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LaPaz, Bolivia2009

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Índice

Elizabetta Di Castro

La democracia y sus condiciones de posibilidad

Pilar Uriona Crespo y Dunia Mokrani Chávez

Poder y reconocimiento: los mecanismos de Ia exclusión

MárgaraMillánMulticulturalismo, derechos demujeres y feminismo en América Latina

José Mauricio Domfnguez

Democracia, Iibertad y dominación: una discusiónteórica con referencia especial (vÍa India) aAmérica Latinav el Brasil

Luis Tapia 109t' Lo político y Io democrático en los movimientos sociales

FabiolaBscárzaga 123

La emergencia india contra el neoliberalismo:balance y perspectivas

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33

47

75

ClaudiaPeñaUn pueblo eminente.El populismo autonomista en Santa Cruz-Bolivia

Moira SuazoIdentidad étnicay democracia en la Bolivia contemporánea

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25 años de vidaUn acontecimiento parapensar el desarrollo

La comunidad académica de launiversidad Mayor de sanAndrés celebraeste 2009los 25 años de historia de trabajo universitario ininterrumpidosde su Postgrado en ciencias del Desarrollo (croEs), fundado en julio del9B4 como una experiencia pionera para crear las bases de un trabajomultidisciplinario en estudios del desarrollo.

Respondiendo a las importantes demandas de especializaciónacadémica en este campo -que involucra diferentes áreas delconocimiento- el cIo¡s emergió inicialmente como un acuerdo entre lasFacultades de Economía, ciencias Sociales, Derecho y ciencias políticas,a las que luego se incorporaron las de Humanidades y Agronomía,impulsando variados programas de maestrías que, al expandirse sobretodo en la década de los años 90, llevaron a nuestra institución a teneruna dependencia orgánica directa del Vicerrectorado.

La importante historia de 25 años del cnrs refleja varias fasesde nuestra organización, estructuración y consolidación institucionaly académica que se ha desarrollado bajo las condiciones del avancede las ciencias, las tecnologías, las tendencias del pensamiento y delas sociedades contemporáneas, y principalmente bajo los contextoshistóricos nacional, regional y mundial que han condicionado laeducación superior pública y sobre todo postgradual. Estos contextoshan sido determinantes de las condiciones en las que se han planteadolos retos y proyectos de organización de nuestro postgrado que, en suconstitución, también coronó un anhelo en la búsqueda por restablecerlos equilibrios en la formación superior con el resto de los paíseslatinoamericanos.

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La coincidencia de estos 25 años de vida institucional y académicaen el trabajo postgradual con los 27 años de democ¡acia ininterrumpidaen el país, ha permitido que el pensamiento y conocimiento, Iascontroversias y debates alrededor de las teorías, metodologías y dela realidad misma -que tienen en la universidad pública su espaciogenuino de mayor libertad para producirse- se hayan podido desplegaren niveles de profundización propios del postgrado. Sin embargo, estetrabajo debió sortear, al mismo tiempo,las dificultades provocadas porlas políticas de ajustes neoliberales que condenaron los postgrados a suvirtual privatización al interior de Ia universidad pública, aspecto sobreel que el croEs se ha empeñado en generar un debate abierto y claro, decara a la tradición democrática, popular y emancipatoria de nuestraCasa Superior.

En esos contextos, en el ciclo largo de los 25 años de vida se harealizado una importante acumulación académica que ha permitidoel aprendizaje de un trabajo multidisciplina¡io en la construcción dela oferta de formación en el nivel de maestrías v su posterior salto haciael doctorado en ciencias del desarrollo, manteniendo la perspectivadel enfoque macro histórico en el estudio de los procesos económicos,políticos y sociales. También se han mantenido y enriquecido susf,nes de formación de profesionales sensibles al tiempo actual y futuroen el campo de las ciencias sociales y humanas, de promoción de laformación de una escuela de pensamiento sobre los temas de desar¡ollodesde una visión multidisciplinario de la realidad, de producciónde teoría que dialogue con el pensamiento regional y universal,de investigación para generar conocimiento que contribuya conmetodologÍas adecuadas para aprehender la multidimensionalidadde la vida social, de articulación de la docencia con investigación yproducción de conocimientos, de diálogo, difusión y debates sobre losavances de investigación y producción intelectual nacional, regional ymundial, de contribución en la generación de estrategias de desarrollopara el paÍs y el departamento, y de preservación del crDEs como núcleoacadémico de una universidad pública.

Estos fines se fueron realizando bajo principios y ejes deor ganización que hemo s venido enr iqueciendo en el tiemp o, en el marcode procesos de reformas y reflexión autocrítica que han ido produciendoavances y cambios acordes con los cambios histórico políticos de las

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25 Años de vida

últimas décadas, y con Ia dinámica y cambio de las ciencias socialesy humanas. Entre esos principios y ejes organizativos incorporamos:la necesidad de pensar el desarrollo -campo problemático en torno alcual se organizala identidad del cmrs- como movimiento de la sociedad,economía, cultura, estado, poder y naturaleza en su historicidadcontradictoria; el desafío de construir la complejidad multi, inter ytransdisciplinaria en el trabajo de formación e investigación que sólopuede avanzar en el tiempo y en el marco de una comunidad académicainterna que los articula; el pluralismo teórico como requisito de laautonomía intelectual, pÍrr? evitar Ia adscripción a determinadacorriente de pensamiento en particular y garantizar la democraciaen el seno de la institución; Ia consideración de la realidad nacionaly su transformación como referente fundamental de la formación yproducción de conocimientos; y la consolidación de una comunidadacadémica multidisciplinaria de profesionales como sustento de latransmisión y producción de conocimientos en interacción mutua y conotras comunidades académicas.

25 años de trabajo cierran un ciclo de cara a esa construcción yconsolidación de fines y principios académicos e institucionales, quehan dejado al cnes como institución con significativas capacidades pararesponder alos desafíosespecíficos de formación e investigqción de cara ala realidad nacionaly las profundas transformaciones políticas, estatalesy sociales que vivimos actualmente en el país; con la consolidaciónde una planta estable de docentes investigadores multidisciplinariosde tiempo completo y calificación de nivel doctoral, con programasde formación en niveles de maestría y doctorado que actualizan suscontenidos y profundizan su carácter multi e interdisciplinarios demanera constante, y con significativos vínculos con universidades,facultades, postgrados e institutos nacionales e internacionales, conredes académicas como cLACSo, REDIBEI, Ftl,CSo y otras.

No menos importante ha sido el afán inclusivo que -en losúltimos años- ha ido af,anzando el progresivo carácter de postgradopúblico del cnns, con la reducción de costos de colegiatura y mayorescompromisos de trabajo académico por parte de su comunidad dedocentes investigadores, para evitar que la condición socioeconómicaprecaria de la mayoría de los profesionales bolivianos sea obstáculo alacceso de generaciories de profesionales a una formación postgradualde alta calidad.

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De cara a este renovado desafío, nos hemos propuesto comocomunidad celebrar los 25 años de vida académica institucionalpublicando un conjunto de libros elaborados individualycolectivamentepor los docentes investigadores del crDES, por docentes investigadoresnacionales e internacionales que pasan por nuestras aulas; y quevisualizan reflexiones e investigaciones que se realizan como parte deltrabajo académico cotidiano.

La colección aborda una diversidad de temas asociados condiferentes dimensiones de la construcción del conocimiento y deldesarrollo mismo, sus principios, aspectos estructurales, históricos ynormativos; temas quedesafíanelpropio conceptodedesarrolloyapuntana su construcción intercultural a tono con la coyuntura de cambios enel país y el mundo. En ese marco, estamos conscientes que la noción dedesarrollo está pasando por serios procesos de crítica y reconstrucción,por las connotaciones evolucionistas y eurocéntricas predominantesen sus principales formulaciones, pensadas de cara a la construcción yampliación de estados nacionales y de un pro-vecto económico y culturaldirigido a una progresiva modernización capitalista homogénea quebusca la creciente satisfacción material e individual, fundada en formasque han amenazado con subordinar y transformar otros principios,culturas y conocimientos a su imagen y semejanza-

Ahora son pro ce so s de globalización -v mundia I i zación capitalista

los que están modificando sustancialmente esas condiciones yponiendoen entredicho lo que se ha entendidoyofrecido convencionalmente comodesarrollo, a partir de importantes desplazamisa¡65 en las expectativas,de los cambios polÍticos y culturales que se manifiestan en nuevasconductas de la población a nivel mundial, -v del desmoronamiento delas certidumbres y promesas del progreso. Por eso, también es urgentevislumbrar nuevas perspectivas, lo que implica emprender una tarea dere-interpretación de la cuestión nacional y de la coyuntura global actualque, a todas luces, es una coyuntura de cambio de época, marcadapor la presencia de varias crisis: las crisis alims¡¡¿¡¡¿ y de seguridadhumana, la crisis del empleo, la crisis energética y sus desafíos para elfuturo de la industria de los hidrocarburos; crisis todas atravesadas porla de la economía internacional originada en lo que algunos analistasconsideran el colapso de la base productir,'a de la economía de losEstados Unidos a causa de una desmesurada especulación financiera, ysu capacidad de arrastre hacia otros países.

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25 Años de vida

En su conjunto, estas crisis son materia de intensos debates sobresus orígenes, consecuencias, especificidad, sus tiempos y los modos deser remontadas. Crecen así los acuerdos sobre la necesidad de cambiosfundamentales en los principios y paradigmas del desarrollo que,fundado en el crecimiento económico, eI individuo racional, la ausenciade lugar y comunidad, la separación entre cultura y naturaleza, entreeconomía y sociedad, entre economÍa y naturaleza, la primacía delconocimiento experto, etc., se impuso por sobre cualquier otra formade ser, pensary soñar el futuro. Sin embargo, las otras formas de hacerloestán surgiendo como reacciones alas crisisytambién como imaginariosde mundos distintos que intentan restituir la unidad y armonía de1o separado, lo primordial del sitio o territorio y de racionalidadescolectivas, la contención del progreso de cara a un desplazamientohacia el ser humano entre otras aristas. Estas forman asoman ahoradesde prácticas y experiencias que han convivido -invisibilizadas- conlas formas dominantes y que es preciso articular.

Recogiendo las experiencias que le son propias, el cnns-urr¿sa se hapropuesto contribuir a un mejorynítido debate sobre estas posibilidadesde encuentro o desencuentro entre las diferentes opciones de desarrollo,dotándolas de los argumentos necesarios que permitan vislumbrarsus posibilidades futuras de cara a una transformación de estructurassociales, políticas y culturales, en un marco ineludible de construcciónde más justicia, democracia, igualdad para una profunda cohesiónsocial y cultural.

Este desafío pasa por iniciar una sistematización de los debatessobre diferentes campos y ámbitos de la realidad de cara a loscambios políticos fundamentales en la región y particularmente ennuestro país, y en los propios parámetros del patrón de desarrollo yglobalización actuales. Así, los libros que componen la serie de estacolección de aniversario tocan temas referidos al futuro de la mineríay los hidrocarburos, al desarrollo productivo de la industria, al cambioclimático en Los Andes y sus efectos sobre la agricultura, aI contextogeneralde crisisydevulnerabilidad de precios de Ios productos fundadosen recursos naturales; tocan las cuestiones del empleo y regímenesde bienestar, de población y migraciones, de género, de las llamadaseconomías indígenas, de la democracia y otros temas vinculados condimensiones culturales y políticas del desarrollo.

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Esperamos que, con base en esta colección, podamos generar ycompartirrefl exionesydebates sobre sus diferentes temasyaproximarnosa una discusión sistemática sobre las "ciencias del desarrollo" en superspectiva multidisciplinaria, para proyectar hacia los próximos añoslo que se halogrado consolidar como estructuras, estrategiasyprincipiosde organización de reflexiones y programas académicos y sustituir loque ya no es sufi.ciente ni pertinente para enfrentar esta coyuntura decrisis mundial, de cuestionamientos a los "paradigmas del desarrollo" ylos patrones de la globalización, pero también dg sambios políticos quetraen nuevas promesas para el mundo, la región y particularmente paranuestro país.

La.Paz,Iulio de 2009

Ivonne Farah Hen¡ichDirectora crDEs - rrMs¡{

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T1La oemocracra v suscondiciones de posibilidad

Elisabetta Di Castror

ILa consolidacióndelademocraciaen elmundo contemporáneo es unlogroque no debe menospreciarse. Lejos de ser una concesión cortés por partedel poder político, es el resultado de largas y diversas luchas que ningúngrupo honestamente puede reivindicar en exclusiva. Pero democraciase puede decir de múltiples maneras. Recordemos la distinción entrela llamada democracia de los antiguos y La de los modernos; distinciónque fue perfilando algunas de sus más apasionadas defensas en el siglopasado. Entre los autores que destacan en los debates contemporáneossobre la democracia, se encuentra Norberto Bobbio quien dedicó su vidaal estudio de la filosofía política y la filosofía del derecho.2

Entre los esfuerzos por tratar de delimitar eI término democraciaen tanto mejor o nlenos mala forma de gobierno, Bobbio propuso unadefinición mínima a partir de las reglas que determinan quienes puedendecidir: por régimen democrático se entiende primeramente "unconjunto de reglas de procedimiento para la formación de las decisionescolectivas, en Ia que es prevista y facilitada la más amplia participaciónposible de los interesados".3 Entre estas reglas destaca las siguientes:

I Doctora en FilosofÍa. Docente e investigadora en la Facultad de FilosofÍa y Letras de laUniversidad Nacional Autónoma de México.

2 La lucha contra el fascismo y el rechazo al autoritarismo del socialismo real marcaron lavida de este autor. Momentos de antidemocracia y violencia contra los cuales Bobbio hacesu contribución a la teorÍa y práctica de la democ¡acia. Para un desarrollo más amplio dela propuesta de este autor, cfr. Elisabetta Di Castro, Razón y política. La obra de NorbertoBobbio, México, ur¡¡rr¿-Fontamara, I 998.

3 Norberto Bobbio, "Premessa" a Il futuro clella democrazia. IJna difesa delle regole del gioco.Torino, Einaudi, Nribyó Politecnico 141, 1984, p. X.

t . t

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La democracia y sus condiciones de posibilidad

1. Todos los ciudadanos con mayoría de edad, sin ningún tipo dedistinción, tienen el derecho, a través del voto, de expresar suopinión y/o elegir a quien la exprese por él;

2. El voto de todos los ciudadanos tiene el mismo peso;3. Los ciudadanos tienen la libertad de votar según su opinión

formada lo más libremente posible, es decir, a partir de unacompetencia libre entre grupos políticos organizados;

4. El voto debe ser una elección, es decir, debe haber alternativasreales;

5. El principio de mayoría numérica, en sus diversas formaspreestablecidas (relativa, absoluta o cualiflcada), rige para lasdeliberaciones colectivas y para las elecciones; y,

6. Las decisiones tomadas por mayoría no deben limitar losderechos de las minorías, principalmente el derecho devolverse, bajo las mismas condiciones, mayoría.a

De acuerdo con esta definición mínima, las tres condicionesfundamentales de Ia democracia son:

Se autoriza a un número muy alto de los miembros del grupo a participaren la toma de decisiones colectivas (aunque no a todos, como es el caso delos menores de edad);

Las decisiones colectivas son aprobadas por al menos la mayoría de losque participan en ellas;y

Los que participan en la toma de decisiones colectivas pueden ejercer susderechos individuales, especialmente los de libertad, opinión, expresión,reunión y asociación.

Para Bobbio, su definíción mínim¿ de democracia no sólo es lamás clara sino también la única que proporciona un criterio infaliblepara distinguir, independientemente de cualquier juicio de valor, losdos tipos ideales opuestos de gobierno: Ia democracia y la autocracia.sEn última instancia, lo que caracteriza a la democracia como método,no son los contenidos, ya que estaría abierta a todos, sino la exigencia

4 Cfr. Norberto Bobbio, "Quali alternative alla democrazia rappresentativa" en Qualesocialismo? Discussione di un'alternatiua,Torino, Einaudi, Nuevo Politecnico 84, 1976.

5 Cfr .NorbertoBobbio," I l futut¡odel lademocrazia"et l l futurodel lademocrazia,p.6.

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a)

b)

c)

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Elisabetta Di Castro

del respeto a las instituciones. Finalmente, en tanto el derecho y el poderson dos caras de una misma moneda (sólo el poder puede crear derechoy sóIo el derecho puede limitar eI poder), el régimen democráticofunciona de manera correcta sólo en el ámbito del gobierno de lasIeyes: "la democracia es el gobierno de las leyes por excelencia. En elmismo momento en que un régimen democrático pierde de vista éste suprincipio inspirador, se vuelve rápidamente en su contrario, en una delas tantas formas de gobierno autocrático."6

Con su definición míníma de democracia, Bobbio tomó tambiénuna posición inicial en relación a tres puntos medulares: democraciarepresentativa o directa, democracia política o social, y democraciaformal o sustancial. Veamos esto con un poco de detalle.

La democracia representatiua.A lo largo de su obra, Bobbio insistióen diferenciar la democracia de los antiguos de la de los modernos.Esta insistencia obedece a que si bien la democracia representativase ha consolidado históricamente, el ideal de la democracia directa,concebida como Ia uerdadera democracia, sigue presente. Al respecto,Bobbio subrayó que incluso para un autor como Rousseau ,unauerdaderademocracia (entendiendo por ello Ia democracia directa) jamás habíaexistido niexistiríaporque sus condiciones necesarias son prácticamenteincumplibles: un Estado muy pequeño, con costumbres sencillas y conigualdad de condiciones y fortunas. A pesar de que en el transcursode más de dos siglos, Ias sociedades se han alejado cada vez más deestas condiciones, -los Estados se han vuelto más grandes y populosos,las costumbres no se han simplificado, y las desigualdades se hanensanchado-, la demanda de mayor democracia se sigue entendiendocomo el afianzamiento de la democracia directa, e incluso en sustituciónde la democracia representativa. Si esto implica la participación delos ciudadanos en todas las discusiones que les afecten, para Bobbiose trata de una propuesta insensata y objetivamente imposible:"sería ridículo, además de irrealista, al menos en el estadio actual delprogreso social e intelectual, hacer la hipótesis de una sociedad en laque todos los ciudadanos adultos tengan el derecho de influir, directa oindirectamente, en la formación de las decisiones políticas.7

6 Norberto Bobbio, "Governo degl i uominidemocrazia, p.17A.

7 Norberto Bobbio, "Quai i a l ternat ive al lasocial ismo?, p.5l .

o governo delle leggi?" en II futuro della

democrazia rappresentat iva?" en Quale

tc

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La democracia y sus condiciones de posibilidad

Para Bobbio, esta demanda absurda parte de una identificación

errónea entre democracia representativay Estado parlamentario, por lo

quelacrítica alsegundo sevuelve tambiénunacríticaalaprimera. Frente

a ello, el autor advirtió que el Estado parlamentario no necesariamente

es una democracia representativa y que si bien puede ser una aplicaciónparticular del principio de representación tampoco es la única

posible. Del mismo modo que no toda democracia es representativa,

tampoco todo Estado replesentativo es democrático; en este sentido,

enfatizó que en el concepto democracia representatiuahay que tomar

en cuenta tanto el adjetivo como el sustantivo. Con el fin de terminar

con estos equívocos, Bobbio propuso la siguiente definición inicial: "La

expresión'democracia representativa significa genéricamente que las

deliberaciones colectivas, es decir, las deliberaciones que atañen a la

colectividad entera, no son tomadas directamente por quienes formanparte de ella, sino por personas elegidas para ese fin."8

Por otra parte, Bobbio también señaló que la crítica a la democracia

representativa tampoco conduce de manera inmediata a la democracia

directa. En el debate sobre la representación política hay que distinguir

dos problemas fundamentales: el de los poderes del representante y

el del contenido de la representación. Una vez establecido que A debe

representar a B, el problema de la representación puede resolverse

de diversas maneras dependiendo de las respuestas que se den a las

preguntas ¿cómo Io representa? y ¿qué representa?. En relación con la

primera pregunta, la representación puede ser como fiduciario (si no

hay mandato imperativo) o como delegado (si el mandato es limitadoy revocable); en relación a la segunda pregunta, se pueden representar

Ios intereses generales del ciudadano o los intereses particulares de

obreros, campesinos, comerciantes, profesionistas, etc. Las democracias

representativas contemporáneas se caracterizarían por una representa-

ción como fiduciario de los intereses generales de la sociedad civil, no de

los particulares; por ello, el representante no es responsable directamente

ante los electores y su representación no es revocable.Por lo que se refi"ere a este punto, la crítica a Ia democracia

representativa se ha centrado fundamentalmente en dos aspectos:

se critica tanto el mandato no imperativo reivindicando un vÍnculo

más estrecho entre el representante y el representado, así como

8 Norberto Bobbio, "Democrazia rappresentativa e democrazia diretta" en Il futuro della

democrazia,p.32.

to

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Elisabetta Di Castro

la representación de los intereses generales en defensa de unarepresentación orgánica o funcional de los intereses particulares de ungrupo o clase. Ambas críticas, observó Bobbio, no llevan a transformarla democracia representativa en democracia directa.

Con respecto a la representación orgánica, el autor consideró queésta por sí misma no es negativa, incluso habría situaciones en las queno sólo es deseable sino incluso inevitable. Pero, su campo de acción eslimitado y técnico: cuando se extiende este tipo de representación másallá de los límites que le son propios, como es el caso de la representaciónpolítica, se vuelve problemática. Para Bobbio, en la esfera política, losciudadanos deben ser representados por ciudadanos. En principio,éstos son todos iguales y si se distinguen no es por su pertenencia aun grupo o clase (como sería en un Estado estamental), sino por lasdiversas propuestas políticas que sostienen, las cuales son organizadasgeneralmente por los partidos políticos (característica fundamental delEstado representativo contemporáneo) :

Nada que objetar sobre el hecho de que en la escuela losestudiantes sean representados por estudiantes, en la fábrica losobreros por obreros. Pero ya cuando se pasa al terreno en dondelos intereses en causa son los intereses de los ciudadanos y no deésta o aquella categoría, los ciudadanos deben ser representadospor ciudadanos, que se distinguen entre ellos a lo mucho nocon base en la categorÍa que representan sino con base en lasdiversas visiones comprensivas de los problemas que ellos se hanformulado (visiones comprensivas que cada uno posee con baseen la pertenencia a éste o aquel movimiento político).,

Con respecto ala representación revocable con mandato imperati-vo, más allá del problema de su viabilidad en las sociedades complejas,Bobbio reconoció que sería la forma de democracia representativa máscercana a la democracia directa. Aceptación que le permitió aclarar:"entre la democracia representativa pura y la democracia directa purano hay, como los partidarios de la democracia directa creen, una saltocualitativo [...] entre la forma extrema de democracia representativa yIa forma extrema.de democracia directa hay un continuum de formas

9lbid. ,p. o. : '

1a

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La democracia y sus condiciones de posibilidad

intermedias."ro Esta afirmación estaba dirigida á ,o.uuu, la visiónde que la democracia representativa y la directa son dos sistemasalternativos. En realidad serían dos formas que pueden e incluso debenser integradas: "Con una fórmula sintética se puede decir que en unsistema democrático integral, las dos formas de democracia son ambasnecesatias, pero no son, por sí mismas, consideradas suficientes."li

Sin embargo, en su defi.nición mínima de democracia hay una claraprimacía de la democracia representativa que propicia el compromisoentre las partes para resolver los conflictos de intereses. De hecho, lademocracia directa, que favbrecería más bien el enfrentamiento, fueconsiderada adecuada sólo para resolver controversias de principios; yde sus dos institutos, la asamblea deliberativa y el referéndum, sólo elúltimo sería viable en un sistema complejo como es el de la sociedadcontemporánea: "En cuanto al referéndum, que es además el únicoinstituto de democracia directa de concreta aplicación y de efectivaaplicación en Ia mayor parte de los Estados democráticos, es unexpediente extraordinario para circunstancias extraordinarias."I2

La democracia política. Pero la demanda de mayor democracia nosólo consiste en la exigencia de sustituir la democracia representativapor la directa, pretensión que fue calif,cada por Bobbio de absurda,sino también en el paso de la democracia política a la social. En otraspalabras, que el proceso de democratización, entendido como laexpansión del poder ascendente, se vaya ampliando de la esfera delas relaciones políticas (en donde todos los individuos por igual sonconsiderados ciudadanos), a la esfera de las relaciones sociales (en dondecada individuo es considerado según los roles especÍficos que tiene en lasociedad). Esta extensión de la democracia a cuerpos no exclusivamentepolíticos, presupone un nuevo marco problemático: Ia pregunta por eldesarrollo de la democracia en un determinado Estado ya no sería eltradicional ¿quíén vota? sino ¿dónde se vota? Con la primera pregunta,el criterio para evaluar el desarrollo de la democracia era la ampliacióndel derecho a participar (criterio que llevó a consolidar el sufragiouniversal). Con la segunda pegunta, el criterio para dicha evaluaciónserÍa la ampliación de los espacios no-políticos en donde se reconoce elderecho a participar.

r0 lbid., p.4r.11 lbid., p.42.12 lb id. ,p.43.

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Elisabetta Di Castro

Sin embargo, este marco problemático tampoco implicaría unnuevo tipo de democracia, obedecería simplemente al propio desarrollode esta forma de gobierno que va ocupando nuevos espacios. Euoluciónque Bobbio sintetizó en la siguiente fórmula: de la democratizacióndel Estado a la democratización de la sociedad. Demanda con la quese reconoce que las decisiones políticas están condicionadas, e inclusodeterminadas, por lo que acontece en Ia sociedad civil:

Una vez conquistada la democracia política nos hemos dadocuenta de que la esfera política está incluida a su vez en una esferamucho más amplia que es la esfera de la sociedad en su conjunto,y que no hay decisión política que nb esté condicionada o inclusodeterminada por lo que sucede en la sociedad civil. Nos hemosdado cuenta de que una cosas es la democratización del Estado, loque sucedió generalmente con la institución de los parlamentos,y otra cosa es la democratización de la sociedad, por eso puededarse perfectamente un Estado democrático en una sociedaden la cual la mayor parte de sus instituciones, de la familia a laescuela, de la empresa a la administración de servicios, no seangobernadas democráticamente.r3

Finalmente, la exigencia de mayor democracia presupondrÍaque la democracia política, si bien es una condición necesaria, no essuficiente: "De aquí la pregunta que caracterizamejor que cualquieraotra la fase actual del desarrollo de la democracia en los paísespolíticamente ya democráticos: ¿es posible la sobrevivencia de unaEstado democrático en una sociedad no democrática? Y que puedeser formulada también en este modo: la democracia política ha sidoy es todavía necesaria para que un pueblo no caiga bajo un régimendespótico. Pero ¿es también suficiente?".1a

Más allá del problema de su suficiencia o no, incluso de que estademocracia integral no sólo sea deseable sino también posible, el autorinsistió en la necesidad de no confundir la democracia del Estado conla democracia de la sociedad. Se trataría de dos niveles distintos yno habría ninguna garantía para el paso de uno al otro: se han dadoEstados democráticos en sociedades en las que la mayor parte de susinstituciones no.son gobernadas democráticamente, y no se puede saber13 lb id. , p.45. : .14 Loc. cit.

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La democracia y sus condiciones de posibil idad

si objetivamente puedan da¡se Estados democráiicos en sociedadestambién democráticas.

La democracia formal. El otro elemento que entra en juego en Iadefinición de democracia es la diferencia entre la democracia formaly la sustancial. Este problema obedece a que, en el lenguaje polÍticomoderno, el concepto de democracia llegó a significar no sólo unaforma determinada de gobierno sino también un régimen caracterizadopor ciertos fines y valores (además de la igualdad jurídica, la igualdadeconómicay social). Para Bobbio, las dos connotaciones de democraciacorresponderían a dos principios cualitaüvamente diversos que debendistinguirse para no crear más confusiones:

El concepto tradicional de democracia se enturbia cuando secambia el gobierno del pueblo por el gobierno para el pueblo.Cualquiera que tenga alguna familiaridad con la historia de lasteorías de las formas de gobierno sabe que la distinción clásicaentre monarquía y república (que se remonta a Maquiavelo) -y enla cual, con base en un criterio extrínseco como es el número de losgobernantes, la república comprende tanto la aristocracia comola democracia-, se ha venido sustitu-vendo por la distinción entredemocracia y autocracia (donde la autocracia comprende tanto lamonarquía como la aristocracia), es deci¡, una distinción fundadasobre un criterio menos extrínseco, a saber el modo diverso con elque es creado un ordenamiento jurídico.l5

En diversos ensayos, Bobbio reiteró que el concepto dedemocracia rro es un concepto elástico que se pueda usar de diversasformas según las circunstancias. La democracia sería un conceptocon límites específlcos: remite a las reglas necesarias para la toma dedecisiones colectivas cuando el poder es ascendente. Asimismo, comomencionamos, lo que caracterizarÍa a Ia democracia cómo método, noson ciertos contenidos ya que estaría abierta a todos, sino la exigenciadel respeto a las instituciones.

De esta manera, para Bobbio, la democracia es primeramenteformal, aunque no se excluye la posibilidad de una democracia que

15 Norberto Bobbio, "Perché democrazia" en Quak socialismo?, p.71. Aquí, Bobbio retoma Iacontraposición planteada por Kelsen entre democracia y autocracia, en la que se distingueel poder ascendente del poder descendente, distinción que se base en la manera, autónomao heterónoma, de crear las leyes.

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Elisabetta Di Castro

sea también sustancial. En otras palabras, así como no se rechazó uneventual Estado democrático en un sociedad también democrática,aquí no se niega que la igualdad jurídica pueda llegar a conjugarse conla igualdad económica y social. Sin embargo, como su posible uniónno se ha realizado en ningún régimen histórico, eI autor enfatizó ladiferencia de niveles para no correr el riesgo de sustituir la igualdadformal por una supuesta igualdad social, creyendo erróneamentesostener una posición democrática.

Frente a las demandas de mayor democracia, Bobbio propuso unadefinición mÍnima con la que toma una posición inicial en relación atres puntos vistos: la democracia contemporánea es fundamentalmenterepresentativa, polÍtica y formal. La denominada democracia integral operfecta, en caso de que fuera no sólo deseable sino también posible, laconsideró lejana e incierta. Sin.embargo, reconoció que su formulaciónera relevante porque implicaba un cambio en la perspectiva desde la cualpuede abordarse el problema de la democracia: del Estado a la sociedadcivil. Aquí, es donde Bobbio encontró una revolución copernicana en elámbito de la política en la medida en que las sociedades contemporáneasse presentan como sociedades policráticas. Con ello, el Estado se deja deconcebir como el único centro de poder:

El cambio de ángulo visual del Estado a la sociedad civil nosobliga entre tanto a tener presente que hay otros centros de poderademás del Estado. Nuestras sociedades no son monocráticassino policráticas [...] una cosa es cierta: que apenas abandonamosel punto de vista restringido del sistema político y extendemosla mirada a la sociedad que está abajo, tenemos que hacer lascuentas con centros de poder que están dentro del Estado pero nose identifican inmediatamente con el Estado.t6

IIApesar de que con su def,nición mínimaBobbio pretendía terminar conIas discusiones calificadas en su momento de inconcluyentes sobre losdiversos tipos de democracia, siguió y siguen irrumpiendolos adjetiuosa la misma y ello no es gratuito. La democracia contemporánea esesencialmente liberal, al grado de que entre sus contradicciones y

16 Norberto Bobbio, i'D"-o..uriu rappresentativa e democ¡azia diretta" en I! Juturo dellademocrazia, pp.47 - 45.:

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La democracia y sus condiciones de posibilidad

paradojas, como el propio Bobbio reconoció, soo-resalga el problema dela apatía política yla votación por beneficio.

Esto dijimos no es gratuito. uno de los principales rasgos delliberalismo fue centrar las actividades del ser humano en el interésprivado, lle gando incluso a vaciar a la política de su importancia pública.Recordemos que para un liberal, el Estado es un mal necesario; en estesentido, entre menos intervenga y se limite a sus funciones de garante delas libertades individuales, mejor. Frente a e[o, no sólo hay que pugnarpor ampliar la democracia a más espacios de la vida en común, senecesita restablecer el ámbito de lo político en tanto que, como ya habíaseñalado Aristóteles,r7 nos caracteriza como se¡es humanos v como sereslibres. si las principales limitaciones de ra democraciu.oni"*poráneaestán ligadas al derrumbe de la esfera púbüca que acabó por sei copadapor el interés privado, la tarea que tenemos enfrente es precisamenterepensar el espacio público, recuperarlo.

Para esta tarea, la tradición republicana puede llegar a jugar unpapelcrucialalinsisti¡ en algo tanelementalcomo es elhecho de que todoindividuo se construye yvive en sociedad. Desde los antiguos romanos,res publica no sólo se oponía a la mona¡quÍa sino remitía también a lacosa pública, a la cosa del pueblo, al bien común, a la comunidad. y esel interés común, entendido como consenso a la ley común, al derecho,el que permite a una comunidad afumar su justicia. En este sentido, larepública finalmente acabó oponiéndose a los gobiernos injustos.rs

Podemos centrarnos especialmsnte en dos términos que yaRousseau había señalado como los dos objetivos principales de todosistema de legislación: la libertad yla igualdad- Estos conceptos puedenentenderse y se han entendido de diversas maneras. para los fines deeste texto nos limitaremos a dos interpretaciones que ubicaremos comoliberal y republicana respectivamente, en tanto piedra angular de dosconcepciones distintas de la democracia.

En relación al concepto de libertad, una de las primerasprecisiones que hay que considerar la distinción que hizo Isaiah Berlinentre lalibertad negativa, entendida como no-interferencia, yla libertadpositiva entendida como autocontrol.rs con base en esta distinciónl7cfr. Aristóteles, Política,México, ur'rnr, Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum

Mexicana,2000.l8 Para un desarrollo más amplio del republicanismo, cfr. Ambrosio Velasco, Elisabetta Di Castro

y María Julia Bertomeu (cdord,s.), La uigencia del republicanismo, México, uNAM, 2006.19 cfr. Isaiah Berlin, "Two conceprs of Liberty" en politicat philosophy, A. euinron ed.,

London, Oxfo¡d Universitv. 1967.

¿¿

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Elisabetta Di Castro

puede ser tentador asignar a la primera la interpretación de la libertadliberal y a la segunda la interpretación de la libertad republicana. Sinembargo, esta distinción obedecería más bien a los principios básicosdel pensamiento liberal y del democrático respectivamente, no alrepublicanismo.

Como ha señalado Philip Pettit, a la concepción republicana dela libertad le corresponde específ,camente la idea de no-dominación: adiferencia del liberalismo, para el republicanismo lo importante no esla no-interferencia sino el no-sometimiento a una voluntad arbitraria.2.De hecho, podemos pensar en una relación de dominación en dondeeI no-ejercicio de alguna interferencia no elimina la situación desometimiento. Y a la inversa, dentro de una relación de no-dominaciónpodemos pensar en una interferencia que no comprometa la libertad.En pocas palabras, para los republicanos si el derecho no es arbitralio,la interferencia no sería sometedora.

Por otra parte, si ligamos la democracia con la libertad positiva,ésta puede ser compatible no sólo con la libertad negativa sino tambiéncon la libertad como no-dominación. se trata de dos democracias que sedistinguenpor elénfasis que unapone enelámbito privado delindividuo,y la otra en las relaciones de no-subordinación de un individuo a otro.una se centra en el problema del consenso y la toma de decisiones pormayoría, y la otra en la disputabilidad y el permanente cuestionar de losactos del Estado. Diferencias cruciales que distinguen a la democracialiberal de la democracia republicana.

Por lo que se refiere al concepto de igualdad, en una primeraacepción, remite a la igualdad ante la ley, a ciertos derechos básicoscomunes a todos los individuos, entre los que destacan los de libertad.Por ello, se trata de un término ligado íntimamente a la legalidad y,finalmente, alajusticia. sin embargo, frente alalibertad negativa que enel pensamiento liberal gozan los individuos y es protegida por la ley, lalibertad como no-dominación del pensamiento republicano se presentacomo un bien social (ya que implica la participación de todos) y tambiéncomo un bien común (ya que sólo puede realizarse para uno si se realizapara los otros).

A esta sustancial diferencia entre liberalismo y republicanismohay que agregar.la observación, que también podemos encontrar en20 cfr. Philip Pettit, Republicanism: A Theory of Freedom and Gouernment, oxford, oxford

Universitv. lggg.

¿ó

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La democracia y sus condiciones de posibilidad

Rousseau, en el sentido de que un Estado consistente exige aproximar aIos extremos sociales, es decir, no debería tolerar la existencia de genteopulenta ni de pordioseros.2r Estas dos posiciones sociales extremasserían igualmente funestas para el bien común, en la medida en queentre ellas surge necesariamente el tráfico de la libertad pública: unala compra y otra la vende. En el caso del republicanismo, de la libertadcomo no-dominación, se requiere efectivamente de ciertas condicionesmateriales mínimas para que los ciudadanos puedan participarautónoma e independientemente, además de elegir sus propios planesde vida. Consideraciones que el liberalismo, con su democ¡acia formal,pasa de largo.

De hecho, es sintomático que en una entreüsta que le hicieron afinales de 2000, Bobbio, quien dedicó gran parte de su vida al estudiodel pensamiento político de occidente, señalara la siguiente: "En mitrayectoria como estudioso de la políüca nunca me he cruzado conel republicanismo [...más adelante aclaraba que para él] república esel nombre de la forma de gobierno opuesta a monarquía o principado

[...] puede incluso emplearse'res publica' como término genérico paradesignar el Estado, cualquier Estado."22

A pesar,de esta aflrmación, en la que se puede ver sintetizadala perspectiva desde Ia que este autor realizó su obra, en la últimadécada han salido a la luz diversos estudios en los que, desde diferentesposiciones, se trata de recuperar la tradición republicana. Entre susautores destacan John Pocock,23 Quentin Skinner,2a el ya aludido Pettity Maurizio Viroli,2s por mencionar sólo algunos de los más citados. Esterescate, hay que aclarar, no sólo obedece a preocupaciones académicas,-las cuales estánligadas al análisis históricoyalfllosófico -, sino también apreocupaciones de carácter político, en Ia medida en que el pensamientorepublicano puede ofrecer una alternativa no sólo frente a la hegemoníaque disfruta hoy la tradición liberal, sino también frente a las amenazas

21 Cfr. Jean-Iacques Rousseau, EI contrato social o principios de derecÍw, precedido deldiscurso sobre las ciencías y las artes y deldiscurso sobre elorigen de La desigualdad,México,Editora Nacional, 1959.

22 Norberto Bobbio y Maurizio Viroli, Dialogo intorno alla republica, Roma-Bari, Laterza,2OOl,p.4.

23 Cfr. John Greville Agard Pocock, The Machiauellian Moment: Florentine Political Thoughtand the Atlantic Republican Tradition, New Jersey, Princeton Universitf 1975.

24 Cfr. Quentin Skinner, Liberty before Liberalism, Cambridge-NewYork, CambridgeUniversity, 1998.

25 Cfr. Maurizio Viroli, Repubblicanesirno, Roma-Bari, Laterza, 1999.

Z+

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Elisabetta Di Castro

que acechan a muchas de nuestras sociedades democráticas, por no

decir atodas. De hecho, pala algunos,los principios del republicanismopueden incluso volverse la base de una nueva utopía política.

Para iniciar un primer acercamiento a este rescate del

republicanismo es peltinente recordar algunas de sus principales

coordenadas históricas. El republicanismo es una tradición de

pensamiento político que se desarrolló a lo largo de siglos, en contextos

políticos y culturales muy diversos. Algunos autores ubican eI inicio de

esta tradición a partir de los romanos -como es el caso de Skinner-, otros

insisten en ver sus antecedentes en el mundo griego antiguo -como

propone Pocock. Asimismo, se trata de una perspectiva política que no

se convirtió en un cuerpo doctrinario sistemático, como tampoco ha

tenido un intérprete único y reconocido. De esta manera, como destaca

Viroli, el republicanismo se constituye en una tradición del pensamiento

político sólo en el sentido de que los teóricos del pensamiento político

republicano han elaborado sus propios análisis trabajando sobre las

obras y las ideas de los escritores políticos de épocas precedentes.

Maquiavelo, como obvio ejemplo, escribe los Disc¿¿rsos sobre laprimera

década de Tito Liuio ; Rousseau en su Contrato S o cíal r etoma, a su vez, los

Discurso s de Maquiavelo.El republicanismo, además de ser una tradición en el sentido

histórico del término, es también una "familia" bien identificable en

el panorama del pensamiento político, ello en la medida en que todos

sus miembros comparten algunos principios polÍticos fundamentalesque consisten en una particular interpretación de la república y la

libertad política, y una peculiar interpretación de la relación que hay

entre libertad políticayvirtud cívica, como veremos más adelante. Pero,

si comparáramos las ideas de los escritores políticos republicanos por

lo que se refiere a cuestiones políticas fundamentales como son por

ejemplo, el orden constitucional de la república, la igualdad social y la

política externa, encontraríamos entre ellos notables diferencias.Más allá de estas diferencias, entran en la galería de los retratos

de la familia republicana los maestros romanos, como Cicerón y

Livio, así como los teóricos del autogobierno comunal del siglo xIv, losteóricos del "humanismo civil" florentino y los escritores políticos del

Renacimiento, eltre los cuales ocupa un lugar principal Maquiavelo en

tanto fundador del republicanismo moderno. Además de autores como

25

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La democracia y sus condiciones de posibilidad

Rousseau y Kant a los que se Ies ha reconocido su fiiiación republicana,la relectura cuidadosa de autores clásicos modernos está sacando a la luzsus vetas republicanas que lecturas tendencialmente liberales habíanrelegado. Finalmente, hay que incorporar también en esta lista Ia obray los escritos de múltiples hombres y mujeres que pertenecerían a estatradición en la medida en que se puede encontrar en ellos una adhesióna los principios del bien público, del gobierno de las leyes, de la libertad yla justicia; principios que los teóricos del republicanismo han ubicado alo largo de los siglos como los principios fundamentales de la vida civil.

Pero el interés por el republicanismo no obedece exclusivamentea una cuestión histórica, el sentido de este rescate obedece también ala convicción de que esta tradición que parte de Cicerón tiene todavíauna gran actualidad. Se puede caracterizar al republicanismo comoaquel pensamiento político que se inspira en el ideal de la república,entendiendo por ésta una comunidad política de ciudadanos soberanosque está fundada sobre el derecho y el bien común. Un segundo principiofundamental del republicanismo es su concepción de la libertad, Ia cual,como vimos, es definida por el no depender de lavoluntad arbitraria deotros y, por ello, exige, además del riguroso respeto al gobierno de lasleyes, laigualdad de derechos civilesypolíticos. Tanto larepública comoIa libertad así entendidas, requieren a su vez para su existencia de lavirtud cívica de los ciudadanos, en la medida en que eI mayor peligro paraambas es la corrupción política que vuelve a éstos incapaces de juzgary entender que sus intereses individuales son pírrte del bien común. Eneste sentido, la virtud cívica sería la virtud de los que quieren y saben vivirpropiamente como ciudadanos, como soberanos; aqueilos que sientenlaopresión, la violencia, la injusticiayla discriminación perpetradas contraotros como si fueran realizadas coÍtra ellos mismos.

Frente a las añejas objeciones de que esta concepción republicanade ciudadano corresponde más bien a héroes y santos, se ha insistidoque con dicha concepción no se pretende que la república sea asuntode jefes que conocen "el fin de la historia" o "eI destino de las naciones",ni de demagogos ni de profetas, sino simplemente de ciudadanos queaman la libertad y saben servir al bien público para así no tener queservir a los poderosos. En este sentido, no se trata de una cuestión moralsino de una cuestión estrictamente política que permite Ia convivenciacomún y la reducción dei sufrimiento humano innecesario.

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Elisabetta Di Castro

La necesidad de la república hoy, radicaría básicamente enlas siguientes razones. Primero, porque si bien la política cambia enlas formas, no en la sustancia, es decir, quienes la hacen son siempreindividuos que tienen pasiones. Por ello, la virtud cívica es tan necesariaen las repúblicas de hoy como en las del pasado; como ejemplo, podemosmencionar la crónica debilidad de la conciencia civil en muchas denuestras sociedades contemporáneas, la cual ha llevado a aceptartranquilamente prácticas clientelares y políticas de favores, por nohablar del sistema de corrupción política, o del gobierno de los hombresque ha tomado el lugar del gobierno de las leyes.

En segundo lugar, habrÍa que considerar cómo las democraciascontemporáneas son cada vez menos aptas para solicitar y mantenerla disponibilidad de los ciudadanos para formar parte activa de la vidapública, así como para comprometerse con asociaciones de la sociedadcivil (ya sean sindicatos, asociaciones profesionales, culturales o inclusorecreativas). Elproblemaes que sin unaricaydiferenciada sociedad civil,no se puede tener una cultura democrática ni trasmitirla a las futurasgeneraciones. Por ello, nuestras democracias constitucionales, comolas del pasado, necesitan de esa virtud cívica que los escritores políticosrepublicanos han reiteradamente señalado como piedra angular de lavida en común.

Como ya mencionamos, los principios republicanos, y enparticular las interpretaciones republicanas de la libertad política y dela virtud cívica,-pueden volverse la base de una nueva utopía políticaque sea capaz de despertar aquellas pasiones de los ciudadanos libresque no son en grado de mantenervivas, ymucho menos de hacer nacer,los ideales políticos que dominan hoy la escena del mundo. Por ello,la preocupación por mostrar cómo el significado de Ia concepciónrepublicana de la libertad política es distinta (y se postula que tambiénmejor) de las concepciones liberales y democráticas. Asimismo, elinterés por defender la virtud republicana haciendo especial énfasis enque ésta no es, como tambiénya mencionamos, de héroes o santos, sinose trata de un virtud que es posible y atractiva para hombres y mujeresde nuestro tiempo que quieren vivir como ciudadanos.

La no-dominación como ideal polÍtico que caracteriza alpensamiento republicano y que lo distingue del pensamiento liberal, esun ideal eminentemente igualitario y comunitario. Todos los individuos

¿I

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La democracia y sus condiciones de posibil idad

tienen que contar por uno y ninguno por más de uno; incluso, aunquepodamos recordar que las concepciones republicanas premodernas serestringieron a los propietarios excluyendo a muchos seres humanos, setrataba de concepciones que no dejaron de subrayar la igualdad básicaentre los que eran considerados ciudadanos. Asimismo, la igualdad antela leyylos instrumentos para reafi rmar la libertad como no-dominación,no implicaban una igualdad material, sino el compromiso con la igualIibertad. En este sentido, hay que reconocer que la justicia no es el temaprincipal del republicanismo, sino que éste es subsidiario de la libertadcomo no-dominación.

Para concluir, retomemos un pasaje de los comentarios que Virolihace a Bobbio durante la mencionada entrevista que le hizo en el 2000:"quien ama Ia verdadera libertad del individro no puede no ser liberal,pero no puede ser sdlo liberal. Debe estar dispuesto asimismo a defenderprogramas políticos cuyo f,n sea reducir los'poderes arbitrarios queimpongan a muchos hombres y mujeres una vida en condiciones dedependencia".26

IIISi bien para Bobbio la democracia integral eralejana e incierta, reconocióque las demandas de mayor democracia habían puesto de manifiestoque el Estado no era el único centro de poder en nuestras sociedadespolicráticas. Por su parte, con el rescate de la tradición republicana seha enfatizado no sólo el carácter activo que deben tener los ciudadanossino también una concepción de la libertad como no-dominación que

implica un ideal político igualitario y comunitario. De esta manera,el ámbito de la polÍtica, en donde se toman las decisiones de cómovivir en común, no puede seguir desentendiéndose de las condicionesmateriales en las que viven los ciudadanos, principales agentes políticos

de una democracia. De hecho, son esas conüciones las que posibilitano no la independencia necesaria para que como ciudadanos podamosvivir libremente en una sociedad democrática, es decir, sin relacionesde dominación.

Para finaiizar este texto, es conveniente recordar algunos datos queremiten a las condiciones en las que realmente se están desarroliandonuestras democracias. Las grandes desigualdades no favorecen la

26 Norberto Bobbio y Maurizio Viroli, Dialogo intorno alla republica, pp. 29-30.

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Elisabetta Di Castro

participación activa de los ciudadanos e incluso pueden poner en riesgoa la propia democracia como se señala en el más reciente informe sobre lademocracia enAmérica Latina que se realizó por encargo del Programade las Naciones Unidas para el Desarrollo.2T

En el prólogo a dicho informe se af,rma que la intención delmismo es comprendery superar la siguiente paradoja que se manifiestaactualmente en América Latina: "Por un lado, la región puede mostrarcon gran orgullo más de dos décadas de gobiernos democráticos. Porotro, enfrenta una creciente crisis social. Se mantienen profundasdesigualdades, existen serios niveles de pobreza, el crecimientoeconómico ha sido insuficiente y ha aumentado la insatisfacciónciudadana con esas democracias -expresada en muchos lugares por

un extendido descontento popular-, generando en algunos casosconsecuencias desestabilizadoras."2B

Las democracias se vuelven vulnerables cuando las fuerzaspolíticas autoritarias encuentran en la ciudadanía actitudes adecuadaspara actuar. De hecho, la experiencia histórica muestra que lasdemocracias han sido derribadas por fuerzas políticas que contabancon el apoyo (o aI menos la pasividad) de una parte importante (si noes que mayoritaria) de la ciudadanía. Por ello, en la medida en queIos ciudadanos son un componente clave de la sustentabilidad de lademocracia, el informe mencionado se propuso conocer y analizar losníveles de apoyo con que cuentala democracia enAmérica Latina.

La encuesta sobre las percepciones ciudadanas de Ia democracia serealizó en mayo de2002, incluyó 18,643 casos, cubriendo una poblaciónde más de 400 millones de habitantes en 18 países.2s Entre los datosmás.sobresalientes de dicha encuesta se menciona que el57% de losentrevistados prefirió la democracia respecto de cualquier otro régimen(aunque en 1996 era el'61%). Pero esta preferencia por la democracia nonecesariamente implica un fi.rme apoyo a la misma ya que muchas delas personas entrevistadas que manifestaron dicha preferencia tienenactitudes poco democráticas por lo que se ref,ere a diversas cuestionessociales: eI48.I% prefería el desarrollo económico a la democracia y el

27 Cfr. La democracia en América Latina. Hacia una democracía de ciudadanas y ciudadanos,pNuo, Buenos Aires, Alfaguara, 2004.

