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Decadencia del Imperio romano

La Porta Maggiore de Roma. Grabado de Giovanni Battista Piranesi (1775).

La decadencia y cada del Imperio romano es un concepto historiogrfico que hace referencia a las transformaciones operadas durante la Crisis del siglo III y el Bajo Imperio romano, que a partir de 395 condujeron a un rpido deterioro del poder romano, y al hundimiento del Imperio de Occidente, cuyo ltimo emperador efectivo, Rmulo Augstulo, fue depuesto por el caudillo hrulo Odoacro, empleado al servicio de Roma.

La decadencia y cada del Imperio romano es una de las cuestiones ms debatidas y estudiadas de la Historia. Es considerada por algunos como "el mayor enigma de todos", y ha sido uno de los ejes del discurso histrico clsico desde san Agustn de Hipona. La ruina de la Roma eterna ha perdurado como el paradigma por excelencia del agotamiento y muerte de las civilizaciones, una caducidad mundana interpretada como el precedente y anuncio del fin del mundo o, al menos, de la civilizacin occidental. Los siglos. XX y XXI han visto multiplicarse el inters por este problema histrico, debido probablemente al hecho de que la civilizacin contempornea tiene muchos rasgos comunes con la de la Antigedad Tarda, y a que la cultura occidental est en un perodo de transicin, como la Roma de los siglos III y IV.1La historiografa ha oscilado entre una interpretacin minimalista (la interrupcin de la serie de emperadores en la parte occidental del Imperio) y una maximalista (el hundimiento de una civilizacin y el quiebro de una historia del mundo dividida en dos etapas: una antigua-pagana y otra moderna-cristiana). De igual modo, de un extremo al otro del espectro de teoras propuestas, se ha considerado el proceso como una larga transformacin debida a fenmenos endgenos (la "decadencia") o un derrumbamiento repentino por causas fundamentalmente exgenas (la "cada"). En concreto, el trmino decadencia y cada hace referencia a la obra maestra del historiador ingls Edward Gibbon, quien, sin ser el primero en abordar el tema, en el siglo XVIII renov la ciencia historiogrfica por medio de su anlisis del perodo tardo-romano, asumiendo una postura a medio camino entre las endgenas y las exgenas.

En la actualidad predominan las teoras exgenas menos dramticas, aunque sin restar importancia a los problemas internos y las consecuencias que produjo la irrupcin de los germanos en el Imperio. Esta concepcin continuista defiende la pervivencia hasta poca carolingia -a pesar de las invasiones y violencias- de las estructuras poltico-econmicas fundamentales y de la concepcin del poder del mundo tardorromano. Ya sugerida por el clebre historiador belga Henri Pirenne, esta corriente continuista tendra su mayor exponente en Walter Goffart, de la Universidad de Toronto, hasta cierto punto en autores como el britnico Peter Heather, y en su caso ms extremo en la muy criticada corriente fiscalista del francs Jean Durliat. Un ejemplo seran las palabras del profesor Gonzalo Fernndez Hernndez, de la Universidad de Zaragoza:

El Imperio Romano de Occidente se enfrenta a unos problemas entre 454 y 476 que desembocan en una reunificacin del Imperio (...) 476 no supone el fin de Imperio alguno (...) los soberanos brbaros federados al Imperio romano reconocen la soberana nominal de un nico emperador con sede en Constantinopla (...) en teora esta situacin perdura hasta la coronacin imperial de Carlomagno...

2Por otra parte, sigue habiendo quienes defienden una visin ms "catastrofista" y acorde a la concepcin tradicional de este problema histrico, tal es el caso del arquelogo britnico Bryan Ward-Perkins. De igual modo, hay diferencias entre quienes ponen el acento en el carcter romanista endgeno de las transformaciones (como Goffart), y quienes por el contrario apuntan hacia el carcter germanista exgeno (como el austriaco Walter Pohl).

Fuentes

El historiador francs Marc Bloch, miembro de la Escuela de los Annales, defenda que "Todo libro de historia digno de este nombre debera incluir un captulo o, si se prefiere, insertar en los puntos esenciales del desarrollo, una serie de prrafos titulados Cmo puedo saber lo que voy a decir?".3 En este sentido, y dado que la Historia se redacta basndose en fuentes susceptibles de interpretacin, la veracidad y fiabilidad de stas han de ser analizadas previamente. En este sentido, los historiadores actuales consideran que el fallo metodolgico ms grave de las sucesivas corrientes historiogrficas ha radicado precisamente en esta falta de anlisis de las fuentes histricas.

