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OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO CAPACITACI~N LABORAL Y EMPLEO DE JÓVENES EN PERÚ: LA EXPERIENCIA DEL PROGRAMA PROJOVEN Mario Arróspide Philippe Egger OFICINA DE AREA Y EQUIPO TECNICO MULTIDISCIPLINARIO PARA LOS PAISES ANDINOS

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OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

CAPACITACI~N LABORAL Y EMPLEO DE JÓVENES EN PERÚ:

LA EXPERIENCIA DEL PROGRAMA PROJOVEN

Mario Arróspide Philippe Egger

OFICINA DE AREA Y EQUIPO TECNICO MULTIDISCIPLINARIO PARA LOS PAISES ANDINOS

Copyright O Organización Internacional del Trabajo 2000

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ISBN 92-2-3 12 1 11 -6 ISSN 1020-3974

Las denominaciones empleadas, e11 concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la forma en que aparecen presentados los datos en las publicaciones de la OIT no implicajuicio alguno por parte de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jurídica de ninguno de los países, zonas o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras. La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos, estudios y otras colaboraciones firmados incumbe exclusivamente a sus autores, y su publicación no significa que la OIT las sancione. Las referencias a firmas o a procesos o productos comerciales no implican aprobación alguna por la Oficina Internacional del Trabajo, y el hecho de que no se mencionen las firmas o procesos comerciales no implica desaprobación alguna. Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en Las Flores 295, San Isidro, Lima 27 o pidiéndolas al Apartado Postal 14- 124, Lima 14, Perú, teléfono(51-l)221-2565, fax(51-1)421-5292.

Consulte la OIT en Internet en la dirección: http:llww.oitandina.org.pe

Impreso en Períi

El tema de la inserción laboral de los jóvenes ha venido preocupando a la OITdesde hace varios años. En junio de 1998 la Colzferencia Internacional del Trabajo adoptó una resolución sobre el empleo juvenil apelando a los estados miembros, a las organizaciones de ernpleadores y de trabajadores y a la propia Oficina Internacional del Trabajo a otorgar una especial prioridad a las políticas yprogramas que pudieran facilitar la inserción laboral de los jóvenes. Desde antes de esta resolución, la OIT ha venido elaborando estudios y propuestas en la materia yprestando su apoyo técnico en varios países, particularmente en América Latina.

En muchos países del mundo, los jóvenes, y particularmente las mujeres jóvenes, encuentran dzjkultades para conseguir un empleo decente, estable, con un nivel adecuado de remuneración y de protección social. Los dos elementos más importantes detrás de esta situación son la falta de experiencia laboral de los jóvenes y su inadecuada formación profesional. Estos problemas son especialmente agudos para los jóvenes de hogarespobres, barrios marginales, y estratos de bajos ingresos. Los jóvenes de bajos recursos gozan de menos oportunidades de acceso a una educación básica de calidad, sus tasas de inasistencia escolar son elevadas, particularmente en secundaria, cuando las presiones de los hogares para añadir un miembro generador de un ingreso adicional, por bajo que sea, se hacen muy fuertes.

Lidiando con estos problemas sociales y laborales, muchos países han adoptado medidas y están implementando programas para facilitar el acceso de los jóvenes al empleo. Al mismo tiempo, están buscando nuevas ideas de programas, políticas y medidas para mejorar lo que ya están haciendo o introducir nuevas disposiciones. Por lo tanto, existe una alta demanda por conocer las experienciasprácticas que se desarrollan en otrospaíses.

Este documento versa precisamente en la documentación concreta de la experiencia de un programa de capacitación laboral de jóvenes de hogares pobres en Perú. Elprograma ProJoven, gestionado por el Ministerio de Trabajo y Promoción Social desde 1996 se inició en la ciudad capital de Lima y se ha extendido a otras ciudades del país desde entonces. El documento presenta los principios que presidieron al diseño del programa, su modo de funcionamiento asícomo algunos datos de evaluación de impacto delprograma. Por lo tanto responde a las numerosas solicitudes de información de cómo funciona el programa ProJoven, y los resultados que ha obtenido hasta la fecha. El documento ha sido elaborado por Mario Arróspide, investigador y responsable del programa ProJoven durante varios años, ypor Philippe Eggel; de la Oficina de la OITpara lospaíses Andinos.

Con este documento esperamos contribuir a un mejor conocimiento de la experiencia en este tipo de programas, como un elemento entre varios, de las políticas para mejorar el acceso a empleos decentesporparte de los jóvenes de hogares pobres.

Daniel Martínez Director

Oficina de Area y Equipo Técnico Multidisciplinario para los Países Andinos

OIT Lima

PRÓLOGO

.................................................................................................................................... INTRODUCCION 7

1 . LA SITUACIÓN LABORAL DE LOS JÓVENES (15-24 AÑOS) EN EL PERÚ ....................... 9

La inserción laboral de los jóvenes (1 5-24 años) en el Perú .................... .... ................. La oferta laboral ................................................................................................................... 1.2.1. Tasa de actividad ..................................................................................................... . . Desempleo de jovenes .......................................................................................................... 1.3.1 Desempleo y nivel educativo .......... .. ...................................................................... 1.3.2 Desempleo e ingreso del hogar ........................ .. .................................................... 1.3.3 Duración del desempleo ............................................................................................. Empleo y desempleo de jóvenes ..........................................................................................

................................................................................................................................. Salarios Dimensiones de la oferta y demanda de trabajo de jóvenes ................................................. 1.6.1 ¿En qué ocupaciones capacitar a los jóvenes? .................. ... .................................. Elementos de conclusiones ......................... ... .......................................................................

2.1 Principios orientadores del programa .................................................................................. 2.1.1 El programa opera orientado por la demanda ............................................... : ............ 2.1.2 Nueva forma de intervención del estado ....................... ... ...................................... 2.1.3 Promueve competencia ............. ... .......................................................................... 2.1.4 Articula recursos públicos y privados ........................................................................

2.2 Principales metodologías del programa ............................................................................... . . 2.2.1 Identificación del grupo objetivo ............................................................................... 2.2.2 Criterios de focalización ............................................................................................ 2.2.3 Criterios de selección de entidades de capacitación ..................................................

2.3 Las formas de operación del programa ................................................................................ 2.3.1 Principales características del programa ................................................................ . . 2.3.2 Comunicación y difusión ........................................................................................... 2.3.3 Precalificación y registro de entidades de capacitación ............................................. 2.3.4 Mecanismos de licitación .......................................................................................

. r .......................................................................................... 2.3.5 Seleccion de beneficiarios 36 2.3.6 Funcionamiento de la unidad coordinadora ............................................................ 37

..................................................................................................... 2.4 Monitoreo y evaluación 38 2.4.1 Monitoreo ................................................................ .. ............................................. 38 . . 2.4.2 Evaluacion del impacto .............................................................................................. 39

...................................................................................................... 3.1 Resultados del programa 40 3.1.1 Cobertura .................................................................................................................. 40 3.1.2 Características de los beneficiarios y focalización ................................................... 42

3.1.2.1 Principales características ........................................................................ 42 ............................................................................................... 3.1.2.2 Focalización 44

.......................................................................................... 3.1.3 Entidades de capacitación 46 ......................................................................................... 3.1.4 Los cursos de capacitación 47

........................................................................................... 3.1.4.1 Especialidades 48 ............................................................................. 3.1.4.2 Desarrollo de los cursos 49

.............................................................................................................. 3.1.5 Las empresas 50 ................................................................................... 3.2 Evaluación del impacto del programa 51

....................................................................... 3.2.1 Resultados de la primera convocatoria 52 .............................................................. 3.2.1.1 Impacto sobre la inserción laboral 52

.............................................................................. 3.2.1.2 Inserción según género 53 .................................................................. 3.2.1.3 Inserción según grupos de edad 54 ................................................................. 3.2.1.4 Inserción según nivel educativo 54

........................................................................................ 3.2.2 Impactos sobre los ingresos 55 ................................................................................ 3.2.2.1 Ingresos según género 56

3.2.2.2 Ingresos según grupos de edad ................... .. .......................................... 57 ............................................................. 3.2.2.3 Ingresos según niveles educativos 57

............................................................................... 3.2.3 Impactos en la calidad del empleo 58 ....................................................................................... 3.2.3.1 Categoría laboral 58

......................................................................................... 3.2.3.2 Lugar de trabajo 59 .................................................................................. 3.2.3.3 Tamaño de empresas 59

....................................................................... 3.2.4 Resultados de la segunda convocatoria 60 .......................................................... 3.2.4.1 Impactos sobre la reinserción laboral 60

........................................................................ 3.2.4.2 Impactos sobre los ingresos 62 ................................................................... 3.2.4.3 Impactos en calidad de empleo 63

............................................................................................... 3.2.5 Algunas Tendencias 63 ................................................................................... 3.3 Financiamiento y costos del programa

......................................................................................... 3.3.1 Los recursos financieros 65 3.3.2 Los costos ................................................................................................................... 65

......................................................................................... 3.3.2.1 Costos por curso 66 ............................................................................. 3.3.2.2 Costos por beneficiario 66

CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 69

En 1999, la tasa de desempleo para América Latina se ubicó en 9 por ciento, alcan- zando un 20.6 por ciento en el desempleo de jóvenes. Por lo tanto, en la actualidad, uno de cada cinco jóvenes está desempleado en la región. De un conjunto de 15 países de América Latina en los años 1995-97, la tasa de desempleo de los jóvenes de 15-24 años era en promedio simple 3.3 veces la tasa de desempleo de los adultos. Los jóvenes desempleados representan en promedio 48.1 por ciento del total de desempleados.

De los estudios realizados por la OIT sobre el tema, se puede desprender dos lecciones principales. La tasa de desempleo de los jóvenes, al igual que la tasa de desempleo en general, tiene un componente cíclico, aumentando (bajando) en períodos de baja (alza) del ciclo económico. Sin embargo también exhibe un componente estructural que no está vinculado directamente con el ciclo económico (aunque puede haber influencias recíprocas entre ambos componentes). Los elementos constitutivos del componente de desempleo estructural son varios y varían entre los países. Dos elementos predominantes son primero la formación profesional a la cual los jóvenes tienen acceso, su calidad, particularmente su vínculo con las demandas de calificaciones en el mercado, y su cobertura, y segundo los costos de contratación (y de despido) de los jóvenes. Por costos de contratación se entiende el costo laboral total (salarial y no salarial) así como costos de despido (indemnización) y costos ligados a la duración del contrato de trabajo. Este componente estructural determina en gran medida la duración del desempleo, que no se refleja en la tasa de desempleo. Una misma tasa de desempleo puede reflejar un alto flujo de entrada y salida del empleo, con una breve permanencia de las personas en el desempleo, o al contrario bajos flujos de entrada y salida y alta permanencia de las personas en el desempleo. Ello es particularmente relevante en el caso de los jóvenes, quienes al entrar al mercado de trabajo, se caracterizan por tener un período de búsqueda de empleo y de alta rotación entre empleos.

En los países en los cuales la formación profesional está muy desarrollada y estrechamente vinculada con las empresas, como en Alemania por ejemplo, la tasa de desempleo de los jóvenes,

se aproxima mucho a la de los adultos (de hecho la relación entre una y otra tasa de desempleo en los noventa es de uno). En los países que se caracterizan por un mercado laboral muy dinámico, con bajos costos de entrada y salida del empleo, como en Estados Unidos por ejemplo, también es relativamente baja la tasa de desempleo de los jóvenes, aunque su relación con la tasa de desempleo de los adultos es de un factor de 3. Al contrario, en países en donde la formación profesional para los jóvenes es inadecuada (en calidad, contenido, y cobertura), y en donde los costos de contratación pueden ser relativamente altos, la tasa de desempleo de los jóvenes tiende a ser alta, y mucho más alta que la tasa de desempleo adulta.

En los países marcados por grandes desigualdades en la distribución del ingreso nacional, sin duda una característica de América Latina, la tasa de desempleo viene a exhibir importantes variaciones según el estrato de ingreso de los hogares. Se estima que la tasa de desempleo de los trabajadores con menores ingresos en América Latina alcanzó 15.2 por ciento en 1999, 1.7 más alto que el promedio urbano (9 por ciento) y 4.2 más elevado que la de los trabajadores de ingresos altos (3.6 por ciento). De igual manera, los jóvenes de hogares pobres se caracterizan por tener tasas de desempleo más altas que el promedio de los jóvenes. Durante los noventa en los países andinos, los jóvenes del primer quintil de ingreso experimentan tasas de desempleo que son entre 2 y 3 veces más altas que la tasa promedio. En algunos países como Colombia y Venezuela, un joven en dos del primer quintil de ingreso está desempleado. Con cifras tan elevadas, el problema del desempleo se convierte en un problema social y de orden público. La pobreza aumenta el riesgo de desempleo principalmente vía un menor nivel educativo, una alta inasistencia escolar, estrecho acceso a sistemas de formación escolar, cuando el mercado de trabajo tiende a elevar sus exigencias de calificaciones iniciales.

Todas estas características son relevantes para la situación en el Perú. Para el año 1999, la tasa de desen~pleo urbano era de 8.6 por ciento, y la de los jóvenes de 14.2 por ciento (1.7 vez más). El desempleo en general y de los jóvenes en particular es mayoritariamente de corta duración, inferior a dos meses. Los hogares de ingresos bajos exhiben tasas de desempleo más altas que en promedio. Es preciso destacar que la tasa de desempleo es una

medición entre otras de los desequilibrios en el mercado laboral. El subempleo, en sus distintas expresiones (por horas, por ingresos, por calificaciones), los bajos ingresos, los niveles de calificación, son otros, tan o quizá más relevantes para el mercado laboral en Perú y otros países de la región.

Estos datos nos permiten inferir que la inserción laboral de los jóvenes, y en particular de los jóvenes pobres, se enfrenta con una serie de obstáculos que merecen respuesta, sobre todo de tipo público. El desempleo de los jóvenes representa un costo privado y un costo social que es preciso intentar reducir. El punto es qué tipo de políticas y programas son adecuados para enfrentar el problema, en cuanto a criterios de relevancia, eficiencia y costo/beneficio. Es allí que la discusión está en pleno desarrollo. Varios países en la región y fuera, están implementando distintos tipos de programas y medidas para facilitar la inserción laboral de los jóvenes. Las experiencias son variadas. Sin embargo, las descripciones del funcionamiento de los programas y las evaluaciones precisas sobre los resultados no son tan numerosas.

A partir de 1995 se gestionó en el Perú la idea de un programa de capacitación laboral para jóvenes de barrios urbanos marginales. El primer perfil de un programa se realizó a principios de 1996. De allí varios estudios han permitido diseñar y montar un programa de capacitación laboral para jóvenes de hogares pobres. La argumentación sustentando la formulación dé un programa especial de capacitación laboral para jóvenes pobres era doble.

Primero, se observó que a pesar de la significativa recuperación económica que se manifiesta en el país durante los noventa, en particular a partir de 1993, ella todavía no se hizo sentir en las perspectivas de empleo de aquel grupo social. Por otro lado, la liberalización de la economía incidió fuertemente en estimular la demanda de trabajo calificado, mientras tanto el sistema escolar público como la formación profesional presentaba evidencias crecientes de desajuste con las demandas de calificaciones en el

mercado. En particular, se hizo hincapié en 3 elementos:

i) una baja calidad y contenidos y métodos poco actualizados de la educación secun- daria, sobre todo aquella disponible en los barrios marginales.

ii) una inadecuada oferta de capacitación, en cuanto a cobertura, acceso para los jóve- nes pobres, y contenidos de formación con pocos vínculos con las demandas de las empresas;

iii) la falta de experiencia de trabajo adecuado de los jóvenes de bajos ingresos, quienes acuden por necesidad y a temprana edad a trabajos eventuales e informales, debaja o nula calificación para conseguir un ingreso muy bajo sin enriquecer su experiencia laboral.

El programa tiene un doble enfoque, por un lado, se requería llevar a cabo cursos de capacitación con práctica laboral en empresas para los jóvenes de los barrios marginales. Por otro lado, se buscaba incidir en el mercado de capacitación laboral y promover una mayor interacción entre las entidades de capacitación y las demandas de las empresas.

El programa ProJoven llegó a ser conocido en el Perú a principios de 1997 cuando empezó su primera fase piloto. En la actualidad, ya tiene más de 3 años de funcionamiento y una sólida expe- riencia que se busca documentar y presentar en este estudio.

El presente estudio está divido en 3 partes. El primer capítulo presenta algunos datos relativos al desempleo de los jóvenes en el Perú, particularmente en Lima Metropolitana. El segundo capítulo describe el funcionamiento operativo del programa ProJoven gestionado por una unidad especial desde el Ministerio de Trabajo y Promoción Social. El último capítulo analiza los datos disponibles en torno a la evaluación de impacto del programa.

1. LA SITUAC DE LOS EL PERÚ

Este capítulo procura presentar datos relativos a la situación laboral de los jóvenes (15- 24 años) en el mercado laboral urbano' ! La infor- mación disponible permite tener datos referentes a Lima Metropolitana con series históricas (nos interesa el período 1989-1997) y al Pení urbano a partir de 1996. Nos interesa conocer la situación de los jóvenes en la población econó-micamente activa, en el empleo y el desempleo y el papel que pueden ejercer variables como el crecimiento de la oferta laboral, la educación y el ingreso del hogar en estos indicadores.

El dato más conocido y discutido en relación a la situación laboral de los jóvenes es el de la tasa de desempleo. Esta suele ser mucho más elevada que la tasa promedio de desempleo. Por lo tanto, procuramos poner este dato en su contexto y analizar variables explicativas.

Es preciso empezar con unos elementos en cuanto a dónde se ubican los jóvenes. Para el año 1997 y el grupo de 15- 19 años, de cada 1 O jóvenes, 5 se encuentran escolarizados (o por lo menos matriculados), 1 inactivo y no escolarizado, y 4 activos, 3 siendo ocupados y 1 desocupado. De cada 10 jóvenes en el grupo 20-24 años, la

proporción de activos llega a 7, con 6 ocupados y 1 desocupado, y 3 jóvenes o escolarizados o inactivos (los datos disponibles no permiten distinguir).

1.1 La inserción laboral de los jóvenes (1 años) en el Perú

Los jóvenes (15-24 años) representan aproximadamente 32% de la población urbana total en 1997, o unos 3.5 millones. Para Lima Metropolitana la proporción de jóvenes es similar (3 1 %). (Ver Cuadro 1).

Esta proporción relativamente alta corresponde al perfil demográfico de los países de América Latina que vivieron un auge de la natalidad en los años '70. Las generaciones que nacieron entonces acuden al mercado laboral a partir de los '90. A raíz de la caída en la tasa de natalidad, la tasa de crecimiento de la población total está disminuyendo rápidamente, y con ello la proporción de jóvenes en la población total.

Dentro de la población económicamente activa, los jóvenes (15-24 años) representan un 25% en el Pení urbano (ó 1,8 millones de jóvenes) y un 26% en Lima Metropolitana, proporción estable desde 1989 en la ciudad capital.

Cuadro 1 Distribución de la población de jóvenes (15-24 años) en la población total y la PEA

Lima Metropolitano y Perú urbano

Lima Metropolitano Tasa Anual Promedio de Perú Urbano

1989 1997 Crecimiento (1989-1997)

1997

Población Total 3'917,531 100% 3'917,531 100% 3.18 10'990,792 1 O0 % Población Jóvenes 15-24 años 1'291,954 33 % 1'291,954 30.9 % 2.35 3'496,121 31.8 %

PEA Total 2'453,552 100 % 3'292,105 100 % 3.74 7'220,728 100 % PEA Jóvenes 15-24 años 640,580 26.1 % 860,611 26.1 % 3.76 1'823,391 25.2 %

Ocupados Total 2'258,950 100 % 3'009,693 100 % 3.65 6'665,218 100 % Ocupados Jóvenes 15-24 años 541,245 23.9 % 737,610 24.5 % 3.94 1'582,519 23.7 %

Desocupados Total 194,602 100% 282,412 100% 4.76 555,510 100% Desocupados Jóvenes 15-24 años 99,285 51 % 123,001 43.5 % 2.7 1 240,872 43.4 %

Las tasas de crecimiento de la PEA urbana laboral es muy alta. No obstante, el crecimiento total y de la PEA urbana de jóvenes en Lima rápido de la PEA urbana total no se debe prin- Metropolitana para el período 1989- 1997 son muy cipalmente a la entrada de jóvenes al mercado similares, en 3.75 por ciento en promedio anual. laboral. Más bien, las variables relevantes son Cabe notar que esta tasa de crecimiento de la oferta otras. Primero, el crecimiento rápido de la pobla-

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ción urbana total, más elevado en el caso de Lima Metropolitana que el crecimiento de la población de jóvenes (3.18% respecto a 2.36% en 1989-1997 o una diferencia de 0.82 puntos, muy significativa) se debe principalmente al fenómeno de la migración rural-urbana que sigue siendo fuerte. Segundo, el cambio en el comportamiento laboral de las mujeres, cuya tasa de actividad en Lima Metropolitana pasa de 40.5% en 1989 a 42.7% en 1997. De hecho, del incremento de la PEA femenina total en este período, 30% se explica por el aumento de la tasa de participación de las mujeres. Este aumento es particularmente fuerte para el grupo de 25-56 años.

Así las cosas, si la proporción de jóvenes en la PEA urbana total es significativa, ella ha permanecido estable a lo largo de los últimos 8 años en Lima Metropolitana. En términos absolutos, el incremento anual de la PEA urbana total se ubica en alrededor de 270,000 personas, siendo la proporción de jóvenes de 25% ó 69,000 personas aproximadamente.

La proporción de jóvenes (15-24 años) dentro del total de ocupados es de 23.7% para el Perú urbano en 1997 y de 24.5% en Lima Metropolitana, en leve aumento respecto a 1989.

Esto se explica porque los ocupados jóvenes aumentaron a una tasa anual promedio levemente más alta que el total de ocupados.

Sin embargo, la proporción de jóvenes dentro del total de desocupados es de 43.4% para el Perú urbano y de 43.5% en Lima Metropolitana en 1997, o sea, casi el doble de la proporción relativa a los ocupados. Tan alta proporción llama la aten- ción.

1.2 La oferta laboral

Est imaciones y proyecciones del crecimiento de la PEA total hasta el año 2010 calculados por la OIT permiten tener una tendencia a largo plazo.

El gráfico 1 presenta el crecimiento de la PEA total y de la PEA de jóvenes (1 5-24 años) en el Perú para el período 1970-2010. El gráfico indica claramente que los jóvenes (15-24 años) representan una proporción en disminución de la PEA total. Ello debido a que desde 1980 la tasa de crecimiento de la PEA de jóvenes se ha desacelerado mucho más rápidamente que la de la PEA total. En el período 1990-2000 se estima que la PEA de jóvenes crece a una tasa de 2.0% contra

Gráfico No. 1: Perú crecimiento de la PEA 1970-2010

Fuente: Estimaciones y proyecciones de la población econóinicainente activa, OIT, 1996.

2.87% para la PEA total. Para el decenio siguiente hasta 2010, la tasa de creciniiento de la PEA de jóvenes2'cae brutalmente a menos de 1% en promedio anual. En valores absolutos se estima que en el período 2000-20 10 la PEA total crece en 300,000 personas en promedio anual, y la PEA de jóvenes en 22,000 personas, ó 7.4%.

.1 Tasa de actividad

Las tasas de actividad por sexo y grupos de edad se encuentran en el Cuadro No. 2. Comparando las tasas de actividad para el Perú urbano y para Lima Metropolitana para el año 1997, se nota que son muy semejantes, de tal forma que se puede presumir que las tendencias observadas en Lima Metropolitana para el período 1989-1997 también son válidas para el Perú urbano. Los gráficos Nos. 2 y 3 ilustran estas tendencias.

Las tasas de actividad de las mujeres de 25- 54 y de 20-24 años son muy parecidas y suben levemente en el período considerado de menos de 60% a 64% en 1997. La tasa de actividad femenina del grupo 15-19 años fluctúa en alrededor de 30%, bajando entre 1989 y 1992, para subir de nuevo a partir de 1994.

La más alta tasa de actividad se observa para los hombres de 25-54 años que se mantiene en alrededor del 95%, seguida por el grupo de 20-24 años con una tasa de actividad entre 70% y 80% en ligero aumento a partir de 1992, interrumpidos por una baja en 1994. La tasa de actividad de los hombres en el grupo 15-19 años se mantiene en alrededor del 40%.

El nivel de educación influye sobre la tasa de actividad, pero de manera diferente, según el sexo y los grupos de edad. Se nota que las más

Cuadro No. 2 Tasa de actividad por sexo y grupos de edad

(1989-1997)

I Lima Metropolitana 1 Perú urbano

15-19 años 32..54 27.58 23.83 24.75 33.34 27.07 30.94 29 35.72 33.46 Mujeres 20-24 años 54.51 57.60 52.39 53.14 56.45 56.44 59.61 56.92 63.79 57.99

Hombres 20-24 años 76.21 74.69 69.37 74.59 75.42 78.86 80.02 73.4 82.26 77.92 25-54 años 94.85 94.58 95.00 94.47 94.47 96.27 95.70 94.91 95.23 95.05

Gráfico No 2: Lima Metropolitana, tasa de actividad, mujeres

70

60

50 a 9

40 U

0 30 a

20

20-24años+ 25-54 años 1

I Gráfico No 3: Lima Metropolitana , tasa de actividad, hombres

bajas tasas de actividad se encuentran 1.3 Desemple~dejóvenes generalmente en los jóvenes entre 15-24 años de ambos sexos, con secundaria o superior incompletos, lo que se explica por sí mismo. El nivel de educación influye positivamente sobre la tasa de actividad en el caso de las mujeres en general, pero sobre todo en el grupo de 20-24 años. Para los hombres esta relación funciona al revés, los varones de 15-24 años con el nivel hasta secundaria incompleta tienen una tasa de actividad más alta que aquellos con nivclcs de educación

En 1997 la tasa de desempleo de los jóvenes (15-24 años) en el Perú urbano era de 13.2 por ciento (14.3 por ciento en Lima Metropolitana) cuando la tasa de desempleo de los adultos era de 7.7 por ciento (6.6 por ciento en Lima Metropolitana). Los jóvenes que se declararon abiertamente desempleados sumaban 24 1,000 personas en el Perú urbano (123,000 en Lima ~etropolitana)'

superior (ver Cuadro No. 3).

