Upload
jesus-eduardo
View
258
Download
4
Embed Size (px)
DESCRIPTION
En este documento encontrarás aspectos básicos de la flora y la fauna de los Cerros Orientales de Bogotá. El documento es especialmente importante para la Localidad cuarta de San Cristóbal, por cuanto relaciona las plantas, mamíferos, anfibios e insectos más representativos de la zona. Además se hace una pequeña descripción de los cuerpos de agua que recorren la localidad. ¡Aprovéchenlo y difundan!
Citation preview
LOS CAMINOS DE LOS CERROS LOS CERROS, UNA RESERVA NATURAL
Los cerros, una reserva natural
Climas especiales
L os cerros de Bogotá son un lugar lleno de sorpresas. En un recorrido por
sus múltiples caminos podríamos encontrarnos con aves, reptiles, anfi-
bios, orquídeas (unas 77 especies), bromelias (47), en fin, un sinnúmero
de especies vivas que enriquecen el paisaje y complementan la presencia de
quebradas, árboles nativos y otras variedades que se desarrollan en un clima
muy particular.
Los cerros de Bogotá no tienen un solo ecosistema, es decir, posee diversos gru-
pos de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan y se desarrollan en un
mismo ambiente. En los cerros encontramos el ecosistema alto andino, que se
ubica en alturas entre 2.900 y 3.800 metros sobre el nivel del mar; allí hay una mar-
cada presencia de árboles y arbustos que miden de tres a ocho metros de alto.
Los robledales y los bosques de niebla, los raques, encenillos y tibar, son típicos
de estos ecosistemas.
El ecosistema bajo andino se encuentra también en los cerros con una altura
aproximada de 2.600 metros, y se caracteriza por la presencia de alisos y cedros.
Otro ecosistema es el de subpáramo, cuya altura va de 3.000 a 3.200 metros.
Éste se caracteriza por tener una vegetación enana, que resiste muy bien los
vientos fuertes. En ese contexto se desarrollan actividades agropecuarias, fores-
tales y mineras, cuya referencia son las canteras, sitios de los que se extrae de la
montaña la arena y la gravilla necesarias para construir la ciudad. Es común ver-
las cuando se recorren zonas como Usaquén, donde aún se puede observar el
deterioro de las montañas por esta actividad.
Por último, en los cerros orientales encontramos el ecosistema de páramo, que
se encuentra en alturas que van desde los 3.200 metros y más. Este ecosistema,
aunque es el de menor extensión en los cerros, es de suma importancia ya que
allí se produce y almacena el agua que se necesita para su supervivencia.
22
Las especies
Si hacemos un recorrido por estos ecosistemas
podemos encontrar algunas especies que predo-
minan en los tres ambientes. Aunque no se
encuentran en abundancia es muy probable que
conozcamos algunas de ellas:
Laurel
Helecho
Tuno
CucharoEncenilloRodamontes
Amargoso
Saltón
Uvo de páramo MusgoFrailejón
OrquídeaSietecueros
23
2.6
00
msn
m
entr
e 2
.90
0 y
3.8
00
msn
m
entr
e 3
.00
0 y
3.2
00
msn
m
3.2
00
y m
ás m
snm
RaqueChusque
Páramo:
Subpáramo:
Alto andino:
Bosque de Lauráceas:
Cedral:
Bosque de Alisos:
Frailejón, Uvito de páramo, Romero de
hoja ancha, Chusque, Musgo saltón, Espino
espuelo, Té de Bogotá, Puyas.
Tagua, Romero blanco, Amargoso,
Canelo, Ají de páramo, Sietecueros de Páramo,
Laurel dorado, Oreja de mula, Mano de oso
bogotano, Helecho, Pegamosco, orquídeas .
Higuerillo, Cucharo, Rodamonte,
Montañero, Encenillo, Arrayán, Raque, Mortiño,
Carbonero, Helecho marranero, quiches.
Aliso, Cedro, Raque, Garrocho,
Tuno, Espino, Arrayán, Mano de Oso, Cucharo.
Laurel, Tibar, Trompeto,
Cucharo.
Cedro, Tibar, Almanegra, Tunos.
Aliso, Raque,
Garrocho.
Bajo andino:
LOS CAMINOS DE LOS CERROS LOS CERROS, UNA RESERVA NATURAL
Los cerros, una reserva natural
Climas especiales
L os cerros de Bogotá son un lugar lleno de sorpresas. En un recorrido por
sus múltiples caminos podríamos encontrarnos con aves, reptiles, anfi-
bios, orquídeas (unas 77 especies), bromelias (47), en fin, un sinnúmero
de especies vivas que enriquecen el paisaje y complementan la presencia de
quebradas, árboles nativos y otras variedades que se desarrollan en un clima
muy particular.