Fuentes literarias

En abierta contraposicin respecto al siglo III, las fuentes disponibles para el perodo del siglo IV en adelante son extremadamente ricas y variadas, tal que sobrepasan incluso a la poca de Cicern, y hace de ste uno de los perodos mejor documentados de la historia romana. Desgraciadamente, la historia romana es ante todo una historiografa limitada a lo poltico y lo militar, una historia fundamentalmente narrativa. Es decir, composiciones integradas por afirmaciones factuales, sostenindose cada hecho enunciado en otro, y el conjunto aparece como una red de unidades enunciativas cohesionadas entre s.

Adems de las obras de estricto carcter historiogrfico (Amiano Marcelino, Aurelio Vctor, Zsimo, Hidacio, Jordanes, etc.), lrico (Panegricos latinos, Rutilio Namaciano), epistolar (Smaco, Sidonio Apolinar) o biogrfico (hagiografas varias), por aadidura, es sta la poca de los grandes autores cristianos, tanto latinos (Jernimo, Ambrosio, Agustn, Salviano de Marsella) como griegos (Basilio de Cesrea, Gregorio de Nisa, Gregorio Nacianceno y Juan Crisstomo). Todos ellos son continuadores de la tradicin clsica, y por lo general tambin son de igual modo tendenciosos. Las obras tanto de paganos como de cristianos tienen intencionalidades manifiestas, y dan lugar a interpretaciones muy variadas.

La Historia de Occidente ha sido construida y redactada con documentos. El redactar una historia crtica supone la existencia de documentos neutros, cuya meta primitiva no haya sido la informacin histrica. Con respecto al perodo republicano, el Bajo Imperio presenta una inmensa cantidad de material, aunque la epigrafa sea mucho menor que la altoimperial

El panorama administrativo puede seguirse a travs de los pocos documentos conservados de la alta administracin imperial: el Laterculus Veronensis y el Laterculus de Polemio Silvio

HYPERLINK "http://en.wikipedia.org/wiki/Polemius_Silvius" [1], ambos listas de provincias del Imperio ordenadas por dicesis; las inscripciones honorficas ordenadas por los gobernadores provinciales, que recogen nombres, ttulos, cargos y fechas; y la Notitia Dignitatum, un registro de cargos, oficiales, subalternos y unidades militares a disposicin de la administracin central y provincial distribuidos por ambas partes del Imperio.

El Codex Theodosianus y el Corpus Iuris Civilis, las recopilaciones legislativas de los emperadores Teodosio II (408-50) y Justiniano (518-65) representan un sumario precioso del material jurdico de la poca imperial, al igual que la epigrafa que contienen leyes imperiales, edictos, decretos, cartas, diplomas militares (decretos de baja), decretos senatoriales, inscripciones de municipios, de colegios, inscripciones privadas, etc.

Un importante material documental se puede encontrar tambin en los papiros egipcios de la poca imperial, en especial los procedentes de Oxirrinco; aunque la inmensa mayora se refieren slo a su zona de localizacin y no son extrapolables, entre ellos se ha hallado documentos de gran importancia, como por ejemplo una copia de la Constitutio Antoniniana de Caracalla.

Las monedas constituyen otra fuente original muy importante.4Fuentes arqueolgicas

La reciente incorporacin de la arqueologa ha permitido desterrar varios mitos asentados en la historiografa tardorromana. La gran crisis del siglo III se super con una rapidez asombrosa en el siglo IV, que fue un perodo no de decadencia, sino de recuperacin generalizada e incluso de gran prosperidad en algunas zonas, a pesar de los problemas del latifundismo, la presin fiscal, la inflacin o la polarizacin social. Las invasiones germnicas, sin dejar de ser violentas y traumticas, no lo fueron tanto como para destruir la civilizacin romana. Y si bien se puede decir que iniciaron un proceso de decadencia del Mundo Antiguo, ste no se inici realmente hasta el siglo VI.

La arqueologa demuestra adems que los pueblos germnicos eran completamente sedentarios:

"La principal impresin que suscitan las excavaciones es la de comunidades estables y duraderas, algunas de las cuales ocupaban los mismos lugares durante dcadas o incluso siglos, otras trasladaban sus viviendas sin alejarse demasiado de los confines de su territorio original [...] Parece claro [...] que la primitiva economa germana [...] era, en esencia, semejante a la agricultura campesina de las provincias occidentales del Imperio romano"

5Otro aspecto de capital importancia evidenciado por el registro arqueolgico es que la "Decadencia y cada" no fue un fenmeno homogneo y comn a todo el Imperio. Algunas regiones efectivamente declinaron, pero otras no. Hispania, la Galia, Iliria, Grecia y las zonas del limes danubiano, escenario de numerosos conflictos, fueron los territorios ms afectados por las guerras entre romanos y por las invasiones brbaras. En Italia, tras los saqueos de Alarico y Atila, hay una continuidad hasta el siglo VI, alcanzando la cspide de su prosperidad con Teodorico, para decaer y no recuperarse hasta la Plena Edad Media, a causa de la Guerra Gtica y las invasiones lombardas.