Cuadro 3 Perú urbano: Tasa de participación por sexo, grupos de edad y

nivel educativo, 1997 (porcentajes)

Primaria incompleta

Primaria completa

Secundaria incompleta

Secundaria completa

Superior incompleta

Superior completa

Promedio

15-19 años

48.65 64.28 41.09 69.53 66.21 92.55

mujeres

20-24 años

hombres mujeres

25-54 años

hombres mujeres hombres

El Cuadro No. 4 presenta las tasas de desempleo de los hombres jóvenes (15-19 años) es desempleo de los jóvenes por sexo y grupos de 3.7 veces más alta que la tasa de desempleo de los edad en comparación con la de los adultos (25-54 hombres adultos, y 2.6 veces más alta en el caso de años) en el Perú urbano para 1996 y 1997 en Lima los hombres (20-24 años). En el caso de las Metropolitana para el período 1989-1 997. En mujeres, los ratios respectivos son de 2.2 y 2. promedio para Lima Metropolitana, la tasa de

Es preciso notar que en cada grupo de edad grupo de 20-24 años y 1.95 para el grupo de 25-54 la tasa de desempleo de las mujeres es siempre más años. Por lo tanto, el diferencial por sexo en la tasa alta que la de los hombres, en un ratio promedio de de desempleo aumenta con la edad. 1.15 para el grupo de 15-19 años, 1.54 para el

Cuadro 4 Tasa de desempleo por sexo y grupos de edad

Gráfico No 4: Lima Metropolitana, tasa de desempleo, mujeres

2 FI

Lima Metropolitana

1989 1 1990 / 1991 1 1992 1 1993 / 1994 1 1995 1 1996 1 1997

1 -+15-19 años -4-20-24años - 25-54 años ¡

Perú urbano

1996 1 1997

Hombres 15-19 años 14.8 14.8 13.3 14.9 19.2 13.0 11.1 16.9 19.4 13.3 14.3

Mujeres 15-19 años 17.1 17.2 15.1 17.0 20.1 15.5 17.6 17.1 18.5 14.8 15.4

Hombres 20-24 años 12.9 11.2 7.8 12.8 11.9 10.1 8.3 10.0 11.1 11.5 11.7

Mujeres 20-24añ0~ 18.3 21.2 12.2 20.1 18.2 18.3 11.1 16.1 12.5 13.7 12.8

Hombres 25-54 años 3.3 4.8 2.8 5.4 5.6 5.6 3.7 3.6 4.3 4.3 4.4

Mujeres 25-54años 8.4 8.6 5.5 10.1 10.1 10.0 7.0 5.9 9.6 6.0 7.6

Gráfico No 5: Lima Metropolitana, tasa de desempleo, hombres

1 e l 5-1 9 años -+20-24años - 25-54 años 1

1.3.1 Desempleo y nivel educativo

¿Cuánto influye el nivel educativo en la tasa de desempleo?. El Cuadro No. 5 para el Perú urbano arroja algunas lecciones interesantes. Las más altas tasas de desempleo se encuentran dentro del grupo de jóvenes 15-19 y 20-24 años con educación secundaria completa. Esto se extiende a los jóvenes de 15-1 9 años con educación superior incompleta y a los varones de 20-24 años con el mismo nivel educativo. Una educación superior completa reduce significativamente la probabilidad de encontrarse desempleado para los

varones de 20-24 años, mas no así para las mujeres del mismo grupo etário.

En los extremos del Cuadro No. 5, los jóvenes con educación primaria y aquellos con educación superior enfrentan una menor probabilidad de desempleo. El principio general- mente admitido de a más educación menor desem- pleo, se verifica solamente para los jóvenes con educación superior. El alto desempleo de los jóve- nes con educación secundaria, completa o no, merece una explicación.

Cuadro No. 5 Perú urbano: Tasa de desempleo por sexo, grupos de edad

y nivel educativo, 1997

1 1 15-19 años 1 20-24 años 1 25-54 años

1 Secundaria incompleta 14.4 13.3 13.8 9.2 9.9 4.5

Secundaria completa 21.0 17.9 15.6 13.2 9.4 4.1

Mujeres

Superior incoinpleta 15.7 15.9 11.6 14.0 7.5 6.7

Primaria incompleta 2.8 6.1 9.7 6.2 6.6 3.9

Primaria completa 6.4 12.8 2.6 8.9 2.9 6.1

Hombres

1 Superior completa 21.8 O 11.1 6.7 7.6 3.0

Mujeres

Promedio 15.4 14.3 12.8 11.7 7.6 4.4

Mujeres Hombres Hombres

Por un lado, como lo demuestra el Cuadro nivel educativo de los desocupados con respecto al No. 6, más del 84% de los jóvenes desocupados de de los ocupados, se observa que la proporción de 15- 19 años tienen secundaria completa o incom- jóvenes con educación secundaria completa o con pleta. De los jóvenes desocupados de 20-24 años, educación superior es más alta entre los desocu- aproximadamente 80% tienen o secundaria com- pados que los ocupados, particularmente en el pleta o una educación superior. Comparando el grupo de 15- 19 años.

Cuadro No. 6 Perú urbano: Distribución desocupados, 1997

Primaria completa 3.8 7.8 1.2 3.8 5.0 14.9

Secundaria incompleta 39.6 47.5 14.7 16.3 18.2 15.2

15-19 años

Secundaria completa 44.9 36.4 47.8 5 1 .O 32.2 29.8

Primaria incompleta 1.1 2.4 2.2 0.8 14.4 5.4

Mujeres

Superior incompleta 8.6 5.7 20.2 23.7 7.1 18.8

Hombres

20-24 años

Superior completa 2.0 0.2 13.9 4.4 23.1 16.0

Total 100 100 100 100 100 100

Mujeres

25-54 años

Hombres Mujeres

Primaria completa 10.2 8.9 6.6 5.1 13.8 10.5

Hombres

Perú urbano: Distribución ocupados, 1997

Secundaria incompleta 42.9 52.0 13.5 21.4 13.6 14.8

1 Secundaria completa 30.6 28.0 37.9 44.5 25.4 32.4

15-19 años

Superior incompleta 8.3 5.0 22.5 19.2 7.3 12.1

Primaria incompleta 6.8 6.1 3.0 1.7 16.8 6.1

Mujeres

Superior completa 1.3 0.0 16.4 8.0 23.1 24.1

Total 100 100 1 O0 100 100 1 O0

Hombres

20-24 años

Una hipótesis es que los jóvenes tienen pretensiones profesionales y salariales por encima de las que las empresas están dispuestas a ofrecer. Por lo tanto, buscan y cambian de empleo frecu- entemente, y consecuentemente se encuentran con más frecuencia desempleados. Pero los datos no permiten pensar que este fenómeno conocido sea muy difundido.

Mujeres

25-54 años

¿Ha aumentado el nivel educativo de la PEA urbana?. Veamos el Cuadro No. 7 con datos relativos a la distribución de la PEA por sexo, gru- po de edad y nivel educativo en Lima Metropoli- tana para el período 1989-1997. Los datos permi- ten afirmar que sí ha aumentado el nivel educativo de la PEA, pero con algunas calificaciones. Este aumento es más marcado en el caso de los adultos.

Hombres Mujeres Hombres

1 Superior completa 1.1 1.1 1.9 1.5 2.1 1.2 0.0 1.0 0.0

Cuadro No. 7 Distribución de fa PEA por nivel educativo, sexo y grupos de edad

Lima Metropolitana

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Primaria incompleta 1.2 1.4 2.3 2.1 2.4 1.1 1.0 1.7 1.0 Primaria completa 6.2 4.8 4.3 3.4 2.9 4.2 2.7 4.1 3.8

20 - 24 Secundaria incompleta 17.7 19.0 13.9 14.1 17.0 16.9 18.7 18.2 22.4

años Secundaria completa 48.5 47.4 49.6 52.6 52.1 51.8 52.7 45.5 49.2

Superior incompleta 19.2 18.7 16.0 12.7 12.5 12.8 18.8 21.3 16.8

Superior completa 7.1 8.7 13.9 15.1 13.1 13.2 6.0 9.2 6.8

1989

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Primaria incompleta 5.3 5.8 4.9 4.8 4.4 4.4 4.2 5.5 3.1 Primaria completa 11.8 11.8 9.8 8.4 8.2 9.8 8.0 7.9 7.9

25 - 54 Secundaria incompleta 13.9 17.2 12.7 16.0 10.7 12.9 15.2 15.3 14.1

años Secundaria completa 35.6 34.5 35.3 39.7 39.8 33.6 35.7 32.5 35.1

Superior incompleta 11.8 9.9 8.7 5.0 9.1 8.3 12.5 12.7 14.3

Superior completa 21.7 20.8 28.5 26.0 27.7 31.0 24.4 26.0 25.5

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100

MUJERES

HOMBRES

Primaria incompleta 1.1 4.0 7.4 5.1 3.9 0.6 1.6 3.7 4.0 Primaria completa 4.9 7.0 3.1 8.5 6.8 6.0 6.1 4.5 5.9

- l9 Secundaria incompleta 44.5 40.3 38.3 30.6 34.6 36.8 42.8 47.2 53.0 años

Secundaria completa 40.7 38.3 42.0 47.5 47.6 46.1 45.9 37.2 32.0

Superior incompleta 7.7 9.3 7.4 6.8 5.0 9.3 3.7 6.4 5.0

Primaria incompleta 11.0 4.0 8.9 4.0 6.9 4.6 5.8 6.7 2.0

Primaria completa 7.9 6.4 10.6 11.2 9.3 4.7 8.9 6.1 6.1

l5 - l9 Secundaria incompleta 32.3 46.7 35.3 39.2 28.3 19.1 37.9 30.9 42.6 años

Secundaria completa 36.0 33.7 34.7 38.3 48.6 45.3 40.9 43.9 40.7

Superior incompleta 12.8 7.1 9.6 5.6 5.7 21.1 6.0 10.6 7.0

1990

Superior completa 0.0 2.1 0.9 1.6 1.2 5.1 0.6 1.9 1.6

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Primaria incompleta 3.7 2.8 3.5 4.3 1.2 3.8 2.3 3.8 1.1 Primaria completa 3.2 2.6 6.5 8.4 4.3 3.8 4.0 2.4 4.2

20 - 24 Secundaria incompleta 13.1 13.6 9.4 15.8 7.6 8.8 12.5 12.3 11.6 años Secundaria completa 46.8 50.4 40.8 43.5 52.2 45.8 48.6 41.1 46.4

Superior incompleta 22.2 14.2 19.2 10.5 15.4 15.8 15.8 20.5 21.5

Superior completa 11.9 15.6 20.6 17.5 19.3 22.0 16.8 19.9 15.2

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Primaria incompleta 11.0 14.2 11.5 12.6 11.7 9.4 11.7 12.8 12.8 Primaria completa 16.3 16.8 14.9 16.8 12.9 13.9 9.9 11.0 10.1

25 - 54 Secundaria incompleta 12.9 12.0 11.5 11.7 12.1 11.5 12.9 15.0 13.5

años Secundaria completa 34.1 28.1 29.6 33.2 31.1 34.4 30.4 25.9 30.6

Superior incompleta 7.0 7.5 6.7 4.0 6.2 5.1 9.1 9.0 8.2

Superior completa 18.7 21.4 25.8 21.7 26.0 25.8 25.9 26.3 24.6

1993

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100

1991 1992 1997 1994 1995 1996

La proporción de hombres adultos con educación superior (en la PEA) pasó de 33.5% en 1989 a 39.8% en 1997, mientras que para las mujeres esta misma proporción pasó de 25.7% a 32.8%.

La proporción de jóvenes (15-24 años) con educación secundaria completa aumenta hasta el año 1993 alcanzando aproximadamente 50% (un poco menor para el grupo de 15- 19 años y un poco más para aquellos entre 20-24 años). Entre 1993 y 1997 esta proporción desciende por debajo del 50% para los jóvenes de 20-24 años y hasta 32% para los varones de 15-19 años. El nivel educativo de los jóvenes varones no parece haber incrementado. Se nota un incremento en la proporción de mujeres de 20-24 años con edu- cación superior, alcanzando 36.7% en 1997 respecto a 34.1% en 1989. Llama la atención la comparación con los varones de 20-24 años cuya proporción con educación superior no pasa del 24% en 1997, o sea, 10 puntos menos que para las

mujeres en 1989. En el grupo de 20-24 años, la proporción de mujeres con educación secundaria incompleta en 1997 es de 11.6%, cuando la de varones es de 22.4%.

En el grupo de 15-19 años, los varones con educación secundaria incompleta alcanza 53% en 1997, y42.6%paralasmujeres.

El nivel educativo de las mujeres jóvenes activas se ha incrementado levemente, pero no el de los varones jóvenes que más bien muestra señales de deterioro.

1.3.2 Desempleo e ingreso del hogar

No todos los hogares enfrentan el mismo riesgo frente al desempleo. De hecho el ingreso del hogar es una variable decisiva. El Cuadro No. 8 enseña datos de desempleo por quintiles de ingreso del hogar para el Perú urbano en 1997. Los datos permiten concluir con nitidez para ambos sexos y

Cuadro No. 8 Perú urbano: Tasa de desempleo por sexo, grupos de edad y

Quintiles de ingreso, 1997

todos los grupos de edad que a menor (mayor) ingreso, mayor (menor) tasa de desempleo. Esta relación es progresiva y regular del primer quintil de ingreso hasta el último quintil (salvo en el quinto quintil para mujeres de 20-24 años, quienes exhiben una tasa de desempleo más alta que en el quintil anterior). De hecho, los jóvenes de 15-19 años en el primer quintil exhiben una tasa de

desempleo más de 2 veces la del quinto quintil. Este ratio es 4 veces para los hombres de 20-24 años y hasta casi 5 veces para los hombres adultos, mientras que se ubica en 1.3 y 1.7 respectivamente, para las mujeres de 20-24 años y mujeres adultas. Los datos para Lima Metropolitana (Cuadro 8a) presentan un patrón muy similar.

15-19 años

Ql 23.19 22.60 16.69 29.15 7.09 10.43

Q2 20.96 16.50 14.42 13.15 8.39 4.20

4 3 14.00 12.74 12.33 9.69 7.61 3.00

4 4 13.59 9.52 9.53 7.64 7.57 2.12

Q5 10.72 10.45 12.38 6.90 4.01 2.10

Promedio 15.4 14.3 12,8 11.7 7.6 4.4

Mujeres Hombres

20-24 años 25-54 años

Mujeres Mujeres Hombres Hombres

Cuadro No. 8a Lima Metropolitana Tasa de desempleo por grupos de edad

y quintiles de ingreso, 1989-1997

años

años

años

años

años

años

años

años

años

años

años

años

años

años

años

Comparando la distribución percentil de los Cuadro No. 9) se puede notar una sobre repre- desocupados y de los ocupados por quintiles de sentación de los ocupados de ambos sexos y en ingreso del hogar en el Perú urbano en 1997 (ver todos los grupos de edad en los 2 últimos quintiles.

Cuadro No. 9 Perú urbano: Distribución desocupados, 1997

1 15-19 años 1 21-24 años 1 25-54 años 1

Q5 23.8 16.9 31.6 20.1 14.7 15.2

Total 100 100 100 100 100 1 O0

Perú urbano: Distribución ocupados, 1997

1 Total 100 100 1 O0 100 100 100 1

15-19 años

Mujeres

21-24 años

Hombres Mujeres

25-54 años

Hombres Mujeres Hombres

La distribución de los desocupados es algo diferente. Las mujeres jóvenes (15-24 años) del último quintil están sobre representadas mas no los varones jóvenes que se encuentran sobre representados en el primer quintil. Esta característica se comprueba para los varones adultos, mas no para las mujeres adultas.

Los varones jóvenes de bajos ingresos enfrentan la más alta probabilidad de desempleo.

Las mujeres jóvenes de altos ingresos suelen ser más desempleadas que sus pares de bajos ingresos. Esto podría apuntar hacia un elemento de desempleo voluntario en el caso de las mujeres, así como elementos de discriminación en el caso de los jóvenes varones desempleados de hogares de bajos ingresos. Esto obviamente no contradice la observación anterior relativa a la progresividad inversa entre ingreso del hogar y tasa de desempleo.

Cuadro No. 9a Lima Metropolitana Distribución desocupados y ocupados

. Por grupos de edad y quintiles de ingreso

Quintil 1 27.3 13.1 24.2 14.2 48.8 14.7

Quintil 2 30.9 20.3 16.0 12.5 18.2 20.9

1989 Quintil 3 20.0 19.9 20.7 20.1 14.0 21.9

Quintil 4 18.2 24.7 19.5 22.4 10.8 21.3

Quintil 5 3.6 22.0 19.6 30.8 8.3 21.3

Total 100 100 100 100 100 100

Quintil 1 31.0 8.8 28.0 11.2 31.0 17.3

15-19 años

Quintil 2 22.6 15.4 29.0 19.0 19.4 20.6 1994 Quintil 3 22.6 32.5 17.3 23.7 13.5 20.4

Quintil 4 20.2 21.6 17.1 22.1 22.9 22.4

Desocupados

Quintil 5 3.6 21.7 8.7 23.9 13.2 19.3

Total 100 100 100 100 1 O0 100

Ocupados

20-24 años

Quintil 1 26.8 12.6 30.6 12.2 30.1 20.9

25-54 años

Desocupados

Quintil 2 22.5 19.2 21.4 17.3 26.5 20.3

1997 Quintil 3 14.8 24.1 8.2 24.7 22.4 20.9

Desocupados Ocupados

Quintil 4 32.0 28.5 30.3 24.6 11.9 19.9

Quintil 5 3.9 15.7 9.5 21.1 9.1 18.1

Ocupados

Total 100 100 100 100 100 100

1.3.3 Duración del desempleo más del 80% no pasa de los 2 meses. Esto apunta a una alta frecuencia de entrada y de salida al

Los datos disponibles tanto para Perú desempleo. urbano como para Lima Metropolitana (Cuadros Nos. 10 y loa) indican que el desempleo es Sin embargo, dado que la tasa de desempleo mayoritariamente un fenómeno de corta duración. de los jóvenes es más alta que la de los adultos, la Para ambos sexos y todos los grupos de edad más rotación entre el empleo y el desempleo es mucho del 90% del desempleo no pasa de los 6 meses y más alta para los jóvenes.

Cuadro No. 10 Perú urbano 1997: Duración del desempleo por sexo y grupos de edad

(en porcentaje)

1 Hasta 6 meses 1 96.7 97.6 94.1 97.4 92.7 94.5 1 1 7-12 meses 1 3.3 2.4 3.7 2.6 5.5 5.2 1

15-19 años

1 Más de 12 meses 1 O O 2.2 O 1.7 0.3 1

Mujeres

21-24 años

Hombres

Cuadro No. loa Lima Metropolitana - Distribución de los desempleados según duración del desempleo,

por grupos de edad, 1989-97 (en porcentaje)

25-54 años

Mujeres

Total

Hasta 2 meses 65.5 73.2 81.5 78.6 84.2 77.3 71.5 83.0 78.9

2-6 meses 21.8 21.1 13.2 11.8 11.3 17.6 14.4 13.8 17.9

6-12 meses 0.0 3.9 0.0 5.3 4.5 2.5 6.0 3.2 3.2

Más de 12 meses 12.7 1.9 5.3 4.3 0.0 2.6 8.2 0.0 0.0

Mujeres Hombres

100 100 100 100 100 100

Total 100 100 100 1 O0 100 100 100 100 100

Hombres

Hasta 2 meses 60.9 75.0 74.8 78.9 57.9 84.7 67.9 83.4 80.0

2-6 meses 17.2 20.2 11.1 12.1 28.1 12.9 16.4 6.0 14.8

6-12 meses 4.6 4.9 6.0 3.9 7.0 1.2 9.7 8.3 3.5

Más de 12 meses 17.2 0.0 8.1 5.1 7.0 1.2 6.0 2.3 1.6

Total 100 100 1 O0 100 100 100 100 100 1 O0

25-54 ANOS

Hasta 2 meses 51.2 70.1 63.9 61.6 53.3 72.6 56.9 71.5 73.1

2-6 meses 25.7 21.4 26.4 23.5 26.1 17.6 11.5 11.7 20.8

6-12 meses 2.5 2.9 3.9 7.5 10.9 5.7 11.2 15.2 4.2

Más de 12 meses 20.6 5.7 5.8 7.5 9.7 4.0 20.4 1.6 1.9

Total 100 100 100 1 O0 100 100 100 100 100

1.4 Empleo y desempleo de jóvenes

Es útil comparar la tasa de ocupación (ocupados/población en edad de trabajar) con la tasa de desempleo de los jóvenes. El Gráfico No. 6 ilustra ambas tasas para ambos sexos. Son tres las lecciones más importantes de este gráfico.

Primero, se tiene que notar que a lo largo del período examinado, las tasas de desempleo de los jóvenes no se han disparado y más bien se mueven dentro de una banda relativamente estrecha. Esas tasas eran altas en 1989 y siguen siendo altas en 1997. Esto apunta a que otros factores además del crecimiento inciden en el desempleo de los jóvenes.

Segundo, se nota que la tasa de ocupación y la tasa de desempleo no siempre se mueven de manera inversa. Se observa períodos en el que la ocupación y el desempleo aumentan, como en

1992-1994. Al contrario, en el período 1993- 1996, la ocupación aumenta y el desempleo disminuye levemente. Entre 1992 y 1996, período de alto crecimiento económico, la tasa de ocupación de los jóvenes varones aumenta en más de 11 puntos, pero la tasa de desempleo aumenta levemente en 1993 (+3 puntos) y disminuye paulatinamente hasta su nivel de 1992 en 1996. Este fenómeno se explica por la incorporación de más jóvenes al mercado laboral, alentados por las mejores perspectivas de encontrar un empleo.

Por último, la diferencia entre mujeres y varones se mantiene a lo largo de los 8 años; las curvas demuestran el mismo perfil. La tasa de desocupación de las mujeres se mantiene más alta que la de los varones, y a la inversa, la tasa de ocu- pación. Es más, las curvas de ambos sexos siguen la misma tendencia, indicando que reaccionan por los mismos fenómenos.

Gráfico No 6: Lima Metropolitana - Tasa de Ocupación y de desempleo, por sexo,

15 - 24 años

--e-- TO/H 15-24 AÑOS -e- T O M 15-24 AÑOS

-&- TDH 15-24 AÑOS + TDM 15-24 AÑOS

1.5 Salarios

Los Cuadros Nos. 11 y 12 presentan datos del ratio entre los salarios medios de los jóvenes por grupo etário y los salarios de los adultos en la industria y los servicios, tanto en Lima Metro- politana como en el Perú urbano.

Se nota que para los últimos tres años (1995-1997) los salarios de los jóvenes de 15-19 años respecto a los de los adultos (25-54 años) se

ubican en una proporción de 45% para Lima Metropolitana. Tal proporción es más alta (52%) para los años 1996 y 1997 en el Perú urbano. Para el grupo de 20-24 años esta proporción llega a 65% en Lima Metropolitana y 7 1 % en el Perú urbano.

Estos ratios concuerdan con los que se sabe del mercado laboral y de una progresividad de los salarios con experiencia y edad. Con menos experiencia los jóvenes de 15-19 años obtienen salarios menores, alrededor de un 50% del salario

Cuadro No. 11 Lima Metropolitana: Salarios, ratio salario jovenlsalario adulto

Industria 45.6 40.6 35.3 27.2 42.8 36.5 64.5 48.2 15-19 añosl25-54 años

Servicios 39.0 41.5 43.4 40.1 41.6 3 1.2 46.0 42.5

Industria 53.8 56.4 20-24 añosl25-54 años

58.8 56.7 58.6 55.8 80.4 67.0

Servicios 63.0 56.1 62.9 59.0 55.7 52.5 69.7 66.5

15- 19 años/salario inin. 198.5 204.5 199.5 104.0

20-24 añoslsalario inin. 272 312.9 248.4 144.3

Cuadro No. 12 Perú urbano: Ratio salarios de jóvenes

con salarios de adultos

15-19 añosl25-54 años 58.1 61.6 48.2 42.5

20-24 añosl25-54 años 74.5 75.4 67.0 66.5

1996

1 15-19 años 146 107.6 91.4 100.8

1997

Industria

20-24 años 78.2 84.2 73.0 69.8

Industria Servicios

1 25-54 años 59.1 68.2 53.1 58.3

Servicios

adulto medio prevaleciente en la rama. El grupo de 20-24 años se supone tiene más experiencia por lo que sus salarios llegan a dos terceras partes del salario de un adulto experimentado. Por lo visto, en este patrón de escala salarial prima la experiencia y por lo tanto, remunera menos a los jóvenes con menos experiencia laboral.

