Curr Salta Cap2

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  • 7/24/2019 Curr Salta Cap2

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    ISBN-13: 978-987-27772-2-5

    Titulo: Actas del I Encuentro Latinoamericano de In esti!adores so"re #uer$os % #or$oralidadesen las #ulturas

    Editorial: In esti!aciones en Artes Esc&nicas % 'er(orm)ticas

    Edici*n: 1a Ed+

    ,ec a $u"licaci*n: 8.2/12

    Esta o"ra est) "a0o una Licencia #reati e #ommons Atri"uci*n-#om$artirI!ual 3+/ n$orted +

    http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.es_ARhttp://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.es_ARhttp://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.es_AR
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    La construccin material de la persona entre los wichs del Gran Chaco 1

    Rodrigo [email protected]

    1. Introduccin

    En lneas generales, los wichs2 acuerdan con lo que podramos llamar la teora amaznica decorporalidad (cf. Seegeret lii 1979; Viveiros de Castro 1996). Segn esta teora, el cuerpo es uespecie de ropaje caracterstico de cada especie y envuelve componentes anmicos maleables, minestables que los humanos comparten en diferentes proporciones con numerosas especies ani

    vegetales y espirituales.3 En determinado contexto, para cada wich su cuerpo (tisan ) es su

    recipiente (lahi ) de su alma o voluntad (laheseq );4 as pues, para explicar esta idea, algunos diceque el cuerpo es la camisa de su voluntad (laheseq laqa-yechet ). Esta metfora indgena nos permite por un lado, pensar al cuerpo wich como un tipo particular de cosa dentro de una categora particucosas; es decir, si el cuerpo puede ser pensado como una camisa de la voluntad, puede ser incluido

    1 Esta ponencia es un resumen brevsimo del captulo 6 de mi tesis doctoral (Montani 2012). Aqu la presentaci puede ser si no esquemtica: no slo he simplificado el argumento y acotado al extremo la informacin etnogrfica, sinhe colocado slo las referencias bibliogrficas esenciales.2 Los aprox. 45.000 individuos que hablan la lengua wich (flia. ling. mataco-mac) componen lo que conoccomo grupo tnico wich o sociedad wich. Dicho grupo o sociedad se estructura internamente como una complede parentelas (Palmer 2005) con importantes variaciones regionales (Braunstein 2006) distribuidas en comunidades ry periurbanas en la porcin seca (y occidental) del Chaco Central (provincias de Formosa, Chaco, Salta y Jujuy Argentina, y provincia de Gran Chaco de Bolivia). La sociedad wich funciona sin un poder poltico centralizadorelaciones intertnicas son una dimensin central para la definicin del grupo y en dicha dimensin el parentesco, la lenlos artefactos son los tres diacrticos ms importantes (Montani 2008). Aunque antao los wichs eran recolectcazadores, pescadores y horticultores, a partir del siglo XIX han sido incorporados como mano de obra temporaria y paga en los distintos rubros de la economa regional (Trinchero 2000). Hoy, debido a la degradacin medioambicausada por la colonizacin y a la presin de distintos vectores de la sociedad provincial y nacional, a los wichs les esvez ms difcil vivir de sus actividades tradicionales y viven en condiciones de opresin y pobreza. Asimismo, dessiglo XVI, han sufrido distintas oleadas de proselitismo religioso (catlico, anglicano, etc.) que remodelaron la perceindgena sobre el hombre y el mundo (Arenas 2003; Palmer 2005). En suma, los wichs estn insertos en los proeconmicos, polticos y religiosos regionales y globales; no obstante, crean y recrean una cultura viva y original. En lrespecta a la cultura material, que es el eje mi anlisis, los wichs suman a sus artefactos tradicionales otros nueadaptados a sus intereses y necesidades. Una caracterstica prominente de la sociedad wich, desde el punto de comparativo, es su minimalismo tecnolgico (i. e., un mundo artefactual formado por pocos artefactos, t polifuncionales) (Montani 2012).3 Con especies espirituales me refiero a las divinidades, a los dueos (lewuhuy ) y a las almas pstumas engeneral (ahotlhais ).4 En otras circunstancias los wichs aseveran que el cuerpo es el instrumento a travs del cual la voluntad actamundo fsico, o bien que la voluntad es el rgano metafsico del cuerpo y tambin un ser espiritual relativamente aut(Palmer 2005:187-189).

    mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]
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    categora verballaqoy , que refiere en primer lugar a los artefactos que sirven para vestir el cuerpo (ropas o vestimentas) y por extensin a sus cosas o bienes personales (en esta acepcin, se contrcon mahnyey : cosas, en principio, de nadie). Por otro lado, la metfora del cuerpo como vestimenentiende dentro de la teora wich y amaznica, dije de la corporalidad, que asegura que las peson fabricadas, mantenidas y transformadas mediante regmenes materiales compartidos. Enocasin me gustara describir a grandes rasgos cmo entre los wichs cierto tipo de artefcontribuyen a la construccin, manutencin y transformacin material de la persona en dimensin(y no en la dimensin existencial del individuo, que analticamente puede convenir separar). Despestudiar este caso etnogrfico, esbozar una consideracin generales sobre los estudio antropolgarqueolgico) de la relacin entre cuerpo, persona y artefacto.