Los cerros de Bogotá no tienen un solo ecosistema, es decir, posee diversos gru-
pos de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan y se desarrollan en un
mismo ambiente. En los cerros encontramos el ecosistema alto andino, que se
ubica en alturas entre 2.900 y 3.800 metros sobre el nivel del mar; allí hay una mar-
cada presencia de árboles y arbustos que miden de tres a ocho metros de alto.
Los robledales y los bosques de niebla, los raques, encenillos y tibar, son típicos
de estos ecosistemas.
El ecosistema bajo andino se encuentra también en los cerros con una altura
aproximada de 2.600 metros, y se caracteriza por la presencia de alisos y cedros.
Otro ecosistema es el de subpáramo, cuya altura va de 3.000 a 3.200 metros.
Éste se caracteriza por tener una vegetación enana, que resiste muy bien los
vientos fuertes. En ese contexto se desarrollan actividades agropecuarias, fores-
tales y mineras, cuya referencia son las canteras, sitios de los que se extrae de la
montaña la arena y la gravilla necesarias para construir la ciudad. Es común ver-
las cuando se recorren zonas como Usaquén, donde aún se puede observar el
deterioro de las montañas por esta actividad.
Por último, en los cerros orientales encontramos el ecosistema de páramo, que
se encuentra en alturas que van desde los 3.200 metros y más. Este ecosistema,
aunque es el de menor extensión en los cerros, es de suma importancia ya que
allí se produce y almacena el agua que se necesita para su supervivencia.
22
Las especies
Si hacemos un recorrido por estos ecosistemas
podemos encontrar algunas especies que predo-
minan en los tres ambientes. Aunque no se
encuentran en abundancia es muy probable que
conozcamos algunas de ellas:
Laurel
Helecho
Tuno
CucharoEncenilloRodamontes
Amargoso
Saltón
Uvo de páramo MusgoFrailejón
OrquídeaSietecueros
23
2.6
00
msn
m
entr
e 2
.90
0 y
3.8
00
msn
m
entr
e 3
.00
0 y
3.2
00
msn
m
3.2
00
y m
ás m
snm
RaqueChusque
Páramo:
Subpáramo:
Alto andino:
Bosque de Lauráceas:
Cedral:
Bosque de Alisos:
Frailejón, Uvito de páramo, Romero de
hoja ancha, Chusque, Musgo saltón, Espino
espuelo, Té de Bogotá, Puyas.
Tagua, Romero blanco, Amargoso,
Canelo, Ají de páramo, Sietecueros de Páramo,
Laurel dorado, Oreja de mula, Mano de oso
bogotano, Helecho, Pegamosco, orquídeas .
Higuerillo, Cucharo, Rodamonte,
Montañero, Encenillo, Arrayán, Raque, Mortiño,
Carbonero, Helecho marranero, quiches.
Aliso, Cedro, Raque, Garrocho,
Tuno, Espino, Arrayán, Mano de Oso, Cucharo.
Laurel, Tibar, Trompeto,
Cucharo.
Cedro, Tibar, Almanegra, Tunos.
Aliso, Raque,
Garrocho.
Bajo andino:
LOS CAMINOS DE LOS CERROS LOS CERROS, UNA RESERVA NATURAL
Una fauna escondidaAl igual que lo que sucede con la flora, en los cerros
orientales de Bogotá es posible encontrar esporádi-
camente una gran variedad de aves, mamíferos, rep-
tiles y anfibios. Copetones, lechuzas, búhos, mur-
ciélagos, armadillos, ranas, salamandras y hasta
lagartos hacen parte de la larga lista de especies
que recorren nuestros cerros, ¡y no sabíamos que
estaban allí!
Reptiles: se encuentran principalmente 4 familias,
5 géneros y 5 especies, entre las que se cuentan
lagartos de collar negro, iguanas, culebras sabane-
ras y lagartijas.
24
Anfibios: en este grupo encontramos salaman-
dras, ranas de dardo y ranas arbóreas. En total hay 3
bogotanos, copetones, gorriones, tángaras, lechu-
zas, búhos bogotanos, gallinazos, mirlas sinsontes,
cucaracheros y águilas polleras y de cabeza amarilla.
Especies amenazadas Vale la pena llamar la atención sobre el hecho de
que la constante caza de especies, la tala de árboles
y la contaminación de suelos y agua han producido
muchas pérdidas en el hábitat en el que viven, ani-
dan y se alimentan muchas de las especies que
mencionamos. Por eso es importante que todos
nos apropiemos de los cerros y de su riqueza, que la
sintamos como nuestra y que la cuidemos como se
cuidan el jardín de la casa o los animales domésti-
cos. Si no lo hacemos, tristemente algunas de estas
especies tendremos que verlas sólo en las fotogra-
fías de los libros.
