EL CUERPO EN EL SIGLO XVIII LOS ORÍGENES DE LOS DERECHOS HUMANOS

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  • 8/17/2019 EL CUERPO EN EL SIGLO XVIII LOS ORÍGENES DE LOS DERECHOS HUMANOS

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    Como citar este documento: Hunt, Lynn. EL CUERPO EN EL SIGLO XVIII. LOS ORÍGENES DE LOSDERECHOS HUMANOS.  En publicacion: Diógenes, no. 202. CEA, Centro de Estudios Avanzados,Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba: Argentina. Junio. !!"

    Acceso al te#to com$leto: %tt$:&&'''.diogenes.unc.edu.ar&edicion&!&%unt.$%$

     

    (esumen:)escri$tores *ematicos: derec%os %umanos, %istoria

    EL CUERPO EN EL SIGLO XVIIILOS ORÍGENES DE LOS DERECHOS HUMANOSpor LYNN HUNT

    )esde %ace unos +! aos, los %istoriadores comenzaron a estudiar los cambios $roducidosen la re$resentación del cuer$o %umano. Al res$ecto, -ic%ael oucault cum$lió un gran $a$el al sostener /ue el su0eto individualista occidental se construyó a trav1s de nuevasreglas de disci$lina cor$oral, surgidas en 2mbitos tan dis3miles como la c2rcel o la vidase#ual. No $odemos ignorar los traba0os de oucault, $ero $ara com$render los derec%osdel cuer$o vamos a ado$tar a/u3 un en4o/ue di4erente, centrado en las nociones deinde$endencia, inviolabilidad y, $or ende, de autonom3a del cuer$o del individuo,caracter3sticas /ue se encuentran en 2mbitos tan distintos como el arte del retrato o latortura 0udicial.

    En 5urveiller et 6unir, oucault analiza las $r2cticas disci$linarias de la $risión, $erosostiene muy claramente /ue las escuelas, los %os$itales, las 42bricas y los cuarteles utilizanesencialmente los mismos m1todos. *odas estas instituciones a$lican una7individualización coercitiva8 /ue $ermite a las autoridades observar, vigilar, controlar yreglamentar a individuos a los /ue se su$one deben trans4ormar, corregir y enmendar intr3nsecamente, en un largo y duro $roceso normalizador 9. En Histoire de la 5e#ualit1,oucault argumenta de manera similar en una cuestión totalmente distinta: sostiene /ue eldesarrollo de las nuevas tecnolog3as del se#o /ue van desde la con4esión %asta el $sicoan2lisis; $rodu0o un individuo nuevo, de4inido $or su ca$acidad de autocontrolarse y $or su identidad se#ual. 7Cada uno debe $asar $or el se#o $ara acceder a su $ro$iainteligibilidad.8

    )e este modo, el %ec%o de $oner el acento en la identidad individual , m2s all2 de cual/uier 4orma de o$resión o=alienación>, a encontrar lo /ue uno es y todo lo /ue uno $uede llegar a ser, ese =derec%o>?4ue la res$uesta $ol3tica a todos estos nuevos $rocedimientos del $oder.8 + Aun/ue oucault%aya dic%o, en otro conte#to, /ue: 7esto no signi4ica /ue debamos desembarazarnos de lo/ue llamamos derec%os %umanos8, est2 claro /ue asocia estos derec%os con el

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    http://www.diogenes.unc.edu.ar/edicion/202/hunt.phphttp://www.diogenes.unc.edu.ar/edicion/202/hunt.php

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    7%umanismo8 /ue, seg@n 1l, utilizaron 7indistintamente los mar#istas, los liberales, losnazis y los católicos.8" )ic%o de otro modo, $ara oucault esos derec%os no $ermiten, enmodo alguno, $rotegerse o resistir ante el creciente n@mero de disci$linas cor$orales, ni a laregulación demogr24ica 4orman $arte de las nuevas reglas disci$linarias. 5i los individuosno tuviesen derec%os, la $risión /ue es la su$resión legal de la libertad individual; no

     $odr3a 4uncionar como castigo.

    El $roblema /ue $lantea oucault en esa entrevista se resume en lo /ue dice sobre el%umanismo, al /ue en alg@n $unto e/ui$ara con el mar#ismo, el liberalismo, el nazismo yel catolicismo. La noción de disci$lina de4inida $or oucault no $ermite establecer unadistinción entre los reg3menes $ol3ticos modernos la democracia, el 4ascismo, elcomunismo y el r1gimen $olicial autoritario, se a$oyan en un sistema de regulacióndisci$linaria. Aun/ue cierta 4orma de disci$lina $uede ser necesaria en todo r1gimen $ol3tico, la disci$lina en s3 no $ermite distinguir entre los distintos sistemas $ol3ticos.

    La verdadera di4erencia se encuentra en el $eso /ue esos reg3menes otorgan a la autonom3adel individuo y, como corolario, a los derec%os %umanos. Aun/ue el autocontrol y lavigilancia $uedan servir al orden

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    /ue, a su vez, $ermitieron investigaciones m2s $ro4undas del yo.

    5eg@n James Jo%nson, a $artir de 9F!, los a4icionados a la ó$era se dedicaron a escuc%ar m@sica en lugar ir de a/u3 $ara all2 $ara %ablar con sus amigos. Esta nueva actitudindividualista les $ermitió sentir intensas emociones $ersonales escuc%ando la obra. Una

    mu0er describe lo /ue sintió al asistir en 6ar3s, en 9G, al estreno de la ó$era de Iluc,Alceste: 7Escuc%1 esta obra nueva con una emoción $ro4unda? )esde los $rimerosacordes, me embargó un sentimiento muy intenso de temor reverencial y sent3 dentro de m3tan intensamente ese arrebato religioso?, /ue, sin si/uiera darme cuenta, me arrodill1 en el $alco y me /ued1 en esa $osición, con las manos 0untas, im$lorante, %asta el 4inal del4ragmento8. En cuanto a los a4icionados al teatro, les gustaba %acer boc%inc%e durante eles$ect2culo, $ero una nueva dis$osición de los asientos %izo $resagiar el silencio casireligioso /ue des$u1s iba a acom$aar las re$resentaciones. En 9FK, en los teatros4ranceses, se $ro%ibió sentarse en el escenario durante el es$ect2culo, y en 9, laComedia rancesa consiguió ordenar la $latea coloc2ndole bancos. La evolución estabaclara los desbordes colectivos iban a dar $aso a las e#$eriencias individuales.

    La organización interna de la casa re4orzó esta tendencia. La 7%abitación8 en las casas4rancesas se es$ecializó cada vez m2s durante la segunda mitad del siglo BD. La $ieza/ue antes se destinaba a todos los usos se trans4ormó enel 7dormitorio8. A $artir de esta1$oca, dos tercios de las casas $arisinas ten3an uno, mientras /ue tan sólo el 9"M ten3an uncomedor reservado e#clusivamente $ara este uso. La elite de la sociedad $arisiense ado$tóel uso de %abitaciones $rivadas, desde el 7saloncito8 un lugar $ara 7$oner mala cara8 en $rivado; %asta el vestidor y el bao.K

    Esta individualización del cuer$o a$arece tambi1n en el creciente inter1s $or el retrato en elsiglo BD. En las e#$osiciones $@blicas de Londres y 6ar3s de la segunda mitad del siglo,/ue $or entonces %ac3an su a$arición en el $aisa0e social, se $resentaron regularmente cadavez m2s retratos. 6ese a /ue la $intura %istórica se im$uso en rancia durante la (evolucióny el m$erio, el "!M de las telas e#$uestas en los 5alones eran retratos9!. Los $recios /uecobraban los retratistas aumentaron en los @ltimos aos del siglo BD y la t1cnica delgrabado $ermitió al gran $@blico conocer a los /ue %ab3an $osado, solos o con su 4amilia.

