ENFOQUES TEORICOS - PARA EL ANALISIS - EOGAR JIMÉNEZ C

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ENFOQUES TERICOS PARA EL ANLISIS POLlTICO EOGAR JIMNEZ

C.

CUADERNOS DE ORIENTACiN METODOLGICA

4

ENFOQUES TERICOS PARA EL ANLISIS POLlTICO

EOGAR JIMNEZ

C.

PRIMERA EDICIN, NOVIEMBRE DE

1998.

1998

INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL

VIADUCTO TLALPAN NM. C.P.

100,

COL. ARENAL TEPEPAN,

14610,

MxICO, D.F.PRINTED IN MEXICO

IMPRESO EN Mxlcol

ISBN 968-7750-24-3DISTRIBUCiN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA.

NDICEPRESENTACiN

............................................................................. 9AL ANLISIS POLITICO .......................................

1. 2.3.

INTRODUCCiN

11 1317

LA MODERNIZACIN,

LOS PARADIGMAS Y LA CRISIS DE LOS ACTORES POLlTlCAS

LA CRISIS DE LAS TENDENCIAS EL NEOLlBERALlSMO ENFOQUES

oo.oo.............................

4. 5.

y LA REFORMA DEL ESTADO

19 23 23 24 28 32 35 35 44 49 53 57 58 61 6771

TERICOS PARA EL ANLISIS rounco

ooEASTON .....

5.1.

EL ANLISIS DE SiSTEMAS ..........................................

5.1.1. 5.1.2. 5.1.3. 6.

LA VERTIENTE ANALlTICA LA PERSPECTIVA

DE DAVID

DE NIKLAS

LUHMANN

.........................

EL APORTE DE LA TEORA GENERAL DE SISTEMAS PARA EL ANLISIS POLlTICO

oo.......................................

EL ANLISIS POLlTICO y LAS TEORIAS DEL DESORDEN ................

6.1.

GEORGES NIcoLs

BALANDIER TENZER

y LA TEORA DEL DESORDEN Y DEL CAOS ... ............ ...................

6.2.7. 8.ALAIN

y LA SOCIEDAD DESPOLITIZADA

MlCHEL

CROZIER

y LA TEORA DE LAS ORGANIZACiONES

T OURAINE y LA SOCIOLOGIA DE LA ACCiN ...................... Los MOVIMIENTOS SOCiALES .........................................

8.1. 8.2. 9.

DEMOCRACIA

y ACTORES POLTiCOS ...................................... FINALES ........................................................

CONSIDERACIONES

BIBLIOGRAFA ACERCA DEL AUTOR

...........................................................................oooooo oo

7

ACERCA DEL AUTOR

Edgar Jimnez Cabrera es Doctor en Ciencias Polticas por la Universidad de Lovaina, Blgica, y en Economa por la Universidad de La Sorbona de Pars. Tambin tiene una Maestra en Ciencias Polticas por el Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILADES) de Santiago de Chile. Actualmente es director del Departamento de Ciencias Sociales y Polticas de la Universidad Iberoamericana y coordinador del Diplomado de Anlisis Poltico y Prospectiva Poltica en la misma universidad. Adems, ha escrito diversos textos sobre la realidad latinoamericana.

71

Enfoques teoricos para el anlisis poltico se termin de imprimir en la ciudad de Mxico durante el mes de noviembre de 1998. La edicin consta de 2,000 ejemplares y estuvo al cuidado de la

DIRECCIN

EJECUTIVA

DE CAPACITACIN CVICA

ELECTORAL

y EDUCACINDEL

INSTITUTO

FEDERAL ELECTORAL

PRESENTACiNDesde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la ciencia poltica haba alcanzado plenamente su estatus como disciplina cientfica; sin embargo, no comprenda en su campo de anlisis a la totalidad de los problemas polticos e, inclusive, en su seno exista un nutrido debate sobre su objeto de estudio. Algunos tericos centraban su reflexin en el Estado, otros en el gobierno y unos ms en el poder. Tambin la sociologa haba contribuido notoriamente a la compresin de estos temas, adems de las viejas aportaciones del derecho pblico y la economa poltica. Los fenmenos polticos reclaman la convergencia de una variedad de disciplinas, cuyas contribuciones tienen un efecto complementario. A mayor nmero de teoras en el anlisis poltico, ms carcter de convergencia multidisciplinaria adquiere la agenda del temario poltico. En este contexto, el Instituto Federal Electoral presenta el Cuaderno de Orientacin Metodolgica nmero 4, "Enfoques tericos para el anlisis poltico", elaborado por el Dr. Edgar Jimnez Cabrera, especialista en el tema y quien expone en forma precisa las nuevas corrientes de pensamiento predominantes en el estudio de la problemtica poltica contempornea, as como a los pensadores polticos ms significativos que emergen del proceso de globalizacin en el mundo y que buscan romper las limitaciones planteadas por las crisis de los paradigmas tericos y de los proyectos poltico alternativos. Estos enfoques tericos buscan interpretar los fenmenos polticos a travs de la sistematizacin cognoscitiva y la explicacin de la problemtica poltica contempornea, su reflexin e, incluso, el ejercicio prospectivo para entender los nuevos tiempos y la magnitud del desafio del cambio.

Instituto Federal Electoral

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1. INTRODUCCiN AL ANLISIS pOLTICOEl anlisis poltico no depende slo de la acumulacin de hechos o de la informacin sino de una buena interpretacin de los fenmenos polticos y sta depende, a su vez, de la opcin epistemolgica ms adecuada. Este ensayo pretende, precisamente, dar cuenta de las escuelas o corrientes de pensamiento predominantes en el estudio de la problemtica poltica contempornea. Los autores que se mencionan en este trabajo se distinguen como los ms significativos de nuestro tiempo y previsiblemente sern los nuevos "clsicos del pensamiento poltico contemporneo". Son pensadores establecidos en el plano terico-interpretativo que emergen, en la mayora de los casos, asociados al proceso de modernizacin que se observa en el mundo y, en un sentido ms genrico, buscan romper las limitaciones planteadas por la crisis de los paradigmas tericos y de los proyectos polticos alternativos. Son muchos los puntos de contacto en la problemtica abordada por ellos. Podra decirse que la crisis que se vivi entre 1978 y 1982, por su profundidad y duracin, fue el momento culminante del modelo de desarrollo hacia adentro y de los llamados milagros nacionalistas en Amrica Latina. En nuestro continente, principalmente en Mxico y en Amrica del Sur, la dcada anterior y el inicio de la presente marcaron el periodo de reestructuracin del Estado y de la modernizacin y ajuste estructural de la economa. Al respecto debe recordarse que fue en el periodo previo a la crisis cuando tomaron impulso las teoras de la dependencia, el estructuralismo y el marxismo; posteriormente lo haran las teoras funcionalista y la weberiano-rnarxista, as como el enfoque de la Comisin Econmica para Amrica Ltina (CEPAL), sin desechar el pensamiento clsico y moderno de la teora poltica. En ese marco surgi un discurso con categoras y conceptos tales como clase social, poder, Estado, hegemona, dominacin, nacin, masa, imperialismo, ideologa, contradiccin, dependencia y plusvala, as como diversas periodiza11

INTRODUCCiN

AL ANLISIS

POLTICO

ciones vinculadas al proceso de acumulacin. Al mismo tiempo, se generaliz el anlisis de la correlacin de fuerzas, el de coyuntura y el de la lucha de clases -desprendida como categora del modo de produccin y como la expresin viva de las fuerzas y relaciones de produccin-, y se hizo mucho nfasis, adems, en el estudio poltico de las relaciones de propiedad, la base oculta, segn Marx, de toda forma poltica de dominacin, soberana y dependencia. El tipo de relaciones de propiedad determin, en la perspectiva marxista, la naturaleza del sistema econmico y, por lo mismo, las formas de intervencin estatal y de rgimen poltico. De este modo se estableci una cadena entre sistema econmico y sistema de fuerzas poltico-sociales, lo que dio lugar a entender al subdesarrollo como portador de una estructura econmica heterognea en la que coexisten mltiples formas de modalidades capitalistas, ms atrasadas o modernas. Entre tanto, el primer mundo era tipificado por su homogeneidad estructural y la economa mundial analizada por la coexistencia de estructuras de diversa naturaleza, lo que daba lugar a una articulacin de dominacin y subordinacin entre el centro y la periferia. A finales de la dcada de los ochenta, los procesos observados en el este de Europa, el agotamiento del Estado de bienestar en Europa occidental y del modelo de desarrollo hacia adentro en Amrica Latina trajo consigo, adems, la prdida de consistencia analtica de algunas de las vertientes tericas mencionadas. En las circunstancias actuales y en el marco del nuevo modelo econmico emergente, la sociedad asiste a un proceso de refundacin general y las ciencias sociales se han visto afectadas por la "ausencia de teoras", es decir, de una visin global acerca de la estructura de los fenmenos poltico-sociales como para poder analizar su naturaleza y sus interrelaciones. Otro aspecto de la reestructuracin social es la reforma del Estado, la liberacin y apertura del mercado junto a las polticas de privatizacin y ajuste estructural. Dado esto, se trata de encontrar, desde la perspectiva de la teora poltica, una nueva relacin con el mundo contemporneo. El propsito principal de este trabajo es dar cuenta del estado actual del anlisis poltico, la temtica prioritaria que inunda su espacio, el nuevo lenguaje que la acompaa, su autonoma frente a las ciencias y la modalidad de su insercin en la crisis y adelgazamiento de la poltica.

12

2. LA MODERNIZACIN,LOS PARADIGMAS Y LA CRISIS DE LOS ACTORESEl proceso que inunda los espacios polticos de Latinoamrica y del mundo es una reaccin contra la forma que adopt el desarrollo nacionalista y el Estado de bienestar a partir de la segunda posguerra. Se inici como un rechazo a toda forma de intervencin estatal y cuyo objetivo era sealar y llamar la atencin sobre la magnitud de un cambio de poca, que parece anunciar el fin de un proyecto histrico en su versin liberal y socialdemcrata. Los cambios que se observan a nivel mundial son de tal velocidad y profundidad que por lo mismo tienen un carcter genrico y global. Al mismo tiempo que crecen el desempleo y la pobreza se incrementa la internacionaIizacin y apertura de las economas nacionales. La refundacin capitalista, el desmantelamiento del Estado nacional y la supeditacin de lo pblico a lo privado acompaan a la apertura econmica. Otro de los rasgos determinantes de este cambio es la ruptura entre dos pocas. Por lo mismo, se sostiene que es una crisis de civilizacin que no slo es parte de Occidente sino que es una crisis ms global. Frente a esta situacin los Estados, los partidos y los distintos sectores sociales se han quedado sin referencia, sin liderazgos, sin mediaciones que ofrezcan alternativas que permitan vislumbrar propuestas diferentes a la que hoy ofrece el sistema capitalista. Debido a esto, la crisis de paradigmas puede ser leda desde Occidente tambin desde la ptica de la cada del socialismo, que represent un modelo y una alternativa frente a la democracia occidental. Segn Barnet y Cavanagh, "en las cercanas del fin del siglo veinte est ocurriendo la desglobalizacin del mundo poltico, aunque la mundializacin de las actividades econmicas proceda". En este sentido la ruptura con el viejo sistema genera una supeditacin de la cultura, de la poltica y de la economa, en general, al proyecto de mundializacin econmica.

