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Cuadernos del Iregua 10 - El Colletero“PHI: Restauración de casetas y entornos de huertas”, Carlos Ramírez de la Concepción (PANAL-El Colletero) y Gonzalo Villaba (VIDAR) En

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Cuadernos del Iregua, 10

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Equipo de Cuadernos del Iregua

Consejo de Redacción

Coordinadora: Raquel Ramírez García

Asesoría Técnica: Vanessa Ruiz Cristóbal

Diseño: Emilia Fernández Núñez

Benita Escudero Valdemoros

Fabiola Pérez Moracia

Andreas Oestreicher

Lourdes Cacho Escudero

Gema Sáenz Bazo

Florencia Escudero Fonseca

Ana Isabel Fernández Rico

Paloma Escudero Cuadra

Xavi Riba Martínez

Tomás Garrido

Jesús Ramírez Martínez

Ricardo Ruiz Ramírez

Alfredo Graña Ruiz

Ilustración gráfica: Julio Martínez

Comité Científico

Coordinador: Jesús Ramírez Martínez

Antonino González Blanco

Claudio García Turza

Urbano Espinosa Ruiz

Raquel Ramírez García

Félix Sepúlveda Barrios

Amando López Valero

Benita Escudero Valdemoros

Vanessa Ruiz Cristóbal

Andreas Oestreicher

Lourdes Cacho Escudero

José Javier García Ramírez

Dirección

Jesús Ramírez Martínez

Fabiola Pérez Moracia

Número 10. Diciembre de 2010. DL. LR.131-2001. ISSN 1697-7084 Promotor y Editor: El Arco La Villa (Nalda – La Rioja), Centro Panal, C/ Piscinas, s/n, 26190, Nalda (La Rioja), España. Tels. 941. 490 051; 646 540 608. Correo: [email protected] © Cuadernos del Iregua

Cuadernos del Iregua n.º 10: Economía Verde y Resiliencia: Huertas del Iregua

Índice

• Introducción 3

• “Economía Verde y Resiliencia: Proyecto Huertas del Iregua (PHI)”, Jesús Ramírez Martínez (Universidad de La Rioja) y Raquel Ramírez García (El Colletero)

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• “PHI: Aspectos asociativos: marcos jurídico, histórico, organizativo y de gestión”, Raquel Ramírez García, Fabiola Pérez Moracia, Ana Isabel Fernández Rico y Florencia Escudero Fonseca (El Colletero)

27

• “PHI: Producción y comercialización”, Mercedes Peso Peso y Yolanda Rico (El Colletero). Entrevista, Vanesa Ruiz Cristobal

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• “PHI: Aspectos agronómicos”, Jorge López-Davalillo, Gonzalo Villaba y David Lafuente (VIDAR)

38

• “PHI: Restauración de casetas y entornos de huertas”, Carlos Ramírez de la Concepción (PANAL-El Colletero) y Gonzalo Villaba (VIDAR)

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• “PHI: Dimensión medioambiental”, Vanessa Ruiz Cristóbal (PANAL y El Colletero)

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• Reseñas e Informaciones 55

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INTRODUCCIÓN

Este décimo número de Cuadernos del Iregua se centra monográficamente en el proyecto “Economía Verde y Resiliencia: Las Huertas del Iregua”, consistente en la recuperación de algunas huertas del río Iregua (La Rioja, España), en la formación de personas para desarrollar un ciclo agrícola completo, en la producción de productos variados y en la comercialización directa de los mismos mediante la puesta en marcha de un club de consumo que favorezca la educación medioambiental y el consumo responsable y saludable. Supone una referencia de buenas prácticas y así lo ha entendido, entre otras instituciones y organismos, el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, que le ha concedido el “Premio Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales”, lo que le ha supuesto la distinción de excelencia y su asignación económica de 25.000 euros.

Se pretende dar cuenta de todo el proceso con los artículos que ser relacionan:

1. “Economía Verde y Resiliencia: Proyecto Huertas del Iregua” (PHI), Jesús Ramírez Martínez (Universidad de La Rioja) y Raquel Ramírez García (El Colletero)

Se presenta el proyecto por parte de los responsables del proceso pedagógico y del proyecto socioeconómico y de empleo, respectivamente, en su formulación completa: justificación, fundamentación, objetivos, previsión de resultados, acciones, recursos, presupuesto, cronograma, resumen previsible del proceso y los resultados con sus correspondientes indicadores, así como los resultados reales, las investigaciones y la divulgación y transferencia de los resultados antecitados.

2. “PHI: Aspectos asociativos: marcos jurídico, histórico, organizativo y de gestión”, Raquel Ramírez García, Fabiola Pérez Moracia, Ana Isabel Fernández Rico y Florencia Escudero Fonseca (El Colletero)

Las autoras, responsables máximas del proyecto desde la perspectiva asociativa, dan cuenta de aspectos relacionados con los marcos humanos, sociales, jurídicos, históricos, organizativos, infraestructurales, económicos y de gestión. Muy especialmente, en lo correspondiente al Club de Consumo Huertas del Iregua.

3. “PHI: Producción y comercialización”, Mercedes Peso Peso y Yolanda Rico (El Colletero)

La información se expone a través de una entrevista -realizada por una periodista- a las responsables máximas de la producción en las huertas y de su comercialización a través del “Club de Consumo Huertas del Iregua”

4. “PHI: Aspectos agronómicos”, Jorge López-Davalillo, Gonzalo Villaba y David Lafuente (VIDAR)

Los miembros de la Consultoría Agronómica VIDAR informan sobre el acompañamiento técnico e investigador que la consultoría ha mantenido con el proyecto en cuestiones agrónomas, durante las fases del mismo.

5. “PHI: Restauración de casetas y entornos de huertas”, Carlos Ramírez de la Concepción (PANAL-El Colletero) y Gonzalo Villaba (VIDAR)

En este artículo se presenta una visión sobre la restauración de las casetas de aperos y almacenaje básico de productos, así como de su protección básica para el uso en el desarrollo de las labores del campo en la agricultura tradicional del valle. Asimismo, de los cuidados básicos del entorno natural.

6. “PHI: Dimensión medioambiental del Proyecto”, Vanessa Ruiz Cristóbal (PANAL y El Colletero)

La autora, experta en temas medioambientales, presenta el proyecto desde esta perspectiva, en consonancia con los objetivos marcados de desarrollo sostenible y recuperación de espacios naturales y de paisajes.

7. Reseñas e Informaciones

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ECONOMÍA VERDE Y RESILIENCIA: PROYECTO HUERTAS DEL IREGUA

Jesús Ramírez Martínez

Universidad de La Rioja

Raquel Ramírez García

Asociación El Colletero, Nalda

RESUMEN: Los autores, responsables del proceso pedagógico y del proyecto socioeconómico y de empleo, respectivamente, presentan aspectos relacionados con su desarrollo de modo integral: justificación, fundamentación, formulación, objetivos, previsión de resultados, acciones, recursos, presupuesto, cronograma, resumen previsible del proceso y los resultados con sus correspondientes indicadores; también, el desarrollo del proceso real, los resultados concretos, las investigaciones, la divulgación y transferencia de los resultados antecitados, y las proyecciones del proyecto.

ABSTRACT: The authors, who are respectively responsible for the educational process and the socio-economic and employment project, present aspects of their development in a holistic manner: justification, rationale, design, objectives, anticipated results, actions, resources, budget, schedule, expected summary of the process and outcomes with their relevant indicators; also, the actual process, actual results, research, dissemination and transfer of the abovementioned outcomes, and project forecasts.

1. INTRODUCCIÓN

El proyecto “Economía Verde y Resiliencia: Las Huertas del Iregua” en una iniciativa de El Colletero (Asociación para el Empleo y el Desarrollo de Nalda y su Entorno en Igualdad) que tiene como objetivos la recuperación de algunas huertas del Iregua, la formación de personas para desarrollar un ciclo agrícola completo, la producción de productos del campo variados y la comercialización directa de los mismos mediante la puesta en marcha de un club de consumo. Es una acción innovadora que pretende recuperar los valores agropecuarios de nuestros pueblos en el marco del desarrollo sostenible, armónico y solidario, y, en otra dimensión, del consumo responsable y de los hábitos alimenticios saludables.

Como es sabido y constatable, El Colletero lleva 10 años de trabajo en el pueblo de Nalda (La Rioja), durante los cuales ha desarrollado proyectos diversos en ámbitos plurales, como son los servicios de atención domiciliaria, a la infancia, a los desempleados y a cuantos colectivos se encuentran en situaciones más difíciles de inserción sociolaboral, como es el caso de las personas de cierta edad, las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes y los discapacitados.

Y en esta línea de acción ha ido poniendo en marcha proyectos de servicios, productivos y formativos que ayudaran a los colectivos citados a encontrar un empleo y, a la vez, a dar un servicio de proximidad y calidad a otras personas, colectivos y empresas en los círculos cercanos. Tal ha sido

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el número de proyectos y la calidad de los mismos, que El Colletero ha ido asumiendo más retos y colaborando en la generación de cooperativas que han surgido de las buenas prácticas llevadas a cabo para dar respuesta a las necesidades que se iban detectando y cubriendo en Nalda y su entorno. Hasta este momento ya hay dos cooperativas constituidas, una de servicios de proximidad, “Mar del Iregua”; y otra de servicio de atención a la infancia, “Nalda Cop XXI”, que cuentan con una trayectoria de años y con un reconocimiento generalizado en los ámbitos locales y regionales.

Además, El Colletero ha desarrollado y acompañado proyectos formativos de gran importancia. Unos con reconocimiento oficial, como han sido los cursos del Plan FIP; otros de formación no formal específica para trabajos y servicios concretos; y algunos otros de formación hacia el arte y el ocio como el “Proyecto Verane@rt” que mereció un premio de la Caixa. También se han abordado proyectos de carácter diverso, formación-servicios-producción-empleo, mediante su participación en el Plan de Empleo del Gobierno de La Rioja, en ediciones sucesivas.

Por todo ello, durante estos años ha sido un paradigma de asociación que busca los nichos de empleo, en consonancia con el nombre de la propia asociación, El Colletero. En el momento de su constitución, los socios primeros plasmaron en la elección de este nombre su interés por recuperar la figura campesina tradicional del colletero, que era la persona que, desde la sierra regularmente -en el caso de Nalda, desde Torrecilla en Cameros-, proveía de plantas de colleta, pequeñas plantas de coles, berzas, coliflores o pellas, cebollino, etc., que iban vendiendo por los pueblos del valle. En realidad eran los viveristas del valle. Pues bien, eso es lo que pretende la asociación El Colletero: ser un vivero de empleo desde el que generar esas “plantas-personas” capaces de desarrollarse en cualquier lugar apropiado con unas condiciones adecuadas a sus necesidades y capacidades, con el propósito, como no puede ser de otro modo, de dar un servicio o una producción a la sociedad de la que forma parte.

En esta trayectoria se enmarca el proyecto que hoy nos ocupa, “Desarrollo Rural y Economía Verde: De las Debilidades a las Fortalezas por la Resiliencia”, que se ha llevado a cabo durante los años 2009 y 2010, en los que se ha desarrollado un programa completo de formación, puesta en marcha y comercialización de un ciclo agrícola completo en las huertas de Nalda, en el valle del Iregua, y que se materializa de forma concreta en el proyecto “Huertas del Iregua: Economía Verde y Resiliencia”. Las acciones que se han ido sucediendo, la divulgación de las mismas y la transferencia constante de la experiencia a otros organismos y colectivos interesados en iniciar experiencias similares han sido una constante en el modus operandi de la asociación. Y en este marco de actuación ha llegado la consecución del “Premio Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales”1 del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino2.

De la concepción, diseño, puesta en marcha y desarrollo de este proyecto se habla en el presente trabajo que pretende dar cuenta de todo el proceso, de modo que se constituya en la memoria histórica-científica del mismo, y en referente para cuantos estén interesados en estudiarlo o tomarlo como una experiencia más de los procesos autogestionarios como procedimientos eficaces para el desarrollo personal y social.

1 “Premio “Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales”, concedido por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, en resolución de 1 de octubre de 2010, de la Secretaría de Estado de Medio Rural y Agua, publicado en el BOE del 6 de octubre y recibido de manos de la Sra. Ministra, Doña Elena Espinosa, en Madrid, el día 13 de octubre de 2010, en la sede del Ministerio. El citado ministerio, por medio de la Orden de 23 de febrero de 2010, estableció las bases reguladoras para la concesión de los citados premios, que se establecieron por primera vez en 2010. El Ministerio reconoce la importancia de las mujeres como agentes de desarrollo del medio rural y trata de incentivar y fomentar proyectos innovadores realizados por y para las mujeres. El Premio cuenta con una dotación económica de 25.000 euros. 2 El proyecto, sin duda, sintoniza con las declaraciones hechas por la Sra. Ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino actual, Doña Rosa Aguilar, sobre el desarrollo rural sostenible: “Otra (prioridad) es que los jóvenes pongan una mirada al mundo rural en la certeza de que ahí tienen oportunidad para el empleo y para su desarrollo y que visualicemos lo que significa la mujer en el ámbito rural y pesquero, porque hasta ahora las mujeres que están jugando una papel muy importante son invisibles en ambos sectores”. El País, 13/11/2010: 32.

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2. UNA INICIATIVA INNOVADORA DE DESARROLLO RURAL EN EL VALLE DEL IREGUA

El proyecto de desarrollo rural “Economía Verde y Resiliencia: Las Huertas del Iregua” se construye sobre tres conceptos claves: economía verde, resiliencia y huertas del Iregua. Los tres se han de definir y poner en valor para la comprensión cabal del proyecto en su conjunto. Asimismo, también es muy conveniente exponer todo el proceso puesto en marcha en 2009; aunque, como se expone a continuación, ha sido la consecuencia lógica de otras acciones de recuperación agropecuaria que El Colletero ya venía desarrollando desde hacía varios años, tanto en Nalda cuanto en los pueblos de los alrededores, muy especialmente en el valle del Iregua y las villas del campo que forman parte del entorno del monte Moncalvillo, con las cuales se han mantenido relaciones de mancomunidad vecinal de producción y vida agropecuaria.

2.1. Marco filosófico y sociocultural del proyecto

El proyecto “Economía Verde y Resiliencia: Las Huertas del Iregua” ha estado fundamentado en la esperanza de llevar a cabo unas acciones que dieran respuesta positiva a una serie de necesidades detectadas por muchos de los participantes en el mismo. Además, en la idea de hacerlo replicable en otros espacios, es decir, de demostrar que era posible y que podía ser una referencia transferible a situaciones similares.

Todo el proceso se ha desarrollado de modo consensuado y en el marco de una convivencia democrática que sintoniza con el espíritu que el propio nombre de la asociación establece cuando se habla de relaciones “en igualdad”. Por tanto, se parte de un proceso democrático, participativo y en igualdad. En consecuencia, es un proyecto social con una metodología de trabajo que contempla el diálogo entre todos los participantes, la deliberación, la toma conjunta de decisiones, la implicación y asunción de compromisos, y los trabajos por tareas, así como el seguimiento de los mismos en cuanto a su grado de cumplimiento y resultados cuantitativos y cualitativos.

A modo de presentación del proyecto, resulta clarificador analizar brevemente el título del mismo para comprenderlo en su justa medida. Ya se decía más arriba que se parte de tres conceptos clave: 1, economía verde; 2, resiliencia; y 3, huertas del Iregua. Son tres conceptos que se interrelacionan de un modo lógico de la manera siguiente: es posible una economía basada en la potencialidad del mundo agrícola y medioambiental, siempre sostenible; ésta puede desarrollarse mediante una metodología resiliente –de la que tanto saben en la práctica las personas del campo-, que consiste en convertir las aparentes debilidades en fortalezas mediante la capacidad de resistencia, reactivación y puesta en valor de lo que se tiene y se comprueba que es válido; y todo ello es posible ponerlo en marcha y demostrarlo en el espacio sociocultural, medioambiental y agrario de las huertas del Iregua.

A. ¿Qué se entiende por economía verde? Podemos encontrar definiciones variadas, ya que se trata de un concepto relativamente novedoso; por tanto, en vías de determinarse con precisión, y que conecta con ámbitos como la ecología, la sostenibilidad del medio y de la propia economía; con la defensa del medio ambiente, el uso de energías renovables y la potencialidad de la producción de la naturaleza a través del cultivo; así como con otras corrientes que contemplan la protección del medioambiente, la riqueza integral de la naturaleza y del paisaje; incluso, con algunos movimientos que abordan la necesidad del decrecimiento como proceso lógico de desarrollo imprescindible para la sostenibilidad del propio planeta.

En los ámbitos teóricos se la define como,

La economía “verde” en un nuevo modelo económico que se está desarrollando en contra del modelo actual de economía “negra” basado en carburantes fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural. El modelo de economía verde se basa en el conocimiento de las disciplinas de economía ecológica y economía verde, que se ocupan de la interdependencia de las economías humanas y los ecosistemas naturales y el impacto adverso de las actividades económicas en el cambio climático y el calentamiento global”. 3

3 http://www.economiaverde.org/blog; http://www.economiaverde.org/blog/?p=4

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Son muchos los grupos con alto grado de sensibilización medioambiental y de desarrollo sostenible que abogan por una economía más fundamentada en los recursos naturales renovables. Y también es cada vez más frecuente encontrar organismos e instituciones interesados por esta vertiente de la economía como alternativa que equilibre, aporte visos de sostenibilidad y frene la agresión insostenible de un mercado consumista basado en la ley única del dinero.

B. Respecto a la resiliencia, encontramos también definiciones variadas debido, sin duda, a la importancia que está tomando en las ciencias sociales y de la psicología actuales.4 Veamos algunas de estas definiciones,5

“La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas. E. Chávez y E. Yturralde (2006). La resiliencia distingue dos componentes: la resistencia frente a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia integridad, bajo presión y, por otra parte, mas allá de la resistencia, la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo pese a las circunstancias difíciles. Vanistendael (1994). Habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva. ICCB, Institute on Child Resilience and Family (1994). El arte de vencer las adversidades con los pies en la madre tierra. Jorge Montoya Avecías (2006). Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas. Grotberg (1995). La resiliencia significa una combinación de factores que permiten a un niño, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida, y construir sobre ellos. Suárez Ojeda (1995). La resiliencia es una respuesta global en la que se ponen en juego los mecanismos de protección, entendiendo por estos no la valencia contraria a los factores de riesgo, sino aquella dinámica que permite al individuo salir fortalecido de la adversidad, en cada situación específica y respetando las características personales. Infante (1997).

Se aportan varias para ilustrar con más definiciones y autores las concepciones diversas de este enfoque. Con todo, nos parece interesante la definición o concepto de resiliencia que, en sintonía con las anteriores, asume la propia asociación de El Colletero para su proyecto y que lo difunde en los términos siguientes, como “la capacidad que tienen los cuerpos, la tierra, las personas de recuperarse y salir fortalecidos, después de verse sometidos a una fuerte presión”. Y qué duda cabe que la tierra, sus modos culturales de cuidado y cultivo, las personas que la atendían y los productos que producían se han visto sometidos a una fuerte presión, a una devaluación permanente; pero, gracias al espíritu resiliente de todos ellos, poniendo en valor aspectos aparentemente considerados como puntos débiles, puede conseguirse salir adelante y convertirlos en fortalezas en momentos dados de necesidad de generar valores de sostenibilidad medioambiental, alimentaria, económica y cultural.

Puede ponerse un ejemplo de resiliencia en una de las actividades desarrolladas en el proyecto: la transformación de algunos productos agrícolas de caducidad inmediata en otros productos de grandísima calidad y de conservación permanente: es el caso de los orejores y las pasas. ¿Qué son los orejones? Pues son frutos secados al sol de gusto exquisito, con una calidad nutricional excelente y con unas posibilidades de conservación natural casi sin límites en términos gastronómicos. Los hay de melocotón, manzana, pera y tomate. Los más frecuentes son los de melocotón, como fruta para consumir con una fecha de caducidad casi sin límite y de unas condiciones excelentes en cuanto a su calidad nutricional y de duración. ¿Qué son las pasas? Son las ciruelas secadas al sol. ¿Qué tienen en común? Que ambos, orejones y pasas, son el resultado de aprovechar una “debilidad” de su fruta originaria, su caducidad y sus dificultades para el transporte en condiciones de maduración óptima -momento de mayor calidad para su consumo-, y aprovecharlas para secarlos directamente al sol -pelados-mondados los primeros; enteras las segundas-, para conseguir la “fortaleza” de un producto de excelencia y primor gracias a la “fortaleza” cultural de las manos campesinas que tradicionalmente han sabido desarrollar el proceso con toda sabiduría y técnicas depuradas de

4 Incluso el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia ya considera el término en el avance de su próxima edición, lo que indica la necesidad de definir el término. 5 http://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_%28psicolog%C3%ADa%29 FORÉS, Anna y Jordi GRANÉ (2008): La resiliencia. Crecer desde la adversidad. Barcelona: Plataforma Editorial.

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selección, mondado, primer oreo, cortado, secado en los “ganchos”6, secado posterior y manufacturación artesanal final. Todo un proceso resiliente fruto de la necesidad, el conocimiento, el esfuerzo, el gusto por hacer bien los procesos y la suma de saberes. De ese modo, unos frutos de primor, aparentemente condenados a un consumo no adecuado como el industrial o a ser desaprovechados o tirados, pasan a constituirse en un producto de gran calidad y muy demandado, como lo demuestra su venta a través de la Cooperativa de Frutos del Campo o en la Jornada de la Pasa.

Otro ejemplo puede ser el uso de los abonos orgánicos con el que se aprovecha el estiércol de los animales para fertilizar los suelos. Y el mejor ejemplo de resiliencia es la conservación de los saberes y capacidades de las propias gentes del campo, capaces de poner en valor sus conocimientos y su cultura que permite la producción y la transformación de los productos como demostración de un desarrollo sostenible, autónomo y de soberanía alimentaria.

Desde el punto de vista teórico y de reflexión sobre estos métodos, se ha de resaltar que resultó de gran interés el curso sobre la resiliencia impartido por el profesor e investigador argentino, Alberto Croce, experto en el tema, con quien se comparten por parte de PANAL (Asociación de Patrimonio de Nalda) y El Colletero proyectos de educación y cooperación para el desarrollo (Croce, 2000). Fue de gran claridad su ejemplo sobre la capacidad resiliente de un globo, que acepta el hinchado y el cambio de forma según el grado de aire insuflado y las presiones que se hagan en una u otra dirección y que, en todo caso, conservará su capacidad de volver a inflarse y adoptar nuevas formas, ya que la materia que lo constituye, aunque es fina y parece débil y frágil, también es flexible y firmemente resistente, lo que le da la plasticidad recurrente que constituye su gran fortaleza.

C. Finalmente, el concepto clave de huertas del Iregua hace referencia a las huertas bañadas por el citado río y sus afluentes. Son de una gran fertilidad y se caracterizan por la diversidad de sus cultivos, dada la calidad de su tierra, su benigna climatología, la abundancia de agua y la cultura hortofrutícola de la zona. Como se dice en otro apartado, pueden diferenciarse entre las bañadas por el río Iregua, en el centro del valle, configuradas por un relieve más llano; y las bañadas por el río Torredano, en los aledaños del casco urbano y de un relieve más quebrado con distribución en terrazas o mangadas.