28 Ibid., p. 1r.29 Los paÍses comprentlidos en el informe fueron:Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,

Costa Rica, Ecuador, '$l Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá,Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

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La democracia y sus condiciones de posibilidad

44.g%estaba dispuesto a apoyar a un gobierno auto¡itario si éste resolvíalos problemas económicos de su país. Asimismo, una buena parte delas personas que manifestaron su preferencia por la democracia teníaactitudes contrarias a algunas reglas básicas de este régimen: uno decada tres opinó que la democracia podría funcionar siñ institucionescomo el parlamento y los partidos políticos.30

Pero sin duda lo que llamó más la atención de las respuestaobtenidas en esta encuesta fue la siguiente conclusión: ,,una proporciónsustancial de latinoamericanos valora al desarrollo económic-o pór sobrela democracia y estaría dispuesta a dejar de lado la democracia en casode que un gobierno no democrático pudiera solucionar sus problemaseconómicos."31

Para el caso específico de México, podemos recuperar tambiénalgunos datos de la encuesta nacional áe ingresos y gastos de roshogares que publicó recientemente el Instituto Nacional de EstadÍsticay Geografía.32 En este documento se ordenan a los hogares según elingreso que perciben, de menor a mayor, y se les agrupa á ¿i", bl,oquesdenominados "deciles", de tal manera que el primero contiene ladécima parte de los hogares con menores ingresos y el último la décimaparte_de los hogares con mayores ingresos. En el 2008, _comparadocon el promedio de 2006-, el ingreso corriente promedio por decil dehogares disminuyó en casi todos ros deciles (exiepto

"., "i IX y X que

prácticamente se mantuvo constante): en los hogáres ordenados en elprimer decil la disminución fue del 8%; el segundo decil disminuyó7.2% y el tercero 5.r%. por lo que se refiere al iotal de los ingresos delos hogares, los seis primeros deciles, -es decir, er 60To con menoresingresos-, concentraron el z6.Tvo en el año 2o0B (.g% menos que en er2006) lo que contrasta con el último decil -es d.ecir, er r0% con mayoresingresos-, que concentró eI36.3% (.6% más que en ei 2006).

como advierte el informe sobre lá democracia en AméricaLatina, ante la necesidad de resolver los grandes problemas económicosque atraviesan nuestras sociedades, la demoCracia se puede volverirrelevante paralos ciudadanos. Asimismo, las profundas dLsigualdadesque caracterízan a países como México acaban siendo funestas para3o cfr. La democracia en América Latina especiarmente er capíturo ,,cómo

ven loslatinoamericanos a su democ¡acia,,, pp. iSZ_f ;:.

3r lb id. , p.138.32 Encuesta nacional d.e i

Estadística y G ."fr^tr{frlíif y gastos de los

^ogares 2008, México,Instituto Nacional de

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Elisabetta Di Castro

el bien común, como ya había advertido Rousseau. En este sentido, lademocracia, -incluso cuando se concibe como un conjunto de reglas deprocedimiento para la formación de las decisione.s colectivas-, requierede ciertas condiciones mínimas que la hagan posible y sobre todoestable. Por ello, recuperando la tradición republicana, -en la cual, comovimos, se concibe la libertad como no-dominación y al ciudadano comoun agente activo e independiente-, podemos concluir que la justicia esrealmente un tema crucial, vital, para la democracia.33

33 Para el desarrollo de"álgunos de las principaies debates contemporáneos sobre lajusticia, cfr. Elisabetta'Di Castro (coord.), Justicia, desigualdady exclusión. Vol 2 Debatescontemp oráneos, México,' uNAM, 2009.

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Poder y reconocimiento :Los mecanismos de la exclusion

Pilar Uriona CrespoDunia MokraniChávezl

Hablar de reconocimiento supone concebir al mismo como una formade relación social cuya esencia es ante todo dialógica y vinculativa.Dialógica, porque pone frente a frente a dos o más sujetos interesados enexponerse mutuamente sus puntos devistaparticulares, sus diferencias,sus reclamos y aspiraciones; vinculativa, porque si bien promueve eldesarrollo de un tipo de discurso centrado en dar a conocer y defenderuna "otredad" de la cual poco se sabe y comprende, también consigueafectar subjetivamente, aunque sea en una mínima medida, a aquellosque la ignoran o desconocen, captando con esto su interés e incitando ainteractuar con ella.

Ahora bien, es importante señalar aquí que, aunque sea capazde suscitar el diálogo y logre establecer acuerdos, el proceso dereconocimiento supone también una relación de poder en la que seemplaza a un sujeto reconocedor frente a un sujeto que busca serreconocido, hecho que supone en sí mismo una relación de asimetríaen la que uno juega el papel de intérprete de las demandas del otro,fortaleciendo de esta forma su posición de poder, y el otro del que debeser interpretado y, por ende, reconocido desde el lugar que el primero leasigna. De esta manera, en Ia mayoría de los casos lo que ocurre es queel reconocimiento adquiere la forma de un conflicto por la conquistadel poder más que un proceso de identiflcación y conocimiento mutuo.

Dado que en este trabajo nos interesa pensar la dimensión políticadel reconocimiento, cabe señalar aquí otro importante elemento deanálisis que guiará este ensayo: el modo en que eI reconocimiento, tanto

I Politólogas. Maestr{aen FilosofÍa y Ciencia Política del croEs-ur'rs¡.

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Poder y reconocimiento: Los mecanismos de la exclusión

como elemento potencial capaz de promover el óstablecimiento de unarelación dialógica y vinculativa o como generador del tipo de relaciónasimétrica que supone -al confrontar a sujetos en tanto reconocedorescon otros que buscan ser reconocidos-, determina o configura el procesode construcción del orden común.

Es así que, en un intento por aproximarnos a la complejidadque el concepto de reconocimiento encierra, llegamos a afirmaí quela búsqueda del mismo puede seguir dos caminos: el primero basadoen lo que Paul Ricoeur define como "la mutualidad def vínculo social"(2); es decir, en aquello que nos permite identificarnos, crear empatía ycooperar con los otros precisamente porque sabemos que compartimosunamismaproblemática humana. Aquí el reconocimiento configuralaacción política de los grupos sociales en la afirmación de las

"apu"idudescon que cada uno de sus miembros puede contribuir a la construcciónde un orden común, pero inacabado y modificable.

un segundo camino es aquel en el que el ¡econocimiento plantealo político como un terreno de lucha, en él que Ia política en sí só ejercemediante el establecimiento de una relación dJpoder en la cual laspartes intervinientes, eI reconocedor y el reconocid.o, se enlazan entre síde modo asimétrico, conflictivo y diferenciado, siguiendo unas reglas dej"999 que no son fijadas tomando en cuenta valores compartidos, sinomás bien elementos diferenciadores que separan y crean jbrarquías.

En esta perspectiva, podemos decir que la búsqúeda derecorrocimiento, planteada como fenómeno político relacional, estátambién estrechamente ligada a otro tipo de élementos que ayudan adefinir y comprender más claramente por qué vamos u urgú-".rtar aquíque éste es sobre todo un mecanismo que promu"rr" y orie.tta la acci-ónpolítica de dos maneras diversas : por un lado, favoreciendo la integracióny la solidaridad social hacia una modificación de las relaciones dé poderexistentes; por el otro, fomentando una asignación de poder destlnadaa reconfigurar, perpetuar y legitimar la inequidad soiial y, por ende,las relaciones de poder que las determinan. Dichos elemóntos son lareciprocidad y la solidaridad, la diferencia y la exclusión social.

con ello, buscamos en el texto, además de estudiar elreconocimiento a partir de estos elementos, analtzar cómo éste definey configura el orden político de manera diferenciada a partir de los doscaminos señalados.

2 Paul Ricoeur, Voluerse capaz, ser reconocido. Texto escrito por Ricoeur con motivo de larecepción del Premio Kluge, otorgado por la biblioteca del ctngreso de ee.uu, en2oo4.

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Pilar Uriona Crespo v Dunia Mokrani Chávez

1. Solidaridad y reconocimiento recíproco

La veracidad del reconocimiento recíproco no reside tan sóIo en unaapertura hacia lo diferente y en una aceptación formal de su existenciasino sobre todo en el respeto profundo de la libertad que tienen todos losindividuos y Ios sectores sociales -más aún en contextos culturalmentediversos- para intervenir en la construcción de destinos colectivos que dencabida a sus pretensiones igualitarias de participación social y política,de autorrealización personal y autodeterminación como colectivos,sociedades y/o naciones diversas que comparten un destino común.

Así pues, hablar de un reconocimiento recíproco implica, a nivelideal por lo menos, hablar del establecimiento de solidaridades, quesugieren empatía. Sin embargo, si tal reconocimiento se configuracomo una relación de poder, esas solidaridades sólo pueden darse,en mayor o menor grado, entre quienes han vivido o comparten unamisma situación social y que por tal motivo pueden identificarse con elotro asumiéndolo como un igual, no así con quien ostenta el poder y seinteresa en profundizar la asimetría que enfrenta al sujeto reconocedorcon el sujeto reconocido.

Pero si bien puede parecer aquí que la reciprocidad y la solidaridadson formas de vinculación que se circunscriben al reducido espacio delo íntimo -es decir, al ámbito de las relaciones afectivas familiares y depareja, de amistad y de compañerismo laboral- y que por tanto carecende la fuerza necesaria para modifi.car ampliamente el orden social através de la acción política, es importante no subestimar su poder, ya queambas son capaces de generar unnivel de reconocimiento intersubjetivotan fuerte que, además de consolidar la cohesión interna del grupo quelas practica, pueden atraer simpatías exterúas, logrando la adhesión y laconsolidación de alianzas con otros sectores sociales para emprenderde manera conjunta y unánime movilizaciones políticas que impacteny generen un cambio en el orden de cosas existente.

Podríamos decir entonces que la reciprocidad y Ia solidaridad sonla base de lo que Iohn Holloway define como "poder-para" o "poder-hacer", conceptos contrapuestos a lo que se entiende por "poder-sobre".En efecto, Holloway señala que "nuestro hacer es siempre parte del flujosocial del hacer, áun cuando aparezca como un acto individual... es un

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Poder y reconocimiento: Los mecanismos de la exclusiÓn

proceso de unir, el unir mi hacer con el hacer de Iós otros" (3) ' Mientras

á"" J' p"¿er-hacer" nos otorga I acertezade que nuestra actividad en el

mundo es igualmente valiosiy digna d.e reconocimiento y nos permite

reafirmarnos en nuestra autonomíay en nuestra capacidad de comulgar

con el otro al ejercer una acción conjunta, el "poder-sobr€" nos enfrenta

y ".ru¡"rru,

yu qt" "r"furu la concápción de la ejecución' lo hecho del

íru"uí el hácer-de ..rri p"rro.ta del de Ia otra, el sujeto del objeto ... y

'.ri"gu'u to, otros la subj"iiuidud, marginándolos de Ia historia y privando

al hácer de los hacedores de suvalidación social" (a)'

Enlaactualidad.nosesdifícilimaginarnosexperienciassocialesen las cuales lo que impere sea precisamente este "podel-hacer", este

poder solidario q.r" p.rÉdu enfrentarse con el orden impuesto dejando

de lado la frustraciói y el temor a las represalias que ese "poder-sobre"

n*u"n?:i"ftchas veces es precisamente ese temor y la incertidumbre

del día a díalo que posibilita la instauración del reconocimiento recÍproco

q.,e sirve de báse á Ia acción política efectiva, ya que interiormente nos

*ú"u" a comprender que sin una estrategia conjunta' común y solidaria

ias fosibiliaades ¿e soürevivir y de ser visible socialmente son casi nulas'

Tal sería el caso, por ejemplo, del fenómeno de las fábricas

recuperadas en Argentina, el cual sé inicia el año 2000, con la ocupación

de la empresa cip,Metal, dedicada a la elaboración de caños de cobre

y cuyos dueños estaban a punto de declararse en quiebra' dejando

d"sempleudos a por lo menos 90 trabajadores'

Ante Ia constatación de que se llevaría a cabo un proceso de

despidomasivo, lostrabajadoresdelaGipMetaldecidierontomarlafábrica y durante seis mesés idearon de manera conj unta los medios que

utilizarían para poner de nuevo en marcha Ia empresa' Poco a poco' los

trabajadores ingeniaron una estrategia de sobrevivencia, dedicándose

a manufacturar inicialmente materia prima provista por el cliente

hasta que finalmente en diciembre del 2001 decidieron reabrir la fábrica

cambiándole el nombre por el de "Unióny Fuerza"'

Dos años más tarde, eI proceso productivo de la empresa tuvo

tantoéxitoquefaci l i tóelpagodecasitodoslosgastosdeproducción,incluyendo los stocks de materia prima' Las ganancias aumentaron y'

3IohnHolloway,Cambiarelmundosintomarelpoder.El.signif ica.dodelareuoluciónhoy.- áá.. p¿i"iO". óolección Herramienta' Buenos Aires' 2oO2'P' 54'

4 Iohn Holloway, Op'cit' Pgs' 54-55'

36

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Pilar Uriona Crespo v Dunia Mokrani Chávez

siguiendo un régimen interno de organización polÍtica y productiva decarácter cooperativo, hoy en día "Unión y Fuerza" halogrado establecerla equidad salarial para todos los trabajadores.

A partir de entonces se generó en la Argentina lo que GabrielFajn llama "el efecto contaSr", pues se estima que son 107 empresas ycooperativas las que actualrnente han puesto en marcha una estrategiasimilar a la que desarrollara "Unión y Fverza", en la cual se pasa dela solidaridad inicial para enfrentar el conflicto del desempleo a laaplicación de una lógica participativa poniendo en práctica "dinámicasinternas de horizontalidad, niveles altos de democracia, tomas dedecisiones colectivas y prácticas asamblearias" (5).

2. Diferencia y reconocimiento

En líneas anteriores señalábamos que, desde la dualidad de unarelación de poder asimétrica, es decir, de aquella que enfrenta a dostipos de sujetos, "uno activo y otro pasivo, uno que concede y otro quesuplibdj.tino que interpreta y otro que es interpretado"(6), los procesosde separación y distanciamiento entre los grupos sociales -así comoel no querer asignarles a los mismos mayores niveles de autonomía ydecisión sobre su propia participación política- han sido justificados ylegitimados a partir del uso negativo del concepto de diferencia.

Es así que si la'tliferencia se comprende como el factor quedetermina si un sujeto, en función a los recursos, las capacidades, lasaptitudes, los méritos individuales, que posee o, como sucede con másfrecuencia todavía, según el género, la procedencia étnica, el estratosocial o la generación'a la que pertenece, es o no considerado apto paratomar decisiones y participar políticamente, entonces nos hallamosfrente a una situación jerárquica, en la cual aspectos como la culturapatriarcal, los criterios de la superioridad racial y Ia argumentación,incluso teórica, de que una clase social está mejor dotada que las otrasparaintervenir enlapolÍticasonlos que determinan qué tipo de discursosobre el poder va a ser el que predomine y alavezhabilite a los diferentessujetos a participar en el ejercicio del mismo.

5 Una inuestigacion de Ia ua,s sobre el fenómeno de las fábricas recuperadas por sus obreros.Entrevista de Alejandra.Dandan a Gabriel Fajn, coordinador de Ia investigación. AsEAR(Associazione Solidária Euro-Argentina), Enero, 2006.

6 Sheldon S. Wolin, "t)gmocracia, diferencia y reconocimiento". En: Ágora. Cuadernos deEstudios Políticos No 4. Argentina, 1996. Pgs. 133-152.

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Poder y reconocimiento: Los mecanismos de la exclusión

En este caso, la estructura de poder que predominará así comolos medios de acceder a ella dependerá del manejo del tipo de capital(no sólo económico, sino también cultural, simbólico o social) que seaconsiderado como eI factor legitimizante de la autoridad.

Ahora bien, Io que desconcierta aquÍ es el hecho de que tantoquienes asumen que el poder les pertenece precisamente porque tienenacceso a algún tipo de capital diferenciador como quienes no lo tieneny sesometen a la autoridad de los primeros, consideran natural la existenciade formas de poder sustentadas en la distinción, como ser por ejemplola meritocracia o la oligarquía. En estos casos, la política se ejerce comouna especie de tutelaje, en eI sentido de que quien gobierna lo hacedesde una posición rígida de control del otro, negándole autonomía, yaque se supone que éste carece de la inteligencia o la capacidad necesariapara decidir y actuar por sí mismo.

Es esta la política del dominio homogeneizador que se imponesobre los "menores de edad", es decir sobre aquellos que no son asumidoscomo iguales porque encarnan una subjetividad distinta a Ia que latradición impone (p.e. mujeres, grupos de indígenas, negros o de lasminorÍas étnicas), y cuya participación plena se evita principalmenteporque constituye una amenaza constante a la estructura excluyentedel poder dominante.

Es así que la duda sobre las propias capacidades pasa a ser elelemento esencial sobre el cual este esquema diferenciador y asimétricose construye, ya que ante todo provoca que quien se somete al mismoacepte e interiorice psicológicamente Ia idea de que la carencia derecursos, aptitudes o méritos automáticamente lo aísla y lo descalificacomo sujeto político, limitando de antemano su nivel de acción yparticipación en la construcción de lo colectivo.

2.1. La r adicalización de la diferencia

Pero cuando la diferencia se concibe como diversidad cultural, es decircomo elderecho adefinir, mantenerydesarrollar unaidentidad colectivaparticular, con valores y formas de organización propios, la relación depoder que se establece puede ser de dos tipos: una relación en la cual elEstado reconozca el derecho a la diferencia, pero limitándolo a aquellosespacios en los que no se cuestione la institucionalidad política vigenteni la forma en que ésta se ha estructurado.

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Pilar Uriona Cresoo v Dunia Mokrani Chávez

De ahí que las estrategias a seguir sean básicamente la promocióndel diálogo intercultural y de las políticas de asimilación cultural conel fin de mantener un cierto control sobre la complejidad social. Sinembargo, puede darse el caso de que para un grupo cultural específico,la esencia de su existencia como sujeto social sea tal diferencia y queprecisamente por serle inherente no está dispuesto a negociarla, sinoa imponerla. Tal es el caso del País Vasco, dentro del cual la nre exigela constitución de una nación independiente y autónoma política yculturalmente, sin vínculos jurídico-administrativos ni obligacioneseconómicas con España.

Es entonces cuando aparece un segundo tipo de relación depoder, en la cual la nota característica es la lucha por el reconocimiento,que supone una reacción violenta ante la autoridad estatal que actúacomo reconocedor y una radicalización de la diferencia con el frn decuestionar y desconocer el orden político vigente contraponiendo almismo otras formas de organizacióny de manejo del poder.

Lo peligroso de esta radicalización es que casi siempre terminacayendo en el sectarismo, principalmente porque exalta la idea de que elotro alterno, justamente por ser diferente, es un enemigo frente al cualhay que aislarse y protegerse y, en el mejor de los casos, someter. Esasí que, si bien en un inicio la radicalización podía ser vista como unareacción justa de estos grupos al "poder-sobre", en el sentido de que sebuscaba validar el derecho a la diferencia y a la autonomía propia, a lalarga, dicha radicalización no evoluciona ni permite construir nuevaslógicas de reconocimiento en las que se dé a otros grupos culturales lamisma oportunidad de reafirmarse.

Irónicamente, en lugar de ello retoman e imitan los métodos dedominio que antes rechazaban, fomentando nuevamente la agresiónhacia lo diverso y la aplicación de la política del desconocimiento. Coneste tipo de imposición, toda solidaridad, toda relación simétrica seráejercida, en el mejor de los casos, al interior del grupo radical siendoa la vez negada a quienes queden afuera, fomentando una rupturaprogresiva con el entorno (7).

7 Un análisis más detallado y profundo sobre el aislamiento al que conduce la radicalizaciónde la diferencia puede encoritrarse en el libro Missing community, de Zygmunt Bauman,fundamentalmente en el.capítulo vrrr que, en Ia versión italiana aquí utilizada, se titula:Risultato: iI ghetto. Edicioñes Laterza. Róma, 2001.

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Poder y reconocimiento: Los mecanismos de la exclusión

En este sentido, la radicalización de la diferencia no aporta laposibilidad de desmontar las estructuras de poder que imposibilitaronsu reconocimiento y, por tanto, tiene como principal límite la exclusiónde su propia participación en la modif,cación del orden común; por estavía no contribuye a la ampliación de los márgenes de democratización,pues resulta que es indiferente o no se conecta con las luchas de otroscolectivos que intentan ser reconocidos en la toma de decisionescolectivas. En otras palabras, en este caso, la diferencia se convierte enun límite para la igualdad, pues separa pero no resuelve la igualación enel ámbito de construcción de lo común como un espacio de conocimientoy reconocimiento entre iguales.

Ahora bien, cabe recalcar que con lo anterior no pretendemosafirmar que toda diferencia socava la posibilidad de igualdad; porel contrario, la reivindicación del reconocimiento de la diferencia esfundamental para modificar un orden socialypolítico que ha instituidojerarquías sobre Ia base de un ordenamiento arbitrario de las diferencias.sólo así se podría avanzar hacia un nuevo orden de reconocimientomutuo que modif,que eficazmente la política del reconocimiento comomecanismos de homogenización desde arriba, es decir, que logreromper la relación reconocedor-reconocido, intérprete-interpretadoque perpetúa un orden de cosas construido desde el poder. Así, ladiferencia que no opta por la sola separación del orden social y políticoque la desconoce posibilita la construcción de un nuevo orden.

En este,punto nos parece fundamental hacer referencia a lasluchas de diversos pueblos y también a las luchas de mujeres queapuntan a un reconocimiento que va más allá del reconocimientoliberal de derechos individuales, en un orden político y sociar queno modifica realmente el orden colonial y /o un orden patriarcal en lasociedad y en la política. El reconocimiento de la diferencia como basedel accionar político supone, en este caso, aspirar a mucho más que laampliación de las cuotas de poder para Ias mujeres en un orden políticoque las excluye; por lo tanto, apunta a trastocar las bases mismas dela exclusión contribuyendo así a ampliar los mecanismos de igualaciónpolítica y social no sólo para sí mismas sino también para otros sectoresexcluidos, en base precisamente a ese reconocimiento de la diferencia.

Aquí cabe aclarar que no nos referimos a diferencias que sesustentan sobre la base de esencialismos, que apelan a etnocentrismos

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o feminidades construidas, paradójicamente desde el poder que sepretende desmontar, sino a la diferencia que apela a otros horizontesde lucha que abren la posibilidad de minar el orden colonial y patriarcalpara modificar de fondo un orden social y político excluyente.

3. Exclusión social y democracia liberal

Ahora bien; ya sea si hablamos de una estructura de poder creada enfunción al establecimiento de jerarquías segrln los valores liberalescomo si nos referimos a aquella en la cual la diferencia es reconocidacomo un derecho democrático esencial, es evidente que los procesos dediferenciación desde arriba nos remiten al tema de la exclusión.

Las jerarquías fundadas en el mérito, por ejemplo, implicanseparar a quien ostenta un alto nivel de prestigio, por logros acumuladosy reconocidos dentro de un orden social en el que ciertas capacidadesintelectuales son reverenciadas, de aquellos otros que en la práctica nodemuestran el dominio de dichas capacidades.

En estos casos, la diferencia es vista ante todo como distincióny tal distinción otorga a quienes la poseen una superioridad legítima,constantemente defendida y profundamente argumentada, quepermite definir unas.reglas del juego político en las que se justifique y sepromueva la exclusión con el fin de asegurar el poder.

En cuanto a la democracia liberal y a la defensa que ésta hace dela diferencia como un derecho fundamental, el tema de la exclusiónno es tan evidente, pero ello no significa que ésta no exista. En todocaso, podemos decir que aquÍ se da una exclusión encubierta, en la cuallos grupos de poder dominante pretenden demostrar respeto hacia losgrupos culturales diversos, así como un genuino interés por fomentaruna más amplia participación de los mismos en los asuntos de índolepolítico-social, incluyendo sus demandas de cambio, pero sin modificarla relación reconocedores-reconocidos.

Así, en este marco, los procesos de diálogo interculturalgeneralmente son propuestos desde un espacio determinado, en el quese define unilateralmente el campo, la estructura y los actores legítimosde negociación de antemano, adoptando nuevamente la lógica de la"minoría de edadlf a la que nos referíamos antes y obligando a los otrosgrupos a moverse dentro de ese ámbito predeterminado, restándoles

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Poder y reconocimiento: Los mecanismos de la exclusión

autonomía, así como capacidad decisoria y propósitiva para gestionar ydar curso a sus intereses materiales.

Y es aquí donde se hace evidente la asimetría inherente a lasestrategias del diálogo, dentro del cual parecen predominar las visionesunilaterales que imponen sus propias reglas del juego, con una estructuraya establecida, que obliga a los sectores sociales no dominantes aaceptar el curso impuesto de la negociación, a limitarse a no decidir porsi mismos o a tener que desplegar otras estrategias o medidas de presiónpara balancear la relación de pode¡ reduciendo el carácter inequitativode la misma. En estas condiciones, se está muy lejos de incorporar adiversos sectores sociales como actores activos en la modificación delorden que los excluye.

Pero si en el campo de la política, es decir, de larelación modificableque se establece entre dominantes y dominados en función al manejoy apropiación del poder, el reconocimiento es útil para determinarjerarquías, diferencias y mecanismos de exclusión, podríamos decirerrtonces que tal reconocimiento no supone una reconciliación conel otro en un sentido altruista y positivo, pues no se piensa primeroen su bienestar sino más bien en el mantenimiento de la relación depoder existente, en la cual, el otro no es sino "el otro de sí mismo y queasegura su poder" (8). Por lo tanto, el reconocimiento de la diferencia, sinmodificación de la relación de un sujeto reconocedor y uno reconocidoconduce a un proceso que lejos de modificar la relación de poder, lafortalece pues hace menos perceptibles los mecanismos de exclusión.

Diferencia, exclusión y ausenci¿ de reciprocidad. Tales son lascaracterísticas que destacan en casi todo proceso de reconocimientosocio -político de carácter negativo, aún en el contexto de una democracialiberal. En ella, el poder sigue siendo el sustrato de las relaciones socialesy su esencia sigue estando determinada, como sosteníamos antes, porsu capacidad de cambiar o reconfigurarse.

No debemos olvidar que aún en el momento mismo de sunacimiento, la democracia liberal fomentaba las distinciones y quepor mucho tiempo justificó, en función a criterios discriminadores, laexclusión. Quedan como ejemplos claros la instauración temprana delvoto calificado o la prohibición del voto femenino (e) yla constante lucha

8 Genevieve Fraisse, "Democracia exclusiva, república masculina". En Fitosofías de la

n''"o,11"!l{^;,1"#:i'fi:1,';*:iil'Jrl'i:;tl?ft., unidos, paÍs ar que *".,",r*".,,"."le atribuye el mé¡ito de practicar una de las democracias más avanáadai del mundo, el

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Pilar Uriona Cresoo v Dunia Mokrani Chávez

que a tal exclusión se opuso para ganar lo que hoy en día se reconocencomo derechos ciudadanos.

En cuanto a la democracia liberal contemporánea, es precisorecalcar que la misma es también un régimen excluyente, en el queaún se imponen barreras sutiles, no tan claramente identificables, paraperpetuar ylegitimar la asimetría de Ias relaciones de poder. En tal tipode democracia, el discurso incluyente, benévolo y reconocedor es elprincipal instrumento que se emplea para ocultar las barreras fácticasque impiden una participación social plena, pues en lo cotidiano lamayoría de lad decisiones importantes que afectan la vida colectivaaún siguen siendo tomadas por quienes son reconocidos legítima-mente como figuras de autoridad dentro de los círculos jerárquicosgubernamentales.

No debemos olvidar, por último, que, como toda relación de poder,el reconocimiento es un vínculo de idayvueltay que el sujeto o el gruposocial que pide ser reconocido puede emplearlo también a su favor, paraacrecentar su posición de poder y reconfrgurar la estructura de fuerzasque lo hacen situarse como dominado.

AsÍ pues, el argumento de que en los hechos una democracialiberal que no respetalos principios básicos que la sustentan (es decir, lalibertad, la autorrealización y la participación plena e igualitaria) es unademocracia que debe cuestionarse puesto que atenta contra el derechobásico a la diferencia, es un argumento que de por sí adquiere el poderde articular y movilizar diversas voluntades sociales que, al manifestarsu descontento extremo con la forma en que el régimen democrático espracticado denunciando su ineficacia, tienen la capacidad de redefinira su favor las relaciones de pode¡ reduciendo la asimetría original o,en el mejor de los casos, eliminándola del todo.(ro) y evitando que ladiferencia sea un factor que pueda esgrimirse en su contra para justificarla exclusión.

derecho de voto para las mujeres recién fue conquistado en 1918, como resultado de lasmovilizaciones, paradas, huelgas y vigilias organizadas por el North America s Women Party,encabezado por Alice Paul, quien visibilizaba este hecho al declarar lo siguiente: Nosotras,mujeres de América, les decimos que América no es una democracia, pues a 20 millones demujeres se les niega el derecho a voto . En Alice Paul's Quotes, www.alicepaul.org.

10 Para Holloway, la única manera de dejar atrás Ia inequidad que genera el poder-sobrees a través del establecimiento de un anti-poder, no asÍ de un contra-poder que, comoañrmábamos al refer i rnos al problema dé la radical ización de la di f l rencia, t iende arepetir esquemas. El anti-poder implicaría sobre todo librar una lucha constante contrael poder, para establece.Llas relaciones sobre la base del reconocimiento mutuo de ladignidad del otro . I. Holloway, Cambiar eI mundo sin tomar eI poder, p.23O.

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Poder y reconocimiento: Los mecanismos de la exclusión

Ahora bien, nos interesa, en las líneas que siguen, pensar lapolítica como un espacio de reconocimiento recíproco más que de luchapor el reconocimiento, para lo cual creemos fundamental avanzar enun horizonte de análisis que permita pensar cómo superar Ia relaciónreconocedores-reconocidos como la única vía para reconfigurar elorden político dominante cimentado en la lucha por el poder.

4. Reconocimiento recíproco y resignificaciónde la política

Repensar la política más allá de la lucha por el poder -en los términosde lo que Holloway denomina "poder-para"- , dotándola de un nuevosignificado, implica romper la relación sujeto reconocedorversus sujetoreconocido como una vía de inclusión efectiva. El reconocimíentorecíproco puede leerse así como la articulación de diversos sujetospolíticos en la construcción de un nuevo orden común, de maneratal que la presencia de cada uno implique eI cuestionamiento de losmecanismos de exclusión sobre los que se asentó el desconocimientoanterior de su derecho a participar en la toma de decisiones que hacenalo público.

En este sentido, elreconocimiento recíproco sólo es posible apartirdel desconocimiento de los mecanismos de exclusión que erigieran elpoder instituido, menoscabando asÍ la posibilidad de la constitución denuevos actores como reconocedores.

La relación reconocedores- reconocídosno sólo enfrenta de maneraasimétrica a sujetos individuales, afecta también y principalmente Iarelación entre sujetos colectivos, configurando un orden político en elque se privilegia la participación de algunos, habilitándolos, a travésde una serie de mecanismos, a ser los sujetos políticos por excelencia-léase los llamados a representar los intereses de la colectividad-. Eneste proceso,'no sólo se deja fuera de la construcción de io común a unaserie de sujetos, sino que se les niega el carácter político y se desconoceuna diversidad de formas de hacer política, que desde los márgenesinterpelan el poder que los excluye.

Por otro lado, la dinámica reconocedores-reconocidos obligamuchas veces a quienes demandan que se les otorgue legitimidad paraparticipar en Ia toma de decisiones públicas a tomar formas ajenas

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Pilar Uriona Crespo y Dunia Mokrani Chávez

para ser reconocidos como actores políticos' lo que puede implicar

eI abandono de Ia confrontación áe fondo con los mecanismos de

exclusión que imposibilitaron su participación'

La democracia liberal representativa se erige en sÍ misma como

un sistema reconocedor de aciores, formas y tiempos de lo político, a

través del reconocimiento formal de algunos sujetos, espacios, tiempos

y formas de hacer política en detrimento de otros a los que se les niega

esta dimensión.El tiempo político es el tiempo electoral y a partir de lo que en él

se instituye se reconoce algunos espacios y procedimientos como los

legítimos parahacer polÍticalgl tie-mpo electoral, según seala correlación

áJi""rru. que de é1ámerge, habilita a algunos sujetos como los nuevos

reconocedores de los actóres e interlocuiores válidos para la toma de

decisiones de los asuntos públicos'Porestavía,sereducelaposibi l idadderepensarlapolít icamás

allá de la lucha por el poder. cuando la política es entendida únicamente

como un ordén de iepresentación, el proceso de reconocimiento es

central en Ia definiciOn de un orden jerárquico que institucionaliza las

relaciones de poder dominantes. Dentro de estos límites, incluso cuando

sehadadounprocesoenelquesesustituyeunsujetoreconocedorporotro que no surge del orden áominante, la tendencia llevará a que este

nuevo sujeto reproduzca los mecanismos de dominación anteriores

para instítuirse como nuevo sujeto reconocedor'

EnestalÍneaderazonamiento,unodelosprincipaleslímitesdela democracia liberal representativa es que, al no modificar la relación

reconocedores-reconocidás, que institucionaliza sujetos intérpretes

-gobernantes- y sujetos interpretados -gobernados- - apunta a un tipo

de simplificación ártificiat dé la compiejidad social y política' Así' el

sistema de representación busca ra reducción de dicha complejidad bajo

unfalsoSupuestodequelasumadelasrepresentacioneslogracontenerla complejidad de las relaciones sociales y políticas'

ia iesignificación de la política como el lugar de construcción

colectiva de lo comú.r rro prr"áe pensarse desde un orden político en

el que la representación pu.u poi la delegación de "poder hacer" en

comúnaunarelaciónentrereconocedoresyreconocidos.Entendemosasíquelamecánicaqueseestableceentrereconocedoresyreconocidoseslarelaciónfundarnentalquesedebecambiarparamodif icarelorden

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Poder y reconocimiento: Los mecanismos de la exclusiÓn

político hacia una mayor inclusióny democratizáción social. Esta podría

ier una vía para pasar de la dinámica del "poder sobre" al "poder para"

o "poder hacer" planteados por Holloway, que implicaría o supondría,

a nuestro entender, un ampliación del sentido de lo polÍtico.

En este punto, consideramos que la concepción de un Estado

Plurinacional es, en palte, un importante avance si se tiene como

horizonte el trastocar la relación reconocedores-reconocidos, que

supone en sociedades colonizadas el situar como sujeto político

reconocedor a la cultura dominante y sus formas de gobierno y como

sujetos reconocidos al resto de las sociedades y culturas. En este sentido

la cultura dominante leconoce a las otras en una dinámica civilizatoria

que le sirve para reproducilse a sí misma potenciando su "podel sobre".

La concepción de un Estado Plurinacional, en este sentido, tiene un

potencial importante de democratización y de ampliación de sentido

de lo político, en Ia medida en que contiene la idea de reconocimiento

reciproco entre naciones, lo que apunta a proceso de descolonización.

Sin embargo, mientras el Estado Plurinacional se sostenga en una

forma de gobierno centrada en la democracia liberal representativa,

con el reconocimiento de algunos pueblos y culturas en tanto minorías

o exaltando únicamente los valores culturales y las instituciones

y dinámicas políticas de algunos de ellos, no se afecta la relación

reconocedores - reconocidos, bajo la cual en este caso se subordina a

todoslos pueblos indígenasysus formas propias de gobiernos alaforma

partidaria - del modo en que la cultura dominante la ha configurado

"omo el lugar desde donde reproducirse a sí misma, o validando

más unos tipos de organización colectiva -la comunal- por encima

de otras. Con ello, se estaría quebrando el principio fundamental de

descolonización de un Estado Plurinacional, que sería, justamente el

del reconocimiento reciproco.

¿+o

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Multiculturalismo, derechos de mujeresv feminismo en América Latina

Márgara Millánt

En los últimos años se ha desarrollado una discusión cada vez másexplícita sobre la "diferencia" de las mujeres indígenas en términos desu ciudadanía, sus derechos y sus aspiraciones. Ello ha ocurrido en unespacio teórico y práctico que ha reconocido, por un lado, la imbricacióndel género con el espectro de etnia/razalcultura/clase, y por otra parte,la colonialidad de los saberes latinoamericanos, incluso de los discursoscríticos y progresistas, donde se encuentra incluido el feminismohegemónico. En este ensayo exploraré ambas direcciones teóricasasí como el contexto de sus emergencias con el objetivo de precisar elcarácter de la diversidad y las tensiones internas del conglomerado demujeres en América Latina.

De la utopía emancipatoria a la diversidadde la experiencia

(...) Yo opondría por el contrario la experiencia a la utopía. Lasociedad futura se perflla quizás a través de experiencias comola droga, el sexo, la vida comunitaria, una conciencia diferente,otro tipo de individualidad. Si el socialismo científico se hadesvinculado de las utopías en el siglo xrx, la socialización real sedesprenderá posiblemente de las experiencias en el siglo xx.2

I Doctora en sociología. Docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales yPolÍticas de La Universidad Nacional Autónoma de México.

2 MichelFoucaul t (1979),"Másal ládelbienydelmal" ,ReuistaActuel ,nt im. 14, 1971,en,Microfísica del poder, La piqueta, España, págs.42-43.

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

Me interesa esta cita porque creo que ilumina un desplazamientoimportante en la idea moderna (ilustrada) de "cambio" o "revolución".

Hasta bien avanzados los años B0 el modelo emancipatorio enAmérica Latina seguía anclado en la idea de un "centro" ilustrado ovanguardia, que esparcÍa la conciencia sobre los márgenes (o las masas),incorporándolos ya sea al desarrollo o a la revolución. En esta idea dela acción política coincidían diversas tendencias ideológicas, quizáporque compartían una misma noción de progreso. La "forma" políticapodía diferir en derechas e izquierdas con relación al sentido y papel

del Estado, así como la reivindicación clasista del poder político, pero sebasaba ín extenso en una comprensión mono/cultural de la vida social,tanto en el espacio de la Nación como en el espacio global.

La utopía emancipatoria en el siglo n< fue formulada desde laexperiencia civilizatoria dominante: la de la modernidad industriali-zada. Ya sea en la versión del socialismo o del capitalismo realmenteexistente, se encuentra activa la promesa de la modernidad, entendidacomo industriali zación, revolucionamiento de las fuerzas productivas,carrera tecnológica (y armamentista). Ambas visiones miran hacia lapromesa del progreso como solución alos problemas sociales.3

Las grandes utopías del siglo xx no rompen con el ímpetu de Iarazóninstrumental presente en la idea de progreso.

El feminismo, como corpus teórico-práctico, no puede sercomprendido sino como una fracción del paradigma moderno /ilustradoen transformación e incluso, como una parte que contribuye demanera importante a la desestabilización de ese paradigma al mostrarla parcialidad del sujeto universal que lo sustenta, y de su historia. EIconcepto de experiencia está en la base de la intencionalidad críticafeminista. Primero, como Ia experiencia femenina des /valorizada versusla masculina. La conciencia de una valencia diferencial de los sexosa,como forma de traducción de la diferencia bioiógica, es una realidadsocial "naturalizada" que el feminismo interroga, en sí misma y en susconexiones con el todo social. Sin embargo, esa constante (Ia valenciadiferencial de los sexos) aparece muy rápidamente en el feminismo(del primer mundo) como contenida, construida y singularizada

3 Susan Buck-Morss (2O00), Dreamworld and Catastrophe: The Passing of Mass Utopia inEast and We st, Cambridge, v rr, Cambridge.

4 Francoise Heritier (1996), Masculin/Feminin. La pensée de la Dffirence, Editions OdileIacob, Paris.

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Mároara Millán

según Ia pertenencia a Ia clase social y a la raza. La raza es un vectorde discriminación enfatizado pol el feminismo afroamericano.s Elfeminismo es quizá el discurso crítico que más rápidamente iniciaun profundo des/centramiento del feminismo ilustrado. Primerolas mujeres de color señalan que la subordinación de género no secomprende cabalmente si no se intersecciona con la dominación racial.A esta discusión se agrega el feminismo chicano, que enfatiza la hibridezcultural, la pertenencia a muchos mundos, contradictorios yvueltos unamasijo, desde donde se enuncia unavoz fronteriza, liminal.o

El concepto de géneto, así como el de "mujer", no puede yapensarse sin la interseccionalidad, metodología que apunta al crucede la definición "género" (hombre/mujer, masculino/femenino) conlas categorías de raza, etnía, clase, orientación sexual, capacidadesdiferentes, entre otras; es decir, se reflere a los múltiples vectores dediscriminación así como a "la confluencia de factores que se potencianal experimentar discriminación".7

El feminismo como teoría crítica de lo social inicia undescentramiento que corresponde a la multiplicidady contradictoriedadde sus voces constitutivas. Dicho de otra manera, el feminismo esel discurso de un movimiento social cuyo sujeto es múltiple' y cuyasprácticas culturales e identitarias son disímbolas. Al interior delfeminismo oculre un ejercicio de convivencialidad entre sujetosfemeninos distintamente constituidos, y posicionados de diferentemanera en estructuras de poder, así como en un orden socioculturalhegemónico. Por ello, uno de sus temas predominantes es el de lasrelaciones de las diferencias con lo dominante, incluso al interior delpropio feminismo como discurso crítico. EIlo es constatable ai analizarIas temáticas relevantes que genera en su esfuelzo teóIico: las fronteras,|a hibridez, las prácticas trans/nacionales, el problema de la traducción,la objetividad parcial del conocimiento social, la sororidad comopráctica política, entre otros.

HooksBell ( lg8l),Ain't lawoman?:Blackwomenandfeminism,SouthEndPress,USA.Gloria Anzaldúa (1987), BorderlandslLa Frontera, Aunt Lute Books San Francisco, CA,San Francisco.Fanny Gómez, La inteñeccionalidad en Ia discrimínacidn, Red de Educación Popular entreMujeies de AméricaLatinay elCaribe (canal), (http://www. gloobal.net/iepala/gloobal/fichas).

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

Multiculturalismo, derechos de las mujeresy feminismo en América Latina

La crítica a la construcción asimétrica de la ciudadanía basada enla diferencia sexual (hombres y mujeres) ha debido incorporar lasasimetrías provenientes del dominio del modelo cultural y civilizatoriodominante. Racismo, clasismo, heterosexismo y etnocentrismo sonvectores centrales de la indagación feminista contemporánea.

El influyente ensayo de Mohanty, "Under western eyes" (Bajolos ojos de Occidenfe), cuestiona de manera frontal al feminismo quedesde una mirada colonizante construye de manera simultánea eldominio de "Occidente" y la subordinación del mundo no occidental.Un feminismo que metodológicamente impone un "modelo" (liberaldominante) y representa a las "otras" mujeres (del Tercer Mundo)como sustancialmente atrasadas, no liberadas, y carentes de agenciapolÍtica. Esta autora subraya en la discusión feminista un tropo teóricoque atañe a Latinoamérica, el de Ia relación constitutiva y dialógicadel centro/periferia, en un orbe configurado globalmente por unageopolÍtica económica imperialista. Frente a la realidad transnacionalde las relaciones económicas, se desarrolla un feminismo cuyaintencionalidad crítica quiere ser "transnacional" de diferente manera,como una práctica no inocente que permita desentrañar los procesoscontradictorios de un feminismo multisituado, en procesos de aperturadisciplinaria y cultural, asÍ como institucionalizado y "oficializado" endiversos niveles políticos.

El feminismo proviene de una comunidad no homogénea demujeres, autoreflexiva de las desigualdades y las relaciones de poderque la atraviesan y que son construidas en diálogo continuo con variosactores sociales, de manera importante con el Estado nacióny el sistemaglobal. Su intención crítica adquiere en América Latina una densidadespecífica: la de la multiculturalidad. El feminismo empieza a concebirla agencias de las mujeres no como una acción política universal y

B Para Emi rbayer Mustafa y Ann Mische (1998), ( "What is Agen cy? ", en Ame r ican Journal ofSociology,Volume 103, núm.4,págs,962-1023, January, Chicago) el concepto de agenciavade una comprensión rutinizada y con un énfasis en su carácter reproductivo (por ejemploen Giddens y Bourdieu, "Teóricos de la práctica") a una concepción donde se enfatlzamás la creatividad en la "permanente reorganización y reconsiitución de los hábitos ylas instituciones" por ejemplo en Hans Ioas (1996), The creatiuity ofacrloz, university ofChicago Press, Chicago.

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Mároara Mi l lán

universalizante, sino como una acción contextualizada en universosculturales (es decir, universos de sentido) diversos.

En América Latina esta discusión se ha desarrollado de manerapeculiar, subrayando en primera instancia Ia problemática de lains titucion alización y " ongeízación" del feminismo latino america no. s

La difÍcil relación del feminismo latinoamericano con el Estado sereestructura a partir de la década de los 80, sobre todo en la época delfin de las dictaduras e incorporación del Estado al modelo neoliberal delcapitalismo global. La "ongeinización" masiva del feminismo a partir delos años 90, con la inclusión de las "políticas de género" en los grandesorganismos internacionales (Naciones Unidas, BrD, FMr, Banco Mundial),hacen más generalizada la inclusión del tema en la agenda global ylocal.ro Para Richard, el feminismo en Chile en la época de la transiciónempuja a muchas organizaciones feministas a dejar el movimientosocial e incorporarse a la gestión estatal.rr

La impronta de las "democracias" neoliberales, con su énfasisen la eficacia y la tecniflcación de lo social, ha sido subrayado en elfeminismo contemporáneo, entre otras investigadoras, por Richardpara el caso chileno, pero lo podemos extender a todo el proceso delllamado "gender mainstreaming" (poner el género en la agenda oflcial),con sus efectos de "institucionalizar" estas políticas. Para esta autora,el proceso de institucionalización de la perspectiva de género, con suconsiguiente pragmatismo, ha implicado para las teorías y prácticasfeministas "que lo profesional desplazara y reempla zara a lo militante, yque lo operativo adquiriera mayor urgencia que Io discursivo".

En América Latina la discusión sobre los efectos de lainstitucionalización del "género" y su subsecuente tensión política

9 Sonia E Álvarez (2001), "Los feminismos latinoamericanos se globalizan; tendenciasde los 90 y retos para eI nuevo milenio", en Arturo Escobar, Sonia E. Alvarez y EvelinaDagnino, Política cultural & Cultura política. Una nueua mirada sobre los mouimientossociales latinoamericanos, Taurus-rcenu, Bo gotá.

l0 Esta problemática aparece en las discusiones de los encuentros feministas delsubcontinente, en Ia tensión entre las "institucionales" y las "autónomas" con referenciaa los efectos que la institucionalización y profesionalización del feminismo tienen enrelación con su autonomía crítica frente ai estado neoliberal. Alvarez refiere: "En losrlltimos años, los debates sobre el Estado que se han desarrollado dentro del campofeminista latinoamericano han girado en torno de si las feministas deben o no debónacercarse a, o 'meterse' con / en el Estado" (Sonia E Álvarez (2001), Ibid, pág. f) .

1l Nelly Richard (2001), "La problemática del feminismo en los años de la transiciónen Chile", en Daniel Matos, (Compilador), Estudios Latinoamericanos sobre cultura ytransformaciones sociq.les en tíempos de globalización, cL,rcso, Buenos Aires - Caracas, pág.230.

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

sobre el lugar y el qué hace¡ del feminismo se da de manera simultáneacon el reconocimiento de la multiculturalidad, y Ia subsecuente tensiónentre feminismo y diversidad cultural. De esta forma, la discusión sedesdobla: por un lado, las políticas y agendas globales implementadas através delos organismos estatales aparecenco/optando alosfeminismoslocales; y por el otro, los feminismos globales y locales aparecen almenos en contradicción con la realidad multicultural de las mujeres ysus demandas.I2

El feminismo latinoamericano, enraizado en la experienciaurbana, intelectual y de clase media, que ha sido la depositaria de lacrítica feminista ilustrada moderna, se ve confrontado con lo que se hadenominado el "feminismo indígena", es decir, lavoz crítica que estasmujeres han articulado en estos años, relativos a su lugar de cara alEstado nación y a sus propias comunidades de origen. El movimientoorganizado de mujeres indígenas es una realidad que en América Latinaha ido construyendo su propio espacio al menos desde 1992,13 cuando elmovimiento de los pueblos indios adquiere una visibilidad polÍtica y se

l2Esto atañeno sólo alasorucsylasinstitucionesestatalesquedesarrollanestudios e intervienenen las políticas de género, sino de manera muy específica a la academia y la agenda deinvestigación en torno al género. León alude a un estudio de Tarrés ("De la necesidad a unapostura crítica en los estudios de género") donde concluye que en México "la agenda de losprogramas de estudios de género coincide punto por punto con la de las oNc", para plantearque esto "puede obedecer a un alto consenso sob¡e las demandas, pero también puedeleerse como falta de criterios para diferenciar las actividades de la academia de las de lasociedad civil organizada. También puede indicar Ia hegemonía de la agenda internacionalen los diferentes espacios que trabajan. Muchas veces son los gobiernos locales, nacionaleso las agencias flnancieras las que financian la investigación y la extensión universitaria"(Magdalena León (2005), Tensiones presentes en los estudios de género, Ponencia presentadaen el Colegio de México, octubre, manuscrito s/f. México).1¿ tensión local / global incluyede manera central a la academia y sus políticas de investigación, a través de agencias definanciamiento muchas veces ya incorporadas a las universidades.

13 El "Encuentro de dos mundos", como se denominó of,cialmente al v Centenario deIa Invasión de América, abrió el espacio para una serie de manifestaciones que pusode cabeza la interpretación celebratoria y aproblemática de la conquista, y que se fuearticulando como las demandas autonómicas y de reconocimiento cultural de los pueblosindios. En este contexto, las mujeres indígenas fueron abriendo también sus propiosespacios. 'A partir 1995 muchas de estas mujeres han optado por construir sus propiasinstancias independientes de los espacios de los movimientos indígenas nacionales yde los movimientos feministas de sus países, a partir de los Encuentros Continentalesde Mujeres Indígenas, realizándose el primero en Quito Ecuador; el segundo en México(f997); el tercero en Panamá (2000) y la Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas(2002) en Oaxaca, México; y el cuarto en Perú en 2005, ampliándose la participación amujeres de grupos indígenas de otros continentes. En este contexto se forma el EnlaceContinental de Mujeres Indígenas, en el que confluyen pobladoras originales de AméricaLatina, Estados Unidos y Canadá" (Rosalva A. Hernández (2005), "Hacia una concepciónmulticultural de los Derechos de las Mujeres: reflexiones desde México", Ponenciapresentada en el Congreso de Latin American Studies Association (r-esa), Marzo 15-18, SanJuan Puerto Rico).