Es útil comparar los salarios de los jóvenes con el salario mínimo vigente. Desde 1994, los salarios de los jóvenes son hasta tres veces más altos que el salario mínimo vigente, la diferencia a favor del grupo de 20-24 años respetando su mayor experiencia frente al grupo de 15-19 años. Esta

diferencia ha venido disminuyendo, particular- mente en 1997, año de fuerte revalorización del salario mínimo (en un 60% respecto a su nivel de 1996). Sin embargo, los jóvenes siguen percibiendo en promedio salarios por encima del mínimo.

Finalmente, nos interesa comparar los salarios de las mujeres y de los hombres en los tres grupos etários. Se destaca en particular que en el grupo de 15-19 años, los salarios de ambos sexos son comparables, incluso a favor de las mujeres. Pero a medida que se eleve la edad, las mujeres van perdiendo terreno, ya que en 1997 las mujeres de

20-24 años ganan solamente el 70% del salario del hombre, proporción que desciende a 56% para las mujeres adultas. ¿Cómo se explican esas diferencias?.

No se puede acá analizar todos los elementos que determinan las diferencias de remuneraciones entre mujeres y hombres. Sin embargo, sabemos que en principio, las mujeres tienen un nivel educativo superior en promedio al de los hombres, lo que se reflejaría en salarios hasta superiores para el grupo de 15-1 9 años. Asi- mismo, en el mercado laboral prima la experiencia a conocimientos iguales y allí las mujeres pierden terreno por tener una historia laboral no contínua y por supuesto, las discriminaciones se hacen más precisas en contra de las mujeres adultas.

1.6 Dimensionamiento de la oferta y demanda de trabajo de jóvenes

Es útil dimensionar, aún de manera gruesa, a la población objetiva de jóvenes pobres a la cual un programa de capacitación laboral podría dirigirse. Con base en los datos para Lima Metropolitana y el año 1997, la PEA total de jóve- nes (1 5-24 años) se estima en 860,100. La PEA de jóvenes de hogares pertenecientes al 40 por ciento más pobre de la población (los dos primeros quintiles de ingreso) sumaba 265,000, o sea, 30.7 por ciento del total de la PEA de Lima Metropolitana en el año 1997. Si de esta PEA de jóvenes pobres, restamos los que alcanzaron un nivel educativo superior a secundaria completa (un 20 por ciento), queda una población joven pobre de 212,000 con hasta secundaria completa.

Esta población conformaría la población objetivo por el lado de la oferta de un programa de capacitación laboral en oficios semicalificados de jóvenes pobres.

Por el lado de la demanda de trabajo de parte de las empresas, el Ministerio de Trabajo y Promoción Social publicó a principios de 1999 un informe que indagaba precisamente este punto. En el Cuadro No. 13 reproducido para este informe, se identifican las ocupaciones asalariadas de jóvenes (16-25 años) del sector privado en calificación inicial en empresas de 10 y más trabajadores. Se estima que este segmento es el relevante, dado que en empresas de menor tamaño, los procesos de contratación y de calificación descansan mucho más en contactos directos o vía la familia por un lado, mientras por el otro, estas empresas no siempre respetan el salario mínimo vigente exigido por el programa. Por lo tanto, se estimó que la oferta potencial de trabajo se situaba en torno a 152,000 ocupaciones de jóvenes en calificación inicial.

La estimación gruesa a la cual arribamos por tanto, es una oferta potencial de jóvenes trabajadores correspondientes a los criterios buscados (pobreza y educación) de alrededor de 212,000 respecto a una demanda potencial por ocupaciones de calificación inicial de jóvenes de 152,000 (a pesar de no coincidir el grupo etário considerado, 15-24 años por un lado, y 16-25 años por el otro lado). La demanda absorbería a la oferta en un 72 por ciento, que es lo máximo que se podría pretender transformando una oferta potencial en una oferta efectiva en base de un programa.

Cuadro No. 13 Lima Metropolitana: PEA ocupada con calificación inicial, 1997

Población económicamente activa

ocupada Inicial

Activa ocupada

PEA ocupada. 3 inillones 1.3 millones

Total

PEA ocupada asalariada. 1.5 inillones 700-750 mil

PEA ocupada asalariada privada. 1.25 inillones 600-700 inil

PEA ocupada asalariada privada en empresas de 110 y más trabajadores. 750-800 mil 400 mil

500 mil

460 mil

250 mil

Calificación Inicial

400 mil

300 mil

230 mil

Fuente: Ministerio de Trabajo y Promoción Social, Boktír? de Economía Laboral, No 12, Abril de 1999.

23

1.6.1 ¿En qué ocupaciones capacitar a los jóvenes?

Es preciso plantear esta pregunta, dado que se ha criticado mucho a las instituciones de formación profesional por desvincularse de las tendencias del mercado y optar únicamente por aquellas ocupaciones conocidas y para las que saben capacitar, más que por aquellas que realmente deberían capacitar y que resultan necesarias. Un programa de capacitación laboral pretende capacitar a jóvenes de hogares pobres como paso previo y fundamental a la consecución de un empleo y con el supuesto básico que sin una capacitación laboral inicial que incluyera un fuerte componente de experiencia laboral práctica tendría necesariamente que preocuparse de la relevancia de la capacitación promovida. Como

laboral de jóvenes en el Perú optó por un mecanismo sencillo usado en otros programas similares, aquél que vincula el financiamiento de un curso de capacitación a una expresión de aceptación de una empresa de acoger a los jóvenes capacitados en una práctica laboral. No obstante, es útil conocer con cierto detalle cuál es la demanda de trabajo vigente.

El mismo informe del Ministerio de Trabajo y Promoción Social aludido anteriormente, en base de las encuestas de hogares de 1995, 1996 y 1997 para Lima Metropolitana, procedió a una clasificación de las ocupaciones de calificación inicial según el dinamismo de la demanda (participación relativa y crecimiento 1995- 1997). El Cuadro No. 14 enseña las ocupaciones así identificadas y clasificadas.

se verá más adelante, el programa de capacitación

DEMANDA DE TRABAJADORES JÓVENES CON CALIFICACIÓN INICIAL EN LIMA METROPOLITANA

Cuadro No. 14 Lima Metropolitana: Clasificación de las ocupaciones de

Calificación inicial por su participación y crecimiento

Cajeros, pagadores y cobradores.

(Alta participación-Bajo crecimiento) Vacas lecheras"

Secretarias, mecanógrafas y recepcionistas.

(Alta participación-Alto crecimiento) "Estrellas"

Guías, camareros, cocineros y barmanes.

Auxiliares de administración y contabilidad.

Operadores de máquinas de calcular y cómputo.

Obreros en la preparación de alimentos y bebidas.

Trabajadores en la fabricación de prendas de vestir y calzado.

Obreros del cancho y plástico.

(Baja participación-Bajo crecimiento) "Huesos"

Empleados en almacenes, bibliotecas y archivo.

Trabajadores en la construcción civil.

Electricistas.

Vigilantes.

Vendedores.

Tapiceros y ebanistas.

Obreros de vidrio y cerámica.

Mecánicos.

Trabajadores de imprenta y autograbado.

Carteros y mensajeros.

(Baja participación-Alto crecimiento)

"Incógnitas"

Conductores.

Joyeros, plateros y relojeros.

Soldadores, plomeros y gasfiteros.

Fuente: Ministerio de Trabajo y Promoción Social, ibid.

24

Este ejercicio revela un método para aproximar la demanda de trabajo vigente por tipo de ocupaciones y niveles de calificaciones. No es la única obviamente y solamente habla del pasado reciente, no habla del futuro. Dada la tras- cendencia de este tema -¿cómo medir una demanda futura de oficios y calificaciones con cierto grado de confianza?- volveremos a discutirlo más adelante.

Habiendo pasado revista a los datos referentes a la situación de empleo y desempleo de los jóvenes en zonas urbanas del país, se pueden desprender varias lecciones. Primero, y al igual que muchos países en América Latina y en otras regiones, los jóvenes padecen de tasas de desempleo más altas (2 veces más en promedio) que la tasa promedio.

Dentro del total de jóvenes activos, uno de cada siete jóvenes está desempleado. Si bien aquel desempleo es casi siempre de muy corta duración (inferior a dos meses) puede repetirse varias veces a lo largo de un año o del ciclo joven de una persona, sugiriendo una gran inestabilidad laboral.

El desempleo de los jóvenes estuvo alto al principio de la década y sigue alto hoy en día. Esto indica que si bien la tasa de desempleo de los jóvenes al igual que la de los adultos es sensible a la coyuntura económica, otros factores de tipo más estructural deben de explicar el alto desempleo de los jóvenes. Dos factores se manifiestan con nitidez. Primero, el empleo y el desempleo están estrechamente correlacionados con la pobreza, inversamente con el empleo y directamente con el desempleo, a mayor pobreza más desempleo. No es que la pobreza en sí explica mucho de las perspectivas ocupacionales de los jóvenes, sino ví a el elemento educacional que constituye el segundo elemento a considerar y quizás el más pertinente. Es preciso recordar que alrededor de 70 por ciento de los jóvenes en el mercado laboral exhiben como nivel máximo la educación secundaria completa. Si bien las tasas de desempleo mandan señales aparentemente contradictorias son bajas para los jóvenes con educación primaria solamente porque tienen que conseguir empleo, cualquiera sea éste; y, son altas para los jóvenes con educación secundaria y superior. La distribución de los desocupados indica que el grueso (70 por ciento o más) alcanza

secundaria completa. Jóvenes pobres con poca educación, educación deficiente en calidad, sin o poca experiencia laboral, con poca probabilidad de conseguir una capacitación profesional constituyen el grueso de los desempleados.

Por lo tanto, se justifica plenamente un esfuerzo especial en forma de un programa dirigido directamente a este grupo específico de jóvenes brindándoles lo que más les falta, una capacitación laboral cuyo valor es reconocido por las empresas.

II. ETODOLOGÍA Y FUNCIONA- I E N T O D E L P R O G R A

PROJOVEN

El diseño y la ejecución del Programa, han planteado una serie de retos y exigencias técnicas, que ha sido necesario resolver con la realización de diversos estudios e indagaciones para determinar las características de la población objetivo, conocer la oferta de las entidades de capacitación, analizar las perspectivas de la demanda de trabajo, conocer las percepciones empresariales acerca de su evolución y las posibilidades de su participación en el Programa, entre otros, han constituido la fuente principal de información de base, sobre la cual se han desarrollado los diferentes instrumentos, mecanismos y procedimientos de ejecución.

2.1 Principios orientadores del programa

2.1.1 El programa opera orientado por la demanda

El Programa promueve un modelo de capacitación que se caracteriza por su flexibilidad y su estructuración en función de la demanda del sector productivo.

En una perspectiva que impulsa el desarrollo de procesos de enseñanza - aprendizaje dirigidos al desarrollo de habilidades y competencias pertinentes respecto a las exigencias de un mercado laboral cambiante, el programa requiere que los cursos sean diseñados conside- rando las características concretas de las ocupa- ciones que están siendo demandadas por las em- presas. Basados en el análisis de las diferentes ocu- paciones requeridas por las empresas, vinculadas a necesidades de producción, modernización, rees- tructuración, reorganización o cambio tecno-

lógico, los cursos se estructuran a un nivel básico, de semicalificación, ajustando su di-seño al tipo de funciones que se ha de de-sem-peña en las empresas y en función de las carac-terísticas de los beneficiarios.

Se busca que los cursos de capacitación respondan a señales objetivas del mercado y no a las tradicionales necesidades de utilización de la capacidad instalada ociosa de las entidades de capacitación o de exigencias de calificación de los componentes de la oferta laboral.

La demanda determina el contenido con- creto de cada curso. Para ello se estructuran proce- dimientos de elaboración de cursos en función de la demanda y con compromisos de empresas de pasantías.

Nueva forma de intervención del estado

El Programa de Capacitación Laboral Juvenil - PROJoven, como parte de las políticas públicas de promoción del empleo, se estructura sustentado en una nueva forma de intervenció n del estado. En un contexto caracterizado por el desarrollo de los procesos de globalización y aper- tura de las economías, el predominio de un modelo que otorga mayor importancia al mercado como asignador de recursos y la reducción del tamaño del estado unida a cambios en sus funciones; las formas que adquiere la intervención estatal enfa- tizan los roles de promoción, financiamiento y regulación, antes que los de prestación directa de servicios.

En correspondencia con este enfoque, el diseíío de operaciones del Programa privilegia las funciones de financiamiento, contratación y su- pervisión de los servicios de capacitación a ser brindados a los beneficiarios. La búsqueda de ma- yores niveles de eficacia y eficiencia en el de- sarrollo de las acciones se ordena en una estrategia de intervención estatal focalizada, dirigida a gru- pos o segmentos específicos de población debida- mente iden-tificados y se basa en un esquema de gestión que separa el financiamiento de la presta- ción de los servicios.

El desarrollo de instiumentos técnicos y mecanismos de focalización complementados con acciones de difusión que promueven la autofo-

calización, se sustentan en un enfoque redis- tributivo de la inteivención del estado, que busca atender a poblaciones específicas previamente seleccionadas para lograr los mayores impactos en la atención de sus necesidades y una utilización eficiente de los recursos disponibles. Las carac- terísticas de esta forma de intervención, suponen una ruptura con el enfoque tradicional de pres- tación de servicios subsidiados a la población en general, cuya calidad y eficiencia han sido perma- nentemente cuestionados.

De otro lado, la estrategia de gestión que separa financiamiento de prestación de ser-vicios, se orienta a promover la participación del sector privado en la provisión de los mismos, con la fi- nalidad de alcanzar mayores coberturas de aten- ción asegurando estándares de calidad y niveles de eficiencia. Se busca de este modo evitar el montaje de infraestructuras y organizaciones que usual- mente tienden a burocratizarse y a prestar servicios de mala calidad.

Se pretende inducir a los agentes a tomar decisiones que vayan en el sentido de desarrollar los mercados de provisión de servicios.

2.1.3 Promueve competencia

Con la finalidad de asegurar la contratación de servicios de capacitación de calidad a precios de mercado, el Programa promueve la competencia entre las entidades de capacitación. Para ello ha diseñado un mecanismo de concurso píiblico (lici- tación) que se organiza a través de convocatorias periódicas para recibir y seleccionar las ofertas de cursos presentadas por las entidades de capacita- ción participantes.

Dada la heterogeneidad de las instituciones que participan en el mercado de capacitación, así como de la oferta de servicios, los mecanismos operativos y las condiciones de participación en las licitaciones que el Programa convoca, han sido desarrolladas de una forma que aseguren la igualdad de oportunidades y la transparencia en los procesos administrativos.

Además del cumplimiento de las exigen- cias básicas de publicidad, información y acceso de los interesados a las bases y condiciones de par- ticipación, los procedimientos operativos contie- nen instrucciones y formatos de fácil enten-

dimiento que permiten la homogeneidad en la pre- sentación de las ofertas asegurando la coinpa- ración individual de los cursos, así como procesos de evaluación desarrollados por especialistas previamente seleccionados y capacitados que exaininan cada oferta de manera anónima. Los procesos de coinparación y adjudicación son relativos y se realizan considerando las mejores coinbinaciones de calidad técnica y precio.

Articula recursos públicos y privados

La imnplementación del Programa esta concebida como un espacio que estimula la participación articulada de diferentes agentes y posibilita la incoi-poración de recursos prove- nientes de los sectores público y privado. Así, mientras el estado asume para sí las respon- sabilidades de diseño, financiación, supervisión y control; la ejecución directa de las acciones de capacitación es realizada por entidades privadas y publicas contratadas para este fin. Las prácticas se realizan en empresas del sector privado.

Los procedimientos operativos del Programa han sido diseñados para promover la convergencia de intereses de los agentes involu- crados. A través de acciones de información, in- centivos económicos y difusión de resultados, entre otros, se busca inducir a los agentes a tomar decisiones sustentadas en una racionalidad eco- nómica, similar a aquella que propone el Pro- grama.

La transferencia de recursos del estado y el sector privado para el financiamiento de las acciones del Programa, así coino la participación de las empresas privadas en el financiamiento de las subvenciones económicas otorgadas a los beneficiarios del Programa durante la fase de práctica laboral (pasantías), constituyen un ejem- plo concreto de esta articulación de esfuerzos y recursos.

2.2 Principales metodologías del programa

2.2.1 Identificación del grupo objetivo

Coino se encuentra ampliamente difundi-do en la literatura acerca de este tema y en innu- merables experiencias exitosas, condición nece- saria para lograr eficacia y buenos resultados

(éxito) en el desarrollo de los programas y pro- yectos sociales, constituye una adecuada caracterización de la población objetivo. Una vez definidas las características básicas de la población objetivo, así como su localización geo- gráfica (espacial), es posible determinar los di- seños específicos de la intervención y la estrategia de ejecución.

En el proceso de especificación de la población objetivo es preciso seleccionar las dimensiones, aspectos o características básicas que permitan distinguir a los grupos poblacionales que se espera atender, de aquellos grupos que no serán atendidos o que requieren otro tipo de intervención. Conocidas estas características será necesario estimar su magnitud y definir su localización.

La precisión con la que se configure la población objetivo dependerá en buena medida de la disponibilidad de información y estadísticas confiables así como del nivel de desagregación de las mismas. Obviamente, la presencia de multi- plicidad de encuestas y estudios, con una amplia gama de variables e indicadores y con buenos niveles de desagregación hacia los ámbitos más pequeños, permitirá construir mejor un perfil o definir mejor los límites de la población objetivo con un mayor nivel de detalle que en aquellas realidades que presenten mayores restricciones de información.

Para el caso específico de este Programa, aún cuando los problemas de desempleo y subempleo analizados en el primer capítulo afec- tan de manera general a todos los jóvenes, las dimensiones del problema y las restricciones pre- supuestales han obligado a considerar una estra- tegia de intervención focalizada, orientada en una perspectiva redistributiva que lleva a priorizar a aquellos segmentos de la población juvenil que presentan mayores problemas de inserción laboral, pobreza y exclusión social. Dado el propósito del programa, dirigido a contribuir a la inserción laboral formal, de empleo dependiente, de los jóvenes de escasos recursos, una restricción adicional esta determinada por la inevitabilidad de localizar sus acciones en el área urbana, debido a que el diseño de funcionamiento requiere de la presencia significativa de empresas, entidades de capacitación y jóvenes; condición que se cumple solo en el caso de las principales ciudades del país.

Durante los trabajos de diseño del Programa de Capacitación Laboral Juvenil PROJoven se realizó un primer esfuerzo de medición de la población objetivo; para ello se utilizó la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida realizada en 1994 como base informativa. Utilizando esta base de datos se realizaron segmentaciones considerando la información para 12 principales ciudades del país, la población de 16 a 25 años desagregada por procedencia de hogares en situación de pobreza y con educación secundaria como nivel educativo máximo alcanzado. Luego se procedió a selec- cionar a los jóvenes por condición laboral considerando desempleados e inactivos, a los que perciben ingresos menores a una remuneración mínima vital (RMV) y se agregó una proporción de aquellos jóvenes que perciben ingresos de 1 a 3 RMV.

Realizado el procesamiento de la información se determinó un tamaño de población objetivo que comprendía aproximadamente a 300,000 potenciales beneficiarios en las principales ciudades del país. Sin embargo, esta estimación hubo de ser tomada como una aproximación inicial, debido a que presentaba algunas limitaciones. No obstante, la información presentaba las limitaciones señaladas, daba cuenta de un orden de magnitud y localización de la población que justificaban la ejecución de las actividades del Programa. Ciertamente se hizo evidente la necesidad de realizar una mejor estimación para precisar las estrategias de intervención y las acciones de ejecución del mismo.

Posteriormente y durante el desarrollo de la experiencia piloto del Programa se procedió a realizar una nueva estimación de la población objetivo, contando para ello con los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares realizada en el tercer trimestre de 1997. La información proporcionada por este estudio permitió lograr una especificación más consistente de los gmpos potencialmente beneficiarios del Programa.

El carácter urbano de la medición, la desagregación de las variables, así como el significativo tamaño y distribución de la muestra (13,182 viviendas), han hecho posible la realización de cortes y segmentaciones que aseguran la representatividad de los resultados y les otorgan un buen nivel de consistencia respecto

de otras estin~aciones basadas en otros estudios y encuestas.

El primer paso consistió en seleccionar las principales ciudades en las que el Programa podría desarrollar sus actividades, en función de su actividad económica y la concentración de empresas, entidades de capacitación y jóvenes. Seleccionadas 11 ciudades se procedió a realizar las segmentaciones de las poblaciones de esos ámbitos considerando edad (16 a 25 años) y su pertenencia a hogares en situación de pobreza y pobreza extrema.

Para realizar esta definición se utilizó el criterio de línea de pobreza, esto es se contrastó los ingresos de los hogares de procedencia de los jóvenes con el valor de una canasta básica estimada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para cada ámbito de análisis. Si los ingresos de un hogar son iguales o se encuentran por debajo del valor de la canasta básica, sus miembros serán considerados pobres; de la misma forma, si los ingresos de un hogar son iguales o menores al valor de la canasta normativa de alimentos sus miembros serán considerados pobres extremos.

Definidos los jóvenes por su condición de pobreza, se procedió a seleccionar a aquellos que no estuvieran estudiando al momento de la entrevista o que hayan alcanzado el quinto de secundaria como máximo nivel educativo.

Una segmentación final se hizo en función de las condiciones laborales. Se desestimó a aquellos jóvenes cuyo costo de oportunidad es mayor a los beneficios inmediatos derivados de las prácticas laborales, es decir a los que se encuentran ocupados percibiendo ingresos mayores a 1 RMV o son jefes de familia.

Los resultados de estos sucesivos cortes han definido una población objetivo total estimada que asciende a 378,458 jóvenes localizados en las ciudades de Lima Metropolitana, Arequipa, Trujillo, Chiclayo, Piura, Maynas, Santa, Cuzco, Ica, Huancayo y Cajamarca. Cabe desatacar que el 50% de esta población objetivo se concentra en la ciudad de Lima.

Sobre esta base y en función de los recursos disponibles se ha definido la estrategia de

expansión del programa a otras ciudades y la determinación de sus metas de intervención.

.2.2 Criterios de focalización

En años recientes, la realización de un importante número de encuestas y estudios sobre diversos aspectos de la vida social, han permitido contar con variada información para lograr una mejor aproximación a la identificación de los segmentos de población en situación de pobreza, con necesidades básicas insatisfechas o en desventaja; indispensables para el diseño de programas y proyectos sociales.

En lo que se refiere a la experiencia de PROJoven, si bien la desagregación de las variables demográficas, socioeconómicas y laborales provenientes de estas fuentes estadí sticas ha permitido determinar la magnitud y la localización de la población objetivo, de una manera suficiente para la definición de su diseño y estrategia de ejecución; no es menos cierto que en términos operativos el camino para la iden- tificación y selección individual de beneficiarios, no ha estado exento de dificultades, que proceden básicamente de la presencia de importantes heterogeneidades entre segmentos, grupos e individuos de estos estratos sociales.

Esta heterogeneidad se manifiesta en la presencia de múltiples combinaciones, a nivel individual, de las características estadísticas que permitieron su identificación como población objetivo y determina importantes restricciones en los procesos de selección, no solo por que tienden a atenuar las diferencias entre pobres y pobres extremos, sino por que para algunas características básicas lo hace también entre pobres y no pobres en las líneas de frontera. Esto último sin considerar una diversidad de características sociales, culturales, antropológicas, que no son incluidas usualmente en los enfoques de análisis de la pobreza y acerca de los cuales recientemente se están produciendo consensos sobre la importancia de su incorporación.

Adoptar mecanismos eficaces de foca- lización se torna indispensable para la selección de los beneficiarios del Programa. La selectividad que implica, permite concentrar los recursos en beneficiarios claramente iden-tificados, optimizar los resultados y producir impactos percápita elevados.

Dada la magnitud de los recursos y la exten- sión de la intervención del Programa, se estimó necesaria la adopción de criterios y la elaboración de indicadores, expresamente selectivos para distinguir, de la manera más eficiente posible, a los individuos que presentan mayores carencias o desventajas a fin de garantizar su atención.

Con la finalidad de lograr un eficiente procedimiento operativo de selección de bene- ficiarios en la fase de ejecución del Programa, se puso en práctica una combinación de métodos de focalización comúnmente aceptados: autose- lección, selección en base de indicadores socioe- conómicos y por localización geográfica.

Con la autoselección o autofocalización se busca que el tipo de servicio o atención resulte atractivo sólo para la población a la que se espera beneficiar. El diseño de los cursos de capacitación de carácter eminentemente práctico, que contribuyen a lograr habilidades y competencias para ocupaciones específicas a un nivel de semicalificación, orientados al desempeño de funciones operativas básicas dentro de las empresas, constituye un eficaz mecanismo de focalización dado que lleva implícito un costo de oportunidad que deben considerar los jóvenes al momento de su elección. Así, dadas las características y exigencias del mercado laboral en el país, difícilmente aquellos jóvenes cuyos niveles de calificación son mas altos o las posibilidades de insertarse laboralmente y de lograr mejores remuneraciones son mayores, se interesaran por participar en este programa.

El éxito de este proceso depende en importante medida de la información que posean los potenciales beneficiarios al momento de rea- lizar sus decisiones de participación. El desarrollo de campañas de comunicación con una segmen- tación clara del público al que se dirigen y considerando un criterio geográfico, han resultado indispensables para estimular la participación de aquellos segmentos de jóvenes a los que se espera llegar con el Programa.

Es necesario que estos criterios de selección estén estructurados en instrumentos prácticos, ágiles y de bajo costo, que guarden coherencia con los recursos disponibles. La gestión de los mismos debe orientarse a definir metas de focalización que tiendan a reducir al máximo posible las filtraciones y la subcobertura.