Han sido históricamente y hasta hace unos 50 años motivo de orgullo exclusivamente campesino como ya lo recogieron Govantes (1846:133) y Madoz (1845/1850) en sus diccionarios. Pero, en los últimos tiempos, la percepción de estas huertas por parte de los vecinos y visitantes foráneos ha vivido algunas transformaciones que han de citarse. Hasta los años 60-70 eran denominadas por los vecinos, labradores en su mayoría, como “el campo”, las “piezas”7 del campo en las que se desarrollaba la vida socioeconómica de todo el pueblo y sobre las que recaía el trabajo que aseguraba la supervivencia de sus vecinos. Pero fue a partir de esos años cuando, como en el resto de España, se produjo el éxodo del campo a la ciudad y, en el valle del Iregua, aunque no de un modo tan marcado como en otras zonas, también se vivió. No se produjo un desplazamiento ni un vaciamiento de los pueblos tan drástico, pero sí se cambiaron las formas de producción y de vida, ya que las nuevas ocupaciones pasaron a desarrollarse en la ciudad de Logroño en este caso, y se produjo un abandono paulatino del trabajo en el campo que pasó a ser complementario durante un tiempo, y prácticamente testimonial a partir de los años 90. Durante este proceso de unos 30 años, las cosas fueron cambiando y también la consideración y valoración de las huertas que, en muchos casos, pasaron de ser un valor incuestionablemente agrícola vivido con orgullo campesino, a

6 El proceso de elaboración de orejones consiste en el secado de algunos frutos. Los más frecuentes son los de frutas (melocotones, manzanas y peras), que se mondan y se orean sobre cañizos durante un día; al día siguiente se cortan en trozos, se estiran éstos y se pinchan en los ganchos -regularmente consistentes en una rama de espino en cuyas espinas o púas se insertan los trozos de la fruta-; una vez que están secos estos trozos, se orean de nuevo en los altos de las casas hasta alcanzar el grado de orejones y pasan a su manufacturación manual para el consumo directo o como ingredientes de compotas y dulces. En el caso de los de tomate, éstos se abren, se echan al sol sobre cañizos con una poca sal, se escurren un poco a los dos días y, posteriormente, tras su secado, pasan a los altos para que se oreen del todo y pasen a la manufacturación para su consumo, regularmente con fines culinarios. 7 Sinónimo más frecuente de propiedad agrícola, finca o parcela como unidad de cultivo.

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revalorizarse como objeto de venta para el establecimiento de espacios de recreo donde la aparición de chalés, frontones, piscinas y otros espacios de ocio ajenos a la tradición rural del valle comenzaron a proliferar y a generar una situación extraña respecto al uso de las huertas y a las finalidades de las mismas: pasaron de ser el sostén alimentario de la ciudadanía y el espacio de trabajo, economía y cultura del pueblo a objetos de la especulación inmobiliaria, lo que perturbó el desarrollo agrícola del valle, cuando no el urbanístico con un diseminado no exento de problemas medioambientales y de urbanismo a medio y largo plazo; aunque no entramos en ello en este caso por no ser motivo de análisis en este momento.

Las administraciones fueron conscientes de este proceso y contemplaron legislación que reglamentara y protegiera este espacio agrícola privilegiado de las huertas del Iregua, especialmente con el PEPMAN (Plan Especial de Protección del Medio Ambiente Natural de La Rioja), que, lamentablemente, a nuestro entender, fue desatendido por parte de los propietarios con la permisividad excesiva de las administraciones locales. Hoy en día, nos encontramos con un valle repleto de construcciones variopintas, de estructuras pseudo-urbanas sin recursos ni condiciones de servicios y saneamientos, y con un campo lleno de vallados que impiden visibilidad y el paso libre de personas y de la propia fauna inherente al valle.

Con todo, las huertas son un potencial extraordinario de diversidad medioambiental, de especies agrícolas muy variadas, de una producción feraz de primerísima calidad por sus condiciones agroclimáticas y con un paisaje que enamora y las convierten en un paraíso entre la ciudad de Logroño, capital de La Rioja, y la sierra de Cameros, formado un entorno con grandes posibilidades de turismo rural de excelencia, con productos gastronómicos naturales de primor. Significan, en última instancia, la seguridad alimenticia de la ciudad de Logroño y de los propios pueblos, con unos productos variados de proximidad y de primerísima calidad.

Para las asociaciones PANAL y el Colletero, esta es una dimensión que se pretende potenciar y poner en valor. No se debe olvidar que ambas asociaciones comparten objetivos de recuperación y restauración de patrimonio. La primera el patrimonio en su conjunto y, por supuesto, también el medioambiental y cultural. La segunda, desde la perspectiva del empleo, también aboga por el patrimonio que genere desarrollo integral en el pueblo. Y ambas comparten la idea, el espíritu y la práctica de la gestión social del patrimonio como base sólida de desarrollo sostenible: medioambiental, alimenticio, económico, turístico y cultural. Todo ello, con las cautelas y cuidados especiales ante los ámbitos turísticos y económicos que se han de regir por fórmulas respetuosas con el patrimonio de los pueblos.

2.2. Antecedentes

Como se ha comentado, El Colletero, desde su constitución, comparte los objetivos de PANAL en cuanto a trabajar a favor de la protección y recuperación del patrimonio del pueblo. Por ello, desde sus primeros pasos inició proyectos relacionados con su mundo agropecuario. Ya en el año 2000, momento de su puesta en marcha, se sumó a la Jornada de la Pasa, para valorizar la ciruela reina claudia8, inició un proyecto de recuperación de una cabrada en el pueblo a la vez que formaba como pastor a un nuevo vecino inmigrante y comenzó a ocupar a algunas personas en labores agrícolas, bien para cosechar fincas de cerezos y ciruelos, bien para cuidar algunas de estas fincas con el fin de que no se quedaran llecas al no poder ser atendidas por sus dueños, debido a la imposibilidad de éstos por razones de edad o de cualquier otra índole incapacitadora.

Fueron años de experiencias previas que fueron demostrando que había una necesidad de mantener y recuperar tierras de cultivo tan fértiles como las huertas del valle del Iregua, que había propietarios dispuestos y deseosos de cederlas y verlas en producción, y que había personas que podían dedicarse a estos menesteres tan necesarios para dar satisfacción a personas de colectivos que demandaban productos agrícolas de calidad que les llegaran directamente desde las huertas productoras hasta sus hogares.

8 Se dice que se denomina así por ser la fruta preferida de la reina Claudia, esposa del rey de Francia, Francisco I (1494-1547).

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Con la confluencia de todas estas circunstancias y con el empeño de la asociación en mantener la vida agrícola, generar empleo a las personas con más dificultades de encontrarlo y responder a la demanda de productos naturales de primera calidad, se pensó en el proyecto que nos ocupa, dado que se lograrían objetivos varios, de gran calidad todos ellos: 1. Recuperación de huertas, cultivos diversos y paisaje. 2. Mantenimiento de una cultura agropecuaria en riesgo de extinción. 3. Posibilidades de formación y empleo. 4. Formas de comercio justo, con consumo directo y saludable. 5. Generación de modelos de producción y economía sostenibles. 6. Desarrollo de pedagogía cívica a favor del desarrollo sostenible. 7. Acercamiento y alianza entre el mundo urbano y rural. 8. Implicación de los centros educativos en estos proyectos de educación en valores.

Por tanto, para comprender cabalmente el proyecto, hay que decir que se trata de una acción que tiene antecedentes, al menos, desde el año 2000. Desde esa fecha, la asociación El Colletero ha venido desarrollando acciones de atención al mundo agropecuario del valle:

2.2.1. Participación en las acciones desarrolladas por PANAL y la Cooperativa de Frutos del Campo a favor de la valorización de la Ciruela Reina Claudia: Día del Ciruelo en Flor, en primavera; Día de la Recolección de la Ciruela, en verano; y Jornada de la Pasa, en invierno. Desde 2000 hasta el momento actual

La asociación PANAL inició al comienzo del siglo XXI y del Milenio un proyecto de recuperación y valorización de unos de los productos más significativos del campo de Nalda: la ciruela reina claudia. Esta fruta, junto a la fresa y el melocotón, ha sido la más apreciada y abundante a lo largo del siglo XX y, por tanto, la que permanecía en la memoria colectiva del pueblo. La imagen de las exquisitas fresas olorosas, de las ciruelas y sus pasas secadas al sol, y de los melocotones y sus riquísimos orejones configuran el imaginario colectivo de los productos de primerísima calidad y que dan signos de identidad a la cultura campesina del pueblo.

Pues bien, en el año 2000, las fresas hacía ya tres decenios que habían dejado de producirse para comercializarse fuera del pueblo, los melocotones también habían perdido competitividad en su producción-comercialización, y sólo la ciruela ser mantenía en Nalda, aunque en franco declive, como toda la agricultura, en un pueblo que se escoraba hacia los servicios y el uso de las tierras para otros cometidos extraños a su función lógica y tradicional, y difícilmente sostenibles. Y fue PANAL quien, con El Colletero, la Cooperativa de Frutos del Campo, y con la colaboración del Ayuntamiento de Nalda en ese momento, planteó la valorización de la ciruela, estableciendo tres festejos que dieran cuenta de su ciclo agrícola y, a la vez, permitiera culturizar sobre el mundo rural y favorecer la alianza entre el campo y la ciudad, entre los ámbitos rurales y urbanos.

De ese modo, se establecieron tres fiestas que contemplaran todo el ciclo. Desde entonces, se llevan a cabo del modo siguiente:

A. La Fiesta del Ciruelo en Flor

Se celebra el primer domingo del mes de abril, coincidiendo con la floración de los frutales: cerezos, perales, manzanos, melocotonares, ciruelos... y vegetación silvestre en general. Consiste en una actividad en la plaza de la Tela, durante la cual se exponen productos agrícolas y de jardinería, se da información sobre el ciclo agrícola de las huertas del Iregua, se degustan algunos platos gastronómicos como las migas de pastor y reposterías tradicionales, y se disfruta del paisaje, mediante rutas turísticas monitorizadas por expertos de las asociaciones PANAL, El Colletero y de la Cooperativa de Frutos del Campo.

B. La Fiesta de la Recolección de la Ciruela

Se celebra el primer sábado del mes de agosto, coincidiendo, regularmente, con el momento más álgido de la cosecha de la ciruela. A ésta se le da dos salidas de consumo, principalmente: 1. La venta directa, “en verde”, para su consumo directo o para su transformación en mermeladas o dulces. La venta es gestionada bien a través de la cooperativa o bien mediante la comercialización directa por parte de algunos labradores que no pertenecen a la misma. 2. Su secado al sol, es decir, para la producción de “pasas” que luego serán comercializadas del mismo modo que las ciruelas en verde, bien por la cooperativa o por los propios labradores.

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También en esta fiesta se llevan a cabo actividades en la misma plaza de la Tela, donde se exponen ciruelas de variedades diferentes, ciruelas claudias en grado distinto de maduración y de ciruelas en proceso de secado en un grado diferente del mismo y en soportes también distintos: en juncos, cañizos y envueltas en papel. Asimismo, se presentan diversos productos fruto de la transformación de las mismas en mermeladas, dulces o en usos gastronómicos y en repostería.

Del mismo modo que en la fiesta anterior, se exponen productos del campo de la época y ciclo agrícola y se venden directamente a los consumidores que pueden beneficiarse de unos productos que pasan directamente de la huerta a sus casas. A la vez, pueden degustarse y adquirirse, igualmente, productos de la huerta y platos y reposterías tradicionales. Y, en todo momento, las asociaciones llevan a cabo campañas de información y pedagogía sobre el ciclo agrícola, las tareas campesinas, las características saludables de los productos y la importancia del desarrollo sostenible.

C. La Jornada de la Pasa

Este fue el festejo con el que se inició el proyecto en 19999. Se lleva a cabo el domingo anterior a la fiesta de la Navidad. Tiene una gran capacidad de atracción y concita mucha asistencia, lo que obliga, incluso, a establecer un plan regulado de circulación y estacionamiento por la gran afluencia de visitantes.

Durante la misma se exponen y venden los productos derivados de la ciruela y de otros productos campesinos, además de acompañar a los visitantes en rutas turísticas agropecuarias establecidas y de incidir en la pedagogía sobre el mundo rural. Junto a las ciruelas y los productos derivados de las mismas (pasas, chocoruelas –delicatessen, fruto del espíritu innovador de las mujeres de El Colletero y PANAL que ha llevado a elaborar un dulce exquisito sobre la base de la ciruela pasa macerada en licor y bañada de chocolate-, dulces y mermeladas, repostería de ciruela pasa, licor de pasa, etc.), también se exponen y venden otros productos agropecuarios propios de la época como orejones de melocotón, manzana, pera y tomate; hortalizas y frutas de las huertas del Iregua; frutos secos como nueces y almendrucos, y productos artesanales como turrón “de capota”, mieles, etc. Productos del valle, tan propios todos ellos de la Navidad, que tienen una gran aceptación.

Como en las fiestas antecitadas, se lleva a cabo una exposición de productos muy variados, presentados por asociaciones y productores que, directamente, ocupan toda la plaza y dan a degustar productos del campo, pero también de factura local como embutidos, panes y repostería elaborada en el pueblo y productos de transformación artesanal y de artesanía de proyectos de desarrollo rural y sostenible similares a los del propio pueblo. Regularmente, se cuenta con espectáculos y manifestaciones artísticas y culturales que animan y dan vida a una fiesta que culmina con la consabida degustación de platos tradicionales y con una comida comunitaria.

Llegados a este punto, hemos de dar cuenta de que la vivencia de la ciruela reina claudia, en alguna medida al igual que la vendimia, siempre se ha vivido con aires de festejo. Es verdad que de treinta años a esta parte, todo el proceso de recolección se lleva a cabo por los labradores y sus familias, con el apoyo puntual de algunos peones en algunos casos. Pero se ha de hacer notar que la recolección de la ciruela tenía algo de “mágico y espíritu festivo” por la tradicional participación de las cuadrillas de murcianos, hombres y mujeres jornaleros que venían par recolectar y manufacturar cada verano la mayor parte de la cosecha para los exportadores levantinos que la comercializaban.

También se ha de dar cuenta de que hubo una arraigada cultura de la pasa de ciruela claudia que, igualmente, tenía una gran acogida tanto dentro de España como para la exportación; hasta tal punto que, incluso, había algunos emprendedores del pueblo que las comercializaron con un éxito tan reconocido, que fue recogido por la prensa de entonces (La Rioja; 1929). Las pasa eran secadas al sol en juntos secos o en cañizos, para después culminar su proceso en los altos de las casas; aunque, durante un tiempo, también funcionó un secadero de pasas en el pueblo de Islallana, barrio

9 La fiesta se inició en la plaza de la Iglesia y su entorno de carácter medieval, que permitía una ambientación muy rural; pero, según se fue divulgando su calidad y fue aumentando la afluencia de público, se pasó a la plaza de la Tela, donde ya se ha establecido definitivamente, junto a las otras dos fiestas relacionadas con la ciruela claudia, en sus distintos estadios y presentaciones diversas.

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de Nalda, donde se desarrollaba el proceso de modo industrial. Con todo, se volvió al sistema tradicional, al secado al sol y en los altos de las casas campesinas, del mismo modo que se hace ahora, como sistema natural que favorece un proceso adecuado y sostenible.

2.2.2. Recuperación y mantenimiento de una cabrada

Otra actividad de gran relevancia fue la recuperación y mantenimiento de una cabrada mediante el aporte de la formación de un pastor cabrero, procedente de la inmigración, búlgara, en este caso. Años 2000, 2001 y 2002. Durante estos años, la asociación acompañó al citado pastor, a quien becó durante su periodo de formación, y a los vecinos propietarios de la cabrada con el fin de darle continuidad para la producción de leche para la elaboración de quesos “serranos” tradicionales de gran aceptación por la ciudadanía de La Rioja, ya que constituyen parte del rico acervo gastronómico y etnográfico de la población.

Este proyecto conectó perfectamente con los objetivos prioritarios de PANAL y El Colletero. Por una parte, por su dimensión recuperadora de cultura rural, como era el mantenimiento de los rebaños, de una cabrada en este caso; por otro, por la posibilidad de generar empleo para colectivos con dificultades de inserción laboral, como fue el caso de un inmigrante en periodo de formación para capacitarse como pastor. Las cabradas pertenecen a la cultura social del pueblo, ya que, históricamente, se había contado con una cabrada comunitaria

2.2.3. Participación en los Talleres de Empleo “Los Dólmenes I, II y III”

El Ayuntamiento de Nalda desarrolló los Talleres de Empleo “Los Dólmenes I, II y III”, años 2000/ 2001/ 2002 y 2003, con la colaboración de PANAL. Fueron tres talleres que formaron y ocuparon en torno a 50 personas. Contaron con la ayuda del INEM (Instituto Nacional de Empleo) y con fondos europeos. Los trabajos se llevaron a cabo en espacios naturales municipales y de otros organismos como la Mancomunidad de Regantes de “El Río Torredano”. Espacios como el Cementerio Municipal, el cauce del río Torredano y su balsa de El Molinín, el parque Medioambiental “Entrepuentes” y otros espacios como el acondicionamiento de ajardinamientos en el camino de la Ermita y los bordes y taludes ajardinados de algunos caminos del pueblo, entre otros. Asimismo, se colaboró en la promoción y gestión del proyecto de reforestación de espacios de monte comunitario, donde se plantaron pinos de varias clases y otro arbolado de especies autóctonas como encinas, hayas y robles. Incluso, se planificó la plantación de un pequeño bosque de tilos que, por causas ajenas a la voluntad de la asociación, se abandonó por parte del Ayuntamiento a partir de 2003.10 A la par, se puso en marcha, un comedor social experimental durante un año que atendió a algunos de los participantes en los talleres de empleo a personas del pueblo y que supuso un puesto de trabajo a una mujer de Nalda, además de una experiencia de atención social a personas necesitadas de este servicio11.

2.2.4. Desarrollo de la campaña para evitar la Planta de Craquización de Neumáticos y Rechazo de Fragmentación de Vehículos con Cogeneración de la Yasa, en Albelda de Iregua

Se participó activamente en la campaña en contra de ubicar en Albelda de Iregua, muy cerca de Nalda, una planta de descomposición de neumáticos de automóviles por craquización. Finalmente se consiguió que el proyecto se retirara y la experiencia de acción ciudadana conjunta con el Ayuntamiento fue un referente muy significativo para acciones similares en defensa del medio ambiente y de la defensa de los derechos ciudadanos a través de la participación. Todo ello está recogido y documentado en el número especial de El Arco la Villa:

“Este número especial recoge parte de la historia y la documentación que se fue generando durante todo el proceso: Primeras asambleas, comunicados de prensa, artículos de los medios de comunicación, informes científicos y técnicos de los expertos, extractos relevantes de las actas oficiales de los plenos del ayuntamiento, modelos de documentos utilizados por la Comisión Ciudadana, metodología de actuación, solicitudes y contestaciones oficiales... Todo un conjunto de documentos que, junto a los que se guardan en los Grupos, Asociaciones y en el propio Ayuntamiento, constituyen un fondo documental importante para cualquier estudio

10 Cuadernos del Iregua, 1, 2001. 11 Se llevó a cabo con la colaboración de la Asociación de la Tercera Edad “San Roque” y con el Ayuntamiento.

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actual o en el futuro. Nalda ha dicho lo que siente: Que apuesta por la su gente, la salud, la agricultura y el campo en general, por el turismo y la vida de calidad, por la naturaleza, por su medio ambiente y, siempre por el

desarrollo sostenible del pueblo, del Valle del Iregua y de todo el entorno”. (El Arco La Villa, 2002: 3)

2.2.5. Trabajos de recolección de cereza y ciruela. Desde 2001

En alguna medida, estas fueron las actividades más directamente precursoras del proyecto que nos ocupa, porque tuvieron la dimensión productiva y comercializadora que lo caracteriza. Tal vez, con esta experiencia se pergeñaron los primeros pasos y se fraguó lo que se proyectó posteriormente. El motivo de hacerse cargo la asociación de algunas cerecedas y cirueleras fue la jubilación o entrada en muchos años de algunos de los agricultores tradicionales más significados del pueblo. Al principio se respondió a una demanda cuasiemocional, ante la paradoja de ver abandonadas sus arboledas que con tanto primor habían cultivado durante años. Durante un tiempo, ellos mismos fueron recolectando, con la ayuda de algunos familiares y con la participación de peones contratados al efecto, la fruta que buenamente querían traer los árboles; pero la experiencia resultaba estresante para ellos, fatigosa para las familias y poco rentable en su conjunto desde el punto de vista económico. Ante esta situación, algunos de ellos plantearon la posibilidad de que desde El Colletero –que ya impartía algunos servicios- se hiciera, al menos, la recolección de la fruta, ya que su pérdida en los árboles tras haberla criado les producía un impacto emocional muy negativo para su autoestima. Por esta razón, y ante la demanda de estos labradores y sus familias, se inició un trabajo de recolección de algunas arboledas de frutales que, de otro modo, se hubieran quedado sin aprovechar. Obviamente, esta actividad supuso un contacto directo con el mundo de la producción agrícola –que varios miembros de la asociación ya habían vivido desde su infancia por su pertenencia al mundo campesino- y de la comercialización a través de la cooperativa de Frutos del Campo. Y, como consecuencia, se comenzó a profundizar en otros aspectos relacionados con los frutales como el cuidado de los mismos y su valorización, a través de cursos de formación y experimentación, y trabajos de investigación promovidos por la propia asociación.

2.2.6. Cuidado completo de cirueleras cedidas por agricultores jubilados. Desde 2004

Ya se ha avanzado el proceso por el que se inició el trabajo relacionados con los frutales, cerezos y ciruelos, principalmente. Aunque se comenzó con ambos –y todavía se recoleccionan algunas cerecedas, la realidad es que los trabajos más intensos se han llevado a cabo con las cirueleras. Al principio, con las de Nalda y, después, en colaboración con los labradores del pueblo de Quel, también en La Rioja, en cuyas huertas del río Cidacos, tradicionalmente habían cultivado ciruela claudia y elaborado pasas secadas al sol. Conjuntamente, se llevó a cabo el reconocimiento de la denominación de origen de la ciruela claudia de Nalda y Quel, avalada por la propia Consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja.

Durante todo este tiempo, pues, El Colletero ha ido ampliando su abanico de servicios al campo y, muy especialmente, en el ámbito de la ciruela. No sólo se resumió a la recolección, sino que amplió otro tipo de labores, desde la poda, los cuidados y la investigación para la mejora del proceso y, por tanto, del cultivo y de sus resultados (Diez, 2005).

