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Tamara Beatriz Hernández Ortega Folleto para la atención temprana al lenguaje de los niños con síndrome de Down

Folleto para la atención temprana al lenguaje de los niños

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Tamara Beatriz Hernández Ortega

Folleto para la atención temprana al

lenguaje de los niños con síndrome de

Down

2

Edición y corrección: Liset Ravelo Romero

Tamara Beatriz Hernández Ortega, 2020

Editorial Feijóo, 2020

ISBN: 978-959-312-442-3

Editorial Feijóo, Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, Carretera a Camajuaní km 5 ½,

Santa Clara, Villa Clara, Cuba, CP 54830

3

Índice

¿A quién está dirigido el folleto? / 4

Explicación necesaria / 5

La caracterización del lenguaje como premisa para la atención temprana a esta área en

los niños con síndrome de Down / 7

Métodos, procedimientos y medios para la atención temprana al lenguaje de los niños

con síndrome de Down / 11

Recomendaciones para perfeccionar la atención temprana al lenguaje de los niños con

síndrome de Down de infancia preescolar / 16

Bibliografía / 31

4

¿A quién está dirigido el folleto?

Este folleto facilita el trabajo integrado y coordinado de todo el personal implicado en

ofrecer atención temprana al lenguaje de los niños con síndrome de Down de infancia

preescolar; está dirigido a:

Logopedas.

Educadoras de los círculos infantiles de enseñanza especial y general.

Maestras del grado preescolar de las escuelas especiales y de las escuelas

primarias.

Promotoras del Programa “Educa a tu hijo” que atienden a niños con síndrome

de Down de infancia preescolar.

Otros docentes que lo necesiten.

5

Explicación necesaria

Entre el amplio abanico de destinatarios priorizados de la atención temprana se

encuentran los niños con riesgo establecido (Díaz, 2001), donde están incluidos

aquellos que presentan síndrome de Down.

Una de las áreas más afectadas en los niños con este síndrome es el lenguaje. Al

respecto, Jiménez (2014) refiere: “Es el área en la que estos niños parecen sufrir el

retraso más importante y la mayor dificultad de desarrollo” (p. 25). De lo anteriormente

expresado se infiere la importancia de atender el lenguaje desde las primeras edades.

La autora, sin desconocer la necesidad de intervenir lo más temprano posible,

considera imprescindible valorar las potencialidades que ofrece la infancia preescolar

(3-6 años) para ejercer una influencia organizada. Esta constituye una etapa favorable

para la evolución del lenguaje en los niños con síndrome de Down y es de gran

significación por su proximidad al arribo a la escuela.

Por tal motivo se hace necesario dirigir nuestros esfuerzos hacia la atención temprana

al lenguaje de los niños con síndrome de Down de infancia preescolar. Esta es definida

por Hernández (2020) como:

Un conjunto de acciones preventivas, de estimulación e intervención, diseñadas sobre la

base de una adecuada caracterización del lenguaje, y dirigidas al niño (3-6 años), a sus

familias y al entorno. Tienen como propósito esencial la potenciación, corrección y/o

compensación de los componentes del lenguaje (fonético-fonológico; léxico-semántico,

morfosintáctico y pragmático), considerando las particularidades inherentes a esta

cromosomopatía, la modalidad de atención en que transcurre la educación de estos niños,

el contexto familiar y la multiplicidad de agentes educativos que confluyen en su desarrollo.

(p. 33)

Con este folleto se pretende orientar a los docentes que atienden a los niños con

síndrome de Down de infancia preescolar desde cualquier ambiente educativo, y

6

colocar en sus manos un valioso material para perfeccionar la atención temprana al

lenguaje.

El folleto puesto a su disposición les permitirá integrar influencias educativas en aras de

un objetivo común. Se espera que sea de gran utilidad y pueda ser aprovechado de la

mejor manera.

La autora

7

La caracterización del lenguaje como premisa para la atención temprana al

lenguaje de los niños con síndrome de Down

Para organizar una efectiva atención temprana al lenguaje de los niños con síndrome

de Down, se hace necesario que esta parta de una adecuada caracterización de esa

área, lo que le permitirá la conformación de un diagnóstico explicativo, personalizado y

desarrollador del lenguaje, como base para el diseño de estrategias y acciones cada

vez más ajustadas y desarrolladoras.

En este empeño, se considera importante que junto a la investigación logopédica, se

empleen técnicas de evaluación del lenguaje (Inventario de desarrollo comunicativo

para niños con síndrome de Down, CDI - Down; Prueba de Lenguaje Oral Navarra,

PLON; Prueba de Evaluación del Lenguaje Espontáneo). Estas técnicas toman en

consideración las peculiaridades del desarrollo ontogenético en el niño con síndrome de

Down, facilitan la obtención de datos relevantes acerca de la vida del niño y favorecen

la evaluación de los componentes del lenguaje en el contexto más natural posible.

En aras de optimizar el proceso de caracterización del lenguaje en los niños con

síndrome de Down de infancia preescolar, a continuación se propone un proceder

metodológico que se espera sea de utilidad.

Proceder metodológico para caracterizar el lenguaje de los niños con síndrome

de Down:

Detección del caso mediante el accionar coordinado de instituciones y agentes

educativos.

Revisión de documentos relacionados con la historia de vida del caso

(expedientes, historia clínica, remisiones de especialistas).

Entrevista a la familia, agentes educativos y personal de salud en interacción con

el caso.

