con la cimentación del porche previsto en el proyecto de obra, también se han registrado varias canalizaciones. La más antigua corresponde a una conducción de atanores (E-4) cuya fosa de construcción (UEC-4.1) seccionó todos los depósitos precedentes hasta alcanzar la base geológica. La mayor parte de la sepultura 11 fue destruida en ese momento. Los tubos cerámicos se insertan en una base de mortero de cal y arena reforzada con fragmentos de ladrillo (UEC-4.2). Los rellenos de la fosa de cimentación están formados por escombros (UEN-2) que integran materiales cerámicos de los siglos XVII-XVIII, lo que permite correlacionar a esta estructura con el uso de la vivienda durante la Época Moderna, aunque su uso ha podido prolongarse durante el siglo pasado. Las otras edificaciones localizadas en este sondeo consisten en un suelo enlosado (E-2) al que se asocia un pozo de agua excavado en la base de arenisca (E-3). La fosa de este pozo tiene forma cuadrangular en su zona superior y adquiere forma circular al alcanzar el nivel freático (UEC-3.1). Está cubierto con una losa de grandes dimensiones que descansa sobre paredes de mampuestos dispuestos sobre la roca (UEC-3.2). En el centro de esta losa se sitúa la tapadera circular de piedra con argolla de hierro (UEC-3.3). A los lados de este cierre se disponen dos pequeñas placas de hierro encastradas en la losa, que pudieron estar destinadas a la sujeción de un brocal (UEC-3.4).

El pavimento original asociado al pozo es de losas de caliza (E-2) y se sitúa directamente bajo el suelo de baldosas del patio actual, que se dispuso en momentos muy recientes directamente sobre estas estructuras.

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En la zona oriental del sondeo, y partiendo de la pared sureste del patio, se localiza otra conducción que recogía las aguas pluviales de la cubierta para su desagüe (E-1). Esta estructura se edificó con el mismo sistema constructivo y los mismos materiales que la canalización localizada en el sondeo 1, lo que permite establecer su sincronía temporal.

Como en el caso del pozo, su uso perduró hasta momentos

contemporáneos previos a la última reforma del patio, definida por el pavimento de baldosas que selló estas estructuras y el piso de cemento del resto del patio.

Los rellenos sedimentarios asociados a estas construcciones (UEN-1) integran materiales cerámicos de los siglos XVII-XVIII.

Lám., 7. Sondeo 3. Pavimento enlosado, pozo y canalización.

Los trabajos realizados en el portal de entrada de la casa, han tenido por objeto la definición de la secuencia estratigráfica y la caracterización constructiva del edificio residencial para determinar su evolución. Estos trabajos han consistido en la realización del sondeo 2 y en el registro de la pared del muro interior de la primera crujía. La elección de este paramento se ha basado en su significación arquitectónica y cronocultural, relacionada con la presencia de un arco de medio punto que conformaba el acceso original entre el portal y el resto de la vivienda. Se ha obtenido el registro estratigráfico puntual del alzado de esta pared con el objeto de documentar el sistema y los elementos constructivos utilizados en la vivienda original y las reformas posteriores. Los resultados del sondeo 2, han permitido determinar que el sustrato geológico de arenisca se localiza directamente bajo la vivienda. El suelo del portal consiste en losas de caliza de grandes dimensiones (E-3), dispuestas sobre una delgada capa de relleno de preparación para facilitar su asiento (UEN 1). En un primer momento, desde el portal se accedía al resto de la casa a través de un vano de dos metros, definido por un arco de medio

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punto sobre impostas (E-4). Las impostas del arco fueron posteriormente seccionadas. Apoyado directamente sobre el sustrato geológico, el alzado de la pared trasera del portal (E-1) presenta un zócalo inferior de mampostería de una altura de 1,80 m (UEC 1.1). Sobre este zócalo y separado por rollizos de madera (UEC-1.2), se dispone un segundo cuerpo de tapial (UEC-1.3) que a su vez sirve de base a un tercer nivel de adobes (UEC-1.4) que conecta directamente con el techo (UEC 1.6). El forjado de la estancia como en el resto de la vivienda original está estructurado por vigas de madera (UEC 1.8), y las paredes y el techo presentaban un enlucido original de yeso (UEC 1.5).

