CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013

Embed Size (px)

Citation preview

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    Luces sobre un tiempo en grisExposicin bibliogrca

    sobre la represin franquista en Canarias

    COORDINACINMiguel ngel Cabrera Acosta

    Paqui Rivero Cabeza

    SERVICIODEPUBLICACIONES

    UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA, 2013

    EQUIPOACADMICO:Victorio Heredero Gascuea

    Aarn Len lvarezGuacimara Ramos PrezLuana Studer Villazn

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    Coleccin:PUBLICACIONES INSTITUCIONALES

    Serie:TEXTOS/13

    Edita:Servicio de PublicacionesUNIVERSIDADDELALAGUNA

    Campus Central38200 La Laguna. Santa Cruz de Tenerife

    Telfono: +34 922 319 198

    Diseo Editorial:Jaime H. Vera.

    Javier Torres. Cristbal Ruiz.

    1 Edicin 2013

    Prohibida la reproduccin total o parcialde esta obra sin permiso del editor

    EQUIPODELABIBLIOTECAUNIVERSITARIA:Paz Fernndez Palomeque

    Ismael Garca PrezLiti Garca-Ramos MedinaCandela Morales Mndez

    Silvia Molero AvilsFtima Sinz Sinz

    Maquetacin:SERVICIODEPUBLICACIONES

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    PRLOGOpor Miguel ngel Cabrera Acosta ...........................................

    PRESENTACINpor Paqui Rivero Cabeza.................................................

    LAVIOLENCIAPOLTICAYSOCIALDURANTEELFRANQUISMOENELARCHIPILAGOCANARIO(1936-1975). UNAMIRADADESDEELPRESENTEporLuana StuderVillazn, Guacimara Ramos Prez, Victorio Heredero Gascuea y AarnLen lvarez.........................................................................................

    CATLOGOBIBLIOGRFICO.......................................................................

    NDICEONOMSTICO ...............................................................................NDICEDETTULOS..................................................................................

    SELECCINFOTOGRFICAYDOCUMENTAL ..................................................

    9

    15

    25

    71

    135

    139

    145

    NDICE

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    PRESENTACIN 11

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIALDURANTE EL FRANQUISMO

    EN EL ARCHIPILAGO CANARIO (1936-1975).UNA MIRADA DESDE EL PRESENTE

    Luana Studer Villazn, Guacimara Ramos Prez,Victorio Heredero Gascuea y Aarn Len lvarez1

    INTRODUCCIN

    La utilizacin de la violencia fue una de las claves que permiti la construc-cin y consolidacin de la dictadura franquista en Espaa. En el caso concretode Canarias su aplicacin se produjo desde el mismo 18 de julio y se mantuvo,con una evolucin y una intensidad variables, hasta los asesinatos polticosquetuvieron lugar entre los momentos previos a la muerte de Franco y el inicio dela Transicin a la democracia. Se trata, pues, de un tema amplio y complejo quetratamos de explicar y describir en este trabajo, en el que ofrecemos una visingeneral sobre los efectos de la represin en diferentes mbitos de la vida poltica,econmica, social y cultural del Archipilago durante las cuatro dcadas que durla dictadura. Obviamente, muchos de los procesos y hechos que explicamos enlas siguientes pginas mereceran un anlisis ms detallado, pero consideramosque en este caso, tomando como referencia el contexto de esta exposicin, erams oportuno ofrecer una visin de conjunto que visualizara la amplitud de unfenmeno que legitim la dictadura y que influy permanentemente en la vidade las personas de aquella poca.

    LA SEGUNDA REPBLICA EN CANARIAS (1931-1936)

    La breve pero intensa etapa republicana supuso un despertar social, culturaly poltico nico en la historia de Canarias. Una senda reformista y democrticaque, atenazada por la crisis econmica, la conflictividad social y el enfrentamientoentre modernidad y tradicin, no logr consolidarse y fue abortada violentamentepor un golpe de Estado militar. Por tanto, el reencuentro con el pasado republi-

    1 Investigadores de la Universidad de La Laguna y tcnicos de la Asociacin parala Recuperacin de la Memoria Histrica de Tenerife.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    26 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    cano presenta una doble naturaleza, que obliga al observador contemporneo aacercarse al perodo desde dos puntos de vista compatibles.

    En primer lugar, la Repblica supuso un quinquenio apasionante en la

    historia del Archipilago, en el que se vivi un perodo de reformas, conquistassociales, desarrollo cultural y educativo y, en definitiva, un proyecto de consolida-cin de derechos ciudadanos sin precedente en nuestra historia contempornea.Se suscit un debate poltico y ciudadano, por primera vez desde unos parmetrosdemocrticos y modernos, uno de cuyos ejemplos fue la aprobacin del sufragiofemenino. Se impulsaron proyectos de modernizacin econmica y se introdujeronideas y planteamientos culturales que situaban a Canarias al comps de algunosmovimientos internacionales,como el surrealismo.

    En segundo lugar, no debemos olvidar que este impulso reformista se desa-

    rroll en el contexto de una profunda crisis econmica, de una creciente conflicti-vidad social y de una incapacidad del republicanismo para lograr un apoyo polticoamplio que le permitiera obtener una mayor estabilidad social e institucional. En

    cierta medida, esta palpable inestabilidad poltica y social, este desencuentro entre

    al menos tres maneras de entender la sociedad canaria conservadora, reformista

    y revolucionaria, fue un factor clave para explicar adecuadamente el clima de

    violencia y terror que se produjo en Canarias tras el golpe de Estado. No podemos

    perder de vista que los miles de canarios asesinados y represaliados fueron, en

    su inmensa mayora, militantes de las organizaciones republicanas y obreras que

    pusieron en cuestin la estructura de poder caciquil de las Islas entre 1931 y 1936.

    Consecuentemente, tanto su vocacin reformista y cultural como su bruscoy violento final han generado una cierta mitificacin de aquellos cinco aos.Una

    caracterizacin tanto en sentido positivo, exaltando nicamente las luces de la

    Repblica como un perodo de progreso y prosperidad, como en sentido negativo,

    en buena medida herencia del franquismo, incidiendo nicamente en sus sombras,

    y asocindola al caos y al desorden. Aportar una visin ms analtica, basada en

    datos histricos contrastados y alejada de las pasiones polticas, es el reto de los

    historiadores del presente.

    Para narrar esta historia adecuadamente, debemos comenzar por el princi-

    pio. La proclamacin de la Segunda Repblica el 14 de abril de 1931 fue recibidaen Canarias con gran entusiasmo. En trminos generales, las diversas fuerzassociales y polticas del Archipilago vieron en su instauracin y en sus primerasmedidas una oportunidad histrica de resolver problemas latentes en la sociedadcanaria desde el siglo XIX, tales como el analfabetismo, el atraso econmico y cul-tural, la vinculacin entre Iglesia y Estado, las miserables condiciones de vida delas clases populares, etc. En suma, para las clases medias y trabajadoras isleas,la Repblica se presentaba como la anttesis de las relaciones polticas, socialesy laborales caciquiles que seguan plenamente vigentes en nuestras islas. Unasrelaciones sostenidas por la oligarqua del Archipilago que, algo desconcertadainicialmente, se mantuvo expectante y acept la instauracin republicana, con-fiando en poder reconducir el proyecto reformista y apaciguar con ello al pujante

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 27

    Carnet del Sindicato de Tabaqueros de la CNTperteneciente a Honorio Cecilio de Armas Fernndez, desaparecido

    en octubre de 1936. (Familia de Honorio Cecilio de Armas Fernndez).

    movimiento obrero y revolucionario. Entre ambos extremos, un pequeo sectorde republicanos histricos aspiraba a atraerse el apoyo de los obreros para llevaradelante un programa reformista, sin perjudicar en exceso los intereses de lasclases dirigentes, a las que pertenecan en su mayora2.

    Aunque durante el primer bienio (1931-1933) el gobierno republicano-socialista realiz importantes reformas educativas, laborales y socio-econmicas,las altas expectativas puestas en el nuevo rgimen provocaron una crecientefrustracin ante la lentitud de los avances conseguidos. Los sindicatos y partidos

    obreros, cada vez ms fuertes y organizados en las capitales insulares, iniciarona finales de 1931 una serie de huelgas para pedir el cumplimiento de las leyeslaborales republicanas y la mejora de sus salarios. Esta ofensiva sindical generel descontento entre los grandes terratenientes y exportadores canarios, quienesforzaron a las autoridades republicanas insulares, en su mayora monrquicosreconvertidos, a reprimir duramente a los huelguistas. El inmovilismo del republi-canismo canario y el incumplimiento de las bases de trabajo gener la creciente

    2 CABRERAACOSTA, M.A. La IIRepblica en las Canarias Occidentales. Santa Cruz deTenerife: Cabildo de El Hierro-Centro de la Cultura Popular Canaria, 1991, p. 97 y ss.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    28 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    desafeccin del movimiento obrero con los gobiernos del primer bienio cuyoejemplo paradigmtico, an a escala local, lo supusieron los sucesos de Hermigua(La Gomera) en marzo de 1933, las huelgas generales y de inquilinos en Santa

    Cruz de Tenerife ese mismo ao,o la insurreccin anarquista en Buenavista delNorte (Tenerife) en marzo de 1933. Esta desunin en las izquierdas explica lavictoria electoral de las candidaturas de centro y derecha en noviembre de 1933.

    Los dos aos siguientes de gobierno conservador representaron un frenoa las principales iniciativas reformistas del primer bienio republicano. Un giroreaccionario que coincidi con un mayor impacto de la crisis econmica y elextraordinario incremento del paro obrero en sectores econmicos fundamen-tales como el tabaco o la exportacin frutera en Canarias. Denominados tradi-cionalmente como el bienio negro, estos dos aos estuvieron caracterizados

    por una radicalizacin del enfrentamiento entre las autoridades republicanasconservadoras y el movimiento obrero, que adopt una actitud defensiva antela oleada represiva del nuevo gobierno. Se produjo entonces una sucesin dehuelgas fracasadas, sabotajes y detenciones en masa de los principales dirigentessindicales, especialmente entre los anarcosindicalistas tinerfeos, los comunistaspalmeros y los socialistas del valle de La Orotava, cada vez ms prximos al co-munismo. Entre estos destacaron los conflictos tabaqueros regionales, los parosagrcolas del norte de Tenerife y las huelgas generales en Gran Canaria y Tene-rife, en el contexto de la revolucin de Asturias de octubre de 1934. El resultadode todo ello fue una fuerte polarizacin ideolgica en la poblacin canaria, y el

    surgimiento de grupos de pistoleros fascistas y anarcosindicalistas, estos ltimosprotagonistas de algunos atentados sangrientos, como el asesinato del gobernadorcivil interino en Tenerife.