8

Observación del caso en el medio más natural posible (visita al hogar y a la

comunidad).

Aplicación de la investigación logopédica en combinación con pruebas objetivas

estandarizadas para la evaluación del lenguaje, en especial las validadas en

síndrome de Down.

Valoración de los resultados obtenidos en la investigación logopédica, teniendo

en cuenta la aplicación de tipos, niveles de ayuda y su transferencia.

Redacción del informe de caracterización del lenguaje y concepción de la

atención temprana a esta área.

Además de este proceder para caracterizar el lenguaje de los niños con síndrome de

Down, se ofrece a continuación la descripción de las regularidades en el desarrollo del

lenguaje obtenidas en los niños investigados por la autora.

Dicho resultado puede servir como referente y guía, al identificar las características que

poseen en el lenguaje los niños con síndrome de Down que reciben atención, respecto

a otros que ya resultaron estudiados.

Regularidades en el desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de Down

de tres a seis años

Componente fonético-fonológico

Aunque de forma paulatina y con un margen de variabilidad individual, se aprecia

una ganancia en la inteligibilidad del habla alrededor de los cinco años,

evidenciándose mayor precisión de la articulación en el lenguaje repetido.

Los sonidos más afectados sobre el final de la etapa son la /r/, /s/, /f/, /ch/, con

énfasis en los sonidos correlativos /s/- /ch/ - /y/, /g/ -/j/.

Hacia el final de la infancia preescolar permanecen procesos fonológicos de

adición, sustitución, distorsión y omisión que influyen en que se establezcan

trastornos como los retrasos del lenguaje y las dislalias complejas.

9

La prosodia se encuentra afectada. Elementos como la entonación, la intensidad

y en ocasiones el timbre están afectados, estas últimas cualidades pueden estar

en relación con la presencia de pérdidas auditivas leves.

Hacia los seis años pueden aparecer titubeos, vacilaciones, incoordinaciones

fono- respiratorias.

Componente léxico-semántico

Comprensión superior a la expresión. Esta va en ascenso de forma gradual, con

ganancia de la atención.

La producción oral comienza con niveles bajos y experimenta un mayor

crecimiento alrededor de los cuatro años.

Hacia los cinco años resulta evidente la mayor producción del lenguaje,

“explosión del lenguaje”.

El uso de gestos va disminuyendo y pasando a un segundo plano; se empiezan a

emplear para acompañar o reforzar lo expresado mediante el lenguaje oral.

Componente morfo-sintáctico

Al final de la infancia preescolar llegan a estructurar un lenguaje sencillo, con

predominio del lenguaje telegráfico, mayor empleo de aquellas estructuras

portadoras de significado (sustantivos, adjetivos sencillos, acciones y algunos

adverbios de lugar y cantidad).

Componente pragmático

Al final de la etapa pueden llegar a describir, a narrar y a planificar un juego

conocido con ayuda de preguntas de apoyo o de reforzamiento visual.

Al final de la infancia preescolar pueden mantener el contacto ocular por un

mayor tiempo, respetar los turnos y los espacios durante el intercambio

comunicativo, si se realizan llamados de atención.

Aproximadamente a los cinco años el lenguaje comienza a cumplir su función

reguladora, con una mayor comprensión del no.

10

Respiración bucal y costal superior. Dificultades en la capacidad respiratoria y

poca administración del aire al hablar.

La determinación de estas regularidades en la etapa resulta de incuestionable valor

metodológico. Estas permiten trazar el camino a seguir y seleccionar las estrategias

más adecuadas para el perfeccionamiento de la atención temprana al lenguaje de los

niños con síndrome de Down de infancia preescolar.

11

Métodos, procedimientos y medios para la atención temprana al lenguaje de los

niños con síndrome de Down

“[…] Los logopedas y el resto de las personas implicadas […], estamos llamados a

sensibilizarnos en la búsqueda de recursos, técnicas y métodos […] apropiados para aportar

soluciones eficaces a las dificultades comunicativas específicas de nuestros alumnos” (Gallego,

1999, p. 28).

Con el propósito de desarrollar el lenguaje en los niños con síndrome de Down se

pueden emplear métodos que han sido creados para el trabajo con las personas

sordas, a partir del criterio de que un gran porciento de estas, tienen pérdidas auditivas

de diferentes niveles.

En el caso de que se cuente con equipos de amplificación de los sonidos del habla

como el suvag, y tras una actualización de sus adaptaciones para los niños con

síndrome de Down, se puede aplicar el método verbo tonal. En él se asocian

movimientos del cuerpo a los sonidos en correspondencia con sus particularidades

(logotomas), lo que resulta provechoso durante el trabajo con la articulación en estos

niños.

También se pueden utilizar diversos sistemas de comunicación, con la finalidad de que

puedan comunicar sus necesidades eficazmente hasta que aprendan a hablar.

En este sentido resultan muy efectivos: la comunicación total, el método bimodal y la

lengua de señas para aumentar o facilitar el habla o como una alternativa de

comunicación en aquellos casos que así lo requieran.

Por otra parte, en las primeras edades puede ser de gran utilidad el uso de objetos

reales, de gestos de uso común y de fotografías para desarrollar su capacidad de

comunicación.

12

Se presentan también como opciones a considerar en estas edades, el uso del Sistema

Pictográfico de Comunicación (SPC), el Sistema de Comunicación mediante

Intercambio de Imágenes (PECS), el empleo de tableros de la comunicación y de

agendas personales que permitan organizar el trabajo y favorecer la comunicación, sin

limitar el desarrollo del lenguaje oral.