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Márqara Millán

inician en la región las demandas por el reconocimiento de los derechosculturales y las luchas por la reforma autonómica del Estado.

Al feminismo académico y políticamente hegemónico en AméricaLatina, se le ofrece la oportunidad de repensar el alcance de su propiaintencionalidad crítica a partir de la articulación de otras voces en elcampo de fuerza de las demandas de las mujeres. Quiero plantear estasituación a partir de la ampliación de Ia ciudadanÍala de las mujeres,a través del discurso de los derechos. Si consideramos al feminismolatinoamericano centrado en eI sujeto ilustrado, podemos pensar enun primer horizonte de la ampliación de la ciudadanía femenina en lamodernidad a nivel global.ls Sin embargo, este horizonte visto desde laperspectiva del multiculturalismo ydentro de la dinámica de la dialécticacentro-periferia, actúa también como un "localismo globalizado",lo esdecir, como un mecanismo que universaliza ciudadanías y derechosarticulados en una determinada cultura (moderna/occidental).

Esta es la tensión que nos interesa explorar en eI presente ensayo, laque se tiende desde los "derechos" (de las mujeres) como ampliación dela ciudadanÍa, hacia su lÍmite, en tanto que ese núcleo de la ciudadaníaha sido enunciado desde "un 'racismo' constitutivo de la modernidSdcapitalista; un 'racismo' que exige la presencia de una blanquitud d9orden ético o civilizatorio como condición de la humanidad moderna",yque opera paradójicamente a través de la nación.i7

14 Entendiendo "ciudadanía" como la describe Tapia (Luis Tapia (2006), La inuención delnúcleo común. Cíudadaníay gobierno multisocietal,Mtteladel Diablo, LaPaz, Bolivia, pág.19): "(Ciudadanía)...éste es un proceso acumulativo, de ampliación y complementaciónde derechos que atraviesa tres siglos, es decir, todo el tiempo de la modernidad". Se tratade una larga historia de imaginación, conquista, incorporación, reconocimiento dederechos, resultado de la acción social.

15 Luis Tapia (2006), Ibid.16 Como lo propone De Sousa, retomado porHernández (RosalvaA. Hernández (2005), Ibid).17 "...es de observar que la identidad nacional moderna, por más que se conforme en

función de empresas estatales asentadas sobre sociedades no europeas (o sólo vagamenteeuropeas) por su 'color' o su 'cultura', es una identidad que no puede dejar de incluir, comorasgo esencialydistintivo suyo, unrasgo muy especial al que podemos llamar'blanquitud'.La nacionalidad moderna, cualquiera que sea, incluso la de estados de población no-blanca (o del 'trópico'), requiere la 'blanquitud' de sus miembros. Se trata sin duda deun dato a primera vista sorprendente, ya que Ia idea de una identidad nacional pareceríaexcluir la subsunción de ella bajo alguna identidad más general (por ejemplo, 'europea' u'occidental'), que trascienda las determinaciones étnicas particulares de la comunidad'nacionalizada' pof el Estado capitalista" (Bolívar Echeverría (2OO7\, "Imágenes de la'blanquitud"' en Diego Lizárazo et al.: Sociedades icónicas. Historia, ideología y cultura enIa imagen, Siglo xxr, México, (http /www.bolivarecheverria.com), págs. 2 y 3).

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

Es justamente el Estado nación latinoamericano, con su peculiarsurgimiento independentista pero afirmativo (e imitativo) de lamodernidad, el que produce un discurso tendiente a homogenizar elterritorio, en primera instancia a través de la identidad nacional, de lainstauración de los derechos ciudadanos.

Los derechos tienen una función reproductiva de algún tipo derelación social, que a su vez es una relación de poder.18 Son una manerade articular Ia separación entre Io colectivo y lo individual, produceny reproducen dicha separación al tiempo que sirven para mediar y

comunicar el ámbito o la esfera de lo privado y común (estatal). Peroal mismo tiempo "un derecho es un tipo de reconocimiento legal anivel del Estado que permita modificar la distribución de la propiedady las relaciones de poder en el seno de la misma sociedad civil".re Losderechos entonces, son la manera de ensanchar o limitar la ciudadanía,y la ciudadanía es una lucha por la expansión de los derechos.

El multiculturalismo en América Latina exalta la tensión entrederechos colectivos e individuales, entre propiedad privada y propiedadcomrln. Subyacente a estas delimitaciones se encuentra la concepción deindividuo o persona. Y todo ello se manifiesta de manera particular conreferencia a las mujeres. Por ejemplo, el llamado enfoque de la Mujer enel Desarrollo (rvrnn), promovido desde las agencias centrales como la UsAID(United States Agency for International Deuelopment) es una manera deincorporar a las mujeres rurales e indígenas a un modelo específico dedesarrollo en el cual éstas aparecen como un recurso aprovechable.20

Como afirma Hernández:

Bajo la influencia de estos discursos globales otorgar derechosa las mujeres es incorporarlas a un proceso de desarrollo quese ve como el horizonte civilizatorio de toda la humanidad encontraposición con las culturas locales, que "frenan el desarrolloy excluyen a las mujeres".zr

l8 Luis Tapia (2006), Ibid.19 Luis Tapia (2006), Ibid, pág. 17.20 Naila Kabeer (1998), Realidades Trastocadas. Las Jerarquías de género en eI pensamiento de

desarroLlo,Paidos, puEG-uNAM, México.21 RosalvaA. Hernández (2005), Ibid, pág.8.

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Márqara Mi l lán

Ello se traduce, la mayoría de las veces, como el horizontecivilizatorio de la nación frente a las culturas marginadas, subordinadas,o simplemente invisibilizadas; es decir, el discurso del desarrollo"nacional" opera como elusivo de la diversidad cultural (que estambién diversidad del desarrollo posible). Cuando el Estado desarrollapolíticas paternalistas hacia las poblaciones indígenas, como en elcaso mexicano, se trata de incorporar al indígena -reconocido sólo ensu calidad de atrasado y excluido- al desarrollo nacional a través de su"desindianizaciófi", de su blanqueamiento.

En esa lógica, los "derechos de las mujeres" dentro del discursoglobal del desarrollo, intervienen en las culturas agrarias e indígenasimponiendo un modelo específico, tanto de desarrollo como deciudadanía, y también una misma acepción de emancipación femenina.Universalizan el sujeto (neo)liberal, se dirigen a la mujer campesina y/oindígena focalizándola (y convirtiéndola) en un individuo aislado, suj etodel derecho al crédito y al empleo, forzando así su conversién al sujetodel derecho liberal, y a las actividades productivas def,nidas desde elmarco neoliberal del desarrollo.22

Las agencias para el desarrollo recurren a las organizacionesfeministas de la sociedad civil, provocando un cambio importante enel lugar y papel de estos grupos, financiando la profesionalización delfeminismo, que pasa a ser en este contexto más una intervención técnicaque política.23El desarrollo con equidad de género es un avance, alavezque un límite de Ia intencionalidad crítica del feminismo, que ocurre en elmarco de las tensiones entre lo global/local, lo nacional versus diversidad,y también, entre feminismo hegemónico y feminismos emergentes.

Sin embargo, y regresando a la idea de la ciudadanía como unproceso acumulativo, expansivo, resultado de la acción social, quisieraplantear junto con Hernández, que:

22 En el caso mexicano los gobiernos "del cambio" conside¡an que Ia aspiración última de laciudadanía es equivalente a Ia conversión en microempresario, bajo el modelo de "a todos unchangarro y un voch_o", que se completa con "lavadora, y no de dos patas", del léxico foxiano.

23 Como lo planteaAlvarez: "Quiero suger i r que el imperat ivo de' incorporar al género'ala pianificación para el desarrollo, tan en boga a nivel global, puede estar ilevando a losEstados y a las organizaciones intergubernamentales a 'consultar' a ias oxcs feministaslocales y transnacionales más en su capacidad técnica y por su expertizaje en género, queen su capacidad comoorganizaciones 'híbridas' de la sociedad civil o del movimientofeminista que promueven la ciudadanía plena para ias mujeres. Es decir, más comotécnicas y menos como ciudadanas" (Sonia E. Álvarez (2001), Ib id.) .

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

...a pesar del poder económico y político ciüe subyace detrás de

las definiciones liberales y universalizantás de los derechos de

Ias mujeres, "tio'

di'"t"sts y prácticas han sido contestados y

resemantizadt;;; ;"jeres' indígenas organizadas que están

luchando por reiaciones más justas entre hombres y mujeres'

desde definiciones de la persona que trascienden el individualismo

occidental, desde concepciones de una vida digna que va-n más allá

del derecho a r" pt"pi"Já¿ y desde conceptualizaciones de equidad

que incluye., tio "¡fo

la iomptementariedad entre los géneros'

sino entre to. '"'"'

humanos y la naturaleza' Estas perspectivas

alternativas a"-io' derechos áe las mujeres que -reivindican

la

cosmovisión indígenacomo un espacio dé resistencia' están siendo

también transnacionalizadas por un movimiento continental de

mujeres indígenas que tiene su-cara más visible en una instancia

de coordina"iOt' i*""'ucional llamada Enlace Continental de

Muieres Indígenas'24

Lapuestaenmarchadeunfeminismomult iculturalenAméricaLatinaocurreporyatravésdelaorganizacióndelasmujeresindígenasque en ,r'.t upropiución del discurso de los derechos' articula un

posicionamiento divergente respecto a los derechos de las mujeres

definidos desde ro, ;iñ"uri.mos gtouaiizados" para el sujeto liberal

universal, y en relación con el lugar que la nacióny la tradición les asigna'

Los posicio.ru*i"rrto, críticos yleivindicativos de las mujeres indígenas

organizada, tt dil;;;^;;"1'; la violencia del Estado nación en tanto

portador de un p-v?"ú ¿" desarrollo económico y de homogenización

cultural, v ¿. fuJitói"t comunidades indígenas' a 'sus

estructuras

de subordinación y no recono"r*r".r,o del tiabajo y la capacidad de

decisión de las mujeres' Igualmente' se dirigen a la violencia de los

hombressobrelasmujeres'Todoel loSeconténeenlaideadejust ic iasocial y de género presente en sus actuales demandas'

24 Rosalva A. Hernández (2005)' Ibid' pág' a'

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Mároara Millán

El feminismo indígena y los derechos de las rhujeres

El documento:2s "¿Feminismo con visión indígena o visión indígenafeminista? Definiendo el Feminismo desde la perspectiva de las mujeresindígenas: desafíos para la integralidad de la lucha de las mujeres",sintetiza el momento y la posición adquirida por un número importantede mujeres indígenas y afrodescendientes organizadas a nivel mundial.Muchos de los puntos que veremos a continuación son enunciadostambién por integrantes del movimiento zapatista entre 1994 y 2001.En estos pronunciamientos opera una cualidad sustancial del ordenintercultural, a decir de Tapia,26 la transcrÍtica, la crítica ejercida a lapropia cultura desde las apropiaciones de otras cultutas, y la críticade otras culturas hecha a través de la cultura propia. El ejercicio de latranscrÍtica es sustancial para el devenir de un orden de convivencialidaden la diversidad, sin una cultura dominante.

En este esctito, las mujeres indígenas dicen que aI no retomarel paradigma feminista tradicional, no son reconocidas ni integradasen el movimiento. Al mismo tiempo, sus compañeros de lucha en elmovimiento indígena las critican por:

. ..introducir ideas que no nacen de nuestra cultura y por lo tantolas mujeres indÍgenas que dentro de las organizaciones indÍgenasmixtas osamos referirnos a la necesidad de incorporar enfoquede género, salud sexual y reproductiva en nuestro trabajo, somosconsideradas como de traidoras a nuestros propios pueblos. Paranosotras, las mujeres indÍgenas, la incorporación del feminismo anuestra lucha específica ha representado un proceso de autocríticade los sistemas de organización social y los valores indígenas que

de forma constante afectan el desarrollo y participación de lamujer indígena.27

Las indígenas "feministas", es decir, las que ejercen la transcrÍticanecesaria a la interculturalidad, se encuentran entre el etnocentrismo

25 Discutido en el panel organizado por el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (rtut),que reunió a 60 personas, 90% de ellas mujeres, con la siguiente distribución regional:lSVo de América Latina, l2.5To de Africa, 25To de Asia, 9.37o de Europa, 347" de EstadosUnidos y Canadáy3.1V" de Australia.

26 Luis Tapia (2006), Ibid.27 .l:¡¡t,Foro Internacional de Mujeres Indígenas (2005), "¿Feminismo con visión indÍgena o

visión indígena feminista? Definiendo el Feminismo desde la perspectiva de las mujeresindígenas: desafíos para la integralidad de la lucha de las mujeres", presentado en AWID,Asociación para los Dqrechos de las Mujeres en el Desarrollo, Octubre 27-30, Bangkok,Tai landia. pág.3.

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

del feminismo hegemónico yel esencialismo del movimiento indígena.28Extranjeras en ambos mundos a los cuales, sin embargo pertenecen. Lasindígenas habitan un lugar que las confronta conla cultura dominante ycon su propia cultura. Y en ese lugar liminal, se apropian del feminismo(occidental) para reformularlo a su medida:

La redefinición del feminismo desde las mujeres indígenas,pretende la ruptura con el legado racista y discriminatoriodel feminismo tradicional, que no toma en consideración lasnecesidades especif,cas de las mujeres indígenas (y de otrosgrupos étnicos tradicionalmente excluidos). El feminismotradicional ha establecido esquemas en los que existe un sistemacentro y periferia, y las mujeres indígenas, negras, pobres somossiempre las feministas de la periferia que tenemos que aceptarlas ideas y conceptualización de la lucha feminista que presentaun sesgo homogenizante y discriminatorio en su análisis queestablece relaciones encubiertas de poder y autoridad dentro delmovimiento feminista, que dejan fuera de estos esquemas a lasmujeres indígenas.2s

Ydemandan del feminismo un des/centramiento, que posibilite lacomunicación, Ias alianzas, compartir sus diferentes legados, construirun feminismo más integral:

Desde las organizaciones de mujeres indígenas consideramosnecesario que el movimiento feminista realice una revisión de suparadigma, para incorporar dimensiones culturales, lingüísticas,de espiritualidad y cosmovisión de la cultura y mujer indígena,como proceso de enriquecimiento e integralidad de la lucha porlas mujeres de todos los pueblos, así como aspecto importante esla formación de alianzas entre las organizaciones de mujeres noindígenas y de mujeres indígenas, como frente integrado de luchade las mujeres.so

28 Rosalva A. Hernández (2001), "Entre el etnocentrismo feminista y el esencialismo étnico.Las mujeres indÍgenas y sus demandas de género", en Debate Feminista, núm. 12, octubre,Racismo y Mestizaje, págs. 206-229, México, págs. 2O6-229.

29 RosalvaA. Hernández (2001), Ibid, pág.5.30 Rosalva A. He¡nández (2001), Ibid, pág. 9.

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Márqara Millán

Para las mujeres indígenas su lucha está dentro de la lucha de

sus pueblos, y ello implica no sólo asumirse como parte de los pueblos,

sino también pensar esos derechos colectivos como derechos de las

mujeres:

Como lo expresamos en la deólaración final de la reunión del ForoInternacional de Mujeres Indígenas en febrero de este año (2005),

recalcamos que la equidad de género y la creciente participaciónpolítica de las mujeres son aspectos esenciales de los DerechosHumanos de los Pueblos Indígenas.3t

Desdeestaperspectiva, los derechos de lospueblos no puedenesta¡

completos sin los derechos de las mujeres. Unos son condición de los

otros. Cualquiera de los dos por separado, será incompleto. Al plantear

que la equidad de género y la participación de las mujeres indígenas sonparte de los derechos de los pueblos originales, el movimiento de mujeres

indígenas reinterpreta y actualiza el orden de la complementariedad de

los géneros. Propone otra articulación entre lo público y lo privado, sin

renunciar a su cultura comunitaria. Usa los derechos humanos para

intervenir en la justicia de género de sus propias culturas, al tiempoque se reconoce en la defensa de los derechos colectivos de sus pueblos

frente al Estadoi-uLaconstituciónde un "feminismo indígena" se manifiestatambién

en el movimiento zapatista en México (1994). Si bien es cierto que el

levantamiento del ezrN desde su inicio fue marcado por una importantepresencia de mujeres indígenas, y qqq,muy pronto (ese mismo 1 de

enero de 1994) se dio a conocer la Ley Revolucionaria de Mujeres,junto con las otras leyes del levantamiento zapatista, haríamos mal

en pensar que la organización y participación política de las indÍgenas

inició con su incorporación al zapatismo. En la larga tradición de lucha

agraria y campesina que tiene Chiapas, las mujeres se incorporan de

diversas maneras: acompañando al movimiento campesino en las

movilizaciones que desde los 70 realizaban organizaciones como la

Organización Campesina Emiliano Zapata (oc¡z), Ia CoordinadoraNacional Plan de Ayala (cNpa) y la Central Independiente de Obreros

Agrícolas y Campesinos (cioac). En 1982 se realizó el Primer EncuentroNacional de Mujéres, en la ciudad de México; y en 1986 se efectuó el

31 RosalvaA. Hernándáz (2001), Ibid, pág.6.

qo

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

Primer Encuentro de Mujeres Campesinas de la cNpA -al igual que el de IaCoordinadora Plan de Ayala, las dos organizaciones independientes másimportantes de los indígenas campesinos. La Red Feminista Campesinase funda en 19BZ al igual que la Red de Promotoras Rurales.

Paralelamente, las mujeres indígenas empiezan a construir suspropias organizaciones productivas y artesanales, en vinculación congrupos de mujeres católicas. Las campesinas en sus comunidadeshabían ido accediendo cada vez más a tareas de responsabilidad social.A través de sus cooperativas, como promotoras de salud, creando cajasde ahorro y en muchas ocasiones negociando directamente con lasautoridades; de esta forma las mujeres habían modificado su posiciónen muchas de sus comunidades.3z La interacción con organizacionesfeministas de académicas mestizas33 se incrementó durante las últimasdos décadas, impartiendo talleres que atendían, desde una perspectivade género, temas de salud reproductivay derechos humanos.3a

De esta forma las mujeres indígenas, lejos de estar aisladas,tenían acceso a una serie de entornos discursivos sobre el género queprovenían de varias instancias no coincidentes ideológicamente entresÍ, pero que hablaban (de distintas maneras) de los derechos de lasmujeres. Agencias estatales y federales, oNGs de feministas, religiosascon perspectiva de género, así como los discursos de izquierda y dereconocimiento y afirmación de Ia cultura indígena que estaban ya en elentorno organizativo desde la década de los 80, componían el ambientedonde el zapatismo iba tomando forma.3s

32 La experiencia es diferenciada regionalmente. En lo general, los Altos se conside¡a una

::XffinffÍicionalquelaSelva. Sinembargo, elzapatismo sehaextendido ampliamenre

33 Mestiza, en el contexto mexicano, quiere decir perteneciente a la cultura hegemónica,pertenencia no marcada, que se deñne en tanto mexicana y que se autoconsidera noindígena.

34 Hernández, "Diferentes maneras de ser indio en Chiapas: nuevos sujetos sociales, susmigraciones, conversiones y rebeliones"; Rosalva A. Hernández (2001), Ibid.; Olivera,Mercedes (1994), 'Aguascalientes y el movimiento social de las mujeres chiapanecas",en Soriano Silvia, (Coord.), A propósito de Ia insurgencia en Chiapas, Asociación para elDesarrollo de la Investigación Científlca y HumanÍstica de Chiapas, Págs. 57-82, México.

35Laincursióndel grupomaoístaguerrillero quedio origenalezlru datadeiniciosdelos años 80.El CongresoNacionallndígenade 1974, organizado porlaDiócesisde SanCristóbalapeticióndel Gobierno Federal, marca el inicio de un movimiento de afirmación y reconocimientode la cultura indígena. No hay que perder de vista la mayor o menor permeabilidad de IosEstados nacionales iatinoamericanos hacialas políticas internacionales en relación con losderechos multiculturales, así como su propia tiadición. México, por ejemplo, es la primeranación iatinoamericana que firmó el convenio 169 de la Organización Internacional delTrabajo (on), en IgB9, sobre el reconocimiento de los derechos y la cultura indígenas, como

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Mároara Millán

Desde el punto de vista de la constitución de la ciudadanía, larebeliónzapatistade l994es unacrítica, tanto alaciudadaníacorporativarural como a la visión estrecha de la ciudadanía democrática electoral.Esta constitución de una nueva ciudadanÍa36 (autonómica/radical)incluye desde su inicio "la cuestión de las mujeres" en términos de unnuevo reordenamiento de género en su horizonte de democracia ideal.

La Ley Revolucionaria de Mujeres es un ejemplo de cómo lasindÍgenas se apropian del marco de los derechos y ejercen la transcríticaintercultural. Es una muestra de que las demandas de género sonarticuladas a través de la experiencia cultural específica, y con relacióna otros horizontes culturales. con los cuales se está en interacciónconstante. Las mujeres enuncian sus demandas de no discriminaciónfrente al Estado Nacional, frente a sus comunidades, y frente a laorganización polÍtica a la cual pertenecen. También hacen una selecciónde los "usos y costumbres" que aportan a la vida comunitaria y los quepor el contrario, subordinan y violentan a las mujeres y niñas.

La Ley Revolucionaria de Mujeres

En su justa lucha por Ia liberación de nuestro pueblo, el szrN incorpora alas mujeres en la lucha revolucionaria sin importar su raza, credo, color ofiliación política, con eI único requisito de hacer suyas las demandas delpueblo explotado y su compromiso a cumplir y hacer cumplir las leyes yreglamentos de la Revolución. Además, tomando en cuenta la situaciónde la mujer trabajadora en México, se incorporan sus justas demandasde igualdad y justicia en Ia siguiente ley revolucionaria de mujeres:

parte de su política indigenista. En cambio, países con una política más confrontacionalcomo Chile, aún no firman este convenio (Víctor Toledo (20o7), Prima ratio. Mouílizaciónmapuche y política penal. Los marcos de la política indígena en Chile 1990-2007, Reuista osat253, año vur, nttm.22, septiembre, Buenos Aires).

36 En el movimiento zapatista aparece muy nítidamente un nuevo sujeto político centradoen sus demandas étnicas o identitarias. Ello no debe obliterar su historia política,perteneciente al "viejo" campesinado organizado en su lucha por la tierra (Rosalva A.Hernández, (1998), "Nuevos imaginarios en torno a la nación: el movimiento indígena yel debate sobre la autonomía", en Esfu díos Latínoamericanos, Nueva época, núm. 9, págs.125-139, enero-junio, Fcpys-uNAM, México"; Mattiace, To see with two eyes. Peasant actiuism& Indian autonomyin Chiapas). En Ia reivindicación cultural está presente la importanciade la propiedad comunal de la tierra, y la consideración de la tierra misma como "nuestramadre tierra", no susceptible de ser enajenada.

ol

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

Ley Revolucionaria de Mujeres

Primero: Las mujeres, sin importar su raza, credo, color o filiaciónpolítica, tienen derecho a participar en la lucha revolucionaria en

el lugary grado que su voluntad y capacidad determinen.Segundo: Las mujeres tienen derecho de trabajar y recibir un

salario justo.

Tercero: Las mujeres tienen derecho a decidir el número de hijosque pueden tener y cuidar.Cuatro: Las mujeres tienen derecho a participar en los

asuntos de la comunidad y tener cargo si son elegidas libre y' democráticamente.

Quinto: Las mujeres y sus hijos tienen derecho a atención primaria

en su salud y alimentación.Sexto: Las mujeres tienen derecho a la educaciónSéptimo: Las mujeres tienen derecho a elegir su pareja y a no ser

obligadas por la fuerza a contraer matrimonio.Octavo: Ninguna mujer podrá ser golpeada o maltratada

físicamente ni por familiares ni por extraños. Los delitos de

intento de violación o violación serán castigados severamente.Noveno: Las mujeres podrán ocupar cargos de dirección en la

organización y tener grados militares en las fuerzas armadas

revolucionarias.Décimo: Las mujeres tendrán todos los derechos y obligacionesque señalan las leyes y reglamentos revolucionarios.

El Despertador Mexicano, órgano informativo del szrN, al lado

de Ia Primera Declaración de la Selva Lacandona, Hoy decimos

¡Bastal

Si bien es cierto que en todas las sociedades el género es una

ma]uiz generativa de sentido, no lo es de igual manera para todas las

construcciones sociales, Su naturaleza es recíproca a la sociedad,

entendida como cultura. El género se construye entonces de manera

especÍfica (diferenciada) por las construcciones sociales y culturales que

lo producen. Se debe tener cuidado en no entender las construcciones

específicas de género (por ejemplo, la occidental) como universal. La

cosmovisión es donde se despliega la dimensión simbólica de la cultura,

informa el tejido sociocultural. No podemos comprender adecuada-

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Márgara Millán

mente las identidades -incluidas las de género- si no consideramosesta dimensión cultural fundante. Género y cosmovisión no corren porcaminos separados. Aunque Ia práctica cotidiana en relación con elorden de género no traduce de manera mecánica la matriz cosmogónica,ésta es un referente central, que alimenta el sentido de las relacionescon el mundo y entre los hombres y mujeres. La cosmovisión es tambiéndinámica, en contacto con el tiempo presente de las sociedades a lasque ayuda adar forma.

Lenkersdorf ha estudiado a profundidad la cosmovisión tojolabala través de la estructura intersubjetiva de la lengua, y también en susmanifestaciones en las prácticas cotidianas.3T En los dos ámbitos,domina una idea de organicidad por sobre una idea de individualidad.La conciencia del "nosotros" es mayor a cualquier distinción, incluidala de género. En la perspectiva tojolabal, el primer ordenamiento es eltodo sociobiocósmico y en éste el eje mayor/menor tiene prevalencia.Hay una predominancia del nosotros en la conversación, una virtualausencia del yo/tu; la distinción de género separa, mientras que elnosotros "establece y requiere la comunidad".

Desde el punto de vista de su cosmovisión, articulada en el lenguaje,el género (la pertenencia a un sexo) es una distinción secundaria eincluso, en algunos casos, prescindible. Lo cual no obsta para que, apesar de que el lenguaje sea impreciso en torno al género, en Ia vidacotidiana haya una estricta división sexual del trabajo, como tambiénseñala Lenkersdorfs al referirse al término kuchaja'um, compuesto dekuchu,cargary ja', agua, que no indica género. Pero enlas comunidadestojolabales es una tarea exclusiva de las mujeres cargar el agua. Tantopara eI varón como para la mujer tojolabales hay elementos claves queirán sobredeterminando el significado de la diferencia sexual, en unorden jerarquizado. El número total de la familia, el lugar que se ocupaentre los hermanos, si se es o no soltero(a). Todo ello se traduce en máso menos recursos, posibilidades y poder dentro de las redes farniliares ypor ende; de la estructura de las relaciones de género.

37 Carlos Lenkersdorf (1996), los hombres uerdaderos. Voces y testimonios tojolabales, Sigloxxr Editores, México; Carlos Lenkersdorf (1999), "El género y Ia perspectiva tojolabal", enEstudios de Ia Cultura Maya, vol. xx, págs. 29I-231, uNAM-rrFL, México; Carlos Lenkersdorf(1998), Cosmouisiones, crcH-uNAM, México; Carios Lenkersdorf (1994), Tojolabal paraprincipiantes. Lengua y cosmouisión maya de Chíapas, Centro de Reflexión Teológica,México; y Carlos Lenkersdorf (2002), Filosofar en claue tojolabal, Porrúa, México.

38 Ca¡los Lenkersdorf (1998), Ibid.

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

La construcción del género, en tanto atribuciones, se instituyedurante la infancia; en los niños pequeños el trato es muy igualitario.La diferenciación inicia hacia los seis/ocho años de edad. Lás mujerestrabajan en las labores de la casa, la preparación del nixtamal, eramasado, la elaboración de la tortilla, la rLcolección de la leña y elagua, el lavado de la ropa. La educación que la madre le da al varónno contempla lavar la ropa, ir por el agua, por ra leña, hacer la tortilla.Irán en cambio, desde pequeños a ra milpa, a sembrar, a cultivar latierra, a cosechar, y muchos de ellos a la eicuela. La democratizaciónde las relaciones de género no parecería estar muy potenciada por elordenamiento práctico enlavidatojolabal. El ethos culiural comunitarioestá atravesado por un ordenamiento genérico y generacional queIas mujeres indígenas están hoy cuestionando ta;o-aiversas formas,una de las cuales es la revisión y transformación de ,,la costumbre,,,apoyándose en Ia Ley Revolucionaria de Mujeres.

La ambigüedad de ra rengua no es la ambigüedad en la divisióndel trabajo por sexos. Esto es parte de lo que se ieformula cuando lasmujeres toman el lajan' Iajan', es decir, lo "parejo", que el movimientoenuncia en relación con eI Estado, para imaginar Io parejo enunciadodesde las mujeres en relación con los varones en el todo comunitario.Lo parejo que demandan las mujeres como su derecho, ocurre dentrode la idea de la pertenencia a un todo. Lo parejo no separa a las mujeresde su comunidad, más bien las propone como personas activas dentrode la definición de esa comunidad. Lo parejo és usado entonces paracombatir la violencia contra las mujeres, su reconocimiento en elámbito de lo político, su derecho a elegir marido. se produce entoncesuna crítica cultural al ordenamiento de la vida cotidiana. La matrizsemiótica cultural (la cosmovisión del "nosotros,,) se dirige a equilibrarla parte del todo referente a hombres y mujeres en la vida-comunitaria.Lo que está en juego es el lugar de la mujer en la comunidad, así como9l fugar de lo indígena en la nación. El principio d.e "lo parejo',, ,,raján,Iaján" es la base para ambos cuestionamientós, sobre tá dupliciduá du"la misma experiencia", la del maltrato y subordinación.

En un estudio realizado en una comunidad zapatista tojolabal (de1996 a 2005), pude constatar en el ámbito de las demandas de género delas mujeres de esa comunidad, cómo la imbricación de la cultura estápresente en la manera en la que estas mujeres se apropian del discurso de

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Mároara Millán

los derechos, al mismo tiempo que esta apropiación provoca tensiones ydivergencias en la interpretación de los alcances de sus derechos, no sóloentre hombres y mujeres, sino entre las mismas mujeres. La referenciaa los derechos de las mujeres pasaba a ser el espacio de enunciación dedistintas posiciones de sujeto, donde se renegociaba tanto el orden degénero como el generacional dentro de las estructuras comunitarias.

Al discutir conlas mujeres de esta comunidad la LeyRevoluciona-ria de Mujeres, algunas jóvenes, las más identif,cadas con el zapatismo,demandaban el derecho a modificar lo que ha sido considerado parte delos "usos y costumbres" de la comunidad, puntualmente en relación conel matrimonio. La elección de cuándo y con quién casarse y de cuándoy cuántos hijos tener, era parte de la Ley con la cual coincidía la granmayoría de mujeres.

Al discutir el derecho a no ser golpeada, el grupo se dividió entremujeres jóvenes que anteponían este derecho en cualquier situacióno condición. Ya fuese hija, hermana o esposa, y aunque hubieseincumplido con sus responsabilidades, tenían el derecho inalienable ano ser golpeadas o maltratadas. Había sin embargo un grupo de mujeresmayores, que quizá en su papel de madres, no coincidían totalmentecon esta visión, llegando a plantear incluso que en algunos casos, elmarido tenía derecho a castigar a la mujer, si ella no había cumplido consus responsabilidades.

Este diferendo dio lugar a un álgido debate. Por un lado,podíamos escuchar lavoz dela doxa en las mujeres mayores, en buscade Ia domesticación femenina y la legitimación del varón (hermano,padre, esposo) en esa tarea social. Por otro lado, la voz instituyente deuna nueva doxa,la del discurso de los derechos como normativo deltodo social, para poner límites (la integridad del propio cuerpo) a laautoridad del padre, hermano mayor, esposo. Estas jóvenes no estabanargumentando que no tuviesen responsabilidades en el todo social, ymuy específicamente, frente a su marido; es decii, no renegaban de sulugar enladivisión sexual del trabajo. Pero muyclaramente, establecíansu derecho como seres humanos a la no violencia.

Las indígenas zapatistas no han articulado sus demandas degénero en torno a la idea de complementariedad, como es el caso deotros movimientos de la región (Bolivia, Guatemala, Ecuador). Esla noción de "lo parejo" lo que más suena a la hora de imaginarse un

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

nuevo ordenamiento del todo social. Esta es su particular aportación almovimiento continental.

Hacia un feminismo multicultural en América Latina

El reto presente para el feminismo latinoamericano es poder cruzar lasfronteras étnicas y hacer una transcrítica a su propio modelo cultural,ampliando su propia visión. Ello implica cuestionar su etnocentrismo,visualizar eI carácter racista de las culturas hegemónicas nacionales,poder ver en la realidad indígena una cultu¡a que interpela al modelode desarrollo y de civilización occidental. El feminismo multicultural estransversal a alianzas transclasistas y multiétnicas; está multicentradoy vigilante de la no imposición de la cultura dominante. No puede serentendido como un agregativo (demandas de las mujeres negras, blancas,indígenas) presente en ciertas concepciones de 1o multicultural, debeser uno que ejerzala transcríticanecesaria para el diálogo intercultural,requisito para Ia formación de un orden intercultural.

Analizando la experiencia zapatista en México, las dificultades deestablecer puentes desde el feminismo militante, intelectual y urbanocon mujeres que habitan realidades económicas y culturales lejanas ydiversas, ha sido evidente. Por una parte se impuso el pacifismo comoun principio del feminismo, que veía la incorporación de las mujeres enla lucha armada y en el movimiento insurgente como una manipulaciónmasculinista de la guerra. Este feminismo esencializa los contenidosdel "patriarcado" y postula principios desde un "debet set" donde seprivilegia la utopía versus las mujeres y sus condiciones particulares.

Otro sector del feminismo mostró su adscripción a las ideas delindividuo y la libertad moderna, centradas en el control sobre el cuerpo.Es una visión que pone en el centro del dilema feminista el control delas mujeres sobre su reproductividad. La despenalización del aborto,losderechos sexuales y reproductivos, son entonces el eje de articulacióhdel proyecto demoirático feminista. Se da por supuesto que cuandó'é3tademanda no se llega a articular por el movimiento de mujeres zapatistas,es debido a la influencia y manipulación que las dirigencias (masculinas)y la Iglesia tienen sobre las mujeres. La postura de este feminismo senutre de los fundamentos de la nación mexicana como proyecto liberal,por lo que no accede al multiculturalismo y, de alguna manera, entiendela historia (de las mujeres) de manera lineal y evolucionista.

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Una tercera postura del feminismo mexicano frente a la rebeliónsitúa la lucha en términos de una ciudadanía no etnocéntrica. Considerala contemporaneidad de distintos univetsos, tanto en el contexto urbanocomo en el rural. El espíritu ilustrado es revisado con una intenciónde crítica cultural: refundar la vida toda, la cotidianidad y la política,desde los órdenes más ejemplares de lo íntimo: la sororidad, los afectos,el amor, la responsabilidad con el todo.

Dos son los elementos que des/centran esta aproximaciónllevando al feminismo más allá de sus propios límites culturales.Uno es el centrarse en la ciudadanía entendida más como un disfrutecolectivo de justicia social, versus la ciudadanÍa liberal, entendidacomo derechos y obligaciones individuales frente al Estado. Laidentificación como miembro de un grupo discriminado, en tantogrupo, es lo que permite estructurar demandas no sólo como derechosindividuales, sino colectivos. El concepto de ciudadanía se reflere a uncomplejo proceso relacionado con el poder de definición del ámbitode lo "ptlblico". Tiene que ver cr¡n la lucha por quién puede decir quéen eI proceso de def,nición de un problema común y decidir sobrecómo hay que enfrentarlo3s y con ser reconocido como miembro de lacomunidad política, de hecho, poder redefinir la comunidad política4oes sustancial a este concepto de ciudadanía.

El Estado mexicano ha construido diferencialmente la ciudadaníade las mujeres blancas urbanas ilustradas, en contraposición a las de lasmujeres de color subalternas indígenas. Y ello es un punto de rupturaentre el conglomerado de mujeres que debe ser considerado por elfeminismo, si se piensa en él de manera incluyente de las diferentesconstrucciones de subjetividades. El feminismo como teoría críticadebe dar cuenta de esta construcción diferencial de la ciudadanía enun ejercicio descolonizador, y para ello, debe hacer su propia crítica dela modernidad y del individualismo liberal. Al "tender puentes" con lasmujeres indígenas, en realidad, se trata de deconstruir fronteras entrecosmovisiones. Tender puentes también conlas concepciones dualistas/holísticas que fundamentan las cosmovisiones no modernas, y quebuscan un equilibrio más allá de los sexos, en el conjunto del cosmos.

39 Elizabeth lelin (1990), "Introduction" and "Citizenchip and identity", en Elizabeth lelin (Ed.),WomenandsocialchapgeinLatinAmeríca, urnrso/ZedBooks, Págs. 184-207, London.

40 Hannah Arendt (f974), La condición humana, Seix Barral, Barcelona.

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Multiculturalismo, derechos de mujeres y feminismo en América Latina

El segundo punto central en la deconstrucción del etnocentrismoes la consideración de las comunidades indígenas, d.e los núcleos de senti-do no modernos, no como simultáneos sino como contemporáneos:

una de las grandes características de Ia modernidad fue separarsimultaneidad de contemporaneidad. ¿por qué? porque implantóun sentido de progreso; los que van adelante representan elprogreso, son avanzados, mientras todos los otros son atrasados.Es por eso que los países menos desarrollados no pueden se¡nuncayen nada, más desarrollados que los desarrollados, porquela lógica de la flecha del riempo impide esa posibilidad. Sinembargo, la idea de simultaneidad sin contemporaneidad expresasituacionescotidianas. cuando uncampesino seencuentraconunejecutivo del Banco Mundial, el encuentro es simultáneo, pero noocurre entre contemporáneos. El campesino es un residual, es unatrasado; el ejecutivo del Banco o el ingeniero de la agroindustriaes el progreso, es el avanzado. Tenemos simultaneidad perono contemporaneidad. El constitucionalismo interculturaly plurinacional está haciendo, de diferentes maneras, unaequivalencia entre lo simultáneo y lo contemporáneo; cada uno asu manera, pero contemporáneos al fin.ar

Solo la contemporaneidad de lo no moderno le restituye alotro su carácter de sujeto en la historia. En términos feministas,esto implica reconocer la agencia a las mujeres indígenas, no comomomentos imperfectos de una agencia social ya preestablecida porun modelo de desarrollo económico y cultural sino como una agenciaplaneada y contemporánea, y en ese sentido, interpelante de otrostipos de agencia. Ese es el horizonte de un feminismo multicultural,que acompaña a los movimientos sociales por la ampliación de laciudadanía en América Latina.

EIlo es más urgente, cuando el estado latinoamericano en suversión neoliberal acude al marco de la seguridad nacional y pbr ende,a la criminalización de los movimientos sociales como respuesta a laresistencia que enfrenta para llevar a cabo la agenda del desarrollo,centrada en los intereses de las empresas multinacionales. como gestorde estos intereses, el Estado primero cancela las vías institucionales y

4I Boaventura de Sousa Santos (2007), "La ¡einvención del Estado y el Estado plurinacional,,,en Reuista ostt. año vrrr, núm.22, septiembre, cmcso, Buenos Air-es.

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Mároara Millán

polÍticas para reconocer y dialogar con las "minorías", y después pasa

a la tipificación de delincuencia y crimen organizado para reprimiry desarticular las organizaciones sociales indígenas. Tenemos elejemplo de Chile, donde es evidente el movimiento del Estado haciala criminalización del movimiento social mapucher p&r? sacarlo delterreno político y enmarcarlo en el de la "seguridad nacional", que ha

ido adquiriendo cada vez mayor importancia y recursos en el contextodel narcotráfico y del llamado terrorismo tras el atentado del ll de

septiembre de 2001 a las Torres Gemelas de NuevaYork.En Chile, eI Estado ha desarrollado una política hacia las minorías

étnicas entendiéndolas como poblaciones pauperizadas. Ha habido

una resistencia a reconocer los derechos culturales y territoriales que

reivindican los mapuches. Esto no ha cambiado con los gobiernos

democráticos, al contrario, como lo muestra Toledoa2 en su estudio de

la relación entre el Estado y los indígenas de 1990 a 2006. Durante la

transición chilena la penalización de la protesta ha sido "prima ratio".El caso de la defensa del Alto Bío Bío en relación con un proyecto

hidroeléctrico, y el de la defensa de las tierras forestales en Lumaco,son ejemplos de la penalización del movimiento étnico recurriendo a latipificación de terrorismo.

En México tenemos el claro ejemplo de Atenco, en el Estado de

México. Tras la resistencia exitosa de este movimiento contra la venta de

sus terrenos para la construcción del mega aeropuerto internacional, fue

orquestada una confrontación que será enmarcada en lo delictivo para

llevar a prisión a todos los dirigentes y a más de 200 civiles, todo ellos

acusados de sedición y secuestro. En este caso específi.co, es relevantela estrategia de intimidación al movimiento en general a través de la

violación sexual de las mujeres. El Estado instrumenta estrategias de

intimidación a través de la violencia sexual, y ello generalmente queda

impune, al no poder establecerse los juicios a los perpetradores'Un feminismo multicultural latinoamericano debe realizar una

crítica profunda al Estado nacional, a Ia violencia estructural a la cual

ha relegado a los pueblos indios -pero no desde el punto de vista de

integración a través del desarrollo des/indianizante, sino justamente

abriendo el espacio para criticar y reformular el "desarrollo nacional",poniendo a raya el racismo presente en su actual dominancia. Sin

42 VÍctor Toledo (2007), ióid.

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Multiculturalismo' derechos de mujeres y feminismo en América Latina

esencializar ninguna cultura, ejerciendo la transciítica, el feminismo

mult icul tural t ieneelretodedesatar lastensionespresentesenlainterseccionalidad del concepto de género, visibilizar las múltiples

escalas y dinámicas de la discriminación. Tender puentes, no desde la

;;;úr";"ternalisra del indigenismo, sino desde la contemporaneidad

de los sujetos-mujeres.

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t+

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Democracia, libertad y dominaciónUna discusión teórica con referencia

especial (vía India) a América Latina y Brasil

José Mauricio Dominguesr

Democracia y serialidad

En su extenso librg sobre la democracia, Habermas definió, de maneraalgo sorprendente, al Estado democrático constitucional (Rechstaat)com.g aquel basado en el "ejercicio burocrático de la dominación legal(Herrschaft)":

En definitiva, el Estado se vuelve necesario como un poder(Gewalt) sancionador, organizador y ejecutivo, toda vez que la ley

debe hacerse efectiva... Estos son ciertamente complementos no

sólo funcionalmente necesarios para el sistema del derecho, sino

implicaciones legales objetivas, que estaban contenidas en nuce

en los derechos subjetivos [...] No es la forma legal como tal la que

legitima la dominación política, sino solamente el vínculo con el

dere cho le gítimamenfe producido (Habermas, 1992, pp. 168 -70)., , i ?: fL

Esta definición es, en efecto, más sorprendente porque surge enel interior de Io que constituiría un esfuerzo sistemático de sustituirlas teorías elitistas de la democracia por un modelo "discursivo",comunicativo y mucho más democrático. Es verdad que el abandonode la idea de "colonización" del mundo de la vida por sistemas auto-regulados, proceso en el cual el derecho podría operar como "medio" dela colonización antes que como expresión del primero (Habermas, 1981,

1 Doctor en sociologíg Docente e investigador del Instituto Universitario de Pesquisas de

Rio de Janeiro.

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Democracia, libertad Y dominaciÓn

vo|.2,pp.458y536-9),anuncialateoríabenignay[ intantoaguadadeIa democracia que emórgerÍa posteriormente de su modelo más general'

En esta, al mismo tiempo que el Estado continúa siendo un sistema auto-

regulado conducido pár eipoder (ladeado por la economía, dirigida por

eláinero), el mundo de la vida, mediado por la acción comunicativa y

la interacción significativa, sería representado por la sociedad civil, un

foco de solidariáad. Esta, a su vez, sería discursivamente mediada por

las esferas públicas, que permiten una "política deliberativa" generadora

de normas (legalmente) vinculantes, calcadas en la libertad "subjetiva"

(producida. hi.tóri.u "

intersubjetivamente)' El universalismo

iln¿ría que resultar de ese proceso público-discursivo. El "poder

comunicátivo" por un lado y él "poder político" por otro, sumados

al ,,poder administrativo" (conceptos siempre difÍciles de distinguir

en su obra), son totalmente diferenciados en el "Estado democrático

constitucional,,, que deja de ser visto como el centro de la sociedad.

Esto es lo que Hate.más entiende por democracia, más allá de la teoría

elitista de lós grupos de poder, como así también de las preocupaciones

de los pluralistas con intóreses (fijos) libremente expresados (Habermas,

1992, áspecialmente pp. 359ss). Su definición contrasta así con los tipos

de dominación de Webe t (l\g2l-2211980) , en particular la racional-legal'

pero remite directamente a ellos'cohen y Arato (1992) expandieron históricamente esa división y

subrayaron ritripl" carácter dJlavida social (mercado, Estado, sociedad

"iuit),""t papel de las asociaciones y movimientos sociales, como así

tambien el-perfil auto-limitante de estos últimos (que no deberían

pretender asumir Ia "socied.ad política"). La participación e incluso la

desobediencia civil son cruciales en sus propuestas, aunque el papel

constitucional del derecho y los límites que éste impone a todos los

miembros de Ia sociedad., una enseñanza liberal, son también claves en

su concepción. Recientemente, Alexander (2006) produjo otra versión

de la ,,esfera civil", en realidad retomando el concepto de Parsons de,,comunidad socieiaria" y una oposición binaria entre lo "Sagrado" y

1o "profano", relativa a aquello que estimamos en la sociedad civii' Si

Aiexander acepta los Iímites impuestos por formas "incivilizadas" de

vida social y como la esfera civil se encuentra entrelazada con estas,

insiste en su especificidad en términos de solidaridad, universalismo e

individualismo, como el elemento llave de la democracia, yendo más allá

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José Mauricio Dominoues

de la jerarquía y de la desigualdad, como así también del particularismo,inevitable en otras esferas sociales principales.

EnHabermas (1990, pp. 150-9; 1992, pp.632-59) eseprocedimientode construcción de la democracia está íntimamente ligado a lo quedenominó "patriotismo constitucional", cuyos orígenes se encuentranen el rechazo al nacionalismo étnico alemán que culminó en el nazismo.Es decir, opone fuertemente el universalismo en términos normativosal particularismo, en tanto se requieren procesos históricos concretospara que dicho patriotismo cívico se establezca. Esta es también, encierta medida, la perspectiva de Anderson (1998, sobre todo caps. r y 17),que enfatiza lo que él llama "serialidad abierta" (infinita y más libre) yla fuerza integradora, universarizante, del nacionalismo (en que aquellapuede fluir dentro de ciertos límites), contra el particularismo que sedifunde en tiempos recientes, con su "serialidad cerrada", repetitiva,rígida, finita y su política de la identidad, sea en el sudeste asiático uen otra parte del planeta, a menudo bajo el ropaje de la polÍtica étnica(siendo originalmente la estadística uno de sus pilares principales).

De forma casi opuesta, Chatterjee (2004) introdujo, para hablarde Ia política popular en la "mayor parte del mundo", la oposición entrela política de la "sociedad civil", en sentido más tradicional, como legaly formalmente establecida, y la de la "sociedad porítica". Esta últimaes una esfera en la cual los gobiernos -o las praxis gubernamantales-implementan políticas que deben lidiar con prácticas ilegales einformales llevadas a cabo por poblaciones que se convierten enblanco de perspectivas particulares (es decir, "cerradas" versusuniversales, "abiertas"), I servicio, hoy globalmente, del capital,mientras que, al mismo tiempo, ellas luchan para afirmar sus propiosdeseos y necesidades:

En suma, la idea clásica de soberanía popular, expresada en loshechos político-legales de Ia ciudadanía igualitaria, produjola construcción homogénea de la nación, al tiempo que lasactividades gubernamentales requieren clasifi caciones múltiples,que se cruzan y transforman, de poblaciones como blanco dediversas polít icas, generando una construcción necesariamenteheterogénea de lo social (Chatterjee, 2004, p. 36).

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Democracia, libertad Y dominaciÓn

Este fue, de hecho, un problema que, de acubrdo con Chatterjee

(2004, pp. 36-8), Marshall no entendió en su afirmación clásica

sobre tós derectros civiles, políticos y sociales' los cuales son ellos

mismosheterogéneos, l levandoesteúl t imodirectamentealaesferag,rb"r.ru*"ntal. Esta es una visión que' a su vez, nos permitiría ir más

allá de los conceptos clásicos de "d.ominantes" (rulers) y "dominados"

(ruled).Lademocraciaenlalndiasehadesarrol lado,demanerabastante ambigua según el autor, a partir de la complicada dinámica

de esa,,sociedád polít"ica" y de su cuiá"tet heterogéneo y de la relación

particularística con el Estado. chatterjee aparentemente asume "como^un

hecho", al menos en la India tanto como en occidente, los aspectos

constitucionales de la democracia, aunque esta "democracia capitalista

moderna,,, afirma de modo extraño, pertenezca solamente al último.

