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  • EL DESARROLLO URBANSTICO DE LA CIUDAD DE MALAGA

    EL MARCO

    La provincia de Mlaga, 7.276 Km2 de superficie, est situada entre los 36 19' y los 37 17' de latitud. N. Esto es un condicionante de importancia.

    Por otro lado nuestra provincia est cruzada de E. a O. por una cadena montaosa, estribaciones del Sistema Penibtico, sucesin de distintas sierras, que empieza en el extremo oriental por la Sierra Almijara, y sigue de una forma continua, sin interrupciones prcticamente, con distintos nombres y paisajes hasta terminar en el extremo occidental en el complejo sistema que forma la Serrana de Ronda. Este conjunto, que tiene como alineacin principal un gran arco, forma una barrera natural segundo condicionante que al dividir la provincia, va creando unas zonas con unas caractersticas muy determinadas.

    Una de estas zonas, la situada al S. de los montes, es como una gran solana situada entre stos y el mar y bien protegida de los fros del N. Sus caractersticas climticas son excepcionales y no son ms que una consecuencia lgica de ir aadiendo una serie de condicionantes a los ya nombrados, as, desde su latitud y el abrigo de los montes va pasando por la baja pluviometra, los pocos das cubiertos que hay en el ao, las agradables temperaturas y el porcentaje de vientos suaves, para terminar en el grado de humedad del aire. Si reflejamos algunas de estas variables en un climograma, vemos que, quitando dos o tres meses, el resto del ao queda dentro de lo que los hombres han definido como condiciones de confort: "Aqu no llega el fro, ni la nieve y corren apacibles de continuo los martimos zfiros suaves, a recrear los hombres dulcemente". Con estas palabras de Homero termina la descripcin que de este clima hace el "muy humilde servidor Joseph Carrin de Mua, viga del puerto", cuando en 1791 dedica el plano que ha hecho de la ciudad y puerto "al Sr. D. Joseph de Ortega y Monroy y Valenzuela y Pizarro, presbtero" y muchos etcteras ms, despus de haber dicho en su dedicatoria: "Cuyo temperamento no est mui sujeto a los calores del Austro, ni a los fros del N., por lo que es mui dulce y apacible, devindose comparar al de Atica en la Estacin alegre del Otoo. El cielo es claro y hermoso, sereno y despejado. El Ayre saludable y puro, movido regularmente de los Suaves soplos de viento marino, que refrescados del salado elemento por donde pasan, mitigan el calor natural del sol en el Esto, por lo que es templado el verano, benigno el Hivierno, no sintindose aqu por lo regular los calores ni fros tan excesivos como en otros pases".

    LA CIUDAD

    Nos hemos detenido en la descripcin del marco en que nace y se desarrolla Mlaga, la capital de la provincia y de la costa, porque si en la dinmica de cualquier ciudad tiene importancia su entorno fsico, creemos firmemente que en Mlaga esta importancia es muy grande.

    Hay noticias de que los primeros turistas que aqu llegan son los fenicios, que "regateando" por el Mediterrneo alcanzaron estas tierras y aqu se asentaron, iniciando sobre un poblado bero el embrin de la ciudad que ha de ir desarrollndose a lo largo del tiempo. Despus de ellos van pasando siglos y pueblos que no nos van dejando ms que pequeas seales de su paso.

    Roma tambin llega hasta aqu; sus huellas son ms claras en monumentos aislados, pero sus trazados urbanos no tienen la fuerza suficiente para aguantar el tiempo, y el Cardo y el Decumano se pierden enterrados con sus monumentos a ms de cinco varas de profundidad, como pueden comprobar los malagueos en el siglo XVIII al construir el edificio de la Aduana. Quizs se oculten a estas profundidades por miedo ya que cuando alguna vez una de sus obras aflora, es maltratada y hasta en algn caso es la propia cultura quien se encarga de ello.

