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1 ELEMENTOS DE LINGÜISTICA Y SEMIOTICA PROGRAMA Carlos Reynoso Segundo cuatrimestre de 2010 1. Introducción a la teoría lingüística contemporánea a) Antecedentes de la lingüística científica: la lingüística histórica, la filología y la investigación fol- klórica. Lingüística diacrónica aplicada a la etnohistoria: lexicoestadística y glotocronología. b) Ferdinand de Saussure: el análisis sincrónico y los fundamentos de la lingüística y la semiología modernas. 2. Fonología y lingüística funcional Nociones de fonética. Fonética acústica y articulatoria. La escuela de Praga y la fonología. Las bases lingüísticas del análisis estructural. Aplicaciones y reformulaciones del análisis estructural en antropología. Extensiones transdisciplinarias: modelo lingüístico y código genético; adquisición del lenguaje y afasia. Estudios fonológicos del simbolismo sonoro y la glosolalia. Fases posteriores de la lingüística funcional: la enunciación. 3. La lingüística norteamericana hasta 1950 a) El idealismo lingüístico. Boas y el lenguaje. Antropología y lingüística en la obra de Edward Sapir. Benjamin Lee Whorf y el relativismo lingüístico. Kenneth Pike, la metodología del Instituto Lingüístico de Verano y el ideal emic de la investigación. El relativismo linguístico en la actualidad. Everett y el caso Pirahã. b) Positivismo y conductismo. La concepción del lenguaje de Leonard Bloomfield. La lingüística sin semántica. La descripción conductista de las lenguas aborígenes norteamericanas. Distribucio- nalismo. El aprendizaje lingüístico según Skinner. 4. Gramática Generativa Transformacional. Introducción a los modelos generativos. La crítica de Chomsky al estructuralismo lingüístico y al conductismo. El desarrollo del modelo generativo transformacional: teoría standard, standard extendida y standard extendida y ampliada. Tendencias actuales: modelo del régimen y ligazón, gramática léxico funcional y gramática relacional. Relevancia antropológica de las hipótesis del innatismo y de la gramática universal. La polémica Chomsky-Piaget. Modelos generativos en antropología. 5. Sociedad, lenguaje y comunicación. Teorías integrativas a) Etología cognitiva (Comunicación animal, zoosemiótica). Rudimentos de lenguaje en animales, de Hans el Listo a Nim Chimpsky. Especificidad del lenguaje humano. Lenguaje, cerebro y cuerpo en neurociencia.

Clases 2010

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    ELEMENTOS DE LINGISTICA Y SEMIOTICA PROGRAMA

    Carlos Reynoso

    Segundo cuatrimestre de 2010

    1. Introduccin a la teora lingstica contempornea

    a) Antecedentes de la lingstica cientfica: la lingstica histrica, la filologa y la investigacin fol-klrica. Lingstica diacrnica aplicada a la etnohistoria: lexicoestadstica y glotocronologa.

    b) Ferdinand de Saussure: el anlisis sincrnico y los fundamentos de la lingstica y la semiologa modernas.

    2. Fonologa y lingstica funcional

    Nociones de fontica. Fontica acstica y articulatoria. La escuela de Praga y la fonologa. Las bases lingsticas del anlisis estructural. Aplicaciones y reformulaciones del anlisis estructural en antropologa. Extensiones transdisciplinarias: modelo lingstico y cdigo gentico; adquisicin del lenguaje y afasia. Estudios fonolgicos del simbolismo sonoro y la glosolalia. Fases posteriores de la lingstica funcional: la enunciacin.

    3. La lingstica norteamericana hasta 1950

    a) El idealismo lingstico. Boas y el lenguaje. Antropologa y lingstica en la obra de Edward Sapir. Benjamin Lee Whorf y el relativismo lingstico. Kenneth Pike, la metodologa del Instituto Lingstico de Verano y el ideal emic de la investigacin. El relativismo lingustico en la actualidad. Everett y el caso Pirah.

    b) Positivismo y conductismo. La concepcin del lenguaje de Leonard Bloomfield. La lingstica sin semntica. La descripcin conductista de las lenguas aborgenes norteamericanas. Distribucio-nalismo. El aprendizaje lingstico segn Skinner.

    4. Gramtica Generativa Transformacional. Introduccin a los modelos generativos.

    La crtica de Chomsky al estructuralismo lingstico y al conductismo. El desarrollo del modelo generativo transformacional: teora standard, standard extendida y standard extendida y ampliada. Tendencias actuales: modelo del rgimen y ligazn, gramtica lxico funcional y gramtica relacional. Relevancia antropolgica de las hiptesis del innatismo y de la gramtica universal. La polmica Chomsky-Piaget. Modelos generativos en antropologa.

    5. Sociedad, lenguaje y comunicacin. Teoras integrativas

    a) Etologa cognitiva (Comunicacin animal, zoosemitica). Rudimentos de lenguaje en animales, de Hans el Listo a Nim Chimpsky. Especificidad del lenguaje humano. Lenguaje, cerebro y cuerpo en neurociencia.

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    b) El lenguaje y el "contexto de situacin": orgenes y desarrollo de la sociolingstica inglesa (Malinowski, Firth, Halliday).

    c) Cdigos restringidos y elaborados (Bernstein). Teoras y polmicas en la sociolingstica y la sociologa del lenguaje norteamericana (Labov, Fishman).

    d) Pragmtica y lingstica del habla. Austin y los actos de habla. Dell Hymes: etnografa del habla y etnografa de la comunicacin. Tendencias actuales de la pragmtica.

    e) Teora y prctica del anlisis del discurso y del anlisis de contenido. Modelos de redes y sus herramientas.

    7. Semiologa y Semitica

    a) Peirce, Morris y la teora general de los signos. Derivaciones: Milton Singer y la antropologa semitica. Dan Sperber y la reaccin antropolgica contra la semiologa.

    b) La Escuela de Tartu: Lotman y la tipologa de las culturas. La antropologa semitica en la Unin Sovitica. Bajtn y la problemtica del signo ideolgico. Vigencia de Bajtn en la semitica y la antropologa cultural.

    c) La semiologa en Francia, de Barthes a Kristeva. Intertextualidad e ideologema. d) Semitica italiana. Rossi-Landi y la alternativa marxista en semitica. Umberto Eco y la produccin

    social de los signos. Parte especial: Niveles y unidades de anlisis

    1. Los niveles del anlisis lingstico. Consideraciones generales desde las distintas corrientes de la lingstica contempornea.

    2. Fontica y fonologa. Nociones bsicas

    2.1 Fontica articulatoria: puntos y modos de articulacin. El alfabeto fontico internacional (IPA).

    2.2 El fonema. Inventario de sonidos. Contraste y pares mnimos. Rasgos distintivos. Los alfonos: principio de similaridad fontica y distribucin complementaria. Ejemplificacin y ejercitacin con distintas lenguas del mundo.

    Morfologa y sintaxis: Nociones bsicas

    3.1 El morfema: segmentacin y alomorfos. Morfema libre y morfema ligado. Afijos, races y clticos. Morfologa flexional y derivacional. Significado social de algunos afijos: honorficos, personas inclusivas y exclusivas, evidenciales. Ejemplos en distintas lenguas del mundo.

    3.2 Otras unidades gramaticales: Palabra, frase, clusula, oracin Criterios para su delimitacin.

    3.3 Tipologas morfolgicas tradicionales: lenguas aislantes, lenguas aglutinantes, lenguas fusionales y lenguas polisintticas.

    3.4. Sintaxis y universales lingsticos: Orden de los constituyentes. Relaciones sintcticas: lenguas acusativas y lenguas ergativas. La gramtica de casos (Fillmore). Carlos Reynoso

    Profesor Titular Regular Mayo de 2010

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    ELEMENTOS DE LINGSTICA Y SEMIOTICA Bibliografa

    Segundo Cuatrimestre de 2010 1. Introduccin a la teora lingstica contempornea

    Ardener, Edwin. Antropologa social y lenguaje, Bs.As., Paids, 1976, "Introduccin", pp. 1-77 (R).

    Henson, Hilary. "Los primeros antroplogos ingleses y el lenguaje", en E. Ardener, Op. cit., pp. 79-102 (T).

    Penchoen, Thomas. "La glotocronologa", en Andr Martinet (director), Tratado del lenguaje. La evolucin de las lenguas, Bs. As., Nueva Visin, 1977, pp. 91-109 (T).

    Saussure, Ferdinand de. Curso de Lingstica General, Madrid, Alianza, 1984. Introduccin (cap. 3 y 4), Primera parte (cap. 1) y Segunda parte (cap. 4 y 5) - (P).

    2. Fonologa y lingstica funcional.

    Benveniste, Emile. "El aparato formal de la enunciacin". En Problemas de Lingstica General, Mxico, Siglo XXI, 1977.

    Casetti, Francesco y Federico Di Chio. "Cmo analizar un film", en El Anlisis de la Comunicacin, Bs.Aires, Paids, 1991.

    Jakobson, Roman. "El lenguaje en relacin con otros sistemas de comunicacin", en Essais de Linguistique Gnrale, 1968 (P).

    Lvi-Strauss, Claude. Antropologa Estructural, Bs. As., Eudeba, vs. eds., Cap.II ("El anlisis estructural en lingstica y en antropologa") - (R).

    Reynoso, Carlos. 1998. Corrientes en antropologa contempornea. Buenos Aires, Biblos, pp. 187-208 (R).

    3. La lingstica norteamericana hasta 1950

    Bloomfield, Leonard. Lenguaje, Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1964, pp. 23-47 y 161-185 (R).

    Comrie, Bernard, Matthew Dryer, David Gil y Martn Haspelmath. 2005. World Atlas of Language Structures (WALS). Londres, Oxford University Press (Libro, CD y programa analtico).

    Everett, Daniel. 2005. Cultural constraints on grammar and cognition in Pirah. Current Anthropology, 46(4): 621-646, traduccin de la ctedra (T, P).

    Gleason, Henry. Introduccin a la lingstica descriptiva, Madrid, Gredos, 1975, pp. 182-210 (Constituyentes inmediatos) - (R).

    Pike, Kenneth. "Puntos de vista ticos y micos para la descripcin de la conducta", en A.G. Smith (ed.), Comunicacin y cultura, Bs. As., Nueva Visin, 1976, vol. I, pp. 233-248 (T).

    Reynoso, Carlos. 2008. Relatividad lingstica, en Ciencia cognitiva y antropologa del conocimiento. Buenos Aires, Editorial SB (en curso de edicin).

    Rossi-Landi, Ferrucio. Ideologas de la relatividad lingstica, Bs. As., Nueva Visin, 1974 (P).

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    Whorf, Benjamin Lee. "Ciencia y Lingstica", en Lenguaje, pensamiento y realidad, Barcelona, Barral, 1970, pp. 235-247 (P).

    4. Gramtica generativa transformacional.

    Chomsky, Noam. Reglas y representaciones, Mxico, FCE, 1982, II, pp. 56-97 (T).

    Chomsky, Noam. Crtica de "Verbal Behavior" de B.F. Skinner, en R. Bays, Chomsky o Skinner?, Barcelona, Fontanela, 1980 (R).

    Gardner, Howard. La nueva ciencia de la mente, Bs. As., Paids, 1987, pp. 204-246 (R).

    Nique, Christian. Introduccin metdica a la gramtica generativa, Madrid, Ctedra, 1985 (Seleccin de la ctedra) - (R).