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LA MODERNIZACIN, LOS PARADIGMAS Y LA CRISIS DE LOS ACTORES

Por eso es que surge la contradiccin entre la viabilidad del modelo econmico con la ausencia de alternativas polticas.' Pareciera que la crisis poltica es vista ms bien en el espacio de los paradigmas como crisis de credibilidad, de gobernabilidad y de agotamiento de las formas tradicionales de representacin poltico-partidarias. Se asume que la poltica no slo se adelgaz sino que se despersonaliz. Tenzer, en la misma lnea de razonamiento, seala que al ponerse de manifiesto la individualidad se pierde el sentido de la masa, de la colectividad y de lo popular.' Esta prdida de centralidad de la clase social, del partido, de la masa y la nacin provoca una prdida del sentido de organizacin; estn cambiando las bases fundacionales de lo pblico tan rpidamente que no quedan espacios para que la sociedad formule alternativas polticas. Sus propuestas ocurren en universos ms cotidianos y, por lo mismo, limitados. Por eso cobran relevancia la ciudadanizacin de la sociedad civil y las distintas formas de organizacin social. En esta misma perspectiva, Guy Bajoit seala que, hipotticamente, se puede sostener que estamos ante el fin de la era industrial y en la transicin a otro modelo cultural, razn por la cual se deben estudiar las bases de un nuevo paradigma. Segn este autor, los paradigmas de orientacin y significacin que le dieron sentido a la era industrial-integracin, alienacin, competitividad y conflicto-- tienden a desaparecer.' Por su parte, c.A. Viano afirma que la modernizacin se relaciona con el significado de la decadencia que acompaa a toda transicin entre dos pocas, lo cual "permite articular el concepto con el de recuperacin"; en este sentido, la transicin modernizadora significa la completa renovacin del paradigma vigente." Cuando hablamos de transicin modernizadora nos referimos a la capacidad estatal para sustituir modelos presentes por otros, tanto en lo poltico, social y econmico, como en las representaciones culturales y simblicas. En estas circunstancias el cambio se da cuando el Estado entiende que para subsistir est obligado a cambiar y su futuro depende de la formacin de paradigmas y de nuevas estructuras de mediacin. Habermas sostiene que el trmino "moderno" expres una y otra vez la conciencia de una poca que se mira a s misma en relacin con el pasado y que se considera el resultado de una transicin desde lo viejo hacia lo nuevo.Vase Bernet y Cavanagh, "Global Dreams", en Imperial Corportions and The New World Order, Simon and Schuster. Nueva York. 1994. p. 421. Nicols Tcnzer, La sociedad despolitizada. Paids, Barcelona. 1992. p. 14. Guy Bajoit, Pour une sociologie relutionalle, PUF. Pars. 1992. p. 89. C.A. Viano, "Los paradigmas de la modernidad". en Nicols Casullo (comp.), El debate modernidad-

I

,4

posmodernidad, Puntosur, Buenos Aires. 1989.

14

ENFOQUES

TERICOS PARA EL ANLISIS

pOLTICO

En esta misma lnea de razonamiento, dice Lyotard, estaramos transitando de la historia universal a la universalidad de la historia.' Esta situacin se produjo, segn el mismo autor, entre las dcadas de los aos setenta y ochenta, y toda una generacin crey que el mundo de pronto se derrumbaba. En realidad 10 que ocurri es un asunto bsico: el reconocimiento de una nueva conciencia cultural, de una nueva percepcin del tiempo, del arte, de la sociedad, as como de la crtica filosfica, la lgica productiva y la lgica poltica. En general, de las grandes ideas y valores que utilizamos para relacionamos en la vida privada y colectiva, que carecen en la actualidad de sentido y significacin. Sobre este mismo punto comenta L. Tomassini que el mundo asiste al descrdito de una racionalidad colectiva, investida de la responsabilidad de orientar la historia. En este contexto se inscribe la crisis de las ideologas y de las utopas. "El agotamiento de las ideas tiene como contrapartida la reivindicacin de la historia como lugar del sujeto, la del sujeto como agente privado y la valoracin de 10 personal, considerados como los materiales con los cuales se construye el nuevo tejido social"." El cuestionamiento que se hace este autor, sin duda vital para el mundo actual, es en qu medida el proceso modernizador sirve al proyecto neoliberal o, por el contrario, encierra posibilidades capaces de abrir caminos en otras direcciones. Seala, adems, "que esta forma de ser de la realidad, y el descubrimiento de las formas de conocimiento adecuadas para capturarla, implica la aceptacin de cuatro condiciones":" a. La ausencia de fundamentos absolutos. b. El carcter cambiante de los parmetros, condicionamientos o lmites del conocimiento. c. La desaparicin de los grandes proyectos o metas de la historia. d. La aceptacin de la posibilidad de que haya discrepancia entre la vida individual y los sistemas sociales.

,

1,

7

Vase Jrgen Habermas, "Modernidad: un proyecto incompleto", en Nicols Casullo (comp.), op. cit., pp. 131-144. Vanse tambin "Modernidad vel:~us posmodernidad", en 1. Pic (ed.), Modernidad y posmodernidad. Alianza, Madrid, 1988, y Jean Francois Lyotard, La condicin posmoderna, Red Iberoamericana, Mxico, 1990, p. 76. Luciano Tomassini, La poltica internacional en un mundo postmoderno, Gel, Buenos Aires, 1991, pp. 33 y ss. Los cuatro puntos citados han sido ampliamente analizados por F. Crespi, Modernidad. La tica de una edad sin certeza, en Nicols Casullo (comp.), op. cit .. pp. 234-235.

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LA MODERNIZACiN,

LOS PARADIGMAS

Y LA CRISIS DE LOS ACTORES

Esto puede conducir al surgimiento, en opinin de Tomassini, de la indeterminacin, la flexibilidad y la ambigedad de la realidad. Desde la perspectiva de Luhmann, "puede conducir al riesgo y al caos", y segn Balandier al azar y a la nada, y en general a la incertidumbre, como los nuevos problemas polticos que aquejan a la teora poltica contempornea. De manera que las perspectivas epistemolgicas se ubican en un proceso de construccin y de desconstruccin (Derrida, Foucault) que sirve para dar validez interpretativa a las nuevas vertientes del conocimiento terico. En esta misma tendencia terica, el pensamiento posmodemo tiende a sobredimensionar la "prctica" en contraposicin con la "teora", lo que significa una desvalorizacin de la teora y una revalorizacin de la prctica. La epistemologa de la posmodemidad privilegia la "prctica" como el punto de partida de la nueva conformacin de las relaciones sociales y polticas y de las conductas individuales, y por lo tanto, como el principal motor del proceso histrico por sobre los modelos generales o proyectos histricos basados en paradigmas colectivos. Paralelamente a esta situacin, se asiste en la dimensin poltica a la revisin de los conceptos del Estado, del poder, a la crisis de los partidos polticos, al adelgazamiento o despersonalizacin de la poltica, a la redefinicin del papel de las organizaciones sindicales, al surgimiento de nuevos actores con una presencia significativa de la mujer, los jvenes y las organizaciones raciales. Irrumpe un parroquialismo organizacional que da lugar al "retomo a la sociedad civil", con la consiguiente diversificacin de los espacios e intereses en tomo a los cuales gira la actividad poltica, lo que provoca el debilitamiento de la importancia que tuvieron las ideologas y las propuestas doctrinales. En esta perspectiva, en la cual un conjunto de enfoques y opciones analticas tuvieron una presencia significativa, ste ha empezado a ser excluido por la necesidad de repensar y redisear los marcos de referencia del pensamiento acerca de la realidad y de su conocimiento. De ah que conceptos tales como la nada, la incertidumbre, el desorden, el riesgo, el caos, el sistema, la gobemabilidad y la ingobemabilidad hayan pasado a ocupar un lugar en el anlisis poltico. La exposicin anterior nos plantea la interrogante de si los nuevos problemas representan una "reestructuracin terica" o si, por el contrario, no es ms que el resultado de una desorientacin terica frente a una serie de acontecimientos y hechos que suceden en el mundo actual, que tienen un ritmo al que se suma la velocidad de la desinformacin.

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3. LA CRISIS DE LAS TENDENCIAS pOLTICASEn Europa la cada del muro de Berln y la crisis del socialismo real provoc un desgaste paulatino de los regmenes polticos socialdemcratas: el laborismo britnico, el socialismo francs, las socialdemocracias alemana y sueca se han ido debilitando electoralmente frente a una derecha renovada que propone el desmantelamiento del Estado de bienestar. La socialdemocracia se qued sin proyecto de largo plazo, sin una poltica econmica alternativa al neo liberalismo. Lo mismo acontece con la izquierda desmovilizada frente a las polticas de ajuste econmico, los recortes del gasto en salud, educacin, servicios pblicos y prestaciones sociales. Es en este marco de descomposicin de las ideas y de los partidos que haban dado forma a la izquierda durante un siglo que emerge la nueva derecha. 8 El problema en estas circunstancias es que el pos modernismo y la emergencia de la nueva derecha estn asociados al surgimiento de conceptos como sociedad postindustrial, nacionalismo, neo liberalismo, neorrealismo, posthistrico y neoconservadurismo. En muchas ocasiones se ha asociado tambin al posmodernismo con la reflexin surgida del seno de los desencantados del 68 y, otras veces, con la vertiente conservadora. Tal es el caso de la visin de Friederich A. Hayek, quien reivindica los postulados individualistas y racionalistas en demrito de lo colectivo y lo histrico. En su perspectiva, la realidad social est compuesta por una multiplicidad de actores individuales que interactan en el mercado mediante la competencia, la aplicacin de una racionalidad instrumental y la adopcin de decisiones racionales." En este contexto surge la crtica dirigida no al capitalismo sino al modo de vida, a la sociedad y a la cultura occidental desde distintos puntos de vista. Ejemplos lo son el proyecto no resuelto de la modernidad de Jrgen Habermas;, Vase Alain de Benoist, La nueva derecha. Planeta, Barcelona, 1982. Vase Friederich A. Hayek, Camino de servidumbre. Alianza. Mxico, 1990.