    Ms pueblos y ms siglos tienen que pasar para que aquel embrin tome fuerza capaz de perdurar, y son los rabes los que tienen que venir a drsela. Con ellos empieza nuestro planeamiento y con ellos la ciudad toma forma con tal fuerza ya, que los siglos no sern capaces de borrar aquella traza. Aqu empieza Mlaga urbansticamente, o, mejor dicho, esto es el principio de la urbanizacin de Mlaga. La ciudad se define perfectamente. Su asentamiento es en el llano, al borde del mar, protegida del N. con los primeros cerros de un conjunto de lomas redondeadas previas a la cordillera y que forman parte de lo que se va a llamar la Axarqua. Por el E. estos cerros avanzan hacia el mar en el mismo lmite de la ciudad, y aqu colocan su Alcazaba, que domina y protege. A su pie est la ciudad, en un valle que tiene por el O. un primer lmite natural en un ro, el Guadalmedina; hasta l llega el recinto; despus el valle sigue y se abre en una frtil vega que tiene por eje otro ro: el Guadalhorce.

    As Mlaga al asentarse lo hace entre una serie de barreras que habrn de ir contribuyendo a condicionar su forma, ya que las ir rompiendo lentamente y algunas con una gran dificultad. Mlaga adquiere entonces gran importancia y llega a ser esa ciudad populosa, pletrica de vida,

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    Extracto de la Revista Jbega n 10, ao 1975. Centro de Ediciones de la Diputacin de Mlaga (www.cedma.com)

  • disfrutando de intensa actividad comercial e industrial, gran emporio mercante con un puerto por el que se exportaban gran nmero de productos. Se le calculaban 15.000 habs. y una extensin encerrada entre muros de 375.853 m2, incluyendo la Alcazaba. Su complicada red de calles estrechas y adarves an sigue estando con nosotros, y sobre este punto llama la atencin de Torres Balbs el hecho de que en un nomencltor de la ciudad que se edita en 1950 figuran 101 calles sin salida. Indudablemente, es un indicativo, pero quiz no del todo sincero. Me sorprendi la cifra y he querido comprobarla. Pude hacerlo en una tercera edicin del mismo nomencltor y he comprobado que haban aumentado a 138. Indudablemente hay entre estas calles nombres ilustres de recia tradicin en pasajes y callejones con trazados de clara influencia rabe, pero tambin hay que lamentar entre ellos otras "influencias" incluso ms recientes.

    Terminando el siglo XV, en el ao 1487, Mlaga es conquistada por los Reyes Catlicos, y con ello empiezan los cambios de su estructura urbana. El reparto de los bienes races de los vencidos, que se efecta por Orden Real, y con ello las fundaciones de las rdenes religiosas, van a dar lugar al cambio y van a orientar el desarrollo urbano inmediato.

    En las afueras van naciendo una serie de conventos a regular distancia de las murallas. La Victoria, en el mismo lugar en que haba estado el campamento del Rey Catlico, Capuchinos, La Trinidad, etc., que con su posicin van a conformar el desarrollo de la

    ciudad al convertirse en polos de atraccin de un desarrollo radial, que logra romper la primera barrera, la muralla, e inicia la rotura de una segunda, el Guadalmedina. La primera desaparecer totalmente con el tiempo. La segunda, a pesar de ser rebasada, permanecer siempre como tal. A este desarrollo radial no le quedan ms limitaciones que el mar al S. y los Montes al E., desarrollo que ir completndose lentamente a travs de los siglos XVI, XVII y XVIII. La transformacin ms importante dentro de la ciudad es consecuencia de la necesidad de comunicar directamente la Plaza Mayor con el Arenal, en la Puerta del Mar, y se abre para ello una calle de trazado rectilneo, la calle Nueva, de gran vida comercial, con gran auge, y que an en nuestros das sigue teniendo una gran vida. Al construirla le ponen sus "ordenanzas de edificacin" marcndole cuatro varas y tercia con la advertencia de que el que pasase de dicha lnea perdera el doble del terreno usurpado y que se le derribara lo construido. Est claro de que este tipo de problemas tambin tiene su solera.

    Fuera de la ciudad se inician las primeras "urbanizaciones", abriendo calles entre las huertas en lo que ha de transformarse en los actuales barrios del Perchel y de La Trinidad.

