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XIVTEMPORADA DE GRANDES CONCIERTOS 2008/2009 sábado, 15 de noviembre de 2008 • 20,15 horas concierto en colaboración con la sociedad filarmónica de zaragoza EMERSON STRING QUARTET

concierto en colaboraci n con la sociedad filarm nica de ... STRING...una brillante serie de grabaciones con la discográfica Deutsche Gram-mophon desde 1987, ocho premios Grammy –dos

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XIVTEMPORADADEGRANDESCONCIERTOS

2008/2009

sábado, 15 de noviembre de 2008 • 20,15 horasconcierto en colaboración con la sociedad filarmónica de zaragoza

EMERSONSTRING QUARTET

EMERSONSTRING QUARTET

Eugene Druker violín Philip Setzer violínLawrence Dutton viola David Finckel violoncello

Aclamado por sus interpretaciones perspicaces, a la vez que dinámi-

cas, y por su maestría y dominio técnico, el Cuarteto Emerson ha acu-

mulado una impresionante lista de logros, entre los que se encuentran

una brillante serie de grabaciones con la discográfica Deutsche Gram-

mophon desde 1987, ocho premios Grammy –dos por Mejor Álbum

Clásico (un honor sin precedentes para una agrupación de cámara)–,

tres premios Gramophone y frecuentes interpretaciones en las salas

más importantes de todo el mundo. En la actualidad goza de gran

reputación internacional como cuarteto, que aborda con igual maes-

tría y entusiasmo tanto música clásica como contemporánea.

La temporada 2007/2008 comprende más de ochenta proyectos mun-

diales, centrados particularmente en Europa. A finales de agosto y

principios de septiembre, el Cuarteto ha aparecido en los Festivales de

Gstaad, Salzburgo, Schwarzenberg, Merano, Ascona, Copenhague,

Colonia y Estocolmo. También ha realizado dos series de tres concier-

tos en el Wigmore Hall y Queen Elizabeth Hall de Londres, unas series

de dos conciertos en la Konzerthaus de Viena, su primera aparición en

la Cité de la Musique en París y un par de conciertos en el Teatro della

Pergola en Florencia, además de los conciertos en España, Austria,

Francia, Reino Unido, Alemania e Italia. En su gira por Norteamérica

hay que resaltar sus visitas a San Francisco, Stanford, Portland, Dallas,

Filadelfia, Ann Arbor, Santa Bárbara, Los Ángeles, San Diego, Vancou-

ver, Scottsdale, Savannah y Houston. Emerson String Quartet conti-

nuará su residencia en la Smithsonian Institution de Washington D. C.,

cumpliendo su 28ª temporada, y en la que ya se han vendido todas las

entradas. Además, aparecerá en el Lincoln Center’s Great Performers

de Nueva York con el pianista Gilbert Kalish, y en el Carnegie Hall con

el pianista Yefim Bronfman.

El Cuarteto ocupará el cargo de cuarteto en residencia en la Universi-

dad Stony Brook, donde además enseñará durante el año académico.

Asimismo, ha dirigido intensamente talleres de cuarteto de cuerda en

2004 y 2006, y tiene planes de hacerlo para el tercer festival en 2009.

También ha supervisado tres talleres de enseñanza profesional en el

Weill Music Institute de Carnegie, y en 2004 fue nombrado 18º desti-

natario del premio Avery Fisher –una vez más, el primero para una

agrupación de cámara–.

Formado en 1976, Emerson String Quartet adoptó el nombre del gran

poeta y filósofo americano Ralph Waldo Emerson. Los violinistas

Eugene Drucker y Philip Setzer alternan la posición de primer violín,

acompañados siempre de forma magistral por el violista Lawrence

Dutton y violoncellista David Finckel. Desde enero de 2002 actúa de

pie (el cellista toca sobre una tarima), incorporando esta práctica en

todas sus actuaciones. Actualmente reside en Nueva York.

Cuarteto n.º 2 en Fa m, Op. 74 (Hob. III: 73)

La introducción es una especie de fanfarria de ocho compases que cul-mina en un calderón y que, en principio, puede tomarse como temaprincipal. Tal cual no se la vuelve a escuchar, porque incluso se omiteen la reprise, pero está estrechamente emparentada con el tema princi-pal propiamente dicho del Allegro spiritoso inicial. En el compás 21, estetema principal se escucha en Sol mayor (segundo grado). La dominan-te, Do mayor, es abordada varias veces, pero no se establece realmentemás que con el enunciado del tema principal en esta tonalidad (com-pás 61) y sin que haya dejado de aparecer con profusión materialsecundario.