Un hito de gran importancia es que las excavaciones patrocinadas por la Unesco en el norte de frica han revelado la pervivencia de la prosperidad africana durante la ocupacin vndala, y un verdadero "renacimiento bizantino" tras las dificultades del reinado de Justiniano, alcanzando un nivel de prosperidad comparable al de comienzos del siglo V, para ser definitivamente arrasado por la invasin musulmana, que fue extremadamente cruenta en la zona y que en el transcurso de cuarenta aos de luchas destruy todas las grandes ciudades (Cartago, Susa, Hadrumeto, Hipona, Leptis, etc.).

Otro tanto ocurrira en las islas mediterrneas, en especial Sicilia, que a pesar de la irrupcin de los vndalos se mantuvo prcticamente al margen de toda invasin hasta la llegada de los musulmanes. Las excavaciones revelan por ltimo que Siria y Palestina alcanzaron probablemente su mxima prosperidad en los siglos V y VI, pese a los terremotos y a las devastaciones de Cosroes I en el reinado de Justiniano; esta prosperidad se mantuvo hasta el siglo VII, decayendo con rapidez a causa de las invasiones persas.

Decadencia frente a transformacin

Genserico saqueando Roma, por Karl Briullov (1836).

Tesis de la decadencia y cada

La versin tradicional del final del mundo antiguo fue que la desintegracin poltica y militar del poder romano en Occidente acarre la ruina de su civilizacin. Desde San Agustn hasta el siglo XXI ha predominado la idea de que las culturas ofrecen una evolucin similar a la de los seres vivos, y que la decadencia es su fase final. Esta visin tuvo su origen en el siglo XVIII. Hasta entonces el absolutismo poltico y el Cristianismo del Bajo Imperio haban sido valorados positivamente, pero con los nuevos vientos ilustrados, comenz a valorarse de manera peyorativa, surgiendo la idea de la decadencia.

Edward Gibbon y su monumental History of the decline and fall of the Roman Empire recibieron de la historiografa anterior un legado muy mediatizado por la religin, puesta en tela de juicio por los filsofos ilustrados. En este panorama de profunda revisin, Gibbon hizo suya la exposicin de principios de Tcito, y desarroll su monumental obra partiendo de la idea de moda en ese momento, ya adelantada por Montesquieu en sus Considrations sur les causes de la grandeur des Romains et de leur dcadence (Pars, 1734): que la prdida de la "virtud republicana" fue causa fundamental de la decadencia del Imperio. Gibbon plantea que tras la Edad de Oro racionalista de los Ulpio-Aelios (para l "los Antoninos") se inicia la decadencia, el inicio del triunfo de lo brbaro y lo cristiano, el momento en el que la irracionalidad ocupa el poder. El historiador italiano Arnaldo Momigliano6 indicaba que lo novedoso de Gibbon no fueron sus ideas polticas, morales o religiosas, que son las mismas de Voltaire, sino que supo comprender el importante papel de los hechos en la Historia y supo ordenarlos y valorarlos, realizando la primera historia moderna, y en eso radica su importancia y la fuerza con que ha calado en toda la historiografa posterior.

La visin de Gibbon, probablemente el historiador ms influyente de todos los tiempos.7 8 fue compartida por los grandes historiadores positivistas del siglo XIX como Jacob Burckhardt u Otto Seeck. Entre las obras del primero se destaca Die Zeit Constantins des Groen (Basilea, 1853), donde abundaba en la idea de la decadencia como un envejecimiento social reflejado en la creencia en la inmortalidad y la vida ultraterrena, que desintegr la civilizacin clsica.

En general, hasta los ltimos decenios del siglo XX se mantuvo la visin que de este periodo haba establecido Gibbon, principalmente de la mano de Mikhail Rostovtzeff, y su influyente Social and Economic History of the Roman Empire (Oxford, 1926). Este historiador ruso realiz la primera explicacin sistemtica de la crisis bajoimperial, con una metodologa concreta pero muy condicionada por sus experiencias personales (la Primera Guerra Mundial y la Revolucin rusa). Rostovtzeff mantuvo el mismo esquema establecido por Gibbon, pero cambiando las religiosas por las econmicas.