2.2.7. Gestión y cuidados del río Torredano

El río Torredano (Ramírez y Ramírez, 2001: 6-22) es un arroyo autóctono que nace en los montes de Nalda y desemboca en el río Iregua, bien por el barranco de río Mayor, bien por los desagües artificiales que derivan desde los brocales de riego del mismo a los barrancos de la Tenería/ Ternería, Los Guardias o San Miguelito. Este río se ha regido históricamente por una Comunidad de Regantes que se ha ocupado de mantener el cauce desde el nacedero en las fuentes de San Marcos y de Cuatro Cañones, el mantenimiento de la balsa de San Miguelito y de los brocales de riego de las huertas y la distribución de las aguas durante la época de riego. Durante muchos años, la comunidad de regantes mantenía todo el año a una persona contratada como el regador. Éste solía ser un vecino del pueblo que, durante todo el año, mantenía el río y gestionaba las aguas en sus usos diversos: servicios de abrevaderos, limpieza y saneamiento del pueblo, servicio al matadero municipal..., y riegos en verano.

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En los últimos años, a partir de principios de los años 70, el abandono del campo fue creciendo y, como consecuencia, la sostenibilidad de todo el entramado socioeconómico se fue debilitando hasta hacerse insostenible, por lo que hubo que buscar alternativas para mantener el río. Durante un tiempo consistió en la contratación más o menos formal de personas que, durante el periodo estival, gestionaban el uso del agua. Pero la situación se fue deteriorando hasta el punto de tener que recurrir al apoyo del propio Ayuntamiento en 2000 para iniciar un proceso de valorización del río y consolidación del mismo. Para ello se contó con la colaboración de PANAL para el desarrollo de los Talleres de Empleo y de El Colletero para la gestión ocasional de algunos ciclos de riego y para la limpieza y mantenimiento del río con la aportación de una regador/a contratados por la propia asociación. Incluso, se apoyó en la promoción de una fiesta-vereda, Fiesta del Río Torredano, para la limpieza y mantenimiento del río en primavera, que consiste en un trabajo comunitario voluntario de limpieza del cauce y en una romería-comida también comunitaria en la explanada de la ermita de San Marcos, lugar donde se encuentra la fuente que da origen al río antes de saltar por el Chorrón de San Marcos.

2.2.8. Puesta en marcha del proyecto educativo “El huerto escolar: Experiencia educativa de desarrollo sostenible”

Este proyecto se enmarca en una trayectoria de relaciones fluidas y de gran colaboración entre los maestros y maestras del CRA Moncalvillo y las asociaciones del pueblo. Ya desde los primeros años de la década se montó un huerto escolar en el que los niños pudieran vivenciar la cultura campesina y experimentar, desde un punto de vista educativo integral y globalizador, el desarrollo de un ciclo agrícola completo de Nalda. Para ello se montaron las infraestructuras necesarias en una parte del patio de la escuela y, con la participación de familiares y miembros de El Colletero, se fue experimentando la producción de diversas verduras y hortalizas que los niños seguían, estudiaban, recogían y disfrutaban posteriormente en sus casas.

Fruto de esta experiencia fue la formulación del proyecto “El huerto escolar: Experiencia educativa de desarrollo sostenible”, desarrollado formalmente ya durante el curso 2009/2010 con la colaboración educativa de profesorado del propio CRA y la participación de El Colletero en los aspectos agrícolas. Todo el proceso se planteó en términos de la educación integral, con objetivos que contemplaban la transversalidad educativa y la globalización (Escutia, 2009; García Ferreiro, 2010); y con los siguientes resultados esperados: “1. Puesta en marcha y mantenimiento de un huerto escolar ecológico donde reproducir el ciclo agrícola completo. 2. Desarrollo de un currículum educativo integral que contemple el aprovechamiento pedagógico del huerto escolar. 3. Concienciación de los niños y de toda la comunidad escolar y educativa que replique la sensibilización sobre la sostenibilidad medioambiental. 4. Intercambios con el proyecto “Huertos Tradicionales del Iregua” y con la cooperativa de Frutos del Campo. 5. Producción de material didáctico y divulgativo sobre la experiencia integral del huerto escolar”.12

2.2.9. Gestión completa de huertas, arbolados, choperas y zonas de parajes naturales. Desde 2009

El contacto permanente y “natural” con el mundo agrícola y rural supuso una preocupación y una ocupación en todas sus facetas. Lo que había sido un arranque de jardinería medioambiental, de recolección de frutas y de cuidado de regadíos y de árboles, pasó a ser, también, de cuidado de huertas y sus productos tan diversos.

Nalda tiene dos tipos de huertas: las del río Torredano y las del Iregua. Son huertas de características similares, aunque se ubican en espacios diferentes y ofrecen una orografía también distinta. Entre sus similitudes: el mismo tipo productos. Entre sus diferencias: orografía y régimen de riegos. Históricamente, el agua no estaba garantizada en ninguno de los dos casos, aunque siempre ha sido más escasa en las huertas del Torredano; sin embargo, en las del Iregua nunca ha 12 Además de contar con la colaboración de instituciones (Universidad de La Rioja, El Colletero, Fundación Biodiversidad, PANAL, Ceip y CRA Moncalvillo) y de personas de alto reconocimiento en estos ámbitos (Any Schiffrin -Jardín de Infancia y Escuela del Sol, San Martín de Los Andes, Argentina-; Ana María Borzone -CONICET y Universidad de Buenos Aires, Argentina-; María Eva Salazar -Asociación Plurales, Córdoba, Argentina-; Liliana Kremer -Universidad de Córdoba, Argentina-; Cristina Etorena -CENI, Montevideo, Uruguay-; Doris Helena Rojas -Entre Soles y Lunas, Uruguay-); en el CRA Moncalvillo se contó con la colaboración de los maestros y maestras, especialmente, con Rosa Ezquerra Bañares y Martina Ruiz Ramírez que coordinaron el proyecto en su centro educativo.

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faltado, sobre todo, a partir de la construcción del embalse González Lacasa, en Ortigosa en Cameros13 y posteriormente del de Pajares14, lo que supuso que no escaseara en ningún momento.

En nuestro caso, y dado que el río Torredano vierte sobre la cuenca del Iregua, todas las huertas del pueblo van a ser consideradas como huertas del Iregua, ya que en ambas se cultivan los mismos productos: verduras, hortalizas y frutales. Y en ambas se ha desarrollado el proyecto del que, más detalladamente, vamos a dar cuenta en el epígrafe siguiente.

En conclusión, puede decirse que, como se dice popularmente, “de una cosa se pasó a la otra”; es decir, unas acciones derivaron en nuevos proyectos. Con las fiestas de valorización, se entró en contacto de nuevo con el campo; se respondió a las demandas de los agricultores que se jubilaban; se recolectaron las frutas susceptibles de perderse en los árboles; se pasó a cuidar las arboledas; comenzaron a atenderse algunas huertas, a demanda; y se fraguó un proyecto de recuperación de las huertas del Iregua con todo un proceso de restauración, gestión de todo un ciclo agrícola, cuidados, producción, recolección, comercialización y transferencia de la experiencia para hacerla replicable en pos de un desarrollo integral sostenible. Puede afirmarse que el proyecto no ha sido fruto de la casualidad, sino de la causalidad, de muchas causalidades como el esfuerzo, la ilusión, el buen hacer y el empeño encomiable de un grupo de personas –mujeres, mayormente- que han llevado a cabo la experiencia.

3. PROYECTO “ECONOMÍA VERDE Y RESILIENCIA: LAS HUERTAS DEL IREGUA”

En este apartado se presenta ya, de modo monográfico, el desarrollo del proyecto en su conjunto, desde su concepción hasta la transferencia de resultados y la divulgación del mismo.

3.1. Concepción y diseño

Como ya se ha venido exponiendo, el proyecto se concibió por parte de los asociados de El Colletero, mujeres muy mayoritariamente, que ya habían percibido la necesidad de recuperar y promover la memoria cultural agropecuaria del pueblo, así como preservar las propias huertas, dar respuesta a la demanda y deseo de muchos de los propietarios en ver sus tierras atendidas, de personas con dificultades para encontrar empleo, y al deseo manifiesto de algunas otras personas preocupadas e interesadas en el consumo saludable, respetuoso con el medio ambiente y con la sostenibilidad medioambiental y de la cultura agrícola. Armonizando todos esos deseos, ilusiones y potencialidades, se pensó en la puesta en marcha de un proyecto innovador que diera satisfacción a todas las esperanzas e ilusiones razonables que se percibían con fuerza en el ambiente.

13 El embalse González-Lacasa, también conocido como pantano de Ortigosa, se encuentra situado en el Camero Nuevo, en la Comunidad Autónoma de La Rioja (España), entre los pueblos de El Rasillo, Ortigosa de Cameros, Montemediano y Peñaloscintos. Tiene una capacidad de 33 hm³, ocupando una superficie de 152 hectáreas. Está situado en el río Albercos, un afluente del río Iregua, pero sus aguas proceden del río Iregua que son trasvasadas mediante un canal subterráneo desde aguas abajo de Villoslada, y ocultan en ellas el desaparecido pueblo de Los Molinos, cuya iglesia y alguna otra edificación son visibles cuando está bajo. Abastece a una gran parte de la comunidad autónoma. La primera piedra del embalse se colocó el 18 de septiembre de 1932, y contó con la presencia de Niceto Alcalá Zamora e Indalecio Prieto. El problema del paro y del abastecimiento de aguas hizo que los dirigentes de la Segunda República Española iniciaran un plan de construcción de embalses por la provincia, que incluiría también el embalse de Mansilla. A pesar de todo ello, el pantano no terminó de construirse hasta el año 1962, bajo el régimen del general Franco, siendo ministro de Obras Públicas Jorge Vigón Suero-Díaz. http://es.wikipedia.org/wiki/Embalse_Gonz%C3%A1lez-Lacasa 14 El Embalse de Pajares es un pantano artificial situado en el término municipal de Lumbreras, en la comunidad autónoma de La Rioja (España). Fue inaugurado en 1995 y tiene una capacidad útil de 35,29 hm³, ocupando una superficie de 161,74 ha. Se utiliza para uso de boca y control de regadío. Su presa fue construida mediante materiales sueltos, con un núcleo interno. El embalse de Pajares, en la carretera N-111. Se encuentra en la cuenca del río Iregua, en el Parque Natural de la Sierra del Cebollera y recoge las aguas de los ríos Piqueras, Lumbreras y Lavieja. Está bordeado por la carretera nacional N-111 y a una altitud aproximada de 1200 m, aprovechando la suave vaguada que se formaba en la confluencia de los cursos que lo alimentan. El entorno es montañoso y las laderas que forman parte del espacio, rodeando el embalse, poseen pendientes medias, con mayor grado en las de la margen derecha. El espacio se sitúa sobre la gran masa de aguas subterráneas del acuífero de Cameros. Para su construcción fue trasladada la localidad de Pajares. http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Embalse_de_Pajares.jpg

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El sentimiento y la idea tomaron más fuerza y consistencia a primeros de 2009, y se comenzó a diseñar un plan de acción que permitiera su abordaje con visos razonables de éxito. Para ello se contó con las experiencias previas, el estudio de viabilidad, la búsqueda de apoyos, de recursos económicos y de todo tipo. En todo momento se pensó en las ayudas de la Fundación de la Biodiversidad, en los planes del Primer Empleo del Gobierno de La Rioja, con las ayudas del Plan Líder del Ceip, y, muy especialmente, con las muchas potencialidades y fortalezas de la propia asociación El Colletero, así como con la participación de la Cooperativa de Frutos del Campo de Nalda y la generosidad e ilusión de los propietarios que cedieran sus tierras y transmitieran sus muchos saberes, como así ha sido. Asimismo, con la colaboración desinteresada económicamente de un voluntariado que se ha volcado en el correcto desarrollo del mismo.

El diseño se venía construyendo según avanzaban las propuestas diversas de los muchos participantes. La asociación, bien es verdad, tenía ya un trabajo considerable en la preformulación de un proyecto similar de esta índole, ya que en años anteriores, junto a emprendimientos menores, contaba con el concurso de las universidades de La Rioja, de Murcia y de la UNED, con las que había optado a las convocatorias de la Fundación BBVA (Banco Bilbao, Vizcaya, Argentaria)15, en varias ocasiones, aunque se había quedado en puertas. En esta ocasión, se formuló para solicitar la ayuda a la Fundación Biodiversidad, en un documento específico de la propia institución, muy coherente y lógico al que hubo que atenerse. Este ejercicio de adecuación resultó de gran interés, ya que nos permitió dar forma a un proyecto humano, técnico y científico muy riguroso, lo que ha facilitado el desarrollo del mismo de modo ordenado y correcto.

El diseño contemplaba una serie de apartados que responden a una planificación coherente y necesaria, marcada ex profeso por la propia Fundación de la Biodiversidad para acceder a la solicitud de la ayuda16:

1. Adecuación y viabilidad técnica del proyecto17

1.1. Localización geográfica detallada

Se describe la ubicación junto a un mapa de detalle de la zona.

1.2. Breve resumen descriptivo del proyecto

Se hace una breve presentación con los datos más relevantes: humanos, medioambientales, etc.

1.3. Objetivo global del proyecto

Se formula el objetivo de “convertir en fortalezas, mediante la resiliencia, las debilidades...” de la zona...

1.4. Objetivos específicos del proyecto

Se formulan los tres objetivos: ciclo agrícola, recuperar huertas y crear el club de consumo.

1.5. Resultados esperados

Se establecen los once resultados que han de conseguirse con el proyecto.

1.6. Actividades a desarrollar

Se especifican las actividades que se han de llevar a cabo para lograr los objetivos y los resultados.

1.7. Recursos materiales previstos

Se enumeran los materiales precisos para desarrollar el proyecto.

15 Fundación BBVA: Convocatoria de ayudas a la investigación en Biología de la Conservación. Línea de trabajo: “Etnobiología y desarrollo sostenible”. Proyecto de investigación: “El Desarrollo Sostenible desde la Memoria Histórica: Sobre las prácticas agropecuarias tradicionales y los modos de vida de las comunidades que las utilizan.” 16 Muy especialmente en su Anexo III, del documento de solicitud. Ver la convocatoria de ayudas en http://www.fundacion-biodiversidad.es/inicio/convocatoria-ayudas/ayudas 17 En este caso se mantiene la misma enumeración del documento matriz con el fin de facilitar su comprensión en caso de cotejarse con el mismo: El citado Anexo III de la solicitud oficial.

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1.8. Recursos humanos previstos

Se establece las personas que han de participar con sus correspondientes perfiles profesionales.

1.9. Cronograma de la actividad

Se planifica el proyecto temporalizado en el calendario entre septiembre de 2009 y octubre de 2010.

1.10. Experiencia previa en proyectos similares

Enumeración de proyectos similares en los que se ha participado: de formación y empleo.

1.11. Permisos necesarios

Se especifican los precisos para desarrollar algunas acciones.

2. Viabilidad económica del proyecto

Se presentan los presupuestos del proyecto (total: 212.478,33 euros, de los que la Fundación Biodiversidad concedió 69.416,67 euros); también, la previsión de otras ayudas a través de los fondos FEADER hasta el 50%; y se prevé aportar el resto por parte El Colletero.

3. Viabilidad ambiental y social

3.1. Valor de los recursos naturales objeto de actuación del proyecto

Se describen los recursos naturales de la zona: ZEPA Y PEPMAN.

3.2. Justificación ambiental del proyecto

Necesidades de la zona del río Iregua y del monte Moncalvillo.

3.3. Justificación de la necesidad social y apoyos a la ejecución del proyecto

Necesidad de relevo generacional y desarrollo socioeconómico de las personas del mundo rural.

3.4. Aspectos de ámbito geográfico vinculados al proyecto

Recuperación de paisaje riojano.

4. Resultados y beneficio ambiental

4.1. Continuidad de las acciones y los resultados tras la finalización del proyecto

Tiene su continuidad en el club de consumo y en el mantenimiento de las huertas.

4.2. Innovación que aporta el proyecto

El uso de la resiliencia como método de recuperación de la cultura y el desarrollo rural.

Proceso muy planificado científica y metodológicamente para un seguimiento preciso y eficaz del mismo.18

3.2. Puesta en marcha

El proyecto se puso en marcha siguiendo el cronograma del mismo desde el primer momento: y se ha de manifestar que siempre se ha ido en plazo con el fin de cumplir con la planificación que

18 Es especialmente importante el cuadro-esquema último, con el que se cierra el documento, donde, de modo sucinto, se puede contemplar todo el proyecto sintetizado en un cuadro denominado: Memoria de la actividad, Anexo III. Cuadro resumen, que contiene las informaciones siguientes: A. Título del proyecto: el señalado en los anexos I y II. B. Objetivo general del proyecto: ver punto 1.3. C. Objetivo específico: cada uno de los objetivos referidos en el punto 1.4. D. Resultados: cada uno de los resultados cuantificables y verificables señalados en el punto 1.5. E. Actividades: actividades enumeradas en el punto 1.6. para alcanzar cada uno de los resultados indicados en el punto 1.5. F. Indicadores de resultado: indicar las variables cuantitativas que permitan medir la consecución de los resultados previstos. G. Fuentes de verificación: método o fuente de información necesaria para llevar a cabo la medición de las variables indicadas anteriormente.

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estaba programada. Para ello se pusieron en marcha todas las acciones previstas y se contó con los recursos humanos y materiales necesarios para llevarlos a cabo.

Las acciones se iniciaron en el mes de septiembre de 2009 con la búsqueda de huertas que recuperar y espacios naturales o medioambientales que restaurar. A la vez se comenzó con los procesos de formación de las personas que debían capacitarse en los ciclos agrícolas, así como con las que debían hacerlo en comercialización. Para ello, se llevaron a cabo las contrataciones pertinentes, tanto de los formadores, cuanto de las personas que debía reforzar las estructuras humanas de la asociación: ludotecarias y técnicos.

Asimismo, se comenzaron las primeras tareas formativas y agrícolas con el fin de ir respondiendo a los resultados esperados mediante la comprobación de que los indicadores, especificados de modo muy concreto para ir midiendo el grado de consecución de las metas parciales que aseguraran en todo momento los objetivos, como así ha sido.

Todo ello supuso la selección de las personas que debían vivir el proceso de formación, tanto como alumnos cuanto como formadores de diversos ámbitos. También se pusieron en marcha los contactos con los propietarios que cedían sus tierras, los trámites legales de estas cesiones por una temporalidad diversa, la adquisición de los primeros recursos y materiales, así como la planificación de las acciones primeras sobre las que se cimentara el desarrollo del proyecto. Esta fase ocupó los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2009 y supuso un gran esfuerzo de tramitación y gestiones administrativas.

3.3. Desarrollo del proyecto

El desarrollo del proyecto, obviamente, contempla todos los pasos, desde su concepción y formulación, pasando por su puesta en marcha y su posterior proceso de funcionamiento normalizado. Pues bien, tras el momento inicial descrito, se comenzaron las acciones de selección de personal capacitado y con una actitud positiva hacia los objetivos del mismo, entre otros, la constitución de una futura cooperativa de producción y comercialización de los productos de las huertas del Iregua mediante la puesta en marcha de un club de consumo caracterizado por el consumo responsable y saludable en el marco de una economía sostenible.

Las fases por las que ha pasado el proyecto han sido las siguientes: 1. Puesta en marcha. 2. Procesos primeros de formación. 3. Consecución de los espacios agrícolas y medioambientales en los que desarrollar la experiencia. 4. Adquisición de aperos y herramientas. 5. Diseño de los procesos de producción y canales de comercialización. 6. Establecimiento de las alianzas precisas para hacer posible el proyecto en su complejidad, como ha sido con la Cooperativa de Frutos del Campo, la Universidad Rural Paulo Freire (Freire, 2007)19 en La Rioja y la propia Universidad de La Rioja, cuyo profesorado del Área de Didáctica de la Lengua y las Literatura (Departamento de Filologías Hispánica y Clásicas, Facultad de Letras y Educación) viene colaborando con PANAL y El Colletero, junto al CRA Moncalvillo, en proyectos de transversalidad educativa y educación en valores.20 6. Primeras labores campesinas: siembras de invierno, roturación de tierras, acondicionamientos de caminos, regadíos y linderos, podas y preparación de viveros para la plantación posterior. 7. Cuidados de las huertas y frutales, así como siembras de primavera, plantaciones y preparación de todo lo necesario para el ciclo veraniego. 8. Labores de verano: siembras, plantación, labranza y cuidado de los cultivos, riegos, lucha contra las plagas, recolección de los productos y transformación de algunos de ellos, etc. 9. Puesta en marcha del Club de Consumo. 10. Divulgación del proyecto, sensibilización hacia el desarrollo sostenible y concienciación a favor de la diversidad medioambiental y la agricultura tradicional como base de una economía verde y de un consumo responsable y sano. 11. Procesos permanentes de

19 FREIRE, Paulo (1969), La educación como práctica de la libertad, Madrid, Siglo XXI, 2007. Esta gran obra pedagógica puede consultarse directa y gratuitamente en Internet. 20 Proyecto Gallinaldia, Encuentros Internacionales sobre las Migraciones, Encuentro Internacionales y Jornadas de Salud Escolar y Universitaria UR, entre otros.

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investigación y acción para el mejoramiento de los procesos de producción y comercialización. 12. Proceso permanente de transferencia de procesos y resultados.

3.3.1. Formación

Sobre el pilar de la formación se construye todo el proyecto y el consiguiente proceso. Desde el primer momento se concibe fundamental. Para ello se cuenta con un director pedagógico, profesor doctor de la Universidad de La Rioja, que diseña todo el programa educativo según un currículo consensuado y diseñado con todo el rigor científico y técnico que lo haga efectivo.21

La formación se ha impartido en los ámbitos siguientes:

Sobre conocimientos generales:

3.3.1.1. Alfabetización básica: Cursos sobre las destrezas comunicativas básicas orientados al empleo, a la producción y comercialización de productos agrícolas y conocimientos medioambientales.

3.3.1.2. Alfabetización digital: Participación en el Programa “Sí Rural” de FADEMUR22, con actividades de alfabetización digital.

3.3.1.3. Sobre conocimientos específicos del cultivo de las huertas: Curso permanente sobre preparación de tierras y suelos, roturación (diversos sistemas de arados) y labranza (faenas de cavado manual y limpieza de malas hierbas), siembra, plantación, podas, riegos, desbroces, limpieza de acequias, cultivo ecológico, recolección, secado de productos: orejones, pasas e higos; etc.

3.3.1.4. Cursos sobre aspectos agronómicos: Producción integrada, trazabilidad, abonados y prevención de plagas, manejo de trampas para control de plagas, etc.

3.3.1.5. Cursos sobre aspectos comerciales: Marketing sostenible.

3.3.2. Cuidados medioambientales y agrícolas: espacios, cultivos y producción

Las acciones puramente “de campo” –nunca mejor dicho- han sido las desarrolladas en los espacios medioambientales que había que restaurar y las huertas que se debían cultivar para recuperar algunos frutales o poner de nuevo en marcha otras que habían sido abandonadas.