Lám., 8. Pared trasera de la primera crujía del edificio. Portal de acceso a la vivienda.

En la segunda mitad del siglo XX, entre los años 50 y 70, debió producirse una importante reforma del edificio. En la dependencia de la entrada, esta reforma implicó el picado de las paredes originales y su aplomado mediante el revestimiento de los niveles de adobe y de tapial con ladrillo hueco sencillo posteriormente enlucido (UEC-1.7) La transición entre la pared y el techo es cóncava y no angulada. El vano de acceso se redujo (UEC 5.1) mediante paredes adosadas a las jambas del arco, a la vez que fueron retiradas la clave y las dovelas superiores para conformar un hueco rectangular (2,80 X 1,50 m.) destinado a la instalación de una puerta (E-5). El dintel de la nueva puerta fue embutido en los tapiales mediante viguetas de madera (UEC-5.2), mientras que los rebajes enfrentados existentes en las dovelas del arco podrían estar relacionados con el montante de la puerta. Entre los materiales constructivos utilizados como relleno o encachado para el aplomado de las paredes (tejas, piedra, ladrillo, yesos), se han identificado fragmentos de enlucidos de yeso pintados en rojo, que nos informan de la existencia de paredes con pinturas murales en la vivienda renacentista.

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LA SECUENCIA ESTRATIGRÁFICA Y LAS FASES DE LA OCUPACIÓN. Los depósitos arqueológicos registrados en la parcela presentan una secuencia ocupacional comprendida entre el siglo XIII y la actualidad. Los periodos históricos comprendidos en esta secuencia corresponden a las Edades Medieval, Moderna y Contemporánea. En estos periodos podemos discriminar varias fases estratigráficas y constructivas: Fase 1. El uso funerario del espacio extramuros. La Maqbara de Úbeda. Esta fase viene definida por las 13 sepulturas documentadas que constituyen los niveles de ocupación más antiguos registrados en el solar. Su atribución islámica queda claramente reflejada por el ritual del sepelio, en el que los difuntos son dispuestos decúbito lateral derecho, con la cara orientada hacia la qibla. Teniendo en consideración la adscripción religiosa de los inhumados, hemos de reseñar que los productos materiales cerámicos contenidos en los rellenos de las tumbas, aunque escasos, no ofrecen dudas con respecto a su asignación a la etapa cristiana. Esta circunstancia refrenda una valiosa información histórica referida en el Fuero de la ciudad, ya que estas sepulturas constituyen la evidencia arqueológica del mantenimiento de al menos una parte de la población musulmana tras la conquista cristiana en 1233. Aunque los registros obtenidos no pueden confirmarlo, hemos de considerar la posibilidad de que los contextos funerarios registrados supongan la perduración del cementerio desde la etapa islámica. Lo más plausible es que en los primeros tiempos de la etapa cristiana, la comunidad mudéjar continuara utilizando el mismo espacio de la periferia extramuros de la ciudad amurallada como lugar de enterramiento, manteniéndose en el tiempo y en uso, el espacio sagrado en el que descansaban sus familiares y antepasados. La ubicación de la maqbara se adecua al patrón islámico común, en torno a las vías de acceso de las principales puertas de la ciudad. A este respecto, la calle Ancha converge hacia una de las puertas del recinto, conocida como Puerta del Marqués o de Calancha, lo que a pesar de la conformación urbana del barrio en Época Moderna, no impide plantear la existencia de una vía o camino medieval precedente en torno al que se establecería la necrópolis. La comunidad mudéjar debió de perdurar al menos hasta la segunda mitad del siglo XIII, cuando la represión castellana de la revuelta mudéjar de 1264, generada por la violación de los acuerdos de rendición asumidos en las capitulaciones firmadas por Fernando III, tuvo como consecuencia el éxodo de la población islámica hacia el reino nazarí de Granada. La emigración forzosa de los musulmanes supuso una pérdida importante del contingente poblacional existente, que se agudizó por el fracaso de los intentos repobladores del rey ante la inseguridad fronteriza y el desajuste socio-económico. Esta derivaría en una desarticulación territorial importante, ya que muchas explotaciones agrarias pasarían a la nobleza conquistadora a través de