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LAS CRISIS

DE LAS TENDENCIAS

pOLTICAS

la sociedad postindustrial, de Daniel Bell; la critica de los filsofos Jaen Francos Lyotard y Gianni Vattimo; la microfisica del poder, de Michel Foucault; el pensamiento complejo, de Edgar Morn; la sociedad del siglo XXI, de Robert Fossaert, y la sociedad despolitizada, de Nicols Tenzer. La cuestin central para la ciencia poltica, y en general para las ciencias sociales, es vislumbrar si los cambios que estn ocurriendo en los modos de vida, en la cultura, en la ideologa y en la civilizacin pueden aportamos algo para explicar, a su vez, los cambios que se estn produciendo en las formas de pensar yen las tendencias tericas del anlisis poltico. Los cambios que estn ocurriendo en la ideologa, la cultura y la civilizacin, sin mencionar los dramticos acontecimientos econmicos y polticos que presenciamos desde 1989, constituyen una crisis que no es solamente especfica de esta o aquella economa, de este o aquel sistema poltico o ideolgico; se trata ms bien de una transformacin de carcter mundial, si bien su impacto especfico difiere de una regin a otra. Todo ello hace pensar que la crisis se genera y debe ser interpretada tambin desde una perspectiva histrica global y no solamente coyuntural o regional. 10

10

Vase Erik Hobsbawn, "Crisis de la ideologa, la cultura y la civilizacin", en Coloquio de invierno. vol. 1, La situacin mundial y la democracia, FCE, Mxico, 1992, pp. 48-64. Sugerimos, adems, Giani Vattimo, En torno a la posmodernidad, Anthropos, Barcelona, 1990.

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4. EL NEOLIBERALISMO y LA REFORMA DEL ESTADOEl neo liberalismo, adems de la modernizacin econmica, busca introducir cambios de carcter estructural institucional. En este sentido, plantea la reforma del Estado como proceso inherente a la transformacin de la sociedad. El momento actual es visto como trnsito de la "esfera pblica" hacia la "esfera privada", y es en este contexto que debe entenderse la reforma estatal del sistema poltico y del rgimen jurdico que se observa en Latinoamrica. Esta situacin obliga al Estado a un nuevo protagonismo, a las fuerzas polticas a una redefinicin ideolgica y a los ciudadanos a la necesidad de enfrentar las nuevas condiciones laborales y econmicas definidas por la conformacin del nuevo espacio. La esfera privada se convierte, as, en el espacio de construccin de la sociedad, de la prctica poltica partidaria y sindical, y el espacio de desenvolvimiento y reproduccin del individuo. Adems, el modelo busca calificar a la esfera pblica del pasado como algo negativo, portadora de la "falsedad" frente al futuro, esfera de lo privado, que es vista como el espacio de la "verdad". Entre la verdad y la falsedad no caben, en esta perspectiva, espacios ni alternativas intermedias, lo que permite al neoliberalismo afirmar la viabilidad del proyecto a nombre del saber y la verdad, y plantear la derrota de los paradigmas asistenciales. En este sentido, la verdad del futuro es un elemento decisivo para la toma de decisiones, lo que le permite "futurizar" el presente otorgndole una razn de ser, toda vez que para el modelo lo "real" es lo que va ocurrir y no lo que ocurri. El punto de partida aparece igual para los pases, as como para los distintos sectores sociales, pero el punto de llegada es desigual. En el espacio pblico la poltica tena una significacin y era posible reivindicar la diferencia (socialdemocracia, nacionalismo, reformismo, socialcristianismo); en la esfera privada la poltica carece de sentido, y la diferencia 19

EL NEOLlBERALlSMO

y LA REFORMA

DEL ESTADO

cabe como reivindicacin individual, lo que ayuda a refrendar la jerarqua y el estatus personal. Por lo mismo, el espacio privado crea las condiciones para el surgimiento del mercado poltico, marketing, que descansa en candidaturas personalizadas definidas como rechazo a la poltica tradicional. El manejo de la imagen poltica y de la opinin pblica seran los soportes fundamentales de este mercado (Fujimori en Per, Palito Ortega en Argentina, Rubn Blades en Panam y Max Fernndez en Bolivia). En otra lnea de razonamiento, la nueva relacin planteada por el neo liberalismo entre la verdad y la falsedad define hoya los nuevos adversarios. Aquel que permanece en el pasado es visto como el adversario principal, anclado en la oscuridad, ideologizado e irracional. En cambio, el racional es aquel que se ubica en el futuro, lo que le permite entender los nuevos tiempos y la magnitud del desafio de cambio. De este modo surge una serie de interrogantes sobre el trnsito hacia la posmodernidad: si sta es posible con la institucionalidad vigente para hacer viable la modernidad o si, por el contrario, la viabilidad supone una transferencia y reordenamiento estatal de gran alcance. En este sentido, la reforma estatal no es una simple reconstruccin o renovacin de antiguas estructuras y mtodos; se trata de la construccin de un nuevo proyecto estatal y la instauracin de instituciones renovadoras y depuradoras de sus vicios anteriores, en un nuevo espacio poltico producto de una nueva relacin entre la tecnocracia, las instituciones emergentes y la sociedad civil, los partidos polticos y las organizaciones sociales. Es por ello que en Amrica Latina el Estado tiene la tendencia a replegarse sobre s mismo, abandonando buena parte de sus antiguas responsabilidades sociales hoy estigmatizadas como "no rentables". Las propuestas en favor de la descentralizacin son formuladas tanto en pases de organizacin poltica unitaria (Chile, Per, Colombia, Uruguay, Bolivia) como en aqullos en los cuales el sistema poltico ha sido, en virtud de la reforma de organizacin federativa, formalmente descentralizado (Argentina, Brasil, Venezuela). La reubicacin del espacio local, que justifica en la perspectiva neoliberal la descentralizacin, se combina con variables econmicas, polticas y sociales cuya magnitud reviste gran inters poltico. Entre ellas pueden mencionarse la modificacin del mercado laboral, la economa informal, el aumento de la desocupacin y el desempleo, la concentracin del ingreso y, simultneamente, el aumento del costo social debido a las polticas de ajuste y a la distribucin inequitativa de sus costos al interior de la sociedad.

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ENFOQUES

TERICOS

PARA EL ANLISIS

POLTICO

De ah que la descentralizacin sea expresin de un "nuevo modo de accin pblica", en virtud del cual el propio espacio de 10 "privado y 10 pblico" tende a ser redefinido. En esa perspectiva, la actitud de los gobiernos que asumen la redefinicin estatal busca generar un impacto en las nuevas formas de participacin y en el debate sobre el espacio poltico que debe crearse. La autojustificacin de la nueva gestin estatal descansa en que el tiempo poltico que 10 anima no corresponde al del resto de la sociedad, y en que el saber en el cual se suscribe le otorga a las decisiones gubernamentales un carcter desideologizado, lo que le permite al Estado ubicarse por encima de la sociedad. La modernizacin para Latinoamrica se convierte en un referente desde el cual se organiza y define el futuro que se busca construir. De esa manera la "modernidad-modernizacin se constituye en el tema central de actualidad como el signo de los nuevos tiempos". Lo que est enjuego es una lucha por la redefinicin del proyecto anterior, que ya est agotado, y la emergencia de otro para buscar otorgar a los pases una identidad poltica renovadora. Como la plantea Francisco Javier Guerra, es la articulacin entre dos mundos: el tradicional y el moderno. 1 1 Finalmente, no es exagerado pensar que vivimos una transicin histrica similar a la que se dio en el pasado cuando surgi el Estado moderno europeo, el capitalismo y la ciencia, cuyos efectos transformaron la configuracin de las sociedades de Occidente. Es probable que los recientes cambios tengan que ver con la organizacin del trabajo, con las tecnologas de comunicacin y con la nueva institucionalidad poltica, pero 10 cierto es que la tendencia contempornea para interpretar los fenmenos sociopolticos, en trminos de riesgo, incertidumbre, caos, e ingobernabilidad, tiene siempre un contenido estructural al que debemos prestar mucha atencin. De hecho, las sociedades van en camino de transformarse en sistemas ms complejos (E. Morn) en donde los procesos parecieran autorregularse al margen de lo poltico. As, los partidos y las organizaciones sindicales se ven desbordados por la desglobalizacin e internacionalizacin de los mercados, la democracia se halla en una fase de reconstruccin y la sociedad se moderniza en la direccin de los pases que buscan ingresar en la posmodernidad.

11

Sobre la naturaleza y caractersticas del modelo neoliberal y la modernizacin en Amrica Latina, vase Franz Hinkelammert, Crtica de la razn utpica, Ed. DEI, San Jos, Costa Rica, 1984; Eugenio Tironi "Crisis, desintegracin y modernizacin", en Proposiciones. nm. 18, Ed. Sur, Santiago, 1990, Y Norbert Lechner, "El proyecto conservador y la democracia", en Julio Labastida (coord.), Los nuevos procesos sociales y la teora poltica contempornea. Siglo XXI, Mxico, 1996.

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EL NEOLlBERALlSMO

y LA REFORMA

DEL ESTADO

A partir de los aos ochenta, Latinoamrica opt por un nuevo paradigma de desarrollo econmico, impulso a las exportaciones, integracin a la economa mundial, redimensionamiento del Estado y la reforma estructural. Los programas de reforma estructural buscan modificar las formas tradicionales del funcionamiento de la economa, pretenden redefinir el rol del Estado y otorgar a la sociedad civil un nuevo protagonismo. Ante el fracaso de la economa centralmente planificada y de las directrices impuestas por los economistas keynesianos, el mundo se mueve hacia la economa de mercado dentro de la cual se asigna al Estado un rol claramente delimitado. De esta manera se hace comprensible, comenta Rafael Montesinos, "cmo la derrota del movimiento sindical se traduce en una ausencia de un proyecto de nacin alternativo que contemple sus intereses sectoriales. Por esta razn quedan sin demandas globales y su movimiento se restringe a su condicin econmica, a lo salarial o estrictamente laboral, mientras lo poltico se aleja de su prctica social". 12 En esas condiciones los individuos se quedan literalmente sin representacin poltica; de all la tendencia a la apata, a la confusin y a la desorientacin. El riesgo de esta situacin es que la poltica se despersonalice y la sociedad tienda a hablar ms de economa, salud, educacin, seguridad pblica, medio ambiente y familia, es decir, de contenidos ms pragmticos. 13

"IJ

Rafael Montesinos. "Empresarios y el proyecto nacional. Una propuesta desde el poder", en Bien comln y gobierno. nm. 22, Mxico. 1996, pp. 33-40. Esta problemtica es tratada ampliamente por Joaqun J. Brunner, en Bienvenidos a la modernidad. Planeta, Santiago de Chile, 1994. pp. 93 Y ss.

22

5.

ENFOQUES

TERICOS

PARA El ANLISIS

rouncoDE DAVID EASTON ........................

5.1.