Respecto a las primeras, han consistido, principalmente, en la restauración de algunas choperas de la orilla del río Iregua, en algunos espacios del entorno del río Torredano y en los aledaños de bienes patrimoniales como el cenobio de Los Palomares o de los pozos de nieve, Las Neveras. Es de hacer notar que en algunas de estas labores, así como en otras en las huertas, se ha contado con la colaboración de los participantes en el Campo Internacional de Trabajo que este año, como otros veranos acuden a Nalda desde los años 90 del siglo pasado de la mano de PANAL y El Colletero para favorecer intercambios y experiencias de interculturalidad entre jóvenes venidos de todo el mundo, atraídos por los proyectos de ambas asociaciones, y los vecinos del pueblo. Los trabajos consistieron en la poda, limpieza y acondicionamiento de sendas choperas; una, en el término de Las Pozas, y otra, en Revilla. En esta segunda se acondicionó el acceso a una zona cuasiselvática, comunicándola con la orilla del río Iregua, pero favoreciendo la posibilidad de acceder a una zona de naturaleza prácticamente virgen desde hace unos treinta años.

Respecto a las huertas, los trabajos han sido los propios de los cuidados y atenciones que precisan los cultivos diversos de un ciclo agrícola completo que, en el caso de Nalda, consta de los cultivos y tareas propias del ciclo agrícola (Ramírez, 2007). Considerando el momento en que se comenzó el proyecto, el ciclo agrícola ha sido el siguiente:

Mes Clases de cultivos Acciones

Septiembre Plantación23 verduras y hortalizas de invierno. Recolección hortalizas de verano (pimientos, tomates,

Labrar, plantar, regar y recolectar

21 Uno de los objetivos del proyecto es la publicación, que ya está en marcha, de un documento específico sobre los aspectos pedagógicos del mismo y su proceso, dado su carácter marcadamente educativo. 22 Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales.

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calabacines, calabazas, judías verdes, etc.) y las frutas como los melocotones, peras, higos, manzanas, etc.

Octubre Vendimia y recolecciones de los frutos últimos del verano: manzanas, maíz, judías secas y caparrones.

Labrar, recolectar y vendimiar

Noviembre Siembra de ajos, habas, guisantes y cereales (cebada, trigo, avena y centeno). Plantación de hortalizas de invierno. Recolección de puerros, coliflores y repollos o berzas.

Labrar y sembrar

Diciembre Plantación de fresas. Recolección de puerros, coles, escarolas, cardos, etc.

Plantar, recolectar

Enero Plantación de fresas y frutales (cerezos, perales, ciruelos, melocotones, perales, etc.

Labrar, plantar y podar

Febrero Plantación de frutales Plantar y podar

Marzo Siembra de patatas y algunas plantaciones últimas de frutales Siembra de los viveros: pimiento, tomate, puerros, hortalizas varias, etc.

Sembrar, plantar, labrar y abonar

Abril Siembra de viveros y hortalizas de verano Sembrar y plantar

Mayo Plantación de tomates, pimientos, cebollas, etc. Siembra de pepinos, calabacines, calabazas, cardos, maíz, etc. Recolección de cerezas, fresas, habas, alcachofas y guisantes

Plantar, sembrar, labrar y abonar

Junio Recolección de cerezas, fresas, habas, guisantes y patatas Cuidar, regar y recolectar

Julio Recolección de patatas, judías verdes, peras tempranas, ciruelas de la rosa, etc. Siega y trilla del cereal. Plantación de puerros, coliflores y hortalizas de otoño, Siembra de alubias y caparrones

Plantar, sembrar, cuidar, regar y recolectar

Agosto Recolección de la ciruela claudia y de los frutales y hortalizas de verano

Plantar, cuidar, regar y recolectar

Este proceso ha supuesto la roturación y acondicionamiento de las tierras, siembras y plantaciones, podas, limpieza de caminos, brocales y acequias o “fronteras”, podas, cuidado de los cultivos, abonado y cuidados ante las plagas, riegos, estaqueado –si es preciso-, recolección, manufactura y transformación de los productos susceptibles de ello.

3.3.3. Comercialización

La comercialización se ha desarrollado a través de dos canales. 1. El más significativo ha sido el Club de Consumo “Huertas del Iregua”, que distribuye directamente la producción a sus asociados. 2. Además, se han canalizado algunos productos a través de la Cooperativa de Frutos del Campo, cuyo concurso es muy importante en el proyecto, ya que es receptora de los productos sobrantes y proveedora de aquellos que, producidos por métodos tradicionales por sus asociados, el proyecto no puede proveerse por sí mismo, dado el crecimiento exponencial que ha tenido el número de socios del Club de Consumo que pasó de 35 en mayo de 2010, cuando se puso en marcha, a 105 asociados que tiene en el mes de noviembre.24

3.3.4. Investigación

La dimensión investigadora anima al proyecto que, en todo momento, experimenta científicamente los pasos que da. Y lo hace en todos los ámbitos: educativos, sociológicos, agroproductivos,

23 En el pueblo va a ser muy frecuente el término *plantazón. 24 Sobre el Club de Consumo se aporta información específica en otros artículos de esta misma publicación.

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económicos, laborales y empresariales. Se ha contado con el asesoramiento de los “sabedores y sabedoras” de la Universidad Rural Paulo Freire en La Rioja25. Para ello cuenta con personal investigador de diversas procedencias y campos: personas “sabias” de la zona poseedores de los saberes tradicionales26, profesionales de disciplinas varias y académicos e investigadores universitarios.

Aunque se han desarrollado investigaciones sobre todos los campos antecitados, no todos lo han sido en el mismo grado. Se ha incidido más en los ámbitos educativos, agroproductivos y sociolaborales con su implicación económica. Exponemos, brevemente, algunos aspectos relacionados con los más trabajados:

En el ámbito educativo: En las asociaciones PANAL y El Colletero ya se veían compartiendo y realizando proyectos de investigación diversos relacionados con el patrimonio, la educación y el desarrollo en el ámbito rural.27 En este marco, se han llevado a cabo experiencias sobre los procesos formativos desarrollados durante el transcurso del proyecto, para comprobar el grado de interés, asistencia, nivel de aprendizajes y proyecciones de esa formación en el ámbito sociolaboral correspondiente. Para ello se ha contado con el concurso de personal investigador de las universidades de La Rioja, de Murcia y la UNED.28

En el ámbito agroproductivo: Ya desde las primeras acciones de las asociaciones citadas en proyectos relacionados con la agricultura y la ganadería, se ha contado con técnicos que han desarrollado estudios sobre los modos de producción. En este campo se han llevado a cabo investigaciones relacionadas con los proyectos de cuidado y valorización de la ciruela reina claudia y con la explotación de la cabrada. Algunos de estos estudios han sido publicados en esta misma revista (Diez, 2005: 4-19).

En el ámbito económico: Estudios correspondientes a la viabilidad integral del proyecto que contemplan aspectos relacionados con la financiación inicial y previsiones de inversión paulatina, así como las de producción y comercialización. Todo ello desde la perspectiva de la economía del proyecto y desde su incidencia en las economías personales y familiares de los participantes. Al fin y al cabo, se trata de un proyecto de economía social y para ello se ha contado con canales de financiación diversa: recursos propios y financiación externa mediante ayudas o préstamos de economía social y sociosolidaria por parte de grupos afines y de economía alternativa29, así como de los cauces financieros bancarios convencionales.

En el ámbito laboral y de emprendimiento: En sintonía con el objetivo de El Colletero, el ámbito del empleo es uno de los más desarrollados; por ello, se trabaja y se investiga constantemente el impacto de todas las acciones en el empleo, tanto en el coyuntural cuanto en el estructural, especialmente en lo relativo a generar empleos que se mantengan, que se conviertan en emprendimientos sostenibles en el tiempo. En esta ocasión, se ha investigado el impacto del generado con carácter puntual, pero también el que se prevé como sostenible a través de la cooperativa, en línea con las dos cooperativas ya surgidas de las experiencias de El Colletero.

Como ya se ha indicado, muchas de estas investigaciones han sido transferidas y divulgadas. Transferidas a instituciones y partenaires con los que se han compartido los proyectos o que se han mostrado interesados en las mismas; la divulgación se ha canalizado a través de documentos, actos

25 BECERRA, C. y Otros (2008), La Universidad Rural Paulo Freire. Proyecto Educativo, Ronda (Málaga), Universidad Rural Paulo Freire. 26 Personas de Nalda expertas en la agricultura del valle del Iregua: Florencia Escudero, Martín Pérez, Ricardo Ruiz, Lucas Viguera, Gregorio Martínez, Pablo Ruiz, José María Castellanos, José Antonio Navajas, Benita Escudero, Mariluz Santibáñez, Consuelo Rico, etc. 27 Algunos de ellos han merecido reconocimientos nacionales e internacionales, como el Proyecto Gallinaldia por parte del Convenio Andrés Bello. 28 Profesores doctores y sus equipos de investigación: Dr. Antonino González Blanco (Universidad de Murcia); Dr. Jesús Ramírez Martínez (Universidad de La Rioja); y Dr. Tomás Franco Aliaga (UNED, Universidad Nacional de Educación a Distancia). 29 ESOR (Asociación Riojana de Economía Sociosolidaria) y REAS (Red de Economía Alternativa Social).

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de socialización y divulgación en espacios público, regularmente, o mediante la publicación de artículos o monográficos en diversos medios.30

3.3.5. Transferencia y divulgación

Este ha sido un compromiso y un objetivo que cristalizó, incluso, en los objetivos y resultados esperados. Por varias razones: porque es lógico en un proyecto social como el que nos ocupa, porque es lo propio de un proyecto de investigación científica y porque es lo más apropiado para una iniciativa que pretende ser solidaria y transferir de forma generosa y natural sus resultados, en términos de logros, aciertos y errores que constituyan una referencia que ayude a mejorar los resultados y obviar, en la medida de lo posible, las acciones y experiencias fallidas.

Por ello, desde el primer momento se ha ido haciendo campañas de información, sensibilización, divulgación del proyecto, mostrándolo en toda su complejidad: objetivos, condiciones básicas, recursos necesarios, debilidades y fortalezas, hoja de ruta de las acciones, ámbitos diversos de motivación, formación, cultivos, producción, manufactura y comercialización, aspectos financieros y de gestión, etc.

Las acciones de transferencias de las acciones y resultados y la divulgación del proyecto en su conjunto se ha llevado a cabo en Nalda, en los pueblos cercanos y en espacios diversos de Logroño, ciudad de donde mayoritariamente son los socios del club de consumo, así como en provincias limítrofes y en Madrid, en sendos actos promovidos por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, en los meses de octubre y noviembre de 2010.

También se han divulgado con presentaciones y actos ad hoc, como los desarrollados en pueblos como Sojuela y en espacios como el Ateneo Riojano en los meses de abril y de noviembre, con motivo de dar a conocer la puesta en marcha del Club de Consumo y celebrar un acto sobre la biodiversidad con motivo del Año de la Biodiversidad 2010, respectivamente.31

Del mismo modo, también se ha divulgado con apariciones permanentes en los medios locales y en los medios periodísticos, radiofónicos y televisivos de la comunidad autónoma de La Rioja. Y, además, en algunos programas radiofónicos de ámbito nacional e internacional y en sendos programas específicos de agricultura y biodiversidad de la televisión pública estatal.

En estos momentos se está en el proceso de elaboración de documentación que recoja de forma rigurosa la experiencia para que pueda divulgarse ágil y adecuadamente a las personas, colectivos e instituciones interesadas en la misma.

4. EVALUACIÓN: APRENDIZAJES, RESULTADOS Y PROYECCIONES

La asociación El Colletero ha desarrollado durante los últimos 12 meses, desde octubre de 2009 hasta el de 2010, el proyecto “Desarrollo Rural y Economía Verde: De las Debilidades a las Fortalezas por la Resiliencia”, siguiendo el programa de actividades que se estableció para el mismo y atendiendo los distintos ámbitos de actuación que se previeron, con el fin de lograr aprendizajes, resultados concretos y proyecciones. Varias han sido las líneas de actuación: 1, formación; 2, trabajos de recuperación de tierras y producción; 3, comercialización, como resultado de proyección; 4, producción científica y divulgación.

Se han llevado a cabo las actividades que se relacionan a continuación y que están en consonancia con los objetivos establecidos y ajustados en el presupuesto definitivo por la Fundación Biodiversidad en documento referencia 409 de 9 de marzo de 201032, según el cual ha de responder

30 Publicaciones compartidas entre PANAL, Ceip y Universidad de La Rioja, Cuadernos del Iregua, El Arco la Villa y otras publicaciones como las correspondientes al IX Simposio Internacional de la Sociedad Española de Didáctica de la Lengua y la Literatura, La lengua escrita, Cuadernos del Iregua, o las de los Foros Latinoamericanos de Memoria e Identidad, en Montevideo (Uruguay). 31 En este acto se contó con la participación de la Directora de la Fundación Biodiversidad, Doña Ana Leiva. 32 1. Curso de resiliencia. 2. Contrato de ludotecaria para hijos de las personas que están en le programa. 3. Compra y alquiler de materiales, útiles y herramientas y cursillo de manejo. 4. Restauración de caseta de aperos, aparejador y materiales. 5. Instalación y uso de energías alternativas. 6. Instalación y uso de nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura

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a una serie de aspectos que se exponen de forma resumida más adelante en sus apartados correspondientes.

4.1. El primero, muy significativo, ha sido el formativo

Ha permitido la capacitación de los distintos participantes, ha dado coherencia a todo el proceso y ha configurado el devenir del proyecto. La línea de actuación pedagógica y los métodos que han animado al proyecto, que han intentado dar respuesta a las necesidades formativas del colectivo de personas que han participado en el proyecto; personas adultas, muchas de ellas con grandes carencias educativas y alejadas del mundo rural y de los trabajos que debían abordar. Ello ha supuesto unas actuaciones pedagógicas básicas que facilitaran el acceso a la formación práctica y evitaran el riesgo de exclusión por falta de los aprendizajes básicos. Por esa razón, la proceso se ha caracterizado por tres principios: 1. Aprendizajes secuenciados desde los conocimientos y competencias más básicas hasta las específicas. 2. Aprendizajes desde la práctica. 3. Procesos de educación no formal, aunque sí muy sistematizado.

Respecto al aspecto primero, se ha comenzado por los niveles más elementales y, según se iba comprobando el grado de competencia básica de los diversos miembros de los grupos, se iba avanzando en otros contenidos. Ha sido de gran utilidad el trabajo en grupo y los procesos de ayuda mutua y trabajo en equipo que, a la vez, han supuesto un buen cimiento sobre el que lograr el objetivo de constituir una cooperativa por parte de algunos participantes en el proyecto, algo que ya está en marcha.

En relación con el segundo, los procesos formativos se han basado en el principio de que la “experiencia es la madre de la ciencia“. Por ello, se ha partido, regularmente, de procesos inductivos, observando tareas, participando en las mismas de modo consciente para ir construyendo cada quien su propia teoría sobre ese saber, es decir, elaborando personalmente el conjunto de contenidos, procedimientos y actitudes con las que se ha de abordar una actividad con visos de éxito personal y social, que redunde en beneficio de todos. Ha sido un proceso en el que se ha intentado que se aprendiera haciendo y reflexionando sobre lo hecho para construir saberes. Todo ello, bajo la premisa de que “se enseña hablado, pero se aprende haciendo”.

El tercer principio responde al perfil de los participantes y a la idiosincrasia del propio proyecto que ha atendido a adultos y adultas que debían aprender a desenvolverse en el medio rural convirtiendo sus dificultades en elementos catalizadores de desarrollo. Lógicamente, esta circunstancia hizo percibir la conveniencia de abordar un proceso animado por los dos principios antecitados, que conducen a un proceso educativo no formal: abierto, adaptado a las necesidades de los participantes y a los objetivos, con un currículum flexible, de carácter marcadamente práctico, en espacios diversos, con actividades muy variadas, con formadores de muy diversas procedencias profesionales, etc. Aunque, eso sí, con un proceso muy sistematizado que permitiera experimentar, reflexionar, corregir, adaptar, implicarse y construir.

Una vez establecidos estos principios, pasamos a dar cuenta sucinta de los diversos procesos educativos en los objetivos precitados:

• Curso de resiliencia

Es un curso que se fue impartiendo durante los primeros meses del proyecto y que se fue incidiendo en el mismo con el fin de consolidar el valor de la resiliencia como capacidad de convertir en oportunidades los saberes campesinos, injustamente devaluados socialmente hasta tiempos cercanos. Se desarrollaron varias sesiones de carácter práctico que culminaron con el desarrollo de un curso de un carácter más teórico dirigido por un experto profesor argentino ya nombrado.

7. Preparación de tierras de labor, plantación, siembra y arbolado. 8. Formación integral con el plan de alfabetización para creación de empresas de economía social. 9. Charlas: “Las posibilidades de la resiliencia en grupos de riesgo de exclusión”. 10. Elaboración de artículos, documentos y materiales para la publicación. 11. Ruedas de prensa, divulgación y participación en fiestas y jornadas.

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• Contrato (y formación) de ludotecaria para hijos de las personas que están en el programa

La asociación ha tenido que contratar a una ludotecaria con el fin de atender a los hijos de muchas de las personas que han pasado por el programa. Este trabajo se consideró como un logro más del proyecto, tendente a fomentar la ocupabilidad de las personas del ámbito rural y en consonancia con la dinámica de El Colletero, que es la de generar oportunidades a las personas de la propia comunidad. Por ello, se desarrolló un curso de formación en atención ludo-educativa a los niños, que considerara contenidos, estrategias y métodos educativos correspondientes a este perfil.

• Formación integral con el plan de alfabetización para creación de empresas de economía social

Como se ha indicado anteriormente, se ha impartido de modo permanente, formación integral de carácter no formal tendente a capacitar a los participantes en la alfabetización comunicativa, digital y sociolaboral que ayude al desarrollo de empresas de economía social, en la que se inscribe el proyecto.

3.2. El segundo, recuperación de tierras, puesta en marcha y producción

• Compra y alquiler de materiales, útiles y herramientas y cursillo de manejo

Desde le primer momento se han ido adquiriendo los materiales, útiles y herramientas precisas para desarrollar las diversas faenas agrícolas que necesitan las huertas. Asimismo, estas adquisiciones se armonizaban con los cursos formativos para el uso de las mismas.

• Restauración de caseta de aperos, aparejador y materiales

Tras conseguir los permisos pertinentes, se ha abordado la restauración de la caseta de aperos de Los Majuelos, de cuyo proceso se da cuenta en un artículo posterior.

• Instalación y uso de energías alternativas

Este proceso aún está en fase de instalación, debido a la complejidad administrativa y técnica.

• Instalación y uso de nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura

Se ha contado con la colaboración de los técnicos en aspectos como abonados, control de plagas, sistemas de riegos y otros aspectos diversos que han precisado de asesoramiento y apoyo técnico.

• Preparación de tierras de labor, plantación, siembra y arbolado

Se han puesto en cultivo las tierras, en las cuales se han llevado a cabo labores de todo tipo para convertirlas en huertas productivas y en arboledas recuperadas y en producción. Estas acciones, como se ha venido exponiendo, han contemplado labores de recuperación y puesta a punto de huertas, cultivos diversos con sus procesos naturales de siembra, plantación, cuidado de los árboles, atención permanente a los cultivos y recolección de las frutas, hortalizas y verduras.

3.3. El tercero, de comercialización y proyección

Contempla los proyectos en los que puede tener continuidad, es decir, las acciones que pueden surgir como proyección futura de la experiencia. Se citan algunas, a modo de ejemplo.

• El “Club de Consumo Huertas del Iregua”: Con visos de continuidad, dado el grado de conciencia, compromiso y satisfacción de los socios del club, que lo perciben como una posibilidad de acceder a un consumo responsable, solidario y promotor de salud, a la vez que colaborador del desarrollo sostenible.

• El mantenimiento creciente de trabajo cooperativo que mantenga las huertas en producción.

• La creación de proyectos educativos y de turismo rural desde la perspectiva de la soberanía alimentaria, el respeto al medio ambiente y la sostenibilidad medioambiental y sociocultural.

• La posibilidad de generar redes de intercambio a partir de transferir la experiencia, sus métodos de trabajo y sus resultados.

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3.4. El cuarto, de producción científica y divulgación.

• Charlas diversas sobre las posibilidades de la resiliencia en grupos de riesgo de exclusión, sobre las huertas, el medioambiente y el club de consumo, entre otras.

• Elaboración de artículos, documentos y materiales para la publicación.

• Ruedas de prensa, divulgación y participación en fiestas y jornadas.

3.5. En resumen, pueden sintetizarse los resultados en los logros que se exponen a continuación:

• Dos hectáreas recuperadas de huerta y, al menos, cinco fanegas nuevas de frutales, sobre todo, de ciruela reina claudia.

• Puesta en valor y ampliación de paisajes específicos de las huertas del Iregua, de entornos naturales anejos y del propio valle, con visos de sostenibilidad medioambiental.

• Aumento de un 2% de la producción que comercializa la Cooperativa de Nalda, procedente de los cultivos que produce el proyecto.

• Un grupo formado en resiliencia tanto de voluntarios como profesionales relacionados con el grupo: 1. Equipo de tres formadores. 2. Grupo de participantes de 25 personas.

• Diez personas formadas en ciclo agrícola completo, que han aumentado sus rentas, compatibilizando la formación con contratos de trabajo en las huertas y en distintos momentos del ciclo anual del campo.

• Creación de una cooperativa -en trámite- con al menos tres socias para trabajos agrícolas; o incorporación, como socias, a otra de las cooperativas en red con la asociación.

• Empleo creado: actualmente trabajan cinco personas hasta constituir la cooperativa.

• Publicaciones en papel y en soporte digital, además de la página Web.

• Campañas de divulgación en prensa y foros públicos: han sido exhaustivas, y pueden citarse, a modo de ejemplo, actos en el Ateneo Riojano; artículos en la revista El Arco la Villa; los periódicos La Rioja y El Correo, edición Rioja; programas de radio de ámbito regional y estatal; y programas televisivos para Agrosfera y TVE en La Rioja, además de un programa en “España Directo” sobre el Club de Consumo Huertas del Iregua.

En fin, que el proyecto “Economía Verde y Resiliencia: Huertas del Iregua” ha sido y es un proceso de desarrollo sociolaboral y cultural de carácter popular y rural muy riguroso. Con intención investigadora y que se ha regido por el principio de que no hay ciencia sin práctica experimental, como tampoco, sin teorías previas y posteriores. Orientado a conseguir logros sociales, culturales, laborales, económicos y medioambientales concretos, de resultados tangibles, de ciencia y de conciencia.

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Productos del “Proyecto Huertas del Iregua” Cestas del “Club de Consumo Huertas del Iregua”

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PROYECTO HUERTAS DEL IREGUA: ASPECTOS ASOCIATIVOS:

MARCOS JURÍDICO, HISTÓRICO, ORGANIZATIVO Y DE GESTIÓN,

Raquel Ramírez García, Fabiola Pérez Moracia, Ana Isabel Fernández Rico, Florencia Escudero Fonseca

Asociación El Colletero

RESUMEN: Las autoras, responsables máximas del proyecto desde la perspectiva asociativa, dan cuenta de todos los aspectos relacionados con los marcos humanos, sociales, jurídicos, históricos, organizativos, infraestructurales, económicos y de gestión. Muy especialmente, en lo correspondiente al Club de Consumo Huertas del Iregua.

ABSTRACT: The authors are in charge of the project partnership. They describe all aspects of human, social, legal, historical, organizational, infrastructural, economic and management frameworks, most notably with regard to the Club de Consumo Huertas del Iregua (Iregua Market Garden Consumer Club).