De la mano de Rostovzeff se retom a Max Weber, estudindose los fenmenos econmicos que sern seguidos fundamentalmente por la historiografa marxista. Siguiendo esta tendencia, a lo largo del siglo se ahond en aspectos ms concretos, pero sin cuestionar la tesis "decadentista".

Otros importantes historiadores retomarn las ideas de la "barbarizacin del imperio", como Franz Altheim, con su obra Die Soldatenkaiser. Todos ellos mantienen el mismo concepto de fondo iniciado por Gibbon que llevara a otro importante historiador como Andr Piganiol a decir que "la civilizacin romana no ha muerto de muerte natural. Ha sido asesinada". En general, los rasgos ms importantes de la teora tradicional de la "decadencia del Imperio romano" pueden resumirse en 7 puntos:

1. Ruina econmica: depreciacin monetaria, caresta y contraccin de la actividad, en especial de la comercial, lo que conduce a la autarqua.

2. Guerras civiles e intensificacin de las rapias de una soldadesca cada vez ms barbarizada.

3. Plagas pestferas y despoblacin.

4. Desrdenes internos, revueltas sociales (bagaudas), bandidaje terrestre y martimo (piratera sajona).

5. Abandono de tierras y expansin de la vinculacin personal (colonato).

6. Luchas de poder entre el ejrcito brbaro y los funcionarios civiles romanos por la direccin del Estado, con victoria de los militares: surgen diversos caudillajes (Estilicn, Aecio, Ricimero).

7. Destruccin de las clases privilegiadas e imposicin del dominio del campo sobre la ciudad.

En 1956 el arquelogo, epigrafista e historiador del arte Henri Marrou public un artculo de capital importancia titulado La dcadence de lAntiquit classique. En l consideraba que los historiadores, l mismo incluido, haban subestimado la Antigedad Tarda al considerarla mero periodo intermedio entre el clasicismo antiguo y su recuperacin renacentista. El error habra sido de partida y metodolgico, ya que humanistas e ilustrados haban utilizado con parcialidad el concepto de decadencia en defensa de sus opiniones e intereses. El concepto de "decadencia" implica necesariamente un juicio de valor que sustenta toda una filosofa de la historia: humanistas e ilustrados pretendan "disipar las tinieblas de la Edad Oscura", para redescubrir una antigedad pretendidamente luminosa, la existente hasta la muerte de Marco Aurelio. El Bajo Imperio, con el triunfo del cristianismo y el absolutismo, era desdeado por los prejuicios ilustrados como un perodo de barbarie, tirana y supersticin.

Marrou consideraba que los historiadores deban evitar caer en esos prejuicios y renovar su metodologa. El Imperio Tardo no era en nada inferior al de Augusto o los Antoninos. Su cultura y modelo de civilizacin no eran decadentes ni reproducan, sin comprenderlos, los esquemas del Alto Imperio. Adems, estaban produciendo nuevos modelos, es decir, que la poca mostraba originalidad.

A la luz de los nuevos estudios, la historiografa piensa actualmente que existi una crisis importante, pero matizada y condicionada a zonas geogrficas concretas, de las cuales todava queda mucho por determinar.

Tesis del continuismo y la transicin

Ya desde el siglo XIX algunos historiadores pensaron que el trmino "cada" no era el trmino apropiado para el perodo que posteriormente sera bautizado como Antigedad tarda, predominando actualmente la idea de cambio y evolucin desde el modelo de sociedad de la Roma altoimperial a la plenamente medieval.

El pionero del moderno continuismo fue Fustel de Coulanges (Institutions politiques de l'ancienne France. I-VI vols; Pars, 1874), que consideraba que los brbaros no seran destructores del mundo antiguo, sino que dieron un nuevo rumbo a un proceso de transformacin del mundo romano que ya estaba en marcha. Encontr una gran variedad de pervivencias posteriores, observando que las instituciones tardorromanas estaban muy cerca de las similares de merovingios y carlovingios, y que las fuerzas de integracin social actuaban de igual forma antes y despus (creencias, estructura econmica, etc.).