    -2s /ue en ning@n otro lado, 4ue entre los colonos brit2nicos de Norteam1rica

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    nuestros artistas $rinci$iantes? Iracias al lamentable gusto del siglo, el 5alón seconvertir2, sin /ue nos demos cuenta, en una galer3a de retratos.89+

    El cuer$o %umano se$arado y limitado a s3 mismo estableció la autonom3a de cada uno enrelación con los dem2s y %asta $osibilitó nuevos ti$os de e#$eriencia emocional.6ero $ara

    /ue estas emociones se movilizaran en $ro de los derec%os %umanos, tambi1n 4ue necesario/ue e#istiera cierto sentido del car2cter inviolable del cuer$o. Los reg3menes de 0usticia $enal de la mayor3a de los $a3ses euro$eos de $rinci$ios del siglo BD le0os estaban deconsiderar inviolable al cuer$o. -2s bien, como dice oucault, 1ste era el centro deatracción del 7%orrible es$ect2culo del castigo $@blico9"8. 6or e0em$lo, seg@n la ley4rancesa del Antiguo (1gimen, la $ena de muerte se $od3a a$licar de cinco manerasdi4erentes: el condenado era descuartizado y desmembrado $or caballos se lo /uemaba enla %oguera, se lo somet3a al tormento de la rueda, se lo colgaba, se lo deca$itaba. 5alvo encasos notorios, el descoyuntamiento y la %oguera cayeron en desuso en el siglo BD, $erose siguió a$licando lo /ue los re4ormadores llamaban castigos crueles9F. El su$licio de larueda, reservado a los %ombres, se desarrollaba en dos eta$as. 6rimero, el verdugo ataba alcondenado a una cruz en 4orma de B, le gol$eaba dos veces los miembros y el tronco conuna $esada barra de %ierro, y luego ataba el cuer$o, con los miembros $legados %acia atr2s,a una rueda de carreta 4i0a instalada en la $arte su$erior de una viga de diez $ies de alto.All3 $ermanec3a el desdic%ado, ya moribundo, %asta /ue e#$iraba.

    Las e0ecuciones no eran las @nicas 4ormas de castigo cor$oral. La mayor3a de las sentenciasdictadas seg@n el Código 6enal 4ranc1s de 9G! contem$laban ciertas 4ormas de su$licio.6or e0em$lo, a los condenados se los marcaba con %ierro candente, se los azotaba, se los $on3a en la $icota, se les cercenaban los labios, la lengua, o se les am$utaba una mano. Ale#aminar detenidamente los 4allos $enales /ue el 6arlamento de 6ar3s $ronunció ena$elación en 9G, (ic%ard Andre's encontró condenas al destierro y a la marcacióncon %ierro candente, a las /ue se agregaba %abitualmente la $ena del latigazo K condenasid1nticas a las /ue se agregó la $icota 9K marcaciones con %ierro candente y $risión !reclusiones en el Hos$ital Ieneral des$u1s de la marcación y&o la $icota 9 condenas a la%orca, + al su$licio de la rueda y una a la %oguera. 5i se %ubiera tenido en cuenta a losdem2s tribunales de 6ar3s, la cantidad de torturas y mutilaciones e4ectuadas en $@blico%abr3a ascendido a F!! o G!!, incluyendo unas 9 e0ecuciones ca$itales9G. *odo esto en6ar3s en un solo ao.

    Los ultra0es 43sicos no se limitaban a los castigos $osteriores al 0uicio. Cuando se torturabadurante el $roceso $ara arrancar con4esiones, el ob0etivo era 4orzar al cuer$o a decir laverdad a trav1s del su4rimiento, $uesto /ue, de otro modo, no la %abr3a revelado. En el sigloB, se introdu0o

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    algunas colonias brit2nicas de Norteam1rica, donde los azotes, la marcación con %ierrocandente, las mutilaciones e incluso la castración reservada a los esclavos; eran $r2cticas%abituales.9

    Hacia mediados del siglo BD, la tendencia en 4avor de la tortura y los castigos crueles se

    revirtió. En 9F", ederico el Irande de 6rusia abolió todas las $r2cticas de tortura 0udicialy durante las d1cadas siguientes, la mayor3a de los gobernantes euro$eos %icieron lomismo9. En 9!, el gobierno 4ranc1ssu$rimió o4icialmente la tortura $re$aratoria, esdecir, el em$leo de la tortura $ara arrancar con4esiones de cul$abilidad antes de lasentencia, y, en 9, abolió $rovisoriamente la tortura $revia, un tormento cuyo ob0etivoera obtener los nombres de los cóm$lices. En 9+, el gobierno ingl1s su$rimió la $rocesión $@blica en *yburn, donde las e0ecuciones se %ab3an convertido en una distracción $o$ular muy im$ortante, y estableció el uso regular de la 7tra$$e8, una $lata4orma elevada/ue el verdugo %ac3a balancear $ara asegurar un a%orcamiento m2s r2$ido y %umano. En9, en0amin (us%, un m1dico de iladel4ia, $ublicó un tratado /ue tuvo gran in4luenciaen la luc%a contra la $ena de muerte varias colonias ya %ab3an reducido el n@mero dedelitos $asibles de esa $ena. En 9K, el gobierno revolucionario 4ranc1s introdu0o el uso dela guillotina $ara /ue la e0ecución de la $ena de muertese volviera lo m2s r2$ida e indolora $osible. En todas $artes, la o$inión $@blica $arec3a $edir la su$resión de las numerosas%eridas in4amantes com$robadas en los cad2veres de los condenados.9K

    Los %istoriadores se $reguntaron recientemente si el %umanitarismo de las Luces %ab3atenido alguna in4luencia en este cambio de actitud. Jo%n H. Langbein se burlaba de ese7cuento de %adas8 /ue atribu3a la abolición de la tortura a la in4luencia de los escritores delas Luces /ue la combat3an. 5osten3a /ue desa$areció sim$lemente $or/ue los 0ueces%ab3an de0ado de creer en la e0em$laridad de la $ena!. En el mismo sentido, (ic%ardAndre's rec%azó los 7mitos8 /ue crearon los $olemistas de las Luces y los legisladoresrevolucionarios $ara denunciar al sistema 0udicial 4ranc1s del Antiguo (1gimen. La tortura 0udicial consistente en triturar los miembros con $esadas $iezas de madera

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    %asta entonces se ve3a como una brutalidad e#cesiva en los castigos.