En opinión de la autora de este folleto, todos constituyen recursos o apoyos de gran

valor para facilitar el desarrollo del lenguaje en los niños con síndrome de Down de

infancia preescolar.

Por otro lado, no puede pasarse por alto que en nuestro país el método integral se

considera idóneo para el trabajo con los trastornos de la comunicación, pues permite la

acción interdisciplinaria e integrada de diferentes especialistas, la familia y agentes

comunitarios implicados, por este motivo, debe ser tomado en consideración para

ofrecer atención temprana al lenguaje de los niños con síndrome de Down desde

cualquier ambiente educativo.

Unido a lo anterior, no debe desconocerse la necesidad de utilizar métodos y

procedimientos que garanticen la estimulación del desarrollo de los niños con síndrome

de Down, métodos que activen su aprendizaje y propicien la elaboración conjunta.

Por tanto, deberán emplearse métodos y procedimientos que posibiliten la imitación de

acciones, que estimulen el desarrollo de la comunicación y el lenguaje con medios

verbales y no verbales.

Se hace necesario entonces considerar que, a partir del segundo ciclo de la enseñanza

preescolar, la demostración de las diferentes acciones, la observación y la conversación

se convierten en métodos de probada eficacia para el tratamiento de cualquier

contenido y en especial para el desarrollo del lenguaje en los niños con síndrome de

Down.

La explicación también se presenta como una vía efectiva para el logro de los objetivos

en la atención temprana al lenguaje, esta eleva su eficacia al combinarse con la

demostración.

13

Para desarrollar el lenguaje en estos niños, la observación activa del entorno, así como

de objetos reales, juguetes, láminas, tarjetas, posee un gran valor debido a que

presentan mayores posibilidades en la memoria y percepción visual, lo que favorece la

formación de nuevos conceptos y representaciones.

No puede olvidarse que en ellos deben predominar las actividades prácticas con

objetos, la demostración de acciones (de correlación y con instrumentos) y los ejercicios

imitativos. Las dramatizaciones, la realización de encomiendas sencillas y de diferentes

tipos de juego también resultan oportunas para el desarrollo del lenguaje en los niños

con síndrome de Down.

Es preciso recordar que el juego es un valioso procedimiento pedagógico, que al propio

tiempo es la actividad más significativa en estas edades y que ocupa toda la vida de los

pequeños. Puede emplearse como procedimiento o como método según los propósitos

perseguidos y la manera en que se organiza la actividad en aras del cumplimiento del

objetivo.

En los niños con síndrome de Down se hace necesario emplear técnicas o

procedimientos específicos para facilitar la interacción y el lenguaje a través del juego

Frey (citado por Del Castillo, 2015). Entre ellos se encuentran:

Habla egocéntrica: proporciona por parte del adulto un modelo de acto de habla,

sin hacer ningún tipo de demanda al niño.

Habla paralela: El adulto ayuda al niño a desarrollar asociaciones entre la

palabra y su referente emparejando el lenguaje, que es simple en detalles

gramaticales y semánticos, con las acciones del niño (ayuda al niño a asociar

combinaciones de palabras y relaciones entre objetos).

Expansiones: son respuestas verbales contingentes que repiten la expresión

anterior del niño al tiempo que añaden detalles gramaticales relevantes y algunas

veces semánticos.

Espaciaciones: son respuestas contingentes a las expresiones del niño, que

aportan alguna información nueva o relevante.

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Construcciones y rupturas: consiste en construir formas de expresión del niño,

separarlas en sus partes principales y reconstruirlas de un modo repetitivo.

Además de los métodos y procedimientos antes mencionados, en la atención

logopédica a los retrasos del lenguaje pueden emplearse los procedimientos sugeridos

por García, Fernández & Lozada (2018) en el texto El trabajo logopeda en Educación

Especial desde una perspectiva actual. En este sentido resultan eficaces: la imitación, la

imitación y control visual, la pronunciación enfatizada, el lenguaje conjunto, las

respuestas a preguntas, el lenguaje espontáneo y el lenguaje reflejo.

Todos estos métodos y procedimientos son válidos para ofrecer atención temprana al

lenguaje en el niño con síndrome de Down de infancia preescolar, según el nivel de

desarrollo alcanzado y las particularidades individuales. No obstante, no se debe perder

de vista que algunos pueden acentuar las dificultades en el ritmo y la fluidez verbal, por

lo que se debe ser cauteloso en su utilización y realizar una rigurosa selección en

función del diagnóstico.

Además del uso de los Sistemas de Comunicación Aumentativa (SCA), se sugiere el

empleo de otros recursos o apoyos como las rutinas para organizar las actividades de

atención temprana, así como el uso de reforzadores para estimular sus logros y elevar

la confianza en sí mismo.

Por otra parte, la elaboración y empleo de medios de enseñanza resulta de gran utilidad

en el trabajo con los niños con síndrome de Down de infancia preescolar.

Los medios de enseñanza deben:

Ser llamativos, de adecuado tamaño y de elaboración sencilla para propiciar el

trabajo individual y colectivo de una forma amena y dinámica.

No constituir un peligro para el niño con síndrome de Down.

Facilitar estímulos, señales y apoyos visuales.

Ser variados y no dar lugar a confusiones.

