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Del Sínodo sobre la Palabra a la Verbum Domini Del 5 al 25 de octubre de 2008 se realizó en Roma la XII Asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos y el tema que desarrolló fue el de La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia. Tomando en cuenta esta experiencia el Papa publicó un documento llamado Verbum Domini o La Palabra del Señor, el pasado 30 de septiembre de 2010. ¿Qué motivos hubo para designar este tema para el sínodo? ¿Cómo fue el proceso que desembocó en este extenso documento? ¿Qué es un sínodo? El Sínodo de los Obispos es una institución permanente, relativamente reciente, creada por el Papa Pablo VI (15 de septiembre de 1965), en respuesta a las peticiones de los Obispos que participaron en el Concilio Vaticano II para que el espíritu de colegialidad, experimentado en ese acontecimiento eclesial, se mantuviera vivo. El término sínodo, proviene de dos palabras griegas syn (que significa “juntos”) y hodos (que significa “camino”), que al unirlos dan la idea de “caminar juntos”. Tenemos así, que un sínodo es un encuentro religioso o asamblea en la que obispos elegidos desde los cinco continentes se reúnen con el Papa para intercambiar información mutuamente y compartir experiencias. Todo lo anterior con la finalidad de buscar soluciones pastorales que puedan ser consideradas de validez y aplicación universal. Dicho de otro modo, el sínodo es, en términos generales, como una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y tiene como tarea ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo. ¿Y cómo se prepara un Sínodo? Primero se define el tema a tratar. Una vez aprobado por el Papa, viene una serie de consultas a nivel universal guiados por unos Lineamenta, es decir un documento que indica y a la vez consulta el parecer y la

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Del Sínodo sobre la Palabra a la Verbum Domini

Del 5 al 25 de octubre de 2008 se realizó en Roma la XII Asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos y el tema que desarrolló fue el de La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia. Tomando en cuenta esta experiencia el Papa publicó un documento llamado Verbum Domini o La Palabra del Señor, el pasado 30 de septiembre de 2010. ¿Qué motivos hubo para designar este tema para el sínodo? ¿Cómo fue el proceso que desembocó en este extenso documento?

¿Qué es un sínodo?

El Sínodo de los Obispos es una institución permanente, relativamente reciente, creada por el Papa Pablo VI (15 de septiembre de 1965), en respuesta a las peticiones de los Obispos que participaron en el Concilio Vaticano II para que el espíritu de colegialidad, experimentado en ese acontecimiento eclesial, se mantuviera vivo.

El término sínodo, proviene de dos palabras griegas syn (que significa “juntos”) y hodos (que significa “camino”), que al unirlos dan la idea de “caminar juntos”.

Tenemos así, que un sínodo es un encuentro religioso o asamblea en la que obispos elegidos desde los cinco continentes se reúnen con el Papa para intercambiar información mutuamente y compartir experiencias. Todo lo anterior con la finalidad de buscar soluciones

pastorales que puedan ser consideradas de validez y aplicación universal. Dicho de otro modo, el sínodo es, en términos generales, como una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y tiene como tarea ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo.

¿Y cómo se prepara un Sínodo?

Primero se define el tema a tratar. Una vez aprobado por el Papa, viene una serie de consultas a nivel universal guiados por unos Lineamenta, es decir un documento que indica y a la vez consulta el parecer y la experiencia de los católicos sobre determinados temas.

Una vez que llegan los aportes se clasifican y se lleva a cabo un Instrumentum Laboris, que sirve precisamente para guiar los trabajos de la siguiente etapa.

Viene luego la Asamblea General en la que participan personas selectas, por supuesto el Papa, cardenales, obispos, especialistas e invitados especiales incluso de otras confesiones cristianas y a veces de otras religiones. Allí se expresan diversas opiniones y se llega a ciertos consensos que se convierten en Proposiciones, las cuales se entregan al Papa, para su posterior consideración.

Por lo regular después de un Sínodo de los Obispos el Papa publica un documento o exhortación post-sinodal, tomando en cuenta las Proposiciones, que le fueron enviadas. El Papa valora,

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enriquece y determina lo que deberá ser propuesto en el documento definitivo.

¿Porqué un sínodo acerca de la Palabra?