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los repartimientos, reduciéndose la actividad productiva ante la sensible disminución de la mano de obra agrícola y la disminución general de la población. Fase 2. El espacio agrícola de las afueras de la ciudad. Dentro de esta fase hemos incluido las pequeñas estructuras rectangulares parcialmente excavadas en el “banco” de arenisca y que podrían corresponder a las fosas realizadas para la plantación de algún tipo de cultivo. Aunque no podemos aseverarlo, su morfología y su distribución regular alineada podrían adecuarse al cultivo de la vid. La conformación estratigráfica no permite precisar la cronología de estas estructuras que, en cualquier caso, sería anterior a la construcción del inmueble del solar y por tanto anterior a la etapa renacentista. Sobre estas pequeñas fosas se dispone un nivel generalizado de escombros al que se asocian materiales de los siglos XVII y XVIII. La presencia de este nivel de relleno, permite inferir la desaparición de los niveles sedimentarios previos que estarían relacionados con la utilización de este espacio como necrópolis o como terreno de cultivo. En el caso de las sepulturas, el arrasamiento de buena parte de su estructura, posiblemente simples fosas sobre la tierra en su parte superior, constituye la prueba fehaciente de su destrucción y de la deposición posterior, posiblemente intencionada, del nivel de escombro de época moderna y contemporánea registrado sobre las sepulturas y las huellas de cultivo referidas. Las fuentes árabes mencionan la fertilidad de las tierras de esta zona y la extensión en el término de Baeza del cultivo de cereales, vides, olivos e higueras, junto con el azafrán y los productos de huerta. Los mismos productos agrarios se cultivaron en la vecina Úbeda. El cultivo de la vid, muy extendido desde época romana, se mantuvo en la etapa medieval y moderna, y aunque no podemos precisar la cronología de estas pequeñas estructuras que identificamos con su cultivo, lógicamente antecedieron o fueron posteriores a la utilización de esta zona como cementerio islámico. Fase 3. La urbanización del barrio de San Isidoro en la etapa renacentista. La siguiente fase de la ocupación del solar se corresponde con la edificación de la vivienda renacentista, cuyos principales elementos estructurales se han mantenido hasta nuestros días, ocultos bajo las reformas y los revestimientos ligados del uso residencial continuado hasta la actualidad. En el proyecto de reforma de la vivienda, en estos momentos en ejecución, se realiza la siguiente descripción general de la vivienda:

La vivienda existente data de mediados del siglo XIX. Está compuesta por un cuerpo principal tres crujías realizadas con muros de carga de mampostería, algunos de ellos horadados tras diversas intervenciones, sobre los que apoyan forjados de viguería de madera y entrevigado de revoltón de ladrillo.