Pasar de los elementos reales a su representación en formas con volumen, y de

las fotos a su representación gráfica simbólica.

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Pueden emplearse:

Espejos.

Fotos, láminas, pictogramas.

Agendas personales y tableros de comunicación.

Juguetes.

Distintos objetos de la vida cotidiana.

Materiales de desecho, como: pomos plásticos, papeles y otros materiales

reciclables propicios para fabricar objetos en miniatura y elaborar medios de

enseñanza que atraigan su atención.

La computadora (videos, aplicaciones informáticas, software educativos)

Panel rítmico: puede consistir en círculos coloreados pegados a una lámina de

cartón, o en piezas de imágenes, puestas una junto a la otra. Cada círculo o

imagen corresponde a una palabra.

Ejemplo:

Salta pelota.

Salta la pelota.

16

Recomendaciones para perfeccionar la atención temprana al lenguaje de los

niños con síndrome de Down de infancia preescolar

Para ofrecer una adecuada atención temprana al lenguaje de los niños con síndrome de

Down de infancia preescolar, se deben tomar en consideración las características

particulares de cada caso y el desarrollo alcanzado en el lenguaje. No obstante, la

autora considera importante dirigir la atención a los siguientes elementos:

El empleo de rutinas para organizar las actividades.

El empleo de rutinas favorece la adquisición, fijación de los conocimientos y el

desarrollo de habilidades comunicativas.

Cada sesión de trabajo debe ser cuidadosamente organizada. Se debe respetar el

orden de presentación de las actividades, desde el saludo hasta las conclusiones o

despedida, establecer pautas de interacción adecuadas con el niño e implicarse

directamente en las actividades junto a otros adultos.

Durante la actividad programada, el juego, el tratamiento o actividad logopédica

colectiva, se le debe enseñar a seguir las rutinas y para ello puede solicitarse el apoyo a

otro niño o utilizar una agenda personal que ayude al niño con síndrome de Down a

organizar la actividad.

Las rutinas son actos que se repiten frecuentemente, por lo que tienen que ofrecérsele

modelos visuales y muchas oportunidades para que sean practicadas por el niño con

síndrome de Down.

La estabilidad de la atención.

Como se sabe, el niño con síndrome de Down de infancia preescolar presenta atención

dispersa, con dificultades en su estabilidad, por lo que deben lograrse avances en este

sentido para garantizar el desarrollo del lenguaje en el menor tiempo posible.

Una buena preparación para el desarrollo de la atención, parte de que el niño con

síndrome de Down permanezca sentado adecuadamente en una silla desde edades

17

muy tempranas. Debe insistirse siempre en que adopte una posición adecuada y tener

presente además el modo de colocarse de quien lo está atendiendo, de manera tal que

le haga fácil al niño mantener el contacto ocular y recibir con facilidad una ayuda

gestual o física de su parte.

Solo cuando el niño esté bien sentado, tranquilo y mirando a la persona que va a

desarrollar la actividad, es que debe empezar el trabajo. A veces es suficiente con

sujetarle suavemente las manos y decirle "¡mírame!". Después de que el niño ya está

bien atento y dispuesto, conviene simultanear el estímulo visual con el auditivo. Debe

mantenerse la comunicación verbal con el niño para atraer su atención y para que

aprenda más y mejor sobre lo que ve y sobre lo que hace.

Es importante que las personas que trabajen con estos niños posean una flexibilidad

controlada y tengan en cuenta lo que el niño con síndrome de Down prefiere hacer sin

abandonar los objetivos propuestos. Un mismo objetivo puede trabajarse de diversas

formas, con materiales variados, y un cambio en el orden de las actividades no tiene

importancia. Siempre que sea posible pueden alternarse tareas menos activas con otras

que impliquen acción.

Las dificultades en la percepción.

El desarrollo de estas capacidades incluyen las habilidades para reconocer, identificar,

clasificar, agrupar y nombrar los objetos e imágenes. También forma parte del

aprendizaje discriminativo el reconocimiento e identificación de sonidos y palabras.

Este aprendizaje facilitará al niño con síndrome de Down el desarrollo del pensamiento

lógico, del conocimiento de las formas, tamaños, texturas, colores y otras propiedades

de los objetos, los conceptos numéricos, y conducirá a una mejoría evidente en su

lenguaje. Para su desarrollo se hace necesario aprovechar todas las situaciones

naturales y espontáneas en las que el niño se desarrolla y hace uso de su capacidad

discriminativa.

Dentro de estas habilidades se debe reforzar la percepción auditiva, pues es donde

muestra las mayores dificultades. Para su desarrollo pueden realizarse diferentes

juegos donde se identifiquen o reconozcan sonidos no verbales y después verbales.

18

Además, se recomienda el uso de las Tecnologías de la Información y las

Comunicaciones (TIC), las aplicaciones informáticas y software educativos que faciliten

el reconocimiento y diferenciación de los sonidos en el niño con síndrome de Down.

El trabajo con elementos prosódicos del lenguaje.

Para ello se sugiere el empleo de la música, unido al trabajo con la expresión corporal,

la rítmica logopédica y los procedimientos conocidos para desarrollar las cualidades de

la voz.

El ritmo, el acento, la inflexión y la entonación serán utilizados como recurso para

enseñar y sistematizar conceptos o cualidades. Ejemplo, para trabajar el tamaño de los

objetos, al introducir el concepto grande se hará con voz grave y sonora, mientras las

manos se van separando hasta formar 1800 con respecto a nuestro cuerpo; en el caso

del concepto pequeño, se pronunciará con voz suave y aguda y se irán acercando las

manos.