Nofocal izaexpl íc i tamenteenelmovimientoypart idoHindutva(elnacionat ismoHindúradicalyexcluyente),peroesedesarrol loiamentable de la política hindú es uno de los blancos subyacentes en

su crítica a la modernidad homogeneizafite (chatterjee, [1994] 1998'

pp.228-31,con tonos frankfurtianos), que permanece en el transfondo

de su argumento, en la medida en que atribuye aquella tendencia

homogenei zaíte sólo a la dinámica del capitalismo- Por otro lado,

poariimos legítimamente preguntar si el Hindutva debería ser visto

-á, .orrro políti"u étnica rádical y su nacionalismo como del tipo de

una serialidad cerrada étnicamente determinada'2

Aunquelacuest iónd.eesa..sociedadpol í t ica ' 'seamuchomásdramática que cualquier otra situación que se pueda encontrar en

occidente, ella ciertarnente refleja discusiones generadas por formas

gubernamentales neoliberales y maneras de operar a través de las

iropius nociones de libertad y responsabilidad individual (Rose, 1999)'

a.,rrq.r" la influencia de Gramsci sobre chatterjee (2008) permanezca

difusa,enestepuntoseapoyaenFoucaultyexplíc i tamenteargumentacontra la preferlncia de Anderson por el universalismo, en conexión con

el nacionálismo homogeneizante, yen favor del particularismo, así como,

hasta cierto punto, de la informalidad, reconociendo también el carácter

heterogéneo del espacio social (en contraposición al espacio homogéneo

del cap"ital). Tres formas del ejercicio moderno del poder, en verdad de la,,dominación" -soberano, disciplinar y bio-político- fueron presentadas

en los trabajos del último Foucault (t19761 1997, especialmente pp' 23-4,

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José Mauricio Dominques

30-6 y 215-25; [1978] 1979). La soberanía desciende de la problemáticade la legitimidad del poder real en occidente y fue, durante el siglo xvnI,traducida en los derechos del ciudadano, en rigor en su concepción,siempre transferida al Estado y terminando por enmascarar apenasel funcionamiento del poder disciplinar. Este fue aplicado sobre elindividuo, en torno a saberes específicos, en el conjunto de la sociedad,sin concentrarse en el Estado. YIa bio-política, que en ciertas ocasionesdenomina gubernamentalidad, lidia con las poblaciones yla "re gulación"de la vida, permitiendo un tipo de sobrevida para el Estado vis-á-visel poder disciplinar. Mientras el segundo conduce a una sociedad"normalizada", la tercera se vincula a este por medio de Ia misma nociónde "norma". Estas formas son productivas, no sólo "represivas". Foucault'además no consideró suf,ciente, ni de hecho adecuado, pensar el poderbásicamente en términos de la soberanía del Estado, oponiendo a éstalos derechos de los ciudadanos. Era necesario, como alternativa, undiscurso anti-disciplinar más amplio.

Es contra este argumento de fondo que quiero'discutir Iademocracia en América Latina, en particular.en Brasil en las rftimasdécadas (subcontinente que ha sido r-nencionado, de hecho, sólo porCohen yArato, entre el grupo de autores citado). En primer lugar, mepropongo aquí a rechazarlaidea de Habermas, para mí absurda, de quela democracia equivale a dominación, sin importar cómo sea definida.La democracia existe, y puede sobrevivir, contra la dominación, aúncuando no podariros hoy divisar formas de democracia que puedan darcuento de ello - despues de"todo, hablamos del Estado, controlado porcolectividades políticas y burocráticas, separadas de los ciudadanos ybasadas en un aparato jerárquico y en el "comando" (Bekhl); estandoese Estado, además, en las sociedades modernas, estrechamenteentrelazado con el capitalismo y sus clases dominantes (aún cuando ladominación no pueda ser reducida sólo al Estado o a las clases sociales,más allá de la importancia que éstas o aquel puedan tener). Hacer dela necesidad virtud es de por sí una tarea difícil, pero transformar elvicio en virtud no tiene sentido alguno. Es verdad que esos sistemaspolíticos son competitivos, con las colectividades dominantes siendosustituidas periódicamente por procesos electorales, aún cuando losapatatos burocráticos estatales queden fue¡a de esos procesos. Decualquier forma, gtandes máquinari as or ganizacionales y jerárquicas,

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Democracia, libertad y dominación

con diversas camadas, se mantienen activas en múltiples niveles. Así,si no tenemos como quebrar con las formas elitistas de la democracia,seamos al mismo tiempo más radicalesymás realistas, dejando patenteslas limitaciones del presente, pero desafiándolas, simultáneamente,desde el punto de vista de la relación entre el Estado y la sociedad. Poreso es que la idea de libertad como una "creación" (o como sea que sela denomine) del poder me parece también totalmente insatisfactoria:la libertad no es un producto de la dominación, sino su exacto opuesto,aunque también se relacione a la noción de poder afirmativamente porparte de las subjetividades individuales y colectivas.

En segundo lugar, muchos en América Latina han señaladolos problemas que la democracia tiene que encarar en la región. Noprentendo ocuparme de esos problemas, pero síespero ofrecerunavisiónmás extensa y optimista de la cuestión. Después de todo, la sociedadcivil, en el sentido de Habermas y Chatterjee, se está expandiendo, esdecir, las asociaciones y los movimientos sociales, de modo generalse han fortalecido, en diversos ritmos y momentos en los diferentespaíses diferentes, con la inclusión formal y legalmente vinculadaavanzando de manera acelerada en las úItimas décadas en ciertosaspectos, especialmente en los estrictamente políticos. La "sociedadpolítica", en el sentido que Chatterjee le atribuye, sin embargo, se hareplegado también en vastas regiones, con una expansión simultáneade la violencia. De todos modos, mientras que esas categorías de hechoposeen una materialidad propia, son problemáticas si se las presentade manera tan aguda. La dicotomía que opone aquellas "sociedades"no puede ser aceptada, a menos que se adopte una concepción delestilo binario de la división "sagrado-profano" de Alexander con unaseñal invertida en lo concerniente a Chatterjee y, además, la suposiciónde que ella provee más que una estructura discursiva. Y no es este elcaso. El largo debate acerca deI dualismo en América Latina nos deberíaaconsejar contra este modo de usar los conceptos, teniendo en cuentaque esos dos mundos se encuentren mucho más entrelazados de lo queChatterjee sugiere.

Con el objetivo de lograr mis metas me apoyaré en el argumentoque desarrollé en términos más generales, así como en relación aAmérica Latina. Para comenza¡ rechazo cualquier visión dualista.En un vértice más positivo, introduciré en especial el par ciudadanía

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instituyente e instituida y el concepto de "abstracciones reales" y elretrato en cuatro dimensiones del imaginario moderno basado enlibertad, igualdad, solidaridad y responsabilidad, que aparecen ligadosy opuestos a la dominación, la desigualdad, la fragmentación, el egoísmoy la irresponsabilidad (Domingues, 2OO2ay t2008l 2009).3

Es verdad que en muchos aspectos, especialmente en algunospaíses, la democracia parece ser frágil En ese sentido, cumple enciertas ocasiones un rol clave una tensión, de ningún modo negativa yque será explorada más adelante, que se produce entre lo que Eisenstadt(1999, especialmente cap. 2) denomina aspectos "participativos" y"constitucionales" de lademocracia (aunque simples intentos de eliminaro restringir la democracia por medio de perspectivas antidemocráticaso elitistas sean mucho más problemáticos). Es por medio de esta tensiónque Ia articulación de lo que serían para Castoriadis (I9TS, pp. l38ssy 493ss; 1999, p. lI9) los dos principales aspectos de la democracia-el poder del "demos", enraízado en la autonomía de los agentes y suauto-limitación por medio de un "nomos"- podría ser alcanzada. Talvez, de ese modo, pueda lograrse una solución más interesante para losdilemas presentados por las concepciones opuestas de Habermas y susasociados, por un lado, y de Foucault y Chatterjee, por otro.

Comenzaremos con uma breve discusión sobre los desarrolloscontemporáneos de lademoracia enAméricaLatina. Luego analizaremosciertos aspectos del régimen democrático brasileño. considero que, aúncon los múltiples problemas que pueden encontrarse, la democracia haflorecido en toda la región y en Brasil en particular y de ningún modo seencuentra estancada o erosionada como algunos autores han sugerido(Mairrwaring e Pérez-Liñan, 2005). Finalmente, retomaremos unadiscusión teórica más sistemática.

Tendencias demo c r atizantes en Améric a Latina :avances, límites y problemas

La crítica que realizó o'Donnell (1994 y 1996) a las democracias liberalesque existen en América Latina fue ampliamente difundida. En suargumento enfatizó el aspecto "delegativo", o sea, la elección de líderespoderosos (como Menem, en Argentina, y Fujimori, en perú), a los quela ciudadanía les otergaba un cheque en blanco que les permitía hacer lo

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Democracia, l ibertad y dominación

que quisieran, inclusive cambiar sus polÍticas iniciales y la orientacióngeneral de sus gobiernos, volviéndolas irreconocibles. Subrayó tambiénIos rasgos particularistas de muchos de esos sistemas políticos, entrelos cuales se destacaba el clientelismo. Por último, se enfatizaba lafalta de control y transparencia (accountability) de los detentores delpoder respecto de la sociedad. Otros autores, aún cuando reconocieronavances en toda América Latina, han sido muy críticos de aquellospaíses donde los gobiernos han sido forzados a renunciar en funciónde protestas populares, violándose, supuestamente, el respeto por lasreglas constitucionales (Mainwaringy Hagopian, 2005, pp. 1-2) (algo queocurre cuando esos gobiernos no cumplen sus promesas, rompiendocon las políticas con las cuales se habían comprometido). Roniger (2005)destacó lo que veía como "neopopulismo" y "neoclientelismo" y su accióndeleterea sobre el teiido democrático, la persistencia de la violencia y laviolación de los derechos civiles básicos, pudiendo generar una erosión dela confianza en la democracia, según como es medida por instrumentoscomo el "Latinobarómetro" - problema destacado también por otrosestudios sobre el tema (Méndez, O'Donnell y Pinheiro, [1997] 2003).

"Populismo" me parece una construcción problemática, quedifícilmente tenía sentido en la perspectiva propuesta por GinoGermani, profundamente deudora del funcionalismo y de la teoría dela modernización (ver Domingues y Maneiro, 2OO4), y se vuelve en laactualidad demasiado vaga conceptualmente, operando más como untérmino de abuso y denuncia de demagogia en general (en cuyo caso"cesarismo", sea "progresista" o "conservador", sería probablementeun concepto más adecuado). El clientelismo, sin embargo, ha sido unapresencia realmente recurrente y característica de la política de toda Iaregión, como varios estudios recientes demuestran (por ejemplo, paraArgentina y México, Auyero, 2001; Fox, 1997). Lo mismo puede decirseen relación a la efectivación de la ciudadanÍa civil por un Estado aún"despótico" que a menudo trata a sus poblaciones como "súbditos" yposee un "poder infra-estructural" relativamente reducido, es decir, noes capaz de gobernar muchos aspectos de la sociedad por intermediode sus propias instituciones (Mann, 120041 2006), abandonandoa sus "ciudadanos" a su suerte frente la conductas criminales(especialmente cuando son pobres) y tratando violentamente y amenudo de manera ilegal a aquellos que serían transgresores de

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José Mauricio Dominques

la ley. En otras palabras, puniéndolos sin respeto por sus derechosciviles (una vez más, especialmente cuando son pobres). Los derechossociales tuvieron peor destino, dado que se hicieron efectivos de modobastante limitado durante el periodo del Estado desarrollista y delcorporativismo y, cuando ocurrió la democratización a partir de ladécada de 1980, el credo neoliberal qo los contemplaba, sino todo locontrario (Barrientos, 2004).

En su argumento, Roniger (2005) señala, sin embargo, aún cuandopuede sonar algo pesimista, que esa confianza reducida en la democraciasignificaría simplemente que el régimen está consolidado pero que losciudadanos no están muy satisfechos con sus resultados. Después detodo, se puede agregar, los ciudadanos parecen estar insatisfechos nosolamente en América Latina sino en todo el mundo, especialmenteen función de las reformas neoliberales (cf. Hagopian, 2005, pp.32l-4).Roniger también resalta ciertos cambios que han llevado, a pesar de esosproblemas y de la falta de recursos de muchos grupos populares paraparticipar plenamente de la política, al surgimiento de nuevas formas depolítica participativay a una perspectiva de la democracia que vamás alláde las teorías "elitistas" que prevalecieron en la vida académica durantela transición de las dictaduras militares e incluso despues de su final enIos años 1980-1990. Mientras que esos regímenes eran "minimalistas",Ias nuevas experiencias implicaron participación de masas, controlpúblico y deliberación. Es esto lo que muestran, por ejemplo, estudiossobre México (control electoral) y Brasil (presupuesto participativo)y lo que sugieren discusiones sobre una esfera pública ampliada ypluralizada (Avritzer, 2OO2; Avritzer y Costa, 2004), para no hablar delo que la paulatina apertura y en ocasiones pluralidad de los sistemasjudiciales evidencia (Domingues, [20081 2009, cap. 1). Recientemente,Bolivia en particular ha sido escenario de una profundización de lasprácticas democráticas, de una fuerte movilización social y del pasode elecciones tradicionales a una gran participación comunitaria y aluso constante de referendos (un instrumento comúnmente usado enEuropa, pero odiado por los conservadores en América Latina) a pesarde las tensiones relativas a "serialidades étnicas" (García Linera,2O04;Domingues, Guimaráes, Mota y Pereira da Silva, 2009).

Mi argumento reciente es también que, a pesar de la persistenciadel clientelismo, de la importancia de los poderes "fácticos" (tales

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Democracia, libertad Y dominaciÓn

como la alta concentración de los medios masivob de comunicación

privad.os, naturalmente orientados hacia el neoli.beralismo) y las

iestricciones aI ejercicio de derechos, la democracia nunca ha sido tan

fuerté en América Latina. El subcontinente viene atravezando en las

últimas décadas por una verdadera "revolución molecular", a pesar

del proyecto "transformista", también actual, del neoliberalismo,

que propugna por una democracia mínima - configurándose de este

modó dos "giros modernizadores" en competencia, los cuales, en

su enfrentamiento, han moldeado Ia región en las últimas décadas

(Domingues, [2008] 2009, cap. 3). El telos del imaginario moderno,

conteniendo en su centro la libertad igualitaria, se ha traducido en una

amplia movilización social, llevando a un cambio de los grupos polÍticos

dominantes (las llamadas "élites", término que debería ser realmente

evitado, al menos en función de su bagaje ideológico excesivamente

pesado, que incluye el papel negativo o limitado que Ieserva para

iu, ,,*urá.") y el restabiecimiento, cambio, y consolidación de las

instituciones democráticas. En realidad, la defenestración de políticos

que traicionan sus compromisos básicos debería ser vista como un

uiun"" en la región, que productivamente evidencia 1a tensión antes

mencionada entre los aspLctos constitucionales y participativos de Ia

democracia, incluyendo ü desobediencia civil, y más aún en la medida

en que eso no ha significado su reemplazo por líderes militares' En vez

de ésto, Ios viceprésidentes asumieron el cargo o nuevas elecciones

fueron convocad.as, sin quiebre de las reglas constitucionales. Además,

presidentes "delegados" como Menemy Fujimori han sido encarcelados

y procesados y pueden terminar sus días en la cárcel por corrupción y

abuso de los derechos humanos.

oleadas de movilización popular son constantes en América

Latina. Posiblemente en la mayor parte de los paÍses, aunque no en todos,

están menguando, pero su le gado es inne gable. La constitucional izaciín

también ha progreiado, implicando cobertura legal más fuerte para eI

Estado y mayor poder de legitimación, así como un reconocimiento

más avanzado de los derechos y la flexibilización de códigos jurÍdicos

anteriormente más rígidos, con una tendencia que muestra avances en

los sistemas legales y en el imperio de la iey, a pesar de los problemas

y limitacio.r"r. El molde estatal se ha mostrado, de modo general,

más adaptable y capaz de responder a la creciente complejidad de la

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José Mauricio Domingues

modernidad (Domingues, [2008] 2009, cap. 1). Las constituciones hansido consistentemente universalistas, pero los derechos colectivosde los pueblos originarios y en ocasiones también de las poblacionesnegras han sido incluidos en los nuevos textos democráticos (Dávalos,2005), por medio, en gran medida, de los giros modernizadores de"serialidades cerradas" en tanto subjetividades colectivas activas yauto-construidas.

Se debe agregar que América Latina ha avanzado exactamenteen aquellos lugares donde una virtual conjunción entre los diversosmovimientos sociales ha logrado, directa o indirectamente, realízarcambios en las instituciones y prácticas, antes que permaneciendoajenos al sistema político intentando preservar una autonomía absolutay quimérica (Adal Mirza,2006; Svampa,2008). Obviamente el riesgo decaer en manos de los gobiernos e inclusive de la gubernamentalidad enAmérica Latina, en especial por el clientelismo o al menos soportandomansamente administraciones de izquierda,-aumenta con la decisiónde entrar de modo más directo en el juego político y comprometerse enel plano de las instituciones. Sin embargo, de ello pueden surgir nuevasredes,de colaboración efectivaymás amplia, entre los movimientos perotambién entre ellos y gobiernos realmente demo cráticos (Maneir o, ZO0T ;Domingues, [2008] 2009, cap. 1;Domingues, Guimaráes, MotayPereirada Silva, 2009). No hace falta decir que en ocasiones las colectividadesdominantes se mantuvieron en el poder, otras veces fueron desplazadaspor otras colectividades. La competencia electoral funciona en todaAmérica Latina y en parte ha reestructurado los sistemas de dominaciónburocrático -políticos.

El peronismo, el varguismo y el Estado mexicano, así como lasrelaciones entre el campesinado y el Estado después de la revoluciónboliviana de 1952 -en definitiva, el corporativismo en general-brindaron los esquemas disciplinarios más fuertes aplicados a las clasestrabajadoras en América Latina (en ocasiones combinando la acciónestatal con algún tipo de fordismo privado y otros tipos de ideología yapoyándose tal vez en elementos remanentes de las ideologías estatalescoloniales). Aún cuando esos esquemas perdieron el soporte que enalgún momento disfrutaron de esa arrrrazón corporativista y en muchoscasos de la transformación masiva de las poblaciones en trabajadoresy Ia absorción de lg disciplina industrial, han logrado continuidad

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Democracia, libertad y dominación

,:-

aunque aplicados desigualmente a toda la sociedad. Los esquemasdisciplinarios no han recibido, sin embargo, un tratamiento sintéticoen el subcontinente (al contrario, por ejemplo, de China y del sudesteasiático, en relación al neodesarrollismo y el neoliberalismo, cf. Ong,1999, 2006). En lo que respecta al "bio-poder", parece encontrar susprincipales expresiones en los esquemas sociales focalizados, vis-á-vislos programas sociales y las nuevas políticas derivadas originalmentede los programas compensatorios vinculados a las "políticas de ajuste"(para una visión general de estas últimas, ver Domingues, [2008] 2009,caps. I y3, aunque no existen investigaciones sobre el bio-poder llevadaa cabo seriamente en América Latina, excepto en lo que atañe a laadministración de las razas, su blanqueamiento en el inicio del sigloxx y su mestizaje posterior). Pero el elemento de dominación presenteen tales esquemas ha sido largamente ignorado por los investigadores.Si bien sus avances son decisivos, por otro lado la ciudadanía ha sidoa menudo tomada de manera acrítica como la solución a todos losproblemas de la región (por ejemplo, en O'Donnell et al., 2004).

La trayectoria brasileña

Brasil atravezó a Io largo del siglo xx por lo que algunos autores (Reis,Vianna, inspirados por Barrington Moore Jr.) caracterizaron como unproceso de "modernización conservadora" originada en un acuerdoentre los grandes propietarios de tierra y la burguesía industrial. Esteproceso generó, en el largo plazo,la industrialización, el fin de las formaspersonales de dominación y el establecimiento de una "poliarquía" (en elsentido de Dahl, l97t), es decir, libertad de transitar, de vender la propiafuerza de trabajo, y participar, a partir de mediados de los años 1980,del derecho de sufragio, de los debates públicos y de manifestaciones,además, por supuesto, de elecciones formalmente justas, a pesarde la violencia continua, endémica, típica de la historia del país. Lamodernización conservadora se completó, básicamente, con latransiciónde la dictadura militar (que fue su última manifestación, autoritaria, perotambién industrializante) al gobierno civil, elegido indirectamente enI9B5 y la promulgación, en 19BB, de una nueva constitución progresista.La ampliación y pluralización de la esfera pública fue otro aspecto delproceso. Las siguientes elecciones consolidaron la nueva democracia,

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José Mauricio Dominoues

con sus virtudes y problemas (Domingues [2002b] 2003; Costa, 2002;Weyland,2005).

Laparticipación popúIar ha sido bastante significativa, no obstantetodas las restricciones generadas por las profundas desigualdades yla falta de reconocimiento de amplios sectores de la población, asÍgomo, a pesar de la extrema concentración de los medios privados decomunicación, el poder remanente de las oligarquías rurales regionales ylos enclaves autoritarios dentro del Estadoa. Aquellarevoluciónmoleculardemocrática se ha ido desplegando al menos hasta recientemente (apesar de la larga ola de movilizaciónsocial que se inició durante los años1970 haberse disuelto ya hace tiempo), el Partido de los Trabajadores (pr),una vez más, al menos en sus orígenes, representó una forma novedosade combinar, en una vasta red de diferencias, movimientos socialesy política institucional, y su ascenso al poder representó una ruptura(bastante) parcial con las políticas "transformistas" neoliberales queimplementaron los gobiernos anteriores (Vianna, 1997; Domingues,[2008] 2009, caps. 1 y 3). Brasil compartió con otros países de la regiónel padrón más amplio de transición a la democracia: la transferenciaformal de la soberanía a sus ciudadanos, en el padrón tradicionalseñalado por liberales clásicos o concepciones "elitistas", incluyendoelementos apuntados por discusiones innovadoras sobre la sociedadcivil, de cualquier modo, sin embargo, früy distantes de Ia comprensiónde Foucault de aquella noción como atinente sólo al poder de Estado-aun cuando, para decirlo una vez más, los sistemas de dominaciónhayan sido reestructurados-.

Pero eI carácter "despótico" de gran parte del Estado brasileño nose desvaneció y los sistemas de dominación operan de manera brutalen ciertas dimensiones. Las fuerzas policiales tratan la criminalidad y alas clases populares amenudo sin interés o incluso con extremadureza;los derechos civiles no son protegidos (aunque el componente depropiedad claramente lo es). Por otro lado, la pobreza continúa siendoun problema generalizado, que fue focalizado durante el gobierno deFernando Henrique Cardoso a mediados de los años 1990 por mediode programas compensatorios derivados de las políticas sustentadaspor el Fondo Monetario Internacional (pn¿| y el Banco Mundial, queacompañaron sus'programas "de ajuste estructural". Estas políticas seredoblaron en progurmas de transferencia de renta, llevando finalmente

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Democracia, l ibertad y dominación

a la implementación del "Bolsa Familia", por el *obru..ro de Luis InácioLula da Silva. Este programa alcanzaba a más de 12 millones de familiasen 2009. Si inicialmente era posible ver en esos programas una manerade "administrar" Ia pobreza, antes que eliminarla (Lautier, 2004), elBolsa Familia se torna de definición extremamente dificil, dificultadque se presenta cu¡iosa teniendo en cuenta que se han realizado pocosestudios académicos acerca de su funcionamiento concreto, a pesar deque se está convirtiendo en el principal paradigma de la política socialen América Latina (para una visión general y la explotación de variashipótesis, ver Kerstenetzky, 2009). El programa dispone de escasassumas de dinero para hogares con baja renta, actuando como políticafocalizada que busca impedir que los más pobres entre los pobrespasen hambre, ayudándolos a salir de esa situación de miseria, condos "condicionalidades": control médico y escolar de sus niños. ¿Esbásicamente unprogramaclientelista, pormedio del cual el gobierno Lulaganó apoyo entre los más pobres, y le habría garantizado su reelecciónen 2006? ¿O se trata de un programa limpio basado en criterios técnicosy sin interferencias políticas, casi movilizando una fllosofía originadaen los derechos (Hunter y Power, 2006; Hilgers, 2008X ¿Representa unapolítica moderna que a largo plazo se convertirá en una renta básicadel ciudadano, aunque hoy pudiera confrontarse con otros programasde transferencia directa de renta (Lautier, 2OO6-07; Domingues, [2008]2009, cap. 1)? ¿Implica una estrategia económica que ayuda a reforzar elMercado interno de bienes no durables, una especie de keynesianismode los pobres? ¿O es simplemente unamanera de lidiar pragmaticamentecon la enorme deuda que la sociedad brasileña tiene con sus sectoresmás pobres, a un costo muy bajo (Barros, Carvalho, Franco y Mendonqa,2006; Domingues, 2009)?

Martínez (2003: 46-7) observó en una ocasión, probablementeapoyándose en la noción de "imaginario magmático" de Castoriadis(1975), que el peronismo en Argentina podría significar cualquier cosaa través de sucesivas inflexiones. Si esto no es exclusivo de AméricaLatina (la política en particular y la vida humana en general sonconstitucionalmente articuladas por esa fluctuación magmática delsentido), las políticas no muy bien def,nidas ideológicamente de lospartidos progresistas en el poder en el subcontinente desde mediadosdel siglo xx llevan esta concepción bastante lejos. Creo que en cierta

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José Mauricio Dominoues

medida ocurre esto con el Bolsa Familia, lo que significa tambiénque su dirección futura no está aún establecida. Pienso que tieneun componente clientelista, distante sin embargo del tipo "denso"que implica el cambio directo de beneficios por votos, asÍ como delas relaciones "cliente-patrón" que hasta recientemente tenían pesopredominante en América Latina, con tipos bastante particularistasde vínculo de confianza - adernás, el clientelismo cambió mucho en elmundo entero (Eisenstadt y Roniger, l9B4; Roniger, 2004). Creo que sehalla distante inclusive de laversión "fina" del clientelismo, en la cual esas'relaciones son muy más débiles y el "cliente" es virtualmente autónomode modo absoluto para tomar decisiones electorales. Lo denominé"clientelismo burocrático". No estamos hablando, de ningún modo, deun derecho, aunque muchos estén inclinados a orientar el programaen esa dirección y posiblemente ello suceda en el futuro. Sin embargo,esto no se puede afirmar actualmente, pues se trata de un beneficioconcedido de arriba hacia bajo, como política social condicionada (asaber, miseriay comportamiento regulado), sin armazón constitucional(aún cuando está incluida en la legislación ordinaria del CongresoNacional), involucrando algún tipo de dependencia y alianza políticadébil (Domingues, t2008l 2009, pp. 57-8)5. Se debe agregar que, dadaslas circunstancias, el programa tiene enormes méritos. Obviamenteno es irracional que las "masas" lo respalden electoralmente, pues dehecho contribuyó areducirlamiseria. Hafuncionado además como unamanera de desarrollar ciertos aspectos del mercado interno. Pero lo quequiero explorar aquí es antes el carácter focalizado y particularista delprograma (para decirlo correctamente, al menos en su versión actual),que implica un tipo específico de "subjetividad colectiva", o sea, unaserialidad agudamente cerrada -la uasta serialidad cerrada y pasiua delos muy pobr¿s. La misma es establecida estadística y econométricamen-te, aunque los comités locales tengan un importante papel a cumplir enla base. Además, desde el punto de vista de los beneficiarios, el subsidioes recibido desde la cúspide, de arriba hacia abajo, aun cuando las raícesdel programa se encuentren en una movilización social amplia (si bienno precisamente por parte de los sectores más pobres de la población)y en la constante tematización de la pobreza en debates públicos quetuvieron lugar desde, al menos, inicio de los años 1990. Antes de seguiradelante, me gustaria desarrollar una corta digresión teórica.

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La ciudadanÍa nació en occidente, por medio de los derechosciviles, originalmente como un medio de asegurar la vida de losindividuos y garantizando sus títulos de propiedad, base del capitalismoy de las clases sociales modernas. Los derechos políticos eran vistoscomo una manera de controlar al Estado, una nueva entidad formadapor el contrato general de los ciudadanos, que de este modo letransferían su soberanÍa. una libertad igualítariauniversalista subyaceen esa definición, especialmente en lo que concierne al desplazamientopersonal dentro de un territorio nacional y a la posibilidad de establecercontratos, aunque los pobres -de modo general simplemente lasclases trabajadoras- se hayan encontrado en una posición mucho másproblemática desde el comienzo en lo que se refiere al conjunto dederechos políticos. La burguesía no ganó estos derechos sin lucha (y aveces peligrosas alianzas con el proletariado, pero con compromisosevidentes conlas clases dominantes agrarias, que fueron también partedel proceso). Los derechos sociales fueron introduciQos para corregir laexclusión de las clases trabajadoras de los beneficios lie la modernidad,de la economía de mercado, y su inclusión en la vida social de modoque aquella libertad pudiera ser realmente disfrutada. si en algunosmomentos hubo movimientos preventivos del Estado en relacióna las clases trabajadoras en ese sentido y algunas preocupacionesbio-políticas en la base de la creación de Ios Estados del BienestarSocial europeos, esos derechos fueron duramente conquistados, enocasiones por medio de cruentas luchas, en un largo proceso histórico.El contraste entre la situación actual, aún en Europa, con aquella delos años 1960-1970 debería actuar a modo de alerta. En principio losderechos sociales tendían a ser vistos también como universales, aúncuando la cuestión del particularismo surgió $esde el comienzo y lossistemas "corporativistas" crearon aún otros problemas. Los derechosimplicaban lo que llamé "abstracciones reales", en la medida en quelos ciudadanos individuales, en su universalidad y falta de calidadesespecíficas, tenían acceso a estos; además de la propia estructura de lavida social volverse en gran medida determinada por su establecimiento.AsÍ, implicaron también el elemento "instituyente" de la ciudadanía,aunque, al ser conquistados, esos derechos se hayan convertido en loque puede ser denominado ciudadanía "instituida", junto con la entregade la soberanía al Estado, que ahora se depara con ciudadanos pasivos.

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Esta situación se agrava por el hecho de que los derechos sociales son engran medida implementados por un cuerpo burocrático (Domingues,2OO2a, caps.2-4).

Todo aquello es cierto, pero la complejidad del proceso desaparecióde la descripción de Chatterjee y está ausente de su crítica excesivamenterápida a Marshall. Por otro lado, en América Latina la ciudadanía civil hasido contemplada de manerademasiado benigna, como sila dominacióny la desigualdad, por intermedio de la propiedad y de las relaciones detrabajo capitalistas, no hubieran sido introducidas precisamente porella desde las Cohstituciones del siglo xrx; yla ciudadanía política, con lacesión formal (y además, con seguridad, ideológica) de la soberanía, noIegitimara la existencia del sistema de dominación estatal que inclusoautores como Habermas no pueden dejar de reconocer (para no hablarde Marx y Weber, Poulantzas, Foucault y Mann) (Domingues, [2008]2009, caps. I y 3). En Brasil la Constitución de 1988 abrazó precisamenteesa concepción universalista de los derechos, en todas sus dimensiones.Si no se concretaron, es posible afirmar, como hacen algunos, que eltexto trazó un "programa" para la sociedad brasileña (Oliven, Ridentiy Brandáo, 2008). De este modo, fue sobre todo una serialidad abiertaque se incluyó en las bases de la Constitución de 19BB (no obstante,protecciones específrcas para unos pocos grupos particulares). Esexactamente con ese núcleo de universalismo nacional que el BolsaFamilia y su serialidad cerrada, con su bio-política y leves propósitosdisciplinarios (mediante condicionalidades) rompe efectivamente, apesar de aseveraciones de que en el futuro el programa podría derivaren una renta básica ciudadana - a una serialidad abierta. El hecho deque las condicionalidades no parecen ser severamente controladas nocambia el corazón del programa.

Aqui se debe considerar una cuestión adicional. Pues Chatterjeehabla de la "política de los gobernados" sin implicar pasividad, con unalto nivel de actividad para sus realizadores. En efecto, encontramoseso también en Brasil, por ejemplo y tal vez especialmente (en verdadde modo similar en parte a lo que él mismo describe para la India), enlo que concierne a los graves problemas de los asentamientos ilegalesde las ciudades: sus favelas. Ellas se han vuelto áreas de preocupacióndel Estado, de poder disciplinar y bio-político (con sus peritos y ahoratambién, amenudo, por medio de Organizaciones No Gubernamentales

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- or.lcs). Hay en ese sentido limitaciones en lo qüe atañe a políticasconcretas (probablemente ocurre del mismo modo en la India), dadoque los lazos informales son fuertes y escapan de la visión del Estado.A veces la atención es dirigida sin la actuación colectiva inmediata porparte de sus habitantes, pero hay una larga historia de movilizaciónpacífica y de creación de asociaciones representativas, así como derevueltas, además de guerra de hecho entre traficantes de drogasy entre ellos y la policía, por ejemplo en las favelas de Río de Janeiro(ver Valadares, 2005). La serialidad cerrada implicaba actividad en esesentido. Este no es, sin embargo, el caso del programa Bolsa Familia,en el cual la se¡ialidad cerrada significa pasividad -excepto tal vez almomento de votar- sin el universalismo y los derechos del concepto dela ciudadanía "instituida".

Es verdad que las serialidades cerradas son en cierta medidainevitables y han permanecido así, por lo menos, desde que laciudadanía social entró en escena, dado que ella difícilmente permiteun universalismo consistente y completo, además de los problemas quenos fuerza a encarar la colonización de la vida social por los cuerposburocráticos que han sido centrales para el Estado del Bienestar (cf.Habermas, 19Bf). Es cierto además que la heterogeneidad de la vidasocial y la pluralidad de identidades de las subjetividades colectivas hancrecido sustancialmente en la actual fase de la modernidad, la tercera,que incluye un espacio-tiempo igualmente más heterogéneo6, más alláde las posibilidades que el mercado y el Estado disfrutaron en algúnmomento de homogeneizar el tejido social - fenómeno que pertenecetanto al centro como a las periferias y semi-periferias de la modernidadglobal (Domingues,2002ay [2003] 2009). Pero debemos preguntarnos:¿esto significa que tenemos que replicarla en los acuerdos de la políticasocial? ¿O podemos perseguir algún tipo de perspectiva universalistatambién en ese sentido, mientras nos esforzamos en brindar nuevosentido a la ciudadanía civil y revigorar la ciudadanía política? A pesarde las limitaciones, es dentro del imaginario de la modernidad, consus demandas universalizantes de libertad igualitaria, solidaridad yresponsabilidad, contra la dominación, la desigualdad y la fragmenta-ción, a lo que se agrega una concepción de responsabilidad que va másallá del egoísmo neoliberal, que América Latina viene avanzando losúltimos años. La ciudadanía está en gran medida instituida. La actividad

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de los ciudadanos se vuelve, sin embargo, necesaria para ampliarla, asÍcomo para evitar que decaiga en la soberanía sin estorbos de los gruposdominantes delEstado yde laburocracia. ¿Se debería escoger un caminoparticularista?

En Ia modernidad global cada región tiene sus propias raícescivilizatorias y es bastante evidente que las de la India dif,erenenormemente de las de América Latina. Esas cuestiones ventilan, sinembargo, más que temas regionales. Aunque el Estado se vuelve másduro y violento en la India, podemos India podemos singularizar laactitud de acomodación del centro y una pluralidad de demandas deotros sectores de la sociedad como tÍpica de aquel paÍs del sur de Asia(Nandy, 2002, caps. 3 -4 ; Eisenstadt, 2003) engendrando particularismo(sea por medio de la serialidad de las castas reestructuradas o decuestiones más circunscriptas), aunque el universalismo de laconstitución de la India de 1949 sea bastante obvio (no obstante proveadefensas particularistas para Ios sectores destituidos de la población, enespecial de las castas inferiores). Talvezello pueda ser contrastado conel imaginario moderno latino-americano, más universalista, aunquede manera más general la región no haya sido escenario de divisionesideológicas agudas (en contraposición a feroces batallas sociales ypolíticas) y haya tenido como ideología de Estado, en varios periodos, laintegración de todos en la nación. El tema de la heterogeneidad es, sinembargo, inevitable en ambos subcontinentes, tanto como las demandasde universalismo y soberanía popular, más allá de las reacciones aaquellos que gobiernan o de la simple afirmación de demandas que, enla India, por medio de demostraciones violentas pero sin consecuencia,han asumido frecuentemente una forma ritual, en lugar de cuñosustantivo (Chakrabarty, 2007).Además, aquellos que están incluidosen la ciudadanía formal en lo que se refiere a los derechos políticos,demandando derechos civiles y en ocasiones sociales, son los mismosque (pasando diariamente de una dimensión a otra) comparten lazosinformales y pueden volverse, de algún modo más pasivo o activamente,los blancos de políticas focalizadas.

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Conclusión: retornando a la teoría,retornando a la democracia

Chatterjee busca que su contribución, de modo foucaultiano, deje fueradiscusiones sobre dominante s (rulers) y dominad os (ruled) , focalizando,envezdeello, sobre quienes gobiernanyson gobernados. No quiero entraren disputas semánticas. Basta decir que no consigo ver mucha diferenciaen la formulación, todavez que aquellos que gobiernan lo hacen porquedominan, y aquellos que son gobernados 1o son porque, por su parte,son dominados. Por otro lado, la dominación es posible en una sociedadcompleja sólo en la medida en que quienes están por encima puedengobernar, amoldando la subjetividad y los modos de vida de los queestán por bajo, por medio del poder "infra-estructural", o sea, de modomás sofisticado y sutil que el uso del puro poder "despótico". Es ciertoque Ia "productividad" del poder, más allá de sus aspectos represivos(aunque obviamente sin desconsiderarlos) debe ser central para unanálisis de las jerarquías y de Ia dominación en la vida social moderna.En ese sentido, como Foucault demandaba, carecemos de una políticaque vaya más allá del Estado y del momento de la soberanía, dado queel poder se esparce por el tejido social. Pero carecemos también de unapolítica que vaya más allá del poder del Estado en el sentido ascendente,globalmente, considerando que las sociedades no son auto-contenidas,como argumentaré inmediatamente en términos más concretos.

Pero al tiempo que el poder de las corporaciones y del capitalismode manera general (o de blancos y hombres) permanece formidableen el plano societal y la emancipación no puede ser completa si no sonradicalmente enfrentados, el Estado es un locus de poder -y de lucha-que continúa siendo extremadamente importante en la modernidadcontemporánea. Es todavía en gran medida el centro de la vida política,al contrario de la posición casi luhmanniana de Habermas, en la cual laesferapúblicayla sociedad 1o desplazar íandeal gún mo do, disminuyendosu relevancia. No encuentro evidencia empírica que respalde esto. Enrealidad, aunque la democratización se haya realizado con signiflcadoprofundo en América Latina, y el fortalecimiento y pluralización de laesfera pública esté cumpliendo un papel clave, es en otra dirección queviene ocurriendo el descentramiento del Estado nacional. Organizacio-nes internacionales - como el rur y el Banco Mundial, así como poderosos

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gobiernos de los paÍses centrales y las "agencias de evaluación deriesgo"- han forzado políticas que sistemáticamente pasan de largo lasdiscusiones realizadas democráticamente, como se puede atestiguar,por ejemplo, en los casos de América Latina (Domingues, [2008] 2009,cap.2) y de África (Fergusson ,2006: cap. 4). Si en el primer caso esto fue,en cierta medida, revertido recientemente, en el continente africano eldescentramiento del Estado es aún más radical y ha sucedido sin unarevolución democrática molecular que ia acompañe, haciendo de estemodo de la democracia casi una cáscaravacía.

¿Es posible y deseable reafirmar la necesidad de un Estadonacional más fuerte en ese sentido? Creo que sí, pero ese no esexactamente el punto que quiero destacar aquí. En realidad, quierodividir esa cuestión y condicionarla a una concepción más profundadel significado de la democracia, que pueda, como afi.rmamos en laintroducción, apuntarla como un baluarte contra Ia dominación.Necesitamos eI imperio de la ley, necesitamos la ciudadanía instituida;necesitamos serialidades de carácter abierto y cerrado (no es precisodecir, en especial las primeras) que estén consagradas en el derechoconstitucional o infraconstitucional, así como en arreglos burocráticos,siendo deseable que vaya más allá de cualquier forma de clientelismo,denso, fino o burocrático. En otras palabras, necesitamos del Estado ysus aparatos, teniendo en cuenta que no sabemos como librarnos de élmás de lo que sabemos como librarnos del capitalismo (aunque másrecientemente, aparentemente, hayamos confiado en nuestra capacidadde dar cuenta del racismo y del patriarcado). Pe¡o si podemos pensar enei Estado, representando, en cierta medida, por medio del derecho, delos operarios públicos y de los políticos, la voluntad del pueblo, ahorapreso de la pasividad, como ciudadanÍa instituida, debemos estarconcientes del hecho de que, una vez que la soberanía les es cedida,Ia semilla de la dominación es ineludiblemente sembrada. Habermasestá atento a ello y reconoce un sistema político poderoso, autónomoy auto-referenciado, pero parece creer que Ia mera agregación de la"democracia deliberativa" como otra dimensión de la política resuelveel problema. Pero no lo hace. Foucault y Chatterjee están en lo ciertoen ese sentido. Sin embargo, no podemos elegir sólo la resistencia o losaspectos extra-institucionales de la política para tener más democracia,como el último de éstos autores sugiere. La política de la soberanía aún

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tiene un papel a cumplir contra la dominación. Es obvio que la India noes América Latina y que sería exagerado y abusivo juzgar aquíla políticade aquel país - si bien no podemos tratar livianamente ni su tradiciónconstitucional ni la fuerza que ha demostrado continuamente. Elhecho es que el paulatino desarrollo democrático de América Latina haincluido ambas dimensiones de la política que Chatterjee describe comoaquellas de las sociedades civil y poiítica. Con todo, como Ia cuestión delparticularismo versus el universalismo no es simple de solucionar' seexpresa significativamente, por unlado, por ia emergencia (y, esperemos,caída) dei chauvinismo del Hindutva en la India y, por otro, por lasdemandas étnicas democratizantes en toda América Latina. ¿Puedeel nacionalismo, de manera más abarcativa, y abstracta, reconcilary superar esas dos posibilidades de desarrolio? Esto es improbable y

de algún modo deben ser alcanzados compromisos, como la India haprocurado desde su independencia, mientras que en América Latina, noobstante el corporativismo, sólo más recientemente esa cuestión hayasido introducida de manera frontal.

El Estado necesita ser, por lo tanto, re-colonizado por la sociedad,de modo de volverse más representativo de la voluntad popular, de:oaliciones populares que puedan cambiar frente a la modernidadrontemporánea para ir más aliá del neoliberalismo, de la fragmentación,le ia administración de la pobreza, corrro así también de las situacionesradicales de Ia política étnica y religiosa. Este es el momento de lademocracia instituyente -en ese sentido también participativa- sea quela entendamos como auto-limitante en lo que se reflere a la garantía

de cualquier persona de debatir y discordar libremente o, de maneramás general, como'el sostén del imperio de la ley - el momento de lademocracia constitucional, con sus elementos de ciudadanía instituida.Obviamente, la etnicidad radical milita precisamente contra esa auto-limitación y contra la libertad igualitaria que la democracia en partepresupone y debería producir, más allá de cuales sean los mecanismosinstitucionales y los resultados sustantivos que debe movilizar paraello. En todo caso, la desobediencia civil debería ser vista como unmodo legítimo de la política, inclusive en democracias constitucionalesbien establecidas y no debería haber razón para que los movimientossociales sustenten cualquier "fetichismo legal", combinando enocasiones giros legales e ilegales (en principio pacíficos si vivimos en

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una democracia) para alcanzar sus metas (Santos, 2O07, pp.97-B). Peroes menester tener en cuenta también que no deberían existir motivospara que los movimientos sociales limiten el alcance de sus opcionesa la "sociedad civil" en ia tradición habermasiana, como si la políticapropiamente dicha fuera espacio privilegiado de una "élite" específicao como si al involucrarse en ella éstos pudieran contaminarse. AméricaLatina tiene, en verdad, una tradición de ir más allá de esta concepción,sea en el sistema corporativista de los años 1930-1960 o, en Ia actualidad,en las relaciones en red entre los movimientos sociales, los partidosy los Estados que señalé anteriormente. Es evidente que el riesgo decooptación está siempre latente, pero parece que los movimientosdeben encararlo de modo de insertarse en el sistemapolítico e impulsarcambios que respondan a sus programas (ver Domingues,2O07, cap. 6).

Esto nos Ileva a una cuestión final: la representación. No quieroaquíretomar un debateyalargo yalgo tedioso, queviene desarrollándosehace algunos años y se relaciona, de modo general, con la obvia crisis derepresentación, en particular con Ia falta de credibilidad de los partidospolíticos. Mientras que América Latina ha mostrado que éstos puedenser productivos en la vida democrática en muchos casos si expresan larenovación de la vida social, esta forma bien puede revelar fallas quela tornan problemática para la expresión de una gama compleja decuestiones y subjetividades colectivas enlamodernidad contemporánea.Además,los partidos -asÍ como los movimientos sociales- sufren de losmismos males que los sistemas políticos; expresamente, Ia cristalizaciónde colectividades dominantes (o gobernantes) que acaban estableciendosistemas de dominación. Estos son, sin embargo, los canales derepresentación que tenemos en la sociedad contemporánea y el cortedel nexo entre representación y autorización (para representar) parecealtamente problemático y peligroso a esta altura, sea en relación a lasorganizaciones de la "sociedad civil" (como oNGs, en realidad cuerposburocráticos privados) ycausas públicas (Avritzer,2O07), o alos aparatosestatales y ia denominada "representación funcional", como en eI casodel Ministerio Público brasileño (Vianna et al., 1999). La mediación,particularmente con relación a derechos y cuestiones "difusas", siguesiendo el mejor camino para observar la contribución de estos agentes alos procesos democráticos.

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De cualquier modo, la ciudadanía instituida..permanece comouna cuestión clave para la vida democrática, con la actividad de lassubjetividades colectivas, su concresión y sus giros modernizadores,de inspiración más universalista o más particularista, en oposición ala dominación, a la reif,cación y a la pasividad. La democracia floreceo decae dependiendo de la dinámica de la ciudadanía instituyente.En este proceso, aunque por sí mismas no sean suficientes ni puedandar cuenta de los grupos políticos dominantes.y auto-referentes (las

llamadas "élites"), la extensión de las instituciones "poliárquicas" asumeevidentemente un papel importante, permitiendo la discusión racionallibre (luego, la constitución y ampliación de las esferas públicas), asícomo la participación y la ampliación del derecho al sufragio. Girosmodernizadores defensivos en el sentido de mantener ciertos aspectosde la democracia ante poderosas subjetividades colectivas estatalesdependen en gran medida de la ciudadanía instituida e instituyente,así como lo hacen los giros que proyectan ir más allá del estado actualde la democracia en cualquier parte del mundo, por lo que podríanconstituir en etapas posteriores serialidades abiertas o serialidadescerradas. Creo que este es el camino por medio del cual la democracialiberal puede corresponder, desafi.ada y transformada, a sus promesasoriginales y la libertad, en lo que respecta a los sistemas polÍticos, tenertodavía chances contra la dominación. Esta es la forma por la cual lateoría crítica puede permanecer crítica, realista y comprometida conla democracia. Esto es válido tanto para los paÍses centrales comopara la perifería y la semiperiferia, dado que son cuestiones que, conpeculiaridades y características específicas, conciernen a la situación dela democracia en las sociedades profundamente complejas de la tercerafase de la modernidad.

Pero aquÍ debemos reflexionar con sobriedad. Porque a lademocracia y a la ciudadanía se les ha pedido, con frecuencia, más delo que pueden producir. Podemos y debemos desafiar a la democracialiberal y avanzar más allá de sus límites. Sin embargo, hay otrossistemas de dominación con los cuales tenemos que lidiar, tales comoel capitalismo, el patriarcado, la dominación étnica y racial (en estecaso en los planes económico y social también). Incluso el avance de Iademocracia depende de la especie de ciudadano que le presta soporte.Esta deriva de una amplia gama de relaciones sociales, 1l no se debepermitir que queden en las sombras. Ellas no han sido capaces de quebrarel desarrollo de la democracia en América Latina en tiempos recientes,

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ni tampoco en la India, como muchos temieron quizá con razón, aúncuando occidente brinda un extenso registro histórico que demuestralos lÍmites de la democracia, y de "la sociedad civil", cuando el poderestá distribuido tan desigualmente. En todo caso, esas desigualdadesson, ciertamente, para no ahondar demasiado, elementos que nocontribuyen para el desarrollo de la democracia y que, claramente, Ieimponen barreras. Una tensión crucial e ineludible de la modernidadradica aquí.

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Notas

I Agradezco aloáo Feres sus comentarios a unaversión anterior de esteartículo. Traducción al castelláno de Flavio Gaitán.

2 De cualquier manera, el nacionalismo es un antiguo enemigo paraChatterjee (1986 y 1993). Para una discusión complementaria sobrela democracia en la India, ver Jayal, (2OOl) 2007.

3 La esfera pública - abarcando no sólo la llamada acción comunicativa,sino todas las formas de coordinación de la acción, incluyendo almercado,la jerarquíaylas redes -se destacaráen la descripción abajo dela democratización, antes que la sociedad civil. Esa noción es demasiadovaga, a pesar de su importancia en discusiones clave sobre la democraciay la democratización en América Latina. No creo que sea aceptable enlos esquemas adaptados de Cohen yArato o del Habermas tardío, puesella no encaja realmente en la teoría general de este autor (Habermas,1981), consistiendo en una maniobra ad hoc. A su vez, el antiguo usogramsciano apunta, en verdad, especialmente para la sociedad en suconjunto, aún cuando no subraya la dimensión económica que eracentral para el "sistema de las necesidades" en Hegel. Sin embargo,se debe observar que, para un tipo de discusión que no desarrollaréaquí, el concepto paralelo de "hegemonía" es aún de inmenso valor. Y,obviamente, asociaciones de diverso indole son cruciales para el estadode la democracia.

4 ¿Esta falta de reconocimiento implica una condición de "subciudadanía"para amplios sectores de la población brasileña (cf. Souza, 2003)? Eneste punto hay un problema real, en tanto las condiciones sociales quecontribuyen para la ciudadanía concreta deben ser tenidas en cuenta-

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José Mauricio Dominoues

y las mismas son deficientes en todo el mundo, pero en particularen sociedades en las cuales las desigualdades están profundamenteenraizadas, como es el caso de Brasil. Por otro lado, la ciudadaníainstituida es en gran medida formal y debemos, por consiguiente, sercuidadosos para no extender excesivamente el alcance de esa reserva,para no hablar de la movilizacióninstituyente, de enorme impacto, de lapoblación brasileña de las últimas décadas.

5 EIB de enero de 2004laLeyde RentaBásicade Ciudadanía, que fuedurantelargo tiempo la bandera del Senador Eduardo Suplicy, fue aprobada,pero no se han dispuesto recursos para su implementación, aunque elsenador y el gobierno, incluso el propio presidente, lo hayan vinculadoal Bolsa Familia, creado el9 de enero del mismo año por la Ley 10.836,como medio de dar forma legal al aspecto específico, más limitado,del programa conocido como Hambre Cero (Fome Zero). Beneficiariosfocalizados (por nivel de ingreso) y condicionalidades son claramentedefinidas por ley (reformada el 10 de junho de 2008, por la norma 11.692) .A su vez, el volumen de recursos disponibles y el número de beneflciariosson definidos, de acuerdo a la ley, por el gobierno teniendo en cuenta losrecursos disponibles en el presupuesto. Desde entonces no ha habidoninguna modificación que pretendiera transformar el Bolsa Familia enun,esquema de renta básica.