Henri Pirenne continu en la lnea de su maestro Coulange, planteando su clebre teora (Mahomet et Charlemagne; Bruselas, 1937), segn la cual las invasiones germnicas no destruyeron la unidad mediterrnea del mundo antiguo, ni tampoco eliminaron los rasgos que suelen considerarse esenciales de la cultura romana tal como an exista en el siglo V. La verdadera causa de la ruptura con la tradicin de la Antigedad la habra producido el rpido e inesperado avance del Islam, que interrumpi las rutas comerciales del Mediterrneo y llev al declive de la economa europea, provocando un largo perodo de autarqua. Sin embargo, a pesar de su fama, Pirenne no convenci a la historiografa dominante en aquel momento, muy influenciada por el marxismo.

Tesis del colapso

De origen antropolgico y sociolgico, sus principales representantes son Arnold Toynbee, James Burke y Joseph Tainter (The Collapse of Complex Societies; Cambridge, 1988).

En ellas se suele aceptar que la cada del Imperio romano era inevitable, equiparndola con la de otras grandes culturas de la historia universal, de acuerdo a una teora del derrumbe de las sociedades complejas. Simplificando mucho, esta visin considera que, a medida que una sociedad se desarrolla, se diferencia cada vez ms socialmente y se hace ms compleja, de modo que para poder seguir existiendo necesita de un crecimiento correspondiente.

Causas

A grandes rasgos, se pueden ordenar en siete categoras o clases las diferentes teoras sobre las causas del hundimiento del poder imperial romano en Occidente. Es difcil citar nombres concretos, ya que muchos de los que figuran en cada categora podran tambin aparecer en otros apartados. Los nombres que siguen, aun siendo representativos, no engloban a la extraordinaria cantidad de obras, autores y tendencias que se han pronunciado sobre el tema. As por ejemplo, el profesor alemn Alexander Demandt, de la Universidad Libre de Berln, public una obra en que repasaba 210 teoras diferentes sobre la cada de Roma titulada Der Fall Rms. Die Auflsung des romischen Reiches im Urteil der Nachwelt (Mnich, 1984).

Teoras religiosas y morales

La "culpa del cristianismo" fue uno de los factores a los que ms se ha achacado la crisis del siglo V. Actualmente es una teora sin peso y sin defensores, al menos en estricta puridad. Unir bajo un mismo punto de vista metodolgico la progresiva crisis del mundo romano y la victoria del cristianismo, haciendo culpable a este ltimo de la primera es un planteamiento voluntarista, excesivamente radical, que no responde a la realidad. La Iglesia no volvi la espalda al Imperio y, si algunos cristianos contribuyeron a debilitar la resistencia imperial, otros apelaron al patriotismo romano; durante el Bajo Imperio, el cristianismo triunfante sirvi de aglutinante a la sociedad romana. Adems, en Occidente (Galia, Germania, Britania e Hispania), donde la crisis fue ms aguda, el cristianismo tuvo una implantacin limitada hasta entrado el s. V, mientras que fue precisamente el Oriente ms cristianizado el que mejor sobrellev la crisis.

Historiadores tardoantiguos

Ya en la Antigedad Tarda hubo intelectuales, como el historiador pagano del s. V Zsimo y su maestro Eunapio de Sardes, que echaron la culpa al cristianismo de los males que afligan del Imperio. Los paganos crean que la crisis se deba a que los dioses les negaban su proteccin por culpa de la expansin cristiana en el Imperio, lo que impuls a gentes como Cipriano de Cartago, Agustn de Hipona, Salviano de Marsella o Paulo Orosio a defender lo contrario en obras como De civitate dei o Historiarum adversum paganos.

Edward Gibbon

Artculos principales: Edward Gibbon e Historia de la decadencia y cada del Imperio romano.

La apologtica pagana potenci su influencia con la Ilustracin; la Edad de la Razn, sealada por su negacin del pasado, su escepticismo religioso, y su crtica violenta al poder monrquico y la autoridad religiosa, no poda aceptar como algo positivo el absolutismo y la profunda influencia del clero y la religin en el Imperio romano tardo. Edward Gibbon en su clsico History of the decline and fall of the Roman Empire, aparecido entre 1776 y 1788, se plante las causas de la decadencia del Mundo Antiguo desde estos presupuestos racionalistas, agnsticos, e incluso neopaganos, pero su mrito estuvo en hacerlo de una manera totalmente novedosa. Adaptando las ideas de Tcito, el sabio ingls atribuy la decadencia del Imperio a la prdida de las virtudes cvicas, y ech la culpa al cristianismo, que predicaba un estilo de vida que influy negativamente en la marcha de la gravsima crisis que padeca el Imperio desde la poca de Marco Aurelio:

"En tanto en cuanto la felicidad en una vida futura es el gran objetivo de esta religin, podemos aceptar sin sorpresa ni escndalo que la introduccin -o al menos el abuso- del Cristianismo tuvo una cierta influencia en la decadencia y cada del Imperio romano. El clero predic con xito doctrinas que ensalzaban la paciencia y la pusilanimidad; las antiguas virtudes activas [virtudes republicanas de los romanos] de la sociedad fueron desalentadas; los ltimos restos del espritu militar fueron enterrados en los claustros: una gran proporcin de los caudales pblicos y privados se consagraron a las engaosas demandas de caridad y devocin; y la soldada de los ejrcitos era malgastada en una intil multitud de ambos sexos [frailes y monjas, esta opinin sobre ellos era habitual en el pblico ingls del s.XVIII] capaz slo de alabar los mritos de la abstinencia y la castidad. La fe, el celo, la curiosidad, y pasiones ms terrenales como la malicia y la ambicin, encendieron la llama de la discordia teolgica. La Iglesia -e incluso el estado- fueron distradas por facciones religiosas cuyos conflictos eran muchas veces sangrientos, y siempre implacables; la atencin de los emperadores fue desviada de los campos de batalla a los snodos. El mundo romano comenz, pues, a ser oprimido por una nueva especie de tirana, y las sectas perseguidas se convirtieron en enemigos secretos del estado.Y sin embargo, un espritu partidista, no importa cun absurdo o pernicioso, puede ser tanto un principio de unin como de desunin. Los obispos, desde ochocientos plpitos, inculcaban al pueblo los deberes de la obediencia pasiva buscada por el legtimo y ortodoxo emperador; sus frecuentes asambleas y su perpetua correspondencia los mantenan en comunin con las ms distantes iglesias; y el temperamento benevolente de los Evangelios fue endurecido, aunque confirmado, por la alianza espiritual de los catlicos. La sagrada indolencia de los monjes era con frecuencia abrazada en unos tiempos a la vez serviles y afeminados; pero si la supersticin no haba supuesto el fin de los principios de la Repblica, estos mismos vicios [la servilidad y el afeminamiento] habran llevado a los indignos romanos a desertar de ellos. Los preceptos religiosos son fcilmente obedecidos por aquellos cuyas inclinaciones naturales les llevan a la indulgencia y la santidad; pero la pura y genuina influencia del Cristianismo puede hallarse, si bien de forma imperfecta, en los efectos que el proselitismo cristiano tuvo sobre los brbaros del norte. Si la decadencia del Imperio Romano se haba acelerado con la conversin de Constantino, al menos su religin victoriosa redujo en algo el estrpito de la cada, y rebaj el feroz temperamento de los conquistadores."

(Captulo XXXIX)

Teoras raciales y culturales

En buena medida, casi todas ellas han sido resultado de la identificacin de cultura, raza y nacin propias de la sociologa y antropologa darwinista.

Karl Julius Beloch

Artculo principal: Karl Julius BelochEn Die Bevlkerung der griechisch-rmischen Welt (Leipzig, 1886) ofreca una explicacin culturalista: la creacin de un estado panmediterrneo impidi el desarrollo y consolidacin de la vida civilizada. La Roma imperial habra ahogado los impulsos innovadores de la Grecia plural. Es preciso sealar que Beloch hizo tales conclusiones tras la unificacin alemana, en pleno auge del militarismo, el nacionalismo y la socialpolitica de Bismarck, que en pocos aos acabaron con la tradicin liberal alemana. ....

Tenney Frank

Artculo principal: Tenney FrankEste profesor norteamericano de la Universidad John Hopkins, public en 1916 un estudio titulado "Race Mixture in the Roman Empire"9 en el que defenda que la decadencia de Roma se deba a la diversidad cultural y la mezcla de razas: al emanciparse todos los griegos y orientales esclavos, cambiaron el carcter del Imperio, convirtindolo en una monarqua helenstica, motivando el absolutismo, la expansin de las religiones orientales, la decadencia de la literatura latina y la desaparicin de la vieja clase gobernante, ruda y viril, que construy el Imperio romano.

Otto Seeck

Artculo principal: Otto SeeckEn Geschichte des Untergangs des antiken Welt (Stuttgart, 1920-1921) plante que la decadencia de Roma se debi al hecho de que a partir del s. III hubo una especie de "seleccin al revs" que provoc la desaparicin de la lite que diriga el Estado romano. Esta desaparicin se explicara por el desinters de las clases dirigentes en reproducirse y por su debilitamiento, desgastadas por mezclas continuas, provocada por la manumisin de esclavos, el matrimonio de libres y libertos, la prohibicin del matrimonio a los soldados, las continuas guerras, etc. Asimismo, los emperadores se habran dedicado a exterminar la capacidad y el mrito personal, y a extender la mentalidad servil, a lo que contribuy el triunfo del cristianismo. El resultado obvio de todo ello habra sido la decadencia y el hundimiento del poder imperial.