Además, puede trabajarse el ritmo en frases y pequeñas canciones, con el empleo del

panel rítmico sugerido en el apartado anterior.

Los componentes: léxico-semántico y morfosintáctico.

En el trabajo con el componente léxico-semántico se deben tener presentes los pasos o

procedimientos metodológicos definidos por Martínez (2004) en el libro Lenguaje oral,

(presentación de la palabra, precisión y activación).

Para la incorporación de nuevos vocablos es muy importante ir de lo concreto a lo

abstracto para que el niño con síndrome de Down de infancia preescolar, se apropie del

significado de las palabras. Se hace necesario partir siempre de la creación de una

situación comunicativa que responda a las vivencias del niño.

También pueden utilizarse simultáneamente la palabra y un gesto específico o signo

gestual para hacer referencia a un objeto o acontecimiento. Este procedimiento resulta

de gran valor para introducir sustantivos abstractos, adverbios de tiempo (después,

ahora), adjetivos (grande, pequeño, lindo, feo,) de difícil aprendizaje para el niño con

19

síndrome de Down. Debe tenerse presente que el gesto o signo gestual será

abandonado de forma paulatina una vez aprendida la palabra.

Además, se puede valorar la utilización de otros Sistemas de Comunicación

Aumentativa (SCA) en correspondencia con el diagnóstico. Para ello es importante la

participación, junto a la logopeda, en la selección del sistema, así como garantizar la

preparación de todos los agentes educativos implicados, en especial de la familia, para

que puedan realizar un uso eficiente del mismo.

Para iniciar el trabajo se recomienda el empleo de la fotografía, con la escritura de la

palabra correspondiente. Después de dar a conocer la palabra nueva mediante una

situación sencilla, se le muestra la fotografía y se le pregunta: ¿Quién es? o ¿Qué es?

Las palabras serán presentadas con el artículo correspondiente y en caso de

considerarlo necesario se podrá contar con el auxilio del panel rítmico.

Al presentar los miembros de la familia se hará con el pronombre posesivo mi, el que

será introducido acentuando el tono y la intensidad de la voz, al mismo tiempo que se

empleará el gesto que indica posesión (tocar con la palma de su mano varias veces el

pecho del niño) para reforzar el pronombre.

En caso de no contar con la fotografía o una vez vencida esa etapa, se sugiere el

empleo de tarjetas-dibujo.

Con el empleo del panel rítmico se logrará la formación de frases de dos palabras

mediante la imitación expansiva. Para enseñar al niño a señalar la figura mientras

pronuncia, la educadora colocará sus manos sobre las suyas durante la demostración.

La ampliación de frases puede realizarse aplicando las técnicas o procedimientos

específicos para facilitar la interacción y el lenguaje a través del juego, estas quedaron

explicadas en el apartado anterior.

Para garantizar la realización de cada actividad se diseñarán junto a los padres los

materiales pedagógicos individualizados, en los que serán de gran utilidad los objetos

de su propio entorno y las fotografías.

20

El trabajo con la articulación, en correspondencia con los avances obtenidos por el

niño.

Es necesario recordar que el niño con síndrome de Down presenta hipotonía muscular

por lo que en un momento inicial debe garantizarse la precisión, fuerza y coordinación

de los movimientos de los órganos articulatorios. Para ello debe aplicarse la gimnasia

activa mediante la realización de ejercicios por imitación para cada órgano articulatorio.

Si no se logran avances de esta manera, puede recurrirse a la gimnasia pasiva, donde

la educadora le ayuda con sus manos a realizar el ejercicio para la lengua, los labios y

demás órganos activos. En estos casos también son de utilidad los masajes en la

musculatura facial, siempre con la supervisión de un especialista.

Una vez obtenidos avances en este elemento y en los componentes anteriores se

podrán identificar con mayor precisión los sonidos afectados.

El empleo de los métodos tradicionales como el de las cuatro etapas y procedimientos

como los funcionalismos, pueden ser aplicados en estos niños con resultados positivos.

No obstante, resulta efectiva la asociación de movimientos corporales a la realización

del sonido en correspondencia con las cualidades (tiempo, tensión e intensidad), para

que el niño se apropie de las particularidades del mismo, como es el caso de los

logotomas sugeridos en el método verbotonal.

Durante la interacción con el niño siempre se procurará constituir un modelo

comunicativo correcto. Debe propiciarse la apertura bucal adecuada y se marcará la

articulación de cada fonema.1

La prevención de las dificultades del ritmo y la fluidez verbal.

Aproximadamente a los cinco años de edad en el niño con síndrome de Down pueden

aparecer dificultades en el ritmo y la fluidez.

1 De aparecer dificultades en el ritmo y la fluidez verbal se suspenderá (tropiezos, titubeos al hablar,

bloqueos, contracciones musculares) el trabajo con la articulación y con todos aquellos métodos y

procedimientos que centren su atención en ella, como es el caso del análisis fónico en el grado

preescolar y la pronunciación enfatizada.

21

Para evitar que estas se agraven se hace necesario:

Reforzar el trabajo con la respiración, la capacidad respiratoria (fuerza,

direccionalidad del soplo y administración del aire espirado).

Para ello pueden emplearse diferentes materiales: motas de algodón, velas encendidas,

pelotas de pim pom y otros medios.