1. INTRODUCCIÓN

El Proyecto Huertas del Iregua encaja en la filosofía de nuestra asociación El Colletero, asociación para el empleo y el desarrollo sostenible y en igualdad. Pretende recuperar las huertas del valle del Iregua, mantener y promocionar un paisaje, formar a personas en un ciclo agrícola, crear una cooperativa de trabajo asociado que produzca y comercialice sus productos a través de un “Club de Consumo” y unir agricultura- medio ambiente, biodiversidad y empleo. Los antecedentes se encuentran en el proyecto que, junto con PANAL y la Cooperativa de Frutos del Campo de Nalda, comparte sobre la valorización de la ciruela claudia verde y de sus pasas, secadas al sol por el método tradicional.

En ese proyecto íbamos aceptando “llevar” cirueleras, cuyos dueños no podían cuidar por distintos motivos, bien de edad, bien de salud o ambas. Durante el año podábamos, cuidábamos y recogíamos el fruto que iba a la cooperativa de productores agrícolas y desde allí se comercializaba con el resto de la fruta. Con esta experiencia eran muchas las personas que nos ofrecían sus otras huertas, estas sin frutales, para que las cultiváramos también. Y de ese proyecto surgió la idea de formar a un grupo y comenzar a producir y comercializar con otras filosofías que las imperantes en el mercado.

Diseñado el proyecto, se presentó a la Fundación Biodiversidad y al Ceip para la convocatoria de fondos LEADER. La primera fase contemplaba la formación y se llevó a cabo con la capacitación para desarrollar un ciclo agrícola completo de, al menos, diez personas, todas ellas con dificultades de inserción que por distintos motivos se habían encontrado en el paro en un momento en el que costaba encontrar trabajo. Respondían al perfil de jóvenes, mujeres y/o inmigrantes, casi en una proporción similar. El grupo se fue formando y conformando, aunque en todo momento vimos la dificultad que entrañaba esa vuelta al campo de colectivos que abiertamente apostaban por la industria u otros trabajos similares; algo comprensible tras la lucha de nuestros padres y abuelos

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para salir adelante en esta tierra tan fértil y preciosa, pero con tantas dificultades en la producción y comercialización agrícola.

Para acercarnos a los más jóvenes, recurrimos al programa del propio El Colletero, “Verane@rt”, gestionado íntegramente por los jóvenes de la asociación, y que cada verano lleva adelante una experiencia de empleo para ellos mismos con su diseño de actividades y con el apoyo financiero y el acompañamiento de todo el voluntariado que dinamiza el empleo en la zona. Estos jóvenes diseñaron un programa especial para las huertas y colaboraron en la recuperación de entornos, la recogida de frutales y en compartir los “saberes” que les trasmiten sus padres y abuelos, casi todos de origen campesino.

Pensando que estos dos colectivos, los que estaban en formación durante el año y los del verano, y puesto que casi todos poseen tierras de su familia que pueden cultivar en un momento dado, nos dimos por muy satisfechos con que todos participaran, aun sabiendo que en algunos casos se apostaría por otro trabajo. Y, en el caso de los más jóvenes, nuestro objetivo es que sigan estudiando, es decir, que no abandonen los estudios.

La asociación PANAL tiene en el verano un Campo de Trabajo Internacional y nos pide a la asociación El Colletero que les demos la formación ambiental. Son jóvenes de todos los países del mundo que pasan 15 días de sus vacaciones trabajando solidariamente y aprendiendo de una comunidad como, en este caso, la nuestra. Les diseñamos unos días en las huertas y compartieron y aprendieron del medioambiente a través de nuestra experiencia de formación y producción agrícola.

La participación de hombres y mujeres era bastante igualada en porcentaje hasta este momento, en todas las edades y circunstancias. El proyecto, no obstante, estaba liderado por mujeres; concretamente, desde la asociación, las personas que firmamos este artículo éramos las encargadas de llevar el proyecto a buen término.

Sobre quién tuvo la idea, cosa que nos pregunta mucha gente, remitimos siempre a los versos de Manuel Machado: “Hasta que el pueblo las canta,/las coplas, coplas no son,/y cuando las canta el pueblo,/ ya nadie sabe el autor...”.

Del grupo, dos mujeres comenzaron a despuntar en el interés y la implicación, y desde ese momento tuvimos dos candidatas a formar una cooperativa que produzca y comercialice para el proyecto. Estas dos personas están entrevistadas en este mismo número de la revista. Nos hemos propuesto como objetivo crear tres puestos de trabajo fijo que terminen constituyéndose en una cooperativa y, puntualmente, contratar a más personas para las tareas de recolección, embolsado, etc.

El proyecto ha contado en todo momento con el asesoramiento de dos ingenieros agrícolas de la empresa VIDAR que también escriben aquí su experiencia y por la dirección docente de un naldense, profesor en la Universidad de La Rioja, que además conoce el campo por sus orígenes de hijo de agricultores.

2. CLUB DE CONSUMO “HUERTAS DEL IREGUA”

Encontrar nuevos yacimientos de empleo en el medio rural no es nada sencillo y más si están ligados a la agricultura. Si a esto le añadimos que tiene que estar acompañado por la recuperación de la huerta tradicional, la protección del paisaje y estar unido a prácticas agrícolas que sean lo más respetuosas con el medio ambiente, parece casi imposible.

Todos sabemos que el campo se está abandonando, que lo que cobran los agricultores por sus productos es poco y está sujeto a los precios del mercado. Los alimentos frescos entran en un circuito que los traslada de aquí para allá, a veces, para volver al punto de partida, y los envoltorios plásticos para su conservación y presentación son en muchos casos inútiles y muy contaminantes. A muchos ciudadanos/as les resulta casi imposible encontrar alimentos frescos que se produzcan en su territorio y que tengan detrás un compromiso social y medioambiental. Para superar todas estas dificultades es para lo que se constituye el “Club de Consumo Huertas del Iregua”.

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Formar parte del Club de Consumo es una oportunidad para todos los socios/as de poner en práctica y participar en otro modelo de vida más sostenible y más saludable. “Menos es Más”, menos envoltorios, una cesta (bolsa) de varios usos, bolsas de papel y la continua búsqueda de envoltorios reciclables, los mínimos, y poco contaminantes, es una máxima del proyecto.

Los socios y socias del Club no son solamente consumidores al uso; pueden, si quieren, participar de una forma activa en el proyecto. A través de los canales de información que se han habilitado: correo electrónico, teléfono o visitas concertadas, los socios/as pueden expresar su grado de satisfacción, sus sugerencias y visitar los huertos donde se recolectan los productos que contiene la cesta y que se consumen en casa; además, también tienen acceso a los cursos de formación ligados al proyecto. Aquí se cierra un círculo perfecto en el que se une a agricultores y consumidores.

Los primeros pasos del Club comenzaron a los seis meses de iniciado el proyecto y ya con bastante producción en marcha. En mayo, veía la luz y comenzaba con las primeras 40 familias, consumiendo una cesta de productos de temporada, fruta y verdura, y, cada mes, de productos de comercio justo: Un consumo directo, de la huerta a casa.

En estos momentos, terminando el año 2010, contamos con cien familias que forman parte de este Club. Y no seremos muchos más, para poder tener una relación cercana con nuestros socios/as, y gestionarlo lo mejor posible. La filosofía de las personas que van sumándose es el consumo de productos locales, casi de “kilómetro cero”, ya que nada viaja más de 20 kilómetros en la distribución, salvo los dos productos de comercio justo que se incluyen al mes, y la responsabilidad de comprometerse con lo cercano, de ayudar a dejar espacios libres de fitosanitarios: todas nuestras verduras y hortalizas se cultivan, si se puede, sin ningún producto y, si hace falta luchar contra alguna plaga, con productos permitidos en agricultura ecológica. Las frutas se producen siguiendo las normas de trazabilidad y en nuestros frutales vamos incorporando también la producción integrada.

• Cómo llegamos a los socios y socias

El proyecto ha sido muy bien acogido por la población riojana, muy especialmente por la de Logroño y por el entorno más cercano. El perfil de los socios y socias podríamos decir que en un porcentaje alto es gente joven. Casi todos los integrantes del club, de una manera u otra, están implicados o concienciados en la protección del medio ambiente y en comer productos lo más naturales posibles y de cercanía. Ha sido relativamente sencillo llegar a ellos a través de charlas, folletos informativos, artículos en revistas y prensa, la página Web de la asociación y a través de la red de apoyo de las organizaciones amigas y colaboradoras. Pero, sin duda, la mejor difusión ha sido los propios socios/as que forman parte del Club de Consumo.

• Quién llena la cesta

Las huertas: La asociación dispone, como hemos dicho, de tierras cedidas por los agricultores y personas de Nalda, que, bien porque se han jubilado o porque no quieren ver sus huertas improductivas, han dejado en manos de la asociación su mantenimiento y cuidado. En ellas se están cultivando las lechugas, habas, cebollas, patatas, borraja, etc., que llenan la cesta, siempre productos de temporada. Contamos, también, con la colaboración de la Cooperativa de Productores de Nalda y su entorno (UNIREGUA), con productores de Moncalvillo y con emprendimientos liderados por mujeres y empresas familiares.

• El embolsado

En estos momentos las bolsas se llenan el mismo martes, día de la distribución de las cestas. Muchos de los productos son recogidos esa misma mañana en la huerta o el día anterior, algo impensable en otro tipo de distribución. Cuando son necesarias bolsas para los productos, utilizamos de papel y muy esporádicamente de plástico: estamos en continua búsqueda y mejora de nuevos materiales y, como decíamos antes, “menos es más”: cuanto menos envoltorio, más colaboramos en la protección del medio ambiente. Para llenar las bolsas, utilizamos en estos momentos las instalaciones de la Cooperativa de Frutos del Campo, Nuestra Señora de Villavieja, en Nalda. La cooperativa nos permite de una forma desinteresada realizar esta tarea en sus

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instalaciones pues cuenta con un espacio muy amplio y nos permite trabajar con más agilidad y organizar las bolsas antes de su distribución.

• Distribución de la cesta, contenido y coste

Después del embolsado, cada martes, los socios/as recogen en un punto verde (en este momento, en la Tienda de Comercio Justo que tiene SODEPAZ en la calle Capitán Gaona, y en Nalda) una cesta con productos de temporada de las huertas del Iregua. El valor de la cesta mensual (cuatro cestas al mes) es de 50 euros al mes y también es de un mes el compromiso adquirido por el socio/a. La cesta contiene, semana tras semana, productos de temporada, frescos y cultivados por métodos de cultivo tradicional y también productos de comercio justo. La colaboración desinteresada de SODEPAZ hace viable la distribución.

• La responsabilidad del socio/a

Los socios que forman parte del Club también tienen sus compromisos y responsabilidades: Una de ellas es recoger la cesta en el punto verde asignado y en el día acordado. Si se demora en recogerla, los productos pierden su calidad y frescura, y nosotros la retiraremos y la entregaremos a personas o instituciones que lo necesiten. Por lo tanto, si el socio/a, por el motivo que sea, no puede recoger la cesta, deberá comunicarlo a la persona de contacto; también, si se va a ausentar por un tiempo. Otra es devolver la cesta (bolsa) vacía al punto verde. Aprovechar al máximo los productos, comunicar su grado de satisfacción o mejoras que incluiría en el proyecto son parte de su compromiso, porque los socios/as son un eslabón esencial del proyecto: sin ellos el círculo no sería posible.

3. RESPONSABILIDADES Y COMPROMISOS

Por otra parte, también la asociación El Colletero tiene una serie de responsabilidades y compromisos en el proyecto.

3.1. Por el empleo

Uno de los objetivos principales de este proyecto es generar empleo en el mundo rural y que nuestra experiencia sea replicable en otros lugares. Desde la asociación acompañaremos el tiempo que sea necesario a varias personas que se están formando en prácticas agrícolas y de comercialización, y se pretende que dos o tres de ellas formen una cooperativa de trabajo asociado e iniciativa social, y que tengan empleo permanente en ella.

3.2. Por la igualdad

Si pasamos de los 100 socios/as, y después de ir aprendiendo con la experiencia, queremos abrir otra puerta al empleo, en este caso más protegido y acompañado, en el que estén incluidos todos los colectivos que viven en la zona. Esta futura iniciativa estará relacionada con el embolsado y la recolección de productos y favorecerá la interculturalidad y la igualdad de oportunidades.

3.3. Por el medioambiente

El respeto del medio ambiente es una de nuestras preocupaciones. En primer lugar, en la huerta no utilizamos fitosanitarios; sólo se usan en los frutales, utilizando en primer lugar todos los elementos naturales de control de plagas y no se usa nada que sea agresivo o dudoso. Nuestra apuesta es por el abonado natural de las tierras, la utilización del mínimo envoltorio en los productos y, en la medida de lo posible, que los pocos que utilicemos generen pocos residuos y que sean de fácil reciclado. La filosofía de las personas que van sumándose al Club de Consumo de productos locales es la responsabilidad de comprometerse con lo cercano y de ayudar a dejar espacios libres de fitosanitarios. Las frutas se producen siguiendo las normas de trazabilidad y en nuestros frutales vamos incorporando también la producción integrada.

3.4. Compromiso con el entorno

Una de nuestras apuestas junto con otras asociaciones como PANAL es la protección y promoción del paisaje singular que suponen las “Huertas del Iregua”. Con este proyecto recuperamos huertas y

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frutales abandonados, aumentando el paisaje singular que generan. Asimismo, queremos acercar el territorio a nuestros socios/as invitándoles a conocer y disfrutar de la huerta y de lo que nos ofrece.

3.5. Cooperación

Promovemos la cooperación entre todos nosotros y, por tanto, trabajamos con las personas y el territorio más cercano, incluido el Moncalvillo. Desde la cooperativa de Nalda llegamos a la de Albelda, unidas en Uniregua. También aportamos nuestro granito de tierra en la cooperación internacional, desde el comercio justo, por lo que incluimos en la cesta un producto de la tienda solidaria de SODEPAZ, y un paquete de café de comercio justo, una vez al mes.

3.6. Carácter social: sin ánimo lucrativo

Tanto la asociación El Colletero, que promueve el empleo y el desarrollo sostenible y en igualdad de Nalda y su entorno, como el proyecto que promueve “Huertas del Iregua” son experiencias sin carácter lucrativo, sumándose a los principios de la Carta Solidaria que son la base de este emprendimiento.

Este proyecto, como ya hemos dicho, es un círculo perfecto que une a agricultores y consumidores: la responsabilidad del que produce y también la del que consume. En esta iniciativa, como en otras, la asociación no está sola, caminan junto a ella personas y colectivos diversos como son: Asociación PANAL, Cooperativa de Frutos del Campo de Nalda, agricultores, voluntarias, VIDAR, Tienda de Comercio Justo de SODEPAZ, etc. En la formación nos apoya la Consejería de Agricultura, la Universidad de La Rioja y también contamos con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, sin el cual no hubiéramos podido poner en marcha este proyecto.

3.7. Por la cultura agrícola de nuestro mundo rural

Otro de nuestros objetivos es diversificar de nuevo la producción en nuestro valle y volver a recuperar la biodiversidad y las variedades que producíamos en todo tipo de frutas, verduras, hortalizas, legumbres e incluso plantas aromáticas y fertilizantes naturales. Otro, muy importante, es conservar, proteger y promover el paisaje de las huertas que han estado protegidas por el plan PEPMAN y ahora lo están como huertas del Iregua.

Ver pasar las estaciones: la flor, en la primavera; los frutos, en el verano; y los colores de los frutales y viñedos, en el otoño; o la bruma, la escarcha o la nieve sobre los árboles es para nosotras una necesidad ancestral que no queremos ni debemos perder y debemos conservar para ofrecerla a los demás.

Y no queremos, tampoco, renunciar a seguir pensando en la necesidad de soberanía alimentaria1 de los pueblos que la fertilidad de nuestro valle posibilita, aún hoy: producir alimentos si los necesitamos o, como en nuestro caso, si decidimos comer de lo cercano y producirlos directamente e, incluso, ofrecerlos como antaño a las localidades cercanas como también estamos haciendo a través de este club de consumo.

En conclusión, el Club de Consumo Huertas del Iregua es un puñado de tierra y un puñado de gente que cree que el mundo puede ser más justo y solidario, que cree que debemos ir cambiando desde lo más cercano y en ello trabaja. En el Club, como en la tierra, somos granos de arena diferentes, unos movidos por la nostalgia, otros con la idea de comer más sano, otros por apostar por el empleo. También hay quien cree en la protección del paisaje…, casi cien razones diferentes que son capaces de caminar juntas respetando sus diferencias.

4. RESULTADOS

Hoy tenemos encima de la mesa algunos de los resultados que nos propusimos:

4.1. Un grupo formado en resiliencia tanto de voluntarios como profesionales relacionados con el grupo. El grupo formado en resiliencia ha estado conformado por las siguientes personas: A. Como

1 DUCH, G. (2010), Soberanía Alimentaria. Biodiversidad y Culturas, Barcelona, La Vía Campesina-Plataforma Rural-Fundación Agricultura Viva-COAG-GRAIN. http://www.soberaniaalimentaria.info/

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formadores: El director pedagógico del proyecto; un profesor argentino, experto en resiliencia, como invitado2; una experta en resiliencia y máster en gestión medioambiental, varias dinamizadoras rurales, entre otros. B. Un grupo participante en las acciones de unas 50 personas

4.2. Diez personas formadas en ciclo agrícola completo, con aumento de rentas. Estas personas han sido formadas en ciclo agrícola completo y se ha garantizado el aumento de sus rentas, compatibilizando la formación con contratos de trabajo en las huertas y en distintos momentos del ciclo anual del campo.

4.3. Creación de una cooperativa con al menos tres socios/socias para trabajos agrícolas. Está en trámites y la prevemos para la primavera de 2011. En este momento se preparan los documentos de constitución y las tres personas formadas se perfilan para la cooperativa. Un puesto de trabajo será ocupado por perfiles adecuados a los tiempos de la huerta y los frutales.

4.4. Una publicación popular, otra científica de soporte también informático y en la página Web. Las revistas El Arco la Villa y Cuadernos del Iregua han sido ofrecidas por la asociación PANAL para divulgar el proyecto y los resultados. En el AV ya han salido algunas cosas publicadas y en este número especial de Cuadernos del Iregua se recoge la experiencia. Está publicación se ajustará para subirla a la página Web y ofrecerla en soporte informático. A su vez, la página Web de la asociación ha sido mejorada y adaptada para que recoja todo el proyecto de formación y el resultado en forma de club de consumo directo que será el que posibilite el empleo previsto.

4.5. Campaña de prensa para la divulgación del proyecto. La campaña de prensa ha sido exhaustiva. 1. Destacaríamos lo publicado en la prensa local de Nalda: El Arco la Villa. 2. Lo publicado en La Rioja en los periódicos autonómicos: La Rioja y El Correo, edición Rioja. 3. Un programa para Agrosfera y TVE en La Rioja, en varios informativos regionales que incluso ha pasado a su formato de TVE 24 horas, entre otros. 4. Un programa de “España Directo” con el club de consumo Huertas del Iregua, resultado de este proyecto. 5. Lo publicado en nuestra página Web. 6. Artículo en la revista Avanza. 7. Artículos en revistas especializadas. 8. Charlas divulgativas en el Ateneo Riojano.

4.6. Dos hectáreas recuperadas y, al menos, cinco fanegas nuevas de frutales, sobre todo, de ciruela reina claudia, en las fincas que responden a los términos y parcelas que se detallan: 1. El polígono 15, parcela 533, con 8.000 metros cuadrados recuperados; así como en el polígono (Trujal-Vallicosa) con 10.000 metros y trujal pequeño con 2.000 metros. En el Campillo, dos fincas, 6.000 metros. 2. Los frutales recuperados están en el término de La Almunia, con 4.000 metros cuadrados y hemos recuperado el cultivo de ciruela reina claudia, verde.

4.7. Puesta en valor y ampliación de paisajes específicos de las huertas del Iregua, con visos de sostenibilidad medioambiental. Todo lo anterior ha dado como resultado la puesta en valor y la ampliación de paisajes de huerta que han sido del interés de los proyectos de paisaje del MARM y de proyectos europeos, y que está a punto de aparecer en una publicación estatal y en otra europea. Se incluirán como paisajes sociales singulares de huertas del Iregua.

4.8. Aumento de un 2% de la producción que comercializa la cooperativa de Nalda procedente de los cultivos que produzca el grupo. 1. Efectivamente, hemos aumentado la producción agrícola de la cooperativa del campo en ese porcentaje del 2% en el caso de la ciruela, ya que se han entregado 2.000 kilos de los 100.000 totales recogidos en la cooperativa. 2. En el caso de la huerta, hay productos en los que hemos aumentado más del 50 % en los meses analizados, como tomates, calabacines, pimientos, coliflor, repollo de berza..., e, incluso, el 100%, porque son productos que ya no se producían como habas, guisantes, lechugas, cebollas, ajos, acelgas, espinacas, alcachofas...

4.9. Empleo creado. 1. Actualmente trabajan en el proyecto cinco personas hasta constituir la cooperativa. 2. El empleo previsto es de dos personas –previsiblemente mujeres por su interés e

2 CROCE, Alberto y Otros (2000), Resiliencia: más que jóvenes en busca de oportunidades. Seminario Latinoamericano, Buenos Aires, Fundación SES (Sustentabilidad, Educación, Solidaridad).

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implicación hasta ahora- fijas a tiempo completo, en la cooperativa de trabajo asociado, creada al efecto; otras dos personas a diez horas semanales; y una más que será contratada en los tiempos puntuales de trabajo específico como la poda, recogida de frutos y/o plantación.

4.10. Premio del MARM (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino). La asociación El Colletero ha sido premiada con el “Premio de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales: Empleo y Desarrollo Sostenible de las mujeres de la Asociación El Colletero: Huertas del Iregua”, en la primera edición del citado premio, en Madrid, el 13 de octubre de 2010.

5. CONCLUSIONES

Tras 10 años de trabajo por el empleo y el desarrollo sostenible y en igualdad, El Colletero ha venido a hacer honor a su nombre, recuperando la especialización agrícola, ya que está sembrando, plantando y recogiendo. En este caso, ciclo agrícola completo y ciclo comercial cerrado, al entregar el producto directamente. Y no solo hortalizas de “cogollo”, sino todo tipo de plantas; aunque hemos de reconocer nuestra debilidad por la colleta. Produce plantas preciosas, cerradas en su centro, pero dispuestas a convertirse en una bella flor verde, blanca o amarilla en cualquier momento.

BIBLIOGRAFÍA

CROCE, Alberto y Otros (2000), Resiliencia: más que jóvenes en busca de oportunidades. Seminario Latinoamericano, Buenos Aires, Fundación SES (Sustentabilidad, Educación, Solidaridad).