6 Chatterjee (2006, en especial p. 8) está parcialmente en lo cierto en estepunto, aunque antes que del capitalydel mero espacio social, debiéramosreferirnos al espacio homogéneo, vacío, abstracto y paramétrico(kantiano-newtoniano) de la ciudadanía y de sus "abstracciones reales"en contraste con el (pos-eisteiniano) espacio-tiempo desigual, concreto,heterogéneo, pleno de relaciones sociales y afectos, que es característicode los reanclajes concretos de la modernidad (que pueden asumir formaserial cerrada) (Domingues, 2002a, cap. 4). Es cierto, sin embargo, quela dinámica expansiva del capital ha sido crucial y particularmenteimportante en la propagación de las "abstracciones reales" por el mundo,sin contar occidente (yAmérica Latina también).

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Lo político y 1o democrático enlos movimientos sociales

Luis Tapial

Lo político y lo social más allá del orden

En los últimos tiempos, algo más de una década, una parte signif,cativade los procesos de renovación y rearticulación de las sociedades ennuestra qgión han sido producidos por la emergencia de sujetospolíticos que hemos llamado movimientos sociales. En este breve textose trata de reflexionar y de pensar por qué esto puede ser así y cuálesserían algunos rasgos características de la conflguración de este tipode sujetos, de acción colectiva y de proceso político que llamamosmovimiento sociales. Así como en otros ámbitos de la teoría política yla lucha política no hay consensos en torno a la definición de muchascosas, tampoco hay una sola manera de abordar conceptualmente losmovimientos sociales. Esta ¡eflexión los aborda desde la teoría política,pero planteándose pensar como eje el vínculo entre lo social y lo politico,ya que en principio podríamos decir que un movimiento social es unsujeto social que hace política en condiciones extraordinarias.

Concibo lo político como un tiempo de constitución, dearticulación de la forma de lo social, a partir de un fondo histórico queiambién es social. En este sentido,lo politico es un tiempo de fluidez, demanera específica es un tiempo plural de constitución de sujetos, quese conciben a sí mismos en relación a un conjunto de creencias y finessobre la dirección en la organización de la vida social.

A través de lqpolítico se da forma a lo social, lo cual no quiere decirque lo produce en toda su amplitud, ya que interviene determinandoI Filósofo y politólogo. Coordinador del Doctorado en Ciencias del Desarrollo del cro¡s-ur¿s¡

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Lo político y lo democrático en los movimientos sociales

";lo social a partir de un conjunto de procesos de acumulación históricay de sujetos que se han constituido a través de un conjunto derelaciones sociales en el tiempo. En este sentido, lo político implicaun grado de reflexividad sobre lo social, alavez que también es unaftetza constitutiva y reconstitutiva. Por un lado, se puede pensar unadimensióndelo socialequivalente alade orden, es decir, aquelmomentoen que un conjunto de relaciones sociales cuajan en estructuras máso menos permanentes que organizan la vida social y la reproduccióndentro de horizontes previsibles de interacción, producción de sentidoy ejercicio del poder. ALavez, se puede decir, sin embargo, que no todolo social se reduce al orden social. Hay una dimensión variable, latente,que está dada por la historia, o dicho de otro modo, por 1o humano queestá más allá del orden pero no es presocial sino que está constituidopor la historia de los sujetos y colectividades. Es esta otra dimensiónde lo social la que nos permite pensar el hecho de que en ciertascircunstancias emerjan algunas fuerzas de reconstitución, procesosde invención, de reforma del orden.

Considero que los movimientos sociales tienen que ver con laconstitución de sujetos que son políticos porque cuestionan el orden,pero son sociales o un movimiento social en la medida en que seconstituyan en torno al cuestionamiento del algún tipo o un conjuntode estructuras sociales, no sólo a partir de demandas que se puedenresolver o gestionar en el seno de las estructuras políticas existentes.

Hay una faceta de lo social moviéndose como un orden. Encondiciones modernas esto tiene que ver con la distinción y separaciónentre estado sociedad civil y las mediaciones que se establece ent¡eellas. En esas condiciones hay un momento en que lo social está tocadopor lo politico, sobre todo en el momento de la asamblea, que es unmomento de deliberación entre los sujetos y que tiene por objeto dediscusión el orden social. Es sobre todo en el ámbito de Ia asamblea enel que se plantea y emerge 1o democrático, es decir, la introducción delprincipio de Ia igualdad para ejercer la libertad en la deliberación y tomade decisiones, libertad como uso público de la palabra pero tambiéncom un proceso colectivo de construcción deliberada, atravesada porcontroversias y confl ictos ta'mbién.

Digo que hay una dimensión de lo social que funciona comoun orden y que desde cierta perspectiva y tradición teórica se puede

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Luis Tapia

identificar con la distinción estructural e histórica entre estado y

sociedad civil, porque considero que un rasgo central de la emergenciade los movimientos sociales es que se trata de tipo de acción colectivaque va más allá del estado y de la sociedad civil en varios sentidos.Primero, el estado es parte central en la articulación del orden social y

su reproducción, como también en la dirección del mismo, por lo tanto,en su desarrollo. Por lo general, el estado tiende a mantener el cierre enlas relaciones sociales a través de la leyy de la fuerza, de tal manera que

las cosas ocurran no en su estado de fluidez sino precisamente como

un orden en torno a patrones de regularidad. La sociedad civil tambiénforma parte de laproducciónyreproducción del orden social. La sociedadcivil es un conjunto de lugares en que se constituyen sujetos socialespara defender, disputar, representar intereses y fuerzas particulares enrelación a las otras diferencias sociales producidas en el seno del ordensocial. Las diferentes instancias de la sociedad civil, por lo general, nose constituyen para poner en cuestionamiento el orden social sino ladistribución de lugares, de poderes, de recursos en el seno del ordensocial, ya sea para defender privilegios o para modiflcarlos a través deprocesos redistributivos. Una buena parte de los conflictos se generany se procesan a través de las instituciones de la sociedad civil y susrelaciones con el estado, o entre instancias yfuerzas configuradas comosociedad civil, como conflicto entre clases, diferentes tipos de conflictode intereses corporativos o entre parcialidades o particularidades.

Considero que un movimiento social emerge cuando los conflictosque se han planteado a través de un proceso de politización, no pueden

ser procesados de manera sustantiva a través de las instituciones delestado y las instituciones de la sociedad civil, así como de aquellas que

sirven para mediar ambas dimensiones, ya que se trata de acciones que

están cuestionando las estructuras o alguna estructura de desigualdad,de exclusion, explotación; por lo tanto, el enfrentar ese cuestionamientoimplicaría reformas en el seno de las estructuras sociales, de la sociedadcivil y el estado.

Los movimientos sociales a veces se configuran con fragmentosde la sociedad civil, es decir, de historias de organizacióny acción, que

hacen posible que las personas converjan en una acción colectiva confi.nes comunes. Un movimiento social no es sólo una organización, que

es una faceta que aparcce en determinando momento. Un movimiento

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Lo polít ico y lo democrático en los movimientos sociales

social es algo de sociedad civit más algo de poláca salvaje. En breve,concibo la noción de polÍtica salvaje como un modo de nombrar unadiversidad de acciones que cuestionan las jerarquías políticas o el ordenpolítico existente, por un lado, ylas estructuras sociales de explotación,subordinación y discriminación, por el otro rado o la vez. En estesentido, la entiendo como una forma de política disolvente, ya sea delas relaciones a través de las cuales se ha mercantilizado más o menosaspectos de la vida social y también disolvente de aquellas relacionesque se han organízado en torno a estructuras jerárquicas con algúngrado de dominación.2

El cuestionamiento de alguna estructura social es lo propio deun movimiento social. contiene en algún momento, a veces de maneramás prolongada, algo o mucho de política salvaje, no sólo el momentoen que se realiza la crítica de las estructuras existentes sino sobre todoen el momento de las acciones que se caracterizarían por suspendertemporalmente la división entre gobernantes y gobernados y, por lotanto, una distribución de posiciones de sujeto que reproduien ladesigualdad, la dominación, la exclusion, ra exprotación. La políticasalvaje tiene que ver con el momento de dignificación de los sujetosque experimentan en carne propia y a partir de su lucha específica,el participar de demandas que tienen que ver con lo humano. En estesentido, es que hay mornentos de intensidad en la acción y experienciade los movimientos sociales que tienen que ver con la experiencia de losublime, en el sentido que lo planteó Kant, es decir, la éxperiencia departicipar en la universalidad de lo humano. En este caso no a través dela vía de la abstracción de suponerse como sujeto racional y de derechosformales igual que el resto, sino a partir de actuar conjuntamente codo acodo, cara a cara, masivamente, en torno al cuestionamiento de algunaforma de reducción de lo humano y de organización de lo social comoun conjunto de estructuras de monopolio.

En este sentido, Ia política salvaje tiene que ver con la puesta enacción de esta otra dimensión de lo social que no se reduce al ordensocial, sino con la capacidad humana históricamente formada, locual quiere decir social, de intervenir sobre la misma condición socialpara recomponerla.

2 Este trabajo se realiza retomando algunas propuestas teóricas sobre movimientossociales contenidas en los capltulos de u[li6ro anterior, política saluaje (2008),desarrolladas aquí en torno a lo político, lo social y lo democráiico, aspectos n-o tratadosen los textos anteriores.

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Los movimientos sociales producen un cuestionamiento deluniversalismo jurídico, y? que están problematizando algún tipode exclusion, desigualdad y discriminación. En este sentido, activanuna dimensión moral o ética, ya que es un tipo de acción política quediscursivamente opera en el horizonte de lo general cuestionando eltipo de universalidad postulada a nivel estatal y también en el conjuntode creencias y normas que organizanla vida económica y la sociedadcivil, a partir de una especif,cidad o una cadena y articulación deespecif,cidades, es deci¡ de cuestionamientos específicos en tornoa alguna o algunas formas de explotación, dominación exclusión ydiscriminación. En este sentido, es una experiencia de totalizacióndesde la experiencia de la exclusión o algún grado de desintegracióndesigualdad, por eso suelen ser momentos excepcionales.

La dimension de movimiento de estos sujetos tiene que ver conque es una acción colectiva que se desplaza más allá de las posicionesque el orden social ha distribuido, en torno a las cuales constituyesujetos y relaciones de subordinación, desigualdad, discriminacióny explotación. Se podría decir que las acciones de revindicación deintereses corporativos y demandas se pueden hacer en el seno de loslugares organizados por el orden social y politico. El cuestionamiento desus estructuras y jerarquías implica moverse más allá. En este sentido,un movimiento social impiica una acción que desborda el tipo deespacio previsto para procesar en el seno del orden demandas relativasa las estructuras existentes o en el seno de las estructuras existentes.Vínculo fuertemente movimiento social al hecho de que son formas deacción colectiva que empiezan a atravesar la sociedad civil y algunasinstituciones del estado, porque han empezado a salirse, ya que en elsenode las mismas no se podía ni se quería procesar esos cuestionamientos.De hecho, en la medida que se trata de un cuestionamiento o querellasobre una estructura social, es algo que no se puede cuestionar en sunúcleo en el seno de los rjspacios del orden socialypolítico sino saliéndosemás allá de las instituciones del estado y de la sociedad civil.

En este sentido, el sujeto movimiento social implica que es unaacción colectiva que empieza a atravesar los diferentes espacios deorganizaciones y espacios públicos planteando un problema estructural.Un movimiento social no es ni puede ser una demanda corporativa, yaque la reforma de un-a estructura social implica un cambio en el o¡den

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Lo político y lo democrático en los movimientos sociaies

social, por lo tanto, acaba afectando bien o mal a tédos. Un rasgo de losmovimientos sociales es el constituir un sujeto colectivo que empieza amoverse a través de la sociedad, haciendo público un conflicto estructuralo sobre una estructura. Un modo de desarrollo de su condición demovimiento es precisamente constituirse como sujeto más allá deidentidades corporativas cerradas, es decir, como forma de identidad deun grupo de personas que comparten un tipo de situación y sólo estándefendiendo de manera exclusiva el acceso a recursos o un monopolio.

Un movimiento es un sujeto político porque instaura una esferade lo público en la que se empieza a problematizar una o un conjuntode estructuras sociales. Uno de los rasgos de lo público es que se tratade un espacio no fijo que se desplaza a través de la sociedad, atraviesatambién algunos espacios del estado. En la fase de crecimiento unmovimiento social acaba constituyéndose como tal, entre otras cosas,cuando logra instaurar una esfera de lo público en torno a un conflictoestructural o introduce en las esferas existentes una discusión públicasobre ese tipo de conflicto estructural. Un movimiento tiene unaprimera instancia de éxito cuando logra instaurar como objeto dediscusión pública aquello que está planteando un cuestionamientoestructural, aunque no necesariamente produzca reformas en el cortoplazo. En la configuración del movimiento cabría pensar la articulaciónde una esfera de lo público con la dimensión de lo politico, con elnúcleo asambleístico. La instauración de una esfera de lo público, o laintroducción de un conflicto estructural en la esfera de Io público, tieneque ver con el proceso de moverse a través de ias sociedades, el atravesary llevar el conflicto más allá del núcleo corporativo o sectorial que daorigen a la acción política.

Lo politico de un movimiento social consiste en que instaura unconflicto sobre una estructura del orden social, es decir, se trata de uncuestionamiento al orden social en alguna de sus dimensiones. En estesentido, también se trata de un cuestionamiento sobre la direccióndel movimiento de lo social en su conjunto, aunque sea a partir delcuestionamiento de sóio una parte del conjunto de las estructuras yrelaciones sociales. Se trata de una disputa sobre la forma de lo social.Por lo general, la constitución de los sujetos que concebimos comomovimientos sociales, en tanto son una acción que va más allá de lasociedad civil y el estado, es decir, que plantea cosas que no se pudieron

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Luis Tapia

hacer a través de las instituciones de mediación y representación,implica que uno de sus núcleos importantes de constitución es el de laasamblea como eI momento en que se delibera sobre eI modo plantearlos cuestionamientos, las estrategias de acción, de organización ymovilización a través de la sociedad, así como de prefiguración de unaorganización alternativa, cuando las cosas maduran.

En la medida en que un movimiento social por lo general emergecuando los mecanismos de mediación y representación, o de inclusiónen el orden social a través de la mediación representativa, han fracasadoo han sido excluyentes, entonces, algunos sujetos se constituyen entorno a otros principios. uno de ellos es configurar un espacio colectivode discusión y de dirección. En este un movimiento social instaura lodemocrático en su seno comci un núcleo sustantivo de dirección. porlo general en un movimiento el núcleo asambleístico es el central. Losmecanismos de representación y de delegación de responsabilidadespara cumplir las tareas decididas suelen ser complementarios, nopueden sustituir en núcleo asambleístico; cuando lo hacen es que elmovimiento se havuelto ya una institución más de la sociedad civil.

La constitución de un movimiento social implica que se creauno o varios espacios polÍticos más. En este sentido hay una dilataciónde lo político en una sociedad, en un país, ya que se empieza a hacerpolítica más allá de las instituciones tanto del orden civil como politico.En la medida en que un movimiento se dirija a través de un núcreoasamblÍstico, hay una instauración de lo democrático por fuera de lasinstituciones de mediación del estado representativo y el sistema departidos. Esto implica que allá donde emergen movimientos socialeshay por lo menos dos tipos de articulación de la democracia. por un lado,hay una que se articula al estado a través del sistema de representacióny el reconocimiento de derechos civiles, políticos y sociares, que soncambiantes en el tiempo a través de la historia. por el otro lado, hayuna articulación de lo democrático en la activación de la acción políticaque empieza a cuestionar el orden social en alguno de sus puntos o unaserie de ellos.

Las democratizaciones más globales que suelen ocurrir comoreconocimiento de derechos o inclusión de participación a nivel delestado, suelen ser producto de la configuración de espacios democráticosproducidos organizados y mantenidos por los movimientos sociales.

t lc

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Lo oolít ico v lo democrático en los movimientos sociales

En este sentido, se puede d.ecir que, por lo g"r"r.i, es un periodo y unconjunto de espacios de democracia directa los que luego producendemocratizaciones en el seno del estado representativo también.

Las democratizaciones no se generan por lo general en el senode las instituciones de la representación política, como el sistema departidos y el parlamento. En la mayor parte de los casos en los que estainstancia ha producido reformas legales que introducen una ampliaciónen las áreas de igualdad o reducen desigualdad en otras, ha sido enrespuesta a acciones políticas hechas desde fuera del sistema de partidosy como resultado de presión sobre los mismos partidos para introducirreformas en el seno del estado. Por lo general, las demandas que afectan aestructuras no son imaginadas, procesadas y promovidas por los partidospoiíticos sino por sujetos que se constituyen por fuera, rebasando elmismo campo de acción de los partidos, que en última instancia accedena introducir algunas demandas o se asumen algunos cuestionamientostransformados que se vuelven reformas más o menos compatibles con eImantenimiento del orden socioeconómico y polÍtico existente.

En países como Bolivia, de fuerte diversidad cultural, puede serútil introducir lo siguiente. Un movimiento social en casi todas lasversiones sociológicas que hasta ahora han elaborado este tema, tieneque ver con una acción colectiva y crítica que se genera en el seno de unmismo sistema de relaciones sociales. Para los funcionalistas es comouna especie de síntoma de disfunciones que tienen que ser resueltaspara tratar de restablecer el equilibrio social. En este sentido no son algototalmente negativo sino que permitirían restablecer ia salud socialen la medida en que no se reprima a Ia acción colectiva y se respondadesarrollando nuevas capacidades de integración y resocialización. Haypaíses como Bolivia que no contiene solo una sino varias sociedades,como producto de la colonización. Bolivia es un país multisocietal, enel no sólo persisten diferentes lenguas, tradiciones, memorias y gruposétnicos sino que persisten diferentes conjuntos de relaciones socialescomo totalidades. La diversidad social implica que hay diversidad demodos de producción, concepciones del mundo, lenguas, tiemposhistóricos y estructuras de autoridad o autogobierno, que es un criteriobásico para distinguir el grado de complejidad de esta diversidad.,

Esto hace que la política no esté totalmente concentrada enel estado y que en el territorio del país no exista un sistema único

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LUrS tapra

de autoridad o de gobierno sino varios que no forman parte de unamisma estructura de autoridad y de gobierno. Esto hace que el estadosea parcialmente orgánico a los territorios del país y sea un estadoparcialmente aparente, como decía ZavaIeta.

Muchas de estas sociedades han sido mantenidas como pueblosy culturas no reconocidos con derechos polÍticos y civiles en el senodel estado republicano y, más adelante, nacional. Durante un tiempo,bajo dominio colonial, los dominadores utilizaron las estructurasde autoridad de los pueblos conquistados como una mediación para

recaudar el tributo, es decir, como parte del orden colonial pero en unasituación donde había una interfase asimétrica entre dos o más sistemasde instituciones politico -sociales. En unabuenaparte del tiempo llamadoestado republicano y nacional estas estructuras son desconocidas. Enel caso de Bolivia recién en la década del 90 son reconocidas, pero deuna manera que las transforma de instancia de autogobierno en unainstancia de consulta y vigilancia en el nivel de gobierno municipal,algo totalmente diferente.

Introduzco todo esto porque una parte signiflcativa de las fuerzasque se han constituido y se han movilizado durante las últimas décadascuestionando la privatización de los recursos naturales y los núcleosduros del modelo neoliberal, están constituidas por lo que de maneramás genérica se suele llamar movimientos indígenas. Para muchoscasos prefiero llamar a esto movimiento societal, que tendría Ia siguientecaracterística, que aparece de manera muy clara en los bloqueos decaminos el año 2000, los cercos a la ciudad de La Pazy Sucre que se handado el 2001, 2003, 2005 y las grandes movilizaciones contra el gobiernode Sánchez de Lozada y los intentos de continuidad del régimen. Nosólo contenían un rasgo de movimiento social, es decir, de una fuerzaque desde el interior de Ia sociedad se constituye para problematizaruna parte de sus estructuras y demandar, incluso imaginar su reforma,sino que también se están moviendo otras sociedades in toto. Uno de lossoportes principales de la movilización en el altiplano y de los pueblosde tierras bajas es su estructura comunitaria, su cosmovisión, su formade organizar la vida social y su modo de tomar decisiones colectivas.En ese sentido, a diferencia de los movimientos sociales no son un tipode acción colectiva que tiene que crear sus formas de organización,articulación y dirección sino que básicamente se activa o se genera desde

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Lo polit ico y lo democrático en los movimientos sociales

los espacios políticos ylas estructuras sociales y poii i.u. de su sociedad.En este sentido, es otro tipo de politicidad la que se activa para moversecontra aquella que caracteriza al modo de organizar y el contenido delgobierno del estado nacional, de origen más o menos colonial.

Es por esto que estos movimientos no sólo están demandandomayor integración en el estado y su economía sino que también tienenuna carga relativa á descolonización, su misma constitución ya implica elcuestionamiento a la persistencia de algunas estructuras néocolonialesde organización de la vida política social y económica. Varios deestos movimientos tienen una doble faceta. por un lado, encarnan unconjunto de demandas al interior de las estructuras de la sociedad y elestado dominantes, que se podrían resolver con cambios en el seno deese orden, pero algunos encarnan alavez el ser un movimiento societalen sentido más fuerte, es decir, la presencia de otra sociedad que enalgunos momentos en la lucha política en Bolivia aparece de maneraexplícita como proyecto de un estado aymara.

En este caso, también se puede decir que es otro tipo democraciala que cuestiona el desempeño del modo en que se articula democraciaen el seno del estado representativo, sobre todo a través del sistema departidos. Aquí democ¡acia es un modo de traducir, comparando entrediferentes modos de organización o formas de gobierno. si vemosen un horizonte amplio, más allá de la modernidad, por un lado,efectivamente la estructura comunitaria de asamblea y gobierno no esnada parecido, es diferente al sistema de representación, pero se parecemucho más a la forma de gobierno democrático en su primera invenciónen las polis griegas, en tanto gobierno de asamblea que no se basa en larepresentación sino que se organizaa través de la rotación en los cargosde autoridad; con Ia diferencia de que en las comunidades el núcleo apartir del cual se define la presencia en la asamblea es la familia, no laspersonas. Por el otro lado, la asamblea comunitaria no está constituidaa partir del reconocimiento de la pluralidad de sujetos y libertades sinoa partir del predominio de la comunidad.

Desde esta perspectiva un movimiento societal correspondeal tiempo y acción en que otras sociedades pasan de su condición desubordinación más o menos colonial a la problem atizaciónde la misma,o a una suspensión temporal de la misma, movilizandose y poniendo encrisis al poder estatal, respecto al cual demandan también una reforma,

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Luis Tapia

en muchos casos que los incluya de manera más igualitaria. En estoscasos de conflicto, como en Bolivia, no sólo se trata del cuestionamientode algunas estructuras económicas y políticas relativas a los monopoliosorganizados como parte de del modelo neoliberal sino también deconflictos que tienen que ver con los cuestionamientos y la persistenciade estructuras neocoloniales. Se puede ver que lo político tiene que vercon el cómo se relacionan diferentes tipos de sociedades en los procesosde construcción de un solo país. En este sentido,lo político no sóIo tieneque ver con el darle forma y dirección a un solo conjunto de relacionessociales y estructuras de vida económica y social sino a conjuntosdispares o diversos de relaciones sociales que, por lo general, se hansobrepuesto de manera asimétrica bajo relaciones de discriminación,explotación y dominación.

En este sentido, los movimientos societales hoy plantean proble-masdedemocratizaciónentre sociedades, no sóloproblemas deinclusióndemocrática o igualitaria en el seno de la cultura históricamentedominante. Es una faceta importante de lo que sugiero llamarmovimiento societal. Por el otro lado, lo democrático de un movimientosocial tiene que con el núcleo asambleario que, por lo general, está dadopor parte de la estructura comunitaria, y el cuestionamiento a los tiposde desigualdad, exclusion y, discriminación todavíaorganizados por eIestado y las estructuras sociales. En este sentido, lo democrático tieneque ver con procesos de descolonización.

Lafuerza que tuvieron los movimientos que pusieron en crisis asucesivos gobiernos en Bolivia y en Ecuador, viene de esta articulaciónentre movimientos societales y movimientos sociales que actualizandos tipos de cuestionamientos estructurales, aquellos relativos a lasestructuras de monopolioy exclusión generadas en tiempos neoliberalesylas estructuras de discriminación colonial o neocolonial.

Si vemos los movimientos sociales desde su perspectiva temporalpodemos identificar algunos que se prolongan bastante en el tiempoy otros que duran menos. Por un lado, podemos distinguir hacia atrasal movimiento obrero, que es uno de los movimientos más sostenidosen el tiempo, en un arco que abarca más de un siglo. Por otro lado estáel movimiento feminista que también es de larga duración, se ha idoregenerando y se han constituido varias generaciones con un cambio yuna pluralidad de posiciones teórico -políticas en su seno. Estos persistenen la medida que lás estructuras de la desigualdad socio-económica

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Lo polít ico y lo democráiico en los movimientos sociales

no han desaparecido aunque han sido modificádas en un sentidoprogresivo, yluego desde los 70s y 80s nuevamente han sido modificadasen un sentido de reintroducir mayor desigualdad. De igual modo, lasestructuras patriarcales , que para una mayor parte de las feministasestá en el origen de Ia desigualdad y dominación entre hombres ymujeres, también se han reproducido a lo largo del tiempo, aunque através de reformas. Hay una especie de memoria que se transmite deuna generación a otras pero que también se recrea, lo que hace quelas crÍticas a estas estructuras de desigualdad sean renovadas a partirde ia constitución de nuevos sujetos que continuan o reorganizan unmovimiento en nuevas condiciones epocales.

Los movimientos sociales emergen como acción colectiva másallá del estado y la sociedad civil, pero interactuando de manera másintensa, atravesándolas. Este no es un tipo de acción política que se puedasostener con la misma intensidad a lo largo del tiempo, depende muchode cómo se responde desde los polos dominantes al cuestionamientoestructural planteado, es decir, si se reprime hasta hacer desaparecerlos movimientos o se decide desactivarlos por la vía de la integración desus demandas a través de una reforma compatible con el orden social.En este sentido cabe preguntarse ¿qué es integrable de un movimientosocial? Para esto cada pensar cuál es la composición en cada caso, esdecir, el tipo de conflicto que se plantea,Iaprofundidadyradicalidad delcuestionamiento, el grado de generalización que se ha logrado a travésde la acción moviéndose a través de la sociedad civil y en el estado, asícomo también el grado de madurez de las propuestas alternativas; yaque la respuesta estatal o de los núcleos de poder civil y económico y suéxito también es algo que se mide en relación al grado de madurez dela propuesta alternativa que el movimiento haya desarrollado. En estesentido, se puede ver que lo más integrable en algunos casos, y es lo queintentan hacer sobre todo las estructuras de poder, son ciertos lídereso representantes que luego aparecen como candidatos de partido o enalgunas funciones de gobierno. También se puede integrar algunas delas demandas transformándolas de tal manera que sirvan parareforzarla integración que era deficitaria en el seno del orden socioeconómicoy politico y, así, también fortalecerlo sin sustituirlo. También se sueleintegrar partes del discurso, a través de una polÍtica de reconocimientode ciertas diferencias y demandas, convirtiendolas en parte del discursooflcial, por lo general a través de reconocimiento de minorías o laarticuiación de políticas públicas que trabajen para la integración en ellargo plazo de los sectores afectados.

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Luis Tapia

La emergencia de un movimiento social tiene que ver con elquiebre de las mediaciones, en este sentido, un bloque de respuestas delos bloques dominantes tienen que ver con restablecer o instituir nuevasmediaciones. Por un lado, operan procesos de transformismo en eI casode reconstrucción de hegemonias, en eI sentido que se transforma arepresentantes de movimientos en intelectuales orgánicos del ordensocial; en consecuencia se transforman también sus demandas, sudiscurso, a partir de la inclusión de elementos del proyecto críticoen parte del orden politico-económico. Las cosas operan comodiagnosticaron los funcionalistas, un moviminto social es como unsíntoma de desequilibrio y se trata de reintegrar sujetos y procesos parafortalecer el sistema.

Como se trata de una crisis de mediaciones, por lo tanto, dela capacidad de representación contenida en el seno del sistema departidos, cabe ver cómo afecta a este sistema. En la medida que enel extremo implica una sustitución más o menos global de estasmediaciones, cuando se ha avanzado bastante en este sentido implicaque el movimiento no está esperando procesar sus demandas a travésdel sistema de representación, es decir, a través de los mediadorespartidarios sino que ha ido madurando un conjunto de modelosalternativos de reorganización de lavida social. A esto es lo que llamaríala fase de factualización. La maduración de este tipo de dimensiones eslo que hace posible que el movimiento perdure más en el tiempo. Hoy ennuestra region el ejemplo más desarrollado de esto es el ir¡sr del Brasil,que articula la acción colectiva que cuestiona el monopolio de la tierra,generaliza el problema agrario en el conjunto del país volviendolo unproblema nacionalyno sólo de campesinos, en el proceso va articulandoalianzas e integrando una pluralidad de sujetos, y entra en una fase defactualización tomando tierras en las que reorganízalaproducción ylavida social de una manera alternativa. Son estos rasgos, junto a otrosque tienen que ver con el cuidado en el modo de dirigir el movimiento yevitar su burocratización y una distancia entre miembros y dirigentes,lo que hace que el movimiento persista en el tiempo y siga siendo unaprincipal fuente de renovación en el Brasil.

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Lo polÍt ico y lo democrático en los movimientos sociales

Consideraciones sintéticas sobre to políticóy lo democrático en los movimientos sociales

Lo político tiene varias facetas. Tiene que ver con los procesos através de los cuales se articula el conjunto de la vida social y unaforma de dirección o de gobierno. Esto suele ocurrir a través deconflictos y luchas, también.

Lo politico tiene que ver con el dar forma y articular lo social, yluego dirigir su movimiento. En este sentido, lo político tiene que ver coneI horizonte de proyecto. Los movimientos sociales en la medida quecuestionan una o un conjunto de estructuras, se mueven en el horizontede lo politico, porque están demandando y produciendo las condicionesde una reforma de lo social, lo cual se hace a través de la acción políticacolectiva. Se trata de un cuestionamiento de estructuras y de la direcciónque tiene lo social en la medida que reproduce formas de exclusion,discriminación, desigualdad, explotación. Los movimientos socialestambién contienen en su proceso de maduración una dimensión delproyecto político y social, es decir, capacidades de recreación de las for-mas de lo social, que dan el paso de la crítica a las formas de desigualdad yde exclusión haciala propuestay experimentación de formas alternativas.Esta es otra dimensión de lo politico. En esta perspectiva, lo político tieneque ver con la constitución de la forma de Io social y, por lo tanto, con elcambio o la reforma de la forma de lo social.

Los movimientos sociales son una actualización de lo politico, ensu dimension constitutiva y reconstitutiva. Los movimientos socialesson el despliegue politico de lo social que no está contenido en losprocesos de producción y de reproducción del orden socioeconómicoy politico. Con esto quiero decir que ningún orden social contiene todala vida social, por eso es que la vida humana puede cambiar, crearcapacidades de evolución e innovación.

Los movimientos sociales son una de las principales formas depolitización de lo social no estatal o de lo social que no está contenidoen la producción y reproducción del orden.

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La emergencia indiacontra el neoliberalismo:balance y perspectivas

Fabiola Escárzagal

Introducción

Las transformaciones productivas operadas en las úItimas décadasen los centros del capitalismo mundial, han provocado la demandacreciente de recursos naturales y la incorporación de nuevos territoriosantes excluidos del mercado mundial, las poblaciones asentadasaniestralmente en ellos se han visto obligadas a desplazarse hacia otrosespacios, en distintos sentidos y alcances. Las poblaciones indígenasantes olvidadas, particularmente las asentadas en los territoriosselváticos, no obstante su escaso peso demográfico, se convirtieron enun actor relevante para el sistemainternacional, en tanto que los recursosnaturales de los que han sido depositarios durante siglos, adquirierongran valor para el mercado internacional y se volvieron codiciados: loshidrocarburos y otros minerales, el agua, la biodiversidad, el oxÍgeno, elconocimiento tradicional, etc. La nuevalógica global dominante asumeque Ios estados nacionales son un obstáculo para la libre disposición detales recursos por parte de los intereses económicos trasnacionales quebuscan acceder a ellos y han emprendido una estrategia multifactorialpara debilitar la capacidad soberana de los estados, muy limitadahistóricamente en Ia mayoría de los casos.

Las políticas de reconocimiento étnico, diseñadas y promovidaspor organismos internacionales como la Organización de NacionesUnidas, para su aplicación por los estados nacionales latinoamericanos,

I Profesora-investigadoq? del Departamento de Política y Cultura, Área problemas deAmérica Latina de Ia Uríiversidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, México.

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La emergencia índia contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

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están orientadas al fortalecimiento de los pueblos indígenas, dentro de loscontextos nacionales que les han sido tradicionalmente adversos. Talespolíticas deben ser leídas en el contexto de la globalización neoliberaldominante interesada en debilitar a los estados nacionales que resistansus intereses y en fortalecer a los grupos sociales que contribuyan a esefin, los pueblos indígenas fueron considerados en este esquema.

La colocación de los pueblos indígenas como interlocutoresprivilegiados por los gobiernos e instituciones internacionales, entre lossectores subalternos en los diversos paÍses de América Latina, ha servidoademás a la estrategia de desplazar a los viejos actores que, fortalecidosensu organización enlos años 70s, sehabÍanvuelto unaamenazaparalosintereses económicos dominantes ylos Estados nacionales. En tanto lospueblos indígenas, por su inexperiencia organizativay su marginalidadsocial aparecían como inofensivos para los intereses mencionados.

Pero la previsión ha ¡esultado errónea, la legislación internacionalrelativamente favorable alos intereses indígenas ha sido aprovechada porellos como palanca para sufortalecimiento organizativo ylalegitimaciónde sus luchas, luego de un contexto de represión generalizada, para irmás allá de las metas y previsiones de la institucionalidad dominante ydefender los recursos de los que se pretende despojarlos. La capacidadde adaptación puesta en juego por las poblaciones indÍgenas para usaren su beneficio los elementos favorables de las nuevas condiciones yenfrentar las que les son adversas, como han hecho desde hace más de500 años, es Ia constante que podemos observar en el variado repertoriode las estrategias de lucha de los distintos movimientos indígenas deAmérica Latina.

Luego de reseñar los procesos de constitución de la condiciónsubordinada de las poblaciones indígenas en los países de AméricaLatina y de analizar el nuevo contexto internacional en que se han dadolos cambios en la actual fase de globalización neoliberal, abordaremosIas situaciones particulares de los movimientos indígenas en los paísescon mayor población indígena del continente, en algunos de elloslos movimientos indígenas se han desarrollado signif,cativamente,aplicando diversas estrategias de lucha: insurgencias armadas,movilizaciones, participación electoral, etc. como en México, Bolivia yEcuador. En otros casos como Guatemala y Perú, los sectores indígenashan sido desactivados y paralizados por la presencia de procesos de

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Fabiola Escárzaga

insurgencia previos, que si bien consideraban a la población indígenacomo su base social principal, no asumieron de manera consecuentelos intereses particulares de los sectores indígenas que pretendían

representar y desencadenaron guerras contrainsurgentes que derivaronen genocidios contra la población indígena. No obstante su ritmo máslento, en ambos casos también se observa la emergencia indígena.

Pobreza, desigualdad y racismo

Desde el proceso de colonización española, la diferencia cultural entre lapoblación originariaylos conquistadores europeos ha sido el argumento

central sobre el que se construyó la justificación de la dominación de los

invasores sobre los pueblos invadidos, y sobre la diferencia cultural se

consolidó a través de los siglos una desigualdad estructural que subsiste

hasta hoy. El ciclo neoliberal instaurado en los años B0 del siglo xx en

todo el mundo, se sustenta también en las diferencias étnicas, entreotros factores y contribuye con su acción a profundizar la desigualdad

entre los diferentes grupos sociales al interior de los distintos países.

El neoliberalismo ha generado niveles de pobreza y desigualdadsocial sin precedentes en el mundo, en particular en América Latina, que

hoy es la región más desigual del mundo en desarrollo. Al tiempo que

se definÍan los mecanismos para golpear al factor trabajo y despojarlode su capacidad de negociación,los organismos internacionales como el

Banco Mundial, diseñaron políticas sociales que buscaban atenuar los

efectos que las políticas fi.nancieras que las instituciones internacionalesimpusieron a los gobiernos, tales políticas se orientaron a combatir lapobrezayla pobreza extrema, proporcionando ayudayacceso al bienestara los sectores más vulnerables, entre ellos se encuentran los campesinos

e indígenag, mientras que despojan a los trabajadores urbanos y los

sectores medios del bienestar y derechos previamente alcanzados.Sin embargo, sus acciones han sido muy deficientes en el logro

de sus metas. La capacidad de sus políticas para superar la desigualdadestructural resulta tan limitada que parecerían estar dirigidas más al

objetivo de evitar la concertación y articulación de los diversos grupos dedescontentos en contra de ellas, que por generar cambios significativosen la distribución del ingreso. El mayor obstáculo para disminuir lapobrezayla desigüaldad es el escaso crecimiento económico alcanzado

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La emergencia india contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

por la región, que en 2001 fue de 0,3Toy en2002 fue ún decrecimiento de0,7Vo pefo contra ello ningún país puede hacer nada.pues de la mismamanera que el factor trabajo se encuentra atomizado, confrontado ydesorganizado dentro de cada país, al nivel del mercado internacionallos países productores de materias primas y fuerza de trabajo barata,se encontraban atomizados, confrontados y desorganizados comoproductores y deudores, sin capacidad ni voluntad política de enfrentara sus compradores y acreedores.

Esta situación ha sido revertida de mane¡a relativa en los últimosaños con la llegada a la presidencia de varios países de políticosprogresistas que fueron elegidos dernocráticamente2, que asumen ensus programas de gobierno, aunque con diversos alcances y matices, laintensión de reformularlas políticas gubernamentales neoliberales parareducir las ganancias del capital trasnacional e incrementar el consumode ia población mayoritaria y de reestructurar los sistemas políticosaltamente excluyentes de los sectores subalternos.3 Bajo el liderazgode Hugo Chávez, aliado del gobierno de Cuba, que cuenta con la granpalanca económica y carta de negociación estratégica internacional quees la renta petrolera de Venezuela, se han establecido diversos acuerdoseconómicos y políticos regionales, para defenderyvalorizar los recursosestratégicos de los paÍses de la región, intercambios económicos entreellos en condiciones más favorables que las establecidas por el mercadomundial, programas de ayuda social en los paÍses más pobres deeste grupo y eventualmente la defensa militar frente a las amenazasnorteamericanas.4

Las políticas de ajuste neoliberal golpearon a todos los sectorespopulares, pero los más vulnerables resultaron ser aquellos que mayordependencia presentaban frente al capital, al mercado mundial y alestado como empleador y como proveedor de bienes y servicios: la claseobrera y los sectores medios fueron separados en masa de sus puestosde trabajo y vieron reducidos drásticamente sus ingresos y medios

2 Venezuela(1999),Brasi l(2003),Uruguay(2005),Chile,Argentina,Bolivia(2006),Honduras(2006), Ecuador (2007), Nicaragua (2007) y Paraguay (2008).

3 Los casos de Brasil, Uruguay y Chile son considerados por el gobierno norteamericano.como "izquierda moderna y razonable", mientras que Bolivia y Ecuador siguen el "malejemplo de Chávez" en Venezuela. Según los criterios expresados por el escritor MarioVargas Llosa en el artículo "Raza, botas y nacionalismo", 15 de enero de 2006. http://www.elpais.com/art iculo /opinion/

4 Entre los que resalta el,ILBA y uNAsuR.

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Fabiola Escárzaga

de vida, eran por cierto los que mejores condiciones de organizaciónhabían alcanzado hasta entonces para enfrentar al capital y negociarsu participación en el producto social. El violento proceso de despojono favoreció su capacidad de respuesta sino que fue debilitándola, lossindicatos y organizaciones representativas de sus intereses, fuesenindependientes o subordinados, combativos o corporativos, perdieronsu capacidad de negociación frente al capital o al estado, en la medidaen que süs agremiados iban disminuyendo su número. Las reglas de larelación capital trabajo fueron así redefinidas en perjuicio del trabajo yéste no tuvo ya la capacidad para defenderse.'r'

La población indÍgena en cambio, resintió menos los efectosdirectos de tales políticas, en la medida en que no obstante su crecienteparticipación en el mercado nacional e internacional, mantieneun alto grado de autonomía productiva y cultural y se empeña enpreservarla, su relación con el estado nacional fue siempre másdistante en tanto población excluida. Condición que la colocó en unasituación relativamente favorable para enfrentar las agresiones delneoliberalismo: tanto las que vienen por el interés de incorporar sustierras, territorios y los recursos minerales y bióticos que contienena la dinámica capitalista impuisada por las polÍticas neoliberales ycon ello la destrucción de su modo de vida y su cultura; como por eldeterioro de los precios de los productos que producen para el mercadoy el incremento de los que requieren del mercado. Ante tales presiones yagresiones la población indígena cuenta con su cultura ancestral que leproporciona mecanismos de cohesión y autoorganización, proyectos devida y estrategias de resistencia y de lucha secularmente aplicados. Loque no cambia su condición de extrema pobreza desde los parámetrosde medición internacional. Durante la declarada "década de los pueblosindígenas" (i994-2004) sus índices de desarrollo humano no mejoraron(pobreza, educación, salud, discriminación), a pesar de su crecienteinfluencia política. (Banco Mundial: 2006)

La América india

La población indígena de América Latina asciende- en el año 2000 aunos 40 ó 50 millones de personas que ¡epresentan entre el B y 10% dela población total'del subcontinente, está conformada por unos 400

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La emergencia india contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

grupos lingüísticos diferentes. (crpnr;2000:314). En el documento 2006del Banco Mundial, la población indígena total se ha reducido a entre30 y 40 millones y ha aumentado a 671 pueblos indígenas reconocidospor los estados. Los dueños de estas tierras hace más de 500 años hoyson los más pobres entre sus pobladores y una proporción mínimade ellos, pero hay regiones de América Latina en donde los indios sonmayoritarios, es el caso de los Andes centrales y de Mesoamérica, en lasque en conjunto hoy viven más del B0 % de los indígenas americanos.(Matos Mar;1993:162).

Los países en que los indios son mayorÍa son los que ocupan losterritorios que antes de la conquista española eran la sede de las grandescivilizaciones americanas. Mesoamérica que comprende el área maya,es la región en que el denominado Imperio Azteca dominó sobre unagran cantidad de puebloss. Los Andes comprende el vasto territorioque dominó el denominado Imperio Inca6. Ambos imperios fueronestructuras estatales centralizadoras que expresaban Ia complejidadproductiva alcanzadapor las sociedades campesinas que dominabanyla riqueza de sus culturas.

En los Andes son tres los países con mayoría india: Bolivia, Perúy Ecuador. Cálculos conservadores, que consideran indios sólo a loshablantes de una lengua indígena, asignan a Bolivia más del SOVo depoblación indígenayestimaciones que consideran criterios más ampliosllevanhasta un7 OTo alapoblación indígena de dicho país (Matos Mar; 1993y Daniel Wermus;2002). Bajo estos mismos parámetros Perú está en losrangos del 38% al54To, y Ecuador entre el 24Vo y el5l%. Ecuador es elcaso extremo de submedición censal pues en 1990 el resultado del censofue de 3.7Yo de población indígenay en 2001 de 6.8% (cnpar;2006).

En Mesoaméríca, Guatemala tiene según los mismos criterios,entre un ABVo y un 65% de población indígena y México entre el 9 y el30%. Como se aprecia, México no tiene como los países mencionadosuna mayoría indígena respecto a su población total, pero tiene entérminos absolutos la mayor población indígena de América Latina,con más de 9 millones de personas, y tiene en los estados del sur y

5 Limitada al norte por los ríos Sinaloa, Lerma y Pánuco y al. sur por los actuales paísesGuatemala y Honduras. Su superficie es de I millón, I00 mil km2. (www.artehistoria.com/f¡anes.htm)

6 Abarcó desde los actuales países: el su¡ de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y el norte deChile y de Argentina, su extensión es de 3 millones de km2 y tiene una longitud de 4 milkm. (www.es. Wikipedia.org).

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Fabiola Escárzaoa

del sureste, concentraciones indÍgenas semejantes a las de los paísesandinos: Oaxaca, Quintana Roo y Yucatán están por encima del 40%de población indígena y Campeche y Chiapas por encima del2OTo.En el documento 2006 del su, México ha pasado al segundo lugar depoblación indÍgena después de Perú con 8.5 millones. Subrayamos elhecho de que no obstante el auge político del movimiento indÍgenalos datos generados por los censos, excepto el de Bolivia de 2001iinvisibilizan o minimizanlapresencia indÍgena en los países.

Y es que esa concentración indígena es su mayor fuerza. Laregión maya tenía en 1994, 6 millones y medio de hablantes mayasdistribuidos en 4 países (México, Guatemala, Belice y Honduras); losAndes centrales tenían en el mismo año más de 12 millones y medio dequechua hablantes, en cinco países (Ecuador, Perú, Bolivia, Argentinay Chile) y más de dos millones de aymara hablantes en cuatro países(Perú, Bolivia, Argentina y Chile). Mientras en la selva amazónicacompartida por ocho países de Sudamérica, hay dos millones de nativosamenazados de extinción, luego de que sus ancestros vivieron en Ia selvadurante 500 años sin destruirla. Ellos representan apenas eI3.6To de losindígenas del continente. (Matos Mar:1993) En Ecuador y Perú, algunospueblos amazónicos permanecen en aislamiento voluntario para evitarla agresión de la sociedad blanca, en particular de los campesinos quemigran de tierras altas para colonizar la selva.

Hay tarybién crecientes poblaciones indÍgenas urbanas productode intensos procesos migratorios en todos los países y tambiéncomunidades indígenas trasnacionales sobre todo en los países másdesarrollados, de migrantes que buscan mejores condiciones de vida.Las migraciones internas e internacionales, son respuestas colectivasmotivadas por los cambios impuestos por las transformacioneseconómicas regionales e internacionales, sobre las condiciones de vidalocales de las poblaciones indígenas, ellas se inscriben en patronesmigratorios preexistentes, que forman parte del acervo ancestral ycomo en etapas anteriores alivian la presión interna sobre las tierrasy aportan recursos monetarios necesarios para la satisfacción dediversas necesidades, por ello se habla de que ios espacios externos deinserción de los migrantes indígenas constituyen otro piso ecológicode la comunidad, pues las remesas de los miembros emigrados de la

7 En el que la autoadr.iip.iOn como criterio censal y en un contexto de auge de luchas yorgullo de la identidad étnica dio un62Vo de población indígena.

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La emergencia india contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

¿lejana comunidad, financian una creciente parte dg su reproducciónsocial. La migración se convierte así en un instrumento que fortalecela identidad étnica, los migrantes a las ciudades, las capitales o a otrospaíses, mantienen sólidos vínculos con sus comunidades de origen ycontribuyen alfinanciamiento delas actividades productivasy/o ritualesque garantizan Ia permanencia y actualización de sus identidadesindígenas. Las identidades indÍgenas no son estáticas, nunca lo hansido, pero hoy su ubicuidad y flexibilidad queda de manifiesto.

El conflicto entre los pueblos indígenas y las naciones

A principios del siglo xrx, durante las guerras de independencia contrael dominio colonial español, algunas elites criollas latinoamericanaspercibieron en la mayoritaria masa campesina indígena un aliadopotencial en su lucha por el poder y de acuerdo al contenido liberal oconservador de su programa independentista, los criollos procuraron oevitaron aliarse con los indios, pero este era un cálculo estratégico. Encualquier caso, para los criollos la idea de construir naciones poderosasy soberanas pasaba por la eliminación de los factores de atraso queimpedían a los países latinoamericanos crecer al ritmo y modo de susadmirados modelos: Inglaterra, Francia y Estados Unidos y el mayorsigno de atraso para los intelectuales criollos era Ia presencia indígenacon sus formas de vida comunitaria, su cosmovisiónylenguas diferentes.En el programa liberal decimonónico los indios eran eI obstáculofundamental para el progreso.

Lacapacidad paraconstruirnaciones por parte de las elites criollasIatinoamericanas ha sido, en general, muy limitada, ellos justifican suincapacidad en la presencia de los indios, estigmatizados como gruposhumanos que se resisten a asimilarse a la cultura moderna que losEstados imponen como forma superior de vida. En la nación propuestapor los criollos y mestizos los indios no tenían lugar. Para eliminar elobstáculo se diseñaron diversas estrategias con énfasis distintos segúnpaíses, circunstancias y momentos, que iban desde el exterminiohasta la asimilación de las poblaciones indígenas. La homogeneidadpreconizada bajo la estrategia del mestizaje signiflcaba la desapariciónde los indios como tales. Sus expresiones más contundentes han sidolas reformas agrarias instrumentadas por México (1936), Bolivia (1953)

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Fabiola Escárzaga

y Perú (1969), que negaron por decreto la existencia de los indígenas queen adelante debieron asumirse como campesinos, les fueron impuestasformas productivas distintas a las ancestrales que ellos practicaban ysu incorporación al mercado como fuerza de trabajo y consumidores(Escárzaga;1999). Los resultados fueron variados según las regionesal interior de cada país y entre los países: no eran los decretos sinolas fuerzas económicas dominantes y la dinámica de las relacionesinterétnicas prevalecientes, lo que determinó la profundidad de loscambios. La negación del componente indígena de grandes poblacionescampesinas y la autonegación étnica es una de las manifestaciones delracismo imperante.

La ideología racista elaborada por los blancos desde los inicios dela Colonia convirtió las diferencias culturales entre blancos e indios endiferencias biológicas, el discurso racista tuvo tópicos diversos según eIpaÍs, pero más o menos iguales elementos. Bajo un batniz cientificistadesde el positivismo del siglo xx, las diferencias raciales sirvieronpara legitimar y reproducir la condición subordinada de los indios,que permitía la expropiación por los grupos dominantes de la riquezaproducida por los ellos, en situaciones muy cercanas a la esclavitud'En los países andinos los indios eran además de mayoritarios, la únicafuerza de trabajo disponible y por tanto la fuente por excelencia deacumulación de riqueza. Los blancos repudiaban a los indios pero nopodíanvivir sin ellos.