En función de lo anterior, se ha diseííado un cuestionario que se aplica a través de una entrevista personal y que permite obtener información para acreditar al joven como beneficiario del Programa. Para ello se han definido tres criterios básicos de exclusión: condición de pobreza, nivel de instrucción y situación laboral. Para cada uno de ellos se ha estructurado una batería de preguntas que han sido seleccionadas en función de su capacidad para discriminar la condición de cada solicitante.

Para identificar las condiciones de pobreza, se ha considerado preguntas acerca del hogar, el número de miembros, ingresos, características de la vivienda, servicios, hacinamiento, salud, entre otros. En el caso del nivel educativo, destacan las referidas al nivel de instrucción alcanzado, modalidad, tipo de colegio, deserción y capacitación ocupacional. En cuanto a la situación laboral, se ha incluido aquellas que definen la situación ocupacional, período, ingresos, condiciones de trabajo entre otras.

A cada tipo de respuesta se le ha asignado un puntaje con un orden creciente respecto de la condición óptima o satisfactoria, de tal manera que las condiciones o situaciones más precarias o negativas reciben una mayor puntuación y las más favorables o positivas una menor puntuación. Previamente en función de las definiciones estadísticas de pobreza comúnmente utilizadas, se ha construido una frontera o perfil que determina un puntaje mínimo necesario para la acreditación de los jóvenes pobres o pobres extremos, como eventuales beneficiarios del Programa.

Adicionalmente, con la finalidad de reducir posibles subcoberturas que deriven de calificar a algunos jóvenes en los límites establecido por el instrumento, se ha considerado la aplicació n de criterios secundarios de selección para todos aquellos que se encuentren próximos a la frontera. Estos criterios esta referidos al uso familiar de programas sociales, a la precariedad de algunos servicios, la deserción escolar de miembros de la familia, la situación ocupacional reciente del jefe del hogar, entre otros.

Otro mecanismo utilizado en los procesos de focalización, se encuentra definido por la localización geográfica. A través de ella se busca priorizar el desarrollo de las acciones de inteivención, en aquellas zonas o lugares donde

existe una mayor concentración de personas con las características de la población objetivo.

De manera complementaria a los procesos de autoselección y selección por criterios socioe- conómicos, se han desarrollado convocatorias juveniles localizadas en las áreas de mayor concentración de población en situación de pobreza y se han instalado centros de información y registro de jóvenes en aquellas zonas. Es impor- tante seííalar, que aún a pesar de esta com- plementariedad en los instrumentos y mecanismo de focalización, suelen presentarse riesgos de filtraciones asociados a decisiones de personas que no siendo parte de la población objetivo, se interesen en acogerse a sus beneficios; llegando incluso a alterar la información sobre su situación socioeconómica, para lograr su inclusión al momento de brindar la información a los operadores del proceso. Igualmente, otros riesgos de importancia son aquellos que están relacionados con problemas de información que redundan en la exclusión de individuos pertenecientes a la población objetivo.

En este sentido, resulta indispensable que los indicadores y variables considerados en estos procesos operativos, posean como una carac- terística básica la condición de observables o ve- rificable~ objetivamente. Tema crucial para la reducción de las filtraciones y la subcobertura, es la verificación de la información. La gestión de un proceso de focalización supone el diseño y la puesta en marcha de inecanismos de supervisión y verificación de la información obtenida, como parte del proceso de selección de los beneficiarios.

El diseño de una muestra aleatoria de los jóvenes acreditados por el Programa que son sujetos de una visita domiciliaria de verificación de la infonnación que fuera proporcionada en la entrevista, constituye el mecanismo adoptado para este fin.

2.2.3 Criterios de selección de enti- dades de capacitación

Una de las principales características que presenta el funcionamiento del Programa, es que la capacitación de los jóvenes es impartida por diversas instituciones educativas de gestión pública y privada especialmente contratadas para este fin. Se requiere para ello, que la oferta de servicios que estas instituciones brindan, posean

estándares de calidad mínimos para lograr que los beneficiarios desarrollen las habilidades y coinpe- tencias básicas, necesarias para un desempeño adecuado en las ocupaciones que las empresas demandan.

Asegurar la participación de instituciones que brinden estas condiciones mínimas, supone la puesta en marcha de un proceso de selección. Esto implica, identificar las características que permitan discriminar a las entidades de capa- citación que cumplen estas condiciones de calidad, de aquellas que no satisfacen estos requerimientos. Como es usual, la definición de variables e indicadores para este propósito, deberá realizarse considerando su capacidad para medir o reflejar de manera aceptable diversas dimensiones de la calidad, su condición de ser verificable objetiva- mente, la facilidad para la instrumentación y recolección y los costos bajos.

Evidentemente, adoptar mecanismos para la selección de las instituciones educativas sobre la base de una evaluación exhaustiva de la calidad, estructurada con un enfoque integral que considere en su análisis los insumos, recursos humanos, tecnología, procesos y gestión, resultaría demasiado costoso e inmanejable para el Programa. No obstante, es factible diseñar instru- mentos de evaluación sencillos, que basándose en criterios previamente definidos, incluyan información sobre algunos aspectos básicos del funcionamiento de la institución educativa, que permitan hacer una aceptable discriminación y provean al Programa de una relativa seguridad acerca de un posible desempeño eficiente de las in- stituciones que eventualmente participarían en él.

Estudios realizados acerca de la oferta de capacitación en el país, revelan, entre otras características, la presencia de importantes heterogeneidades entre las diversas instituciones educativas, en lo que se refiere a calidad de los servicios, tamaño, formalidad, equipamiento, recursos humanos e infraestructura. Sobre la base de esta información se ha estructurado un instrumento de precalificación que ha definido condiciones mínimas que deben cumplir las instituciones proponentes respecto a estos factores.

Estas condiciones mínimas se han ordenado para asegurar que las entidades de capacitación

puedan acreditar: experiencia suficiente en actividades de capacitación ocupacional, formalidad y capacidad de contratación con el estado, formación y experiencia de sus recursos humanos, solidez financiera y resultados de gestión, tamaño y adecuación de la infraestructura y el equipamiento y existencia de vínculos con empresas. Cada uno de estos ítems tienen asignado un puntaje y se ha establecido un puntaje global mínimo que deben alcanzar o sobrepasar las entidades proponentes para poder precalificar.

Cabe indicar que en este proceso la situación legal de constitución y funcionamiento del proponente se constituyó en requisito excluyente para la selección. Este factor tuvo la condición de elemento discriminante, dada la necesidad del Programa de asegurar las condiciones de legalidad y funcionamiento de las entidades de capacitació n que permita desarrollar los cursos ininterrum- pidamente y sin contratiempos. El resto de factores se ha manejado con un esquema de ponderaciones.

Toda entidad de capacitación que cumple con los requisitos mínimos establecidos por el puntaje de evaluación, es inscrita en el Registro de Entidades de Capacitación (RECAP) y se encuentra habilitada para participar en las licitaciones que el programa convoca durante el período de un año. Esta acreditación debe revalidarse cada año.

Un mecanismo compleinentario de este proceso de selección, lo constituyen los informes de desempeño de las entidades de capacitación. Durante el desarrollo de los cursos de capacitación, se desarrollan acciones de supervisión que permiten determinar el nivel y calidad del cumplimiento de los servicios de cada entidad adjudicada. Igualmente, sobre la base de un cumplimiento de metas míniinas, previamente definidas, se decide su permanencia o exclusión del RECAP.

2.3 Las formas de operación del programa

2.3.1 Principales características del Programa

El propósito principal del Programa de Capacitación Laboral Juvenil - PROJoven es facilitar el acceso de los jóvenes de escasos recursos al mercado de trabajo, a través de un

proceso conjunto de capacitación y experiencia laboral, que responda a los requerimientos del sector productivo. Su diseño esta orientado a promover la participación de jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 25 años, provenientes de hogares en situación de pobreza y pobreza extrema, que se encuentran en situación de desempleo, subempleo o inactividad forzosa, que cuentan con secundaria completa como máximo nivel educativo y cuya situación ocupacional pueda ser revertida mediante acciones de capacitación orientadas a mejorar las condiciones para postular a un empleo formal.

El Programa está concebido también para contribuir al mejoramiento de los niveles de competencia y eficiencia del mercado de capacitación, mediante una mayor interacción entre las instituciones de capacitación y las necesidades del sector productivo, demandante de fuerza laboral. Indirectamente, por lo tanto, el Programa, apoya el proceso de modernización productiva del Perú, particularmente el de su pequeña y mediana empresa.

Para brindar la capacitación en ocu- paciones específicas PROJoven selecciona a entidades de capacitación (ECAP) públicas y privadas a través de un proceso de precalificación que evalúa, entre otros aspectos, la experiencia de capacitación previa, su capacidad administrativa, de gestión y el nivel de los recursos humanos. Aquellas que cumplen con los requisitos señalados pasan a formar parte del Registro de Entidades de Capacitación que las habilita para participar en las licitaciones que el Programa convoca perió- dicamente.

Orientado por la demanda del sector productivo, el Programa opera convocando a las Entidades de Capacitación precalificadas a participar en concursos públicos para que organicen e implementen cursos de capacitación, especialmente diseñados de acuerdo a los requerimientos del sector empresarial y en función de las características de los jóvenes beneficiarios.

Mediante procesos de Licitación Pública, PROJoven selecciona y contrata los cursos de capacitación para ocupaciones específicas de semicalificación cuya demanda está comprobada en el mercado. Esta comprobación se hace mediante las denominadas "cartas de intención" que suscriben las empresas que ofrecen prácticas

laborales, las mismas que deben ser presentadas por las entidades de capacitación participantes acompañando a los diseños de cursos presentados al concurso. La selección de cursos se establece en función de rigurosos criterios de calidad técnica y precio. A través de estos procesos que se convocan periódicamente se estimula la competencia entre las diversas entidades de capacitación asegurando altos estándares de calidad y precios competitivos.

Los cursos de capacitación tienen como objetivo lograr que los jóvenes participantes adquieran habilidades y competencias básicas para desempeñarse en ocupaciones específicas a nivel de calificación inicial o semicalificación. Estos cursos comprenden dos fases: una denominada de formación técnica a desarrollarse en las Entidades de Capacitación y otra de práctica laboral a realizarse en empresas.

En la fase de formación técnica, mediante una metodología esencialmente práctica, los jóvenes adquieren habilidades y destrezas vinculadas a los aspectos técnicos del oficio. Adicionalmente, se desarrollan actividades formativas conducentes a reforzar valores y actitudes indispensables para el trabajo. Esta fase tiene una duración promedio de tres meses (de 120 a 300 horas) con una presencia diaria e interdiaria.

La capacitación durante esta fase es totalmente gratuita y el Programa brinda a los jóvenes beneficiarios un estipendio mensual para sufragar sus gastos de movilidad y alimentación, y un seguro médico. En el caso de mujeres con hijos, se brinda un subsidio adicional por cada niño menor de cinco años, a fin de promover su participación en el Programa.

Luego de culminada esta fase, el proceso de aprendizaje y formación continúa mediante la realización de prácticas laborales en empresas. Esta práctica constituye un aspecto importante por cuanto permite a los jóvenes adquirir experiencia suficiente en el oficio para facilitar su posterior proceso de búsqueda de trabajo, con la posibilidad de mostrarse competente en ella, y ser contratado por la misma empresa donde realizó la práctica.

Será la propia Entidad de Capacitación la responsable de obtener las prácticas relacionadas a las especialidades de los cursos ofrecidos, ya que la presencia de ellas en las ofertas es condición

indispensable para la evaluación y probable adju- dicación de un curso.

Gracias a estas "cartas de intención", el Programa se asegura de contratar cursos que efec- tivamente tengan demanda por el sector produc- tivo del país. En este sentido, la participación del empresariado es importante en tanto coordina conjuntamente con las Entidades de Capacitación el contenido de los cursos dictados, haciendo más pertinentes y reduciendo de esta manera el di- vorcio existente entre la demanda de capacitación del mercado laboral y la que se brinda tradicional- mente en los institutos.

La fase de práctica laboral tiene una duración de tres meses como mínimo y se desarrolla de acuerdo a las condiciones esta- blecidas por el Decreto Legislativo 728 (Ley de Fomento al Empleo). Estas implican la suscripción de un convenio de formación laboral juvenil que permite a la empresa contratar jóvenes prac- ticantes hasta por un período máximo de 36 meses, asumiendo el pago de una subvención económica equivalente como mínimo a una remuneración mínima vital y un seguro contra accidentes y enfermedades.

Comunicación y difusión

Con el propósito de promover la participación activa de entidades de capacitación, empresas y jóvenes, el Programa de Capacitación Laboral Juvenil PROJoven resolvió implementar acciones de difusión para realizar la transferencia de información a los participantes.

Sin embargo, es conveniente precisar, que entre la recepción de la información y la toma de decisiones no existe una relación inmediata de causa-efecto. La información por si misma no es suficiente para sustentar una decisión. Es necesario que ella se transmita de una manera y en una secuencia apropiada para lograr el efecto deseado. Una estrategia de comunicaciones puede aportar significativamente a este propósito.

El diseño de una estrategia de coinu- nicaciones requiere considerar una serie de aspectos vinculados a los conocimientos y la cultura de los agentes, la idiosincrasia, las actitudes, los deseos y las formas o mecanismos frecuentemente utilizados para la realización de sus decisiones, como sustento para la elaboración

de un conjunto de mensajes. El contenido concreto de cada uno de ellos, la secuencia y la temporalidad, así como la selección y el uso de los medios de comunicación estarán en función de los objetivos y las metas de cada campaña.

El desarrollo de campañas de comu- nicaciones apoyadas en una rigurosa definición de los públicos y una adecuada graduación de los mensajes, deviene necesaria para concitar la aten- ción de los grupos objetivo, reforzar las actitudes favorables y afirmar las decisiones de parti- cipación de los agentes.

Previo al inicio de la ejecución del Progra- ma se determinó que las acciones de coinunicación estarían dirigidas a las entidades de capacitación, a las empresas y los jóvenes de escasos recursos como públicos objetivo. Basándose en la información estadística disponible y en estudios específicos realizados por el Programa, se iden- tificaron las principales características de los públicos seleccionados y se definieron perfiles para el diseño de la estrategia de comunicación correspondiente a cada público. En cada caso se definió el uso de medios en función de su eficacia para promover su participación en el Programa y en función de los recursos disponibles.

En el caso de las Entidades de Capacitación, las acciones de comunicación incluyeron bási- camente el uso de medios masivos como la publi- cación de avisos periodísticos de convocato-ria a Licitación en el ámbito internacional y nacional, actividades de marketing directo a través del envío de piezas comunicacionales de manera secuen- ciada en el tiempo, la interacción directa a través de visitas a un grupo de ECAPs previamente seleccio- nadas y el desarrollo de charlas informativas conducidas directamente por la Unidad Coor- dinadora.

La estrategia de comunicación dirigida a empresas giró inicialmente alrededor del establecimiento de una base de apoyo institu- cional. Sobre la base de la suscripción de Con- venios con las instituciones que agrupan a los gremios empresariales se desarrollaron encuentros (desayunos) con empresarios representativos, con la finalidad de explicar las ventajas del convenio y crear corriente de opinión favorable a la ejecución del Programa. Seguidamente sobre la base de información acerca de las percepciones empre- sariales, recogida a través de encuestas, se remitió

diversos tipos de impresos a miles de empresas ordenando y secuenciando la información de acuerdo a las etapas de desarrollo del Programa.

Durante la ejecución del Programa, se ha confonnado una base de datos de empresas, que se actualiza e incrementa permanentemente y que ha servido para diferenciar los mensajes de acuerdo al nivel de conocimientos acerca del Programa, las actitudes respecto a el y las decisiones o las formas de participación. Estas acciones se han complementado con el establecimiento de una vía telefónica directa para consultas e información.

En el caso del público joven, la estrategia se orientó a contribuir con el esquema de auto- focalización del programa. Se identificaron las zo- nas geográficas de mayor concentración de jóve- nes de la población objetivo y se organizaron equi- pos de promotores jóvenes para realizar acciones de intervención directa. Estas comprendieron una interacción con representantes de organizaciones de base tales como comités vecinales, grupos y asociaciones juveniles y barriales, grupos de programas sociales, entre otros, con la finalidad de identificar a los jóvenes potencialmente bene- ficiarios y aproximarles la información necesaria para reforzar la autoselección. Estas acciones se reforzaron con el uso de medios de comunicación locales y la distribución de impresos y material gráfico de difusión masiva a través de las orga- nizaciones sociales.

2.3.3 Brecalificación y registro de entidades de capacitación

Como se señaló anteriormente, el proceso de precalificación busca asegurar la participación de entidades de capacitación que reúnan condicio- nes mínimas para garantizar un desarrollo exitoso de los cursos de capacitación. Con la finalidad de facilitar la participación de las ECAPs, se ha organizado un procedimiento de selección y registro que se realiza de forma permanente; de tal manera que las instituciones interesadas puedan hacerlo en cualquier momento del año. Obviamente, para asegurar la transparencia y la igualdad de oportunidades, se fija una fecha de corte previo a cada convocatoria a licitación, para determinar las instituciones que se encuentran aptas para participar en ella.

Periódicamente, a través de avisos de prensa y otras acciones de comunicación el Programa realiza convocatorias públicas invitando a las instituciones educativas a participar de estos procesos de precalificación y registro, señalando las fechas de corte y el cronograma de la siguiente convocatoria a Licitación. Con frecuencia se rea- lizan invitaciones a diversas instituciones educa- tivas para participar en charlas informativas y se realiza labores de asesoría permanente para brin- dar información y absolver todo tipo de consultas referidas a este proceso.

Para la implementación de este proce- dimiento de selección se ha elaborado un pliego de condiciones organizado bajo la forma de un regla- mento del Registro de Entidades de Capacitación (RECAP), un formato para la presentación de la información requerida y una ficha de evaluación. Los dos primeros se encuentran a disposición de las ECAPs y contienen toda la información nece- saria para la preparación y presentación de sus expedientes de precalificación, así como las condiciones de funcionamiento del RECAP. La ficha de evaluación es un instrumento intenlo que consigna los resultados y sirve de fuente de información de la base de datos del Programa.

Es importante mencionar que el funcio- namiento del RECAP contempla en su reglamento exigencias para el desempeño de las ECAPs duran- te su participación en el Programa y establece san- ciones para los incumplimientos. Es decir consi- dera el desempeño de las ECAPs como un ele- mento a considerar para la permanencia de una institución en el Programa.

ecanismos de licitación

Para realizar la contratación de cursos de capacitación, el Programa adoptó como mecanismo operativo la convocatoria periódica a procesos de Licitación Pública Internacional, a través de los cuales entidades educativas, públicas y privadas, ponen a consideración del Programa sus ofertas de cursos para su evaluación, selección y financiamiento.

La adopción de este mecanismo se sustenta en la necesidad de brindar condiciones de forma- lidad, competencia, eficiencia y transparencia a las

acciones de contratación de servicios de capacitación.

De acuerdo al procedimiento establecido, las instituciones interesadas en participar de estas licitaciones, deben pasar previamente por una etapa de precalificación e inscripción en el registro de entidades de capacitación (RECAP). La convocatoria a precalificación es abierta y pública. Todas las instituciones que son registradas en el RECAP están habilitadas para participar en las licitaciones y son sujetos de una invitación formal para la presentación de sus ofertas en las convocatorias que realice el Programa.

Las condiciones de participación en estos concursos, así como las exigencias de operación del Programa están contenidos en las Bases de Licitación. Ellas han sido estructuradas de manera que posibiliten la presentación de propuestas que respondan efectivamente a la demanda del mercado laboral. Las formas de presentación de los cursos, sus contenidos y los compromisos de prácticas suscritos por empresas, entre otros, constituyen algunos aspectos centrales de estas condiciones.

Para la presentación de las propuestas se han diseñado dos formatos: el Formulario 1 y el Formulario 11. En el Formulario 1 se presenta de manera resumida los principales datos de la oferta; en el se consignan los datos del proponente, las sedes donde se realizara la capacitación, la hoja resumen conteniendo las principales caracterís- ticas y precios de los cursos, la garantía de mantenimiento de oferta, el resumen de prácticas y los datos de la empresa que las ofrece.

En el Formulario 11 se presentan todos los componentes del curso de capacitación. En el se consigna información detallada de los elementos generales del diseño del curso, tales como: el análisis de la ocupación, los requisitos y condiciones del curso, el perfil del trabajador, los objetivos y principales contenidos y actividades del curso; así como la referida a los elementos específicos: características de la infraestructura, dotación de máquinas, equipos y herramientas, insumos y materiales de consumo, material didáctico y perfil del docente.

Adicionalmente, con el objeto de contribuir a una mejor conceptualización de la propuesta del

Programa, que estimule la elaboración y desarrollo de currículas basadas en un enfoque de Competencias Básicas para el Trabajo, se elaboróuna guía para el diseño de cursos. Esta guía, además de precisar la naturaleza del programa, resalta las características que deben tener los cursos de capacitación, así como los diferentes aspectos y componentes que se debe considerar en el diseño. De manera general, esta guía proporciona información complementaria para contribuir a una mejor elaboración y presentación de las ofertas.

Una vez que las ofertas han sido presentadas, se inicia el proceso de evaluación. Con el objeto de asegurar la transparencia y rigurosidad en el uso de los criterios técnicos, se ha estructurado el mismo en tres etapas: una primera etapa consiste en un examen preliminar que verifica el escrupuloso cumplimiento de los aspectos formales; una segunda etapa, que evalúa los aspectos técnico-pedagógicos de los cursos ofrecidos y, en la tercera y última etapa, la propuesta era examinada desde el punto de vista de la calidad técnica y el precio mediante la aplicación de un algoritmo de adjudicación diseñado para tal fin.

Tanto para la primera como para la segunda etapa, se formularon guías de evaluación que consignan los resultados del evaluador, los que a su vez son examinados en una segunda instancia por un supervisor. Verificadas las formalidades de la presentación y el cumplimiento de los requisitos de los cursos, se consigna la validez de las propuestas y se pasa a la siguiente etapa del proceso.

La etapa de evaluación de los aspectos técnico pedagógicos se realiza exclusivamente sobre el Formulario 11. Esta se realiza por personal previamente seleccionado, considerando las especialidades y la experiencia suficiente para el cumplimiento de esta tarea. El proceso se realiza de manera anónima, ningún evaluador conoce a quien esta evaluando y más aún desconoce el puntaje técnico que deriva de su evaluación; puesto que el se asigna cuando se ingresa la información a la base de datos que se utiliza para la etapa de adjudicación.

Los criterios técnicos considerados en el proceso de evaluación, están orientados a determinar los niveles de calidad de los cursos, la

concordancia de los diseños con los objetivos y lineamientos del Programa, la coherencia interna entre la ocupación, el perfil y los contenidos y actividades, su correspondencia con los medios propuestos, la metodología y la pertinencia de la capacitación y su relación con la práctica pro- puesta, entre otros.

El proceso de adjudicación, se propone lograr que los cursos a contratar sean los de mejor calidad relativa; que los precios promedio por beneficiario de los cursos seleccionados permitan alcanzar la meta de beneficiarios prevista y que la adjudicación de cursos se distribuya entre un número significativo de oferentes, a fin de promover la competencia entre las entidades de capacitación. En cada convocatoria a licitación un programa de computación basado en un algoritmo de selección, adjudica un número de cursos que presentan el mayor puntaje técnico al menor precio y que permiten capacitar a la cantidad de personas previstas por la convocatoria, de acuerdo al presupuesto disponible.

Selección de beneficiarios

Definidos los mecanismos de focalización a ser utilizados en la selección de beneficiarios (autoselección, indicadores socioeconómicos y ámbitos geográficos), el proceso se inicia con la implementación de una Convocatoria Juvenil, orientada a brindar información y motivar la participación de aquellos jóvenes identificados como población objetivo.

Para cada convocatoria, se estructura una estrategia de comunicaciones que define zonas de intervención, en aquellos ámbitos geográficos de mayor concentración de población juvenil en situación de pobreza. La transmisión de mensajes, diseñados de manera atractiva para esta población, se realiza a través relaciones interpersonales con representantes y miembros de las organizaciones de base (comités vecinales, organizaciones juveniles y de programas sociales, clubes, etc.), del uso de medios gráficos y de difusión locales.

Equipos de promotores jóvenes, debida- mente entrenados, se desplazan durante varias semanas a las zonas de intervención, para producir reuniones con personas y grupos, organizar charlas, distribuir material impreso y difundir mensajes en radios locales; con la finalidad de asegurar que la infornlación acerca del Programa,

llegue a los jóvenes de la población objetivo de manera directa, clara y oportuna para estimular su participación.

Para reforzar los procesos de autoselección, es indispensable que en las campañas de comunicaciones, la transmisión de los mensajes este articulada a lugares de referencia o puntos de llegada, de fácil acceso para los potenciales beneficiarios. Es por esta razón que en la ciudad de Lima, dada la concentración poblacional y su extensión geográfica, se instalaron oficinas de registro de jóvenes en lugares céntricos dentro de los ámbitos con mayor concentración de jóvenes con las características establecidas por el programa.

En estos centros de registro, profesionales previamente seleccionados y capacitados .brindan información complementaria a los interesados y a través de una entrevista personal aplican un cuestionario de preguntas referida a sus condici- ones socioeconómicas, para determinar su pertenencia a la población objetivo.