DUCH, G. (2010), Soberanía Alimentaria. Biodiversidad y Culturas, Barcelona, La Vía Campesina-Plataforma Rural-Fundación Agricultura Viva-COAG-GRAIN. http://www.soberaniaalimentaria.info/

Florencia Escudero, Presidenta de El Colletero, entre ciruelas Representantes de El Colletero recogiendo el Premio de Excelencia en el Ministerio, con las compañeras de Artelar y de FADEMUR

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PROYECTO HUERTAS DEL IREGUA: PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN

Mercedes Peso Peso

Yolanda Rico Sáez

Asociación El Colletero

Entrevista: Vanessa Ruiz Cristóbal

Periodista

RESUMEN: Se informa sobre la producción y comercialización del proyecto a través de una entrevista a las responsables máximas de la producción en las huertas y de su comercialización a través del “Club de Consumo Huertas del Iregua”.

ABSTRACT: A report is provided on the production and marketing of the project through an interview with the people in charge of production in the market gardens and their marketing through the Club de Consumo Huertas del Iregua (Iregua Market Garden Consumer Club).

INTRODUCCIÓN

Las personas que desarrollan, prioritariamente, las tareas de producción en las huertas y de la comercialización de sus productos a través del Club de Consumo Huertas del Iregua son Mercedes Peso y Yolanda Rico, respectivamente. En este artículo se ofrecen sus informaciones y opiniones en respuesta a la entrevista que ambas han mantenido con Vanessa Ruiz.

1. ENTREVISTA A MERCEDES PESO

“No es lo mismo llevar un huerto familiar que dar de comer a más de cien familias"

Merche Peso tiene 44 años y toda su vida ha transcurrido en Nalda. Nació en esta pequeña localidad del Iregua, se crió aquí y ahora trabaja las huertas del valle, unas huertas en las que de pequeña ayudaba a sus padres y que ahora le han posibilitado tener un puesto de trabajo. Merche es la agricultora del proyecto “Huertas del Iregua”, es la encargada de la producción de las frutas y verduras y reconoce que en sus manos hay una gran responsabilidad.

¿Cuál es tu función dentro del proyecto “Huertas del Iregua”?

Yo me encargo de la producción. Mi labor es llevar el cultivo de las huertas y de las fincas de frutales, organizar qué cultivos van a ir, preparar la tierra, plantar, podar árboles, la recolección de hortalizas y frutas, etc. La verdad es que este trabajo me apasiona, aunque

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reconozco que sobre mí recae una gran responsabilidad, ya que, si no hay productos, no hay cestas. Llevamos (porque también hay gente que me ayuda) unas 6 fincas de huertas y otras tantas de frutales.

¿Tenías experiencia en este ámbito?

Desde pequeña había ayudado a mis padres en la huerta familiar, pero nunca me había encargado de llevar tanta superficie de tierra. Después he estado unos años trabajando en un vivero de planta de huerta y de flores y ahí aprendí mucho también. Siempre me ha gustado mucho el campo y la naturaleza y, si observas, creo que se puede aprender. Y si escuchas lo que otros te trasmiten.

¿Qué te llevó a embarcarte en el proyecto “Huertas del Iregua”?

Desde el principio, la idea me pareció muy buena. Poco a poco veo que el proyecto se materializa y eso me anima. Como te digo, la idea me pareció muy buena y original, así que, como en ese momento no tenía trabajo, decidí meterme.

Para ti, ¿ha supuesto una salida laboral frente la crisis?

Puede decirse que sí, porque ahora tengo un trabajo que me gusta y además está en el pueblo en el que vivo y para mí eso vale mucho. El trabajar cerca de casa fue otra de las razones por las que dije que sí: es más fácil compaginar la vida laboral y familiar. Además de mi puesto de trabajo, de vez en cuando, contratamos a gente para que nos eche una mano en la recolección o en tareas concretas; en cierta forma, activamos el empleo en Nalda. También, en estos meses hemos hecho varios cursos de formación (poda, hacer carbón vegetal, orejones, pasas...), cursos en los que han participados chicos y chicas del pueblo; esos conocimientos les pueden venir bien para emprender una actividad profesional.

¿Qué objetivos persigue el proyecto?

Bueno, desde la parte que me toca a mí llevar, lo que tratamos es de realizar un tipo de agricultura tradicional; aunque, por supuesto, aprovechándonos de los medios mecánicos que existen actualmente. Nos parece muy importante intentar que los productos sean ecológicos, que no tengan tratamiento fitosanitarios, o al menos, si los llevan, que no sean tan agresivos ni realizados por sistema. Estamos muy pendientes de las plantas y, en cuanto detectamos algún indicio de enfermedad o plaga, intentamos atajarlo antes de que se extienda más: es de lógica. Además, la mayoría de la gente que se ha hecho socia del club de consumo “Huertas del Iregua” lo ha hecho porque está preocupada por lo que come: no quieren frutas ni verduras tan tratadas.

Entonces, los productos que se ofrecen responden al ciclo agrícola, sin invernaderos.

Sí, toda la producción que tenemos de fruta y verdura está sujeta al ciclo agrícola y a los productos que en él se dan. En principio la gente que está dentro del club de consumo lo entiende perfectamente. Ahora que estamos en invierno no es normal que tengamos tomates; tendremos otras cosas de invierno (puerros, escarolas, coles...) y quien está dentro del club entiende la filosofía y lo acepta como principio.

En el pueblo habrá pocas mujeres que se dediquen a la agricultura, ¿cómo han aceptado los agricultores a esta nueva compañera?

He de reconocer que al principio algunos dudaban y decían “pero, ¿dónde irá esta!”; pero, bueno, poco a poco, he podido demostrarles que una mujer también es capaz de llevar fincas y ser agricultora. Algunos hasta se sorprenden de los productos tan buenos que sacamos. Otros también me dan consejos. Hay de todo.

El hecho de que una mujer lleve las huertas ha supuesto una barrera más a la que enfrentarse, ¿con qué otras dificultades os habéis encontrado?

Desde fuera, la idea del proyecto es muy buena, pero lo cierto es que luego, día a día, hay que estar trabajando y llevarlo adelante. No es lo mismo llevar una huerta familiar en la que, si se te echa a perder algún producto, no pasa nada, que dar de comer a más de 100 familias. Además, el trabajo

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de campo es duro de por sí y muy sacrificado, siempre tienes que estar pendiente de algo, de qué plantar, de si hay que podar, preparar la tierra, qué poner para primavera...: la tarea es muy compleja.

Después de tiempo de proyecto ¿qué balance haces?

En general, muy positivo. Reconozco que hemos pasado por momentos de dificultades y de querer tirar la toalla; pero, una vez que se ha superado, ahora estoy muy bien, con fuerzas renovadas. También tenemos proyectos de futuro, por ejemplo, ahora mismo, estamos vinculados a la asociación El Colletero; pero la idea es que de aquí a unos meses podamos crear nuestra propia cooperativa; también estamos pensando en la entrega a domicilio, hacer actividades con los socios...: Así que, todo se andará.

2. ENTREVISTA A YOLANDA RICO

“En el medio rural hay posibilidades para salir de la crisis"

Yolanda Rico Sáez es una mujer emprendedora, miembro activa de la asociación El Colletero, y desde hace unos meses se encarga de la gestión logística y coordinación de los socios del proyecto Huertas del Iregua. Yolanda, Yoli -como todo el mundo la conoce-, cree firmemente en el desarrollo sostenible y en el potencial que tienen los pueblos como Nalda para ofrecer puestos de trabajo estables a través de redes de comercio de cercanía con productos del campo, una relación que se lleva a cabo entre el pueblo de Nalda (valle) y la ciudad de Logroño.

¿Puedes explicarnos en qué consiste el proyecto “Huertas del Iregua”?

A través del proyecto hemos recuperado una serie de huertas y fincas de frutales que en los últimos años estaban abandonadas. Las cultivamos y

los productos que recolectamos los distribuimos a través de una red o club de consumo en el que los socios pagan 50 euros al mes y semanalmente reciben una cesta con fruta, verdura y productos manufacturados tradicionales.

El proyecto, ¿ha supuesto una salida laboral frente la crisis?

Sí, por supuesto. En general el medio rural ofrece muchas alternativas para, por lo menos, intentar salir de la crisis o encontrar empleo. Lo primero, hemos creado dos puestos de trabajo fijos, el mío como coordinadora o gestora de los socios, y el de otra persona, Merche, que se encarga de coordinar las tareas agrícolas. Además, en momentos puntuales, ya sea por la necesidad para la recogida de productos o para la preparación y distribución de las cestas, hacemos contratos temporales, generalmente mujeres y que viven en el pueblo. Por lo tanto, con el proyecto dinamizamos la economía del valle, ya sea en puestos de trabajo, así como en la activación de la producción agrícola del valle, a través de la Cooperativa agrícola de Villavieja de Nalda. La asociación El Colletero se ha convertido en un socio más de la misma. También compramos fruta y verdura a productores de la zona, de la cooperativa de Albelda, Uniregua, y de la Marca de Calidad Ciruela de Nalda y Quel.

¿Qué otros objetivos persigue el proyecto?

Nuestra idea es ir más allá del propio beneficio económico. En primer lugar hemos recuperado un importante número de hectáreas de huertas y fincas con árboles frutales que en los últimos años estaban llecas; esto supone un beneficio desde el punto de vista paisajístico: no es lo mismo ver un valle con cultivos en producción, que un valle asolado por el abandono. También supone destacables beneficios medioambientales y mayor biodiversidad; además, al ser agricultura ecológica, no utilizamos apenas fitosanitarios. Y desde una vertiente más social, hacemos que un grupo de gente, generalmente jóvenes, mujeres o en riesgo de exclusión social pueden conocer y

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aprender el ciclo agrícola y poder optar por la agricultura como medio de vida. Otra de las cosas que me ha llamado la atención es que la gente mayor, la gente que nos ha cedido las huertas, está muy ilusionada al ver que el campo que han cultivado toda la vida vuelve a ofrecer sus frutos y a dar una oportunidad, como en su día se la dio a ellos.

En principio son muchos los beneficios que aporta, pero también os habréis encontrado con dificultades.

Está claro que no podemos competir con grandes extensiones y supermercados. Nosotras buscamos un precio justo, en equilibrio tanto para el agricultor como para el consumidor. Sin esclavizar al agricultor, ni que el consumidor sufra las subidas y bajadas, a veces absurdas, del mercado. Otro de los puntos en los que encontramos debilidad es en el hecho de que los socios del club tengan que recoger los productos en dos días: limita un poco a que muchas personas se apunten, pero son productos perecederos y tenemos que limitarnos.

Gracias a este proyecto la mujer rural ha pasado a un primer plano, cuando tradicionalmente en el campo estaba en un segundo plano.

Sí, prácticamente la totalidad de las personas que integramos El Colletero y, más en concreto el proyecto Huertas del Iregua, somos mujeres. No sé si es casualidad o que ha llegado el momento de que las mujeres perdamos el miedo y tomemos las riendas en otros sectores más ocupados hasta ahora por los hombres, como, por ejemplo, la agricultura.

¿Cuál es tu función concreta en el proyecto Huertas del Iregua?

Yo llevo el tema comercial y la relación con los socios del club, las altas y las bajas, la compra de productos, la organización de las cestas semanales y, también, me toca de vez en cuando ir al campo. Hasta ahora no me había tocado nunca hacerlo, pero, si hay que echar una mano, se hace. De hecho, en el proyecto también contamos con la ayuda voluntaria de varias personas.

Después de este medio año largo de proyecto, ¿qué balance harías?

Para mí hasta ahora está siendo muy positivo. Me ha llamado mucho la atención la respuesta de la gente. Tanto los socios que se han adherido al club como los agricultores de la zona y las entidades que nos han apoyado han respondido muy bien a esta novedosa propuesta. De hecho ya llevamos 110 socios, cuando nuestra pretensión era rebasar la cifra de los cien socios una vez pasado un año. Prácticamente no hemos tenido bajas y las que ha habido han sido por motivos personales como viajes, traslados o la imposibilidad de recoger la cesta en el punto y día fijado. Nuestras expectativas a corto plazo se han cumplido con creces. Desde aquí no puedo hacer más que agradecer su apoyo y confianza.

¿Se ha planteado un límite de socios?

Sí, más que nada porque no tenemos ni terrenos suficientes, ni, por ahora, la capacidad en mano de obra para manejar el cultivo, recolección u organización. Nuestra intención es aumentar un poco más el número de socios y, a medio plazo, que nuestro proyecto sirva de ejemplo para otras personas que quieran ponerlo en práctica en otros lugares.

¿Existen unos rasgos comunes entre los socios del club de consumo?

Lo cierto es que sí. La mayoría es gente joven, sin hijos y preocupadas por el medio ambiente y por lo que comen. Personas que están cansadas de que los productos agrícolas estén cargados de química y sin sabor. También tenemos a algunas familias y gente de mayor edad. En general, a todos nos unen los mismos principios de comercio justo, respeto al entorno, consumo responsable y saludable y de apuesta por el medio rural.

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PROYECTO HUERTAS DEL IREGUA: ASPECTOS AGRONÓMICOS

Jorge López-Davalillo, Gonzalo Villaba y David Lafuente

Asesoría VIDAR: [email protected]

RESUMEN: Se informa sobre el acompañamiento técnico e investigador que la consultoría ha mantenido con el proyecto en cuestiones agrónomas (espacios, suelos, labores agrícolas, abonados, plagas, riegos, etc.), durante las fases del mismo.

ABSTRACT: Information is provided on the technical and research support provided by the consulting service for the project regarding agronomic questions (spaces, land, farming, fertilisation, pests, irrigation, etc.) during the different stages of the project.

1. INTRODUCCIÓN

Mediante este trabajo se pretende sentar las bases agronómicas del Proyecto Huertas del Iregua en la campaña agrícola 2010.

1.1. Suelo y clima

La cuenca inferior de río Iregua se abre a un espacio más amplio en Islallana, pedanía del municipio de Nalda. Zona con bajas pendientes y materiales detríticos (arcillas, conglomerados y areniscas). Abunda el matorral y los cultivos de regadío, frutales, viña y hortaliza principalmente. Se trata de un espacio idóneo para el cultivo de huerta y frutales, con suelos profundos de marcada fertilidad potencial y cierta infraestructura de riego donde tradicionalmente la actividad hortícola garantizaba el suministro de alimentos en el ámbito doméstico.

La precipitación media es de 500 mm/año, siendo las precipitaciones más abundantes en otoño y primavera y las menores en verano, configurando un régimen atlántico con cierta continentalización. La temperatura media es de 13º C con valores mayores en los meses de julio y agosto, y menores en enero. La evapotranspiración media (transpiración producida por la actividad de la flora y la evaporación directa sobre el suelo) es de 700 mm/año: comparando este valor con la precipitación, se pone de manifiesto el carácter deficitario de esta zona. (Confederación Hidrográfica del Ebro, 2008).

Los devaneos sucedidos en esta zona en la actividad agraria en las últimas décadas han supuesto el cambio de uso de los espacios tradicionalmente destinados al cultivo hortícola y que habían sido estratégicos para el sistema agrario tradicional. Pero la agricultura tradicional no es, por tanto, algo estático o del pasado. Se renueva día a día, con la experiencia propia y colectiva, a partir de la base de sistemas complejos de agricultura, que han sido desarrollados durante siglos de coevolución cultural y biológica, adaptándose a las condiciones locales (Altieri, 1997). La importancia de la agricultura tradicional reside en que está adaptada a las condiciones locales mostrando una

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eficiencia ecológica que es superior a la de los sistemas modernos (Toledo, 1993; González de Molina y Sevilla Guzmán, 2000).

2. MATERIALES, MÉTODOS Y ACCIONES

2.1. Espacios y ubicación

El proyecto se ubica en la parte inferior del valle del río Iregua a su paso por la localidad de Nalda, La Rioja.

Se trata de un conjunto de pequeñas parcelas agrícolas. La superficie total manejada es de poco más de 5 Ha en un total de 17 parcelas, 4 de ellas de cultivo de frutales (cerezos y ciruelos -claudios y de tolosanos-) y el resto son destinadas al cultivo de huerta tradicional para la producción de verdura de temporada (Figura 1).

Estas huertas están distribuidas por todos los términos que el pueblo tiene en el valle, lo que presenta diferencias de suelos (orillas del río o centro del campo), así como distinto régimen de riegos.

Figura 1: Sistema de Información Geográfico con el parcelario perteneciente al proyecto Economía Verde y Resiliencia: Las Huertas del Iregua, Nalda, La Rioja”

2.2. Métodos y actuaciones

2.2.1. Preparación del terreno

Gran parte de la superficie productiva que compone el proyecto “Economía Verde y Resiliencia: Las Huertas del Iregua” corresponde a parcelas que se encontraban en desuso. El estado inicial de las mismas obligó a la preparación de éstas para el cultivo hortícola y frutal con las siguientes operaciones:

• Desbroces manuales y eliminación de restos vegetales

• Acondicionamiento del terreno para eliminar la compactación del suelo y favorecer la aireación y drenaje del mismo

• Recuperación de frutales mediante técnicas de poda específicas a tal efecto

• Eliminación de árboles envejecidos

2.2.2. Fertilización

En la mayoría de los casos, al tratarse de fincas con varias campañas en desuso, se podía contar con una importante fuente de nutrientes proveniente de la mineralización llevada a cabo en los últimos años por la actividad microbiana del suelo. Los aportes nutricionales no han sido importantes, centrándose en la aplicación localizada de estiércol fermentado de oveja. Materia orgánica rica y equilibrada y de origen local. Para el final de la campaña se ha programado una siembra con abono verde. Se trata de enriquecer la tierra con plantas cultivadas cuya masa vegetal es triturada e introducida en el suelo. Es un excelente abono que regenera el suelo y mejora su estructura y calidad biológica, compite con la flora arvense y evita procesos asociados a la erosión. En este caso se recurrirá a una veza, cuyas raíces -como en toda leguminosa- poseen nódulos con bacterias en simbiosis que fijan nitrógeno atmosférico. En el caso de los frutales, se efectuaron analíticas que permitieron realizar un programa de fertilización para cada parcela.

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2.2.3. Control de flora arvense

Se entiende por mala hierba las especies vegetales que crecen en un espacio y momento inadecuado, causando competencia contra el cultivo y dificultando las tareas agrícolas. Se estima que existen miles de semillas de flora arvense por metro cuadrado, por lo que intentar erradicarlas es una batalla perdida. Las semillas se encuentran en latencia durante muchos años y germinan cuando las condiciones del medio son las más adecuadas. Se realizó un control mecánico sobre las malas hierbas intentando proceder a su eliminación en los primeros estadios. La presencia de diferentes especies fue elevada sobre todo en parcelas donde se recuperaba el cultivo después de varios años.

2.2.4. Protección vegetal

En materia fitosanitaria se ha llevado cabo una metodología que integraba todos los métodos de control posibles (Labrador et al., 2006), intentando maximizar la efectividad de los métodos de control biológicos, físicos y culturales, utilizando fitosanitarios de origen natural sólo cuando los niveles de plagan lo hacía necesario y con un mínimo impacto ambiental.

Los métodos de control para prevenir el desarrollo de plagas y enfermedades han sido:

• Control cultural

Entre los métodos culturales destacan las siguientes actuaciones: Preparación adecuada del suelo para su correcta aireación, utilización de estiércol bien fermentado, producción de plantel libre de enfermedades, mantenimiento adecuado de herramientas, diseño de riego para evitar encharcamientos y excesos de humedad que provocan gran parte de enfermedades, eliminación mecánica de flora arvense, formación y equilibrio de las plantas para favorecer la aireación, protección de heridas, eliminación de órganos y plantas afectadas.

• Control biológico

El diseño agronómico planteado permite dotar al sistema del mayor grado de biodiversidad para fomentar el equilibrio natural del mismo. Cobran importancia los refugios de fauna auxiliar. En la fase de preparación del terreno, se respetaron los diferentes elementos estructurales en las zonas productoras (ribazos, terrazas, flora asociada a cursos de agua, lindes, etc.). Por otro lado las plantas atrayentes o repelentes de plagas en asociación con ciertos cultivos, también son de vital importancia en el diseño de un agrosistema diverso.

• Control Biotecnológico

Mediante trampas provistas de cápsulas atrayentes mediante feromona sexual, se realizaron capturas semanales de algunas especies plaga (figura 3) que permitieron el monitoreo de su ciclo biológico y poder estimar el momento de tratamiento más efectivo. También se empleó esta misma tecnología, para la captura masiva de individuos. En este caso se instalaron 5 trampas/ Ha, permitiendo reducir la densidad de poblaciones plaga para determinadas especies (figura-tabla 3).

En la figura 2 se muestran los dos tipos de trampas utilizadas.

Figura 2. Trampa de captura masiva (izq.) Trampa de monitoreo (dcha.)

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• Control con fitosanitarios de origen natural

Cuando la densidad de una especie de plaga superó el umbral máximo de daño, se justificaban tratamientos con fitosanitarios de origen natural. En la figura-tabla 3 se incluyen los tratamientos agrupados por plaga.

Las materias utilizadas fueron:

- Aceite de Neem

El árbol de Neem, proveniente de bosques asiáticos, ha desarrollado un sistema de defensa eficaz contra los insectos. Las sustancias activas de este árbol como la azadiractina pueden vencer a más de 250 especies de insectos que dañan a las plantas y a los cultivos. Con este tipo de aceite el insecto no muere fulgurantemente, sino que pierde su apetito y no puede dañar a la planta que le resulta repulsiva. Bloquea también las hormonas que regulan los procesos metamórficos de la plaga. No se conoce que el aceite de Neem sea tóxico para los mamíferos, pájaros o para algunos animales beneficiosos como lombrices, abejas y mariquitas de siete puntos (Puri, 1999).

- Extracto de ajo

Es un repelente de insectos que posee alicina, sustancia activa con propiedades antibióticas y vitamínicas. El ajo es absorbido por la planta, alterando su olor natural, resultando repulsiva para la plaga. Otros efectos interesantes son su capacidad de enmascarar las feromonas producidas por los insectos, disminuyendo el apareamiento, causa trastornos digestivos al insecto y produce un efecto sobre-excitante en el mismo, con lo que se muestran alterados y confusos.

- Bacillus thuringiensis (Bt)

Se trata de una bacteria que produce, durante la esporulación, un cristal de proteína (delta endotoxina) tóxico para los insectos que los ingieren diseminado sobre las hojas durante su fase larvaria. Los cristales llegan a su intestino medio, se disuelven por la acción de los jugos intestinales que presentan pH alcalino dando origen la toxina activa, la cual se une a un receptor específico de las membranas epiteliales de las células del intestino, lo que genera poros que desequilibran su balance osmótico y provocan la lisis celular de esta parte del aparato digestivo; posteriormente causa diarrea y vómitos en el insecto, lo que puede provocar eventualmente su muerte por una deshidratación severa según (Schnepf H.E. et al., 1998). En la figura 3 se exponen las diferentes plagas y enfermedades que han causado problemas en la pasada campaña agrupados por cultivo a los que afectan, métodos de control directos e indirectos para combatirlos y su grado de incidencia.

PLAGAS Y ENFERMEDADES

CULTIVO MÉTODOS DE CONTROL INCIDENCIA

CAMPAÑA 2010

Trips (Tripssp.)

Puerro, cebolla Producción de plantel sano Piretrina natural

Baja

Ácaro de las yemas (Acalitus phloecoptes)

Ciruelo Eliminar agallas en la poda Azufre en polvo Aceite de Neem

Media

Pulgones (Myzus persicae Sulz.)