    Este perodo concluy a finales de 1935 con el fraccionamiento de lasderechas insulares debido a problemas internos y la configuracin de un frentecomn entre sectores del republicanismo de izquierdas y del movimiento obre-ro, conocido como el Frente Popular. Un frente que surgi de un cambio en laestrategia de lucha de la izquierda ante el avance del fascismo en pases comoItalia y Alemania, que en Canarias ya se haba manifestado con la fundacin de

    Falange y su crecimiento, dbil pero sintomtico, fundamentalmente en las islasde La Palma, Tenerife y Gran Canaria.Esta coalicin poltica antifascista triunf ajustadamente en las elecciones

    de febrero de 1936 y trat de retomar, durante los ltimos meses del quinqueniorepublicano, el impulso reformista, logrando una alianza estable en Canariasentre las fuerzas republicanas burguesas y el movimiento obrero que amenaz,ahora sin cortapisas, la estructura de poder poltico, econmico y cultural de laoligarqua en las Islas. En concreto, el Frente Popular pas a controlar la granmayora de las instituciones insulares y reinici proyectos de transformacinsocial y cultural de calado, que generaron una gran alarmaen los sectores mstradicionales de las clases dirigentes, el ejrcito, la Iglesia y sectores catlicos delas clases medias y populares.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 29

    Manifestacin durante el primero de mayo de 1936,a la salida del mtin del Frente Popular celebrado en la plaza

    de toros de Santa Cruz de Tenerife. (La Prensa, 2 de mayo de 1936).

    Consecuentemente, entre febrero y julio de 1936 el movimiento obrero ini-ci una campaa sindical para recuperar el terreno perdido durante los aos degobierno radical-cedista, cuyos conflictos principales fueron las huelgas agrcolasde Arucas y Telde en Gran Canaria o de la Compaa Elctrica y de los empleadossindicados en Santa Cruz de Tenerife3. Esta ltima representa un hito funda-mental, en tanto que evidencia la ruptura entre la clase dominante y la pequeay mediana burguesa urbana, que empezaba a engrosar las filas de los partidosrepublicanos de izquierdas y del partido socialista4. Con ello, al mismo tiempo,

    el Frente Popular adquiri un cariz reformista, y neutraliz a los componentes

    3 En la provincia de Las Palmas la conflictividad fue menor en los primeros aosde la etapa republicana, pero las huelgas se incrementaron notablemente hacia finalesdel perodo y llegaron a su mayor intensidad en 1936. Vase SAREZBOSA, M. Huelgasy ocupaciones de tierras en Gran Canaria durante el Frente Popular. En V Coloquio de

    Historia Canario-Americana, Las Palmas de Gran Canaria: Casa de Coln-Cabildo de GranCanaria, 1982, pp. 381-404.4 CABRERAACOSTA, M.A., op. cit., 1991, p. 596.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    30 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    ms revolucionarios en su seno, lo que explica en cierta medida la incapacidaddel republicanismo y el movimiento obrero canario para resistir el golpe militar.

    Ante la posibilidad real de perder apoyos entre la burguesa y las instituciones,

    y tras la derrota electoral de febrero de 1936, las clases dominantes se decantaronpor una nueva manera de gestionar los problemas sociales basada fundamental-mente en el uso de la violencia, y apoyaron al ejrcito en su golpe de Estado y en eluso de la represin sistemtica contra el republicanismo y el movimiento obrero.

    Con ello terminaba un perodo intenso en el que convivieron proyectosde modernizacin econmica, social y cultural, en ocasiones enfrentados, quederivaron en una creciente polarizacin poltica y social pero que constituye elnico realmente democrtico en nuestra historia hasta la llegada de la Transicin.

    LA GUERRA CIVIL EN CANARIAS: RETAGUARDIA Y RESISTENCIA

    El 18 de julio de 1936 supone una fecha simblica para la historia recientede Espaa. Ese da un sector del ejrcito espaol se sublev contra el gobierno dela Segunda Repblica espaola. Este hecho fue el paso previo del comienzo deuna Guerra Civil que durara tres aos y de la que saldran victoriosos los suble-vados. Figuras como Emilio Mola o Gonzalo Queipo de Llano estaban entre losgenerales que idearon y participaron en el golpe de Estado, pero al poco tiempo,sobre todos ellos, sobresaldra la figura del que durante apenas medio ao haba

    sido Comandante Militar de Canarias, Francisco Franco Bahamonde. A partir deentonces, todo el perodo histrico posterior quedara identificado con su figurae incluso le dara nombre: el franquismo.

    De esa manera, aquel hecho recogido en algunos peridicos con cierta timi-dez ante la incertidumbre de si realmente significara un nuevo intento golpista sinxito, como el protagonizado en 1932 por el general Sanjurjo, fue el punto sobreel que se ciment la ruptura con la democracia republicana proclamada cincoaos antes. Pero no fue slo eso, sino el origen de una dictadura que dur casicuatro dcadas y la base sobre la que se legitimara a s misma, permaneciendo vivo

    su recuerdo hasta la desaparicin de aquella. La victoria en la Guerra Civil fue,adems, clave en la construccin del discurso ideolgico y poltico del franquismo.Los sublevados centraron su actuacin en ocupar las instituciones civiles y

    en desarticular cualquier intento de resistencia al golpe, inicindose un procesode detenciones, desapariciones y fusilamientos que consigui neutralizar las ac-ciones de oposicin y que, paralelamente, los ayud a asentarse en el poder. Todoello sin perder de vista la importancia de los efectos indirectos (miedo, silencio,etc.) generados por el uso de la violencia durante esos aos sobre el resto de lapoblacin. Esto fue muy evidente en un caso como el canario, en el que no huboenfrentamientos blicos y en el que rpidamente lograron conquistar el poder.

    En virtud del artculo 5 del Bando de Guerra de 18 de julio de 1936, seprodujo la destitucin de las autoridades republicanas que haban sido elegidas

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 31

    por votacin popular en las elecciones de febrero de 1936. Las instituciones fueronocupadas por los militares y los cargos polticos pronto recuperadospor los miem-bros de la burguesa, los terratenientes insulares y los grupos conservadores que

    se adhirieron al nuevo rgimen. En torno a ellos se fue construyendo el poderlocal en Canarias, al que progresivamente se fueron incorporando otros secto-res sociales sin experiencia poltica previa. Fue as, de manera general, como seconstruy el poder poltico del franquismo en Canarias, manteniendo, a pesar dela inexistencia de combates, su legitimacin en el golpe de Estado. El historiadorJulio Arstegui, recientemente fallecido, ha defendido la hiptesis de que

    [...] el franquismo es la ltima gran confrontacin de un rgimen poltico y unabase social producto de la Espaa del capitalismo agrario subdesarrollado que surgerecompuesta de la ltima gran crisis la de los aos 30 sufrida por la sociedad

    de la Restauracin, mediante una sublevacin militar. En buena medida, significauna restauracin de las realidades muy amenazadas por los barruntos de revolu-cin social que se presentan coincidiendo con la implantacin de la IIRepblica5.

    Este fragmento muestra claramente cmo el triunfo del golpe y la cola-boracin activa de los grupos de poder hegemnicos significaron una rupturapoltica y social con la etapa anterior. Se inici una feroz represin que, al menosfsicamente, slo se vio atenuada a partir de la mitad de los aos cuarenta. Falangey Accin Ciudadana, apoyadas ambas por el ejrcito y la Guardia Civil, actuaron

    como ejecutores de la nueva poltica, es decir, como garantes del orden y la justiciarebelde, aplicando las medidas dictadas desde el nuevo poder poltico. Esto con-tribuy a crear un clima de terror alentado por la colaboracin de aquellos quevieron una ocasin perfecta para vengar antiguas deudas personales o diferenciaspolticas. Fue de esta manera como se procedi a la pacificacin de las Islas, demanera violenta y con detenciones desde la misma maana del golpe. Por tanto,la represin responda a una accin planificada con el objetivo de desarticular laposible respuesta de las fuerzas polticas y sociales prximas a la Repblica. Comoha advertido Miguel ngel Cabrera, la venganza y el exceso individual existie-ron, pero como factores anecdticos y, en todo caso, ininteligibles al margen de

    las condiciones histricas generadas por el propio golpe de Estado6. Haba queponer fin a cualquier intento de recuperar o reactivar la experiencia democrticaanterior. Era el momento de actuar. El universo carcelario y la intensidad de larepresin en sus distintas vertientes, como se ver en los siguientes apartados,dan clara muestra de ello.

    5 ARSTEGUI, J. Poltica y administracin en el rgimen de Franco. EnEl Franquis-

    mo: el rgimen y la oposicin, Actas de lasIV

    Jornadas de Castilla-La Mancha sobre investigacin enarchivos. Tomo I, Guadalajara: Anabad-Castilla La Mancha, 2000, p. 42. 6 CABRERAACOSTA, M.A., op. cit., 2000.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    32 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    Llamamiento a la sociedad tinerfea para que contribuyaal esfuerzo de guerra. (Archivo Municipal de La Laguna).