EL ANLISIS DE SISTEMAS .....................................................

5.1.1. 5.1.2. 5.1.3.

LA VERTIENTE ANALiTICA LA PERSPECTIVA

DE NIKLAS

LUHMANN

23 23 24 28 32

EL APORTE DE LA TEORIA GENERAL DE SISTEMAS PARA EL ANLISIS POLlTICO .......................................

5. ENFOQUES TERICOS PARAEL ANLISIS pOLTICOEn el contexto estadounidense, el xito de la investigacin emprica y el desarrollo terico se dio despus de la Segunda Guerra Mundial. Desde esta perspectiva se han propuesto nuevos enfoques y han sido creadas nuevas conceptualizaciones de la disciplina. Las teoras conductistas, el enfoque estructural funcionalista, la teora de la accin, la teora de las decisiones, la teora de las organizaciones o la teora de la rational choice son algunas de las expresiones de anlisis ms importantes. Pero, sin duda, fue el anlisis de sistemas el insumo que revolucion a la ciencia poltica. Podemos mencionar, con el atrevimiento que nos permite la brevedad del texto, algunas tendencias tericas del anlisis de sistemas prevalecientes hoy en el debate estadounidense y europeo.

5.1.

EL ANLISIS DE SISTEMAS

La vertiente sistmica en la teora poltica se ha convertido hoy en una de las opciones analticas ms importantes. Anatol Rapoport sostiene que el anlisis de sistemas est orientado a descubrir las identidades de los elementos que lo componen, la naturaleza de sus relaciones internas y externas, y los cambios dinmicos que rigen la conducta o evolucin del sistema en su conjunto. 14 Un autor representativo de este corriente es David Easton, quien propone una serie de categoras de relevancia emprica con el objeto de explicar la vida poltica como un sistema de conducta.

14

Vase Anatol Rapoport, "Algunos enfoques sistmicos de la teora poltica". en David Easton, Esquema para el anlisis poltico, Amorrortu, Buenos Aires, 1984. pp. 197-215.

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ENFOQUES

TERICOS PARA EL ANLISIS

pOLTICO

5.1.1. La vertiente analtica de David Easton Este autor busca dar respuesta a la siguiente interrogante: Cmo logran persistir los sistemas polticos en un mundo donde coexisten la estabilidad y el cambio? Para l la respuesta constituye el problema central del anlisis poltico. David Easton seala que lo conveniente es interpretar la vida poltica como una serie compleja de procesos mediante los cuales ciertos tipos de insumos se convierten en productos que podemos denominar polticas autoritarias, decisiones y acciones ejecutivas." As, el autor considera que la vida poltica es un sistema de conducta incorporado a un ambiente a cuyas influencias est expuesto el sistema poltico mismo, y que en su momento reacciona frente a ellas. Lo anterior permite a Easton afirmar que la vida poltica forma un "sistema abierto", y a partir de ah podemos "interrogamos sobre los tipos de intercambios que ese sistema mantiene con su ambiente, el modo en que los miembros del sistema responden a este intercambio y las determinantes de estos procesos dinmicos". Para el autor la organizacin interna de un sistema poltico es su extraordinaria capacidad para responder a las circunstancias en que funciona. Los sistemas polticos acumulan gran cantidad de mecanismos con los cuales enfrentan a sus ambientes. Gracias a ellos son capaces de regular su propia conducta, transformar su estructura interna y hasta llegar a remodelar sus metas fundamentales. Easton denomina sistema poltico a aquellas interacciones por medio de las cuales se asignan autoritariamente valores en una sociedad; esto es lo que lo distingue de otros sistemas de su medio. Dicho ambiente puede dividirse en dos partes: la intrasocietal y la extrasocietal. La primera consta de todos aquellos sistemas que pertenecen a la misma sociedad que el sistema poltico. Los sistemas intrasocietales comprenden series de conductas, actitudes e ideas tales como la economa, la cultura, la estructura social y las personalidades individuales; son segmentos funcionales de la sociedad, uno de cuyos componentes es el propio sistema poltico. Los dems sistemas constituyen la fuente de muchas influencias que crean y dan forma a las circunstancias en que tiene que operar aqul. 16I~

Seguimos en este apartado los textos de David Easton (comp.), Enfoques sobre teora poltica. Amorrortu, Buenos Aires, 1992, pp. 216-231. Y Esquema pora el anlisis poltico, Amorrortu, Buenos Aires, 1994. ,. Retomamos del autor el captulo correspondiente a los conceptos mnimos para un anlisis sistmico. en Enfoques .... op. cit .. pp. 221-222. Vase tambin el captulo "Persistencia en un mundo de estabilidad y cambio", en Esquema ... op. cit . pp. 113-124.

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ENFOQUES

TERICOS

PARA EL ANLISIS

POLTICO

La segunda parte del ambiente, la extrasocietal, comprende todos los sistemas que estn fuera de la sociedad dada. Son componentes funcionales de una sociedad internacional, suprasistema del que forma parte toda la sociedad individual. Otro de los temas abordados por Easton es el que se refiere al anlisis del equilibrio y los problemas a los que se enfrenta el sistema poltico. ste mantiene un flujo de intercambios con su ambiente, intrasocietal y extrasocietal; recibe demandas y apoyos (inputs), enva decisiones y acciones, respuestas y productos (outputs), y genera las condiciones para la retroalimentacin del sistema mismo. Por necesidad, un anlisis que conciba a un sistema poltico tratando de mantener un estado de equilibrio tiene que suponer la presencia de influencias ambientales, ya que son stas las que alejan de su presunta situacin de estabilidad a las relaciones de poder del sistema. Es habitual examinar el sistema aunque slo sea implcitamente, en funcin de su tendencia a volver a un presunto punto previo de estabilidad. Si el sistema no procediera as, ello se interpretara como un desplazamiento hacia un nuevo estado de equilibrio que sera preciso identificar y describir.'? Para entender la idea de equilibrio conviene retomar del autor las llamadas "fuentes de tensin", que pueden ser: a. Internas, que surgen de las interrelaciones de los elementos que conforman el sistema. b. Externas, que provienen del ambiente intrasocietal y del extrasocietal. El autor tambin se refiere al concepto de "persistencia" para definir la forma en que el sistema cambia o se adapta para autorreproducirse. Sobre este aspecto seala: "La nocin de persistencia va mucho ms all de la de mantenimiento, se orienta a investigar tanto el cambio como la estabilidad, pues ambos se pueden interpretar como soluciones alternativas para enfrentar la tensin". Menciona, adems, que debemos distinguir las "tensiones potenciales", aquellas que representan una grave amenaza para el sistema. Las llama "perturbaciones" y varan en intensidad y en calidad, ya que pueden ser benignas, neutrales o tensionantes. En la perspectiva de Easton el enfoque del equilibrio deja la impresin de que los miembros de un sistema tienen solamente una meta bsica cuando tratan de hacer frente a un cambio de perturbaciones: reestablecer el antiguo punto de equilibrio o encaminarse a otro nuevo. "Los miembros de un sistema

17

David Easton, Enfoques .... op.cit., p. 219.

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pOLTICO

pueden desear a veces destituir mediante acciones positivas un equilibrio anterior e incluso alcanzar algn nuevo punto de desequilibrio continuo. Es lo que suele ocurrir cuando las autoridades tratan de mantenerse en el poder fomentando tumultos internos o peligros externos". Las dos situaciones que a juicio del autor pueden alterar el punto de equilibrio son: a. La adopcin y ejecucin de decisiones relativas a la sociedad por parte de determinados miembros (autoridades). b. La frecuencia relativa de aceptacin de tales decisiones como autoritarias u obligatorias por parte de la comunidad, lo que l llama "productos polticos". Otra de las fuentes de tensin sugeridas por Easton se ubica en el tipo y la cantidad de demandas que surgen del ambiente, interno y externo, pues la perturbacin tensiva puede provocar situaciones de crisis cuando el apoyo al sistema disminuye. Esto quiere decir que la interpelacin y el sobredimensionamiento de la "demanda" impiden dar las respuestas oportunas y el poder satisfacerlas razonablemente. Sobre este punto comenta que "se puede producir una tensin o alteracin del equilibrio cuando las variables esenciales de la 'vida poltica' son impulsadas o desplazadas ms all del 'margen crtico' del sistema poltico". Ejemplo de esta situacin se da cuando las crisis, econmicas o financieras, provocan en el sistema poltico un desorden y un gran descontento. En esta circunstancia ya no resulta posible la toma de decisiones y el sistema se ve sometido a una dramtica tensin en la que las posibilidades de su persistencia se debilitan o desaparecen. En opinin de Easton: Todo sistema tiene la capacidad de hacer frente a la tensin ejercida sobre sus variables esenciales, aunque no siempre lo logra: puede desmoronarse, precisamente, por no adoptar las medidas apropiadas para manejar la tensin inminente. Pero lo primordial es su capacidad de responder a la tensin. La clase de respuestarealmenteadoptada(si se producealguna)serviriapara evaluar la probabilidad de que el sistema sea capaz de alejar el peligro. El hecho de interrogarsesobre la naturalezade la respuesta a latensin destaca los objetivos y mritos particularesde un anlisis sistemticode la vida poltica. Este anlisis es especialmente indicado para interpretar la conducta de los miembros de un sistema a la luz de la forma en que atena o intensifica la tensin ejercida sobre las variables esenciales.IR

"

lbid . pp. 224-226.