Trabajar con la relajación mediante el empleo de la ludoterapia, la zooterapia y el

arte como terapia; donde la rítmica logopédica ocupa un lugar importante.

Ampliar el vocabulario.

El uso de reforzadores para estimular sus logros y elevar la autoestima.

Es importante recordar que el niño con síndrome de Down necesita de estimulación

constante para que se sienta motivado y se interese por el aprendizaje. En señal de

aprobación, cuando realice correctamente las actividades, la educadora podrá elevar el

pulgar acompañando el gesto con una sonrisa.

Es importante identificar las actividades y objetos de su preferencia para utilizarlos

como recompensa ante cada logro alcanzado.

El mantenimiento del contacto ocular, el respeto a los turnos y a los espacios

durante el intercambio comunicativo.

Para iniciar los intercambios comunicativos la educadora le pedirá al niño que la mire a

la cara y le solicitará su atención cada vez que sea necesario. También se le enseñará

a tomar turnos y a respetar el espacio de cada interlocutor durante la conversación.

En las actividades desarrolladas con el niño en el salón de clases o fuera de él, el

docente creará y modelará diversas oportunidades de alternancia de turno. Para ello,

estimulará sus emisiones, responderá a ellas, lo mirará y le dará un tiempo para que

vuelva a tomar su turno. El juego es un excelente espacio para lograrlo; imitar o simular

una conversación por teléfono también puede ser de gran utilidad para el logro de este

objetivo.

La enseñanza de un lenguaje lo más funcional posible.

22

Es importante que se seleccione muy bien el vocabulario que se va a enseñar al niño

con síndrome de Down, de modo que pueda prepararse para la vida adulta

independiente y para vivir en sociedad.

Una vez alcanzado cierto desarrollo del lenguaje se le debe enseñar a saludar, a dar

información personal y a solicitarla, a dar las gracias, despedirse, realizar peticiones

utilizando por favor, formular preguntas y respuestas.

El desarrollo de las habilidades: describir, conversar y narrar, una vez alcanzado

cierto desarrollo del lenguaje oral.

En el caso de las habilidades describir y narrar, es necesario tomar en consideración la

selección de los medios a emplear, graduando su nivel de complejidad. Estos deben

responder a temas de interés y a las vivencias personales del niño.

Al narrar, primero se le suministrará ayuda visual mediante una secuencia de láminas

que se le presentarán paulatinamente (se puede empezar con fotografías), y se

realizarán preguntas de apoyo cada vez que sea preciso. En caso necesario, se hará la

demostración de la actividad. Cuando el niño esté listo, se retirará la ayuda visual y se

le irá proporcionando mayor independencia según vaya desarrollando la habilidad.2

El desarrollo de la función reguladora del lenguaje.

Se hace necesario que el niño con síndrome de Down regule su conducta a partir de la

comprensión del sí o no se puede, de esta manera irá asimilando las reglas y patrones

de conducta básicos para vivir en sociedad.

La orientación a la familia.

En relación con:

2 Para el trabajo con las habilidades: describir y narrar también podrás seguir las recomendaciones

metodológicas ofrecidas por Pons (2011) en la tesis “Estrategia pedagógica para la estimulación del

desarrollo del lenguaje oral de los niños en edad temprana y preescolar con diagnóstico presuntivo de

retraso mental, desde la atención logopédica”.

23

Características de la comunicación de su hijo con síndrome de Down.

Cómo apoyar la atención temprana al lenguaje en los niños con síndrome de

Down.

Cómo brindar atención temprana desde el ambiente más natural posible.

Qué hacer si aparecen dificultades en el ritmo y la fluidez.

Cómo favorecer la inclusión del niño con síndrome de Down y reducir los miedos

que generan la sobreprotección.

Cuando el niño alcance cierto desarrollo del vocabulario debe trabajarse en la longitud

de las emisiones y para ello se recomienda que a través del juego se combinen

palabras, en orden creciente de complejidad.

A continuación, un ejemplo de juego para aumentar la longitud de las emisiones:

Se coloca el niño frente al adulto para hacer rodar una pelota mediana siguiendo la

línea del piso. Mientras esta rueda el adulto exclama ¡Peeelota!, después el niño

desarrollará la acción junto al adulto, quien realizará la exclamación procurando que el

niño lo imite, hasta lograr que este lo realice de forma independiente y espontánea.

Cuando se domine la actividad se coloca un bolo o en su lugar un pomo plástico, se

prueba a tumbar el pomo con la pelota, siguiendo el procedimiento anterior, si se le

logra dar al objeto el adulto exclama ¡pooomo! o ¡boolo!, cuando esto se haya

interiorizado y se logre la repetición de la palabra por el niño luego de realizar la acción,

el adulto pasará a demostrar cómo tumbar el pomo o bolo con la pelota mientras

expresa ¡Se cayó!, cuando el niño por sí solo pronuncie la frase al tumbar el objeto, se

le pregunta ¿Qué se cayó? Y se procede a demostrar repitiendo la frase ¡Se cayó el

pomo! o se cayó el bolo, tras cada ocasión en que sea derribado el mismo. Luego, se

velará porque se traslade la frase a nuevas situaciones al realizar la acción con otros

objetos, primero recreadas y después en el ambiente más natural posible.