Destaca por otra parte la abundante presencia de trinos. La exposicióntermina con varios Do, y una progresión Re bemol-Mi becuadro envalores largos conduce a la repetición (desde el compás 9, tema princi-pal). La segunda vez, la progresión deviene, por en armonía, Do soste-nido-Mi natural, y el desarrollo (compases 101-174) comienza con todanaturalidad por el tema principal en La mayor. Prosigue tratando enimitaciones las primeras notas del tema que, tras un silencio, se vuelvea escuchar en Do menor (compás 131) y, más adelante, en Mi bemolmayor (compás 156). El desarrollo termina con varios La repetidos(dominante de Re menor), y una progresión Re-Mi conduce a la reex-posición (compases 175-260). El tema (en Sol menor) surge al cabo dedoce compases, como en la exposición, pero ya nunca más con suaspecto de origen.

Sigue un Andante grazioso en Si bemol, en 2/4, en forma de tema contres variaciones (de las cuales la segunda es en modo menor) y coda.Como en el cuarteto precedente, el Menuetto (Allegro) extiende muchosu segunda parte y presenta un trío en relación tonal de tercera, en estecaso Re bemol mayor.

El final (Presto en 2/4) es una forma sonata sin repeticiones en dondeel tema, semejante al del movimiento correspondiente del cuartetoanterior aunque tratado de manera muy diferente, es presentado comoun estribillo de rondó (con dos repeticiones). En el momento en queparece terminada la exposición, surge en Do menor (dominante

Comentarios al programa

menor) y en súbito matiz piano una melodía de curioso aroma balcáni-co que se escucha dos veces (compás 78):

Seguramente, esta idea fue lo que motivó a Haydn a adoptar la formasonata sin repeticiones. Después de este instante de estatismo y de mis-terio, el discurso vuelve a arrancar en Do mayor, con vigor acrecenta-do. El desarrollo (compases 105-145), más bien breve, deja escuchar lamelodía «balcánica» en Re menor (compás 130), y la reexposición(compases 146-289) en Fa menor (compás 195). En los compases 228-271 tiene lugar una amplia coda, con grandes saltos interválicos, opo-siciones de matices y poderosos acordes sincopados; después, tresillosdestinados al lucimiento de Salomon. Esta coda culmina fortissimosobre un calderón. El tema principal reaparece en el compás 272, ylleva directamente a la conclusión.

Cuarteto n.º 13 en Si bemol m, Op. 138

Constituye un arco de un solo trazo, un Adagio en seis partes encade-nadas a la manera de las Siete últimas Palabras de Cristo en la Cruz que sedetendrían con la muerte del sacrificado, quedando así el proceso sus-pendido en la nada, sin que los temblores de tierra y la resurrecciónestén allí para devolvernos a la vida.

El primer Adagio deja a la viola que introduzca el tema, «tocando en unsuspiro», dando la impresión de que el tiempo se detiene. Esta elegíaprosigue en forma de lamentación fugada en los cuatro instrumentos,que encuentran el lejano latido de una ceremonia litúrgica ortodoxa. ElDoppio movimiento que se enlaza (compás 93) se inicia pianissimo conuna frase en staccato del primer violín. Estalla bruscamente (compases152-156) dejando a los cuatro instrumentos que, tras estos desgarros,partan en pizzicatos desunidos. Se establece un falso nocturno, que dejabrotar su queja amarga e insinuante ondulando entre violines y viola.Los cuatro instrumentos se ponen de repente a avanzar con un mismopaso de marcha fúnebre. Pero lo esencial proviene de la puesta en esce-na sonora de esta marcha: cuatro novenas menores diferentes son toca-das conjuntamente con la mayor potencia posible (compases 355-358);mientras que un motivo en tresillos introducido por el segundo violíno (compás 181) sirve casi de refrán. Su sucesión a solo da la impresión

de ser una especie de lamentación que los otros instrumentos acompa-ñan a veces golpeando la caja de su instrumento con la vara del arco.Volvemos a encontrar, transpuesto, el efecto de castañuelas de la Sinfo-nía n.º 14. Toda la última parte, que puede considerarse que arranca enel segundo Tempo I (compás 402) después de algunos arabescos, vuel-ve a ceder la palabra a la viola, convertida entonces en auténtico porta-voz, símbolo de esta obsesión por la muerte que reina en toda la obra.Un trino en semitonos conduce al último sonido escuchado, un Sibemol agudo que parte de un pianissimo para llegar a un sforzando ffff,paroxismo del terror, del último signo de vida..., y matiz empleado porvez primera por un desdichado solo de viola que sostienen los dos vio-lines.