    5. Sociedad, lenguaje y comunicacin

    Bernstein, Basil. "Cdigos elaborados y restringidos. Sus orgenes sociales y consecuencias", en A.G. Smith, (ed.), Op. Cit., vol. 3, pp. 45-65 (R).

    Halliday, M.A.K. El lenguaje como semitica social, Mxico, F.C.E., 1986, pp. 143-266 (R).

    Hymes, Dell. "La Sociolingstica y la etnografa del habla", en E. Ardener, Op. cit., pp. 115-152 (T).

    Pratt, Mary Louise. 1991. Utopas Lingsticas.

    Ricoeur, Paul. 1988. "La accin considerada como texto", en Hermenutica y Accin, Argentina, Docencia, pp.47-93 (P).

    Robins, Robert. "Malinowski, Firth y el 'contexto de situacin'", en Ardener, Op. cit., pp. 103-113 (T).

    Sherzer, Joel. Sobre la Lingstica y otras Disciplinas: Una Perspectiva desde la Antropologa. Apunte.

    Sherzer, Joel. 1992. Formas del habla kuna. Quito, Abya-Yala, cap. I (P).

    Searle, John. 1980. Actos de Habla, Madrid, Ctedra, cap.II y III (pp.31-79) (P).

    Williams, Raymond. Marxismo y Literatura, Madrid, Pennsula (P).

    6. Semiologa y Semitica.

    Barthes, Roland. Elementos de semiologa, Madrid, Alberto Corazn, 1972 (T).

    Eco, Umberto. Tratado de semitica general, Barcelona, Lumen, 1977, caps. 2.14 y 3.9 (pgs. 232-248 y 457-472) - (R).

    Ekman, Paul y Wallace Friesen. "Origen, uso y codificacin: Bases para cinco categoras de conducta no verbal", Bs. Aires, Nueva Visin, 1967 (P).

    Lotman, Yuri. "Un modelo dinmico del sistema semitico", en Semitica de la Cultura, Madrid, Ctedra, 1979, pp. 93-110 (P).

    Lozano, Joge. "Introduccin a Lotman y la Escuela de Tartu", Idem, pp. 9-37 (T).

    Lozano, J. Pea Marin y G. Abril. Analisis del discurso. Madrid, Ctedra, 1994 - Seleccin (P).

    Peirce, Charles Sanders. Carta a Lady Welby del 12/10/1904. Varias ediciones (P).

    Rossi-Landi, Ferruccio. Programacin social y comunicacin, Ed. Redondo, s/f (P).

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    Volosinov, Valentin (Mijail Bajtn). El signo ideolgico y la filosofa del lenguaje, Bs. As., Nueva Visin, 1976 (seleccin), (R).

    Niveles y Unidades de Anlisis - Lecturas:

    FONTICA Y FONOLOGA (Gua de ctedra) (obligatoria) MALBERG, B., 1986 La fontica , EUDEBA (recomendada)

    JAKOBSON, R., G. FANT y M.HALLE, 1969. Preliminaries to Speech Analysis., MIT Press * (recomendada)

    BLOMFIELD, L. 1926. A set of postulates for the science of language. Language, 2: 153-164 (recomendada)

    HOCKETT, CH. 1942. A system of descriptive phonology, Language, 8: 3-21 (obligatoria)*

    SCHANE, S.A. 1979. Introduccin a la fonologa generativa, Barcelona, Ed. Labor, Caps. 1,2,3 (obligatoria).

    HALLE, M. y G.N.CLEMENTS, 1991. Problemas de fonologa, Madrid, Ed. Minerva. Introduccin (obligatoria) Morfologa y Sintaxis Lecturas: MORFOSINTAXIS (Gua de Ctedra) (obligatoria)

    HOCKETT, CH. 1947. Problems of morphemics analysis, Language, 23: 321-343 (R) *

    HOCKETT, CH. 1954. Two models of grammatical description, Word, 10: 210-231 * (R)

    LYONS, J. 1969. Introduction to Theoretical Linguistics, Cambridge, Cambridge University Press. Cap. 5 Unidades gramaticales (R)

    PAYNE, T., 1997. Describing Morphosyntax. A guide for field linguistics. Cambridge: Cambridge U.P. Cap. 2: Tipologa morfolgica (P) *

    DURANTI, A.2000. Antropologa Lingstica, Madrid, Cambridge University Press. Cap. 6 El significado de las formas lingsticas (P) Referencias:

    (T) : Bibliografa alternativa a las clases tericas. Obligatoria para alumnos libres. (P) : Lecturas obligatorias para trabajos prcticos. (R) : Textos optativos, de lectura recomendada. La literatura en ingls se trabajar en base a traducciones de la ctedra.

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    ELEMENTOS DE LINGSTICA Y SEMIOTICA

    Segundo cuatrimestre de 2010 Objetivos

    El objetivo principal del programa propuesto no es el de impartir conocimientos de lingstica

    y semitica por s mismas, como parte de un acervo de cultura general que el estudiante debe asimilar, sino el de destacar por un lado la problemtica del lenguaje y de los signos en relacin con la antro-pologa, y de demostrar por el otro la necesidad de interpretar esos fenmenos desde un conjunto representativo de marcos tericos, susceptibles de clarificar (por su correspondencia formal) los entramados referenciales y los diseos de investigacin de nuestra propia disciplina, cualquiera sea el objeto.

    De esta manera, la materia asume un inters que se debe tanto a sus contenidos como a las formas tericas que en ella se abordan, facilitando a los estudiantes tanto informacin sustantiva sobre el lenguaje y la semiosis como experiencia en el uso de diversos modelos (estructuralistas, genera-tivos, conductistas, hermenuticos, etc.) cuya comprensin resulta esencial en el contexto de la antropologa contempornea. Esta perspectiva implica que la enseanza de una teora no slo se aborda como exploracin de una serie de postulados ms o menos contingentes sobre el lenguaje, sino adems como recurso para alcanzar familiaridad con concepciones tericas cuyas estructuras discursivas vuelven a encontrarse casi sistemticamente en otros campos de la prctica disciplinar.

    Esta doble inflexin, que coordina una indagacin de los problemas bsicos con una reflexin crtica sobre el modo en que se los aborda, impone una actitud selectiva frente a la enorme abun-dancia tanto de fenmenos como de teoras y prcticas. De aqullos se han escogido los que parecen ser ms cruciales desde el punto de vista de una teora de la sociedad o de la cultura; de stos, se han seleccionado los que parecen ser ms productivos para la antropologa, prescindiendo en algunas oca-siones del valor que se les otorga en su mbito de origen.

    Por ello no se propone aqu el estudio de teoras de mrito indudable (como la glosemtica, la tagmmica o la lingstica estratificacional) que son difciles de extrapolar adecuadamente a la antropologa y cuya relacin con la problemtica de la cultura es ms bien indirecta. No obstante, y respondiendo literalmente al carcter introductorio de la materia, se procura transferir al alumno la capacidad necesaria como para comprender y tipificar razonablemente cualquier texto lingstico, y profundizar en l por cuenta propia. Organizacin del material de clases tericas

    Las clases tericas, preparadas con editores de texto y tcnicas de desktop-publishing, se edi-tarn conforme a las sucesivas unidades temticas (ms que en correspondencia con las clases en s) y estarn disponibles apenas terminadas de dictar, tanto en papel como en el campus virtual. Las tcni-cas utilizadas permiten estructurar sus contenidos de acuerdo con los objetivos fijados, introduciendo las modificaciones, aclaraciones y complementos que sean necesarias a juzgar por el ciclo de evaluacin y los informes de trabajos prcticos. Las clases de modifican y restructuran todos los aos, en concomitancia con los nuevos aportes tericos, metodolgicos e instrumentales. Algunas unidades, a partir de este ao, sern de modalidad terico-prctica, ensendose en ellas el manejo de programas de anlisis y formulacin de hiptesis, como WALS (Comrie y otros 2005).

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    Organizacin del trabajo y evaluacin

    La organizacin de la materia comprende siete unidades temticas, cada una de las cuales (a

    excepcin, naturalmente, de la primera) presupone el conocimiento de las anteriores y se liga comple-mentaria u opositivamente con las restantes. El lineamiento principal est dado por el material de las clases tericas, que oficia de nexo organizador, y con referencia al cual se ofrece como alternativa pa-ra alumnos libres (o como refuerzo para alumnos regulares) bibliografa de teora lingstica selec-cionada conforme a los criterios de utilidad antropolgica ya sealados. La materia ser de promocin normal, con tres evaluaciones parciales y obligacin de asistencia al porcentaje usual requerido de clases prcticas. A partir de los conocimientos que se imparten en el ncleo terico de la materia se plantean dos modalidades de actividad prctica.

    La primera comprende la discusin pormenorizada de los problemas bsicos planteados en cada unidad temtica y la comparacin sistemtica de los marcos tericos en conflicto. El trabajo e-mergente habr de ser una elaboracin de orden crtico, en favor o en contra de alguna de las tenden-cias analizadas y con la correspondiente fundamentacin. Como alternativa a este trabajo (que podra obligar a una toma de partido carente de motivacin real) el estudiante podr desarrollar una compa-racin entre dos o ms posturas tericas, un trabajo de sntesis en torno al seguimiento de un proble-ma o una elaboracin original equivalente, que compute como segunda evaluacin.

    La segunda modalidad de trabajo consiste en una prctica de anlisis semiolingstico segn marcos tericos a definir, que habrn de ejecutarse sobre un texto o conjunto de textos de inters antropolgico en el curso de todo el cuatrimestre, de acuerdo con los principios que se vayan presen-tando y poniendo a prueba en las clases prcticas. Esta actividad ser objeto de la tercera evaluacin parcial. El primer tipo de actividad familiariza a los estudiantes con la discusin terica, mientras que el segundo impone la adquisicin y el uso de un mtodo de anlisis experimentado relativamente en profundidad y focalizado sobre material concreto. La primera evaluacin parcial, no discutida hasta aqu, se plantea como examen parcial convencional, para garantizar un seguimiento aceptable de las clases tericas y para reforzar, de ser necesario, los puntos ms dudosos.

    Carlos Reynoso

    Profesor Titular Regular

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    ELEMENTOS DE LINGUISTICA Y SEMIOTICA Prof. Carlos Reynoso 2010 [email protected]

    I

    a) La lingstica histrica. El evolucionismo lingstico. La filologa y la investigacin folklrica. Lingstica diacrnica: lexicoestadstica y glotocronologia.

    Introduccin

    Esta materia se propone distintos objetivos, que ahora pasamos a enumerar. Uno de ellos es el de mostrar que no es posible investigar rigurosamente un fenmeno cultural como el lenguaje sin adoptar un marco terico que defina cules aspectos son pertinentes y cules no.

    Adoptar un marco terico impone sesgos en la perspectiva, recortes en el objeto y arbitrarie-dades en la seleccin de los hechos a tener en cuenta. Probablemente ustedes encontrarn que algunas teoras, sobre todo algunas de las que van a revisarse en la primera mitad del programa, resultan un tanto extravagantes. Por cierto, algunas teoras plantean una simplificacin de los fenmenos obser-vables, una idealizacin de los hechos, que en principio puede parecer arbitraria. El sentido comn aconsejara tomar en consideracin la totalidad de los datos que pueden obtenerse o la mayor cantidad posible de hechos observables, otorgando igual importancia a todos ellos. Para el sentido comn, todo el mundo sabe qu es el lenguaje (acaso todos no somos hablantes de alguno?) y no parece haber inconveniente en convenir que la funcin del lenguaje es comunicar significados. Pero en lingstica, como en cualquier otra ciencia, el sentido comn por s solo no lleva muy lejos; ya tendremos oportunidad de demostrarlo.