    Aun/ue ya anteriormente se %ab3an $ublicado ata/ues contra la tortura 0udicial y loscastigos crueles, a $artir de 9F! se desencadenó un verdadero torrente de cr3ticas, en sumayor $arte de $ersonas a0enas al 2mbito 0udicial. Los 0ueces del 6arlamento 4ranc1s $ocas

    veces %ablaban en sus tribunales del uso de la tortura. O en nglaterra, los /ue e#igieronre4ormas 4ueron 0uristas y m1dicosG. )os %ec%os ocurridos en los aos 9G! $arecen %aber enardecido a la o$inión $@blica: el Caso Calas en rancia, entre 9G9 y 9GF, y la $ublicación del *rait1 des )1lits et des 6eines, de Cesare eccaria en 9G".En esa misma1$oca 9G, 9G+;, la noción de )erec%os Humanos a$areció en 4ranc1s, seg@n $arece, $or la in4luencia creciente de (ousseau.

    5i se consulta sobre literatura 4rancesa en el sitioA(*L:%tt$&&%umanities.uc%icago.edu&A(*L&A(*L.%tm, se ver2 /ue esta e#$resión seusó $or $rimera vez en el Contrat 5ocial de (ousseau, de 9G. En 0unio de 9G+,ac%aumont, en sus -1moires 5ecrets, se re4iere a una obra re$resentada en la Comediarancesa y %ace una observación muy interesante sobre el lengua0e com@n: 7Hay un $a$elde salva0e /ue $odr3a ser magn34ico, recita en verso todo lo /ue %emos le3do $or a%3 sobrelos reyes, la libertad y los derec%os %umanos en el )iscours sur l>n1galit1, en el Pmile y enel Contrat 5ocial.8KEn los aos 9! y 9!, la re4orma $enal y el discurso de losderec%os %umanos se vieron mutuamente 4ortalecidos, no sólo en rancia sino, con mayor am$litud, en el mundo occidental.

    El 9+ de octubre de 9G9, -arcQAntoine Calas, %i0o de Jean Calas, 4ue encontrado muertocon marcas de soga alrededor del cuello. El $adre, la madre, el %ermano, su sirviente y%asta alguien /ue estaba de visita, 4ueron detenidos y acusados del asesinato de -arcQAntoine $ara im$edirle /ue se convirtiera del calvinismo al catolicismo. El 6arlamento de*oulouse condenó al $adre, Jean, a la tortura $revia y a la muerte $or el tormento de larueda. Calas 4ue colgado $rimero de las manos, con sogas /ue se a$retaban $rogresivamente a medida /ue un lingote de %ierro tiraba de sus $ies. Como se negaba acon4esar des$u1s de dos tormentos de este ti$o, se lo ató a un banco y se le ec%ó $or la4uerza dos 0arros grandes de agua en la garganta, manteni1ndole la boca abierta con trozosde madera. 6ese a dos sesiones de seme0ante tortura, Jean nunca con4esó ni dio nombres decóm$lices+!, y $ersistió en la negativa incluso cuando lo sometieron al su$licio de la rueda.Las torturas y la e0ecución se realizaron el 9! de marzo de 9G. Los dem2s sos$ec%osos sesalvaron de la muerte $ero no 4ueron declarados inocentes+.

    Algunos meses m2s tarde, Doltaire se interesó en el caso y consiguió la anulación del 0uicio.6rimeramente, el Conse0o (eal desestimó el veredicto $or razones t1cnicas y en 9GF votóla absolución de todos los acusados, a /uienes se les restituyeron los bienes 4amiliarescon4iscados. En este caso %ubo muc%as intervenciones /ue condu0eron a una revisióngeneral de la organización de la 0usticia. Aun/ue al $rinci$io Doltaire %aya inter$retado elcaso Calas como un e0em$lo de intolerancia religiosa Jean 4ue condenado $or/ue susvecinos católicos cre3an /ue un calvinista $re4erir3a matar a su %i0o antes /ue verloconvertido al catolicismo;, m2s tarde llegó a verlo, $oco a $oco, como un s3ntoma de lasim$er4ecciones del sistema 0udicial++. El caso Calas, $or s3 mismo, no %abr3a bastado $aradesencadenar un movimiento en 4avor de la abolición de la tortura 0udicial. Como Doltaire,

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    los numerosos 0uristas /ue $ublicaban in4ormes sobre este caso no se o$on3ancategóricamente a esta 4orma de tortura, sino /ue lo /ue m2s les $reocu$aba era el4anatismo religioso /ue movilizaba tanto al $ueblo como a los 0ueces de *oulouse. ueronnecesarios otros dos elementos $ara /ue este caso re$ercutiera directamente sobre el $roblema de la tortura: una relación evidente con el sistema de la 0usticia $enal en su

    con0unto y el surgimiento de una nueva sensibilidad res$ecto de los su4rimientos de loscondenados. El italiano eccaria $ro$orcionó el $rimer elemento. El otro ya estaba incluidoen los in4ormes del caso Calas, $ero deb3a salir del marco del sistema 0udicial tradicional.

    Doltaire cambió de o$inión $or in4luencia del *rait1 des )1lits et des 6eines+" de eccaria.Cesare onesana, mar/u1s de eccaria, $erteneciente a una 4amilia aristocr2tica de -il2n,%ab3a estudiado derec%o. Lector entusiasta de los enciclo$edistas 4ranceses, escribió sulibro en $ocos meses, a los F aos, y lo $ublicó anónimamente en 9G", 0usto cuandoestallaba en rancia el caso Calas. nmediatamente, Jean d>Alembert y otros 4ilóso4os4ranceses declararon $@blicamente su im$ortancia+F. El abate Andr1 -orellet, amigo3ntimo de d>Alembert, lo tradu0o al 4ranc1s en 9GG. En el mismo ao, Doltaire $ublicó uncomentario de la obra con el seudónimo de 7un abogado de $rovincia8+G. *odo el ruido /ue $rodu0o la obra de eccaria llamó la atención de (oma, /ue lo $uso en el 3ndice de libros $ro%ibidos. Antes de 9!!, %ubo a$ro#imadamente ediciones italianas, a menudo deeditores con nombres 4alsos y K ediciones 4rancesas+. La $rimera traducción inglesa se $ublicó en Londres en 9G y luego le siguieron otras ediciones en ingl1s $rovenientes de)ublin, C%arleston y iladel4ia. Casi inmediatamente, se sucedieron traducciones alalem2n, al %oland1s, al$olaco y al es$aol+. Esta avalanc%a de ediciones %izo del libro deeccaria la obra m2s im$ortante sobre 0usticia $enal del siglo BD.