La agricultura de altura en los Andes se caracteriza por su bajaproductividad, debido a las condiciones climáticas extremas: bajastemperaturas, pobreza de suelos y heladas, que obliga a un uso extensodel tiempo de trabajos, mediante variadas formas de cooperaciónentre las unidades familiares y las comunidades (ayllus), basadas en elparentesco y en formas específicas de apropiación del territorio, en unaestrategia consistente en la diversificación de cultivosyla combinación deagriculturay ganadería, trabajando envarios pisos ecoló gicose : mediante

8 Los campesinos andinos utilizan alrededor del 90% de su tiempo de trabajo en laproducción directa, mientras que en Europa utilizan alrededor del 40%. (Golte;2001:ll2)

9 EI accidentado territorio andino ofrece una gran diversidad de climas, a partir de lasdistintas altitudes que presenta y que van de los 0 a los 4,500 msnm que son aprovechadaspor el hombre en la agricultura y ganadería. En cada nivel o piso ecológico puedensembrarsedistintosproductos en distintostiempos, conciclos agrícolas complementalios:el maíz se cultiva entre los 2,000 y los 3,000 msnm, la papa y otros tubérculos y el ganadoauquénido a part ir de los 3,500 msnm y la hoja de coca entre los 800 y 2,000 msnm en laIadera oriental de los il.ndes. Cada ayllu o comunidad (grupo de familias emparentadas)

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La emergencia india contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

el control vertical de un máximo de pisos ecológicos (Murra;1989) . Estasformas complejas de organización del trabajo agrÍcola creadas por elcampesinado andino, antes incluso de Ia consolidación de instanciaspolíticas centralizadas y muy anterior a la llegada de los españoles, hapersistido hasta la actualidad adaptándose a las condiciones impuestaspor ios grupos dominantes locales y por el mercado mundiai. Lo quetambién explica la mayor peisistencia de las identidades étnicas en lospaíses andinos y en ellas su mayor densidad en el altiplano aymara demayor desafío productivo.

Las formas productivas andinas eras ajenas a la lógica productivade los conquistadores españoles, que optaron por dejar en manos de loscampesinos quechuas y aymaras el control de la producción agrícolay se apropiaron de la riqueza generada por ellos por la vía del tributo,en una relación rentista y parasitaria (Mariátegui;1928). Incluso laparticipación de la f.uerza de trabajo en otras actividades productivascomo Ia minería, no significó el desplazamiento definitivo de poblacióncampesina ala actividad minera, sino sólo temporalmente, conservandolos ayllus, las comunidades campesinas, la obligación de proveer lafuerza de trabajo, temporal y rotatoriar páro ia explotación minera depropiedad criolla. Golte (2001) subraya la capacidad de adaptación quelas formas productivas andinas mantienen frente a los procesos demodernización capitalista, mientras que los sectores criollos conservansu lógica rentista refractaria al progreso.

En Mesoamérica las condiciones climáticas fueron menos adversaspara la productividad del trabajo agrícola y la tendencia prevaieciente fuelaconducción criolla o mestizade los procesos productivos enlos espaciosde mayor productividad, desplazando a las poblaciones indígenas hacialos menos productivos: los desiertos, las selvas ylas montañas, las regionesde refugío (Aguirre Beltrán;1973), Io que favoreció la tendencia al mestizajeen las zonas más productivas. Las comunidades indígenas replegadaspreservaron también su autonomía productiva y su cultura.

En la región andina, Ias fronteras nacionales se diluyen, puesdebido a Ia precariedad de los procesos de construcción nacional, que esconsecuencia de la polarización étnica, social y geográfica, la ausenciade alianzas y la debilidad del mestizaje, las fronteras impuestas por

requiere acceder a los distintos pisos ecológicos para satisface¡ todas sus necesidades,por ello el territorio de estas suele se¡ discontinuo, Ias distintas tareas son asumidas pordistintos miembros de la comunidad de acuerdo a edad y género. (De la Cadena;1989)

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Fabiola Escárzaga

los procesos de independencia criollos carecen de sentido para sushabitantes indígenas, que comparten con sus vecinos al otro ladode la frontera, un mismo hábitat y recursos naturales, organizaciónproductiva, costumbres e idioma, y en cambio se sienten muy lejosculturaly socialmente de las élites blancas o mestizas que los gobiernandesde las ciudades, los despojan de sus recursos y desatienden susproblemas. Laconstante enlos proyectos de luchaindiayenlos discursosindianistas es la idea de la reconstrucción de la vieja unidad política,destruida por la conquista española y no sustituida por ninguna de lasiniciativas polÍticas posteriores.

Globalización y derechos indios

En las últimas décadas se han dado condiciones internacionalesfavorables para la resolución del conflicto entre el estado nacional y lospueblosindios, mediante elreconocimiento de su derecho aladiferencia,a la participación en la vida nacional sin renunciar a su identidadparticulary a su derecho a incorporarse como elementos diferenciados,en fin, a la integración con autonomía, lo que significa que los estadosnación acepten por primera vez su condición de entidades multiétnicas.Pero estos son discursos que contrastan con la resistencia que los gruposdominantes locales y los propios gobiernos oponen a dicho avance,independientemente de lo que declarativamente concedan.

El Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales aprobado porla Organización Internacional del Trabajo de la oNu, en 1989, representael reconocimiento por esa instancia internacional de "las aspiracionesde esos pueblos a asumir el control de sus propias instituciones y formasde vida y de su desarrollo económico y a mantener y fortalecer susidentidades, lenguas y religiones, dentro de los Estados en que viven".(cnpar;2003:314).

La elaboración de una legislación internacional que conmina a losgobiernos nacionales a reconocer los derechos de su poblaciÉn indígena,no nace de la buena voluntad de las instituciones internacionaies o desu vocación democrática y civilizadora, nace de la exigencia previa porparte de los propios indígenas, que alo largo del siglo xxyparticularmentedesde los años 60s, expresaron sus demandas a través de movilizacionesy una creciente capacidad de organización y de reflexión sobre sus

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La emergencia india contra el necr :rerálisrno: balance y perspectivas

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propios intereses y por Ia gradual promoción de intelectuales y dirigentesindios. La convocatoria a incorporarse a la lucha armada por parte degrupos mestizos hecha en Guatemala, Bolivia, Perú y México en los años70s, fue una señal de alarma para los grupos dominantes. En México,Guatemala y Ecuador, la presencia de la iglesia progresista contribuyó alfortalecimiento de la identidad indígena. También encuentra canales deexpresión a través de las formulaciones teóricas de grupos intelectualespuestos aI servicio de los intereses indígenasio.

La problemática planteada y las soluciones propuestas por elConvenio 169 son un gran avance en cuanto a uno de los aspectos delproblema, pero ella es apenas una solución formal a las demandasculturales de los pueblos indígenas, las promesas de la oNU no obligana los gobiernos nacionales a cumplirlas. Han habido refo¡masconstitucionales en 12 países de América Latina que reconocenformalmente los derechos indios, pero no hay voluntad política de losgobiernos para cumplirlos, ni siquiera es fácil encontrar las fórmulasjurÍdicas para incluir los nuevos derechos en las constituciones yreglamentarlas, dado eI frecuente conflicto de intereses con otrossectores de la sociedad. Generalmente tampoco hay la capacidadorganizativa de la población indígena para enfrentar los intereses de losgrupos dominantes locales, que se ven afectados por la protección legalde los intereses indígenas.

El Convenio 169 separa los derechos culturales de los derechoseconómicos de los pueblos indios, ofrece mecanismos para resolver.formal y parcialmente los primeros, pero niega los segundos, ofrece uncauce legal que permite la expresión atenuada de los conflictos étnicosy evita explosiones de descontento indígena como en etapas anteriores.En los casos de México (1991), Bolivia (1993) y Perú (1993), al tiempoque se introdujeron reformas en las constituciones que reconocíanformalmente a los pueblos indígenas como componentes de Ia nacióny otras demandas culturales y políticas, se eliminó tajantemente laprotección a la propiedad colectiva de la tierra, que de manera precariahabía sobrevivido a las reformas agrarias. Priorizar las demandasculturales sobre la socio-económicas de los indígenas introduce elriesgo de dividir y enfrentar a los indígenas con otros sectores popularesy dividirlos y enfrentarlos a otros grupos indígenas que compiten por losmismos recursos.

l0 Declaración de Barbados I v l I .

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Luego de más de 20 años de discusión, el 13 de septiembre de 2007laAsamblea General de la ouu aprobó la Declaración de Derechos de losPueblos Indígenas, con I43 votos a favor, 4 en contra -Canadá, EstadosUnidos, Nueva Zelanda y Australia- y 11 abstenciones. Los derechosque protege son la propiedad de la tierra, el acceso a los recursosnaturales de los territorios donde se asientan, el respeto y preservaciónde sus tradiciones y la autodeterminación, también reconoce derechosindividuales, y colectivos relativos a la educación, la salud y el empleo.El problema es que la Declaración no es jurídicamente vinculante y porlo tanto no compromete a los estados de ninguna manera.

Con gran acierto, los movimientos indígenas han rebasado elesquema en el que las instituciones internacionales plantearon elproblema indígena y los cauces que impusieron para solucionarlo, losmovimientos indios han ido más allá, mucho más. No se han dejadoenredar por Ios argumentos legales, aprovechan los espacios queabren esas instancias internacionales y legales y persisten en las otrasestrategias, utilizando los medios que Ia internacionalización de lacuestión indÍgena ofrece.

Lo fundamental del proceso corre pues por cuenta de los pueblosindígenas en cada país, su lucha por la autonomía o la manera en quesus demandas son formuladas, está definida por la historia de lasrelaciones interétnicas en cada país, y su estrategia y capacidad de luchaestá marcada por la particular acumulación histórica, los avances sonpor ello desiguales. En lo que sigue reseñaremos las características delos enfrentamientos interétnicos en los países de América Latina conmayor población indígena y los movimientos indígenas que se handesarrollado en ellos.

Ecuador

En Ecuador el movimiento indígena se constituyó en los años 90s enel eje alternativo de articulación nacional, como el movimiento socialmás estructurado del país, que convocó a la movilización a otrossectores sociales en contra del neolibe¡alismo. La Confederación deNacionalidades Indígenas de Ecuador (cownrc) fue fundada en noviem-bre de 1986, está integrada por tres organizaciones representativas delas tres regiones defpaís: por la Sierra la Confederación de Pueblos de

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la Nacionalidad Quichua del Ecuador (ecunnunRnr) iundada en 1980, laConfederación deNacionalidades Indígenas de laAmazoníaEcuatoriana(coxp¡Nu,e) fundada en 1973, y la Coordinadora de OrganizacionesIndígenas de la Costa Ecuatoriana (corNca).

En 1990, la coN¿lE dirigió el primer levantamiento indígena,bloqueando las principales carreteras para obstruir las actividadeseconómicas estratégicas del país, sus demandas eran la solución deconflictos de tierras y el reconocimiento del carácter plurinacionaldel país. En 1995, fundaron el movimiento de Unidad PlurinacionalPachakutik-Nuevo País como brazo político electoral de Ia coNAIE,con una convocatoria más amplia que la indígena. En las eleccionesde mayo de 1996 obtuvieron siete diputados provinciales y unonacional, fue la entrada de los indígenas a la política nacional. Laparticipación de Pachakutic en la Asamblea Constituyente de 1992logró el reconocimiento constitucional de Ecuador como un Estado"multicultural y rnultiétnico". Su participación creciente en los gobiernoslocales en Municipios e incluso en los Consejos Provinciales y laconformación de ámbitos específicos de competencia indÍgenar1, les hapermitido aumentar su capacidad de gestión administrativa, pero los hamantenido en una condición subalterna al no aspirar al poder completo,también ha generado procesos de cooptación por la lógica institucionalinternacional. Un rasgo distintivo de su movilización es su carácterpacíf,co y el empeño de los dirigentes de no caer en provocaciones quelleven a la represión popular.

El 21 de enero de 2000, otro levantamiento culminó con elderrocamiento del presidente Jamil Mahuad, la formación de un Juntade Salvación Nacional en la que participó Antonio Vargas, presidentede la coN¿rs en turno y el coronel Lucio Gutiérrez, el triunvirato terminócediendo el poder al vice-presidente Gustavo Noboa tres horas después.La inexperiencia política de los dirigentes indígenas y una muy fuertepresión norteamericana facilitaron la traición de los militares, conquienes los indígenas se habían aliado.

En las elecciones presidenciales de 2002, las organizacionesindígenas se aliaron al coronel Lucio Gutiérrez, cuya carrera políticafue catapultada por el levantamiento indígena del 2000 y lo llevaron

l1 Di¡ección Nacional de Educación Intercul tural Bi l ingüe del Ecuador (orNare), Proyecto dedesa¡rollo de los pueblos indígenas y afroecuatorianos del Ecuador (pnooeprre), Consejo deDesarrol lo de las nacional idades y pueblos del Ecuador (cooeupe).

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al triunfo. Para la segunda vuelta, Gutiérrez reemplazó el programade gobierno popular, antiimperialista y de defensa de los recursosnaturales estratégicos ofrecido durante su campaña, por el neoliberalde sus adversarios, entrando en conflicto con la coNerc y Pachakuticque participaban en el gobierno con dos ministros indígenas: NinaPacari como Canciller y Luis Macas en el Ministerio de Agricultura.En septiembre de 2003 los ministros indígenas fueron relevados de suscargos y la coNnrn y Pachakutic rompieron con eI gobierno de Gutiérrez,que limitó la autonomía de las instancias sectoriales en el gobiernonacional, conquistadas por los indos en movilizaciones anteriores:Dineib, Prodepine, Codenpe y la Dirección Nacional de Salud Indígenaylogró fracturary debiiitar al movimiento indígena.

La incapacidad del movimiento indígena para generar unproyecto de gobierno propio, la separación de las bases que representóla participación de sus dirigentes en ei gobierno de Gutiérrez, generarondesencanto entre ia población que votó por los indígenas y el desprestigiode sus organizaciones y de sus direcciones. En abril de 2005 se produjola caída de Gutiérrez, luego de una semana de movilización de lossectores medios en su contra, detonada por eI regreso y absolución delexpresidenteAbdaláBucaram, acusado de corrupción. Fue reemplazadopor el vicepresidente Alfredo Palacios.

La mala experiencia en su alianza corT Gutiérrez llevó a Ia coNnru ya Pachakutik a concluir la necesidad de presentar un candidato propiopara las siguientes elecciones y así lo hicieron en noviembre de 2006,llevando a Luis Macas como candidato a toda costa, que enfrentado a uncandidato socialdemócrata fuerte, Rafael Correa quedó al margen delproceso. Co¡rea ganó en Ia primera vueita con el recién creado partidoAlianza pars, derrotando al empresario bananero Álvaro Novoa, LuisMacas obtuvo apenas ei 1.8% de la votación. Pachakutic llamó a votarpor Correa en la segunda vuelta, cuando la población indígena ya habíadecidido y votado por él en la primera vuelta y obtuvo el 56% de votos.

Ahora el movimiento indÍgena está debilitado, desprestigiado,dividido y enfrentado a Correa porque su gobierno ha priorizadola extracción de petróleo y otros recursos naturales por empresastrasnacionales contenidos en los territorios indígenas, argumentando elinterés de las mayoríaspopulares que no sonindígenasyque su programade gobierno propohe- beneflciar con los ingresos petroleros, dejando

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fuera de su alianza al movimiento indÍgena e igno"rando las demandasdel movimiento indígena sobre los territorios amazóhicos donde está elpetróleo y los ha reprimido cuando se movilizan para defende¡los.

La relación del presidente correa con la coNArE es distante,cuestiona que los indÍgenas pretendan crear otro estado al interior delEstado, ignoró la exigencia de participación directa de NacionalidadesIndígenas en la Asamblea constituyente tachándola de demanda"gremialista"; eliminó el rango de Ministra a la presidenta del codenpe yla autonomía de la Educación Intercultural Bilingüe ypretende incluirlaen el sistema nacional de educación. (Arrobo;2007) De manera quelo avanzado durante más de una década por el movimiento indÍgenaecuatoriano ha quedado ala deriva en la actual covuntura.

Bolivia

El auge de la movilización popular de los úrtimos años tiene comofundamento un discurso político propio, el indianismo katarismo, queinicia su desarrollo en lg69 que denuncialas condiciones de explotacióneconómica y la opresión cultural y política bajo mecanismos racistas,que sufren los campesinos quechuas y aymaras por parte de la poblaciónblanca y mestiza descendiente de los invasores españoles y su condiciónde extranjeros en su propio paÍs12. El movimiento katarista desarrollódos tenencias básicas: una indianista que postula como sujeto al indio yotra ciasista que postula como sujeto al campesino.

En 1979, los kataristas crearon la central sindical única deTrabajadores campesinos de Bolivia (csurce) que inaugura unsindicalismo independiente del gobierno y los partidos mestizos, queasume la tradición de lucha sindical impuesta a los campesinos a partirde Ia reforma agraria de 1953 por eI naNn, pero que viabilizá la persistenciade las formas comunitarias de organizaciónde los sectoresiubalternosy permite su permanencia, crecimiento y autonomía. (patzi;1999).

un sector muyvisible desde los años gOs ha sido el de los cocaleros,integrado por campesinos quechuas y aymaras sin tierras y exminerosdespedidos por el cierre de las minas en 1985, que colonizaronlazonade ceja de selva de El chapare donde había tierra disponible paracultivar hoja de coca y otros productos comerciales. ElloJ enfrentárontZ

!t-t9¡ retoman el pensamiento indianista del intelectual aymara Fausto Reinaga (1906-1993) que en 1969 funda el Part ido Indio de Bol iv ia (prB) (Reinaga;1970;I970b;19ñ).

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las campañas militares de erradicación de cultivos para impedir laproducción de cocaína, desarrollada por el gobierno bajo la presión,dirección y financiamiento del gobierno norteamericano. La crecientepresencia militar en la zona generó abusos y violencia, por la aplicaciónde fungicidas que destruyen los cultivos de coca, y el medio ambiente yafectan la salud de la población, el control de los campesinos, la requisay quema de la hoja y plantÍos que excedían las cuotas permitidas. Lapolítica de sustitución de cultivos como café, cacao, plátano, piña, etc.promovida por los distintos gobiernos neoliberales, no resolvieron lasnecesidades de sobrevivencia de los productores.

La organización sindical de los cocaleros funcionó como estructurade auto gobierno local en las zonas de colonización, como instanciacomercializadora y como medio de autodefensa armada frente a lastropas erradicadoras. Entre 1992y 1998 elmovimiento cocalero mantuvola hegemonía dentro de la csurcn, asumiendo como estrategia política laparticipación electoral del movimiento sindical a través de la creaciónde su propio "instrumento polÍtico" (partido), necesario para ocupar losespacios de poder local abiertos por las reformas neoliberales y alcanzarla autorepresentaciónl3. EI Movimiento al Socialismo (tlns) se creó enr:"rarzo de 1995, se denominó inicialmente Asamblea por la Soberanía delos Pueblos (ese).ra Participaron en las elecciones municipales de 1995 yen las generales de I99Z y en éstas últimas obtuvieron cuatro diputadosuninominales por el Departamento de Cochabamba, uno de los cualesfue su dirigente máximo: Evo Morales.

Una expresión del indianismo katarista, fue el Ejército GuerrilleroTupak Katari (ncrr), fundado en 1991. Inicia su gestación en 1982,con la ruptura del dirigente campesino aymara Felipe Quispe con el

13 La aspiración indígena a crear sus propios partidos aparece ya en 1962 con la fundacióndel Partido de Indios Aymaras y Keswas (nnr), que en 1966 se convierte en Partido Indiode Bolivia (prs), sin lograr una adhesión significativa. (Escárzaga, 2006). En l97B las dostendencias kataristas se constituyen en partidos indios, el Movimiento Indio TupajKatari (lr¡trx.r) de ideología indianista v el Movimiento Revolucionario Tupaj Katari (vnrr)de ideología campesinista, el segundo participa en elecciones en 1978, 1979 y 19g0,subordinado a partidos mestizos. (Escáriaga,2005) Todas estas iniciarivas provienen dedirigentes indígenas aymaras.

14 Sin obtener ei registro de la Corte Nacional Electoral, iaAsamblea por ia Soberanía delos Pueblos- Instrumento Político por ia SoberanÍa de los Pueblos insp-rpsp) establecenuna alianza con el partido Izquierda Unida para participar en sus listas en las eleccionesmunicipales en el departamento de Cochabamba de diciembre de 1995 y 1o mismo ocurreen 1997. Para enero de 1999, establecen un acuerdo con el part ido con regisrro Movimientoal Socialismo-Unidad Q,1es-u) y queda constituido el nsr-ves, poco después se convierte enru,rs dirigido por Evo Mérales. (Gutiérrez Aguilar, 2008:I70).

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Movimiento Indio Tupak Katari (nrrrra); en lg8b se constituye comoAyllus Rojos. En el ncrr participan cinco jóvenes no indígenas, dosmujeres y tres hombresrs. La organización guerrillera se ve obligadaa reorientar su estrategia guerrillera inicialmente de base mestiza-obrera-urbana, por una base indígena campesina aymara y quechua,luego del cierre de las minas y la extinción de la combativa claseobrera minera en 1985. Inspirados en las rebeliones de Tupak Katari(1781) y Zárate Willka (1899), proponen como meta que "aymaras yquiswas formemos estados independientes de trabajadores separadosdel estado burgués boliviano...construir el futuro re-encontrándonoscon el pasado...recuperar y avivar la llama que nunca se apagó de laviolencia armada desde nuestros ayllus y hacia las ciudades opresorasy discriminatorias...una gigantesca tempestad en contra de nuestrosverdugos de siempre...para destruir la civilización capitalista y lamaldad burguesa." (Quispe:1988).

Las acciones de entrenamiento armado duraron menos de unaño, entre marzo y agosto de 1992 son capturados 18 militantes de laorganización, entre ellos los cinco elementos no indios y Felipe Quispe,que permanecen en Ia cárcel durante cinco años y logran su libertad enl99J gracias a una hábil defensa jurÍdica y a una campaña frente a Iaopinión pública, sustentada la irregularidad de sus procesos judiciales.Al año siguiente Quispe es elegido Secretario Ejecutivo de la csurcn,como "candidato de unidad" en el contexto de la disputa entre los dosdirigentes más fuertes en ese momento, Evo Morales yAlejo Véliz. Quispele imprime un sello radical a la estrategia de lucha sindical frente a losgobiernos neoliberales, basada en prolongados bloqueos carreteros yen una confrontación abierta contra el gobierno, centrada en el sectoraymara del departamento de LaPazy enla ideología indianista kataristaque profesa, estrategia no compartida por los otros grupos fuertes delsindicalismo campesinol6.

l5 Entre ellos Álvaro García Linera y la mexicana Raquel Gutiérrez Aguilar.I6 Que para contrarrestar la estrategia de Quispe crean una csurcn paralela. Las federaciones

departamentales cercanas a Morales y Véliz convocaron al rx Congreso de la csurcs enla ciudad de Oruro, en enero de 2001, que eligió como secretario ejecutivo a HumbertoChoque Condori, con el apoyo de los delegados de Tarija, Potosí, Chuquisaca, Santa Cruz,Beni, Oruro y parte de Cochabamba. Choque no tendrá el aval de la cos ni del gobierno.En abril Quispe llama al Congreso de Unidad en la Paz, en el es ratificado como secretarioejecutivo de la csurcn, manteniendo el apoyo de la federación departamental másimportante del país, LaPaz, y parte de CochaLramba, Oruro y Beni y varias federacionesregionales. En 2003, la csurce paralela, al mando de Evo Mo¡ales convócó al x Congreso

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Siendo el teórico y dirigente más representativo de la posiciónindianista aymara, Quispe cuestiona la participación electoral porconsiderarla una forma de integración a Ia lógica estatal, de conversiónde los dirigentes sindicales en funcionarios estatales, de legitimacióndel proyecto neoliberal y de perpetuación de la clase dominante. Noobstante, creaen 2001 el Movimiento Indio Pachakuti (rvlrr) "instrumentopolítico" para la participación de los aymaras en las elecciones del añosiguiente que era una demanda de las bases sindicales. Quispe proponecomo meta a largo plazo borrar las fronteras nacionales (Perú, Chiley Argentina) para reconstruir el Qollasuyo la parte del Imperio Incacorrespondiente a Iazona de población aymara y postula la vigencia delalucha armada paralograr el autogobierno indígena.

Los indígenas de la región amazónica, por otra parte, estánintegrados en la Central Indígena del Oriente Boliviano (croos) creadaen 1982, pertenecen a 32 etnias diferentes corresponden a otratradición civilizatoria, son cazadores recolectores y en menor medidacampesinos, y fueron campesinizados a partir del sistema misionaljesuita y franciscano y más tarde convertidos en peones enganchadosy esclavizados por los terratenientes, ellos carecen de la tradiciónorganizativa y de lucha de los campesinos indígenas del occidente y encambio cuentan con eI apoyo político yfinanciero de organizaciones nogubernamentales y una coyuntura internacional y nacional favorablediscursivamente a sus inte¡eses, sus reivindicaciones son menosradicales y sus formas de lucha pacíficas. Los gobiernos neoliberalesse hicieron eco de sus reivindicaciones étnicas y los incorporaron a susestructuras partidarias, reconocieron constitucionalmente sus derechosterritoriales, aunque fue muy poco lo que se avanzó en términos de latitulación de sus territorios, privilegiando de hecho,los intereses de losterratenientes de la región. Estos factores han obstruido las posibilidadespara su articulación organizativa y política con los sectores indiosaymaras y quechuas del occidente del país, de los que se sienten ajenos.

Las movilizaciones indígenas han articulado también sectoresno indígenas y urbanos en torno a demandas estratégicas: contra la

o¡dinario en Sucre, en el que el sector de Quispe no participó. En él se eligió comosecretario ejecutivo a Román Loayza, senador por el n,ls. Entre sus resoluciones proponerecuperar 1a csurce "politizada" de manos del Mallku y aflanzar alas organizaciones comoinstrumento pol í t ico para tomar el poder. (García, Chávez y Costas; 2005) En abr i l de 2006conciuye la dirección de Quispe en la csurce y el patrimonio de esta pasa a manos de la queera la csurce paralela que queda como única.

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privatización del agua, la anulación de la ley agraria, la defensa del cultivode la coca, la entrega de las reservas de gas y petróleo, cuestionandoradicalmente el neoliberalismo. La movilización, creciente desde el año2000, ha combinando dos formas de lucha: un cerco al estado a través debloqueos carreteros, marchas, huelgasymovilizaciones de todo tipo; ylaparticipación electoral a través de partidos propios en un sistema políticoracista y oligárquico. En las elecciones del 2002 el uas y el urp sumaron másvotos que los obtenidos por el ganador Sánchez de Lozada, y lograron elingreso al parlamento de 33 diputados y 9 senadores indÍgenas, lo querepresentó un primer golpe de muerte a los usos señoriales de la sociedadboliviana.r? El 17 de octubre de 2003 el presidente Gonzalo Sánchez deLozada fue obligado a renunciar luego de una intensa movilizaciónpopular en rechazo a la venta de gas natural a precio de regalo, a travésde un gaseoducto que cruzaría por territorio chilenols hacia el Pacífico ycon destino alos Estados Unidos. En junio de 2005 cayó su reemplazanteCarlos Mesa, reemplazado por Rodríguez Beltze quien convocó aelecciones extraordinarias en las que Evo Morales por el uas obtuvo lamayoría absoluta con el53% de los votos.

Morales asumió elpoder enenero de 2006, conelmandato popularde nacionalizar los hidrocarburos para beneficio de los bolivianos yla refundación del país a través de una Asamblea Constituyente. Unamala negociación con las fuerzas políticas de la derecha por parte delVicepresidente García Linera, concedió a las organizaciones políticaspartidarias la representación para la ac y excluyó a las organizacionessociales que llevaron a Morales al poder; y estipuló que la nuevaConstitución se aprobaría con el7UTo de los votos de los constituyentes.Medidas que dieron una sobre representación a la derecha, revivieron suspartidos y abrieron el camino a una permanente obstrucción del procesoconstituyente. Nuevos temas han sido explotados por el MovimientoCívico de Santa Cruz cabeza de la derecha, para desestabilizar aLgobierno de Morales.

México

El fenómeno más relevante ocurrido en México ha sido la rebeliónindígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (nzrr.i), el I enero17 El Congreso boliviano está integrado por un total de 27 senadores y 120 diputados.l8 Que antes de la Guerra del Pacífico de 1879 fue boliviano.

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de 1994, en Chiapas. En un estado fronterizo con Guatemala donde lasestructuras productivas, sociales y políticas son más cercanas al paíscentroamericano que al centro y norte de México.te El grupo mestizoinicial encuentra en los altos y en la selva un trabajo organizativo previoiniciado en los años 70s, por la iglesia progresista y por diversos gruposde izquierda entre comunidades tzeltales tzotziles, tojolabales, mamesy choles. El discurso zapatista afirma la subordinación militar de lavanguardia mestiza a la indígena y su cosmovisión, formalizada en elrango de Subcomandante de Marcos y de Comandantes de los indios y elprincipio de mandar obedecíendo que los vincula.

La rebelión zapatista expresa la ruptura de la alianza entre elEstado mexicano y el campesinado indígena y mestizo del país. Eldetonante de la ruptura fue la reforma al artículo 27 Constitucional en1991, que eliminó el régimen ejidaly la obligación del reparto agrario porel estado, dejando desprotegida la propiedad campesina y la tierra, y losrecursos estratégicos que posee a merced de las fuerzas del mercado. Esareforma fue compensadapor otra, Ia reforma al artículo 4" reconociendoeI carácter multiétnico del país.

La autonomía indígena es la demanda fundamental de lamovilización indígena y de la rebelión zapatista, aunque ella habÍaaparecido desde 19BB fue formulada en las mesas de negociación en SanAndrés Larcáinzar en 1996 y aceptada por el gobierno, quedó plasmadaen los Acuerdos de San Andrés, en los que participaron no sólo loszapatistas, sino dirigentes indígenas, políticos y académicos expertosen la materia. Tales Acuerdos debían ser plasmados en una reformaconstitucional.

Existen dos vertientes del movimiento indígena: la AsambleaNacional Indígena por ia Autonomía (eNna), que postula la necesidadde participar en procesos electorales bajo las siglas de los partidosexistentes, la obtención de cargos en la administración pública federaly estatal para servir a los intereses de los pueblos indígenas, posee unaestructura de mando definida para la articulación nacional de susfuerzas, y ofrece una propuesta de autonomía indígena a partir de lacreación de territorios que integren regiones pluriétnicas, que seanreconocidas constitucionalmente. (López Bárcenas; 2OO4).

t9 Ai mismo tiempo que'entraba el vigor el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos,Canadá y México que erg presentado por el gobierno de Salinas como el ingreso de Méxicoal Primer Mundo.

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El Congreso Nacional Indígena (cNr), por su parte, reivindica elprograma del zapatismo y considera que es lamovilizacióny organizaciónautónoma el medio para presionar al gobierno a reconocer los derechosindígenas ; postulan que no hayunafórmulaúnicaderégimen autonómicosino muchas, en virtud de la diversidad de situaciones regionales en elpaÍs. La más avanzada de las propuestas autonómicas que postula elcNr parte de la experiencia compleja del estado de Oaxaca, con 40% depoblación indÍgena, 17 grupos étnicos y más de 500 municipios, quesegmentan identidades y pueblos indígenas. Los movimientos indígenasoaxaqueños han desarrollado propuestas de autonomía comunal ymunicipal en un contexto de gran movilización política.

Los territorios bajo control del szrx se han constituido comomunicipios autónomos en rebeldía y mantienen formas de autogobiernomunicipal. En ellos las bases zapatistas, producen, comercializan,resuelven sus problemas de salud y en algunos casos de educación ymantienen viva su cultura sin la intervención del estado y con la ayudadeLa sociedad ciuil nacional e internacional, que proporciona recursosmateriales y asesoría, para implementar sus proyectos productivos y deservicios. No sin conflictos y roces con pobladores no zapatistas de lazortat la presencia de fuerzas paramilitares y la amenaza permanenteque representa el cerco militar establecido a su alrededor.2o

Se construyeron 5 Aguascalientes, como espacios de enlace ydiálogo de las comunidades zapatistas con ra sociedad ciuil nactonaLe internacional. En agosto de 2003, se convirtieron en Caracoles, consus Iuntas de Buen Gobierno, instancias de autoorganización supramunicipal, que norman y regulan las relaciones al interior del territoriozapatista, entre zapatistas y no zapatistas y hacia el exterior y entre lascomunidades que son bases zapatistas y el azru.

En marzo de 200I, los zapatistas realizaron la Marcha del Colorde la Tíerra, desde Chiapas hasta la Ciudad de México para exigir Iaaprobación por el Congreso de Ia ley que reconociera la autonomÍaindígena, con un gran apoyo dela sociedad ciuilnacional e internacional.Pero la propuesta contenida en los Acuerdos de SanAndrés, fue rechazadapor los tres partidos mayoritarios, incluido el de izquierda Partido de laRevolución Democrática (pno). Hecho que inició el distanciamiento delEZLN con dicho partido.

20 Las bases zapatistas ocupan alrededor de 30 mil km2, cerca del 40Vo del territorio delestado de Chiapas.

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Con la llegada al poder del partido de derecha Partido AcciónNacional (pnx) en 2000, luego de 70 años de hegemonía del PartidoRevolucionario Institucional (pnI), Ia interlocución del zapatismo ydel movimiento indígena con el gobierno y Ios partidos políticos hadesaparecido, los canales de negociación se han ido cerrando, losespacios en los medios de comunicación también, las alianzas entre Iossectores populares se han debilitado y Ia sociedad se ha polarizado.

Las elecciones presidenciales de 2006 expresaronyprofundizaronla separación entre el pno y el zapatismo. Frente a Ia candidatura degran arrastre de López Obrador, el ezrN inició "La Otra Campaña" enla que sistemáticamente expresó su rechazo al proceso electoral yrecorriendo el país estableció alianzas con grupos radicales opuestostambién a la lucha electoral. El cerrado triunfo del p¡N o el fraudeelectoral denunciado por candidato del rno, evidenció la voluntad decambio de las mayorías empobrecidas frente a la política neoliberal,pero encontró dividido al campo popular,lo que impidió el triunfo delsocialdemócrata López Obrador.

Guatemala

Entre 1954 y 1996 Guatemala vivió una guerra contrainsurgente queinició con el derrocamiento del gobierno democrático de Jacobo Arbenz2ly terminó con la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera entre eIgobierno y Ia Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (unr.¡c),las organizaciones indígenas no fueron consideradas en el proceso, noobstante que la población indígena fue la principal víctima de la guerra.EI Ejército consideraba a la población indÍgena como base social dela insurgencia, por ello creó las Patrullas de Autodefensa Civil (pnc), aprincipios de los años 80, para incorporar a los indígenas al combate a laguerrilla2z. Por ello el movimiento indÍgena guatemalteco está marcadopor las secuelas de la guerra que dejó en el país.2s

La primera expresión del movimiento indígena fue clasista. Elterremoto de 1976 que afectó principalmente a los sectores populares

2l Con apoyo del gobierno norteamericano y laAgencia Central de Inteligencia.22 Segin el Informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico del 25 de febrero de

1999, eI 92Vo de ios asesinatos fueron perpetrados por el Ejército guatemalteco, el 4Vofueron responsabilidad de las guerrillas y del 4Vo no está esclarecida la responsabilidad:(Domingo; 2005).

23 200 mil muertos y un fuerte desequilibrio demográñco de género, eI64Vo de la poblaciónindígena son mujeres, hay 45 mil viudas y 40 mil huérfanos, 400 aldeas indígenas fueronarrasadas, 45 mil refugiados en México y otros tantos desplazados dentro del país,debieron dejar sus t ierra¡. (Domingo:2005 y Pocop;2006).

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motivó la creación del comité de unidad campÉsina (cuc) integrandoa los campesinos indígenas del Artiplano y u ü, trabajadores ladinos(mestizos) de las plantaciones. El cui fue clrcano u turírganizacionesguerrilleras y por ello fue reprimido salvajemente. '

Durante los años BOs, a partir del ieconocimiento internacionarde los derechos humanos y

"l fi.ru.r.iamiento ai.poniui" para estosfi.nes,- los indígenas se incorporaron a organizaciones que reivindican

los derechos humanos para reclamai la .o.np"nü.io' por lasafectaciones que sufrieron por la acción contrainsurgente, en particurarpor la pérdida de sus tierras y derechos colectivJs .o*o efecto deldesplazamiento de pueblos indigenas2a, en ellas las mujeres tuvieron unsignificativo protagonismo, apoyados por la Iglesia catálica progresista.organizaciones como el Grupo de Apoyo Mufuo (ceu), la coordinadoraNacionalViudas de Guatemala (conávigua), el consejo de comunidadesEtnicas Runujerl Junam (c¡nD, el consejo Nacional de Desprazados deGuatemala (condeg), las comunidades de población en Resistenciadel Ixcán (crn), las comisiones permanentes de Representantes deRefugiados (cc*), la organización de Mujeres Refugiadas ,,MamáMaquín", etc. (Arriola ;2002).

_ La campaña continental 500 Años de Resistencia Maya, GarÍfunay Popular en Guatemala previa ar 12 de octubre de l,gú,, ofreció uncontexto internacional favorable a las reivindicaciones étnicas quedinamizó las estructuras organizativas ya existentes en to¡no ai discursoetnicista y culturalista, el mayanismozs, que se fue imponiendo sobre lasorganizaciones indígenas con reivindicaciones sociales. En 1993 se creala coordinadora Nacional Indígena y campesina (coNrc) a partir d.el cuc,que reorienta a las organizaciones indígenas, limando su radicalidada cambio de la promesa de reconocimiénto de ra nación maya y a lapretensión de ser incluidos en el estado guatemalteco. Mienrras tanto,el .gobierno entregaba numerosas concesiones de tierras a empresasmineras trasnacionales, sin que las comunidades indígenas afectadastuvieran capacidad de respuesta.

24Desplazamientos impuestos por el ejército guatemalteco paracrearlas aldeas estratégicas,las bases contrainsuigentes y también tor?"rpiuzu,,'lentos por iniciativa de los propiosindÍgenas al orro rado de ra rronrera como refügiadá;;;;;;"";; ;;'i;;;:r.", que rueron^_a^poyados

po¡ Naciones Unidas y por el gobierno"mexrcano.25 su primera manifestación fue ól-grupo"pueblo Maya que aparece a fines de los años 70sy propone soluciones indianistac con diversos matices como ra construcción de unaRepúbl ica Maya independ iente; e l derecho a con st i ru i rse y ," , , " .or . ,o. idu. lo.r ,o regronesindias semi-autónomas o autónomas. (Arriola:2002;) pro"bablemente .u rruv.r, rnspiradoen el indianismo de Reinaga, pero abandonaron ia radical inicial.

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Fabiola Escárzaga

En la larga campaña contrainsurgente la cultura del terror seimpuso, paralizando la acción de los hombres y adormeciendo sumemoria, uno de sus pilares es el racismo que no ha sido afectado. Enlos acuerdos de 1996, se aceptó la necesidad de esclarecer los crímenesde la guerra, el Monseñor Juan José Gerardi desarrolló el proyecto deRecuperación de la Memoria Histórica y presentó el24 de abril de l99Bun informe sobre el genocidio titulado ¡Nunca Más!. Dos dÍas despuésfue asesinado con lujo de violencia por elementos del ejército y el crimenha permanecido impune26.

También se derivó de los acuerdos el compromiso de reformarla Constitución para garantizar los derechos culturales indígenas yreconocer a la nación guatemalteca como multiétnica, pluricultural ymultilingüe. No obstante, la consulta de mayo de 1999 fue un fracaso,los pocos votantes, en su mayoría población urbana, rechazaron lasreformas constitucionales a favor de los indígenas.

El fracaso de la candidatura de Rigoberta Menchú a la presidenciade la república por el partido Encuentro por Guatemala el g deseptiembre de 200727, expresa la debilidad del movimiento indígenaguatemalteco y su imposibilidad para constituir todavía un liderazgoy representación política propios. La abismal separación de RigobertaMenchú respecto al movimiento indígena, siendo ella la principal figuraindígena de su país, muestra el caso límite de una estrategia aplicadade manera generalizada por las agencias financieras internacionalesque promueven liderazgos, figuras y programas indígenas ajenos o queterminan separando de sus bases sociales, para servir los interesesy proyectos de tales organizaciones internacionales, expropiando almovimiento indÍgena los intelectuales que con gran dificultad lograformar. La Menchú, antigua militante del cuc y de la unNc, Premio Nóbelde la Paz en 1992, fue durante el gobierno conservadoryracista de Berger(2003-2007), embajadora de buena voluntad. EIla y sus promotoresconsideraron posible imitar el "modelo" Evo Morales, sin mayor fortunadesde luego.

La expansión de la minería, como en otros países de la región hacreado un sector de campesinos afectados por la minería que buscanreplicar la experiencia organizatla surgida en Perú y que puedeconstituirse en un sector relevante en el futuro.

26 Uno de sus autores materiales fue el candidato presidencial favorito en 2007 pero perdió.27 Con el 3% de los votosi

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La emergencia india contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

Perú,'

El movimiento insurgente encabezado por el partido comunista delPerú-Sendero Luminoso, inició en l9B0 una guerra contra el Estadoperuano bajo Ia estrategia de guerra popular prolongada, sustentad.omayoritariamente en una base social de campesinos quechuas de lasprovincias más pobres del país, Ayacucho, HuancavelicayApurimac, suvanguardia fue integrada por mestizos provincianos ypobres reclutadosentre los maestros y los estudiantes de universidades y los colegiossecundarios de varios departamentos del país.

La organización insurgente no reconoció en su discurso laidentidad indígena de sus bases, ni valoró, respetó o reivindicó susrasgos culturales, no postuló un programa étnico sino uno clasistade inspiración maoísta que asumió como base social al campesinopobre identiflcable en la,realidad con el campesinado indígena.No obstante orientó su estrategia político-militar a incorporár alcampesinado indígena ayacuchano como base social fundamentalde la lucha armada y para ello desarrolló un trabajo de organizaciónprevio durante diez años que le permitió aprovechar la base productivaque ofrecían las comunidades indígenas como retaguardia paraproveerse de alimentos y otros bienes y como reserva donde reclutarnuevos cuadros entre sus miembros más jóvenes, instrumentando losconflictos intergeneracionales existentes en las comunidades; hizouso de la lengua quechua y de los símbolos de lucha andinos comovehículo de comunicación efrcaz entre sus cuad.ros y con las bases,para incorporarlos a la lucha y mantener la cohesión de los militantesy también para amedrentar a sus enemigos; estimuló el conflictoétnico y su expresión violenta en la confrontación contra los gruposdominantes criollos; manipuló los conflictos inter e intracomunitariospara satisfacer sus fines políticos y obligar a la participación en elconflicto a diversos sectores (Escárzaga;I9g7).2s28 Un anál is is más ampl io de la problemát ica desarrol lada en este apartado ha sido

desarrollado en ¡-abiolá Escá rzagal"Yenciendo el miedo: retoños de movimientos socialesen el contexto de la recuperación democrática en Perú (2000-2006)". ponencia presentadaen el.grupo de trabajo de cL¡cso Primera reúnión del Grupo de Trabajo .,Móvimientospopulares y democracia en América Latina", euito, Ecuador, 29-30 de ociubre de 2007.

29 La negación de la identidad indígena de los indígenas peruanos no es responsabilidadúnica de Sendero Luminoso, sino parte de una culturf política extendida que tiene suorigen en_la reforma agraria de i969 que convirtió a los indios en campesinos por decretoy a los indígenas amazónicos en comunidades nat ivas. Los diversos r" . to." . de izquierda

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El ejército peruano, por su parte, impuso a las comunidades laparticipación en el combate contrainsurgente a través de Comités deAuto Defensa Civil (crns) que como en Guatemala concentraron a laspoblaciones indígenas y las obligaron a pelear desarmadas contra lainsurgencia y también a través de Rondas Campesinas. La guerra entre elncn-sr y las fuerzas armadas colocó a la población civil mayoritariamenteindígena entre dos fuegos3o.

Los grupos insurgentes rcr-sr yMovimiento Revolucionario TupacAmaru (n¡nrn) surgido pocos años después, aprovecharon el potencialde lucha y los recursos generados por la economía de la producciónde hoja de coca y establecieron en eI Alto Huallaga, a partir de 1983,bases guerrilleras que defendían a los cocaleros de los abusos de losnarcotraficantes colombianos y de las fuerzas policiales y militaresencargadas de las campañas de erradicación de cultivos, así obtuvieronimportantes recursos materiales y combatientes entre los colonosemigrados de la sierra andina y entre la población nativa de la selvaamazónica peruana.

Los efectos de la estrategia genocida del estado contra loscampesinos indígenas (1980-2000) son duraderas, a la parálisis de lasvictimas del terror, se agrega su aislamiento respecto a otros grupossociales, la ausencia de mecanismos de solidaridad entre los propiosindios y de parte de los no indios, La atomización de todos los sectoresreprimidos e incluso su confrontación. Luego de la caída del presidenteFujimori en el año 2000, el retorno a la democracia ha permitido demanera lenta y vacilante la reconstitución de movimientos sociales,viejos y nuevos sujetos se han levantado otravez, sobreponiéndose almiedo que el régimen de terror implantó. Las organizaciones popularesse recomponen y movilizan a partir de la nueva agenda regional e

que lograron gran arraigo endiversos sectores del campesinado indígenafueronpartícipesde esa visión desarroilista, y los indígenas terminaron por asumirla como una estrategiapara escapa¡ dei estigma que la condición de indio implicaba en una sociedad racista enextremo. Hubo no obstante discursos y organizaciones indianistas, pero su peso políticofue limitado. Lo que mantuvo su vigencia fue la estructura comunitaria, ámbito de lareproducción de las identidades indígenas negadas, en la sierra y en la amazonÍa.

30 La Comisión de Ia Verdad y Reconciliación (cvn) elevó las proyecciones iniciales de 30mil muertos a 70 mil muertos y desaparecidos, T3Vo de ellos eran indígenas y 54% eranresponsabilídad de los grupos insurgentes (cvn;2004). Otras fuentes señalan entre lassecuelas del conflicto, que hubo entre 600 mil y un millón de campesinos desplazados,40 mil huérfanos, 20 mil viudas, 3 190 desaparecidos,435 comunidades arrasadas, 500mil menores de 18 añoS con estrés, ia guerra involucró a 2 millones de personas (GarcíaMiranda:2001).

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La emergencia india contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

¿internacional, luchando contra las privatizaciones de los sectoresestratégicos de la economía, la entrega de los recursos naturales a lasempresas trasnacionales, la firma del rrc y el arca, y por la recuperaciónde los derechos laborales y sociales perdidos durante el fujimorismo.

La restructuración neoliberal durante el gobierno de Fujimori,reinsertó al país en el mercado mundial a partir de la explotación mineraque se extiende a gran parte del país3r y afecta a campesinos quechuas,nativos amazónicos y población urbana cercana a las instalacionesminera. Lo que ha obligado a esos sectores a movilizarse para defendersede los efectos que sobre sus tierras y condiciones de vida tienen estasexplotaciones, apelando alos derechos reconocidos internacionalmentecomo el de consulta y consentimiento de los pueblos indígenas sobrelas explotaciones mineras. Estos cambios propiciaron que nuevosactores indígenas y populares desarrollaran mayor autonomía políticayprotagonismo desde eI año 2000.

La Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por laMinería (coNacnul), creada en octubre de 1999 como una organización nogubernamental e integrada por comunidades principalmente quechuasque buscan resguardar el medio ambiente y el medio social comunitarioque la explotación minera indiscriminada destruye, agrupa a más de1700 comunidades en 19 de los 25 departamentos del perú. En 2004, elgobierno de Alberto Toledo canceló el registro de la coNacAMr como oNG,criminalizó las protestas sociales contra Ia minería y mil itarizó las zonasmineras; y desarrolló una represión selectiva, han sido asesinados variosdirigentes, y más de 600 han sido enjuiciados. Fue dirigida hasta 2006por el quechua Miguel Palacín, y a instancias de la organización se creoen ese año la coordinadora Andina de organizaciones Indígenas (caor)que integra a diversas organizaciones indígenas de los paÍses andinos(Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina). (Víttor, 2006).

Otro sector son los cocaleros, organizados a partir de l99B en lacoordinadora Nacional de Productores Agropecuarios (coNana). En 2003los cocaleros se unificaron en la confederación Nacional de productoresAgropecuarios de las Cuencas Cocaleras del perú (coNpnccp). La

31 Los pr incipales minerales que exporta Pe¡ú son: cobre, z inc, p lomo, plata, oro, h ierro,acero, molibdeno, tungsteno, cadmio, bismuto, antimonio, telu¡io v silenio. perú es elmayor productor de oro, zinc, plomo yestaño en el mercado Latinoaméricano, yei segundoen pl¡ta y cobre. El 4ovo d.e las inversiones procede de canadá, y el resto, de Ausiralia,Estados unidos, México, sudáfrica, china, suiza, Reino unido, Luxemburgo e Italia. pa¡a2o07 se exportarán minerales por 16 mi l mi l lones de dólares, l0% más que'en 2006.

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Fabiola Escárzaoa

diversidad de situaciones y trayectorias organizativas en las 14 cuencascocaleras y la polÍtica diferenciada que el gobierno les aplica hace difícilla unidad entre ellas.3z

En ambos sectores y organizaciones lo étnico y lo clasista seconjuga, para ello recuperan la tradición ancestral comunitaria que hapersistido a pesar de la imposición de mecanismos de individuacióno es recreada, y también aprovechan la más reciente experiencia deorganización contrainsurgente encarnada en las Rondas campesinasy los caos33, que legitiman su lucha apelando a la deuda que el estadotiene con ellas por su contribución a ia derrota de la insurgencia, poseenarmasyexperiencia en su uso, yfueron reconocidas jurídicamente comoorganizaciones comunales. Es significativa la recuperación que hacende las experiencias de los países vecinos, más avanzados en su procesode construcción de un polo popular alternativo antineoliberal en tornoa las reivindicaciones étnicas y la reinvención de las identidades étnicas,y de los programas y las estrategias de lucha derivadas de elras. Lo queha estimulado la formulación recientemente de un discurso indianistaalentado e inspirado por los avances de los movimientos indígenas deIos países vecinos.

Se ha avanzado también en la articulación regionar en alianzasinterclasistas en Frentes Regionales integrados en la coordinadorade Frentes Regionales, que aglutina a 20 organizaciones de los 25departamentos del país, que ha encabezado paros nacionales con masivasmarchas de protesta, demandando frenar el plan de privatizaciones de lasempresas eléctricas, la reincorporación de los trabajadores despedidosdurante los años fujimoristas, la atención a los proyectos regionales,contra Ia polÍtica económica del gobierno, por la reactivación del agro,la educación, la salud y la seguridad social que recuperan los frentes dedefensa de los intereses del pueblo de los años 60s y 70s.

