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Cómo acampar en la Naturaleza. Qué es un campamento volante? El campamento volante es una actividad propia de un grupo experimentado, por lo menos, en caminatas largas y acampar. Es una actividad que puede durar varios días, que consiste en acampar en un lugar al que accedemos luego de una caminata. Todo el equipo se lleva a cuestas, incluyendo carpas o el material para el armado de refugios para pernoctar. No es una supervivencia, ya que contemplamos las posibilidades que tiene el camino, y llevamos comida y agua, etc, en función de eso. No es una actividad improvisada y peligrosa, ya que requiere de una buena preparación del grupo, lo cual lo enriquece. El campamento volante puede ser una actividad de un fin de semana, o por el contrario durar varias semanas. "Volante" significa "suelto, libre", y también "errante, nómada, móvil". Es decir, podemos decir que este campamento tendrá dos aspectos principales. Por un lado, que es móvil, para lo cual debemos estar preparados en cuanto a técnica para llevar lo necesario, y adecuarnos al lugar y circunstancias que se nos presenten. Pero por otro lado, que es libre: no puede ser pautado totalmente, y las personas que lo integran deben ser un grupo afianzado y con la suficiente madurez como para tomar decisiones libremente. Preparándonos para la aventura: cosas a tener en cuenta antes de salir Eligiendo el itinerario y el lugar de acampe Es importante saber hacia dónde vamos y por dónde iremos. Como ya se mencionó antes, existen dos maneras de hacer un campamento volante: · Como campamento prolongado: antes de definir el lugar de acampe, debemos indagar si en las cercanías existen otros sitios un poco más apartados adonde ir. Por ejemplo, si vamos a un lugar turístico que tiene un arroyo, averiguaremos si siguiendo el arroyo hay lugares de libre acceso, estancias o campos privados que nos puedan alojar por una noche, etc. · Como una actividad de fin de semana: en este caso, buscaremos un lugar al que se pueda acceder mediante transporte público (o que éste nos deje más o menos cerca). El lugar para hacer un campamento volante debe reunir varias condiciones, además de las usuales para armar cualquier carpa. No deberá estar demasiado cerca de una ruta, por ejemplo, pero tampoco tan aislado que podamos perdernos o que no nos encuentren si tenemos un accidente. Es conveniente que tenga leña disponible, y es un lujo si tiene una fuente de agua donde refrescarnos, o que podamos potabilizar. Si dependemos de un campamento base, no es recomendable alejarse más de 8-10 Km. Una vez considerado todo esto, armaremos un itinerario aproximado. No podemos delimitar exactamente donde pernoctaremos, pero deberemos tener en cuenta que las distancias de caminata no deberán ser exageradas: en promedio, una persona camina a 5Km por hora. Entonces, por ejemplo si queremos llegar a un lugar que queda a 20 Km, se podría hacer la caminata en dos tramos, aprovechando para almorzar y descansar entre ambos. Elementos personales y de grupo Cuando preparamos la mochila para un campamento volante, debemos pensar que seguramente estaremos horas caminando con ella. Así que debemos reducir al máximo el peso de los elementos

Cómo acampar en la Naturaleza

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Cómo acampar en la Naturaleza.

Qué es un campamento volante?

El campamento volante es una actividad propia de un grupo experimentado, por lo menos, en caminatas largas y acampar. Es una actividad que puede durar varios días, que consiste en acampar en un lugar al que accedemos luego de una caminata. Todo el equipo se lleva a cuestas, incluyendo carpas o el material para el armado de refugios para pernoctar. No es una supervivencia, ya que contemplamos las posibilidades que tiene el camino, y llevamos comida y agua, etc, en función de eso. No es una actividad improvisada y peligrosa, ya que requiere de una buena preparación del grupo, lo cual lo enriquece. El campamento volante puede ser una actividad de un fin de semana, o por el contrario durar varias semanas.

"Volante" significa "suelto, libre", y también "errante, nómada, móvil". Es decir, podemos decir que este campamento tendrá dos aspectos principales. Por un lado, que es móvil, para lo cual debemos estar preparados en cuanto a técnica para llevar lo necesario, y adecuarnos al lugar y circunstancias que se nos presenten. Pero por otro lado, que es libre: no puede ser pautado totalmente, y las personas que lo integran deben ser un grupo afianzado y con la suficiente madurez como para tomar decisiones libremente.