Es importante sealar que Seeck plante su teora tras la derrota de la Alemania imperial en la Primera Guerra Mundial, en pleno proceso democratizador de la Repblica de Weimar. El error de fondo subyace en la creencia de que hay razas superiores e inferiores. Ferdinand Lot objet a esta tesis que, muy al contrario, el Bajo Imperio fue una poca de grandes personalidades.

Franz Altheim

Artculo principal: Franz AltheimEn sus obras Die Soldatenkaiser (Frncfort del Meno, 1939) y Die Krise der alten Welt im 3. Jahrhundert n. Zw. und ihre Ursachen (Berln, 1943), este prestigioso historiador alemn explicaba la cada de Roma en la preponderancia de las "razas jvenes" germanas, con mayor agresividad e iniciativa, sobre las "razas viejas" y decadentes del Mundo Mediterrneo, sumidas en la desidia. En su momento, sus explicaciones entraron dentro de la historiografa oficial del III Reich.

Martin Nilsson

Artculo principal: Martin NilssonPara este profesor sueco, una autoridad en religin griega, la decadencia de Roma vendra motivada por un cambio racial. Segn su planteamiento, la raza romana estara cada vez estara ms diluida y ms barbarizada. No obstante, pas poco tiempo antes de que autores como N.H. Baynes sealaran en la regin donde la mezcla de razas fue mayor, Asia Menor, en el Bajo Imperio no hubo decadencia alguna, ni en lo intelectual, ni en lo social, ni en lo econmico, ni el cristianismo tuvo ningn resultado funesto (antes al contrario).

Joseph Vogt

Artculo principal: Joseph VogtSu obra The decline of Rome: The metamorphosis of Ancient Civilization (Londres, 1967) insista en la metamorfosis cultural, pero ajena a planteamientos biolgicos, defendiendo una nocin de continuidad sobre la base de un cambio. Consideraba que la mal llamada "decadencia" fue un proceso lento de cambio, que comenz con Cmodo (180-193) y que dio como resultado un tipo nuevo de cultura, muy parecida al Mundo Medieval. En esta idea de cambio cultural, Vogt remarcaba la importancia de tener presente que las invasiones germnicas eran "una migracin de gentes, no meramente una invasin de brbaros".

Teoras militares y hostilistas

Entran en el grupo los que explican el fin del Imperio Romano en Occidente por el impacto que sobre el mismo tuvieron los germanos, de cualquier modo que ello se entienda, ya sea desde el punto de vista puramente militar o de las causas internas que obraron con ocasin de la coyuntura de la presin de los germanos. Esta presin fue causada por los Hunos pueblo del centro de Asia, de origen Mongol.

Flavio Vegecio Renato

Artculo principal: Flavio Vegecio RenatoEn su Epitoma rei militaris (c. 430), este historiador militar contemporneo de los hechos afirm que la decadencia de las armas romanas se deba al abandono de las antiguas formas de organizacin de las legiones y la incorporacin de mercenarios brbaros al ejrcito romano.

Teoras naturales

Un cuarto grupo de autores han formulado explicaciones fundadas en las ciencias naturales, haciendo hincapi en la poblacin, el clima y el suelo. Es importante sealar que el enfriamiento del clima a partir del siglo II tendra su influencia en malas cosechas, plagas de peste y la mayor movilidad de los pueblos brbaros.

A.E.R. Boak

Este profesor de Historia Antigua en la Universidad de Michigan, especialista en Historia Bizantina, public un estudio, que ha tenido gran aceptacin en Amrica del Norte, titulado Manpower Shortage and the Fall of the Roman in the West (Londres, 1956). Opinaba que la causa de la cada de Roma se debe al dficit de la mano de obra que sufri el Imperio, que tuvo efectos desastrosos en la agricultura, en la industria y en los servicios pblicos; los decenios comprendidos entre los aos 235 y 284, lo que se conoce con el nombre de la Anarqua Militar debido a las continuas luchas y a la peste, que asol todo el Imperio durante 15 aos y vaci, al decir de los contemporneos, ciudades enteras (ya a mediados del s. II, en poca de Marco Aurelio, hubo otra pertinaz peste), fueron desastrosos para la poblacin rural. La falta de mano de obra esclava se sinti en Occidente, pero no en Oriente.