EI ascenso de la movilización indígena y popular fue capital izadaelectoralmente en 2006 en torno ia candidatura presidencial del militar

32 Que agrupa a 15,500 de los 50 mil productores en las cuencas Alto Huallaga, AguaytÍa,Monzón, vnle y Quillabamba, en 60 mil has. La política gubernamental haóia

"ñn^i ha

sido más tolerante, porque allí los campesinos fueron aliádos en la lucha contra ei pcp-sl.Mientras que en el valle del Alto Huallaga, los cocaleros se aliaron con el pcp-sL. La únicacuenca de producción legal para el consumo tradicional es euillabamba en cuzco.

33 En el año 2000 había 4205 cADs reconocidos por el Ejército, pero su número ha crecido entiempos de paz siendo en la actualidad 7226 cADs, distribuidos en las Regiones Militaresasí: Norte 2,105; Centto 4,432; Sur 636; V Oriente 53.

tc l

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La emergencia india contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

retirado Olianta Humala del Partido Nacionalista PÉruano-Unión por eI

Perú (upp), que representó Ia conformación de una propuesta alternativa

aI neoliberalismo, por primera ocasión la hegemonía neoliberal fue

desaf,ada electoralmente desde su instalación en 1990 con Fujimori, y

lo hizo con espectaculares resultados. Logrando el primer lugar en laprimera vuelta electoral, fue derrotado en la segunda vuelta, mediante la

alianza de la derechista Unidad Nacional de Lourdes Flores y el centrista

Partido Aprista de Alan García, que permitió el triunfo de éste.

La política de García abandonó el discurso socialdemócrata de

su anterior gestión presidencial, usado en la campaña electoral, y ha

asumido el programa neoliberal de la derecha, buscando por medios

cada vez más represivos detener el avance de las organizaciones

indígenas y populares y neutralizar a las flguras políticas que puedan

encabezat el proceso.La masacre de Bagua en abril de 2009, muestra por una parte el

creciente descontento y la creciente capacidad de autoorganizaciónde los indÍgenas amazónicos de las etnias Awajún y Wampís, un sectorpoco habituado a las acciones radicales y de confrontación con el poder,

e históricamente marginado de la acción política, expresado en el giro

de la Asociación Interétnica AIDESEP, que desde su origen como o¡¡c hace

50 años se orientó al apoyo al desarrollo de las poblaciones amazónicas,

ahora se redefine como una organízación indígena polÍticamente

autónoma. Las movilizaciones en la región comenzaron un año antes

en contra de varios decretos, conocidos como la "Ley de ia Selva", Qü€atenta contra sus vidas y alientan la venta indiscriminada de tierras de

la Amazonía a las empresas trasnacionales, en el marco del rlc firmado

con Estados Unidos.

Recapitulación

Hemos analizado Io que ha sido taLvezun ciclo completo de la moviliza-

ción indÍgena contra el neoliberaiismo (1990-2005), hemos visto como

los cambios introducidos por éste en términos jurídicos, productivosy políticos afectaron a la población indígena y motivaron su respuestaactiva aprovechando en su favor los recutsos jurídicos, administrativosy organizativos puestos a su alcance, y que lograron ir más aliá de iosestrechos límites ofrecidos por la institucionalidad vigente y defi.nieron

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Fabiola Escárzaga

objetivos, programas y estrategias de lucha más amplios y radicales.Recuperaron programas propios formulados en etapas históricasanteriores como el indianismo y el katarismo o el zapatismo, parafundamentar las nuevas metas, reconstituyeron sus identidades étnicasen base a la cosmovisión propia y a las nuevas condiciones nacionalese internacionales y recuperaron formas propias de organizacióncomunitaria que sirven como fundamento de la reestructuración deIa sociedad a la que aspiran y como memoria e instrumento de lucha,a través de comunidades, sindicatos y confederaciones campesinas,federaciones, ejércitos de liberación, rondas campesinas, comités deautodefensa, partidos, etc.

En el proceso se han generado dos o más posiciones al interior delos movimientos indígenas en cada país, con organizaciones y caudillosrepresentativos de sus identidades, el caso más nítido es el de Bolivia conEvo Morales con el rrans y Felipe Quispe con el MIp, uno más y otro menosradical han podido actuar conjuntamente en los momentos de mayormovilización o han desarrollado una clara división del trabajo entresectores en torno a tareas diversas, la lucha electoral y la movilización.

Hablamos del fin del ciclo expresado en los grandes éxitos ofracasos electorales porque los procesos desarrollados en el últimobienio han marcado los grandes avances con sus respectivos límitesy la aparición de nuevos problemas y retos derivados de Ias nuevascondiciones abiertas en el ciclo, que no han sido reflexionados con lasistematicidad que las nuevas condiciones requieren y que apenasenunciamos como programa de investigación futuro.

La llegada al gobierno de Evo Morales, muestra por un lado ladecisión de amplios sectores movilizados durante 5 años, por apostara un proceso electoral extraordinario, no como forma contrapuestaa la movilización, sino como culminación de la misma, el electoradodel urp y las bases que participaron en sus sucesivas movilizacionesdieron también su voto al vlas y esperan de él el cumplimiento de susdemandas, que son difíciles de satisfacer en un estado que continúarespondiendo a la lógica dominante, pues el cambio en el personaladministrativo no implica un contenido radicalmente diferente dela gestión estatal. El contexto internacional relativamente favorablea los cambios, imponen compromisos que no pueden, aI parecer,modificarse drástigamente, se busca en el contexto actual desarroliar

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La emergencia india contra el neoliberalismo: balance y perspectivas

el máximo de capacidad de maniobra. el protlema es si ello essuficiente para satisfacer las demandas populares y sus necesidadesapremiantes. En el caso de Ecuador, la apuesta a participar concandidato propio por parte de la coxam, la alejó del nuevo gobierno decontenido popular y antineoliberal y aparecen una serie de conflictosque se expresan, con mayor claridad que en el caso boliviano, entrelos intereses diferenciados de los sectores populares en torno a larecuperación de los recursos estratégicos para beneficio de la nacióny los derechos de las poblaciones amazónicas sobre ellos. Y está lapérdida del protagonismo alcanzado por la coNArE y Pachacutik.

En el caso de México la apuesta anti electoral del zapatismo enla última coyuntura, probablemente definió el cerrado desenlace delas elecciones y la derrota de López Obrador, a partir de la decisiónde no apoyar ia alternativa socialdemócrata representada por é1, porconsiderarla insuf,ciente para resolver las demandas de la población nosólo indígena sino del conjunto de los sectores populares, de acuerdo ala perspectiva radical del zapatismo.

En el caso peruano se observa una mayor capacidad dereconstitución de la movilización campesina indígena e indígenarespecto de su par cercano Guatemala, a partir de la construcciónde una alianza electoral en torno a un militar mestizo, que obtieneun sorprendentemente favorable resultado. En el caso de Guatemalano hay una organización que articule electoralmente a la poblaciónindígena, ella aparece atomizada en los diversos partidos ladinos yse resiste a la identificación electoral étnica y carece de un proyecto yliderazgos propios. En todos los casos se puede ver un avance hacia elautoesclarecimiento de las opciones polÍticas de los sectores movilizadosy Ia af,rmación en la movilización, pero también en algunos casos Iapérdida de autonomÍa frente a las apuestas electorales y los liderazgosfuertes como los de Morales y Correa.

EI rasgo más preocupante que aparece en casi todos los escenarios,es que ante el fortalecimiento de las organizaciones y el desarrollo de suautonomía política enlos países respectivos y en la dinámica dominanteinternacional, se intensifican los mecanismos represivos aplicandopolíticas semejantes de criminalizaciónde la protesta social.

En México Ia represión enAtgnco en mayo de 2006 y en Oaxaca enagosto del mismo año, inaugura un clima represivo nunca antes visto,

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que ha sido confirmado por el nuevo gobierno3a, bajo la estrategia deguerra contra el narcotráfico, que se convirtió en el eje de su gobiernoen busca de la legitimidad que carecía, se ha militarizado todo elterritorio nacional e impuesto reformas constitucionales que sustentanla represión generalizada hacia los movimientos sociales en una alianzaestrecha con el gobierno norteamericano y colombiano.

En Perú, el gobierno deAlan García reprime, persigue e ilegalizalasmanifestaciones públicas, a las organizaciones sociales, y a los políticosde oposición, cancela registros de oNcs que apoyan a éstas, proponereimplantar la pena de muerte. La experiencia en ese campo a partirde su gestión presidencial anterior amenaza con cancelar la aperturademocrática que permitió renacer a las organizaciones sociales y susmovilizaciones.

En Ecuador Correa ha reprimido ya movilizaciones indÍgenasque enfrentan a las empresas petroleras trasnacionales, pero no en losgrados de otros casos.

En Bolivia la organización de la ultraderecha cívica de Santa Cruzha recurrido a la provocación y la agresión de los sectores popularesidentificados con el gobierno del rvrns a lo largo de 2OO7 y 2008, travésde grupos de choque de inspiración fascista y de ideología secesionista,siendo su clímax la Masacre de El Porvenir el 11 de septiembre de 2008,con eI asesinato de más de una decena de campesinos. La estrategia delgobierno ha sido la de evitar caer en la provocación y la negociación conla derecha para la aprobación de la nueva constitución, sacrificando lademanda de tierras de los indígenas del oriente. Está también la nuncadescartaba amer:aza regional de la invasión militar a Bolivia cuya puntade lanza son los mismos grupos cívicos del oriente.

34 Que ha condenadci.a más de I00 años de prisión a lgnacio del Valle dirigente del Frente deLucha por la Tierra dgAtenco, por los delitos de obstrucción de las vías de comunicación ysecuestro equiparadó, por retener por unas horas a varios policías municipales.

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Un pueblo eminente'El populismo autonomista en

Santa Cruz- Bolivia

Claudia Peña Claros,

Araíz de la irrupción de variadas formas organizativas de la sociedadcivil (sindicatos campesinos, juntas vecinales, organizaciones indígenas,gremios urbanos) en el campo de la lucha política a partir del 2000 enBolivia, y en atención al proceso de cambios que encara actualmenteel país, la atención de los académicos se ha volcado a estudiar a estos"nuevos actores" y a encontrar las fuentes del proceso actual en elanálisis histórico de las relaciones de poder en Bolivia.

De este modo, el concepto de "movimientos sociales" ha ganadoterreno no sólo en el ámbito cotidiano y opinatíuo de los mediosmasivos, sino también en el terreno de los estudios sociales. Decenas deinvestigaciones y ensayos se han publicado sobre la crisis de octubre del2003 y el proceso político, social y económico que desencadenó, muchosde ellos con la intención de describir, analizar, reflexionar respectode los movimientos sociales bolivianos. En este específico campo deestudio, parece haberse instalado un desacuerdo que aún no ha sidosuficientemente explicitado, pero que atraviesa el corazón mismo delo que entendemos por movimientos sociales, y que está referido a laamplitud misma del concepto.

Antes de entrar en materia, parece interesante recalcar queesta incomodidad académica está relacionada con el ascenso delmovimiento3 cívico cruceño a la calidad de actor político atendible y

l Hacereferenciaalaletradelhimnocruceño,queenunapartedice:"LaEspañagrandiosa,con hado benigno, aquí plantó el signo de la redención. Y surgió a su sombra-un puebloeminente, de límpida frente y de leal corazón."

2 Comunicadora, poeta e investigadora social.3 Aclaro que cuando diio "movimiento" no estoy utilizando un apócope de "movimiento

social", sino que más bign estoy nombrando al fenómeno político cruceño actual desdesus características dinámicas, relacionales v colectivas.

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determinante en la lucha política actual, definitivaLente opuesto a losmovimientos sociales indÍgenas ycampesinos promotores iel procesode cambio querepresentaelgobierno deluRs, movimientos que porotrolado tienen una larga e incluso tradicional presencia en los estudiossociológicos y polÍticos bolivianos; en contraposición al movimientocívico cruceño, el cual sucede en una región históricamente menospropensa a manifestaciones públicas colectivas al mismo tiempoque mucho menos abordada como objeto de estudio de las cienciassociales bolivianas.

Tenemos por lo tanto que la realidad poiítica boliviana de estosprimeros años de siglo plantea por lo menos dos desafíos interesantes: elprimero referido a la presencia (o convivencia o captación, dependiendodel punto de vista) de los movimientos sociales tradicionalesa en losespacios institucionales del poder polÍtico; el segundo referido a lairrupción de la sociedad cruceña como sociedad altamente movilizaday en constante apronte contra el gobierno nacional, situación que pordesacostumbrada resulta difÍcilmente comprensible y clasificable poi lucomunidad científi ca boliu íanísta.

En efecto, si tomamos como ejemplo dos estudios recientesreferidos a movimientos sociales, se nos hará obvia la existencia de estacontroversia respecto al movimiento regional cruceño. El primero es elestudio de García Linera, chávez y costas (2004)s, que define así a suobjeto de estudio:

En términos generales, un movimiento social es un tipo de accióncolectiva, que intencionalmente busca modificar los sistemassociales establecidos o defender algún interés material, paralo cual se organizan y cooperan con el propósito de desplegaracciones públicas en función de esas metas o reivindicaciones.Los movimientos sociales (...) son también sistemas organizativosde participación social, de formación de discursos identitariosy de elaboración de propuestas capaces de afectar Ia estructurainstitucional de los Estados. (p. 2l)

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Con "tradicionales" me refiero a los movimientos sociales que son fácilmente aceptadosc-omo taies por la comunidad académica (indígenas y campésinos).Sociología de los mouimientos sociales. Estructuras d,e mouilización, repertorios culturales vacción política, Diakonia / Oxfam. 2004.

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Siguiendo con el estudio de García Linera, Chávez y Costas meparece importante, paravisualizar mejor su concepción de movimientossociales, fijarnos en los movimientos sociales que son efectivamentetomados en cuenta en el estudio. Estos son (siguiendo el misrnoorden con que son presentados en el libro): Central Obrera Boliviana(cos), Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinosde Bolivia (csurss), Confederación de Pueblos Indígenas del OrienteBoliviano (c¡oos), Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia(cscs), Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (coxnvInQ),

Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (cpesc), Coordinadorade las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba (coc¡ rnoplco),Consejo de Federaciones Campesinas de IosYungas (copecav), FederaciónNacional de Mujeres Campesinas de Bolivia "Bartolina Sisa", MovimientoSin Tierra (rvrsr), y Federación de Juntas Vecinales EI Alto.

En la práctica, la aplicación del concepto "movimientos sociales"se circunscribe a aquellos sectores sociales que han sido históricamentemarginados del espacio político institucionalG, enfatizando de estossectores su capacidad de hacer nlasa, (cuestión que abordaremos haciael final del presente artículo):

Los 80.000 cochabambinos en cabildo el año 2000?; los 500.000aymaras en turnos de bloqueo en septiembre del2000 y junio del2001; las 30.000 familias cocaleras en sus sindicatos, asumiendola defensa de su producción; los más de 100.000 vecinos alteñosmovilizados y marchando por el gas; Ios miles de indígenasdel oriente movilizándose por el respeto de su territorialidad,muestran la irrupción multiforme de nuevos sujetos de la políticaque, volviendo a romper el monopolio de las decisiones, amplíanradicalmente la base socioeconómica y étnica de las personas conaptitud a participar en la definición del rumbo del Estado. (p. 18)

Siguiendo a Offerléy aotros estudiosos, Neveu (2000:32) atestigualatendencia (tendencia,no condición sine qua non) de los movimientos sociales a estar conformados por sectoresdominados: "Sí, los movimientos sociales constituyen tendencialmente un arma de losgrupos que, en un espacio social y un tiempo dados, están del lado desfavorable de lasrelaciones de fuerza. Existe claramente una afinidad entre la posición estructural dedominado y el recurso a formas menos institucionalizadas y menos oficiales de tomar lapalabra." (El subrayado está en el original).Se refiere a Ios "guerreros del agua", sectores sociales que defendieron el acceso irrestrictoa ese recurso natural en lo que se llamó la Guerra del Agua: fundamentalmente fueroncamoesinos, secto¡es t irbanós empobrecid os y lumpen.

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El segundo trabajo que tomaremos en cuénta es eI de Zegada,Tórrez y cámara (2008)8. Los autores toman el'camino contrario,enfatizando en la cualidad dinámica y relacional de la definición demovimiento social, abriendo de este modo la posibilidad de reconocerla existencia de movimientos sociales que no estén necesariamenteconformados por sectores sociales marginados:

(La definición de movimiento social está referida a un contextohistórico preciso de confrontación o conflictividad en relación adeterminadas condiciones que posibilitan su construcción. Ensegundo lugar, la naturaleza de la acción social es diversa (...).La diferencia está en el campo de conflictividad en que participa,que le otorga una cualidad distinta (...). Un movimiento, portanto, puede transformar su contenido y alcance dependiendodel campo de conflicto y las relaciones intersubjetivas en quese encuentre. Bajo estas características se puede determinar,por ejemplo, que el Comité pro Santa Cruz independientementede su perfil ideológico se puede categorizar como mouimientosocialya que es el portador de una demanda estructural como lasautonomías departamentales en el marco del proceso de reformaspolíticas en curso. (p. 28 - 29)

Queda claro que parc Zegada et al. (2008), la definición demovimiento social está directamente relacionada con un determinadocontexto históricoysus específicas formas de confrontación. portanto, noserían el contenido (sus reivindicaciones) ni el alcance (reivindicacionescorporativas / gremiales o estructurales) del movimiento lo que lodefine como tal. sin embargo en el caso del comité pro Santa cruz,una demanda, deflnida como "estructural" por los autores, lo ubica enun lugar enfrentado al Estado, situación que posibilita su clasificacióncomo movimiento social.

si bien el trabajo no especifica las características del "contextohistórico preciso de confrontación o conflictividad"e a partir del cualse dan las condiciones de construcción de un movimiento social, en loshechos establece que el alcance del contenido ("demanda estructural

8 Mouimientos sociales en tiempos de poder. Articulaciones y campos de conflicto en el gobiernodel ¡,t ¡s (2006 - 2007). Centr o Cuarto Intermedio / plurai editores. 2008.

9 Op. c i t . p.28.

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(...) (de) autonomías departamentales"ro) determina la constitución delcomité cívico cruceño como movimiento social.

Zegada,Tórrezy Cámara (2008, op.cit.) se refieren ala controversiaque nos ocupa cuando en un pie de página dan cuenta de la posición deLuis Tapia, quien considera que un movimiento social es esencialmenteportador de una transformación social progresista, y por lo tanto, unmovimiento social nunca sería de características conservadoras.rr

Al igual que Tapia, Peña y Boschetti (2008)12 también cstánen contra de la definición del movimiento cívico cruceño comomovimiento social, pero no a partir de la clasificación de su contenidocomo progresista o conservador, sino más bien a partir de sus modosde organización:

( . . . ) no lo consideramos como "movimiento social" porque nisus objetivos, ni sus reivindicaciones, ni su discurso, en suma,han sido construidos desde abajo. Es decir, el movimientocívico cruceño obedece a unas prácticas, estrategias y finesconsensuados en una cúpula o espacio dirigencial. A las basesl legan solamente los ( . . . ) consensos f inales ( . . . ) únicamentecon el f in de lograr adhesión en la ejecución de movil izacionespuntuales y bien def in idas. Las bases ( . . . ) tampoco puedenenterarse a cabalidad de las corrientes de pensamiento queexisten en las instancias dirigenciale s. (p. 273)

No es intención del presente artículo dilucidar a ciencia cierta siel movimiento regional cruceño es o no un movimiento social. No esque el movimiento cívico no sea un movimiento social, puede serlo(dependiendo del enfoque teórico adoptado) pero en todo caso no essolamente eso, o no lo es todo el tiempo.

Planteo en cambio que la discusión misma acerca de la pertinenciade entender al movimiento cívico cruceño como movimiento socialestá en alguna medida expresando la imposibilidad del concepto yIo Ídem. p.29.tt Ídem. p. 29. Pie de página número 5. Al respecto, resulta interesante observa¡ que en

1a práctica los movimientos sociales son entendidos de entrada como progresistas. Sibien no consta en ninguna definición, el mismo Foro Social Mundial, que agrupa a unavariedad increíble de movimientos sociales, ha adoptado ei eslogan "otro mundo esposibie" asumiendo de hecho que todos los convocados pretenden cambiar las estructuraseconómicas y de poder actuales por otras "mejores".

l2 "Desañar el mito carryba - colla. Interculturaiidad, poder y resistencia en el Oriente".Fundación u¡¡rn Bol iv ia. 2008.

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sus herramientas para aprehender al fenómeno en.su complejidad ydinamismo. El análisis desde la teoría de los movimientos sociales noes suficiente para entender las características de la lucha política actualen general en Bolivia.

En ese sentido, es necesario partir de un principio básico: elcarácter provisional de las categorías de análisis que podamos utilizarpara acercarnos al conocimiento de cualquier proceso social.

Esto plantea la necesidad de ampliar la mirada respecto de estefenómeno de movilización cruceña, que por primera vez se da en SantaCruz en la medida y con las características que ocurre actualmente.Por otro lado, si bien investigadores como Jean Pierre Lavaud (l9g8),Fernando Prado et al. (1986), Seleme et al. (1985) (por citar solamentea los "clásicos" según un criterio completamente subjetivo) y en algunamedida René zavaletars han apuntado ya las características primordialesde la sociedad cruceña y de la construcción del poder en Santa Cruz,ese terreno avanzado, que ha sido enriquecido significativamente porinvestigaciones posteriores, tampoco parece ser suficiente para basarsobre él la comprensión total del regionalismo cruceño actual.

Sostengo que ese capital de conocimientos previos y laaplicación del concepto de movimiento social permiten acercarnos alfenómeno político actual, pero no de manera suflciente. En efecto, sibien la categoría "movimiento social" permite un acercamiento a laestructura y repertorios de movilización, los marcos interpretativos,los grados de institucionalización de ia acción colectiva e incluso suidentidad colectiva, resulta en cambio inadecuada cuando por ejemplociertos actores corporativos (que son parte crucial del movimiento)se separan de lo colectivo y despliegan su capacidad de actuar comogrupo de presión, es decir, abandonan la calle y la mirada pública paraejercer influencia sobre la toma de decisiones desde los pasillos delpoder, como interlocutores válidos y con intereses limitados y biendef,nidosla. Este constante cambio de personalidad que vemos no

I3 La obra de Zavaleta tiene variadas referencias a la sociedad cruceña, que reflejan, a pesarde no haberse dedicado a su estudio de forma estructurada, el interés de este auto¡ enlas particularidades y en la importancia estratégica del proceso de crecimiento en SantaCruz, que a principios de los años 80, por ejemplo, ya eran evidentes.

14 "Los movimientos sociales necesitan de la publicidad: medios de comunicación, debatepúblico y también las palizas. Los grupos de presión pueden hacer de ello un uso parecido(. . . ) . Pero funcionan, en pr imer lugar, con la negociación ocul ta, 1a asociación permanentey silenciosa en los procesos de decisión para que les asegure su reconocimiento comointerlocutores, por parte de las autoridades político administrativas en cuestión. Las

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sólo en el movimiento cÍvico, sino también en las estrategias de luchadel lras, que podríamos llamar "flexibilidad" o "indefinición", es unacaracterística primordial del fenómeno político actual, y la categoría"movimiento social" (o "profundizaciónde la democracia") no permiteaprehenderla ni explicarla.

Pero no es solamente ese aspecto el quepermanece sinexplicación.Hay otras varias preguntas que permanecen sin respuesta. ¿Cómo seexplica la escalada de polarización política de los últimos años? ¿A quése debe? Tal vez no sea una mera consecuencia del hecho de que unindígena ocupe el silión presidencial, o de que el gobierno del rraas hayadesplazado del poder a una clase política tradicional. ¿Cómo, por quése ha producido en Santa cruzla subsunción de toda una diversidadde demandas a la demanda única por autonomías? La simplicidad deldiscurso autonómico, lavacuidadenelmanejo delapalabra "autonomía"¿sólo han sido ideadas por la elite cruceña para engañar al pueblo? ¿ypor qué resulta exitosa Ia apelación a la autonomía? ¿Acaso podemosentender al movimiento cívico cruceño en sí mismo, sin tomar en cuentael contexto político, cultural e histórico, el equilibrio de actores políticosen el cual se refuerza?

Las herramientas analíticas que provee la categoría "movimientosocial" tampoco visualizan suflcientemente:

. los procesos de agregación de diferentes colectivos alrededorde una batería más bien reducida de reivindicaciones oalrededor de una sola reivindicación;

. más que el contenido, la lógica que subyace al discursoregionalista actual en comparación con el discurso de EvoMorales;

. el nivel afectivo de la movilización, el cual es generalmentealudido cuando se hace referencia a posturas "irracionales",que tienen más que ver con actitudes y lecturas subjetivas delconflicto;

. su éxito en la conformación de una diferenciación casi absolutaentre región y Estado nacional;

paradojas de una situación así, respecto de un ideal democrático deben recalcarse. Unaparte central de la elabo¡ación de políticas que afectan a Ia vida cotidiana, se desarrollaen forma de discusiones entre los aparatos "representativos", los grupos de presión y lossegmentos de la al ta administración, s in que eso se acompañe siempre con una publ ic idadde los debates y los retdi en el espacio priblico." (Erick Néveu; 20OO-:32)

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y su tendencia a generar un discurso queionvi"rte cualquierconflicto en un conflicto Estado - región.

El populismo como lógica política

Propongo entonces, sin desecharlas herramientas que provee el estudiode los movimientos sociales y para no repetir lo ya divulgado porestudios previosls, acercarnos al movimiento regional cruceño actualdesde la propuesta de Ernesto Laclau sobre populismo, contenida sobretodo en rR n¿zóN popuLrsrRr6. Evidentemente, es imposible aplicar todo elanálisis de Laclau en un espacio tan reducido como éste, por lo cual melimitaré a recuperar de él los elementos básicos que a mi juicio permitenentender mejor el fenómeno político actual.

El planteamiento inicial de Laclau es que el populismo no tieneninguna unidad referencial porque no está atribuido a un fenómenodelimitable, sino a una lógica social cuyos efectos atraviesan unavariedad de fenómenos. El populismo es, simplemente, un modo deconstruirlo político. (p. 11)

El libro parte cuestionando la desestimación que las cienciaspolíticas hacen del populismo al calificarlo como fenómeno socialexcesivo, peligroso ytransgresor de los límites de una comunidad racionaly que se sitúa por fuera de la legitimidad del poder administrativo, vistoéste último como algo bueno. Más que dilucidar los contenidos delpopulismo, Laclauplanteaprestar atención a sus ló gicas específicas comouna lógica política particular, capaz de estar presente en movimientossocialmente heterogéneos, y propone al populismo como una categoríade análisis político, antes que como una categoría descriptivalT.

(...) en lugar de comenzar con un modelo de racionalidad políticaque entiende al populismo en términos de lo que le falta -suvaguedad, su vacÍo ideológico, su antiintelectualidad, su caráctertransitorio-, hemos ampliado el modelo o la racionalidad en

15 Estudios referidos aIa conformación del poder regional, su discurso y sus elites: Boschetti,2005; Chalup et. al., 2006; Peña Hasbún, 2003; Peña, Iordán, 2006; Peña, Boschetti, 2008;Prado et al., 1986,2005,2008; Sandoval et aI.,2003; Zegadaet aI.,2008; Waldmann,2008,etc.

16 Laclau, Ernesto. La razón populista. l" edición. Fondo de Cultu¡a Económica. BuenosAires - Argentina, 20O7.

l7 En cambio, la categoría "movimientos sociales" es predominantemente descriptiva.

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términos de una retórica generalizada (la cual, como veremos,puede ser denominada "hegemonía,,), de manera que elpopulism.oaparezca como una posibilidad distintiva y siempre presente deestructuración de la vida polít ica. (p.22 _ Zg)

Laclau plantea la necesidad de superar la desestimación delpopulismo para poder encontrar su verdadera lógica. propone entoncestomar las categorías a partir de las cuales se lo descrite (vaguedad,simplificación, imprecisión) y, superando los prejuicios qrru lasacompañan, encontrar la racionalidad que subyace al acto performativode simplificación de la realidad, característico del populismo.

En efecto, si contraponemos la propuesta de Laclau a lascaracterísticas del espacio político actual, resulta fácil reconocer quelo que llamamos y sufrimos como "polarización,' es básicamenre unasimplif,cación del espacio pblítico, la cual opera remprazando,,una seriecompleja de diferencias y determinaciones por una cruda dicotomíacuyos dos polos son necesariamente imprecisos.,,rs

Tenemos entonces que la sociedad abigarrada descrita po r zavaleta(1983)'s, por un acto performativo populista, es ahora presentada comouna realidad dicotómica: las variadas singularidadei sociales se hanagrupado alrededor de alguno de sus dos polos. Tenemos entonces que ensanta Cruz, por ejemplo, las probremáticas provinciales, las diferenciasgeneracionales, los intereses económicos contrapuestos, permanecenen la sombr aparadar paso a la dicotomía "Estado - región", central en eldiscurso cívico regional. De la misma forma, el abanico de identidadesse ha cerrado alrededor de dos: la dicotomía "camba- colla" que está enla base de la explicación que el discurso regional hace de la crisis actual.AIgo parecido sucede.en el otro polo, donde también las diversidades sehan agrupado alrededor de la lógica "nacionalismo - neoliberalismo,'por ejemplo, o "pueblo - oligarquía,,.

Pero sucede algo más en esta simplificación del espacio político:"los términos que designan ambos polos deben neces^ariamente serimprecisos (de otro modo, no podrían abarcar todas las particularidadesque supuestamente deben agrupar).,,20 No sólo en artículos de opinión,

lB Laclau, op.cir. , p.33.19 Donde los distintos estratos. y qrupgs sociales responden a una organización propia,

desconociendo así la autoridaá del Estado y desarrollan¿o ro iiáu cotidiana en^^compart imentos

estan#os, separados de los otros.20 ldem. o. 33.

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sino también en manifiestos públicos de agrupiaciones críticas almovimiento regionalista, e incluso en informes de investigaciónque parten de un anáIisis del discurso centrado en la autonomíadepartamentalzi, se ha hecho notar una característica de la propuestaautonómica, que es precisamente la indefinición de lo que se estáentendiendo por autonomía y un marcado desinterés por impulsarel debate público respecto a los posibles contenidos de esa forma deadministración del Estado. tra dirigencia regional se resiste a otorgarleun contenido definido, limitado y específlco a la idea de autonomía, quepermanece como algo más bien vago y por eso mismo plurisignificante.Del otro lado, conceptos tales como "descolonización" e "indígenaoriginario campesino" también permanecen imprecisos y al mismotiempo aglutinantes.

La propuesta de Laclau es una propuesta eminentementerelacional. Plantea tres conjuntos de categorías centrales erl su enfoque:discurso22, significantes vacíos y hegemonía, y retórica. Con peligro desimplificar demasiado el análisis, me limitaré al segundo elemento.

Et concepto de "signif,cante vacío" permite entender laconformación de la autonomía como elemento aglutinador y al mismotiempo capaz de contener dentro suyo a toda una diversidad denecesidades e intereses presentes en una sociedad compleja como lacruceña. Cuando el sistema institucional no puede procesar un númerocreciente de demandas, éstas se van acumulando. Las diferentesdemandas se convierten en "demandas populares" cuando, a travésde una articulación equivalencial,llegan a constituir una subjetividadsocial más amplia. Una cadena equivalencial de demandas (las cuales,aún manteniendo su singularidad son equivalentes entre sí) surgecuando se instala una "frontera" entre el sistema institucional y lapoblación. De este modo, la cadena equivalencial empieza a constituiral "pueblo".

21 Molina et al.. 2008.22 "El discurso constituye el terreno primario de constitución de la objetividad como tal.

Por discurso (...) entendemos un complejo de elementos en el cual las relaciones jueganun rol constitutivo. Esto significa que esos elementos no son preexistentes al complejorelacional, sino que se constituyen a través de é1. Por lo tanto, "relación" y "objetividad"son sinónimos. (...) una acción es Io que es sólo a través de sus diferencias (...) con otroselementos significativos (...). (...) En nuestra perspectiva no existe un más allá del juego

de las diferencias, ningún fundamento que privilegie a priori algunos elementos del todopor encima de los otros. Cualquiera que sea la centralidad-adquirida por un elemento,debe ser explicada por el juego de las diferencias como tal." Idem. p. 92 - 93.

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Ya tenemos dos claras precondiciones del populismo: (1) laformación de una frontera interna antagónica separando el"pueblo" delpoder; (2) unaarticulación equivalencial de demandasque hace posible el surgimiento del "pueblo". Existe una terceraprecondición que no surge realmente hasta que Ia movilizaciónpolítica ha alcanzado un nivel más alto: la unificación de estasdiversas demandas -cuya equivalencia, hasta ese punto, no habíaido más allá de un vago sentimiento de solidaridad- en un sistemaestable de significación. (p.99)

La suma de los lazos equivalenciales da lugar a la conformacióndel "pueblo" sobre la base de una frontera antagónica, eue lo separadel poder. Pero la "unif,cación simbólica" va más allá: se refiere a laconstrucción de una identidad popular. Esta unificación simbólica tienelugar cuando existe una plebs que reclama para sí la representatividadde la totalidad social.

A fin de concebir al "pueblo" del populismo necesitamos algomás: necesitamos una plebs que reclame ser el (tnico populuslegítimo -es decir, una parcialidad que quiera funcionar comouna totalidad de la comunidad-. En el discurso institucionalista,(...) todas las diferencias son consideradas igualmente válidasdentro de una totalidad más amplia. En el caso del populismo,esta simetría se quiebra: hay una parte que se identifica como eltodo' (P.108)

Cuando revisamos Ia conformación de los polos que gobiernan elespacio político actual (el gobierno del uas y los movimientos socialespor un lado, y el movimiento cívico regional por el otro) vemos queambos han formado cadenas equivalenciales.

La Guerra del Agua en el año 2000 marca un hito de ruptura en elcontrato social boliviano. Hasta entonces, el bloque hegemónico habíaestructurado un pacto político en el cual las demandas eran procesadasdiferencialmente por la institucionalidad estatal. La democraciapactada había logrado monopolizar la representatividad política.Pero esta construcción empieza a resquebrajarse con la irrupción delos movimientos indígena - campesinos de tierras bajas y altas, quea través de sus reivindicaciones ponen en duda los planteamientosbásicos de la demoeracia representativa, demostrando la inutilidad

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de los mecanismos existentes para resolver sus démandas de mayorparticipación y reconocimiento de sus derechos. La Ley de ParticipaciónPopular y posteriormente la reforma constitucional de 1994 permiten elingreso de nuevos actores al espacio estatal de la toma de decisiones.Pero es la Guerra del Agua la que permite que las masas empobrecidasdel modelo neoliberal avizoren la posibilidad de volver a Ia palestrapolítica y cambiar la normalidad institucional de la democracia pactada.Refiriéndose aZavaleta, Tapia (2002) afirma que

Lo que dice Zavaleta es que el conocimiento social es algo que sepuede producir una vez que se han destruido o desorganizadolas formas tradicionales de comunidad y, en consecuencia, deconciencia colectiva, o por lo menos se las ha debilitado (...).r3

La crisis de gobernabilidad que se expresa con más fuerza a partirdel año 2000, permite la visualización de las creencias y la ideologíahegemónicas, que empiezan a ser cuestionadas, lo cual crea

(...) un tipo de situación crítica y compleja en que ésta (lasociedad) se divide y organiza de tal manera que la situación delos dominados ya no garantiza la aceptación e interiorización dela ideología dominante y abre la posibilidad de un pensamientocrítico a partir de la independencia (. . .).2a

Una frontera en el sentido de Laclau, entonces, que se hace cadavez más evidente. El gobierno de Sánchez de Lozada no hace más quedar continuidad a la política de Banzer y Iorge Quiroga, y prosigue lasnegociaciones de gas con Chile, profundizando aún más el abismo quesepara al poder del pueblo. El "pueblo" se constituye en un intento dedar un nombre a una plenitud ausentezs, sin la cual el antagonismo(pueblo - poder), la frontera, estaría ausente.

Aquí comenzamos a comprender por qué la plebs se percibe a símisma como el populus, la parte como el todo: como la plenitud

23 Tapia; 2OO2'. l2I.24Idern:122.25 El pueblo no alcanza la totalidad por la incapacídad del sistema de solucionar sus

demandas. Es interesante notar que en octubre del 2003, io más evidente es la fronteraentre ese "pueblo" y sus gobernantes. Es decir, lo que surge primero, al parecer, es lafrontera, y en medio de la crisis es cuando empiezan a explicitarse reivindicaciones ypalabras que puedan da¡ cuenta de esa frontera, explicitarla y justificarla.

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de la comunidad es precisamente el reverso imaginario de unasituación vivida como ser deficiente, aquellos responsables deesta situación no pueden ser una parte legítima de la comunidad,la brecha con ellos es insalvable.26

Cuando la crisis de octubre de 2003 explota, todas aquellasdemandas de mayor representación en el Estado, de participaciónen la cosa pública, de mejor nivel de vida, de movilidad social, dereconocimiento de derechos, son expresadas a través de la demanda "elgas para los bolivianos". La simetría entre las múltiples demandas sequiebra y una parte, una demanda específ,ca, se identiflca con el todo:la cadena equivalencial de demandas ha producido un "significantevacío", es decir, una de las muchas demandas ha sido instituida como elcomún denominador de todas las otras.

Pero el acontecer social es dinámico y cuando la movilizaciónpolítica alcanza un nivel más alto, dos demandas surgen comosignificante vacío: 1'asamblea constituyente" y "nacionalización de loshidrocarburos", que es básicamente lo que conocemos como la agendade octubre.

Vemos entonces cómo el populismo funciona en una constantetensión entre la equivalenciayla diferencia. En efecto, las demandas quecomponenla cadenaequivalencial siguen manteniendo su especificidad,aI mismo tiempo que se subsumen en Ia demanda hegemónica27. Porotro lado, mientras más larga la cadena equivalencial, más contenidosimbólico adquiere el significante vacío, a costa de perder él mismo cadavez más el contenido especÍfico de la demanda que 1o constituye.

De esta manera, su cuerpo está dividido entre la particularidadque ella aún es y la significación más universal de la que esportadora. Esta operación por la que una particularidad asumeuna significación universal inconmensurable consigo misma eslo que denominamos hegemonía. (...) la identidad hegemónicapasa a ser algo del orden del significante vacío, transformando a

26 Laclau, 2O07: Il3.27 Vemos por ejemplo cómo esta tensión se resuelve a favor de la diferencia cuando a

principios del 2009 los pueblos indígenas pierden curules en la Asamblea Plurinacionaldebido a la negociación del gobierno con el bloque cívico regional en relación a la LeyElectoral Transitoria. La demanda de los pueblos indígenas se diferencia, sale entoncesde Ia cadena equiva$ncial y se constituye como una particularidad diferenciada de lahegemonía del u¡s.

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su propia particularidad en el cuerpo que encarna una totalidadinalcanzable.2s

Pero ¿qué sucede al otro lado de la ecuación? Es importante partirdel hecho de que el populismo autonomista se conforma en respuestaa la efervescencia de los movimientos sociales en el occidente. En esesentido, sigue un curso diferente al que acabamos de describir parael occidente. En el caso de Santa Cruz y la demanda autonomista,ésta es lanzada bastante temprano en el proceso de movilizaciónregional: apenas pasada la crisis de octubre de 2003, hacia fines demes, una Asamblea de la Cruceñidad la coloca como el centro de susreivindicaciones ¿Por qué es "temprano" en Santa Cruz a fines de octubredel2003? Porque en esta región no se había producido la acumulaciónde demandas, de movilización, que sí se produjo en occidente desde elaño 2000. Lo que expresa Ia demanda autonómica de aquellaAsambleade la Cruceñidad de octubre de 2003 no es todavía una investiduraradical, una totalización hegemónica, porque el "pueblo" aún no estabaconformado. La movilización se daba en sectores bastante acotadosde la población. Pero para fines de ese mes, la frontera había sido enrealidad ya planteada. La misma tarde en que Gonzalo Sanchez deLozada renuncia a la presidencia, en Santa Cruzlarepresión a la marchade campesinos y colonizadores que habían logrado ingresar alaPIaza24de Septiembre para manifestarse contra el gobierno, expresa la fronteraque implícita o explícitamente se mantiene hasta hoy. Es la frontera, elabismo entre cambas y collaszs.

Pienso que ahÍ está una de las claves del éxito movilizador obtenidopor la dirigencia cruceña: el haber apelado con mucha rapidez30 a unrecurso (la dicotomía colla- camba) central en eI proceso de construcciónde la identidad cruceña desde la década de 1950, por 1o menos.

Otro factor determinante lo proporcionó el contexto políticoinmediato: el periodo de movilizaciones, que llevaba ya varios años, eraseguido con una cierta aprehensión en la sociedad cruceña, que tieneuna cultura política vacía de levantamientos e insurgencia popularcontra el poder establecido, y una ideología más bien conservadora.

2B Ídem. p.95.29 c.f . Peña, Iordán, 2006.30 Los manifiestos de la institucionalidad cruceña entre septiembre v octubre del 2003 hacen

referencias constantes a Io colla como lo opuesto a Santá Cru z, reáuciendo la complejidadde la crisis a un afán por perjudicar a Santa Cruz.

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Claudia Peña Claros

No hubo tampoco ningún interés por discutir las razones de Iacrisis de octubre por parte del bloque hegemónico regional. De estemodo, la acción performativa regional se centró alrededor del rechazoa los movimientos sociales y a cualquier señal de "contagio" insurgente.En medio de la incertidumbre, la identidad cruceña se erigió comofuente de seguridad, proceso que sin duda recibió un fuerte impulsotras la asunción de Evo Morales a la Presidencia. Lo colla y eI gobiernocentral fueron entonces la fuente de todos los peligros, y la autonomía elmodo de neutralizarlos.

La primera gran movilización (50.000 personas según El Deber)organizada por el Comité por Santa Cruz fue el cabildo abiertodel22 de junio. (...) Los principales puntos eran el desempleo, lapacificación social y, predeciblemente, la autonomía. La agendadel cabildo3t debe ser vista como una combinación de propuestanacional y un reclamo regional. (. . .)Para resumir: el cabildo intentó instalar la agenda de oriente,haciendo hincapié en el reclamo de autonomía y anunciando unreferéndum. Al mismo tiempo delimitó el campo de sus posiblesadversarios. La confrontación con el gobierno no tardaría envolverse áspera.32

De ahí en adelante, la elite cruceña hegemónica referiría todoslos conflictos y dificultades al problema de la relación Estado - región.De este modo, la autonomÍa es presentada como la solución a todosIos problemas.

En el caso de Santa Cruz, tenemos entonces que una elitehegemónica es la que agrupa las diversas demandas insatisfechas enuna cadena equivalencial, donde la propuesta de autonomía funcionacomo significante vacío. Pero si esta construcción discursiva y políticaes ejecutada desde arriba ¿por qué es exitosa? aparte de las razonesya nombradas, es exitosa también33 porque apela a demandas pre-existentes, y las conduce hacia una particularidad (el ser cruceño) que, enla lógica política de ese discurso, se expresa a través de la reivindicaciónautonómica. Sobre este punto volveremos más adelante.

31 Este fue el cabildo "de los once puntos", los cuales se propusieron como un programa, peroque en realidad después no tuvo continuidad alguna. Se conoce a los once puntos comola "agenda de junio" (aunque algunos autores hablen equivocadamente de la "agenda deenero"), y es Ia respuesta a la ya mencionada agenda de octubre.

32 Sivak. 2007:29 - 30.33 Para revisar las caracterís$cas sociales y políticas de Santa Cruz, revisar Prado et al. 2008,

Waldmann,2008.

t /J

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Un pueblo eminente

Tenemos entonces que la política actual eri golivia se trata de raconfrontación entre dos bloques hegemónicos, Ios cuales se esfuerzanen mantener erguidas las fronteras que los separan. Ambos polosresponden a una realidad social y política específica:

La noción de un antagonismo constitutivo, de una frontera radicalrequiere (...) un espacio fracturado. (...) Hay una plenitud de lacomunidad que está ausente.3a

Estafractura ocurre porla acumulación de demandas insatisfechasy por la existencia de un poder insensible a las mismas. En el caso deloccidente, el poder i¡¡sensible está personificado por la clase políticatradicional3s, eue fue desplazada del gobierno. En el caso del oriente,el poder insensible está personificado por el Estado central colla,representado por antonomasia en Evo Morales. ya hemos visto cómola crisis que culmina en junio de 2005 con Ia renuncia de carlos Mesaexpresa la ruptura de un pacto político específico, y permite la entradade nuevos actores al espacio estatal. Este mismo pacto roto, que expulsaa la clase política de Ia Plaza Murillo, expulsa también a la elite cruceñade los pasillos estatales, perdiendo su poder de influencia sobre lasdecisiones nacionales.

Esta elite se retira (de forma fi gurada y literal) a su región, y desde alríconstruye una base social que le permite nuevamente presionar al Estado,pero esta vez desde fuera de é1. Tenemos entonces que la elite cruceña,que había estado protegiendo sus intereses con estrategias propias de ungrupo de presión, aI ser expulsada la clase polÍtica tradicional del poderestatal, debe ganar las calles como movimiento social. Así, un espacioreservado para los sectores esüucturalmente marginados (ver pie depágina nrlmero 5) es a níz de la crisis ocupado también por una eliteeconómica aIa cabezadel movimiento cívico regional.

Este hecho nos permite hacer un paralelismo entre las dificultadesque encuentra el uas al acceder a la gestión de Estado y sus particularescódigos y normas, con las dif,cultades que encara la dirigencia regionalcruceña ante la necesidad de sacar a la calle a su base social. No merefi.ero a su capacidad de convocatoria, sino más bien al constanteresquemor de la dirigencia cívica respecto a la masa, que es la medida de

34 Laciau, op cit . , p. l12.35 También nombrada como "vendepatrias", "liberales".

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su (in)capacidad para predecirla o contenerla. Debutante en el manejode multitudes, la dirigencia cívica se ha mostrado en varias ocasionesmás bien rígida en determinadas coyunturas en que las masas cruceñashan amenazado con desbordarse e imprimir en el movimiento regionalalguna dosis de improvisación o espontaneidad.

Esto quedaclaro en diciembre de 2007, por ejemplo. El comité cívicohabía convocado a una huelga de hambre en contra de la aprobaciónen Oruro de la propuesta constitucional. Paralelamente, se aceleró laaprobación del Estatuto Autonómico en laAsamblea Preautonómica. Eldía que la Asamblea Preautonómica aprobó el Estatuto, los delegadosde las provincias y otros participantes en la Asamblea insistieron, demotu propio, con salir a laPlaza y festejar la aprobación del documentojunto a los huelguistas, quienes deberían suspender en ese instante suhuelga de hambre (entre los huelguistas estaban el prefecto Costas yel presidente cívico Marinkovic). Pero ya se sabía que Ia dirigencia lohabía planificado de otra forma: se habría de celebrar un cabildo en doso tres días más, el 15 de diciembre36, en el marco del cual se pediría a loshuelguistas suspender su medida. De este modo el impulso espontáneoy el festejo inmediato fueron refrenados a duras penas por los dirigentes,ylos huelguistas debieron seguir el ayuno unos días más, sabiendo desdeya que el mismo sería suspendido sin haber logrado ninguna reaccióngubernamental. Con todo, se cumplió a cabalidad el acto de suspensiónde la huelga y de festejo en el día y lugar antes establecidos.

Aún en otros espacios más limitados, como la Asamblea dela Cruceñidad, se sigue un libreto previamente establecido: todoslos delegados que quieren hablar ante la Asamblea pueden hacerlo,y usualmente se escuchan aquí las propuestas más encendidas yradicales. Pero cuando se agota la lista de oradores, y sin que medieninguna instancia intermedia de debate y discusión, el presidentecívico da lectura a la resolución de la Asamblea, que es inmediatamenteaprobadapor todos, apesar de tener un contenido mucho más moderadoy políticamente correcto. Curiosamente, nadie protesta ni discute loresuelto, por lo menos no en el espacio de laAsamblea.

Otra muestra de esta incomodidad respecto de la masa se haceevidente en Ios cabildos y otras instancias en que durante un actopolítico la dirigencia cruceña debe hablarle a Ia masa. A pesar de la

36 Esta fecha es impoitante porque se celebraba un año más del "Cabildo del millón" de20O6.Lacarga simbólipa de la fecha fue aprovechada en esa ocasión, aunque el festejo fuemás bien sencilio y múcho menos multitudinario.

t /3

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Un pueblo eminente

profusión de este tipo de actos en los últimos anos (desde el 2004), loslíderes (prefecto, presidente del Comité Pro Santa Cruz) han recurrido alalecturade discursos escritos encasitodas sus intervenciones. Se marcaun referente cuando comparamos esa característica con la costumbrede improvisar los discursos entre los dirigentes del naas y las autoridadesgubernamentales, dejando un mayor campo a la espontaneidad y a lacapacidad del orador de ejercer influencia sobre la masa.

Volviendo a nuestra revisión de la propuesta de Laclau, esimprescindible para el populismo mantener una cierta claridadrespecto al enemigo global37, porque de lo contrario las demandasequivalenciales pueden desplazarse en múltiples direcciones. Perocuando las demandas son muchas, cada vez se hace más difícilmantener el marco simbólico primordial. De este modo, la identidaddel enemigo y la existencia de la frontera "depende cadavezmás de unproceso de construcción política".38

Esto resulta evidente en el movimiento regionalista cruceño.No otra cosa son los múltiples espacios en los que se sobreactúa laidentidad cruceña:

hay una presión constante, por parte de los intelectualesfuncionales al poder, para que el modo de hablar cruceño(que utiliza "vos" en vez de "tú") se refleje fielmente en lascampañas publicitarias;se vive una especie de fiebre histórica que recupera losmomentos claves que permitan certificar la diferencia y elenfrentamiento Santa Cruz- gobierno central;la omnipresencia de la bandera departamental durante todoel año yya no restringida a las festividades cívicas solamente;la feria exposición y el carnaval como espacios privilegiadosde expresión y reafirmación identitaria;Ia significativa escenificación de "lo cruceño": el día de latradición, la ropa blanca que se usa, en los mítines, cabildos ymarchas, etc.

37 (...) el destino del populismo está ligado estrictamente ai destino de la frontera política:si esta última desaparece, el "pueblo" como actor histórico se desintegra. (Laclau, op.cit.,2007; p.117)

38 ldem. p. 114.

t to

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AsÍ, estas acciones preformativas están nombrando no solamente

el ,,ser uno mismo", sino-que también están deñniendo la alteridad, la

frontera, Y lo oPuesto.