    Espero que hacia el final del cursado de esta materia puedan comprender por qu determina-dos marcos tericos practican algn ejercicio de arbitrariedad, por qu establecen simplificaciones que a primera vista pueden parecer excesivas, o por qu idealizan los fenmenos que refieren. Tratar de demostrar adems que no es ni posible ni deseable afrontar los hechos sin una teora previa, y que cuando se afirma que no se posee teora alguna, lo que se tiene en realidad es una teora sobre la cual se ha reflexionado poco y que por lo tanto acta sin que se la pueda controlar.

    Lo que nosotros desarrollaremos en este curso es una lingstica no prescriptiva que versa so-bre teoras y prcticas que tampoco lo son. Vamos a ver que ya desde principios de siglo la lingstica no se ocupa del "buen hablar", sino de las formas que se dan concretamente en el lenguaje, inde-pendientemente de que algunos acadmicos puedan pensar que estn bien o estn mal. An las es-cuelas de lingstica ms proclives al anlisis abstracto toman como punto de partida el lenguaje hablado real. Concentrarse en torno del lenguaje hablado pone tambin en un segundo plano al len-guaje escrito, que slo ha de ser en lingstica un objeto circunstancial. Una de las cosas que debern aprenderse en este curso es renunciar a pensar en los sonidos del lenguaje como "letras".

    Otra de las cuestiones que quisiera subrayar a lo largo de esta materia es la correspondencia que existe, en general, entre los marcos tericos de la lingstica y la semitica por un lado y los programas tericos de la antropologa por el otro. En ambos casos vamos a encontrarnos con empi-ristas, idealistas, estructuralistas, fenomenlogos, posmodernos, universalistas, relativistas y toda una serie de tendencias tericas, de supuestos, de mtodos, que prcticamente ocurren paralelamente en una disciplina y en la otra, a veces remontndose a los mismos precursores y a similares crculos

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    acadmicos. Algunas polmicas fundamentales (como la dicotoma entre las ciencias emic y las etic) atraviesan simultneamente a todos estos campos disciplinares.

    Ms de una vez encontraremos que esta o aquella teora antropolgica se origina expresamen-te en una teora lingstica; este es el caso del estructuralismo. Encontraremos tambin el caso inver-so, como en la llamada antropologa cognitiva, en que toda una concepcin acerca del significado, toda una corriente semntica contempornea, se origina en una problemtica y en una investigacin de orden antropolgico. Sera interesante aprovechar esta materia para tender un puente entre las teoras antropolgicas y las lingsticas, y para contemplar determinados tipos tericos que quiz puedan apreciarse mejor cuando tratan de fenmenos del lenguaje que cuando tratan de aspectos de la cultura.

    Esto habremos de enfatizarlo sobre todo cuando abordemos el estructuralismo. Las tendencias estructuralistas cubren la mayor parte de las teoras lingsticas que vamos a investigar aqu. Compro-baremos que la reaccin contra el estructuralismo es relativamente reciente, y que en lingstica al menos todava no es mayoritaria. Lo que quisiera, en definitiva, es aprovechar esta incursin por el estructuralismo lingstico para sacar conclusiones acerca del estructuralismo en antropologa y de toda una serie de corrientes tericas que se derivan de l.

    Podra decirse que este programa discurre a dos niveles: uno es el que concierne al lenguaje en sentido estricto, al lenguaje hablado, a la lengua, o (de acuerdo con determinadas corrientes lingsti-cas) a la lengua y al habla; la otra parte del programa concierne a los sistemas de signos aparte del lenguaje, o tal vez a los sistemas de signos, lenguaje incluido, pero poniendo nfasis en una teora general de los signos ms que en un modelo construido a partir del anlisis del lenguaje. En general, podemos considerar que histricamente la mayor parte de las teoras semiticas o semiolgicas1, so-bre todo en Europa, se origina en la teora y en la prctica lingstica. Como quiera que sea, los estu-dios lingsticos como modelo de mtodo y el lenguaje como modelo de sistema de signos siempre habrn de ser referentes especiales en el estudio de la comunicacin, aunque a veces su importancia no sea recalcada de manera explcita. Una de las formas en que yo pretendo acercar la problemtica del lenguaje a las problemticas antropolgicas, es a travs de la mediacin de las teoras de los signos y de los sistemas de comunicacin en general.

    Lamentablemente, para manejar estas teoras es necesario dar un rodeo y ocuparse de modelos lingsticos que en un primer anlisis pueden parecer demasiado apartados de nuestras preocupacio-nes antropolgicas primordiales. Pero despus veremos que, incluso las teoras lingsticas ms abs-tractas, ms alejadas de las problemticas concretas de la antropologa, sirven como heursticas o como modelos para abordar una serie de problemas bastante concretos. Esto lo habremos de corrobo-rar a propsito de lo que tal vez sea el modelo ms abstracto que se examinar en el curso de esta materia, que es el modelo fonolgico de la escuela de Praga.

    Les deca que la mayor parte de las teoras lingsticas de este siglo estn englobadas dentro de la corriente de pensamiento que se conoce como estructuralismo. Como es sabido, esta es una corriente que alcanza su apogeo en la dcada del 60, que ltimamente est bastante diversificada, o en ciencias sociales (como dice Giddens) quiz muerta. Actualmente, en efecto, se habla de tendencias post-estructuralistas, las cuales se confunden con la corriente principal de los aos 80 y 90, que, probablemente, a nivel de las ciencias sociales, tal vez sea el posmodernismo. Sea como fuere, el estructuralismo surge, por lo menos en lingstica, en la primera dcada de este siglo, de modo que es

    1 No hay ninguna diferencia entre semitica y semiologa, aunque existe cierta tendencia a denominar "semiolgicas" a las investigaciones de la comunicacin o los sistemas de signos que se desarrollan en Europa a partir de las ideas de Saussure, en tanto se acostumbra llamar "semitica" a estudios que se ocupan del mismo objeto, pero conforme a una tradicin que se inicia en Estados Unidos con Charles Sanders Peirce.

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    anterior al llamado estructuralismo en matemticas (la lnea de Bourbaki, por ejemplo). Despus vamos a ver cul es el punto de origen de las tendencias estructuralistas en antropologa.

    De lo que nos ocuparemos en esta primera unidad temtica es de las corrientes histricas de la lingstica, o sea lo que se ha dado en llamar lingstica diacrnica. Y lo vamos a hacer como modo de establecer un contraste que presente ms marcadamente las caractersticas tericas del estructura-lismo que ha de surgir a principios de este siglo. Porque el estructuralismo, tanto en lingstica como en antropologa, enfatiza el orden sincrnico ms que el devenir, las estructuras estables ms que los procesos de cambio.

    Lo que haremos a rengln seguido ser tratar de caracterizar el estado de la lingstica hacia finales del siglo pasado. Por supuesto, deberemos incurrir en ms de una simplificacin, porque la lin-gstica histrica, o los estudios histricos del lenguaje, continan en la actualidad. De ninguna mane-ra hay que suponer que en el siglo pasado los fenmenos del lenguaje se estudiaban histricamente y en este siglo, a partir del auge del estructuralismo, comenzaron a estudiarse sincrnicamente, es decir con prescindencia del cambio. Pero en lneas generales podemos decir que as es. Las tendencias his-toricistas o diacronistas en la lingstica contempornea son, hoy en da, absolutamente minoritarias. En el siglo pasado, en cambio, no se conceba estudiar la lengua si no era histricamente. Preocuparse por el transcurso del tiempo y concebir las cosas como cambiantes es muy plausible. El problema con aquellos estudios histricos del lenguaje es ms bien de orden metodolgico.

    El lenguaje ha sido una preocupacin constante; podemos remontarnos fcilmente a las espe-culaciones griegas acerca del lenguaje, o incluso a las refinadas elaboraciones tericas de los lin-gistas hindes del siglo V a.C., como Pnini. Este ltimo haba planteado un esquema de anlisis del lenguaje sumamente parecido a las modalidades estructuralistas, posteriores en 2500 aos, incluyendo una especie de notacin algebraica que compendiaba en forma de reglas las estructuras fundamentales del snskrito. Si bien existen escuelas sumamente rigurosas en el siglo XVII, (como la Escuela "carte-siana" de Port-Royal), a mediados del siglo XIX una parte importante de los razonamientos sobre el lenguaje era metodolgicamente dbil, comparada con los estndares que rigen en la actualidad. La lingstica antigua, si es que puede hablarse de ella, era ms un saber humanista, una prctica erudita, que propiamente una ciencia. Lingstica evolucionista

    Nota: Esta seccin de la primera bolilla, junto con la siguiente sobre glotocronologa, no es admisible como tema de eleccin libre para el examen final oral, aunque sus contenidos deban ser estudiados de todas maneras. Justifica esta excepcin el hecho de que las teoras aqu tratadas no califican como propuestas cientficas y descentran la posibilidad del tratamiento comparativo de los marcos tericos mejor elaborados.

    La mayor parte de los antiguos anlisis del lenguaje reposaba sobre criterios y mtodos espe-culativos y aproximativos. Hasta bien entrado este siglo, no exista, por ejemplo, una forma de no-tacin fontica que permitiera representar con fidelidad todos los matices sonoros de las distintas lenguas. Y a mediados del siglo pasado, la lingstica, junto con otras ciencias sociales, apareca dominada por el evolucionismo, y en este caso por una concepcin relativamente ingenua del evolu-cionismo.

    Casi todos los grandes tericos lingsticos de la segunda mitad del siglo XIX estaban con-vencidos de que el lenguaje haba seguido una evolucin similar a la que haban experimentado con toda evidencia las formas vivientes y presuntamente las culturas. Partiendo de un esquema e-volucionista, por ejemplo, se pensaba que el lenguaje haba evolucionado de las formas ms sencillas a las formas ms complejas. Y, siendo coherentes con el marco evolucionista en general, se sostena tambin que las distintas manifestaciones del lenguaje contemporneas (y en particular las lenguas indgenas), representaban otras tantas formas cristalizadas de la evolucin del lenguaje. Esto quiere

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    decir que algunas de las lenguas habladas actualmente en el mundo representaran estados anteriores en la evolucin del lenguaje, cuyo desarrollo culminaba (segn distintas opiniones) ya sea en las lenguas clsicas o en las lenguas europeas modernas. Una lengua "arcaica" constitua un ejemplo de una etapa por las que las lenguas progresivas ya haban pasado.

    En particular se hablaba de tres etapas en la evolucin del lenguaje. Y si les doy esta informa-cin es porque algunos lingistas utilizan todava estos criterios evolucionistas para clasificar las len-guas. Se deca que en un principio el lenguaje haba pasado por una etapa que se poda caracterizar como aislante. Un lenguaje aislante consiste en una serie de trminos que significan cosas, pero que no son gramaticalmente analizables, no se pueden descomponer en unidades gramaticales individua-les. En las lenguas aislantes haba prcticamente una palabra para cada cosa o conjunto de cosas.