    )esde su a$arición, este $an4leto cristalizó, seg@n $arece, las in/uietudes de loscontem$or2neos sobre los castigos crueles. Como advierte el traductor en su $re4acio a la $rimera edición inglesa: 7las leyes $enales? son todav3a tan im$er4ectas y est2nacom$aadas, en todas las naciones, $or tantos actos de crueldad in@til /ue intentar llevarlas a un nivel razonable debe interesar a toda la %umanidad8. 6ara los /ueconsideraban /ue las leyes inglesas eran menos re$resivas, el traductor recordaba a suslectores 7la $risión $or deudas, la suciedad y el %orror de nuestras c2rceles, la crueldad delos verdugos y las malversaciones de los au#iliares de 0usticia8, $or no decir

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    eccaria condenaba la tortura 0udicial $or varias razones: se %ac3a en $rivado era uncastigo in4ligido antes de la sentencia de cul$abilidad era un 4racaso como $rueba deverdady llevaba a menudo a condenar inocentes. Como cre3a /ue la disuasión era la @nicarazón de ser del castigo, se o$on3a tambi1n a la $ena de muerte. 6reconizaba la esclavitud a

     $er$etuidad traba0os 4orzados; como sustituto, $or/ue 7muc%os est2n dis$uestos a morir con bravura y 4irmeza8. 5in embargo, el argumento /ue sostiene /ue la $ena de muerte es7$erniciosa $ara la sociedad $or la barbarie /ue muestra8 es uno de los m2s signi4icativos.eccaria sosten3a /ue el 7ceremonial $om$oso8 /ue rodeaba a esta salva0ada no %ac3a m2s/ue e#acerbarla. Criticaba tambi1n 7los tormentos y las crueldades in@tiles8 de los castigosa los /ue denominaba 7instrumentos de un 4anatismo 4urioso.8"9

    eccaria se e#$resa en t1rminos mesurados y re4le#ivos no da e0em$los $recisos nimenciona a ning@n $a3s en $articular. La tortura $od3a ado$tar modalidades distintas seg@nlos $a3ses e incluso en las distintas 0urisdicciones de un mismo $a3s;" 5u argumentación,/ue se a$oya en una deducción racional a $artir de $rinci$ios generales, no est2 ilustradacon relatos de su4rimientos individuales. 5in embargo, detr2s de cada $rece$to se esbozaim$l3citamente la %istoria de la 7tiran3a secreta8 y de la 7crueldad $@blica y solemne.8"+ Eltraductor 4ranc1s cambió el orden de $resentación de eccaria a 4in de esclarecer loim$l3cito y subrayar el v3nculo con los derec%os %umanos. El $2rra4o siguiente es ele0em$lo m2s revelador de ello:

    5i no tengo m2s m1rito /ue el de %aber sido el $rimero en $resentar con cierta nitidez ennuestra talia lo /ue ya se escribió y se $uso en $r2ctica en otras naciones, me $odr1considerar dic%oso.

    6ero si sosteniendo los derec%os de los %ombres y la invencible verdad $udiera arrancar a latiran3a o a la ignorancia alguna de sus v3ctimas, las l2grimas y las bendiciones de un soloinocente trans$ortado $or su alegr3a me consolar3an del des$recio del g1nero %umano.""Este $2rra4o est2 m2s o menos relegado al 4inal del ca$3tulo 99 de la edición originalitaliana de 9G", $ero -orellet lo $uso al 4inal de la introducción de la obra. )e este modo,los derec%os %umanos a$arecen n3tidamente como una muralla /ue se levanta contra elsu4rimiento individual.

    eccaria dio un nuevo marco a los relatos lacrimosos de las v3ctimas de la in0usticia. Les-1moires de los 0uristas escritas $ara reivindicar a la 4amilia Calas, as3 como las diatribasde Doltaire relativos a este caso, se /uedaron en las circunstancias de la tortura y muerte deJean Calas, $ero no cuestionaron su legitimidad como acciones $enales"". Los 0uristas /ueestaban a 4avor de Calas com$art3an la idea de /ue un cuer$o /ue su4re debe decir laverdad Calas $robó su inocencia sosteni1ndola %asta en el su4rimiento. Loyseau de-aul1on, $or e0em$lo, dice categóricamente /ue 7Calas so$ortó los tormentos con unaresignación %eroica /ue sólo se corres$onde con la inocencia8.Loyseau sostiene, adem2s,/ue 7la noble constancia8 del vie0o Calas 4ue el origen del cambio en los sentimientos del $ueblo. Al verlo a4irmar constantemente su inocencia ba0o la tortura y el su$licio de larueda, el $ueblo de *oulouse em$ezó a sentir 7com$asión8 y a arre$entirse de %aber sos$ec%ado ciegamente de los calvinistas al $rinci$io del caso? Cada gol$e con la barra de%ierro7resonaba en el 4ondo de los corazones8 de los /ue asist3an a la e0ecución y 7torrentes

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    de l2grimas brotaban de sus o0os, desgraciadamente demasiado tarde.8"F 5ólo cuando lascr3ticas generales de eccaria se sumaron a los recuerdos emocionales del su4rimiento, latortura en s3 se volvió inace$table.

    6oco a $oco, los %ombres del siglo BD llegaron a considerar in@tiles los su4rimientos /ue

     $rovocaba la tortura 0udicial. Como a4irmaba Doltaire en su comentario de eccaria, 7lacom$asión natural del corazón %umano8 %ace detestar la 7crueldad8 de este castigo"G. Losre4ormadores se negaban rotundamente a dar una dimensión religiosa a la tortura /ue no $od3a 0usti4icarse como un camino a la redención a $artir de la con4esión. En el ca$3tulosobre la tortura, eccaria denunciaba 7otra 0usti4icación irrisoria de la tortura8, /ue sostiene/ue 7$urgar3a de in4amia al acusado8. Este 7absurdo8 no $od3a ser otra cosa /ue 7el retoode la religión8. 6uesto /ue la tortura %ac3a $rimero del condenado un ser in4ame, no $od3aluego librarlo de su vergenza". )esde esta ó$tica, la tortura 0udicial se volv3a en contrade la sociedad misma, embrutec3a al individuo en lugar de abrirle las $uertas de laredención a trav1s del arre$entimiento. El dolor terminó ado$tando un sentido totalmente $ro4ano y m1dico. 6od3a admitirse como $arte del castigo en este $unto, las o$iniones nocoincid3an; no $od3a 0usti4icarse como medio $ara obtener la verdad en el curso de un $roceso.

    En la antigua organización de las $enas, el condenado %ab3a servido de v3ctima e#$iatoriacuyos su4rimientos deb3an restaurar la integridad de la comunidad y el orden del Estado. Lanaturaleza $ro$iciatoria de este rito estaba subrayada $or la inclusión, en numerosassentencias, de un acto solemne de $enitencia. En rancia, $or e0em$lo, $ara cum$lir con laretractación $@blica, el condenado llevaba una antorc%a encendida y se deten3a 4rente a unaiglesia $ara $edir $erdón antes de dirigirse al cadalso"K. A $artir de la nueva organizaciónesbozada $or eccaria y otros re4ormadores, este su4rimiento 4ue denunciado como unaagresión tir2nica y grosera de la $ersona %umana, a la /ue no se deb3a sacri4icar en aras dela comunidad. Como dec3a insistentemente el re4ormador ingl1s Henry )agge, 7el bien dela sociedad se a$oya esencialmente en el res$eto a las $ersonas.8F! El buen 4uncionamientode la comunidad y del Estado necesita a%ora del res$eto a las $ersonas. En este sentido, el 0urista ingl1s Rilliam Eden denunció la e#$osición $@blica de cad2veres: 7los de0amos $udrir como es$anta$20aros en los cercos y nuestros $at3bulos est2n llenos de cad2veres.SHay alguna duda de /ue la $romiscuidad 4orzada de tales ob0etos tenga otro e4ecto /ue nosea el de embotar los sentimientos y destruir la vocación caritativa de las $ersonasT8F9