    Parto de la premisa muy general de que la cultura constituye un sistema complejo, multifor

    extremadamente recursivo y abierto y por lo tanto dinmico e inestable, formado por entiemergentes del flujo del intercambio humano: desde ideas y emociones hasta artefactos. Desd perspectiva, los artefactos (o materialidades) son concreciones extrasomticas y relativamente esde la accin social, en otras palabras, de la accin intencional, con sentido y recurrente. Al menosdecurso tpico ideal, los artefactos son producidos, distribuidos y usados (o consumidos); cada uellos se vincula a uno o muchos nombres (que si se quiere, son otro tipo de artefactos) y acta otros humanos (algo que segn la postura terica que asumamos podremos analizar en trminfuncin, eficacia, valor, significado, simbolismo) (cf. p. ej. Appadurai ed. 1986; DougIsherwood eds. 1990; Miller 1985).

    Todas las materialidades del mundo wich contribuyen de cierta manera a la construccin persona, sea en su dimensin social o de individualidad existencial. Sin embargo, en wich el converballaqoy (sus bienes personales) agrupa una serie de artefactos cuya relacin con el cuerpo eso menos inmediata, que son posedos individualmente y que intervienen de forma directa a la definsocial de la persona. La identidad que se da entre algunos de loslaqoy y sus dueos queda patentizada, por poner un ejemplo, en la magia daina. Si alguien quiere hacer mal a un enemigo puede coloc

    trozo de ropa de la vctima en un tarrito y meter un insecto llamado chilicote (titsil ); en la medida enque el chilicote destroza el jirn, la persona enferma, sufre y eventualmente muere; o bien pdaar una foto del enemigo (de ah que, a pesar de que a los wichs les encanta tener retratos sumirar fotos, les desagrada que se las tomen y temen intensamente si se enteran de que alguna en laparecen circula entre enemigos potenciales).

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    La informacin etnogrfica que presento es fruto de mi trabajo de campo entre los wichChaco salteo, a quienes visito por perodos breves desde el ao 2002 (en torno de un mes cadaPuedo asegurar que un grupo fluido de categoras artefactuales wichs sirven directamente para moa los individuos de acuerdo con una red tambin fluida de categoras sociales de personaobstante, la inestabilidad propia de esta sincrona sumada a los complejos procesos histricoredefinicin permanente de las categoras materiales y de los grupos (al interior y al exterior del tnico) hacen que hablar de un modo esencialista, por ejemplo, de un atuendo wich tradicionaladoptar una actitud simplista y vana (y el argumento es extensible a la cultura wich en su conjuPor eso, dentro de los lmites espaciales de este trabajo, articulo mis datos con la informacin regiohistrica disponible (desde las crnicas coloniales hasta la antropologa del siglo XX).

    Por cuestiones de extensin dir muy poco del papel de los artefactos en la definicin d

    persona wich dentro del escenario intertnico regional; pero me gustara hacer dos observacioncarcter muy general. Por un lado, que la construccin corporal wich presenta diferencias comde grado antes que de naturaleza si se la compara con la de los grupos indgenas vecinos (chonivacls, tobas, pilags, chiriguanos); y que esto estimula a no perder de vista la perspectiva regioel anlisis de caso. Por el otro, tambin hablando comparativamente, que en dicha gradacin los wutilizan el repertorio ms reducido y simple de elementos; y que esto pudo haber sido una consecude su temprana -tambin relativa- occidentalizacin o de una peculiaridad cultural wichminimalismo tecnolgico y cierta esttica del descuido.

    2. Las categoras de persona en el decurso vital wich

    Para ordenar la presentacin sigo un enfoque biogrfico (Mauss 1971), es decir, analizo las discategoras de persona que figuran el decurso vital de un wich ideal, con las necesarias divergencgnero y de profesin. Por categora de persona entiendo un tipo o clase de comportamconstruido sobre la base de las propiedades o acciones tpicas de conjunto de actores socialerespecto a otros, y viceversa; existen categoras de personas cuando existen modos estandariza

    institucionalizados de co-actividad (cf. rol en Nadel 1966). Desde esta perspectiva, lo qusociologa habitualmente se denomina sociedad puede ser pensado como una red sistemtica, flucambiante de categoras de persona; que en la sociedad wich podramos ordenar siguiendo alcoordenadas: la cosmolgica (p. ej. humanos vs . almas pstumas vs . animales, etc.), la de las relacionesintertnicas (p. ej.wichi vs . suwele , etc.), la del parentesco, la del grupo domstico y la de ciert

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    profesiones inestables y de medio tiempo (como el chamanismo, los roles en la iglesia anglicanel sistema poltico comunitario). Cortando transversalmente todo esto, cada individuo se clasificategoras de personas definidas por dos dimensiones coordinadas entre s: el gnero y la edagrueso de la descripcin tratar sobre estas ltimas.