Como ya se describió anteriormente, la información que proporciona esta ficha socioeconómica es ordenada de acuerdo a los criterios de exclusión adoptados (pobreza, nivel de instrucción y situación laboral), asignándole puntajes numéricos a las características específicas de cada variable. La definición de un puntaje mínimo construido a partir de un perfil, permitirá determinar la pertenencia del interesado al grupo objetivo. A aquel que obtenga un puntaje igual o superior al mínimo le será asignada la condición de acreditado. Esta condición lo habilita para participar en el Programa durante un período de un aíío.

Después de la acreditación los jóvenes son invitados a participar en charlas informativas acerca del funcionamiento del Programa y de los cursos y especialidades que se van a desarrollar en la convocatoria vigente. Respetando el estricto orden de llegada y la libertad de elección, los jóvenes proceden en los mismos centros de registro a solicitar su inscripción en el curso de su preferencia.

Con la finalidad de regular expectativas a- cerca de los cursos de capacitación, reducir las pro- babilidades de deserciones prematuras y contribuir a una mejor sintonía entre las habilidades perso-

nales y las requeridas por los cursos, entre otras razones, se ha organizado una entrevista de orientación durante la elección de cursos. En ella, con una breve información que se recoge acerca de sus habilidades, preferencias y expectativas, el orientador conversa con el acreditado acerca del curso en el que esta solicitando inscripción, tratando de ayudarlo a incorporar estos y otros elementos que redunden en una mejor elección.

Realizada la elección, el acreditado concurre a inscribirse en la entidad de capacitación que desarrollará el curso, registrándose por orden de llegada en el Libro de Curso correspondiente. En cada Libro se re-gistra un número mayor de jóvenes que el señalado en la propuesta. Culminado el proceso de registro la entidad de capacitación, realiza una evaluación para seleccionar a los bene-ficiarios que participaran en la capacitación.

Cabe indicar que las evaluaciones que realizan las entidades de capacitación, están orientadas exclusivamente a identificar habi- lidades o aptitudes necesarias para la ocupación. Las metodologías a utilizar son las que están contenidas en las ofertas de cursos que han sido aprobadas por el Programa durante el proceso de evaluación. Durante este último, se descarta todo tipo de evaluación que sea excluyente o discriminador en relación con las características de la población objetivo.

Realizada la evaluación se procede a registrar a los declarados aptos en la nómina de beneficiarios contenida en el Libro de Curso y se procede a la matricula. Los jóvenes que no han alcanzado cupo en un curso, mantienen su condición de acreditados y pueden inscribirse en otro curso o participar en alguno de los de la siguiente convocatoria.

2.3.6 Funcionamiento de la unidad coordinadora

El organismo responsable de la ejecución del Programa es el Ministerio de Trabajo y Promoción Social. A su interior se ha creado una Unidad Coordinadora del Programa (UCP) conformada por un equipo de consultores de diversas especialidades con calificaciones y experiencia suficiente para asegurar un nivel de desempeño adecuado a los requerimientos de la fase de ejecución.

Esta unidad ejecutora entidad técnica con autonomía administrativa y financiera, tiene como principales responsabilidades la planificación de las actividades, la gestión de la ejecución, el monitoreo y la evaluación de las acciones del Programa.

Para el desarrollo de sus actividades, la UCP esta organizada en áreas de trabajo que han sido creadas en función de los principales procesos de la implementación y de acuerdo a la naturaleza de las funciones. Estas áreas son: Precalificación y Registro de Entidades de Capacitación, Plani- ficación y Evaluación Técnica, Supervisión, Foca- lización, Comunicaciones, Asesoría Legal, Admi- nistración e Informática y Estadística. A través de un equipo mínimo, conformado por un coor- dinador regional y personal de apoyo, constituido en las sedes de las Direcciones Regionales de Trabajo, se asegura la ejecución, el seguimiento y evaluación de las acciones a ser desarrolladas en cada ámbito regional.

La unidad ejecutora es reducida en el número de miembros y su estructura jerárquica es bastante plana, con la finalidad de asegurar dinamismo y eficiencia en el desarrollo de las actividades y el predominio técnico en las deci- siones. La identificación colectiva de las acti- vidades a desarrollar, la asignación individual de responsabilidades en un esquema planificado de ejecución y el desarrollo de estilos de trabajo parti- cipativos e integradores, han contribuido a una interacción dinámica entre las personas en función de propósitos definidos, permitiendo la generación de importantes elementos de una cultura organizacional estructurada sobre la base de la confianza mutua y el compromiso con el logro de los objetivos del Programa.

Una vez al año se realiza una jornada de planificación en la que, con la participación de todas las áreas se definen los objetivos, metas, actividades y cronogramas a desarrollar durante el período de un año. El área de planificación y evaluación técnica es la encargada de organizar y elaborar el plan operativo anual, así como realizar el seguimiento periódico de su ejecución.

Un equipo técnico conformado por el responsable de la unidad ejecutora y los res- ponsables de cada área, se reúne semanalmente para realizar el seguimiento de las tareas programadas, analizar las dificultades operativas

y adoptar los correctivos correspondientes. Se constituye a su vez en un espacio para el análisis y la discusión técnica acerca de diversos aspectos relacionados con el diseño y la estructuración de procedimientos operativos. Para algunos temas específicos se organizan equipos de trabajo que elaboran propuestas que se discuten en el equipo técnico y luego se ejecutan en las áreas correspondientes.

El financiamiento de las actividades del Programa ha contado con diversas fuentes: recursos de endeudamiento provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo, fondos de contravalor de las operaciones de canje de deuda por inversión en proyectos sociales realizadas entre el gobierno del Perú y Alemania, recursos de donación asignados como resultado de obtener el primer lugar en un concurso nacional de proyectos organizado por FONDOEMPLEO y recursos directamen-te recaudados provenientes del MTPS. Con la finalidad de contar con un marco de flexibilidad y agilidad para manejar las operaciones del Programa y cumplir con las exigencias de las diferentes fuentes finan-cieras, se suscribió un convenio de admi-nistración de fondos con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En el campo administrativo se han desarrollado procedimientos de presupuesto, adquisiciones y contrataciones, registro y tesorería que garantizan una adecuada y oportuna disposición de los recursos para le ejecución de las actividades programadas. Destaca dentro de ellos los procedimientos de pago a las entidades de capacitación que se articula con procesos de supervisión y control.

Toda gestión requiere contar con un sistema de información que brinde un soporte, a través de las herramientas informáticas, a las labores de programación, ejecución, inonitoreo y evaluación del programa. En función de este objetivo se ha diseñado e implementado un sistema de aplicaciones de informática con el propósito de facilitar el manejo de un flujo grande de información por los diferentes niveles de la organización, como soporte de las acciones y mecanismos de operación y gestión. Asimismo, se han desarrollado algunas herramientas de consulta y procesamiento específico de acuerdo a las necesidades del Programa.

onitoreo y evaluación

Para la etapa de ejecución del Programa, se diseñaron instrumentos y procedimientos opera- tivos de monitoreo y se definió una metodología de evaluación, con la finalidad de brindarle al proceso de gestión un soporte informativo suficiente para la toma de decisiones, verificar el cumplimiento de metas resultados y objetivos, evaluar la pertinencia y determinar los impactos del Programa.

De acuerdo a las características y formas de operación del Programa se han estructurado accio- nes de monitoreo orientadas a examinar de manera continua la ejecución de las actividades progra- madas, las metas y los resultados esperados. A través de ellas se pretende determinar los avances de la ejecución en función de los objetivos, identi- ficar deficiencias y problemas de ejecución y en base de su aprendizaje formular propuestas y co- rrectivo~, con la finalidad de asegurar una ejecu- ción eficaz y eficiente del Programa.

Considerando su función de apoyo a la gestión, el monitoreo es un proceso íntimamente li- gado a la planificación de la ejecución del Progra- ma. Cada año se definen objetivos específicos de ejecución y se elabora un plan operativo en el que se formulan los resultados esperados, las metas y las actividades, ordenadas de acuerdo a una se- cuencia y un cronograma. En función de este plan de trabajo se asignan los recursos, estructurados en un presupuesto anual.

En este plan operativo se incluyen indi- cadores de proceso y de resultados, en función de los principales procesos inherentes a la ejecución del Programa, que serán motivo de seguimiento durante el período de referencia. Para la implemen- tación de las actividades de precalificación, eva- luación técnica, focalización y administración se han diseñado instrumentos y procedimientos operativos que proporcionan información útil para la construcción de estos indicadores.

Con la información que proviene de los for- mularios de registro de las ECAPs, los formularios y fichas de evaluación técnica, las fichas de acredi- tación y orientación de los beneficiarios, entre o- tros, se elaboran reportes regulares de avances se- inaiiales, mensuales y de resultado final de cada

proceso. Dado que la información de estas activi- dades es ingresada y ordenada en bases de datos, es posible realizar cruces y procesamientos diversos en función de necesidades específicas.

Adicionalmente, como parte de los mecanismos operativos de evaluación y veri- ficación considerados para los principales pro- cesos señalados, se han elaborado instrun~entos para la recolección directa de información a través de trabajos de campo, la misma que proporciona valiosos insumos para la elaboración de los indicadores de monitoreo. Destacan en este sentido, las fichas de verificación que se realizan en los locales de las ECAPs, las encuestas de verificación domiciliaria aplicadas a una muestra de jóvenes, y la verificación de las cartas de intención de prácticas de las empresas.

Cabe precisar que, para asegurar un adecuado desarrollo de los cursos de capacitación adjudicados en las licitaciones, se ha diseñado un sistema de supervisión cuyos mecanismos operativos se ordenan alrededor de dos instrumentos básicos: el Libro de Curso y las Fichas de Supervisión. Ellos tienen por finalidad permitir la verificación del cumplimiento de los aspectos formales, técnicos y administrativos del proceso de capacitación de los beneficiarios.

El Libro de Curso esta conlpuesto de un conjunto de formatos y la descripción de procedimientos que ordenan y regulan el desarrollo de los cursos. En él se especifica entre otros, la forma en la que debe ser llenado, el procedimiento para el registro y selección de los postulantes, la inscripción y la asistencia de los beneficiarios seleccionados, el procedimiento de inicio del curso, las visitas de supervisión y otros aspectos administrativos.

Las Fichas de Supervisión son de tres tipos: la de supervisión inicial, la de supervisión regular y la de prácticas laborales. La ficha de supervisión inicial tiene por objeto verificar que las condiciones ofrecidas por la ECAP en su oferta, tales como infraestructura, equipamiento y materiales e insumos y recursos humanos, nece- sarios para el inicio del curso estén presentes. Las fichas de supervisión regular sirven para verificar los aspectos técnicopedagógicos y adminis- trativos de los cursos, realizándose mensual- mente y sin previo aviso dentro del horario de clase.

La ficha de supervisión de prácticas tiene como objetivo identificar las labores asignadas a los practicantes y su pertinencia coq el oficio en que fue capacitado y conocer la apreciación de las empresas sobre el desempeño de los practicantes.

Con la información proveniente de estas diferentes fuentes de verificación se determina el comportamiento de los indicadores, los mismos que deben permitir la identificación de los niveles de avances y logros de la ejecución del Programa, detectar las variaciones producidas en las acti- vidades programadas, determinar el efecto de estas variaciones en los resultados obtenidos, identificar los niveles de eficienci en la utilización de los recursos, dimensionar la magnitud de los cambios o ajustes a realizar como parte del proceso de retroalimentación, entre otros.

El control físico y10 el seguimiento de los cronogramas de trabajo se realiza basándose en los Diagrainas de Gantt que forman parte sustancial del Plan Operativo del Programa.

Evaluación de impacto

Para determinar el impacto producido por la ejecución del Programa, es preciso contar con una metodología de evaluación que permita identificar la magnitud de los cambios operados en una realidad durante un período conocido y establecer las relaciones de causalidad entre las acciones desarrolladas y estos cambios o efectos. Esto supone contrastar una situación inicial con una situación final aislando los efectos que no son atribuibles a la intervención.

En la literatura especializada, existe bastante consenso en la recomendación de adoptar una metodología de evaluación basada en la conformación de grupos de beneficiarios, que son sujetos de la intervención del programa y grupos de control o testigo, compuesta por personas de similares características que no son receptoras de este tipo de intervención; ya que con ello, se puede realizar un efectivo contraste entre dos situaciones (inicial y final) y determinar con relativa seguridad que los cambios producidos son atribuibles a la variación del factor que se examina y que actú a como variable independiente. Solo si se cumplen las condiciones de validez interna y externa, esto es, que exista una razonable seguridad de que los cambios ocurridos se explican por la intervención realizada y que los resultados obtenidos pueden ser

generalizados a un universo, será posible determinar los "efectos netos" de la intervención.

De acuerdo a la manera como se conforman estos dos grupos, los modelos de evaluación pueden ser clasificados como experimentales o cuasi-experimentales. En los modelos experimen- tales estos grupos se construyen aleatoriamente, de tal manera que los efectos producidos por factores desconocidos se distribuyen al azar, evitando con ello los sesgos de selección. En el modelo cuasi- experimental, la conformación de los grupos sigue un procedimiento no aleatorio.

Es preciso señalar que aun cuando el modelo experimental permite obtener resultados de evaluación más robustos, su implementación puede plantear exigencias difíciles de alcanzar en programas de capacitación de este tipo. Uno de los obstáculos que dificulta su aplicación, esta referido al necesario proceso de selección aleato- ria del grupo de beneficiario y del grupo de control.

En función de las restricciones señaladas, la metodología de evaluación de impacto adoptada por PROJoven, está basada en un modelo cuasi experimental.

En el caso de PROJoven, el procedimiento seguido para establecer la equivalencia inicial entre grupos de beneficiarios y de control, ha considerado la identificación de sus integrantes y la comparación uno a uno en un estricto "aparea- miento" a partir de características básicas que pueden tener un efecto significativo en los resul- tados. Las variables a considerar en la compa- ración fueron: edad, sexo, situación socioeconó- mica, nivel educativo y situación laboral previa al inicio del Programa.

Para la conformación del grupo de benefi- ciarios, se diseñó una muestra cuya selección se realizó de manera aleatoria al inicio del programa y el gmpo de control se conformó sobre la base de un estudio retrospectivo considerando caracterís- ticas similares a las del primer grupo.

La tarea se desarrolló en dos etapas. En la primera, se identificó las zonas geográficas de origen de los integrantes del grupo de beneficiarios y se pro-cedió a seleccionar a los potenciales integrantes del grupo de control, utilizando los mismos instru-mentos que fueron utilizados para la acreditación de los beneficiarios. En la segunda

etapa, una vez identificados los potenciales integrantes del grupo de control, se procedió a aparearlos uno a uno, sobre la base de variables demográficas, socioe-conómicas y laborales señaladas.

Establecidas las condiciones de equivalen- cia inicial entre los dos grupos, la comparación considera tres mediciones posteriores: a los 6, 12 y 18 meses de concluido el Programa.

UACIÓN DE LOS RE

Con la convocatoria pública para la precalificación de entidades de capacitación y el posterior llamado a licitación para la contratación de los cursos, durante el segundo semestre de 1996, se iniciaron las operaciones del Programa de Capacitación Laboral Juvenil PROJoven.

Hasta fines de 1999 se ha realizado cinco convocatorias a licitación, que han permitido con- tratar 614 cursos de capacitación y ofrecer más de 11,500 vacantes en diversas especialidades y ocupaciones demandadas por diversas empresas productoras de bienes y servicios. Más de 11,300 jóvenes han logrado la condición de beneficiarios del Programa y cerca de 250 entidades de capa- citación se encuentran habilitadas para presentar sus ofertas de cursos al Programa.

Como parte de la evaluación de los resulta- dos e impactos del Programa, en las páginas si- guientes se presentaran de manera ordenada el análisis y la información que muestran los avance logrados en la perspectiva del cumplimento de los objetivos propuestos.

Para ello, se ha utilizado la información obtenida por los instmmentos diseñados para el monitoreo de las actividades, por los estudios de evaluación específicos y las estadísticas internas del Programa.

3.1 Resultados del programa

3.1.1 Cobertura

Al momento de redactar el presente trabajo, los cursos de capacitación adjudicados en la Quinta Convocatoria del Programa, se encuentran en pleno desarrollo de la fase de prácticas laborales en empresas. Si se incluye a los participantes de esta última, la cobertura de atención lograda por el

Programa desde el inicio de sus operaciones en 1997, asciende a 1 1,339 beneficiarios. Mediante estas cinco convocatorias a licitación realizadas por PROJoven, se han adjudicado 614 cursos de capacitación en diversas especialidades, que han permitido poner a disposición de los jóvenes del grupo objetivo un número de 11,582 vacantes. Como evidencia de un significativo nivel de participación, el 98% de ellas han sido cubiertas (ver Cuadro No 1 5).

El restante 2% de las vacantes adjudicadas que no fueron cubiertas, corresponde principal- mente a las de aquellos cursos que fueron suspen- didos antes de su inicio, como resultado de las san- ciones de inhabilitación impuestas a las entidades de capacitación auspiciadoras, debido a diferentes tipos de incumplimientos en los contratos sus- critos con el Programa. Si se deduce de las vacan- tes adjudicadas, aquellas que corresponden a los cursos suspendidos, se encuentra que entre las va- cantes realmente ofrecidas y las cubiertas no exis- ten significativas diferencias.

No obstante que el Programa ha sido dise- ñado para manejar una oferta de cursos y vacantes

significativamente mayor que la actual, en una proporción que guarde correspondencia con el tamaño de la población objetivo, la dispo-nibilidad de recursos presupuestales ha constituido una restricción fundamental en la determinación del volumen de vacantes ofrecidas. A pesar que los resultados obtenidos revelan, como se detallará más adelante, que las acciones de capacitación desarrolladas constituyen una contribución real al mejoramiento de las condiciones de empleabilidad de los jóvenes; no es menos cierto que la cobertura lograda muestra que los beneficiarios representan una segmento aún pequeño respecto a la población objetivo (3%).

Sin embargo, conviene mencionar que sobre la base de los resultados positivos que se vienen obteniendo, se ha logrado comprometer a otras fuentes financieras, que han permitido incrementar progresivamente los recursos destinados al financiamiento de las actividades del Programa. En la actualidad, se cuenta con recursos prove- nientes de diversas fuentes financieras que permitirán acumular una meta cercana al 10% de la población objetivo en los próximos dos años. Simultáneamente, la Coordinación del Programa

Cuadro No 15 Número de cursos y vacantes adjudicadas y beneficiarios según

convocatoria

. . I Cursos Vacantes I n , - . .

Primera 75 1,520 1,505 Segunda 98 1,857(*) 1,807 Tercera 122 2,254 2,243

Cuarta 140 2,688 2,670

Quinta 179 3,263(*) 3,114

Total 614 11,582 11,339

Fuente: Estadísticas de PROJoven (*) 180 vacantes corresponden a 8 cursos suspendidos

viene desarrollando estrategias y acciones orien- tadas a lograr mayores niveles de financiamiento.

En correspondencia con esta progresiva ampliación de los recursos financieros, el Programa ha venido implementando una estrategia de expan-sión geográfica, que ha significado la incorporación de una nueva ciudad en cada convocatoria a licita-ción, a partir de la tercera. En la quinta convocatoria participan además de Lima y Callao, las ciudades de Arequipa, Trujillo y Chiclayo. La población benefi-ciaria atendida en estas tres ciudades asciende a 1,249 jóvenes, que representa el 1 1 % del total alcan-zado a la fecha.

Se debe indicar que se tiene previsto una secuencia de incorporación de otras ciudades a las convocatorias que realizará el Programa en los próximos dos años. En la sexta convocatoria, que se encuentra en la etapa de evaluación de cursos, se ha incorporado las ciudades de Piura y Cusco y en la séti-ma lo hará la ciudad de Huancayo.

Características de los bene- ficiarios y focalización

características

Durante los períodos de acreditación y registro de postulantes realizados en las cinco convocatorias de PROJoven, los centros de regis- tro han atendido a 38,589 jóvenes de ambos sexos; de los cuales el 85.7% corresponde a Lima y Callao y el 14.2% a las ciudades de Arequipa, Trujillo y Chiclayo.

Realizadas las entrevistas programadas con los postulantes y la aplicación de los instrumen- tos diseñados para este fin, fueron acreditados

24,25 1 jóvenes. Se debe indicar que, la condición de acreditado los habilita para inscribirse y parti- cipar de alguno de los cursos adjudicados. Esta condición tiene una vigencia de un año y le permite al usuario inscribirse en algún curso de la convoca- toria en la que realiza su inscripción o postergar su participación para una convocatoria posterior.

Un resultado interesante que deriva de este proceso, es el nivel alcanzado por la tasa de acre- ditación. El hecho de que el 63% de los atendidos haya logrado ser acreditado, evidencia un buen nivel de autofocalización, puesto que estaría mostrando que la mayoría de la población que encuentra atractiva la propuesta y se aproxima al Programa, pertenece a la población objetivo.

Un aspecto a resaltar es la participación femenina en el total de acreditados. Así, las mu- jeres representan el 55% del total y los varones el 45% (ver Cuadro No. 16).

Luego de pasar las pruebas de selección contempladas en los diseños de los cursos adjudi- cados, aquellos acreditados que se matriculan y asisten regularmente a los cursos adquieren la condición de beneficiarios. Del total de acredita- dos e147% ha adquirido tal condición.

La información contenida en las bases de datos internas, permite concluir que en todos los casos el Programa ha logrado concentrarse en el grupo de edad previamente definido. La totalidad de los beneficiarios se encuentran en el rango de edades de 16 a 25 años (ver Cuadro No. 17).

Sin embargo, es importante señalar algunas particularidades. Destaca por su mayor participación relativa el grupo de jóvenes de 17 años con el 15.8% del total, de 19 años con 14% y el de 18 años con el 13.6%. Contrariamente, el

Cuadro No 16 Acreditados según sexo

1 Arequipa 3,480 97 1 873 1,844

Ciudades

Chiclayo 218 79 76 155

Lima 33,104 11,715 9,232 20,947

Trujillo 1,787 60 1 704 1,305

Total 38,589 13,366 10,885 24,25 1

Fuente: Estadísticas de PROJoven 42

Atendidos (*) Acreditados (*)

Mujeres Varones Total

grupo de 25 años es el que refleja la menor partici- pación con 1.9% sobre el total, seguido por los gm- pos de 16 y 24 años con una participación de 6.2% y 6.6% respectivamente.

Si se agrupa a los beneficiarios en tramos de 16 a 20 y de 2 1 a 25 años, se encuentra que el 62.9% pertenece al primer grupo y el 37.1% al segundo. Una hipótesis a investigar acerca de las razones que influyen en este resultado, podría estar refe- rida al establecimiento de una relación de continui- dad entre la educación secundaria y la participa- ción de los jóvenes en el Programa.

En lo que se refiere a la composición de los beneficiarios según sexo, se encuentra que el 56% de la población atendida son mujeres y el 44% varones. Esta fuerte participación femenina esta

asociada parcialmente a campañas de promoción que se desarrollaron durante las primeras convoca- torias y a la presencia de un número importante de cursos destinados a ocupaciones que presentan una significativa demanda de mano de obra femenina. Este último aspecto podría estar explicando la pequeña variación existente entre la proporción de acreditadas y la de beneficiarias.

Otros elementos explicativos de esta situa- ción están determinados por la creciente incorpo- ración de las mujeres al mercado laboral y por la implementación de acciones de apoyo a la inser- ción de la mujer desarrolladas por el Programa.

En cuanto a los niveles de escolaridad de los jóvenes que han participado en el Programa, las estadísticas revelan que el 82.9% de los bene-

Cuadro No 17 Beneficiarios según sexo y grupos de edad

Grupos de Total 1 edad Varones

1 16 - 2 0 años 4,028 3,106 7,134 1 21- 25 años 2,317 1,888 4,205

Total 6,345 4,994 11,339

Fuente: Estadísticas de PROJoven

ficiarios poseen secundaria completa mientras que hombres y mujeres; así, las jóvenes beneficiarias el 13.6% secundaria incompleta (ver Cuadro No. tienen secundaria completa en el 84.9% de los 18). casos, mientras los varones en el 80.3%.

Considerando las altas tasas de escolaridad En lo que se refiere a la situación urbana, se encuentra que existen pequeñas ocupacional de los jóvenes previa a su diferencias en los niveles de educación entre incorporación al Programa, la información

Cuadro No 18 Beneficiarios según nivel educativo

Total 6,345 4,994 11,339 1 Fuente: Estadísticas de PROjoven

43

Total Nivel educativo

Prim. Incompleta 24 19 43

Prim. Completa 5 1 5 6 1 07 Sec. Incompleta 758 787 1,545 Sec. Completa 5,388 4,008 9,396 Otros, no indica 124 124 248

Beneficiarios

Mujeres Varones

obtenida en las fichas de acreditación muestran que el 49.8% de los beneficiarios se registran bajo la condición de inactivos, el 25.7% como desempleados y el 20% han declarado realizar alguna ocupación (ver Cuadro No. 19).

Si se desagrega la información según género, se encuentra que como expresión de los comportamientos típicos del mercado laboral, las

mujeres presentan indicadores de una situación ocupacional más desfavorable que la de los varones. Así, mientras que las inactivas repre- sentan el 59.8% de las beneficiarias, en el caso de los varones explican el 37.1% de los participantes. Las desempleadas representan el 21% de las beneficiarias y las ocupadas el 15%. En el caso de los varones los desempleados concentran el 3 1.7% de los beneficiarios y los ocupados el 26.5%.