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TERICOS PARA EL ANLISIS

pOLTICO

Lo que nos parece interesante de este enfoque es que el autor introduce otro concepto a su pensamiento clsico sobre el sistema poltico, el de "insumo", entendido como los efectos que se transmiten a travs de los lmites de un sistema hacia otro sistema. Su valor reside en que a partir de l es posible entender el impacto provocado por la gran variedad de hechos, fenmenos y circunstancias ambientales, en la medida que stos se vinculan con la persistencia del sistema poltico. Segn Easton, sin los insumos sera dificil bosquejar el modo preciso en que la conducta de los diversos sectores de la sociedad afecta lo que ocurre en la esfera poltica. Los insumos serviran de variables resmenes que concentran y reflejan todo cuanto en el ambiente es relevante para la tensin poltica. Se trata, pues, de un poderoso instrumento analtico. Easton considera que a travs de las demandas y apoyos se encauza, refleja, resume e influye en la vida poltica una amplia gama de actividades. De ah que sirvan como indicadores clave del modo en que las influencias y circunstancias ambientales modifican y moldean el funcionamiento del sistema poltico. Podemos decir que es en las fluctuaciones de los insumos de demandas y apoyos donde habremos de encontrar los efectos de los sistemas ambientales que se transmiten al sistema poltico. De esa manera, la relacin insumo-producto, retroalimentacin de informacin y reaccin de las autoridades, se pone en movimiento dinmico formando una trama inusitada de actividades polticas, lo que provoca una profunda influencia sobre la capacidad del sistema para enfrentar la tensin y poder seguir adelante. En suma, la perspectiva analtica de la teora de sistemas permite interpretar los procesos polticos como un flujo continuo y entrelazado de conductas de los actores. Si intentamos utilizar el enfoque de Easton, a nivel analtico, podemos sealar, por ejemplo, que la crisis que se observa en Amrica Latina es un problema del sistema social. Los sistemas sociales estn integrados por tres grandes subsistemas -poltico, econmico y cultural- los cuales adquieren su unidad en el sistema llamado societal. Por lo mismo, la estabilidad del sistema deber ser pensada en relacin con la cohesin de las partes que conforman tal unidad, de manera que la reproduccin del sistema social dependa de la sincrona con que cada uno de los subsistemas responda al cambio social. En este sentido, la crisis es un fenmeno que rebasa la capacidad de respuesta del sistema, pues hace perder a una de sus partes la consistencia que requiere la sociedad para mantenerse estable. De manera que las crisis son perturbaciones que atacan la integracin sistmica, porque la estructura de un

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ENFOQUES

TERICOS PARA EL ANLISIS

POLTICO

sistema admite menos posibilidades de resolver problemas que las requeridas para su conservacin. De all que la crisis se presenta como una amenaza a la estabilidad de las estructuras sociales, a las prcticas polticas, a las normas de relacin econmica, etctera. Si la crisis es resuelta por el sistema societal, sin necesidad de transformar sus estructuras y sin poner en peligro la estabilidad de los otros subsistemas de la sociedad, no ser posible hablar de crisis. Por el contrario, si la nueva situacin social se presenta como un problema serio y de dificil solucin para el sistema, la crisis se expresar afectando a los subsistemas econmico, poltico y/o social. AS, la causa que origina la transformacin del sistema social puede obedecer al intercambio que una de sus partes establece con el ambiente (extrasocietal) o en su interaccin (intrasocietal) con las otras partes del sistema. Lo importante de este enfoque es que nos permite estudiar de un modo separado a los subsistemas y la forma en que stos se relacionan entre s.

5.1.2. La perspectiva de Niklas LuhmannEl pensamiento terico de Luhmann es un intento de elaborar una teora general de la sociedad. Considera la necesidad de revisar la importancia de las categoras de anlisis que sirvieron para una poca pero que ya no sirven para analizar a la sociedad contempornea. Su objetivo analtico es la "complejidad", entendida como presencia de mltiples alternativas, reino de diferencias y espacio donde gobierna la relacin frente a cualquier tipo de determinismo mecnico. Para Niklas Luhmann el punto de partida surge de las categoras sistemaentorno y complejidad. Segn Ignacio lzuzquiza, la complejidad que maneja Luhmann puede ser considerada como un concepto multidimensional que "alude siempre a la multiplicidad de relaciones posibles que puede tener un objeto, una accin, una situacin". 19 Por lo tanto, el anlisis de la complejidad supone otorgar al anlisis de las relaciones un carcter central. "La complejidad consta siempre de diferencias: algo es complejo en tanto contiene diferencias y se encuentra estructurado sobre la diferencia"." Los sistemas, para este autor:

,.

10

Retomamos en este captulo el texto de Ignacio Izuzquiza, La sociedad sin nombres, Anthropos, Barcelona, 1990. Vase tambin Niklas Luhmann, Sociologia del riesgo. Universidad Iberoamericana. Mxico. 1992. Ignacio Izuzquiza, La sociedad ... op. cit . p. 65.

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TERICOS

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pOLTICO

...son unidades estructurales de forma variable con respecto al tiempo, y se mantienen frente a un entorno complejo y cambiante gracias a la posicin de una diferencia con respecto al entorno. La conservacin del sistema es entendida como un operacin ordenadora del propio sistema conforme a su propia organizacin, y en la que el entorno es fuente de constantes estmulos. La conservacin de la propia dinmica es el problema supremo al que se enfrenta el sistema. Amenazas permanentes a su patrimonio caracterizan as la relacin del sistema con el entorno, al mismo tiempo que las operaciones del sistema tienen como funcin dar una solucin autorreferida a esos peligros. El concepto de complejidad sirve para determinar formalmente la relacin sistema-entorno. Llamamos complejo a un sistema cuando para operar se ve forzado a poner en marcha una seleccin. La complejidad no slo se determina por incremento cuantitativo de los elementos sino por el hecho de que para realizar una operacin estos sistemas se ven coaccionados a seleccionar entre sus propios elementos; un sistema complejo no puede poner todo en marcha al mismo tiempo. En esta perspectiva, el tema de la "autorreferencia y de la paradoja" es

importante en el pensamiento del autor, as como el de la "funcin", aunque en un sentido diferente al de Parsons. Luhmann establece una relacin entre funcin y teora de sistemas, ya que cada sistema se ver definido por la funcin que cumple. La funcin no est subordinada al mantenimiento del sistema; por el contrario, esta ltima se encuentra subordinada a la funcin. Otro concepto central en el planteamiento terico de este autor es el de "observacin". l piensa que "algo es lo que es, en tanto es objeto de observacin para un observador determinado". Observar es, para Luhmann, una operacin que tiene dos componentes: la diferencia y la indicacin o descripcin. Observar supone emplear o manipular una diferencia e indicar uno de los lados o miembros de esa diferencia como base para el anlisis posterior de lo que se desea observar. Siempre que se habla de observacin es necesario considerar la manipulacin de un esquema de diferencias. La observacin tiene siempre, en la diferencia, su punto de partida." El autor observacin: distingue cuatro niveles fundamentales en el proceso de

a. La observacin b. La observacin21

en general. de observaciones.

Ibid., p. 115.

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ENFOQUES

TERICOS

PARA EL ANLISIS

POLTICO

c. La observacin de observadores. d. La auto-observacin. En todos esos niveles se encuentran los rasgos autorreferentes propios de toda observacin, que son particularmente importantes cuando se trata de la observacin de otros observadores y de la auto-observacin.P Seala que: "Cada observador realiza sus observaciones manipulando un esquema de diferencias y describiendo el resultado de la aplicacin de ese esquema. Su observacin depender del esquema de diferencias que utilice, y ser ste el que le permita considerar la realidad en un sentido o en otro." En todo caso, la realidad es, para l, el resultado de sus observaciones; un resultado que en ltimo trmino depender del esquema de diferencias que utilice. Y lo que l ve de la realidad ser lo que sea la realidad para l, "el espacio en el que podr actuar, plantear sus selecciones y desarrollar su actividad"." En la perspectiva analtica de Luhmann, la teora de sistemas es un esquema de observacin y un instrumento para abordar el problema de la complejidad. Hace la distincin entre sistemas abiertos y cerrados: aquellos sistemas que son tales en tanto mantienen relaciones con su entorno, y aquellos sistemas que no precisan de su entorno para reproducirse y mantenerse como tales. Luhmann considera que la poltica es un sistema cerrado y que se constituye como tal mediante su "autorreferencia", Su cierre o bloqueo es condicin de su existencia. Sin embargo, no se trata de un sistema aislado del ambiente o entorno sino de un sistema "autorreferente" que, en su cierre, contiene la diferencia entre sistema y ambiente como una distincin constitutiva del sistema poltico. Sin embargo, debe quedar claro que si el sistema poltico es un mecanismo reductor de la complejidad lo es en tanto l mismo es suficientemente complejo. Una diferencia con respecto a la teora de David Easton es que Luhmann introduce el concepto de "mundo": "Es importante distinguirlo del entorno, ya que el mundo de un sistema presenta un nivel ms amplio de generalidad que el del entorno, presentando una mayor distancia respecto al concepto de sistemas". El concepto de "mundo" designa la unidad de sistemas y sus entornos. El mundo est compuesto de diferentes sistemas. Debemos sealar que para este autor el mundo no tiene entorno alguno, 10 que supone una diferencia con los conceptos anteriores. En este sentido, el22 2'

lbid... p. 117. lbid... p. 120.

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PARA EL ANLISIS

POLTICO

mundo no posee ningn "afuera" desde el que pueda analizarse, y se encuentra ms all de la diferencia exterior-interior que caracterizaba al sistema como tal, en tanto el sistema estabilizaba esta importante diferencia. "El mundo es una unidad de referencia que no tiene lmite alguno: no tiene ningn afuera que lo determine"." Por otra parte, la diferencia entre sistema y entorno es primordialmente de complejidad y de lmite. Los lmites del sistema son siempre lmites frente al entorno, lo cual es importante y necesario para mantenerse y reproducirse como sistema. Luhmann introduce los adelantos recientes de la teora de sistemas: la ciberntica, las teoras de la comunicacin y de la evolucin, lo que le permite escapar de la contraposicin entre ciencia de la naturaleza y ciencia del espritu. En suma, la perspectiva analtica de la teora de sistemas permite interpretar los procesos polticos como un flujo continuo y entrelazado de conductas de los actores. Desde su perspectiva terica analiza el tema del riesgo y se pregunta: Cmo concebimos nuestra sociedad si captamos el riesgo como un problema universal que no puede ser evitado ni eludido? Cmo se las arregla la sociedad en la realizacin normal de sus operaciones con un futuro sobre el que no se puede saber nada cierto, sino slo algo ms o menos probable? La explicacin, segn l, podra encontrarse en las decisiones, en la medida en que el futuro depende de las decisiones, que se toman en el presente y en que una vez que aqullas son puestas en marcha son irreversibles. Su tesis consiste en que en la sociedad actual cada vez se depende ms de tomar decisiones sobre el futuro de la sociedad, de tal forma que las ideas sobre el futuro predominan por encima de las "formas esenciales" del presente. Introduce, tambin, los conceptos de alto riesgo, umbral de riesgo y umbral de catstrofe. que pueden fijarse de manera muy diversa, segn sea el caso, si uno participa en el riesgo como tomador de decisiones o como afectado por las decisiones riesgosas de otros. El problema adicional es que la posibilidad del riesgo obliga a ponderar la decisin (clculo, percepcin, evaluacin y aceptacin de riesgos) en proceso de "seleccin de riesgos". En el mismo nivel analtico es importante, en el plano de la observacin, tener cuidado con la formacin de conceptos. Segn este punto de vista, todo observador debe servirse de una distincin, pues de otra manera no podra caracterizar lo que pretende observar.

24

Ibid.. p. 161.