    Como dimensin clasificatoria, el gnero define un sistema de categoras simtricas, exhauy la ms de las veces mutuamente excluyentes: las del sexo social. En el caso wich, como en muchas otras sociedades, estas categoras delimitan grupos cerrados; es decir, grupos cuya adscres determinada por algn rasgo que en principio escapa al control del individuo. En este caso se trla naturaleza sexuada de los individuos: macho o hembra; y existen, pues, dos categoras de g

    hombre (hinu ) o mujer (atsihna ).5 Por su parte, las etapas del decurso vital son para los wichcategoras difusas, con lmites menos netos, y definen una serie temporalmente dispuesta de gru

    asociaciones de edad: los bebs, los nios, las muchachitas y los muchachitos, las mujeres y los ho

    adultos, los ancianos, los deudos.6

    3. Los bebs

    El hombre provoca el desarrollo del embrin mediante sucesivas deposiciones de su semen lales ;tambin sus hijos) en el tero de la madre (laqa-hi , lit. su recipiente [no propio], porque es erecipiente del nio en gestacin); la funcin de la madre es relativamente pasiva (cf. De los Ros

    113-114; Idoyaga Molina 1978/9; Palmer 2005: 190, 207). La esterilidad es debida a la ausencrecipiente y, en consecuencia, es siempre responsabilidad femenina (De los Ros 1976/80: 104 La conexin estrecha del padre con el hijo en gestacin se expresa en dos prcticas relacionadas:idea de que las acciones del padre repercuten sobre el hijo y en las precauciones rituales que se tomrespecto (algunas de ellas implican el no uso de ciertos artefactos), y en la covada, un perodo perde reposo y recaudos para el padre, no slo porque puede daar al hijo, sino tambin porque estdbil debido a que est trasmitiendo (de manera metafsica) sangre a su hijo (De los Ros 1976/80:ss.; Karsten 1932: 71-72; Idoyaga Molina 1978/9: 151; Palmer 2005: 191). La concepcin gestacin y la covada son dos elementos ideolgicos para una necesidad sociolgica: dem pblicamente la paternidad en una sociedad bilateral y mantener los derechos paternos desafiados

    5 Entre los wichs la homosexualidad es infrecuente y es vista como una anomala (cf. Montani 2012: 290-291).6 Por simplicidad identifico cada etapa con un nombre, aunque en general existen varias palabras o expresionenombrarla.

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    uxorilocalidad y el gran poder de los afines.7 Aparentemente, para los wichs el feto es ya un ser sexuado, por eso en algunos casos los p

    pueden darse cuenta del sexo del nio durante el embarazo a travs de las preferencias alimenticiamadre (cf. De los Ros 1976/80: 106, 1977: 116). Una vez nacido, hasta que el nio no ca(hanojwaj , beb hombre o mujer), la madre lo acarrea durante toda la jornada en una suerte de externo (su faja,laqa-jwenti ) y ella realiza todas sus actividades con el beb a cuestas, o lo guardala hamaca-cuna (hanojwaj-jwenti , el recipiente del beb, que tambin es una especie de teexterno). Al menos en el pasado, slo cuando era seguro que un beb vivira, comenzaindependizarse de la madre y manifestaba los primeros rasgos de sociabilidad, el padre, la madre pariente comenzaban a llamarlo por su nombre propio (lhey ); un nombre nico e irrepetible reveladoen sueos a los abuelos o a los padres y reinterpretado en relacin con coyunturas familiares (cf

    Bara 2001).En el caso del varoncito -tambin, al menos en el pasado- la madre secaba su cordn umbi

    (latsaq , tambin su ombligo) y lo guardaba hasta se lo entregaba seco -junto con otros objetos- dde un pequeo morral (hile-lhos o laphi-lhos ) que ella misma le enlazaba. Esto suceda ms o mensimultneamente a la entrega del nombre propio y es sugestivo que este recipiente (y todos loshilelis masculinos) tambin se pueda llamarlhey (su morral enlazado, o su nombre).

    4. Los niosLos nios menores de seis aos por poner una edad precisa (notsas , nuevamente el mismo nombre para ambos gneros) lo nico que hacen es jugar (iquy ). Luego de esta edad, lentamente, comienzan ayudar en alguna de las ocupaciones de sus padres y entonces aparece reflejada la divisin sexutrabajo adulto y se inicia la divergencia de los gneros.

    En lo que respecta a la vestimenta infantil, hasta la primera mitad del siglo XX los nios andesnudos o con falditas cortas, y cuando haca fro se colocaban una capita. La desnudez totamuchas veces la norma y slo se atenuaba con los collares y la pintura facial que les ponan sus pCollares y pintura servan para proteger a los nios mgicamente (Karsten 1932), por eso aalgunos wichs sostienen que los collares son su proteccin (laput , lit. su tapa), por ejemplo, contrael susto que le ocasionan los truenos y relmpagos. Tengo buenas razones para sospechar qucollares wichs servan particularmente para proteger al nio delahot de la viruela. Recin cuando se

    7 La interpretacin de la covada en estos trminos le pertenece a Palmer (2005: 191).

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    impuso el pudor del colonizador los nios comenzaron a colocarse faldas largas y camisetas, y lueel mbito misional, a vestirse con pantalones o faldas, camisas, camisetas o blusas, peleles o vest parecidos a un camisn. El recato puritano lleg hasta el punto de que los nios se baan con l puesta (Hanke 1937: 410 y fotos).