    Por tanto, si los rebeldes consiguieron rpidamente hacerse con el controlde la situacin, en parte fue tambin por la escasa resistencia que existi en elArchipilago contra el golpe de Estado. En la isla de Gran Canaria, la resistenciase centr en la zona norte, como tambin ocurri en Tenerife, donde ademshubo enfrentamientos en la capital que causaron la muerte del falangista SantiagoCuadrado y del cabo de la Guardia de Asalto Antonio Serrano, todo ello en unambiente de huelga general. Si tomamos como referencia el primer caso, veremosque hay tiroteos en algunos puntos de la isla, por ejemplo en Telde, y cmo se logradetener a algunas figuras polticas destacadas, entre ellos al diputado comunista

    Eduardo Surez Morales y al socialista Fernando Egea, que poco despus fueronfusilados. Adems, esta panormica general sobre los intentos de resistencia enCanarias, debe completarse conEl Fogueode Vallehermoso y la Semana RojaenSanta Cruz de La Palma7. Aunque finalmente ambos intentos de resistencia fue-ron duramente reprimidos y los sublevados consiguieron hacerse con el poderen ambas islas, las fuerzas de izquierda y los leales al gobierno de la SegundaRepblica consiguieron organizar actos de resistencia colectiva para intentar

    7Vase GONZLEZVZQUEZ, S. La Semana Roja en La Palma: 18-25 de julio de 1936. LaLaguna: Centro de la Cultura Popular Canaria, 2004.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 33

    frenar los efectos del golpe. En estas dos islas la movilizacin obrera haba idocreciendo durante el perodo republicano y fue decisiva para poner en cuestinel poder de los grupos hegemnicos que, al amparo de los mecanismos propios

    del caciquismo, haban conseguido dominar aquellas islas durante tantos aos.Esto queda plenamente demostrado si recurrimos a los testimonios de dospersonas que vivieron en el municipio gomero de Vallehermoso el mismo perodopero desde distintos ngulos. Evidentemente, eso tuvo un reflejo posterior en loshechos que sucedieron. Por un lado, aportamos el testimonio annimo de unobrero, que deca [...] si no es el Movimiento, nosotros hubisemos conseguidobastante all. Queramos los derechos que nos pertenecen, pa todos; que nohubiera un seor que dominara a los dems porque tena cuatro perras; todoigualdad y derechos para todos iguales [...] Entonces haba alegra, vivamos

    felices con lo poco; luego lleg la guerra y nos destroz todo8

    .Toda esa esperanza e ilusin de cambio, incluso su apuesta por defendersus derechos y lograr nuevas conquistas sociales, choc plenamente con los inte-reses de los grupos polticos, sociales y econmicos predominantes del momento.Basta simplemente con leer las afirmaciones de un cacique de la zona, cuandoafirmaba que [...] con la Repblica fue el caos. Nosotros no podamos salir ala calle [...] Agredirme no llegaron; amenazarme s. Sin haber hecho nada; porno ser socialista ni comunista. Al ver que me persiguieron, al ver que atentaroncontra mis intereses, mi casa y mi familia, digo No, esto yo lo tengo que defendercueste lo que cueste y me fui a la guerra9. Estas palabras son clarificadoras del

    antagonismo social existente en muchos municipios de Canarias y cmo eso setradujo luego en movilizacin social y poltica en una u otra opcin, hasta quefinalmente lleg el 18 de julio y las cosas fueron controladas definitivamente.

    En lneas generales, sta era la situacin de Canarias en el momento enque en la Pennsula Ibrica se estaba combatiendo en el frente de guerra. Ahorabien, que en Canarias no hubiese combates ni batallas, en sentido estricto, nofue bice para que los canarios participaran en aquellos hechos. El Archipilagose convirti en retaguardia desde la que se nutri de hombres y materiales alfrente de guerra peninsular. Se puso en marcha un proceso de reclutamiento en

    todos lo pueblos canarios que llev a alrededor de sesenta mil jvenes a luchardel lado de los sublevados. Muchos de aquellos soldados se haban alistado vo-luntariamente, pero una gran mayora lo hizo de manera obligada por su edady condicin de varn. Sus familias vieron recompensadas esta participacin enla guerra con algunos subsidios que compensaban aquellas ausencias del hogar,dado que repercuta en los ingresos de las familias, muchas de ellas campesi-

    8

    GARCA LUIS, R. y TORRES VERA, J.M. Vallehermoso El fogueo: toma de concienciapopular, resistencia y represin (1930-1942). Santa Cruz de Tenerife: Baile del Sol, 2000. 9 Ibdem.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    34 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    ltimo embarque de soldados de reemplazo desde Canariascon destino a la Pennsula (1938).

    (Archivo de Fotografa Histrica de Canarias. Fedac).

    nas, que ya haban perdido a algunos de sus miembros con anterioridad, sobretodo por la emigracin al continente americano. Aparte de esto, como perfectocomplemento al frente, en los municipios canarios se construa y se consolidabala retaguardia, especialmente con la recaudacin de fondos para financiar elesfuerzo de guerra. Esta zona pacificada, como se consideraba entonces, debaservir de apoyo a quienes ponan en peligro sus vidas por recuperar Espaa delas fuerzas republicanas y de la influencia extranjera.

    Pero tambin los canarios tuvieron participacin en el frente de guerra

    republicano. All, especialmente desde Barcelona, hubo intentos de organizar laresistencia por parte de aquellos que se encontraban en la Pennsula en el mo-mento del golpe, por otros que haban huido o se haban evadido de Canarias ytambin por aquellos que haban sido canjeados por presos franquistas10. Sobre

    10 Vase ANAYAHERNNDEZ, L.A., ALCARAZABELLN, J., ORIHUELASUREZ, A. y MILLARESCANTERO, S. Huidos, evadidos, desertores y canjeados. Los canarios republicanos en la

    Guerra Civil Espaola y la Segunda Guerra Mundial, 1936-1945. EnIII

    Jornadas de Estudiossobre Fuerteventura y Lanzarote. 21-25 de septiembre de 1987.Tomo I. Puerto del Rosario: CabildoInsular de Fuerteventura-Cabildo Insular de Lanzarote, 1989, pp. 329-358.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 35

    este ltimo caso, cabe destacar la aparicin en la prensa catalana de la llegada aBarcelona, a principios de septiembre de 1938, de noventa y siete presos canjeadosdesde Canarias y Melilla11.

    Junto a militantes de base de las organizaciones de izquierdas y republica-nas, destacaron figuras polticas como los comunistas Florencio Sosa Acevedo oel comandante del Batalln Canarias, Guillermo Ascanio Moreno, as como lossocialistas Emiliano Daz Castro y Jos Junco Toral, junto a algunos republicanoscomo Elfidio Alonso. Todos ellos formaron parte del denominado Frente Anti-fascista de Canarias, del que era presidente honorario el ltimo presidente de laRepblica, el grancanario Juan Negrn Lpez. Sin embargo, no tuvieron xito ensu lucha. El exilio, los campos de concentracin franceses y alemanes, as comolas crceles peninsulares fueron el destino de muchos de aquellos que haban

    intentado frenar el avance del fascismo en Espaa, triunfante el 1 de abril de 1939.

    LA REPRESIN POLTICA DURANTE LA GUERRA CIVIL:LOS PRESOS JUDICIALES Y SU MEMORIA

    Una vez producido el golpe militar del 18 de julio, en Canarias se inicipor parte de los sublevados una campaa de persecucin y detencin de losrepublicanos y militantes de las organizaciones obreras afectas a la Repblica.Los odios polticos enconados entre rivales dispuestos a defender principios

    diametralmente opuestos se manifestaron, ejerciendo los golpistas sobre losdetenidos una represin traducida en palizas, torturas, y una vertiente an msgrave: la desaparicin de cientos de personas en circunstancias que hoy en daestn todava por esclarecer.

    En las Islas, paralelamente a la represin antes mencionada, comenz otrade naturaleza ms sistemtica. sta se caracteriz por la celebracin de juiciosmilitares sin ninguna garanta legal para los detenidos con la intencin de depurarpolticamente las responsabilidades de los procesados durante la anterior etaparepublicana. Junto a los presos gubernativos aquellos que estaban a la espera

    de ser juzgados, se encontraban los judiciales, es decir, los que estaban siendosometidos a los tribunales militares. Estos ltimos seran finalmente condenadosa presidio, destinados a batallones de trabajos forzosos, recluidos en campos deconcentracin, y los menos afortunados terminaran fusilados.

    11 Al fin libres, La Vanguardia, 2 de septiembre de 1938. Junto al listado de los

    canjeados, se deca que Son, en su mayora, trabajadores manuales, afiliados a diversospartidos y organizaciones antifascistas; pero hay tambin maestros, marinos, guardias deasalto, empleados y republicanos de la clase media.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    36 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    Aparte de estas penas, las nuevas autoridades golpistas impusieron otrasmedidas de castigo sobre la poblacin represaliada, que se aplicaron por ejemplomediante sanciones econmicas, como la incautacin de bienes o el pago de ele-

    vadas multas; de signo poltico, como las leyes para la represin de la masoneray el comunismo, y de responsabilidades polticas; o de tipo cultural, como losgrandes procesos para la depuracin del magisterio.

    En Tenerife, durante las primeras semanas posteriores al golpe militar,muchas personas fueron llevadas a los calabozos municipales de los pueblos oa recintos provisionales creados con esta misma finalidad, como la crcel de LaLaguna o el teatro Teobaldo Power de La Orotava. Debido al creciente nmerode personas encarceladas, las autoridades sublevadas tuvieron pronto que im-provisar espacios ms amplios para su retencin. Parte de los detenidos fueron

    trasladados a Santa Cruz de Tenerife y concretamente a la prisin habilitada deCosta Sur, conocida popularmente como Fyffes; en realidad eran unos almace-nes de pltanos reconvertidos en presidio a partir de septiembre de 1936. Otroslugares destacados fueron el castillo de Paso Alto, destinado a presos militares ydirigentes, los barcos-prisin atracados en la baha del puerto de la capital, o lacrcel provincial, habilitada posteriormente tambin para las mujeres.

    En Gran Canaria tuvo lugar un proceso similar, siendo la mayora de losdetenidos conducidos desde ncleos poblacionales como Telde o Gua a la ciudadde Las Palmas. Una vez en la capital, eran retenidos en la crcel provincial, en elGobierno Militar o en el castillo de San Francisco, para ser trasladados con pos-

    terioridad a los campos de concentracin de La Isleta y Gando. En las otras islas,existieron crceles para los presos republicanos hasta que fueron transferidos alas dos capitales provinciales12.

    Una parte de los republicanos procesados en los tribunales militares fueroncondenados a los batallones de trabajos forzosos, convirtindose en mano de obrautilizada para la construccin de obras pblicas de algunas de las islas. En Tene-rife, destac por ejemplo el grupo de presos utilizados para la construccin delprimer aeropuerto de esta isla, Los Rodeos, cuya terminal de pasajeros se terminen 1943. A su vez, mil quinientos prisioneros peninsulares fueron trados entre

    los aos 1939 y 1941 para la construccin de algunas de las principales carreterasde Gran Canaria, Fuerteventura o la del Parque Nacional del Teide en Tenerife.Muchos de ellos participaron en los batallones de trabajo anteriormente

    citados y fueron recluidos durante esos aos en los campos de concentracinque existieron en las Islas. Para el caso de Gran Canaria, ya se han mencionadolos levantados en La Isleta y, posteriormente, en el antiguo Lazareto de Gando.