(...) ningún contenido particular tiene inscripto' en su

especiflcidad óntica, su significado en el seno de una formación

discursiva., todo depende del sistema de articulaciones

diferenciales y equivalénciales dentro del cual está situado. (...) el

populismo ,rrponu la división del escenario social en dos campos'

Esta división presupone Ia presencia de algunos significantes

privilegiados que condensanentorno de símismos lasignificación

de todo un camPo antagónico'3e

Laúl t imafrasedelaci tanosayudaaentender laconstantereferencia que se hace en Santa cruz a Evo Morales. chistes, comentarios

respectousumododehablar,alusionesconstantesasupersonaaúnenmediodeintercambiosnopolíticos,estánexpresandosucaracterÍsticacondensatoriL,esdecirdesignificanteprivilegiado.Encontraposición,en el espacio de lo positivamente valoraáo, el modo cruceño de hablar, los

colores de labandera departamental, Ia iniciativa privada, son elementos

que condensan en sí mismos la signif,cación del polo regional'

ResultainteresantesinembargonotarelfuerteposicionamientodelafiguradeEvoMoralescomoelementocondensatorio,enambosladosdel Jampo antagónico. En contrapartid.a, el movimiento regionalista no

cuenta con una figura así de repiesentativa entre su dirigencia, lo cual

sin duda perjudicá el grado de compromiso afectivo que los diferentes

sectores Jociales asumen respecto de la causa autonómica'

Nos detendremos un momento en este punto, porque a la luz-de

las herramientas q"u uf enfoque del populismo nos provee' es posible

hacer reflexiones muy interesantes' En efecto' cuando pensamos en

el movimiento cívico regional y nos preguntamos por una palabra

queloexprese, inmediatamentesenosvienealacabezalapalabra"autonomÍa". Mirando al otro iado, si buscamos una palabra así de

única, la tarea se tornará un tanto más difícil. "lJnidad", "soberanía"',,refundación", pueden ser algunos de los significantes privilegiados, así

como la wiphaia, Ia band.era nacional. Pero creo que ninguna de estas

palabras tiéne la fuerzasimbólica y afectiva de la palabra "cambio", Qü€

39 Ídem. p. 114.

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Un pueblo eminente

hace referencia a una situación anterior y una volüntad de reformar, defundar una situación nueva más justa y esperanzadora. ¿será éste elsignificante vacío del proceso de cambio, capazde expresar el contenidode todas las otras demandas a través de sí mismo?

No olvidemos que el "pueblo" se forma a través de ra equivalenciade una variedad de demandas insatisfechas. Esta insátisfaccióncompartida plantea una incompletitud, una ausencia provocada porel "enemigo" que está detrás de la "frontera". Todo ,,pueblo', busca,tiende a la plenitud a través del significante vacío (el element o capaz decondensar dentro de sí a todas las demandas).

(...) nuestro análisis previo de las identidades populares comosignificantes vacíos nos permite mostrar que (...) la identidadpopular expresa / constituye -a través de la equivalencia deuna pluralidad de demandas insatisfechas- la plenitud de lacomunidad que es negada y, como tal, permanece inalcan zable;una plenitud vacía, si se quiere. (...) Hemos sostenido que latotalización del campo popular (...) sóto puede tener lugar si uncontenido parcial adopta la representación de una universalidadque es inconmensurable con él.ao

¿Es la palabra "cambio" capaz de expresar esa ,,universalidad

inconmensurable"? Pienso que para responder a esa pregunta hacefalta un ejercicio de análisis y reflexión más minucioso, pero me atrevoaranzar una hipótesis o desafío: considero que la totalización de esteespecíf,co campo popular no se realiza a través de la palabra "cambio",sino a través de la figura de Evo Morales como representación de launiversalidad de lo históricamente marginado en Bolivia. Es decir,siendo líder indiscutible de esa corriente política, Evo Moraies encarnaensímismo laplenitudausente de ese "pueblo" que seve a símismo comomarginado e insurgente. Hijo de campesinos pobres, bachiller a duraspenas' migrante, cocalero, dirigente sindical, diputado y finalmentePresidente, Evo Morales encarna de cierta formalos dos óxtremos: laincompletitud por su origen pobre, su def,ciente manejo del castellano,etc.;y el "yo ideal" de las masas que lo apoyanal, el ejemplo viviente deuna posibilidad de futuro, y como tal, símbolo moviliZador hacia lasiempre deseable e inalcanzable plenitud.

40 Ídem. p. 137.41 Que son en símismas diversas: campesinos, mineros, sectores urbanos, jóvenes, mestizos,

indÍgenas, viejos sindical isras, etc.

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Partiendo de esta hipótesis y volviendo la mirada al Oriente'

es evidente que no podemos oponer a esa figura Ia sola demanda de

autonomía. Más aún tomando en cuenta que esta reivindicación, si bien

ha sido la más referida, ha sido remplazada por otras reivindicaciones en

momentos específicos:los dos tercios, el modelo cruceño de desarrollo,

el federalismo, la libre empresa, la producción regional, etc. ¿Qué se

ha mantenido constante en el discurso populista cruceño? ¿qué es lo

que está en la base de todas esas reivindicaciones? El "ser cruceño"

es, en este caso, el contenido parcial que permite totalizar este campo

popular. Este hecho no está reñido con la apelación a otras regiones(la Media Luna): es característico de los movimientos populistas esta

tensión entre la identidad originaria, el núcleo de la identificación, y su

tendencia ala expansión en un intento por ampliar su base de apoyo.

En efecto, el "ser cruceño" está en la base misma del discurso

regional. Es la categoría que permite justif,car la diferencia de los

cruceños respecto al resto de Bolivia y la consiguiente necesidad de un

régimen administrativo que permita una distinción formalypráctica. Es

el principal argumento del discurso identitario y del discurso histórico,

que identifica al p.roceso de Ia Revolución Nacional (con la Marcha

hacia el Oriente y la mayor presencia del Estado en las legiones) como el

momento de ruptura definitiva con aquella sociedad cruceña tranquila

y bucólica, donde los conflictos tenían sus propias vías de solución sin la

intervención de aquel agente extraño que llega desde LaPaza2'El "ser cruceño" como elemento totalizante del fenómeno populista

cruceñoa3 marca su impronta en la política regional: a partir de un

42 Waldmann (2005) sitúa el punto de quiebre en la década de 1950: "EI cambio social ycultural que se produce luego es ei más dramático, intenso y acelerado que la ciudad havivido deide su fundación. Introduce un proceso de modernización que irrumpe e inundala cultura cruceña con la intensidad de un tsunami."Estos cambios implican movilidad espacial, movilidad social, un cambio drástico en elestilo devida, de cáracterísticas artesanales primero, haciatecnologíasmodernasyregidaspor eI mercado después. El aparato estatal, que también se hace prgsen-te en esta época,introduce la experiencia del concepto de'organización', propio del ámbito burocrático.Otro cambio ciucial ocurre en el ámbito del bien común, "es decir de infraestructuraurbana, como educación y salud, antes solucionado de manera personal, basándose enredes de asistencia y responsabilidad familiar, caridad y fllantropía, administrada poruna oligarquía que de forma más o menos altruista y formalizada se hacía cargo de losaspectoi inlraesiructurales, hoy en día es organizada por el Fstado a través de impuestosy sus representantes regionales", explica el investigado

43'El populismo juega constantemente a ese movimiento pendular entre. representar sólou ,rñu putt" (los ciuqgños) y romper su deflnición original fundacional para ampliar sumarco representativo (la iniciativa empresarial, la Media Luna, el Oriente).

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Un oueblo eminente

discurso histórico que no reconoce conflictos internos en el pasado, el"ser cruceño" encarna una positiuidad casi absoluta, lo cual lo hace muyatrayente, pero al mismo tiempo lo ancla en el pasado. El "ser cruceño"como un modo de ser heredado de nuestros abuelos, expresión de unaplenitud perdida. De esta forma, el proyecto político cruceño es másdefensivo que propositivo, tal como sostiene Fernando Prado (2009):

Los grupos más radicales corresponden a los ligados con lapropiedad de la tierra, (...) y los grupos cívicos de clase media,desligados de la actividad productiva y administrativa, pero muymovilizados por temas de reivindicación cultural y de "formasde vida".aaPor todo lo anterior, en los hechos, la lógica de estos movimientosregionales autonómicos es de preservación, conservación yampliación de su propio poder regional, frente al poder políticonacional. Se presentan pues como movimientos políticamenteconservadores, aunque apelan a la modernidad que implica unaeconomía glob alizada.as

El "ser cruceño", al devenir una parte que funciona como eltodo, asume el rol de universalidad y se constituye como el locus delahegemonía regional.

' En términos de nuestro análisis: no existe ninguna universalidadque no sea una universalidad hegemónica. Sin embargo, hayalgo más: (...) no hay nada en la materialidad de las partesparticulares que predetermine a una u otra a funcionar comototalidad. No obstante, una vez que una parte ha asumido talfunción, es su misma materialidad como parte la que se vuelveuna fuente de goce. Gramsci formuló su argumento políticoen términos similares: cuál fuerza social se va a convertir en larepresentación hegemónica de la sociedad como un todo es elresultado de una lucha contingente; pero una vez que una fuerzasocial particular pasa a ser hegemónica, permanecerá como talpor un periodo histórico. (...) Con esto logramos una explicacióncompleta de lo que significa investidura radical: el hacer de unobjeto la encarnación de una plenitud mítica. El afecto (es decir,

44Prado,2009. p. 19.45 ldem. p. 21.

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el goce) constituye Ia esencia misma de la investidura, mientrasque su carácter contingente da cuenta del componente "radical"de la fórmula.a6

Casi al filo de este trabajo, salta la pregunta ¿y cuándo terminaesta polarización, esta simplif,cación del espacio político? Parabuscar respuestas, debemos recordar que la fractura social es unade las condiciones que posibilitan la expresión de la lógica populista.La superación de esa fractura social nos obliga a estirar la mirada aun mediano y largo plazo, dentro del cual la posibilidad populista semantendrá siempre latente. Sin embargo, en lo que hace a la dicotomÍaactual, ambas corrientes dependen de la permanencia de sus respectivascadenas equivalenciales de demandas y de una frontera más o menosclara e identificable.

En el caso del gobierno, la gestión pública que debe encararIe impone el desafío de satisfacer las demandas a través deIos canales institucionales, que por naturaleza debilitan lacadena equivalencial al tener que atender cada demanda en suespecificidad y no en su generalidad de cadena equivalencial.En el caso del movimiento regional, la necesidad de pactar conel gobierno para lograr algún resultado en la lucha política, lepone ante el desafÍo de que esos pactos sean entendidos como laanulación de Ia frontera que Io separa del enemigo, tal como losdiscursos radicales regionales se empeñan en reprochar.

Este extremismo cruceño, que busca impedir la negociacióncreando situaciones que hagan imprescindible Ia entrada en campo desus 'fuerzas de choque', y que reduce la lucha política a la lucha en lascalles, tiene raíces antiguas, en las luchas cívicas que dieron predominioideológico y cultural en el oriente a la Falange Socialista Boliviana,influencia que aún hoy es fuerte en algunos grupos de la sociedadcruceña, no como estructura partidaria, sino como persistente ideologíao mejor'actitud' política. (...)

El grupo cruceñista radical, en manos sobre todo del capitalligado a la tierra, de políticos de partidos que perdieron vigencia, deintelectuales de clase media de ideología voluntarista y emocionaly de grupos de choque o 'activistas', ha embestido duramente en los

':46 Laclau, op. cit. p. 148.

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Un pueblo eminente

".i

últimos días contra la línea política conducida por el equipo prefecturaly algunos sectores productivos modernos, línea política que consideranpeligrosa y derrotista.ai

Habiendo recurrido a la teoría populista planteada por Laclau,hemos visto cómo aspectos claves de la lucha política boliviana actual,como la indefinición entre movimiento social o política formal, lapolarÍzación, la amplitud de los conceptos simbólicos, la aparenteirracionalidad, no son elementos accidentales, anecdóticos ni separables,sino que son todos parte de una lógica política y de una forma específicade alcanzar hegemonía.

La teoría populista nos permite encontrar un sentido ordenadorexplicativo del mapa polÍtico actual, el cual deja de parecer una "cosa delocos", y también aclara un elemento crucial, cual es el contexto históricode confrontación que favorece la conformación de movimientospopulistas: la sociedad fracturada, característica ésta que paraZavaletaya estaba perfectamente clara.

(...) aquí sí que unos hombres mueren como perros para queotros hombres coman como cerdos. Ésta es la patria de lainjusticia social, y, si no fuera por sus masas, sería mejor que noexistiera Bolivia. Sociedades como Bolivia (...) están condenadasentre otras cosas por la depravación de la desigualdad entre suspropios hombres.as

47'Atrapados por los extremos"4SZavaleta, op cit . ,39 -40.

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Fernando Prado, publ icado en El Deber 01.04.2009.

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Identidad étnica v democracia en IaBolivia contemporánea

La reivindicación de identidades étnicasbajo la lupa de la democracia

Moira Zuazor

Introducción

En la discusión sobre las identidades colectivas, su importancia y surelación con los derechos individuales existen varias escuelas conposiciones polares y contrapuestas dependiendo del aspecto que setoma como eI más importante para la clasif,cación.

La clasificación más conocida es la división entre la escuela"comunitarista" versus la escuela "liberal" . No retomo la discusión entreestas dos escuelas por que el criterio de división que las separa es el de lamayor importancia valorativa otorgada al individuo o a la comunidad,en cambio propongo utilizar el criterio histórico para clasificar, porser más adecuado para pensar "sociedades divididas" cual es el casode Bolivia, o de la India o de Pakistan, o de Guatemala, o de Perú o deEcuador, por citar algunos ejemplos.

Por esta razón en este estudio en base a un enfoque histórico declasificación me circunscribo al debate entre la perspectiva "esencialista"y la perspectiva "constructivista" y desarrollo un ojo sensible para lacuestión del efecto político de polarización y promoción /emergenciade laviolencia.

La perspectiva "esencialista" multicultural2 para abordar eI temade la identidad étnica y culturai parte del supuesto de que la identidad esalgo dado, estrictamente natural y que,por tanto se descubre (Maclntire.

I Politóloga. Investigadora del tors y docente de la carrera de Ciencia política en la uvse.2 Nota: Desde un enfoque histórico, la perspectiva esencialista esta en la base de la escuela

"comunitarista" antes ilencionada.

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ldentidad étnica y democracia en la Bolivia contemporánea

A Sandel,M, Taylor.C, Walzer M; pero también Huntignton 1996, Lijphart,1977). Una segunda perspectiva que denominaré "constructivista" partede la constatación histórica de que la identidad es un proceso dinámicoy por tanto cambiante en el tiempo, es decir que las identidades seconstruyen y están influenciadas por el contexto histórico, político ysocial (Sen, 2007) y este es elemento de primera importancia al momentode sacar conclusiones políticas y sociales, y aI momento de diseñarpolíticas públicas a partir del análisis de estas realidades.

La libertad de elegir la identidad cultural es un derechodemocrático básico que explica la reindigenizaciónidentitaria en los países andinos

Un punto de partida importante para las sociedades andinas, en quegran parte de la población tiene raíces indígenas, es ia importancia dela cuestión de las identidades étnico culturales y su reconocimiento enlos diferentes planos.

A partir de este punto de partida la pregunta es: ¿Cual es el lugarpolítico, social e histórico para las identidades étnico culturales que reflejael proceso histórico de las mismas sin construir un artiflcio ahistórico.

A partir de la década del B0 los países andinos viven un procesode reindigenización identitaria que no casualmente se asocia al procesode redemocratización de estas sociedades. Es decir que este proceso dereindigenización identitaria es impensable sin la presencia de un ámbitoabierto de circulación e intercambio discursivo, es decir que la vigenciadel derecho a elegir la propia identidad permite y explica hoy el procesode cambio identitario y la propia presencia de identidades indígenas.

Cuando planteamos la existencia de libertad de elegir este criterio,seria también ahistórico si planteamos la existencia de una libertad deelegir absoluta, pues nunca esta elección se hace desde un no lugar, esdecir que toda libertad de elección esta siempre constreñida por ciertoslímites, de hecho no podemos elegir cualquier identidad, sin embargo,si hay alternativas, hay elección (Sen, 2007).

Desde una perspectiva de contexto concreto vemos que el rol quecumple laposibilidad de elegir es un rolfundamental paralademocracia,es decir sin la vigencia del derecho a la libertad de elegir estamos anteun escenario de clausura de la democracia ya que sólo la preservación

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de este derecho permite la presencia y el resguardo de diferentesidentidades, incluso contradictorias en una misma persona y resguardala posibilidad del cambio identitario, tan importante especialmente sipensamos en los jóvenes.

EI momento de ejercer la libertad de elegir vemos que estáninvolucrados dos niveles. Porunaparte se tomanencuentaqueidentidadesson relevantes y, en segundo lugar, elegir es también jerarquizar Ia

importancia relativa de cada una de las identidades en cuestión.

La afiliación singular como una forma de reduccionismoantidemocrático y el "constructo indígena originario"

La cara opuesta del derecho a la libertad de elegir la identidad es la

imposición de una afiliación singular. Mirando el tema desde unaperspectiva histórica vemos que la af,liación singular es una vieja

estrategia política, clasificar a la sociedades en dos partes opuestaspermite polarizar y dividir a las sociedad. El viejo Marx ya Io hizo en

el siglo xx reduciendo la sociedad a la oposición entre trabajadoresvs. empresarios restando importancia a todo lo que se ubicaba entre

estos dos segmentos, pero fundamentalmente negando la diversidadinherente a cada individuo.3

El problemano eslapertenenciaidentitaria que es legitimay digna

de reivindicar como parte de los derechos democráticos del individuo,

el problema es la reducción y desconocimiento del ser humano como

un una persona con diversas identidades que cambian de acuerdo a

diferentes contextos. El problema es negar el hecho histórico de que

en contextos distintos las diferentes personas reivindican diferentesafiliaciones y su derecho a ello.

Reducir la persona a una dimensión única transforma la sociedad

democrática en tanto"conjunto de ciudadanos" en una "federación de

colectividades étnicas" y esto lleva a la violencia. La ya clásica tesis

de Samuel Huntington de "El choque de civilizaciones", parte de unaclasificación civilizatoria que reduce a la persona a una dimensión,Ieimpone una identidad como la única, en contracorriente de la historiaque nos muestra que las identidades son cambiantes pero además que

3 Nota: Incluso Carlos Marx en la "CrÍtica al programa de Gotha" desde una perspectiva

autocrítica planteabqque ver a los trabajadores solo como trabajadores ignorando su

diversidad como seres humanos era un error'

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estos cambios obedecen al cambio de contexto: El mejor ejemplo deello son los recurrentes conflictos en la región que hoy conocemoscomo Pakistan4.

En Bolivia el Censo Nacional de Población y Vivienda 2001 es elreferente empírico más importante para el debate sobre las identidades.Este instrumento en cuanto hace ai establecimiento de la identidadétnico cultural se desarrolló en base a dos estrategias: por una partecoartar la libertad de elegir la identidad étnico cultural y por otraparte promover la afiliación singular a través del constructo "indígenaoriginario". Este tema será el núcleo del análisis que sigue.

La pregunta 49 del Censo 2001 decía: "¿Se considera pertenecientea al$uno de los siguientes pueblos originarios o indígenas: Quechua,Aymara, Guaraní, Chuiquitano, Mojeño, Otro nativo, Ninguno? Através de este mecanismo se logró polarizar al conjunto de la sociedadboliviana entre un 62 Vo de indÍgena originarios (acá esta la afiliaciónsingular) frente a un 33 % de ningunos, es decir, se logró Ia división de lasociedad boliviana en dos polos: Indígenas vs Ningunos. La promociónde una afiliación singular solo fue posible a través de dos ejerciciossimultáneos: por una parte crear el constructo "indígena-originario" quedesconoce las diferentes identidades que estaban en la propia preguntadel censo y, por otra parte, a través de Ia anulación y desconocimientode la identidad mestizo, lo cual es una forma de coartar Ia libertad deelegir la identidad cultural.

Como bien dice el antropólogo Xavier Albo la identidad mestizaes una identidad comodín, es el espacio de libertad étnico culturalcontextual, el espacio de identidad en movimiento que reivindica elindividuo y que le permite reflejar la dinámica de su propia historia.

En la Asamblea Constituyente el constructo identidad indígenaoriginario que emerge del Censo 2001 adquiere un elemento más, en eltexto de la nueva cpe boliviana veremos un nuevo constructo "indígenaoriginario campesino" que desconoce la particularidad de indígenasde tierras bajas fundamentalmente, pero este es un elemento que notocare en este estudio.

4 Nota: Fue un conflicto religioso identitario el que llevo a la separación de Pakistan de IaIndia.posteriormente en esta misma región un conflicto nacional identitario llevo a lafundacitin de Bangladesch. Co¡no sabemos aún hoy Pakistan esta sumida en situación deviolencia iror cuestiones de identidad religiosa.

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F,l62To de indígenas que establece el Censo 2001s en Bolivia es unode los datos más importantes en el debate sobre reforma del Estado ypone en el centro del tapete la cuestión de la condición indÍgena y elmestizaje. El presente estudio fija algunos puntos respecto al tema,en diálogo con tres estudios: Por una parte el texto de Molina y AlboGama étnico lingüística de la poblacíón boliuiana, por otra parte el textoAuditoria de la Democracia. Informe Boliuia 2006 de Seligson , Moreno,Schwarz y otros y finalmente el texto de verdeso to y zuazo Institucionesen boca de la gente. Percepciones de la ciudadanía bolíuiana sobre políticay territorio.

El libro Gama étnica y lingüística de la población boliuiana deRamiro Molina y Xavier Albó es una relectura del problema de lacondición étnica lingüística de la población boliviana a partir de lareinterpretación de los datos que brinda el cupv 2001. Las preguntasobjeto de esta relectura son: Autopertenencia, idioma que hablahabitualmente, dentro de esta pregunta: sabe o no sabe castellano; eidioma en que aprendió a hablar.

El texto explícitamente busca subsanar el error de leer la realidadétnica boliviana desde una perspectiva dicotómica, que parte de lapregunta; "ser indígena versus no ser indígena" que habría sido Iaperspectiva teórica de interpretaciones previas de los autores, peroque fundamentalmente fue la perspectiva que definió el diseño de lapregunta 49 de Autopertenencia del Censo 2001.6

Hablando de la condición étnico lingüística de la poblaciónboliviana los autores plantean: "...este tipo de realidades muchas vecesno pueden zanjarse en la vida pública y menos en la toma de decisionescon etiquetas tajantes que def,nan "es" o "no es" Molina;Albó.2006:2Ssin embargo de este recaudo explicito la perspectiva dicotómica no lograser superada por los autores.

Con el objetivo explícito de superar el corte dicotómicoyde aportarcon nuevos instrumentos para el debate sobre cambio y reforma estatalIos autores proponen dos nuevos instrumentos: la barra cnr (Barra parala medición de la condición étnico lingüística) y et srcnr (sistema deinformación geográfica étnica lingüística).

c¡¡pv200I (Censo Nacionai de Población y Vivienda 2001)ct¡pv200l Pregunta 49. ¿Se considera pertenenciente a alguno de los s iguientes pueblosor ig inar ios o indíge{r"as Quechua, Aymara, Guaraní, Chuiqui tano, Mojeño, Otro nat ivo,Ninguno?

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La barra cEL es un índice combinado para deteiminar la condiciónétnico lingüística que se construye en base a cuatro variables contenidasen la preguntas del cNpv200l, I. Pertenece o no a puebio indígena,2. HabLa o no lengua indígena, 3. Habla español o no, 4. Aprendió ahablar en lengua indÍgena o no.

La barra cEr podría ser un instrumento útil para acercarseal conocimiento de la realidad boliviana si y sólo si la pregunta deautopertenencia del cNpv 2001 hubiera incluido la opción mestizo.

Sin la opción mestizo Ia barra cEL es un instrumento de distorsiónde la realidad boliviana que por una parte invisibiliza a los mestizosen un arcoiris de particularidades, y por otra parte invisibiliza a losindígenas y sus problemas reales de exclusión económico social.

El srcsr o sistema de información geográfica étnico lingüísticopermite elaborar mapas temáticos con la información de la condiciónétnico lingüística a nivel del país, de sus departamentos, de lascircunscripciones uninominales y de ios municipios. El objetivodei srcar es el de identificar con precisión las diferencias étnicas porautopertenencia y condición linguistica, y sus grados y en base a ellopermitir clasificar Ia condición étnico lffigüística de cada espacio polÍticoterritorial, es decir, su objetivo es el de poder clasiflcar "técnicamente" auna circunscripción uninominal o a un municipio de "indÍgena", comose ve la perspectiva de trasfondo continua siendo dicotómica y política

Ambos instrumentos tienen como finalidad servir de instrumentosy argumentos técnicos para objetivos de redistribución poiítica yterritorial del poder en base a criterios étnicos, así como para el diseñode políticas publicas en distintas áreas.

En diálogo con el texto fijaré algunos puntos o interrogantes quedebieran ser profundizados en el debate de la cuestión.

La pregunta de autopertenencia sin la opción mestizo inivisibilizaa los indígenas, pues no permite diferenciar a aquellos que cumplenplenamente la condición étnico lingüística indígena, es decir, pertenecea un pueblo indígena, habla, aprendió a hablar y no sabe castellano,grupo de la población que muy probablemente (el estudio no brindaesta información) presenta una brecha entre indígenas y mestizos enlos indicadores para medir integración: educación salud, ingresos. Locual nos estaría mostrando la necesidad de políticas de discriminaciónpositiva a favor de estos grupos en pos de su inclusión social.

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AI inicio y en las conclusiones del texto los autores reconocen Ialimitación de la perspectiva dicotómica pero sin embargo la ausenciade la opción mestizo en la pregunta de autopertenencia determina quela barra cEL se diluya en un sinnúmero de colores lo que en realidad estáocultando la presencia de una unidad expresada en la declaración depertenencia al grupo mestizo.

ser o no indígena es algo que debe mirarse y medirse desdediversos ángulos que, al compararse y combinarse, no producenuna clara disyuntiva dicotómica (o es indígena o no lo es) sino másbien una gama de situaciones mas o menos indígenas (Molina yAlbó,2006:37)Un punto central de este enfoque es que supera la anterior visióndicotómica según la cual o se es indígena o no se es. La condiciónindígena aparece ahora como parte de un continuo en el que sepuede estar mas cerca o lejos de cada uno de los dos polos (MolinayAlbó,2OO6:237)

La presencia de esta citada gama de situaciones indígenas,este "más o menos indÍgena" deja a gusto de los intelectuales elestablecimiento del corte de retorno a la visión dicotómica que era elobjetivo fuerte de la pregunta 49 del censo, lo cual es poco serio si enbase a estos datos pretendemos rediseñar la estructura ter¡itorial delEstado o queremos def,nir un proyecto de redistribución de los espaciosyniveles de decisión en Bolivia:

Es siempre posible hacer cortes dicotómicos, de acuerdo a laconveniencia. En el texto se analizan cuatro posibles criterios decorte. (Molina yAlbó, 2oo6:237)

El problema central es que la ausencia de la opción de identidadmestizo es precisamente la negación de las gradaciones que se buscareflejar con Ia barra cEL y es precisamente a partir de estas gradacionesque se construye de forma positiva una nueva identidad incluyente quetiene sus propios caracteres incluso en el campo de la cultura política.campo en el que el mestizo muestra mayor apertura a Ia modernidad ya la democracia cemo lo mostraré más adeiante.

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Partiendo de una contradicción

Una de las causas por las que no se logra superar la perspectivadicotómica es que el punto de partida es contradictorio ya que se buscaleer los matices, la gradualidad en la búsqueda de lo absoluto:

La motivación central del presente estudio es comprender mejo¡a partir de los datos recogidos en el Censo Nacional 2001, bajoque criterios y en que condiciones y situaciones diferenciadassectores de la población boliviana pueden ser categorizados comoindígenas o no indígenas (Molina yAlbó, 2006: 19)

Lo mestizo: identidad positiva, escapatoria o falso debate

El argumento fuerte del texto plantea que "lo mestizo no es unaidentidad positiva sino una "escapatoria", "refugio" y una etiquetagenérica dada por otros.

Esprobable que eltérmino aparentemente mas neutro "mestizo"seatambién en gran medida un efecto del mismo carácter peyorativodel término "indígena" y, por tanto, puede funcionar más comouna escapatoria que como una identidad positiva, al menos enpaíses como Bolivia, Perú y Ecuador ( Molina yAlbó,2O06:24)

'mestizo'- viene a ser como una carta fácil o comodín a la quetodos recurren sin comprometerse ( Molina yAlbó, 2006:33)

...,tampoco parece útil la categorÍa genérica mestizo que es unfácil refugio con poca utilidad analítica ... Lo fundamental quecon tal categoría se pretendía captar aparece ya de una maneramucho más precisa y gradual en los distintos niveles de la escalacar ( Molina yAlbó, 20O6:240)

Poner en duda la identidad "mestizo" y plantear que ésta no es unaidentidad positiva es coartar la libertad de elegir la propia identidad, portanto, es poner en cuestión el argumento que es núcleo de la variableautopercepción como base para la definición de la condición étnica.

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Como bien se argumenta alo largo de todo el estudio, el núcleo parala definición étnica es la autopercepción, que es un criterio circunscritoestrictamente a la conciencia del individuo, es decir, un criterio dejadoa la entera y absoluta libertad del entrevistado, más allá de si la personahabla el idioma indígena o no, más allá de si la persona aprendió ahablar en lengua indígena o no, más allá de si la persona vive o no en sulugar rural de origen, más allá de si la persona habla o no el castellanocomo puerta a lo otro cultural, más allá de todos estos criterios duros,es decir empíricos, el punto de anclaje fundamental es si la persona sesiente o no perteneciente a un grupo. Y si descalificamos una formade pertenencia porque a algunos intelectuales les parece que no es laidentidad políticamente correcta y por tanto la borramos como opción,estamos ante un caso de coacción de la libertad de autoidentificaciónétnico cultural.

Negar la opción de identidad mestizo es negar al individuo laposibilidad de reconocer como su identidad la gama, ser mestizo estener mas - menos raíces indígenas pero participar al mismo tiempo dela bolivianidad de la modernidad y de los valores occidentales.

La cuestión de la pertenencia étnicade los menores de 15 años

Un otro elemento que llama la atención en el estudio es el error en queincurren los autores al no tomar en cuenta los datos del cNpv2001 aIestablecer la autopertenencia (pertenencia inferida) para los menoresde 15 años. Este es un error de relativa magnitud dado que la poblaciónmenor de 15 años alcanzaa|3gTo del total de población.

El dato que no se toma en consideración a momento de inferir laauto pertenencia es que el Censo constata que de los 30 años para abajo laautopertenenciaindígenase reduce. El supuesto del que partelainferenciaes que esta tendencia deja de operar para los menores de 15 años.

Es también importante anotar que en la construcción de la barracEL no se toma en cuenta el criterio migración, aunque a lo largo delestudio queda clara la importancia de esta variable en el proceso decambio cultural e identitario.

A partir del texto de Molina y Albo la pregunta que debemosplantearnos los bo!-vianos en el ámbito del debate público es si la base

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del rediseño estatal y del diseño de políticas púülicas debe ser unavisión dicotómica: "ser o no ser indígena" o si, por el contrario, el puntode partida debe ser la apertura a la libre expresión de la percepción depertenencia a la comunidad boliviana sin ignorar los grandes desafíosen el camino de la construcción de una sociedad que promueveinte¡culturalidad e integración simultáneamente.

Como Albó y Molina plantean que el principal indicador para laescala étnico lingüística es la autopercepción, donde deberá incluirse laopción mestizo, lo que nos mostrara un nuevo cuadro donde los que sesienten parte de lo indígena y, al mismo tiempo, parte de la comunidadboliviana encuentren la casilla en la que se vean reflejados sin tener querenunciar a los matices y a la pluralidad que caracteriza asu identidad.

Lo que nos muestra el texto es que solamente los que hablan deforma exciusiva la lengua nativa viven una condición indígena que seadecua a la pregunta de partida: ser o no ser.

Las otras curvas que nos presentan, especialmente la de losbilingües nativo y castellano, nos muestra más bien un excelente retratode cómo ocurre el proceso de mestizaje en el país y como es producto deuna opción tomada por los padres para sus niños en principioT y en quemomentos este proceso se acelera.

La pregunta por la pertenencia como se planteó en el cNpv2001nos está mostrando el reconocimiento del origen y un orgullo por elorigen como una de las caracterÍsticas del grupo mestizo, pero no unacondición indígena.

Alo largo del estudio los autores constatan el recorrido del procesode cambio de la identidad indígena exclusiva y de formación de identidadmestiza plural como un proceso que muestra varios elementos: Esuna opción de los padres para sus hijos con la promoción del transitodel monoiingüismo en idioma indígena al bilingüismo compuesto deidioma indígena y castellano. Es un proceso reforzado por Ia migracióncampo-ciudad, es un proceso que se refuerza por la vida en la ciudadcomo centro de irradiación cultural, y finalmente es un proceso quetiende a ser más fuerte entre los más jóvenes. Este proceso es visto porlos autores como una pérdida, como un peligro y como una amenaza yno como un hecho histórico, parte de un proceso de cambio.

7 Ver: Molina y AIbó 2006:172

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...si en determinadas situaciones y momentos el idioma puedeser un referente muy importante de la propia identidad étnica,cuando aquel se va perdiendo no necesariamente arrastra trasde sí a la identidad y a la conciencia de pertenencia que entoncesparece sustentarse en ot¡os vínculos y consideraciones. (Molina yAlbo,2006:173)

Incluso en la región andina debemos distinguir dos situacionesdistintas. La diferenciación entre lengua y pertenencia es pocaen las comunidades rurales pero empieza a jugar un rol mássignificativo en quienes han pasado a vivir en la ciudad, sobretodo si llegaron a ella de niños o nacieron allí. (Molina y Albo,20O6:.L82)

A partir del estudio de los datos los autores perciben la necesidadde establecer las diferencias entre los indígenas rurales dondeautopertenencia y lengua se fortalecen mutuamente junto al hecho deIa ausencia de migración, de aquellos a los que sin lengua y habiendomigración de por medio les atribuimos la condición indígena en base ala negación de la identidad mestizo.

En otras palabras el tránsito del monolingüismo en lengua nativaal bilingüismo en lengua nativa y castellano parece que a la largaconduce también al monolingüismo en esta lengua y finalmentea la pérdida de la identidad. Pero esto último es algo más lento yseguramente tiene que ver también con el transito del campo ala ciudad. Esta constatación muestra que los crecientes esfuerzospúblicos y polÍticos por revalorizar la lengua, cultura e identidadindígena siguen yendo contracorriente frente a esta tendenciaprevalente, derivada sin duda de la persistencia de una sociedadneocolonial discriminadora y últimamente también de losprocesos de urbanización en un contexto cadavez más global. Lapregunta siguiente es qué esfuerzos ulteriores deben emprendersepara que las políticas arriba mencionadas lleguen realmente arevertir el proceso dominante. ( Molina yAlbó, 2006:196)

Constatamos en la cita que un punto de partida del estudio esuna visión normativa y por tanto no analÍtica de la realidad, ya que elproceso de cambio-de identidad indígena a una identidad mestiza de

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raízindígena es visto como una "pérdid.a" que au tlgu. a una situaciónque "debe revertirse" y no como un proceso de cambio y construcción deuna nueva identidad, como por otra parte ocurre y ha ocurrido siempreen todas las sociedades.

El otro elemento que cabe resaltar es que Ia pregunta deautopertenencia sin Ia opción mestizo significa inducir al entrevistadoa reconocer una sola dimensión como la integralidad de su identidadocultando las otras esquinas. La barra c¡r de Molina y Albo es unafotografía del mestizaje boliviano, que al no permitir nombrar lo mestizoplural invisibiliza como identidad aquello que retrata en sus contornos.

El libro de Seligson, Moreno, Schwarz y otros Auditoria de laDemocracia. Informe Boliuia 2006 nos permite abordar dos nivelesimportantes en cuanto al debate sobre identidad indígena y mestizajeen Bolivia. Por una parte la base de datos de Seligson contiene la mismapregunta del cxpv2001, es decir, autopertenencia sin la opción mestizoy contíene otra pregunta con opción mestizo, es decir, que nos permiteanalízar las respuestas de los entrevistados y compararlas.

Con estos autores podemos recuperar también unavisión temporalpues compararemos los resultados de la encuesta 2004 y de la encuesta2006 . Los datos de la encuesta 2004 son levantados poco después de lagrave crisis de octubre del 2003 y la base del datos del 2006 es levantadapoco después de la resolución de la crisis con el triunfo delsLvo en urnasde Evo Morales y el trns.

La primera pregunta de contexto que me planteo para la lecturaes ¿Qué ha cambiado entre eI2004y eI2006? Lo que se puede constatares que la población percibe que ha habido un proceso de ampliación dela democracia y Ia legitimidad del sistema político muestra un procesode reconstitución.

Porunaparte crece el apoyo alademocraciaypasamos aunTolugarde los países estudiados cuando en anteriores encuestas estábamos enel nivel más bajo o segundo más bajo.

En segundo lugar vemos que la confianza en las institucionesse incrementa en I0 puntos respecto al20O4 y se incrementa tambiénla percepción de Bolivia como un país democrático y el grado desatisfacción con la democracia de forma considerable.

Por otra parte en estas dos tomas que distan dos años en el tiempose constata que la identidad es un proceso vivo que ocurre en el ámbito

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cultural y político. En este sentido es un espacio de libertad que requiereser reconocido en el ámbito político y normativo.

Otro elemento que habría cambiado del 2004 aI 2006 es que seincrementa el orgullo de ser boliviano, identidad con la nación bolivianay la presencia de valores comunes, que el Zo} yaveíamos, pero hay unfortalecimiento de esta percepción.

Haciendo una comparación de los resultados de las preguntas

sobre autoidentificación étnica en perspectiva temporal constatamosun proceso de indigenización identitaria en dos niveles: por una parte

crece el número de personas que se identifican como pertenecientes a

algún pueblo indígena en la pregunta sin opción mestizo, pero al mismotiempo crece el número de personas que se identifican con la categoríagenérica indígena u originario en la pregunta con opción mestizo.

En la pregunta sin opción mestizo el censo 2001 mostró un62Tode indígenas, y la encuesta LApop 2006 un7lTo de indígenas en la mismapregunta.

Adiferencia del cNrvque no contiene una pregunta con la opciónmestizo la encuesta r¡pop realiza en los diferentes años una pregunta

estándar con la opción mestizos. De acuerdo a esta plegunta el año2004 los que se consideraron indígenas u originarios fueron el 16%y eI2006 19%.

Elproceso de indigenizaciónidentitaria identif,cado por el estudioarranca entre el 2000 y el2OOZy tiene relación con la indigenización del

discurso político y con la percepción de la cuestión étnica como temacentral de la formación de la comunidad polÍtica como tema de debatepúblico, que es un dato nuevo que emerge a partir de la crisis 2000 -2005 y es también uno de los elementos por los que podemos calificar

esta, como crisis de ampliación de democracia.

...1a proporción de personas que se identifican como "blancas"

ha venido cayendo sostenidamente desde mas de un cuarto del

total de entrevistados hasta poco má de uno de cada 10. Esto es

exactamente lo contrario que viene sucediendo en relación a la

identidad como originario o indígena, cuya proporción se ha

doblado en los últimos 6 años, en una tendencia clara y lineal

desde el año 2000. (Seligson y otros 2006:17)

8 El texto a" t" p.ugrr.tiu es el siguiente: ¿Ud. se considera una persona de razablanca,mestiza, indígena, negra, origina¡ia, ot¡a NS/NR?

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"ÁLa comparación simultanea de las preguntas.con y sin opción

mestizo nos muestra que cuando la pregunta tiene la opción mestizo lamayoría de los entrevistados optan por esta pertenencia. Los mestizosobtienen 6I% eL?oo| y 65% el 2006.

Lo que se constata es que la presencia o ausencia de la opciónmestizo cambia por completo el cuadro de la pertenencia étinica enBolivia, por otra parte también se evidencia que el sentimiento depertenencia es más al grupo étnico lingüístico especifico (quechua,

aymara, guarani, etc) y no a la categoría genérica indígena u originario.Teniendo en cuenta que en la encuesta rRpop las dos preguntas

son sucesivase Si la identidad indígena con un pueblo especifico essentida como excluyente de la identidad plural mestizo la respuesta enla pregunta con opción mestizo es por Ia categoría genérica indígenau originaria. De hecho este grupo que siente una pertenencia indígenaexclusiva que se inscribe en la visión dicotómica "ser o no ser indígena",está presente en las cifras, con un porcentaje menor al20%.

Los datos del estudio de Seligson apuntan al carácter de aperturay pluralidad de Ia categoría mestizo que permite expresar los diferenteselementos identitarios.

El estudio de Seligson nos muestra la utilidad de estudioscomparados para analizar el desarrollo de cultura política, sin embargoen el informe también se hace patente la necesidad de establecer un nuevogrupo de estudio de los países andinos. Laraíz indígena andina estaríaactuando como trasfondo histórico cultural que influencia decisivamenteel desa¡rollo de cultura política. Este grupo de países de estudio estaríaconformado por Bolivia, Perú, Ecuador y Guatemala como caso de controlpor la importancia de la cuestión étnica en este país.

En términos de desarrollo democrático pareciera que en paísescon raíces indígenas mayoritarias la colonia afecta determinandocaracteres propios de la cultura poscolonial. Habrían rasgos señorialescomunes que obstaculizan el desarrollo de la igualdad como valor socialy esto afecta al desarrollo de cultura democrática.

En esta línea un hallazgo importante de la encuesta t¡pop 2006 esque el sistema político es más legitimo para los que se autoidentificanindígenas respecto a años anteriores lo cual probablemente tienerelación con la asunción a la presidencia de Evo Morales, actor de clararaízindigena.

9 Primero se planteó Ia pregunta con opción mestizo y dos preguntas después la preguntasin opción mest izo.

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Un otro aporte son las preguntas sobre discriminación en que laencuesta establece que los que aprendieron a hablar en lengua indígenase sienten mucho mas discriminados que los que aprendieron a hablaren español; por otra parte establece también que el que se sientediscriminado no apoya al sistema democrático y tiene menores nivelesde tolerancia política.

En el estudio 2004 Bolivia se mostraba que a diferencia de losdemás países de América latina estudiados, el nivel de educación másalto en Bolivia no elevaba el nivel de tolerancia política de las personas.

En el estudio 2006 se muestra que mayores niveies de educacióncorresponden también a mayores niveles de tolerancia política.Esto nos estaría hablando de una incoherencia o quizás aquí habrÍaque preguntarse por el efecto de la crisis en el desarrollo de culturademocrática, pero esto queda también como una interrogante.

Los datos de Ia encuesta muestran una suerte de incoherenciade acuerdo a una comparación internacional, pues se presentansimultáneamente bajos niveles de confi.anzainterpersonal y sin embargoniveles altos de capacidad asociativa. En esta pregunta de capital socialtambién se puede establecer la necesidad de profundizar el debate puesen sociedades multiculturales la presencia de capital social, por losdatos empíricos pareciera no traducirse en apoyo al sistema, sino quefunciona más bien como en comportamientos estancos sin capacidadde tender puentes. La confianza que se exporta a niveles más generalesse traduce en apoyo a instituciones más generales y esto pareciera noocurrir en segmentos no integrados.

Amanerade dibujaralgunas conclusiones enlo que sigue dialogarécon el texto de Luis verdesoto y mío Instituciones en boca de Ia gente.Percepciones de la ciudadanía boliuiana sobre políticay territorio.

Un factor determinante en la conformación de la comunidadpolítica es la cuestión étnica y su resolución. Por esta razón ésta es unapregunta central para Ia consolidación de la democracia en los paísesandinos y un tema que requiere la apertura de un nuevo acápite en losestudios sobre democracia.

En la pregunta LApop 2004 con opción mestizo si nos preguntamosdesde la perspectiva dicotómica de Molina y Albó quiénes son y quiénesno son indígenas tenemos que entre indígenas B,4gvo más originarios7,I3To tenemos un 16% de indígenas. En el otro polo no indígena

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ldentidad étnica y democracia en la Bolivia contemporánea

tenemos un l9,44%oque se autodefine blanco. Entre'los indígenas y losno indÍgenas por autopertenencia se encuentra la autoidentificaciónmestizo, que como vemos por las cifras correspondería a todos losmatices más allá de los dos polos de la crr de Molina y Albó.

La conclusión de la comparación de las dos preguntas es que laausencia de la opción mestizo restringe al entrevistado la posibilidadde reconocerse en lealtades y pertenencias plurales y de esta formainvisibiliza la "comunidad imaginada boliviana" que es esta identidadplural mestiza de raizindígena.

En la comparación de las dos preguntas con opción mestizo y sinopción mestizo constatamos que en Bolivia habría un proceso de flujode identidades lo cual va a ser reconfirmado por el estudio de Seligson2006, es decir que este es fundamentalmente un proceso en movimiento,pues quienes en la primera pregunta se autoidentifican como mestizosen Ia siguiente pregunta no tienen ningún problema en declarar supertenencia a uno de los pueblos indígenas.

No ocurre lo mismo en los que se autoidentifican como blancos,que sólo en un pequeño porcentaje enlapreguntapor identidad indígenaespecifica se consideran pertenecientes a uno de los grupos.

La mayoría del grupo mestizo muestra una situación de flujode identidades y reconocimiento abierto de pertenencia a un grupoindígena especifico y al mismo tiempo pertenencia a Ia comunidaddiversa: "lo mestizo". Pensando desde Zavaleta Mercado, en este espacioestaría anclado lo nacional popular en Bolivia y pensando con FernandoMayorga, éste sería el nicho de la integración nacional.

La autoidentiflcación mestiza es incluyente y plural como por lodemás ya 1o plantearon Molina y Albó aI plantear que es una "identidadcomodín", como un traje en que la mayoría nos sentimos cómodos, esentonces el pegamento de la sociedad, aquello que nos une.

En la pregunta con opción mestizo el grupo autodef,nido indÍgenapresenta una oscilación identitaria que no participa de la conformaciónpolítica mestiza, en el otro polo la autodeflnición blanca en su mayoríatampoco participa de la conformación política mestiza o comoconstatamos con Seligson 2006, abandonará su pertenencia blanca paraadoptar la pertenencia incluyente mestiza.

Analizando los resultados desde una perspectiva territorial eltexto de Verdesoto y Zuazo identifica una combinación regional a tres

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MoiaZuazo

bandas étnicas que presentan en común la clara mayoría mestiza entodo el paÍs, sin embargo de la af,rmación válida para el conjunto sedistinguen también tres regiones.

La primera la zona de alta identificación indígena y originariaes conformada por Potosí, Oruro yLaPaz en el orden del 30% en supunto más alto, en orden decreciente respectivamente y en relacióninversamente proporcional con el mestizaje, esto es, donde másfuerte es la identificación indígena (PotosÍ) menos presente está laautopertenencia mestiza.

Una segunda banda de autoidentificación predominantementemestiza está conformada por Chuqisaca y Tarija, que presenta los másaltos índices de mestizaje en el orden del70% con una autoidentificaciónblanca en el orden delZ\To, Cochabamba pertenece a la segunda banda,pero se presenta como el departamento de transición hacia el núcleoblanco que es la tercera banda.

La tercera banda está conformada por los departamentos deSanta Cruzy Beni en los que aunque la autoidentificación mestiza es lapredominante como para el resto del país, acá es notablemente más bajaen el orden del57%.En estos departamentos Ia autoidentificación blancaalcanzasus niveles más altos en el orden del30% yla autoidentificaciónindígena los más bajos.

En conjunto tenemos un proceso de transición inacabado entre laconstrucción de mestizaje de liderazgo cultural occidental blanco a unmestizaje de vertiente cultural indígena que es una de las característicasde la crisis que aúnvive Bolivia.

A pesar de que el cuadro general nos muestra una situación generalde conformación de una comunidad polftica mestiza para el conjunto,lo que resalta el estudio es que esta conformación política es al presenteinsuficiente y no logra la conformación armónica de un centro étnicocultural mestizo en base a dos fracasos. Por una parte la imposibilidadde hegemonía cultural mestiza de raíz indígena en el altiplano y, porotra parte, la hegemonía cultural mestiza de raíz occidental blanca enSanta Cruz y Cochabamba.

Dialogando con los textos una pregunta que pende en el aire es:¿Cuáles son los caracteres del grupo mestizo?. En Bolivia la intoleranciaes una de las características más importantes de la cultura política y elprincipal obstáculo para la conformación de un sentido público y para

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ldentidad étnica y democracia en la Bolivia contemporánea

la formación de ciudadanÍa. Al preguntarnos u."r"l de la posición delos mestizos respecto a la tolerancia el texto Instituciones en boca de lagente mosfró fuertes indicios en sentido de que la adscripción al grupomestizo pareciera asociarse con la tolerancia o atenuar la tendenciageneral del conjunto a Ia intoierancia. Por el contrario en el polo opuestose observó que los grupos que se autoidentifican con un grupo indígenao los que se autoidentifican como blancos y que no han migrado son losque más aportan a la conformación de la intolerancia en cada región.

A través de la identidad mestiza eI individuo reconoce comosu identidad y su espacio de lealtades y también lealtades políticoculturales un espacio incluyente piural y no dicotómico. La identidadmestiza parece ser unapertenencia múltiple e incluyente que permitepertenecer, por una parte, a un pueblo indígena y por otra parte a lanación boliviana. Permite al individuo reivindicar para sí sus raícesindígenas y su pertenencia a la comunidad y modernidad bolivianacomo sus mundos de vida.

El segundo elemento que resalta a partir de la lectura del texto esque a pesar de que se afi.rma que ia municipalización (rnr 1994) habrÍasido una medida básicamente rural y que se convierte en eI dique decontención de la legitimidad de,la democracia, cuando se estudiacuales son los sectores que no desarrollan confianza en el municipio seconstata que los que se autoidentificaron como indígenas u originariospresentaron una mayor tendencia a tener poca o ninguna confianza enel gobierno municipal.

Esta constatación llevó al planteamiento de que la presencia decapital social entre homogéneos (indígenas - originarios plenos) tienedificultades para traducirse en confianza institucional que es la basede Ia integración democrática, lo cual por otro lado aparece como unacontradicción no resuelta en las conclusiones sobre capitai social enSeligson, Moreno y Schwarz.

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