El 25 de marzo de 2007, fiesta de la Encarnación del Señor, se publicaron los Lineamenta, y claro, una de las preguntas era esta. La respuesta fue descendente.

a) Porque la Palabra de Dios es un don de amor, era necesario un sínodo que lo adorara, agradeciera, meditara y anunciara a la Iglesia y a todos los pueblos.

b) Porque el hombre de hoy tiene sed de escuchar a Dios y de hablar con Él.

c) Porque es necesario actualizar en y para nuestro tiempo los grandes testimonios de encuentro con la Palabra que encontramos en el mundo bíblico y a lo largo de la historia de la Iglesia.

d) Porque es necesario profundizar en la relación existente entre la Palabra de Dios y la Eucaristía.

e) Porque es sano revisar los frutos de la recepción y puesta en práctica del documento conciliar Dei Verbum, dedicado a la Sagrada Escritura.

De la Dei Verbum al Sínodo sobre la Palabra

La Dei Verbum del Concilio Vaticano II, hizo un denso compendio del Magisterio solemne de la Iglesia sobre la Palabra de Dios. El documento tiene visiblemente una parte doctrinal y una parte que indica su puesta en práctica. Ese documento no surgió de la nada, le habían precedido importantes encíclicas:

- Providentissimus Deus de León XIII, 18 de noviembre de 1893.

- Spiritus Paraclitus de Benedicto XV, 15 de septiembre de 1920.

- Divino Afflante Spiritu de Pío XII;[3]

30 de septiembre de 1943, a los cincuenta años de la Providentissimus Deus.

La reflexión sobre la Palabra de Dios no se detuvo con el Vaticano II, al contrario se suscitó un interés muy fuerte por la Biblia. La Pontificia Comisión Bíblica publicó De sacra Scriptura et Christologia en 1984; luego Unidad y diversidad en la Iglesia el 11 abril 1988, en ellos se tocaban aspectos importantes de la Palabra de Dios como parte fundamental de la Identidad Eclesial. Luego vino el Catecismo de la Iglesia Católica promulgado en 1992, establecía lo que se había de creer y enseñar también en lo referente a la Palabra de Dios. Para celebrar los 50 años de la Divino Afflante Spiritu la Pontificia Comisión Bíblica publicó el documento: La interpretación de la Biblia en la Iglesia (1993). El 24 de mayo de 2001 esta misma Comisión, dirigida por el entonces Cardenal Ratzinger hoy Benedicto XVI, presentaba el documento El pueblo judío y sus Escrituras Sagradas en la Biblia cristiana (24 mayo 2001). Un poco después publicó, Biblia y moral. Raíces bíblicas del obrar cristiano, el 11 mayo 2008, al mismo tiempo que se publicaba el Instrumentum laboris para el sínodo.

Los Papas Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI, en sus

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audiencias, catequesis y documentos hicieron siempre referencia a la Biblia.

Le precedió el sínodo sobre la Eucaristía.

El sínodo sobre la Palabra se realizó en el año dedicado a San Pablo, año en que se potenciaron los estudios sobre las cartas paulinas.

Los cuarenta años transcurridos entre el Vaticano II y el Sínodo de la Palabra habían generado frutos positivos:

- la renovación bíblica en ámbito litúrgico, teológico y catequístico;

- la difusión y práctica del Libro Sagrado a través del apostolado bíblico y del dinamismo de las comunidades y movimientos eclesiales;

- La difusión de la praxis de la Lectio Divina;

- mayor número de ministros y lectores de la Palabra de Dios;

- la disponibilidad creciente de instrumentos y subsidios de la comunicación actual;

- interés por la Biblia en el ámbito cultural

También hubo dificultades serias:- El documento conciliar se conoce

muy poco;- los fenómenos de ignorancia e

incertidumbre sobre la misma doctrina de la Revelación y de la Palabra de Dios;

- el alejamiento de muchos cristianos de la Biblia;

- desconocimiento del depósito de la fe a la cual la Biblia pertenece.