    Un ejemplo de una lengua aislante, decan los tericos del siglo XIX, sera el chino. No slo por ser monoslabico, sino porque el chino, segn crean estos lingistas, careca de gramtica. No es que no hubiera prescripciones sobre cmo hablar el chino. Que una lengua carezca de gramtica quiere decir que no est compuesta por elementos complejos, sino por unidades indivisibles. La len-gua china, arquetipo de las lenguas aislantes, es simplemente un conjunto de palabras, y los cambios en el sentido solamente se pueden llegar a dar a travs del distinto ordenamiento de las palabras en la frase. Cheu pei significa "la parte de atrs de la mano"; pei cheu, "poner la mano detrs de la espalda", y as el resto.

    Los tericos evolucionistas suponan que despus de esta etapa de lenguas aislantes haba ve-nido una etapa en que algunas lenguas evolucionaron hacia una pauta aglutinante. Dicho de otro modo, las lenguas aglutinantes sucedieron, evolutivamente, a las lenguas aislantes.

    Las lenguas aglutinantes, como por ejemplo el turco, o la mayor parte de las lenguas aborge-nes americanas, incluyen ya, aparte de las palabras originarias de los radicales, algunas seales gramaticales que se agregan al principio, al final o en el interior de estos radicales, y que constituyen una especie de gramtica rudimentaria. A las races se les agregan afijos, que pueden ser prefijos, si estn antes de las palabras, infijos si estn incrustados, o sufijos, si son posteriores. Estas categoras gramaticales todava se manejan para hacer referencia a algunas caractersticas de este tipo de las lenguas actuales, de las lenguas que, segn los tericos evolucionistas, seran las lenguas flexivas.

    Este tercer tipo de lenguas, las flexivas o flexionales, seran, por supuesto, las ms avanza-das. El modelo de una lengua flexiva sera el latn o el griego. Seran lenguas que se manejan en funcin no ya del encuentro o de la coalicin ms o menos ocasional de races y seales gramaticales, sino que son lenguas que se originan de acuerdo con un sistema de flexin, de declinacin, de con-jugacin. Nuestra lengua, por ejemplo, sera una lengua flexional. Una lengua relativamente avanzada, segn los criterios evolucionistas, aunque en este sentido no tanto como el griego o el latn; con el tiempo las lenguas indoeuropeas, excepto las eslavas, han simplificado enormemente sus sistemas de flexin.

    Los evolucionistas siempre tuvieron una especie de ambivalencia frente al hecho de que, de a-cuerdo con los cnones del evolucionismo, las lenguas deban evolucionar de lo ms sencillo a lo ms complejo. Este esquema de progreso es bsico en cualquier esquema evolucionista. Pero la ambiva-lencia de que hablbamos se origina en el hecho de que algunas lenguas muertas, como el griego cl-sico o el latn, son ms complejas y tericamente ms avanzadas desde el punto de vista evolucionista, que las lenguas que le sucedideron histricamente, como el italiano o el griego contemporneo.

    Cmo salieron de este atolladero los evolucionistas? Hay que aclarar que este esquema de e-volucin no solamente se manejaba a nivel de un esquema abstracto de evolucin de las lenguas, sino que tena incluso connotaciones racistas. Cierto lingista de principios de siglo deca que sera un crimen que un hombre flexivo se case con una mujer aglutinante. Y se supona verdaderamente que las lenguas primitivas eran incapaces de expresar sutilezas y matices de pensamiento, o de originar filosofas como las que se haban gestado en occidente, a caballo de lenguas avanzadas y sistemticas.

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    Pero en determinado momento, a medida que se iban conociendo mejor las lenguas de las culturas aborgenes, se comenz a comprobar que muchas de ellas eran estructuralmente ms complicadas que las lenguas reconocidamente modernas, como por ejemplo el ingls.

    Cmo salir del paso cuando la evidencia se pone en contra? Algunos evolucionistas salvaron la dignidad diciendo que en realidad el criterio para valorizar la progresividad de una lengua no pasa por la complejidad o por la simplicidad, sino por la economa, por el sentido prctico. Esta era una manera de salvar al ingls, por ejemplo, que es una lengua infinitamente ms sencilla2 que la mayor parte de las lenguas aborgenes conocidas.

    Entonces el criterio para poner en tela de juicio una lengua aborigen, deba ser modificado. Ya no se poda hablar de complejidad, porque las lenguas aborgenes eran ms complejas, sino que se empez a decir que las lenguas aborgenes testimoniaban una mentalidad poco prctica y que a-bundaban en una serie de matices intiles. An en la actualidad hay algunos reflejos de esta idea, como cuando George Steiner escribe:

    "Los idiomas ms refinados y elaborados coexisten con modos de subsistencia extremadamente primi-tivos y fundados en una economa rudimentaria. Muchas culturas despliegan en su vocabulario y en su sintaxis refinamientos y energas adquisitivas de las que su vida cotidiana carece por completo. Las riquezas lingsti-cas funcionan como mecanismos compensatorios. Algunas hordas hambrientas del Amazonas dilapidan en el comentario de su condicin ms tiempos verbales de los que hubiera podido emplear Platn" (Despus de Ba-bel, Mxico, FCE, 1980, p.75).

    Determinado lingista de fines de siglo pasado, observaba que una lengua aborigen norteame-ricana obligaba a especificar una serie de factores que una lengua prctica y avanzada como el ingls pasara por alto. Por ejemplo, para decir que "un hombre mat al conejo", en la lengua ponca haba que especificar que el hombre, un hombre, animado, de pie, en caso nominativo, mat intencional-mente arrojando determinado objeto a un conejo macho, animado, que estaba sentado, en caso ob-jetivo. Es decir, todas estas seales y todas estas especificaciones de sentido tenan que formar parte de la enunciacin para expresar simplemente que "un hombre mat a un conejo".

    Esto se estimaba como una especie de desperdicio, como un gasto intil de energa mental; y entonces los evolucionistas de la escuela de Powell comenzaron a admitir que las lenguas primitivas son verdaderamente precisas pero muy poco prcticas, que conforman ms bien un lastre para la mentalidad contempornea, y que han sido incluso un impedimento para el desarrollo de las ciencias.

    Estamos entonces en que los evolucionistas sostenan que los lenguajes se haban desarrollado histricamente, se haban perfeccionado de alguna manera, obedeciendo a un telos oculto; los crite-rios para construir la progresin debieron cambiar: primero el progreso iba de lo ms simple a lo ms complejo, luego de lo ms superfluo a lo ms prctico; pero exista en todo caso una forma de aco-modar jerrquicamente las lenguas.

    Una de las cosas que tenemos que sacar en claro de aqu, es que no existen verdaderamente lenguas primitivas. Y esto es algo que si los lingistas lo saben, los antroplogos lo tienen que saber mejor. No existen lenguas incapaces de expresar matices de significado que se puedan expresar en otras. Quizs, en ciertas lenguas, determinadas expresiones conceptuales requieran ms palabras o ms parfrasis y circunloquios que en otras, pero bsicamente en todas las lenguas se puede expresar lo mismo.

    Despus vamos a ver que hay distintas formas y distintas estructuras de lenguas, aunque no vamos a estudiar lenguas aborgenes ni vamos a describir gramticas. El hecho es que hay lenguas que

    2 Estructuralmente, ya que no en su lxico.

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    siguen distintas estrategias que otras para ir incorporando nuevos conceptos y nuevas formas de expresin, aunque todas son capaces de desarrollarse, si es que no de crecer.

    Todas las lenguas evolucionan. No existen lenguas que estn detenidas en el tiempo. Existen algunas lenguas, como por ejemplo el islands, que por razones culturales no incorporan, como hacen todas las lenguas en general, neologismos; es decir, no agregan al inventario lxico trminos origina-dos en otras lenguas, como lo hacemos nosotros, que decimos por ejemplo "jet" o "televisor", prove-niente de un trmino ingls o del griego.

    En determinadas lenguas se van gestando formas de decir, parfrasis, explicaciones, descrip-ciones, que reemplazan a formas anteriores. Las academias y los doctores de la lengua van recomen-dando trminos que deben ser incorporados a la misma. Esto ltimo pasara, tericamente, con el rabe. De todas maneras esta es una concepcin absolutamente terica. De hecho, las lenguas evolu-cionan mucho ms all de lo que les gustara a las academias del lenguaje.

    Pero la evolucin es un concepto muy amplio, en el que caben innumerables modalidades, tan-to progresistas como conservadoras. Para redondear este panorama esquemtico de las tendencias lin-gsticas histricas del siglo pasado, tendramos que hacer referencia a uno de los principales tericos, un terico arquetpico de mediados del siglo pasado, un personaje que ha tenido una gran influencia en la antropologa de principios de este siglo, y sobre todo en los estudios folklricos. Me refiero a Max Mller. Algunos que hayan hechos materias de folklore probablemente haya odo hablar de l. En mis tiempos de estudiante las materias de folklore incluan algunos textos de Mller, junto a los de otros autores todava ms arcaicos, y no siempre se haca la salvedad del paso del tiempo para situar sus esquemas tericos en el debido contexto. Esto es, se tomaban las propuestas de Mller como pos-tulados cientficos en pleno derecho, dndoles cabida junto a teoras posteriores harto ms sensatas.

    Max Mller era tambin evolucionista y haba elaborado un sistema que se apartaba en algu-nos puntos importantes del evolucionismo clsico de Darwin en biologa o de Tylor en antropologa. Max Mller incluso polemiz con Tylor. Tylor fue probablemente el primer terico importante de la antropologa en el siglo pasado, y como es natural militaba en el evolucionismo.

    Lo que afirmaba Tylor (y lo que negaba Max Mller) era que el lenguaje se originaba en la ex-presin de las emociones, en una serie de experiencias o sensaciones inmediatas. Para Tylor las pri-meras palabras debieron haber sido muy semejantes a ruidos; en un primer momento el lenguaje debi haber sido puramente onomatopyico, y la prueba est, deca Tylor, en que todas las lenguas poseen palabras que tienen un claro origen onomatopyico. "Asno" se dice e en egipcio, "cuervo" es crow en ingls, "gato" es mau en chino, "fusil" es gun en ingls y pung en botocudo, "pito" es pipit en malayo. A Tylor le era relativamente fcil ejemplificar, porque el ingls posee un gran nmero de trminos derivados de imitaciones, de estilizaciones lingsticas de sonidos.

    Hago referencia a esta teora de Tylor y a lo que va a ser la de Max Mller simplemente para ilustrar el tipo de argumentacin terica y la clase de problemas de las que se ocupaba la lingstica hasta principios de este siglo. Todo ello tena que ver con una concepcin del conocimiento de puro sentido comn: hacer ciencia consista en desvelar los "orgenes" de algo, aunque no existiera para fundamentar ese argumento ninguna prueba rotunda. Y una demostracin consista en una acumula-cin de ejemplos, tanto mejor cuanto ms abundantes, aunque existieran innumerables casos en con-trario.

    Max Mller disenta de Tylor respecto al origen del lenguaje. Y en su lugar propona otra teo-ra que no era menos conjetural. Mller deca que el nico testimonio que hay acerca del lenguaje pri-mitivo es el mito. Explicaba de esta manera tanto el lenguaje como la mitologa. Afirmaba concreta-mente que el lenguaje es manifestacin del pensamiento, y que los mitos testimonian un estado ante-rior del lenguaje, y, por lo tanto, un estado anterior del pensamiento. Aseveraba que los mitos se haban originado en el mismo perodo en que se form el lenguaje, un perodo al que l llama mito-potico. En ese perodo las palabras eran, por as decirlo, pesadas, difciles de manejar, como que

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    decan demasiadas cosas, o tenan una enorme carga de sentido. De ah que a los contemporneos nos provoque extraeza el lenguaje mitolgico. Mller deca que el mito es algo que requiere una expli-cacin, y una explicacin que puede darse es sta que lo relaciona con un estado anterior del lenguaje, en el que exista otra relacin que la que hoy existe entre lenguaje y significacin.