Preparándonos para la aventura: cosas a tener en cuenta antes de salir

    Eligiendo el itinerario y el lugar de acampe

Es importante saber hacia dónde vamos y por dónde iremos. Como ya se mencionó antes, existen dos maneras de hacer un campamento volante:

· Como campamento prolongado: antes de definir el lugar de acampe, debemos indagar si en las cercanías existen otros sitios un poco más apartados adonde ir.  Por ejemplo, si vamos a un lugar turístico que tiene un arroyo, averiguaremos si siguiendo el arroyo hay lugares de libre acceso, estancias o campos privados que nos puedan alojar por una noche, etc.

· Como una actividad de fin de semana: en este caso, buscaremos un lugar al que se pueda acceder mediante transporte público (o que éste nos deje más o menos cerca).

El lugar para hacer un campamento volante debe reunir varias condiciones, además de las usuales para armar cualquier carpa.  No deberá estar demasiado cerca de una ruta, por ejemplo, pero tampoco tan aislado que podamos perdernos o que no nos encuentren si tenemos un accidente. Es conveniente que tenga leña disponible, y es un lujo si tiene una fuente de agua donde refrescarnos, o que podamos potabilizar. Si dependemos de un campamento base, no es recomendable alejarse más de 8-10 Km. Una vez considerado todo esto, armaremos un itinerario aproximado. No podemos delimitar exactamente donde pernoctaremos, pero deberemos tener en cuenta que las distancias de caminata no deberán ser exageradas: en promedio, una persona camina a 5Km por hora.  Entonces, por ejemplo si queremos llegar a un lugar que queda a 20 Km, se podría hacer la caminata en dos tramos, aprovechando para almorzar y descansar entre ambos.

Elementos personales y de grupo

Cuando preparamos la mochila para un campamento volante, debemos pensar que seguramente estaremos horas caminando con ella. Así que debemos reducir al máximo el peso de los elementos personales, y descartar cosas superfluas. Con respecto a los elementos que pertenezcan a todo el grupo, se repartirán equitativamente: uno llevará el bidón, otro el botiquín, etc.

Ejemplo de lista de elementos personales:

Bolsa con utenclios para comer, Bolsa de aseo, Bolsa de dormir o frazada, Cantimplora,  Linterna, Hilo,  Cortaplumas o cuchillo de monte, Aguja e hilo, Fósforos encerados o encendedor, Reloj, Papel y lapicera, Ropa extra (interior, remera), campera impermeable, sombrero o gorro.

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  Ejemplo de lista de elementos de grupo:

Brújula, Hacha, Nylon o Sobretecho, Parrilla o hierros, Botiquín, Bidón de agua, Bolsas de residuos, Comida, Soga y soguines, Diarios, Olla o jarro grande, Estacas (2 o 3).

Nota:  En caso de llevar carpa, ésta se reparte entre los integrantes del grupo, teniendo en cuenta el peso y la resistencia física de cada uno.

                      Otros elementos: el uso de la tecnología

            Además de los materiales ya mencionados, podemos hacer uso de equipos modernos, tales como:

l                Teléfonos celulares: Si el campamento volante se desarrolla cerca del lugar donde vivimos, o nuestro servicio tiene cobertura nacional, es una tranquilidad llevarnos un teléfono, por si llegáramos a tener una emergencia o contrariedad.

l                Handys (transmisores-receptores de radio): Nos llevamos un handy con nosotros, y dejamos uno en el campamento base, o en la casa de alguien de las cercanías (con una buena antena). Tienen la ventaja con respecto a los celulares, que podemos estar en comunicación todo el día, sin gastar dinero. Incluso, si tenemos más de dos, podemos incluirlos en algún juego. La desventaja es que el alcance es limitado según las antenas que poseamos, y el terreno en el cual nos encontramos. Si, por ejemplo, estamos en una zona montañosa, no nos podremos comunicar si tenemos en medio un cerro.

l                GPS (Geoposicionamiento satelital):  A este equipo se lo ha llamado erróneamente "la brújula electrónica". Lo que hace es señalarnos en qué latitud y longitud nos encontramos, con una precisión de 10-50 m. Además, si nos estamos moviendo, nos indicará en qué dirección cardinal vamos, y puede guardar en memoria distintos lugares que le indiquemos, entre otras muchas funciones.