- dificultad en la comprensión de la Biblia y persistencia del riesgo de un uso incorrecto de la misma;

- la insatisfactoria praxis litúrgica respecto de la Palabra de Dios en la Misa;

- la relación entre Biblia y ciencia en la interpretación del mundo y de la vida humana;

- disociación entre enseñanzas morales y Sagrada Escritura;

- el relativismo de pensamiento y de vida;

- pobreza en cuanto a los medios materiales en la difusión de la Biblia y en cuanto a las formas de comunicación.

- urgencia de métodos que permitan el encuentro con la Sagrada Escritura.

¿Qué objetivos se planteó el sínodo?

Los Lineamenta indicaron que la finalidad era pastoral. Después de hacer la consulta universal y armar el Instrumentum laboris, publicado el 11 de mayo de 2008, este aspecto se volvió a confirmar.

Lo anterior implicaba que la profundización doctrinal debería desembarcar en extender y reforzar la práctica del encuentro con la Palabra como fuente que vivificara los diversos ámbitos de la experiencia humana y cristiana. Dicho de otro modo, le interesaba buscar caminos adecuados y alcanzables para escuchar a Dios y hablar con El.

Esta finalidad general se especificó en las siguientes líneas:

- iluminar aspectos de la verdad sobre la Revelación: la Palabra de Dios, la Tradición, la Biblia, el Magisterio.

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- Encender la estima y el amor profundo por la Sagrada Escritura.

- Renovar la escucha de la Palabra de Dios, en el momento litúrgico y catequístico, ejercitando la Lectio Divina.

- Ofrecer al mundo de los pobres una Palabra de consuelo y esperanza.

- Promover un correcto ejercicio hermenéutico de la Escritura, orientando bien el necesario proceso de evangelización y de inculturación.

- Alentar el diálogo ecuménico. - Favorecer el diálogo judío-cristiano,

el diálogo inter-religioso y el intercultural.

¿Qué puntos de referencia tuvo el sínodo?

El trabajo a realizar en el sínodo debería tener en cuenta del Concilio Vaticano II: la Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación Dei Verbum y las Constituciones Dogmáticas sobre la Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium y sobre la Iglesia Lumen gentium, y la Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo Gaudium et spes.

No se podían olvidar dos aportes de la Pontificia Comisión Bíblica: La interpretación de la Biblia en la Iglesia y El pueblo judío y sus Escrituras Sagradas en la Biblia cristiana.

También había que tomar en cuenta el Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio del mismo, así como el Directorio General para la Catequesis.

Se debería estar atento al magisterio sobre la Palabra de Dios generado por los

Papas Pío XII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Los Dicasterios de la Curia Romana en los cuarenta años posteriores al Concilio habían generado documentos que deberían tomar en cuenta. Se debían sumar textos sobre la Palabra de Dios existentes en las Iglesias particulares y en otros organismos eclesiales continentales, regionales y nacionales.

El Sínodo sobre la Eucaristía y el Año Paulino también serían puntos de referencia.

Los participantes del Sínodo

Participaron un buen número de Cardenales y Obispos. Unos por su trabajo en la Curia Romana, otros representando a 113 conferencias episcopales nacionales y a 13 Iglesias orientales católicas, otros más invitados por el Papa.

También hubo superiores y superioras de congregaciones religiosas.

Participaron, además: 41 EXPERTOS: la mayoría de ellos profesores de Universidades Católicas, de 21 países. 37 OYENTES de 26 países: Sacerdotes, religiosas y laicos, muchos de ellos representantes de movimientos y asociaciones católicas.

Hubo también DELEGADOS FRATERNOS: Patriarcado Ecuménico, Patriarcado de Moscú, Patriarcado Ortodoxo Rumano, Patriarcado Ortodoxo Serbio, Iglesia Ortodoxa Griega, Iglesia Apostólica Armena, Comunión Anglicana, Federación Mundial Luterana,

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Iglesia Cristiana, Consejo Ecuménico de las Iglesias

También estuvieron tres INVITADOS ESPECIALES: - Shear-Yashuv Cohen, Rabino Jefe de Haifa; - Hno. Alois, Prior de la Comunidad Ecuménica de Taizé; - Rev.do Archibald Miller Milloy, Secretario General de las "United Bible Societies".

¿Cómo fue el sínodo?