    Los $artidarios de la tortura 0udicial y de los castigos tradicionales vieron inmediatamenteel $eligro del $lanteo de eccaria. 6ierre ranois -uyart de Douglans, /uien en9!$ublicó la @ltima a$olog3a del sistema 4ranc1s de 0usticia $enal del Antiguo (1gimenLes Lois criminelles de la rance dans leur ordre naturel;, $ublicó tambi1n, en 9G, unare4utación a eccaria. -uyart creyó necesario comenzar $or vaciar al argumento de todo sucontenido a4ectivo: 7-e 0acto de tener tanta sensibilidad como cual/uiera, $ero no %aydudas de /ue no tengo una estructura nerviosa tan 4lo0a como la de nuestros criminalistasmodernos, $or/ue nunca sent3 el suave escalo4r3o del /ue ellos %ablan.8F En cambio, a-uyart le sor$rendió, $or no decir le molestó, com$robar /ue eccaria %ab3a construido susistema sobre las ruinas de toda la sa$iencia ace$tada. 5e o$on3a $articularmente al m1todoracional de eccaria: 75entado en su escritorio, el autor; se dedica a enumerar las leyes detodas las naciones y a demostrarnos /ue, %asta el $resente, no %emos tenido una idea seria y

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    e#acta sobre este tema 4undamental.8F+ 5eg@n -uyart, re4ormar la 0usticia $enal resultabadi43cil $or/ue se asentaba sobre leyes $ositivas y de$end3a m2s de la e#$eriencia y de la $r2ctica /ue del razonamiento.

    A -uyart le costó muc%o de4ender la tortura 0udicial denunciada $or eccaria. Al e0em$lo

    de un solo inocente condenado in0ustamente, o$on3a los 7millones de otros8 /ue erancul$ables $ero /ue nunca %abr3an $odido ser condenados sin el em$leo de la tortura. Latortura $od3a 0usti4icarse, entonces, no sólo $or su utilidad, sino tambi1n $or la antigedad yuniversalidad de su uso. No %ace 4alta agregar /ue -uyart tambi1n recusaba losargumentos de eccaria contra la $ena de muerte. 5eg@n 1l, su 7sistema8 contradec3a alderec%o canónico, a la ley civil, a la ley internacional y a la e#$eriencia de todos lostiem$os.8F"

    En su conclusión, -uyart va derec%o al centro de la dis$uta, es decir, al sentido /ue se ledebe dar al castigo y al su4rimiento. 5e o$uso en t1rminoscontundentes al intento deeccaria de a$oyar su sistema en 7los sentimientos ine4ables de corazón8. )ec3a,severamente, /ue era indignante escuc%ar /ue el autor a$elara a la 7sensibilidad ante elsu4rimiento de los cul$ables8. 76recisamente $or/ue cada %ombre se identi4ica con lo /uele sucede a otro y $or/ue siente un %orror natural ante el su4rimiento, en la elección de lassanciones a los cul$ables se deb3a dar $re4erencia a la m2s cruel $ara el cuer$o de loscul$ables8 con el 4in de disuadir a 4uturos criminales. SVui1n $uede ignorar /ue las $asiones moldean a los %ombres y /ue los %umores casi siem$re dominan a lossentimientosT8 Los %ombres deben ser 0uzgados $or lo /ue son y no $or lo /ue deber3anser.FF

    Algunos cr3ticos de eccaria vieron un signo de cons$iración en la $ublicación im$revistade su obra. En 9K, 5imonQNicolasQHenri Linguet relata lo /ue le di0o un testigo:

    Alg@n tiem$o des$u1s del caso Calas, los enciclo$edistas, esgrimiendo el su$licio ya$rovec%ando la circunstancia 4avorable $ero sin com$rometerse, seg@n es su estilo,escribieron a -il2n a arnabite, su ban/uero de con4ianza en talia y matem2tico digno desu re$utación, /ue era el momento o$ortuno $ara lanzar un discurso en42tico sobre el rigor de las $enas y la intolerancia /ue la 4iloso43a italiana deb3a $roveer la artiller3a, y /ue ellos,disimuladamente, los a$oyar3an en 6ar3s.FG

    Linguet lamentó /ue el tratado de eccaria 4uera muy conocido y se lo considerara unade4ensa de Calas y de otras v3ctimas recientes de la in0usticia.

    6ese a los es4uerzos de los detractores de eccaria, en la d1cada de 9! el concierto de $rotestas contra la tortura se tornó ensordecedorF. En esta 1$oca, sociedades eruditas derancia, de los estados italianos y de los cantones suizos o4rec3an $remios a los me0oresensayos sobre la re4orma $enal. El gobierno de rancia se sobresaltó tanto $or el tono /ue%ab3an ado$tado las cr3ticas /ue le $ro%ibió a la Academia de C%WlonsQ5urQ-arne /uesiguiera im$rimiendo los e0em$lares del ensayo de Jac/uesQ6ierre rissot, ganador delconcurso de 9!F. 5iguiendo a eccaria, rissot abogaba $or la abolición de la $ena demuerte, $ero lo /ue alarmaba al gobierno era el tono encendido de su discurso. rissotinvocaba 7esos derec%os sagrados /ue el %ombre recibe de la naturaleza8 y a4irmaba con

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    insistencia /ue 7es inconcebible /ue una nación tran/uila, /ue vive en un clima tem$lado ycon un gobierno moderado, $ueda conciliar su car2cter amable y sus costumbres $ac34icascon la atrocidad de los can3bales. 6ues nuestras $enas 0udiciales sólo rezuman sangre ymuerte $retenden ins$irar sólo rabia y deses$eración en el corazón del acusado.8FK Algobierno 4ranc1s no le gustó verse com$arado con los can3bales.

    La obra siguiente de rissot, *%1orie des Lois Criminelles 99;, escrita en un $rinci$io $ara un concurso de ensayos organizado en erna, lo convirtió en el nuevo abanderado delmovimiento en 4avor de la re4orma $enalG!. El t1rmino 7%umanidad8 $or e0em$lo, 7eles$ect2culo de la %umanidad doliente8; a$areció re$etidamente en sus escritos. 6ese a su 0uventud y a su 4alta de e#$eriencia, rissot, alentado $or otros re4ormadores, em$rendióentonces la $ublicación de una ibliot%X/ue 6%iloso$%i/ue du L1gislateur, du 6oliti/ue, duJurisconsulte 9

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    res$aldaba la 4uerza del $asadoGG.