Varios Fertilización equilibrada Jabón potásico, aceite de Neem, Preparados de ajo, preparados varios.

Alta

Oidio (Podosphera leucotricha Salm.)

Manzano Atención a la salida del invierno Azufre en polvo Atención a las condiciones climáticas y de humedad

Media

Araña roja (Panonynchus ulmi Koch.)

Manzano Favorecer los ácaros fitoseídos Media

Polilla de la patata (Phthorimaea operculella)

Patata Material de siembra sano Trampas de monitoreo

Nula

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Mosca de la cebolla (Delia antiqua, Delia platura)

Cebolla Producción de plantel sano Piretrina natural

Baja

Polilla del tomate (Autographa gamma)

Judía, pimiento y tomate

Trampas de monitoreo Trampas de captura masiva Bacillus thuringiensis Aceite de Neem

Alta

Tuta (Tuta Absoluta)

Tomate (Sin daños)

Trampas de monitoreo Trampas de captura masiva

Baja

Taladro de hortícolas (Helicoverpa armígera)

Varios Trampas de monitoreo Trampas de captura masiva Bacillus thuringiensis Aceite de Neem

Alta

Escarabajo (Leptinotarsa decenlineata Say.)

Patata Recolectar con las manos: larvas y adultos y huevos Aceite de Neem Bacillus thuringiensis Lino como repelente Preparados de ajo, preparados varios

Alta

Mildiu (Phytoptora infestans De Bary)

Patata Siembra con material vegetal sano Atención a las condiciones climáticas y de humedad Eliminación de plantas dañadas Sulfato de cobre

Baja

Orugas diversas (Plutella xylostella, Pieris brassicae, Baratha brassicae)

Brásicas Observación ante la primera aparición Eliminación de restos de cosecha Bacillus thuringiensis Aceite de Neem

Baja

Mosca blanca (Aleyrodes proletella)

Varios Aceite de Neem Jabón potásico, piretrinas naturales

Media

Barreno del ciruelo (Cydia funebrana)

Ciruelo Trampas de monitoreo

Alto

Flora arvense Competencia con los cultivos

Métodos mecánicos de eliminación Alta

Figura-tabla 3: Patógenos asociados a los cultivos y métodos de control empleados en la campaña 2010

2.2.5. Riego

Con respeto al tipo de riego, la superficie regada es por gravedad. En la zona existe cierta infraestructura que permite la captación de agua proveniente de los ríos Iregua y Torredano.

2.2.6. Trazabilidad

Se llevó al día un cuaderno de anotaciones para trazabilidad donde se registraron todos los tratamientos aplicados en los cultivos (acondicionamiento del suelo, riegos, tratamientos fitosanitarios, fertilización) para su posible comprobación y seguimiento, según establece el Reglamente Europeo, CE N.º 178/2002.

2.2.7. Protocolos de calidad

El manejo hortícola realizado fue llevado a cabo bajo los criterios de producción ecológica que marca la normativa europea a tal efecto, CE, n.º 834/2007. En la actualidad se está estudiando la viabilidad del proceso de inscripción en el Registro de Productores de Agricultura Ecológica de La Rioja. Por otro lado, la superficie destinada a cultivo de frutales fue inscrita en el Registro de Productores de Producción Integrada de La Rioja. El manejo de los mismos ha sido llevado a cabo según la normativa autonómica Decreto 53/2001, de 21 de diciembre y la Orden 28/2004, de 16 de julio para el caso de frutales.

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2.2.8. Recuperar semillas y variedades tradicionales

Se procedió a la selección de especies y variedades tradicionales en la zona con el objetivo de salvaguardar este tipo de material y obtener las ventajas de adaptación al medio.

3. DISCUSIÓN

Los aspectos agronómicos expuestos pueden recordar los principios de agricultura tradicional que, como ya se ha dicho, está más adaptada a las condiciones locales y su potencial ecológico es importante salvaguardar.

Un manejo agronómico sostenible en la zona baja del valle del Iregua según los criterios expuestos es posible desde el punto de vista social, económico, cultural, agronómico y medio ambiental.

De ahí que unos de los objetivos que propone el proyecto “Economía Verde y Resiliencia: Las Huertas del Iregua” es salvaguardar el conocimiento de la sociedad campesina tradicional y recuperar aquellos elementos que dotaban a los sistemas agrarios tradicionales de estabilidad y sustentabilidad en el marco de una producción ecológica, todo ello combinado con los medios y tecnologías de los que disponemos hoy en día.

BIBLIOGRAFÍA

ALTIERI, M.A. (1997), Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable, La Habana (Cuba), CLADES.

Confederación Hidrográfica del Ebro (2008), Plan Hidrológico del Río Iregua. Programa Agua. Zaragoza, CHE.

GONZÁLEZ DE MOLINA, M. y GUZMÁN CASADO, G. (2006), Tras los pasos de la insustentabilidad. Agricultura y Medio Ambiente en perspectiva histórica (siglos XVIII- XX), A. Barcelona, Icaria.

LABRADOR, J., PORCUNA, J.L. y REYES J.L. (2006), Conocimientos, Técnicas y Productos para la Agricultura y la Ganadería Ecológica, Valencia, SEAE.

PURI, H.S. (1999), Neem: The Divine Tree. Azadirachta indica, Amsterdam, Harwood Academic Publications.

SCHNEPF, H.E. et al., (1998), Bacillus thuringiensis and its pesticidal crystal proteins. Microbiol. Mol. Biol. Rev. 62, pp 775-806.

TOLEDO, V.M. (1993), “La racionalidad ecológica de la producción campesina”, en Gimeno García, H., González Lera, R. y Guzmán Casado, G. (2006), El manejo tradicional de las huertas en la provincia de Granada. Estudios de caso de la vega de Granada y del parque natural de Castril, Zaragoza, Congreso SEAE.

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PROYECTO HUERTAS DEL IREGUA:

RESTAURACIÓN DE CASETAS Y ENTORNOS DE HUERTAS

Carlos Ramírez de la Concepción

Asociaciones PANAL y El Colletero

Gonzalo Villaba

Asesoría VIDAR

RESUMEN: Se presenta una visión sobre las casetas de aperos y almacenaje básico, así como de su restauración y protección para su uso en el desarrollo de las labores del campo en el marco de la agricultura tradicional del valle. Asimismo, de la historia de una de ellas y su restauración y los cuidados básicos del entorno natural.

ABSTRACT: An overview is provided on the tool sheds and basic storage, as well as their restoration and protection for use in the development of field work in the framework of traditional agriculture in the valley. Also, the history of one of them and its restoration, as well as the basic care of the natural environment are described.

1. INTRODUCCIÓN

No cabe duda de que el paisaje del valle del Iregua ha cambiado en los últimos años. Y en Nalda, también. Han proliferado construcciones de todo tipo que han salpicado la vega de los más variopintos edificios. Las casetas tradicionales de aperos han sido sustituidas por otras casetas/casitas/casas/ chalets generando una situación pseudourbana compleja. En este artículo se reflexiona sobre la situación actual y se informa sobre el sentido originario y tradicional de las casetas de aperos y sus entornos.

2. LAS CASETAS EN EL VALLE DEL IREGUA (Gonzalo Villaba)

En la actualidad no podemos desligar el paisaje del valle del Iregua del variopinto abanico de construcciones que salpica sus huertas. Casas, casitas, casillas, corrales y un largo etcétera de apelativos son los que poseen estas edificaciones. Viendo este panorama, se nos plantean las siguientes preguntas: ¿Llevan ahí toda la vida?, ¿qué finalidad tienen?, ¿se integran en el paisaje? Y no nos olvidemos de la siguiente: ¿Son legales?

Como a lo largo de la revista se cuenta, las huertas del Iregua han tenido un papel clave en la economía, en la sociedad y en el paisaje. Ligadas a estas huertas, surgieron pequeñas edificaciones necesarias para su óptima explotación: estas son las denominadas popularmente como casetas de “aperos”. Singularmente, también aparecen edificaciones mayores, lugar de residencia de familias enteras, siempre ligadas al trabajo del campo, porque quién va a querer vivir lejos del pueblo, si no es un agricultor.

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Son las casetas de aperos las que cobran protagonismo entre la arquitectura del valle. Casetas de pequeña superficie, pero la suficiente como para guardar los diferentes aperos de labranza que en la pequeña huerta se hacen necesarios, evitando acarrear con ellos cada jornada hasta el domicilio del agricultor normalmente enclavado en los municipios cercanos. A su vez, estas casetas servían de refugio al hortelano y la “caballería” que le servía de ayuda y compañía en las tormentas de las tardes de verano, o para disfrutar de un merecido almuerzo al abrigo del viento.

Pero pronto esas casetas, realizadas con materiales propios del valle, como adobes, cantos rodados del río, cañizos y cal o cañotes -por citar algunos-, fueron declinando a la vez que la huerta tradicional perdía espacio por el abandono, la plantación masiva de frutales así como la voraz especulación y urbanización sin control. La sociedad cambiaba, los trabajadores del campo se entregaron a la industria o se jubilaron, mientras que en el seno de la sociedad urbanita de Logroño y alrededores cambiaba la concepción de “el campo, para los de pueblo” por la necesidad de escapar, tener un lugar para reunirse con la familia y amigos para comer unas chuletas. De esta forma, las casetas que en un tiempo tuvieron claro destino agrícola se convirtieron en refugio para el ocio y esparcimiento. Pronto, el avance de la moda hizo que la mayoría de las casetas resultaran de espacio insuficiente, con lo que se fomentó la construcción de nuevas edificaciones, las cuales ya tenían sólo un fin meramente recreativo.

El adobe dio paso al caravista; el huerto, al frontón o la piscina; y de esta forma el paisaje se transformó. Con el desmesurado crecimiento del número de edificaciones, surgió la necesidad de protección del bien natural, paisajístico y cultural que suponen las huertas del Iregua. Atendiendo esta necesidad, en el año 1988 entró en vigor el Plan Especial del Medio Ambiente Natural de La Rioja (PEPMAN), el cual legisla sobre los diferentes usos y protecciones especiales del suelo en diferentes zonas de la Comunidad Autónoma de La Rioja. En este plan se recoge de forma especial la protección de zonas de Huertas Tradicionales de los valles del Najerilla, Iregua, Leza, Cidacos y Alhama. De esta forma, la zona de las Huertas del Iregua, comprendidas entre Islallana, el barrio de La Estrella de Logroño, la carretera Nacional-111 y la LR-255, a ambos lados del río Iregua, quedaba protegida de forma especial.

En la zona protegida Huertas Tradicionales del Iregua se prohíbe terminantemente la construcción de uso residencial, las casetas de aperos, así como otro tipo de infraestructuras agrícolas. Únicamente se deben autorizar por el ayuntamiento pertinente atendiendo a un estudio previo del proyecto, demostración de carácter meramente agrícola, su compatibilidad con el medio y el PEPMAN y nunca con una superficie mayor de 40 m2 y 2,5 metros de altura.

Pero el Plan PEPMAN pronto se vio como una medida ineficaz de protección, debido a la poca voluntad real de hacerlo respetar por parte de las autoridades municipales. Un ejemplo de esta poca disposición es que en las normas urbanísticas de los municipios de estas localidades ni siquiera viene recogido dicho plan. La consecuencia de la ineficacia es que el número de edificaciones no ha parado de aumentar, de tal forma que hoy en día podemos encontrar alrededor de 1.300 construcciones a ambos lados del río y en apenas 10 kilómetros, las cuales no respetan en absoluto la legislación presente, encontrando en ocasiones aberraciones como urbanizaciones residenciales y auténticas mansiones, todas ellas construidas sin permiso.

Muchas veces, desde nuestros sillones de casa, vemos en las noticias cómo se derriban hoteles en primera línea de playa pensando “¡qué barbaridad, qué forma de construir!”; pero, en cambio, nos olvidamos de que algo semejante pasa tras la puerta de nuestra casa, siendo muchas veces partícipes de ello.

Con la intención de actualizar el PEPMAN, en el año 2002 salió a información pública la “Ley de Conservación de Espacios Naturales”. Dicha ley pretende incluir los espacios protegidos riojanos en la “Red Natura 2000” de carácter europeo. Para poder cumplir con las exigencias comunitarias de protección de la red “Natura 2000”, se crearán dos figuras nuevas de protección: las “Áreas Naturales Singulares” que sustituirán al PEPMAN y las Zonas Especiales de Conservación de Importancia Comunitaria. Muchas son las dudas o sombras que levanta esta nueva ley. Para empezar, lleva ya ocho años de elaboración y todavía no ha salido adelante. Por otra parte, en el

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borrador presentado, se recortan espacios de protección relacionados con las Huertas Tradicionales. Por citar algunos recortes, en la zona de Huertas del Cidacos, el área protegida pasa de 1.600 hectáreas a 1.000. En el Iregua se aprecia una reducción del área protegida al sur de Logroño, entre Lardero y Alberite. En torno a Nalda y Albelda es difícil de apreciar, ya que la documentación aportada por el borrador no es muy concluyente. Pero como ya se ha indicado, hasta el momento sólo se ha presentado el borrador y no ha aparecido la ley definitiva.

Y mientras se decide sobre el futuro de la protección del valle ¿Qué pasó de nuestras casetas de aperos tradicionales? Se han visto relegadas a una presencia de forma testimonial, enfrentándose a dos enemigos: por un lado, el olvido; y por otro, extraña y paradójicamente, la dificultad de obtener permisos para su rehabilitación por el cumplimiento a rajatabla –cosa que no se lleva a cabo con otras construcciones claramente “urbanas”- de la legislación del plan PEPMAN, que no permite las intervenciones que revaloricen dichas construcciones sin el permiso de los ayuntamientos.

En el proyecto para la recuperación de las huertas del Iregua, se está trabajando en la rehabilitación de una de estas casetas, la de Los Majuelos, donde se ubica el centro del proyecto. De esta caseta y de su historia se nos habla a continuación.

3. CASETA DE APEROS DE LOS MAJUELOS (Carlos Ramírez de la Concepción)

Memoria histórica: Conversaciones con mi padre, Carlos Ramírez, El Che

3.1. La caseta de Los Majuelos: En la huerta de Inocencio y Candelas hubo un momento en el que ya no se podía vivir enteramente del campo y, tras varios trabajos, su hijo Carlos decidió dedicarse al mundo de la albañilería para ganarse la vida. Tras hacer diferentes trabajos de construcción, en la primavera de 1968 decide construir una caseta de aperos para su familia en la finca de Los Majuelos.

Este espacio era necesario para la familia. La caseta tiene unos cuarenta metros cuadrados y en el exterior se ubicaba un porche. Más adelante hablaré de su construcción, pero de momento veremos los usos que los Ramírez le dieron. En el interior guardarían los aperos: el cultivador, la grada, los monos, el brabán, las escaleras y caballetes, los collerones y demás utensilios para los caballos. En ocasiones, allí se guardaba el carro de llanta (este tipo de carro se llama así porque llevaba ruedas de madera con llanta de hierro). En invierno se almacenaba la alfalfa y otros forrajes para los caballos, juncos y cañizos para el secado de las pasas, cajas, cajones y cunachos para guardar y recoger las patatas, remolachas, pellas, ciruelas y demás productos de la finca de Los Majuelos.

La tejavana exterior, que se ubicaba a la derecha de la puerta, servía para refugiar a los caballos cuando el tiempo no era el propicio para el trabajo en el campo. También se almacenaban helechos y cáscaras de caparrón para chumarrar los cerdos que se mataban para la familia. Al mediodía, después de comer, mi abuelo Inocencio, que en ocasiones necesitaba la ayuda de Miama, su padre y Matías Peso, echaban una siesta bajo su tejado de chapa, tras trabajar en la recogida de hortalizas cuando iban a mojado (es una jornada laboral que dura el día entero en la que la familia dotaba a sus trabajadores de un jornal de unas 30 pesetas y de cuatro comidas, el desayuno, el almuerzo, la comida y merienda o cena, que compartían con la familia que les contrataba. En otras ocasiones iban contratados a seco, en la cual, Matías, Miama padre y su hijo debían llevarse su propio almuerzo, y la jornada de trabajo era más corta). En el cubierto también tenían su casa dos perros de caza de mi abuelo Inocencio y mi padre, una perra galga de nombre Chiri y un podenco, al que llamaban Canelo, que cuidaban los bienes tan preciados que la familia guardaba bajo el techo de la caseta.

Realmente era necesaria la construcción de este espacio para la familia. En mayo de 1968, a los dieciocho años, antes de ir a la mili, Carlos, El Che, comenzó a construir la caseta de aperos, solo y de modo manual, y la terminó al cabo de veinte días. Como él mismo dice, “Trabajaba de sol a sol”; a las siete de la mañana ya estaba allí trabajando y volvía a casa ya entrada la tarde, “allí mismo comía, me asaba unos caracoles, salchichón, patatas, alguna cebolla tierna y en ocasiones algún gorrión que yo mismo cazaba”.

Comenzó haciendo la cimentación de la caseta. Para ello fue a recoger los materiales que le hacían falta: piedras a un cantarral cercano, cascajo y arena lavada a las orillas del Río Iregua. La materia prima la transportaba en un serón terrero de seis pies que llevaba en sus lomos el macho de la familia.

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Amasando el hormigón con azadón y pala “porque, en esos momentos, había muy pocas hormigoneras, solo algunos constructores se las podían permitir”, realizó el zuncho de cemento, cascajo y piedra donde descansaría la casa. Para continuar con la faena, Valentín Villena, “que tenía debajo del Sindicato un almacén con cementos, yeso y abonos, y, si se lo pedías, te subía ladrillos, viguetas de Castilla y maderas de almacenes más grandes de Logroño”, trajo a la huerta de Los Majuelos, en un camioncito Avia, unos dos mil ladrillos tabicones de seis agujeros, con los que “El Che” levantó las paredes de la caseta. “En alguna ocasión, Santiago Pichú, el Pescatero, también me trajo algún material para la obra; tenía también un Avia pequeño, y hacía a veces de transportista” .

A la hora de realizar el tejado, se reutilizaron los cabrios de antiguas casas en demolición, “las que estaban sanas las guardábamos para vigas de madera y las que no, se utilizaban como leña”. En otras ocasiones, para conseguir cabrios, “se cortaba un árbol de la chopera, tras pedir permiso al forestal, se llevaba a la serrería de Jesús Moracia, al final de la calle Arrabal, enfrente de la casa de Morrolindo, para carear el tronco que habíamos cortado. En esta serrería te cortaban leña para la cocina y te hacían tablas. Su mujer y su hija preparaban cajas de madera, donde entraban cuatro o cinco kilos de fresas o pasas”. Las ventanas también fueron recicladas, “Ciruela, padre de los Viaínes, nos dio en su momento unas ventanas con marcos de madera que íbamos a utilizar para leña, pero, como alguna estaba en buen estado, la reutilizamos para la caseta”.

Para finalizar la caseta Villena trajo en su camión doce placas de uralita -mil pesetas costaba cada una, eran caras por entonces” que mi padre puso en el tejado. Después de esto revistió la parte exterior de la caseta con una mezcla de cemento y arena de la chopera cribada “con el cedazo” para dejar un buen acabado. En el interior se hizo el mismo revoque, y después fue toda ella pintada con cal y cemento blanco para terminar.

3.2. El entorno: Trabajo de campo: restauración artística y sustentable de la caseta de Los Majuelos y su entorno.

En estos últimos meses yo, con veintitrés años -y sin hacer la mili-, restauro con “Che Padre” la caseta de aperos para el proyecto de Huertas del Iregua: Mi padre colabora como voluntario y yo, contratado por la asociación. Tras picarme el gusanillo de la bioconstrucción y la agricultura -más como pura afición, que como un trabajo para ganarme la vida-, me involucré en el proyecto de restauración de la caseta de aperos, después de trabajar como agricultor unos cuantos meses. Al principio, tenía la esperanza de poder utilizar adobe o algún tipo de material de bioconstrucción para el revestimiento exterior de la caseta ya que estuve en un curso de adobes y arena prensada realizado en Amayuelas (Palencia) antes de comenzar con la obra; pero me di cuenta, teniendo diferentes conversaciones con amigos/as, que el mismo proyecto en sí es de construcción sustentable, ya que no construyes nada nuevo, sino que reformas un espacio para hacerlo menos violento con el entorno en el que se encuentra.

Para la rehabilitación de la caseta hicimos una zanja de alrededor de unos cincuenta centímetros de alto por unos veinte de ancho y la rellenamos de hormigón y piedras que se encontraban en la propia huerta; una vez que desencoframos, comenzamos a subir las paredes con bloques de 20x12x40cm. En estos momentos, tras terminar las paredes y piñones, estamos construyendo un zuncho donde se apoyará el techo vivo. Como antes he dicho, la restauración de la caseta lo que pretende es fundirse con el entorno, y, tras varias discusiones exponiendo los beneficios para el entorno de los techos vivos con mi padre, que es “pro-tejas”, en breve comenzaremos a construir el tejado. Para ello Fer -miembro de Red de Semillas de La Rioja y constructor de techos vivos-, nos explicará los pasos y materiales necesarios. El tejado se compone de una viga travesaña y unos cabrios que van del centro a las paredes; encima de estos, un tejado de madera que recubriremos con laminas de corchos naturales, y encima de estos una capa de tierra de la que brotarán las plantas que sujeten con sus raíces toda la tierra que habrá en el tejado.

Para finalizar la caseta, realizaremos en el exterior una pintura artística y adecuada con el entorno, únicamente con barros de la huerta y aceite de linaza para la permeabilidad. Así tendremos nuestra caseta de aperos de nuevo lista para su uso y disfrute.

Además de la restauración de la caseta, en la finca de Los Majuelos se pretenden llevar a cabo otro tipo de proyectos relacionados con la agricultura, medioambiente y construcción sustentable. Este

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verano empezamos con los jóvenes del Verane@rt nuestro curso de arquitectos descalzos. Construimos entre todos una letrina de permacultura en la misma finca, con barro y cañizos. Reutilizando botellas de vidrio, creamos unas vidrieras para la letrina y la caseta. Aprendimos que no hay ningún material pobre, que el trabajo de campo es duro, aunque antes lo fuese más y, sobre todo, aprendimos a respetar el medio en donde trabajamos.

Además de los trabajos en la caseta, también se han llevado a cabo otras actividades de restauración medioambiental del entorno en los linderos, acequias, poyos y taludes. Asimismo, en el entorno del río del Trujal que pasa por un buen tramo de la huerta donde se prodiga una gran diversidad de flora y fauna locales.

4. CONCLUSIONES

La restauración de la caseta de aperos de Los Majuelos es un ejemplo de protección del patrimonio agrícola de nuestros pueblos. A la vez permite recuperar el espíritu de uso de estas construcciones como espacios al servicio de la agricultura y de las personas que viven de ella. Todo ello, en el mayor y más estricto respeto al medioambiente y a la legalidad vigente.

BIBLIOGRAFÍA

La Rioja. Plan Especial de Protección del Medio Ambiente Natural de La Rioja (PEPMAN), BOR. 30 de Junio de 1988.

Plan General Municipal de Nalda. Noviembre, 2008.

RED NATURA 2000. Unión Europea. Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992.