Cuadro No 19 Beneficiarios según condición laboral

1 Beneficiarios 1 Total Nivel educativo

Ocupados

Desocupados

Inactivos No indica

Total 6,345 4,994 11,339

Mujeres

Fuente: Estadísticas de PROjoven

Varones

3.1.2.2 Focalización

Para evaluar los resultados alcanzados en el proceso de focalización, el análisis se ha realizado tomando en consideración las características del grupo de acreditados. La razón de ello, esta dada por el hecho de que quienes tengan esta condición, han cumplido con los principales requisitos de entrada previstos por el Programa y están habi- litados para definir libremente su participación en alguno de los cursos ofrecidos y adquirir la condición de beneficiarios.

La metodología de evaluación ha supuesto la adopción de un mecanismo de verificación de la información obtenida a través de las entrevistas personales y registrada en las fichas socioe- conómicas, que han servido de base para la acreditación de los jóvenes, con la finalidad de determinar los niveles de variación de la misma. Para ello, se seleccionó una muestra aleatoria de los jóvenes acreditados por el Programa, que fueron sujetos de visitas domiciliarias cuyo propósito fue verificar la información propor- cionada al momento de su inscripción.

Sobre la base de la información obtenida en la verificación domiciliaria, se han realizado infe- rencia~ estadísticas que resultan válidas para iden- tificar las características del universo, en el cual están incluidos aquellos que alcanzaron la categoría de beneficiarios.

Una primera aproximación para determinar los niveles de focalización del Programa se realizó considerando el ámbito geográfico de procedencia de los acreditados. Para este fin se utilizó la cla-si- ficación de los distritos según niveles de pobreza elaborada por el Ministerio de la Presidencia y se agrupó a los acreditados integrantes de la muestra de la verificación domiciliaria en no pobres, pobres y pobres extremos.

Como se observa en el Cuadro No 20, en promedio 84.7% de los acreditados en las diferen- tes convocatorias realizadas en Lima y Callao, proceden de distritos identificados como pobres y 2.9% reside en distritos caracterizados como po- bres extremos. Un promedio de 12.1 % de los acre- ditados conforma las filtraciones y están compues- tas por jóvenes que provienen de distritos no pobres.

Se debe destacar que los ajustes realizados en los instrumentos y procedimientos de acre- ditación, realizados después de cada convocatoria, han posibilitado un mejoramiento en los niveles de focalización, que se verifica en una mayor partici- pación de los jóvenes provenientes de distritos en situación de pobreza y pobreza extrema en las últimas convocatorias, respecto de las primeras.

Las verificaciones domiciliarias realizadas en las ciudades de Arequipa, Trujillo y Chiclayo

muestran una participación promedio de 67.5% de los acreditados provenientes de distritos pobres, 0.7% de los que proceden de distritos pobres extre- mos y 3 1.7% que provienen de distritos no pobres.

Si se realiza el análisis tomando en cuenta los niveles de ingreso del hogar de procedencia de los acreditados y se contrasta con los indicadores establecidos por la Encuesta Nacional de Niveles de Vida para 1997 (ENNIV) para definir la línea de pobreza, se encuentra que el 80% promedio de los

Cuadro No 20 Verificación domiciliaria de Lima y Callao: acreditados según distrito de procedencia

Distritos l a Conv. 2" Conv. 3" Conv. 4" Coriv. S' conv. 1 / No Pobres 14.1 14.0 10.3 12.2 9.8 1 1 Pobres 83.4 82.4 86.4 85.4 85.8 1

Pobres Extre. 2.5 1.9 3.3 2.2 No Indica -- 1.7 -- 0.2 4.4 -- 1

1 TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: Estadísticas de PROJoven

acreditados de Lima y Callao de las cinco convo- focalización de las últimas convocatorias. Así, catorias, pertenecen a hogares en situación de mientras la participación de los pobres y pobres ex- pobreza y pobreza extrema (ver Cuadro No. 2 1). tremos en el grupo de acreditados asciende a 75%

en la primera convocatoria, en la quinta alcanza un Al igual que en el caso anterior, sobre la ba- nivel de 86.9%.

se de los afinamientos realizados en los instru- mentos de acreditación y verificación se observa Desde este enfoque de ingresos, las filtra- un mejoramiento significativo en los niveles de ciones, es decir, el grupo de jóvenes que fueron

Cuadro No 21 Verificación Domiciliaria de Lima y Callao:

Acreditados según niveles de ingreso del hogar

1 Pobres 39.9 38.2 36.7 36.8 36.9

Hogares

1 Pobres Extre. 35.3 37.9 49.2 33.4 50.0

1 TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

No Pobres 24.8 23.9 14.2 29.8 13.1

l a Conv.

Fuente: Estadísticas de PROJoven

2" Coiiv. 3" Conv. 4" Conv. 5" Conv.

acreditados sin que correspondiera, representa en promedio el 20% sobre el total. Es preciso señalar que la mayor parte de ellos presentan carac- terísticas muy parecidas a las de la población ob- jetivo, que los ubican en la frontera de los límites definidos para el proceso de acreditación.

En el caso de las ciudades de Arequipa, Trujillo y Chiclayo la verificación domiciliaria muestra que en promedio el 78.94% de los acre- ditados en las diferentes convocatorias, presentan niveles de ingresos correspondientes a hogares en situación de pobreza extrema y el 17.72% pro- medio corresponde a jóvenes provenientes de hogares pobres. Las filtraciones representan el 3.36% del total.

Otra forma de evaluar los resultados del proceso de focalización se ha realizado a través de la clasificación de los hogares de procedencia de

los acreditados, según niveles de pobreza, a partir de la identificación de necesidades básicas insatisfechas. En promedio, el 78.2% de los acre- ditados de las muestras de verificación provienen de hogares en situación de pobreza y pobreza extrema (ver Cuadro No 22).

Igualmente, para el caso de las 3 provincias señaladas se encontró que el 65.5% de los hogares de procedencia de los acreditados, presentaban un número de necesidades básicas insatisfechas que los ubica en las categorías de pobres y pobres extremos. Considerando esta metodología, las filtraciones alcanzarían un nivel de 34.5%.

3.1.3 Entidades de capacitación

Desde el inicio de sus operaciones, el Programa ha recibido y evaluado 45 8 expedientes de diferentes instituciones educativas, los mismos

Cuadro No 22 Verificación Domiciliaria de Lima y Callao:

acreditados según

1 No Pobres 17.3 8.4 34.7 42.5 6.0

Hogares NBI

1 Pobres 82.7(*) 60.8 18.6 10.1 28.7

1 Pobres Extre. 30.8 46.7 47.5 65.3

l a Conv.

1 TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: Estadísticas de PROJoven (*) La infonnación de la primera convocatoria no permite realizar una mayor desagregación

2" Conv.

que fueron presentados para participar en los procesos de precalificación que se realizan perma- nentemente. De ellos, el 75.8% han cumplido con los requisitos y condiciones mínimas exigidos y en consecuencia han posibilitado la inscripción de las instituciones proponentes en el Registro de Entidades de Capacitación (RECAP).

Como se señaló anteriormente, el RECAP opera de manera permanente y antes de cada con- vocatoria a licitación fija una fecha de corte para detenninar las entidades de capacitación que se encuentran habilitadas para presentar ofertas. Estas últimas, se determinan considerando a las entidades de capacitación que teniendo una vigencia mayor de un año, han renovado su

3" Cort v.

inscripción, a las ECAPs nuevas y excluyendo a las ECAPs que no han renovado su inscripción o han sido inhabilitadas.

Actualmente, las ECAPs que se encuentran aptas para presentar ofertas ascienden a 246. Se en- cuentran distribuidas geográficamente de la si- guiente manera: el 46.3% están ubicadas en Lima y Callao, el 15.9% en Arequipa, el 12.5% enTrujillo, 8.9% en Cuzco y el 8.1% en Piura y Chiclayo res- pectivamente (ver Cuadro No. 23).

4" Corzv.

Clasificados de acuerdo al tipo de gestión, se encuentra que el 22.4% de las ECAPs aptas, corresponde a instituciones públicas y el 77.6% a instituciones privadas.

5" Conv.

Como se puede observar en el cuadro instituciones que comparten las actividades de anterior, una de las principales características de capacitación con actividades productivas y de las ECAPs que participan en PROJoven, es que en servicios. su mayor parte (alrededor del 80%) son instituciones cuya principal actividad esta La participación de este segmento de orientada a la formación y capacitación de instituciones educativas constituye un logro recursos humanos. El resto esta conformado por importante del Programa en su propósito de

Cuadro No 23 Número de ECAPs aptas según tipo y ciudad

ECAP

Universidad

IST

CEO

ONG

Sectoriales

Empresas

Otros

Fuente: Estadísticas de PROJoven

Trujillo

3

7

7

10

1

2

(*) Las sectoriales operan con sedes en cada ciudad.

contribuir a la dinamización del mercado de

Piura cuzco Total

3.1.4 Los cursos de capacitación capacitación; ya que como producto de sus exigencias en los aspectos técnico-pedagógicos y En el período que va de febrero de 1997 a en los mecanismos operativos, se ha venido fines de 1999, se han ejecutado los cursos que reforzando en ellas la necesidad de introducir fueron adjudicados en cinco de las seis cambios en sus diseños, metodologías de convocatorias realizadas por PROJoven. En ese enseñanza y formas de organización y gestión, lapso se contrataron efectivamente 606 cursos de orientados en una ruta de fortalecimiento y los 614 adjudicados (ver Cuadro No. 24). desarrollo de las capacidades formadoras de recursos humanos de calidad, competitivas y La oferta de cursos presentada por las eficientes. entidades de capacitación en cada convocatoria, ha

Cuadro No 24 Número de cursos ofertados y adjudicados

5" Convocatoria 350 179

Total 1,125 614 (*)

Convocatorias

Fuente: Estadísticas de PROJoven (*) 8 secciones fueron suspendidas

lo Convocatoria 154 75

2' Convocatoria 158 98

3' Convocatoria 186 122

4" Convocatoria 277 140

Ofertados Adjudicados

mostrado una tendencia creciente. Si se agregan las ofertas de las cinco convocatorias, se encuentra que el Programa ha realizado la evaluación de 1,125 cursos. De estos, el 54.7% fueron adju- dicados, respondiendo estrictamente a criterios de calidad técnica y precios.

3.1.4.1 Especialidades

Una de las peculiaridades del Programa esta determinada por su flexibilidad para admitir diferentes tipos de cursos. De la mano con la incor- poración de nuevas áreas geográficas y con un mayor conocimiento y participación de las em- presas, los cursos que se han venido desarrollando reflejan una variedad relativamente amplia de especialidades (ver Cuadro No. 25).

En efecto, luego de proceder a un ordena- miento por tipo de actividad, se evidencia que los cursos que se han desarrollado agrupan a diferen- tes ocupaciones y oficios que corresponden a 25 ramas de la actividad económica. Si éstas especia- lidades se clasifican según tipo de actividad, se en- cuentra que 8 1.5% de los cursos se ha dirigido a los sectores productivos y el 18.5% a los servicios.

En lo que se refiere a las especialidades vin- culadas al sector productivo, se observa que los cursos de confecciones de prendas de vestir desta- can nítidamente, alcanzando un 45.7% del total. Una de las razones que explica este comporta- miento es el relativo dinamismo mostrado por el sector en los últimos años, especialmente a través del incremento de las exportaciones.

Le siguen en orden de importancia, aunque con una participación relativa bastante menor, el sector de la industria manufacturera de madera y muebles con un 7.92% sobre el total de cursos im- partidos, la fabricación de productos metálicos con el 6.44% y las actividades de mecánica automotriz con el 4.62%

Con un menor nivel de participación se encuentran los cursos para las industrias de ali- mentos y bebidas, textiles, artículos de cuero y ediciones e impresiones con proporciones de 3.47%, 3.3%, 3.3% y 2% respectivamente. En el rubro otros que representa el 4.8% del total están incluidos cursos de agricultura, electrónica y cons- trucción.

Cuadro No 25 Número de cursos adjudicados según rama de actividad

Ramas Productivas

Alimentos y bebidas Textiles

Prendas de vestir

Curtido y conf.en cueros

Edición e impresiones

Productos metálicos Vehículos y automotor.

Madera y muebles

Otros

Sub-total 56 8 1 1 04 11 1 142 494

Ramas de Servicios

Comercio 5 5 11 13 11 45

Hoteles y restaurantes O 3 2 3 5 13

Informática y conexos 2 4 4 5 4 19

Otros 12 3 1 8 11 3 5

Subtotal 19 15 18 29 3 1 112

Total 75 96 122 140 173 606

Total

Fuente: Estadísticas de PROJoven

48

4°C. 4°C. RAMAS 2 "C. 1 "C. 3 "C.

En cuanto a los servicios, se verifica que el sector comercio concentra el mayor número de cursos desan-ollados con una participación de 7.43% sobre el total. Los de informática y actividades conexas alcanzan el 3.14% del total y aquellos que se orientan a hoteles y restaurantes lo hacen en el 2.15% de los casos. Un 5.8% agrupa los cursos destinados a servicios diversos.

Desarrollo de los cursos

En cada una de las cinco convocatorias, la mayoría de los cursos inició la primera fase de formación técnica dentro de los límites establecidos por la programación. Previamente y de acuerdo a los procedimientos establecidos se llevaron a cabo las visitas de supervisión inicial.

De las 606 visitas de supervisión inicial realizadas, correspondientes a igual número de cursos, el 5.9% han presentado observaciones de parte de los supervisores. La mayor parte de las observaciones están relacionadas con la ausencia de materiales e insumos, la falta de corres- pondencia entre las maquinas y equipos incluidos en las ofertas de cursos y las disponibles en las ECAPs y deficiencias administrativas. En todos los casos, luego de concedérseles un plazo adicional para subsanar las deficiencias, se autorizó el inicio de cursos luego que una segunda visita constatara la modificación de las condiciones iniciales.

En los esquemas de monitoreo se ha considerado la realización de un mínimo de tres visitas de supervisión por cada curso, en su primera fase. Así, durante el desarrollo de la fase de formación técnica de los cursos ejecutados se han realizado 1,793 visitas de supervisión regular. Un tercio de ellas (34%), tuvieron alguna observación. Dependiendo de la gravedad de cada caso, se ha reiterado la visita unos días después o se ha incorporado como elemento a verificar en la siguiente visita de supervisión.

Si se agrupa y clasifica las deficiencias encontradas, según tipo de problemas, se encuentra que de la totalidad de observaciones realizadas el 37% están asociadas a deficiencias administrativas que se traducen en demoras para la entrega de los estipendios y subsidios a los beneficiarios; el 28.8% encuentra que las ECAPs presentan debilidades metodológicas para reforzar el desarrollo de las competencias básicas para el trabajo; el 10.7% dan cuenta de una entrega

inoportuna de materiales y herramientas; el 8.5% presenta problemas de mantenimiento y maquinas malogradas y el restante 15% agrupa los problemas referidos a registros deficientes, metodologías inapropiadas de los maestros, instalaciones y horarios inadecuados y retrasos en el avance del curso.

Un hecho destacable durante el desarrollo de la fase de formación técnica esta dado por las elevadas tasas de asistencia. En promedio, el 95.8% de los beneficiarios culmina satis- factoriamente esta etapa. Los casos de deserción alcanzan un nivel promedio de 4.2%. Explican fundamentalmente las deserciones en esta etapa: problemas de salud, familiares, el curso no cubre expectativas, falta de ingresos, entre otros.

Durante el desarrollo de las prácticas laborales también se desarrollaron visitas de supervisión. Sin embargo, dado la magnitud de la tarea y elevado costo de realizar supervisiones individuales, se trabajó con muestras aleatorias obtenidas sobre la base del universo de jóvenes que iniciaron esta fase.

En cada convocatoria la muestra incluyó en promedio al 22.7% del total de practicantes.

Es preciso señalar que para verificar la realización efectiva de las prácticas existe un procedimiento que combina la información de las visitas de supervisión, el registro de los convenios de formación laboral juvenil en el Ministerio de Trabajo, y la presentación de los formatos de prácticas presentados por las empresas. La información consolidada muestra que el 80% de los beneficiarios realiza sus prácticas en empresas.

Sin embargo, considerando que la subvención económica de la práctica es asumida por la empresa y que la realización de las mismas dependen de sus volúmenes de producción y situación económico financiera, no todas las prácticas presentan una duración de tres meses. Así, del total de beneficiarios que han realizado prácticas, alrededor del 70% las han realizado durante tres meses y el 30% han realizado prácticas por tiempos menores, con una duración promedio de un mes y medio.

Se debe indicar que, aún cuando no es un resultado directo del programa, el 1.9% de los beneficiarios no coiicluyó el ciclo de capacitación por que logró insertarse laboralmente y el 0.5%

49

decidió retomar sus estudios. Estos son consi- derados resultados positivos.

Las empresas

Un aspecto de singular importancia en el funcionamiento del Programa lo constituye la fase de prácticas o pasantías en empresas; no solo porque cumple un rol formativo en el beneficiario al completar el ciclo de la capacitación, sino por que le permite acreditar una experiencia de tra- bajo indispensable para mejorar sus posibilidades de inserción posterior.

A pesar de lo crucial que resulta su pre- sencia, la obtención de prácticas no ha estado exenta de innumerables dificultades. Una de ellas tiene que ver con la percepción empresarial de la capacitación. Aún cuando existen grandes consen- sos respecto a su importancia, no se evidencia una tradición en las empresas de realizar inversiones en capacitación o de participar en esquemas que involucren prácticas en sus instalaciones. Si bien se verifica algunas experiencias de formación dual y de imple-mentación de esquemas de capacitación propios, estos casos casi siempre están asociados a un reducido número de empresas con mayor tamaño, posición en el mercado y capacidad financiera.

Otro aspecto esencial que limita la obtención de prácticas y que resulta distintivo respecto a otras experiencias desarrollas en la región, esta definido por el financiamiento del costo de las pasantías por parte de las empresas. La existencia de una legislación que las regula y que fija límites al pago de las subvenciones económicas, determina que las decisiones de aceptar practicantes este asociada a los planes de producción y ventas y de crecimiento de las empresas. Obviamente, con ello las prácticas ganan mucho en pertinencia, pero la posibilidad de obtenerlas esta mucho más determinada por el comportamiento del ciclo económico.

Considerando lo anterior, resulta destacable el hecho que el número de empresas que otorga prácticas haya venido creciendo progresivainen- te. De acuerdo a la información disponible hasta la cuarta convocatoria, se encuentra que 1,305 em- presas de diferentes tamaños y sectores econó- micos, han brindado prácticas laborales remu- neradas a los beneficiarios del Programa. De ellas,

el 11 % lo han hecho por mas de una vez, es decir, han participado en dos o más convocatorias.

Al realizar el análisis de la participación de las empresas según rama de actividad, se verificó que alrededor del 80% de las empresas donde se realizaron las prácticas se dedican a actividades productivas y cerca del 20% tienen como giro principal la prestación de servicios.

Como se aprecia en el Cuadro No 26 las empresas de textiles y confecciones son las que cuentan con una mayor participación en el otorga- miento de prácticas, absorbiendo el 38% del total. Cabe destacar que son las empresas de estas ramas de producción las que explican las prácticas del 5 1% de los cursos impartidos en las cuatro prime- ras convocatorias del Programa.

Las actividades que le sigue en impor- tancia están conformadas por las ramas de: ma- dera y muebles que concentra el l l % de las em- presas participantes, servicios diversos y produc- ciones metálicas con el 10% del total cada una y cuero y calzado con el 6% de participación. De ma- nera agregada, si bien estas cuatro ramas repre- sentan el 37% de las empresas donde se realizaron las prácticas laborales, solo explican las que corresponden al 26% de los cursos. Ello podría explicarse por la presencia en estas ramas de unidades de producción más pequeñas respecto al sector que las lidera.

Con una participación menor destacan las ramas de alimentos, informática, artes gráficas, mecánica automotriz y electricidad que concentran el 14% de las empresas participantes y explican las prácticas del 15% de los cursos implementados.

Respecto al tamaño de las unidades productivas, un hecho destacable lo constituye la participación de las pequeñas y micro empresas en el otorgamiento de las prácticas laborales. El 41% del total de las empresas donde han realizado sus prácticas los beneficiarios, corresponden a unidades productivas que operan con un número de trabajadores menor a 20. Esta participación es tanto más importante por cuanto se trata del tipo de empresas que explican en mayor medida el crecimiento del empleo en años recientes y son aquellas que tienen menores posibilidades de realizar inversiones en la capacitación de sus trabajadores. Por otro lado, es en este tamaño de

Cuadro No 26 Empresas participantes según ramas(*)

RAMAS

Confecciones y Textiles

Mueblesy Madera

Servicios diversos

Productos metálicos

Cuero y calzado

Industrias alimentarias

Computación e informática

Ediciones e impresiones

Mecánica y motores

Electricidad

Otros

Fuente: Estadísticas de PROJoven (*) Agregadas en las cuatro priineras convocatorias

E~tlpresas %

unidades productivas donde el Programa, a partir de su intervención, podría contribuir en mayor medida a reforzar los procesos de mejoramiento de calidad y productividad.

Cursos %

Cabe mencionar que como resultado de las campañas de comunicación y difusión que realiza periódicamente el Programa, la participación de las medianas y grandes empresas también ha sido significativa. Así, el 35% de las empresas que han brindado prácticas a los beneficiarios de PROJoven son medianas y el 24% se clasifican como empresas grandes.

38.0 51.0

11.0 7.8

10.0 9.7

10.0 6.2

6.0 2.3

4.0 3.7

4.0 3.5

2.0 1.6

2.0 4.6

2.0 1.6

11.0 7.9

100.0 100.0

3.2 Evaluación de impacto del programa

En esta parte se presentarán los resultados de los estudios de medición realizados en el marco de las evaluaciones de impacto de la primera y segunda convocatorias del Programa. En el caso de la primera se presentará los resultados de las mediciones realizadas a los 6, 12 y 18 meses posteriores al egreso de los beneficiarios del Programa. En el caso de la segunda convocatoria se presentará los resultados de la primera niedición realizada a los seis meses del egreso de los bene- ficiarios.

Cabe señalar que corno parte de un proceso permanente de evaluación del Programa se tiene previsto tomar una de las dos convocatorias que realiza anualinente el Programa para identificar

una muestra de beneficiarios con su respectivo grupo de control para ser sujetos de mediciones periódicas.

En ese sentido, es importante indicar la inclusión de beneficiarios de otras ciudades del interior en la muestra de beneficiarios y del grupo de control en la línea de base que ha sido tomada para la cuarta convocatoria

Como se explicó en el capítulo anterior, la aplicación del modelo cuasi experimental de evaluación supone contrastar una situación inicial (antes) con una situación final (después) considerando un grupo de beneficiarios y un grupo de control o testigo. Luego de seleccionar aleatoriamente a los grupos de beneficiarios de la primera y la segunda convocatorias se procedió mediante rigurosos criterios y procedimientos de selección a conformar los grupos de control sobre la base de la metodología de apareamiento uno a uno.

Las muestras de beneficiarios fueron estimadas de manera estratificada según sexo y grupo de edad y con un nivel de significancia del 95%. El tamaño de la muestra del primer grupo de beneficiarios ascendió a 3 15 observaciones y en el segundo caso a 374. En cada caso los grupos de control se han conformado considerando el mismo número de observaciones que los grupos de beneficiarios.

La conformación de cada giupo de control se ha realizado sobre un apareamiento uno a uno con el grupo de beneficiarios siguiendo en primer lugar una ruta de zonas geográficas de residencia y aplicando luego los instrumentos para verificar su acreditación controlado por las siguientes varia- bles: edad, sexo, nivel de instrucción, situación socioeconómica y situación ocupacional.

La conformación de los grupos se realiza apenas iniciado los cursos de capacitación y se construye la línea de base considerando como eri odo de referencia la semana anterior al inicio de los cursos. Esta línea de base (antes) será utilizada para observar los cambios ocurridos en la primera, segunda y tercera mediciones de contraste a los 6, 12 y 18 meses (después) posteriores a la culminación de los cursos respectivamente.

Establecida la equivalencia inicial entre los Grupos de Beneficiarios y los Grupos de Control, se procedió a realizar las mediciones considerando los mismos instrumentos y variables consideradas en la conformación de ambos grupos.

3.2.1 Resultados de la Primera Convocatoria

3.2.1.1 Impacto sobre la inser- ción laboral

Considerando que el Programa tiene como objetivo principal contribuir a la inserción laboral formal de los beneficiarios, es indispensable analizar en primer lugar los resultados obtenidos

en este ámbito. Ello supone determinar y contras- tar las variaciones producidas en la participación relativa de los ocupados, desocupa-dos e inactivos de los grupos de beneficiarios y de control, que resultan de las mediciones realizadas, respecto de la situación inicial establecida en línea de base.

En ese sentido, si se compara las tasas de inserción laboral formal de ambos grupos, respec- to a la línea de base, se encuentra que en el caso de los beneficiarios se verifica una variación relativa que supone un incremento del 7 1.8%, mientras que en el grupo de control se presenta una variación de 12% (ver Cuadro No 27). Desde el punto de vista de la metodología empleada, la diferencia hallada entre el mejoramiento de las tasas de inserción de ambos grupos, constituye un claro indicador de los efectos netos obtenidos por la intervención de PRO Joven.

Este incremento significativo en la in- serción de los beneficiarios se explica básica- mente por las notables reducciones en el número de trabajadores familiares no remunerados, deso- cupados e inactivos. Durante el período de análisis (primera medición) las variaciones fue-ron del orden de 84%, 27.7% y 14.1 % respec-tivamente.

Uno de los aspectos relevantes que se ha considerado en la metodología de evaluación, esta referido a la posibilidad de verificar la soste- nibilidad de los efectos de este tipo de intervención en el tiempo. Con esta finalidad, se han realizado mediciones a los doce y dieciocho meses poste- riores a la salida de los beneficiarios del Programa.

