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Hemos sabido de ti, nos has hablado de lo mal que te sientes, de tu nudo en el estómago, de ese desconcierto tuyo al no reconocerte.
“¿qué me pasa (nos has preguntado), que tengo palpitaciones, miedos, angustia, temblores,… que me di�cultan mi ritmo diario?”.
Te ha costado ponerle nombre, pero tú ya la conocías. Sí, es la ANSIEDAD, ese trastorno que te desespera y te enloquece.
Cuando aparece y te hace sentirte mal, es porque no ha logrado encontrar otra manera de hacerte escuchar; estabas tratando asuntos que creías vitales y no escuchabas las señales de la ansiedad, hasta que te encontraste en soledad y empezaste a ponerte en tensión, con nerviosismo, como si algo te impidiera calmarte.
Querida amiga, querido amigo,
no hay más remedio que crear cambios muy profundos dentro de nuestro ser, pues por alguna razón no estás disfrutando de tu vida y no te sientes en plenitud: para lograrlo tendrás que deshacerte de lo que te impide encontrarla y pedir ayuda. Si estás leyendo estas líneas, que esperamos te aporten luz, si te has acercado al Teléfono de la Esperanza de Gipuzkoa, ya la estás buscando. Pide ayuda y comprensión a tu familia que estará preocupada y desorientada contigo. Si el problema se alarga, pide ayuda profesionalizada. La recuperación te llevará tiempo y te traerá momentos de zozobra, en los que siempre puedes recurrir al Teléfono de la Esperanza de Gipuzkoa.
La ansiedad no es cualquier cosa libiana y pasajera. Aunque es una reacción humana natural que afecta a la mente y al cuerpo y que tiene una importante función básica de supervivencia, cuando aparece de forma excesiva en intensidad o frecuencia ante situaciones que no representan una amenza real para el organismo, tiene unos síntomas muy dolorosos e incapacitantes para ti y se la considera una reacción patológica que puede provocar diferentes alteraciones a nivel físico y psicológico: aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio, tensión muscular, sudoración en las palmas de las manos, malestar en el estómago, temblor en las manos, piernas, preocupaciones crónicas, miedos, fobias, ataques de pánico, ansiedad por hablar en público, agorafobia, obsesiones, di�cultades para dormir, irritabilidad, di�cultad para concentrarse,… estas sensaciones son parte de la respuesta del cuerpo para huir y/o luchar.
¿ Cómo reunir ánimos para luchar contra los síntomas de tu ansiedad?
TIENE SOLUCIÓN
Te lo tenemos que decir y no porque en el Teléfono de la Esperanza de Gipuzkoa respiremos falsas esperanzas: la ansiedad tiene solución. Se cura, aunque tengas la impresión de que no vas a salir de ahí, y se te haga muy cuesta arriba tener esperanza. Tarde o temprano, poniendo los medios, tú también vas a volver a sentirte bien.
PIDE AYUDA
PIDE AYUDA
PIDE AYUDAA TU GENTESeguramente, tus familiares y amistades, están totalmente desconcertados contigo. Te ven diferente a como eres (con irritabilidad, agitación, …) y no saben qué pensar. Sin querer, puede que se alejen de ti y eso te haga más daño. Ayúdales tú. Explícales bien lo que te sucede. Confía en las personas que tienes a tu alrededor para que te comprendan. Seguro que te quieren y te acompañan con cariño en tu proceso.
PIDE AYUDA PROFESIONAL
PIDE AYUDA AL TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE GIPUZKOA, estamos aquí, en el teléfono gratuito 900 840 845, en tus peores momentos y en los mejores, cuando estés convencido o convencida de que nunca saldrás de tu bloqueo y cuando empieces a ver la luz. No dudes en llamarnos.
1. Piensa en positivo. Céntrate en cosas que sean buenas, bonitas, positivas y divertidas. Permítete soñar, desear e imaginar lo mejor que puede ocurrir.
2. Duerme lo su�ciente, aliméntate bien y haz ejercicio físico. ¿Quieres que tu mente y tu cuerpo estén lo bastante fuertes y relajados para poder afrontar sin problemas los altibajos de la vida diaria?.
• Duerme el tiempo adecuado para satisfacer tus necesidades.
• Aliméntate bien: elige la fruta, la verdura, las proteínas magras y los cereales integrales. La cafeína, el alcohol y las drogas, en estos momentos no te ayudarán.
• Y haz ejercicio regularmente para enviar oxígeno a todas las células de tu cuerpo a �n de que tu cerebro y tu cuerpo puedan funcionar al 100%.
