Enciclopedia de La Politica

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    RODRIGO BORJA

    ENCICLOPEDIA 

    de laPOLÍTICA

    TOMO II. H-Z

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    RODRIGO BORJA

    ENCICLOPEDI

    ENCICLOPEDIADE L POLÍTIC

    DE LA POLÍTICA

    TOMO II

    H-Z

    FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

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    Primera edición, 1997Segunda edición, 1998Tercera edición, 2002Cuarta edición, 2012

    Borja, RodrigoEnciclopedia de la política, tomo II: H-Z / Rodrigo Borja. — 4ª ed. — México : FCE, 20121011-2072 p. ; 28 x 21 cm. — (Colec. Sección de Obras de Política y Derecho)ISBN 978-607-16-0879-6 (tomo II: H-Z)ISBN 978-607-16-0877-2 (obra completa)

    1. Política — Diccionarios y enciclopedias I. Ser. II. t.

    LC JA64 Dewey 320.014 B246e Vol. 2

     Distribución mundial

    Diseño de portada: Laura Esponda Aguilar

    Comentarios y sugerencias: editorial@fondodeculturaeconomica.comwww.fondodeculturaeconomica.comTel. (55)5227-4672; fax (55)5227-4640

    D. R. © 1997, Fondo de Cultura EconómicaCarretera Picacho-Ajusco 227; 14738 México, D. F.

    Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio,sin la anuencia por escrito del titular de los derechos.

    ISBN 978-607-16-0879-6 (tomo II)ISBN 978-607-16-0877-2 (obra completa)

    Impreso en México • Printed in Mexico

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    H

    “hábeas corpus.” Es el derecho de la persona, que consi-dere que ha sido detenida por orden de autoridad in-competente o mediante procedimientos que no cum-plen los requisitos legales, a obtener su libertad. Lademanda deberá ser sustentada por la autoridad se-ñalada por la ley —en algunos países es un juez, enotros el alcalde municipal— quien noticará al direc-

    tor de la cárcel y pedirá que se le presente al detenidoa la brevedad posible, con todos los documentos que justiquen el procedimiento seguido. El carcelero de-berá cumplir la orden so pena de destitución. Y la au-toridad, sin conocer el fondo del asunto, esto es, lasacusaciones que pesan sobre el detenido, cuyo cono-cimiento es materia de competencia de los jueces res-pectivos, se pronunciará exclusivamente sobre la le-galidad del procedimiento y sobre la competencia delfuncionario que ordenó la prisión.

    El hábeas corpus es una de las

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    cumplido, la persona detenida arbitrariamente (o susparientes, amigos o cualquier otra persona) puede ha-cer uso del recurso de hábeas corpus para obtener sulibertad inmediata.

    hábitat. Palabra derivada del latín habitare, que signicahabitar, con la que se designa, en  pobreza, esto es, para denotar una extrema penu-ria de la gente.

    El hecho de que las dos terceras partes de la po-blación del planeta pasen hambre demuestra que ellaes un elemento fundamental de la política de nues-

    tros días. Muchos fenómenos sociales se explican enfunción del hambre. Sin embargo, la relación forzosade causa a efecto con la revolución —que es una delas más extendidas creencias de nuestro tiempo— noha podido probarse históricamente. La pobreza con-duce a la violencia y a la criminalidad pero no nece-sariamente a la revolución, aunque bajo determina-das condiciones puede ser un factor coadyuvante. Larevolución no la han hecho los hambrientos. Al me-nos la iniciativa revolucionaria no ha partido de ellos.Su propia condición de pobreza, ignorancia y abuliano les ha permitido insurgir y romper las cadenas. La

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    1013 “HEGEMONISMO”

    revolución la han planicado y realizado represen-tantes de las capas medias lúcidas, con plena con-ciencia de las disparidades económicas imperantesen la sociedad. De sus las han salido los jefes revolu-cionarios. A veces, incluso, han dirigido acciones in-surgentes elementos disidentes de la propia clase do-minante que por razones de Maniesto comunista.

    Tiene mucho que ver con esto la exaltación del ham-bre y la pobreza que suelen hacer algunas religionespara inculcar resignación en quienes las sufren. Laspresentan como el camino más directo hacia la bien-aventuranza y emiten explícita o subliminalmente el

    mensaje de que la pobreza es una bendición para losnes de la vida ultraterrena, por aquello de que  “esmás fácil que un camello entre por el ojo de una agu- ja que un rico se salve”, que consta tanto en el Talmudcomo en la Biblia y en otros libros de las religionesorientales. Con lo cual siembran en la sociedad el con-formismo y la idea de que la penuria es un hecho “na-tural”, inevitable y redentor.

    El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Na-ciones Unidas armó en septiembre de 2009 que lahambruna en el mundo alcanzó su nivel más alto dela historia, con más de 1 000 millones de personasafectadas por la escasez de alimentos. Cada seis se-gundos un niño moría en ese año por causas relacio-nadas con el hambre. La falta de alimentos afectabaa 642 millones de personas en Asia y el Pacíco, 265millones en África subsahariana, 53 millones en Amé-rica Latina y el Caribe, 42 millones en el Oriente Me-dio y África del Norte y 15 millones en los países delmundo desarrollado. El 65% de quienes padecíanhambre vivía en siete países: India, China, RepúblicaDemocrática del Congo, Bangladesh, Indonesia, Pa-kistán y Etiopía.

    En iguales términos se pronunció la Organizaciónde las Naciones Unidas para la Agricultura y la Ali-mentación (FAO), que armó que en ese año existían1 020 millones de seres humanos que carecían de ali-mentos sucientes en el planeta.

    La directora ejecutiva del PMA, Josette Sheeran,

    manifestó además que, de un presupuesto de 6 700 mi-llones de dólares que necesitaba en ese año para ha-cer frente a la situación, contaba solamente con 2 600millones. La funcionaria atribuyó la situación calami-tosa a “dos tormentas que han coincidido y están gol-peando al mundo”: la crisis nanciera internacionalque comenzó a nales de 2008 y el encarecimiento delos alimentos.

    hedonismo. Es, en la historia de la losofía, el conjuntode las ideas propuestas por Aristipo de Cirene y porsus seguidores, allá por los años 430 antes de nuestraera. Este lósofo griego fue discípulo de Sócrates. Fun-

    dó la llamada escuela cirenaica, que propuso la tesisde que el n último del hombre es la consecución dela libertad de pensar y de los goces materiales.

    El hedonismo, en consecuencia, es la postura lo-sóca que vincula el bien con el placer y el mal con eldolor y que, por tanto, conduce al hombre a la ince-sante búsqueda del placer como un mandato ético.

    El hedonismo arma, como principio, que todo pla-cer es un bien y, recíprocamente, que no hay otro malque el dolor. Por tanto, el ser humano debe conducir-se de modo que aparte de su vida todo lo que le causedolor y atraiga hacia ella todo lo que pueda ser fuen-te de placer. Pero el dolor y el placer están fundamen-talmente concebidos en términos de sensualidad, estoes, de sufrimiento o de gozo de los sentidos. Y, ade-más, de gozo actual, inmediato. En el hedonismo im-pera el aquí  y el ahora, no el futuro. Alguien describiósu actitud como la soberanía del instante.

    En eso el lucha de clases, en los términos plan-teados por el >marxismo. El ideólogo comunista ita-liano Antonio Gramsci (1891-1937) fue quien inició eluso de ese concepto para referirse a la dominación nocoercitiva sino ideológica de la clase prevaleciente.

    La segunda signicación se proyecta hacia el ordeninternacional. Más por razones semánticas que con-ceptuales, se llamó  hegemonismo  a la acción impe-

    rialista que en su tiempo desplegó la Unión Soviéticasobre sus países satélites y sobre su zona de inuen-cia geopolítica y que tuvo las mismas característicasexpansivas y dominantes que el >imperialismo tradi-cional.

    El hegemonismo —que fue simplemente la versiónimperialista del capitalismo de Estado— alentó tam-bién la política de conquista territorial y de merca-dos, la imposición cultural, la intervención militar, laexplotación de recursos naturales y la dominación delos países inermes. Invocó la teoría de la “soberaníalimitada” para intervenir en asuntos domésticos de

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    HETERODOXIA 1014

    otros Estados y para sofocar la libre determinaciónde sus pueblos. Todas las acciones propias del impe-rialismo formaron parte, en su momento, de la diná-mica hegemonista soviética.

    heterodoxia. Esta palabra proviene del griego  hetero- doxía, compuesta de las voces  heteros, que signica“otro” o “distinto”, y doxa, “opinión”. Heterodoxia es,en  stricto sensu, la discrepancia con los principiosfundamentales que rigen cualquier religión, doctrinalosóca, arte o sistema político. Pero en el ámbito re-ligioso, que es donde se la ha empleado con mayor fre-cuencia, esta palabra signica la opinión diferente deldogma denido por las diversas ramas del cristianis-mo. Es sinónima de herejía y antónima de ortodoxia.

    Esta palabra se utilizó con mucha frecuencia a lolargo de la accidentada vida de la Iglesia católica, pla-gada de querellas dogmáticas, de herejías y de cismasdesde los días mismos de su fundación.

    Especialmente durante la Edad Media brotaronmuchísimas controversias en torno a las “verdades dela fe”, las más importantes de las cuales fueron la del  arrianismo y de los iconoclastas durante los siglos IV 

    al IX; la de los valdenses y albigenses, en Francia, du-rante el siglo XII; las de Wicleff, Jerónimo de Praga yJuan Huss en el siglo XV.

    En 1378 se produjo el  gran cisma de Occidente,que dividió a la Iglesia por 40 años y opuso a los pon-tíces de Roma con los de Avignon en una lucha sincuartel.

    A comienzos del siglo XVI surgió el movimiento in-surreccional promovido por los teólogos Lutero, Me-lanchthom, Calvino, Zwinglio, Oecolampadius, Buce-ro, Farel y otros en contra de la jerarquía católica deRoma, que se denominó la >reforma protestante.

    Durante estos duros avatares se acuñaron las pala-bras  ortodoxo  y  heterodoxo, de profunda raigambrereligiosa, para designar a quienes estaban alineadoscon la postura ocial de la Iglesia romana o con la delos cuestionadores de ella.

    Pero por extensión se suele llamar heterodoxo tam-bién a quien sostiene una opinión distinta a la acepta-da generalmente, o a quien se aparta de las ideas reci-bidas en un medio o en una escuela, o hace cosasdiferentes o las mismas cosas pero de manera diferen-te de la generalmente admitida en una sociedad.

    Con frecuencia ha ocurrido dentro de la dinámicade la historia que la heterodoxia de una época se haconvertido en la ortodoxia de la siguiente.