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ENFOQUES

TERICOS

PARA EL ANLISIS

POLTICO

Por lo dems, Luhmann hace dos tipos de distinciones. Primero hace la caracterizacin de algo, con lo que se lo distingue de todo lo dems, sin especificar el otro lado de la distincin. Llama "objetos" a todo aquello que se diferencia a partir de esta situacin. El otro tipo de distincin se desprende de la observacin del otro lado del "objeto", por ejemplo, justicia-injusticia; equilibrio-desequilibrio. A los productos de este tipo de distincin los considera como "conceptos". De esta manera, la palabra "riesgo" se agrupa bajo un concepto en el que caben una serie de distinciones. As el riesgo es un fenmeno de contingencia mltiple que, como tal, ofrece diferentes perspectivas. 5.1.3. El aporte de la teora general de sistemas para el anlisis poltico Tomando en cuenta los dos enfoques comentados (Easton y Luhmann), podemos sealar que uno de los objetivos de esta vertiente terica es la explicacin del "funcionamiento de los sistemas". Se trata de la aplicacin de la teora general de sistemas a los problemas sociales. En este tema existen otras manifestaciones importantes, como las de Russel Ackoffy Stafford Beer." El primero de estos autores propuso, durante la dcada de los sesenta, cuatro "actitudes puras" que deban ser tomadas en cuenta ante cualquier situacin; se refera al inactivismo, al reactivismo, al preactivismo y al interactivismo, actitudes que posteriormente se plasmaron en la planeacin interactiva. Las publicaciones relativas a la aplicacin de conceptos, teoras y mtodos sistmicos son abundantes y tambin muy heterogneas. Debemos remarcar, para el caso latinoamericano, el esfuerzo realizado por Carlos Matus." l busca articular el anlisis de sistemas a partir del reconocimiento de que el conflicto es inherente a toda forma de sociedad y, por lo tanto, generador de cambios. Es decir, busca articular el mtodo dialctico con la teora de sistemas. Para Matus esto plantea los siguientes requerimientos metodolgicos: a. Trabajar con "sistemas complejos", es decir, con sistemas donde en la totalidad o unidad existe la diversidad, por lo que la unidad o totalidad es la sntesis de mltiples determinaciones. Un sistema complejo se caracteriza porque contiene mltiples subsistemas fuertemente"20

Nos referimos al texto ampliamente conocido de Russell AckofT, Rediseando elfuturo, Limusa, Mxico, 1994. Vase Carlos Matus, Planificacin de situaciones, FCE, Mxico, 1980. pp. 28-53. Vase tambin el libro Seor Presidente. Fundacin ALTADlR, Caracas, Venezuela, 1994.

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ENFOQUES

TERICOS

PARA EL ANLISIS

POLTICO

conectados. Lo poltico y lo econmico slo pueden ser analizados como partes de una unidad: "el sistema complejo". b. Autonoma de los sistemas. Los sistemas sociales son sistemas autnomos en el real sentido de la palabra. Todo est dentro de ellos; nada est fuera. Si se alteran o perturban, ello se gesta en el interior del sistema. Si ante las perturbaciones reaccionan compensndolas y volviendo a una situacin de equilibrio, esa regulacin es una autorregulacin inherente a la conformacin del sistema. c. Transformacin de los sistemas. Los sistemas sociales se autotransforman, es decir, tienen historia y hacen su propia historia. No slo tienen una finalidad sino, adems, conciencia de la finalidad. Se autodirigen conscientemente y una de esas direcciones es la transformacin. Esto nos obliga a distinguir estructuras en los sistemas y a apreciar la transformacin como algn cambio de las estructuras. Los elementos de dichas estructuras se reordenan, reproporcionan y revinculan, con lo que crean nuevas estructuras y transforman el sistema. d. El equilibrio como compensacin de las contradicciones. Un sistema existe porque fuerzas contrapuestas determinan un equilibrio de sus estructuras y de las formas de existir de esas estructuras. Las fuerzas contrapuestas no existen simplemente sino que estn en un estado de contradiccin y lucha entre ellas; estn aplicndose en direcciones opuestas o distintas.\

Matus busca analizar sistemas complejos, autnomos, que se reproducen y transforman, cuyo funcionamiento, reproduccin y transformacin expresan los intereses de las fuerzas antagnicas que los integran.

33

6.

EL ANLISIS POLlTICO y LAS TEORIAS DEL DESORDEN .........................

3535 44

6.1.

GEORGES NlcoLAs

BALANDIER TENZER

y LA TEORIA DEL DESORDEN Y DEL CAOS ..... .......................

6.2.

y LA SOCIEDAD DESPOLITIZADA

6. EL ANLISIS pOLTICO YLAS TEORAS DEL DESORDENEn la perspectiva europea podemos distinguir, entre otras, algunas tendencias tericas que por su importancia orientan el debate contemporneo sobre la problemtica poltica. A continuacin nos referimos a George Balandier y a Nicols Tenzer en busca de recuperar lo ms significativo del enfoque de cada uno.

6.1.

GEORGES

BALANDIER

y LA lEORIA

DEL DESORDEN Y DEL CAOS

George Balandier, representante de este enfoque y de la sociologa dinmica, orientado al estudio de los cambios, los movimientos sociales y el futuro de las sociedades, busca dar respuesta a las preguntas de cmo, por qu y hacia dnde se estn transformando las sociedades modernas. Este autor es parte de un grupo de pensadores opuestos al paradigma estructuralista, entre los que podemos distinguir a Alain Touraine, Edgar Morn, Georges Gurvitch y Jean Duvignaud. En la perspectiva de Balandier existen otros factores que explican la importancia de las grandes transformaciones actuales -la tecnologa, la dominacin poltica, la incertidumbre, la resistencia cultural- que provocan que la nocin de estructura pierda su privilegio epistemolgico. Seala el autor que otorgarle tanta importancia al anlisis estructural es suponer que slo las estructuras internas de una sociedad provocarn y definirn su futuro. Se impone, por lo mismo, una doble preocupacin: tomar en cuenta la "dinmica de los factores externos" y sus interrelaciones." Introduce, adems, los conceptos de agentes sociales y permanencia estructural para explicar que las sociedades no son jams lo que parecen ser o lo que pretenden ser. stas expresan, en este nivel, dos rostros: uno superficial~7

El texto ms importante de Georges Balandier es El desorden. Gedisa, Barcelona, 1994. Ha escrito otros. menos conocidos en Amrica Latina, como Sens et. Puissance. Les Dynamiques Sociales. Le Dtour: Pouvoir et Modernit y Le pouvoir sus scenes.

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EL ANLISIS

POLTICO

Y LAS TEORAS

DEL DESORDEN

que nos indica formalidad de las estructuras oficiales y otro, ms profundo, que nos hace ver las relaciones reales y el fundamento de las prcticas polticoeconmicas y la dinmica del sistema social." Retoma de Henry Lefebre la necesidad de distinguir en toda sociedad la "complejidad vertical" -es decir, la persistencia de formas estructurales y relaciones tradicionalesy la "complejidad horizontal", que corresponde a la forma como se entrecruzan las estructuras tradicionales, modernas y contemporneas en un mismo tiempo. Por lo mismo, el anlisis poltico de largo plazo, as como el conyuntural, est obligado a seguir el curso de la "complejidad social y poltica", y de las fuerzas latentes que se revelan o surgen a la par de los conflictos. A nivel poltico, Baladier pone atencin en la reflexin de las relaciones polticas (el poder, el orden y la subordinacin). Incluye en este anlisis los conceptos de precariedad y vulnerabilidad de la relacin poltica. De los anlisis realizados por el autor, sobre todo en el caso africano, se desprenden algunas reflexiones a propsito del conflicto y sus consecuencias: Cmo y en qu circunstancias los conflictos sociales se convierten en conflictos polticos. Siendo la poltica el lugar del conflicto, nos conduce a una lectura sobre las distintas formas de violencia: visibles, institucionalizadas o no visibles, entre otras. Distingue, adems, grados y niveles del conflicto, en la intensidad de las variables que lo conforman, as como en las estrategias de cambio.

Por otra parte, Balandier otorga un rol significativo al sistema simblico, sobre todo en aquellas sociedades de transformacin rpida en las cuales se contradicen la cultura y la manera de ser tradicional con las representaciones modernizadoras. Es decir, la oposicin entre lo tradicional y lo moderno, y las mltiples combinaciones imprevisibles a que pueden dar lugar. Aqu es importante subrayar que las configuraciones simblicas respondan a una situacin concreta, expresen y le den sentido a lo concreto, lo que permite distinguir la continuidad de las trasferencias simblicas y los mltiples entrecruzamientos del imaginario poltico en los Estados modernos. En esta perspectiva, el autor analiza las mltiples figuras de la dramatizacin poltica, los mltiples procesos dramticos empleados por el poder, as como las modalidades de la teatralidad estatal.

,.

Vase el captulo "La sociedad ya no es ms lo que era", en El desorden. de Georges Balandier, op. cit .. pp,6O-83.

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ENFOQUES

TERICOS

PARA EL ANLISIS

POLTICO

El poder, seala, se legitima por la produccin de imgenes, por la manipulacin de smbolos y su organizacin en un espacio que podemos llamar la teatralidad estatal. Esta situacin se expresa de manera muy clara en Latinoamrica, en pases en donde el costo social provocado por los polticas de ajuste estructural y la privatizacin ha obligado al Estado a recurrir a un discurso nacionalista y populista para garantizar la unidad y la cohesin social. En otros casos, mientras se desmantela lo pblico y lo social buscando crear sociedades privatizadas en los distintos niveles que las conforman, los gobiernos asumen la defensa de la masa y del pueblo reivindicando sus inters y necesidades. Pero lo ms representativo de Balandier a nivel terico es la reflexin que realiza sobre el orden y el desorden. Seala que no hay un orden definitivo en los sistemas sociales, sino que existe siempre un desorden inherente al orden que amenaza permanentemente su desarrollo. Esto no significa que Balandier afirme que todo orden es slo aparente, que se reduzca al desarrollo o que considere que la transicin de la modernidad a la posmodernidad provoque necesariamente situaciones de desorden. Se trata, en el fondo, de las causas por las cuales el orden deviene en desorden. Por lo tanto es importante el anlisis de la naturaleza de la "realidad del desorden". En las sociedades contemporneas, ms que nunca, el desorden se desplaza por las diferentes producciones simblicas, desde la literatura hasta el discurso poltico. En este universo de transformaciones aparentemente racionales surgen las formas reales de desorden que confirman que el desorden no es solamente parte de la imaginacin. Baladier sugiere la necesidad de evaluar el concepto "desorden", iniciando la va de la reflexin en esta direccin con la finalidad de mostrar las mltiples rutas de la relacin orden-desorden y desorden-orden. Este planteamiento rompe con los esquemas estructuralistas de la determinacin social y poltica a partir de la observacin del desorden en el seno de los partidos, de las organizaciones sindicales, empresariales y, en general, en la sociedad. Seala, asimismo, la necesidad de prestar atencin a lo imprevisto en la vida poltica, ya que en el sistema poltico existen zonas claras y obscuras, estructuras altamente formalizadas, y no formalidades que escapan al control de lo determinado. En suma, el objetivo que anima a Balandier al estudiar el desorden es explicar los procesos de cambio y los procesos de estructuracindesestructuracin que se desarrollan en el mundo contemporneo. Otro aspecto no menos importante que distingue el autor es la problemtica que observa en los pases en los que se asiste a un proceso de transicin, en donde los actores que conducen el cambio tienen una prctica y sentido poltico distinto y opuesto a las fuerzas conservadoras. 37