    En las fotos antiguas de los wichs no evangelizados la similitud del atuendo hace casi impodistinguir los gneros. La indiferenciacin se correlaciona con la existencia de un nico trminolxico de las categoras de edad. En el contexto misional, aunque los pantalones eran usfundamentalmente por los varoncitos mientras que las faldas, los vestidos y los pauelos eran u por las nias, ambos sexos usaban peleles. Hoy es comn que tanto nios como nias usen pantaAunque aqu no pase de ser una ancdota, quiero sealar que en una ocasin pude un varoncito deseis aos vistiendo una falda sobre el pantaln, y que esto no era visto como anmalo por nadie.

    Dije que cuando el nio crece, lentamente, comienza a producirse la divergencia de gnerose manifiesta en una diferenciacin de juegos, artefactos y vestimenta. Hoy la escuela remodeldivergencia, pero dejando de lado este mbito el itinerario bifurcado se patentiza claramente categora de artefactos con la que el nio practica su actividad prototpica: sus juguetes (laquyey ,laqaytos o latsithyawus ).

    Los varoncitos comienzan a apartarse gradualmente del espacio domstico (que es un esfemenino). Al mismo tiempo que salen a jugar por el poblado y sus inmediaciones se les confan especiales tales como buscar agua, cuidar los sembrados, cazar animalitos, etc. Desde los ochodoce aos comienzan a apartarse an ms del espacio domstico en salidas al monte cada vezdistantes y prolongadas. Un juguete importante es el arma de tiro. Existieron varios modelos de armtiro infantil: el arco-honda, el arco y flecha en miniatura, la honda, la boleadora de madera y la go No puedo detenerme aqu en una descripcin de estas armas infantiles, pero quiero resaltar que ta produccin y su circulacin en la cotidianeidad como su aparicin en la mitologa hacen del arma infantil como un artefacto que pone de manifiesto la filiacin paterna. Hoy, y desde hace mudcadas (cf. Schmidt 1937: fig.2, 8), slo se usa la gomera y como todos los varones las usaron de

    por eso saben manejarlas y es comn que las lleven cuando salen a campear. Otros jugimportantes del nio son el camin de cardn (laqaytoj ) y el trompo de madera (laqa halo-qutsu , lit.su nudo de madera [no propio]), al igual que las gomeras, los fabrican ellos mismos con la ayu padre o algn hermano mayor. Finalmente, los varoncitos necesitan para sus merodeos el benlazado que ya mencion, y es la madre quin va entregndole sucesivamente bolsitos acord

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    tamao del nio, porque ahora debe cargar adems del cordn, la gomera, las bolillas, los amulecaza, las presas y tantas otras cosas. El bolsito cumple un rol prctico y simblico tanto en su filmaterna como en la constitucin de su masculinidad. Los varoncitos se inician gradualmente en elde ftbol y antes en el hockey, pero estos son juegos propios de los hombres jvenes y adultos.

    En el caso de las nias, tambin hacia los seis, paulatinamente comienzan a cooperar comujeres realizando pequeas tareas domsticas: cuidan a sus hermanos menores, acompaan y aen la recoleccin, buscan agua, etc. Adems, algunas comienzan ya a aprender a enlazar, tejer yotros tipos de artesanas. Uno de los primeros juguetes de la nia es su mueca (lacheyo , lit. sunieta), que antes era una pequea figurilla fabricada por ella misma, por su madre o por a

    abuela.8 La contraparte femenina del morralito enlazado es menos ntida y muy infrecuente: en torno dlos ocho aos las nias comienzan a estudiar cmo torcer hilos y enlazar bolsos, y excepcional

    alguna llega a fabricarse un pequea bolsa de acarreo (sichet-lhos ) que slo sirve para practicar yomo j

    hos dejane ser mixtos cuando se mira en detalle quin produce qu parte, quin juega con quin, etc.).

    c uguete. No todos los juguetes infantiles colaboran a la diferenciacin del gnero. Existen juegos m

    como la calesita y el subibaja (tsulit ), la hamaca, los juegos de hilo y muchos ms (mucd 5. Los muchachos y las muchachas

    Aunque en durante la adolescencia se produce una divergencia simtrica en la nomenclatura dcategoras de gnero -muchacho (manse ) y muchacha (lhetsa )-, el trnsito femenino por es distintoal masculino. El nio se transforma enmanse progresiva y lentamente, pero la adolescencia (lhetsa )de la nia se ve interrumpida prontamente y de forma repentina. La primera menstruacin, que mainicio de su capacidad reproductiva, activa la realizacin de un rito destinado a hacerla mujer ( yenlhiatsihna ) (Palmer 2005: 79 y ss.). Segn las etnografas, el rito consista en un perodo de reclurodeado de prcticas rituales (De los Ros 1976/80:87; Palmer 2005: 80 y ss.). En la actualidad efecta el rito formal, pero las opiniones respecto de si se contemplan o no las prohibicialimenticias y las prescripciones higinicas son divergentes tanto entre mis entrevistados como literatura (cf. Arenas 2003: 198). Hoy, por lo general, cuando una nia tiene su primera menstru

    8 A veces era de arcilla cruda y esto nos recuerda al mito de La creacin de los hombres, donde Nilataj (ElInmortal) hizo una mueca de arcilla y le insufl la voluntad soplndole la nariz, la mueca despert y fue el phumano (Palmer 2005: 216). La interpretacin cabal de la analoga nos llevara demasiado lejos, digamos simplemente denominador comn es la procreacin monoparental.