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La cubierta actual, principal problema de la edificación actual, está resuelta mediante teja árabe sobre tablero y rollizos de madera. Del análisis estructural de la edificación cabe entender que originariamente fueran dos viviendas, ya que la edificación cuenta con un muro de carga perpendicular a fachada y que se extiende desde fachada delantera a trasera, a modo de muro medianero entre las dos edificaciones primitivas. Esto se evidencia en los cambios de dirección de apoyo de la estructura de los forjados. Los situados en la zona izquierda tienen dirección perpendicular a fachada y los de la zona derecha son paralelos. La cubierta se constituye a cuatro aguas muy bien resuelta mediante viguería de madera y se conforma como una única unidad en toda la edificación, por lo que pudo ejecutarse años posteriores al origen de la edificación/es primitiva/s. Interiormente la edificación cuenta con innumerables desniveles internos entre las distintas plantas, hecho que abunda en la teoría de dos viviendas iniciales. La edificación dispone de una cantina en planta sótano resuelta con mampostería y ejecutada en medio punto rebajado. El estado actual es muy deficiente, con importantes puntos de humedad y degradación del mortero de las juntas. El suelo no cuenta con revestimiento, se encuentra compuesto por una capa de tierra húmeda. El estado actual de la estructura es deficiente en todos los puntos. Se proyecta el refuerzo en su mayor parte y sustituciones parciales como la realizada en la tercera crujía de cubierta. La edificación no contiene elementos de interés histórico artístico, a excepción de la fachada principal, si bien si tras el proceso de demolición y/o excavación apareciesen elementos de interés será puesto de manifiesto de forma inmediata al área de Urbanismo del Excmo. Ayuntamiento de Úbeda.

Esta descripción no hace referencia, al sistema de construcción de los paramentos y algunas estructuras como el arco del portal de entrada que no eran visibles, ocultos por los revestimientos y enlucidos más recientes. La reforma en curso ha supuesto la sustitución de los antiguos muros de tapial a partir de la segunda planta. La fachada de piedra se ha mantenido, si bien sufrirá una modificación importante en sus huecos debido a la apertura de una puerta de cochera. El sistema de construcción de los muros de la planta baja referido anteriormente, el enlosado y las características del vano con arco de medio punto que da acceso al interior de la vivienda desde el portal, la cantina, y algunas de las estructuras registradas en el patio (enlosado, pozo, conducción de atanores), son elementos constructivos y arquitectónicos que pueden apoyar la datación de la vivienda original en la etapa renacentista. La correlación

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puntual de algunas de estas construcciones con los depósitos sedimentarios asociados permite establecer una cronología entre los siglos XVII y XVIII. Todos estos elementos han perdurado y han continuado en uso hasta nuestros días. Los muros maestros, desde su origen han seguido estructurando el uso continuado del inmueble como vivienda, recibiendo modificaciones en sus vanos y revistiéndose con nuevos enlucidos. Con esta fase se relacionan también algunas de las fosas de Época Moderna, registradas en los sondeos realizados en el patio (E.E., 11, 13, 14 y 15). La Estructura 11, posiblemente relacionada con una cantina usada para el almacenamiento, que inferimos a partir de la fosa de apoyo de una posible tinaja (UEC-11B). En los repertorios cerámicos existentes en los niveles de escombro que rellenan a estas fosas (UU.EE.NN., 11.2 y 13.1), están representados cuencos vidriados marrones y verdes, cazuelas vidriadas al interior y jarras y cántaros pintados. Con este momento se relaciona también el nivel general de escombros registrado directamente sobre el sustrato geológico en la zona del patio (UU.EE.NN., 2 y 3). Aunque ha sufrido alteraciones y remociones relacionadas con la ocupación de la vivienda en Época Contemporánea, lo que ha determinado la inclusión de algunos materiales más tardíos en el conjunto del repertorio cerámico, el conjunto de los mismos se adscribe en su mayor parte a la Edad Moderna. La producción cerámica asociada a estos niveles incluyen restos de platos vidriados en blanco, en algunos casos con decoración interior en azul cobalto, cuencos de base cóncava y orejetas, platos de ala ancha vidriados en verde, jarras vidriadas en verde oscuro y marrón, cuencos de perfil quebrado con vidriado interior marrón, cazuelas con vidriado interior marrón o verde oscuro que se extiende al exterior del borde, jarras vidriadas en blanco con decoración tricolor. También están representados los elementos de horno como atifles y rollos. La atarjea de atanores (E-4) registrada en el sondeo 3 correspondería a esta misma fase. Su edificación debió de producirse a partir del siglo XVII, ya que la fosa de construcción seccionó los rellenos anteriores asociados a producciones cerámicas que se pueden adscribir a los siglos XVII y XVIII. Hemos de considerar que las características de los muros medianeros del patio que integran vanos o ventanas y los vanos constatados tanto en el cuerpo inferior del muro de carga que configura el límite oriental del inmueble actual, como en el muro occidental de la segunda planta permiten inferir un solar primigenio de mayores dimensiones, que integraría el inmueble actual y los solares colindantes posiblemente utilizados también como vivienda y como espacios de huerta o corrales. La definición de nuevos elementos arquitectónicos significativos durante la reforma actual, como el arco del portal de entrada, el sistema constructivo de los muros y el pozo documentado en el patio a partir de la intervención