    12

    GONZLEZVZQUEZ, S. y MILLARESCANTERO, S. Los campos de concentracin en Ca-narias (1936-1945). En MOLINERO, C., SALA, M. y SOBREQUS, J.:Els camps de concentraci i el mnpenitenciari a Espanya durant la guerra civil i el franquisme. Barcelona: Crtica, 2003, pp. 173-195.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 37

    Escudo del 91 Batalln de soldados penados destinado en el Teide,grabado en piedra en el Parque Nacional de las Caadas. (Coleccin particular).

    En Tenerife se crearon dos en la ciudad de La Laguna: el de Los Rodeos, parala construccin del aeropuerto, y el del espacio militar de San Roque. Eran lu-gares habilitados de forma muy precaria, donde los presos vivan en chabolassoportando unas condiciones de vida miserables. Algunos canarios republicanosacabaron sus das en campos de concentracin de Francia y Alemania al iniciarsela segunda guerra mundial13.

    La cifra de fusilamientos estimada para Canarias alcanz el nmero deciento veintitrs personas ejecutadas, sesenta y tres en la provincia de Santa

    13 Para conocer mejor la cuestin de los campos de concentracin, ver GONZLEZVZQUEZ, S. y MILLARESCANTERO, S., op. cit., 2003, pp. 173-195; MEDINASANABRIA, J. Isleta, Puertode La Luz: campos de concentracin. Las Palmas de Gran Canaria, 2000;STUDERVILLAZN, L.,HEREDEROGASCUEA, V., LENLVAREZ, A., RAMOSPREZ, G., GMEZMENDOZA, A. y LVAREZRODRGUEZ, N.EnRebelda. Once desaparecidos de La Laguna durante la guerra civil en Tenerife.Mlaga: Le Canarien, 2012.Para el caso de los campos nazis, vase las obras de MATARO-DRGUEZ, N. Memorias de un superviviente del holocausto nazi. Tenerife: Centro de la Cultura

    Popular Canaria, 2006; y de MILLARESCANTERO, S. Canarios en Mauthausen [en lnea]. EnCanarii, 2007, nm. 1, [Fecha de consulta: 7 de marzo de 2013]. Disponible en Internet:http://www.revistacanarii.com/canarii/1/canarios-en-mauthausen

    http://www.revistacanarii.com/canarii/1/canarios-en-mauthausenhttp://www.revistacanarii.com/canarii/1/canarios-en-mauthausen
  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    38 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    Cruz de Tenerife y sesenta en la de Las Palmas14. Entre las personas fusiladas enCanarias, perdieron la vida destacados dirigentes polticos y sindicales, as comomiembros del ejrcito que se haban mostrado leales al gobierno republicano.

    Eran personas de origen diverso de todas las islas y tambin de la Pennsula, ysus fusilamientos fueron resultado de las sentencias dictadas por los tribunales deguerra con acusaciones de rebelin, sedicin o traicin. Especial repercusin tuvoen el ao 1937 elproceso a la CNTen Tenerife, con el fusilamiento de diecinuevemilitantes anarquistas, y la ejecucin en Gran Canaria de los llamados cinco deSan Lorenzo, con su alcalde Juan Santana Vega a la cabeza.

    De la provincia occidental, otros dirigentes destacados a los que tambin se lesdio muerte fueron Jos Miguel Prez maestro palmero y dirigente comunista,Ramn Cabrera alcalde de Vallehermoso, Manuel Vzquez gobernador

    civil de Santa Cruz de Tenerife, Francisco Sosa presidente del Sindicato deInquilinos o Lucio Illada dirigente de la Federacin Obrera del Valle de LaOrotava. De la provincia oriental hay que mencionar, entre otros, a Eduardo Su-rez diputado a Cortes por el PCE, Fernando Egea delegado gubernativo,Alberto Hernndez inspector de polica de Las Palmas, o Luzgrico Martnmaestro comunista. Tambin habra que sealar la treintena de soldadosfusilados por oponerse al levantamiento en las zonas africanas de El Aain e Ifni.

    Esta represin poltica ejercida sobre miles de republicanos canarios, cuyosrasgos se han podido mostrar brevemente a lo largo de los prrafos anteriores,han llegado hasta nuestros das a travs de los testimonios y recuerdos de algu-

    nas de las vctimas que sobrevivieron a estos procesos. Estas vivencias han sidoplasmadas en memorias y obras literarias.

    En sus memorias, los represaliados cuentan en primera persona los sucesosde los que fueron protagonistas, y realizan una interesante valoracin sobre elcontexto que les toc vivir. Relatan sus impresiones sobre la etapa republicanapor la que lucharon y por la que fueron reprimidos durante la Guerra Civil, y losaos posteriores que comprendieron toda la dictadura franquista. De estas memo-rias destacan algunas, como las escritas por los socialistas grancanarios ManuelBethencourt del Ro y Juan Rodrguez Doreste, los palmeros Florisel Mendoza

    Santos y Nacianceno Mata Rodrguez, o los comunistas tinerfeos Marcos GarcaSeijas Benicodey Mauro Martn Pea. Todas ellas constituyen testimonios nicospero, a su vez, diferentes maneras de ver una poca llena de circunstancias vitales

    14 Se trata de cifras aproximadas. Para conocer ms detalles sobre los fusilamientosproducidos en Canarias, vanse los trabajos de GARCALUIS, R. La justicia de los rebeldes.Tegueste: Baile del Sol, 1994; Proceso a la CNT. 19 fusilados el 23 de enero de 1937. Santa

    Cruz de Tenerife: Lgrimas y Rabia, 2007; Los fusilados: las ltimas letras Temor a lamuerte?, Cuadernos del Ateneo, 2007, nm. 23, pp. 41-52; y de CABRERAACOSTA, M.A. (ed.),op. cit., 2000, pp. 31-32.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 39

    Lucio Illada Quintero, fusilado en 1940.(Familia de Lucio Illada Quintero).

    diversas: personales, familiares, locales, polticas, ideolgicas, represivas, o lasque formaron parte del exilio y posterior retorno tras muchos aos alejados deunas islas, que algunos nunca quisieron abandonar. En las memorias del mdicoManuel Bethencourt, podemos entrever la dureza de aquellas experiencias:

    [...] A las nueve, el guardin vino a decir a Camejo que haban avisado por telfonoque vendran por l de diez y media a once; que estuviese listo.Todos, estremecidos sentimos horror y, al mismo tiempo una pena muy grande. Apesar de los esfuerzos que haca, Camejo resisti el golpe. Porque se necesita serde acero para resistir sin ceder a la refinada crueldad que supone el preparar

    a uno dos horas antes para la tercera o cuarta paliza, sobre las carnes ya golpea-das[...] No lo volv a ver sino dos meses y pico despus; seis o siete das antes de sumisteriosa desaparicin15.

    Estas memorias reflejan tambin la arbitrariedad del que ejerci la represin,como vemos en este relato del icodense Marcos Garca Seijas:

    15 BETHENCOURTDELRO, M.Diario y cartas de la crcel. Tenerife: Idea, 2008, pp. 82-83.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    40 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    [...] De esta prisin de Fyffes, sacaban a trabajar a distintos lugares de la capital,varias veces a la semana, 15 o 20 presos gubernativos, escoltados por seis soldados yun sargento del ejrcito. Un da, uno de los presos bajo su custodia, le desapareci.

    Los cont y recont y no quedaba duda de que le faltaba uno. El sargento preguntvarias veces a los compaeros, si saban quin se haba fugado. Nadie le dijo, a pesarde que s saba. Pues bien, el sargento mientras caminaba por las calles, se encarcon un transente y le dijo: por qu dijo usted muera Franco? Queda usted dete-nido, mtase en la fila. As lleg a Fyffes y le entreg al oficial de guardia la mismacantidad de presos que haba sacado bajo su responsabilidad16.

    Otras experiencias vitales de represaliados, de similares caractersticas a lascontadas en las memorias, han llegado a nuestros das a travs de obras literarias,ya sea en forma de poesa o de historia novelada. En este sentido, y dentro del

    gnero potico, estara Lo Imprevisto, de Domingo Lpez Torres, autor sacado dela prisin de Fyffes, al que presuntamente se le hizo desaparecer en la baha delpuerto de Santa Cruz, arrojndolo al mar. Entre las obras en verso, se podradestacar Antologa de musas cautivas, una recopilacin de poemas de diversa auto-ra, que transmiten la atmsfera del universo carcelario de la poca en Tenerifey Gran Canaria, en la que adems se incluyen dibujos y retratos. Dentro de lasnovelas, se podran mencionar Aoranzas prisioneras, escrita por Antonio TejeraAntoy Antonio Rodrguez, o La prisin de Fyffes, del tambin represaliado JosAntonio Rial, que narra las circunstancias vividas en el antiguo saln platanero

    reconvertido en presidio de la siguiente forma:[...] Mauricio no esperaba que Fyffes fuese aquel hmedo y superpoblado antro, pro-fundo, alumbrado por mezquinas bombillas altas, y tan andrajoso. De los muros y lostirantes de hierro del tejado, en mltiples aguas, colgaban ropas, trapajos, y miles deobjetos polvorientos, como en un sucsimo mercado de vejeces. Y la primera impresin,al entrar, era la de haber descendido a un ptrido submundo de cloacas y canalillos,donde cientos de sujetos desarrapados se agitaban, inquietos y expectantes17.

    LA REPRESIN POLTICA DURANTE LA GUERRA CIVIL:LOS DESAPARECIDOS

    En los meses siguientes al golpe de Estado se produjo uno de los hechosms oscuros de la Guerra Civil: las desapariciones. En este contexto, la figura deldesaparecido adquiere la definicin de vctima de asesinato planificado, en el que

    16

    GARCASEIJAS, M. Races guanches. Memorias.Tenerife: Idea, 2012, p. 110.17 RIAL, J.A. La prisin de Fyffes. Tenerife: Centro de la Cultura Popular Canaria,2003, p. 19.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 41

    tanto los hechos criminales como el paradero del cadver han sido deliberadamenteocultados. Para Canarias, el nmero exacto de desaparecidos an se desconoce,pero las ltimas investigaciones los cifran entre quinientas y mil personas.