24

En la medida en que se logren avances se podrán trabajar frases más complejas que

indiquen relación entre los objetos durante la acción, ejemplo:

La pelota tumbó o derribó al pomo. Para lograr construir la frase puede

hacerse la pregunta: ¿Quién tumbó o derribó al pomo?

Yo tumbé o derribé al pomo con la pelota. Pueden hacerse las preguntas:

¿Quién tumbó o derribó al pomo? ¿A quién tumbó la pelota?

Contextualización de la atención temprana al lenguaje de los niños con síndrome

de Down a los diferentes ambientes educativos

Para aprovechar estas oportunidades, se ofrecen recomendaciones que permitirán

contextualizar la atención temprana al lenguaje de los niños con síndrome de Down de

infancia preescolar a las características de los ambientes educativos en la que esta

transcurre.

Modalidad de atención institucional:

La actividad independiente es una forma de organización de gran valor dentro de la

modalidad institucional de atención educativa que se ofrece en Cuba. Esta abre una

inagotable fuente de oportunidades para la atención temprana al lenguaje de los niños

con síndrome de Down.

Recomendaciones para ofrecer atención temprana al lenguaje desde la actividad

independiente:

El especialista en Logopedia podrá participar junto a las educadoras y a los

niños en los juegos desarrollados, siempre y cuando se garantice su carácter

libre y espontáneo.

El logopeda deberá garantizar, junto a las educadoras, la libre elección de la

temática mediante la creación de diferentes áreas de juego.

Se asegurará un material que llame la atención y responda a las características

del niño con síndrome de Down.

25

Se concebirán múltiples opciones para que, durante el juego, el niño desarrolle el

lenguaje en el ambiente más natural posible.

Entre las variadas alternativas que se pueden ofrecer a los niños durante la actividad

independiente están las actividades de dibujo, modelado, construcción, entretenimiento,

juegos didácticos, de movimiento, dramatizaciones, juegos musicales, paseos y el juego

de roles.

En la infancia preescolar la educadora puede realizar su trabajo desde la participación

en el juego de roles, al aprovechar las posibilidades que este brinda para la atención

temprana al lenguaje de los niños con síndrome de Down.

A partir del criterio de diferentes investigadores, Muse (2014), Hernández, Hernández &

Miñán (2017) en relación con las posibilidades que brinda el juego de roles para el

desarrollo del lenguaje, se ofrecen las siguientes recomendaciones metodológicas para

favorecer la atención temprana a esta área, en los niños con síndrome de Down de

infancia preescolar:

Incorporación del logopeda al trabajo metodológico que se realiza para la

dirección del juego de roles en el 3er y 4to ciclo de la Educación Infantil.

Selección de los argumentos más propicios para el desarrollo del lenguaje en

el niño con síndrome de Down teniendo en cuenta sus características y

vivencias.

Participación directa del logopeda junto a la educadora en los momentos

establecidos para la dirección del juego de roles (planificación o preparación,

desarrollo del argumento y evaluación), sin que se pierda el carácter

espontáneo e independiente de la actividad.

Adecuación del juego a su nivel cognitivo.

Selección del material lúdico de forma cuidadosa durante las actividades

preparatorias desarrolladas en cada argumento para garantizar su

correspondencia con la actividad que se desea realizar y con la madurez del

niño con síndrome de Down.

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Creación de diferentes áreas de juego, asegurando un material que llame la

atención y responda a las características del niño con síndrome de Down.

Incorporación de ejercicios y procedimientos logopédicos para propiciar el

desarrollo del lenguaje en los niños con síndrome de Down, a partir de su

caracterización.

Trabajo con los componentes del lenguaje (fonético-fonológico, léxico-

semántico, morfosintáctico y gramatical). Se contemplarán además, la

prosodia del lenguaje, procesos importantes como la respiración y cualquier

otra necesidad presentada por el niño.

Además, el adulto deberá tomar en consideración que:

La dirección del juego de roles se realizará en el ambiente más natural

posible, favoreciendo la espontaneidad de los pequeños.

El adulto deberá ofrecer un modelo de comunicación adecuado para los

niños y en particular para el niño con síndrome de Down. En ningún

momento rectificará su forma de hablar, retomará las palabras mal dichas, ni

abusará de los diminutivos.

La actividad programada es otra forma de organización significativa en la modalidad

institucional para la atención educativa a los niños de infancia preescolar. Desde ella

puede propiciarse el trabajo colectivo y diferenciado de manera que se asegure que los

niños con síndrome de Down adquieran conocimientos y desarrollen habilidades,

garanticen su independencia y se preparen para la vida.

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Recomendaciones para favorecer la atención temprana al lenguaje de los niños

con síndrome de Down desde la actividad programada:

Es imprescindible prestar atención a su preparación en aras de crear las

condiciones previas para que cada niño con síndrome de Down desarrolle el

lenguaje de manera consciente y planificada.

Ofrecer tratamiento a las diferencias individuales del niño con síndrome de Down

desde el desarrollo de la actividad programada, en especial en la de Lengua

Materna.

Brindar en todo momento un modelo comunicativo adecuado.

Antes de dirigirse al niño, la educadora debe solicitar su atención, y pedirle que la

mire a la cara.

Incorporar nuevos vocablos relacionados con el contenido trabajado, para ello

siempre que se pueda debe proporcionarse la realización de acciones prácticas

con objetos, demostrar e ilustrar el contenido.

Al ofrecer una orden o realizar una explicación, debe emplearse el uso

simultáneo de la palabra y un gesto específico o signo gestual para facilitar su

comprensión.