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arqueológica, permiten nuevas apreciaciones. La valoración de estos elementos, aparte de la fachada destacada en el proyecto de obra, permitiría hacer extensivo el valor histórico del inmueble a los elementos del portal de entrada (enlosado y arco de medio punto), sistema constructivo de muros maestros, pozo de captación de agua de la zona del patio y cantina. Existen noticias de la existencia de la parroquia de San Isidoro desde mediados del siglo XIII, aunque en estos momentos esta zona extramuros debió de albergar un caserío disperso asociado a zonas de cultivo o huertos en su entorno.

Parece que es durante el siglo XV cuando, en detrimento de algunas collaciones extramuros sin posibilidades físicas de expansión como las de San Juan Evangelista y San Juan Bautista, situadas al sur del recinto amurallado, otras como las de San Nicolás y San Isidoro, experimentan un aumento poblacional importante (Toral Peñaranda, E., 1975).

Como muestran los padrones de vecinos este incremento se acelera en

el siglo XVI (Moreno Mendoza, A., 2005), con tal intensidad que en el último cuarto de la centuria en la collación de San Isidoro vivía el 30 % de la población censada (Ruiz Fuentes, V., 2003).

La calle Ancha constituiría a una de las principales arterias de la

collación, posiblemente con un origen en la etapa medieval y manteniendo su jerarquía durante Época Moderna confluyendo hacia la Puerta del Marqués o de Calancha de la fortificación. Su destacada anchura con respecto a las calles inmediatas podría manifestar el mantenimiento de su jerarquía hasta la actualidad.

Durante la etapa renacentista el edificio residencial del solar debió de

erigirse en una de las viviendas destacadas de esta calle principal, distinción que compartiría desde el siglo XIX con las imponentes viviendas que se edifican entorno a esta vía.

Fase 4. La segregación del solar y la adecuación de la vivienda en Época Contemporánea. Siglos XIX-XX. Dentro de esta fase incluimos las adecuaciones y modificaciones que sufre el solar y la residencia original desde el siglo XIX. Durante este siglo debieron de producirse segregaciones parcelarias que supusieron la reducción de la superficie del solar. Los actuales muros medianeros del patio parecen haber sido edificados entre finales del siglo XIX y principios del XX. La tipología de los vanos de las paredes podría avalar esta apreciación.

En estos momentos debieron de acometerse importantes reformas en la vivienda derivadas de la adecuación espacial de la vivienda tras las segregaciones referidas.

Los registros secuenciales y estratigráficos de los niveles

contemporáneos aportados por el sondeo 1 en la zona del patio del inmueble, permiten establecer la sucesión de cuatro momentos constructivos superpuestos.

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Los dos primeros corresponden a la construcción y uso inicial de un

pozo ciego (E-10, Fase 4A), cuyo momento de abandono viene determinado por la construcción de una atarjea (E-8) que sella los primeros rellenos del vertedero (Fase 4B).

Los rellenos asociados a ambas estructuras presentan indicadores

cronológicos cerámicos que podrían remontarse al siglo pasado. La atarjea registrada en el Sondeo 3, con idénticos patrones constructivos, podríamos correlacionarla con esta misma fase (E-1).