La comida

Para no ir cargadas al máximo con ollas y elementos de cocina, podemos pensar un menú que involucre pocos utensilios. Por ejemplo: salchichas ahumadas con papas a las brasas, sopas instantáneas a las que agregaremos arvejas y queso, revuelto de choclo, o incluso el tan famoso y utilizado sándwich.

Es importante tener en cuenta que, si bien queremos reducir el peso de nuestro equipaje, también estamos en una actividad que involucra mucho gasto de energía y no podemos alimentarnos mal. Debemos, entonces, prever un menú aproximado según la cantidad de días que nos lleve el campamento volante, y llevar la comida acorde a eso. En el camino puede haber algún lugar para abastecernos y no llevar todo a cuestas, pero no es aconsejable correr el riesgo de pasar hambre. Hay que pensar bien qué llevar y qué comprar en el camino. Generalmente compraremos en el camino las cosas frescas como carne y verdura, y llevaremos de casa cuidadosamente enfrascado o empaquetado: aceite, condimentos y arroz, por ejemplo, y también latas y sopas.

  Algunas recetas:

   Salchichas y papas a las brasas: Si estuvimos utilizando el fuego recientemente (por ejemplo para tomar mate), y tenemos una buena cantidad de brasas, podemos enterrar en las mismas papas con cáscara; es importante que tengan brasas tanto por debajo como por encima. Este tipo de cocción tarda aproximadamente media hora. Mientras tanto, pinchamos las salchichas en palitos cuidadosamente pelados. Estos palitos se pueden clavar en la tierra o sostener en la mano, y se dan vuelta para dorar y ahumar bien las salchichas.  Para saber si las papas ya están a punto, se les clava un palito o tenedor (sin retirar de las brasas). Si ya están cocidas, es conveniente cortarlas a lo largo para que se enfríen un poco. También se pueden hacer de esta manera batatas.

   Revuelto de verduras: Se abre una lata de jardinera, arvejas o choclo, se retira el líquido, y se le pone un huevo, revolviendo en la lata con un tenedor. Se puede llevar al fuego dentro de la lata, o meter dentro de un cartucho de aluminio y poner a las brasas.

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   Torrejas: Se corta el pan del día anterior en rodajas, y se hace una mezcla de huevo y leche. Se mojan las rodajas en el líquido y se fríen en  aceite o manteca. Luego se cubren de azúcar y un poquito de canela (opcional). Ideal para el desayuno.

   Otras cosas nutritivas y simples: Chocolatada, galletitas con paté o queso untable, sándwiches.

  También podemos adaptar algunas recetas de campamento, tratando de utilizar una sola olla o jarro.   Truquito para llevar huevos: abrirlos y ponerlos en un recipiente hermético (tipo Tupperware).

El campamento volante como tal-

La caminata

Cada quien tiene su manera de caminar, su ritmo y su resistencia. En un campamento volante, como hemos dicho, estaremos horas caminando, por lo cual, viene bien seguir estos consejos para una caminata más cómoda y efectiva:

     Llevar calzado cómodo, cerrado y con medias. Las medias impiden que la transpiración del pie nos provoque paspaduras.

      Llevar mochilas y bolsos con breteles anchos y cómodos. No llevar cosas colgando de manera que queden sueltas y vayan golpeteando.

      En los caminos, circular el dirección contraria a la de los autos y en fila.  No separar el grupo, a menos que se hayan puesto de acuerdo en un posterior punto de encuentro.

      Llevar sombrero o pañuelo en la cabeza. Si hay mucho sol (en verano), mojarse la cabeza cada tanto.

      Llevar botiquín y agua, aunque la caminata sea corta.

      Si la caminata es muy larga, es preferible hacer varias paradas cortas que pocas paradas largas. Así evitamos que los músculos se enfríen.

      Para el agua, lo mismo: es preferible tomar poca agua muchas veces que mucha agua toda de una vez.

      Al llegar al lugar, es conveniente estirar los músculos (hacer varios minutos de elongación) y cambiarse las medias.