    Los revolucionarios y los reformistas en el campopolítico, lo mismo que los herejes e innovadores en elámbito religioso, son necesariamente heterodoxos

    puesto que insurgen contra el orden establecido.Lo contrario de lo  heterodoxo es lo ortodoxo, queen su más amplia acepción es la conformidad con ladoctrina clásica o con los principios tradicionales deuna escuela de pensamiento en cualquiera de los ór-denes de la vida social. Es el sometimiento rigurosoal orden de cosas establecido en el ámbito religioso,losóco, político, artístico o en cualquier otro de laactividad humana.

    Evidentemente que la palabra  ortodoxia  tiene enpolítica una connotación de “conservadurismo”, estoes, de conformismo con el orden imperante. Política-

    mente ortodoxa es la persona, partido, gobierno o ins-titución que profesa el conservadurismo como actitudde inmovilismo ante las demandas y retos de la vida.

    “hippies.” Fueron parte de un movimiento de rebeldíade la juventud iniciado en San Francisco, California,en la segunda mitad de la década de los sesenta delsiglo pasado, que se extendió después a otras partesdel mundo. Su característica general fue su adhesióna una cierta anarquía no violenta, la preocupación porel medio ambiente y el rechazo a la concepción mer-cantil y materialista de la vida. Propugnó una contra-cultura políticamente atrevida y antibelicista. Su estilo“sicodélico” y lleno de colorido, estimulado por drogasalucinógenas, se plasmó en la moda de vestir de susmiembros, en sus artes grácas y en la música de can-tantes como Janis Joplin o de bandas como Love,Grateful Dead, Jefferson Airplane y Pink Floyd.

    La palabra hippie derivó de hipster , que designabaa las personas que se relacionaban con la cultura ne-gra en los Estados Unidos. Fue el periodista MichaelFellon quien la usó por primera vez para referirse alos jóvenes bohemios de la generación beat. Lo hizo en

    un artículo publicado en un periódico de San Francis-co, California, el 6 de septiembre de 1965. Después lagran prensa se encargó de popularizar el término.

    En ese tiempo ocurrían cosas importantes en elmundo: fue asesinado John F. Kennedy en Dallas; lalucha por los derechos civiles era muy candente enlos Estados Unidos; se reclutaba a la gente joven paracombatir en Vietnam; Fidel Castro empezaba su lar-go gobierno revolucionario en Cuba; se reunía el

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    mo y los falsos valores de la sociedad capitalista; y ensu lugar preconizaron la paz, la vuelta a la naturale-za, la austeridad, la defensa del medio ambiente, lalibertad sexual, el amor libre, la emancipación feme-nina y la liberación homosexual.

    La or fue su emblema. Su proclama: “Make lovenot war”. Y su lema pacista: “Flower power”.

    Los  hippies promovieron en los Estados Unidos yen otros países protestas, a veces violentas, contra laguerra de Vietnam y contra todos los conictos arma-dos de esos días. Fueron adictos a las drogas, princi-palmente al ácido lisérgico (LSD) y a la marihuana. Suforma de vestir fue extravagante y astrosa —colores vivos, prendas de vestir pasadas de moda, sandalias,pantalones viejos— y su cuidado personal dejabamucho qué desear con su desaseo y sus largas y des-cuidadas cabelleras. La música sicodélica fue uno delos medios de expresar su inconformidad. Se forma-ron bandas de rock muy célebres, como Jefferson Air-plane, The Grateful Dead, Quicksilver MessengerService, Pink Floyd, Big Brother, Love, Country Joeand the Fish y muchas otras. El  rock-and-roll se vol-

     vió muy popular por esos años entre la juventud delmundo. Surgieron cantantes como Joan Baez, JanisJoplin, Bob Dylan y Arlo Guthrie, que entonaron can-ciones de protesta contra la guerra, las normas y elgobierno. Pero fue sin duda el conjunto de los Beatles ingleses —integrado por cuatro jóvenes de Liverpool:John Winston Lennon, en la guitarra rítmica; Ri-chard Starkey, mejor conocido con el nombre de Rin-go Starr, en la batería; James Paul McCartney, comobajista; y George Harrison, en la guitarra solista— elmás famoso. Revolucionó la música rock y pop. Losfestivales populares de música se extendieron por to-das partes. Fue notable el organizado en agosto de1969 en Woodstock que reunió en paz y armonía a500 000 hippies durante tres días locos, en lo que fueel punto culminante del movimiento hippie.

    El movimiento hippie duró pocos años. Represen-tó una subcultura o hasta una contracultura, es decir,una cultura de signo negativo o la agresión a los valo-res de la cultura dominante. La subcultura es un siste-ma de ideas, costumbres, creencias y comportamien-tos discrepantes de la cultura ocial, sostenido por ungrupo dentro de la sociedad. Los integrantes de una subcultura, en cuanto están enfrentados a los valoresy comportamientos de la sociedad dominante, tienenentre sí lazos muy intensos. Las subculturas se carac-terizan por la forma del lenguaje, de la indumentaria,de los valores y las costumbres y por su afán estri-dente de mantener y profundizar sus diferencias con

    la cultura ocial. Diferencias que son parte de la au-toarmación del grupo y del orgullo individual de susmiembros. Los hippies sustentaron en los años sesen-ta una contracultura atrevida contra el racismo ancestral de ciertos sectores de la sociedad estaduni-dense, los  hispanos  sufren severas discriminacionesen ese país, como lo demuestra la simple observa-ción de la vida cotidiana y lo prueban las cifras esta-dísticas.

    Los hispanos han adoptado una de tres actitudesfrente al medio: la preservación de su identidad cultu-

    ral y de su lengua, la formación de una cultura mesti-za con elementos propios y de la cultura mayoritaria,o la 

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    HISPANOS 1016

    de América Central, 11.4% de Sudamérica, 10.1% deCuba y 4.8% de República Dominicana. El porcentajede América Central se descomponía así: El Salvador6.4%, Guatemala 3.1%, Nicaragua 2.3%, Honduras1.5%, Panamá 1.2%, otros 0.7%. La cuota sudameri-cana se integraba en ese año por 4% de colombianos,2% de peruanos, 2% de ecuatorianos, 1.3% de argen-tinos y 2.3% de los demás países de la región. En2006 56% de los inmigrantes indocumentados veníade México y 22% de otros países latinoamericanos.En 2005 fueron capturados 1.2 millones mexicanosque intentaban cruzar ilegalmente la frontera entresu país y los Estados Unidos.

    De todas maneras, en el año 2010 penetraba en te-rritorio estadunidense cada 31 segundos un inmigran-te legal o ilegal procedente de cualquier lugar delmundo.

    La mayor parte de los inmigrantes latinoamerica-nos son personas de muy exiguo bagaje cultural, quepor lo mismo no lograron insertarse en los procesosproductivos de sus países de origen y se vieron forza-dos a salir de ellos en busca de opciones de trabajo

    mejor remuneradas en los Estados Unidos o en otroslugares del mundo desarrollado. Dadas las severísi-mas restricciones en el otorgamiento de visas que haimpuesto el gobierno de ese país, se han formado nu-merosas maas que se dedican a facilitar el ingresoclandestino de los “indocumentados” a territorio es-tadunidense. Cuando, venciendo toda clase de ries-gos, ellos han logrado su propósito, su situación ile-gal y la falta de papeles los vuelve muy vulnerables enel mercado del trabajo y, en general, en todas sus ac-tividades, porque ante el temor de ser deportados ycomo no pueden reclamar legal, judicial ni adminis-trativamente nada, so pena de ser detenidos por suingreso ilegal, son víctimas de toda clase de abusosde quienes les otorgan empleo, perciben los salariosmás bajos y carecen de toda garantía laboral.

    La organización denominada “National Council ofLa Raza” publicó el 16 de julio de 1993 en el periódi-co USA Today, con base en los datos del Census Bu- reau de los Estados Unidos, que 11.3% de los hispa-nos carecía de empleo en comparación con 7.5% delos no hispanos; que 29% de ellos vivía bajo la líneade pobreza en comparación al 13% con los demás;que 53% había culminado la educación secundaria(high school) frente al 82% del resto de la población;que sólo 9% de los hispanos tenía un  college degree,mientras que la cifra subía a 22% entre los no hispa-nos, y que 54% de los hispanos estaba cubierto porun seguro médico comparado con el 75% de los de-

    más. Todo lo cual demostraba que las condiciones de vida de los inmigrantes latinoamericanos eran sensi-blemente más bajas que las del resto de la población.

    Y las cosas no han cambiado sustancialmente des-de ese año.

    A pesar del endurecimiento de los controles mi-gratorios —agudizado aún más después de los aten-tados terroristas del 11 de septiembre de 2001—, quetienden a cerrar las puertas a los inmigrantes hispa-nos, los Estados Unidos siguan siendo el primer des-tino de muchos latinoamericanos en busca de opcio-nes de trabajo y mejores salarios y condiciones de

     vida. Asumen toda clase de riesgos para ingresar le-gal o ilegalmente al territorio estadunidense y las bienestructuradas redes de “coyotes” —para usar la pala-bra acuñada por los mexicanos para designar a lasmaas de tracantes de personas— se encargan deorganizar y conducir los viajes clandestinos de losemigrantes y su entrada ilegal a los Estados Unidos,aunque muchos de los intentos terminan en trage-dias. El señuelo del “sueño americano” es más pode-roso que el temor a los riesgos. Pero la realidad mues-tra que un número muy reducido de los inmigranteslatinoamericanos tiene probabilidades de triunfar eco-nómicamente en los Estados Unidos, puesto que susniveles de educación son muy bajos. La mayor partede ellos, por su incipiente escolaridad, vive en lapobreza y recibe los subsidios sociales del gobierno.Según el Current Population Survey de marzo de 1998,los grupos de inmigrantes más afectados por la po-breza son: mexicanos 31%, cubanos 24%, salvadore-ños 21%, vietnamitas 15%, chinos 10%, lipinos 6% ehindúes 6%. El Centro de Estudios de Inmigración,con sede en Washington —que aboga por la disminu-

    ción de la inmigración legal y la erradicación de lailegal—, calculó en el año 2004 que los servicios yprestaciones sociales del gobierno que reciben los in-migrantes ilegales y sus familias, descontados los im-puestos que ellos pagan, costaban anualmente al teso-ro de los Estados Unidos alrededor de 10 000 millonesde dólares.