El ejrcito, falto de nuevos reclutas desde mediados del s. II, alist brbaros, lo que produjo la barbarizacin del ejrcito ya en el s. III. La falta de mano de obra se agrav en el s. IV por la valoracin cristiana de la castidad, y por el control de la natalidad, ya que las mujeres no queran tener ms que un hijo. Sin negar que hubo perodos en que el dficit de mano de obra fuera grande, los historiadores actuales no consideran que fuera una causa determinante de la decadencia del Imperio.

Teoras polticas

Muchos historiadores consideran que los problemas polticos internos debilitaron econmica y militarmente a Roma, y que ello permiti a sus enemigos externos derribar "un edificio podrido".

Ramsay Macmullen

Artculo principal: Ramsay MacmullenSu obra Corruption and the Decline of Rome (Binghampton, 1988) es novedosa por el anlisis cuantificado de algunos aspectos de la decadencia de Roma y la incorporacin crtica de nuevos materiales. Hace una gran labor de sociologa histrica, analizando las relaciones entre los distintos grupos sociales, concluyendo que algunos grupos sociales llegaran a constituirse en enemigos internos del Imperio: desertores, rebeldes, bandidos, etc.

Considera que el factor clave del fracaso del Bajo Imperio es que, a medida que se iba volviendo ms burocrtico (la alta administracin pas de unos 200 cargos a 6.000 desde Trajano a Teodosio) y totalitario, el poder absoluto iba escapando de manos del Emperador en favor de los funcionarios civiles y militares. stos slo velaban por sus intereses personales, lo que llev a la corrupcin, los abusos de poder y la creciente incapacidad para enfrentarse adecuadamente a los problemas administrativos y militares. Los factores favorecedores de esta corrupcin seran los siguientes:

Empleo de favores y violencia coercitiva por parte del Gobierno.

Ambigedad de las leyes.

Totalitarismo.

Aislamiento del Emperador.

El efecto ms notable sera el deterioro del ejrcito, con la barbarizacin de la tropa y la oficialidad, la falta de equipo militar y la corrupcin de la clase dirigente. Bajo el mando de emperadores fuertes, la nave del Estado se mantena firme, pero con el ascenso al poder de personajes dbiles como Honorio, declin rpidamente, lo que llevara al caudillismo, encarnado en grandes espadones como Estilicn o Aecio.

Teoras econmico-sociales

Ludwig von Mises

Artculo principal: Ludwig von MisesPara este economista austriaco la cada del Imperio fue causada por la manipulacin de la moneda realizada con objeto de enriquecer al Estado y una legislacin creciente que regulaba el mercado. En su tratado La accin humana Mises sostiene que:

Apelar a la coaccin y compulsin para invertir la tendencia hacia la desintegracin social era contraproducente ya que la descomposicin [del Imperio] precisamente tena sus orgenes en el recurso a la fuerza y la coaccin. Ningn romano fue capaz de comprender que la decadencia del Imperio era consecuencia de la injerencia estatal en los precios y del envilecimiento de la moneda.

Consideraciones en torno a la decadencia de la civilizacin clsicaEntre la medidas regulatorias que haban tomado los emperadores romanos estaran el castigo a quien osara abandonar la ciudad, la nacionalizacin del comercio de grano, la regulacin de los precios agrcolas y del sector naviero (generando escasez) el aumento y la creacin de nuevos impuestos especialmente desde el siglo IIId.C. (sobre herencias y bienes para sufragar los gastos militares, la creacin de espectculos y obras pblicas, para la pensin de soldados veteranos). A esto se sumara un constante envilecimiento y devaluacin de la moneda para adquirir mayores beneficios de "seoreaje" (diferencia entre el valor nominal de la moneda y sus costes de fabricacin).

Moses Finley

Artculo principal: Moses FinleyEn The Ancient Economy (Londres, 1985) plantea la importancia del desinters. La polarizacin social y la acumulacin de inmensos patrimonios en unas pocas manos aristocrticas provocara que el dinero permaneciera ocioso por falta de incentivo. Adems, los nuevos ricos no tendran un verdadero afn de crear capital y producir riqueza, sino de adquirirla e imitar el modo de vida de la clase dominante. Los objetivos econmicos no seran fines en s mismos, sino medios de promocin poltica y social. Una vez alcanzados, se tratara de mantener el nivel de vida. Asimismo, al ser la tierra la base de la riqueza y no producirse progreso tcnico alguno, el crecimiento econmico, la productividad y an la eficiencia se habran esta