40ES-3 DE OCTUBRE DEL 2009

En 1937, George Orwell se atrincheró en la azotea del teatro Poliorama, en Barcelona. Ahora, el actor estadounidense Tim Robbins, sigue sus pasos y representa en ese mismo escenario una de las obras más emblemáticas del escritor británico, ‘1984’

LA AzOTEADE Tim ROBBins

Tim Robbins se detiene un segundo, emocionado. Mira a su alrededor y le dice a uno de los miem-bros de su equipo que lo dejen solo un momento. “He tenido un sentimiento fuerte allí arriba”, afima este actor de ojos claros y verdaderos, de mirada buena. “Me gustaría volver aquí antes del estreno”, les dice. Y tras una pausa, con voz grave: “Él estuvo en este teatro”. Robbins mira a su alrededor y trata de escuchar las mil historias que rezuman las paredes de este edificio. De aplausos y risas; de gritos y de dolor; de miedo y de alegría; de teatro y de guerra. “Las estructuras arquitec-tónicas llevan con ellas una energía muy especial. Como cuando buscas piso. A veces entras en uno y sientes que no es tu lugar, notas una energía nega-tiva. En cambio, otras, te dices: es éste”.

Y ésa es la sensación que tuvo el actor, galardona-do con un óscar por Mystic River, cuando entró en el teatro Poliorama de Barcelona. “¡Qué mejor lugar para representar 1984!”, exclama Robbins, que ha desembarcado en España con su compañía The Actors’ Gang, para llevar al escenario una adaptación de teatro de la novela del británico George Orwell. “No digo que esté aquí su fantas-ma –bromea– pero sí que hay una energía brutal. Y es excitante. Además tiene una acústica extraor-dinaria”, y mientras pronuncia estas palabras,

Texto Cristina SáezFotos Marc Arias

EL AcTOR cOinciDE En iDEAs y LuGAREs cOn GEORGE ORwELL

EN CASA

juega a bajar y subir la voz para demostrarlo.

Hace 72 años, Orwell, como tantos otros inte-lectuales de todo el mundo, llegó a España para unirse a la causa republicana. Robert Capa, Ernest Hemingway, André Malraux, Gerda Taro, David Seymour... En primavera de 1937, el escritor bri-tánico se atrincheró tres días y tres noches en la azotea del Poliorama para defender al POUM en los llamados Hechos de Mayo, que luego recoge-ría en su ensayo Homenaje a Cataluña, crónica de sus vivencias en la Guerra Civil y una denuncia de la mentira de aquella contienda.

Como Orwell, Robbins es una persona com-prometida. En la calle, en la pantalla, en los escenarios, en ruedas de prensa. Y ahora avisa del “totalitarismo mental”, de los mecanismos controladores, la vigilancia ciudadana. Sobre una sociedad exhibicionista a la que le encanta ver a gente humillada. Contra eso sólo hay remedio, “¡el amor! El amor es la rebelión máxima. ¡Sigue tu corazón! ¡Libérate sexualmente! En el libro [1984] el Gobierno no quiere que sus ciudadanos tengan sexo, porque liberan energía y están más felices. Quieren que se repriman, para que estén más en-fadados y agresivos, para que estén frustrados. Así que el orgasmo es una forma de rebelión”. s

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LA ‘PAnDA’ DE AcTOREs DE ROBBinsRobbins dirige desde 1981 una compañía de teatro, The Actors’ gang (La panda de actores), con la que defiende un teatro libre y comprometi-do. De hecho, sus montajes se caracterizan por su contenido sociopolítico. Además, este grupo de actores lleva a cabo programas de educación gratuita para jóvenes y visita prisiones. Con ellos, después de haber pasado por Madrid, Robbins trae a Barcelona 1984, que se podrá ver hasta mañana. Depués, aterrizará en el Festival de Gasteiz, el 10 y 11 de octubre.

George Orwell, al fondo, en una de las pocas fotos que se conservan junto al resto de milicianos del POUM (Partit Obrer d’Unificació Marxista), en la Guerra Civil AG

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