EL ANLISIS

pOLTICO

Y LAS TEORAS

DEL DESORDEN

Considera Balandier que las ciencias sociales, que estn condenadas a reformarse, hoy se alejan de los sistemas de referencia y de los modos explicativos que las han orientado durante varias dcadas: "El conocimiento de sus conocimientos es uno de sus objetivos". Si las ciencias sociales estn condenadas, comenta el autor, se impone un "nuevo" nacimiento, toda vez que la sociedad ya no es ms lo que era: su movimiento mismo, sus cambios y desrdenes imponen otro dilogo con lo social a fin de que resulte ms inteligible." En busca de otorgar un sentido analtico a las formulaciones tericas de Balandier, podemos leer la realidad del cambio retomando a LIya Prigonine y a Isabelle Stengers para afirmar que ya no son ms las situaciones estatales y permanentes lo que nos interesa, sino las evoluciones, las crisis y las inestabilidades; ya no ms slo lo que permanece sino tambin lo que se transforma." Por la magnitud de los cambios en el este de Europa y el proceso de ajuste estructural en Amrica Latina, 10 simple se ha vuelto complejo, lo mltiple prevalece sobre lo singular, lo alternativo sobre lo determinado y el desorden se impone sobre el orden, de manera que no slo lo econmico se desestructura y recompone; lo social y lo poltico son tambin espacios de cambio imprevisibles, de lo indito, de una produccin continua de s mismos en donde el orden y el desorden actan juntos, acentuando la complejidad, multiplicador de los posibles e imposibles. Por lo tanto, esa relacin se convierte en un factor de lo imprevisible e improbable. En esta lnea de razonamiento, Balandier argumenta que "ninguna organizacin, ninguna estabilidad es, en cuanto tal, garanta ninguna que se impone en derecho. Todas son productos de la circunstancias y se encuentran a merced de las circunstancias". El desorden trabaja siempre, lo que existe lleva el signo de la inseguridad o, si se prefiere, de la vulnerabilidad." Por lo mismo, la refundacin del sistema capitalista en Amrica Latina se encuentra a merced de factores externos e internos. Lo que existe en ese proceso de liberalizacin y apertura del mercado es el signo de la inseguridad, lo que la prensa califica como desconfianza e incertidumbre. De ah que la desconfianza se convierte en una amenaza que impide y obstaculiza la inversin externa. Balandier busca a travs de su contribucin terica dar un lugar al desorden en la teora social. Comenta textualmente que: "La teora social actual se inscribe en el proyecto de construir una sociologa dinmica, generativa, basada en una doble experiencia: la de las sociedades de la tradicin sometidas,. '"11

Ihid .. p. 61. Ibdem. Ibdem.

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ENFOQUES

TERICOS

PARA EL ANLISIS

POLTICO

a la prueba de las grandes transformaciones y la de las sociedades de la modernidad en las que predominaban el movimiento y la incertidumbre"." Un argumento realmente importante para entender la naturaleza del desorden, segn este autor, es que toda sociedad revela diferencias sectoriales en materia de temporalidad, presencia activa del tiempo y sus efectos. Esas temporalidades diferentes, de sector a sector, son generadoras de desajustes; cuanto ms se acentan esas diferencias, tanto ms se multiplican los desequilibrios y el surgimiento de un estado de desorden y crisis. El planteamiento anterior pareciera sealar la existencia de diferentes tiempos: el tiempo poltico y el histrico, el tiempo real y los tiempos que acompaan a cada sector. Por lo tanto, se puede hablar de un tiempo en el nivel de la modernizacin poltica y de otro tiempo, no necesariamente coincidente, en la reforma econmica. Podemos tambin plantear la diferencia del tiempo que surge del pasado y el tiempo que se desprende del futuro. Siguiendo este enfoque podemos sealar que la transicin de la modernidad a la posmodernidad tiene efectos positivos y negativos en todos los campos. Las temporalidades de la sociedades ms activas, y por lo tanto dominantes, no son armnicas con las de las sociedades tradicionales durante su bsqueda del progreso y de la reduccin del retraso. Se producen, entonces, desajustes de origen externo e interno y, en consecuencia, nuevas posibilidades de ruptura en la continuidad. Se multiplican los lugares de instabilidad y de caos, de riesgos y de desintegracin. En estas circunstancias de cambio y transicin el orden del conjunto nunca es sino aproximativo y vulnerable, siempre instable y, por eso mismo, es un generador de incertidumbre, lo que permite que la sociedad se presente tal cual es. Surgen fenmenos y problemas que se crean superados como, por ejemplo, los movimientos tnico-raciales en Estados Unidos y Europa, y otros de tendencia radical y fundamentalista en el este de Europa. Otro aspecto es la problemtica de la temporalidad sectorial que nos permite explicar las representaciones (poltico-econmicas) actuales de la sociedad. La continuidad es un hecho, dir Balandier, pero tambin es una ilusin. El juego de las temporalidades pone a prueba a las sociedades as como a los objetivos principales de las instituciones polticas y de los actores. Sin duda habrn actores cuyo tiempo poltico (temporalidad) se ubica en el pasado, de manera que sus reivindicaciones, sus demandas, su forma de accin y prctica poltica se inscriben en ese tiempo. En cambio, otros actores establecen su estrategia y sus objetivos a partir del futuro. Esa situacin expresa un escenario'2

lbid.. p. 62

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poltico radicalmente diferente al del pasado, en el que queda redefinida la participacin poltica, el conflicto y las distintas formas de control estatal. En la medida en que la sociedad est en constante transformacin ella es el lugar de una "actividad total", donde las temporalidades mltiples (polticas y sociales) se ponen en marcha, conjugndose u oponindose. En este sentido, afirma el autor, la sociedad, al tomar conciencia de s misma, adquiere la doble capacidad de pensarse y reproducirse. En este proceso de ruptura y transformacin no cabe la restauracin, sino la creacin como una constante de produccin y autorreproduccin. Balandier afirma contundente que: "El estado transitorio es el de una crisis de elementos opuestos que coexisten en un orden sin duracin; la ruptura debe producirse impulsada por una necesidad imposible de contrariar y generadora de una forma social radicalmente diferente". El momento histrico es el de una bifurcacin: despus de la ruina del edificio mantenido durante la transicin -su reduccin al desordenuna "nueva organizacin social" aparece. El desorden no interviene sino como condicin del nacimiento de otra sociedad en circunstancias histricas excepcionales. Esta situacin se observa claramente en el este de Europa. El desorden adquiere, as, un valor explicativo, en la perspectiva del autor. En cuanto condicin de las teoras del "cambio social", se trata de otorgarle un "lugar al desorden" en la lgica explicativa de los funcionamientos (modo de existencia) y transformacin (modo de situacin en el tiempo) de lo social." De all que la crisis pueda ser vista como un "estado de situacin", en el que se combinan el orden y el desorden. La crisis impone la transformacin de lo improbable, el establecimiento de estructuras relativamente estables sobre una base inestable. La conciencia de la crisis permite que la conciencia del desorden se convierta en un instrumento poltico que obliga a ver los problemas y fenmenos bajo los aspectos de la dispersin, de lo aleatorio y del poco control. Revela que la construccin del futuro se efecta sobre una base inestable. Con este planteamiento el autor nos hace ver que la crisis ya no slo es conyuntural, sino que la sociedad se encuentra en un desorden permanente. Para validar su argumento nos presenta como ejemplo el desarrollo tecnolgico que aparece como productor de un orden cada vez ms complejo y de un desorden ya sea catastrfico a nivel ambiental, ya sea perverso con efectos de desastre nuclear, qumico y biolgico.

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Vase el captulo sobre "El desorden ilimitable y primero ignorado", ibid., pp. 70-73.

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El desorden, en esta lgica, se materializa en procesos de autodestruccin. "En los periodos de las grandes transformaciones, mientras que todo es puesto en movimiento, el poder debe contemporizar con la incertidumbre, enfrentar situaciones cuyo conocimiento completo y control total se le escapan; tiene menos que antes la posibilidad de triunfar evidentemente y sus fracasos ocultan o desvalorizan los resultados de su accin". Por ltimo, conviene retornar de Balandier el planteamiento siguiente: "pensar este tiempo y en este tiempo es necesariamente pensar en el movimiento". Las ciencias sociales tradicionales, segn el autor, nos llevan a la preferencia de la estabilidad (lo funcional, lo estructurado, lo organizado). En la situacin actual, considera, "lo real se aprehende en y por el movimiento, necesariamente; ste requiere que se identifiquen las nuevas formas de temporalidad y, por consiguiente, de los tiempos sociales (polticos)". Seala tambin que: la comprobacin global es la de una descomposicin del tiempo unificado que se realiza en el siglo xx, proceso de aceleracin que arrasa una larga tradicin filosficaque postulaba esa unidad, y que llevaa no asir ms el tiempo unificado sino a partir de sus diversas manifestaciones y en la dispersin. Su estallido hace pensar (y creer) que l mismo est bajo la influencia de los generadores del desorden..14 Buscando hacer un balance, a partir de Balandier, podemos inferir que por encima del "tiempo histrico", surge y se impone un "nuevo tiempo real": el tiempo histrico ya no asegura la unidad y la regularidad del sistema, ya no es el material principal a partir del cual los hombres constituyen y dirigen su temporalidad, con la que se funda su orden poltico social. Los puntos de referencia temporales ya no tienen referencia histrica y otras seales redefiniendo el horizonte y el proceso de construccin del futuro. Los partidos polticos, que ya no reconocen claramente en su trayecto y en su condicin de crisis el tiempo histrico, se han visto despojados de las nociones de estabilidad y regularidad. Incluso se puede sealar que las organizaciones (partidos, grupos empresariales y sindicatos) se deben sentir como "extranjeros" en este periodo de transicin modernizante. El gran problema de toda esta circunstancia son las consecuencias que puede generar el desorden, entre otros el caos y la incertidumbre. Balandier expresa claramente esta situacin: "Cuando el desorden, por su intensidad, su duracin y su extensin, se identifica con el caos, la incertidumbre y la inquietud ya no son la nica manifestacin que produce."'4Georges Balandier, El desorden .... op. cit .. p. 157.