Un tercer momento constructivo correspondería al abandono de la

atarjea y a la reutilización del pozo ciego que pudo acontecer en la segunda mitad del siglo pasado (Fase 4C). Esta circunstancia viene definida por el hundimiento de la atarjea en esta zona debido a la compactación de los vertidos del pozo ciego precedente.

La última superposición constructiva registrada en esta zona (Fase 4D)

se relaciona con la fosa localizada junto a la pared trasera del solar que seccionó a atarjea referida. Esta estructura debió albergar un poste que junto a otros soportes de la zona este del patio mantendrían una especie de cobertizo cuyas improntas de la cubierta aún se aprecian en las paredes de mampostería del patio. Dentro del mismo momento, aunque su construcción debió de ser mas reciente incluimos otras estructuras como el piso de baldosas que sella el pozo registrado en el sondeo 3, el suelo de cemento del patio (E-3A), los arriates de ladrillo adosados a sus paredes (E-3B) y la estructura empedrada delimitada por baldosas, localizada de nuevo sobre el pozo ciego precedente (E-5).

El análisis estructural del inmueble contenido en el proyecto de reforma

plantea la preexistencia de dos viviendas en el actual inmueble, en base a la orientación de los forjados y a la existencia de un muro de carga central construido desde la fachada hasta el fondo del solar.

A este respecto hemos de reseñar la presencia de vanos o puertas de

acceso en los muros medianeros actuales del área de vivienda, como los existentes en el muro oriental de la planta baja y en el muro oeste de la planta primera. Estos huecos nos informan de viviendas que en esos momentos, integraban al menos parte de las estancias de las edificaciones colindantes.

La cubierta a cuatro aguas presenta una interesante estructura de

cerchas y es unitaria, lo que ha servido para plantear su posterioridad con respecto a las dos viviendas precedentes del inmueble. Esta circunstancia permitiría apuntar un uso posterior del inmueble como única vivienda hasta los momentos actuales.

El aplomado de las paredes con ladrillo hueco, nuevos enlucidos, la

reducción del vano y la destrucción parcial del arco del portal para la instalación de una puerta de mayor altura, e incluso la pavimentación de baldosas y cemento del patio, pudieron haber tenido lugar en esos mismos momentos, definiendo la penúltima reforma de cierta entidad llevada a cabo en el inmueble.

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VALORACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN. La intervención preventiva efectuada ha permitido obtener los registros arqueológicos existentes en las áreas en las que la ejecución del proyecto de obra conllevará la retirada de los depósitos existentes. Estos registros han servido para determinar la secuencia ocupacional existente a partir de la correlación estratigráfica entre los niveles de sedimentación, las estructuras o edificaciones asociadas y su identificación cronocultural. Los resultados obtenidos han permitido constatar la existencia depósitos de Época Medieval, Moderna y Contemporánea correspondientes a una cronología comprendida entre el siglo XIII y la actualidad. La secuencia ocupacional se ha establecido a partir de la discriminación de varias fases estratigráficas y constructivas que han permitido constatar la diferenciación diacrónica en el uso del espacio. Los resultados de la actuación han ofrecido una importante información para el conocimiento del proceso histórico de la ciudad, ya que ha permitido la documentación de un área funeraria correspondiente al cementerio medieval islámico de Úbeda. Esta evidencia supone la contrastación arqueológica de las referencias del Fuero de la ciudad en relación con la existencia de una comunidad mudéjar que perduraría al menos hasta su expulsión, tras la revuelta de 1264. A partir de la intervención arqueológica también se ha constatado el cambio en la utilización del espacio que supone la nueva ordenación administrativa y religiosa en collaciones y parroquias. Tras la conquista cristiana, la zona occidental extramuros de la ciudad entraría a formar parte de la parroquia de San Isidoro de la que existen referencias que datan del siglo XIII. A partir de entonces el proceso de ocupación espacial en esta zona debió de ser continuado hasta convertirse en el siglo XVI en una de las zonas más pobladas de la ciudad. La vivienda renacentista documentada en la parcela formaría parte de este proceso, que en sus inicios se articularía mediante propiedades con amplios solares. Con el decurso del tiempo irán derivando en un parcelario más dividido a partir de segregaciones de los solares preexistentes y de la ocupación de nuevos espacios, en relación con las necesidades de una población que experimentará un gran crecimiento desde los inicios de la Edad Moderna. La excavación de todos los depósitos existentes en la parcela ha determinado la localización del sustrato geológico en toda su superficie. La valoración de los depósitos registrados hace innecesaria la adopción de medidas concretas de protección de las áreas excavadas, si bien, el elevado interés científico que la localización de la necrópolis islámica supone para el conocimiento del proceso histórico de la ciudad, requiere de especial atención, extremando las cautelas ante cualquier tipo de actuaciones urbanas, públicas o

