El Presidente del Directorio de Antofagasta plc repasa los cambios vividos por la Compañía en los últimos años. “Estoy seguro que mi padre estaría tremendamente orgulloso, feliz de poder alcanzar su sueño de estar en las grandes ligas de la minería”, asegura. Y agrega que ahora es necesario enfrentar nuevos desafíos para poder seguir creciendo en el futuro. Además, destaca la buena noticia que es la minería para Chile, a pesar de que su desempeño siempre está en tela de juicio. “Mientras sigamos siendo un país en desarrollo, la minería es el pilar que nos apuntala y nos va a ayudar a seguir progresando”, dice durante la entrevista realizada a principios de diciembre. veta 1 ^ REPORTAJE CENTRAL_ “ESTA EMPRESA TIENE UN TREMENDO POTENCIAL DE CRECIMIENTO” JEAN-PAUL LUKSIC:
El Presidente del Directorio de Antofagasta plc repasa los cambios
vividos por la Compañía en los últimos años. “Estoy seguro que mi
padre estaría tremendamente orgulloso, feliz de poder alcanzar su
sueño de estar en las grandes ligas de la minería”, asegura. Y
agrega que ahora es necesario enfrentar nuevos desafíos para poder
seguir creciendo en el futuro.
Además, destaca la buena noticia que es la minería para Chile, a
pesar de que su desempeño siempre está en tela de juicio. “Mientras
sigamos siendo un país en desarrollo, la minería es el pilar que
nos apuntala y nos va a ayudar a seguir progresando”, dice durante
la entrevista realizada a principios de diciembre.
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JEAN-PAUL LUKSIC:
ANTOFAGASTA MINERALS
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NO BAJAR LA GUARDIA ANTE UN MEJOR PRECIO
Este 2016 está terminando mejor para el cobre de lo que la mayoría
de los analistas preveían, ¿cree que el 2017 puede ser un mejor año
para Antofagasta Minerals y para la industria?
El aumento del precio del cobre en los últimos meses de 2016 es un
poco inesperado, pero al parecer han cambiado algunos de los
fundamentos del mercado, como la demanda china, que se está
acelerando. En mayo se pensaba que la demanda china de cobre iba a
aumentar con suerte alrededor del 2% durante el año, muy poco
comparado con períodos anteriores cuando el crecimiento era de dos
dígitos. Ahora los analistas están proyectando que este crecimiento
en realidad llegará a un 5%.
Entonces, hay un cambio fuerte en las expectativas que nos permite
pensar que en 2017 vamos a tener un precio levemente mejor que el
que hemos visto en 2016. Si a esto se le suman los esfuerzos que ha
hecho el Grupo Minero en todas sus operaciones para ser más
competitivo y eficiente, podríamos tener una combinación muy
virtuosa y positiva. Sin embargo, debemos seguir trabajando para
ser más competitivos y no bajar la guardia por esta recuperación
relativa del mercado.
¿Cómo influyen los anuncios del nuevo Presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, sobre impulsar un ambicioso programa de
infraestructura para invertir US$500 mil millones?
Efectivamente, el tema de la infraestructura es un tema muy
relevante para Estados Unidos, porque, según dicen algunos, su
infraestructura está un poco atrasada y eso les impide competir con
otros países que han invertido más y más rápido en esos temas. Sin
embargo, el desafío va por el lado de los permisos, que pueden
avanzar un poco más lento de lo que a uno le gustaría y retrasar
por lo tanto la inversión anunciada. Entonces, el impacto que puede
tener este plan sobre nuestra industria va a depender de qué tanto
pueden acelerar los permisos.
¿Como Grupo existe interés de seguir creciendo en el futuro?
Sin lugar a dudas. La Compañía tiene una vocación de crecimiento
innegable y, desde su fundador en adelante, siempre hemos estado en
esa búsqueda. Como anécdota, mi padre decía que él tenía una
pequeña enfermedad, que llamaba “metalitis”, porque le encantaban
los metales. Creo que todos los que formamos parte de esta compañía
vemos que esta empresa tiene un tremendo potencial de crecimiento,
obviamente con desafíos muy grandes. No sólo tenemos las reservas o
los recursos mineros, sino que además contamos con el capital
humano. El desafío es concretar estos proyectos de crecimiento
sorteando sus dificultades, como son los temas de permisos,
comunitarios, medioambientales, entre otros.
En este contexto, ¿qué cambios positivos ve en la gestión del Grupo
en los últimos años?
Lo más positivo es la adquisición de Minera Zaldívar. Fue un hito
histórico, porque desde hace mucho tiempo teníamos dentro de
nuestro plan estratégico la idea de poder hacer un M&A, un
Merger and Acquisition, que es una compra estratégica de un activo.