    Las cam$aas en $ro de la re4orma de la legislación $enal 4rancesa culminaron durante la(evolución de 9K. Les Ca%iers de )ol1ance del *ercer Estado lista de /ue0as $re$arada $ara los Estados Ienerales de 9K; %icieron de la corrección de los abusos del código

     $enal una de las cuestiones m2s im$ortantesG. Esto no $uede sor$rendernos $or/ue los $artidarios de la re4orma de la ley $enal sal3an del *ercer Estado los $lebeyos; y siguierondesem$eando un $a$el eminente en la (evolución. rissot, $or e0em$lo, se convirtió enuno de los 0e4es de los girondinos llamados a veces brissotinos;. Los decretos del y K deoctubre de 9K y el del G de octubre de 9K9 re4ormaron el código $enal: la $ena demuerte no se abol3a, $ero se a$licar3a @nicamente a ciertos delitos y, a $artir de esemomento, sólo se %ar3a $or deca$itación. La e#$osición $@blica con un collar de %ierro/uedaba reservada sólo $ara las mu0eres y los e#tran0eros y no se a$licar3a a los ciudadanosmasculinos. La tortura, el su$licio de la rueda, el retractación $@blica, la mutilación y lamarcación con %ierro candente, 4ueron abolidasG. )el mismo modo, en los reci1n nacidosEstados Unidos, la ill o4 (ig%ts la )eclaración de )erec%os; $roscribió 7los castigoscrueles e in4recuentes8 seg@n la o$inión general, a@n es $osible una am$lia inter$retaciónde esta noción, es$ecialmente en lo /ue concierne a los esclavos;.

    En $ocas d1cadas, se %ab3an enraizado $ro4undamente nuevos com$ortamientos ante latortura 0udicial y los castigos crueles. Las nociones seculares de sacri4icio $ro$iciatorio y deverdad a trav1s del su4rimiento %ab3an deca3do $or la $resión de nuevas e#$erienciascor$orales. Pstas, a su vez, 4acilitaron el surgimiento de nuevas conce$ciones sobre losderec%os individuales y de cr3ticas a las antiguas $r2cticas ins$iradas en las Luces. Lo /ue%ab3a sido trivial se convirtió en b2rbaro y salva0e. *al vez estos cambios %ayan $ermitidola 7normalización8, tal como la entiende oucault, $ero tambi1n le dieron un signi4icadomuy distinto al t1rmino 7normal8. La noción de un yo $oseedor de derec%os, autónomo einviolable, se convirtió en el ideal 4undador de la democracia, $ese a /ue no se %ayaalcanzado en el $asado y a /ue, actualmente, a@n se est1 le0os de alcanzarlo e4ectivamente.

    Lynn Hunt)e$artement o4 -odern Euro$ean History, UCLA;

    Notas

    9Q oucault, -ic%el, 5urveiller et 6unir: la naissance de la 6rison, Iallimard, 6ar3s, 9KF, $2gs. ", F9 y +99.Q oucault, -ic%el, Histoire de la 5e#ualit1, Iallimard, 6ar3s, vol. 9, La Dolont1 de 5avoir,9KF, $2g. !F vol. , L>usage des 6laisirs, 9K" vol. +, Le 5ouci de 5oi, 9K".+Q Histoire de la 5e#ualit1, vol. 9, $2g. 9K9."Q En una entrevista citada $or 5a'ici, Jana, 7eminism, oucault, and =5ub0ets> o4 6o'erand reedom8 en 5usan J. Hecman ed., eminist nter$retations o4 -ic%el oucaul, 6A,University 6ar, 9KKG, $2g. 9+.FQ Elias, Norbert, La Civilisation des -oeurs, CalmannQL1vy, 9K+, $2gs. 9"K Q9F!.GQ 6ara una visión cr3tica, ver (osen'ein, arbara H., 7Rorrying about Emotions inHistory8, American Historical (evie', 9!, !!, $2gs. 9Q"F.

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    Q Jo%nson, James H., Listening in 6aris: A Cultural History, University o4 Cali4ornia 6ress,ereley, 9KKF, cita $2g. G9.Q (avel, Je44rey 5. insiste en la algarab3a continua de los es$ectadores de $ie en la $lateaen *%e Contested 6arterre : 6ublic *%eater and renc% 6olitical Culture, 9G!Q9K9,Cornell University 6ress, t%aca, 9KKK.

    KQ 6ardail%1QIalabrun, Anni, La Naissance de l>ntime, +!!! oyers 6arisiens, BDY etBDY siXcles, 6.U.., 6ar3s, 9K. N.del *.: Juego de $alabras :7boudoir8, salón $e/ueo/ue usaban las seoras y 7bouder8, $oner mala cara, mostrar en4ado o mal %umor. As3, el7boudoir8 es el salón $ara 7bouder8.9!Q 5%acel4ord, Ieorges *. -. y *avener Holmes, -ary A. -agic -irror: t%e6ortrait inrance, 9!!Q9K!!, -useum o4 t%e ine Arts, Houston, 9KG, $2g. K.99Q Ellen I. -iles ed., *%e 6ortrait in Eig%teent%QCentury America, , University o4)ela'are 6ress, Ne'ar, )E, 9KK+, $2g. 9!.9Q reen, *. H., 7*%e -eaning o4 =Lieness> 6ortrait 6ainting in an Eig%teent%QCenturyConsumer 5ociety8, -iles ed., *%e 6ortrait, $2gs. +QG!.9+Q Lettres sur les $eintures, scul$tures et gravures de -rs. )e l>Acad1mie (oyale,e#$os1es au 5alon du Louvre de$uis -)CCLBD 0us/u>en -C))LBBB, Jo%nAdamson, Londres, 9!, $2g. salón de 9G;, $2g. F9 salón de 9GK;.9"Q oucault, -ic%el, 5urveiller et 6unir, $2g. 9K.9FQ (u44, Julius (., Crime, Justice and 6ublic Zrder in Zld (egime rance: *%e51n1c%auss1es o4 Libourne and azas, 9GKGQ9K, Londres, 9K".9GQ -o'ery Andre's, (ic%ard, La', -agistracy, and Crime in Zld (egime 6aris, 9+FQ9K, vol. , *%e 5ystem o4 Criminal Justice, Cambrigde University 6ress, Cambrigde,9KK", en $articular, $2gs. +F, +Q+.9Q El ody o4 Liberties 9G"9; (e$ertorio de libertades; de -assac%usetts $ermiteobtener el nombre de cóm$lices $or medio de la tortura y demuestra, adem2s, la ligereza enlas nociones de castigos b2rbaros e in%umanos: 7Nadie ser2 4orzado $or medio de la torturaa con4esar un delito, contra s3 mismo o contra cual/uiera, a menos /ue se trate de un asuntode ca$ital im$ortancia en el /ue %aya sido declarado cul$able a $artir de $ruebas claras ysu4icientes. )es$u1s de lo cual, si se trata de una causa de este ti$o, si se com$rueba /ue%ay otros cons$iradores o cóm$lices, el acusado $uede ser torturado $ero sin /ue esoscastigos sean b2rbaros o in%umanos8. riedman, La'rence -., A History o4 American La',5imon [ 5c%uster, Nueva Oor, 9KK9, $2g. !.9Q 6eters, Ed'ard, *orture, University o4 6ennsylvania 6ress, iladel4ia, 9KF.9KQ No $arece ser 1ste el caso de nglaterra. 6or e0em$lo, el 6arlamento aumentóconsiderablemente el n@mero de 4altas ca$itales en el siglo BD seg@n ciertasestimaciones, el n@mero se tri$licó en ese siglo;.León (adzino'icz, A History o4 Englis%Criminal La' and its Administration 4rom 9F!, " vol@menes, Londres, 5tevens [ 5ons,9K", vol. 9, $2gs. +QF, 9GFQ.!Q Langbein, Jo%n H., *orture and t%e La' o4 6roo4: Euro$e and England in t%e Ancien(1gime, University o4 C%icago 6ress, C%icago, 9KG.9Q Andre's, La', -agistracy, and Crime, citas: $2gs. + y "F+.Q Cocburn, J. 5., 76unis%ment and rutalization in t%e Englis% Enlig%tenment8, La'and History (evie', 9, 9KK", $2gs. 9FFQ9K, en $articular, $2gs. 9Q9.5in embargo,esta com$aración $arece 4alaz no se $uede $oner en el mismo $lano el tratamiento brutal/ue el gobierno in4lige a los cuer$os de los condenadosy la violencia de lamuc%edumbre en el lugar del su$licio.