Cuadro No 27 Evolución de la Inserción Laboral: Primera Convocatoria

Tra.Fam. 18.7 3.0 1.4 9.2 1.9 5.7 2.5 3.9 No remu.

Desocup. 26.4 19.1 19.4 18.7 30.1 14.0 14.6 24.6

Inactivos 19.1 16.4 16.3 9.6 17.7 24.1 24.6 12.9

Categoría Laboral

100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: Estadísticas de PROJoven

Trabajad. 35.8 61.5 62.9 62.5 50.2 56.2 58.4 58.6 Remuner.

Grupo de Control - --

Grupo de Beneficiarios

3"Med

(1 8m.) Línea Base

3"Med

(18nt.) L jnea Base

InMed ( '

2"Med (l2rtr.)

1 "Med (6 "'m)

ZaMed (12ni.)

Luego de realizadas las mediciones, la información recabada ha permitido determinar la existencia de pequeñas variaciones en las tasas de inserción para ambos grupos. Así, mientras que en la segunda medición el grupo de beneficiarios muestra un incremento en la tasa de inserción en 2.3% respecto de la primera y en la tercera se pro- duce una reducción de 0.6% respecto de la segun- da; en el grupo de control las variaciones relativas para estos mismos períodos presentan incrementos de 3.9% y 0.3% respectivamente.

Del análisis de los resultados se desprende que los efectos de esta intervención presentan una alta sostenibilidad, que se expresa en el manteni- miento de significativas diferencias de inserción entre ambos grupos a través del tiempo. Si se realiza el contraste tomando en consideración los datos de la última medición respecto de los encontrados en la línea de base, se verifica que los beneficiarios incrementan su inserción laboral en un 74.6% mientras que el grupo de control lo hace en 16.7%. Se debe indicar que las diferencias halladas entre las tasas de crecimiento de la inser- ción laboral del grupo beneficiarios y de control mantienen magnitudes similares entre la primera y tercera medición.

.1.2 Inserción según género

En el análisis de la evolución de la inserción laboral según género (ver Cuadro No. 28), se evi- dencia que es en el caso de las mujeres donde el Programa ha logrado los mayores impactos. Si se observa los niveles de variación alcanzados por los beneficiarios en la primera medición, se encuentra que mientras en el caso de los varones el incre- mento en la inserción laboral asciende a 49.3%, en las mujeres esta alcanza el 105.8%.

Contrastan estos resultados con los obte- nidos para el grupo de control que muestran una ligera tendencia de crecimiento con un tradicional predominio de la inserción masculina. Así, mien- tras que el incremento en los niveles de inserción laboral de los varones alcanza el 14.8%, en el caso de las mujeres solo aumenta en 4.6%.

Una primera aproximación a una inter- pretación de estos resultados, atípicos, que muestran una mayor inserción femenina en el grupo de beneficiarios, podría sustentarse en las campañas de comunicación llevadas adelante por el Programa en sus inicios para promover la inserción de la mujer, en la implementación de

Cuadro No 28 Evolución de la Inserción laboral según género

Trabajad. 35.8 61.5 62.9 62.5 50.2 56.2 58.4 58.6

Género

Remune.

Varones 48.5 72.4 67.5 70.0 62.8 72.1 73.4 78.3

Mujeres 26.0 53.5 59.5 56.7 41.2 43.1 46.5 43.1

Grupo de Beneficiarios

Fuente: Estadísticas de PROJoven

Línea Base

Grupo de Control

líneas de apoyo (subsidios) para la inserción de madres y en la significativa presencia de cursos de capacitación destinados a ocupaciones que tienen una fuerte demanda de mano de obra femenina.

Al tratar de visualizar la sostenibilidad de estos efectos utilizando la información obtenida en la segunda y tercera mediciones, se verifica no solo un mantenimiento de los niveles detectados

laMed (6 m.)

Línea Base

en la primera medición, sino una variación positiva adicional, que se expresa en una tasa de crecimiento de la inserción laboral femenina que alcanza en la última medición el 11 8.1 % respecto a la situación detectada en la línea de base. Para este mismo período se produce una reducción en las tasas de inserción masculinas logrando una tasa de crecimiento de 44.3%.

IaMed (6 m.)

2"Med (12m.)

2"Med (12m.)

3"Med (18m.)

3"Med (1Sm.)

En el grupo de control, si bien se observa una tendencia creciente en la inserción laboral de los varones a lo largo de las tres mediciones, que le permite mostrar un incremento del 24.7% respecto a la situación inicial; mantiene aún variaciones significativamente menores a las alcanzadas por los varones del gsupo de beneficiarios. En el caso de las mujeres, al final del período la inserción laboral se mantiene en el bajo nivel del 4.6%.

3.2.1.3 Inserción según grupos de edad

En el análisis de la inserción laboral por grupos de edad (ver Cuadro No. 29), se ha encontrado que, contrariamente a la relación inversa que existe entre las edades y la tasa de ocupación, la inserción laboral en el grupo de

jóvenes de 16 a 20 años presenta en la primera medición una tasa de crecimiento mayor que la del grupo de 21 a 25 años. La tasa de crecimiento del primer grupo es de 102.3% y la del segundo gmpo es de 37.3%.

Al igual que en los casos anteriores estas tasas de crecimiento muestran niveles signi- ficativamente más altos que los alcanzados por el gsupo de control. Los jóvenes de 16 a 20 años que pertenecen a este gsupo presentan un aumento en sus tasas de inserción laboral de 7%, mientras que el segmento de 2 1 a 25 años lo hace en 10.8%.

Si se obseiva el comportamiento de estas variaciones en el tiempo a través de la información recogida en las siguientes mediciones, se verifica un descenso de los niveles de inserción laboral en

Cuadro No 29 Inserción laboral según grupos de edad

1 21-25 años 45.0 61.8 66.9 69.7 54.8 60.7 59.5 63.6

Fuente: Estadísticas de PROJoven

Edad de Grupos

el gsupo de 16 a 20 años de los beneficiarios y una tendencia creciente en el gsupo de 21 a 25 años. Sin embargo, la tasa de crecimiento de la inserción laboral del primer gsupo sigue siendo mayor si se compara los resultados de la última medición respecto a la línea de base alcanzando niveles de 68.3%, mientras que el segundo gsupo crece en 54.9%.

Trabajad. 35.8 61.5 62.9 62.5 50.2 56.2 58.4 58.6 Remune.

16-20 años 30.3 61.3 59.6 5 1 47.4 50.7 57.0 46.3

Grupo de Control

Si se realiza el contraste con los resultados obtenidos por el gsupo de control, se encuentra que en el caso de los jóvenes de 16 a 20 años la inserción laboral no solo no crece sino que pre- senta una reducción de 2.3%, mientras que en el grupo de 2 1 a 25 años se verifica un incremento de 16.1%.

Grupo de Beneficiarios

3.2.1.4 Inserción según nivel educativo

3"Med

(18nr.) Líllea Base

Si se analiza la inserción laboral remunerada por nivel educativo, se puede observar que PROJoven logra un significativo impacto en el caso de los jóvenes beneficiarios con secundaria completa, mostrando una variación porcentual positiva del orden de 90% en la primera medición. En el caso de los beneficiarios con secundaria incompleta también se ha logrado una variación positiva, aunque con un nivel más modesto de 18.3%.

2"Med (12m.)

Lílrea Base

De la misma forma, en el caso de los inte- grantes del gmpo control se encuentra en la priine-

laMed (6 "m)

laMed (6 "a)

2"Med (12rn.)

3"Med

(18rn.)

ra medición una variación positiva de 21% en la inserción laboral remunerada de los jóvenes con secundaria con~pleta, mientras los jóvenes con se- cundaria incompleta presentan una disminución de 29% (ver Cuadro No. 30).

Si se evalúa los resultados de la segunda y tercera mediciones se verifica una mantenimiento de la tendencia a una mayor inserción laboral en el grupo de beneficiarios con secundaria completa y una reducción de los jóvenes que presentan secun- daria incompleta. De esta manera, la tasa de creci- miento de la inserción laboral del primer grupo respecto a la situación inicial asiende a 95% y la del segundo grupo a 7.4%.

Al realizar el contraste con el grupo de control, se registra también un incremento en las tasas de inserción de los jóvenes con secundaria completa en un nivel del 26.5% y se observa una variación negativa en los jóvenes con secundaria incompleta de 22.7%

3.2.2 Impactos sobre los Ingresos

Otro aspecto importante a considerar al momento de evaluar los impactos del Programa, lo constituye la determinación de la magnitud de los cambios ocurridos en los niveles de ingresos de los beneficiarios. A pesar de que las remuneraciones dependen en buena medida de las modalidades de

Cuadro No 30 Inserción laboral según nivel educativo

1 Grupo de BerzeJiciarios 1 Grupo de Corztrol

Trabajad. 35.8 61.5 62.9 62.5 50.2 56.2 58.4 58.6

Nivel Educativo

Remune.

Primaria 60.0 40.0 50.0 66.7 40.0 40.0 25.0 33.3 completa

Secunda. 56.4 66.7 64.4 60.6 70.5 50.0 63.4 54.5 Incomple.

Lírzea Base

Secunda. 32.2 61.2 62.8 62.8 47.2 57.6 58.1 59.7 Completa

LNzea Base

Fuente: Estadísticas de PROJoven

IaMed f6 rtl-)

contratación y los tipos de inserción, se espera que la intervención realizada tenga efectos importantes también en este ámbito.

IaMed (6 "'S)

Los resultados obtenidos en la primera medición de la evaluación de impacto de PROJoven muestran una significativa elevación de la productividad en el grupo de los beneficiarios, la misma que se traduce en un incremento de 147% en los ingresos promedio. Por contraste, los ingresos de los jóvenes del grupo de control presentan un incremento de sólo el 36.1%.

ZnMed (12rn.)

Una de las razones que explica este significativo incremento en el promedio de remu- neraciones de los beneficiarios, es la importante participación relativa de jóvenes en situación de trabajadores familiares no remunerados, ocupados en actividades eventuales y10 en situación de pre- cariedad que presentan niveles de ingresos muy

3"Med

(1 Bit,.)

ZnMed

(12rt1.)

bajos, antes de su participación en el Programa. De allí que, una mejora sustancial en su inserción redunda inmediatamente en una elevación de salarios.

3"Med

(1 8111.)

Si se toma en consideración los niveles de ingreso identificados en la línea de base y se les contrasta con los obtenidos en esta primera medición, se encuentra que en la situación previa a su pase por el Programa, el promedio de las remuneraciones del grupo de control eran 45.5% mayores que el promedio de las del grupo de beneficiarios; mientras que en la situación posterior se verifica que el promedio de las remuneraciones de los beneficiarios pasan a ser mayores que las del grupo de control en 24.7%.

Si se analiza las tendencias en la evolución de las remuneraciones considerando la segunda y tercera medición, se encuentra que tanto en los

beneficiarios como en el grupo de control se evidencia incrementos en las remuneraciones en la segunda medición y reducciones en la tercera. Una hipótesis plausible que explicaría este último re- sultado, esta dado por los procesos recesivos de la economía peruana durante el último año, período dentro del cual se ha realizado laúltima medición.

Sin embargo, aún en este contexto si se contrasta los resultados de esta última medición con la situación inicial, se encuentra que el promedio de remuneraciones de los beneficiarios se incrementan en 136.4% mientras que los ingresos de los jóvenes del grupo de control lo hacen en 53.8%.

3.2.2.1 Ingresos según género

Como se aprecia en el Cuadro No 3 1, si se desagrega los diferenciales de ingreso por género, se encuentra que el mayor impacto en productividad se produce en las mujeres beneficiarias. Ellas alcanzan, en la primera medición, un incremento en el promedio de sus remuneraciones de 208% respecto a su situación anterior. En los varones se producen también incrementos significativos que se evidencian en una tasa de crecimiento de 11 8.3%.

varones se mantenían en un 45% por encima de los promedios de las mujeres, se han reducido a una diferencia de sólo 2.8%.

En el caso de los integrantes del grupo control, también se observa un mayor incremento en el promedio de remuneraciones de las mujeres respecto al de los varones. Así, mientras el crecimiento de los ingresos femeninos alcanza un nivelde 56.5%, el de los varones lo hace en 23.1%.

Conviene precisar que esta mayor variación en las tasas de crecimiento de los ingresos que muestra el grupo de los beneficiarios respecto al grupo de control, presenta características más favorables en el caso de las mujeres. El promedio de remuneraciones de las beneficiarias es 44.4% mayor que el de las jóvenes del grupo de control. Igualmente, los diferenciales de ingreso entre hombres y mujeres se mantienen en promedio en un nivel de 30% para este grupo.

Si se incluye en el análisis la información proveniente de la segunda y tercera medición y se toma en consideración la caída general de los ingresos que se evidencia en la tercera medición, se verifica como efecto final mayores tasas de crecimiento de las remuneraciones promedio de los beneficiarios respecto a las del grupo de control y de las mujeres respecto de los varones. La medición final muestra un incremento de las remuneraciones de las beneficiarias de 167.3% y de los beneficiarios de 131.1% respecto a la situación inicial. El grupo de control lo hace en 55.2% y 47.8% respectivamente.

De manera complementaria se observa que esta variación positiva en el promedio de los ingresos femeninos del grupo de beneficiarios, reduce significativamente las diferencias salariales por género, ya que respecto a una situación inicial donde las remuneraciones de los

Cuadro No 31 Ingresos de la PEA ocupada

(índices)

Grupo de Beneficiarios

Ingresos 100.0 246.9 265.7 236.4 100.0 136.1 169.7 153.8 promedio

Grupo de Control

Variables

1 ~ a r o n e s 100.0 218.3 246.9 231.1 100.0 123.1 156.9 147.8

1 Mujeres 100.0 308.0 317.7 267.3 100.0 156.5 189.6 155.2

Línea Base

Fuente: Estadísticas de PROJoven

1 "Med (6 ".)

2"Med

(12111.)

3"Med

(1 8m.)

Línea Base

1 "Med ( '

2"Med

(12m.)

3"Med

(1 811r.)

3.2.2.2 Ingresos según grupos de edad

Si se observa los diferenciales de ingreso por grupos de edad en la primera medición, se tiene que, al igual que en el caso de la inserción laboral, se presenta una tendencia a la homogenización de los subgrupos de beneficiarios en términos de ingresos. Los grupos de beneficiarios de 16 a 20 años y de 21 a 25 años presentan similares tasas de crecimiento y la diferencia en los ingresos promedio entre ambos grupos es poco significativa (3.7%).

edad. El grupo de jóvenes de 21 a 25 años tienen en promedio remuneraciones mayores en 10.1 % que las del grupo de 16 a 20 años.

Sobre base de la información obtenida en la última medición, se advierte una variación de 122.9 % en el crecimiento de los ingresos promedio del grupo 16 a 20 años de los beneficiarios respecto a la situación inicial y una tasa de 135.2% para el grupo de 2 1 a 25 años. Para estos mismos estratos del grupo de control se observa tasas de crecimiento menores de 45.5% y 39.3% respectivamente.

En el caso del grupo de control, como se Para este mismo período se encuentra que observa en el Cuadro No 32, las tasas de creci- los diferenciales de ingresos entre los miento son más bajas que las de los beneficiarios y edad son mayores entre los jóvenes de presentan mayores diferencias entre los grupos de control que entre los beneficiarios. Así, mientras la

Cuadro No 32

Ingresos según grupos de edad

1 aíios I

Grupos de edad

21-25 100.0 247.6 273.1 235.2 100.0 128.4 169.4 139.3 años

Fuente: Estadísticas de PROJoven

Ingresos 100.0 246.9 265.7 236.4 100.0 136.1 169.7 153.8 promedio

brecha de ingresos asciende a 9.2% entre los sus similares del grupo de control y los grupos de beneficiarios, esta se ensancha a 16% beneficiarios con secundaria completa amplían entre los jóvenes pertenecientes al grupo control. esta diferencia hastaunnivel de 28.9%.

Grupo de Beneficiarios

3.2.2.3 Ingresos según niveles educativos

Línea Base

Grupo de Control

En cuanto a la relación entre ingresos y niveles educativos, se encuentra en la primera medición que, para todos los niveles los integrantes del grupo de beneficiarios obtienen ingresos en promedio más altos que los que generan los integrantes del grupo control. Las tasas de crecimiento que se muestran en el Cuadro No 33 incorporan además de un crecimiento relativo un crecimiento absoluto en las remuneraciones de los beneficiarios respecto a las del grupo de control. Los beneficiarios con secundaria incompleta perciben en promedio remuneraciones más altas, en 12.3%, respecto a

Línea Base

Si se realiza el análisis de la evolución de las remuneraciones promedio a través del tiempo, sobre la base de la información lograda en la última medición (tercera), se observa el mantenimiento de un diferencial favorable a los diferentes segmentos del grupo de beneficiarios. A pesar de la caída en el nivel general de las remuneraciones, los beneficiarios con secundaria incompleta siguen percibiendo remuneraciones mayores en 13.5% que las de sus similares del grupo de control y los beneficiarios con secundaria completa lo hacen en una proporción de 9.7%.

lnMed (6 "4

Si se toma en cuenta lo anterior y se contrasta con el nivel de las remuneraciones esta- blecido en la línea de base, que era más alto para el

Z "Med (6 m.)

2"Med (12m.)

3"Med

(Z8m.) 2"Med &?m.)

3Wed

{i 8m.)

Cuadro No 33 Ingresos según nivel educativo

Secunda. 100.0 22 1.4 250.0 204.3 100.0 168.3 186.6 153.7 Incomple.

Nivel educativo

Secunda. 100.0 249.0 265.5 249.7 100.0 127.3 164.5 150.5 Completa

uente: Estadísticas de PROJoven

Ingresos 100.0 246.9 265.7 236.4 100.0 136.1 169.7 153.8 promedio

grupo de control, se verificará un mayor ritmo de crecimiento de las remuneraciones del grupo aten- dido. Así, mientras que los beneficiarios con se- cundaria incompleta muestran en la evaluación final un incremento de las remuneraciones prome- dio del orden del 104.3%, el mismo estrato del gru- po de control evidencia un crecimiento de 53.7%. De la misma forma, durante el mismo período las renluneraciones de los beneficiarios con secun- daria completa experimentaron incrementos de 149.7% mientras que el estrato similar del gsupo de control solo muestra un crecimiento de 50.5%.

Grupo de Beneficiarios

.3 Impactos en la calidad del empleo

Grupo de Control

Línea Base

3.2.3.1 Categoría laboral

Un notorio efecto de su participación en el Programa esta dado por el traslado de una propor-

3"Med

(1 Sin.)

IaMed (6 "'J

Línea Bus?

ción significativa de beneficiarios de su condición de trabajadores familiares no remunerados y de trabajadores por cuenta propia a la condición de o- breros del sector privado. Así lo evidencia el in- cremento de 192.4% que se refleja en la categoría de obreros del sector privado obtenida en la pri- mera medición, que se explica por la drástica re- ducción de 186.3% en los trabajadores familiares no remunerados y la caída en 66.8% de los tra- bajadores por cuenta propia (ver Cuadro No. 34).

Si se contrasta con la situación del gsupo de control, se encuentra que en este último la catego- ría obrero del sector privado solo muestra un incre- mento de 13.5%, explicado parcialmente por una reducción en los trabajadores por cuenta propia. Conviene destacar en esta primera medición, el significativo aumento de los trabajadores fami-

2"Med

(12m.)

lnMed (6 m.)

liares no re~nunerados.

JnMed

(1 8m .)

2"Med

(12111.)

Cuadro No 34 PEA Ocupada según categoría laboral

Total 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0

Categoría Laboral

Fuente: Estadísticas de PROJoven 58

Trab. por 31.3 10.4 9.5 12.6 35.9 24.9 25.7 35.8 cuenta propia

Obrero sector 26.4 77.2 76.7 63.7 48.1 54.6 60.8 48.3 privado

Emplead. 3.7 3.1 4.8 2.8 5.8 4.3 2.3 1.4 Sector privado

Trab fam. No 34.4 4.7 2.1 13.8 3.2 9.2 4.1 6.2 remu.

Otros 4.2 4.6 6.9 7.1 7.0 7.0 7.0 8.3

Grupo de Beneficiarios Grupo de Control

Lírrea Base

Línea Base

2"Med ( 1 2 ~ ~

laMed (6 ni.)

3"Med

(18rtr.)

JaMed

(1 8rn.)

IaMed ( 6 N

2"Med (12m.)

A través de la segunda y tercera mediciones se pueden observar una tendencia de sostenibilidad en la participación relativa de la categoría obreros del sector privado para el grupo de beneficiarios. A pesar de la reducción hallada en la última medición, como resultado de los problemas de recesión y caída en los indicadores del empleo, la tasa de incremento de esta categoría respecto a la línea de base es de 141.3%. En cambio el grupo de control muestra una variación de sólo 0.4%

3.2.3.2 Lugar de Trabajo

Cuando se considera el lugar físico donde desempeñan sus labores, se observa que los beneficiarios ocupados en un centro de trabajo, después de pasar por el Programa, muestran una participación relativa que duplica la del grupo de control. Si se toma en cuenta los resultados obte- nidos en la primera medición y se contrasta con la situación inicial se observa que el gmpo bene- ficiario incrementa su participación en 1 13.5%, mientras que el grupo de control presenta una re- ducción de 2.2%.

De la información contenida en el Cuadro No 35 referida a la primera medición, se deduce

que el incremento en el número de beneficiarios ocupados en centros de trabajo, procede de una re- ducción en los niveles de ocupación de los bene- ficiarios en las otras modalidades. Por contraste en el grupo de control no se registran cambios signi- ficativos en la estructura de la distribución de los ocupados respecto a la línea de base.

Si se toma como referencia la medición final se observa que el número de beneficiarios que se encuentran ocupados en centros de trabajo ha mostrado un incremento de 98.8% respecto a la situación inicial, mientras que el grupo de control ha evidenciado un aumento de 9.6%.

3.2.3.3 Tamaño de empresas

Un indicador de la calidad del empleo cons- tituye el tamaño de la empresa donde se labora, puesto que frecuentemente esta correlacionado con los niveles de productividad. De acuerdo a la información recogida, se observa una drástica caída de la participación de los beneficiarios en la microempresa y el autoempleo, que se expresa en una reducción inicial de 57% en la primera medición. Esta reducción esta a la base de los incrementos que se suceden en la participación de la grande y mediana empresa, como lugares de

Cuadro No 35 PEA Ocupada según lugar de trabajo

Casa de 17.8 7.8 8.5 5.0 23.7 20.5 15.8 13.8 cliente

Lugar de trabajo

Vivienda 19.0 7.3 2.6 6.1 6.4 10.8 8.8 9.0

En calle 28.8 15.5 14.3 24.3 29.5 32.4 34.5 37.2

Centro de 35.2 69.4 74.1 64.6 36.5 35.7 40.9 40.0 trabajo

Otros 1.8 0.0 0.5 0.0 3.2 0.5 0.0 0.0

Grupo de Beneficiarios

Total 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0

Línea Base

Grupo de Control

Fuente: Estadísticas de PROJoven

Línea Base

1 "Med (6 "'4

1 "Med (6 m.)

2"Med (12nt.)

JaMed

(18rn.)

ZaMed (1 2m.)

3"Med

(1 8rn.)

o laboral de los bene-ficiarios, como se 1 Cuadro No. 36.

ntrastando con lo anterior, se aprecia en de control el mantenimiento de una e participación de la microempresa y el leo como formas de ocupación nte de los jóvenes que lo conforman. No

se evidencia cambios sustanciales en la estructura

de participación de los diferentes tamaños de empresas.

Un hecho que resulta destacable, es la permanencia de los cambios ocurridos en la participación relativa de los beneficiarios ocupados en los diferentes tamaños de empresa, como resultado de la intervención del Programa. A pesar de las variaciones producidas en el intervalo,

Cuadro No 36 PEA Ocupada según tamaño de empresas

ediana 3.1 10.9 14.8 15.4 8.3 8.6 11.1 6.9

Grande 3.7 35.8- 31.7 25.3 7.7 8.0 14.6 9.6

Total 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0

--- -

empresas

Fuente: Estadísticas de PROJoven

Grupo de Control

los resultados de la última medición muestran que, las empresas grandes y medianas concentran el 41% de los beneficiarios ocupados, mientras que en el grupo de control explican el 16.5% del total.

-- -

Grupo de Beneficiarios

Resultados de la Segunda Convocatoria

Línea Base

3.2.4.1 Impactos sobre la inserción laboral

2"Med (12m.)

laMed (6 N

Línea Base

En la primera medición de esta segunda convocatoria se encuentra, de manera similar a los hallazgos de la primera convocatoria, una signi- ficativa variación en los niveles de inserción de los beneficiarios. La inserción de estos últimos bajo la modalidad de trabajadores remunerados repre- senta más de dos tercios de la totalidad de benefi- ciarios y muestrauna tasa de crecimiento de 49.2% respecto a la situación anterior a su participación en el Programa.

3"Med

(1 81n.) 2"Med (12m.)

l0Med (6 m.)

Comparando esta evidencia con la infor- mación obtenida para el grupo de control, se en-

3"Med

(18m.)

cuentra que los jóvenes que se insertan como traba- jadores remunerados presentan también una varia- ción positiva expresado en una tasa de 19.2%, que representa un poco más de un tercio de la alcan- zada por los beneficiarios.