    En los mitos, segn Mller, los fenmenos se nombran de acuerdo con sus atributos. El sol, por ejemplo, es "el iluminador", los ros son "los que corren", y as todo. Mller sacaba estas ideas de las antiguas etimologas griegas, latinas y snskritas3. Para Mller el snskrito representaba el estado originario del lenguaje. Las races snskritas, en las que por ejemplo la que designa a los ros expresa un atributo, seran supervivencias del estado inicial de la humanidad.

    Todas estas no son ideas demasiado memorables desde el punto de vista terico o metodol-gico, y como les deca, simplemente las exponemos para que despus pueda apreciarse el contraste que va a significar el advenimiento de la lingstica estructuralista en la primera dcada de este siglo. Segn Max Mller, con el tiempo se fue olvidando el sentido originario de los mitos; el lenguaje fue cambiando en su forma de significar, en sus modos de referirse a las cosas del mundo: ya no lo haca mediante la enumeracin de los atributos, sino que significaba de diversas formas. Y los mitos quedaron como una especie de reliquia de un estado anterior. De un estado en el cual el hombre todava no dominaba el lenguaje como despus pudo hacerlo, sino que lo manejaba con torpeza. Por eso Max Mller deca: los mitos son una enfermedad del lenguaje.

    Esta teora de Mller, con todo lo conjetural que puede haber sido, fue en su momento una de las teoras ms elaboradas y avanzadas acerca del lenguaje tanto como acerca de la mitologa. Habra que ponerse un poco en situacin. Cul era el contexto histrico y cientfico que permita el desarrollo de este tipo de especulaciones acerca del lenguaje? En aquella poca, estudiosos como Max Mller (que era concretamente especialista en lenguas indoeuropeas, estudioso del snskrito y de las religiones orientales) eran estudiosos tpicos; y su modelo, que hoy parece un modelo tpico de anticuario aficionado, era el modelo cientfico habitual. Ciertas prcticas del folklore y la antropologa en Alemania y en Europa oriental conservan, todava hoy, el mismo regusto por el dato erudito y la misma tolerancia hacia la especulacin.

    Ese tipo de teoras elaboradas sobre todo por orientalistas, ms que por antroplogos o lin-gistas, constituy una actividad sumamente frecuente entre mediados y fines del siglo pasado. Era una actividad frecuente porque existi, como subproducto de la situacin colonial, una importante inquietud por el estudio de las lenguas y las culturas exticas. Esto se dio sobre todo a partir de fines del siglo XVIII, principios del XIX, cuando los eruditos europeos descubrieron que la lengua India antigua, el snskrito, estaba emparentada con las lenguas de la Europa contempornea. Al mismo tiempo se imaginaba que el snskrito vdico (uno de los testimonios de textos ms antiguos que exis-te, aunque su trasmisin haya sido oral) era algo as como un testimonio de los albores de la humanidad.

    El siglo XIX fue el perodo en el que se originan intentos por sistematizar, por explicar, estas similitudes encontradas entre las lenguas de culturas sumamente diversas. Se invent el rtulo de in-doeuropeo para hacer referencia a esta super-familia lingstica, que abarcaba tanto al snskrito como a la mayor parte de las lenguas europeas, con escasas excepciones, como el fins, el vasco o el hn-garo.

    Y se lleg al extremo de imaginar cul haba sido la cultura correspondiente a la lengua in-doeuropea madre, a la del idioma indoeuropeo en sentido estricto. Uno de los eruditos que acos-

    3 La etimologa (el estudio cientfico del origen de las palabras) fue una de las actividades predilectas de la fase filolgica y humanista de los estudios lingsticos. En los aos recientes se importancia ha disminuido mucho, y ya no sostiene como antes lo haca que el significado de las antiguas palabras est de algn modo subyacente, soterrado, oculto, en los significados actuales.

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    tumbraba a acomodar las lenguas en este esquema de las tres etapas que vimos al principio de esta clase, lleg a componer poemas en indoeuropeo, una lengua al fin y al cabo conjetural, que consista en denominadores comunes de las diversas lenguas indoeuropeas histricas.

    Si bien el estado de la investigacin siempre estuvo aferrado a la conjetura y al capricho, este es un periodo en el que se origina verdaderamente una inquietud por la historia de las lenguas. El in-doeuropeo posee una historia documentada de casi tres mil aos. Y despus vamos a ver que muchas de las teoras contemporneas de la lingstica histrica, se basan ms que nada en el estudio y en el anlisis de las lenguas indoeuropeas.

    En aquella poca se supona que la lengua y la raza eran fenmenos afines. As como existan, para los evolucionistas, lenguas arcaicas o lenguas primitivas, tambin existan razas menos desarro-lladas, menos capaces, ms primitivas. Se lleg a pensar que la raza y la lengua corran juntas. Que all donde se hablara una lengua primitiva estbamos tambin en presencia de una raza cerebralmente poco desarrollada (aunque sus potencialidades se reputaran idnticas), y que el testimonio de este dficit se hallaba en el atraso cultural de determinadas sociedades.

    Con el tiempo se lleg a la conclusin de que raza y lengua no son conceptos interdependien-tes. No se puede utilizar como se utiliz en el siglo pasado, indiscriminadamente, evidencia lingstica para determinar la distribucin y la diferenciacin racial. En el siglo pasado se pensaba que los crite-rios eran paralelos y que la lengua poda usarse como una especie de prueba sustituta para completar un esquema de evolucin, distribucin o historia de las razas o de los pueblos.

    Y bajo esta idea se hicieron una serie de propuestas acerca del origen por ejemplo, de las ra-zas americanas. Un lingista de mediados del siglo pasado, John Kennedy se llamaba, pretendi probar que los indgenas de Amrica provenan de otros continentes, en este caso de Africa occi-dental, basndose en un puado de palabras afines. El mtodo de los folklorlogos alemanes difu-sionistas conocido como "palabras y cosas" (Wrter und Sachen) se inspira en la idea de que ambas viajan juntas con quienes las transportan.

    Algunos folkloristas algo ms recientes (como el argentino Carlos Vega) han creido probar el origen ocenico de ciertos elementos culturales precolombinos de Amrica guindose por criterios parecidos, que a partir de ahora ustedes podrn juzgar mejor en lo que valen. Pero, en definitiva, todo este tipo de conjeturas y de teoras basadas en pruebas a todas luces insuficientes, fue dejando paso a una perspectiva que ya se anuncia como un estudio cientfico del lenguaje. Los neogramticos

    Si todas las corrientes que revisamos hasta ahora acatan los principios del evolucionismo, la primera corriente "cientfica" de estudios lingsticos tena que ver ms bien con el ideal positivista de la ciencia. Esta corriente de fines del siglo pasado y principios de ste se conoce como neogramtica. En realidad esta es una traduccin bastante poco afortunada del calificativo de "jvenes gramticos", que mereci un grupo de estudiosos alemanes a fines del siglo pasado.

    Estos neogramticos abandonaron, por empezar, todo lo que tuviera que ver con construccio-nes imaginativas del origen o de la historia de las lenguas. El modelo neogramtico prohiba la es-peculacin. Esta es una de las razones por las cuales se reconoce en esta corriente algo que se parece a lo que vino despus.

    Lo de "neogramtica" tiene que ver con el hecho de que la mayor parte de las tendencias lin-gsticas del siglo XIX se encuadraba en lo que se llam filologa o gramtica comparada, la cual era fundamentalmente descriptiva. La gramtica de los neogramticos se propona no solamente describir la historia de las lenguas y el cambio lingstico, sino explicarlo. Y esto es algo que surge claramente del ideal positivista de la ciencia.

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    Esto fue, podramos decir, de mil ochocientos setenta y pico hasta, yo dira, 1900, 1910. In-cluso despus vamos a ver que el fundador de lo que se reconoce como la lingstica cientfica en el sentido estricto, que es Ferdinand de Saussure, fue en su juventud miembro de esta escuela neo-gramtica, e incluso escribi un tratado que se reconoce como la obra culminante de la escuela neogramtica, antes de fundar la lingstica cientfica bajo el signo del estructuralismo.

    Lo que proponan los neogramticos es desanimizar, podramos decir, el concepto que se te-na sobre el lenguaje, quitarle todas las metforas orgnicas o biolgicas que se desarrollaron en la lin-gstica evolucionista. Deseaban eliminar los resabios animistas o biologicistas, y toda una serie de metforas que cubran la concepcin que se tena de los lenguajes. En esa poca se hablaba de lenguas que sufran enfermedades, o que moran o que declinaban, como si fueran organismos vivientes. Y esto es algo con lo que rompe la corriente neogramtica, que se propona encontrar las causas verifi-cables del cambio lingstico en la actividad concreta de los seres humanos, en la actividad observable de los hablantes.

    En el canon neogramtico no se estudiaba entonces tanto la lengua, como una especie de fe-nmeno independiente, que tena un perodo de crecimiento, de juventud, de madurez y de decre-pitud, sino que se observaba sobre todo la actividad lingstica. Y algo que caracteriz a los neo-gramticos era que se ocupaban no de grandes periodos histricos, a lo largo de milenios, sino que examinaban de cerca transiciones de fase entre dos estados de una misma lengua. Los neogramticos, por primera vez, redujeron la escala de las observaciones para definir un objeto mucho ms manejable.

    No viene al caso retener los nombres de los neogramticos (Georg Curtius, Hermann Paul, K. Brugmann); en la actualidad estas referencias a la corriente neogramtica son poco ms que una cu-riosidad. En primer lugar, porque la lingstica de nuestra poca cambi los parmetros; no solamente porque profundiz en los criterios de rigor cientfico, impuestos por los neogramticos, sino porque puso en el anlisis de la lengua un nfasis totalmente ajeno a las inquietudes historicistas propias del siglo XIX.

    Lo que cabe rescatar de los neogramticos es que por primera vez propusieron que el cambio lingstico, la evolucin de las lenguas, o como se lo quiera llamar, era un fenmeno que deba tener cierta sistematicidad, deba obedecer a una serie de reglas, deba atenerse a un orden susceptible de investigacin sistemtica. Tambin decan los neogramticos que, dado que la lengua es una actividad humana, las explicaciones de la conducta lingstica y del cambio lingstico, se tienen que buscar dentro de las reglas generales que rigen la conducta humana.

    Antes de abordar las corrientes lingsticas relativamente modernas, vamos a sealar una serie de puntos que caracterizaron a las corrientes lingsticas anteriores y que ya han dejado de ser impor-tantes. Por ejemplo, ningn lingista en sus cabales propondra hoy una teora acerca de los orgenes del lenguaje, incluso este es un tema que no se estudia en la actualidad, no porque sea poco importante determinar cul es el origen del lenguaje, sino porque no hay modo de abordar el problema desde el punto de vista lingstico.

    Una de las razones que impiden que estos estudios puedan afrontarse obedece a que no exis-ten testimonios de lenguas arcaicas, precarias o primitivas. Como ya les dije, no solamente todas las culturas tienen lenguas evolucionadas y relativamente complejas, sino que incluso remontndonos a los testimonios lingsticos ms antiguos, testimonios lingsticos que podemos remontar a cuatro o cinco mil aos atrs, no encontramos la menor traza, el menor signo de una lengua en estado de for-macin.