3. Conéctate con otras personas. Pasa tiempo con amistades o familiares. Las actividades organizadas son estupendas, pero salir simplemente a dar una vuelta también va bien. Hacer cosas con personas que nos aprecian y a quienes apreciamos nos ayuda a estrechar lazos y a sentirnos bien. La diversión y la experiencia de compartir nos alegra la vida y nos ayuda a preocuparnos menos por las cosas. Si hay algo que te preocupa o estresa, el hecho de hablar sobre ello con alguien que sepa escuchar y que te aprecie puede ayudarte a sentirte y ser capaz de afrontar tus problemas.
PRINCIPIOS BÁSICOS PARA SALIR DE LA ANSIEDAD
4. Conéctate con la naturaleza. Dar un paseo por un parque, hacer una excusión por el monte o playa puede ayudar a cualquiera a sentirse en paz y conectado con la tierra. Actividades como pasear, hacer montañismo, coger la bicicleta, ofrecen el bene�cio añadido del ejercicio físico. Invita a un par de amistades —o familiares— y disfruta al mismo tiempo de la sensación de conexión.
5. Practica la relajación. Todos creemos que sabemos relajarnos. Pero repanchingarse delante de la pantalla del ordenador o TV no es relajarse de verdad. Lo que necesita el cuerpo son técnicas de relajación —como la respiración profunda, el taichi o el yoga— que producen efectos físicos sobre la mente. Por ejemplo, la respiración profunda ayuda a relajar un nervio importante que va del diafragma hasta el cerebro, enviando un mensaje a todo el cuerpo para que se relaje y se deje ir.
PRINCIPIOS BÁSICOS PARA SALIR DE LA ANSIEDAD
Informarse:
Escuchar de forma activa a la persona que sufre el problema de ansiedad e intentar comprender lo que le está pasando, sin desacreditarla ni descon�ar de él o de ella.
Esto implica:
Mostar una actitud de entendimiento, comprensión y disponibilidad hacia nuestro familiar y/o persona de nuestro entorno.
Evitar las descali�caciones. Eliminar las broncas, reproches, comentarios irónicos o juicios morales. Este tipo de comportamientos propiciarán que la persona se sienta juzgada, ridiculizada y rechazada.
Evitar la culpabilización. Culpabilizar implica que se atribuye toda la responsabilidad de la situación problemática a la persona que la está sufriendo, por lo que puede hacer que se sienta más angustiada e incapaz.
No dramatizar o angustiarse tanto o más que quien sufre de ansiedad. Esta manera de proceder crearía más alarma todavía y sobredimensionaría el problema.
TELEGRAMA PARA FAMILIARES Y AMISTADES DE PERSONAS QUE SUFREN ANSIEDAD
Ayudar a objetivar las situaciones. La ansiedad implica una tendencia a sobrevalorar las amenazas e infravalorar los recursos. Podemos ayudar a analizar de forma más objetiva y realista la situación para animar a la persona a hacer frente a la misma, en lugar de sobreprotegerla y corroborar sus miedos desproporcionados.
Generar expectativas realistas de solución. Interesa que la persona sepa que a pesar de tener ansiedad puede llegar a disponer de las estrategias necesarias para que ésta pueda superarse.
Brindar apoyo:
Animar al familiar o al amigo, amiga a enfrentarse progresiva-mente a los miedos y a las situaciones y/o circunstancias que los ocasionan: es fácil que no encuentre el momento, el miedo no hace atractivas las situaciones de las que se adueña.
Estar muy pendiente de los argumentos que sostiene la perso-na cuando se muestra reticente a enfrentarse a los miedos, dado que es posible que el miedo quede enmascarado entre excusas muy bien elaboradas que pueden llegar a sonar convincentes.
Reforzar los avances que se van consiguiendo (alabanzas, elogios, felicitaciones, celebraciones, ... ) y , sobre todo, demostrar satisfacción por los esfuerzos realizados.
Ofrecer ayuda, sin sobreproteger, que se retirarán a medida que la persona mejora.
TELEGRAMA PARA FAMILIARES Y AMISTADES DE PERSONAS QUE SUFREN ANSIEDAD
Pide ayuda
900 840 845¡Aquí nos tienes!
No lo dudes, ¡llámanos!
Pide ayuda al Teléfono de la Esperanza de Gipuzkoa. Estaremos contigo en tus peores momentos y en los mejores, cuando estés
convencido de que nunca saldrás de tu bloqueo y cuando empieces a ver la luz.
www.telesgi.org
Nadie sufre porque quiere, sino porque no dispone de las herramientas
necesarias para dejar de hacerlo.
En muchas ocasiones, lo que una persona necesita no es una mente brillante que le hable, sino un corazón paciente que le escuche.