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    debe permanecer quieta dentro de la casa y la abuela u otra vieja le explica todas las prohibicreferentes a los monstruos Arco Iris ( Lawulhais ) y la destreza de torcer hilo y enlazar (ipotsin ).Posiblemente tambin se contina practicando una suerte de dieta homeoptica. Por otro considerando la edad a partir de la cual las nias comienzan a buscar amoros y eventualmente a cay tener hijos, la primera menstruacin contina funcionando como un punto de inflexin que trans

    la mu

    por razones de espacio y aprovechando buena parte de esertenece al pasado, no abordar el asunto.

    a chachita en mujer (atsihna ): esposa y madre en potencia.Existe una correlacin entre el crecimiento continuo o discontinuo de los artefactos y el

    continuo o discontinuo de losnotsas a las categoras de gnero del mundo adulto. Los muchachos nexperimentan cambios bruscos en su atuendo ni en sus artefactos personales; slo sucede progresivamente sus ropas y sus bolsas crecen, abandonan ciertos juguetes y hacen de sus arteinfantiles artefactos propios del hombre: armas verdaderas, herramientas, bicicletas, etc. En el

    femenino hay discontinuidades: la nia que comienza a hacerselhetsa deja de usar pantalones y adoptadefinitivamente las polleras y el vestido. Toma asimismo un rasgo vestimentario diacrtico dfemineidad: su pauelo para la cabeza (lajwi ). Si llevaba el pelo corto, ahora se lo deja crecer y lcuida; y como ya sabe enlazar, fabrica su primera bolsa semiesfrica (sichet ). La norma es que desdeel inicio esta bolsa sea grande, adulta; yo sostengo que esto es as porque entre otras cosas elsichet es otra forma de tero externo o si se quiere, una metfora slida del tero. Hoy elsichet es muy pocousado y lo reemplaza un gran morral cuadrangular. Podran agregarse otros rasgos materialesdivergen para los gneros, slo a modo de ejemplo: las blusas femeninas estampadas multicologeneralmente con flores-vs las camisas masculinas lisas, o, en un pasado, los adornos auriculares, parece haber sido preferentemente masculino (cf Baldrich 1890: 233; Karsten 1932: 91), y hoy losque son slo femeninos. Algo particular sucede con las muequeras (latkwetaq , lit. su correa de lamano): antes las usaban tanto los varones como las mujeres aunque la forma y funcin seguramvariaba (Mtraux 1946: 278-279 y 283:fig.32f), hoy slo las usan algunos muchachos ya creccomo un smbolo de bravura y beligerancia en el contexto de opresin intertnica. La adolesctarda es la etapa de la sensualidad, la coquetera y el cortejo, y al menos en el pasado estaba relaci

    con el estado de enamoramiento (chutitlhi ), y ste ligado a su vez con los bailes, las pinturas y lotatuajes faciales, los adornos, los remedios de la magia de amor y los instrumentos musicales. Hmuchsimo que decir sobre todo esto, pero p

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    5. Los hombres y las mujeres

    Con el paso de los aos, habiendo atravesado o no por un perodochutitlhi , los manses y las lhetsay setransforman en hombres (hinul ) y mujeres (atsihnay ). Cuando nace el primer hijo, el nio crece u poco o nace el segundo hijo -no hay una pauta estricta- la joven pareja deja la casa de los padrechica y construye una vivienda propia cerca. Gradualmente va formando un grupo domstico aut

    sear almbre

    y la pareja elegir mudarse o hacer lo que sea ms ventajoso para los suyos.En la vida del adulto (nokjyel o talokw ) existe una clara divisin sexual del trabajo. La

    mujeres recolectan frutos silvestres y materias primas, preparan la comida, buscan agua y lea pcasa, lavan ropa, cuidan a los nios pequeos, acarrean bultos sobre sus espaldas, tejen bolsos y faotras artesanas; muy espordicamente, adems, alguna -en general cuando ya es anciana- fcacharros. Todo esto se refleja en un amplsimo repertorio de artefactos estrictamente femenino

    ejemplo: su palo gancho (laqeq ), su aguja (laqanu ) o su correa de acarreo (lalhekw-taq ). Loshombres, por su parte, cazan animales, viajan en sus bicicletas y se ausentan varios das en el monvisita religiosa, se contratan como peones con los chaqueos o en las quintas del piedemandino. Adems, construyen los corrales, matan y descuartizan los animales de rebao, anudan susde pesca -hoy mucho menos-, tallan esculturas en madera, talan rboles y fabrican postes. El coartefactual de todo esto es otro amplsimo repertorio de artefactos tpicamente masculinos; por ejesu arma de fuego (laletsej , antes su arco), su cuchillo (laqa tsuhnat ) o su bicicleta (lawute , antessu montura o su animal de monta). En el caso del cazador y del guerrero una serie de prendasla vincha de jaguar, la cota de malla o los bolsos enlazados) estaban destinadas a metamorfoho en un predador; aunque sin los matices del caso, la aseveracin puede resultar excesiva.