    Se reconoce que el ser humano adquiri el lenguaje muchsimo antes de que adquiriera la forma de fijarlo por escrito, de modo tal que todo lo que pueda decirse sobre lenguas originarias carece absolutamente de validez. Ustedes saben que se han propuesto diversas lenguas como la lengua madre, pero esto es una actividad que era propia del siglo pasado y no de ste. Max Mller

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    deca, por ejemplo, que el snskrito era la lengua ms antigua y que testimoniaba una humanidad que se encontraba en plena juventud. Y hoy se reconoce que los testimonios conocidos de la lengua snscrita corresponden a una cultura sumamente desarrollada, la cultura vdica, que nada tiene que ver con una humanidad primitiva o primigenia. Los restos ms antiguos del snskrito corresponden a una cultura compleja y a una sociedad ya plenamente urbanizada.

    Lo mismo cabe decir del hebreo, por ejemplo, que se ha promovido como la lengua madre a partir de la exgesis bblica, y hoy se admite sin gran cuestionamiento que el hebreo, los testimonios ms antiguos del hebreo, son dos o tres mil aos ms recientes que los testimonios de otras lenguas.

    Lo que subsiste como inquietud cientfica es la investigacin del origen de la capacidad lin-gstica, no del origen de tal o cual lengua, de determinadas familias de lenguas o del origen de las pa-labras, sino de lo que puede observarse por ejemplo a travs del examen de restos seos de de-terminadas especies homnidas. En paleoantropologa se estudia a partir de qu periodo el hombre es capaz de producir sonidos lingsticos, examinando las improntas de las caractersticas corticales, que segn hoy se sabe estn relacionadas con esa capacidad. Tambin se emplean criterios observacionales provientes de la etologa.

    Uno de los temas ms candentes para los etlogos, tiene que ver con la posibilidad de que de-terminadas especies animales posean algo as como un lenguaje. El semilogo norteamericano con-temporneo Thomas Sebeok, sostiene que la actividad comunicativa, el manejo de signos, es algo que caracteriza a todas las especies vivientes, en mayor o menor grado. Sebeok habla incluso no slo de semitica para hacer referencia a esta motividad sgnica, sino de zoosemitica o de biosemitica.

    Numerosos lingistas, sin embargo, argumentan que el lenguaje es una capacidad especfica-mente humana; ms an, sostienen que es una capacidad que permite definir al ser humano como algo relativamente separado y superior al resto de los animales. Esto por supuesto implica negar el carcter de lenguaje a las actividades sgnicas de los primates superiores aparte del hombre. Ultimamente se ha estado investigando, por ejemplo, la capacidad de los chimpancs, e incluso de los gorilas, para a-prender y desarrollar modos de comunicacin que podran definirse como lenguajes. Son particular-mente interesantes los estudios de la trasmisin lingstica en grupos de primates.

    Incidentalmente se ha descubierto que determinados chimpancs, adecuadamente enseados, son capaces de aprender lenguajes de signos como el AMESLAN o "American Sign Language", un lenguaje gestual gestual de los sordomudos norteamericanos; se ha probado que los chimpancs son capaces de combinar los signos del AMESLAN de manera tal de producir nuevas frases, y hasta poseen la capacidad para trasmitir esas habilidades a su descendencia.

    Por supuesto que esto ha originado toda una disputa acerca de si se puede asimilar el aprendi-zaje realizado por estos chimpancs con el aprendizaje lingstico que desarrollan los seres humanos. Como quiera que sea, estas nuevas investigaciones han desplazado el antiguo inters del siglo XIX por las reconstrucciones conjeturales, y han fijado una serie de problemticas que, si bien todava se mantienen, son absolutamente perifricas respecto de la corriente principal de la lingstica, que versa sobre cuestiones quiz no tan apasionantes pero mejor delimitadas. Como vamos a ver en las clases siguientes, la mayor parte de las corrientes contemporneas en lingstica son sincrnicas, estudian es-tados del lenguaje y no procesos de cambio lingstico.

    Las preocupaciones histricas de la antigua lingistica son comprensibles. No solamente haba que explicar el hecho del lenguaje en s, sino que haba que explicar antes que nada la diversidad de las lenguas. Ustedes sabrn que existen alrededor de 4000 o 5000 lenguas distintas. Todo depende de cul sea el criterio que se utilice para considerar que dos lenguas emparentadas son o no la misma. Este tipo de problemas en lingstica es sumamente complicado. Se han discutido mucho (y esto lo vamos a ver ms adelante cuando hablemos de sociolingstica) los criterios que sirven para demarcar una lengua; tngase en cuenta que en el interior de lo que llamamos un idioma las manifestaciones del

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    habla concreta son absolutamente heterogneas, y estn desparejamente articuladas segn las clases sociales, los sexos, las profesiones, las edades.

    Las fronteras entre una lengua y otra, entonces, son sumamente nebulosas, pero de todas ma-neras, grosso modo, los lingistas reconocen varios miles de lenguajes o dialectos distintos. En el siglo pasado esta diversidad se explicaba de diferentes formas. Un lingista, que no viene al caso mencionar aqu, postulaba que las lenguas se deban haber originado por el hecho de que se aban-donaba a los nios, los nios se criaban solos, no aprendan ninguna lengua, entonces se ponan de acuerdo e inventaban una. Ustedes se darn cuenta que existen pocas oportunidades de probar una teora semejante.

    Con el correr del tiempo, hacia 1870 decamos, surge la escuela neogramtica que trata de acabar con toda esta floracin de conjeturas, y sienta las bases de los primeros anlisis rigurosos del lenguaje. Existen algunos intentos aislados por formular leyes, que en un principio van a ser de carcter histrico. Existe una ley famosa, la ley de Grimm, postulada por el conocido fillogo que tambin particip en la recoleccin de las narrativas tradicionales alemanas, que establece ciertas regularidades en la evolucin de los lenguajes.

    Los neogramticos queran ir ms lejos y sobre todo queran explicar hechos del lenguaje que aparentemente quiebran su regularidad, es decir, su carcter de objeto que obedece a leyes. Ustedes sabrn que, por ejemplo, las lenguas indoeuropeas distinguen entre verbos regulares y verbos irregu-lares. Para dar un ejemplo sencillo, en ingls el pasado de un verbo regular se forma aadiendo el sufi-jo "d" o "ed" a la raz del verbo; sin embargo, existe dentro del ingls una gran cantidad de verbos, que ellos llaman irregulares, en los que para formar el pasado se utilizan otros recursos fonolgicos, recursos que no obedecen a una pauta regular (ej keep -> kept).

    Los neogramticos fueron los primeros en plantear que esta aparente falta de leyes se tena que explicar encontrando el estado de la lengua dentro del cual estas transformaciones ocurrieran regularmente; es decir, la transformacin que hace que "keep" se transforme en "kept", a pesar de ser menos numerosa que la transformacin anterior, deba ocurrir en nmero tal y con referencia a un estado global del lenguaje que confiriera a esa transformacin caracter ms o menos sistemtico. An las aparentes excepciones deben estar sujetas a leyes. Glotocronologa

    Haremos referencia ahora a una de las pocas corrientes histricas dentro de la lingstica con-tempornea. Es importante que quede claro que la tendencia que vamos a caracterizar como gloto-cronologa, no pertenece a las corrientes lingsticas del siglo pasado, no es una corriente antigua. Se origina entre 1951 y 1953. El hecho de que la mencionemos ahora se debe, como les deca antes, a que es una de las pocas corrientes diacrnicas o histricas que vamos a tener oportunidad de revisar.

    La glotocronologa, adems, tiene cierto inters de cara a la antropologa, por cuanto se im-plement como una herramienta auxiliar no slo de los estudios lingsticos, sino de la etnohistoria y de la arqueologa. Incluso se dira que la idea para formular el mtodo glotocronolgico surgi por analoga del mtodo de datacin por el carbono 14, que se utiliza para determinar la edad de una muestra. Los que hayan cursado materias de arqueologa sabrn ms o menos en qu consiste.

    Lo que se pretenda hacer en glotocronologa era medir el tiempo transcurrido desde que dos lenguas pertenecientes a una misma familia se haban separado. La glotocronologa no trabajaba en-tonces sobre una muestra lingstica sino sobre por lo menos dos. Y la posibilidad de datacin estaba dada por la cantidad de trminos que se haban conservado iguales o parecidos en una lengua y otra.

    Ahora estoy simplificando un poco la cosa; despus introduciremos algunos trminos tcnicos. Lo que ha de enfatizarse ahora es, simplemente, que la glotocronologa todava aparece en los ma-

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    nuales de etnohistoria, de lingstica o de arqueologa, como un mtodo relativamente confiable para la datacin de este tipo de fenmenos.

    La glotocronologa surgi en los Estados Unidos en 1953 por iniciativa de Morris Swadesh, y muy pronto varios lingistas norteamericanos especialistas en lenguas aborgenes se unieron a esa propuesta. Durante 10 aos, ms o menos, la glotocronologa fue un mtodo respetado. En 1960, por ejemplo, comienza a aparecer una de las principales revistas norteamericanas de antropologa, Cu-rrent Anthropology; y el primer artculo del Current, que es una revista que sigue saliendo y es donde se publica la mayor parte de los trabajos de ndole terica de la antropologa norteamericana, es un trabajo de glotocronologa, donde Dell Hymes practica una defensa del mtodo.

    Esto quiere decir que entre 1951/53, cuando surge la glotocronologa, y 1960, no solamente haba gozado de cierta distincin sino que ya era necesario defenderla. Ustedes se van a dar cuenta que el mtodo propuesto por los glotocronlogos, o como se los quiera llamar, es difcilmente defendible; en general se considera que hacia 1962 el periodo de vigencia de la glotocronologa, por lo menos en su formulacin inicial, caduc. En 1962, en esa misma revista que se haba inaugurado con una nota sobre la glotocronologa, se publica una contraprueba, es decir, un caso que refuta la validez de la glotocronologa, o por lo menos la pone en tela de juicio.

    La glotocronologa parte de cuatro supuestos. El primer supuesto es que en toda lengua una parte del vocabulario cambia ms lentamente que el resto. Es decir, dentro del inventario lxico de una lengua existe una parte relativamente privilegiada, bsica, que est poco sujeta a cambios. Esto es lo que los glotocronlogos llaman vocabulario no cultural o ncleo lxico; esta expresin quiere decir que hay una regin del vocabulario que no depende de la cultura ni est sujeto a cambio de acuerdo con los cambios culturales, sino que se tratara de una entidad lingsticamente estable.

    Este lxico bsico se refiere no a los trminos que pueden variar de una cultura, de una socie-dad a otra, sino a trminos que necesariamente tienen que estar presentes en todas las lenguas. Dicho de una manera ms tcnica, esa parte del vocabulario refleja trminos que tienen que estar necesariamente lexicalizados en todas las lenguas. Es decir, tiene que existir una palabra para de-signarlos, en todos los idiomas. Esa parte del vocabulario incluira por ejemplo las partes del cuerpo, los trminos que designan las manos, los pies, o las actividades biolgicas fundamentales, comer, dormir, morir, o fenmenos naturales presentes en todas partes, fuego, agua, lluvia, sol, luna... Es decir, los elementos ms inmediatamente presentes y universales de la experiencia.