    La mayora eran hombres jvenes, entre veinte y cuarenta aos, con una fuertemilitancia poltica durante el perodo republicano. Muchos de ellos participaronactivamente en la vida pblica y cultural de los aos 30, alcanzando algunos un grannivel intelectual. Formaban parte de los movimientos culturales de vanguardia en lamsica, la pintura o incluso la cinematografa, desarrollados sobre todo a partir dela Segunda Repblica. Compartan mbitos laborales, como las profesiones liberales,ejerciendo de abogados, mdicos, msicos o poetas; otros eran maestros, taxistas,empresarios, carpinteros, etc.; o pertenecan a gremios de gran combatividad po-ltica y sindical, en su mayora de carcter anarcosindicalista, como los tabaqueros

    o panaderos. Pero su comprometida actitud poltica les llev tambin a ejercer deconcejales o incluso de alcaldes en diversos ayuntamientos del Frente Popular. Lamayora estaban afiliados a diferentes partidos polticos, sindicatos o agrupacionesde izquierdas, por lo que las listas de personas elegidas para hacerlas desaparecerestaban compuestas por anarquistas, socialistas, comunistas o republicanos.

    ste es el perfil general de los desaparecidos en Canarias: personas insertasen la vida social y poltica de su tiempo, con un gran compromiso de lucha porsus ideales y, en algunos casos, muy combativas durante la Segunda Repblica.Su procedencia familiar y econmica era diversa, por lo que no es correcta laidea comn de que los militantes y simpatizantes de las agrupaciones polticas y

    sindicales de izquierda tenan, en su mayora, orgenes humildes. Muchos desapa-recidos tuvieron una holgada posicin socioeconmica, si no a lo largo de toda suvida, s en determinados periodos de la misma. Este dato no llamara la atencinsi no estuviramos hablando en algunos casos de comprometidos simpatizantes,militantes y representantes polticos de poderosos partidos y sindicatos de masasobreras y campesinas a escala nacional. Guetn Rodrguez de la Sierra Melo, hijodel diputado Luis Rodrguez Figueroa, es el ejemplo ms destacado en este sentido.Miembro de una familia de la alta burguesa, mostr un gran activismo polticoy social, fue militante en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) y presidente

    del Comit local de Socorro Rojo Internacional en La Laguna durante el ao1936. Exista por tanto un componente interclasista, tanto en la composicin delas organizaciones de izquierdas como en los objetivos predilectos de la represinfranquista posterior, poniendo de manifiesto la importancia de las motivacionesideolgicas de ambos hechos sobre otros condicionantes.

    Con respecto a los motivos que dieron lugar a las desapariciones durantelos meses siguientes al golpe militar, es importante recordar nuevamente queCanarias fue una regin en la que no hubo enfrentamiento blico. Por ello, noparece haber duda a la hora de asociar su asesinato tanto a una cuestin pol-tica como a una estrategia de eliminacin fsica de posibles opositores al golpemilitar. Una estrategia que se inici con la elaboracin de listas de militantessignificados que deban ser neutralizados en los momentos iniciales del golpe

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    42 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    En el centro, el diputado Luis Rodrguez de la Sierra Figueroa.A la derecha, su hijo Guetn Rodrguez de la Sierra Melo.

    (Familia Rodrguez de la Sierra Melo).

    para evitar la resistencia popular que se desarrollara en otras partes de Espaay desembocara en la Guerra Civil. Esta planificacin de la represin queda re-flejada en el hecho de que la mayor parte de las vctimas fueron detenidas en losprimeros das del golpe de Estado y en sus propios domicilios. Las desapariciones,en cambio, llegaron en un segundo momento, concentrado entre los meses deseptiembre de 1936 y abril de 1937, cuando la guerra se estabiliz y comenz asurgir el miedo a la derrota entre los sublevados y las posibles represalias de losgrupos de izquierdas en las islas.

    A esto debemos sumar la poltica de exterminio ideolgico por parte deautoridades militares y de la Guardia Civil, cuyo mximo exponente fue el co-mandante general de las Islas, ngel Dolla Lahoz, y la colaboracin de la propiapoblacin, a travs de Falange y Accin Ciudadana, con vigilancias permanentes,delaciones de huidos, palizas y el control social a nivel local. Estas organizacionesconformaron tambin, junto a los militares, el grueso de las llamadas Brigadas delAmanecer, las cuales participaron activamente en el proceso de las desapariciones,colaborando en las sacas y en los asesinatos. Es decir, la represin ejecutada pormilitares y guardias civiles no hubiera sido posible sin el apoyo ms o menos de-cidido de numerosos sectores populares y de la burguesa, que dieron coberturaa la represin, cuando no la ejecutaron directamente integrados en las miliciasfranquistas.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 43

    Por ltimo, las dificultades econmicas y de subsistencia que origin laguerra, las crecientes bajas en el frente y la propaganda que comenz a exten-derse contra los sectores de izquierdas, hizo que aumentara la hostilidad hacia

    los presos republicanos, culpndolos de la situacin existente.Otra caracterstica comn en el proceso represivo al que fueron sometidosmuchos de los desaparecidos fueron los embargos o directamente los saqueos desus bienes. Estos procedimientos fueron en unos casos respaldados por sentenciasjudiciales arbitrarias, en otros por el propio descontrol de los acontecimientosdurante los primeros meses de convulsin sociopoltica y, por ltimo, en otroscasos por verse abocados a vender o a traspasar los bienes debido a coacciones ymultas vinculadas a la propia represin franquista. Ante la ausencia de los inves-tigados, fueron sus familias las que en ltimo trmino tuvieron que hacer frente

    a estas penalidades.Los episodios represivos que culminaron con las desapariciones se exten-dieron por todo el Archipilago. En la isla de La Palma, entre noviembre de1936 y febrero de 1937, se produjo el mayor nmero de ellas. Tras los hechos dela Semana Roja, muchas personas se refugiaron en los montes de la isla, por loque se les denomin los alzados, pero fueron detenidos posteriormente. Estascapturas culminaron con la desaparicin de veintisiete palmeros, asesinados yenterrados en los pinares de Fuencaliente, entre los que se encontraba el socialistay alcalde de Los Llanos de Aridane, Francisco Rodrguez Betancor. Slo algunosde estos alzados pudieron escapar, como fue el caso del secretario de la Fede-

    racin de Trabajadores de La Palma, Florisel Mendoza Santos. l, junto a otrosrepublicanos, pudo huir en un barco de pesca,El Aaza, secuestrado por vecinossimpatizantes; con esta embarcacin pudo llegar a la Villa de Mazo, desde dondeparti hacia el frica Occidental francesa18.

    En La Gomera, las desapariciones estn relacionadas con los sucesos deHermigua, ocurridos en marzo de 1933. Estas protestas, reivindicaciones sindi-cales contra el paro y a favor del reparto de tierras, culminaron con la muerte dedos guardias de asalto y un obrero. Posteriormente, las condenas impuestas a losprotagonistas de las manifestaciones fueron conmutadas y, durante el gobierno

    del Frente Popular, fueron amnistiados y puestos en libertad. sta fue la causapor la que despus del golpe militar, doce de ellos fueron detenidos de nuevo;entre ellos se encontraban los hermanos Fernando y Pablo Ascanio Armas. Todosellos fueron desaparecidos, probablemente en el traslado hacia la isla de Tenerifeo, incluso, en las sacas realizadas en las crceles de esta isla. En total se cifra enveinte el nmero de desaparecidos en La Gomera.

    18 MENDOZASANTOS, F.Florisel Mendoza: memorias con los parias de la tierra. La Laguna:Centro de la Cultura Popular Canaria, 2004, p. 20.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    44 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    En Tenerife las desapariciones fueron ejecutadas sobre todo entre los mesesde septiembre de 1936 y febrero de 1937. El procedimiento para llevarlas a cabofue diverso. La mayora de los desaparecidos fueron detenidos en los primeros

    meses despus del golpe de Estado y llevados de unos centros penitenciarios aotros, hasta ser desaparecidos en uno de estos traslados.Uno de los lugares protagonistas de estos hechos fue Fyffes. Han sido muchos

    los testigos que han relatado cmo se realizaban estas sacas de presos durantela noche. Mientras los encarcelados dorman, eran despertados por un oficialque recitaba los nombres que llevaba en una lista y los elegidos salan fuera dela prisin para siempre. De la prisin provincial tambin sacaron a varios presospara hacerlos desaparecer, como fue el caso de los cenetistas Inocencio Delgado yAmrica Gonzlez. Segn afirmaba con un siniestro eufemismo la Comandancia

    Militar el 11 de noviembre de 1936, por considerarlos elementos indeseables,Inocencio Delgado y Amrica Gonzlez fueron expulsados del territorio Nacional.De los barcos prisin, anclados en la costa tinerfea y utilizados como crcelesimprovisadas tras el golpe de Estado, tambin hicieron desaparecer a varias per-sonas. En estos barcos se vivieron verdaderos momentos de angustia, como lossucesos ocurridos a finales del mes de enero de 1937. En esos das, trece presosgubernativos fueron desaparecidos en una saca masiva a lo largo de tres das.Hoy podemos conocer sus nombres gracias a que otros presos pudieron apun-tarlos en un papel vaso19. Entre los desaparecidos se encontraban el destacadoanarquista Antonio Montelongo Morales y el poeta socialista Domingo Lpez

    Torres. Paso Alto fue otra de las crceles que recluy a varios desaparecidos ensus dependencias. Entre los ms destacados, quizs por su peso en la vida pol-tica del momento, se encontraba el alcalde de Santa Cruz, Jos Carlos SchwartzHernndez, que pudo ser desaparecido en las Caadas del Teide. Tambin hubodesaparecidos de diversas crceles municipales, como la crcel municipal de LosRealejos, de la que desaparecieron los socialistas Antonio Garca Hernndez,Agustn Rodrguez Hernndez y Aquilino Hernndez Rivera, este ltimo secre-tario judicial en el Realejo Alto.

    Pero la mayora de los desaparecidos en Tenerife fueron arrojados al mar,

    entre la zona de San Andrs y Antequera. Una vez sacados de las diversas crce-les, eran llevados mediante falas a esta zona. Los testimonios orales cuentanque eran introducidos en sacos y apotalados, refirindose a las piedras que lesataban y que actuaban como pesos para ser hundidos en el mar. Incluso testigosde la poca narran que llegaron a escuchar cmo falangistas y militares cantabancanciones comoDnde est Nino Falcn, matarile rile rile, en el fondo del mar, matarile

    19 GARCALUIS, R. Crnica de vencidos. Canarias: resistentes de la guerra civil. Islas Ca-narias: La Marea, 2003.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 45

    Carnet de Aquilino Hernndez Rivero,secretario del Juzgado Municipal del Realejo Alto en 1934.