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    +Q Cocburn, 76unisment; and rutalization8, $2g. 9G+."Q Citado en -cgo'en, (andall, 7*%e body and $unis%ment in Eig%teent%QCenturyEngland8, Journal o4-odern History, FK, 9K, $2gs. GF9QGK, cita: $2g. GG.FQ 5$irenburg, 6ieter, *%e s$ectacle o4 5u44ering E#ecutions and t%e Evolution o4(e$resion: rom a 6reindustrial -etro$olis to t%e Euro$ean E#$erience, Cambridge

    University 6ress, 9K".GQ 5ilverman, Lisa,*ortured 5ub0ects: 6ain, *rut%, and t%e ody in Early -odern rance,University o4 C%icago 6ress, C%icago, !!9. 5obre los re4ormadores ingleses, ver-cIo'en, 7*%e ody and 6unis%ement8.Q 6ara el caso de rancia, ver 5ilverman, *ortured 5ub0ects, El caso Calas tuvo menosre$ercusión en nglaterra, $ero el tratado de eccaria e0erció una gran in4luencia en lasideas re4ormadoras de Rilliam Eden, 6rinci$les o4 6enal La', 99, de (omilly, 5amuel yde ent%am, Jeremy. (adzino'icz, A History o4 Criminal La', vol. 9, $2gs. +!9Q+9.Q Los or3genes del vocabulario de derec%os %umanos dista muc%o de ser un tema zan0ado.5obre la in4luencia de la escuela na$olitana de la ley natural, ver errone, Dincenzo, La5ociet\ giusta ed e/ua: re$ubblicansimo e diritti dell>uomo in Iaetano ilangieri, Laterza,(oma, !!+, en $articular, $2gs. 9!!Q9+.KQ -1moires secrets $our servir \ l>%istoire de la (1$ubli/ue des lettres en rance de$uis-)CCLB 0us/u>\ nos 0ours, Londres, 9!, reim$reso en 9K!, vol. 9, $2g. +! $asa0erelativo al 9+ de 0unio de 9G+;. Como los vol@menes se $ublicaron des$u1s de las 4ec%as/ue su$uestamente abarca la obra, no $odemos estar absolutamente seguros de /ue el usode la e#$resión 7derec%os %umanos8 4uera tan com@n desde 9G+ como a4irma el autor. *%ene/uality o4 Conditions se relaciona con las tesis de (ousseausobre el origen de ladesigualdad.+!Q erriatQ5aintQ6ri#, )es tribunau# et de la $roc1dure du grand Criminel, $2gs. K+QKG.+9Q ien, )avid )., L>A44aire Calas: H1r1sie, 6ers1cution, *ol1rance \ *oulouse au BDe.siXcle, trad. 6%ili$$e Rol44, Ec%1, 9K.+Q La intención de Doltaire de $oner a este caso en el marco de la intolerancia religiosa semani4iesta claramente en el *rait1 sur la *ol1rance \ l>occasion de la mort de Jean Calas9G+;, en Doltaire, L>A44aire Calas et autres a44aires, Iallimard, 6ar3s, 9KF, $2gs. Q9K".++Q Der, $or e0em$lo, Loyseau de -aul1on, Ale#andreQJ1rome, -1moire $our )onat, 6ierreet Louis Calas, Le reton, 6ar3s, 9G, et JeanQa$tisteQJac/ues Plie de eaumont en-1moire $our )ame AnneQ(ose Cabibel, veuve Calas, et $our ses en4ants sur le renvoi au#(e/u]tes de l>H^tel au 5ouverain, ordonn1 $ar arr]t du Conseil le " 0uin 9G", im$renta deL. Cellot, 6ar3s,9GF. Der tambi1n -aza, 5ara%, Dies 6riv1es, A44aires 6ubli/ues: Lescauses c1lXbres de la rance $r1Qr1volutionnaire, trad. C%risto$%e eslon y 6ierreQEmmanuel )auzat, ayard, 6ar3s, 9KK.+"Q En una carta 4ec%ada el 9G de octubre de 9GF, Doltaire menciona /ue leyó a eccaria.*ambi1n %ace alusión al Caso Calas y al caso 5irven /ue im$licaba tambi1n a los $rotestantes;. *%1odore esterman et al. editores, Les Zeuvres Com$l1tes de Doltaire, 9+Fvol@menes,anbury, Z#4ords%ire, IenXve *oronto: nstituto y -useo DoltaireundaciónDoltaire University o4 *oronto 6ress 9KG. !!9, 99+, Corres$ondence and (elated)ocuments, A$rilQ)ecember 9GF, K, 9K+, $2g. +"G.+FQ 5obre la acogida /ue tuvo la obra en rancia y en otros $a3ses euro$eos, ver las cartasre$roducidas $or ranco Denturi ed., Cesare eccaria, )ei )elitti e delle $ene, con uneraccolta di lettere e documenti relativi all uscita dell>o$era e alla sua 4ortuna nell>Euro$adel settecento, Iiulio Einaudi, *ur3n, 9K!, en $articular, $2gs. +9Q+".

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    +GQ El comentario de Doltaire $one aun m2s en relieve los e#cesos de los castigos crueles.Der An Essay on Crimes and 6unis%ments, *ranslated 4orm t%e talian, 'it% a Commentaryattributed to -ons. )e Doltaire, *ranslated 4rom t%e renc%, "_ edición, Londres, . Ne'berry, 9F. )esde 9G, la tortura era uno de los $rinci$ales esc2ndalos denunciados $or Doltaire. En una carta /ue le escribió a eccaria al comienzos de ese ao, describe las