    Este ncleo, entonces, estara lexicalizado en todas las lenguas. Y estar lexicalizados quiere decir que existen trminos o existen palabras que se refieren a esos conceptos. Este es el primer supuesto, entonces, de la glotocronologa. Que existe dentro de todo el vocabulario una parte que, por diversas razones, necesariamente es universal, y que al ser universal, al no depender de los caprichos de la cultura, al aprenderse ms tempranamente en el proceso de enculturacin, es tambin ms resistente, el menos variable.

    El segundo supuesto afirma que el ritmo de cambio del vocabulario bsico es constante a travs del tiempo. Esto no quiere decir que las lenguas cambien todas a la misma velocidad. Nos estamos refiriendo no a las lenguas en su conjunto, sino al vocabulario bsico. Segn ellos este voca-bulario cambia, en todas las lenguas, aproximadamente segn el mismo ritmo de cambio. O lo que es lo mismo, en todas las lenguas el ritmo de retencin del vocabulario bsico sera el mismo.

    Y por qu afirman esto? Lo importante es que no se trata de una concepcin a priori, sino que se trata, aparentemente, de un hallazgo que puede generalizarse. No se trata de una hiptesis caracterstica, que despus va a ser confirmada o refutada a travs de los hechos, sino que se trata de una generalizacin a partir de una serie de hechos observados. En principio, cuando se hace esta formulacin de la glotocronologa, existen una serie de pruebas que parecen confirmar esta segunda suposicin.

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    Los glotocronlogos presentan inventarios de lo que ellos llaman el vocabulario bsico de una serie de lenguas. La mayora de estas lenguas son indoeuropeas, pero tambin hay casos como el del japons o el rabe. Y esos inventarios parecen demostrar que efectivamente el ritmo de cambio del vocabulario bsico es constante. Los glotocronlogos afirmaban que si tomamos cien palabras del n-cleo bsico de una misma lengua, vamos a encontrar que al cabo de 1000 aos cambia un porcentaje de alrededor del 19%. En todas las lenguas ese porcentaje de cambio es el mismo.

    Esta teora se puede formular solamente en el caso de que exista documentacin. Es decir, la formulacin inicial de esta teora requiere que se conozcan dos estados de la lengua, en este caso a 1000 aos de distancia uno de otro. Que se pueda demostrar que las lenguas que se estn compa-rando estn emparentadas y que las dos lenguas evolucionaron segn el mismo ritmo de retencin.

    Lo que sucede es que a partir de ah, podramos decir que el mtodo se independiza de la prueba. Es decir, se postula ya como un hecho confirmado que todas las lenguas en su vocabulario bsico cambian a la misma velocidad. El nmero que les dije recin no es azaroso. Lo que dicen los glotocronlogos es que el ritmo de cambio de una lengua, al cabo de mil aos, es del 19% aproxima-damente, o en otras palabras que el 80 u 81% del vocabulario bsico permanece constante al cabo de 1000 aos.

    El tercer supuesto dice, entonces, que ese ritmo de cambio es el mismo en todas las lenguas. Es una generalizacin de un hallazgo para una lengua, a una muestra de originariamente 11 pares de lenguas: egipcio medio/copto; latn clsico/rumano moderno; alto alemn/alemn moderno; chino cl-sico/chino moderno; latn de Plauto/francs de Molire; caribe dominicano/caribe moderno; latn cl-sico/portugus moderno; koin/griego chipriota; latn clsico/italiano moderno; ingls antiguo/ingls moderno; latn de Plauto/espaol del 1600.

    El cuarto supuesto dice que si se conoce el porcentaje de cognados (es decir, el porcentaje de trminos que permanecen iguales) en dos muestras lingsticas de lenguas emparentadas, se puede medir el tiempo que ha transcurrido desde que esas dos lenguas se separaron.

    En definitiva, la resultante operativa de la glotocronologa, era una formulita que establece que el tiempo mnimo transcurrido desde que se separaron dos lenguas, equivale a este algoritmo: el logaritmo de c, que es el nmero de cognados, es decir de trminos del vocabulario bsico, sobre el logaritmo de r, la famosa constante de los glotocronlogos, y que vale ms o menos 0.81, es decir el 81% que se supone que no cambia. Este porcentaje indicara la cantidad de afinidades retenidas despus de un milenio de separacin. Hay formas distintas de expresar esta frmula, pero conceptualmente son variantes de lo mismo. Por lo comn se la escribe de esta forma:

    t = log c / log r

    Una frmula que se deriva de la anterior es esta: d = log c / 2 log r

    Donde c denota al vocabulario comn entre dos lenguas y r la tasa de resistencia propia de la

    lista, expresada en porcentaje. Si encontramos, para hacer nmeros redondos, que en dos lenguas emparentadas el lxico b-

    sico difiere en un 19%, es casi seguro que ambas lenguas se separaron hace mil aos. Como puede

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    verse, el mtodo glotocronolgico supone la aceptacin de supuestos considerablemente atrevidos, aunque algunas de sus ideas concuerden con el ms burdo sentido comn4.

    Ahora bien, tiene alguna incidencia el hecho de que una lengua haya sido fijada por escrito? Se ha comprobado que la escritura es un buen mtodo de fijacin de las prcticas del lenguaje. De todas maneras, los glotocronlogos tendran una serie de defensas ante ese tipo de argumentacin. Dado que ellos no se refieren a la totalidad del lxico, que es enorme, sino a un ncleo bsico que, para hacer nmeros redondos y facilitar cuentas, establecieron en 100 trminos, es decir los 100 trminos ms bsicos y corrientes e inmediatos del lenguaje, ellos dicen que poco importa que la lengua est fijada por escrito o no, porque la frecuentacin de uso, la inmediatez de todos esos trmi-nos hacen relativamente irrelevante que se los fije o no por escrito.

    Inclusive esos trminos se aprenden, y eso verdaderamente cualquiera puede testimoniarlo: los nmeros del uno al diez, los trminos que designan a los fenmenos inmediatos o a las partes del cuerpo, se aprenden mucho antes de saber leer y escribir.

    El cuarto principio de la glotocronologa es el que hace posible que ella se conciba no como una hiptesis, sino como una herramienta auxiliar de la arqueologa, la antropologa, la etnohistoria. Los glotocronlogos estudian el vocabulario bsico, al que ya tienen estandarizado en una hojita que es de distribucin gratuita en todos los institutos de glotocronologa, y en la que constan los 100 trminos de ese vocabulario. Hay varias versiones, algunas de ellas de 200 trminos o ms, que incluyen los pronombres personales, palabras que designan cualidades como grande o chico, o nociones como hombre, mujer, persona, pescado, perro, rbol (cmo se aplicara la ltima palabra en Groenlandia o en el Sahara?).

    Los glotocronlogos afirman que aunque la imagen sonora de ciertos trminos haya variado, se puede establecer con facilidad si permanecen constantes o no. Por ejemplo, comparando la ex-presin castellana "dos" y el ingls "two", se puede demostrar mediante algn artificio fonolgico que estn emparentados, y as sucesivamente.

    Aqu es donde empiezan los problemas de la glotocronologa. Tal como ella est formulada, lo peor que le podra pasar a la glotocronologa es que se encuentren dos muestras correspondientes a dos estados de la misma lengua que no hayan evolucionado en un tiempo dado segn el ritmo en que la glotocronologa prescribe que debera hacerlo. La glotocronologa es una hiptesis refutable. Y eso es fatalmente lo que sucedi en 1962: se la refut. Por eso yo les dije que la glotocronologa est re-lativamente desacreditada, y que se la debera reformular para tornarla de nuevo una tcnica instru-mental.

    En 1962, y en la misma revista Current Anthropology, se public un artculo relativo a len-guas escandinavas, de una antigua documentacin escrita. Se compararon muestras de Islandia y Escandinavia, y se lleg a la conclusin, a partir de 5 o 6 muestras, de que el vocabulario bsico en mucho ms de 1000 aos no haba cambiado absolutamente nada. En algunos casos haba cambiado en porcentajes no previstos por la glotocronologa.

    Esto es lo peor que le poda pasar a la glotocronologa, decamos. Pero otra dificultad con la que se puede encontrar este mtodo, es que para establecer que dos trminos son cognados, estn emparentados, hace falta conocer algo ms que el vocabulario bsico. Hace falta conocer algo del

    4 Sapir (que no fue, como veremos, un glotocronlogo) deca, en efecto, que "cuanto mayor es el grado de diferenciacin dentro de una familia de lenguas, mayor es el perodo de tiempo que puede presumirse para su desarrollo". La idea de que la cultura evoluciona segn la regla de tres simple presupone, entre otras cosas, que todos los dems factores permanecen constantes (ceteris paribus); esta es otra idea desacreditada.

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    sistema fonolgico al que pertenecen estas muestras, para saber cules son los tipos fonolgicos ms habituales y poder asegurar que estn o no emparentados.

    Otro problema que se suele dar en glotocronologa es que existan trminos que designan a es-tos elementos bsicos del lxico y que se agregan histricamente a esta denominacin. Es decir, que existan diversos trminos alternativos para un mismo concepto. Lo que dicen los glotocronolgos es que hay que utilizar el trmino que ms frecuencia tenga en una muestra lingstica. Por poner un ejemplo burdo, ah hay que salirse entonces del mtodo glotocronolgico especfico y empezar a medir con qu frecuencia se dice "cabeza", o se dice "testa" o "marote" o "balero", o la palabra que fuere. Esta medicin es problemtica, porque bien pudiera suceder que algunos miembros de una sociedad utilicen ms un trmino que otros, segn condiciones de clase, sexo, profesin, edad...

    Cmo solucionan los glotocronlogos el problema de que exista incertidumbre acerca de cul de los trminos posibles es el ms frecuente? Ellos recomiendan lisa y llanamente que se revolee una moneda ("to flip a coin"). Y aunque tcnicamente sea posible encubrir la crisis del mtodo argumen-tando pomposamente que se utiliza un mtodo estocstico para evitar arbitrariedades, la cosa no parece muy seria.

    Digamos que, a pesar de todas las complicaciones matemticas que pueden haber surgido en algunos de los estudios hechos por la glotocronologa, nos damos cuenta que el armazn lingstico, el aparato tcnico de la glotocronologa en trminos lingsticos es ms bien primitivo, podramos declir que es poco especializado, o que es elemental, desde el punto de vista del modo de trabajo y de la conceptualizacin que desarrolla.

    Despus vamos a ver que en lingstica la concepcin que se maneja del significado es bastan-te ms elaborada y bastante distinta que la que manifiestan los glotocronlogos. En esta teora parecera pensarse que cada objeto del universo tiene una palabra que lo designa, o que existen objetos por un lado, y por el otro lado nombres correspondientes a esas cosas.

    Es decir, la concepcin del lenguaje que se manifiesta dentro de la glotocronologa concibe el lenguaje como nomenclatura. Es decir, simplemente como una denominacin de las cosas que ocurren o que estn presentes alrededor. Esta es una concepcin que podemos decir que caduc a principios de siglo. Y despus vamos a ver por qu, sobre todo cuando abordemos el problema de la semntica.

    Por otra parte, los glotocronlogos trabajan con una unidad lingstica que muchas veces se ha puesto en tela de juicio, y esa unidad es la palabra. Despus vamos a ver que en lingstica en ge-neral no se habla mucho de palabras, aunque pueda sonar paradjico. Es decir, las unidades analticas de la lingstica cientfica o por lo menos de la lingstica acadmica no coinciden con las de la lingstica intuitiva. Para nosotros, intuitivamente, bien pudiera ser que el lenguaje sea una no-menclatura, y que las unidades bsicas del lenguaje sean las palabras. Para los lingistas no siempre es as.