Lo intentamos por varios
años, pero por una u otra razón fallaba, se caía, no funcionaba.
Zaldívar quiebra eso y finalmente logramos un objetivo importante,
histórico. Además, me tiene particularmente contento ver, en las
visitas a Zaldívar, a un grupo humano de excelencia, con mucho
interés y ganas de ser parte de nuestra compañía. Me parece
fantástico que se haya logrado esta integración tan rápida.
También quiero destacar la reacción que ha tenido el Grupo Minero
frente a este escenario adverso en los dos últimos años, que han
sido malos para la minería mundial. En esta línea, hemos logrado
hacer importantes ajustes y conseguido una baja de costos muy
relevante a través del programa de Competitividad y Costos,
esfuerzo que ha contado con la participación y el compromiso de
todos en Antofagasta Minerals.
¿Quedan en el plan estratégico otros desafíos por cumplir?
Por supuesto. Uno importante que todavía tenemos pendiente como
Grupo es la internacionalización, entendida como contar con una
operación relevante fuera de Chile. Es algo que no hemos logrado
hacer, pero tampoco hay que desesperarse, no hay que
apurarse.
El Presidente del Directorio de Antofagasta plc durante una de sus
visitas al patio de cátodos de Minera Zaldívar.
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ANTOFAGASTA MINERALS
Desde muy joven Jean-Paul Luksic demostró interés por la actividad
minera. Era el compañero infaltable de su padre, quien recorría
incesante el extenso desierto del norte de Chile en busca de piques
con oportunidades de explotación. Fue así como comenzó a
involucrarse en este mundo que hoy lidera como Presidente del
Directorio de Antofagasta plc, el mayor grupo minero privado
chileno y el único que se transa en la Bolsa de Valores de
Londres.
A principios de diciembre, nos recibió en sus oficinas del piso 22
del edificio ubicado en Apoquindo 4001, en Santiago, para tener una
conversación sobre el presente de la industria, sus desafíos y
oportunidades. Además, entre otros temas, se refirió a la venta de
Minera Michilla, el acuerdo con la comunidad de Caimanes y a
la importancia que tuvo la adquisición de Minera Zaldívar en el
plan de desarrollo estratégico de Antofagasta plc.
Como Presidente del Consejo Minero y del Directorio de Antofagasta
plc, ¿cuál es su visión de la contribución que realiza la minería
en nuestro país?
La minería para Chile es una tremenda buena noticia. En primer
lugar, porque es la única industria en que Chile realmente es el
jugador más importante. Pero además porque cada año genera entre
US$35 mil y US$40 mil millones en ventas; de ese monto, entre un 70
y 80% se queda en la economía chilena porque se emplea para pagar a
trabajadores, en contratos de servicios, compra de bienes,
inversiones y otras actividades que generan beneficios para nuestro
país y sus habitantes.
Lo lamentable es que, si bien la minería es una industria que
aporta mucho, su desempeño está siempre en tela de juicio. Por eso,
tenemos que comunicar mejor la forma cómo contribuimos a Chile, sin
dejar de lado la necesidad de seguir mejorando nuestro desempeño en
materia de relacionamiento comunitario y medioambiental, que son
temas de alto interés para la población y, por tanto, tenemos que
hacernos cargo de trabajarlos de la manera más transparente
posible.
Considerando que en la última década hemos perdido participación
como país en la producción mundial de cobre, ¿nuestra industria va
a seguir siendo igual de importante para el desarrollo de Chile en
el futuro?
Los recursos más grandes de la minería del cobre a nivel mundial
todavía están en Chile. Entonces, si contamos con un 30% de estos
recursos mundiales, el desafío es cómo los podemos desarrollar y
aprovechar, sobre todo porque estos recursos tienen algunas
particularidades. La primera es que muchos de ellos son de baja
ley. También enfrentamos escasez de agua, instándonos a desarrollar
la infraestructura necesaria para operar con agua de mar. En tercer
lugar, está la energía. Hemos visto lo volátil y complejo que es el
escenario eléctrico en Chile, que solamente este año ha comenzado a
vislumbrar un leve cambio positivo. En todos estos puntos, es la
innovación la que viabilizará o no el desarrollo de la minería y su
posibilidad de seguir contribuyendo en el futuro.
¿Cree usted que es el Estado de Chile el que podría cumplir un rol
importante para impulsar este resurgimiento o crecimiento de la
minería?
Siento que lo primero que debemos hacer como país es entender la
importancia de este negocio. Mientras sigamos siendo un país en
desarrollo, la minería es el pilar que nos apuntala y nos va a
ayudar a seguir progresando. En cuanto al Estado, nos gustaría ver
un apoyo más general y decidido. Es cierto que el hacer minería
tiene ciertos impactos en el medio ambiente y en las comunidades,
los que se deben mitigar y compensar, pero no hay duda que es
tremendamente beneficioso para Chile.