En cuanto a la escritura, este Cuarteto Op. 138 da menos problemas deanálisis que la Sinfonía n.º 14, la partitura más evolucionada y comple-ja del compositor ruso. Esta inmensa endecha, dedicada al solista deviola del Cuarteto Beethoven, Vadim Borissovski, constituye unmonólogo especialmente adaptado a la tesitura del instrumento, asícomo a su color naturalmente elegíaco. En cuanto a la gama de maticesexigida (desde el ppp hasta el ffff), es totalmente nueva, y se alinea conlas exigencias del último Beethoven, sin sentir piedad alguna por lascuatro infelices cuerdas a las que se refería el violinista Schuppanzigh.

El Cuarteto n.º 13 fue estrenado el 13 de septiembre de 1970 por el Cuar-teto Beethoven, en la Sala Glinka de San Petersburgo.

Cuarteto n.º 14 en Re m, D. 810 «La muerte y la doncella»

Escrito a la vez que el Cuarteto en La menor (marzo de 1824), no fueinterpretado hasta dos años más tarde, el 1 de febrero de 1826, enViena, en el domicilio de Josef Barth, cantante amigo de Schubert, conla intervención de Schuppanzigh. Pero una audición privada se habíaproducido el 29 de enero en presencia del compositor, quien, sin parti-cipar, en la ejecución, aportó a su obra algunas modificaciones (espe-cialmente la supresión de una parte del primer movimiento). La obravolvió a darse poco tiempo después en casa de F. Lachner, ante unaasistencia más nutrida, pero rodeada de general incomprensión. Schu-bert intentó enseguida que Schott publicara su partitura: fue en vano.La obra no fue editada en vida del músico y solamente apareció en1832, y no en la casa Schott, sino en Czerny. Este célebre Cuarteto debe

su nombre al segundo movimiento, que es un tema con variacionesbasado en el Lied Der Tod und das Mädchen, D. 531, que Schubert habíacompuesto en 1817 sobre un breve poema de Mathias Claudius. Si elCuarteto toma de él el título, lo mismo sucede con la fúnebre tonalidadde Re menor que adopta. La elección, bien simbólica, de una tonalidadtal ha intrigado a más de un musicólogo: «La referencia al Re menor seliga al Lied. La muerte y la doncella. O ¿no será a la inversa, que el recuer-do del Lied y su nueva explotación lleva consigo la elección del Remenor? De todas formas, la pregunta se cierne sobre la motivación deesta doble elección temática y tonal» (Brigitte Massin).

Ello no impide que, en la presente obra, el Andante, que toma el temade la Muerte en el Lied, no esté en la tonalidad de éste, sino que serecurre al Sol menor, la subdominante, que resulta ser la tonalidad deotra balada fúnebre: El rey de los Alisos, D. 328. De donde el recuerdo deesta balada se incorpora igualmente al Cuarteto, acentuando la tensióny el rigor interno. Los cuatro movimientos que integran la obra puedenser descritos así:

1. Allegro (en 4/4): la figura rítmica que aparece en los primeros com-pases y que reaparecerá de una u otra forma a lo largo de la partitura,constituye un «signo» fatídico, muy beethoveniano (fortissimo al uníso-no de los cuatro instrumentos), engendrando inmediatamente un climade desazón. El primer tema se eleva suplicante, en pianissimo, peropoco a poco se exaspera a través de los registros instrumentales. Elsegundo tema, en Fa menor, constituye un contraste por su lirismo másapacible, conteniendo una especie de tresillo en segundo plano:

Pero la conclusión del tema será violenta, multiplicándose los fortissi-mos y los sforzandos. Viola y violoncello inician el desarrollo quecomienza en Do mayor y deja reaparecer, en el bajo, el «signo» rítmicoinicial, que se mezcla con el segundo tema como para seguirlo con subrutal obsesión. Así se llega a un punto de tensión extrema de los cua-tro instrumentos. La reexposición se produce parcialmente sobre el pri-mer tema, como acosado por el motivo «signo», mientras que el segun-do tema (que lleva a Re mayor) se despliega febrilmente. Sobre unalarga nota tenida de tónica en el violoncello, la coda concluirá en unaespecie de opresión, pianissimo, sin llegar a librarse de la sombría ame-naza del motivo de la Muerte.