    (Familia de Aquilino Hernndez Rivero).

    rile ron, en alusin a la desaparicin en el mar del lagunero Saturnino GonzlezRodrguez, apodado NinoFalcn20.

    En Gran Canaria, las desapariciones se centraron entre septiembre de 1936 yabril de 1937. En esta isla, uno de los acontecimientos represivos ms importantestuvo lugar contra un grupo de dirigentes socialistas y comunistas. Estos presosgubernativos se encontraban retenidos en el campo de concentracin de La Isleta,lugar del cual desaparecieron posteriormente muchas ms personas, y fueronembarcados en el vapor conocido como elDmine, a principios de septiembre de

    1936. Este barco se diriga al frente de Toledo, y por el camino fueron arrojadosal ro Tajo diez de estos presos. Entre ellos se encontraban el dirigente sindicalPrimitivo Prez Pedraza y el secretario general de los comunistas canarios JosSurez Cabral.

    En octubre de ese mismo ao, otro episodio termin con la vida de variaspersonas: la bomba del Hospital de San Martn en Las Palmas. Tras la explosin,doce enfermeros fueron acusados, dos de los cuales murieron a causa de las palizas

    20 STUDERVILLAZN, L., HEREDEROGASCUEA, V., LENLVAREZ, A., RAMOSPREZ, G.,GMEZMENDOZA, A.yLVAREZRODRGUEZ, N., op. cit., 2012, p. 106.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    46 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    recibidas y otros seis ingresaron en el campo de concentracin de La Isleta. Estosltimos fueron posteriormente trasladados a Tenerife, pero presuntamente fueronllevados a los acantilados de La Laja y arrojados a la Mar Fea21.La responsabilidad

    de los enfermeros en estos sucesos nunca qued clara.Pero en Gran Canaria, uno de los incidentes ms conocidos relacionadocon las desapariciones, fue el llevado a cabo en los municipios del norte de laisla: Arucas, Gldar y Agaete. All, en marzo de 1937, las autoridades militarescomenzaron a reclamar informacin para castigar a los responsables de actos derebelin ocurridos despus del golpe de Estado. Se produjeron varias reunionespara elaborar listas de posibles enemigos del rgimen, que terminaron con ladesaparicin de ciento tres vecinos de esos pueblos: sesenta y dos de Arucas,trece de Gldar y veintiocho de Agaete. De estos ciento tres vecinos asesinados,

    cuarenta y cuatro fueron sacados del campo de concentracin de Gando. Losdesaparecidos de Arucas y de Gldar fueron tirados a los pozos que rodean laciudad de Arucas, los de Agaete es posible que fueran arrojados al tubo volcnicode la Sima de Jinmar22.

    ATRAPADOS EN AZUL:FASCISTIZACIN, REPRESIN Y SUPERVIVENCIA

    En el da de hoy, cautivo y desarmado el Ejrcito Rojo, han alcanzado las tropas na-

    cionales sus ltimos objetivos militares. La guerra ha terminado. Con este ltimo partede guerra firmado en Burgos a 1 de abril de 1939 se pona oficialmente el puntoy final a la Guerra Civil espaola. Pero esa fecha tambin signific el inicio de unadictadura bajo el mando nico de Franco que marc los destinos del rgimen y,por ende, de Espaa hasta su fallecimiento el 20 de noviembre de 1975.

    En ese amplio intervalo temporal la dictadura vivi diferentes etapas,ciertamente condicionadas por el contexto internacional pero tambin por loscambios internos que vivi el franquismo, basculando desde el nacionalcatoli-cismo hasta los postulados tecncratas. Eso s, siempre mantuvo su referente en

    el 18 de julio de 1936. Si en un primer momento su identificacin con los pasesfascistas fue casi total, al finalizar la Segunda Guerra Mundial y con el embargointernacional a Espaa de fondo, se produjeron modificaciones que culminaronen una progresiva apertura econmica respecto a la etapa de la posguerra, hastaque en los aos sesenta se acelerase el crecimiento econmico.

    21 MILLARESCANTERO, A., MILLARESCANTERO, S., QUINTANANAVARRO, F. y SUREZBOSA,

    M. Historia Contempornea de Canarias. Las Palmas de Gran Canaria: Obra Social La Cajade Canarias, 2012, p. 414.22 Ibdem, pp. 414-415.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 47

    El franquismo se caracteriz en sus primeros aos por sufascistizacin, esdecir, por la incorporacin de una serie de elementos ideolgicos y polticos quelo asimilaban a los regmenes fascistas. Esto se manifest especialmente en el

    mbito poltico con la creacin de un partido nico, Falange Espaola Tradicio-nalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalistas (FET y de las JONS),que cont a su vez con estructuras organizativas para las mujeres y los jvenes.El partido fue creado por el Decreto de Unificacinde 19 de abril de 1937, lo quesupuso que todas las fuerzas polticas y sociales que apoyaron el golpe de Estadoy defendieron al bando sublevado durante la guerra quedaran agrupadas bajoun proyecto comn. Lo cierto es que en aquellos primeros momentos se produjouna incorporacin masiva a sus filas de miles de personas, muchas de ellas inclusocon pasado izquierdista, que entendieron que la camisa azul era el smbolo de su

    salvacin. Otros, en cambio, vieron en la Falange la posibilidad de medrar polticay socialmente; adems, esta organizacin sirvi para acoger en un seno nico atodas las fuerzas polticas conservadoras que haban luchado contra la democraciarepublicana, y que consideraban que ya era hora de devolver a Espaa el orden,la paz y el buen gobierno. A estos conceptos tradicionales se incorporaron otrospropios del fascismo, como qued demostrado con la aprobacin del Fuero delTrabajo(1938), bajo la influencia falangista y con una clara relacin con la Cartadel Lavoroitaliano.

    Tanto la restauracin de los valores tradicionales como el modelo fascistatuvieron una importante repercusin sobre todos los sectores sociales, pero en

    el caso de las mujeres fue representativo durante todo el perodo. En el mundolaboral, esa Ley Fundamental del franquismo planteaba la vuelta de la mujer alhogar y la naturaleza secundaria del trabajo remunerado femenino. Este modelode feminidad domstico y tutelado, si bien tuvo un importante eco en las mujeresde clases medias urbanas, fracas a la hora de extenderse entre las mujeres traba-jadoras y del mbito rural. La msera situacin econmica y social de las familiascanarias en la posguerra hizo inviable este proyecto, siendo el trabajo femeninoimprescindible para el sostenimiento familiar. Situacin especialmente grave enel caso de las mujeres de familias represaliadas, en las que los varones haban sido

    asesinados, seguan presos, haban emigrado o encontraban enormes problemaspara reinsertarse en la vida laboral.La Segunda Repblica haba supuesto una etapa crucial en la progresiva

    equiparacin de derechos entre hombres y mujeres. La concesin del sufragiofemenino en 1933, el matrimonio civil, el divorcio o el seguro de maternidad enel trabajo, junto a una mayor participacin en la esfera pblica y en la poltica,evidenciaban un cambio en el rol de las mujeres, asociado hasta entonces a lodomstico y a la esfera privada.

    Sin embargo, el golpe militar y la restauracin de los valores tradicionalescatlicos, ejemplificados por la vuelta al Cdigo Civilde 1889 y al matrimoniocannico como nica forma de unin marital, dieron al traste con este proyectoigualitario. Las mujeres que hubieran simpatizado con el Frente Popular, las que

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    48 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    Militantes de la Seccin Femenina desfilandoante el Gobierno Militar en Las Palmas de Gran Canaria.

    (Archivo de Fotografa Histrica de Canarias. Fedac).

    hubieran estado sindicadas, como las tabaqueras o maestras, o incluso aquellasque se hubieran acogido al matrimonio civil, fueron represaliadas de diversasmaneras. El encarcelamiento de cientos de mujeres y los abusos y torturas a losque fueron sometidas muchas de ellas, se tradujo en la desaparicin de algunascomo Pilar Garca y Amrica Lavedeze o en torturas que, por ejemplo, llevarona la muerte a Domitila Hernndez. Estos casos siguen siendo hoy da uno de loselementos menos estudiados de la represin franquista.

    Junto a la represin fsica, durante los aos 40 y 50 el rgimen nacional-

    catlico instaur un modelo de reeducacin de la mujer, sustentado en la accin dela Iglesia catlica y de las organizaciones de encuadramiento falangistas. Gruposcomo el Auxilio Social o, sobre todo, la Seccin Femenina de Falange, con granpresencia en las islas orientales, contribuyeron a reforzar la clsica concepcinde la feminidad en tanto que ngel del hogar. La Seccin Femenina desarrollsus actividades en las escuelas y contaba con el Servicio Social el equivalenteal servicio militar masculino creado en 1937 como una prestacin obligatoriapara todas las mujeres que necesitaban acreditar su presencia en la vida pbli-ca para trabajar, obtener una titulacin acadmica, el carnet de conducir, etc.Constaba de una parte formativa, en la que se adoctrinaba en el ideario nacional-sindicalista y otra laboral, en la que las mujeres deban trabajar gratuitamenteen instituciones de beneficencia. Asociadas a Falange, las diversas instituciones de

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 49

    encuadramiento femeninas publicaron en las islas algunas revistas, como Teresa,nombre de la patrona de Seccin Femenina; Consigna, destinada al profesoradofemenino; o el semanario Bazar, con contenidos destinados a las nias23.

    Por otro lado, la dictadura dispuso de un eficaz aparato de propaganda,encargado de construir, imponer y difundir los smbolos y la doctrina del NuevoEstado. Todos ellos se hicieron presentes en las calles y plazas de las islas y en losmedios de comunicacin. En Canarias, al igual que en el conjunto del Estado, elactivo papel de la propaganda falangista result fundamental en la construccinsimblica de la dictadura franquista y, especialmente, en la identificacin de de-terminados elementos como propios de la Espaa victoriosa. Los mitos imperiales,las figuras de los Reyes Catlicos y las referencias a cualquier hecho glorioso delpasado espaol aparecan constantemente en sus textos, discursos e imgenes

    representativas. El objetivo no era otro que relacionar la guerra con algunas de lasgestas del pasado espaol y, especialmente, que la victoria final de los sublevadossignificaba el resurgir de un pas que haba sufrido las desastrosas consecuenciasde la democracia republicana. sta haba resultado ser, en esa perspectiva, unproyecto ruinoso y destructivo en lo moral y material, habiendo daado la esen-cia de un pas que necesitaba de un renacer al que nicamente Franco podraconducir de manera satisfactoria. De este modo, la actuacin de la propagandase centr en reiterar el carcter daino de la Repblica y, especialmente, en legi-timar el nuevo marco poltico y social de Espaa. Esa legitimacin se manifesta travs de un discurso de permanente vigencia a lo largo de las cuatro dcadas

    de duracin de la dictadura y se bas en la defensa de la unidad de Espaa, lajusticia social, el orden, los valores catlicos, as como el recuerdo permanentede la victoria en la Guerra Civil que haba permitido devolver la paz a la patria.Una victoria que comenz a forjarse el da en que Franco sali de Canarias, lapunta de lanza para la Nueva Espaa.

