Dr. Francisco Javier Sales HerediaCentro de Estudios Sociales y de Opinión Pública

Cámara de Diputados de la Federación

Foro sobre Desarrollo Regional, Campeche, Campeche.

24 de Octubre de 2007.

La región del sureste está conformada por tres estados con un nivel de marginación alto, Tabasco, Campeche y Yucatán. Q Roo tiene un nivel medio de marginación y esto debido a los asentamientos turísticos en la costa.

Tales definiciones relativas involucran falta de oportunidades de la población para participar en el desarrollo.

•Estamos hablando de 8 a 15% de analfabetismo y solo entre 20 y 30% con educación post básica.

•Hablamos de un porcentaje muy alto de la población económicamente activa (entre 60 y 80%) percibiendo en promedio dos salarios mínimos.

•Qué consecuencias tiene tal nivel de marginación.

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I II III IV V VI VII VIII IX X

Cen

tim

etro

s

Deciles de Ingreso

Estatura de adultos entre 20 y 64 años de edad

Fuente: Scott (2004), en Lusting, Nora: “Salud y Desarrollo Económico”, en el Trimestre Económico, Núm. 296., Oct-Dic., 2007.

Relación entre Tasa Neta de Cobertura de Secundaria y el Promedio General en Lectura de los estados de la República

0.5

0.55

0.6

0.65

0.7

0.75

0.8

0.85

0.9

0.95

1

300 350 400 450 500

Puntaje general obtenido en el examen de Pisa en Lectura 2003

Po

rcen

taje

de

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S

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aria

200

4

Col

DF

Zac

Chis Guerr

Camp

QRoo

Tab

Yuc

Promedio de Indice de Marginación por región 95-05 y promedio obtenido en el examen de la OCDE por región

380

390

400

410

420

430

440

450

460

-2 -1.5 -1 -0.5 0 0.5 1 1.5

Índice de Marginación

Pu

nta

je p

rom

edio

po

r re

gió

n

DF

Noreste

Noroeste Sureste

Occidente

Centro

Tabla 9. Ecuación de salarios urbanos, con corrección por sesgo de selección, por regiones, para 16 ciudades principales, año 2000.

Regiones

Promedio del examen en lectura

de la OCDE

Prima a la Ed. Secundaria completa

Prima a la Ed Media Sup Completa

Prima a la Ed. superior completa

Sureste 393.74 36.1% 61.5% 113.9% Centro 405.94 32.6% 54.6% 107.9%

Occidente 411.83 40.3% 61.3% 118.5% Noroeste 400.02 42.0% 67.5% 118.0% Noreste 408.62 24.2% 46.4% 110.5%

DF 454.8 37.7% 63.4% 144.1%

Ahora bien, la evidencia internacional muestra que para enfrentarse a esta situación son necesarias políticas específicas:

La primera es propiciar políticas de crecimiento económico que tengan como actores y beneficiarios a los pobres. Es decir actividad económica planeada en torno al desarrollo de las comunidades.

Se necesitan políticas que involucren a las mujeres y el cuidado del medio ambiente para evitar posteriores desigualdades y pasivos ambientales.

La recomendación es que estas políticas sean transparentes a los pobres y persistentes a lo largo del tiempo.

Incrementar la productividad y la competitividad requiere ampliar y profundizar el proceso de reforma.

Las políticas públicas son indispensables en este proceso, se trata de mejorar el ambiente para los negocios, mejorar el sistema judicial, mejorar la infraestructura pública, mejorar la educación y promover una continua capacitación.

La prioridad, especialmente para una región como esta deben ser los grupos que son mayoría y han estado siempre fuera del desarrollo.

No sólo se trata de focalizar ayudas, se trata

de reforzar el proceso de reformas iniciando en sus comunidades y haciéndolos partícipes de un plan a mediano plazo.

El desarrollo regional depende de la posibilidad de aprovechar las ventajas comparativas.

En la zona es claro que existe un potencial agropecuario no desarrollado, con capacidad de abastecer a los polos locales de desarrollo.

De igual manera existe un potencial turístico que no ha sido aprovechado como una marca común.

Concentrándonos en estos dos tipos de desarrollo, la perspectiva recomendada principalmente por la OCDE es clara.

Se trata de focalizar el desarrollo en la población mayoritariamente pobre, desarrollando sus capacidades y habilidades para lograr una transición en el mediano plazo.

Pasar de ser comunidades dependientes de las inversiones públicas a desarrollar inversiones propias en pequeñas empresas comunales que agreguen valor a sus productos y servicios, desde una perspectiva de desarrollo local y regional.