Su dirección se ha caracterizado por las visitas periódicas a las
operaciones del Grupo Minero.
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relaciones. Tenemos una permanente interacción con Antofagasta, por
nuestra enorme presencia allá, no solamente a través de la minería,
con Michilla originalmente, después con Esperanza, Tesoro -hoy
Centinela- y luego Antucoya y Zaldívar, sino que además con el
Ferrocarril. Por lo tanto, nos interesa tener la mejor relación
posible en la zona y seguir aportando a la región.
En otra materia, en noviembre se anunció la venta de Michilla, que
fue la primera operación de Antofagasta Minerals. ¿Qué siente con
eso?
Michilla es una empresa muy querida dentro del Grupo, sobre todo
para mí porque fue donde
hice mi primera práctica. Ahí aprendí mucho de minería. Además, fue
la primera empresa nuestra que realmente creció y que nos llevó de
pequeña minería a una mediana minería y con ella aprendimos además
de lixiviación. Es un lugar tremendamente cercano a la familia,
recuerden que somos una familia de Antofagasta. Mi padre gozaba con
Michilla y con todo lo que pasaba. Cuando decidimos cerrarla fue
muy triste, por eso me parece una muy buena noticia que alguien que
viene de otra empresa la quiera volver a echar andar. Va a ser
bueno no solamente para Michilla, sino que para la región también.
Ojalá que a sus nuevos operadores les vaya muy bien.
Con todos estos cambios y avances, ¿qué cree usted que pensaría su
padre de lo que hoy ha llegado a ser Antofagasta Minerals?
Estoy seguro de que mi padre estaría tremendamente orgulloso, feliz
de poder alcanzar su sueño de estar en las grandes ligas de la
minería, en la gran minería, con operaciones de clase mundial que
nos enorgullecen a todos. Ahora, esto también conlleva una
responsabilidad para los que seguimos y tratamos de que esto
resulte lo mejor posible; así que ojalá podamos seguir haciendo
crecer esta empresa, tal como lo hemos hecho hasta ahora.
Jean-Paul Luksic conoce en terreno los avances del proyecto Óxidos
Encuentro.ve ta
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PELAMBRES, CAIMANES Y MICHILLA
Dentro del crecimiento y logros alcanzados por Antofagasta
Minerals, ¿cuál es el que le ha generado mayor satisfacción?
Cuando yo llegué a trabajar a este Grupo, éramos una empresa de
minería mediana. Por eso, sin lugar a dudas, lo que más
satisfacción me ha dado fue el proceso de llevar Los Pelambres
desde la pequeña-mediana minería a la gran minería. Ese fue un
salto cuántico muy importante para nosotros, nos convertíamos en un
operador de gran volumen, a rajo abierto y con gigantismo en casi
todas las áreas. Este ha sido el punto de quiebre más grande que
hemos tenido y la forma más bonita e impresionante de cambio como
Grupo.
¿Qué le parece el haber logrado una solución con la comunidad de
Caimanes, que ha sido uno de los problemas más duros de Los
Pelambres?
Sin lugar a dudas ha sido un conflicto muy doloroso. Solamente
quiero recordar que el tranque El Mauro se construyó a 60
kilómetros de Los Pelambres buscando una zona donde se lograra la
menor interferencia con comunidades. Hicimos un tremendo esfuerzo
para cambiar el proyecto, no solamente en materia de costos, que
superó en tres o cuatro veces más lo que teníamos originalmente
planeado, sino que también enfrentamos la complejidad operacional
de operar a esa distancia. Sin embargo, a pesar de todos esos
esfuerzos que se hicieron, terminamos en un conflicto con el pueblo
de Caimanes y eso fue realmente muy duro.
También nos hemos equivocado nosotros, pero después de todos estos
altos y bajos con Caimanes, después de diez años con problemas, el
haber llegado a un acuerdo, el poder finalmente tener una situación
donde todos ganamos, donde todos estamos con un interés común y
compartido, creo que es un tremendo logro. Ojalá que esto sea el
comienzo de una relación muy duradera, además de un ejemplo para
nuestros futuros relacionamientos con las comunidades en todo el
Grupo.
En esta visión sobre las relaciones con nuestro entorno, ¿cómo
considera que debiera ser el posicionamiento del Grupo en
Antofagasta?
Creo que lo más relevante en toda relación es ser transparente.
Nosotros, en general, lo somos. Obviamente cometemos errores, como
todos los seres humanos y eso es lo que complejiza las