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privadas, que impliquen remociones en el subsuelo que supongan la pérdida de los registros arqueológicos subyacentes. Estos registros aportarían una sensible información sobre la configuración espacial y estructural de la necrópolis identificada de la que desconocemos su extensión y sus límites, así como su evolución y su articulación con el espacio intramuros y extramuros inmediato. A este respecto hemos de señalar que existen referencias orales sobre la presencia de enterramientos en la calle Gradas, localizados a raíz de la realización de unas obras en la década de los 80 del siglo pasado. Aunque la calle Gradas se sitúa a una distancia de unos 130 metros al norte de las sepulturas registradas en el área excavada, no podemos establecer una vinculación directa entre estas noticias con la presencia de la necrópolis islámica registrada en esta zona, ya que no existen registros arqueológicos que contrasten estas referencias. No obstante, la información que generen futuras intervenciones arqueológicas en el flanco occidental extramuros se presume fundamental para la definición del proceso de distribución y desaparición de la necrópolis medieval islámica de Úbeda y de la posterior evolución de la ordenación funcional y espacial ligada a la implantación castellana tras la conquista, y a la estructuración urbana del barrio extramuros de San Isidoro durante la Edad Moderna hasta resultar su realidad actual. BIBLIOGRAFÍA. AGUIRRE, J.F.; JIMÉNEZ, Mº C. (1979): Introducción al Jaén islámico. Jaén. ALMAGRO GARCÍA, A. Y RUÍZ FUENTES, V. M. (1986): “Sta. María de los Reales Alcázares y su relación con el alcázar ubetense”. Revista Ibiut nº 24, nº 26, nº 27; (1987): nº 28, nº 29, nº 32; (1988): nº 34, nº 43, nº 44. CABAZAN, A.: “Las Torres de Úbeda”. Don Lope de Sosa, IV (1916), nº 47, pp. 322-324 CABAZAN, A.: “Los Cueva y las murallas y torres de Úbeda”, Don Lope de Sosa, IV (1918), nº 63, pp. 81-82. CORONAS, L. (1991). La inquisición en Jaén. Jaén. LIZCANO PRESTEL, R.; GÓMEZ DE TORO, E. (2003): Memoria Preliminar de la intervención arqueológica puntual realizada en el antiguo cuartel de Santa Clara. Úbeda – Jaén, Anuario Arqueológico de Andalucía, 2003. MAZZOLI-GUINTARD, C. (2000): Ciudades de al-Andalus. Editorial al-Andalus y el Mediterráneo, 2000. MOLINA GONZÁLEZ, F.; RODRÍGUEZ TEMIÑO, I.; CONTRERAS CORTÉS, F.; ESQUIVEL GUERRERO, J. A.; PEÑA RUANO, J. (2001): Un sistema de información arqueológica para Andalucía. Catalogación del Patrimonio Histórico, Cuaderno VI, pp. 76-85, I.A.P.H., Sevilla.

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