Si durante su participación olvida alguna palabra o le está resultando difícil

expresarse, se le ofrecen claves como: pistas físicas (gestos utilizados para

designar la palabra); imitación (se le dice la palabra para que la repita); pista

fonética inicial (se le pronuncia el primer sonido de la palabra) o se le

proporciona un contexto para la palabra dándole el inicio de una frase (si la

palabra olvidada es lápiz, se le dice: “¿Quieres libreta y …?”

Se debe lograr que sus frases o enunciados sean cada vez más amplios, con el

empleo de las técnicas o procedimientos específicos para facilitar la interacción y

el lenguaje.

Apoyar el trabajo directo realizado por el logopeda desde el gabinete logopédico.

Utilizar la pronunciación enfatizada durante el trabajo con la pronunciación.

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La logopeda que atiende la institución también puede aprovechar estos espacios para

realizar su trabajo con el niño y demostrarle a los docentes que interactúan con él cómo

proceder.

En las instituciones educativas no se puede pasar por alto la importancia de aprovechar

los procesos de satisfacción de necesidades de aseo, alimentación, sueño, así como el

recibimiento de los niños a su llegada a las instituciones para favorecer el desarrollo del

lenguaje. Con estos fines, deben realizarse también festivales, actividades culturales,

recreativas y políticas organizadas donde se logre el accionar coordinado con los

agentes de la comunidad.

Es importante que se aprovechen todos los espacios: pasillos, áreas exteriores, áreas

de servicio, las instalaciones de la comunidad y todos los recursos a disposición para

favorecer el desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de Down.

Modalidad de atención no institucional:

Es necesario recordar que en el caso del programa “Educa a tu Hijo” el especialista en

Logopedia pertenece al grupo coordinador del Consejo Popular, y tiene la

responsabilidad de elaborar el plan de acción junto a los demás miembros, e incluir las

acciones dirigidas a garantizar la atención temprana al lenguaje.

Este programa se organiza fundamentalmente mediante la modalidad de atención

grupal para los niños de infancia preescolar, a través de la actividad conjunta que se

realiza en un local de la comunidad.

Recomendaciones para favorecer la atención temprana al lenguaje de los niños con

síndrome de Down desde la actividad conjunta:

Aprovechar de manera eficiente los espacios de la comunidad, las relaciones

sociales que en ellos se establecen y las posibilidades que brinda la actividad

conjunta para orientar a las familias, e incidir directamente sobre los niños con

síndrome de Down, en aras de favorecer su lenguaje en el ambiente más natural

posible.

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Implicar a los agentes de la comunidad en la realización de las actividades de

atención temprana al lenguaje.

Propiciar el desarrollo de un lenguaje funcional en el niño mediante la interacción

con sus coetáneos y los adultos que le rodean.

Desarrollar los componentes del lenguaje y procesos importantes como la

respiración, aplicando los métodos, medios, procedimientos, recursos y apoyos

sugeridos con anterioridad.

Dar seguimiento a lo orientado a través de las visitas al hogar.

El logopeda que atiende la zona, debe tener presente que el niño con síndrome de

Down tiene una salud frágil; se enferma con frecuencia durante largos períodos, por

tanto el hogar puede ser el escenario propicio para ofrecer atención directa a su

lenguaje.

También puede habilitarse un gabinete logopédico comunitario para ofrecer atención

directa a estos casos, y a otros que así lo requieran. Para ello se seleccionará un local

de la comunidad donde se creen las condiciones básicas para ofrecer dicha atención de

manera grupal o individual.

Las visitas al hogar, junto a la elaboración de mensajes o consejos educativos, y los

intercambios o conversaciones, preparan a la familia en relación a qué hacer y a cómo

actuar, para ofrecer atención temprana al lenguaje de los niños con síndrome de Down.

A continuación se ofrecen algunas recomendaciones con vistas a concretar acciones

que favorezcan la inclusión socioeducativa y poder aprovechar el papel de los otros en

la estimulación lingüística comunicativa de los niños con síndrome de Down:

Enseñarle normas de comportamiento y hábitos sociales relacionados con la

higiene, guardar turnos de conversación, aprender a solicitar, a agradecer, a

saludar y despedirse.

Propiciar un aprendizaje funcional de manera que alcance una mayor autonomía.

Crear situaciones de aprendizaje significativo para mantener su atención:

Tener en cuenta sus intereses.

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Transitar de lo conocido a lo desconocido, de lo simple a lo complejo, de

lo concreto a lo abstracto, del lenguaje situacional al contextual.

Reforzar sus logros.

Confiar en sus capacidades y posibilidades.

Propiciar el aprendizaje cooperativo.

Concederle tiempos y ritmos que favorezcan sus intervenciones.

Poner el énfasis en los recursos y apoyos, en sus potencialidades, no en sus

limitaciones.

Enseñarle a solicitar apoyo a un compañero.

En caso de considerarlo necesario, utilizar una agenda personal para organizar

la actividad.

Aprovechar las posibilidades que brindan las relaciones y la empatía surgida

espontáneamente entre el niño con síndrome de Down y otros niños del grupo

para favorecer el logro de los objetivos y su inclusión socio-educativa.

Aprovechar de manera eficiente los espacios de la comunidad y las relaciones

sociales que en ellos se establecen para favorecer la autonomía y el

establecimiento de nuevos contactos comunicativos con sus semejantes.

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