    ve0aciones /ue so$ortó el caballero de la arre. Denturi ed., Cesare eccaria, $2g. "+ lacarta no tiene 4ec%a, $ero es inmediatamente anterior a otra 4ec%ada en mayo de 9G;.+Q ir$o, Luigi, 7Contributo alla bibliogra4ia del eccaria. Le edizioni italianesettecentesc%e del )ei )elitti e della $ene8, en Atti del convegno internazionale su Cesareeccaria $romosso dall>Academia delle 5cienze di *orino nel secondo centenariodell>o$era =)ei delitti e delle $ene>8, *ur3n, " a G de octubre de 9KG";, Accademia )elle5cienze, *ur3n, 9KGG, $2gs. +KQ"F+.+Q -aestro, -arcello, Cesare eccaria and t%e Zrigins o4 6enal (e4orm, *em$leUniversity 6ress, iladel4ia,9K+, $2g. "+.+KQ An Essay on Crimes and 6unis%ments, *ranslated 4rom t%e talian, 'it% a commentaryattributed to -ons. )e Doltaire, *ranslated 4rom t%e renc%, "_ edición, . Ne'berry,Londres, 9F, citas: $2gs. iii y vii."!Q Crimes and 6unis%ments, citas: $2gs. y 9K."9QCrimes and 6unis%ments, citas: $2gs. 9!, "+ y 99."Q En lo /ue res$ecta a las variaciones en rancia, ver erriatQ5aint 6ri#, )es tribunau# etde la $roc1dure du grand Criminel, $2gs. "Q9!+."+Q Crimes and 6unis%ments, cita: $2g. "9.""Q ranco Denturini ed., Cesare eccaria, $2g. +! Q+9, $ara la edición italiana de4initiva la@ltima su$ervisada $or el $ro$io eccaria;. El $2rra4o a$arece en el mismo lugar de latraducción inglesa original, en el ca$3tulo 99. 6ero las ediciones italianas $osterioresretomaron el orden ado$tado en la traducción 4rancesa. Der, $or e0em$lo, )ei delitti e delle $ene. Ediziones rivista, corretta, e dis$osta secondo l>ordine della traduziones 4rancesea$$rovato dall>autore, 6resso la 5ociet\ dei iloso4i, Londres, 9", $2g. ". 5eg@n Luigiir$o, este volumen lo im$rimió en realidad Coltellini en Liborno. ir$o 7Contributo alla biogra4ia del eccaria8, $2gs. +Q+K."FQ Doltaire $ublicó un $an4leto de 9 $2ginas en agosto de 9G sobre la Histoired>Elizabet% Canning et des Calas. Usa las mismas an1cdotas y e#$resiones /ue los dem2scomentaristas $ara describir la tortura y la muerte. Est2 escandalizado, no $or el em$leo dela tortura, sino $or sus abusos in0usti4icados. Doltaire, L>A44aire Calas, $2g. 9."GQ Loyseau de -aul1on, -1moire $our )onat, 6ierre et Louis Calas, $2gs. +Q+K.eaumont, Elie de, transcribe e#actamente las $alabras /ue $ronunció Calas. Doltaire las%ab3a incluido tambi1n en su $an4leto."Q Commentary Attributed to -ons. )e Doltaire, $2g. l#i. Aun/ue siguen el tratado deeccaria, las $2ginas del comentario est2n numeradas en ci4ras romanas. Doltaire no sesumó inmediatamente a la luc%a $or la abolición de la tortura sólo lo %izo en su 6ri# de laJustice et de l>Humanit1, $ublicado en el ao de su muerte, en 9. Denturi ed., Cesareeccaria, $2gs. "K+Q "KF."Q Crimes and 6unis%ments, $2gs. G!QG9."KQ 5$ierenburg, *%e 5$ectacle o4 5u44ering, $2g. F+.F!Q Citado en 7*%e body and 6unis%ment in Eig%teent%QCentury England8, -cIo'en, $2g.GGK.F9Q Citado en 7*%e body and 6unis%ment in Eig%teent%QCentury England8, -cIo'en, $2g.

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    G!.FQ 6ierreQranois; -uyart de Douglans, (14utation du *rait1 des )1lits et des 6eines [c., im$reso al 4inal de Les Loi# criminelles de rances, en su orden original, eno` -orin,6ar3s,9!, $2g. 99.F+Q -uyart de Douglans, (14utation, $2g. 9F.

    F"Q -uyart de Douglans, (14utation, $2gs. "QG.FFQ -uyart de Douglans, (14utation, $2g. +!.FGQ Denturi ed., Cesare eccaria, $2g. "KG. Este $2rra4o est2 tomado de la obra de Linguet,Annales 6oliti/ues et Litt1raires, F, 9K.FQ Es im$osible %acer a/u3 una enumeración com$leta de los escritos contra la tortura. Der -aza, 5ara%, Dies 6riv1es, A44aires 6ubli/ues: Les causes c1lXbres de la rance $r1Qr1volutionnaire y Jacobson, *%e 6olitics o4 Criminal La' (e4orm.FQ Jacobson, *%e 6olitics o4 Criminal La' (e4orm, $ag. +9G.FKQ Las citas $rovienen del ensayo de rissot, )iscours sur les moyens de $r1venir lescrimes en rance, t3tulo ba0o el cual $resentó su obra en el concurso de la Academia (eal deC%WlonsQsurQ-arne cuando lo volvió a $ublicar en la ibliot%X/ue du L1gislateur.(e$roducido en Denturi ed., Cesare eccaria, $2g. F9.G!Q rissot describe las reacciones en sus memorias. Claude 6erroud ed., J. 6. rissot,-1moires 9F"Q9K+;, vol@menes, Al$%onse 6icard [ ils, s.4., 6ar3s, vol. 9, $2gs. QG.G9Q rissot em$lea la misma dial1ctica /ue usaban los abogados al redactar sus escritos $ara las diversas causas c1lebres de los aos 9! no sólo de4end3an a sus clientesin0ustamente acusados, sino /ue cada vez m2s acusaban al sistema 0udicial en su con0unto.Estos escritos estaban generalmente en $rimera $ersona, como si los $ro$ios clientes%ubieran escrito esos relatos novelados melodram2ticamente $ara dar m2s 4uerza a susargumentos.5ara% -aza analiza en $ro4undidad estos $rocedimientos estrat1gicos en Dies6riv1es, A44aires 6ubli/ues : Les causes c1lXbres de la rance $r1r1volutionnaire.GQ -cCloy, 5%elby *., *%e Humanitarian -ovement in Eig%teent%QCentury rance,University o4 entucy 6ress, Le#ington, O, 9KF, $2g. 9KG.G+Q 5ervan, Jose$% -ic%el Antoine, )iscours sur le $rogrXs des connaissances %umaines eng1n1ral, de la morale, et de la l1gislation en $articulier, 99, $2g. KK.F"Q Citado en *%e ody and 6unis%ment in Eig%teent%QCentury England, -cIo'en, $2g.GGK.GFQ (eccueil I1n1ral des anciennes Lois ranaises, Jourdan ed., $2gs. QF.GGQ En una escala de 9 a 99F, y considerando /ue 9 era la 4recuencia m2s alta con la /uelos temas a$arec3an en los libros de reclamaciones, tenemos:contra el código $enal: !,F el *ercer Estado, ,F la nobleza, ++ el clerocontra el $rocedimiento legal: +" el *ercer Estado, ,F la noleza, 9F el clerocontra las $ersecuciones y sanciones: G!, el *ercer Estado, G la nobleza, 99 el clerocontra las $enas establecidas $or la ley $enal: "9,F el *ercer Estado, 9+,F la nobleza, +"!el clero.GQ Esta clasi4icación 4ue establecida $or 5%a$iro, Iilbert y -aro44, Jo%n, (evolutionary)emands: A Content Analysis o4 t%e Ca%iers de )ol1ances o4 9K, 5tan4ord, CA, 5tan4ordUniversity 6ress, 9KK, $2gs. "+Q"".GQ 6ara una visión de con0unto, ver -cCloy, *%e Humanitarian -ovement, $2gs. !Q!K.GKQ 6ara una visión de con0unto, ver -cCloy, *%e Humanitarian -ovement, $2gs.!Q!K.

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