    De todas maneras, parecera que para los glotocronlogos s lo fuera. Ellos trabajan con una concepcin bastante guresa, podramos decir, de cules son las unidades correspondientes a los con-ceptos, dicen que son las palabras. Algn lingista podr decir que las unidades de significacin son ms bien lexemas o morfemas. Despus vamos a entender todas estas categoras, cuando nos aden-tremos en el programa. Pero, ciertamente, la palabra no es una unidad que los lingistas utilicen con demasiada frecuencia, pese a la relevancia que parece tener cuando se la contempla desde el sentido comn.

    El hecho es que cuando se propuso esta teora, o este mtodo, se produjeron una serie de in-tentos por explotar su validez, aplicarlo. Sobre todo en los Estados Unidos, hay estudios tambin muy intensos de glotocronologa en Amrica Central. Pero en Estados Unidos el tipo de estudio lingstico que se daba era muy peculiar. Podemos decir que la mayor parte de la lingstica norteamericana se

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    origina en una problemtica que tiene mucho de antropolgica. Y en esto difiere mucho de la lings-tica europea.

    Dentro de un par de bolillas nosotros vamos a ver especficamente qu tipo de lingstica surge de este estado de cosas. De qu manera la situacin etnogrfica incide sobre la formulacin de teoras lingsticas. Pero por el momento digamos que en esta situacin, en la que se daba una necesidad de esclarecer la historia de una multitud de lenguas indgenas en trance de desaparicin, la glotocronologa apareca como un mtodo que poda llegar a prestar algn servicio.

    Se produjo entonces una serie de discusiones que tenan que ver ya sea con el contenido de las listas, o con el hecho de que no estaba probado que esas listas o ese lxico bsico fuera verdadera-mente universal. Se empezaron a aducir ejemplos de lenguas en las que faltaban trminos para desig-nar alguna de las palabras presuntamente universales, entre ellas, curiosamente, el indoeuropeo.

    El indoeuropeo es el supuesto antecesor de casi todas las lenguas europeas y algunas asiticas. Y es la familia lingstica que tiene mayor documentacin histricamente hablando. Habamos hecho alguna referencia a ciertos eruditos europeos que componan poemas conjeturales en indoeuropeo, y el indoeuropeo en s, desde el punto de vista lxico, se puede reconocer todava en los manuales lin-gsticos, porque los trminos del indoeuropeo, no estando documentados, aparecen precedidos por un asterisco.

    Es una lengua conjetural porque se fabrica a fuerza de proponer comunes denominadores en-tre las lenguas indoeuropeas ms antiguas que estn documentadas. Si nosotros vemos que, por ejemplo, en griego se dice "penta" y en snskrito se dice "paca", por ejemplo, vamos a encontrar un trmino indoeuropeo, de acuerdo con una serie de leyes fonolgicas, que sea la palabra indoeuropea ms probable para designar a ese trmino. Entonces, cuando encontramos esa palabra, sea cual fuere, la precedemos con un asterisco para denotar que no es una palabra que est documentada.

    En el siglo pasado y a principios de este se tejan elaboradas conjeturas acerca del tipo de so-ciedad que debi haber sido la sociedad indoeuropea, en base a los trminos que aparecan en su len-guaje. Por ejemplo, si exista una palabra indoeuropea para designar las montaas (y esa palabra se obtena comparando las lenguas indoeuropeas ms antiguas, por ejemplo el griego clsico, el snskrito, el hitita o heteo...), se crea poder determinar que en el paisaje originario de la cultura indoeuropea deban haber montaas. Por supuesto que todo esto se viene abajo cuando nos damos cuenta que raza, cultura, lengua, no son trminos que siempre van juntos, y que es posible que las lenguas pasen de un pueblo a otro sin que pase la cultura o sin que se mezclen las razas. Ese mtodo tambin dependa de la riqueza de la documentacin. Existe una crtica clebre respecto de estas reconstrucciones conjeturales, que dice que los indoeuropeos debieron ser un pueblo muy curioso, que conoca la nieve y las manos, pero desconoca la lluvia y los pies, porque los trminos para designar a estos ltimos conceptos cambian de una lengua indoeuropea a otra y no se pueden proyectar a un imaginario indoeuropeo prototpico.

    Sigamos con la glotocronologa, que no era -urge aclararlo- ni remotamente tan ingenua res-pecto del indoeuropeo como lo haba sido la filolologa del siglo anterior. Vamos a redondear los problemas de la glotocronologa para que ustedes, y ms que nada los antroplogos, puedan tomar alguna actitud respecto de las referencias que existen de esta tcnica o de esta corriente como algo que tiene un verdadero valor instrumental.

    Hay dos grandes problemas con la glotocronologa. El primero es que hay estudios que la des-mienten, basados en lenguas documentadas de las que se sabe el parentesco y la fecha de su separa-cin; uno de ellos es el estudio de las lenguas escandinavas, que se exploraron glotocronolgicamente en 1962.

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    El segundo gran problema es que muchas veces resulta difcil establecer cundo dos trminos son cognados. En el caso de "dos" y "two", nosotros sabemos que son trminos emparentados, conocemos la historia de su separacin. Podemos enumerar los nmeros del uno al diez o del uno al cinco en varias lenguas indoeuropeas y nos vamos a dar cuenta que suenan aproximadamente igual: en italiano, en francs, en espaol, en ingls, e incluso en snskrito, los nmeros del uno al diez poseen prcticamente los mismos esquemas sonoros con ligeras variantes. Pero a veces la situacin es ms confusa.

    Un tercer problema surge cuando no se conocen profundamente las dos lenguas, es decir, cuando nosotros tenemos dos lenguas y debemos determinar a partir de una muestra de cada una y conociendo a medias el sistema fonolgico, si dos trminos estn emparentados o no. Y esto es problemtico porque muchas veces el sistema fonolgico de una lengua experimenta fluctuaciones.

    Ya vamos a aclarar ms adelante que es esto de sistema fonolgico. Por el momento digamos que el sistema fonolgico es un concepto lingstico que se invent aproximadamente en 1928 para hacer referencia a un sistema que estaba un poco ms all (o por debajo) de los sonidos inmediata-mente perceptibles. Es decir, el sistema o el ordenamiento subyacente a todos los sonidos que prolife-ran en el interior de una lengua. Pero digamos que en principio los sistemas fonolgicos cambian y fluctan y muchas veces se puede se puede dar el caso de que trminos que estn histricamente emparentados no se parezcan en nada. De la misma manera, otros trminos que parecen estar empa-rentados, y que se refieren a la misma cosa, como a "day" en ingls y "dies" en latn, se originan en palabras que no tienen fonolgicamente nada que ver, es decir, que no son cognados.

    Los problemas de la glotocronologa no se terminan solamente as a nivel fontico o fonolgi-co, sino que se originan tambin en determinados hechos histricos que se caracterizan por perturbar el estado de cosas lingstico, como ser las invasiones, el contacto estrecho de dos lenguas, la inercia que tienen dos lenguas emparentadas por un montn de razones de carcter estructural a seguir evo-lucionando separadamente en la misma direccin o en direcciones parecidas, la sedimentacin lings-tica (es decir la presencia de trminos atpicamente persistentes, como cristalizados), las modas, los tabes lingsticos.

    Ustedes sabrn que cuando se quiso aplicar el mtodo glotocronolgico a los distintos dialec-tos o lenguas esquimales, algunas partes del cuerpo, por ejemplo, parecan no tener una palabra que la designaran porque eran tabes de la cultura esquimal. Los tabes lingsticos, en ese caso y proba-blemente en otros perturbaron estadsticamente la muestra, que se basa nada ms que en cien trmi-nos. An la lista propuesta por los glotocronlogos ha sido vctima de algn tab subliminal, pues en ella no aparecen conceptos tan bsicos como los que designan a los genitales. Y esto llama la atencin sobre un punto no esclarecido: cual es, en efecto, el criterio de seleccin para constituir las listas del lxico no cultural?

    Otro de los problemas suscitados por la glotocronologa es el de si existe o no existe un voca-bulario universal. Ellos partan de la propuesta del ncleo lxico como un hecho dado, pero en realidad esto no fue nunca estudiado como se debiera. Nunca se prob que existiera un ncleo, aunque ms no fuera de 50 palabras, que estuviera lexicalizado necesariamente en todas las lenguas.

    El hecho es que la glotocronologa fue cuestionada desde numerosos ngulos. Se ofrecieron contrapruebas, excepciones y anomalas, como se las quiera designar, que prcticamente hicieron que esta corriente perdiera popularidad a mediados de la dcada del 60. Veremos que la misma secuencia de sbito apogeo y prdida de la popularidad se va a dar en otras corrientes histricas. Yo no les qui-siera presentar la glotocronologa (o la antropologa cognitiva, que es una tambin una teora lings-tica a revisar) como una teora plenamente aplicable que no han sufrido ningn tipo de descrdito. Me parece ms sensato ser realista a estos respectos, aunque lo mejor sera que ustedes saquen sus pro-pias conclusiones antes de atenerse a las mas: no todas las teoras y tcnicas propuestas a examinar

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    en este curso son utilizables sin crtica; sin embargo, siempre se pueda sacar de ellas, incluso de su fracaso, una leccin metodolgica.

    Hay que tener en cuenta que la glotocronologa plante algunos problemas que revisten cierto inters. Problemas tales como los de la necesidad de examinar la velocidad del cambio lingstico. Un problema que se puede formular, por ejemplo, preguntndose si las lenguas cambian a un ritmo cons-tante o si hay factores histricos, culturales, sociales, o lo que fuere, que alteran el ritmo de cambio de una lengua, en qu sentido lo alteran, con referencia a qu tipo de estructuras lingsticas, si son morfolgicas, si son lxicas. En la experiencia de la glotocronologa, aunque sea una experiencia rela-tivamente fallida, podemos encontrar una serie de incentivos para la investigacin en torno a proble-mas que evidentemente revisten inters, y de los que podra quiz desarrollarse algo como lo que la glotocronologa no fue, es decir una herramienta til. Uno de los problemas planteados tambin por la glotocronologa, tiene que ver con la necesidad de determinar si el cambio, en este caso el cambio l-xico, ocurre al azar o si es previsible. Si hay partes del vocabulario, por ejemplo, que son ms resis-tentes al cambio que otras.

    Para terminar con esta corriente quisiera subrayar dos ideas: la primera es que la glotocrono-loga se inscribe dentro de un tipo de estudio lingstico que se conoce como lexicoestadstica. Es decir, estadstica aplicada al lxico. Esta lexicoestadstica, a su vez, se inscribe dentro de los estudios lingsticos estadsticos en general. Es decir, no slo referido al lxico sino a otros aspectos del len-guaje. Esto involucra que hay toda una familia de estudios, una especie, dentro de la lingstica, que es de orden cuantitativo. La podemos identificar como lingstica estadstica, dentro de la cual est la lexicoestadstica, que ha sido y sigue siendo muy comn, sobre todo en Francia (cf. Muller 1973). Hay estudiosos franceses que se pasan la vida comparando la frecuencia de palabras en las obras de Racine y de Molire, por ejemplo, midiendo la extensin del vocabulario o la riqueza lexical, la reparticin de los vocablos, la frecuencia o probabi