    La recoleccin de miel, la pesca, la horticultura, la contratacin como mano de obra comercio son actividades que realizan tanto hombres como mujeres, pero en magnitudes ymodalidades diferentes. Si, por ejemplo, nos detenemos en la construccin del tipo de viviendfrecuente entre los wichs durante el siglo XX, la casa de techo de tierra, vemos que los hombres la estructura y hacen el techo, mientras que las mujeres tejen con matas de quincha las paredes.

    regla general, y polarizando la cuestin, puede afirmarse que las actividades de las mujeres tiencaracterstica comn de ser hechas-a-mano mientras que la de los varones son hechas-con-herram(cf. Alvarsson 1988: 163). En la sociedad wich existe una distribucin clara de la tecnologa engneros, y a mi entender esto constituye un aspecto importante que quiz se vea reflejado en el lun varn preferentemente trabaja con herramientas (ichemet ), mientras que una mujer preferentement

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    construye un objeto mediante movimientos circulares (ipotsin ). Esta contraposicin junto con otrasque aparece en la arquitectura, el artesanado y la mitologa, me condujeron a deducir una estrusimblica que podra enunciarse con un formulismo lvi-straussiano: mujeres: flexibilidad :: varones:firmeza. Se trata de una abstraccin analtica que opera en ciertos y determinados contextos, pdesde el punto de vista de los usos un varn puede llegar a tejer o una mujer animosa poda lleusar el arco y flecha de su marido, y porque desde el punto de vista formal, no existe en prinninguna prohibicin explcita para que la mujer toque o manipule los artefactos del varn o vicev

    omo s

    les caractersticas de uno y otro gnero, que resultan en formcorporales caractersticas, y viceversa.

    c exista, p.ej., entre los achs-guayaquis (Clastres 2008: 92).9 As pues, la divisin sexual del trabajo de la vida adulta se vincula con una divisin por g

    de los bienes personales (las vestimentas, las herramientas, lar armas, etc.), y todo esto a su se relde manera recursiva o dialctica con el modelado social del cuerpo, los pensamientos y las emoc

    Existen moralidades y tcnicas corpora

    6. Los ancianos

    Si bien no podemos decir que en la ancianidad vuelva a presentarse la relativa indiferenciacin gneros que se da durante la infancia, s es cierto que el contraste genrico de la vida adulta se aCoherentemente, existen varias expresiones plurales con las que se nombra a un anciano sin distin

    gnero: sus ancestros (latetselh , lit. sus orgenes), gente anciana (wichi ta tohnaj ), es viejo(ichut ) o su cara est arrugada (latey tasey ). Adems, puede decirse mujer vieja (atsihna-wemeq , lit.mujer botada, agotada, gastada) y hombre viejo (hinu-wemeq ), o usarse las categoras de parentescosu abuelo (lachoti ) y su abuela (latela ). La vestimenta de los ancianos en trminos generales es misma que la de los adultos, con cierta tendencia arcaizante. Algunos, por ejemplo, usan todagran sombrero de cuero de ala ancha (laqawunataj-tsontoj ), un modelo del antiguo que siguesiendo tpico entre los criollos (la norma entre los hombres adultos es la gorra de bisbol). Las anse cubren la cabeza con un pauelo con ms sistematicidad que las mujeres adultas. El frecuente qanciano tenga su bastn (latsut ) y use anillos la ms de las veces, con funciones teraputicas: el

    9 En un nivel ms general, en lo que a gnero y tecnologa concierne, me gustara sealar que en el caso wi adiferencia de otras sociedades cazadoras-recolectoras sudamericanas como los kulina (Lorraine 2000) no podemos decir quelas labores masculinas sean ms autocontenidas que las femeninas por el instrumental que requieren. En consonancia alto grado de poder y prestigio femenino resaltado por los etngrafos, la tecnologa de las mujeres wich no depende general del trabajo masculino; mientras que las actividades masculinas, las ms de las veces, s necesitan de un instrumfabricado por las mujeres: los bolsos enlazados (cf. p. ej. Montani 2008a).

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    cola de iguana, me consta, es un remedio excelente para los dolores osteoarticulares o la fquebrantahuesos. Asimismo, en el pasado los viejos -aunque no slo ellos- usaban constrictore

    nes teraputicos.

    vaco y puede ser ocupado por unoytaj ; si no se revierte el

    fi 7. Los chamanes

    Salvo en el caso excepcional de la muerte despus de una vejez muy prolongada, un fallecimiesiempre un asesinato, un fenmeno causado por alguien -directa o indirectamente, fsimetafsicamente. Slo a modo de ejemplo: un brujo enva un espritu nocivo (oytaj , tambin dolor,enfermedad, unahot que enferma), un cazador deja una presa malherida y el Dueo de las Corzu(que es unahot ) le dispara un dardo (unoytaj ), una vbora de cascabel muerde a una mujer en la piernale introduce unoytaj . El oytaj siempre termina por daar o desplazar la voluntad del afectado, y

    ausencia de laheseq repercute en la decadencia del cuerpo. Otras veces, una divinidad que necesariamente esahot -me refiero a los astros- secuestra la voluntad de la persona, dejando al cuesin su centro anmico; eltisan queda proceso, el final tambin es la muerte.