2. Andante con moto (en Sol menor, en 2/2): es el centro de gravedadmusical y emocional de la obra, que se nutre del tema coral de la Muer-te en el Lied. Enunciado lentamente, este tema reproduce las palabrastranquilizadoras de la Muerte a la Doncella: «No temas, dame tu mano,yo soy tu amiga». Este tema, en realidad, no utiliza más que la intro-ducción pianística del Lied, su estructura en acordes y sus notas meló-dicas repetidas:

El tema da lugar a cinco variaciones que conservarán esta estructuraesencial y, cuatro de ellas, también su tonalidad; únicamente la cuartavariación, de una pureza extremada, adoptará el Sol mayor. La prime-ra variación, sobre pizzicatos del violoncello, es dramática, con sus gri-tos desgarrados en el registro agudo del primer violín, como surgidosde la muchacha aterrorizada. El tema de la Muerte, en el violoncello,pretende ser condescendiente en la segunda variación, lo que se con-tradice con la agitación creciente de los otros instrumentos. En la terce-ra variación, la célula inicial del Lied (corchea–dos semicorcheas) seencuentra obstinadamente repetida, deformada hasta lo grotesco, conimplacables sforzatos en todas las partes del compás. En contraste, lacuarta variación es un momento de respiro que encanta por su simpli-cidad meditativa: las cuerdas graves tocan el tema de la Muerte y elprimer violín impone una contramelodía en tresillos casi ornamentales.

Pero con la vuelta agitada al Sol menor y el repentino e inesperado pasode estos tresillos al violoncello, se altera el clima, el tema se ensombre-ce y se hunde en el registro grave del instrumento, antes de apaciguar-se en una breve y serena conclusión, ppp, sobre una última evocacióndel tema coral en el tono de Sol mayor, como si se tratara de la paz delsueño mortal, reconciliador, durante mucho tiempo prometido.

3. Scherzo: Allegro molto (en Re menor): numerosos comentaristas hansubrayado la curiosa semejanza del tema que abre este tercer movi-miento con el de Mime en El oro del Rin de Wagner. Sea la coincidenciafortuita o no, un mismo carácter sardónico parece inspirar este temaque, con un aliento que no se moderará en ningún momento, se apoyaen un ritmo que deriva tanto del motivo-«signo» inicial como del coralde la Muerte. Es una especie de carrera hacia el abismo, puntuada porsalvajes acentos, apoyaturas rechinantes y pasajes en fulgurantes esca-las. En el centro, un trío luminoso (Re mayor) por el que atraviesa uneco de la conclusión del coral de la Muerte, rítmicamente ensanchado.

4. Presto (en Re menor, en 618): la «danza macabra» del último movi-miento se encadena sin solución de continuidad con el Scherzo prece-dente, del cual conserva el espíritu así como su ritmo de tarantela, quederiva directamente de él. La forma de rondó se combina con la formasonata, con un tema rítmico de una energía inquieta, fogoso como unacabalgada, que se lanza al unísono:

Después de una detención sonora impresionante surge un segundotema, fortissimo, en los cuatro instrumentos, cuya significación se preci-sa cuando el segundo violín lo retorna en Fa mayor, en una melopeaacariciante, rumorosa, como en El rey de los Alisos (Du liebes Kind, komm,geh mit mir; Tú, querido niño, ven, ven conmigo). Y, de nuevo, el motivode la Muerte, omnipresente, resuena y se combina con el ritmo de ladanza de pesadilla. La reexposición suscitará una polifonía aún másdensa, en una perspectiva cada vez más lúgubre. Cromatismos y tresi-llos de corcheas se insinúan como sombras fantasmales, e intensificanla alucinación de un Prestissimo conclusivo al que pondrán punto finaldos acordes violentos, definitivos.

Comentarios cedidos por la

Guía de la música sinfónica,

dirigida por François-René Tranchefort

Alianza Editorial

Programa

F. J. HAYDNCuarteto de cuerda n.º 2 en Fa m, Op. 74 (Hob. III: 73)

Allegro spiritoso Andante grazioso

Menuetto-TrioFinale: Presto

Philip Setzer primer violín

Duración media de la ejecución 20'

D. SHOSTAKOVICHCuarteto de cuerda n.º 13 en Si bemol m, Op. 138

Adagio

Philip Setzer primer violín

Duración media de la ejecución 20'

F. SCHUBERTCuarteto de cuerda n.º 14 en Re m, D. 810

«La muerte y la doncella» Allegro

Andante con motoScherzo. Allegro molto

Presto

Eugene Drucker primer violín

Duración media de la ejecución 40'

EMERSON STRING QUARTET

I

II

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