En una entrevista al Profesor Salvador Pié-Ninot, de la Universidad Gregoriana dijo: “Yo estoy feliz, por esta vitalidad: sobre todo, el fuerte impacto de Latinoamérica --¡el 43% del catolicismo! y me ha impresionado la ‘fuerte' India con la insistencia en la pobreza y el analfatebismno--; los africanos preocupados por la difusión de la Biblia entre la gente sencilla y el Islam; los de Oriente Medio interpelados por el ecumenismo con los ortodoxos, así como con Israel y el Islam; […]; muchas intervenciones de obispos del primer mundo sobre la secularización, la indiferencia y el hambre de una palabra ‘definitiva'....; el testimonio comunitario de los superiores generales”.

Cuando se le preguntó por su balance global del Sínodo dijo: “Trazaría un balance a tres niveles. Primero a nivel sinodal-eclesial. Ha sido una experiencia eclesial de iglesia universal única a través de los testimonios de los diversos continentes centrada en la voluntad de potenciar la Biblia, su lectura (con la sugerencia novedosa del "ministerio del lectorado" a las mujeres) y su influjo en la

Iglesia hoy, con la debida fascinación por el tesoro, aún no explotado suficientemente, que representa la Biblia para la renovación eclesial; y subrayado común de "la urgencia de predicar la Palabra de Dios para poder evangelizar nuestro mundo"

A nivel teológico ha habido una aportación modesta, dado que el objetivo primario era bíblico-pastoral, […] el posterior "Instrumentum laboris", […] planteó algunas cuestiones teológicas clave como: las diversas formas de la Palabra de Dios como "un canto a varias voces"; la relación entre la Escritura, la Tradición y el Magisterio; y la difícil articulación entre exégesis y teología [...]

Ya a nivel pastoral-práctico, recobra una importancia decisiva del relanzamiento de la prioridad de la Palabra de Dios en la Iglesia en todos sus acciones, a partir de Jesucristo, atestiguada particularmente en la Biblia y transmitida por la Iglesia, como tradición viva, a cuyo servicio está el Magisterio como "intérprete auténtico" (DV 10).  

Y al fin la Verbum Domini

El 26 de octubre de 2008, una vez concluido el Sínodo se le entregaron al Papa 55 Proposiciones:

Introducción (1-2)Primera parte: La Palabra de Dios en la

fe de la Iglesia (3-37)Tercera parte: La Palabra de Dios en la

misión de la Iglesia (38-54)Conclusión (55)Del 26 de octubre al 10 de noviembre

se publicaron en una versión traducida no

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oficial. A diferencia de otros sínodos las proposiciones no reservadas en secreto.

El Papa después de recibir las Proposiciones de los participantes en el Sínodo reflexionó y redactó el documento Verbum Domini, terminado y publicado casi 2 años después de la conclusión del Sínodo.

Estuvo firmada el 30 de septiembre de 2010, pero se publicó el 11 de noviembre del mismo año.

Se abre con una Introducción (1-5)Luegoos presenta a un Dios que quiere

entablar un diálogo con el hombre:PRIMERA PARTE: VERBUM DEI El Dios que habla (6-21)La respuesta del hombre al Dios que

habla (22-28)La hermenéutica de la sagrada

Escritura en la Iglesia (29-49).Luego se profundiza sobre la relación

de la Palabra y la Iglesia:SEGUNDA PARTE: VERBUM IN

ECCLESIALa palabra de Dios y la Iglesia (50-51)La liturgia, lugar privilegiado de la

palabra de Dios (52-71)La palabra de Dios en la vida eclesial

(72-89)Enseguida nos invita a anunciar la

palabra de Dios al mundo TERCERA PARTE: VERBUM

MUNDOLa misión de la Iglesia: anunciar la

palabra de Dios al mundo (90-98)Palabra de Dios y compromiso en el

mundo (99-108)Palabra de Dios y culturas (109-116)

Palabra de Dios y diálogo inter-religioso (117-120)

Finalmente se cierra con una Conclusión (121-124).

Es muy interesante que el documento se abra y se cierre con párrafos que contienen una referencia a la alegría: Para que nuestra alegría sea perfecta [2] y «Mater Verbi et Mater laetitiae» (Madre del Verbo y Madre de la alegría) [124]