Explican el comportamiento de la inserción de los beneficiarios la reducción de la parti- cipación relativa de los trabajadores familiares no remunerados, los desocupados y los inactivos en tasas de 77.5%, 44.4% y 14.3% respectivamente. En el caso del grupo de control la situación se ex- plica parcialmente por la reducción de los trabaja- dores familiares no remunerados y los desocupa- dos, con una tasa de 35% promedio para cada ca- tegoría.

Si se desagrega el análisis por género, se encuentra que es la mayor participación femenina la que explica fundamentalmente las diferencias de inserción entre los beneficiarios y los jóvenes del grupo de control. La inserción de mujeres después del Programa bajo la modalidad de trabajadoras remuneradas asciende a 73% respecto a la situa-

ción anterior; en el grupo de control la inserción femenina solo muestraun incremento de 11.3%.

Es en la inserción de beneficiarios varones donde se observa una pequeña diferencia a favor del grupo de control; mientras que el grupo de control crece en 29.6% el gmpo de beneficiarios lo hace en 28%. Un análisis preliminar indicaría que esta diferencia se explica por la presencia de procesos de capacitación realizados por jóvenes del grupo de control; con lo cual se verificaría la alta correspondencia entre inserción, ingresos y educación (ver Cuadro No. 37).

La inserción laboral según grupos de edad, muestra también resultados favorables para los

beneficiarios del Programa, con una incidencia mayor en el grupo de beneficiarios de menor edad. Así, el grupo de 16 a 20 años presenta una inser- ción que se incrementa en 127% respecto a la situación inicial, mientras este estrato del grupo de control evidenciauna incremento de 64.8%.

En el grupo de 21 a 25 años de los benefi- ciarios se incrementa la inserción laboral en 26% mientras que en el grupo de control se produce una reducción de 13%.

En lo que se refiere a la inserción laboral según nivel educativo, se observa en los bene- ficiarios con secundaria incompleta una reducción de 6.4%. Por contraste en el grupo de control se

Cuadro No 37 Inserción Laboral

1 Grupo de Beneficiarios 1 Grupo Control

Categoría Laboral

Variables

Trabajad. Remuner. 46.1 68.8 48.5 57.8

Trab. Fam. no remu. 12.9 2.9 9.6 6.3

Desocupados 3 1.9 20.5 35.8 23.2

Inactivos 9.1 7.8 6.1 12.7

Total 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0

Línea de base

Género

Varones

Mujeres

1''. Med. (6 mes.) Línea de base

Grupos de edad

S6 a 20 años

21 a 25 años

l . Med. (6 rnes.)

Nivel educativo

Secund. Incompleta 68.3 63.9 50.0 62.7

Secund. Completa 42.6 69.8 48.2 56.7

Fuente: Estadísticas de PROJoven

evidencia para los jóvenes que poseen estos niveles educativos un incremento de 25%. Es en el grupo de beneficiarios con secundaria completa donde se concentran los mayores efectos del Pro- grama. Así mientras que este grupo muestra un in- cremento de 63.8% en su inserción laboral, los in- tegrantes del grupo de control con este nivel edu- cativo lo hacen en 17.6%.

Para realizar una adecuada evaluación de estos últimos resultados es indispensable relacio- narlos con el tipo de inserción y las condiciones del empleo, aspectos que se analizará en los puntos siguientes.

3.2.4.2 Impactos sobre los ingresos

Al igual que en la primera convocatoria, los resultados de la primera medición de la segunda convocatoria permiten verificar un impacto signi- ficativo sobre la productividad de los beneficia- rios. Los ingresos promedio que perciben los bene- ficiarios son 25% más altos que los del grupo de control. Si se contrasta los resultados antes y des- pués del Programa, se advierte que el grupo de be- neficiarios presenta un incremento de 119% en sus remuneraciones promedio, mientras que los inte- grantes del grupo de control muestran un aumento de 36%.

Si se analiza los diferenciales de ingreso por género, se observa que, de manera complementaria a la información recogida acerca de los niveles de inserción, los mayores impactos se dan en el caso de las beneficiarias mujeres. Ellas muestran un incremento en sus remuneraciones promedio de 159.7% respecto a la situación inicial y reducen significativamente las diferencias con los varones bajando esta brecha de 54.6% a 19%. Por contras- te, las mujeres del grupo de control ven crecer sus remuneraciones en 33.3% y mantienen una brecha de ingresos con los varones de 37.5%.

En el caso de los varones beneficiarios se observa incrementos en sus remuneraciones pro- medio del orden del 100% mientras que en el grupo de control los incrementos ascienden al 36.3%. Adicionalmente, se verifica que los beneficiarios perciben en promedio remuneraciones más altas, en 19.5%, que las que perciben los integrantes del grupo de control. (ver Cuadro No. 38).

Considerando los grupos de edad, se apre- cia en los resultados una tendencia a la horno- geneización de los grupos en función de los in- gresos, después de su egreso de Programa. Esto se evidencia en la presencia de un diferencial de 1.8% entre los ingresos del grupo de 16 a 20 años y los del grupo de 21 a 25 años. Este diferencial alcanza en el grupo de controlun nivel de 12.3%.

Cuadro No 38 Niveles de Ingreso

1 1 G r ~ p o de Beneficiarios 1 Grupo Control

Trabajad. Remuner. 100.0 219.0 100.0 136.0

I Categorías

Género Varones Mujeres

Grupos de edad 16 a 20 años 100.0 210.1 100.0 136.0 21 a 25 años 100.0 225.3 100.0 135.2

Línea de base

Nivel de instrucción Secund. Incompleta 100.0 189.0 100.0 114.6 Secund. Completa 100.0 223.6 100.0 140.2

Fuente: Estadísticas de PROJoven

l . Med. (6 nies.) Línea de base 1'9 Med. (6 rries.,

Otro aspecto relevante esta referido a la e- xistencia de diferenciales de ingreso que favo- recen a los beneficiarios a su salida del Programa. Aquellos que pertenecen al grupo de 16 a 20 años perciben ingresos 3 1.2% más altos que los jóve- nes de características similares en el grupo de con- trol. Asimismo, los beneficiarios de 21 a 25 años reciben remuneraciones 19% más altas que los del grupo de control.

En cuanto a la relación entre ingresos y nivel educativo, se puede mencionar que en todos los casos los niveles de ingresos de los beneficia- rios son mayores que los del grupo de control. Así, mientras que los egresados del Programa con se- cundaria incompleta perciben ingresos mayores en 40.1% que los que reciben sus similares del grupo de control, aquellos con secundaria completa ob- tienen ingresos mayores en 21.7% que los del grupo de coinparación.

.3 Impactos en calidad de empleo

En correspondencia con los resultados obte- nidos en la primera convocatoria, se observa que los beneficiarios ocupados bajo la categoría de o- breros del sector privado se incrementa en 86.6% después de su salida del Programa. La participa- ción de la categoría de obreros en el grupo de con- trol se eleva en 20.8%.

Esta notable variación en e lgrupo de pai-ti- cipantes se explica por una significativa reducción en la participación de los trabajadores familiares no remunerados de 83.3% y de los trabajadores por cuenta propia en 38.8%.

Si se observa los cambios ocurridos en la participación del lugar de trabajo coino indicador de la calidad del empleo, se verifica u n inejora- miento sustancial en el caso de los beneficiarios, por cuanto la participación del iiúinero de ocu- pados en centros de trabajo se duplica respecto a la situación anterior a su incorporación al Programa. Este cambio se explica por una significativa re- ducción en la participación de las ocupaciones que se desarrollan en la vivienda, la calle o la casa del cliente. En el caso del grupo de control, corno re- sultado de esta primera medición, no se evidencia cambio alguno en la participación de los integran- tes ocupados en centros de trabajo. Igualinente, no se observa grandes cambios en la participación de los otros lugares de trabajo (ver Cuadro No. 39).

Finalmente, en lo que se refiere a la evaluación de la inserción laboral según tamaño de empresa, se observa que en el giupo de bene- ficiarios se produce una notable variación del nú- mero de ocupados en lamicroempresa y el autoem- pleo, que lleva su participación relativa a menos de la mitad de la encontrada antes del Programa y explica los significativos incrementos en la participación de la grande y mediana empresas.

La reducción de 13.8% en la participación de los integrantes del grupo de coinparación en la inicroempresa y el autoempleo, explican los pequeños cambios ocurridos en la partic ipa- ción relativa de los ocupados en la grande y mediana empresas.

3.2.5 Algunas Tendencias

Pese a su corta existencia PROJoven ha desplegado importantes esfuerzos en lograr un desarrollo eficaz y eficiente de su intervención con la finalidad de conseguir los mayores impactos posibles en la población objetivo. La adopción de una metodología rigurosamente ajustada para identificar la magnitud de los cambios atribuibles al Programa y su ordenada implementación, reflejan objetivamente esta preocupación.

La conformación de líneas de base para la primera y segunda convocatorias conformando grupos de beneficiarios con sus respectivos gru- pos de control y el desarrollo de estudios de medi- ción semestrales durante los dos últin~os años, proporcionan información suficiente para poder delinear algunas tendencias y apreciaciones más consistentes acerca de los efectos de la interven- ción del Programa.

La reiterada presencia de tasas de creci- miento de inserción laboral de los grupos bene- ficiarios mayores respecto a los grupos de coin- paración, refleja una primera tendencia que refuerza la relación de causalidad entre su participación en el Programa y la ocurrencia de los cambios. La import ancia de esta tendencia radica en el hecho de que no solo se refleja en cambios relativos, sino en la magnitud de los mismos.

Un claro mejoramiento en los niveles de ingreso de todos los segmentos de beneficiarios, expresado en tasas de crecimiento relativo más altas que las del grupo de control, así como la

Cuadro No 39 Calidad del empleo

Categoría Laboral Trabajador por 18.3 11.2 18.1 23.0 cuenta propia Obrero sector 40.4 75.4 47.1 56.9 privado Empleado sector 3.1 3.6 5.2 1.5 privado Trabajador familiar 3 1.7 5.3 20.5 10.8 no remunerado Otros 6.5 4.5 9.1 7.8 Total 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0

Características

Lugar de Trabajo Centro de Trabajo 36.2 70.1 39.7 39.7 Casa de cliente 18.8 7.1 16.7 14.2 En su vivienda 14.9 7.1 8.6 8.8 En la calle 28.8 15.7 34.5 36.8 Otros 1.1 0.0 0.5 0.5 Total 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0

Tamaño de empresa Microempresa 78.4 36.2 74.5 64.2 autoempleo

Pequeña 13.6 13.4 16.8 16.7 Mediana 4.0 14.7 5.8 8.3 Total 1 O0 1 O0 1 O0 1 O0

Grupo de Beneficiarios

Grande 4.0

Fuente: Estadísticas de PROJoven

Línea de base

Grupo Corrtrol

presencia de remuneraciones, en términos abso- lutos, superiores a todos los segmentos de los grupos de control, hacen indiscutible el aporte del Programa en este iubro. Esta tendencia no haría sino reafirmar la validez de su propuesta, ya que confirma una vez más la conocida correlación existente entre educación capacitación e ingresos.

I r . Med. (6 mes.)

Línea de base

Una tendencia que merece una atención especial, esta referida a la magnitud de los cambios sucedidos en el grupo de mujeres. Es en este género donde se ha producido los mayores impactos del Programa. Las más altas tasas de variación vinculadas a inserción laboral, ingresos, calidad del empleo, entre otros, se han producido de manera reiterada en todas las mediciones realizadas. Obviamente, en este aspecto resulta certero atribuirle al Programa una capacidad efectiva y una contribución real a las tareas de

Ira. Med. (6 rtles.)

promoción e inserción de la mujer al mercado laboral en condiciones de equidad.

Los cambios en la calidad del empleo son también notorios y muestran una tendencia verificable en cada una de las mediciones reali- zadas. La significativa reducción de los trabaja- dores familiares no remunerados y los trabajadores por cuenta propia, está íntimamente vinculada a una mayor participación de la categoría laboral de obreros del sector privado, que supone usualmente otras formas de contratación y otros niveles remunerativos. Completan el escenario, los impor- tantes cambios positivos que se evidencian en la participación del número de beneficiarios que de- sempeñan sus labores en centros de trabajo, en detrimento de las actividades informales, en la calle, la vivienda u otros. Estos cambios en el lugar de trabajo tienen como complemento una incor-

poración a empresas de mayor tamaño, afectando notablemente su participación en micro-empresas y autoempleo.

A pesar de la variabilidad que presentan los resultados obtenidos en los estudios de medición, se puede aseverar que a lo largo del período se dis- tingue claramente una tendencia de sostenibilidad en los principales impactos del Programa. Si bien algunos de los resultados han estado influencia- dos por el contexto recesivo de la economía y las contracciones en el empleo, no obstante los dife- renciales respecto a los grupos de control se han mantenido en niveles significativos.

Sin excluir la posibilidad de cambios en el análisis que pudieran alterar el sentido de las prin- cipales conclusiones, la evidencia empírica regis- trada y la identificación clara de algunas tenden- cias, constituyen una base suficiente para verificar la consistencia del enfoque metodológico utili- zado para la evaluación de los impactos.

La significativa correspondencia lograda entre los resultados obtenidos en la primera y la segunda convocatorias, considerando diferentes grupos de beneficiarios y de control, así como diferentes períodos; le otorgan a la metodología una mayor fortaleza para identificar y medir los cambios que son atribuibles a la intervención del Programa.

Precisamente, en los modelos cuasi-expe- rimentales de evaluación, a pesar de reducir considerablemente los sesgos de selección con rigurosas y consistentes metodologías de aparea- miento uno por uno, subsisten algunas limita- ciones que pueden verse reducidas si en la repetición de los eventos y mediciones se producen significativos niveles de consistencia. En el caso de PRO-Joven, la reiteración de los resultados le asigna mayor consistencia a las conclusiones que se extraen de la aplicación del modelo.

3.3 Financiamiento y costos del programa

3.3.1 Los Recursos Financieros

Los recursos invertidos en el desarrollo del Programa, desde el segundo semestre de 1996 a diciembre de 1999, provienen de diferentes fuen- tes financieras y ascienden a un monto global de US$ 8'128,646. Los fondos públicos que com-

prenden recursos directamente recaudados del Mi- nisterio de Trabajo y Promoción Social y los recur- sos ordinarios transferidos por el Ministerio de Economía y Finanzas, explican el 63.17% de este total. Los recursos provenientes de una operación oficial de endeudamiento concertada con el Banco Interamericano de Desarrollo aportan el 18.45%.

Le siguen en importancia, los recursos provenientes de las operaciones de canje de deuda por inversión en proyectos sociales suscritos con el gobierno alemán (KFW), con una participación en el total ejecutado de 13.95% y los recursos prove- nientes del Fondo Nacional de Capacitación La- boral y Promoción del Empleo (FONDO- EMPLEO), obtenidos como resultado de ocupar el primer lugar en el Primer Concurso Nacional de Proyectos realizado en el primer trimestre de 1999, que representan un 4.4% del monto invertido.

Conviene precisar que la mayor parte de los recursos comprometidos por estas dos últimas fuentes financieras, KFW y FONDOEMPLEO, tienen prevista su ejecución durante los próximos dos años.

Los recursos invertidos se han distribuido de la siguiente manera: 2.5% del total han sido desti-nados a financiar las actividades propias de la fase de diseño del Programa, el 14.5% de los recursos han financiado íntegramente los gastos de la primera convocatoria concebida como expe- riencia piloto y el 83% restante se han distribuido entre las cuatro convocatorias siguientes.

Cabe señalar que aún cuando los recursos financieros cubren todos los gastos directos del Programa, el pago de las subvenciones econó- micas durante el desarrollo de la fase de prácticas laborales es asumido por las empresas. La legis- lación laboral vigente (Decreto Legislativo No 728) faculta a las empresas a contratar jóvenes en un esquema de entrenamiento en el trabajo, mediante la suscripción Convenios de Formación Laboral Juvenil, en los que se establece el pago de una subvención económica con un monto no me- nor al de una remuneración mínima vital (RMV) como contraprestación por los servicios.

Con la finalidad de determinar el valor de los aportes empresariales en esta fase, se realizó un ejercicio de cálculo tomando como base el monto de la RMV vigente y los períodos de práctica labo- ral de los beneficiarios. Como resultado se encon-

tró que la participación de las empresas podría ubi- carse alrededor de un monto aproximado de US $

3.3.2 Los Costos

3.3.2.1 Costos por curso

Los costos de los cursos de capacitación ad- judicados en las convocatorias del Programa pre- sentan una significativa heterogeneidad. Dado que el mayor volumen de cursos adjudicados se ha rea- lizado en Lima y Callao, se encuentra que el costo mínimo de un curso de capacitación adjudicado asciende a US $2,500 y el costo máximo pagado es de US$ 17,959. El costo promedio por cur-so adjudicado se ubica en el orden de los US$9,290.

Si se realiza el análisis por regiones, se ob- serva que en las otras ciudades donde el Programa ha iniciado operaciones, los costos de los cursos son menores. Así, el costo promedio por curso en

la ciudad de Arequipa asciende a US$ 7,686 y en Trujillo y Chiclayo se aproxima aUS$6,500.

Cabe precisar que la implementación de mecanismos de evaluación uniformes y estan- darizados y la adjudicación basada en una compa- ración regional de las ofertas, asegura una calidad uniforme de los cursos a precios diferenciados considerando los menores costos de las diferentes regiones participantes (ver Cuadro No. 40).

Un hecho que merece destacarse es la tendencia seguida por los precios de los cursos adjudicados en las diferentes convocatorias. Como es usual en este tipo de programas, luego de la primera experiencia realizada, los precios tienden a subir en las convocatorias siguientes. Ello se explica, y en cierta forma es normal que suceda así, por una serie de gastos en los que tienen que incurrir las ECAPs como parte de las exigencias de su participación en el Programa.

Sin embargo, como se aprecia en el cuadro

Cuadro No 40 Costo promedio de cursos adjudicados (US$)

3" Convocat. 8,093

4" Convocat. 7,593

Convocatorias

1 5" Convocat. 7,373 6,45 1 8,917 6,932

Fuente: Estadísticas de PROJoven

la Convocat. -- -- 8,335 --

Arequipa

anterior, por efecto de los mecanismos de licitación utilizados, que están previstos para estimular la competencia entre los participantes, se observa en las últimas convocatorias una tendencia a la reducción de los precios de los cursos adjudicados.

3.3.2.2 Costos por beneficiario

Chiclayo

Si se relaciona el monto total de los recursos invertidos en el período con el número de benefi- ciarios de las cinco convocatorias, se encuentra que el costo total promedio por alumno asciende a US $717.

Sin embargo, si se observa su evolución a través de las diferentes convocatorias, se evidencia una notoria tendencia decreciente, que se refleja en una reducción del 20% en el costo total promedio por alumno de la quinta convocatoria respecto de la primera (ver Cuadro No 4 1).

Lima

Un análisis más desagregado de los costos, permite verificar tendencias que van en el sentido de lograr mejores indicadores de eficiencia en la ejecución del Programa. Así, si se obtiene el costo de los cursos de capacitación por beneficiario, se observa una tendencia similar a la descrita por precios de los cursos; es decir, una elevación inicial que se produce en la segunda convocatoria y luego

Trujillo

una progresiva disminución del mismo en las siguientes.

Si se adiciona al costo anterior el que proviene de los estipendios y subsidios otor-gados a los beneficiarios y el de la póliza de se-guro médico, se evidencia el mantenimiento de esta tendencia decreciente.

Es importante destacar que, de la mano con la reducción de estos costos unitarios, se observa simultáneamente y de manera progresiva una tendencia hacia una mayor participación relativa de estos rubros dentro del costo total por alumno. Ello revela, que la inversión realizada se traslada en proporción significativa a los usuarios, bajo la forma de beneficios directos: cursos de capa- citación, estipendios, subsidios y seguro médico.

La participación relativa de estos beneficios directos dentro del costo total de la primera convo- catoria asciende a 62.71%, en la quinta llega a alcanzar un nivel de 85.5%.

Las actividades de comunicación y difusión orientadas a diversos agentes económicos, no obs- tante que concentran en promedio el 2.2% de los costos unitarios totales, han mostrado una tendencia decreciente en su participación. En la primera convocatoria explicaban el 3% del costo total, en la quinta representan solo el 0.8%.

Finalmente, es necesario destacar la ten- dencia decreciente mostrada por la participación de los gastos administrativos. Como es usual, en la primera convocatoria, concebida como experien- cia piloto, el desarrollo de inversiones en infra-

Cuadro No 41 Principales costos por beneficiario (US $)

Costos (*) 1 IaConv. 1 2"Conv. 1 3"Conv. 1 4%nv. 1 .5%nv.

Costo 1 / beneficiarios 353.80 462.30 452.30 386.70 440.60

Costo 2 / beneficiarios 490.00 590.40 572.20 499.05 534.70

Costo 3 / beneficiarios 513.00 613.20 590.90 510.41 539.70

Costo 4 / beneficiarios 78 1.90 778.40 747.50 641.93 625.40

Fuente: Estadísticas de PROJoven (*) Costo 1 : cursos de capacitación

Costo 2: cursos + estipendios + subsidios + seguro médico Costo 3: cursos + estip. + subs. + seg. Med. + difusión Costo 4: costo total

estructura básica y equipo, software y contratación Posteriormente, como resultado de afina- de servicios, así como el tamaño de la meta de mientos en los procedimientos y mecanismos de beneficiarios, gravitó significativamente en el operación del Programa, así como de su propio peso de los gastos administrativos dentro del costo proceso de expansión, el gasto administrativo ha total del Programa, absorbiendo el 34.36% de los reducido su participación relativa al 13.7% del recursos. costo total, en la última convocatoria.

El Programa de capacitación laboral de jóvenes de hogares pobres representa una respuesta de política pública a una falla del mercado. Los jóvenes de hogares pobres tienen una probabilidad más alta que los jóvenes de hogares de mayores recursos de entrar al desempleo y o en un empleo informal de muy baja remuneración. Ello como consecuencia de deficiencias en su educación básica y de su falta de acceso a una formación profesional. Los datos de Lima Metropolitana confirman la alta incidencia del desempleo en los jóvenes pobres, que el crecimiento económico no ha logrado disminuir hasta la fecha. Por lo tanto, se justifica enteramente una intervención pública especial para mejorar las oportunidades de empleo de los jóvenes pobres.

El programa PROJoven ofrece cursos en oficios semi-calificados de una duración media de 6 meses, incluyendo una fase lectiva (3 meses) y una fase práctica (3 meses en empresas). La presentación del diseño del programa PROJoven ha puesto en evidencia tres características fundamentales. El programa vincula estre- chamente la oferta de capacitación a la demanda de habilidades de las empresas mediante el requisito de conseguir prácticas laborales en empresas para los beneficiarios de determinados cursos. Se introduce una competencia entre las entidades de capacitación con base a un proceso de selección y de licitación. Por último, un cuidadoso proceso de selección de los beneficiarios, haciendo uso de una mezcla de criterios, demográficos, socioeconómicos, laborales y de autoselección, permite focalizar el programa en el grupo meta determinado. El programa empezó en Lima Metropolitana en 1996 y se expandió a otras ciudades principales del país desde entonces. Entre 1996 y 1999 se desarrollaron 5 convocatorias y se financiaron 614 cursos de capacitación de 250 entidades de capacitación, la gran mayoría siendo del sector privado. Se registraron a unos 38,600 jóvenes, acreditaron 24,300 y se aceptaron en total 11,339 beneficiarios del programa. Esta cifra representa un 3 por ciento del total del grupo meta estimado a 378,500 jóvenes en 11 ciudades principales del país, incluyendo la capital.

La evaluación de la primera convocatoria, en tres medidas sucesivas, arroja datos sobre el desempeño del programa. Se comprueba un alto

grado de focalización del programa, con más de 80 por ciento de los jóvenes provenientes de hogares pobres, reflejo del cuidadoso proceso de selección de los beneficiarios. Un dato significativo es que 55 por ciento de los beneficiarios sonmujeres. Esta alta proporción se refleja en la situación laboral inicial de los beneficiarios, dado que 19 por ciento eran inactivos, 26 por ciento desempleados, y 19 por ciento trabajadores familiares no remunerados.

En cuanto al impacto del programa, se comprueba un efecto muy positivo en una mayor y mejor inserción laboral de los jóvenes, y esto con un alto grado de consistencia a lo largo de las tres mediciones de evaluación de la primera con- vocatoria, a los 6, 12 y 18 meses de egresar del programa. La constitución de un grupo de control permite una verificación directa de este impacto. La situación de trabajador asalariado pasa de un 35.8 por ciento antes de entrar al programa a un 62 por ciento después, un incremento de 72 por ciento respecto aun cambio de 12 por ciento para el grupo de control.

No obstante estos resultados, el impacto más fuerte del programa se halla en las condiciones de trabajo. Los ingresos de los egresados del programa registran un incremento de 147 por ciento respecto a un 36 por ciento para el grupo de control. La condición de asalariado del sector privado se incrementa en un 192 por ciento. La proporción de egresados del programa trabajando en una empresa pequeña, mediana o grande alcanza 57 por ciento, cuando antes del programa se encontraban en autoempleo o en una microempresa en una proporción de 83 por ciento.

En cuanto a las características de los cursos, más del 80 por ciento se hallan en los sectores productivos, con 46 por ciento en la rama de confecciones.

El costo promedio total por beneficiario es de US dólares 717, costo que ha venido bajando a medida que el programa eleva la eficiencia de su gestión y que los elementos de competencia entre las oferentes de cursos de capacitación se hace realidad.

Por lo tanto, el programa PROJoven consigue sus dos objetivos principales, que son una mayor inserción laboral de jóvenes de hogares pobres y mayor relevancia de la oferta de capacitación frente a la demanda del mercado.