    Hay planos que nos permiten conocer el desarrollo de la ciudad hasta finales del siglo XVIII. Se acusa claramente la forma radial que ha adoptado. Hay como cuatro dedos que sealan cuatro direcciones distintas:

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    MALAGA MUSULMANA

    Extracto de la Revista Jbega n 10, ao 1975. Centro de Ediciones de la Diputacin de Mlaga (www.cedma.com)

  • En direccin N-E., Convento de la Victoria. En direccin N., Convento de Capuchinos. En direccin O. N-O., Convento de la Santsima Trinidad. En direccin S-O., Convento del Carmen.

    Estn situados a unas distancias que oscilan entre las 700 y 900 varas de la antigua muralla. La ciudad ha crecido como una estrella hacia ellos y se ha quedado retenida en los espacios intermedios, rodeando a otros conventos que estn prximos a la antigua muralla:

    En direccin O., Convento de Santo Domingo. En direccin N. N-O., Convento de San Francisco. En direccin N. N-E., Convento de la Merced.

    Durante los siglos XVI, XVII y XVIII la ciudad es azotada continuamente por pestes, hambres, epidemias e inundaciones, calamidad esta ltima que es el tributo que ha de pagar a los montes vecinos por su proteccin y que se repite hasta el punto de que ya en pleno siglo XVII se plantea el problema y se empieza a hablar de un proyecto del que an hoy se sigue hablando: desviar el ro Guadalmedina!, y el Rey Felipe IV ordena que se estudie la solucin nombrando a Francisco Jimnez de Mendoza para que presida el examen de los proyectos que se presenten al concurso, resolviendo en favor de una solucin que propone llevar al ro por detrs del convento de La Trinidad hasta las playas de San Andrs.

    Dentro de la languidez de estos siglos hay que sealar un hecho de importancia para la Mlaga futura. Se rompe una tercera barrera: "la retirada de las aguas al mar "dicen las crnicas deja espacio suficiente para el trazado de la Alameda. Se inaugurar en el ao 1785, siguiendo el molde que marca el paseo del Prado, que en aquellos momentos hace furor. Sufre varias transformaciones posteriores hasta llegar a su forma actual. Su creador no s si alcanzara a pensar lo que iba a suponer para la ciudad futura; lo que necesariamente se le tena que ocultar es lo que estaba haciendo en pro del trfico urbano que haba de venir. La retirada progresiva de las aguas ir dejando el espacio suficiente para que crezca un sector importante de la ciudad, entre la Alameda, el ro y la nueva lnea del mar.

    El siglo XIX es fundamental para Mlaga. Transforma la ciudad, y a lo largo de l se van introduciendo una serie de factores que la irn impulsando, despertndola de su letargo y convirtindola en gran ciudad.

    Se produce en esta poca un desarrollo industrial y comercial de gran importancia. Heredia y Larios son nombres que van unidos a l con la creacin de las terreras y el gran auge que toman las industrias del azcar y el vino que repercutan en el puerto y su flota. Paralelo a este desarrollo hay un gran desarrollo cultural y todo ello tiene que traducirse necesariamente en un desarrollo urbano.

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    LA PRESENCIA DE LA

    MALAGA MUSULMANA

    EN LA MALAGA

    DE HOY

    Extracto de la Revista Jbega n 10, ao 1975. Centro de Ediciones de la Diputacin de Mlaga (www.cedma.com)

  • Una segunda circunstancia que contribuye a configurar la ciudad es la puesta en marcha de la desamortizacin. Esto ha de tener un inters extraordinario en el aspecto urbano. Durante los tres siglos anteriores se siguen fundando conventos, hasta el punto de que en ese momento casi un 25% de lo que hay dentro del lmite de las antiguas murallas es de religiosos y fundaciones. El centro de la ciudad va a sufrir una gran transformacin con los nuevos solares que aparecen como consecuencia de los derribos. Son numerosas las calles y pasajes actuales que se abren en esta poca.

    Hay un tercer hecho importante: los malagueos que llegan a los altos puestos polticos de la nacin.