    La población hispana es la que tiene menor nivelde formación y más altos índices de fracaso escolar.Según datos estadísticos del año 2003, 30% de los es-tudiantes de origen latinoamericano abandonan susestudios antes de terminarlos, porcentaje que duplicaal de los afroamericanos y cuadruplica al de los esta-dunidenses blancos. Los hispanos constituyen el sec-tor social de más altos niveles de desocupación laboraly la calidad de sus empleos, centrados principalmen-te en trabajos manuales, es muy baja. Además, los in-dicadores del desempleo de los trabajadores hispa-nos son el doble que los de la población blanca nohispana.

    Se pueden, sin embargo, establecer diferencias en-tre la primera generación de hispanos y la segunda ytercera generaciones. Los hispanos de la primera ge-neración, es decir, los nacidos fuera de los EstadosUnidos, tienen índices menores de escolaridad, hablanmuy poco inglés, con muy reducidos niveles de for-mación. La calidad de sus empleos es muy baja, igualque el nivel de sus remuneraciones. Las condicionesmejoran en alguna medida con la segunda genera-

    ción, o sea con los hispanos nacidos en los EstadosUnidos, descendientes de uno, al menos, de padresnacidos fuera. Los de la tercera generación —que sonlos hispanos nacidos, como sus padres, en los Esta-dos Unidos—, educados en el sistema angloamerica-no, tienen mejor formación y dominio del inglés y,por tanto, mayores posibilidades de obtener puestosde trabajo de mejor calidad y mejores remuneracio-nes que las de sus progenitores.

    Esta dolorosa diáspora, sin embargo, se ha con- vertido en fuente de recursos para los países de ori-gen de los emigrantes. El Banco Interamericano de

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    Desarrollo (BID) estimó que las remesas de los lati-noamericanos desde los Estados Unidos, los paísesde la Unión Europea y otros lugares del mundo desa-rrollado sumaron 53 600 millones de dólares en elaño 2005, de los cuales México recibió 20 034 millo-nes, Brasil 6 411 millones, Colombia 4 126 millones,Guatemala 2 993 millones, El Salvador 2 830 millo-nes, República Dominicana 2 682 millones, Perú 2 495millones y Ecuador 2 005 millones. En varios paísesestas remesas se han constituido en una de las dos másimportantes fuentes de divisas.

    Lo paradójico de esta situación es que, en la medi-da en que los países del Norte legalizan la condición delos indocumentados, los montos de las remesas tien-den a bajar porque los inmigrantes tratan de traer alos miembros de su familia y con ello desaparece larazón principal de los envíos de dinero a sus paísesde origen.

    historia. Es, en su denición más simple e ingenua, elrelato escrito, dedigno y sistemático de los hechoshumanos. La historia del hombre comienza con la in- vención de la escritura, aproximadamente 6 000 años

    antes de Cristo, que dejó a la posteridad importantestestimonios historiográcos. Toda la etapa anterior esla > prehistoria, cuyos hechos y personajes los conoce-mos gracias a la geología —que es la historia de lanaturaleza—, la arqueología, la paleontología, la geo-grafía, la antropología, la etnología, la etnografía, lapaleografía, la lología, la numismática, la epigrafía,la sigilografía, la astronomía y otras ciencias auxilia-res de la historia que han estudiado las construcciones,armas, utensilios, documentos, inscripciones, mone-das y otros vestigios de la vida de los hombres primi-tivos y de los grupos humanos que, por no conocer laescritura, no pudieron dejar testimonios fehacientesde su existencia.

    Para el lósofo inglés Arnold Toynbee (1889-1975)la unidad mínima de la historia es la

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    HISTORIA 1018

    y sus interconexiones sistemáticas”. Y en la larga eta-pa intermedia brillaron los historiadores renacentis-tas Petrarca (1304-1374) con su  Historia de Roma, Leonardo Bruni (1369-1444) con sus Comentarios  y  La historia del pueblo orentino,  Poggio Bracciolinicon sus ocho libros de  Historia orentina y LorenzoValla (1407-1457) con la Historia de Fernando de Ara- gón; el historiador de la Edad Moderna GiambattistaVico (1668-1744) con su Principi di una Scienza Nuo- va; los historiadores de la Ilustración François-MarieArouet —mejor conocido como Voltaire— con susobras El siglo de Luis XIV  y el Ensayo sobre la historia general y sobre las costumbres y el carácter de las na- ciones (1756), Edward Gibbon con la  Historia de la decadencia y caída del Imperio romano (1788) y Ma-rie-Jean-Antoine-Nicolas de Caritat, marqués de Con-dorcet, con su  Esbozo para un cuadro histórico del progreso del espíritu humano (1795). Con sus Lecciones sobre la losofía de la historia  (1820) Georg WilhelmFriedrich Hegel alcanzó una alta cima en las investiga-ciones históricas modernas, lo mismo que Leopold von Ranke (1795-1886), Henry Thomas Buckle (1821-

    1862), Hipólito Taine (1828-1893), Wilhelm Windel-band (1845-1915) y Wilhelm Dilthey (1833-1911).Georg Wilhem Hegel (1770-1831), a partir de sus

    estudios dialécticos de la historia, fue quien la resca-tó de la teología de la que formaba parte. Lo hizo apesar de sostener que la historia es la voluntad divinareejada en los hechos humanos, ubicados en el tiem-po y en el espacio. El lósofo alemán sostuvo que lahistoria avanza por medio de la sucesión de tesis, an-títesis y síntesis. La tesis es el elemento positivo de lascosas, que busca armarlas plenamente; la antítesises su elemento negativo, que tiende a destruirlas; y lasíntesis es el resultado nal de esa lucha, que contie-ne la fusión de lo viable de los elementos contendien-tes y que representa un grado evolutivo superior. Éstaes la denominada tríada hegeliana, que impulsa la mar-cha de la historia. 

    Más tarde, los teóricos marxistas la tomaron y la ar-monizaron con su concepción materialista de la viday de la historia y formaron el materialismo dialéctico o la dialéctica materialista, que hace tres armacionesfundamentales en el orden losóco: primera, que elmundo está integrado exclusivamente por materia endiversos grados de evolución; luego, que esta materiaestá en incesante movimiento; y, después, que unas co-sas están vinculadas con otras, a través de una com-pleja trama de relaciones de causas y efectos. Lo quehicieron los pensadores marxistas fue convertir la dia-léctica idealista de Hegel en la dialéctica materialista.

    Para facilitar su estudio, se ha dividido la historiaen periodos. Cada cultura tiene su propia división.Los pueblos musulmanes, tomando como referenciala hégira, o sea la huida de Mahoma de la ciudad de LaMeca en el año 622 de la era cristiana, establecieronesa fecha como el año uno de su calendario. Los anti-guos griegos tuvieron como referencia cronológica la  era de las olimpiadas que comenzó en el año 776 a.C.Los romanos contaron el tiempo a partir de la funda-ción de Roma en el año 753 a.C. Y los pueblos occi-dentales lo hicieron desde la fecha del nacimiento deJesús, a pesar de lo imprecisa que es esa fecha puesto

    que mientras el monje Dionisio el Breve, comisionadopor el pontíce romano en el siglo VI para señalarla,concluyó que según sus cálculos el nacimiento se pro-dujo el 25 de diciembre del año 753  ab urbe condita, es decir 753 años después de la fundación de Roma,otros estudios han sostenido que el rey de Judea He-rodes el Grande murió en el año 750 a.C., o sea cuatroaños antes del nacimiento de Cristo, por lo que malpodría ser cierta la armación de Dionisio dado queCristo nació bajo el reinado de ese monarca.

    Desde los tiempos más remotos hubo la tendenciaa dividir la historia en etapas, estadios, ciclos o fasesde acuerdo con los más diversos criterios, en los quese conjugaron los mitos y nociones metafísicas dequienes se ubicaron bajo la protección o la amenazade poderes sobrenaturales con las observaciones ob- jetivas de quienes buscaban una explicación racionaldel mundo. En varias culturas de la Antigüedad —enBabilonia, en Persia, en el relato del Antiguo Testa-mento, en los mitos hindúes del primer hombre, enChina, en el norte germánico— apareció la nociónmitológica de un comienzo feliz después de la crea-

    ción del mundo seguido de una etapa de caída e in-fortunio. El poeta griego Hesiodo ocho siglos antesde la era cristiana, Epicuro a nes del siglo IV a.C yLucrecio Caro dos siglos más tarde dividieron la his-toria en tres etapas, en función de los materiales quese emplearon para la fabricación de enseres y utensi-lios: piedra, bronce y hierro. Los romanos adoptaronun punto de vista diferente. En su historia de Romaen prosa —Orígenes—, de la cual sólo se han rescata-do unos fragmentos, Catón el Viejo, con referencia aldesarrollo de la república romana, habló de res publi- ca nascens, res publica crescens, res publica adulta y  res publica rma atque robusta. Séneca dividió la his-toria romana en las épocas de la  infantia, pueritia, adolescentia, iuventus, prima senectus y altera infan-tia. En la originaria tradición cristiana la historiauniversal se dividió en dos grandes etapas: antes ydespués del nacimiento de Cristo. División que per-dura todavía. El lósofo italiano de la historia Giam-battista Vico (1668-1744), historiógrafo de los reyesCarlos VII de Nápoles y Carlos III de España, en suobra Principi di una scienza nuova d’intorno alla na-tura delle nazioni, per la queale si ritruovano i principi di altro sistema del diritto naturale delle genti —mejorconocida por el nombre de Ciencia Nueva—, distin-gue tres periodos históricos: la edad de los dioses, enla que aparecieron la religión, los dogmas y la metafí-sica; la edad de los héroes, en que unos cuantos líde-res conquistaron y dominaron por la fuerza las socie-

    dades; y la edad de los hombres, caracterizada por lareivindicación de la razón y por el cuestionamientode verdades supuestamente reveladas y eternas.

    El humanista holandés Christoph Keller (1638-1707), llamado también Cellarius en latín, en una di- visión que se volvió clásica, separó a la historia de Oc-cidente en tres grandes periodos: la  Antigüedad,  la  Edad Media y los Tiempos Modernos.

    Después se añadieron nuevas etapas: la Edad Con-temporánea, la Edad Atómica y la Edad Electrónica.

    La Antigüedad se desarrolló desde el origen de laescritura hasta la caída del Imperio romano de Occi-

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    1019 HISTORIA

    dente en el año 476, la Edad Media fue hasta nes delsiglo XV, la Edad Moderna hasta la Revolución france-sa, la  Edad Contemporánea hasta la explosión de lasprimeras bombas atómicas en Hiroshima y Nagasakiel 6 y el 9 de agosto de 1945, la Edad Atómica hasta lacaída de la Unión Soviética en 1989 y, a partir de eseacontecimiento, la Edad Electrónica que hoy vivimos.