II.El refugio

Construimos un refugio para pasar la noche y preservarnos del frío o de eventuales lluvias. Existen dos tipos de refugio: los temporarios y los permanentes. Los refugios permanentes se utilizan en caso de pasar muchos días en un mismo lugar (por ejemplo, cuando caemos en supervivencia* ). Éste no es el caso de los campamentos volantes, así que nos abocaremos a los refugios temporales.

Este tipo de refugio se caracteriza por ser precario y de no muy difícil construcción. Existen tantos modelos como acampantes y paisajes, ya que el refugio se construye en base al terreno donde nos encontramos: si hay un reparo en las rocas, o un árbol disponible, lo utilizaremos. Y, por supuesto, depende de la habilidad e ingenio del que lo construye: podemos valernos de palos y hojas que haya en el lugar, además de los elementos que hayamos llevado (sogas, lona, etc).

Las características principales de cualquier refugio a tener en cuenta cuando lo armamos son:

   Comodidad: con el terreno lo más plano posible, y si hay desniveles, que la cabeza de los que van a dormir dentro quede más alta que el cuerpo.

   Preservación de la humedad: si bien es difícil cerrar bien un refugio, debe protegernos tanto del rocío como de la lluvia.

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   Orientación: la puerta debe estar de espaldas al viento, para que no embolse. Es decir, la parte más baja del refugio será la cara que da al viento.

   Fortaleza: por más que esté bien orientado, si es un refugio endeble y hay mucho viento es posible que se nos "vuele". Hay que construirlo con buenos amarres y nudos, o asegurarlo con piedras; hacerlo firme.

   Pequeño, para pocas personas (una a tres): esto es debido a que así se mantiene mejor el calor y el refugio es más sencillo de construir; por la misma razón es conveniente que sea de baja altura. 

   Accesibilidad: fácil de entrar y salir; fácil de localizar (por si nos tenemos que alejar a buscar leña o agua, por ejemplo).

Por supuesto, hoy en día las carpas son cada vez más livianas, y es posible repartir las partes de la misma entre los miembros del equipo (cuerpo, sobretecho, parantes, estacas). De esta manera, nadie será perjudicado por llevar más peso. Sin embargo, llevar una carpa tiene sus desventajas: si el grupo llegara a separarse por alguna eventualidad, no podrán refugiarse adecuadamente. 

* "caer en supervivencia": se le llama así a la situación fortuita de estar sin recursos y lejos de la civilización. No es algo buscado, sino un accidente.

A modo de conclusión

Es una experiencia inolvidable salir de campamento volante. El contacto más directo con la naturaleza nos pone a prueba, y a la vez nos da otra visión, dando prioridad a las cosas más valiosas, que hasta ahora quizás no habíamos visto.

           Para poder disfrutar a pleno esta actividad, es bueno que el grupo se prepare con tiempo aprendiendo distintas cosas: cómo hacer un buen refugio, cómo cocinar con pocos elementos, caminatas largas, etc. Si esto no se hace, el campamento volante sólo será una actividad extenuante y llena de imprevistos que pueden incluso, dañar la convivencia

Algunas actividades extra sugeridas:

        Las actividades que se pueden desarrollar teniendo el cuenta la libertad de este tipo de campamento son de lo más variadas. Podemos pensar en:

·        Grandes juegos: un gran juego que dure todo el campamento volante, con algún tema fantástico o de aventura, por ejemplo. También se puede hacer un juego de postas en la caminata de vuelta del campamento volante. Si se dispone de handy, se pueden dividir en equipos y realizar caminos independientes, tipo expedición (para esto, es muy recomendable el GPS).

·        Técnicas de aire libre: se pueden practicar técnicas de orientación diurna y nocturna, métodos de obtención de agua, estudio de la naturaleza y observación, etc.

·        Reflexiones: ya que estaremos semiaislados del mundo, es bueno para hacer meditaciones, conocerse más a sí mismos y dentro del grupo. Las horas de caminata favorecen la introspección.

·        Artesanías: tallado en madera, modelado de barro y trabajo con hilos son cosas que no requieren de mucho equipo, y que nos dejan un lindo recuerdo de este momento.  Cuando paramos a descansar o ya acampamos, podemos realizar cosas manuales.