    Las transformaciones son grandes en este siglo, pero hay tres actuaciones urbansticas que por su importancia destacan entre todas:

    1. La calle Nueva, que despus de la conquista se haba hecho para unir la plaza con el mar, ha quedado desplazada e insuficiente, y ahora se vuelve a plantear el problema para resolverlo de una forma adecuada a la poca. La solucin est clara y es un particular, Larios, el que la acomete; este hombre compra la totalidad de un polgono y realiza ntegramente la calle que lleva su nombre, con todos sus edificios, dejndonos con ella un conjunto urbano armonioso y de gran inters. A pesar de ello, creo que no hemos sabido valorarlo debidamente, ya que si no ponemos remedio rpido, 18

    seguiremos impasibles siendo testigos de la descomposicin.

    2. Otro hecho importante es que, por fin, la ciudad logra romper otra barrera que ha estado tanto tiempo cerrada: el camino de Vlez, el crecimiento hacia Levante, esa expansin que ha controlado el monte con la Alcazaba. Aos atrs se haba dado un primer paso con la creacin de un paseo al principio de este camino; ahora se inicia la expansin y empieza a crecer el quinto dedo sealando una nueva direccin: el Levante, y van a nacer entonces unos barrios residenciales de gran belleza y calidad que imprimirn un carcter muy peculiar a Mlaga con la vegetacin de sus jardines, la variedad de sus rboles y sus flores, el aroma de sus jazmines y la calidad de sus edificaciones. Se oir hablar de La Caleta, de El Limonar y de El Miramar, y sus nombres sern asociados inmediatamente a Mlaga. Es triste, pero tambin estamos asistiendo actualmente al principio de su final.

    3. El otro acto de importancia urbanstica es la construccin del Parque. Su proyecto se titula: "Proyecto de prolongacin de la Alameda principal y establecimiento del Parque, urbanizando los terrenos ganados al mar en los Muelles de Guadiaro, Cnovas del Castillo y Heredia. Ley de 5 de setiembre de 1896".

    Es el momento de los polticos. Me llam la atencin un plano de planta general; es prcticamente igual a

    DESARROLLO DE LA CIUDAD HASTA FINALES DEL SIGLO XVIII

    CIUDAD RABE

    COSTA

    CONVENTOS

    CRECIMIENTO

    SIGLO XVIII

    Extracto de la Revista Jbega n 10, ao 1975. Centro de Ediciones de la Diputacin de Mlaga (www.cedma.com)

  • como se ha realizado. Pero hay una diferencia notable: en los jardines situados entre el paseo Central y el paseo de los Curas, a la altura del edificio de la Aduana, se proyectaba una amplia plazoleta con un monumento en el centro, y en el plano figura una leyenda que dice: "Monumento al Excmo. Sr. D. Antonio Cnovas del Castillo"; creo que sera un dato suficiente si no abundasen otros ms serios para descubrir el verdadero motor de esta gran obra. El autor del proyecto anticipaba as la solucin a la polmica que recientemente hemos tenido sobre este emplazamiento. Francamente, se mereca que su recuerdo perdurase entre estos rboles.

    En el siglo XX hay un nuevo comps de espera en el desarrollo de la ciudad. A finales del siglo anterior, concretamente en julio de 1878, se haba descubierto en Moclinejo, en el Lagar de la Indiana, un brote de filoxera, brote que se seguir extendiendo de forma paulatina al resto del pas a Jerez llega en 1894. Este brote causar un gran quebranto en la economa local, pues terminar arruinando a todo el cultivo de la vid. Por otra parte la guerra europea, a principios tambin del siglo XX, dejar unas huellas muy claras en el comercio de Mlaga. El desarrollo de la ciudad se ver cortado sin dar tiempo a preparar un orden para el futuro, y as, en este lapsus, pasarn varias dcadas.

    Despus de este nuevo perodo de tranquilidad volver a despertarse la ciudad, y a medida que nos vamos acercando a la mitad del siglo XX ir

    cogiendo ms fuerza, hasta que en los aos sesenta su desarrollo ser incontenible, desbordndolo todo, sin que haya normas ni planeamiento para contenerlo ni infraestructura suficiente. Viene entonces un crecimiento desordenado en el que se acusa an ms la forma radial. nicamente se defiende la barrera de los montes; adems ha surgido un nuevo polo de atraccin que se deja sentir con gran fuerza: Torremolinos, con la costa occidental; el desarrollo, ayudado por la topografa fcil de la vega y los precios bajos de estas tierras, se orientar en esta direccin, sirvindole de guas las carreteras de salida de la ciudad. Hasta entonces tambin haba ido creciendo ms ordenadamente el brazo oriental, que llega hasta El Palo, y se separar con ello varios kilmetros del centro.