    En el marco de la posguerra y al amparo de esta fascistizacindel rgimen,Espaa vivi el perodo de la autarqua. El aislamiento internacional y las conse-cuencias materiales de la Guerra Civil influyeron negativamente en el perodo, perose trat de una poltica de orden interno promovida desde el gobierno central en

    un momento de mayor influencia de FET y de las JONS. Al amparo de esta polticay de la situacin internacional en la que Canarias estaba presente por su situacin

    geoestratgica, se cre el Mando Econmico que, entre 1941 y 1946, se encarg de

    dirigir y controlar la economa canaria. Por decreto estuvieron al frente los capi-

    23 Vase HERMIDAMARTN, Y. Mujeres y cambios sociales en la provincia de Santa Cruz deTenerife. 1931-1975. Amas de casa, camaradas y marginadas. [En lnea]. Tesis doctoral indita.

    Barcelona: Universidad de Barcelona, 2012. [Fecha de consulta: 23 de febrero de 2013].Disponible en Internet:http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/63177/YHM_TESIS.pdf;jsessionid=D28DEA348F4FFF7B6433CA61BBB9C19C.tdx2?sequence=1

    http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/63177/YHM_TESIS.pdf;jsessionid=D28DEA348F4FFF7B6433CA61BBB9C19C.tdx2?sequence=1http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/63177/YHM_TESIS.pdf;jsessionid=D28DEA348F4FFF7B6433CA61BBB9C19C.tdx2?sequence=1http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/63177/YHM_TESIS.pdf;jsessionid=D28DEA348F4FFF7B6433CA61BBB9C19C.tdx2?sequence=1http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/63177/YHM_TESIS.pdf;jsessionid=D28DEA348F4FFF7B6433CA61BBB9C19C.tdx2?sequence=1
  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    50 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    tanes generales de Canarias Ricardo Serrador y Francisco Garca-Escmez, siendoeste ltimo una de las figuras representativas de la dictadura en el Archipilago.Todava hoy se mantiene un recuerdo favorable hacia su labor, puesto que se le

    ha identificado como el responsable de la consecucin de numerosas obras en elArchipilago. La construccin de carreteras, barriadas para obreros, escuelas ycasas para maestros, obras religiosas, obras sanitarias, canales, embalses, hoteles,etc., son slo algunos ejemplos de aqullas, a la par que se valor que con ellasse tratara de aliviar las altas tasas de desempleo existentes en aquel momento.Todo ello qued recogido en la Memoria de la labor realizada por el Mando Econmicopublicada por la Capitana General de Canarias poco despus de su desaparicin.

    Pero a pesar de la propaganda y de los intentos por resaltar la labor delMando por controlar el abastecimiento y de la importancia de muchas de aque-

    llas obras incluso desde el punto de vista arquitectnico, lo cierto es que elperodo autrquico tuvo unas consecuencias negativas para la supervivencia de lapoblacin canaria. Se generaron situaciones dramticas que tuvieron en el hambreuna de sus mayores expresiones. El historiador Ricardo Guerra ha puntualizadoque todas las fuentes consultadas, en mayor o menor medida, indican que a lolargo de los aos comprendidos entre 1939 y 1946 la situacin alimentaria fueempeorando progresivamente, al igual que el suministro de bienes de producciny materias primas para la agricultura, la industria y la construccin, producindosealgunos meses ligeras recuperaciones24.

    En ese contexto se produjeron algunos fenmenos que, con el paso de los

    aos, han venido a caracterizar el perodo de la posguerra y los aos inmediata-mente posteriores en el recuerdo de quienes vivieron aquellos aos. Por un lado,el estraperlo y el cambulln, como smbolos representativos del perodo para loscanarios, en unos momentos en los que el racionamiento de los productos deprimera necesidad, unido a la escasez de otros como los combustibles o los desti-nados a la construccin, fue determinante para la poca. El siguiente fragmentoresume con claridad estos hechos y se refiere a las diferencias sociales que inclusollegaron a existir dentro del denominado mercado negro:

    [...] esta circulacin de mercancas, paralela al mercado oficial, afect a numerososproductos bsicos e implic a todas las capas sociales, pudindose distinguir unestraperlo de alto nivel, bien organizado y que realizaba importantes operacionesque permitan la obtencin de sustanciosos beneficios y que estaba relativamentetolerado y amparado por los organismos fiscalizadores, y un estraperlo popular,efectuado por pequeos propietarios agrarios, pequeos comerciantes y cambu-lloneros que iban por libre, que permiti subsistir algo mejor a estos grupos y

    24 GUERRAPALMERO, R.A. Sobrevivir en Canarias (1939-1959). Santa Cruz de Tenerife:Idea, 2006.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 51

    Cartilla de racionamiento infantil del ao 1952.(Museo de Historia y Antropologa,

    Organismo Autnomo de Museos y Centros.Excmo. Cabildo Insular de Tenerife).

    en cierta medida abastecer a parte de la poblacin. Un estraperlo popular que erareprimido mucho ms duramente por las autoridades25.

    El enriquecimiento de algunas familias canarias fue en paralelo a la pobrezade una poblacin que dependa en exceso de los ingresos de sus largas jornadasde trabajo en el campo. Para muchas de aquellas personas no qued otro caminoque el de la emigracin a Amrica. sta es, junto a lo que acabamos de referirnos,una de las imgenes representativas del perodo para los canarios. Fue entonces,

    al final de la dcada de los cuarenta, cuando empezaron a salir miles de canariosen los conocidos como barcos fantasmas, embarcaciones en las que de maneraclandestina salan del Archipilago con destino a Amrica. Ejemplo representativode estos hechos es el del velero La Elvira,que parti de Gran Canaria en la SemanaSanta de 1949 y en el que viaj poco ms de un centenar de personas y que lleg aVenezuela tras ms de un mes de travesa. Otro ejemplo es el del Telmaco,del queincluso existen algunas imgenes y muchos testimonios de personas que partici-

    25 GUERRAPALMERO, R.A. El mercado negro en Canarias durante el perodo del Man-do Econmico: una primera aproximacin. Revista de Historia Canaria, 2001, 183, p. 187.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    52 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    paron en su viaje desde el municipio gomero de Valle Gran Rey el 9 de agosto de1950. La bsqueda deEl Doradovenezolano en un momento de mxima pujanzacon el petrleo como principal fuente de ingresos llev a los canarios a asumir

    aquellos tortuosos viajes, con el fin de convertirse en mano de obra campesina eintentar prosperar en el exterior. Habra que esperar hasta 1950 para que la emi-gracin cambiara su cariz y se pudiera emigrar al pas gobernado por Marcos PrezJimnez de manera legal. Se calcula que aproximadamente sesenta mil canariosabandonaron el Archipilago en ese perodo. Muchas familias quedaron rotas, sibien es cierto que progresivamente se fue incorporando la mujer a la emigraciny se produjo el reencuentro de muchas familias canarias en tierras americanas.

    Ahora bien, la emigracin tambin respondi al pasado poltico de muchaspersonas, que se vieron obligadas a escapar de la dictadura. Las detenciones y la

    vigilancia policial se mantuvieron y se actu con dureza contra cualquier intentode reconstruir las organizaciones polticas de izquierda, fundamentalmente contrael Partido Comunista. Fueron aos de miedo y, sobre todo, de hambre, en los quela supervivencia se convirti en un acto de resistencia. El culto a la victoria y elmiedo generado por el uso de la violencia estuvieron permanentemente presentesen la sociedad espaola hasta el final de la dictadura. Frente a ello, muchos delos que no emigraron optaron por mantenerse en un segundo plano y alejarsede la poltica, al menos de manera pblica. Otros, en cambio, se unieron a losincipientes grupos de oposicin al franquismo, fundamentalmente a un PartidoComunista que capitaliz la participacin poltica de los opositores.

    LA REPRESIN FRANQUISTAEN EL MBITO EDUCATIVO Y CULTURAL

    La educacin pblica y laica haba sido uno de los estandartes de la Repbli-ca, pieza maestra en su proyecto de renovacin cultural y ciudadana. Un proyectoque iba desde la construccin masiva de escuelas primarias hasta la introduccinde medidas secularizadoras en una enseanza tradicionalmente confesional,

    pasando por una renovacin pedaggica y metodolgica profunda, inspiradaspor el modelo de la Institucin Libre de Enseanza. No obstante, las polticaseducativas laicas haban provocado una crispada guerra escolar con la Iglesiacatlica, que las consideraba una amenaza para su tradicional influencia educativa.Esta lucha por la conciencia ciudadana explica que durante la Guerra Civil y ladictadura los docentes fueran el sector ms castigado del funcionariado pblico.Tras el golpe militar, las nuevas autoridades militares y religiosas adoptaron unaestrategia represiva con una doble dimensin.

    En primer lugar, para que la nueva educacin franquista fuera efectiva, eraimprescindible castigar, depurar y separar de la docencia a todos los maestros yprofesores sospechosos de simpatizar con las teoras pedaggicas republicanas.En las semanas siguientes al golpe militar fueron detenidos y encarcelados cientos

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 53

    Jos Galn Hernndez, maestro nacional,poeta y dirigente socialista tinerfeo,

    desaparecido de Fyffes en 1936.(Familia de Jos Galn Hernndez).

    de docentes en todo el Archipilago. Esta represin penitenciaria la sufrieron fi-guras tan significativas en este mbito como Arstides Ferrer, Jacinto Alzola, JuanRgulo y un largusimo etctera. Encarcelados en prisiones como Gando o Fyffes,algunos aprovecharon su estancia para organizar clases de alfabetizacin y culturageneral para los presos, que daran el sobrenombre de Universidad de Fyffesal cen-tro penitenciario habilitado por los militares en Santa Cruz de Tenerife. Algunosde ellos, como los maestros tinerfeos Jos Galn Hernndez, Alfredo Mederos

    Galn o Francisco Delgado Herrera, significados socialistas de la Federacin deTrabajadores de la Enseanza (FETE-UGT), o el maestro de Arico Manuel Solanay Daz de Lastra, presidente del PSOE de la localidad surea, fueron asesinadosy desaparecidos. En Las Palmas, la misma suerte corrieron maestros nacionalescomo Juan Rubio Prez, Francisco Prat Soler o Rafael Martn Vera. Otros maestros,acusados de oponerse al golpe militar, seran fusilados por los sublevados, casodel zamorano y residente en Moya (Gran Canaria) Luzgrico Martn Velarde, ylos palmeros Carlos Sicilia Prez y el lider comunista insular Jos Miguel Prez,acusados de organizar la resistencia durante la Semana Rojade La Palma.