25
GuacheCopetónLechuza
Leptophobia aripa aripa
Cucarachero común
Rana
Mirla Tángara Carbonero
Lagarto
Grillo
Dryas iulia
Mamíferos: existen 14 familias, 17 géneros y 18
especies. La familia que se destaca por poseer más
especies y géneros es la Molosidae, a la que perte-
necen los temidos pero inofensivos murciélagos.
También es posible encontrar ardillas, conejos, chu-
chas, guaches, ratas y ratones, curíes y armadillos.
LOS CAMINOS DE LOS CERROS LOS CERROS, UNA RESERVA NATURAL
Una fauna escondidaAl igual que lo que sucede con la flora, en los cerros
orientales de Bogotá es posible encontrar esporádi-
camente una gran variedad de aves, mamíferos, rep-
tiles y anfibios. Copetones, lechuzas, búhos, mur-
ciélagos, armadillos, ranas, salamandras y hasta
lagartos hacen parte de la larga lista de especies
que recorren nuestros cerros, ¡y no sabíamos que
estaban allí!
Reptiles: se encuentran principalmente 4 familias,
5 géneros y 5 especies, entre las que se cuentan
lagartos de collar negro, iguanas, culebras sabane-
ras y lagartijas.
24
Anfibios: en este grupo encontramos salaman-
dras, ranas de dardo y ranas arbóreas. En total hay 3
bogotanos, copetones, gorriones, tángaras, lechu-
zas, búhos bogotanos, gallinazos, mirlas sinsontes,
cucaracheros y águilas polleras y de cabeza amarilla.
Especies amenazadas Vale la pena llamar la atención sobre el hecho de
que la constante caza de especies, la tala de árboles
y la contaminación de suelos y agua han producido
muchas pérdidas en el hábitat en el que viven, ani-
dan y se alimentan muchas de las especies que
mencionamos. Por eso es importante que todos
nos apropiemos de los cerros y de su riqueza, que la
sintamos como nuestra y que la cuidemos como se
cuidan el jardín de la casa o los animales domésti-
cos. Si no lo hacemos, tristemente algunas de estas
especies tendremos que verlas sólo en las fotogra-
fías de los libros.
25
GuacheCopetónLechuza
Leptophobia aripa aripa
Cucarachero común
Rana
Mirla Tángara Carbonero
Lagarto
Grillo
Dryas iulia
Mamíferos: existen 14 familias, 17 géneros y 18
especies. La familia que se destaca por poseer más
especies y géneros es la Molosidae, a la que perte-
necen los temidos pero inofensivos murciélagos.
También es posible encontrar ardillas, conejos, chu-
chas, guaches, ratas y ratones, curíes y armadillos.
LOS CAMINOS DE LOS CERROS LOS CERROS, UNA RESERVA NATURAL26
Arriba:
Quebrada Rosales
Centro:
Quebrada La Vieja
Abajo:
Río San Francisco
27
Quebrada SoratamaQuebrada ArauquitaQuebrada San CristóbalQuebrada El CedroQuebrada Bosque de Pinos Quebrada Contador Quebrada Bosque MedinaQuebrada TrujilloQuebrada CallejasQuebrada Santa BárbaraQuebrada Chorrera (Molinos)
Quebrada Pozo ClaroQuebrada ChicóQuebrada San JoséQuebrada RosalesQuebrada La ViejaQuebrada Los OlivosQuebrada Las DeliciasQuebrada Pardo Rubio
Río ArzobispoQuebrada ChoachíQuebrada Santo DomingoQuebrada Las BrujasRío San FranciscoQuebrada RooseveltQuebrada Padre de Jesús
Río Fucha (San Cristóbal)Quebrada Aguas ClarasQuebrada La LagunaQuebrada El ChuscalQuebrada RamajalQuebrada Los Toches Quebrada Aguamonte Quebrada Chorro SilverioQuebrada ChiguazaQuebrada Seca
Quebrada Mochón del DiabloQuebrada San BrunoQuebrada Santa IsabelQuebrada Manzanares (San Agustín)Quebrada Chorrerón (Canal Laches)Quebrada Mina Vitelma
Quebrada MoralesQuebrada Nueva DelhiQuebrada San CamiloQuebrada VerejonesQuebrada Santa LibradaQuebrada BoloniaQuebrada El Raque Quebrada San PedrinaQuebrada ArrayanalQuebrada Yomasa
SECTOR
NORTE
SECTOR
CENTRO
NORTE
SECTOR
CENTRO
SECTOR
SUR
Ríos y quebradas
El área de estudio se extiende sobre dos cuencas,
en el norte la del río Juan Amarillo, y en el sur la del
río Fucha. En ellas nacen 2 ríos de los cuales hacen
parte 53 quebradas. Un análisis de los caudales
mínimos para las quebradas de la parte frontal de
los cerros orientales, permite observar que en
periodos de retorno de 5 hasta 100 años, la mayoría
presentan valores de cero, y en general son sólo los
ríos San Cristóbal y San Francisco y las quebradas
Yomasa, Arzobispo y La Chorrera los que transpor-
tan agua permanentemente.