    Para tratar al enfermo, en uno y otro caso hay que llamar a un especialista: antes un cha(hiyawu ); hoy, dependiendo del caso, simultanea o alternativamente, un chamn y un mdico blanchiyawu es el encargado de expulsar el/los dolor/es del cuerpo del enfermo y/o restituir la volunta paciente a su centro vital (lachuwej ). Puede hacerlo gracias a que l -o ella- es una figutranscategorial. A travs de una iniciacin prolongada, ha establecido pactos con dueos que son sus auxiliares (laqa-layis , lit. sus amigos), y ha aprendido los procedimientos teraputicesotricos que generalmente consisten en una lucha, una negociacin y un acuerdo final entre el chsus auxiliares y el/losahot/lhais causantes de la enfermedad. (La literatura sobre el tema es abundancf. principalmente Califano & Dasso 1999.) El chamn materializa su teraputica metafsica sentido de que es invisibles e inviables para la gente comn mediante secuencias rituales dmediante su parafernalia (hiyawu-kwelhele , lit. armas del chamn) manipula el cuerpo y la volunt

    del enfermo y la dolencia en su dimensin material y metafsica. Las armas del chamn tiene poder (laqapjwayaj y laqahnayaj ) y son muy variadas. Una descripcin detallada requerira fcilmede una centena de pginas, menciono slo algunos de las ms importantes: el polvo del fruto de (hataj , lit. cebil), su maraca (lacholhchoj o lacholhtsaj ), su sonajero (laqa-jwes , lit. sus uas [no propias]), su tambor (la[qa]pum o laqa-jwitsekw ), su canto (lachus ), su pipa (lacheti ), sus

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    tapones auriculares (lachute-lheley ), su maquillaje (lalet ), su vincha (laqa paqiche ), su chaleco).

    es- siguen un ritual funerario orientado a alejarlo. Ent

    taminar los mbitos naturales y despertar la furia vengadora del monstruo Arco Iris (Pa

    l pasado, el deudona una forma expresar y combatir su pena, tocando el bombo de agua o la maraca.

    (laqa qahnateq 8. Los deudos

    Cuando un wich muere se metamorfosea en unahot un ser contrario a lowichi , daino por naturalezay sus parientes -fundamentalmente los convivientlos wichs parece haber dos momentos de duelo.

    En el primero, se manifiesta otra vez la relacin ntima entre la persona social, el individuo bienes que seal al inicio de la exposicin al referirme a la magia daina: los deudos destruyentierran, queman y donan) las posesiones del difunto (incluida la casa) buscando compledespersonalizacin del muerto y alejarlo as del mundo de los vivos. Antes, adems, los deudos di

    se invisibilizaban escondindose y/o pintndose la cara con holln o cenizas, y ejecutaban una dauna msica de duelo (cf. p. ej. Karsten 1932: 186). Hasta la descomposicin del cadver los dquedan contaminados con el olor ftido (nahet ) del muerto y no deben dejar el mbito domstico s pena de con2005: 63).

    Ms tarde comienza el segundo momento del cuelo, el duelo propiamente d(latichuhnayaj , lit. aoranza), que dependiendo del lazo de parentesco, la estrechez del vnculo circunstancias de la defuncin puede durar hasta ms de un ao. Estar de duelo es bsicamenteenfermo, y atravesar el duelo supone por lo tanto transitar una situacin de liminaridad entre lowichi ylo ahot . El duelo afecta con mayor gravedad y frecuencia a las mujeres, y en ellas es parcialmequiparable a la menstruacin y al embarazo; por eso se siguen -o seguan- una serie de prcticas rcuya expresin paradigmtica parece ser el rito de iniciacin femenina. Para combatir la tristezaoranza dos pasiones antisociales los deudos siguen una serie de prescripciones diettiabstinencias disciplinarias. Por ejemplo, es comn que la viuda se corte el pelo (cf. Remedi 1896: el uso del peine para todos los deudos est vedado, pues de usrselo salen granos en la cabeza di

    de curar que hasta pueden producir la calvicie. En los hechos, el resultado de ambas prcticas es invisibiliza a los deudos ante los ojos delahot del difunto, porque lo desorienta, y visibiliza a los deudante los ojos de la comunidad, la vida, primero rapada, luego con una esttica de desprolijiddescuido, se recuerda y recuerda a posibles candidatos, que an sigue de duelo. En ete