    Paralelamente a la represin penitenciaria y los asesinatos legales y ex-trajudiciales, a partir de la publicacin del decreto del 8 de noviembre de 1936 elnuevo rgimen articul los trminos jurdicos para la depuracin de los alumnos

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    54 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    y docentes sospechosos, abarcando desde la escuela primaria a la enseanza uni-versitaria. Para ello cre un conjunto de Comisiones Depuradoras Provinciales dela Enseanza, que sometieron a expedientes de depuracin aproximadamente al

    cuarenta por ciento de los maestros canarios, siendo muchos de ellos separadosdefinitivamente de la docencia26. En estos procesos de depuracin, que se conser-van en su mayora en el Archivo General de la Administracin (AGA) en Alcal deHernares, es posible apreciar la articulacin de la represin en los contextos locales,siendo determinantes los informes de los falangistas, alcaldes, padres de familiacatlicos y, sobre todo, de los prrocos, a la hora de condenar a duras sancionesa los hombres y mujeres dedicados a la enseanza. Esta masiva labor depuradoradej inoperativas numerosas escuelas municipales en las islas, provocando un vacoque el nuevo rgimen cubri con asignaciones de escuelas a dedo a elementos

    falangistas y catlicos afines, escasamente preparados para la docencia.Los institutos de enseanza secundaria tambin sufrieron el proceso represi-vo, aunque en una dimensin menor al experimentado por el magisterio nacional.Caso destacado es el del Instituto de Las Palmas, donde el nombramiento comodirector del sacerdote Manuel Socorro Prez propici una especial persecucincontra los elementos republicanos27. Tambin sufrieron proceso de depuracinalumnos y profesores de la Universidad de La Laguna, quienes vieron cortada sutrayectoria docente y educativa. Ilustres catedrticos canarios en otras universi-dades estatales, como Blas Cabrera o el presidente de la Repblica Juan Negrn,se vieron condenados al exilio.

    Adems del personal docente, las bibliotecas pblicas y privadas tambinsufrieron el proceso de depuracin, para el cual se constituyeron comisiones de-puradoras especficas. Especialmente intensa fue la depuracin que se produjocon los libros de texto escolares y los manuales pedaggicos afines a la escuelanica y la escuela nueva.

    En segundo lugar, al tiempo que se desarrollaba la depuracin de los edu-cadores republicanos, las autoridades franquistas reestablecieron el modelo deenseanza confesional, sexista y nacionalista, orientado a restaurar los valorestradicionales de patria, orden social y religin. De hecho, a pesar del significativo

    influjo falangista en las primeras dcadas, la Iglesia catlica fue el principal sos-tn ideolgico del nuevo rgimen y la responsable de los contenidos y mtodos

    26 Vase NEGRNFAJARDO, O. Memoria histrica y educacin en Canarias: depuracin yrepresin del magisterio en la provincia de Las Palmas (1936-1942). Las Palmas de Gran Cana-ria: Cabildo de Gran Canaria, 2010, y HERNNDEZHERNNDEZ, J.M. La represin franquistasobre los maestros en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Periferia Revista de Ciencias

    Sociales, 4, 1989, pp. 93-105.27 MILLARESCANTERO, A., MILLARESCANTERO, S., QUINTANANAVARRO, F. y SUREZBOSA,M., op. cit., 2012,p. 418.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 55

    La nueva escuela franquista: inauguracin de un internadoen Gran Canaria por el Obispo Pildain y las autoridades falangistas en 1942.

    (Archivo de Fotografa Histrica de Canarias. Fedac).

    educativos de la nueva escuela nacional. Manuales escolares obligatorios, como elCatecismo patritico espaol(1939), redactado por el obispo de Tenerife Fray Albi-no, constituyen un ejemplo de los principios enseados en la escuela franquista,especialmente totalitarios hasta el final de la Segunda Guerra Mundial:

    [...] Cules son los enemigos de Espaa? Los enemigos de Espaa son siete: elliberalismo, la democracia, el judasmo, la masonera, el capitalismo, el marxismoy el separatismo [...] vienen a ser como los siete pecados capitales en que Espaahaba incurrido y fue preciso lavar con sangre28.

    Junto a la educacin y sus profesionales, la literatura, el cine, el teatro y lasartes plsticas tambin se vieron notablemente afectados por el nuevo modelocultural impuesto por el franquismo.

    En el caso concreto de la creacin literaria, figuras como Domingo LpezTorres y Pedro Garca Cabrera son representativas de los efectos represivos delrgimen. Ambos, militantes socialistas, pasaron por Fyffes donde adems fue-

    28 MENNDEZ-REIGADA, A.G. y MENNDEZ-REIGADA, I.G. Catecismo patritico espaol.Salamanca: Imprenta comercial, 1939, pp. 55 y 58.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    56 L. STUDER, G. R AMOS, V. HEREDERO y A. LEN

    ron recluidos muchos otros artistas, siendo el primero desaparecido y el otrodetenido, aunque particip posteriormente, en marzo de 1937, en la huida de VillaCisneros, adonde haba sido deportado meses antes, entre otros con el escritor Jos

    Rial Vzquez29. Su reincorporacin a la vida civil se produjo como las de tantosotros creadores, en silencio y bajo la vigilancia de las autoridades para censurarcualquier publicacin sospechosa de atacar al rgimen. se tambin fue el casode Domingo Prez Minik, uno de los fundadores de la revista Gaceta de Arteenel perodo republicano y en la que tambin particip Lpez Torres, entre otros.Aquella experiencia surrealista marc un hito en la actividad literaria, culturaly artstica en Canarias y Espaa, que culmin con la celebracin de la primeraexposicin surrealista en el Estado espaol. Obras de Picasso, Dal, scar Domn-guez, Mir, Man Ray o Marcel Duchamp se exhibieron en Tenerife. Prez Minik,

    socialista y tambin preso en Fyffes, recuper progresivamente su actividad comocrtico literario en la revista nsulade Madrid y, junto con sus viejoscompaerosEduardo Westerdahl y Pedro Garca Cabrera, fue responsable del suplementoGaceta Semanal de las Artes(1958-65) en el diario La Tarde.

    Si bien buena parte de las figuras representativas de la cultura canariaprogresista sufrieron los efectos de la represin del primer franquismo, sta semantuvo a lo largo de toda la dictadura, como lo demuestra que entre finales dela dcada de los 60 y principios de los 70 tuvieran lugar dos Consejos de Guerracontra creadores canarios motivados por dos obras poticas30.

    En Consejo de Paz, el poeta Pedro Lezcano Montalvo denunciaba la situacin

    social del momento y explicitaba su crtica a los militares y al uso de la fuerza. Porese hecho fue sometido a un Consejo de Guerra que le conden a seis meses yun da de prisin, mientras que a Salvador Sagaseta le condenaron a un ao, porhaber publicado el poema de Lezcano con ese ttulo el 29 de junio de 1966 enelDiario de Las Palmas31. Ms all de este hecho, en el caso de Lezcano, adems,sobresali su colaboracin en Antologa Cercada, el poemario colectivo en el queparticiparon Ventura Doreste, Vctor Doreste, Carlos Pinto Grote o los hermanosAgustn y Jos Mara Millares Sall. Todos ellos destacadas figuras de las letrascanarias y muchos relacionados con la poltica insular, como en el caso de los

    hermanos Millares, vinculados al Partido Comunista. Este partido aglutinara en

    29 Sobre este tema, vase la novela de SAHAREO, Jos: Villa Cisneros. Deportacin y fugade un grupo de antifascistas, La Laguna, Tierra de fuego, 2007. En realidad,Jos Sahareoesel pseudnimo de Jos Rial Vzquez.

    30 Algunos hechos de aquel tiempo fueron recogidos aos ms tarde por NivariaTejera en su libroEl Barranco, con referencias a los efectos de la represin en el munici-pio tinerfeo de La Laguna y que afectaran a personajes de la poca, como su padre, el

    ugetista Saturnino Tejera.31 Sobre estos hechos, vase GUERRAAGUIAR, N. Tres Consejos de Guerra y un consejo dePaz. Santa Cruz de Tenerife: Centro de la Cultura Popular Canaria, 2000.

  • 5/28/2018 CANARIAS Franquismo y Violencia Catalogolucestiempogrisabril2013 - slidepdf...

    http:///reader/full/canarias-franquismo-y-violencia-catalogolucestiempogrisab

    LA VIOLENCIA POLTICA Y SOCIAL DURANTE EL FRANQUISMO 57

    buena medida a algunos de los representantes culturales del momento, llegandoincluso a ser el escultor grancanario Tony Gallardo su secretario general en laetapa en la que tuvieron lugar los sucesos de Sardina del Norte.

    El segundo de esos Consejos de Guerra fue el que se sigui contra el entonceseditor Juan Jess Armas Marcelo, escritor y periodista natural de Las Palmas deGran Canaria. Como recordaba l mismo, coincidiendo con el cuarenta aniver-sario de aquellos hechos:

    [...] en un acuartelamiento de La Isleta, Gran Canaria, lleno de militares y sin un soloasistente civil. Seis meses y un da de crcel de condena, cumplidos catorce mesesen prisin atenuada (arresto domiciliario, que yo me saltaba debidamente muchasnoches) mientras se instrua el caso. Por eso estos das rele Nmero trece, de Josngel Valente, volumen que incluye el relato potico El uniforme del general,

    que me llev como editor ante el consejo de guerra. Valente, en los ltimos mesesde su vida, me explic en Almera, en su propia casa, que fueron los familiares delgeneral Saliquet, a quien le haba sucedido lo que se contaba en el relato, los quedenunciaron el cuento. El poeta, residente