    ORDENANZAS La normativa con que se recibe y se intenta controlar esta explotacin, son unas ordenanzas redactadas en el ao 1900 y el Plan de Ensanche de 1927. Las primeras, reimpresas en el ao 1924, son unas ordenanzas generales que dedican nicamente un ttulo, el IV, a construcciones y obras. De ellas hay un artculo, el 216, que se hizo famoso, pues define las alturas en funcin de los anchos de las calles y termina diciendo: "Esto no obstante, en las calles que se hayan autorizado edificaciones de mayor altura que la fijada anteriormente continuarn permitindose". Dio mucho juego. En el ao 1959 se

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    DESARROLLO DE LA CIUDAD EN 1.960

    Extracto de la Revista Jbega n 10, ao 1975. Centro de Ediciones de la Diputacin de Mlaga (www.cedma.com)

  • reformaron, y concretamente este artculo lo fue nicamente en el sentido de aumentar las alturas.

    En 1950 se redacta un Plan General de Ordenacin que lleg a tener existencia legal, pero en l se exclua el casco antiguo, que se segua rigiendo por las Ordenanzas Municipales. Se realizan varios Planes Parciales, unos por iniciativa Municipal y otros por el Ministerio de la Vivienda. Con ellos aument la normativa y cada vez se iba haciendo mayor la necesidad de clarificarla.

    En 1966 se redactan unas normas complementarias que buscan una regulacin de la situacin urbanstica, transitoria hasta la revisin del Plan General de 1950, que ya se haba previsto revisar por acuerdo del Ayuntamiento en diciembre de 1964, revisin que sancion definitivamente en la sesin plenaria celebrada el 17 de setiembre de 1966, firmndose el contrato con el equipo redactor en abril de 1967. El Plan tiene su normal gestacin y se publica su aprobacin en el "B. O. E." de 14 de mayo de 1971.

    Este Plan, muy interesante y muy necesario, establece por medio de unos avances directores un escaln intermedio entre l y los Planes Parciales. Se plantea la necesidad de remodelar la ciudad y de guiar su desarrollo estableciendo las dotaciones y servicios para los distintos sectores.

    RED ARTERIAL Este ltimo desarrollo de la ciudad ha venido acompaado de otro fenmeno comn a todo el 20

    pas: el crecimiento del parque automovilstico, que en una ciudad de un trazado tan complejo viene creando una serie de problemas de bastante consideracin en cuanto a circulacin y en cuanto a aparcamientos. nicamente nos salva parcialmente aquella Alameda y aquel Parque que hicieron nuestros antecesores para otros fines. La realizacin de una Red Arterial es muy importante, y un primer paso de ella el desviar antes de la ciudad los vehculos que no tienen necesidad de entrar no puede tardar en realizarse. En su planteamiento, el Plan General desva este trfico por el centro de la ciudad futura, dndole a las vas destinadas a ello el calificativo de autopista. Si bien su trazado puede estar condicionado por la topografa, su calificacin tiene mucha importancia ya que una autopista urbana, independientemente del coste y de otros inconvenientes, creara una nueva e importante barrera con los problemas que lleva consigo de incomunicacin entre barrios, aislamiento de zonas, etc. La reciente redaccin de los Avances Directores de Planeamiento aportarn una serie de datos importantes para la futura revisin del Plan General de Ordenacin, necesaria al aprobarse la nueva Ley del Suelo. En esta revisin se unir a una mejor informacin la experiencia de estos aos desde el mes de mayo de 1971 en adelante, y tendr que dar como resultado el planeamiento de una ciudad como todo malagueo debe desear que sea.

    Csar OLANO

    PERMETRO URBANO DEFINIDO EN LA

    REVISIN DEL PLAN GENERAL - DICIEMBRE 1.968

    Extracto de la Revista Jbega n 10, ao 1975. Centro de Ediciones de la Diputacin de Mlaga (www.cedma.com)