La mayoría de las 53 quebradas que se ubican en
los cerros se encuentran en estado natural pero
algunas están deterioradas debido a la deforesta-
ción y a la transformación que causa en el ambiente
la reforestación con especies vegetales foráneas
que, aunque se desarrollan rápidamente, no son
adecuadas para el suelo de nuestros cerros. Las
basuras, la construcción de alcantarillados informa-
les, la invasión y la construcción de canteras, tam-
bién contribuyen al deterioro de las aguas. Pero no
todo es negativo. Por ejemplo, la quebrada La Vieja,
de Chapinero, se encuentra en un proceso de recu-
peración emprendida por la Asociación de Vecinos
Amigos de la Vieja. Muy seguramente muchas de
nuestras quebradas pueden ser “adoptadas” o apa-
drinadas por grupos ecológicos que quieran que el
agua de los cerros se preserve.
CU
EN
CA
J
UA
N
AM
AR
IL
LO
CU
EN
CA
F
UC
HA
LOS CAMINOS DE LOS CERROS LOS CERROS, UNA RESERVA NATURAL26
Arriba:
Quebrada Rosales
Centro:
Quebrada La Vieja
Abajo:
Río San Francisco
27
Quebrada SoratamaQuebrada ArauquitaQuebrada San CristóbalQuebrada El CedroQuebrada Bosque de Pinos Quebrada Contador Quebrada Bosque MedinaQuebrada TrujilloQuebrada CallejasQuebrada Santa BárbaraQuebrada Chorrera (Molinos)
Quebrada Pozo ClaroQuebrada ChicóQuebrada San JoséQuebrada RosalesQuebrada La ViejaQuebrada Los OlivosQuebrada Las DeliciasQuebrada Pardo Rubio
Río ArzobispoQuebrada ChoachíQuebrada Santo DomingoQuebrada Las BrujasRío San FranciscoQuebrada RooseveltQuebrada Padre de Jesús
Río Fucha (San Cristóbal)Quebrada Aguas ClarasQuebrada La LagunaQuebrada El ChuscalQuebrada RamajalQuebrada Los Toches Quebrada Aguamonte Quebrada Chorro SilverioQuebrada ChiguazaQuebrada Seca
Quebrada Mochón del DiabloQuebrada San BrunoQuebrada Santa IsabelQuebrada Manzanares (San Agustín)Quebrada Chorrerón (Canal Laches)Quebrada Mina Vitelma
Quebrada MoralesQuebrada Nueva DelhiQuebrada San CamiloQuebrada VerejonesQuebrada Santa LibradaQuebrada BoloniaQuebrada El Raque Quebrada San PedrinaQuebrada ArrayanalQuebrada Yomasa
SECTOR
NORTE
SECTOR
CENTRO
NORTE
SECTOR
CENTRO
SECTOR
SUR
Ríos y quebradas
El área de estudio se extiende sobre dos cuencas,
en el norte la del río Juan Amarillo, y en el sur la del
río Fucha. En ellas nacen 2 ríos de los cuales hacen
parte 53 quebradas. Un análisis de los caudales
mínimos para las quebradas de la parte frontal de
los cerros orientales, permite observar que en
periodos de retorno de 5 hasta 100 años, la mayoría
presentan valores de cero, y en general son sólo los
ríos San Cristóbal y San Francisco y las quebradas
Yomasa, Arzobispo y La Chorrera los que transpor-
tan agua permanentemente.
La mayoría de las 53 quebradas que se ubican en
los cerros se encuentran en estado natural pero
algunas están deterioradas debido a la deforesta-
ción y a la transformación que causa en el ambiente
la reforestación con especies vegetales foráneas
que, aunque se desarrollan rápidamente, no son
adecuadas para el suelo de nuestros cerros. Las
basuras, la construcción de alcantarillados informa-
les, la invasión y la construcción de canteras, tam-
bién contribuyen al deterioro de las aguas. Pero no
todo es negativo. Por ejemplo, la quebrada La Vieja,
de Chapinero, se encuentra en un proceso de recu-
peración emprendida por la Asociación de Vecinos
Amigos de la Vieja. Muy seguramente muchas de
nuestras quebradas pueden ser “adoptadas” o apa-
drinadas por grupos ecológicos que quieran que el
agua de los cerros se preserve.
CU
EN
CA
J
UA
N
AM
AR
IL
LO
CU
EN
CA
F
UC
HA