    En la Antigüedad se construyeron obras arquitec-tónicas y artísticas de extraordinario valor con baseen el trabajo, sacricio y muerte de miles de esclavos.Los historiadores de la Roma clásica catalogaroncomo las  siete maravillas del mundo a las siguientesobras arquitectónicas y artísticas de la Antigüedad:

    1) Las pirámides de Egipto —las  pirámides de Gi- zeh—, levantadas durante la IV dinastía (2 680-2 544años a.C.);

    2) Los jardines colgantes de Babilonia, construi-dos probablemente por el rey Nabucodonosor II ha-cia el 600 a.C.;

    3) La gigantesca estatua de Zeus en Olimpia labra-da en oro y marl por el escultor griego Fidias a me-diados del siglo V a.C., que ocupaba el núcleo interior

    del templo del mayor de los dioses griegos;4) El templo de Artemisa en Éfeso, levantado en el

    año 356 a.C., que fue destruido por los bárbaros enel año 262 d.C.;

    5) El mausoleo de Halicarnaso, que fue la monu-mental tumba para el rey Mausolo de Caria, Asia Me-nor, esculpido en el año 353 a.C.; por los mejores ar-tistas de su tiempo;

    6) El coloso de Rodas, que fue la estatua de bron-ce de 30 metros de alto erigida en homenaje a Helios,el dios helénico del Sol, en el año 280 a.C.; y

    7) El faro de Alejandría, de 134 metros de altura,construido en el año 280 a.C., en una isla de la bahíade Alejandría en Egipto.

    Los antiguos romanos probablemente no tuvieronnoticias de la gran muralla china —que es la octavamaravilla del mundo—, cuya construcción empezóen el año 221 a.C., después de que Qin Shi Huangdiunicó China bajo su dominio, y concluyó hacia elaño 204 a.C. Es una gigantesca forticación que seextiende a lo largo de más de 8 851.8 kilómetros en elnorte y noroeste de China, construida para defender-la de los ataques de los pueblos nómadas de las este-pas del norte. Su trazo responde a esta nalidad es-tratégica puesto que sigue el curso caprichoso de lascumbres de las montañas y de las crestas de los peñas-cos para que, hacia un lado y el otro, la muralla seamás alta que el terreno adyacente. Fue construida contierra y piedra, revestida de ladrillos. Tiene una an-

    chura que va de 4.60 a 9.10 metros en su base y se es-trecha hasta 3.70 metros en la parte más alta. Su altu-ra media es de 7.60 metros sin contar con las almenas.Cada 180 metros se levantan enormes atalayas de 12metros de altura. Es una obra impresionante.

    Resulta curioso anotar que a comienzos del sigloXXI se volvieron a proclamar unas “nuevas siete ma-ravillas del mundo”, entre las que estuvieron variosmonumentos y obras de la Antigüedad clásica. En unacuestionada iniciativa, el cineasta y aventurero suizoBernard Weber, al frente de su New Open World Foun- dation, propuso en septiembre de 2000 en Sydney un

    concurso internacional para “homenajear la herenciacultural y proteger el patrimonio histórico” de la hu-manidad y convocó a la gente de todos los países a votar a través de internet por las “siete nuevas mara- villas del mundo”, como símbolos de la unidad globalen medio de la diversidad cultural del planeta.

    En votación  on line  los ciudadanos de todos lospaíses debieron escoger las siete nuevas maravillas delmundo entre los monumentos y obras construidosdesde la prehistoria hasta el año 2000. Las principa-les opciones fueron: el Acrópolis de Atenas; el Alham-bra de Granada; el Angkor de Camboya; el castillo deNeuschwanstein en Baviera; el templo maya de Kukul-cán en Chichén Itzá, México; el Coliseo de Roma; elCristo Redentor de Río de Janeiro; la Estatua de laLibertad en Nueva York; la Gran Muralla china; eltemplo de Kiyomizu en Kioto; las ruinas de MachuPicchu en Perú; las estatuas gigantes de Moais en laIsla de Pascua, Chile; la Ópera de Sydney; la Ciudadde Petra, Jordania; las pirámides de Gizeh, Egipto; lacatedral de San Basilio en Moscú; la mezquita deSanta Soa en Estambul; Stonehenge en Amesbury,

    Inglaterra; el Taj Mahal en la India; el Timbuktú enMali; la Torre Eiffel de París; la Catedral de Aquis-grán en Alemania; la iglesia de la Sagrada Familia enBarcelona; el Palacio de Versalles en Francia; la Torrede Pisa en Italia; la Mezquita de Córdoba en España;el Palacio Ducal de Venecia; la Mezquita Azul de Es-tambul; el Palacio de Potala en el Tíbet; la CiudadHistórica de Sana en Yemen; el Empire State Buil-ding de Nueva York, y el puente colgante GoldenGate en San Francisco, California.

    En la elección universal por internet se deposita-ron aproximadamente 90 millones de votos. Y, en unespectáculo de luz, música, danza y fuegos artcialescelebrado en el estadio Da Luz de Lisboa el séptimodía del séptimo mes del año 2007, se proclamaron losresultados. Los lugares y monumentos elegidos comolas nuevas “siete maravillas del mundo” fueron: laGran Muralla china, la ciudad de Petra en Jordania, elCristo Redentor de Río de Janeiro, las ruinas de Ma-chu Picchu en el Cuzco, el templo de Kukulcán enYucatán, el Coliseo de Roma y el Taj Mahal de Agra.

    No obstante, la Organización de las Naciones Uni-das para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)—que a la sazón tenía seleccionados 851 lugares ensu patrimonio mundial— interpuso distancias con lainiciativa de Weber.

    También la >prehistoria  se divide en dos grandesperiodos, de acuerdo con la técnica aplicada y los ma-teriales utilizados en cada época por los hombres en

    la fabricación de sus herramientas: la edad de piedra,que se subdivide en paleolítica y neolítica, y la edad delos metales, que se subdivide en  edad de cobre, edad de bronce y edad del hierro.

    Tales divisiones de la vida de los pueblos, sin em-bargo, tienen un carácter primordiamente eurocéntri- co. Quiero decir con esto que han sido establecidaspor observadores europeos y desde un punto de vistaeuropeo. En general, para hacer la historia o para juz-garla es muy importante la ubicación del observador.Esta suerte de visión “ptolomeica” de la historia, queha colocado a Europa como el centro de la gravita-

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    HISTORIA 1020

    ción de los hechos universales —y que es la que hastahoy se ha impuesto— no tiene realmente una validezgeneral. La propia división de la historia en antigua,media y moderna no es aplicable a todos los lugares olo es en términos muy relativos. El ritmo de desarrollochino, hindú, egipcio, australiano, mexicano o de lospueblos andinos es distinto. El estudio de la historiatiene, por tanto, un carácter esencialmente relativo.La historia antigua, media o moderna de estos pue-blos no coincide cronológicamente con la delimita-ción temporal que el observador europeo hizo de “suhistoria”. Hay con frecuencia procesos semejantespero su desarrollo ha tenido lugar en diferentes esce-narios geográcos y en distintos tiempos históricos.

    Con ocasión del advenimiento del año 2000 se dis-cutió intensamente si había empezado el tercer mile-nio. Las celebraciones del 31 de diciembre de 1999 enel mundo entero, fuertemente alentadas por la publi-cidad comercial, partieron de la idea de que el 1º deenero del año 2000 se iniciaba el nuevo milenio, perolos matemáticos hicieron notar que esto era un error,porque nunca se contó el año “0” y, por tanto, los pri-

    meros 10 años de nuestra era fueron del uno al 10incluido, los primeros 100 años del uno al 100 y losprimeros 1000 años del uno al 1000. Consecuente-mente, el segundo milenio comenzó en el año 1001 yconcluyó el 31 de diciembre del 2000. De otro modoestaríamos ante el absurdo de que un milenio sólohubiera tenido 999 años. La lógica matemática, sinembargo, fue vencida por la presión convencionalde considerar que el segundo milenio terminó el 31 dediciembre de 1999.

    El historiador griego Herodoto (484-420 a.C.), pa-dre de la historia, explicó que narraba los hechos a nde que “no se pierda la memoria de las grandes y ma-ravillosas hazañas” y Tucídides (460-400 a.C.), por-que creía que “la guerra del Peloponeso es más dignadel recuerdo que todas las anteriores”. Cicerón llamóa la historia “luz de la verdad, testigo de los tiempos,maestra de la vida”. En admirable y profunda senten-cia, Juan Bodín dijo que “la première utilité de l’his-toire est de servir à la politique”. Y César Cantú ladenominó “ciencia de lo verdadero, de lo bello y de lobueno”.

    La historia ha sido considerada también comouno de los grandes géneros literarios en prosa.

    Ella no puede evadir la realidad de que el hombre—cuyas acciones relata— es un ser con imaginación, voluntad y decisión. Esto restringe los espacios delfatalismo o de la casualidad en los procesos históri-cos. Y hace de la historia una ciencia social y no una

    ciencia natural. Si no fuera así, los acontecimientoshumanos tendrían la inevitabilidad que en el pasadotuvieron las inundaciones del Nilo o las erupcionesdel Vesubio. Es verdad que el azar y los llamados im- ponderables de la historia juegan un papel, pero detrásde ellos está la voluntad humana que puede cambiarel curso de los hechos y está, también, la presencia dehombres que, por la ecacia que dieron a su voluntad,fueron capaces de romper los límites de la vida social.

    Las hazañas, los descubrimientos y los inventosque impulsaron al mundo tienen ese signo. Detrás deellos estuvieron la inteligencia y la obstinación de se-

    res humanos superiores, generalmente incomprendi-dos por la medianía de su entorno, que fueron capa-ces de cambiar el rumbo de los acontecimientos.

    El hombre es un ser esencialmente histórico: nopuede desentenderse de la historia. Todo lo que le ro-dea es historia. Sus pensamientos son historia. Susconocimientos losócos, artísticos, cientícos y tec-nológicos historia son. Su experiencia vital, sus he-rramientas, las obras de sus manos, las creaciones desu inteligencia también son historia.

    Todo eso no es más que historia condensada, expe-riencia histórica acumulada. La historicidad es unacaracterística esencial de lo humano y de lo social.

    Al lado de la historia se han desarrollado dos disci-plinas: la losofía de la historia, que busca desentrañarlas motivaciones profundas de los hechos e interpre-tar su signicación, para lo cual enlaza unos sucesoscon otros, relaciona lo presente con lo pasado, inda-ga su encadenamiento causal y trata de interpretar ladirección y signicado de la historia; y la historiogra- fía, que es el arte de escribir la historia y que ha teni-do a lo largo del tiempo diversas técnicas y manifes-

    taciones. Juan Bodin (1529-1596) escribió en el año1566 su libro Methodus ad facilem historiarum cogni-tionem, en el que trató de las condiciones que debe re-unir el historiador, de las ciencias auxiliares de la his-toria, de la vericación de los documentos y de otrosmétodos de indagación del pasado.

    Interesada más por los procesos que por los he-chos aislados, la losofía de la historia recorre los la-berintos de los acontecimientos humanos en procurade encontrar la luz y de asir la fugitiva verdad. Sus juicios contribuyen a dar a la historia una función di-námica y a hacer de ella algo más que un depósitoinerte de datos del pasado o que la simple “memoria”colectiva. Da a su interpretación de los hechos un sen-tido inteligente y creador. Convierte a la historia en laconciencia social. Para ella no hay una “historia muer-ta”, desprendida de sus circunstancias espacio-tem-porales. No hay procesos humanos intemporales einespaciales. No existen hechos “disecados”. La loso-fía de la historia mira a la sociedad como un ser vivo,lleno de posibilidades actuales a partir de las expe-riencias pretéritas.

    Desde este punto de vista, una de las grandes cues-tiones es la de si la historia tiene un sentido, si es pre- visible, o si está regida por el puro azar. En otras pa-labras: si es factible pronosticar el futuro con ciertaseguridad. Cuestión que es muy complicada dado querara vez las profecías históricas se han cumplido yabundan en cambio los hechos sorpresivos y no pre-

     vistos del acontecer humano. Por ejemplo, la célebreprofecía marxista de que las sociedades industrialestenderían a polarizarse entre dos grandes clases con-tendientes: el >proletariado cada vez más pobre y la

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    1021 HISTORIA

    dos internacionales de capital, proporciona la mayorparte de los productos acabados al mercado mundial,controla las rutas marítimas, dirige la educación téc-nica de punta, impera en el espacio sideral y en la in-dustria aeroespacial, mantiene la hegemonía en lascomunicaciones internacionales, es dueño del lengua- je digital, produce cuatro de cada cinco palabras y cua-tro de cada cinco imágenes en las comunicacionesplanetarias, domina la industria de armamentos dealta tecnología y es el depositario de los secretos de larevolución genética.

    En cambio, hace muy pocos años nadie hubieraimaginado la caída del >muro de Berlín. Se le veía tansólido que parecía eterno. Tampoco era previsible queuna potencia como la Unión Soviética se derrumbaracomo un castillo de naipes o que los países del esteeuropeo dieran un viraje ideológico y político de 180grados en un lapso tan absurdamente corto. Nada deesto pudo ser anticipado. La implosión de los regí-menes marxistas se produjo en cinco meses, ante lamirada atónita del mundo. Aún hoy, insertos comoestamos en tan espectaculares acontecimientos, no

    acertamos a emitir un juicio crítico certero sobreellos por falta de la perspectiva histórica necesaria.Todo lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿tiene la

    historia una dirección, una trama y un ritmo prede-terminados que permitan abrir un espacio para la pro-fecía? ¿Tiene ella un sentido oculto que podamos bus-car y descubrir? ¿Obedece a un progreso lineal? ¿Tieneuna meta, un propósito, un n último que, aunquelejano, sea alcanzable? ¿O, por lo contrario, los acon-tecimientos históricos se producen uno tras de otrocon la misma imprevisibilidad de las olas del mar?Los avances y las regresiones en los diversos camposde la vida social parecen no ser previsibles a largo pla-zo. El historiador es un profeta al revés, al que sólo leestá dado mirar hacia atrás. La historia le ofrece muypoco espacio para predecir los acontecimientos.

    Con todo, podría armarse que las grandes líneasde la historia sí son susceptibles de cierta previsión.Lo son los gruesos trazos del futuro, aunque en térmi-nos relativos. Hoy podríamos decir, por ejemplo, quea partir del orden unipolar actual el mundo marcha-rá en el futuro hacia un orden internacional multipo-lar con Europa unida y las economías emergentes deAsia, que la escasez de agua dulce será causa de con-ictos, que el crecimiento de la sociedad de masasagudizará sus desajustes, que la guerra entre Estadosserá un hecho cada vez más remoto, que los progre-sos de la ciencia prolongarán y enriquecerán la vidahumana, que la informática aplicada al proceso de la

    producción y a las actividades cotidianas originarádesempleo, que los progresos de la ingeniería bioge-nética y la inequitativa distribución del conocimientotecnológico contribuirán a profundizar las diferen-cias sociales, que el crecimiento demográco causarátrastornos en el medio ambiente, que las emisiones deCO

    2 y de otros gases aumentarán la temperatura del

    planeta y causarán desórdenes climáticos que afecta-rán gravemente la vida humana en determinadas re-giones, que la democracia del mañana se ejercerá pormedios electrónicos o que la tecnología digital en la>sociedad del conocimiento  implicará una regresión

    en cuanto a la distribución del ingreso y a la estrati-cación social.

    Sólo las líneas maestras de la historia —general-mente originadas en el avance cientíco y tecnológi-co— se presentan con una cierta  previsibilidad.  Locual no quiere decir, sin embargo, que la historia ten-ga un sentido oculto o una dirección predetermina-da, sino que se hace día a día por el entrecruzamien-to de las iniciativas humanas y los sucesos naturales.

    Ni aun la interpretación religiosa de la historia,que la concibe como la trama entretejida por un diosmisericordioso y omnisapiente, tiene sentido y resul-ta comprensible. No lo tuvo bajo las viejas concepcio-nes maniqueas de las antiguas religiones que la con-sideraron como obra de los devaneos de los dioses ocomo el escenario de la lucha entre ormuz y ahriman,según la herejía persa de Maniqueo, que tanto inuyósobre san Agustín cuando interpretó la historia comola lucha del principio bueno de la civitas dei contra elprincipio malo de la civitas diaboli.

    Lo cual no signica en modo alguno que no seaprenda del pasado —de las cosas buenas y malas del

    pasado— y que sus enseñanzas no sirvan para recti-car el presente y para trabajar por un mundo mejor.Las pretéritas experiencias dolorosas son útiles sinduda para jar metas éticas hacia el futuro. Metasque hagan posible el progreso moral. Éste podría serel verdadero “sentido de la historia”, que por ciertonada tiene que ver con el que imaginan los adivina-dores del futuro.

    El lósofo estadunidense de origen japonés Fran-cis Fukuyama, en un libro muy leído que salió a luz acomienzos de los noventa, cuyo título original es The End of History and the Last Man, sostiene la tesis deque después de la confrontación Este-Oeste la historiaha llegado a su nal con el triunfo de la democracia li-beral, fundada en los “principios gemelos” de libertade igualdad, que terminó por vencer a las ideologíasrivales que se le opusieron a lo largo del tiempo: lamonarquía hereditaria, el fascismo y, más reciente-mente, el comunismo. Por consiguiente, la democra-cia liberal con su “mercado libre” constituye “el pun-to nal de la evolución ideológica de la humanidad” y“la forma nal de gobierno”. Arma, por tanto, que lahistoria direccional, orientada y coherente de las pos-trimerías del siglo XX ha conducido a la mayor partede la humanidad hacia el régimen de la democracialiberal como sistema de gobierno y de regimentaciónsocial. Y que allí termina todo. No hay ni habrá másbúsquedas. Ha llegado “el n de la historia”.

    La tesis de Fukuyama levantó con mucha razón

    una ola de controversias por parte de quienes conside-ran que la historia no concluye con el triunfo de unaforma de gobierno, por legítima que sea, sino que si-gue adelante por la contraposición de tesis. Y que, portanto, ella no tiene n: se hace todos los días, las cosasson siempre perfectibles, nada hay acabado. Todo u-ye incesantemente en un ser y es interminable.

    Las más encendidas críticas provinieron de los se-guidores de Marx, no obstante que éste, como lo sabe-mos, llegó a una conclusión parecida a la del lósofooriental: la historia terminará cuando la humanidadalcance la sociedad socialista sin clases. Éste será “el

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    HISTORICISMO 1022

    n de la historia” según el marxismo. Los plantea-mientos son muy parecidos aunque formulados des-de ángulos diametralmente opuestos. Para Fukuya-ma el desenlace nal de la historia es la democracialiberal y para Marx es la democracia socialista. Am-bos coinciden en que, desde ese punto en adelante,no hay más opciones. Descartan la posibilidad deavances y retrocesos. No admiten que puedan descu-brirse formas diferentes de organización social querepresenten grados superiores de evolución históricao que, por el contrario, puedan darse retrocesos, comoen el drama de Penélope, que obliguen a los hombresa comenzar de nuevo. Fukuyama funda su tesis enque la democracia liberal no tiene las contradiccio-nes internas ni los defectos e irracionalidades quecondujeron a su colapso a las otras formas de gobier-no, mientras que Marx sustenta sus asertos en que,eliminadas las clases gracias a la supresión de la pro-piedad privada de los instrumentos de producción, lasociedad se desembarazará de sus contradicciones in-ternas. En este punto, paradójicamente, la dialécticamarxista encuentra su nal: la lucha de los contra-

    rios termina allí.Sin cometer la irreverencia de equiparar a los doslósofos, ni mucho menos, simplemente anoto queambos tienen su propio “n de la historia”.

    Pero el “n de la historia” de Fukuyama es, en rea-lidad, el comienzo de otra historia: la historia del or-den internacional unipolar, del neoliberalismo, del>pensamiento único,  de la globalización, de la mo-narquía del capital, del mercado como regidor de laeconomía y del unilateralismo en la política interna-cional.

    historicismo. El término fue acuñado por el historiadoralemán Karl Werner (1821-1888) para señalar una co-rriente de opinión que acentúa la importancia de lahistoria en el destino del hombre y de la sociedad.Ernest Renan (1823-1892), lólogo e historiador fran-cés, armó que “la historia es la forma necesaria dela ciencia de todo lo que llega a ser. La ciencia de laslenguas es la historia de las literaturas y de las religio-nes. La ciencia del espíritu humano es la historia delespíritu humano”. El lósofo alemán Wilhelm Dilthey(1833-1911) sostuvo que “lo que el hombre es lo ex-perimenta sólo a través de la historia”.

    El historicismo es, en consecuencia, la tendencia ahacer de la nazismo.“holding.” Es una palabra inglesa, de uso frecuente en

    el mundo nanciero, que designa la corporación pri- vada o pública cuyo objetivo consiste en adquirir yposeer acciones o participaciones mayoritarias enotras empresas a n de ejercer control sobre ellas.

    El vocablo holding no tiene equivalente en caste-llano. Los españoles lo llaman “sociedad de control”,pero pienso que no es una denición afortunada.

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    1023 HOLOCAUSTO

    Dada su naturaleza, los activos de este tipo de cor-poraciones son casi exclusivamente nancieros —tí-tulos de participación, acciones, créditos— y su pro-pósito principal es el de dominar la gestión directivade otras empresas y conducirlas de acuerdo con susintereses. Estas empresas conservan formalmente suindividualidad pero pierden toda autonomía debidoal control absoluto que el holding ejerce sobre ellas, através de la presencia mayoritaria de sus delegadosen las juntas directivas.

    Entre las empresas dominadas y el holding puedenincluso interponerse compañías intermedias, igual-mente controladas por el holding, con lo cual el re-sultado nal es el mismo. Así se integran verdaderasconstelaciones de compañías holding, como parte delrégimen de trusts y los >monopolios. Y de allí el sistema se extendió por los demás paísesde occidente.

    holocausto. Proveniente del latín holocaustum, y éste delgriego holokaustos (formado por las voces  holo, que

    signica “todo”, y kaustos, “quemado”), el holocaustofue, entre los antiguos hebreos, un rito religioso queconsistía en el sacricio de incinerar a una personacomo ofrenda a los dioses. Después esta palabra sig-nicó, por extensión, la matanza de seres humanos.Pero el holocausto por antonomasia fue la extermi-nación física violenta de seis millones de judíos enlas cámaras de gas y en los hornos crematorios de loscentros de exterminio nazis durante el régimen delTercer Reich, en el intento deliberado, planicado ysistemático de acabar con una raza.

    La persecución contra los judíos empezó en 1933cuando Adolfo Hitler fue nombrado jefe del gobierno— canciller— por el presidente Paul von Hindenburg,de acuerdo con las normas de la democracia parla-mentaria que regía en Alemania. Allí el antisemitis-mo llegó a su clímax. Pero antes el líder nazi había yaenunciado sus primeras ideas racistas y antisemitas yhabía exteriorizado sus convicciones sobre la “inferio-ridad” de la raza judía, que según su criterio era la“destructora de la cultura” y que vivía como “parásitoen el cuerpo de otras naciones”. Hitler culpó a los ju-díos de todos los males de la sociedad germánica, in-cluso de haber “asesinado por la espalda” al ejércitoalemán durante la primera Guerra Mundial. Susideas tuvieron un trágico desenlace en el holocausto, es decir, en la tortura y muerte de millones de judíosen los centros de exterminación del >nazismo. En sulibro Mi lucha, escrito en 1924, el caudillo nazi esta-

    bleció el culto a la raza aria tomado de las teorías deArthur de Gobineau (1816-1882) y de Houston StewartChamberlain (1855-1927) —que preconizaron la creen-cia en una raza superior predestinada a gobernar elmundo— y escribió que “nadie, fuera de aquellos porcuyas venas circula la sangre alemana, sea cual fueresu credo religioso, podrá ser miembro de la Nación”y que “en un porvenir no lejano, la humanidad debe-rá afrontar problemas cuya solución exigirá que unaraza excelsa en grado superlativo, apoyada por lasfuerzas de todo el planeta, asuma la dirección delmundo”.

    Hitler sostuvo que “el Estado nacional debe con-ceder a la raza el principal papel en la vida general dela nación y velar por que ella se conserve pura”, paralo cual abogó por la regulación del matrimonio, a nde que “no continúe siendo un azote perpetuo para laraza”, y por la aplicación de los principios de la euge-nesia en las sociedades santurronas “que toleran quecualquier corrompido o degenerado se reproduzca así mismo, gravando con el peso de indecibles padeci-mientos a sus contemporáneos y a su propia descen-dencia”.

    Más tarde, en el primer programa redactado por ély aprobado en 1920 por el naciente Partido ObreroNacional Socialista alemán que él fundó, planteó la“creación de una comunidad nacional de la que sólopodrá ser miembro quien tenga sangre alemana” (pun-to 4º) y la “negación de los derechos políticos a los judíos, que serán tratados como extranjeros y expul-sados de Alemania los que hayan llegado después de1914” (punto 5º).

    Desde ese momento el >racismo y el

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    HOLOCAUSTO 1024

    matar hasta 8 000 judíos por día en sus cuatro cáma-ras de gas.

    Los guetos fueron distritos urbanos, generalmentecercados con muros o alambre de púas, en donde sehacinó a los judíos bajo condiciones de vida misera-bles para luego enviarlos hacia los

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    1025 “HOMO LUDENS”

    que los custodiaban —Alemania, Francia, Inglaterra,Italia, Grecia, los Estados Unidos, Polonia, Israel, Ho-landa, Bélgica y Luxemburgo— decidieron poner adisposición de los investigadores de la  sociedad del conoci-

    miento.“homo ludens.” Lo lúdico es lo que pertenece o se rela-

    ciona con el juego. De allí viene la expresión homo lu- dens, que es el “hombre que juega” en los campos de lacultura, la organización social, el gobierno, la política,

    la economía, los negocios, la educación, las ciencias,las comunicaciones, el deporte, el cine, la farándula,los entretenimientos y otras actividades humanas.

    El  Homo ludens (1938) , escrito por el historiadorholandés Johan Huizinga, fue probablemente el pri-mer libro que abordó el fenómeno lúdico desde unaperspectiva antropológica, es decir, en el plano cientí-co y académico.

    Tras recorrer la prehistoria y adentrarse en la his-toria, el autor sostiene que la cultura, en sus diversasetapas y manifestaciones, surgió en forma de juego o,para ser más preciso, “en las formas y con el ánimode un juego”. Con esto quiso decir Huizinga que ellase desarrolló “en el juego” y “como juego”, de maneraque lo lúdico subyace en los fenómenos culturales.

    El teórico de la cultura holandés va más allá: sos-tiene que “las formas superiores de juego” son las so-ciales, dentro de las cuales identica una amplia gamade actividades de la cultura que van desde la poesía alas reglas de la guerra, el derecho, el arte y la política.Todas ellas sometidas a la “competencia lúdica”, enla que los impulsos competitivos y los afanes de triun-fo del hombre se ponen de maniesto.

    Pero la competencia lúdica no sólo es individualsino también colectiva, o sea entre grupos, pueblos ynaciones.

    Esto no lleva a buscar y a comprender el valor y lasignicación del juego como parte de la vida social:con su lenguaje, sus actitudes, sus desafíos, sus ges-

    tos ceremoniosos, sus enlaces y sus desenlaces, quetienen lugar en los campos de competencia marcadosy demarcados previamente, bajo reglas aceptadas,donde la desbordante carga emotiva arrebata y elec-triza, subyuga y hechiza, oprime y libera.

    El ser humano es el único animal que busca pres-tigio y que afronta peligros, emprende tareas y asu-me riesgos para alcanzarlo. La lucha por el prestigio—y cada cultura tiene su propia noción del presti-gio— siempre condujo al hombre a acometer accio-nes románticas, aventuras riesgosas y cruentos com-bates, muchas veces irracionales.

    Es el thymos el que mueve al ser humano a perse-guir la fama, el honor, el buen nombre, la gloria, la virtud, la nobleza, el brillo, el señorío, la dominación yel poder y a no satisfacerse simplemente con la tenen-cia de bienes materiales. Le lleva a luchar por valoresintangibles como la dignidad, la libertad y la justicia.

    Lo lúdico tiene sus encantos. Está lleno de movi-miento, ritmo y armonía pero también de lucha, ten-sión, incertidumbre y azar. Una de sus mayores expre-siones es el

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    “HOMO OECONOMICUS” 1026

    de la creciente “futbolización” del planeta y de la sub-cultura del futbol en el mundo del homo ludens.

    “homo oeconomicus.” Expresión latina con la que sedesigna al ser humano en cuanto elemento del proce-so de la producción y el intercambio de bienes econó-micos.

    El concepto y la expresión fueron creados por laescuela clásica de economía política. Se reeren al serhumano codicioso, racional, en permanente búsque-da de lucro y de riqueza, que subordina todos sus va-lores a la acumulación de bienes económicos y que,para Adam Smith y los clásicos ingleses, es la piezaclave en el desarrollo de la economía de un país.

    El homo oeconomicus se mueve por el interés per-sonal, calcula y pondera sus decisiones con enteraracionalidad para alcanzar el mayor benecio, traba- ja dentro de un medio implacablemente competitivoy subordina todos sus sentimientos, valores e ideas alafán de lucro personal. La suma de estos esfuerzos in-dividuales —piensan los economistas clásicos— pro-duce el progreso colectivo.

    Los pensadores de la escuela clásica arman que

    este tipo de hombre es universal e intemporal, esto es,que se da independientemente de las circunstanciasde espacio y de tiempo. Se dio ayer, se da hoy y se darámañana, en cualquier parte del planeta y bajo cual-quier sistema político. Movido por su monopolios, sus >trusts, sus 

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    1027 “HOMO VIDENS”

     sitter moderna. Los niños empiezan a ver programastelevisivos desde su más temprana edad. La televi-sión es para ellos su primera escuela. Las estadísticasdemuestran que los niños ven televisión varias horasal día. La media en los Estados Unidos es de tres ho-ras diarias para los niños que todavía no van a la es-cuela y de cinco para los de seis a 12 años. Son los video-niños , de que habla Sartori, que sólo respondena los estímulos audiovisuales y que desdeñan la lectu-ra y el saber transmitido por la cultura escrita.

    Según aquellas cifras, un adolescente medio en losEstados Unidos —candidato a  homo videns—, al ter-minar su educación secundaria, ha pasado alrededorde 25 000 horas frente a la pantalla de televisión, osea mucho más tiempo que en las aulas de la escuelay el colegio. Esto sin contar con las horas dedicadas alos videos, video clips, videojuegos y demás entreteni-mientos y diversiones informáticos.

    La TV les genera adicción. Los niños y los adolescen-tes prenden el televisor compulsivamente. Y cuandono pueden hacerlo caen en el aburrimiento y en eltedio insoportables porque la TV ha reducido o anula-

    do su imaginación para crear nuevos juegos y entre-tenimientos. A lo largo de su infancia y adolescenciahan visto en la TV una carga de imágenes que por sufugacidad no han podido analizar, discernir ni con-ceptuar. Han sufrido, además, la descarga de estímu-los demasiado fuertes para su edad. Algunos de ellostraumatizantes. Un altísimo porcentaje de los adoles-centes, según demuestran las estadísticas, profesauna gran credibilidad por lo que ve en la televisión yun porcentaje aún más alto quiere parecerse a algunode los personajes —buenos o malos— que aparecenen la pantalla.

    Esto para no hablar de la posibilidad, siempre pre-sente, de que durante un descuido de sus padres losniños o los adolescentes puedan tener acceso a la te-lebasura que ofrecen algunos canales —en funcióndel rating, o sea del índice de sintonía, que es la nue- va divinidad a la que ellos adoran— y puedan ver losdegradados y degradantes talk shows y reality shows, que trasladan a la pantalla los más sórdidos dramas ytruculencias pasionales.

    Ésta es la trayectoria vital de un homo videns.Por tanto, el homo videns es el producto de los mo-

    dernos medios audiovisuales de comunicación que larevolución digital ha entregado a las élites sociales.Y es, en último término, un producto comercial, yaque el orden de prioridad de la información que reci-be —y, por tanto, de sus conocimientos— lo estableceel rating, que es la rentable obsesión de los dueños de

    los mass media contemporáneos.Con la presencia de la imagen, la televisión inter-rió el simbolismo de la palabra y con ello modicó lanaturaleza de las comunicaciones masivas. Este pro-ceso fue seguido después por la informática. Ellashan suplantado los conceptos por guras y han con-tribuido a anular buena parte de la capacidad de abs-tracción del hombre y a mermar su sentido crítico,han alterado sus procesos mentales y su forma depensar y han disminuido sus aptitudes de reexión eintrospección. El lenguaje conceptual y abstracto hasido remplazado por imágenes concretas que no de-

     jan espacio para la imaginación. Sartori consideraque ellas degradan la capacidad connotativa porque“el acto de ver empobrece el entendimiento”. Los ver-daderos estudiosos seguirán leyendo libros —dice—y se servirán de la 

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    HOMOSEXUALIDAD 1028

    un plano secundario. Ella requiere soledad, concen-tración, razonamiento, reexión, imaginación, quetan poca cabida tienen en el mundo contemporáneo.

    Incluso el empleo que el  homo videns hace de in-ternet es de una conmovedora pobreza: malgasta sutiempo en ver y promover futilidades. Se entretieneen intrascendentes y vulgares  hobbies, en los que noadquiere conocimientos ni información.

    Además, el homo videns tiene una incoercible ten-dencia a la imitación. Carece de originalidad. Quierehacer lo que ve en la pantalla de la televisión: desdelos cantos y consignas de los estadios de futbol —endonde se suelen imitar las expresiones de la torcida brasileña o las extrañas indumentarias y las caraspintarrajeadas de los acionados nórdico-europeos—hasta la forma de vestir, el estilo de vida y las prefe-rencias del consumo de las sociedades opulentas.

    En el ámbito político, sostiene Sartori que la TV nosólo condiciona los procesos electorales —el homo vi- dens es un elector teledirigido— sino también la tomade decisiones gubernativas, con lo cual deforma odistorsiona los regímenes democráticos. Arma que

    el hecho de que la información y la educación políti-ca estén en manos de la televisión representa seriosproblemas para la democracia, ya que el  demos estádirigido por los medios audiovisuales de comunica-ción. La gente adopta sumisamente la opinión querecibe explícita o subliminalmente de los medios. LaTV —con su información reducida— resume, simpli-ca y achica la realidad para que quepa en los men-guados espacios de la información, mientras que alotro lado de la pantalla la comunidad de homo com-municans piensa y actúa, en el mundo de la subcul-tura de las imágenes, de acuerdo con las informacio-nes que recibe.

    Las comunicaciones satelitales, internet, el  grid software, la telemática, el ciber-espacio, la tecnologíafotónica, la televisión digital, el  DVD , el  HD  DVD , el Blu Ray, el ash memory y los demás prodigios de infor-mática que operan en la sociedad del conocimientohan producido serias deformaciones en la vida políti-ca de las sociedades. Han suplantado las palabraspor la imagen, el contenido de los mensajes por elcontinente, la verdad por la verosimilitud y la sustan-cia por la apariencia. Esto implica una degradaciónsocial. Fatuos e intelectualmente reducidos, la mayoraspiración de los “videopolíticos” es ser iluminadospor los reectores de las cámaras televisivas y salir enla pantalla. En este contexto, antes que preparación ycultura, los políticos actuales debe ser buenos acto-res televisivos. En consecuencia, no van al gobierno

    los más capaces sino los más telegénicos.Con los modernos medios audiovisuales, de escalaplanetaria, los países poderosos han aumentado suinuencia en el mundo porque dominan el cerebrodel homo videns más allá de las fronteras nacionales.El profesor de teoría de la comunicación audiovisualIgnacio Ramonet (Un mundo sin rumbo, 1997) sos-tiene que “sería ilusorio imaginar una cultura poten-te, rme, viva, sin una industria audiovisual potente,seria y seductora”. Y va más allá: cuestiona entonces“si una nación que no domina la producción de susimágenes puede ser hoy aún una nación soberana”.

    La cultura mundial de nuestros días es en gran medi-da un reejo de la cultura estadunidense, en la am-plia signicación de la palabra. Incluso en los paísesdominantes las cifras demuestran que, en la “subcon-frontación” cultural entre los Estados Unidos y Euro-pa, hay un saldo neto en favor de los primeros. Lacomunicación audiovisual de escala global está bajosu control. Sus cadenas informativas de televisióncubren el planeta y dejan muy poco espacio para suscompetidores. Sus productos audiovisuales y cinema-tográcos se han convertido en el mayor componentede sus exportaciones y en su fuente principal de divi-sas, por encima de la industria aeroespacial. Ramo-net, al analizar la que él denomina “guerra del multi-media”, es decir, la competencia informática global—con inclusión del cine y la televisión—, anota quehay una clara derrota de Europa frente a los EstadosUnidos. Informa que este país importa menos de 2%de su consumo audiovisual mientras que, en cambio,en la Unión Europea han penetrado abrumadora-mente los medios audiovisuales estadunidenses. Diceque la situación del cine no es diferente: el número

    de boletos vendidos en las salas de cine europeaspara películas estadunidenses pasó de 400 millones a520 millones entre 1985 y 1994, que representaban76% del mercado europeo. Esa tendencia se ha man-tenido en el siglo XXI. Y en cuanto al cine televisual—dice Ramonet— las cosas son parecidas: las pelícu-las estadunidenses proyectadas por TV representaron53% de la programación en contraste con 20% de laspelículas nacionales de los respectivos países euro-peos. Eso explica por qué el homo videns del planetase ha volcado hacia el american way of life, con todossus valores y desvalores.

    homosexualidad. >liberación.horda. La > sociedad humana es para unos un hecho es-

    pontáneo y natural engendrado por el  appetitus so- cietatis con que el hombre viene al mundo, según laexpresión de Grocio, y para otros, un fenómeno esen-cialmente racional y articial derivado de la necesi-dad que el hombre tiene de sus semejantes para dar viabilidad a su existencia.

    En todo caso, la sociedad es un hecho real, inconcu-so, cuya presencia ontológica ha sido conrmada portodas las investigaciones históricas y antropológicas.

    La historia del hombre, en este sentido, es la his-toria de la evolución y perfeccionamiento de los gru-pos humanos.

    Según datos no del todo demostrados, parece quela primera forma de asociación humana hubo de ser la  horda, o sea un grupo de personas agregadas en for-

    ma rudimentaria y vinculadas entre sí por instintosprimarios. Se desenvolvió bajo un régimen de promis-cuidad sexual, en el que la incertidumbre respecto dela paternidad obligó a computar el parentesco con re-ferencia a la madre, que era el único elemento cono-cido de la procreación.

    Su gobierno fue tan rudimentario como su organi-zación: lo ejerció el que tuvo la fuerza o la habilidadsucientes para imponer su liderazgo sobre el grupoy durante el tiempo en que pudo hacerlo.

    La horda no tuvo sistema normativo, salvo la vo-luntad del jefe o caudillo, quien impuso el orden gra-

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    1029 “HOT MONEY”

    cias a su fuerza personal o a la destreza en el manejode las armas.

    Dado que la horda fue esencialmente nómada yque, por tanto, desconoció la agricultura, fueron lacaza, la pesca y la recolección de frutos y raíces lasprincipales actividades que podríamos llamar econó-micas.

    La horda fue una especie de  caravana errátil queanduvo de un lugar a otro en busca de alimentos, bajola conducción de un jefe o caudillo que acumulaba latotalidad de las funciones que podríamos llamar polí-ticas, guerreras, religiosas, legislativas y judiciales, quepor entonces y durante un largo periodo permanecie-ron indiferenciadas.

    Esta forma primitiva de organización social obe-deció primordialmente a propósitos de defensa comúny de consecución de alimentos.

    Fue la primera y más antigua manifestación de so-ciabilidad que en el curso de un larguísimo procesode evolución, en que las costumbres cambiaron len-tamente, dio lugar a formas cada vez más amplias ymejor estructuradas de organización social. Pertene-

    ce a la prehistoria, es decir, a la dilatada etapa de la vida humana anterior a la historia, que se suele divi-dir en dos grandes eras: la edad de piedra y la edad delos metales. La primera, a su vez, se divide en paleolí-tica y neolítica, de acuerdo con la habilidad del hom-bre para labrar la piedra. La edad paleolítica se divideen inferior, media  y  superior. La  edad de los metales, por su parte, tiene tres periodos: el del  cobre, el delbronce y el del hierro.

    Esta división toma como referencia —como unade las tantas referencias que se han adoptado paraidenticar y distinguir las eras de la prehistoria— lahabilidad del hombre, en la sociedad primitiva, paramoldear la piedra y los metales.

    La horda  fue parte de estas etapas prehistóricas.De la evolución de ella surgió el tribu.

    “hot money.” Reciben el nombre de hot money (dinerocaliente) los capitales errantes de carácter especulati- vo que ingresan o salen de los países de acuerdo conel grado de estabilidad de la moneda local y sus pers-pectivas de futuro, así como de las condiciones de se-guridad política y de tratamiento tributario que se lesofrecen. Si las expectativas son que un país no está encapacidad de mantener el valor de su signo moneta-rio o que otro tiene un proceso de revalorización uofrece condiciones impositivas más interesantes, esoscapitales inmediatamente se convierten a la monedamás fuerte y se ancan en el país más atractivo.

    Cualquier mutación en la paridad de la monedanacional o en el régimen de cambios, o cualquier ele-mento que pueda afectar a la convertibilidad de la mo-neda, o la aparición de un décit en la paraísos scales suelenatraer preferentemente a estos capitales errantes.

    Cuando sus desplazamientos son masivos y rápi-dos pueden perturbar grandemente las balanzas depagos y los mercados de cambios. Pueden inclusocausar serias crisis en los sistemas monetarios, comoocurrió en varias ocasiones en el siglo XIX y en el actualen la época comprendida entre ambas guerras mun-diales. Para el país en el que estos capitales se refu-gian, su ingreso tiene un efecto expansivo de la masamonetaria, con incidencia sobre la  >inación, aun-que el incremento de las reservas de cambio es preca-rio por la inestabilidad del hot money, que puede salircon la misma facilidad con la que entró.

    Desde los años setenta del siglo pasado han sidodenunciados estos episodios de especulación interna-cional como causa de la inestabilidad monetaria, delos desequilibros en la balanza de pagos y de las tensio-nes inacionarias en varios países, especialmente eu-

    ropeos, que han recibido el ujo de fondos líquidosprocedentes especialmente de los Estados Unidos.La crisis económica y nanciera que sacudió a

    México desde diciembre de 1994 —y que lo condujoa una virtual situación de insolvencia, con resonanciaen varios otros países de la región latinoamericana—se debió principalmente a la fuga de estos capitales.La economía mexicana llegó a ser excesivamente de-pendiente del dinero especulativo, que ingresó a suterritorio atraído por la imagen publicitaria de unpaís estable y en expansión, y el cual se fugó de pron-to y causó gravísimos desequilibrios nancieros, mo-netarios y cambiarios. Durante largo tiempo se man-tuvo en México un tipo de cambio sobrevaluado quegeneró un enorme décit en la balanza de pagos, -nanciado con el ingreso de capitales especulativos.De pronto, por diversas circunstancias se produjo unestado de alarma y huyeron los capitales calientes enbúsqueda de un refugio más seguro. El décit de lacuenta corriente quedó sin nanciamiento. En esascircunstancias se tuvo que comprimir el crecimientoy devaluar la moneda. Y vino el descalabro de las -nanzas públicas mexicanas, que requirió una masivaasistencia estadunidense.

    Hay una creciente preocupación en el mundo polí-tico y nanciero por el comportamiento del hot mo-ney. Hay plena conciencia de que el fenómeno va enaumento, paralelamente a la apertura de las econo-mías y a la eliminación de controles. Se saben las pre-

    siones que los especuladores nancieros ejercen so-bre el poder político para obtener la paridad que lesconviene en el mercado de intervención o las manipu-laciones que realizan en el mercado libre. Se conocenlas dicultades que causan con sus manejos especula-tivos. Pero no se han encontrado todavía los mediospara controlar o impedir sus maniobras y sus despla-zamientos. Al contrario, con el establecimiento delllamado “tipo de cambio otante” se incrementa laincertidumbre nacional e internacional, pues no haynada que garantice que las paridades resultantes delmercado sean las más adecuadas a la situación, y se

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    “HUASIPUNGO” 1030

    otorga mayor espacio a las maniobras especulativasde los operadores de los mercados de cambios. Éstees uno de los síntomas más graves de la crisis queafecta al sistema monetario internacional.

    “huasipungo.” Es una voz de la lengua quechua que de-signa a la institución socioeconómica de trabajo pre-cario impuesta por los colonizadores españoles enlas tareas agrícolas del altiplano andino y mantenidadurante toda la época colonial y buena parte del pe-riodo republicano por los señores de la tierra, hastaque vinieron los procesos de reforma agraria, a partirde los años cincuenta del siglo pasado, que elimina-ron las formas precarias de tenencia del suelo.

    Esta palabra proviene de las voces quechuas hua- si, que signica casa, y pungu, que es puerta o entrada.Ella señala la modalidad feudal y explotadora de tra-bajo precario de la tierra que hacía del indio un verda-dero siervo. El ex presidente ecuatoriano Luis Corde-ro, en su  Diccionario quechua  publicado en 1892,denió al huasipungo como “la porcioncilla de tierraque cultiva el indio en derredor de su choza”. Y CarlosJoaquín Córdova, en su  Diccionario de ecuatorianis-

    mos,  dice que es “la pequeña supercie de terrenoque el dueño de hacienda da al peón trabajador de lamisma” o la “pequeña parcela de tierra donde plantala choza el indio en terreno de propiedad del patrón”.El sistema del  huasipungo consistía en la cesión deuna pequeña parcela de tierra que hacía el patrono altrabajador agrícola para que éste levantara en ella su vivienda —generalmente una choza—, la cultivaracon su familia y se pagara con sus frutos las horas delabor que entregaba al dueño de la hacienda.

    El  huasipungo  fue una institución propia del feu-dalismo tardío que trajeron a la América india losconquistadores europeos, junto con la gran propiedadseñorial y del clero, los tributos en benecio de los se-ñores de la tierra y la servidumbre del indio.

    Por lo general el huasipungo se ancaba en suelospoco fértiles situados en las alturas de los páramos.A cambio de su permiso para cultivarlos y de un mí-sero salario adicional, el indio y su familia entrega-ban mano de obra casi gratuita al dueño de la here-dad. El >indio se obligaba a trabajar varios días a lasemana en las tierras de su amo en pago por el uso desu parcela, que generalmente iba acompañado delpermiso para recolectar leña y para pastar sus pocascabezas de ganado en los páramos.

    Los huasipungueros —que así se llamaban los tra-bajadores sometidos a esta relación laboral— consti-tuían la fuente principal de mano de obra en las ha-ciendas señoriales de los Andes. Trabajaban para el

    patrono cuatro, cinco y hasta siete días a la semana.Estaban permanentemente a su disposición y, ade-más de su trabajo regular, debían prestar serviciosespeciales, como las >mingas y los turnos de huasica-mía, o sea el cuidado de la casa de la hacienda, ani-males domésticos y utensilios del patrono.

    El huasipungo fue durante mucho tiempo un ele-mento fundamental del modo de producción rural enla serranía andina. Su origen histórico se encuentraen los inicios de la conquista española, a partir delsiglo XVI, en que los colonizadores blancos se apro-piaron de las mejores tierras de cultivo y establecie-

    ron en ellas sus haciendas servidas por la mano deobra barata de los indios. La nueva aristocracia de loscriollos ricos consolidó el sistema y sus descendien-tes lo mantuvieron por cerca de 500 años, aun des-pués de conquistada la independencia de España.

    La vida de los indios de la serranía andina, con- vertidos desde la conquista española en siervos de latierra que se enajenaban junto con ésta como si fue-ran semovientes, inspiró buena parte de la novela in-digenista latinoamericana. Probablemente la obramás representativa de este género es la del ecuatoria-no Jorge Icaza que se titula precisamente  Huasipun- go, aparecida en 1934 y traducida a varios idiomas.Ésta es la gran novela del indio de la altiplanicieecuatoriana. En ella el autor narra sin concesiones nieufemismos, con el recio lenguaje de los propios in-dios, su desgraciada situación. Esa que hizo excla-mar a Juan Montalvo: “Si mi pluma tuviese don delágrimas, yo escribiría un libro titulado el indio y ha-ría llorar al mundo”. Icaza describe la hacienda, el  huasipungo, la aldea cercana, la autoridad política dela parroquia a órdenes del propietario, la complici-

    dad del cura con el terrateniente y la explotacióncruel de los peones. Cuenta que cuando el amo ven-dió su hacienda a una empresa extranjera, con indiosy todo, éstos se rebelaron ante la orden de ser desalo- jados de la tierra en que nacieron y vivieron. Y al gri-to de “ñucanchic huasipungo”,  que quiere decir “elhuasipungo es nuestro”, se levantaron tumultuaria-mente contra el patrón y el gringo que la compró paraterminar por ser reprimidos a sangre y fuego por lafuerza pública al servicio del terrateniente.

    huelga. Es la abstención de laborar que decide un grupode trabajadores, en el marco de un conicto colectivo,como medio de lucha para defender sus derechos. Lahuelga es la suspensión colectiva del trabajo. No es el“desinterés laboral” que pueden demostrar los trabaja-dores individuales, ni la disminución deliberada de laproducción, ni el > sabotaje, ni el >luddismo sino unaacción conjunta y concertada de negarse a trabajarmientras no se reconozcan y atiendan sus peticiones.

    La huelga es una acción colectiva y no individual.Requiere cierto grado de organización, que general-mente está a cargo de los >sindicatos. Es una fase delconicto colectivo de trabajo, que se inicia con el plie-go de peticiones de los trabajadores, sigue con la ne-gación total o parcial de los empleadores y desembo-ca en la paralización colectiva de las actividadeslaborales.

    El propósito de los trabajadores es lograr, a travésdel uso o de la amenaza de la huelga, una mejora en

    sus condiciones de trabajo. Y es, sin duda, una formade presión muy ecaz sobre los empresarios porquebloquea la producción y mantiene ociosa la capaci-dad instalada de sus empresas. La paralización de lasactividades productivas puede signicar un costo muygrande para ellos, en la línea del lucro que se detiene.

    Las leyes laborales modernas suelen reconocer, den-tro de determinadas reglamentaciones, el derecho delos empresarios al paro o al >“lock out”, es decir, al cie-rre de sus empresas, y el de los trabajadores a la huel-ga; pero han establecido mecanismos e instancias denegociación obrero-patronal para prevenirlos.

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    1031 HUMANISMO

    Se llama  huelga preventiva  a la interrupción deltrabajo por unas pocas horas con el objeto de adver-tir a los empleadores que, si no aceptan las condicio-nes exigidas, los trabajadores irán a una huelga inde-nida.

     Huelga solidaria es la que realizan los trabajadoresde una empresa para respaldar a los que están en con-icto en otra.

    Si bien la huelga ha sido tradicionalmente un meca-nismo de presión para la contratación colectiva de tra-bajo —una real prueba de fuerza entre trabajadores ypatronos— con frecuencia ha desbordado el campo es-trictamente laboral y se ha convertido en un arma de lalucha política. La huelga general, esto es, la que se reali-za simultáneamente en todas las actividades laboralesy en la totalidad del territorio de un país, ha servido amenudo para imponer cambios en la conducción de la >política económica de los gobiernos. Por medio deella, las masas obreras han obtenido no sólo medidaslaborales y salariales más convenientes a sus intereses,sino recticaciones en la conducción política global delEstado. Las huelgas generales han sido eventualmente

    instrumentos de lucha revolucionaria y, en algunos ca-sos que la historia registra, en conjunción con otrosfactores, han constituido elementos decisorios para eléxito de los alzamientos insurreccionales.

    Fue el lósofo y matemático francés Georges So-rel (1847-1922) quien, en su obra Reexiones sobre la violencia, publicada en 1908, al analizar las perspec-tivas del >sindicalismo y al hacer sus disquisicionessobre la “violencia” y la “fuerza”, entendidas como in-surgencia contra las instituciones existentes y comorespuesta de éstas, respectivamente, elaboró la teoríade la huelga general como arma de lucha política delos trabajadores, capa