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Ya no es nicamente lo inexplicable, ahora se percibe como el factor de un contagio que amenaza con no dejar nada en buen estado; aparece tambin como "el revelado" por el cual los problemas y las dudas padecen una especie de acrecentamiento. Muestra las cosas en negativo, convierte las certidumbres, las ignorancias y las indiferencias en recelos que se generalizan y amplifican. Es posible, en este contexto, que el desorden afecte la institucionalidad misma; nada queda en su lugar ni en su sitio, lo que obliga pensar en reformas estructurales y en una nueva planeacin estratgica estatal que busque administrar el desorden. La particularidad de esta situacin consiste en que el orden del futuro se est construyendo a partir del desorden en el presente. Por ello, el valor analtico que le otorga el autor al "desorden". De manera dramtica, en caso de darse ese panorama de desorden en el cambio, la racionalidad se vuelve irracional y en esa circunstancia los poderes parecen paralizados. Sus palabras se vacan todava ms, sus ritualizaciones apaciguadoras ya no funcionan, sus actos se vuelven poco crebles. Bajo la luz de la crisis reavivada, los polticos parecen situarse fuera de la sociedad, aparte, sin amarras a la ms cercana de las realidades. Asi se encuentra acentuada con fuerza una tendencia que ha aparecido peridicamente en el curso de la historia de las democracias y principalmente de la francesa: la del escepticismo de los ciudadanos que entraa el descrdito de los polticos. El desorden que impone la crisis revela ms (y, para los sometidos, con un riesgo personal e inmediato en juego) los lmites y las impotencias de los dirigentes. Este debilitamiento de la representatividad, de la capacidad, se encuentra de manifiesto con exageracin mientras que es tambin el resultado de transformaciones anteriores o en vas de realizacin: la complejidad creciente de los problemas que contrara la bsqueda de soluciones, el movimiento continuo de las cosas que obligan a negociar con la incertidumbre, el nuevo rgimen de la informacin que somete a la ley meditica segn la cual la imagen (el espectculo) prevalece sobre el mensaje." "Todo parece entonces deshacerse y se deshace realmente: las jerarquas, el derecho y la justicia, la salvaguarda de las personas y los bienes, la presin de los valores y el conformismo ya no funcionan ms; es el retorno de una especie de caos colectivamente puesto en escena." La sociedad paralizada asiste a la prdida de la tica y la moral; la confusin entre lo legal y lo ilegal irrumpe alterando la normatividad existente. La violencia aflora en todas sus dimensiones y la inseguridad pblica prevalece en la vida cotidiana. En esas circunstancias,

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Ibid., pp. 179-180.

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la popularidad poltica puede ser buscada mediante el tratamiento eficaz de la violencia, con una dramatizacin del orden frente a la agresiones puestas en escena por iniciativa terrorista. Se desarrolla, entonces, lo que fue reconocido en Italia como una "cultura del estado de urgencia", donde los miedos pueden ms que las salvaguardas de las libertades, donde los fines se mezclan con la ventaja de los resultados manifiestos y donde el uso del derecho prevalece sobre su letra. La democracia enfrenta el riesgo de pervertirse al asegurar su propia defensa. Es la trampa temida por el terrorismo: mostrar al Estado desamparado o, a la inversa, hacerlo insoportable, empujndolo a un control cada vez ms estrecho de la sociedad civil, inclinndolo hacia una especie de totalitarismo.... Dado esto, "la crisis del poder sera tambin una crisis de la representacin; el poltico ya no representara a nadie sino a s mismo y los representados, ya no representados, ya no se consideraran ms como tales; ya no participaran ms por la adhesin, sino por la emocin y las creencias sinuosas sometidas a los efectos especiales producidos por los medios de comunicacin"." En este marco, el espacio de lo poltico se reforma bajo la presin de la necesidad del Estado; su componente tcnico, burocrtico-racional, expansivo en el transcurso de las dcadas pasadas, no basta, y esto comienza ahora a saberse. Su componente ideolgico e ideal, simblico e imaginario, se reforma integrando los medios de la comunicacin moderna. En un mundo trastocado por los cambios, abierto a las incertidumbres y las inquietudes que alimentan la conciencia del desorden, se refuerza la demanda de una "imagen del poder supremo creble"." Finalmente, Balandier afirma que una sociedad y una cultura que se transforman al punto de parecer en cierto modo extraas a s mismas provocan la espera de un poder capaz de concordar con el nuevo estado de cosas a fin de aprovechar sus potencialidades de lograr su control progresivo, organizndolas y de hacer surgir el sentido necesario para la orientacin general de las conductas individuales y colectivas. El orden nuevo, producto del nuevo protagonismo estatal, hace de la ruptura con el pasado y de la proyeccin hacia el futuro una transgresin necesaria. Este nuevo orden niega el curso de la historia anterior, llama enemigos causantes del desorden, agentes del mal social y factores de declinacin a todos los emisarios del pasado. El poder, en esas circunstancias, se vuelve ms

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Vase el captulo "El poltico debilitado, la incertidumbre y el desorden", en Georges Balandier, El desorden ... op. cit., pp. 196-203. lbid., p. 202. Sugerimos sobre este tema, el captulo "Formas de la respuesta al desorden". pp. 203-222.

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independiente de lo poltico, se refugia en el "saber" como nuevo atributo que lo legitima. El poder ya no puede disociarse de lo espectacular y, por lo mismo, se ubica por encima de la sociedad, como portador de la racionalidad del futuro.

6.2. NlcoLAs

TENZER

y

LA SOCIEDAD

DESPOLITIZADA

Nicols Tenzer surge al estudio de esta problemtica a partir de la constatacin de las crisis "intelectual", "tica", "de la cultura", "de la sociedad", "de la poltica" y "econmica". Considera que se trata de una "crisis global" y que slo puede ser entendida en su globalidad, pero ante todo la considera poltica. Tenzer entiende que "la sociedad ya no se percibe ella misma de manera coherente y es incapaz de conducir su unidad"." Conviene retomar los aspectos fundamentales que, segn el autor, definen a la crisis poltica: a. b. c. d. e. f. El estrechamiento del espacio poltico. El sentimiento de la inestabilidad de la poltica. La desaparicin de la voluntad para alcanzar un "sentido comn". El antagonismo creciente entre la sociedad y la poltica. Desaparicin del debate pblico. La modificacin de la naturaleza de la decisin. La decisin pasa a ser definida por criterios tcnicos y no criterios de significacin poltica. Criterios de legalidad y no de legitimidad. g. Las causas ideolgicas de la lucha y divisin polticas han dejado de existir.

En este esquema se percibe a la separacin entre "esfera pblica y esfera privada" como un problema significativo de la crisis poltica. La poltica en la esfera pblica tiene "sentido", en cambio en la privada no queda muy claro su mbito de aplicacin y se pone en entredicho la problemtica de la legitimidad. En las circunstancias actuales se asiste a una transformacin que tiene consecuencias en las formas de representacin, en la matriz de las relaciones entre Estado, sistema poltico partidario, economa y sociedad. La transformacin consiste en que transitamos en Amrica Latina de una matriz sociopoltica que se caracteriz por la funcin, confluencia y subordinacin entre estos elementos, a una caracterizada por la creciente autonoma y tensin complementaria entre ellos." Vase Nicols Tenzer, La sociedad despolitizada. Paids, Buenos Aires, 1991, en especial los captulos sobre "La crisis" y "El fin de las referencias", pp. 11-36 Y 163232.

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El eje clsico de las relaciones poltico-sociales en Latinoamrica presentaba diversas caractersticas, a saber: el Estado o los partidos absorban y/o supeditaban a la sociedad, la instancia partidaria agotaba las formas de expresin de los actores sociales, o los actores sociales y la sociedad civil se presentaban por s solos y hacan irrelevante el sistema partidario, esto a travs de la expresin directa o por la va caudillista, c1ientelar o corporativa en el Estado. En todos esos casos la poltica era el espacio donde se expresaban intereses, necesidades y demandas, era un vnculo que transformaba a los individuos yorganizaciones en actores polticos. La poltica era el factor clave en la constitucin de las identidades de los actores y sujetos. A finales de los aos setenta esa matriz clsica de simbiosis entre Estado, poltica y sociedad, se empez a alterar y a desdibujar. Posteriormente, en el marco de las polticas neo liberales, se produjo su desarticulacin. Las transformaciones y modernizaciones a nivel global hicieron patente el agotamiento de esa matriz clsica, donde la poltica desempeaba el rol de articulacin, participacin y representacin. El profundo sentido de los cambios en Amrica Latina se expresa hoy con procesos de descomposicin general en donde la cohesin y el control social, la institucionalizacin de la lucha poltica, han sufrido un trastocamiento. Se asiste a un nuevo protagonismo estatal, de partidos que buscan redefinirse por su capacidad de representacin y sociedades civiles o actores sociales (movimientos sociales) que buscan cada vez ms su propia identidad, fortalecimiento y participacin en la vida social. Sobre este punto M. Antonio Garretn seala que el xito de las transiciones modernizadoras depende, en gran medida, de la capacidad que tengan las sociedades de nuestro continente para constituir la nueva matriz de relaciones sociales entre Estado (momento de unidad), partidos (momentos de representacin y articulacin) y sociedad (momento de la diversidad y participacin)." Otro cambio no menos importante es el que se observa en la cultura poltica en los modelos de acciones y luchas colectivas. Por otra parte, los principios utpicos que servan de marco de referencia a la igualdad, la libertad y la justicia se estn descomponiendo aceleradamente. Dicho de otra manera, son la poltica y la accin colectiva las que estn en entredicho y tienden a ser reemplazadas por ideologas individualistas, apatas

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Vase M. Antonio Garretn, S. Sosnowski y B. Subercaseaux, Cultura. autoritarismo y redemocrtnizacion en Chile, fCE, Santiago de Chile, 1993. Vase tambin de M. Antonio Garretn, Hacia una nueva era poltica. fCE. Santiago de Chile. 1995.

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y refugios diversos, o formas de organizacin, y que buscan valorizarse en s mismas y jugar un rol significativo en la constitucin de nuevos movimientos sociales. De ah que, segn Tenzer, en el seno del pueblo y la sociedad se valoran las "generalidades formales" en detrimento de las "diferencias reales". Esto sugiere la valoracin de la vida cotidiana y los problemas que implican su contenido reinvindicativo especfico. Otro problema planteado, que ciertamente llama la atencin, es la situacin actual en la que el "destino comn desaparece" al desmantelarse la esfera pblica, lo cual hace imposible que la "conciencia histrica" tenga un lugar. De ah la propensin del individuo y la sociedad a escapar hacia la esfera privada. Por otra parte, el autor nos invita a reflexionar sobre la crisis en funcin de la poca o momento que vive hoy el mundo. En el pasado se asista a una crisis en la sociedad, entendida sta como crisis parcial y particular. En cambio en la actualidad se observa una crisis de la sociedad. El mismo autor dice que no hay esencia intemporal de la crisis: cada una de las crisis debe ser apreciada en funcin de una poca y sugiere la necesidad de evaluar la graved