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    9. Los herederos

    Ante la muerte los wichs generalmente ponen en prctica su filosofa de la negacin de la herencideshacen de todas las posesiones del difunto. Pero en ciertas ocasiones el moribundo decide dejaque se transforma en un legado:lewitole (su legado, del heredero). Ellewitole generalmente consisteen palabras (lhamtes , que son la manifestacin ms inmediata dellaheseq de una persona) que elanciano deja en su lecho de muerte a una sola persona -pero en ltima instancia en beneficio parentela- para habilitarla a realizar exitosamente ciertas actividades. El legado tiene su p(laqapjwayaj , algo equiparable almana ) y transforma al difunto en una especie de espritu auxiliar dheredero. Ellewitole verbal siempre tiene la forma de una prediccin auspiciosa, por ejemp[Cuando un contrario te trate mal] hablale fuerte para que cuando te oiga se sienta mareado y

    (Om oytaj omet hop jileq ilotey ometsu wet ilotlhame tawilaqlhi lhoya tacheqtiche ). Pero muchas vecessu eficacia se refuerza asocindola con un objeto. Es importante remarcar que para trasmitir un lhacen falta dos deseos: el del moribundo que quiere beneficiar a alguien que considera merecedodel heredero (witolenaj ), que la acepta. Es justo que importe el consentimiento de este ltimo, precibir unlewitole entraa una responsabilidad muy grande: si el objeto se pierde o se daa y su pse vuelve contra el beneficiario (cf. Palmer 2005: 57, 211-212, 220). Los artefactos que se solan

    como lewitole son muy diversos,10 sin embargo, existen recurrencias y estn intrnsecamen

    relacionados con el tipo de beneficio que producan; slo a modo de ejemplo: una cuchara bombilla o un mate para que cuando alguien est siendo perjudicado sea con hechos concremediante brujera, cosas que casi siempre se presentan asociadas los parientes se renan y tomen

    ntos para que ellewitole los proteja y contrarreste el dao. ju 10. Consideraciones finales: cuerpos, personas y artefactos

    En esta presentacin sucinta pas por alto muchas dimensiones sociales de la persona quematerialmente modeladas y mantenidas; y tuve pocas oportunidades de detenerme en la variabcultural y en el conflicto. No dije nada, por ejemplo, de los mltiples artefactos asociados cdesempeo de determinados cargos pblicos, como el de auxiliar bilinge de la escuela, el de pdicono o encargado de la iglesia anglicana, el de lder (niyat ) de la comunidad o el de presidente de

    10 Hoy, aparentemente, la trasmisin de legadoslewitoley es inusual. Pero como la prctica fue siempre algo secreto clandestino, me atrevo a desconfiar de mis propios colaboradores.

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    las asociaciones civiles indgenas. Tampoco dije nada sobre la contribucin, sin duda importantque artefactos como los DNIs, el dinero, la biblia y otros textos hacen a la definicin y redefin permanente de las categoras de persona wich; o sobre cmo la cultura material en su conjun particularmente el atuendo contribuye a crear y desafiar el lmite intertnico que separa a los wic

    uerpo en pos de entretejer cuerpos,

    en esasosas que llamamos artefactos: vestimentas, casas, alimentos, palabras, y la lista parece infinita.

    los criollos y chaqueos (suwelelhais y ahotoylhais ).Creo haber puesto en evidencia, no obstante, que buena parte de las intenciones cristalizad

    esas materialidades de la accin social que he llamado artefactos y particularmente, de esos arteque la lengua wich rene bajo el rtulo delaqoy est orientada a la construccin social de la personResulta difcil pensar un nio wich sin su bolsa y sin sus juguetes; o, por poner otro ejemplo, una wich sin las metforas materiales del tero la faja, la hamaca-cuna, elsichet , la choza semiesfrica y latinaja (en este texto no habl de estos dos ltimas elementos) es una madre muy incompleta y

    poco wich. En el caso chaqueo que analic, decir que los artefactos modelan los cuerpos y los v personas no es slo una premisa terica, se condice con las prcticas y las representaciones wicamaznicas donde un conjunto amplio de bienes sirven para ligar a los cuerpos individuales a ufluida de categoras de personas socialmente establecidas. En esta presentacin postergu aquel tanlisis que vincula los artefactos con la dimensin existencial del cartefactos y personas en una dimensin ms social, ms compartida.

    En ocasiones la antropologa del cuerpo ha querido establecerse como un nuevo paradiluchado contra un supuesto sociologismo u holismo comn en la antropologa, y concentrananlisis en torno de las percepciones y elhabitus del cuerpo (cf. Csordas 1990). Pero qu sucede colas materialidades, con los artefactos? Los arquelogos vienen sealando hace ms de un siglo qmaterialidades son concreciones de la vida social y son una realidad en s misma. Filosficam podemos ser monistas, pero enraizar ese monismo en el concepto fenomenolgico de cuerpo, resultar excesivo. El estudio de la contribucin que los artefactos hacen a la constitucin concreta cuerpos en la ineludible vida social nos recuerda que el cuerpo [por s slo no puede ser] el sustrla cultura (contra Csordas 1990: 39). La cultura existe como un producto del intercambio hum

    entonces, quiz, convenga evitar los paradigma y distribuir nuestros esfuerzos en distintas partescomplejsima red de fenmenos multiformes que estn simultneamente en la mente y fuera de la en los cuerpos, sobre los cuerpos y entre los cuerpos (cf. Geertz 1995), porque estn tambinc

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