La Rioja. Ley 5/2006 de mayo, de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja. BOR. n.º 59, de 4 de mayo de 2006.

Los Majuelos: Huerta y Letrina Abonera de permacultura en entorno natural

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PROYECTO HUERTAS DEL IREGUA: DIMENSIÓN MEDIOAMBIENTAL

Vanessa Ruiz Cristóbal

Medioambientalista

Asociaciones PANAL y El Colletero

RESUMEN: La autora, experta en temas medioambientales, presenta el proyecto desde esta perspectiva, en consonancia con los objetivos marcados de desarrollo sostenible, el consumo responsable y la recuperación de espacios agrícolas, naturales y de paisajes.

ABSTRACT: The author, an expert in environmental issues, presents the project from this perspective, in line with the goals of sustainable development, responsible consumption and recovery of farmland, and natural landscapes.

INTRODUCCIÓN

La cesta más responsable

La recesión económica del último año está haciendo que muchas personas regresen a trabajos o actividades que en décadas pasadas se encontraban en estado de semiabandono, como es el caso de la agricultura local en el valle del Iregua. La crisis abre los ojos a nuevos emprendedores y emprendedoras y abre las puertas a nuevas iniciativas como la que puso en marcha en el mes de mayo de 2010 la asociación El Colletero.

La iniciativa lleva por nombre “Club de Consumo Huertas del Iregua”, un proyecto que busca crear varios puestos de trabajo, recuperar actividades y cultivos tradicionales de Nalda y su entorno, así como fomentar un consumo responsable tanto desde el punto de vista medioambiental como social. El Club de Consumo Huertas del Iregua se presentó en sociedad el pasado 28 de abril de 2010 en el Ateneo Riojano, con una más que aceptable acogida.

La mecánica del proyecto es sencilla: el socio paga una cuota de 50 euros al mes y, por ello, dispone semanalmente de una cesta con una variada gama de productos del ciclo agrícola, además de poder participar en actividades relacionadas como visitas guiadas a las huertas o poder colaborar en las tareas de recolección u otras que requieran los tiempos de cultivo.

Desde un principio, los gestores de la iniciativa, de la asociación El Colletero, han establecido dos puntos de recogida de las cestas, uno en la Tienda de la Solidaridad de Logroño (creando así redes sociales y de intercambio), gestionada por Sodepaz y ubicada en la calle Capitán Gaona, y otro en la propia localidad de Nalda, y unos días en los que el socio deberá ir a recoger su cesta.

El proyecto cuenta con 30.000 metros cuadrados de terreno, cedidos para su cultivo por algunos vecinos del pueblo; dos mujeres que ya trabajan en la idea, Merche como agricultora y Yolanda como la persona encargada de la gestión de las altas y bajas de los socios y la logística.

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Con tan sólo siete meses de vida el proyecto “Huertas del Iregua” ha visto cumplidas todas sus expectativas. Ya son más de cien socios del club de consumo “Huertas del Iregua”, un grupo de personas que cree en el desarrollo rural sostenible y en un modo de consumir bajo el principio de responsabilidad.

No cabe duda de que el proyecto “Huertas del Iregua” tiene numerosos beneficios: sociales, culturales y ambientales; será en este último grupo de particularidades en el que hagamos mayor hincapié pormenorizando cuestiones como: biodiversidad, restauración del paisaje, agricultura ecológica, permacultura, bioconstrucción, educación ambiental y transporte sostenible, entre otros.

1. LA AGRICULTURA ECOLÓGICA FRENA LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD

Biodiversidad o diversidad biológica (1) es, según el Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica, el término por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que la conforman, resultado de miles de millones de años de evolución según procesos naturales y también de la influencia creciente de las actividades del ser humano. La biodiversidad comprende igualmente la variedad de ecosistemas y las diferencias genéticas dentro de cada especie que permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones y con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el planeta.

El término «biodiversidad» es un calco del inglés «biodiversity». Este término, a su vez, es la contracción de la expresión «biological diversity» que se utilizó por primera vez en septiembre de 1986 en el título de una conferencia sobre el tema, el National Forum on BioDiversity, convocada por Walter G. Rosen, a quien se le atribuye la idea de la palabra.

La Cumbre de la Tierra celebrada por Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992 reconoció la necesidad mundial de conciliar la preservación futura de la biodiversidad con el progreso humano según criterios de sostenibilidad promulgados en el Convenio internacional sobre la Diversidad Biológica que fue aprobado en Nairobi el 22 de mayo de 1992, fecha posteriormente declarada por la Asamblea General de la ONU como Día Internacional de la Biodiversidad. Con esta misma intención, el año 2010 fue declarado Año Internacional de la Diversidad Biológica por la 61ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, coincidiendo con la fecha del Objetivo Biodiversidad 2010.

Es tan inmensa la diversidad dentro de las mismas especies, que según datos estadísticos, apenas se conocen 750.000 especies de insectos, aunque podrían existir muchos millones. Igualmente se han identificado 200.000 especies de hongos, si bien podrían ser más de un millón; 3.000 de bacterias; 2.000 de algas azules; millón y medio de animales invertebrados; 500.000 de animales vertebrados (20.000 de peces, 5.000 de anfibios, 6.500 de reptiles, 10.000 de aves, 4.000 de mamíferos); y 400.000 de vegetales.

El informe de "Recursos Mundiales 2006" señala que el 44 por ciento del empleo de la población mundial depende directamente del trabajo en los ecosistemas (agricultura, pesca y selvicultura); 1.600 millones de personas dependen de los bosques en algún modo para vivir; y los ingresos económicos ambientales son vitales para los pobres que viven en zonas rurales. La disminución de especies disminuye el rango y la calidad de los servicios de ecosistemas. La reducción de la biodiversidad debilita la resistencia de los ecosistemas, y juega un papel crucial de la para la provisión de servicios ecológicos.

El proyecto “Huertas del Iregua” se rige bajo principios de agricultura ecológica, un principio general de la agricultura ecológica es que cada organismo vivo debe ser tomado en consideración: desde el más pequeño microorganismo viviente en el suelo hasta el árbol más imponente que se alce sobre él. Todo ello sin olvidar a los seres humanos. Por esta razón, cada eslabón de la cadena de suministro de los productos ecológicos se orienta a mantener, y, si es posible, incrementar, la diversidad vegetal y animal. Las prácticas que contribuyan a aumentar la biodiversidad vuelven a ser resultado tanto de una buena práctica agrícola.

Cuando el término biodiversidad se utiliza en la agricultura ecológica, no sólo significa que se cultivan más plantas y se crían más animales, sino que, además, sus variedades autóctonas crecen de

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modo natural. La agricultura ecológica pone especial énfasis en la conservación de especies vegetales y animales en peligro de extinción.

Muchas de las prácticas que incrementan la productividad en la agricultura ecológica influyen en el entorno incrementando la vida vegetal y animal o manteniendo la biodiversidad natural. Por ejemplo:

• El uso de estiércol incrementa la concentración de microorganismos, lombrices de tierra, arañas y escarabajos en el suelo.

• La rotación de cultivos y el uso de variedades vegetales adecuadas hace posible que éstas compitan con las malas hierbas y resistan plagas y enfermedades, con lo que las variedades óptimas prosperan y las no deseadas desaparecen.

• La frecuente rotación de cultivos redunda en el crecimiento de una mayor variedad de cultivos primarios, leguminosas y forrajes.

• La prioridad en el cultivo de plantas y animales autóctonos mantiene la biodiversidad natural de las diferentes áreas.

• Introducir enemigos naturales de malas hierbas y plagas, en lugar de usar pesticidas, ayuda a incrementar la vida animal.

La restricción en el uso de fertilizantes, herbicidas, pesticidas y otros aditivos sintéticos evita, además, las filtraciones potenciales en vías fluviales y los efectos negativos de la contaminación en la vida acuática. Con ello también se pone freno a la amenaza de la bioacumulación, que se produce cuando los depredadores de niveles altos en la escala trófica (como las aves rapaces) mueren por el consumo de dosis tóxicas que se han ido acumulando a lo largo de los distintos eslabones de la cadena alimenticia.

Otro de los sistemas de cultivo utilizado habitualmente por el proyecto “Huertas del Iregua” es la permacultura. La palabra Permacultura es una contracción no sólo de agricultura permanente sino también de cultura permanente. En un nivel, trata con plantas, animales, construcciones e infraestructuras (agua, energía, comunicaciones). Sin embargo, no trata acerca de estos elementos en sí mismos, sino sobre las relaciones que podemos crear entre ellos por la forma de ubicarlos en el paisaje. Está basada en la observación de los sistemas naturales, la sabiduría contenida en los sistemas tradicionales de las granjas y el conocimiento científico moderno y la tecnología. La Permacultura crea una ecología cultivada, la cual está diseñada para producir más alimentos para humanos y animales que lo que generalmente se encuentra en la naturaleza. (2)

2. RECUPERACIÓN DE SEMILLAS

En la misma línea de trabajo y filosofía de la agricultura ecológica y del mantenimiento de la biodiversidad está la recuperación de las semillas. El proyecto “Huertas del Iregua” se integra dentro de la campaña por la defensa de las variedades tradicionales y las semillas libres ([email protected]) (3).

Los recursos genéticos para la agricultura y la alimentación constituyen una fuente irreemplazable de medios para asegurar el acceso a los alimentos, vestidos y medicinas de todos los seres humanos. La biodiversidad agrícola es uno de los grandes pilares de la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.

Durante miles de años los agricultores y agricultoras a lo largo del mundo han contribuido a adaptar y mejorar las plantas para producir nuestros alimentos. Sin embargo, en las últimas décadas está teniendo una pérdida irreparable y acelerada de esta biodiversidad agrícola. Gran parte de esta pérdida está impulsada por el afán de lucro de las grandes corporaciones industriales de las semillas y la alimentación, que no han escatimado esfuerzos en apropiarse del patrimonio genético agrícola.

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Los diferentes territorios que conforman el Estado español poseían un patrimonio genético agrícola muy importante que ha ido desapareciendo debido a la falta de atención por parte de las administraciones en años anteriores.

La Red de Semillas ha lanzado la campaña de defensa de variedades tradicionales y las semillas libres bajo el lema “Cultiva diversidad. Siembra tus derechos”. A través de esta campaña tiene como objetivos concienciar a la sociedad (consumidores/as y agricultores/as) de la necesidad de recuperar el patrimonio genético agrícola para asegurar la calidad y la soberanía alimentaria.

Qué pretende la red de semillas:

• Fomento de la agricultura ecológica y campesina y el uso de variedades tradicionales, que ayuden a dinamizar al medio rural y cree empleos estables de calidad.

• Recuperación del conocimiento campesino y de la cultura local gastronómica.

• Luchar contra una agricultura de patentes y transgénicos.

• Por un marco legal que permita a los agricultores y agricultoras la producción y venta de sus propias semillas.

3. PAISAJE

“Conseguir un paisaje más justo y más sostenible es reivindicar el paisaje como la materialización del encuentro entre el territorio, la acción humana, la cultura y la ecología de nuestro país. El paisaje es un extraordinario patrimonio que tiene España y que nos sitúa dentro de la escena europea y de la escena internacional en los valores de la ecología y la cultura.” Cristina Narbona, Ministra de Medio Ambiente. Acto con motivo de la entrada en vigor del Convenio Europeo del Paisaje. 2008

Los agricultores ecológicos o que practican las técnicas de agricultura más tradicional, entendido así como evitar el macro uso de pesticidas, ven el resultado de su trabajo no solo en la satisfacción de quienes consumen sus productos, sino también en el estado de los campos, arroyos, árboles y montes que los rodean.

Aunque toda actividad agrícola implica la modificación del ambiente natural. Sin embargo, la agricultura tradicional intenta reducir al máximo este impacto, con lo que las fincas tienden a difuminarse en el paisaje circundante.

El tipo de prácticas que pone en uso o rescata el proyecto “Huertas del Iregua” ayudan a mejorar y preservar los paisajes rurales, entre los que se incluye la creación y la conservación de:

• Setos

• Prados

• Flora y fauna autóctona

• Vías fluviales naturales

La diversidad de especies animales y vegetales empleadas en la producción ecológica, así como la variedad en los usos de la tierra, contribuyen a crear un paisaje más interesante y variado. Se conservan las zonas de vegetación silvestre y se plantan especies no cultivables que ayudan al desarrollo de los depredadores naturales de las plagas.

Además de ser visualmente atractivos, los paisajes que crea la agricultura ecológica o tradicional son los más idóneos para los lugares en los que se encuentran. Esto es posible porque:

• Se utilizan recursos in situ

• Es prioritaria la utilización de especies vegetales y animales autóctonas

Todas estas prácticas contribuyen también a la mejora de la estructura del suelo y de los recursos hídricos que, asimismo, ayudan a mantener el equilibrio natural de las distintas zonas.

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4. AHORRO Y EFICIENCIA EN TRANSPORTE

La mitad del petróleo que se consume en España se emplea en el transporte. Pero lo mismo ocurre en el resto del mundo, donde los medios de transporte son los principales responsables del consumo de petróleo, de la contaminación y del aumento de CO2 en la atmósfera. Es por ello, que cualquier ahorro de energía en este sentido es un gran logro.

El proyecto “Huertas del Iregua” es un proyecto de cercanía. Su base de operaciones (fincas de cultivo y sede de la entidad El Colletero) se encuentra en la localidad de Nalda, en el valle del Iregua, uno de los siete valles de La Rioja. El grueso de la población a la que se dirige el proyecto se encuentra en la ciudad de Logroño, a unos 17 km de distancia del pueblo, una distancia bastante reducida si se tienen en cuenta los kilómetros “ilógicos” que muchas veces recorren algunos productos agrícolas hasta que llegan a los consumidores.

El comercio de proximidad, como este que fomenta El Colletero, es el único modelo socialmente sostenible, tanto desde el punto de vista ambiental como energético.

La agricultura desarrollada en proximidad de la ciudad a los pueblos siempre ha sido una actividad paralela al crecimiento de las ciudades. Esta práctica definida en los últimos decenios "agricultura periurbana", se ha convertido recientemente en objeto de estudio para investigadores, estudiosos y otros planificadores, que observan las interacciones entre la ciudad y el campo tratando de encontrar y canalizar el potencial de este territorio.

Según un artículo publicado por Carlos Gómez Arciniegas, la Unión Europea ha ido generado políticas dirigidas al desarrollo y la sostenibilidad de la agricultura, desarrollándolas de manera constante, para hacer frente a situaciones específicas como en el caso de la agricultura periurbana.

En Francia e Italia se ha venido progresivamente madurando una conciencia nacional sobre el papel de las áreas periurbanas, específicamente en el ámbito de las aglomeraciones metropolitanas, que ha llevado a la formación de asociaciones como las Terres Villes, orientadas a la promoción de iniciativas sobre la materia y a especificas acciones de gobernabilidad del territorio periurbano.

En Italia destacan importantes logros obtenidos en algunas localidades italianas. Merece una mención importante el caso del Parco Agricolo Sud Milano (PASM): un parque agrícola que asocia 61 municipios en la zona sur de la Provincia de Milán para proteger la agricultura presente en las inmediaciones de la ciudad.

5. AGRICULTURA TRADICIONAL CONTRA LA EMISIÓN DE GASES DE EFECTO INVERNADERO

Algunos estudios apuntan a que la agricultura más tradicional y ecológica produce menos emisiones de carbono y, de esta manera, puede ayudar a mitigar el cambio climático. Factores que posiblemente pueden contribuir a ello son:

• La reducción del uso energético a través del reciclaje de residuos y subproductos, en lugar de la utilización de fertilizantes sintéticos que son producidos por procesos que requieren un gran gasto energético.

• El mantenimiento de la vegetación autóctona y de especies vegetales en general.

• La retención de carbono en la materia ecológica del suelo, ya que la agricultura ecológica procura mejorar el contenido de humus del suelo.

Un estudio del Instituto de Investigación en Agricultura Ecológica (FiBL) afirma que las emisiones de gases de efecto invernadero por hectárea de terreno en sistemas agrícolas ecológicos son un 32% inferiores que las que se producen en sistemas que usan fertilizantes minerales, y un 35-37% menores que las que se dan en sistemas convencionales que emplean abonos a base de estiércol. Según el estudio, esto se debe al hecho de que la agricultura ecológica devuelve, como media, un 12-15% más dióxido de carbono al suelo que los sistemas de fertilización mineral, con lo que se aumenta, además, la fertilidad en el suelo y el contenido de humus.

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De igual forma la recuperación de arbolado, con fincas de cultivo de frutales también contribuye a mejorar la masa y cubierta vegetal y a luchar contra el cambio climático. Los árboles, como todas las plantas, absorben dióxido de carbono, con lo que la vegetación actúa como un "sumidero" de CO2.

6. DIVULGACIÓN DE CONOCIMIENTOS: HUERTO ESCOLAR Y EDUCACIÓN AMBIENTAL

Otro de los principios del proyecto “Huertas del Iregua” es la divulgación y formación. A través del huerto escolar que se desarrolla anualmente en el centro escolar de Nalda, perteneciente al CRA Moncalvillo, los alumnos aprenden el ciclo agrícola, agricultura ecológica y se fomenta el consumo de productos como frutas y verduras.

El programa del huerto escolar es una experiencia educativa que supone la participación de escolares y docentes en las actividades de sensibilización y conocimiento de la agricultura.

En este mismo sentido, también se han desarrollado programas de formación en técnicas sostenibles de agricultura con adultos. Y se han fomentando actividades que potencian un tipo de vida más slow (ciudades sin estrés donde el tiempo fluye sin agobios y la calidad de vida de sus habitantes, el medio ambiente, la cultura y la gastronomía local son prioritarios) (4) y sana, con jornadas de senderismo, paseos autoguiados y jornadas de red de economía alternativa y solidaria.

El surgimiento de las "Ciudades Slow" se remonta a 1999 en Italia, de ahí que también se conozca en el ámbito internacional como "Cittaslow". El alcalde de la pequeña localidad toscana de Chianti, Paolo Saturnini, pensó que podía trasladar a la escala urbana el modo de vida de la "Slow Food”, creada por su compatriota, el sociólogo y crítico gastronómico Carlo Petrini.

De esta manera, si la comida lenta defiende unos ritmos más pausados y el disfrute de cada plato como prioridad, las ciudades lentas ofrecen a sus habitantes mejorar su calidad de vida a través de la tranquilidad, los espacios verdes y la ausencia de estrés.

7. FOMENTO DE TÉCNICAS DE BIOCONSTRUCCIÓN

El proyecto “Huertas del Iregua” también trabaja en la recuperación de técnicas de construcción tradicionales como piedra seca, uso de entramados de cañizos y adobe; así como la utilización de otros sistemas de construcción en permacultura como baños secos.

Estas técnicas se están poniendo en práctica en la finca del paraje de Los Majuelos, situada a unos 2 kilómetros del pueblo. La citada finca se convertirá en un futuro próximo en un centro de recepción de visitantes y de los propios socios del club de consumo. En este espacio se desarrollarán acciones de formación in situ, actividades de educación ambiental y otras más lúdicas como senderismo por el valle.

Según la Wikipedia (1), reciben el nombre de bioconstrucción los sistemas de edificación o establecimiento de viviendas, refugios u otras construcciones, mediante materiales de bajo impacto ambiental o ecológico, reciclados o altamente reciclables, o extraíbles mediante procesos sencillos y de bajo costo como, por ejemplo, materiales de origen vegetal. Se presentan estos sistemas como alternativas a las industrias contaminantes y para crear edificios de bajo impacto ambiental, y generalmente de menor coste de fabricación. Debe entenderse como menos coste de construcción la posibilidad de la autoconstrucción. Se basa en las tradiciones de construcción con materiales primarios propios del lugar a edificar, como pueden ser el adobe (mezcla de arcillas, fibras vegetales y a veces excrementos secos) o la piedra. Otra de las cuestiones que se tendrá en cuenta en el futuro centro de visitantes es el uso de energías renovables.

BIBLIOGRAFÍA Y NOTAS A PIE DE PÁGINA

(1) textos extraídos de la Wikipedia y www.fibli.org

(2) www.permaculturasureste.org

(3) www.redsemillas.info

(4) Consumer: www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2010/11/25/197350.php

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RESEÑAS E INFORMACIONES

JALÓN COROMINAS, Manuel (2010), Manual para la otra vida, Zaragoza, DELSAN. Raquel, como amiga del autor, nos deja constancia de que nuestro paisano y amigo, tras una larga vida de inventos tan significativos como la fregona o las jeringuillas desechables, entre otros muchos, nos ofrece este libro de madurez, de gran interés por su hondura humana y su calado filosófico. Todo un recorrido por los temas más importantes de nuestra existencia: el universo, el hombre, el amor, la muerte, la purificación del alma, la inmortalidad del alma antes del cristianismo y el cielo.

VVAA (2010), Cuadernos del Iregua. Centenario Miguel Hernández, Nalda, El Arco La Villa. Monográfico con motivo del centenario del nacimiento del poeta (1910-1942). Contiene tres trabajos relacionados con él: 1. “Miguel Hernández: la literatura y el compromiso como forma de vida”. 2. “Antología de poemas de Miguel Hernández”. Y 3. “Poesías y textos en homenaje a Miguel Hernández”.

VVAA (2010), Contextos Educativos, Logroño, Universidad de La Rioja. Revista universitaria de educación en la que se publican investigaciones y estudios sobre procesos pedagógicos. Da cabida a trabajos internos de la propia universidad y a otros externos de otras universidades, centros educativos, asociaciones o grupos de investigación. Puede consultarse en Dialnet y en: http://www.unirioja.es/servicios/sp/ej/contextos/contextos.shtml

VVAA (2010), Sociedad y Discurso, Aalborg (Dinamarca), Universidad de Aalborg. Revista universitaria danesa en la que participa alguno de nuestros investigadores como miembro de su comité científico. También, como colaborador mediante la publicación de estudios y trabajos científicos. http://www.discurso.aau.dk/

INFORMACIONES

Nombres propios

• Miguel Hernández: Poeta del que se ha celebrado el Centenario de su Nacimiento (1910-2010). Con ese motivo, se programó y desarrolló un recital poético en su nombre, tanto por su faceta personal cuanto por la poética. Participaron poetas de La Rioja de reconocido prestigio, que recitaron, cada uno de ellos, un poema del poeta homenajeado y otro de ellos mismos. Participaron: Begoña Abad de la Parte, Esther Novalgos, Piedad Valverde, María Jesús Torralba, Iván Mendoza Marrodán, María José Marrodán, Adrián Pérez, Lourdes Cacho y Anselmo Ruiz.

• Lourdes Cacho Escudero: Primer Premio “III Certamen Literario “Con el mismo papel”, del Excmo. Ayuntamiento de Logroño, con su relato “Carmela y las palabras”. Una vez más, hemos de felicitarnos por este reconocimiento a nuestra escritora y hemos de sentirnos muy satisfechos de que Lourdes sea de Nalda y “milite” activamente como naldense.

Page 56: Cuadernos del Iregua 10 - El Colletero“PHI: Restauración de casetas y entornos de huertas”, Carlos Ramírez de la Concepción (PANAL-El Colletero) y Gonzalo Villaba (VIDAR) En

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Diploma del Premio de Excelencia concedido a El Colletero

Por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino